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Cuando El Amor Divino

SeProyecta
Lima, Ohio, EE. UU.
26 de enero de 1957

1 Buenas noches, amigos. Muy contento de estar otra vez esta noche, en la Presencia
del Señor. Estoy seguro que es un gran privilegio para nosotros estar reunidos aquí juntos
en el Nombre del Señor Jesús. Y estoy feliz por esto, y sé que ustedes también lo están.
Y ahora, mañana por la mañana tengo el gran placer de visitar la Iglesia Bautista en
Spencerville por la mañana. Voy a tener servicios con nuestro buen hermano, Dr. Lee
Vayle, quien es pastor de la Primera Iglesia Bautista en Spencerville, Ohio. Y mañana por la
mañana a las diez en punto voy a tener su…. El servicio en el auditorio principal, me
supongo, mañana por la mañana, servicio de predicación.
Y luego mañana por la tarde a las dos y media, otro servicio de predicación aquí en la
iglesia. Tengo un mensaje para la iglesia mañana en la tarde, si es la voluntad del Señor.
Y luego mañana por la noche es la noche del cierre de esta campaña, un servicio de
sanidad… más bien, oración para los enfermos, quiero decir, mañana por la noche. Y
estamos esperando, ahora, grandes cosas.
2 Y durante la semana, hemos estado teniendo los servicios por medio de la predicación
de la Palabra y la unción del Espíritu Santo en discernimiento, o por el don profético del
Señor Jesús, y teniendo el privilegio de verlo a Él regresando a nosotros y haciendo las
mismas cosas que Él hizo cuando estuvo aquí en la tierra. Y estoy seguro que esto
emociona nuestros corazones el verle a Él hacer esto.
Y normalmente en las reuniones tenemos lo que tratamos de llamar el cuarto de
emergencia. Pero no lo tendremos esta ocasión, anoche decidimos, si es la voluntad del
Señor, que esta noche tendremos lo que es llamada la línea de emergencia. Y eso será…
Usualmente cuando la… allí en el discernimiento, es lento y las visiones ocurren en el
edificio, por todo el edificio.
3 Y cómo el Señor Jesús lo hace igual como Él lo hizo antes de Su crucifixión, como una
prueba, una prueba infalible, de Su resurrección. Él no está muerto, pero Él está vivo para
siempre jamás. Y nos da tal consuelo el saber que Aquel a quien amamos, nos honra al
estar presente con nosotros y mostrándose a Sí mismo vivo, después de dos mil años. Así
que Él es el Dios inmortal, el infinito, infalible, omnipotente Dios.
Y ahora, esta noche vamos a intentar algo nuevo. Al parecer la… Y digo esto con
respeto, con amor. El pueblo estadounidense no parece ser capaz de comprenderlo como
en el extranjero. Las mismas cosas que sucedieron aquí, sucedieron una vez en Sudáfrica, y
treinta mil paganos nativos vinieron a Cristo al mismo tiempo, ¿ven? Piénsenlo.
4 Y solo se detuvo en la tercera persona y se ofreció una oración masiva en la
congregación, y un estimado de veinticinco mil sanaron a la misma vez. Piénselo. Siete
camiones llenos de muletas y sillas de ruedas se recogieron del suelo y se los llevaron con
lo que parecía un ejército, marchando detrás, cantando: “Solo Creed”, en afrikáans.
En la India fue más que eso, mucho más que eso. Pero aquí parece que al pueblo
estadounidense se le ha enseñado de distintas maneras, les es difícil de alguna manera
comprenderlo. Son encantadores, pero les cuesta comprenderlo, el tomarlo por fe…
pareciera…. Y eso se convierte en buen blanco para cosas fantásticas (¿Ven? ¿Ven?), para
algún elemento humano.
Queremos mantener la parte humana alejada de eso. Es Dios. No si el hombre lo toca;
es Dios tocándolo, ¿ven? Es una obra terminada. Es algo que Cristo ya ha hecho por Uds. Y
es propiedad personal de Uds., para cada creyente. Y es para que puedan mirar y vivir. La
serpiente de bronce no podía orar por nadie, tampoco podía tocar a alguien. Pero ellos
miraban y vivían. Y era un tipo de Cristo. Y si el tipo pudo hacer lo que hizo, ¿qué hará el
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antitipo cuando venga, al mirar y ver?


