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COLECTIVIZACIÓN
La colectivización fue central para el primer plan quinquenal puesto en práctica en 1929. Fue central para el programa
de industrialización de la Unión Soviética y sin ella no había solución posible al atraso de la economía. En 1928 el
número de granjas colectivas se había elevado de 14.830 a 33.258, lo que suponía un incremento de 194.200 a
416.700 propiedades campesinas colectivizadas. Pero esta tasa de crecimiento era inaceptable. A medida que el
La resistencia de los Kulaks (campesinos ricos) constituyó una grave amenaza para el plan quinquenal y para la propia
construcción del socialismo. El 27 de diciembre de 1929, Stalin proclamó: "hemos pasado de una política de limitación
de las tendencias de explotación de los Kulaks a una política de liquidación de los kulaks como clase". Los Kulaks
destruían el grano y el ganado antes de permitir que fuera puesto bajo la autoridad de las granjas colectivas. Se
tomaron medidas indudablemente severas, que incluían la confiscación de la propiedad y la deportación a Siberia y las
regiones árticas. Éste fue un período de intensa lucha de clases que, una vez en marcha, tuvo que ser completado en el
tiempo más corto posible para restaurar y ampliar la producción en el campo. No había ninguna escapatoria para la
resistencia de los Kulaks, y la campaña para completar la colectivización de toda la producción del grano alcanzó su
punto culminante en el otoño de 1932. En octubre de 1929, el 4.1 por ciento de las propiedades campesinas habían
sido colectivizadas. En marzo de 1930, el número era superior al 50 por ciento, y en julio de 1934 representaba el 71.4
por ciento de las tierras de labranza y de las propiedades campesinas. Stalin hizo un alto en el proceso de
colectivización en marzo de 1930, cuando publicó en el Pravda su famoso artículo "El Vértigo del Éxito", en el que
criticaba el celo excesivo de los funcionarios del partido y reclamaba un paréntesis en el fuerte proceso de
agrupamiento de campesinos y de ganadería en las granjas colectivas. Criticó las distorsiones en la línea del partido y
exigió el mayor cuidado en el trato a los campesinos, y declaró que en particular debía cesar el tratamiento de miles de
campesinos pobres y medios como kulaks. Esto causó un retraso en el número de colectivizaciones pero la campaña
siguió adelante, de modo que, a mediados de 1931, el 52.7 por ciento de las propiedades campesinas habían sido
colectivizadas. Aproximadamente 4 años más tarde el número se había elevado al 90.5 por ciento.
La colectivización en la era de Stalin. Izda.: mujeres campesinas conduciendo tractores en una granja colectiva de
La colectivización era la piedra angular del primer plan quinquenal y de la propia construcción del socialismo. Pero la
resistencia salvaje de los kulaks creó problemas enormes. Sólo en los primeros meses de 1930, 14 millones de cabezas
de ganado fueron sacrificadas, y de los 34 millones de caballos existentes en la Rusia soviética de 1929 se sacrificaron
18 millones. Este sabotaje hizo de la industrialización de la agricultura una necesidad desesperada para prevenir el
hambre. Pero ésta no podía prevenirse totalmente, y en realidad surgió antes de la campaña de colectivización. El
invierno de 1932-33 fue un período de hambre terrible, pero fue seguido por una cosecha récord en 1933, que siguió
La colectivización era esencial para la industrialización socialista de la Unión Soviética. Pero era también esencial para
liberar la mentalidad del campesinado del atraso de la economía rural existente. La formación de las colectividades,
mientras todavía existía una relación mercantil con el estado, hizo que los campesinos se asociasen y minó el
aislamiento individual de los campesinos, creando ocasiones para desarrollar la conciencia social. Éste es precisamente
el efecto que tuvo la colectivización, y una vez que se vio que las colectividades mejoraban las condiciones de vida de
los campesinos, éstos las defendieron como suyas. La vida cultural en el campo se amplió con la creación de cines y
Fue Lenin quien creó el lema de que el socialismo era la electrificación más el poder de los Soviets. La electrificación,
igual que la industria, generalmente se hallaba en un estado sumamente atrasado en la Rusia Zarista. La industria a
gran escala es inconcebible sin la energía que la ponga en movimiento. Lo que se llamó el Plan Goelro, consistente en
la construcción de 30 nuevas centrales eléctricas con una capacidad total de 1.5 millones de kilovatios, fue puesto en
marcha por Lenin para ser completado en diez años. En una serie de proyectos quinquenales iniciados por Stalin, estas
propuestas fueron ampliadas enormemente. En 1937, la URSS era ya el tercer productor de energía del mundo.
La industria se desarrolló a un ritmo impresionante. La utilización de tractores y maquinaria agrícola estaba en el centro
de la campaña de colectivización. Ya en 1927 los niveles de producción habían alcanzado los niveles de antes de la
guerra. A finales del último año del primer plan quinquenal, la industria a gran escala experimentó un notable aumento
del 113 por ciento. Uno de los rasgos de este desarrollo, que demostraría ser crucial en la guerra de resistencia contra
la Alemania nazi, fue el desarrollo de nuevas industrias para asegurar una más adecuada distribución de la industria por
todo el país. Se reconoció que la concentración de la industria en la Rusia europea hacía vulnerable a la URSS en caso
de un ataque desde el oeste. Ian Grey, en su biografía Stalin: Man of History [Stalin: Hombre de la Historia], escribió:
"La redistribución de la industria condujo al desarrollo de una segunda industria siderúrgica y del carbón en la zona del
Ural-Kuznetsk. Magnitogorsk, el centro de una nueva región industrial de los Urales, comenzó en 1931 como una
colección de barracones que albergaban a los trabajadores encargados de construir los hornos y los trenes de
laminado; ocho años más tarde era una ciudad de 146.000 habitantes. Kuznetsk en Siberia, conocida en 1932 como
Stalinsk, y Karagandá en Karakhstan, se convirtieron en grandes ciudades industriales en el mismo breve período"
(Pagina 253).
La industrialización en la era de Stalin (años 30). Izda.: Acería de Kerch (Crimea). Dcha.: Planta Siderúrgica de
Makeevka (Ucrania).
La colectivización, la electrificación y la industrialización se desarrollaron a un ritmo acelerado. En 1937, la industria de
construcción de maquinaria soviética era la primera de Europa y la segunda en la producción mundial. En la metalurgia,
la URSS alcanzó el segundo puesto de Europa y el tercer lugar del mundo. La industria química soviética ocupó el
primer lugar de Europa y el segundo del mundo. Mucho se habla hoy de que la Unión Soviética no tenía ningún respeto
por el medio ambiente. Esto no era así en tiempos de Stalin. El calor generado en la producción de energía se empleaba
para calentar las casas de los trabajadores en las ciudades nuevas que aparecían junto a los nuevos complejos
industriales. Las energías alternativas --el agua y la energía eólica-- también fueron utilizadas.
Junto a esta producción industrial intensiva, existía la necesidad de erradicar totalmente el analfabetismo y de
conseguir una clase obrera culta y técnicamente competente. En 1929 había todavía aproximadamente un 51 % de
analfabetos entre los 5 y los 50 años. En 1939 se habían reducido al 18.8 por ciento. En marzo de 1931,
aproximadamente 5.000 especialistas extranjeros fueron empleados en la industria soviética. Cientos de ingenieros y
estudiantes soviéticos recibieron instrucción en el extranjero, en particular en los Estados Unidos (lo cual no resultó del
todo satisfactorio). En 1933, aproximadamente 200.000 estudiantes estaban matriculados en las escuelas técnicas
superiores y unos 900.000 estudiantes asistían a escuelas técnicas secundarias. Las escuelas fabriles y los cursos de
La urgencia y el ritmo de construcción indudablemente requirieron una cantidad enorme de esfuerzos y sacrificios. Pero
en 1933 Hitler se convirtió en Canciller de Alemania, y el partido Nazi comenzó su campaña de guerra: no había
ninguna duda de la amenaza que el joven estado socialista soviético afrontaba tras poco más de una década de
construcción pacífica. Los enormes sacrificios del primer plan quinquenal daban su fruto y las condiciones de vida
En este tiempo crítico para la Unión Soviética, la Oposición, que había esperado que Stalin y el Partido no lograsen
colectivizar la agricultura, aumentó sus actividades subversivas. En cada etapa se había demostrado su postura errónea
y tenía muy poco apoyo entre las masas. Para alcanzar sus objetivos recurrió ahora al terrorismo.
El 1 de diciembre de 1934 Sergei Kirov, mientras trabajaba en el Instituto Smolny, fue asesinado por Leonid Nikolaev,
un miembro del Partido que había sido funcionario del Comisariado de Inspección en Leningrado, pero que había sido
degradado desde la abolición del mismo. Sus protestas le valieron ser expulsado del Partido. Era asimismo un
incompetente y había estado implicado en diversas actividades irregulares. Pero fue admitido de nuevo dos meses más
tarde, tras prometer que acataría la disciplina del Partido. Con toda claridad no se había reconciliado con el Partido, y
terminaría recurriendo al terrorismo para lograr su venganza. Era un elemento descontento que fácilmente se prestó a
Kirov era el jefe del Soviet de Leningrado. En la dirección del Partido se le consideraba el sucesor más probable de
Stalin. Su asesinato, por lo tanto, no podía ser visto únicamente como un acto de venganza. Fue principalmente un
acto de terror político. El atentado contra la vida de Lenin en 1918 había sido realizado por un Social-Revolucionario y
no por un miembro del Partido. Kirov fue asesinado por un miembro del Partido. Stalin se tomó este asunto muy en
serio, y él mismo se encargó de dirigir la investigación de las actividades de la Oposición. Zinoviev fue acusado de estar
directamente implicado en el complot contra Kirov. Pero en este momento no podía demostrarse aún su culpabilidad. La
Oposición, mientras estaba ocupada en reclutar a saboteadores y planear asesinatos, negaba enérgicamente su
participación alegando que el terrorismo individual es incompatible con el marxismo. Zinoviev, sin embargo, aceptó que
sus actividades habían contribuido a incitar actos de terrorismo. Fue condenado a 10 años.
En este punto, me gustaría señalar algunos aspectos de las lecciones históricas que los marxistas-leninistas extraen de
la continuación de la lucha de clases en la etapa del socialismo. El socialismo no es el objetivo final del marxismo-
leninismo. Marx, en El Manifiesto Comunista, señala que el socialismo es el período de la dictadura revolucionaria del
proletariado en el que la clase obrera, como clase dirigente, busca amoldar el mundo a su propia perspectiva proletaria.
Para hacer esto, el proletariado necesita su propio estado --un estado que en última instancia debe desaparecer, ya que
el proletariado no tiene ninguna necesidad de mantener un poder opresivo sobre sí mismo. Sin embargo, el estado
soviético era muy poderoso, lo que no podía ser de otro modo a consecuencia del cerco capitalista de la Unión
Soviética. Pero la continuación de la lucha de clases también tiene lugar dentro del estado proletario y sobre todo
dentro del Partido dirigente, que es la avanzadilla de su clase --el proletariado. Siendo éste el caso, puesto que siempre
habrá necesidad de lucha y controversia dentro del partido de la clase obrera, debe reconocerse que esta controversia
también reflejará la lucha de clases en la sociedad y que los desposeídos y los nuevos elementos burgueses procurarán
ganar poder para defender sus intereses dentro del Partido. Cuando los miembros de la Oposición recurrieron al
sabotaje y el terror, al no poder ganar apoyos dentro del Partido, se convirtieron en instrumentos, quizás sin ser
conscientes algunos de ellos, en manos de los que intentaban derrocar al Poder soviético.
