Está en la página 1de 14

EYDER PATIÑO CABRERA

Magistrado ponente

AP2141-2019
Radicación n.° 54214
(Aprobado acta n.° 131)

Bogotá, D.C., veintinueve (29) de mayo de dos mil


diecinueve (2019).

MOTIVO DE LA DECISIÓN

Con el fin de resolver sobre su admisión, la Sala


examina la demanda de casación presentada por el defensor
de MIGUEL ÁNGEL TRIANA CONDE contra la sentencia dictada
por el Tribunal Superior de Bogotá, que confirmó -con
modificaciones en cuanto al monto de la pena-, la emitida
anticipadamente por el Juzgado 51 Penal del Circuito de la
ciudad y condenó al acusado por los delitos de hurto
calificado y agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia
de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

SITUACIÓN FÁCTICA

Conforme surge de la acusación y lo acreditaron los


fallos de instancia, la DIJIN, Unidad Contra Atracos de la
Policía Nacional puso en conocimiento de la Fiscalía General de
la Nación la existencia de una organización delincuencial, en el
sur de Bogotá, dedicada al hurto de residencias y de usuarios del
sistema financiero, modalidad "fleteo", para cuyos fines utilizaba
armas de fuego, vehículos y motocicletas de alto cilindraje.

Concretamente, el I o de febrero de 2016, unos de sus


integrantes hicieron presencia en la vivienda ubicada en la
carrera 86A #5A-08 Sur, barrio Tayrona de la localidad Simón
Bolívar, y, luego de intimidar a ROSALBA CAMARÓN FLÓREZ y a SU
familia con armas de fuego, los despojaron de un dinero y de los
celulares.

Con las entrevistas y los reconocimientos fotográficos


realizados, se estableció que MIGUEL ÁNGEL TRIANA CONDE
hacía parte de la banda y que participó en los hechos antes
descritos.

ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

1. El 15 de febrero de 2017, ante el Juzgado 42 Penal


Municipal con funciones de control de garantías de la capital del
país, se adelantó audiencia preliminar concentrada en la que se
legalizó la captura de MIGUEL ANGEL TRIANA CONDE y se le imputó
la autoría en el concurso punible de hurto calificado agravado y
fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego,
accesorios, partes o municiones, cargo al que se allanó.
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

La Juez le impuso medida de aseguramiento de detención


preventiva en el lugar de residencia1.

2. El escrito de acusación, conforme a lo admitido por el

imputado, se radicó el 6 de abril siguiente 2 y el 26 de septiembre


posterior el Juzgado 51 Penal del Circuito con funciones de
conocimiento de Bogotá verificó el allanamiento 3, fecha ésta en la
que el procesado comunicó su deseo de no asistir a las
diligencias.

3. El 5 de diciembre de 2017 se surtió la audiencia prevista en el

artículo 447 del Código de Procedimiento Penal 4 y el 25 de enero


de 2018 se profirió sentencia en la que el despacho judicial
referido condenó al acusado, en calidad de coautor de las
conductas punibles atribuidas, a 120 meses de prisión e igual
término de inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas; le negó la suspensión condicional de la
ejecución de la pena y la prisión domiciliaria, al tiempo que
dispuso su traslado a un centro de reclusión5.

4. El 23 de agosto último el Tribunal Superior de Bogotá resolvió

la apelación propuesta por la defensa y modificó parcialmente el


fallo de primera instancia para redosificar las

1 Acta en folios 46 y 47 de la carpeta principal.


2 Folios 49 a 55 Id.
3 Acta en folios 68 y 69 Id.
4 Acta en folio 86 Id. y registro en disco compacto.
517r.lir,a 1 ca 1 1 4 M
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

penas allí impuestas y dejarlas en 111.6 meses 6. Confirmó en lo


demás.

LA DEMANDA

El libelista inicia afirmando que los falladores incurrieron


en errores trascendentes que incidieron en la negativa a otorgar
la rebaja del 50% de que trata el artículo 269 del Código Penal,
«en contraída de lo evidenciado por la realidad procesal y el acervo
probatorio recaudado».