5 Ahora, deseo hablarles solo un pequeño mensaje del Evangelio. Y luego vamos a traer
a la gente, el Señor mediante. Mi hijo dijo que repartió un grupo de tarjetas de oración de
emergencias, del tipo que no se puede esperar para el clímax del servicio de mañana en la
noche, tal como estamos confiando en el Señor tener. Y vamos a traer a esas personas, y
yo voy a tratar de orar por ellos sin tener que verlos en visión. Solo para que yo los pueda
ir pasando y se ore por ellos, porque están en emergencias, y no podemos alcanzar a
demasiados; simplemente no pudiéramos hacerlo.
Ahora, deseo leer solo una porción de la Escritura. Y antes de hacerlo, hablemos con el
Autor solo por un momento, mientras inclinamos nuestros rostros.
6 Nuestro bondadoso Padre Celestial, es con la mera adoración de nuestros corazones
que expresamos nuestra gratitud hacia Ti, el Dios viviente, por ser tan considerado al
mandarnos a Tu Hijo amado, como Redentor para redimirnos a nosotros criaturas indignas
de la tierra de vuelta al compañerismo Contigo.
Y a medida que nuestras mentes esta noche se remontan por los corredores de las
generaciones, hasta los días primitivos, qué hermoso compañerismo debió haber sido
cuando Dios llamaba a Sus hijos en la frescura de la tarde y comulgaba con ellos. Luego los
besaba, como sucedía, en sus mejillas y los acostaba a dormir para el descanso de la
noche; y a las bestias salvajes Él las ponía a dormir sin ninguna perturbación, sin ningún
daño; allí no había ningún daño, no había muerte, no había enfermedad, y ningún
problema. Y para despertar en un nuevo día para caminar en la Presencia de su Creador sin
temor, sin enfermedad. Oh, Dios, nuestros espíritus gimen por eso otra vez, porque para
eso es que fuimos hechos.
7 Y oramos en esta noche, Padre celestial, si la muerte está haciendo sombra en alguna
persona cercana esta noche, que no estuviera lista para entrar de regreso a esa gran
bendición que fue preparada para nosotros desde antes de la fundación del mundo, que
esta pueda ser la noche cuando ellos harán la decisión final y eterna, diciéndote a Ti: “Sí,
mi Señor, yo ahora creeré en Ti y te tomaré como mi Salvador”. Y que luego Tú los llenes
con el Espíritu Santo, bautizándolos en Tu amado cuerpo de santos, y los coloques
posicionalmente, para que puedan ser obreros de esta gran obra Tuya en la tierra.
Ten misericordia y sana a los enfermos y afligidos, porque para esto habéis hecho la
expiación en el Calvario. Y sentimos que es nuestra propiedad personal, que Tú has dado
esta bendición de redención a cada uno que ha sido redimido. Y sentimos que tenemos el
derecho de venir al Dios viviente y pedirle estas bendiciones, porque Él nos ha pedido tan
gentilmente que lo hagamos, diciendo: “Pedid al Padre cualquier cosa en mi Nombre, Yo lo
haré”.
Y ahora, Padre, que el Espíritu Santo tome la Palabra, abra el libro, y suelte el poder
del Espíritu en la Palabra, y que pueda encontrar su lugar de reposo en cada corazón.
Porque lo pedimos en el Nombre de Tu amado Hijo, el Señor Jesús. Amén.
8 Esta noche, he escogido solo por poco tiempo, porque hay bastantes por los cuales
orar esta noche. Y quiero que todos ustedes esta noche oren junto conmigo en la línea de
oración. Pero no pensemos en este momento en la línea de oración, pero pongamos
nuestros pensamientos en algo más grande que la línea de oración. Pongamos nuestros
pensamientos en el Señor Jesús, y Su regreso, y Su amor para nosotros.
Les voy a leer un viejo texto familiar a todos Uds., el cual es muy familiar. Quizá sus
pastores y demás lo han leído muchas veces. Quizá uno de los niños más pequeños que
están aquí pudieran citarlo. Es el texto de oro de la Biblia: Juan 3:16.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
9 Mientras estaba sentado en mi habitación hace solo un rato, después de haber tenido
este tiempo de compañerismo con mi buen amigo, el pastor Boze de Chicago, yo estaba
pensando: “Dios, ¿qué debo decirle esta noche a la compra de Tu Sangre?”. Porque al venir
ante audiencias, ya sea que sean pequeñas o grandes, eso no interesa.
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Anoche estábamos hablando de eso, cómo Dios se encuentra con números grandes o
números pequeños, donde sea que los corazones le estén dando la bienvenida. Y dándome
cuenta que Uds. que han tenido esta noche para expresar su fe y abrir sus corazones para
escuchar la Palabra de Dios, para ustedes…
10 Con frecuencia me he preguntado cómo me sentiría, si pudiera tener el privilegio de
sostener en mi mano, ya sea en una copa o en un vaso, dos gotas de la Sangre literal de
Jesús. ¿Qué haría yo con dos gotas de la Sangre literal de Cristo? Oh, yo creo que me las
llevaría al corazón, y las sujetaría, y yo lloraría. Pero Uds. saben ante la vista de Aquel que
derramó Su Sangre gratuitamente, yo tengo algo mayor que eso ante mí esta noche. Por
cuanto se me ha dado el privilegio de hablarle a la compra de Su Sangre. “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
Él cree, no se pierda, mas tenga Vida Eterna”.
Por lo tanto ese pedacito de Escritura, solo una pequeña pulgada cuadrada, en solo un
pedazo de papel, sin embargo si se toma la actitud correcta hacia esa Escritura, pudiera
cambiar el… cambiará el destino eterno de este mundo. No es el tamaño; es la calidad.
11 Hace un tiempo, estaba leyendo de un muchachito que estaba arriba en un viejo ático.
Y en el ático se topó con una estampilla postal de menos de una pulgada cuadrada. Y él se
la llevó al coleccionista de estampillas, y este coleccionista de estampillas le dio un dólar
por ella. Luego fue vendida por cien dólares. Y ha pasado de coleccionista a coleccionista. Y
entiendo que ahora esa misma estampilla postal vale casi un cuarto de millón de dólares—
solo un pequeño pedacito de pastel. Pero eso no es… el papel no es lo que le da el valor; es
lo que está en el papel que le da el valor.
Y de esa manera es con Juan 3:16. No es qué tanto de la Escritura se escribió; es lo
que tiene. Tiene un mensaje para el mundo, que Dios de tal manera amó.
12 Y ahora, voy a tomar como tema, si ha de llamarse así, por los próximos minutos:
“Cuando El Amor Divino Se Proyecta, La Gracia Soberana Toma Su Lugar”. Y cuando de tal
manera amó Dios al mundo, el amor Divino de Dios por la raza caída de Adán… cuando Él la
amó de tal manera, Cristo salió y la gracia soberana tomó su lugar. El amor de Dios se
cumplió por la gracia soberana. Dios dio a Su Hijo unigénito. ¿Lo ven?
Ahora bien, yo solía pensar que Dios estaba enojado conmigo, pero Cristo me amaba.
Pero descubrí que Cristo es el mismísimo corazón de Dios. Y en este hermoso tipo de la
salida de los hijos de Israel, cómo Cristo en tipo era la roca herida. Y de la única manera
que esa gente… Después de andar buscando agua por todas partes, ellos se estaban
muriendo. Y Moisés, el siervo de Dios, tomó la vara de juicio, la cual era un palo de juicio…
Había traído juicio sobre el incrédulo en Egipto: moscas, mosquitos, todo tipo de
enfermedades, aflicciones. El palo de juicio de Dios que se agitó en la mano de Su siervo,
hirió la roca, y la roca dio su agua, y un pueblo que moría fue salvo. Qué hermoso tipo de
Juan 3:16.
13 Dios amó al mundo que Él… Las heridas de los justos juicios que nos pertenecían,
todas fueron heridas en Cristo. Y de Él salieron ríos de aguas vivas, hablando del Espíritu,
para que un pueblo que moría pudiera vivir. Las aguas de vida provenientes de Él, un
sacrificio herido, acepto en Aquel… Y no importa que tan pequeño… Yo amo a Dios por eso.
Algunas personas dicen: “Bueno, no hará mucha diferencia si yo lo recibo o no”. Sí
hace.
“Bueno, yo solo soy una pequeña ama de casa”.
“Yo solo soy una pequeña dama de color que vive metida en el callejón”. No importa
quién sea Ud., para que “Todo aquel que quiera, venga”. No importa qué tan pequeño,
igual que el texto, no importa qué tan pequeño es…
Muy a menudo me he preguntado, a medida que me he internado en el bosque en
primavera, después de un furioso frío de invierno, y me fijo en unas florecitas pequeñas, no
más de media pulgada, y algunas veces me tengo que agachar para verlas. Qué tan
insignificante es para el gran roble majestuoso parado al lado. Pero Dios tiene tanto
cuidado que Él se encarga de que esta florecita pequeñita reciba el cuidado durante el
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invierno, para que pueda levantarse de nuevo y extender su belleza. Y algunas veces las
hay en colores azul y rojo. Dios las conoce a todas, a cada una. Dios está preocupado de
todos nosotros.
14 Una pequeña niña nos enseñó una lección hace algún tiempo, cuando el famoso Rey
Jorge, por quien tuve el privilegio de orar, cuando el Señor lo sanó de esclerosis múltiple…
Y él estaba de visita en una ciudad canadiense, y todas las escuelas salieron. Y tomaron la
bandera canadiense y salieron a las calles.
Y cuando el rey iba pasando… Yo nunca olvidaré la expresión en el rostro de mi
administrador, el Sr. Ern Baxter, un canadiense. Y cuando iba pasando el rey, en ese
momento estaba sufriendo con un problema estomacal y esclerosis múltiple, y él se
levantó… o, se sentó al lado de su hermosa reina en su vestido azul; y yo vi cuando este
hombre de doscientas cuarenta libras [108 Kg. Trad.], que, cuando el carruaje dio la vuelta
por la esquina, el hombre se cubrió el rostro y lloró. Y él dijo: “Piénselo, el rey va pasando”.
Y luego yo pensé: “¡Oh, cómo será un día cuando pase el Rey de reyes!”.
15 Había una niña pequeña que encontraron después que las calles se habían vaciado.
Ella estaba parada al lado de un poste de telégrafos con sus manitas contra el poste,
llorando, sollozando su corazoncito. Y la maestra tratando de encontrar a la niña… Ella tenía
su banderita canadiense sobre su hombro y estaba llorando. Y la dama dijo, la maestra:
“Querida, ¿por qué estás llorando? ¿Acaso no ondeaste tu bandera al rey para mostrar que
eres patriótica?”.
Ella respondió: “Sí, maestra, yo ondeé mi bandera”.
Le dijo: “¿Entonces no viste al rey?”.
Ella dijo: “No, maestra, no fue que no haya visto al rey. Yo vi al rey”.
Ella le preguntó: “¿Entonces por qué estás llorando?”.
Ella respondió: “El rey no me vio a mí”.
16 ¡Oh, qué diferente es con el Rey de reyes! Ud. no puede ser demasiado pequeño. Él ve
cada movimiento que Ud. hace. Él conoce todo lo que está en Ud. Ni aún el gorrión puede
caer en tierra sin que Él lo sepa. Ni una florecita puede salir, un pequeño azafrán, al menos
que Él sepa al respecto.
Por lo tanto, ¿cuánto más es Ud. que la flor? Y si Ud. está aquí enfermo o afligido,
¿Qué no sabe que el Rey de reyes lo está observando? ¿Acaso no sabe que Él está
interesado en su sanidad y en su bienestar? Ud. pudiera ser tan pecador, ¿pero sabía que Él
está interesado en que Ud. llegue a ser Su súbdito? Ud. dice: “Pero yo soy una persona tan
insignificante”. Pero Ud. no lo es, a la vista de Dios. Dios lo quiere. Él lo ama. Y Dios lo amó
a Ud. de tal manera, que cuando Su amor se proyectó, la gracia soberana tomó su lugar y
envió al Salvador a redimirlo a Ud. de vuelta a Él mismo.
Y en este Salvador Él fue herido por nuestras transgresiones, porque Dios lo amó a Ud.
Y Dios vio las aflicciones de Su pueblo, y por Sus llagas fue Ud. curado: La gracia de Dios
abriendo un camino, porque Su amor lo requería.
17 Y cuando Su amor proyectó Su sentir, Cristo salió para tomar Su lugar. Se requería
que algo tomara el lugar. Solo Su amor salió en busca de Ud. Y la gracia proveyó un
sacrificio para Ud. Ahora, a Ud. solo se le pide que lo crea: “Para que todo aquel que en Él
cree, no se pierda, mas tenga Vida Eterna”. Confiando que Ud. capte la visión.
El amor es uno de los instrumentos más grandes que existen en la gran economía de
Dios. Dios es amor. La Biblia dice que Él es amor. Y cuando Ud. llega a ser uno de Sus
hijos, Ud. llega a ser una parte de ese amor. Usted es una parte de la economía de Dios.
Ud. llega a ser un súbdito de Su dominio. Y cuando Ud. hace eso, Ud. llega a ser un hijo e
hija de Dios. Y Él dice que le dará la Vida Eterna.
18 Ahora, si es que no estoy equivocado, y si lo entiendo correctamente… Yo no tengo
educación—solo mi educación primaria. Pero he sido enseñado por eruditos que deberían de
saber, que la palabra que se usa: “dando Vida Eterna”, en el griego es llamada “Zoe”, que
significa “La vida de Dios”.
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Entonces el amor Divino de Dios que se proyecta a Uds. los trae y los hace ser una
parte de Él. En el nuevo nacimiento, entonces, Ud. llega a ser un hijo lo cual es: “nacido
de”, o “viene de”. Y eso lo pone en una relación con Dios, tanto así que ahora Uds. son
hijos e hijas.
Y Dios, el Creador, Quien creó todas las cosas por Su poder, a través de Su Palabra
hablada… Y todo lo que hay, es la Palabra de Dios hecha manifiesta; el mundo entero fue
hecho. Y como es que erramos cuando tratamos de ignorar la Palabra de Dios, o tratamos
de ponerle un límite al poder de Dios por medio de nuestra propia imaginación. Puesto que
la misma tierra en la cual estamos sentados esta noche, es solo la Palabra de Dios hecha
manifiesta. Dios hizo al mundo por Su Palabra hablada. ¡Oh, vaya! La tierra, todos los
minerales, el oro, todas las aguas, y todo lo que hay, es solo la Palabra hablada de Dios. Si
no es así, ¿de dónde la obtuvo Él? ¿De dónde vino? Dios dijo: “Sea así”, y así fue.
¿Entonces qué fe debiéramos de tener en Él y en Su Palabra?
19 Entonces cuando Ud. llega a ser un hijo o hija de Dios, su disposición cambia; su
actitud cambia; la manera como ve la vida y como ve a los demás cambia. No significa que
Ud. se acaba de unir a la iglesia; significa que Ud. ha sido regenerado. Ud. ha llegado a ser
una nueva creación en Cristo Jesús. Las cosas viejas pasaron, y Dios le ha hablado a Ud., y
Ud. ha llegado a ser una nueva criatura. Quiero que esto penetre bien, aún en los
miembros de iglesia.
Luego a medida que Ud. ame estar en la Presencia de Cristo, y Ud. llega a ser una
parte de Cristo, entonces la gente ama estar en su presencia, porque Ud. llega a ser una
parte de Dios, hijo e hija de Dios.
¿Alguna vez ha visto personas que simplemente Ud. ama estar en su presencia?
Simplemente hay algo en ellos que irradia, que Ud. sencillamente ama hablar con ellos. Y
hay otras personas que son personas amables (Sin embargo, no decimos esto de manera
desagradable), pero Ud. simplemente casi no puede quedarse alrededor de ellos. Es por
causa de la atmosfera que Ud. crea. Porque Ud. como hijo de Dios es un creador en
miniatura, porque Ud. es una parte de Dios.
Y esa es la razón por la que Ud. puede creer la Biblia en cualquier cosa que dice,
porque la Palabra es la Palabra de Dios. Usted siendo una parte de Dios, estará de acuerdo
con la Palabra.
20 Entonces, ¿entienden Uds., que la razón por la que la gente dice: “Esto no está
inspirado, y eso no está inspirado, y esto es para otro día?”. Es por causa que ellos jamás
se han puesto en contacto. Oh, no importa cuántos títulos puedan mostrar, eso no tiene
nada que ver al respecto. Pero ellos jamás se han puesto en contacto con Dios para nacer
de nuevo. Oh, puede que ellos hayan saltado, puede que hicieron esto; pueden ser un Ph.
D. [Doctorado. Trad.] Puede que hayan hablado en lenguas; puede que hayan danzado en
el Espíritu; pero Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis”. Porque donde está el Espíritu de
Dios, allí hay amor; allí hay entendimiento; hay algo por lo que a Ud. le gusta estar
alrededor.
Y oh, que lamentable en esta hora que vivimos, que la iglesia del Dios viviente todavía
no ha cumplido esto. Porque si Dios habitara ricamente en nuestros corazones, las barreras
denominacionales jamás nos separarían; las líneas de color o ninguna otra cosa nos
pudieran alguna vez separar; porque no hay nada presente, nada futuro, no importa si es
hambre o lo que pudiera ser, que nos pueda separar del amor de Dios el cual es en Cristo
Jesús.
21 Toda una gran iglesia rescatada de Dios, parándose unida con un frente, dejando que
la Palabra de Dios sea el modelo o el mapa con el que estamos viajando hacia la gloria.
Judíos o gentiles, esclavos o libres, católicos o protestantes, debe pararse unida en un gran
ejército, por causa de nuestra relación. Y si somos hijos de Dios, entonces somos
hermanos. No hijos de Dios por todos, pero por regeneración somos hijos de Dios. Somos
hijos de Adán por naturaleza, hijos de Dios por nacimiento.
Funciona, muy bien de esa manera. Y me he fijado en el curso de mi vida, a medida
que estoy llegando a ser un hombre viejo, observando cómo funciona eso. Ahora, les estoy
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diciendo esto por experiencia, y es exactamente con la Palabra de Dios.