El asesinato de Kirov marcó el principio de un cambio cualitativo en el método de lucha de los opositores dentro del
Partido. La oposición del bloque Trotsky-Zinoviev, al no lograr el apoyo dentro del Partido, esperaba el fracaso del
primer plan quinquenal para derrocar a Stalin. Cuando esta esperanza se vio decepcionada, no vieron otra opción que
recurrir al terrorismo. Los Procesos del grupo terrorista trotskista-zinovievista celebrados en Moscú del 19 al 24 de
agosto de 1936 demostraron con claridad lo anterior. Los historiadores burgueses pueden mofarse de estos juicios y
calificarlos de farsas, pero los periodistas y los comentaristas de la época quedaron impresionados por el hecho de que
las admisiones de los acusados eran genuinas. Reflejaban una realidad: que en la sociedad socialista el Partido, para
continuar al lado de las masas, debe purgarse de elementos putrefactos, desmoralizados y burgueses. Tras el asesinato
de Kirov se llevaron a cabo tales purgas, y es también un reflejo de la continua lucha de clases que algunos buenos
comunistas fueran acusados injustamente y expulsados del Partido. Pero es inevitable la necesidad de tales purgas en
la etapa del socialismo, para prevenir la restauración capitalista y la degeneración de la dirección de la clase obrera.
Quizás el individuo más siniestro de la Oposición, que ostentó el poderoso cargo de Vicepresidente de la Policía de
Seguridad --la OGPU--, era Henry G. Yagoda. Sistemáticamente protegía de la investigación a los miembros de la
oposición, y era renombrado por su preferencia por el uso del envenenamiento y de los "tratamientos" médicos para
quitar de en medio a los miembros leales y de confianza del Gobierno soviético. Fue responsable del asesinato del
presidente de la OGPU Vyacheslav R. Menzhinsky, utilizando su poder para intimidar a un tal doctor Leo Levin de modo
que consiguiera la adhesión de un físico leal, el Dr. Kazakov, a la conspiración médica contra Menzhinsky. Menzhinsky
sufría de angina de pecho y asma, y debido a la administración de tratamientos incorrectos, su corazón se debilitó y su
muerte fue apresurada. Murió en mayo de 1934, 6 meses antes del asesinato de Kirov y después de que Yagoda
De hecho el asesino de Kirov, Leonid Nikolayev, fue detenido por agentes de la OGPU sólo unas semanas antes del
asesinato de Kirov. Se le encontraron un arma y una carta con la ruta que Kirov seguía a diario. Yagoda ordenó su
liberación.
Genrikh Yagoda
Yagoda fue responsable del asesinato de Máximo Gorki y de su hijo. Máximo Gorki era leal a Stalin y al Partido, y sus
escritos eran muy respetados internacionalmente. Por esta razón se convirtió en un objetivo para los miembros de la
Oposición, que temieron que Gorki les denunciara en sus escritos. Los motivos de la Oposición eran venales y bajos.
Estaban en alianza directa e indirecta con los enemigos del poder de la clase obrera en la Unión Soviética y en el
extranjero. Yagoda declaró durante su juicio que sus acciones tenían como objetivo ayudar a que la oposición alcanzara
el poder, y no contribuir a su propio engrandecimiento personal. Incluso confesó a su secretario y cómplice, Pavel
Bulanov, que consideraba al Mein Kampf "un libro que merece la pena" y que le impresionaba el hecho de que Hitler
hubiera llegado a la cima empezando como un simple "sargento mayor". Yagoda había comenzado su carrera como
asimismo una prioridad en el ambiente de tormenta que se avecinaba con la amenaza internacional de la Alemania nazi
y de las potencias del Eje, una amenaza terrible que la Unión Soviética debía afrontar ahora. Trotsky tenía una posición
totalmente elaborada acerca de que el terrorismo por sí solo no derribaría al Gobierno soviético. Los partidarios del
terrorismo, la actividad desviacionista y el sabotaje tuvieron que aliarse con los que estaban dispuestos a ir a la guerra
contra la Unión Soviética. Esto significaba la alianza con las potencias militares del Eje --en particular Alemania y
Japón. Esta alianza se consideró como un asunto de necesidad histórica para derribar a Stalin y colocar a la oposición
en el poder. Incluso tuvieron lugar conversaciones secretas entre miembros de la Oposición rusa y representantes de
Alemania y Japón.
Adolf Hitler, arengando a miles de tropas en el Congreso del Partido Nazi de Nuremberg el 12 de septiembre de 1936,
proclamó públicamente su intención de invadir la Unión Soviética. El 25 de noviembre de 1936, los Ministros de Asuntos
Exteriores de Alemania y Japón firmaron el Pacto Anti-Comintern. Pero ya en la primavera y el verano de 1936, las
autoridades soviéticas habían sorprendido a espías nazis, saboteadores y terroristas en una serie de incursiones por
todo el país. Paso a paso, la quinta columna antisoviética de Trotsky fue destapada y destruida en los meses siguientes.
Trotsky había predicho una guerra contra la Rusia soviética en 1937. Como la conspiración fue destapada ante el
mundo entero en los Procesos celebrados contra el grupo terrorista trotskista-zinovievista, así como en los juicios
subsiguientes, Trotsky únicamente pudo lanzar sus broncos improperios contra Stalin y la Unión Soviética. Surgieron
entonces comités para defender a Trotsky, cuya plataforma de propaganda debía presentar a Trotsky como un mártir
injustamente acusado. Pero pronto se reveló que dichos comités estaban compuestos por elementos antisoviéticos y
fascistas que coordinaban la propaganda con el fin de desviar la atención lejos de la amenaza de guerra contra la Unión
Soviética.
En 1941, tras la invasión nazi de la URSS, Joseph E. Davies, ex-Embajador americano en la Unión Soviética, escribió:
"Todos estos juicios, purgas y liquidaciones, que parecieron tan violentos en aquel tiempo y sobresaltaron al mundo,
ahora se revelan con bastante claridad como parte de un esfuerzo vigoroso y decidido del gobierno de Stalin para
protegerse... En 1941 no había ya ningún quintacolumnista en Rusia" ( The Big Conspitacy [La Gran Conspiración], pag.
326).
Trotsky y el odio virulento del trotskismo hacia Stalin nunca se basaron en un conjunto de principios sólidos. Trotsky
era arrogante y presuntuoso. Trotsky se consideraba a sí mismo como el igual de Lenin, y posteriormente como su
sucesor. Se unió a los bolcheviques sólo después de que su propio grupo fracasara en el intento de dirigir la revolución
y desplazar a Lenin y los bolcheviques. No mostró más que desprecio y prejuicio de clase hacia Stalin, a quien
consideraba un georgiano inculto. En cuanto a la pretensión de Trotsky de ser el sucesor de Lenin, no fue aceptada en
ningún momento por los compañeros de partido bolcheviques, que eran demasiado conscientes de las divergencias
fundamentales entre Lenin y Trotsky sobre cuestiones de principio. Trotsky se unió a los bolcheviques en agosto de
Tras 14 años de oposición a Lenin y a los bolcheviques, Trotsky todavía se consideraba como el sucesor natural de
Lenin. En Brest-Litovsk, Trotsky había sido enviado por Lenin como Comisario de Asuntos Exteriores con instrucciones
categóricas de firmar la paz con Alemania. Pero Trotsky se negó a firmar la declaración: ni paz ni guerra. Dijo a los
alemanes que el ejército ruso no podía luchar más y seguiría siendo desmovilizado, pero que no firmaría la paz.
Después de la Revolución Bolchevique los británicos enviaron a un agente para establecer relaciones con funcionarios
soviéticos, pero sin reconocimiento oficial. Este agente especial del Gabinete Británico de Guerra era R. Bruce Lockhart,
que escribió en sus memorias --tituladas The British Agent [El Agente Británico]-- que el Ministerio de Asuntos
Exteriores británico estaba muy interesado en las "disensiones entre Lenin y Trotsky --disensiones en las cuales nuestro
Gobierno tenía puestas muchas esperanzas". Lockhart estableció contacto personal con Trotsky en cuanto éste volvió
de Brest-Litovsk. Trotsky le concedió una entrevista de dos horas en su oficina privada de Smolny. Según las memorias
de Lockhart, aquella misma noche registró en su diario sus impresiones personales sobre Trotsky:
"Me parece un hombre que de buen grado moriría luchando por Rusia, con la única condición de que haya un público
bastante amplio para contemplarlo" (citado en The Big Conspiracy [La Gran Conspiración], p. 31).
Inmediatamente después de la Revolución de Octubre, cuando la gente anhelaba la paz y cuando la revolución
necesitaba un plazo para organizar el Ejército Rojo, Trotsky jugó irresponsablemente a aventurerismos izquierdistas
con los imperialistas alemanes, amenazándoles con la guerra y la revolución en vez de firmar una paz con Alemania,
que exigía una serie de demandas territoriales a Rusia. El resultado fue que se firmó en Brest-Litovsk una paz todavía
más áspera, que implicaba aún mayores sacrificios territoriales en beneficio de Alemania. El hecho era que la revolución
en Alemania no había madurado, y los trotskistas, al jugar con frases "izquierdistas" para asustar a los imperialistas
alemanes, que conocían muy bien el débil estado en que se encontraba el joven poder soviético, por poco causaron el
Tampoco el odio de Trotsky hacia Stalin, como algunos afirman, estaba basado en su supuesto talante democrático
frente a los métodos de mando centralistas de Stalin, supuestamente dictatoriales. Trotsky era un exponente fanático
de la política del comunismo de guerra. Ian Grey, en su libro Stalin: Man of History [Stalin: Hombre de la Historia],
"Trotsky insistía en que el trabajo estuviera sujeto a la misma disciplina estricta impuesta en el Ejército Rojo.
Totalmente autoritario en su perspectiva y sin el menor entendimiento ni comprensión de las necesidades y emociones
humanas, empezó a imponer esta disciplina. El resultado inmediato fue una tormenta airada de protestas y
rebeliones...
”Trotsky entró en conflicto frontal con los sindicatos... Había movilizado a los ferroviarios usando la disciplina del
ejército. Allí, de nuevo ante la oposición del sindicato, estableció su propia autoridad, el Comité Central del Transporte,
conocido como Tsektran. Su tratamiento arbitrario de este sindicato y sus amenazas de hacer lo mismo con los demás
sindicatos --sometiéndolos a todos a la disciplina militar-- enfurecieron a los sindicalistas miembros del Partido...
“Lenin, apoyado por diez de los diecinueve miembros del Comité Central que incluían a Stalin, Zinoviev y Kamenev,
propuso establecer una moderación en el gobierno del partido. La abolición inmediata del odiado Tsektran de Trotsky
debía ser el primer paso. Trotsky se opuso virulentamente a esa política "liberal". Fue apoyado por Bujarin,
Dzerzhinsky, y los tres miembros entonces responsables de la Secretaría del Partido" (p. 144).
La imagen que los historiadores burgueses oficiales suelen presentar de Trotsky como un revolucionario íntegro, un
hombre de principios expulsado y perseguido por Stalin, pertenece al reino de los cuentos de hadas. Trotsky era
despiadado. La importancia que pudo haber tenido y la contribución que hizo en las semanas de Octubre se vuelven
insignificantes ante el hecho de que cada vez con más intensidad entró en contradicción con el poder soviético y, desde
luego, con el liderazgo de Stalin. La ola revolucionaria había disminuido y el poder soviético se enfrentaba con
problemas inmensos para establecer los fundamentos y construir el socialismo por vez primera en la historia, o de lo
contrario capitular ante el imperialismo y la reacción blanca rusa. Trotsky había perdido fuerza dentro del Partido. Éste
era para él toda su vida y desesperadamente intentó recuperarlo. Se preparó para emplear medidas despiadadas y
exigirlas de otros, tal como había estado dispuesto a utilizar los mismos métodos de los oficiales zaristas con el fin de
mantener la disciplina en la Guerra Civil --si era necesario ejecutando a uno de cada diez soldados para hacer cumplir
la disciplina.
Trotsky siguió oponiéndose a Lenin y a los bolcheviques tras su ingreso en el Partido en agosto. Trajo consigo a muchos
elementos anticomunistas que entraron a formar parte de la Oposición. Sin embargo, durante la Revolución de Octubre
era importante la unión de tantas personas como fuera posible, y Trotsky era visto como un agitador habilidoso. Su
entrada en el Partido tuvo lugar con una espectacularidad tal que satisfizo su personalidad y sus ansias de grandeza.
Lenin observó sardónicamente que era como llegar a un acuerdo con una gran potencia. Después de su fracaso en
Brest-Litovsk, fue relevado del cargo de Comisario de Asuntos Exteriores y se le concedió el de Comisario de Guerra.
