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Elabora dos esquemas, uno sobre "El mundo luminoso" y "El otro mundo".

Cada esquema debe


contar con sus respectivos personajes y qué representan estos para Emil. Cuáles son las
diferencias entre la interpretación que siempre se le ha dado al relato de Caín y Abel y la
reinterpretación que le da Demian a Sinclair. En orden,: TESIS del texto argumentativo, responde
cuál crees es la idea principal de estos dos capítulos y por qué

Personajes

Emil Sinclair: Narrador de la historia. Vive grandes contradicciones entre el mundo de la luz y el de
la oscuridad. Su encuentro con Demian lo hará consciente de su pertenencia a los elegidos, los que
llevan «el estigma de Caín» sobre su frente. Toda su historia es la narración de un proceso de
maduración, de autoconocimiento, un camino hacia sí mismo y lo que significa encontrar su
destino.

Max Demian: Compañero de escuela de Sinclair. Personaje misterioso que a todos llama la
atención. Emil también se siente atraído por él Max le descubre que pertenece al grupo de los que
llevan el estigma, le ayudará a encontrar su destino y se convertirá en su guía y amigo hasta que la
guerra estalle.

Franz Kromer: Chico más grande y fuerte que Emil. Al oír una historia de un robo inventada por
Sinclair lo empieza a chantajear y se convierte en su pesadilla. Representa un primer paso hacia
«el otro mundo».
Beatrice: Nombre que le pone Sinclair a una muchacha que por un tiempo representa sus ideales
de un amor espiritual y que por un tiempo lo devuelve a un mundo luminoso de veneración y
recogimiento.

Pistorius: Organista de una iglesia, estudioso de la mística y de las religiones antiguas es durante
un tiempo amigo y guía de Sinclair. Aunque luego encontrarán diferencias irresolubles entre ellos
le ayuda a dar un camino más en la búsqueda de su destino.

Frau Eva: madre de Demian. Madre putativa, amada ideal y diosa para Sinclair. Su relación con ella
es simbólica, platónica, consoladora, formadora y estimulante. Eva da lecciones de amor al
protagonista mediante fábulas.

Knauer: un compañero de clases de Sinclair, el cual entra en el relato durante el 6º capítulo "La
Lucha de Jacob". Éste, es un joven de aspecto débil, delgado y pequeño, de pelo fino y rojizo con
un comportamiento raro e inquietante; Knauer es un muchacho algo perturbado por su
sexualidad, debido a que, para "adquirir" lo que el llama la "Magia Blanca" desea mantenerse
casto (y por lo tanto "puro") por el resto de su vida, aunque esto lo abrume y hasta trastorne.

Alfons Beck: (Alfons o Alfonso Beck, dependiendo de la traducción) es un joven de dieciocho años
que acude a la misma escuela a la que concurre el protagonista. Un joven alegre y jovial, que
sorprende a Sinclair durante su caminata por los alrededores de la ciudad y lo invita a tomar un
trago a una taberna, contándole anécdotas sobre su vida amorosa y sexual, y casi a partir de este
momento, será cuando Sinclair comience a decaer como persona, hundiéndose en la vida de las
juergas y las borracheras.
Abraxas: Divinidad simbólica del gnosticismo, representa la dualidad de los opuestos; el bien y el
mal, la luz y la oscuridad, lo masculino/femenino, integrados en un solo ser.

Lina: sirvienta de la familia del protagonista, Sinclair. Ésta, si bien su participación en la historia es
casi nula, es el primer ejemplo que utiliza Sinclair para explicar su definición sobre el "Mundo de la
Luz" y el "Mundo Oscuro".

Los dos mundos

El narrador Emil Sinclair empieza su relato cuando cuenta la edad de «diez años e iba al instituto».
A esa temprana edad percibe dentro de su propia casa dos mundos que se confunden, dos polos
opuestos, el día y la noche, la luz y la oscuridad.

El mundo luminoso lo constituyen los padres, las hermanas, el amor, la caridad, el colegio, los
vestidos limpios, la Biblia y las buenas costumbres. En el otro mundo lo estridente, ruidoso, oscuro
y brutal. Criadas y aprendices, historias de aparecidos, la cárcel y el matadero, los borrachos, las
vacas parturientas, los ladrones y los incendios. Y lo que más le llama la atención es como esos dos
mundos conviven y se entrelazan.

Un día en que los salones se juntan Demian llega a la clase de Sinclair de Historia Sagrada y juntos
escuchan la explicación del relato de Caín y Abel. A la salida del colegio Demian le propone
caminar juntos. Después de llamarle la atención sobre el escudo que representa un pájaro que se
encuentra en la puerta de la casa de Emil, empieza a hablar sobre la historia de Caín. Demian
interpreta toda la historia de una forma totalmente distinta a como el maestro la contó, de forma
que todo su significado varía. Caín era un hombre noble y valeroso que llevaba una señal, una
distinción que lo diferenciaba y por tanto los demás hombres cobardes inventaron toda la historia
para desacreditarlo porque le tenían miedo.