22 En nuestro propio hogar… E intenten esto en su hogar. Y si alguna vez ha habido un
hogar todo confundido y destrozado tanto como el nuestro. Gente de todas partes, de todo
el mundo, llegan todo el tiempo entrando y saliendo, día y noche, a todas horas… Y he
notado desde hace un tiempo, mi querida y pequeña esposa de treinta y siete años y
completamente canosa; ella se ha parado entre el público y yo. Si hay alguna alabanza que
se deba dar a la familia Branham, deséenla a ella. El teléfono lo vuelve a uno loco día y
noche.
La casa había estado todo el día llena. Y yo salí, y mis hijos pequeños, la pequeña Sara
y Rebeca se estaban peleando por un juego de bloques; el pequeño José, el bebé, estaba
sentado en el piso llorando con todas sus fuerzas; la esposa en la cocina cubriéndose el
rostro con sus manos, llorando. Cuando finalmente logré que la casa se vaciara, unos en
esta habitación, otros en la otra habitación, unos en el sótano, y yo entré, y pensé: “Oh,
qué confusión”.
Ella me abrazó, dijo: “Billy, me estoy volviendo loca”. Ella dijo: “No he podido darle de
cenar a los niños”.
23 Algunas veces hay maniáticos enfurecidos (y lo estoy diciendo con reverencia),
algunas veces un montón de fanáticos, corriendo de arriba abajo por la casa, diciendo: “El
Señor dice esto, y el Señor dice que si yo no soy su administrador… El Señor dice esto”.
Ahora bien, si el Señor no me hablara al respecto si Él tuviera algo que decir. Pero uno no
puede evitarlo; simplemente está en la línea humana.
Y ella dijo: “Los niños no han comido, y yo no sé qué hacer”.
Bueno, yo pensé: “Ahora bien, solo hay una cosa por hacer. Ahora, estoy cansado,
pero voy a hacer esto. Ahora bien, Padre celestial, en mi corazón, Tú ayúdame a ser lo que
quieres que yo sea en esta escena”. Y yo pensé: “Ahora bien, si tan solo puedo lograr que
ella se tranquilice”. Así que dije: “Cariño, ¿te apresurarías a salir a cenar conmigo?”.
“Oh, tendría que limpiar a los niños”, y esto y aquello. Y uno apenas si podía
escucharse pensar—el pequeño José estaba simplemente golpeando el piso tan fuerte como
podía hacerlo.
24 Así que yo entré y tomé un delantal, y me lo puse, y empecé a ayudarle. Y yo dije:
“Cariño, ¿sabes algo? Vi el vestido más bonito el otro día. Y me dieron muchas ganas de
comprártelo. Y fue en una cierta ciudad no muy lejos de aquí, y vamos a ir por él”. Y en
todo momento oraba en mi corazón: “Padre Celestial, tranquiliza a esta querida mujercita”.
Y puse mi mano en ella, sin saber ella lo que yo estaba haciendo. Yo decía: “Sí, cariño, oh,
era tan bonito”. “Oh, Señor, tranquiliza a esta mujercita”. Y solo seguía así, ustedes saben,
sin que ella lo supiera… ¿Qué estaba haciendo yo? Estaba proyectando, creando una
atmósfera diferente. Camine en el amor de Dios; tenga compañerismo.
Y en unos instantes ella se tranquilizó. Y luego cuando se tranquilizó, Sara y Rebeca se
dividieron el juego de los bloques; José se consiguió algo con qué jugar; y hubo paz en el
hogar.
¿Qué fue? Proyectando amor. Ellos eran míos, mis hijos, mi esposa, y yo era de Dios.
Y luego Dios dando Su Espíritu, y por medio de ese Espíritu, con amor hacia mi familia, la
gracia soberana entró y tranquilizó la familia. Lo hará. Yo sé que lo hará.
25 Hace un tiempo, me interesó una gran cosa, con el Sr. Krause de Los Hombres
Cristianos del Evangelio Completo (muchos de Uds. lo conocen), un buen amigo de nuestro
más honrado y querido Hermano Oral Roberts. Y así que, cuando el Sr. Krause era tan buen
amigo de Oral Roberts, él dijo: “Oh, si algo malo me sucede, yo soy amigo de Oral
Roberts”.
Así que finalmente un día, el Sr. Krause desarrolló un problema de riñón. Así que sale
a cenar con el Hermano Roberts. Y el Hermano Roberts dijo: “Oh, Hermano Krause, eso es
algo mínimo para Dios”. Levantó sus manos… Y el Hermano Oral con esa verdadera
(disculpen la expresión, pero) fe de Bulldog, avienta sus manos sobre él, y dice: “Yo lo
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reprendo”. Dijo: “Hermano Krause, no se preocupe. Ud. se va a poner bien”.


26 Y el Hermano Krause dijo: “Yo en verdad me sentí bien”. Pero después de unos días,
eso regresó de nuevo. Dijo: “Fui a ver al Hermano Roberts otra vez”. Y dijo: “La misma
cosa sucedió”. Dijo: “Luego pensé que yo conocía a William Branham, así que iría con él”. Y
dijo: “Él ve visiones, así que me pararé frente a William Branham (él es un buen amigo
mío), y luego William Branham me va a poder ayudar”.
Entonces llamó y se enteró que yo me encontraba en Shreveport, Luisiana. El Sr.
Krause y su esposa tomaron un vuelo a Shreveport, y vinieron a la reunión. Y él dijo:
“Hermano Branham, solo tengo poco tiempo. Vamos al lado y me gustaría ver lo que el
Señor me dirá”.
Le dije: “Muy bien, Hermano Krause, vamos al lado”. Yo me paré allí por cuarenta y
cinco minutos, y el Señor no dijo nada. Dije: “Voy a orar Hermano Krause”.
Él dijo: “Si el Señor le muestra algo, llámeme”. Yo oré por él. Él dijo: “Usted sabe, yo
me siento mejor. Creo que el Señor me acaba de sanar sin haberme mostrado algún
problema”.
Dije: “Bueno, estamos agradecidos con Dios”.
27 Así que, esa noche, siendo un querido amigo del Hermano Krause, oré por él,
continuamente oré. Y unas semanas después, él regresó otra vez. Él dijo: “Vayamos ante el
Señor y veamos lo que Él me dirá. Estoy en una condición muy seria”. Me paré como otra
hora o más, y el Señor nunca dijo nada.
Así que entonces él se fue con el doctor. El doctor dijo: “Es demasiado trabajo para
mí; vaya Ud. mejor con Mayo”.
Así que él se fue a con Mayo. Mayo lo revisó, y él dijo: “Señor, usted tiene una
oportunidad entre mil de vivir. Eso requiere una operación inmediata”.
Bueno, él dijo: “La tomaré”.
Y él salió y dijo: “Yo pensé que si me encontraba cerca de la muerte, me convenía una
revisión con Dios”. Así que él dijo: “Señor, Tú sabes que te amo, y he tratado con todo mi
corazón de apoyar en todo lo que está correcto”. Él es un hombre adinerado. Y él dijo… Él
manufactura arados. Quizás Uds. lo conozcan; es de Kansas.
28 Y él dijo: “Yo he tratado de vivir correctamente, y Tú lo sabes, Señor, yo te amo.
Ahora bien, si Tú estás listo para que me vaya a casa, estoy dispuesto. He vivido muchos
buenos días, y estoy dispuesto a venir. Pero Señor, si Tú puedes usarme, bueno, estoy
dispuesto”. Él dijo: “Me he parado ante Tu siervo Oral Roberts y William Branham, y
pareciera como que sus oraciones no tuvieron efecto para sanarme”. Y dijo: “Tal vez es
algo que yo he hecho, pero de seguro, Tú se los hubieras revelado cuando yo me paré ante
el discernimiento”. Él dijo: “Pero si es mi tiempo de venir, estoy listo a ir. Y yo te amo,
aunque estaré pasando a la sala de operaciones, la única oportunidad que tengo”.
Y los médicos lo volvieron a revisar, y dijeron: “Sr. Krause, ¿está seguro que quiere
llevarla a cabo?”.
Él dijo: “Ya he orado, y estoy seguro que quiero llevarla a cabo”.
29 Así que entraron a la sala de operaciones, y de lo último que se acuerda que estaba
diciendo: “Señor, si Tú estás listo para mí, yo te amo, Señor, yo te amo, Señor”. Y lo
durmieron. Y cuando despertó, todo el cuarto se empezó a iluminar. Y vio a todos los
doctores parados alrededor. Y ellos corrieron hacia él, y dijeron: “Sr. Krause, algo sucedió.
Nunca habíamos visto una operación tan perfecta. Y nosotros pensamos que se iba a morir,
pero de repente se normalizó”.
¿Qué fue eso? Cuando se proyectó el amor Divino, la gracia soberana vino a tomar su
lugar. Tiene que hacerlo. Debe hacerlo.
30 Hace unos meses, allá en el viejo México estaba llevando a cabo una reunión. Y un
día… No puedo decir que esto sea verdad. La única cosa que sé es lo que voy a declarar.
Había habido un pequeño bebé que había sido rechazado por el doctor, para morir el día
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anterior.
Estaba lloviendo. Ellos no estaban sentados en sillas como ustedes. Estaban parados
como ovejas en el pastizal, recargados el uno contra el otro, llegaban a las nueve esa
mañana para escucharme predicar a las nueve de la noche. Parados bajo el sol caliente,
lisiados, afligidos… Y a medida que yo iba entrando… La noche anterior el Señor hizo un
gran milagro, y apiladas sobre la plataforma de esa gran arena, estaban montones de ropa
vieja sucia, apiladas así de alto, para que yo orara por ellas—viejos sombreros, chales. Mi
corazón estaba ardiendo. Y estaba lloviendo afuera. Todos estábamos al aire libre.
31 Y luego, una pequeña madre estaba llorando al momento que yo llamé para formar la
línea de oración. Y Billy vino a mí, y dijo: “Papi, vas a tener que hacer algo”. Dijo: “El bebé
de una madre murió a las tres de esta tarde. Ella es una mujercita católica. Y su bebé está
muerto, y lo tiene tapado”. Y dijo: “Cuando el Hermano Espinoza repartió las tarjetas de
oración, ella no recibió una. Pero ya no hay suficientes ujieres para evitar que la mujer
llegue a la plataforma. Ella tiene al bebé, y está gritando con todas sus fuerzas: 'Padre,
padre' (lo cual significa 'padre')”.
Y miré hacia abajo a través de la larga franja de luces, y esa mujercita, frenética, una
bella damita, con las lágrimas corriendo por sus mejillas, y algo enrollado en sus brazos,
gritando a voz en cuello. Y le dije al hermano Moore, de pie en la plataforma, uno de los
gerentes, le dije: “Baje y ore por el bebé, y tal vez eso la consolará.” Y el amor de la
pequeña madre por ese bebé...
32 Y a medida que me daba la vuelta hacia la audiencia para volver a ministrar, miré y
sobre la audiencia vi a un pequeño bebé mexicano, sentado, balbuceando. El Hermano
Moore estaba tratando de tranquilizarla, pero eso no satisfacía su pequeño corazón. El amor
de una madre estaba siendo proyectado a Dios.
Y yo dije: “Espere un momento, Hermano Moore”. Y yo bajé. Y el bebé estaba envuelto
en cobijas. Yo no podía hablar español ni tampoco entenderlo. Pero solo puse mis manos en
la pequeña cobija que estaba mojada.
Ahora bien, ellos me dicen que el bebé había muerto desde las tres. Yo no sé. No
pudiera decirlo. La gente muerta que yo tengo anotada en mi libro es auténtica, que fueron
resucitados… resucitados por el Señor. El médico lo tiene que decir así, o el de la funeraria.
Pero al imponer las manos sobre el bebé, algo dio una patada bajo la cobija, y el grito
que nunca han escuchado en su vida.
¿Qué fue? El amor Divino había sido proyectado al corazón del Dios de amor, y la
gracia soberana mandó en respuesta una visión para la sanidad de la criatura. Ciertamente.
33 Recuerdo una pequeña hora después de eso, como una hora, a la plataforma vino un
pobre anciano mexicano. Sus pies estaban arrugados; estaba descalzo, con bigotes canosos
en su rostro, su cabello canoso; y estaba ciego. Y él vino a mí (Ellos lo venían guiando), y
yo miré, y pensé: “Si mi papá estuviera vivo, hubiera tenido más o menos esa edad”. Y él
estaba murmurando algo. Y cuando se acercó a mí, sacó un par de... o, un juego de estos
rosarios.
Y uno de ellos le dijo a él—el Hermano Espinoza… Él quería saber en dónde estaba yo,
y así empezó a palpar mi rostro. Yo me quedé quieto. Y sus viejas, débiles manos
temblorosas, y los grandes surcos en sus mejillas, las lágrimas iban abriéndose paso por
sus mejillas. Y yo pensé: “Ese es el papá de alguien; ese es el hijo de alguna madre”.
34 Y él empezó con su rosario y yo dije: “Eso no es necesario, papá”. Y él empezó a
llorar, y buscó mi rostro, y lo palpó, y empezó a arrodillarse. Yo lo volví a levantar. Y
pensé: “Mira nomás eso”.
Pues vean amigos, si Uds. no entran en compañerismo, si algo en Uds., no clama el
uno por el otro, si algo no proyecta un amor… Uds. saben, la gente no es tan tonta, pues
entienden si uno lo está fingiendo o no. Ellos lo entienden. La vida salvaje lo entiende. Así
que Ud. tiene que entrar en ese compañerismo.
35 Y a medida que el anciano permanecía allí, yo lo miré, y mi corazón comenzó a
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 9