Contaba con poderes de mando muy elevados sobre los comandantes bolcheviques, quienes obligaron al Comité
Central a intervenir para evitar que Trotsky fusilara a todos los que consideraba que rompían la disciplina militar.
A menudo el comisario de guerra Trotsky es elogiado por su capacidad de liderazgo durante la Guerra Civil. Sin
embargo, en el verano de 1919 Trotsky afirmó que Kolchak ya no era una amenaza en el este, y propuso utilizar todas
las fuerzas del Ejército Rojo en la campaña contra Denikin en el sur. Stalin advirtió que esto daría a Kolchak un gran
respiro, así como la oportunidad de reorganizarse y equiparse para una nueva ofensiva. El Comité Central rechazó el
plan de Trotsky y éste no tomó parte alguna en la campaña del este, que condujo a la derrota de Kolchak. Lo mismo
ocurrió con su plan de dirigir una campaña contra Denikin a través de las estepas del Don, una región casi sin caminos
e infestada de bandas de cosacos contrarrevolucionarios. Stalin rechazó el plan de Trotsky y propuso avanzar a través
de la cuenca del Donetz, con su densa red de ferrocarriles, buenas provisiones de carbón y una población de clase
obrera que simpatizaba con la causa bolchevique. El plan de Stalin fue aceptado por el Comité Central. Trotsky fue
retirado del Frente Sur y se le ordenó no interferir con las operaciones que condujeron a la derrota de Denikin.
En 1921, en el X Congreso, el Comité Central, encabezado por Lenin, proscribió todas las facciones dentro del Partido
por poner en peligro el liderazgo revolucionario. Lenin esperaba que todos los miembros del Partido apoyaran las
decisiones de la mayoría sobre la pena de expulsión. Trotsky, cuyas actividades faccionalistas suponían la oposición
abierta a la mayoría de las decisiones, fue advertido expresamente. El poder se le escapaba a Trotsky de las manos. La
oposición siempre había estado implicada en actividades abiertas y secretas contra el Poder de los soviets. Pero en
1921-22, el General Hans von Seeckt mantuvo contactos con un líder trotskista, Nicolai Krestinsky, a la sazón
embajador soviético en Alemania, a quien ofreció financiación para la camarilla de Trotsky. Esta oferta le fue
comunicada a Trotsky, que se mostró de acuerdo. Krestinsky pidió 250.000 marcos de oro a Seeckt, que acordó
concederlos a cambio de importantes secretos militares y visados para los espías alemanes que operaban dentro de la
Unión Soviética. La coincidencia de intereses entre la Oposición y el imperialismo alemán en su odio hacia el
bolchevismo y el poder soviético eran una realidad. Sin duda hay quienes intentarán justificar tal colaboración,
comparándola con la que permitió a Lenin obtener un coche sellado para volver a la Rusia revolucionaria en 1917. Pero
lo que hizo Lenin aseguró la victoria de la revolución bolchevique. Lo que hizo Trotsky iba dirigido contra ella. Cualquier
Tras la muerte de Lenin, Trotsky intentó tomar el poder en el Congreso del Partido de 1924. Exigió que él y no Stalin
fuese el sucesor de Lenin, y obligó a que el asunto se decidiera por votación. Stalin fue votado unánimemente por 748
delegados bolcheviques para continuar siendo el Secretario General. Incluso Bujarin, Zinoviev y Kamenev se sintieron
obligados a votar con la mayoría. La oposición se disolvió, pero volvió a reunirse como Nueva Oposición unos meses
más tarde y continuó movilizando a una mezcolanza de oposicionistas, arribistas y guardias blancos en células secretas
A pesar de la prohibición de las facciones y del partidismo, la Oposición encontró muchas oportunidades de continuar su
campaña contra la dirección del Partido. En Mi Vida, Trotsky escribe: "Durante el año 1926 la lucha del Partido se
desarrolló con intensidad creciente. En el otoño la Oposición salió abiertamente a la palestra en las reuniones de los
miembros del Partido". Esto, sin embargo, sólo despertó la hostilidad de los trabajadores, que acallaron a la Oposición.
En 1927, cuando la Rusia soviética afrontaba nuevas amenazas de guerra en el oeste, Trotsky públicamente declaró en
Moscú:
"Debemos recuperar la táctica de Clemenceau, quien, como es sabido, se sublevó contra el Gobierno francés cuando los
Stalin denunció las declaraciones de Trotsky como traición y declaró que "se ha formado algo así como un frente unido
Un referéndum de todos los miembros del Partido Bolchevique rechazó a la Oposición por un resultado de 740.000
votos frente a 4.000. De hecho, en ningún momento la Oposición recibió el menor apoyo por parte de la masa de
militantes del Partido ni de la clase obrera. Esto no era sorprendente, en realidad. La Oposición estuvo siempre en
contra de todos los intentos de construir el socialismo, declarándolo imposible en la "atrasada Rusia". Exigieron que la
revolución rusa se convirtiese en un depósito de la revolución mundial para promover revoluciones en otros países.
Despojada de su retórica "izquierdista" la Oposición llevó a cabo una lucha salvaje por el poder, en la línea de la
dictadura militar que Trotsky había tratado de imponer como comisario de guerra.
El 7 de noviembre de 1927, en el décimo aniversario de la Revolución Bolchevique, durante el desfile anual de masas
en la Plaza Roja tuvo lugar una manifestación política contra el Gobierno soviético organizada por la Oposición de
Trotsky. Debía señalar una amplia insurrección en toda la nación. Pero esta insurrección popular sólo existía en la
imaginación febril de Trotsky. Las autoridades actuaron rápidamente y los trabajadores se volvieron contra los
manifestantes, mientras éstos declaraban la toma del poder por parte del nuevo mando concentrado en la Plaza.
Siguieron las redadas y detenciones. Uno de los seguidores de Trotsky, el diplomático Joffe, que había sido embajador
en Japón, se suicidó. En algunos sitios los trotskistas fueron detenidos dentro de células de antiguos oficiales blancos,
terroristas social-revolucionarios y agentes extranjeros. Trotsky fue expulsado del Partido Bolchevique y enviado al
exilio en Alma Ata, Siberia. Posteriormente fue deportado a Turquía, en 1929, y terminó sus días en México, donde fue
asesinado por uno de sus propios partidarios, que llegó a odiar su extremo egoísmo y vanidad.
Antes del triunfo de los bolcheviques, los marxistas creían que la revolución socialista ocurriría primero en las naciones
llevando el progreso a las naciones atrasadas. Pero el estallido de la Primera Guerra Mundial reveló que los partidos
socialistas de Europa habían abandonado la lucha para derrocar al capitalismo, así como la solidaridad de la clase
obrera internacional. La II Internacional Socialista se derrumbó cuando sus partidos apoyaron la victoria de su "propia"
clase dirigente en la guerra. Sólo Lenin y los bolcheviques denunciaron la guerra como una guerra imperialista y
llamaron a los trabajadores a volver sus armas contra la burguesía. El foco de la actividad revolucionaria se trasladó a
Rusia. Los bolcheviques fueron capaces de tomar el poder, y las potencias imperialistas beligerantes que participaban
en la guerra no pudieron hacer nada para impedirlo. Después del armisticio, un ejército intervencionista de 14
potencias se reunió para apoyar a los ejércitos blancos en una guerra civil que tenía por fin derrocar a los bolcheviques.
Fracasaron debido al apoyo del pueblo soviético a su nuevo gobierno, al apoyo y la simpatía internacional hacia el Poder
soviético, y a las contradicciones entre los ejércitos imperialistas intervencionistas y los contrarrevolucionarios blancos.
La utilización de estas contradicciones para debilitar a los enemigos de la Unión Soviética, por lo tanto, siempre
figuraría entre las consideraciones de la política exterior de la Unión Soviética. No podía haber otro camino.
La Oposición trotskista de la época se embarcó en una conspiración para asumir el poder tras la agresión de las
potencias del Eje. Trotsky predijo una guerra contra la Unión Soviética en 1937. Deseaba una guerra temprana contra
la Rusia soviética, porque creía que llevaría a Stalin y a los bolcheviques a la derrota inevitable. Y podría haber
acertado. La condonación a Alemania de las restricciones del tratado de Versalles en 1935, que permitió a Hitler
aumentar la máquina de guerra de Alemania, era una señal clara para Stalin de que Gran Bretaña, Francia y América
estaban animando a los nazis a atacar a la Rusia soviética. La guerra entre la Unión Soviética y la Alemania nazi podía
ser inevitable, dada la gran cantidad de simpatías y apoyos con que contaban los nazis en Occidente, pero no era
inevitable una guerra temprana. La política exterior de Stalin pretendía establecer tratados de seguridad colectiva
contra el expansionismo alemán y, si esto fallaba, como de hecho ocurrió, explotar las contradicciones entre las
potencias imperialistas. No hay ninguna disputa sobre el grado de amenaza a que la Unión Soviética se enfrentaba, y si
Stalin hubiera afrontado la guerra en 1937, probablemente con la quinta columna oposicionista todavía en acción, la
Unión Soviética habría sufrido pérdidas aún mayores y la guerra habría tomado un curso completamente diferente. Esto
podría haber satisfecho los proyectos de Trotsky para la Rusia soviética. Pero Stalin, naturalmente, no hacía caso de
ningún consejo de Trotsky sobre lo que era mejor para la Unión Soviética. Tampoco nosotros deberíamos aceptar
ningún consejo de los seguidores modernos de Trotsky que piensan que es suficiente vociferar contra el pacto alemán-
soviético, sin hacer la menor referencia a la situación que Stalin y la Unión Soviética afrontaban.
Stalin siempre previó que habría una alianza entre Alemania y el Occidente dirigida contra la Unión Soviética. En los
años 20 se establecieron buenas relaciones con Alemania. La república de Weimar buscaba mantener buenas relaciones
con el Este y con Occidente. En 1932 Rusia adquirió el 30.5 % de las exportaciones de maquinaria alemana. Cientos de
técnicos e ingenieros alemanes trabajaban y daban clases en Rusia, y oficiales alemanes entrenaban a las tropas rusas.
En 1932, Alemania aportó el 46.5 % del total de las importaciones de Rusia. En 1935, la cifra cayó al 9%, mientras las
exportaciones de Gran Bretaña a la Unión Soviética aumentaban. América también incrementó su comercio con la
Unión Soviética, en particular después de que Roosevelt subiera al poder. La depresión obligó al capitalismo occidental
a aumentar su comercio con la Unión Soviética. Incluso la Alemania nazi procuró maximizar el comercio con la Rusia
soviética y logró aumentar su cuota de mercado en un 22.8 % en 1936. Sin embargo, este comercio pronto decayó con
la formación de los pactos anti-Comintern entre Alemania, Japón, Berlín y Roma, y la intervención de Alemania al lado
detener la agresión japonesa y evitar las provocaciones en las fronteras orientales y occidentales.
En marzo de 1938, Hitler invadió Austria y se produjo una crisis en los Sudetes alemanes de Checoslovaquia. Stalin
propuso entonces que Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética formaran un frente unido para defender
Checoslovaquia. Pero Gran Bretaña y Francia seguían una política de apaciguamiento, animando a Alemania a
expandirse hacia el este, y esperaban poder cosechar las ventajas de que la Unión Soviética y Alemania se destrozasen
mutuamente en un enfrentamiento armado. No compartían en absoluto el antifascismo de Stalin. Hicieron caso omiso
incluso dejó de cumplir sus tratados con Checoslovaquia, lo cual horrorizó a Stalin. Cuando Alemania invadió
Checoslovaquia, el mundo entero se sintió ultrajado. La tibia condena de Chamberlain produjo un alboroto en el
Parlamento. Visiblemente sobresaltado por la hostilidad, exigió que la Unión Soviética y Gran Bretaña conjuntamente
diesen garantías a Polonia y Rumania. Estas garantías no ofrecían ninguna seguridad a la Unión Soviética.