Luego, manifiesta que formulará dos cargos, pero, en


seguida, anuncia un «CARGO ÚNICO» con apoyo en la causal
primera del canon 181 del Código de Procedimiento Penal, «al
haberse desconocido el debido proceso a mi representado por
afectación sustancial (violación) del principio de legalidad al
haberse realizado una aplicación indebida, error iudicando, al
desconocer los trámites procesales que determinan sin equívoco el
conocimiento por parte de judicatura en conocimiento de pruebas
que determinan el cumplimiento de la indemnización en calidad de
reparación integral a las víctimas [sic]».

Identifica después los sujetos intervinientes, relaciona la


situación fáctica, la actuación surtida y las decisiones de
instancia y asegura que se encuentra legitimado para recurrir
porque los falladores trasgredieron garantías fundamentales.

6 Consideró la magistratura que el a quo erró en la motivación en el instante de


olpiarop 4*4 pvtrpmr\ ir\fe*nr\r ífr\1ir\c 1 4 a 1 R 4 í4 pnaHprnn 4*4 TriHlinall
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

Postula así la censura por vía del motivo primero de


casación:

El Tribunal interpretó erróneamente el artículo 269 de la


Ley 599 de 2000, pues, junto con el a quo, calculó que no había
lugar a reducir la pena porque la víctima interpuso un recurso
que no fue sustentado (no suministra más información). Explica
que, a otras dos personas, condenadas por los mismos hechos, sí
se les hizo esa mengua.

Agrega que, aunque la judicatura soportó la decisión en que


los afectados no reconocieron el valor consignado porque la
Fiscalía adujo la «no firmeza de ese reconocimiento de reparación
integral», ello es insostenible porque no es posible ignorar un
derecho legal, en tanto que, contrario a la valoración hecha, «se
realizó la enunciación del sustento probatorio para solicitar en
primera oportunidad en primera fase legal y, base del sustento
para recurso de apelación, por ende, no tiene respaldo alguno la
apreciación sentidas [sic] por las instancias, en el orden de no
reconocimiento de rebaja en pena, por no apremiar a favor de
víctimas reparación integral, falencia considerada por no respaldo
probatorio».

En relación con los fines de la casación, asegura que lo


pretendido es la efectividad del derecho material, el respeto de las
garantías de los intervinientes y la reparación de los agravios
inferidos.
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

Solicita a la Corte casar la providencia impugnada y, en su


lugar, otorgar a MIGUEL ÁNGEL TRIANA CONDE la rebaja de pena
aludida.

CONSIDERACIONES

La Sala inadmitirá la demanda porque no cumple las


exigencias mínimas descritas por la ley y la jurisprudencia para
darle curso y, adicionalmente, no advierte la necesidad de
superar los defectos para emitir un fallo de fondo en razón de
alguno de los reparos hechos por el memorialista. Estos son los
motivos.

1. La Corte ha sido insistente en sostener que la casación


no es instancia adicional a las ordinarias, por manera que al
impugnante le está vedado utilizarla para extender la discusión
fáctica y jurídica ya agotada, con la única excusa de imponer su
propia visión en torno a la forma en que ha debido resolverse el
asunto. Su carácter extraordinario obliga al actor a exhibir un
discurso apuntalado en argumentos dialécticos, concatenados y
sólidos, por virtud del cual de una manera comprensible
proponga una verdadera confrontación con el contenido del
proveído que objeta.

Por consiguiente, atendiendo las previsiones del Código de


Procedimiento Penal de 2004, el libelista tiene el compromiso de
revelar cómo pretende la efectividad del derecho material, cuáles
garantías procesales deben ser desagraviadas, cómo se
quebrantaron los derechos
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

fundamentales y/o por qué es necesario unificar la


jurisprudencia sobre un determinado tema jurídico, ya sea para
su beneficio o para casos futuros similares. De igual forma y en
completa armonía con ese propósito, le asiste el deber de: (i)
señalar con exactitud la causal que invoca, que no puede ser una
diversa a las contempladas en el canon 181 ibidem, cuidándose
en elegir aquella que comprenda en toda su extensión e
inequívocamente el error judicial advertido; (ii) formular con
precisión los cargos junto con sus fundamentos, para lo cual
habrá de observar a plenitud los principios que rigen la casación
y los requerimientos jurisprudenciales establecidos para una
adecuada censura; y, finalmente, (üi) revelar la trascendencia de
los yerros en la decisión que discute, esto es, cómo de no haber
recaído en ellos la autoridad judicial habría resuelto de manera
diversa y en sentido favorable a los intereses de la parte en favor
de quien recurre.