palpitar fuertemente, y pensé: “Pobre anciano. La naturaleza ha sido tan cruel contigo.
Probablemente nunca te has sentado a comer una comida decente en toda tu vida.
Probablemente nunca has tenido un traje de vestir en todo tu vida”.
Yo coloqué mi pie al lado del pie suyo. Me iba a quitar mis zapatos y se los iba a poner
en sus pies polvorientos y arrugados. Pero me di cuenta que no le quedarían. Con sus
hombros mucho más anchos que los míos, tampoco mi saco le quedaría. Así que yo lloré;
pensé: “Oh, y después de todo esto, te encuentras sentado en un mundo de oscuridad. No
puedes ver a dónde vas. Nunca has tenido un buen traje. Probablemente nunca te has
acostado en una buena cama. Nunca has comido un buen plato de comida, y quizás nunca
has tenido un buen par de zapatos en tu vida. Y ahora, estás en oscuridad”. ¡Oh, qué cruel
puede ser el diablo!
36 En eso, se estaba proyectando amor para el anciano. Y mientras ponía mis brazos
alrededor de él y lo abrazaba a mi pecho, sin estar esperando una visión, solo
manteniéndolo en mi pecho, yo dije: “Oh Padre Dios, ten misericordia de este pobre
hombre ciego, el papá de alguien”.
Y yo lo escuché a él gritando: “¡Gloria a Dios!”. Él se alejó de mí de un brinco; se frotó
los ojos; cayó en el piso; él me besó la mano; estaba gritando: “¡Gloria a Dios!”. Lo cual
significa: “¡Gloria a Dios!”. Y atravesó la plataforma, viendo tan bien como cualquiera en la
audiencia.
¿Qué era? Proyectando amor Divino, como resultado la gracia soberana tomó su lugar.
El amor Divino solo puede ir tan lejos. Pero cuando se mantiene fiel hasta el final, la gracia
soberana toma su lugar y produce aquello que el amor no puede llevar a cabo.
Oh, amigos, eso es lo que la iglesia necesita. No a una nueva organización, no un
montón de cosas fantásticas, no un argumento, no un debate; lo que necesita es un
bautismo de amor, para amarse unos a otros. No necesita nuevos dones; necesita amor
para operar los dones que tiene. Eso es lo que necesita.
37 Esto puede parecer muy extraño, y si es así, bueno, nos encontraremos de nuevo
algún día. La vida animal sabe de amor. Yo lo he observado. Siendo un cazador y un
hombre del exterior, he observado cómo Dios ha provisto. He visto a un pez con el anzuelo
en su boca. No se preocupe de eso. El ácido de su cuerpo en poco tiempo se lo comerá. He
visto a un perro tragarse un hueso. No se preocupe de eso. El ácido de su cuerpo se
encargará de eso. Dios tiene una manera provista.
Hace un tiempo en mi hogar, yo tenía un… Conseguí una de estas podadoras
eléctricas. Y estaba podando el césped en el patio de la casa pastoral. Y alcanzaba a dar
unas dos vueltas y alguien llegaba; me metía por detrás y me cambiaba la ropa, y salía
corriendo, y oraba por el enfermo; y luego tal vez, salía y podaba otra vuelta, y alguien
más llegaba. Ustedes saben, el césped volvía a crecer en el patio de enfrente antes de
llegar otra vez a la parte de atrás. Era muy difícil.
38 Entonces sucedió que me encontraba en el patio trasero en una tarde calurosa de
agosto. Y acababa de dar la vuelta, no había nadie que me pudiera ver, y me quité la
camiseta, con mi piel al desnudo de la cintura para arriba. Estaba haciendo tanto calor, y la
máquina de cortar césped caliente… Y estaba podando por el lugar, cantando: “¡Oh, cuánto
amo a Jesús!”, pensando en la bondad del Creador de arriba. Y me encontraba tan envuelto
en el Espíritu de lo que estaba pensando, del Señor, y me olvidé, que en la esquina del
cerco estaba un gran nido lleno de avispas. Y moviendo la podadora y cantando con mis
ojos cerrados, orando, choqué con el nido de esas avispas. Y de repente, sin pensar… Me vi
completamente cubierto de avispas, y ellas le pueden quitar a uno la vida. Son unas cosas
grandes. Una de ellas te puede tumbar al piso.
Miren, quizá esto les pueda parecer solo un poquito ficticio, ¿pero sabían Uds. que la
verdad es más extraña que la ficción? Pero algo sucedió. Desearía poder mantenerme de
esa manera.
39 ¿Alguna vez han leído mi libro, del maniático que salió allá en Washington? ¿Han leído
eso? Ese maniático corrió hacia la plataforma, un hombre de doscientas sesenta libras [117
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 10

Kg. Trad.], o más, y dijo: “Voy a quebrar cada hueso de tu cuerpo”. Y policías y ministros
corrieron por todos lados, y me dejaron solo en la plataforma con el maniático. Algo
sucedió.
Yo pesaba en aquel tiempo ciento veintiocho libras [58 Kg. Trad.] Y el maniático se
paró de esa manera, sus dientes apretados, sus ojos… Él dijo: “Tú, serpiente en la hierba,
aquí arriba fingiendo ser un hombre de Dios”. Dijo: “Voy a mostrar cuánto hombre de Dios
eres. Te voy a romper cada hueso del cuerpo”. Y lanzó su puño hacia atrás, y él muy bien
podía ser capaz, físicamente, de llevar a cabo su amenaza“.
Algo sucedió. En lugar de despreciar al hombre, yo sentí lástima por él. Pensé: “Pobre
hombre, tú no me tratarías de esa manera. Pues, eres un hombre igual que yo. No fuiste
hecho para actuar de esa manera. Tú fuiste hecho para amar, y para ser un padre para tus
hijos, y para amarlos, y para amar a todos los hombres, Fuiste hecho para ser un hijo de
Dios, pero el diablo se ha apoderado de ti”. Sentí lástima por el hombre.
Y él dijo… Se acercó a mí e hizo [El Hno. Branham hace un sonido como escupiendo.]
me escupió en la cara. Yo lo miré. Oh, me ha sucedido con brujos y demás. No se
preocupen. Si Dios es por vosotros, ¿quién contra vosotros?
40 Así que yo miré al hombre, y pensé: “Pobre hombre, yo te amo, mi pobre hermano
perdido”. Nunca dije una palabra. Y él caminó hacia mí, y lanzó hacia atrás su gran puño. Y
la muchedumbre sentada sin aliento, de los seis mil que estaban allí adentro, y casi tantos
así parados en la lluvia. Él hizo para atrás su gran puño.
Él acababa de golpear a un predicador. Él había salido de la institución psiquiátrica.
Uds. le pueden preguntar a la policía del lugar; está en los registros a la fecha. Y él golpeó
a un ministro y le quebró la mandíbula y la clavícula.
Entró corriendo, y se fue corriendo a la plataforma, y él dijo: “Esta noche te voy a
quebrar cada hueso del cuerpo”. Y yo lo miré, no con odio, pero con amor. Y mientras lo
hacía y se dirigía hacia mí, algo dentro de mí dijo: “Pero esta noche caerás sobre mis pies”.
“Caer sobre sus pies”, él dijo: “Voy a mostrarle, serpiente en la hierba, bajo los pies de
quién caeré”. Y corrió hacia mí e hizo para atrás su gran puño para golpearme. Yo dije:
“Satanás, sal del hombre”. Y sus ojos se le saltaron, hizo su cabeza hacia atrás, y cayó y
me aprisionó los pies contra el piso. La policía lo tuvo que rodar fuera de mis pies. Oh, eso
es: amor.
41 Cuando esas avispas me tenían cubierto, yo sabía que en unos cuantos minutos sería
aguijoneado hasta morir, en lugar de correr y de tener miedo…
Solamente hay dos elementos que lo pueden controlar a Uds., es la fe o la duda. Y eso
es… La duda acompaña… el temor acompañará a la duda. Así que si Uds. están…. Jesús
dijo: “No temáis”. No tengan miedo. Dios guarda Su Palabra. No importa en qué condición
se encuentren Uds. en esta noche, Dios guarda Su Palabra.
Ahora para ir cerrando, en unos momentos, escuchen con atención. ¿Qué sucedió? Yo
amé a esas pequeñitas. Eso parece extraño, pero así fue. Y aquí está porqué… Yo les hablé.
Ahora bien, yo no digo que ellas me hayan entendido, pero alguien me entendió, porque yo
dije: “Pequeñas criaturas de Dios, yo las interrumpí. Uds. estaban dormidas, y yo las
interrumpí. Pero yo soy un siervo del Creador de Uds., y Sus hijos enfermos están en mi
casa para que se ore por ellos. Y yo estaba podando el césped, y lamento haberlas
perturbado criaturas de Dios. Ahora, en el Nombre de Jesucristo el Creador de Uds., mi
Señor, regrésense a prisa a su casa, y yo ya no las molestaré más”.
Y cuando yo me encuentre con Uds. en el Juicio… Esas avispas arremolinándose sobre
mí aún no me habían tocado, y ellas se alinearon en una sola línea y se fueron
directamente de regreso a su nido. Se proyectó amor y la gracia soberana tomó su lugar.
42 Por siete años fui guardabosques en Indiana. Un día mientras estaba colocando unos
peces en el agua… Yo no sé porqué estoy diciendo estas cosas. Pero al cruzar un campo
donde un gran toro acababa de matar a un hombre de color, y pertenecía al pastizal del Sr.
Gurnsey allá arriba en Sellersburg, Indiana. Yo olvidé que el toro estaba allá, puesto que
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 11

