Farkas, Andrei; Montañés, Diego; Ubieto, Laura; Grupo 2, Magisterio de Primaria

PRÁCTICA I.

Resumen del vídeo “Historia de una vida (Desarrollo humano) en 10 minutos”

El ser humano está en continuo cambio hasta el último momento de su vida, sufre
cambios biológicos, psicológicos y sociales.

La vida comienza con la fecundación, al juntarse un óvulo y un espermatozoide dando

lugar a una mezcla de ADNs única. En los siguientes 9 meses, el cigoto unicelular se divide
hasta convertirse en un embrión y, tras esto, en un feto. Responde a estímulos externos e
internos y, cerca del final del desarrollo prenatal, ya le empiezan a funcionar los sentidos.
Una vez ya nacido es completamente dependiente de sus padres para sobrevivir. Aún así,
cuenta con ciertas habilidades y mecanismos básicos, como los cinco sentidos, con los que
capta información del entorno; algunos reflejos para su supervivencia; cuenta con un sistema
de comunicación no muy potente como es el llanto, lo cual también demuestra que cuenta, al
menos, con una emoción; y, algo importantísimo en todo esto es, su curiosidad por el mundo
que le rodea.

Todos estos recursos se van volviendo más complejos gracias a la ayuda de los
adultos. Los reflejos se convierten en movimientos intencionados y habilidades motoras,
logrando incluso desplazarse sobre los 6 meses y, sobre el año, ya suelen caminar, gracias a lo
cual consiguen más libertad para explorar. En unas pocas semanas surgen las cinco
emociones básicas: miedo, ira, felicidad, tristeza y sorpresa; más tarde aparecen las más
complejas, como la vergüenza o el orgullo. Por otro lado, la comunicación se va elaborando
mediante ruidos y gestos y, tras esto, las primeras palabras.

En esta época también desarrolla el apego, el niño se apega al adulto que le cuida y le
da cariño. El lazo que se forme será de crucial importancia, ya que un buen apego le permitirá
desarrollarse social y emocionalmente con normalidad.

Con dos años el niño aprende a hablar, se produce un salto cualitativo en su desarrollo
que modifica su forma de relacionarse con el mundo y la forma de entenderlo. Así, se da paso
a la infancia, que dura hasta los 6 años. En esta edad ocurre algo muy importante, el niño se
pasa el día jugando. Durante estos años su habilidad motora mejora de forma espectacular, así
como su lenguaje; también sus capacidades mentales se siguen desarrollando. Sobre los 3
años ya se identifica como niño o niña. Cada vez se vuelve más maduro pero su forma de
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pensar sigue siendo todavía subjetiva e imaginativa. También se va convirtiendo en un ser

más autónomo, ganando más autoconfianza; aunque esto implica más trabajo para sus padres,
que deben supervisar y poner límites a lo que haga, ejerciendo ahora un estilo educativo
particular, lo cual también marca su desarrollo socioemocional. Sobre los 7 años ya va a la
escuela, aprende cosas nuevas y sigue con esa curiosidad por el mundo, comienza a controlar
la imaginación desbordante de años atrás y además se vuelve lógico. Aprende a leer y
escribir, conceptos matemáticos; sabe cada vez más de todo. Sigue creciendo pero más
lentamente, lo cual es bueno para que pueda desarrollar sus habilidades motoras. Ahora que
va al cole, su mundo social también se expande y se encuentra con niños de su edad; por lo
que tendrá que aprender a ajustarse, lo cual es genial para su crecimiento social.

Llega la adolescencia, la época más difícil y estresante de proceso vital, el paso de

niño a adulto. Lo primero es la pubertad. Debido al trabajo de ciertas hormonas se producen
cambios físicos espectaculares, las chicas tienen su primera menstruación y los chicos su
primera eyaculación. El adolescente comienza ahora un proceso de autodefinición para
desarrollar su propia identidad. Esto lleva a que se aleje de sus padres en todos los aspectos y
los choques se vuelven inevitables. Los amigos se vuelven una fuente de apoyo y de
información así como de entretenimiento, por lo que pasan más tiempo con ellos. También se
despierta el deseo sexual y se dan las primeras experiencias. Respecto a su desarrollo mental,
su pensamiento ha dejado de ser concreto y se ha vuelto abstracto y formal y, de esta manera,
al finalizar esta etapa, logra obtener una identidad sexual, oral, política y religiosa.

La edad adulta comienza con las habilidades intelectuales y físicas plenas. Es una
etapa de gran actividad física e intelectual, por lo que se busca la realización personal y las
relaciones más íntimas como una pareja con la que consolidar una familia; o, por el contrario,
continuar la vida sin un compromiso con nadie.

Con 40 años ya comienza el deterioro físico y visual, los huesos pierden fortaleza,
salen arrugas, canas, etc. Todos estos cambios hacen pensar de manera distinta, reflexionando
y meditando sobre lo que se ha vivido y lo que queda por vivir. Así, se llega a dos caminos, el
de revivir una especie de 2ª adolescencia o el de guiar a las nuevas generaciones. A los 50
llega un hito importante, en la mujer la menopausia y en el hombre la andropausia. También
se produce el llamado nido vacío debido a la salida de los hijos de casa. A los 65 la persona
se jubila y gana tiempo libre, pero pierde en funciones y un rol y se debe adaptar a un nuevo
estilo de vida. Progresivamente, se va produciendo un deterioro en todas las funciones y se
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comienzan a perder seres queridos. Por eso, la persona vive cada vez más aislada, el deterioro
sigue y surgen las enfermedades y lo único que queda es reflexionar sobre su vida para poder
aceptar la muerte, la cual llega una vez todas las actividades vitales del organismo dejan de
funcionar.

TEMA SELECCIONADO PARA EL TRABAJO:

TEMA 5. DESARROLLO DEL LENGUAJE