2. El defensor de RODRÍGUEZ MUÑOZ no definió cuál era la


finalidad que pretendía alcanzar con el medio extraordinario,
pues se contentó simplemente con parafrasear el contenido del
artículo 180 del estatuto adjetivo penal sin descender a la
situación concreta de su representado, lo que resulta claramente
insuficiente. Ninguna mención hizo al derecho o a la garantía
constitucional conculcada al acusado o al tema respecto del cual
requería un pronunciamiento, ya sea para unificar
jurisprudencia o para desarrollarla.
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

3. La censura resulta ambigua en cuanto a su contenido e


imprecisa en lo que corresponde con su postulación.

Aunque el impugnante adujo inicialmente que formularía


dos cargos, en realidad solo propuso uno, el que, según indicó,
desarrollaría por vía de la causal primera. Sin embargo, al
intentar esa tarea desatendió por completo los requerimientos
que la jurisprudencia ha establecido para una adecuada
reprobación.

En efecto, cuando se acude a la violación directa de la ley


sustancial, es forzoso que el actor circunscriba su discurso a
temas exclusivamente de derecho, de donde no le está permitido
debatir la forma en que el juez plural relató los hechos o valoró
las pruebas, en tanto debe aceptar, unos y otras, tal y como se
consignaron en la decisión recurrida (ver, entre otros, CSJ AP, 18
dic. 2000, Rad. 12713 y CSJ AP, 24 nov. 2005, Rad. 24530). Así
mismo, tiene la obligación de identificar cómo tuvo lugar la
infracción, esto es, si fue por: (i) falta de aplicación, (ii) aplicación
indebida o (iii) interpretación errónea de una norma del bloque de
constitucionalidad, de la Carta Política o de la ley que sea
llamada a regular el caso, cuidándose en no entremezclar
indebidamente esas modalidades de infracción respecto de una
misma disposición, habida cuenta su contenido disímil y
excluyente.

La primera surge cuando el juzgador reconoce una


situación de hecho pero no asigna la consecuencia en el derecho,
de modo que deja de aplicar la norma que regula el
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

caso concreto, ya sea porque la olvida, la desconoce, la tiene por


derogada o inexequible o simplemente no es de su recibo. La
segunda, tiene lugar cuando el juez se equivoca en el proceso de
adecuación típica, esto es, entre varias disposiciones válidas
escoge aquella que no corresponde al caso. Y, la tercera, implica
un yerro hermenéutico del funcionario, porque le dio a la
normativa un sentido que no tiene o le asignó efectos distintos o
contrarios a su contenido.

El actor, entonces, está en la obligación de identificar, tanto


la disposición quebrantada, como la forma en que esa trasgresión
tuvo lugar -alguna de las descritas arriba- y revelar la
trascendencia de ese yerro en el sentido de la decisión, de modo
que, de no haber recaído en el mismo, la providencia sería
totalmente diversa y favorable a sus intereses.

4. En contravía con lo expuesto, el recurrente delató,


respecto de un mismo precepto, infracción directa por aplicación
indebida e interpretación errónea del artículo 269 del Código
Penal, lo que no solo resulta contradictorio sino contrario al
principio de corrección material.

Obsérvese, además, que tales problemas en la adjudicación


del derecho implican que la norma respecto de la cual se finca el
equívoco fue aplicada por el juzgador, lo que, justamente, no se
constata en esta ocasión, puesto que el Tribunal decidió no
emplear el artículo 269 del estatuto sustantivo penal, habida
cuenta que consideró no se reunían los presupuestos para ello.
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

5. De cualquier manera, no se observa desatino por la


negativa de aplicar la consecuencia jurídica prevista en el
artículo 269 del Código Penal.