había señalamientos alrededor: “No entrar”. Pero yo tenía una pequeña pistola que se
suponía debía haber traído, y yo la arrojé en el carro. Y estaba cruzando el campo, por una
colina para orar por un hombre enfermo que yo conocía.
Y yo iba caminando por el campo, sin fijarme, y de repente de un montón de arbustos,
brincó este gran asesino. Y él me miró; soltó un rugido; agachó la cabeza; y encajó sus
cuernos en la tierra y los hizo para atrás. Inmediatamente busqué mi pistola. Estaba en el
carro. Allí estaba yo, solo. La cerca estaba como a unas doscientas cincuenta yardas [228
m. Trad.] el toro estaba a treinta yardas [27 m.], no había árboles ni nada. Yo dije:
“Bueno, este es el fin”. Dije: “Yo no deseo morir como un cobarde, pero me pararé y moriré
como un Cristiano debe morir”. Y al estarme considerando a mí mismo, y ese gran tipo se
dio la vuelta, yo sabía que debía ser la muerte, el ser corneado hasta morir en unos
cuantos momentos. Oh, él era más que un contrincante para mi fuerza.
43 Y estoy agradecido que no traía la pistola, porque algo sucedió. Oh, disculpen mi
emoción, pero algo sucedió. El amor descendió. Ahora bien, esto pudiera parecer extraño,
pero es la verdad. Yo le hablé a ese toro. Dije: “Yo te molesté, pero soy un siervo de tu
Creador. Voy de camino a orar por mi hermano enfermo. Lamento haberte molestado.
Ahora, no me lastimarás, porque yo te amo. ¿Y cómo puedes lastimarme cuando yo te
amo?”.
44 Y aquí venía él. Yo no tenía más miedo de ese animal del que tengo de mis hermanos
que están sentados aquí. Él se dejó venir y yo solo me quedé allí. Y dije: “Yo te amo porque
Dios te creó. Yo te molesté y lo siento”. Y a medida que se acercaba a mí, yo me quedé
quieto, y él llegó a unos diez pies [3 m. Trad.]. El aventó sus patas y se detuvo, y se
miraba tan agotado. Él miró para este lado y para el otro lado. Yo dije: “En el Nombre del
Señor Jesús, criatura de la creación de Dios, ve y acuéstate”. Y Dios siendo mi testigo, ese
toro se dio la vuelta y se acostó, y yo pasé caminando a cinco pies [4.5 m.] de él.
¿Qué fue? La muerte estaba a la mano. El amor se proyectó, y la gracia soberana
detuvo al toro.
45 ¿Quién no ha leído la historia de la zarigüeya? Mientras termino… Ha recorrido el
mundo. El verano pasado… Leo y Gene que están aquí sentados, mis dos muchachos que
llevan las cintas… El Hermano y la Hermana Wood se sientan allá. Leo y Gene son dos
buenos muchachos que salen conmigo a las reuniones, uno de familia católica y el otro
había formado su pequeño FBI por su cuenta. Ellos me iban a investigar. Y lo hicieron. Y
desde entonces han andado conmigo, llevando grabadoras. Y son unos buenos muchachos
cristianos. Y cuando lo hicieron, estaban ellos sentados en el porche, y yo les llamo mis
estudiantes. Y yo les estaba enseñando del amor de Dios.
El Sr. Wood y la Sra. Wood—la señora Wood era de la Iglesia de Dios, y el Sr. Wood
era un Testigo de Jehová. Y ellos tenían a un niño lisiado que tenía su pierna encogida. Y
ellos vinieron a la reunión en Louisville, y vieron al Señor haciendo la obra. El Sr. Wood, un
contratista bien conocido de la parte norte de Kentucky, él dijo: “Aunque haya sido un
Testigo de Jehová, pero eso es de Dios”. Así que él se va a Houston, Texas, a la siguiente
reunión, y allí fue donde el Ángel del Señor bajó y se le tomó la fotografía. El Sr. Wood y la
Sra. Wood estuvieron presentes para verlo.
46 Yo fui al extranjero a Suecia. En mi camino de regreso, inicié mi reunión en Ohio,
Cleveland, Ohio. Esa noche ellos vinieron a la reunión, sentados en la parte de atrás, y
estaban sentados, orando. Y mientras que yo estaba en la plataforma, el Espíritu Santo me
hizo dar la vuelta a la fe de ellos, y dijo algo, tal vez no en estas palabras, pero
concerniente a este asunto: “La dama, y el hombre, y el niño pequeño que están sentados
en la parte de atrás, él es un contratista de Kentucky; y tienen a un niño pequeño que esta
lisiado con parálisis, que tiene sus piernas encogidas. Pero ”ASÍ DICE EL SEÑOR, él está
sanado“. Ellos no sabían qué decir. Después de un momento dijeron: ”David, levántate“. Y
David estaba tan normal como cualquier otro niño. Amor proyectado.
Él dejó de ser contratista, vendió, y compró un lugarcito al lado de mi casa, es mi
vecino. La Sra. Wood es una clase de veterinaria. Ella ama a los animales y el exterior, una
dama muy fina. Y su gente es Metodista, creo.
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 12

47 Esa mañana les estaba enseñando a los muchachos sobre el amor. Ahora,
atentamente, antes de terminar… Vi que venía por el camino y vi que rodaba y se caía un
pequeño objeto a medida que venía por el camino. Y me fijé, y eran como las, me supongo,
las diez en punto, muchachos. Y lo que era, era una zarigüeya. Uds. saben cómo son las
zarigüeyas aquí arriba. Ahora, cualquiera que conoce la vida salvaje sabe que las
zarigüeyas viajan de noche. Son ciegas durante el día.
Así que aquí se encontraba esta zarigüeya viajando de día. Y subió por donde no había
cercas, a dos o tres casas, viniendo del bosque, como a unas quinientas yardas [457 m.
Trad.] de la carretera. Venía por el carril. Y mi casa está cercada con una cerca de rocas. Y
cuando la zarigüeya se emparejó con mi casa, dio la vuelta y se metió. Y yo miré, y dije:
“Allí está una zarigüeya, y algo ha sucedido. Tal vez tiene rabia. Y miren como está
actuando, cayéndose, rodando, peleando, tratando de entrar”.
48 Y el Sr. Wood había estado rastrillando el patio y tenía un rastrillo colocado allí. Y le
dije a los muchachos: “Vengan para acá solo un momento”. Y yo corrí, tomé el rastrillo, y
se lo arrojé a la zarigüeya. En eso llegó el lechero, el Sr. Gilmore. Estábamos viendo a la
zarigüeya, y yo dije: “Debe tener rabia. Oh”, yo dije: “no, miren”. Oh, disculpen esto, pero
tenía gusanos por toda la pierna, con moscas. Los perros la habían mordido, o la había
atropellado un carro y molido a pedazos.
“Oh”, yo dije: “miren como está hinchada, esa gran pierna así de grande y la otra”. Yo
dije: “Se está muriendo”. Y mientras sostenía el rastrillo sobre la zarigüeya, para mi
sorpresa… Una zarigüeya y un canguro son los únicos animales que cargan a sus bebés en
una bolsa. Y su bolsa se relajó, y tenía nueve bebés pequeñitos, desnudos. Y yo dije:
“Vengan muchachos. Les enseñaré más de la Biblia”. Dije: “Tal vez la zarigüeya entró…”.
49 Un día antes había acontecido que una muy fina y hermosa joven de color de nuestra
ciudad que había tenido un bebé ilegítimo, y lo había envuelto en una cobija, y sofocado
hasta morir, y se lo había llevado en un taxi al río, y lo arrojó al río.
Y estábamos hablando de eso. Así que yo dije: “Esa hermosa joven no era una madre
como lo es esa zarigüeya”. No porque ella haya sido una muchacha de color; no; las
muchachas blancas, las muchachas cafés, amarillas, todas hacen lo mismo, sin Cristo. Pero
yo dije: “La moral de esta zarigüeya es mejor que la moral de aquella mujer, porque
aquella mujer no quería a su bebé, y le quitó la vida”. La policía la metió en la cárcel. Pero
yo dije: “A esta vieja madre zarigüeya no le quedan ni treinta minutos de vida”. Y ella
estaba mordiendo el rastrillo puesto que era todo lo que podía hacer.
Normalmente cuando uno las toca (lo que llaman jugar a ser zarigüeya) ellas se dejan
caer. Pero ella se estaba abriendo paso a alguna parte. Y dije: “Ella está mordiendo este
rastrillo, y está tan frenética; pero ella es una verdadera madre. Ella dará sus últimos
treinta minutos de vida, peleando por sus bebés”. Yo dije: “Ese es el amor de madre”. Ella
ama a sus bebés.
50 Yo levanté el rastrillo; y la zarigüeya se fue rodando; y se fue directamente hasta mi
puerta; allí ella se cayó, y exhausta. Dije: “Está muerta”. Y fui hasta allá, y le di un punzón
con el rastrillo. Pero vi que no estaba muerta. Ella todavía podía… pequeños gruñidos al
lado. Y miré su pierna, toda expandida, y esos pequeños bebés amamantándose de esa
pobre madre moribunda.
Y luego el Sr. y la Sra. Woods llegaron. Y la Sra. Wood, quien es una querida, dulce,
mujer Cristiana, pero según su entendimiento, siendo una clase de veterinaria; ella dijo:
“Hermano Branham, mate a la zarigüeya y libérela de su miseria”. Y dijo: “Los pequeñitos
tienen la boca redonda. Ellos no pueden tomar de una botella, y de todas maneras están
muy pequeños. Solo tienen unas cuantas horas de nacidos. Así que Ud. tendrá que tomar a
los pequeñitos y matarlos”.
Oh, yo pensé: “No puedo hacer eso”. Yo dije: “Simplemente no puedo”.
“Oh”, dijo ella: “Hermano Branham, no va a dejar que esa pobre cosa permanezca allí
de esa manera, y que esas pequeñas zarigüeyas amamanten esa leche de esa madre
muerta. Morirán de una muerte horrible”.
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 13

51 Miren, la mujer tenía razón. Pero algo dentro de mí no lo permitía. Ella dijo: “Pues, Ud.
es un cazador. Vaya por su pistola y dispárele”.
Yo dije: “Soy un cazador, pero no un asesino”. Dije: “Pero yo no puedo hacerlo”.
Ella dijo: “Deje que Banks…”. Ese es su querido esposo, mi amigo. Dijo: “Deje que él
la mate”.
Yo dije: “No puedo”.
Dijo: “¿Quiere decir que va a dejar que ese pobre animal permanezca en ese sol
caliente, y que esos pequeñitos se quemen con sus pequeños cuerpos desnudos que
reciben los rayos directos del sol de hoy, y ella acostada allí gimiendo, inhalando,
muriendo?”.
52 Parecía la cosa más humana por hacer, pero yo simplemente no podía hacerlo. Hablé
con Leo y Gene. Después ellos se fueron. Durante todo el día ella permaneció allí. Me fui;
las pequeñas zarigüeyas todavía trataban de amamantar…
Esa noche el Sr. Wood vino y dijo: “Ahora, Hermano Branham, Ud. ha estado ocupado
todo el día. Ud. simplemente tiene que dejar todo tranquilo. Venga, lo voy a llevar a un
pequeño paseo”. Fuimos por la esposa y salimos a conducir. Y me encontré a un pequeño
perro tirado a un lado del camino, con sarna, comido, mordido por las pulgas. Y yo lo
levanté al punto que las pulgas estaban corriendo por mis manos. Y mi esposa dijo: “Billy,
no te irás a llevar eso”.
Yo dije: “Pero cariño, es solo un pequeñito. Alguien lo abandonó, porque tiene sarna”.
Yo dije: “Él tiene el derecho de vivir”. Y me lo llevé a casa, lo lavé, le di una dosis, oré por
él. Él es un buen y gran perro collie.
53 Cuando yo regresé aproximadamente a las once, allí estaba la vieja zarigüeya,
desparramada. El Hermano Wood dijo: “Bueno, ahora ella se ha ido”. Y los pequeñitos
seguían amamantando… Yo dije: “Bueno, tal vez sí”.
Dijo: “¿Por qué no la mata, Billy?”.
Le respondí: “Simplemente no puedo”.
Así que mi hijo llegó como a medianoche del río, pescando, y allí yacía la vieja
zarigüeya, aún acostada allí. Toda la noche pensé en esa zarigüeya. Simplemente no podía
sacarlo de mi mente. Y a la siguiente mañana temprano, me levanté, fui afuera. Y cuando
salí, allí estaba la vieja zarigüeya. El Sr. Wood me dijo esa noche: “Ud. sabe, Hermano
Branham, si esa zarigüeya se iba a mover en algún momento, lo hubiera hecho cuando se
metió el sol”. Dijo: “Ud. ha puesto trampas y cazado lo suficiente para saber eso”.
Yo dije: “Eso es correcto.
54 Y a la siguiente mañana salí. Y yo tengo una niñita que vio su primera visión
recientemente, una pequeña niña de once años de edad. Ella salió al porche, la pequeña
Rebeca. Y ella vio eso, y comenzó a llorar. Ella dijo: “Papi, ella es una verdadera madre,
¿no es así?”.
Le dije: “Sí”. Yo la pateé con mi pie. Tenía rocío por toda ella y las moscas todavía en
ella. Dijo: “Papi, ¿qué vas a hacer con esa madre zarigüeya?”.
Yo dije: “Querida, papi no lo sabe”.
Ella dijo: “¿La vas a matar, papi?”.
Y le dije: “Papi no puede hacerlo, cariño”. Yo dije: “Querida, te levantaste demasiado
temprano”, solo traía sus pequeñas pijamas… Le dije: “Entra y acuéstate con mami en la
cama”. Así que la apuré para que se fuera al cuarto. Y yo me fui al cuarto de estudio y me
senté. Y pensé: “Oh, Dios, cómo ha sufrido esa pobre madre zarigüeya. Cómo ha de amar a
esos bebés”. Y mientras estaba sentado allí, pensé: “Bueno, espero no tener que verla
muerta”.
55 Y a medida que estaba sentado allí, algo me dijo: “Ayer estabas predicando sobre ella.
La usaste como tu texto”.
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 14

