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L de honor como única pata en una colonia de gatos (kittens en

inglés). 

Para este estudio, Wells observó a 44 gatos domésticos en sus casas durante tres meses, de
los cuales 20 eran hembras. Observaron tres comportamientos: en primer lugar, con qué
pata daban su primer paso al entrar en su cajón de arena, con qué pata daban el primer paso
al bajar las escaleras y sobre qué lado se reclinaban. También midieron qué pata usaban los
gatos cuando intentaban conseguir comida.

Así, en un ambiente natural, demostraron que casi tres cuartos de los gatos mostraban
preferencia por una pata y las hembras tenían más probabilidades de usar su pata derecha
mientras los machos eran zurdos.

¿Qué piensan los gatos de nosotros?


John Bradshaw es un experto en conducta gatuna de la Universidad de Bristol y autor del
libro Cat Sense (En la mente de un gato). Tras observar a gatos domésticos durante varios
años, ha llegado a una conclusión parecida: los gatos no nos entienden como los perros. Tras
sacar su libro, compartió algunas de sus ideas con National Geographic.

Para entender su lenguaje, tienes que tener en cuenta todo el cuerpo a la hora de leer las
señales que manda con la cola, según explica Carlo Siracusa, de la Facultad de Medicina
Veterinaria en la Universidad de Pensilvania. Un gato que se echa una siesta y da golpecitos
con su cola, por ejemplo, está «relajado en general pero presta atención a algo que ocurre a
su alrededor, un sonido o un movimiento», así que está tranquilo pero apenas adormecido,
según explica en este artículo.

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