Las ulteriores propuestas soviéticas de un pacto británico-francés-soviético de ayuda mutua, que garantizara la
independencia de todos los estados a lo largo de la frontera soviética del Báltico al Mar Negro, fueron rechazadas por
Chamberlain alegando que esto molestaría a Polonia y Alemania. La cuestión estaba clara. Gran Bretaña y Francia
deseaban un pronto ataque de la Alemania nazi contra la Rusia soviética para derribar el socialismo soviético. Litvinov
fue destituido como Comisario de Asuntos Exteriores y se nombró a Molotov el 3 de mayo de 1939. En esta situación,
Stalin se vio obligado a considerar la firma de la paz con el diablo en 1939, antes que enfrentarse en solitario a una
guerra en dos frentes. Hitler estaba deseoso de invadir Polonia y, con este objetivo en mente, Ribbentrop fue enviado a
Moscú para negociar un pacto de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética. El 23 de agosto de 1939, Stalin
recibió a Ribbentrop y aceptó el texto del acuerdo en una fría y nada amistosa reunión. Los Gobiernos británico y
francés quedaron atónitos, y la máquina de propaganda occidental alcanzó un frenesí histérico de calumnias e insultos
contra la Unión Soviética. El 1 de septiembre, Hitler invadió Polonia, obligando a Chamberlain a declarar la guerra a
Seguramente Stalin esperaba que la Unión Soviética pudiera evitar entrar en el conflicto y que los países capitalistas
quedaran exhaustos a causa de la guerra, lo que daría lugar a levantamientos y revoluciones en todas partes de
Europa. Pero tras la facilidad con que los ejércitos alemanes conquistaron Europa, sobre todo tras el total derrumbe de
los ejércitos franceses y la evacuación de los británicos en Dunquerque, Stalin no albergó ya ninguna duda de que la
guerra con Alemania era inevitable. Sin embargo, desesperadamente intentó evitar cualquier provocación que
precipitara un conflicto temprano, que Stalin pretendía impedir al menos hasta la primavera de 1942. Por lo tanto, fue
un gran golpe para la preparación de la Unión Soviética la decisión de Hitler de atacar la Unión Soviética el 22 de junio
de 1941. La ventaja suprema de los agresores era el ataque sorpresa. Pero el tratado de no agresión había dado a
Stalin y a la Unión Soviética un tiempo valiosísimo para asegurar sus fronteras. La guerra con Finlandia, cuando este
estado pro-nazi se negó a permitir el acceso soviético al Báltico a cambio de un área mayor del territorio soviético,
resultó ser una lucha mucho más difícil de lo previsto, que requirió una gran cantidad de tropas soviéticas. Sin
embargo, los ejércitos derrotados aprenden mediante las experiencias amargas las razones de su fracaso, y esto no fue
menos cierto en el caso del Ejército Rojo. Stalin veía claramente que el Ejército Rojo necesitaba oficiales que
entendieran la guerra moderna, y llevó a cabo medidas urgentes para que el Ejército Rojo se organizase y contase con
personal capaz de enfrentarse a la terrible amenaza que se cernía sobre la Unión Soviética.
Poco antes del ataque alemán, Molotov se entrevistó con Hitler en una gélida reunión. Después de rechazar la
propuesta de compartir el Imperio Británico tras la derrota de Inglaterra, el Comisario soviético de Asuntos Exteriores
hizo una embarazosa pregunta sobre la hostilidad de Finlandia hacia la Unión Soviética. Hitler se enfureció por la firme
Izda.: ataque nazi sobre una aldea soviética. Dcha.: la infantería soviética avanza hacia las tropas nazis, en algún lugar
largo de una frontera enorme, en lo que fue la mayor batalla terrestre de la historia. En pocas semanas los alemanes
habían penetrado profundamente en territorio soviético y se dirigían hacia Moscú. El Ejército Rojo luchó heroicamente,
sufriendo pérdidas enormes. El 3 de julio, en una alocución radiofónica al pueblo soviético, Stalin presentó un breve
análisis de las razones del éxito inicial de los nazis, pero despejó cualquier duda respecto a la derrota de los alemanes
por el Ejército Rojo, y dio instrucciones específicas a la población sobre las medidas a tomar para crear una guerra
"Las granjas colectivas deben evacuar todo el ganado, y devolver el grano al depósito de las autoridades estatales para
su transporte a la retaguardia. Todo lo que sea de valor y no pueda ser retirado, incluyendo los metales no
“En las áreas ocupadas por el enemigo, deben formarse unidades guerrilleras, montadas y a pie, deben organizarse
grupos de resistencia para combatir a las tropas enemigas, instigar la guerra de guerrillas por todas partes, volar los
puentes y los caminos, dañar las líneas de teléfono y de telégrafo, incendiar los bosques, tiendas, transportes. En las
regiones ocupadas las condiciones deben hacerse insoportables para el enemigo y todos sus cómplices. Deben ser
“Esta guerra con la Alemania fascista no puede considerarse una guerra ordinaria. No sólo es una guerra entre dos
ejércitos, es también una gran guerra de todo el pueblo soviético contra las fuerzas fascistas alemanas.
“El objetivo de esta guerra nacional en defensa de nuestro país contra los opresores fascistas es no sólo la eliminación
del peligro que se cierne sobre nuestro país, sino también ayudar a todos los pueblos europeos que sufren bajo el yugo
Los alemanes llegaron a 15 kilómetros de Moscú antes de que la marea retrocediera y los ejércitos nazis fueran
barridos en batallas tan trascendentales como Stalingrado y Kursk. En todas partes Stalin tenía el pleno control,
recabando informes regulares de los oficiales del Ejército Rojo. Como todos los comandantes supremos que han tenido
éxito, escuchaba todos los informes y ponía su confianza extrema en la lealtad y determinación de los oficiales para
derrotar al enemigo. No se tomaba el fracaso a la ligera, y retiraba o degradaba puntualmente a los oficiales que no
lograban asumir sus responsabilidades o no podían dar una explicación satisfactoria de sus fracasos. El mando de Stalin
fue la dinamo que aseguró que el Ejército Rojo aprovechara cada oportunidad de retomar la ofensiva contra Alemania,
y que motivó al Ejército y al pueblo para soportar un sacrificio tan grande con el fin de salvar a la Unión Soviética de la
bota militar fascista. Después de la muerte de Stalin, Jruschev, cuya contribución a la guerra anti-fascista no fue
excepcional, intentó negar el papel de Stalin como comandante supremo. Sin embargo, Zhukov, que dirigió las batallas
que expulsaron a los nazis de Moscú y anteriormente lideró las fuerzas soviéticas en la defensa de Leningrado, no tenía
ninguna duda de que la férrea determinación de Stalin fue la que condujo al ejército y al pueblo entero a la victoria.
Stalin dio la bienvenida sin reservas a cada paso emprendido por Gran Bretaña y América para aumentar sus
aportaciones a la guerra contra la Alemania de Hitler. En contestación al corresponsal del Moscow Associated Press
Henry C. Cassidy, el 13 de noviembre de 1942, Stalin dijo que la campaña aliada en Africa “...representa un hecho
excepcional de enorme importancia, que demuestra el creciente poder de las fuerzas armadas de los aliados y la
perspectiva de la desintegración de la coalición ítalo-alemana en un futuro próximo". Stalin siguió diciendo que era
demasiado pronto para juzgar cuán eficaz sería esta campaña para aliviar la presión sobre la Unión Soviética. Sin
embargo, en respuesta a una pregunta bastante peculiar dadas las circunstancias –"¿Qué posibilidad hay de que la
potencia ofensiva soviética en el este se una a la de los aliados en el oeste para apresurar la victoria final?"-- Stalin
contestó de manera un tanto seca, "no cabe la menor duda de que el Ejército Rojo realizará su tarea con honor, como
ha estado haciendo en todas partes durante la guerra". Esto era en noviembre de 1942, cuando la Unión Soviética
todavía estaba profundamente inmersa en una lucha a vida o muerte para liberar su territorio de los invasores nazis,
tras un período en el que los corresponsales occidentales predecían con seguridad la victoria alemana y el derrumbe del
Ejército Rojo.
La población mundial celebraba como propia cada victoria soviética. Pero los gobernantes de Gran Bretaña y América,
obligados a aliarse con la Unión Soviética, se alarmaron por el éxito militar de ésta. Stalin pedía repetidamente la
apertura del segundo frente en Europa. Pero el oeste demostró no ser demasiado eficaz para obligar a las tropas
alemanas a retirarse del frente oriental. Los líderes occidentales, indudablemente, estaban ya preocupados por el
problema de tratar con una Unión Soviética cuyo prestigio había aumentado enormemente en todo el mundo, y cuya
capacidad militar derrotaba a los nazis prácticamente sin ayuda de nadie. El Segundo Frente comenzó realmente con
los desembarcos del día "D". América, sin embargo, prestaba una atención considerable a asegurar que su poder y no
el poder soviético detentara la supremacía después de la guerra. Temerosa de que la Unión Soviética lograra ampliar su
influencia en el lejano oriente así como en Europa, América provocó la capitulación rápida del Japón dejando caer la
Stalin procuró mantener unas relaciones amistosas con los aliados sobre la base del respeto mutuo, pero la amenaza
que la bomba atómica planteaba a la Unión Soviética era evidente para Stalin y para la opinión progresista mundial.
La Unión Soviética perdió a 20 millones de sus mejores luchadores en la guerra contra la Alemania nazi. Como en todas
las guerras esta cifra afectó principalmente a la juventud soviética, el futuro de cualquier sociedad. Tal fue la
contribución del pueblo soviético a la detención de la más brutal y bárbara de las potencias imperialistas. Tal fue la
contribución del pueblo soviético a la extensión del campo del socialismo y a la posibilidad de que los pueblos
esclavizados por los imperios coloniales de Gran Bretaña, Francia y América pudieran lograr su independencia nacional.
Y esto se alcanzó bajo el liderazgo incontestado por parte de Stalin del movimiento comunista internacional. A pesar de
la devastación de la invasión nazi, la Unión Soviética pudo reconstruir su economía y alcanzar a América en el
desarrollo de la investigación espacial, tecnológica y científica. Ninguna economía, y menos aún una economía
socialista, debería afrontar la amenaza que a continuación se abatió sobre Stalin y el campo socialista: la amenaza de
las armas nucleares cayendo sobre las ciudades soviéticas construidas con el sudor de la clase obrera. El monopolio
nuclear de América tuvo que romperse, y fue roto de hecho por la Unión Soviética de Stalin.
estaba en alza mientras el imperialismo agonizaba. El período de la posguerra fue un tiempo de grandes esperanzas y
esfuerzos, que hasta los imperialistas hubieron de tener en cuenta haciendo concesiones a la clase trabajadora. Pero la
retórica anticomunista y la propaganda occidental se hicieron cada vez más maliciosas y omnipresentes. Mientras Stalin
siguió vivo, sin embargo, la propaganda occidental no pudo eliminar el enorme aprecio y simpatía que existía en todo el
mundo hacia Stalin y hacia la Unión Soviética. Cuando Stalin murió en 1953, las revistas y periódicos comunistas,
socialistas y progresistas sacaron ediciones completas lamentando la muerte de Stalin y celebrando su vida. Por lo
tanto, los imperialistas saludaron con gran júbilo el discurso secreto de Jruschev que atacaba a Stalin en el XX
Congreso del PCUS en 1956. Jruschev, que era un payaso en el escenario internacional y que condujo al descrédito al
socialismo y a la Unión Soviética, logró lo que los imperialistas nunca pudieron conseguir. Atacando a Stalin, Jruschev
no sólo estaba rechazando el supuesto culto a la personalidad. Atacaba los fundamentos ideológicos de la Unión
cayó en 1963, pero el gobierno revisionista que él representaba permaneció en el poder. El socialismo se convirtió en
un capitalismo estatal y los órganos del poder soviético se fueron lentamente minando y corrompiendo. Es un
testimonio del poder y la resistencia del socialismo construido por Lenin y Stalin el que este proceso les costara casi
cuatro décadas tras la muerte de Stalin a los líderes revisionistas Jruschev, Brezhnev y Gorbachov; un proceso que
gradualmente desmanteló y finalmente dio lugar al derrumbamiento del estado soviético y devolvió un poder
desenfrenado a la burguesía. Podemos ver que la burguesía gobierna de nuevo sobre la miseria, la pobreza, el hambre,
el gangsterismo y la dependencia.