Yo dije: “Eso es correcto”.


“Tú dijiste que ella era una madre verdadera”.
Dije: “Eso es correcto”.
Dijo: “Yo la mandé a tu puerta, y ella ha estado en tu puerta como una dama por
veinticuatro horas, esperando su turno para que se ore por ella, y tú no has dicho ni una
palabra”.
Yo dije: “Bueno, yo no…”. Dije: “¿Con quién estoy hablando? ¿Me estoy hablando a mí
mismo?”. Yo di un brinco. Pensé: “Oh, ¿eres Tú, Dios?”.
56 Y yo salí al porche, y la pequeña Rebeca estaba parada allí mirando aún a la madre
zarigüeya. Había salido de la casa. Yo me dirigí a la zarigüeya. Dije: “Dios, yo sé que Tú
conoces cada flor. Tú conoces cada gorrión. Y siendo que esta gran cosa horrible sucedió en
la maternidad, en esta bella joven que mató a su bebé… Y Tú querías mostrar que puedes
aún guiar a los animales. Y ella vino y ha permanecido en mi puerta, esperando el turno
para que se ore por ella”. Yo dije: “Lo siento, Dios, que yo hice eso”. Dije: “Yo no lo sabía,
Dios. Yo lo hubiera hecho”. Pero dije: “Si es Tu Divina providencia, que has procurado esto,
y quieres que yo ore por la zarigüeya, esto lo hago en el Nombre de Cristo. Ayúdala, Padre.
Su amor por sus bebés ha sido tan grande…”. Yo pensé: “Oh, Dios, ¿harás esto?”. Y cuando
yo dije eso…
57 Ahora bien, pudiera parecer extraño. Ha recorrido todo el… Tengo cartas de África, de
India, de todo el mundo con respecto a esto. La Prensa Asociada, creo, lo captó. Y esa vieja
madre zarigüeya se levantó, metió a sus pequeñitos en su bolsa, caminó por el carril tan
normal como cualquier otra zarigüeya pudiera caminar, con su cola de rata enganchada;
llegó hasta la puerta, y volteó como para decir: “Gracias, amable señor”. Y cruzó la calle y
se fue al bosque. Y hasta donde yo sé ella es feliz con sus bebés esta noche.
Si Dios pudo pensar eso de una zarigüeya, ¿cuánto más puede Él pensar en Ud.,
cuando el amor de Ud. se produce y se proyecta al corazón del Dios viviente? Si Dios… Solo
por instinto, esa zarigüeya no tiene alma. Era un tonto animal. Y si eso pudo hacerse de esa
manera por el instinto, y el Espíritu Santo pudo guiar a una vieja madre zarigüeya allá,
sabiendo que Él me haría orar por esa zarigüeya y su vida sería perdonada, ¿cuánto más es
Ud. que una zarigüeya?
58 ¿Por qué ha venido aquí para que se ore por Ud.? ¿En dónde está parada su alma con
Dios, es mi pregunta? Inclinemos nuestros rostros solo un momento. Hablé extensamente.
Yo no sé porqué. Uds. son tan lindos. Y yo sé que un día después de mañana, tal vez
tendremos que separarnos por millas.
Mientras estamos sentados con nuestros rostros inclinados, me pregunto a medida que
les hago esta pregunta, si “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, sino que tenga Vida Eterna”,
me pregunto: ¿Han apreciado eso en tal medida que Uds. han aceptado Su don para Uds.,
de Vida Eterna?
Ahora, sean honestos, cada rostro inclinado, cada ojo cerrado. ¿Ha estado
extrañamente pensando en algo? “Oh, yo solo he sido miembro de iglesia; nunca he
recibido Su amor para mí, para hacer de mi vida lo que debería de ser. Me gustaría tenerlo.
Quiero que Dios venga a mí esta noche, y que me llene con Su Espíritu, y perdone mis
pecados”. ¿Podrían solo levantar su mano a Dios, mientras todo rostro está inclinado? Lo
haré. Dios le bendiga. Dios le bendiga, dama. Dios le bendiga, a usted, a usted, señor, y a
usted, a usted. ¡Oh, vaya! Dios le bendiga, dama, a usted, a usted, y a usted, hermano, y a
usted, a usted, hermano, y a usted, hermana, a usted, hermano, a usted.
59 Oh, están por todo el edificio. Dios le bendiga, mi hermano. Dios le bendiga, mi
hermana, allá. Arriba en los balcones ahora, ¿cuántos de los que están allá arriba dirán:
“Hermano Branham, voy a ser honesto con Dios. Algo le habló a mi corazón desde que he
estado aquí sentado. Realmente, no soy todo lo que podría ser?”.
Dios le bendiga, hermano. “Ahora yo levanto mi mano…”. Dios le bendiga, dama. Dios
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 15

le bendiga, dama. Dios le bendiga, hijito. ¡Oh, vaya! Dios le bendiga, niñita. Dios le
bendiga, dama. Dios le bendiga. Dios le bendiga allá arriba. Yo… Dios le bendiga, mi
hermano. Dios le bendiga, mi hermano.
60 “De alguna manera, Hermano Branham, muy dentro de mi corazón…”. Dios le bendiga,
hermana. “Yo me he estado sintiendo extrañamente cálido, pero hay algo que me ha estado
haciendo falta. Yo quiero que Dios lo llene ahora mismo con Su amor”. Dios le bendiga,
hermana. Dios le bendiga. Dios le bendiga, y a usted, y a usted, y a usted. ¡Oh, vaya! Por
todos lados.
“Yo quiero a Dios ahora mismo en Su misericordia, porque estoy enamorado de Él. Yo
quiero que Él me dé tal amor Divino, que la gracia soberana mandará en respuesta el
bautismo del Espíritu Santo sobre mí para hacerme una persona diferente”.
¿Cuántos de los que están aquí ya han aceptado a Cristo que nunca han sido llenos
con el Espíritu Santo, y Uds. quieren amar a Dios tanto que Él los llenará con el Espíritu
Santo, levantarían su mano? Oh, por todo el edificio, por todas partes, donde al menos
doscientos o ciento cincuenta más pecadores levantaron su mano, unos doscientos o
trescientos o más gente buscando el bautismo del Espíritu Santo.
61 Si Dios pensó tanto así de una pobre vieja madre zarigüeya, ¿cuánto más Él los ama a
Uds.? “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito…”. Ud. dice:
“Hermano Branham, ¿qué significará si yo levanto mi mano?”. Es la diferencia entre la vida
y la muerte para usted. “Oh, es solo una cosita”. Yo sé. También lo es Juan 3: 16. Pero es
la diferencia entre la vida y la muerte. Eso es lo que significa.
Jesús dijo en San Juan 5:24: “El que oye Mis palabras y cree en Él que Me ha enviado,
tiene Vida Eterna, y no vendrá a juicio, mas ha pasado de muerte a vida”.
¿Habrá otro que está fuera de Cristo, que no ha levantado la mano, la levantará ahora
y dirá: “Recuérdeme a mí. Dios, aquí estoy. Aquí estoy?”. ¿Arriba en el balcón? Dios le
bendiga. Dios le bendiga, señor, a usted. Eso es bueno. ¿Habrá otro, de seguro en alguna
parte, fuera de Cristo? Dios le bendiga, señor. Dios ve su mano. Dios le bendiga, damita.
Oh, es una cosa real el reconocer que el Dios viviente está presente ahora, para hacer
por Ud., aquellas cosas que Ud. no puede hacer por sí mismo. Dios le bendiga, señor. Eso
significa la diferencia entre la vida y la muerte para usted.
62 Alguien en el piso de abajo otra vez, que dirá: “Acuérdate de mí, Dios. Estoy
levantando mi mano, no tanto para que… no para que la vea el Hermano Branham, pero
quiero que Tú me veas, Dios”. Dios le bendiga, allá recargado contra la pared. Dios le
bendiga dama de color; yo la veo. Dios le bendiga. Dios le bendiga, señor.
Por los pasillos del exterior y por los corredores allá arriba, que no pudieron entrar,
¿podrían levantar su mano y decir: “Recuérdeme a mí?”. Dios le bendiga, hombre. Dios le
bendiga. Dios le bendiga [Palabras no claras.].
Por este otro corredor y por este otro lado, podrían decir: “Dios acuérdate de mí.
Quiero ser recordado, Señor. Y esta noche estoy levantando mi mano como señal de que yo
ahora creo y acepto el amor de Dios”.
Si usted pertenece a la iglesia, usted es un miembro de iglesia; eso está bien. Pero yo
quiero que usted sea un Cristiano más un miembro de iglesia.
63 Muy bien, ¿hay alguien más antes de que oremos? Dios bendiga a este muchachito
sentado aquí. Dios le bendiga pequeño [Palabras no claras] allá arriba. Oh, seguro, solo
otro que se arrepentirá. Dios le bendiga, hijito, parado allá, un niñito como de unos diez
años de edad. La Biblia dice: “Dejad a los niños venir a Mí, y no se lo impidáis”. Dios le
bendiga, mi hermano parado allí. Ciertamente.
64 “He sido conmovido extrañamente en mi corazón, Hermano Branham. Algo vino a mí y
dijo: 'Arréglalo ahora mismo. Yo soy el amor de Dios que está tocando tu corazón. Yo
quiero entrar esta noche. Yo te amé de tal manera, que di lo mejor que tenía. Ahora, ¿me
darás tu vida'?”.
“¿Qué es lo que [Palabras no claras] hacer con ella, destruirla?”.
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 16

“No, resucitarla de nuevo”.