Todo esto asombra mucho a Sinclair y el narrador declara: «Durante mucho tiempo esta historia
de Caín, con el homicidio y la «señal», fue el punto de partida de mis intentos de conocimientos,
duda y crítica.» Mientras tanto los rumores en torno a Demian crecen y también el interés por él
de los demás muchachos, que inventaban todo tipo de historias sobre su persona.

La influencia de Franz Kromer sobre Sinclair continúa y lo acosa hasta en sueños. En uno de ellos
Kromer instaba al muchacho a matar a su propio padre. En una conversación Demian sonsaca a
Sinclair su historia de miedos y subordinación a Kromer. Sorprendentemente sin que éste le diga
nada Demian va descubriendo toda la trama que une a Sinclair con Kromer y entonces le aconseja
que no le tenga miedo, que debe deshacerse de él e incluso lo insta a asesinarlo como remedio
final. Pasan los días y cuando Sinclair se cruza con Kromer, éste huye. Cuando vuelve a ver a
Demian se da cuenta de que esto se debe a él y le pregunta cómo lo consiguió pero no obtiene
respuesta.

Al verse librado de su tormento Sinclair regresa al mundo claro y cómodo de su familia y no


demuestra ninguna gratitud hacia Demian, al contrario, se aleja de él por miedo y porque de
alguna forma también él pertenece a ese mundo oscuro. «Porque Demian me hubiera exigido más
que los padres, mucho más; él hubiera intentado hacerme más independiente, con estímulos y
reprimendas, con burlas e ironía. Sí, eso lo sé yo; nada hay más molesto para el hombre que seguir
el camino que le conduce a sí mismo.»
Sinclair un día le pregunta a su padre sobre la historia de Caín. El padre se queda sorprendido y le
dice que esa teoría la profesaban determinadas sectas muy antiguas, como los «cainitas», que por
supuesto era mentira y «un intento del demonio para destruir nuestra fe», que le extrañaba
mucho que un compañero de la escuela hubiera sabido algo de ellas y que le aconsejaba
olvidarlas.
TESIS:
Una novela de formación, y ello porque su cometido es la narrada evolución espiritual de
un adolescente recorriendo y atravesando los difíciles años de su crecimiento. El colegial Sinclair
es engatusado por el mal compañero, Franz Kromer, vagabundo y fanfarrón que actúa como un
hombre experimentado: escupe al suelo y se hace obedecer. Sinclair, atraído por Kromer, engaña
a sus padres, roba y cae por el tobogán del pecado, pero entonces, aparece Demian, otro
compañero de clase que se expresa de forma distinta, una mirada entre fría y misteriosa,
intemporal que parece salir de un pasado atemporal. Sinclair se siente atraído hacia Demian, tras
una lección sobre Caín. Demian sostiene que Caín pertenece a una raza más fuerte y son los
débiles quienes han creado una negra leyenda. Demian libera a Sinclair de la influencia nefasta de
Kromer, le dice: "Kromer está viciado, hay que deshacerse de él", y desde entonces, algo ha
ocurrido misteriosamente entre Sinclair y Demian, Kromer desaparece.
La novela aborda también cuestiones que atañen a la religión. El Dios de los cristianos es
considerado como poderosísimo, "pero tendría que haber un dios que comprendiese dentro de sí
al Diablo y ante el que no habría por qué cerrar los ojos cuando se hacen las cosas más naturales
del mundo". Así, Sinclair, aun siendo meramente un niño, afirmará haber vivido como en dos
mundos separados. Con opuestas visiones de la vida que dilaceraban su alma. Por un lado estaba
el mundo luminoso y claro del bien, y por el otro sentía vivir la oscuridad y el mal. Su anhelada
pretensión era la de marchar de continuo cumpliendo con una vida ejemplar, signada por las
ejemplares y transparentes imágenes de sus padres, pero no podía dejar de sentir el agitamiento -
dentro de sí- de inclinaciones que lo apartaban de ese cosmos empujándolo a lo que, tal vez
exageradamente, sentía como "perdición". Esa atracción hacia lo tenebroso, tal vez haya sido
responsable de su acercamiento, hacia los diez años, a un muchacho llamado Kromer. Un
jovenzuelo, más o menos como él en términos cronológicos, malvado, prepotente y algo "sádico"
que busca someterlo bajo su voluntad. Sinclair se ve obligado a tener que soportar repetidos y
atroces episodios de violencia moral y atropellos.
Sinclair siente un amor platónico hacia su amada Beatrice, que le "salva" de sus instintos. En la
universidad, Sinclair conoce al organista Pistorius, que habla como un epígono de Jung y le indica
el papel del inconsciente individual y colectivo. Así mismo, conoce a la madre de Demian, Frau Eva,
quien le enseña sus retratos de joven. Sinclair cree ver en Eva a la mujer a la que habría querido
amar, "rostro amado, hombre, madre, amante, amigo".

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