Pero la visión de la degeneración burguesa en lugar del socialismo, y del poder de la clase obrera sobre su propio
destino, no se han perdido entre los pueblos y gentes del mundo. El nombre y el prestigio de Stalin están siendo
restaurados a su auténtico lugar en la historia de la lucha de los trabajadores y de los pueblos oprimidos en pro de la
<http://www.oneparty.co.uk/index.html...//www.oneparty. co.uk/html/tmop01.html>[/b]
AsturcOn
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demonizando a Trostki en este caso, se puede ver claramente estas líneas; uno supondría que después
de más de siete décadas no tendría sentido seguirla, pero al parecer todavía persiste: esto se puede
justificar en la búsqueda de identidad que sufre la “izquierda” más ortodoxa, desde el colapso del
régimen de la URSS; sólo queda como representante la isla de Cuba, y da la impresión que el
Pasaré a contestar algunas de las afirmaciones que considero falsas (a la totalidad las
AsturcOn escribió: ...las mentiras que tienen sus fuentes en el grupo de expertos anticomunistas de la
Universidad de Harvard y en la propaganda nazi. Las fuentes que actúan en base a la estrategia consistente en
"arroja bastante fango e invéntate genocidios, porque siempre quedará algo". ...
Con respecto a los crímenes masivos cometidos por el régimen stalinista es algo más que probado; no
son invenciones, algo que vamos a ver detalladamente más adelante. Por otra parte poner en duda la
reputación de un instituto de prestigio como Harvard, equiparándolo a la propaganda del régimen nazi,
AsturcOn escribió: Las ideas de la clase dirigente son las ideas predominantes. La clase dirigente de cualquier
época busca dar molde al mundo en apoyo de sus intereses y de su visión de la realidad. Vivimos en la época
del imperialismo y de la revolución social. Pero la revolución social aún no ha tenido éxito en el foco de poder
de la burguesía, que reside principalmente en Europa, América, Japón, y que ahora ha sido restaurado en
Rusia. Por tanto, no es sorprendente que la postura predominante sobre Stalin y aun sobre Lenin, ahora que la
Unión Soviética se ha derrumbado, sea el odio más amargo de la burguesía imperialista y de su ejército bien
las suyas, me parece que hablar de clases sociales como si estuviéramos en la década de ’20 , es una
últimas dos décadas que marca una nueva etapa, y lo mismo se puede decir de algunos de lso cambios
AsturcOn escribió: La Revolución de Octubre fue desde su inicio un faro de esperanza y liberación para los
trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo. Por primera vez en la historia escrita, las masas tomaron las
riendas del poder estatal y a través del poder de los Soviets se convirtieron en los amos de su propio destino.
Lenin fue el arquitecto del Partido, capaz de alcanzar el objetivo de conducir a las masas a esta gran victoria, y
fue también Lenin quien dirigió el Partido y el Estado soviético en su nacimiento, cuando luchaba por su misma
existencia. Pero Lenin, que en 1918 quedó seriamente debilitado por un intento de asesinato, sufrió una serie
de graves derrames cerebrales que finalmente acabaron con su vida en 1924. Fue entonces responsabilidad de
Stalin dirigir el Partido Comunista de la Unión Soviética durante los años sumamente difíciles de construcción
del socialismo, destruyendo el poder de la Alemania nazi y transformando una sexta parte de la superficie del
En realidad durante la Revolución de Octubre no cayó el gobierno autócrata y monárquico del Zar, sino
el intento de un gobierno democrático que fue el gobierno provisional formado por liberales y socialistas
moderados, que buscaron crear un Estado moderno, al estilo de los que había en países democráticos.
Hay que recordar, que al contrario de lo que afirma la propaganda pro – comunista, la caída del Zar fue
producto de factores diversos y de actores de una amplia gama ideológica. La ascensión de los
bolcheviques se debió al error garrafal del gobierno provisional de proseguir la guerra contra Alemania.
Con respecto a la simplista afirmación de que la URSS fue la encargar de aniquilar al régimen nazi la
AsturcOn escribió: . El movimiento obrero en Europa y América se hizo enormemente más poderoso gracias al
prestigio creciente de la Unión Soviética y del Movimiento Comunista Internacional. La formación de partidos
comunistas en las naciones oprimidas del Lejano y Medio Oriente, África y Sudamérica, hizo que la lucha por la
independencia nacional de las colonias se hiciera más poderosa y capaz de lograr la victoria frente a la
dominación imperialista. Las concesiones hechas por la clase capitalista a la clase obrera (la asistencia médica
gratuita, el seguro social, la legislación laboral) desde luego fueron vendidas como ventajas del capitalismo.
Pero en realidad fueron el resultado de la poderosa lucha internacional de los trabajadores y de la fuerza del
campo socialista tras la derrota de la Alemania nazi, la formación de las democracias populares en Europa
Oriental y la liberación de China en 1949. La contribución de Stalin se halla indeleblemente escrita en este
período de la historia de la lucha de los pueblos oprimidos y de los trabajadores. Por eso Stalin se ha
no llegara a su forma más cruel, la extensión del comunismo sólo sirvió para cambiar de color a
determinados regímenes autoritarios o, en el peor de los casos, para derribar / anexionar gobiernos
democráticos legítimamente establecidos, siendo reemplazados por gobiernos títeres comunistas. Como
http://www.1y2gm.com/las-fuerzas-aereas-del-eje-f56/faf-fuerza-aerea-finlandesa-t2305.htm
“El 9 de abril de 1940, menos de un mes después de que terminara la “Winter War” Alemania
comenzaba las operaciones contra Dinamarca y Noruega, y un mes más tarde, hacia lo
1940 Inglaterra se veía bajo el ataque aéreo de los alemanes, mientras la URSS continuaba
estratégica de Finlandia: Francia y Gran Bretaña habían sido dos de las principales países
occidentales que habían mostrado simpatía por Finlandia, y que incluso habían apoyado con
material bélico. La nueva situación impedía contar su apoyo, y además tanto Alemania como
la URSS habían hecho crecer su zona de influencia, cercana a Finlandia, mediante la anexión
o invasión. Para completar el escenario ominoso la Unión Soviética ejercía una presión
Finlandia. Entre otras acciones los soviéticos pidieron la desmilitarización de las islas Aland
Petsamo, y la expulsión de Vainö Tanner del gobierno finlandés . Lo más ominoso de todo era
territorio finés, camino a la base soviético de Hanko. Este pedido se hacía mientras la URSS
estaba anexionando los estados bálticos (Junio – Julio 1940 ), lo que alimentó las sospechas
canciller soviético Viacheslav Molotov plantea que se debe “resolver el problema finés” y
responde a la pregunta de qué era lo que se buscaba hacer con Finlandia: lo mismo que con
Sin embargo algo era diferente en las relaciones alemanas – soviéticas: los sucesivos y
brillantes triunfos obtenidos por las fuerzas armadas finlandesas, durante la Winter War,
habían encandilado a Hitler, que consideró que si unas fuerzas diminutas como las finesas
podían frenar y causar tal nivel de bajas a los soviéticos, las fuerzas armadas alemanas
podrían realizar la invasión de la URSS sin mayores contratiempos (aquí Hitler cometió un
error mayúsculo, pues la guerra peleada por Finlandia fue defensiva, explotando de manera
Como ser puede ver la URSS tuvo el papel de agresora antes del estallido de la SGM, y principalmente
en la guerra denominada “Guerra de Invierno”, contra Finlandia, que era una república social –
demócrata; lo mismo se puede decir de los casos de Bessarabia, Estonia, Letonia, y Lituania.
CONTINUA . . .
Cordiales Saludos
Quimera
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Quimera
Administrador Fundador
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A la lista de naciones sojuzgadas podemos añadir aquellas que fueron “liberadas” (y lo pongo
entre comillas para hacer notar la incongruencia del término), como Polonia, Hungría,
Checoslovaquia, etc (en estos tres estallaron rebeliones populares contra los regímenes
impuestos que debieron ser acalladas mediante la represión militar). Además hay que hacer
independentistas se inclinaron por el marxismo por una simple cuentión logística: la URSS
estaba deseosa de apoyar cuanta causa pudiera pertubar a las naciones “colonialistas”, y daba
marxismo se perdía esa fuente de recursos, la cual no tenía contrapartida por el lado occidental.
Por otra parte hubos movimientos que nacieron como legítimamente patriotas e
independentistas pero fueron “infiltrados” por grupos marxistas, que se adueñaron de los
logros: el ejemplo más claro de esto es el de Cuba, donde el ejército de Castro estaba integrado
por gente que NO era comunista, pero que al cumplir el objetivo de destituir a Batista fueron
expulsados o incluso muertos, y reemplazados por gente con ideología comunista; Camilo
Stalin y el genocidio:
http://www.1y2gm.com/zona-de-debates-f13/que-piensan-sobre-el-nazismo-o-el-comunismo-
t188.htm
Para más información sobre el espanto del Homolodor (genocidio ucraniano a manos de Stalin):
http://es.wikipedia.org/wiki/Holodomor
Es importante hacer notar que en esta fuente se pone en evidencia que tal genocidio existió (10
Stalin planificó la muerte masiva deliberada o si, simplemente ante la muerte por hambre de
millones de ucranianos, prefirió dejar que ocurriera ya que era ventajoso para sus planes
(Ucrania había sido una región “problemática”) . . . Por acción u omisión, Stalin es genocida.
Las Purgas
AsturcOn escribió:... En 1941, tras la invasión nazi de la URSS, Joseph E. Davies, ex-Embajador
"Todos estos juicios, purgas y liquidaciones, que parecieron tan violentos en aquel tiempo y
sobresaltaron al mundo, ahora se revelan con bastante claridad como parte de un esfuerzo vigoroso y
decidido del gobierno de Stalin para protegerse... En 1941 no había ya ningún quintacolumnista en
Las purgas fueron una demostración terrible de cómo funcionaba el régimen soviético en
traición; algo que no nos debe extrañar, después de todo, considerando el modo en que creó el
régimen (Revoluciones de febrero y de octubre) y sus orígenes (las sociedades secretas). Fue
un arma de doble filo, pues si bien es cierto que anuló la acción de una posible red de espionaje
extranjera, también masacró a una miríada de hombres capaces, con una irremplazable
sobresalientes como Tukhachevsky, que bien hubieran podido hacer la diferencia en la 1ra
etapa de la invasión alemana . . . En cambio Stalin prefirió personajes más “dóciles”, aunque
más incompetentes, y los que quedaron se cuidaron muy bien de mostrar iniciativa . . . Los
farsas, pero los periodistas y los comentaristas de la época quedaron impresionados por el hecho de
que las admisiones de los acusados eran genuinas. Reflejaban una realidad: que en la sociedad
socialista el Partido, para continuar al lado de las masas, debe purgarse de elementos putrefactos,
desmoralizados y burgueses...