65 Cuando el frío invierno termina, usted llega a este… [Palabras no claras]. Usted
regresa como un hombre nuevo, un hombre joven, una mujer joven, y por siempre será de
esa manera. No más vejez o arrugas, cabello canoso, cuerpos agotados, o enfermedad lo
molestarán en la resurrección. Ud. será inmortal, hecho a Su semejanza. Ud. puede elegir
en esta noche. Muy bien, mientras inclinamos nuestros rostros, y si la hermana que está en
el piano…
66 Oh, Dios, esta es la hora; este es el tiempo que por donde se levantaron muchas
manos… Ellos son sinceros, Señor. Y yo como Tu siervo, estoy intercediendo por ellos.
Estoy pidiendo misericordia. Concédelo Dios. Y que todos puedan ser salvos y llenos con el
Espíritu Santo. Y que el amor de Dios que es derramado por el Espíritu Santo llene cada
corazón. Y que puedan salir de este edificio con todos sus rencores y sus diferencias
erradicadas.
Nosotros sabemos que el pecado es negro y oscuro, pero las partes más extremas de
los pecados sólo pueden ser una gota, como si cayera de un gotero de tinta a una gran tina
de cloro. Trate de encontrarla de nuevo. Oh, no se puede encontrar. Cuando la tinta cae en
el cloro, la tinta hará… la tinta se convierte en cloro. Y cuando la injusticia del pecador
penitente cae en la Sangre del Justo, ellos se vuelven la justicia de Dios. Jesús, en esto te
tomamos por Tu Palabra. Tu Palabra es por siempre verdad.
Cuando Tu dijiste: “El que oye Mi Palabra, cree en Él que Me ha enviado, tiene Vida
Eterna, y no vendrá a juico, mas ha pasado de muerte a vida…”. Y yo oro, tan solo como un
siervo puede hacerlo, por cada mano que se levantó. Tú conociendo su corazón, les darás la
mera satisfacción de cada necesidad que ellos tienen.
67 Tal vez nunca les estrecharé la mano aún en esta tierra, pero cuando todo de la vida
haya terminado, y algún día cuando nos reunamos al final del día, y la gran Cena de las
Bodas esté lista, y veamos a los redimidos de todas las edades alrededor de la mesa… Y a
medida que nos vemos uno al otro a través de la mesa, una pequeña lágrima correrá por
nuestras mejillas cuando veamos a nuestros amigos que cruzaron seguros al otro lado.
Después el Rey saldrá y enjugará todas las lágrimas de nuestros ojos, diciendo: “No llores.
Todo ha terminado. Entra al gozo del Señor, que ha sido preparado para ti desde antes de
la fundación del mundo”.
Dios concede que cada persona en la Presencia Divina en esta noche, esté entonces en
la Divina Presencia. Si hemos hallado gracia en Tus ojos, te ofrecemos esta oración en su
favor, en el Nombre de Tu Hijo amado, el Señor Jesús. Amén.
68 No es mi intención ser un bebé, el llorar. Pero hay algo sobre el Espíritu Santo que solo
te hace, no llorar por tristezas, pero por alegría. Algo simplemente sale a raudales. Piensen
como los Ángeles se han de estar regocijando ahora mismo.
¿Cuántos se sienten muy, muy bien en su alma, levantarían solo sus manos a Dios?
¡Oh, vaya! Me pregunto si pudiéramos cantar solo una vez más así como lo hicimos anoche:
“Yo le alabaré”. ¿Nos pudiera dar un acorde, hermana, por favor? Todos juntos ahora.
Alguien que me ayude aquí. Yo no soy un cantante. Y si alguien me pudiera ayudar a
dirigir los cantos, o el Dr. Vayle, ¿podría usted? Mientras cantamos. “Yo le alabaré, alabad
al Cordero por pecadores inmolado; Denle gloria, todo pueblo, porque Su Sangre ha lavado
toda mancha”. Levantemos nuestras manos mientras lo cantamos. Todos ahora.
Yo le alabaré, yo le alabaré,
Alabad al Cordero por pecadores inmolado,
Denle gloria, todo pueblo,
Porque Su Sangre ha lavado toda mancha.
Oh, ¿no es hermoso? Hagámoslo otra vez. Vengan, todos.
Yo le alabaré, yo le alabaré,
Alabad al Cordero por pecadores inmolado;
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 17

Denle gloria, todo pueblo,


Porque Su Sangre ha lavado toda mancha.
69 Oh, solo alcance a alguien y salude a alguien que esté sentado a su lado y diga:
“¡Gloria a Dios!”. Todos Uds. Metodistas, y Bautistas, y del Evangelio Completo, y todos
juntos, solo salúdense. Oh, ¿no es admirable? Qué tan bueno es ser un Cristiano. Oh, ¿no
es Él maravilloso?
Ahora, amigos, solo es un poquito tarde, y vamos a pedirle, quizás a unos de ustedes
que se tengan que ir, y vamos a dejar que ellos sean despedidos mientras llamamos la
línea de oración. Y ahora, esta noche vamos a intentar algo nuevo, que no he hecho por
mucho tiempo. El Dr. Vayle va a tomar el micrófono, y se va a ir a la esquina, y se va a
encontrar con la gente, y llamará a los que son. Y yo voy a intentar sin el discernimiento, si
el Espíritu Santo me lo permite, de orar e imponer las manos sobre aquellos que se tienen
que ir.
70 Ahora bien, mañana en la mañana vayan ustedes a su iglesia. Y si están de visita aquí,
vayan a una de estas buenas iglesias de alrededor. El pastor estará contento de verles.
Vayan y estrechen su mano. Díganle que Uds. han estado aquí en la reunión, denle una
invitación de corazón para la reunión de mañana en la tarde.
Si se encuentran en Spencerville, hay una iglesia Metodista en el lugar; un hermano
de color tiene una iglesia Metodista. Y estoy seguro que estará feliz de verles. El hombre
normalmente se sienta por aquí, un excelente hombre. Me imagino que él no está aquí esta
noche, pero ha estado cada noche.
Y luego hay otras iglesias alrededor. Y mañana en la mañana si quieren venir a la
Primera Iglesia Bautista, yo estaré hablando de diez a once. Y luego mañana por la tarde a
las dos y media, de regreso en el edificio para el servicio, el mensaje, y mañana en la
noche será un servicio de sanidad de la manera normal. Y esta noche, vamos a tratar de
pasar las emergencias por medio de la oración e imposición de manos sobre ellos.
71 Ahora, ¿en dónde está Billy? ¿Cuál fue la de la emergencia? ¿Las Y? Hay una “Y”, para
emergencia. Ud. tiene una tarjeta con la “Y” escrita. ¿Cuántas son? De la 1 a la 50, solo
comencemos con la 1. ¿Y quién tiene la “Y” número 1, podría levantar la mano? La dama
allá, número 1. ¿Número 2? ¿Número 3? 4, 5,6, 7, 8, 9, 10. Viene siendo la “Y” 1 al 10
párense por aquí si pueden.
Muy bien. Y ahora, vamos a orar. Les voy a pedir una cosa. La gente que acaba de
venir a Cristo, ¿podrían hacer esto? Hagan esto. Mañana por la mañana, si viven aquí en el
vecindario, vayan a una buena iglesia y digan: “Pastor, quiero unirme a su iglesia. Quiero
ser bautizado. Quiero poner mi membrecía aquí”.
Ahora bien, hay una iglesia que está aquí cooperando. Se llama Iglesia Cuadrangular.
Hay una que se llama Compl… La Iglesia de Dios. El Hermano Vayle [Palabras no claras.].
¿Lo anunció? Muy bien. Encuentren su lugar y tomen… [Espacio en blanco en la cinta].
En una ocasión en la Reservación India en Ari… [Espacio en blanco en la cinta].
[Palabras no claras]… nuestra hermana, vaya en el Nombre de Cristo.
72 Ahora, con sus rostros inclinados solo por un momento… ¿Cuál era su condición,
hermana? Oh, la garganta [Palabras no claras]. Yo honestamente, no veo ninguna
diferencia. Quiero que se fijen en un crecimiento, un pequeño nódulo que tenía aquí mismo
en esta pequeña vena que está en su garganta aquí mismo, ha sido quitado por el Señor
Jesús en este instante. Un pequeño nódulo como de este tamaño, pegado en su garganta,
ha sido quitado por nuestro Señor. Démosle a Él alabanza y diga: “Gracias, Señor”. ¡Gloria
a Dios!
[El Hermano Vayle dice: “Una condición de embolia, Hermano Branham”.] Oh, embolia
[Palabras no claras]. Ahora, señor, sabemos que solo Dios puede hacer esto. Y yo sé que Él
sí murió con ese propósito. Y ahora, yo… El Ángel del Señor me envió para orar por los
enfermos. Eso yo sé. Y me dijo que si conseguía que la gente creyera, y fuera sincera, que
Él sanaría a los enfermos. No porque yo estaría orando, sino porque Su Palabra se
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 18

cumpliría.
Ahora, ¿le dará a Él la alabanza si Él lo sana, le dará toda la gloria a Él por eso? Oro
que Él lo conceda… Ahora, es el [Palabras no claras]. ¿Ha estado en las noches anteriores?
Esta es su primera vez. Ud. nunca ha visto las visiones del Señor obrar.
73 Ahora, le voy a pedir a cada uno que incline sus rostros para este hombre paralizado
con la embolia, que ustedes oren con todo el corazón junto conmigo, que juntas nuestras
oraciones puedan ayudar a este pobre hermano querido. Ud. es un Cristiano.
Ahora, bondadoso Padre celestial, estamos tan enamorados de Ti, y sabemos que Tú
tienes todo el poder en los cielos y la tierra. Y estoy pensando en este querido hombre,
parado aquí arrastrando su pie y con su brazo colgando, balanceándose a su lado. Satanás
ha determinado afligirlo y detenerlo. Y estamos orando con todos nuestros corazones,
pidiendo que el amor qué está en nuestros corazones por él sea proyectado a Tu trono, y
que allí la gracia soberana de Cristo responda, y toque este cuerpo, y le quite esta embolia.
Oh, bendito Salvador, que nuestra fe esté fuerte. Y que nuestro hermano se recupere, en el
Nombre de Jesús lo pedimos.
74 Y ahora, le voy a pedir a la audiencia si ellos solo mantienen sus rostros inclinados,
solo un momento. Por favor no miren, porque al hacerlo, ustedes interfieren solo un
poquito. ¿Podrían solo mantener sus rostros inclinados? No sé si Dios tocará al hombre. Yo
no sé. Solo se lo estoy pidiendo. Y por favor ahora, si escuchan mi voz, mantengan sus
rostros inclinados.
Ahora, les voy a pedir [Palabras no claras] les voy a pedir que levanten la [Palabras no
claras]. Levante su mano. Lo hubiera podido hacer… [Palabras no claras] Muy bien, pueden
levantar sus rostros. A él se le cayó el sombrero, sus manos están levantadas; sus pies
están sueltos; y Dios ha sanado al hombre. Camine por este lado. Puede bajar de la
plataforma feliz. Camine como un hombre joven [Palabras no claras]. Digamos: “¡Gloria a
Dios!”.
Aquí está la dama con los aparatos ortopédicos, se los acaba de quitar. Gracias sean
dadas a Dios. Amén.
Digamos una oración, oren una oración a Dios de gratitud. Padre Celestial, en el
Nombre de Jesucristo te damos la alabanza, gracias por todo lo que Tú has hecho. Tú eres
el Cristo vivo, y te pedimos tus bendiciones eternas sobre aquellos que están esperando. En
el Nombre de Jesús lo pedimos. Amén.
75 [El Hermano Vayle dice: “Esta es la Hermana [Palabras no claras] se está volviendo
ciega de una infección en el riñón”]. ¿Puede venir, Hermana? Ahora, por favor ore, es difícil
detener la visión, ¿ven? Pero yo… Las visiones son un don profético que manda la presencia
del Espíritu Santo a través de la audiencia, y Uds. lo reciben. Este es un don de sanidad. El
Ángel del Señor…. ¿han leído mi libro? Él dijo que con… Y yo no lo he practicado por un
tiempo. Pero Él dijo: “Si consigues que la gente crea…”.
Yo dije: “Ellos no me creerán, porque no tengo educación”.
Él dijo: “Se te serán dadas dos señales para hacerlas delante de la gente, y por esto
ellos te creerán”.
76 Y el Dr. Lee Vayle, sentados el día de hoy, me estaba diciendo cómo es que él me
había observado en Portal, Ore… O, en Washington, en la gran arena de hielo, y en
Vancouver, cómo la gente estaba siendo sanada. Él dijo: “Hermano Branham, ¿qué ha
sucedido?”.
Yo dije: “La gente se junta por las visiones”.
Él dijo: “¿Hay alguna forma en la que usted pudiera [Palabras no claras]… solo por un
ratito y ejercitar el don que Dios le ha dado?”.
Le respondí: “Él me dijo que si yo era sincero, nada impediría la oración”. Y yo creo
que, tal vez, he omitido muchas cosas. Al pueblo americano se le tienen que imponer las
manos. Esa es su manera.
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 19