La Sala ha sostenido que la rebaja de pena por reparación


integral de perjuicios lleva consigo que: (i) ocurra antes de
dictarse sentencia de primera instancia; (ii) se haya restituido el
objeto material del delito, cuando ello sea posible, o, en su
defecto, se haya cancelado el valor del mismo y (iii) sea integral, lo
que comporta la obligación de indemnizar los perjuicios
causados. Esta última eventualidad se tendrá por cumplida si se
demuestra que la víctima fue indemnizada, ya sea por obrar
acuerdo al respecto, por acreditarse por cualquier medio de
prueba que la víctima fue indemnizada por todos los daños y
perjuicios, materiales o morales, causados por la infracción, o, de
resultar irreconciliables las posturas entre víctima y victimario, el
procesado atendió el pago del monto establecido por un perito
designado para el efecto (CSJ SP16816-2014, rad. 43959; CSJ
SP4318-2015, rad. 42208 y CSJ AP7870-2016, rad. 47369, entre
otras).

En este evento, el Tribunal determinó que no había lugar a


otorgar rebaja alguna porque, contrario a lo sostenido por el
demandante, no se probó que la indemnización hecha al interior
de otro proceso penal, por un acusado distinto, fuera integral.

Al respecto, cabe destacar que el defensor de TRIANA


CONDE, en la audiencia del 5 de diciembre de 2017, pidió se
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

reconociera la mengua punitiva a que se ha hecho referencia


porque el procesado JAMER GÓNGORA CASTRO, al interior de otra
actuación penal, seguida por los mismos hechos que aquí se
investigaron, hizo un depósito judicial a favor de la víctima por
23 millones de pesos. No obstante, para acreditarlo solamente
allegó fotocopia de un título por el valor indicado y de la
sentencia condenatoria dictada dentro de ese diligenciamiento
por el Juzgado 8O Penal del Circuito de Bogotá, el 15 de
septiembre de 2017, contra JAMER GÓNGORA CASTRO y WILLINGTON
GASPAR CASTILLO7.

La Fiscalía, en la misma sesión, se opuso a esa solicitud,


tras manifestar que la víctima hizo mención a una «cuantía del
hurto de 10 millones y de una indemnización de perjuicios de 100
millones»8, y no se sabía si en realidad estaba conforme con esos
23 millones, en tanto la defensa no llevó prueba de ello.

Nótese que, contrario a lo aducido por el demandante, la


magistratura admitió que la reparación que hiciere uno de los
procesados puede beneficiar a los demás que no han reparado,
sin embargo, determinó que la mengua de pena no depende tan
solo de una reparación, sino que es preciso que la víctima se
encuentre satisfecha con ella, tanto en su cuantía, especie y
oportunidad, lo que se echa de menos en este caso.

7 Folios 85 y 87 a 104 de la carpeta principal.


8í?4i~nrH 07-00 H*4 r**cri Qfrn
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

Es claro que el defensor de TRIANA CONDE no cumplió con


la carga que le correspondía, esto es, aportar elemento material
probatorio o evidencia física que acreditara que la perjudicada
con la conducta punible, ROSALBA CAMARÓN FLÓREZ, estaba de
acuerdo con el título por valor de 23 millones de pesos y que
renunciaba a los perjuicios que ella misma había tasado en 100
millones, como lo refrendó la Fiscalía.

Por consiguiente, la demanda será inadmitida.

6. Al amparo del artículo 184 de la Ley 906 de 2004, es


procedente la insistencia, cuyas reglas, en ausencia de
disposición legal, han sido definidas por la Sala desde el año
2005, en CSJ AP, 12 dic. 2005, rad. 24322, y precisadas en AP-
3481-20149.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la


Corte Suprema de Justicia,

RESUELVE

Primero. INADMITIR la demanda de casación presentada


por la defensa de MIGUEL ÁNGEL TRIANA CONDE
contra la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Bogotá.

9PaHiraHn d91Q7
Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

Segundo. Conforme al inciso 2o del artículo 184 del Código


de Procedimiento Penal de 2004, procede la insistencia.

Notifíquese y cúmplase

EYDER PATIÑO CABRERA

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO


Casación 54214 MIGUEL ÁNGEL
TRIANA CONDE

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

También podría gustarte