AsturcOn escribió: . . .Incluso confesó a su secretario y cómplice, Pavel Bulanov, que consideraba al
Mein Kampf "un libro que merece la pena" y que le impresionaba el hecho de que Hitler hubiera
llegado a la cima empezando como un simple "sargento mayor". Yagoda había comenzado su carrera
O sea que un simple comentario sobre un libro, o sobre la carrera de alguien, algo
completamente lógico sobre todo si ya se consideraba que necesariamente había que ver a
“intenciones golpistas” . . . (esto me lleva a algo que leí sobre Cuba comunista: a una serie de
personas se las acusó de integrar una red de conspiradores basándose en que usaban
crucifijos . . . con una muesca, un defecto de fabricación ). . . semejante desatino se suele ver
eran la excepción, y ésta es la razón de que los “juicios” no fueran tomados como tales, sino
Además para ver la forma en que en la URSS se obtenían “genuinas” confesiones se puede ver
http://www.1y2gm.com/heroes-mitos-y-leyendas-f69/erich-hartmann-el-mejor-de-los-aces-
t2296.htm?sid=cc85c305ac49e7b3fea9575a08ee1079
“Ya que era famoso, o infame, dependiendo de su perpectiva y los soviéticos estaban
golpeado o torturado, pero sí pasé hambre y fui amenazado por varios años. Los
experimentaron lo mismo. Las historias son muy parecidas, así que no voy a entrar en
detalles. Lo primero que nos hacían era un exámen médico para determinar que tan
preparados estábamos para el trabajo duro. Luego nos pusieron en un tren que fue
desviado desde Viena hasta los Cárpatos, en Rumania. Allí fuimos ubicados en otra
prisión alambrada con guardias rumanos comunistas. Esto duró una semana y
abordamos otro tren. No había espacio en esos pequeños vagones, así que no
podíamos estar todos sentados, por lo que nos sentábamos por turnos. Finalmente
nuestro hogar por un tiempo. De los 1500 POWs (prisioneros de guerra) que dejaron
algunos de los que sobrevivieron. Ellos no eran alimentados, sólo trabajaban hasta
morir. Yo fui enviado a Gryazovets donde Assi Hahn se encontraba. El era prisionero
protestar las condiciones de trabajo en esclavitud y el hecho era de que los soviéticos
simplemente hacían trabajar a los hombres hasta la muerte por rencor. Irónicamente
1943”
unos pocos días los POWs asaltaron los guardias, arrinconaron al comandante del
Diaterka había unos 4000 hombres allí. En Diaterka, había una valla alta, y la “zona
de muerte” era patrullada por guardias y perros, luego había otra valla con torres de
hileras de barracas que no tenían aislamiento contra el frío, y el invierno era todo lo
frío que te puedo decir. Cada barraca tenía entre 200 y 400 prisioneros dependiendo
élite del tercer Reich y prisioneros políticos soviéticos especiales, que era otra sección
adjunto de las SS de Hitler Otto Gunsche y el Conde von der Schulenburg, entre otros.
Yo estuve ahí hasta 1954, cuando fui enviado a Novocherkassk. Este fue mi último
campo”
trabajaba como agente para ellos, que era algo fuera de consideración. A ninguno les
comunista. Yo creo que ellos creían que si tenían un oficial muy condecorado y de alto
rango para convertir estos trabajos podrían hacérselos mucho más fácil. Ellos
convirtieron a Graf, que fue una vergüenza, pero él no abrazó al comunismo. El lo
miró como pragmático que era entre la manera del Oeste, o la manera soviética, y el
ya estaba ahí. Ellos lo liberaron en 1950, pero yo no fui tan afortunado. Aquel de
nosotros que se resistía recibía mayor castigo. Ellos buscaban de mí que les informara
ellos hablaban de que les harían cosas terribles. Todo esto para quebrarme. Ellos sólo
me permitían 25 palabras en una postal para enviarla y a veces mucho menos y esto
no pasaba con frecuencia. Las cartas yo las sacaba a escondidas con POWs que
quince cartas de “Ushi” en los diez y medio años, pero ella me escribió más de 400.
Tener una carta era el mayor levantador de la moral que usted se pueda imaginar. Los
paquetes de la Cruz Roja rara vez llegaban. Aquellos que llegaban con frecuencia
estaban saqueados y eran demorados tanto tiempo que la comida que tenían estaba
arruinada. Los pocos que llegaron “bien” fueron muy útiles, especialmente cuando
llegué a comerciar con los civiles locales. Yo hice muchos amistades con los
“Con disciplina nos mantuvimos. Nosotros nunca perdimos nuestra relación militar y
nuestro rígido sistema y el mutuo respeto por nuestro propia autoridad nos mantuvo.
Nosotros teníamos una estructura de rangos y una sangre fría como para formar
nuestros líderes de comité. Incluso aunque nosotros no teníamos más rango todos
comprendíamos nuestra posición y todos trabajábamos dentro del sistema. Esa era
les costó comprender cuando vinieron noticias que sus esposas se habían divorciado
de ellos, o que un pariente, tal como un padre se había muerto. Mi hijo Peter murió
mientras era POW, pero yo sólo supe de esto mucho más tarde, un año o más, como
con mi padre. Yo supe más cuando fui repatriado en 1955 junto con Hans Baur,
Ferdinand Schoerner, Hajo Herrmann, Herman Graf, Johannes Wiese, y otros más.
Assi Hahn fue liberado antes que el resto de nosotros, como lo fue Walter Wolfram
que había sido mal herido antes de nuestra captura. Wolfram contrabandeó una carta
privada para “Ushi” de mí, que le permitió saber que todavía estaba vivo”
nuestros “Diamantes” a los soviéticos. Mi original quedó con “Ushi”, y una copia fue
tomada por los americanos, y otra copia la tengo yo también. Las arrojé, aunque eran
sin valor, lo preferí a entregarlas. Graf entregó las suyas, y estaban arriba de la mesa
del oficial de la NKVD cuando fui llamado. El buscaba la mía también. No las obtuvo.
También buscaba información detallada sobre el Me – 262, que ellos tenían varias
Vale considerar que a Erich Hartmann los soviéticos lo consideraban demasiado valioso, tanto
como objeto de propaganda, como potencial espía, y por su experiencia de piloto de caza, y se
abstuvieron de tomar peores medidas, en su intento por “convertirlo” . . . La mayoría de los que
CONTINUA . . .
Cordiales Saludos
Quimera
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Quimera
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Con respecto a los crímenes masivos cometidos por el régimen stalinista es algo más
que probado; no son invenciones, algo que vamos a ver detalladamente más adelante.
Por otra parte poner en duda la reputación de un instituto de prestigio como Harvard,
Cuando dices crímenes masivos, debo suponer que estas refiriéndote a un genocidio
premeditado con todas las malas intenciones, de un tirano sanguinario tal cual nos lo ha
contado el capitalismo, que sin escrúpulos humanos y profesionales, siguió los planes
mas humano y obligado hacer, y equiparar sus tramas con las falsedades históricas
Sobre el articulo citado, mas adelante podrás ir contrastándolo con muchos otros
plenamente desenmascarando todas y cada una de las tramas que tanto el fascismo
como el capitalismo simplemente se han inventado.
Sin dejar de tomar en cuenta el persistente intento de desacreditar a las opiniones que
son opuestas a las suyas, me parece que hablar de clases sociales como si
ha vivido un cambio cultural – social - económico en estas últimas dos décadas que
marca una nueva etapa, y lo mismo se puede decir de algunos de lso cambios
¿Es que acaso no existe una lucha de clases entre neo-liberales, neo-fascistas, neo-
comunistas?
¿Acaso no han heredado todos estos la lucha de clases de las generaciones pasadas?
Dices que se ha vivido un cambio cultural y estoy de acuerdo en ello, sin olvidarme un
segundo que ese cambio cultural, es ya un icono de valores falsos o valores perdidos,
pero la lucha de clases sigue presente incluso creciendo día a día en el mundo.
Soviética que ha permitido la libre acción del imperialismo en un mundo en el que mas
comer.
Quizás ahora, con esta ultima crisis económica cíclica, muy típica del capitalismo,
empecemos a ser un poco mas conscientes del enorme engaño al que hemos sido
sometidos en estas podridas sociedades capitalistas. Mas ahora que la crisis económica
solo ha comenzado.
monárquico del Zar, sino el intento de un gobierno democrático que fue el gobierno
provisional formado por liberales y socialistas moderados, que buscaron crear un Estado
moderno, al estilo de los que había en países democráticos. Hay que recordar, que al
contrario de lo que afirma la propaganda pro – comunista, la caída del Zar fue producto
contra Alemania.
Exacto mas o menos fue así como comenzó todo. Pero no te olvides que la revolución
de octubre ya fue gestada muchos años atrás. Acuérdate del “domingo sangriento” y de
la represión zarista en las primeras intentonas revolucionarias. recuerda que los lideres
principales de la revolución estaban durante todos esos años luchando por derrocar a
los zares y al sistema burgués y feudal. Stalin sin ir muy lejos fue un claro testigo de las
Pero no te confundas con los liberales y social demócratas, cuyo único objetivo era el de
crear una sociedad capitalista sin zares, que pudiera competir con las sociedades
seguir los pasos de las sociedades contaminadas por el capitalismo para codearse con
y la SGM de los ejércitos de EE.UU?. De hecho los EE.UU solo entraron en “acción”
Salvo por el hecho de que el espectro del comunismo sirvió para contener al
capitalismo, para que éste no llegara a su forma más cruel, la extensión del comunismo
siendo reemplazados por gobiernos títeres comunistas. Como ejemplos tomemos las
capitalista, también sirvió para que las sociedades capitalistas se vieran obligadas a
otorgar tarde y mal, algunos de los derechos sociales que hasta incluso las Naciones
enormemente defendida por Stalin. Una constitución ejemplar y única que ofrecía por
derecho y justicia histórica un enorme paquete de medidas sociales que no voy a citar
una república social – demócrata; lo mismo se puede decir de los casos de Bessarabia,
Esas anexiones fueron totalmente justificadas por la invasión militar conjunta de mas
revolución bolchevique por países como EE.UU, Inglaterra, Polonia, Estonia, Letonia,
ninguna agresión es mas, aquí te dejo uno de los tantos mitos creados por el
AsturcOn
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llevando a cabo.
Con respeto, las personas aun de opiniones muy contrarias pueden conversar.
Pero permítanme una sugerencia para la buena “salud” de este debate. No hay
una verdad absoluta, y para lo que a UNO es correcto y verídico, quizás para el
tampoco en lo correcto.
negro, sepan apreciar los matices y quizás alguien con un poco de fogueó en su
vida les recomienda alejarse quizás un poco de los extremos y quizás llegar a
un centro, o por lo menos lo mas próximos uno del otro para acortar
distancias!!!
Saludos.
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yp94ch
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William B. Bland
intentar ser amable con ellos; eso podría funcionar. Pero ¿qué ocurre
cuando la gente te aprecia --e incluso te ama? ¿Es posible hacer que
Jruschev [2] , entonces Primer Secretario del Comité Central del Partido
para mentir.
Comencemos por las declaraciones de testigos oculares neutros y\u
Otro crítico hostil, Louis Fischer [5], señala 'la capacidad de escuchar'
p. 154).
Eugene Lyons [6], en su biografía titulada Stalin: Czar of All the Russias
excesos en su vida privada... Los que miden el 'éxito' por los millones
asombro" (E. Lyons: Stalin: Czar of All the Russias [Stalin: Zar de Todas
dando a entender así que la pregunta era absurda. "No", dijo con
lentitud, “no soy ningún dictador. Los que usan esa palabra no
"hambre de la colectivización").
1971; p. 283).
subiera al andén.... ¿Quien había ideado tal cosa? ¿Quien había ideado
213).
contrario, era cortés, modesto y directo con los que dependían de él...
humanas más ordinarias, aquellas cualidades de las que los criados son
merezco ni la mitad de las cosas lisonjeras que se han dicho aquí sobre
Octubre de 1927: "¿Y quién es Stalin? Stalin es sólo una figura menor"
146).
Abril de 1930: "Hay quienes piensan que el artículo 'El Vértigo del Éxito'
éste sea tomada por una persona sola, quienquiera que sea, pues
cada grupo colectivo, hay personas con cuya opinión debe contarse... A
usted. Las Órdenes fueron instituidas no para los que ya son conocidos,
sino principalmente para las personas heroicas que son poco conocidas
revolucionaria (esto es, anarquista). Sugiero que se queme ese libro" (J.
(H. Barbusse: Stalin: A New World seen through One Man [Stalin: un
291, 294).
Ciertamente, Stalin tenía una dacha o casa de campo, pero aquí su vida
con la gente, los cuadros y sus colegas" (E. Hoxha: Con Stalin:
acción del Partido con frecuencia se llevaba a cabo tras una deliberación
del control por parte del Comité". (S. y B. Webb: Soviet Communism: A
parciales. Pero incluso los observadores que son sumamente críticos con
Hemos visto que, aunque Stalin expresó una fuerte oposición al 'Culto a
de ella? ¿Era Stalin como Elvis Presley? Elvis era un "HIT". Todos sabían
Stalin, sino que fue contrario a sus deseos. Entonces, ¿por quién fue
promovido?
Los hechos demuestran que los exponentes más fervientes del 'culto a
Roy Medvedev [12] señala que "la edición del Pravda de enero de 1934
225.000 copias, una cifra enorme para la época" (R. A. Medvedev: Let
1972; p. 148).
citado en: L. Pistrak: The Grand Tactician: Jruschev's Rise to Power [El
p. 160).