77 Ahora, hermana, la ceguera es una cosa horrible, y yo ciertamente no quisiera verla


ciega. Pero Jesús de Nazaret tocó al hombre ciego por la puerta de Jericó, y él recibió su
vista. ¿Cree que Dios la sanará esta noche? Ahora, inclinemos nuestros rostros solo un
minuto.
Oh, misericordioso Padre Dios, a Quien amamos y confiamos, te damos a Ti la
alabanza y la gloria. En presencia de esta audiencia te damos las gracias por Jesús Tu Hijo,
y te alabamos por Su gracia expiatoria por nosotros. Y si Tu Presencia está aquí sanando a
los enfermos y haciendo que los afligidos mejoren… Y ahora, esta nuestra querida hermana
viene confesando su fe, sabiendo que se está volviendo ciega. Pero ella ha venido a Ti, y
como Tu siervo yo la llevo a Cristo, y con mis manos puestas sobre ella por una comisión
de Dios, pido que la ceguera se vaya de sus ojos, y que la infección abandone su cuerpo, y
que permanezca a lo largo de su vida con buena visión. En el Nombre de Jesús esto llegará
a acontecer.
78 Ahora, con sus rostros inclinados, con sus ojos cerrados solo un momento. Ahora
[Palabras no claras]. Ahora bien, hermana, sin saber qué tan bien estaban sus ojos, quiero
que voltee a verme. ¿Puede ahora ver bien? ¿Me puede ver bien? ¿Puede ver mejor,
diferente a como lo hacía cuando subió a la plataforma? ¿Me puede decir en este momento
cuántos dedos tengo arriba? ¿Qué dijo? ¿Puede creer que su ceguera ha cesado? ¿Puede
leer eso ahora?
Muy bien, pueden levantar su cabeza. La dama no podía leer; se estaba volviendo
ciega sin sus lentes. Y aquí ahora ella puede leer la Biblia. Y ella no podía… ¿Puede ver bien
ahora? Levante su mano si es así. Ahora, démosle a Dios la alabanza y las gracias por Su
bondad por sanar a la dama.
Oh, nuestros corazones están felices Padre, por Tu gracia sanadora [Palabras no
claras]. Y que nuestra apreciada hermana sea completamente sana a partir de esta noche.
Que ya nunca la vuelva a molestar. Que su doctor escriba su testimonio de cómo la
infección abandonó su cuerpo. Oramos en el Nombre de Cristo y te damos las gracias.
Amén. Dios le bendiga, hermana, y crea que va a estar bien.
79 [El Hermano Vayle dice: “Esta es la Sra. Brown de Adrian, Michigan. Ella tiene un
problema estomacal”.] Problema estomacal eso es algo horrible, hermana. Al comer, el
sistema nervioso está en el estomago, y cuando el estomago se torna ácido, la comida no
se digiere bien, y es algo feo. Yo sufrí mucho de eso cuando era joven. Pero, luego el Señor
me sanó. Y estoy seguro que Él lo hará con usted.
Usted es una Cristiana, y cree que el Señor la sanará. Y Ud. está consciente que yo
solo soy su hermano, pero Jesús es el Cristo; Él está aquí para sanarla. Que la audiencia
incline sus rostros y ore ahora junto conmigo.
Ahora, bondadoso Padre celestial, a medida que esta damita nerviosa viene aquí, con
su rostro inclinado… Y ella sabe que Tú eres el Gran Médico. Y su amor está alcanzando…
[Palabras no claras] lo puede. Y es por eso que ella está parada aquí. Su amor se extiende
hacia arriba. Y Tú amor se extiende hacia abajo. Y cuando el amor se proyecta de esta
forma, seguramente la gracia soberana tomará su lugar y la sanará. Concédelo, Señor. Lo
pido en el Nombre de Jesús, y por Su causa, y la de esta dama. Amén.
Ahora, hermana, por supuesto que ahora, no hay nada visible que se pueda mostrar
que Ud. puede comer, que su estómago ha sanado. Pero ¿cree Ud. que está sanado
[Palabras no claras] con todo su corazón? Muy bien. Ahora, solo vaya y coma, como
siempre lo ha hecho, dándole a Dios la alabanza. Y denos su testimonio. ¿Hará eso? Gracias
sean dadas a Dios por su sanidad. Dios le bendiga.
80 [El Hermano Vayle dice: “[Palabras no claras]… la plaga Webster con una condición
nerviosa”]. Eso es algo horrible. Es algo muy serio que es… [Palabras no claras]. Es algo
horrible, parecido a una sombra de muerte, y siempre lo hace a uno sentirse tan enojado.
Pero Uds. saben, todos le siguen diciendo: “Oh, ya contrólate”. ¿Cómo? ¿Cómo puede
hacerlo cuando algo lo está persiguiendo? Pero Ud. dice: “Quizás Ud. no se siente atado”.
Pero… [Palabras no claras] todo es verdad. Pero Ud. sabe que Jesús puede sanarla. ¿No es
así, hermana? Sí, Dios le bendiga. Ahora, inclinemos nuestros rostros solo un momento por
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 20

esta hermanita nerviosa.


Y Padre, esta es la querida bebé de alguna madre, tal vez la esposa de alguien, tal vez
la madre de algún hijo. Y ella se encuentra aquí con una melancolía. Satanás la está
poniendo nerviosa. Oh, él quiere que ella cometa suicidio. Él la puede enviar al asilo para
dementes, hacer que ella se siente en una celda acojinada… [Palabras no claras] contra la
pared. Pero ella ha dado un paso al frente para confesar su amor. Y está extendiendo su
mano justo ahora… [Palabras no claras]. Oh, Dios, haz descender la gracia soberana. Y que
el Espíritu Santo corra a este enemigo de ella. Y que en este preciso momento se vaya de
ella, y que jamás regrese. Y que ella pueda ser feliz el resto de su vida, y libre de esta
enfermedad y aflicción. Por medio del Nombre de Jesús.
Ahora, con sus rostros inclinados solo un momento. Ahora, hermana, ¿podría mirar
hacia acá? ¿La ha dejado? ¿Se siente ahora bien? ¿Se ha ido todo? Amén. Ahora, pueden
levantar su rostro. Ahora, puede bajar de la plataforma feliz, regocijándose, alabando a
Dios [Palabras no claras]. Déjenos tener noticias suyas. Dios le bendiga.
81 [El Hermano Vayle dice: “El pequeño David [Palabras no claras] un nódulo en su
muñeca”]. Viene un niñito para que se ore por él. Muy bien [Palabras no claras]. Un nódulo
en la muñeca del niño. ¿Inclinamos nuestros rostros?
¿Es usted el padre? ¿Es Ud. Cristiano? ¿Cree que Dios puede remover este nódulo? ¿Le
amará a Él, y le alabará, y criará a este niño para que le sirva a Él, si Él hace que este
crecimiento se vaya de su cuerpo?
Querido Padre Celestial, a medida que este pequeño niño rubio, ojos azules permanece
aquí, estoy pensando en mi propio pequeño José en casa, quien quizás está llorando esta
noche: “¿Dónde está papi?”. Pero estoy aquí como siervo del Señor, orando por el tesoro de
este hombre, significa tanto para él así como mi hijo significa para mí. Y Dios, Tú nos
amaste de tal manera y a nuestros hijos, que diste Tu Hijo unigénito, para que a través de
Su sacrificio [Palabras no claras] nos pudiera salvar y sanar nuestros cuerpos.
Y este crecimiento que está en la muñeca de este niño, yo ahora como siervo de
Cristo, lo condeno en base a la confesión de este hombre que viene, quien ofreció al niño
para que se orara por él, y pido en el Nombre de Jesús, el Hijo amado de Dios, que Él quite
el crecimiento de la muñeca del niño, para la gloria de Dios y el testimonio de Cristo.
Porque es en el Nombre de Jesús que lo pedimos, mientras nuestro amor, el pequeñito no
lo entiende, nosotros [Palabras no claras] con todas sus fuerzas. Y ahora, que la gracia
soberana conceda lo que has pedido.
Con todo rostro inclinado, cada ojo cerrado en oración… El nódulo se ha ido de la
muñeca del niño [Palabras no claras].
Le damos la alabanza a Dios y las gracias por Su sanidad [Palabras no claras], amable
señor. Y sí, ahora todo va a estar bien. Y bendito sea ahora su corazón. Dios le bendiga,
señor.
¿Ven que tan gran es nuestro Señor? ¡Cuán grande es Él! ¡Cuán grande es Él! Ahora,
le damos las gracias a Dios por Su bondad. Muy bien, Hermano Vayle…
82 [El Hermano Vayle dice: “La Sra. Holstrom de Columbus. Ella tiene hinchazón en las
piernas”]. Sra. Holstrom,, yo… Son… Ud. es Cristiana… [Palabras no claras]. La expresión
suya en esta reunión nos dará a entender que Ud. es creyente. Y ahora, Ud. ha venido
puesto que está enamorada de Cristo, para saber que esta hinchazón es malvada. Y Ud.
ama al Señor. Y Ud. viene ahora a proyectarle amor a Él. Y yo vengo a ofrecer la mía junto
con la de usted. Y que la gracia soberana descienda y la sane y que nunca más vuelva a
tener la hinchazón. Ud. lo va a creer, ¿no es así? ¿Puedo tomar su mano solo como punto
de contacto?
Querido Padre Celestial, mientras cientos de personas en este edificio, Cristianos que
están creyendo, hombres y mujeres nacidos de nuevo, muchachos y muchachas, que ahora
están proyectándote su amor junto con esta hermana que tiene hinchazón en su cuerpo… Y
ella está aquí para creer, y para aceptar, y para mandarte a Ti su amor, para caminar
delante de estas personas en esta noche, ante hombres que pueden orar por ella, creyendo
Cuando El Amor Divino Se Proyecta 21

que Tú condenarás la enfermedad de su cuerpo y le extenderás buena salud. Oh, Dios, con
todo mi corazón oro que Tú concederás esta bendición para ella. En el querido Nombre de
Jesús lo pido.

Sermones Por el
William Marrion Branham
“...en los días de la voz...” Apoc.10:7

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