1936, fue otra vez Jruschev quien propuso que la nueva Constitución
por el Camarada Stalin" (En realidad, no fue escrita por el mismo Stalin)
Hay que señalar que Vyacheslav Molotov, [15] entonces Primer Ministro,
Constitución.
y Karl Radek en enero de 1937, iba en una línea similar: "Al levantar
sus manos contra el Camarada Stalin, las han levantado contra todo lo
Stalin fue descrito por Jruschev en marzo de 1939 como: "Nuestro gran
164).
ibíd; p. 164).
Diez años más tarde, con motivo del sexagésimo cumpleaños de Stalin
1947).
Esto nos demuestra que los ADULADORES se oponen así a los deseos de
sus ídolos que nunca quisieron ser idolatrados en absoluto, y cuando los
personalmente por Stalin; de este modo, las culpas por las rupturas de
estatal).
defensor del socialismo, sino que fue la primera etapa de una ofensiva
Soviética.
cit.; p. 162).
AsturcOn
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debatible y discutible.
AsturcOn
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discutible.
Cordiales Saludos
Quimera
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Quimera
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orientándolo al marxismo.
contexta a otro.
PD:
En serio:
AsturcOn
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preciosa Mally?
mi querida Mally".
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Dr.Groucho
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Campaña de 1905
Port Arthur cayó finalmente el 2 de enero de 1905, después de una serie de asaltos brutales
y gran cantidad de bajas en ambos bandos. Con las espaldas cubiertas, el ejército japonés
presionó hacia el norte de Manchuria. Tras la batalla de Mukden (21 de febrero–10 de
marzo de 1905), expulsan a los rusos de Shenyang.
Mientras tanto, Rusia había enviado la flota del Báltico al mando del almirante
Rozhdestvenski hacia Asia, bordeando el Cabo de Buena Esperanza. El 21 de octubre de
1904, mientras navegaba en aguas británicas (un aliado del Japón pero neutral en esta
guerra), provocó el incidente de Dogger Bank al disparar sobre botes pesqueros a los que
los rusos confundieron con lanchas torpederas. El viaje se demoró tanto que el almirante
Togo hizo planes para interceptar a la flota del Báltico antes de que pudiera recalar en
Vladivostok. Las escuadras se encontraron en la batalla de Tsushima, en el estrecho del
mismo nombre entre Corea y Japón, el 27 de mayo de 1905. Durante la batalla, que duró
hasta el 29 de mayo, la flota japonesa, numéricamente inferior pero más moderna y con
mayor velocidad y alcance de fuego, bombardeó a la flota rusa sin piedad, destruyendo sus
ocho acorazados. La flota japonesa contaba entre otros con dos cruceros acorazados de
Clase Giuseppe Garibaldi comprados a Argentina: el Mariano Moreno (renombrado
Nisshin) y el Bernardino Rivadavia (renombrado Kasuga), así como un crucero comprado
a Chile: el Esmeralda (rebautizado Izumi).
Conclusión y consecuencias de la guerra
El mando ruso en Extremo Oriente, formado por el almirante Yevgeni Alekséyev y el
general Alekséi Kuropatkin, era incompetente y sus tropas, insuficientes. Los refuerzos
llegaban desde la Rusia europea en el ferrocarril Transiberiano de vía única, muy lento e
interrumpido a la altura del lago Baikal. Éstas y otras razones, como el ataque por sorpresa
del Japón, implicaron que la guerra resultara en una sorprendente victoria japonesa, lo que
le convirtió en una potencia mundial a tener en cuenta.
Rusia se ve obligada a negociar. El resultado: la humillación de una nación occidental. Se
concluye un armisticio entre los dos gobiernos: aunque los rusos se encuentran muy
debilitados por la Revolución de 1905, las finanzas japonesas están totalmente agotadas y el
Imperio nipón ya no dispone de los medios para destruir completamente al grueso de las
tropas rusas de Extremo Oriente. Se organiza una conferencia de paz en Portsmouth
(EE.UU.) el 5 de septiembre de 1905, gracias a la mediación del presidente estadounidense
Theodore Roosevelt. Las cláusulas contienen las siguientes estipulaciones: Rusia debe
reconocer la preeminencia de los intereses del Japón en Corea; cede al vencedor su
arrendamiento de la península de Liaodong, su base de Port Arthur, el ferrocarril
meridional de Manchuria y la mitad sur de la isla de Sajalín. Ambos países, de común
acuerdo, se comprometen a restituir Manchuria a China. A pesar de la insistencia del
Japón, no se prevé ninguna indemnización.
El descontento popular en Rusia, seguido de la derrota, llevó a la Revolución de 1905. La
guerra terminó gracias a la mediación de los EE.UU. El descontento japonés ante la
ausencia de adquisiciones territoriales condujo a una erosión de los buenos sentimientos
hacia Estados Unidos, constituyendo la semilla para el futuro conflicto con el país
americano.
La derrota de Rusia fue recibida con conmoción en Occidente, especialmente a través de
Asia. Que un país no occidental pudiera derrotar en un conflicto bélico a un poder
establecido resultó particularmente inspirador para varios movimientos independentistas
anticoloniales alrededor del mundo. Esta guerra ha sido llamada el «fin del mito del
hombre blanco». Frente al racismo de la época, supuestamente por primera vez, una nación
blanca era vencida por otra raza.
Después de esta guerra, el Imperio nipón adquirió gracias a su Armada Imperial un
prestigio nacional e internacional en lo naval y militar que durará hasta la Segunda Guerra
Mundial.
Durante la contienda, el ejército japonés trató bien a los civiles y prisioneros de guerra,
careciendo de la brutalidad y atrocidades que fueran muy difundidas durante la Segunda
Guerra Mundial. Los historiadores japoneses piensan que esta guerra fue un punto decisivo
para el Japón y una clave para entender por qué fallaron militar y políticamente.
• B. Domingo Sangriento (1905)
El acorazado Potemkin
Llegada a Odesa
La noche del mismo día, el acorazado llegó al puerto de Odesa ondeando una bandera roja.
En la ciudad se había declarado una huelga general, y la llegada del buque rebelde
contribuyó a aumentar la inestabilidad. Sin embargo, los representantes de la comisión de
contacto de los partidos socialdemócratas en Odesa fueron incapaces de convencer a los
marineros sublevados de que desembarcasen grupos armados para ayudar a los obreros a
conseguir más armas y actuar de forma conjunta. Había división y confusión entre
marineros y huelguistas.
El 16 de junio, el funeral de Vakulenchuk se convirtió en una manifestación política en toda
regla. Los manifestantes se acumularon en la escalinata que lleva desde la zona del puerto
al centro de la ciudad, donde sufrieron disparos por parte de unidades de caballería
desmontada, una escena que luego sería el punto álgido de la película de Eisenstein. Existe
controversia acerca de la existencia o no de ese tiroteo en las escalinatas, pero tanto el
corresponsal del London Times como el cónsul británico residente informaron de
enfrentamientos entre manifestantes y soldados por toda la ciudad, con grandes pérdidas
de vidas humanas.
La noche siguiente, el Potemkin disparó dos proyectiles de su armamento principal a la
parte de la ciudad donde se encontraba el cuartel general de las autoridades militares
zaristas. Los daños fueron limitados, y un civil resultó muerto. El ejército imperial envió
refuerzos a la ciudad con órdenes de suprimir el desorden civil. El gobierno además emitió
una orden con el fin de, o bien obligar a la tripulación del Potemkin a rendirse, o bien
hundir la nave. Dos escuadrones de la Flota del Mar Negro fueron enviados con ese fin. Se
reunieron en la isla de Tendra el 17 de junio. El Potemkin, acompañado del N267, se dirigió
hacia ellos, y - negándose a rendirse - navegó a través del escuadrón. Esta "batalla
silenciosa" acabó con un enorme éxito para el Potemkin; los marineros del escuadrón
combinado se negaron a abrir fuego contra sus ex-camaradas, y uno de los acorazados - el
Georgiy Pobedonósets - se unió al Potemkin. El resto del escuadrón combinado se dirigió a
Sebastopol, mientras los tres buques rebeldes ponían rumbo de vuelta a Odesa.
El Comité Central del Partido Laborista Socialdemócrata Ruso intentó apoyar la revuelta
del Potemkin. Sin embargo, Mikhaíl Vasílyev-Yuzhin, que había sido enviado a Odesa por
Lenin para liderar la revuelta, se encontró a su llegada con que el barco había abandonado
el puerto.
Viaje a Rumanía
Durante la noche del 18 de junio, el acorazado y la torpedera N267 zarparon con rumbo a
Constanza, en Rumanía, a buscar combustible y suministros (para entonces el Georgiy
Pobedonósets se había rendido a las autoridades). El 20 de junio, la Comisión del buque
había emitido apelaciones "a todo el mundo civilizado" y "a todos los poderes europeos"
proclamando la firme decisión de la tripulación de luchar contra el régimen zarista. Las
autoridades rumanas denegaron el permiso para reavituallarse. Lo mismo ocurrió en el
puerto ruso de Teodosia el 22 de junio, donde los soldados del ejército imperial abrieron
fuego sobre una partida de desembarco del acorazado. El 25 de junio el Potemkin volvió a
Constanza y la tripulación entregó la nave a las autoridades rumanas.
Conclusión
Tras recibir la nave, las autoridades rumanas la devolvieron al gobierno ruso. En octubre de
1905 fue renombrada como Panteleimon. En abril de 1917 la nave fue renombrada de nuevo
como Potemkin-Tavrícheski. Sin embargo, en mayo del mismo año se cambió de nuevo el
nombre a Borets za svobodu ("luchador por la libertad"). En 1918 la nave fue capturada por
los alemanes, y recapturada luego por los rusos blancos. En abril de 1919, los
intervencionistas destruyeron el acorazado mediante una explosión provocada mientras se
encontraba en el puerto de Sebastopol, para evitar que cayera en manos de los
bolcheviques. Tras la Guerra Civil Rusa, los restos del Potemkin fueron reflotados y
desmantelados definitivamente, a causa de los daños irreparables sufridos.
La mayoría de los amotinados decidió permanecer en Rumanía en 1905, por lo menos hasta
la revolución de febrero de 1917. De los que volvieron a Rusia inmediatamente después del
motín, 7 fueron ejecutados como cabecillas del mismo, mientras otros 56 fueron
sentenciados a diversas penas de prisión. Algunos suboficiales del Potemkin lograron
argumentar que se habían visto obligados a amotinarse temiendo por sus vidas, mientras
que la tripulación del Viekha, un barco de apoyo implicado también en el motín, fueron
puestos en libertad sin cargos tras determinarse que lograron convencer a los sublevados de
que liberasen a sus propios oficiales.
Unos seis centenares de tripulantes del Potemkin permanecieron en Rumanía en 1905,
mezclándose con la población local. Entre ellos se encontraba su líder, Afanasy
Matushenko. Junto con cuatro compañeros volvió a Rusia con la promesa de una amnistía
en 1907, pero fue arrestado y colgado. Otro de los cabecillas, Joseph Dymtchenko, huyó de
Rumanía en 1908 junto con otros 31 marineros, y se establecieron todos en Argentina. Al
menos un marinero, Iván Beshov, logró llegar a Irlanda vía Turquía y Londres (donde
según se afirma conoció a Lenin). Murió el 25 de octubre de 1987, a los 102 años de edad,
probablemente fue el último sobreviviente de la tripulación.
Lenin escribió que la rebelión del Potemkin fue muy importante por ser el primer intento
de crear el núcleo de un ejército revolucionario, especialmente debido a que una parte
apreciable de las fuerzas zaristas que se le opusieron habían acabado sumándose a la
rebelión. Lenin llamó al Potemkin un "territorio invicto de la revolución". El recuerdo del
levantamiento tuvo una significativa influencia en el proceso revolucionario del ejército y la
flota rusos en 1917.
• Revolución
Manifestantes dirigiéndose hacia el Palacio de Invierno.
El 22 de enero de 1905 (9 de enero C.J.), día conocido como «Domingo Sangriento», hubo
una marcha pacífica de protesta en San Petersburgo. El objetivo de la marcha era entregar
al zar una petición de mejoras laborales, y la formaban familias trabajadoras enteras. Iba
encabezada por un sacerdote, y no respondía a ninguna consigna política: era
fundamentalmente obrera y campesina. Fue salvajemente aplastada por soldados de
infantería y tropas cosacas, apostados enfrente del Palacio de Invierno, cobrándose un
número de víctimas que aún hoy se discute; los periódicos del momento hablaron de miles.
El zar, mientras tanto, no se encontraba en la ciudad; la había abandonado temiendo por su
seguridad. La sangrienta represión provocó una oleada de protestas en toda Rusia: el
divorcio entre el zar y la masa de campesinos y obreros abocaba a Rusia a lo peor.
Este suceso hizo posible que muchos elementos de la sociedad rusa emprendieran una
protesta activa. Cada grupo tenía sus propios objetivos, e incluso dentro de clases similares
no existía un liderazgo predominante. Los principales colectivos movilizados fueron los
campesinos (razones económicas), los obreros (razones económicas y antiindustrialismo),
los intelectuales y liberales (en lo concerniente a los derechos civiles), las fuerzas armadas
(razones económicas) y grupos étnicos minoritarios (libertad cultural y política).
La situación económica de los campesinos era insostenible, sin embargo carecían de una
dirección unificada, y sostenían un abanico de objetivos tan numeroso como las facciones
existentes. Los levantamientos se multiplicaron durante todo el año, alcanzando máximos a
principios de verano y en otoño, y culminando en noviembre. Los arrendatarios
reivindicaban menores tasas, los asalariados mayores sueldos, y los propietarios mayores
terrenos. Las actividades incluían la ocupación de tierras, acompañada a veces de violencia
e incendios, saqueo de latifundios y la caza y tala ilegales en los bosques. La magnitud del
odio desencadenado tenía relación con la condición de los campesinos; así, en Livonia y
Curlandia los campesinos sin tierra atacaron e incendiaron en abundancia, mientras que en
Grodno, Kovno y Minsk, donde la situación era menos desesperada, hubo menos daños.
Tras los sucesos de 1905, las insurrecciones campesinas se repitieron en 1906 y durarían
hasta 1908. Las concesiones por parte del gobierno fueron vistas como un apoyo tácito de la
redistribución de la tierra, por lo que se produjeron nuevos ataques para forzar a los
terratenientes y propietarios «no campesinos» a que huyeran. Creyendo que una reforma
agraria era inminente, los campesinos quisieron aplicarla anticipadamente. Fueron
firmemente reprimidos.
Cartel soviético de propaganda representando la revolución de 1905. La leyenda reza
« ¡Gloria a los Héroes del Pueblo del Potemkin!».
El medio de resistencia de los obreros era la huelga. Se produjeron huelgas masivas en San
Petersburgo inmediatamente después del Domingo Sangriento. Más de 400.000
trabajadores se habían unido a finales de enero. Esta actividad se propagó rápidamente a
otros centros industriales en Polonia, Finlandia y la costa báltica. El 13 de enero (C.J.), en
Riga, murieron 70 manifestantes y, unos cuantos días después, en las calles de Varsovia,
100 huelguistas fueron disparados. En febrero hubo huelgas en el Cáucaso y en abril en los
Urales y más allá de la cordillera. En marzo, todas las universidades fueron obligadas a
cerrar hasta fin de año, haciendo que se unieran estudiantes radicales a los trabajadores en
huelga. En octubre, el efímero Soviet de San Petersburgo, un grupo menchevique liderado
por entonces por Trotsky, organizó la huelga de 200 fábricas, la «Gran Huelga de Octubre».
De la capital se propagaría rápidamente a Moscú, y para el 13 de octubre (C.J.) no habría
ningún ferrocarril en activo en toda Rusia.
Con la sangrienta y fracasada Guerra Ruso-Japonesa hubo cierta inquietud entre las
unidades reserva del ejército desde 1904. En febrero de 1905, el ejército ruso fue derrotado
en Mukden, perdiendo alrededor de 90.000 hombres. En mayo se perdió Port Arthur y la
flota del Báltico fue vapuleada en la batalla de Tsushima. Witte emprendió rápidamente las
negociaciones de paz, firmando el 5 de septiembre el Tratado de Portsmouth. En 1905 hubo
diversos motines entre la marinería en Sebastopol, Vladivostok y Kronstadt, alcanzando en
junio su mayor fuerza con la insurrección del acorazado Potemkin, algunas fuentes hablan
de más de 2.000 víctimas entre los marineros durante su represión. Los motines eran
desorganizados y acabaron siendo brutalmente aplacados.
Los grupos nacionalistas estaban furiosos a causa de la rusificación llevada a cabo desde el
reinado de Alejandro II. Los polacos, fineses y las provincias bálticas reivindicaban la
autonomía, así como libertad para usar sus lenguas nacionales y promover su propia
cultura. Los colectivos musulmanes también fueron especialmente activos —el Primer
Congreso de la Unión Musulmana se celebraría en agosto de 1905. Algunos grupos
aprovecharon la oportunidad para marcar diferencias entre sí antes que con Rusia. Algunos
nacionalistas, a su vez, llevaron a cabo acciones antisemitas (pogromos), posiblemente con
ayuda del Estado.
Desenlace
El gobierno respondió rápidamente. El zar había tenido la esperanza de evitar cualquier
cambio importante; como medio de evitar mayor animadversión del pueblo hacia la corona
destituyó a su ministro del Interior Sviatopolk-Mirski, responsabilizándole de la masacre
del Domingo Sangriento. Tras el asesinato de su pariente, el Gran Duque
SergéiAleksándrovich el 4 de febrero (C.J.), acordó la realización de diversas concesiones.
El 18 de febrero (C.J.) firmaría tres declaraciones, en la más importante de las cuales
anunciaría la creación de una asamblea consultiva, la Duma Estatal. El 6 de agosto (C.J.) se
promulgó una ley electoral, la Constitución de Bulygin. Cuando se dieron a conocer los
escasos poderes de la Duma y las limitaciones al censo electoral, la impaciencia se
incrementaría, dando lugar a una huelga general en octubre.
Las causas económicas de la Revolución rusa se atribuyen en gran medida a la mala gestión
del zar, sumada a la I Guerra Mundial y el sistema monopólico de la tierra y riquezas a
cargo de un grupo minoritario. Más de quince millones de hombres se unieron al ejército,
que dejó un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las granjas. El resultado
fue una escasez generalizada de alimentos y materias primas. Los obreros tuvieron que
soportar terribles condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de doce a catorce horas y
bajos salarios. Se desencadenaron cuantiosas revueltas y huelgas reivindicando mejores
condiciones y mayores salarios. Aunque algunas fábricas accedieron a las peticiones para
elevar los salarios, la inflación de guerra anuló su efecto. Hubo una protesta ante la que
Nicolás respondió con violencia; en respuesta, los trabajadores de la industria fueron a la
huelga y paralizaron de hecho el ferrocarril y el resto de redes de transporte. Las pocas
mercancías que estaban disponibles no podían llevarse a su lugar de destino. Los precios se
dispararon a medida que los bienes esenciales eran cada vez más escasos. En 1917, el
hambre amenazaba a muchas de las grandes ciudades. El fracaso de Nicolás en resolver los
problemas económicos de su país y la promesa del comunismo por aplacarlos compuso el
núcleo de esta revolución.
• Causas sociales
Las causas sociales de la Revolución tienen su origen en siglos de opresión del régimen
zarista sobre las clases bajas, además de los desmanes de Nicolás en la I Guerra Mundial.
Aproximadamente un 85% del pueblo ruso formaba parte del campesinado, oprimido por
las clases superiores y el propio régimen. El vasallaje, asociado comúnmente con la Edad
Media, describe con precisión la situación social de la Rusia de Nicolás: Una pequeña clase
de nobles terratenientes controlaban una vasta cantidad de siervos. En 1861, el zar
Alejandro II de Rusia emancipó a estos campesinos no por razones morales sino porque
impedía el avance social de Rusia. Sin embargo, esta nueva libertad fue de carácter
limitado, dado que no tenían ninguna tierra que cultivar. Como resultado, el gobierno
elaboró nuevas leyes que les otorgaban pequeñas parcelas que trabajar. Sin embargo, la
cantidad de tierra que se les cedió fue insuficiente, con lo que se desencadenaron enormes
sublevaciones. La I Guerra Mundial sólo aumentó el caos. La ingente demanda de
producción industrial de artículos de guerra y obreros causó muchas más insurrecciones y
huelgas. Además, como se necesitaban a muchos trabajadores en las fábricas, los
campesinos emigraron a las ciudades, que pronto se vieron superpobladas, viviendo bajo
condiciones que rápidamente empeoraron. Para colmo, mientras que la cantidad de
alimentos requerida por el ejército era cada vez mayor, el abastecimiento tras el frente se
empobrecía más y más. En 1917, el hambre amenazaba a la mayoría de las grandes
ciudades. La suma de todos los factores anteriores contribuyó a un creciente descontento
entre los ciudadanos rusos, que posteriormente desembocaría en la Revolución.
• Causas políticas
Primer congreso de Soviets de todo Rusia. Diputados por los Trabajadores y por los
Soldados, fotografiada en la cámara de la Duma en el Palacio Tauride (Petrogrado, Junio
1917). Los Bolcheviques destacados en la foto del congreso, como lo demuestra su posición
en la primera fila, eran Grigory Zinoviev y Lev Kamenev. Lenin no estaba presente en
aquella ocasión-- La figura del hombre con poco cabello delante de Alexandra Kollontai
probablemente sea G. B. Chicherin, quien sería el Ministro de Relaciones Exteriores desde
1918 a 1930. Según parece, Trotsky también estaba ausente (haya sido por elección o por
planeamiento no está claro). Al parecer, Stalin estaba cerca, pero no se lo reconoce en
esta foto.
Manifestación Callejera, Petrogrado, 18 Junio 1917. La Pancarta en el fondo dice "Abajo
los 10 Ministros Capitalistas/ Todo el poder al Soviet de los Trabajadores, de los
Soldados, de los Campesinos y de los Diputados/ Y a los Ministros Socialistas/ Exigimos
que Nicolás II Sea Transferido a la Fortaleza Peter-Paul."
Alexander Kerensky (centro, blanco), miembro fundador del Gobierno Provisional, del
cual estuvo a cargo del mismo durante Septiembre-Octubre 1917, llega a Moscú alrededor
de 12 Agosto de 1917.
Foto muy promocionada que afirmaba mostrar el asalto al Palacio de Invierno, Octubre
de 1917. Pero en realidad, es una recreación montada como espectáculo cívico en el tercer
aniversario de la acción. La pelea que tuvo lugar en el Palacio, ocurrió de noche y no hubo
cámaras.
Revolución obrera en Rusia: Barricadas en Petrogrado.
LA GUERRA CIVIL
La Guerra civil rusa, que estalló en 1918 tras un breve periodo después de la Revolución de
octubre, trajo muerte y sufrimiento a millones de personas de ambos bandos sin importar
su postura política. Los contendientes eran denominados, por un lado, los «rojos»,
comunistas y revolucionarios(el ejercito rojo fue organizado por Trotsky), y por el otro, los
«blancos», fuerzas contrarrevolucionarias organizadas por altos mandos del antiguo
Ejército Ruso, tales como los generales Kornilov y Alexeiev, en torno a los llamados
Ejércitos de Voluntarios, que agruparon principalmente a monárquicos zaristas,
reaccionarios y conservadores, protofascistas, liberales y capitalistas, nacionalistas, y
socialistas moderados o reformistas, tales como los social-revolucionarios de derecha y los
mencheviques, que se oponían a la revolución bolchevique. Además de aquellas viejas capas
de la población que veían perder sus privilegios o posición social, o se veían beneficiados
por el anterior sistema, los blancos recibían el apoyo de potencias extranjeras tales como el
Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Japón, Polonia y Turquía,ya que concluida
la guerra, estos países veian al gobierno socialista como un peligro internacional por lo que
intervinieron activamente en la contienda mediante el envío de material, recursos, aparato
logístico o numerosos contingentes de tropas.
PRINCIPALES PERSONAJES
Vladímir Ilich Uliánov
"Lenin"
Lenin en 1920