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ESCUELA DE EDUCACIÓN

Licenciatura en Organización y Gestión Educativa

Materia: Introducción a la
Investigación Educativa
Documento de cátedra
Profesores: II
Esp. Clotilde Baravalle
Esp. Cecilia Barni
Presentación
El documento de cátedra que se tiene entre manos pretende guiar el estudio y facilitar la comprensión del
armado del objeto de estudio. En esta etapa, es imperativo concentrarnos en la problemática/ objeto y evitar los
prejuicios
Es importante recordar que en el caso de que quiera profundizarlos, podrá consultarse la bibliografía sugerida
por la cátedra, al final de este documento.
.

Objetivos:
Que los cursantes sean capaces de:
- Revisar la pregunta inicial que guiará el trabajo de investigación.
- Comprender y utilizar las estrategias concretas para efectuar la búsqueda de material
bibliográfico.
- Formular los objetivos que orientarán el trabajo final de investigación.

Uno, dos, tres. Los primeros pasos del investigador


En el anterior documento de cátedra se brindó el concepto de investigación educativa y de método
de investigación; también se brindaron orientaciones para empezar a escribir la pregunta inicial
que actúa como disparador del trabajo de investigación.
Hasta allí ya hemos hecho dos de los primeros pasos que tiene que hacer todo investigador. El
caso particular de la pregunta inicial no es una cuestión menos importante, ya que orientará los
pasos siguientes que se irán haciendo.

El método
Estos pasos forman parte de una metodología que nos brinda una estructura general, una
secuencia básica para conseguir determinados fines. De hecho, el método, es entendido como un
camino lógico para hacer algo, una vía que conduce a un fin. Asimismo, exige pasos, un orden,
considerar por qué se sigue una secuencia y no otra (Davini, 2009).
Pensemos que en la vida cotidiana empleamos un método para emprender distintas acciones,
actividades o proyectos. Por ejemplo, para realizar un viaje, consideramos antes el destino al cual
queremos ir, cómo viajaremos (si en avión, auto, colectivo, barco…), si contamos con un buen
presupuesto para dirigirnos allí, con quién iremos y cuántas personas seremos…

Las tres acciones básicas del procedimiento científico (y los avances en el trabajo de
investigación)
Un recorrido similar es el que estamos haciendo para realizar el trabajo de investigación, al que,
para graficarlo, lo presentamos en el gráfico que sigue a continuación y al que elaboramos en base
a la propuesta efectuada por Quivy y Campenhoudt (2005:22).
Gráfico I – Los avances en el procedimiento de investigación (Fuente: Elaboración propia en base a Quivy y Campenhoudt, 2005:22)

Estos autores Quivy y Campenhoudt (2005) explican que el proceso de investigación se conforma
a través de la sucesión de siete etapas a las que a partir de ahora llamaremos Avances para
brindar una significación positiva a las acciones realizadas en cada momento y que implicarán la
concreción de distintas metas que iremos fijando durante el transcurso de la cursada.
Cada uno de estos avances forma parte de tres acciones básicas que se realizan en el
procedimiento científico:
- La Ruptura: Es el primer acto de toda acción científica y lleva a dejar de lado todo prejuicio o
preconcepto que pueda tenerse en relación a la pregunta que se desea responder a través del
trabajo de investigación. Un ejemplo de prejuicio puede ser: Los problemas de comunicación
interna del centro educativo XX se deben exclusivamente al perfil de gestión que tiene su
equipo directivo. ¿Por qué decimos que es un prejuicio? En primer lugar, porque esta es una
afirmación que se tiene sin haberla demostrado a través de distintos canales de información,
en segundo lugar, porque los problemas de este tipo, en general, están producidos por una
multiplicidad de factores, además del estilo de liderazgo o de gestión que predomine en la
organización… pero esto solo puede comprobarse a través de la búsqueda bibliográfica.
- La Estructuración: Es el segundo acto y su importancia reside en el hecho de que ayuda a
concretar la Ruptura antedicha, ya que brinda un marco teórico con el que se puede
comprender la lógica del problema que se quiere resolver y sobre la que se tienen algunos
preconceptos de partida.
Es aquí cuando se busca bibliografía para fundamentar los conceptos troncales del trabajo de
investigación; se averiguan cuáles son las principales líneas teóricas sobre la temática, qué
autores o académicos reconocidos la han estudiado, etc.
Sin esta estructuración, no habrá posibilidades de realizar una experimentación o trabajo de
campo válido (Quivy y Campenhoudt, 2005: 23). De hecho, “en las ciencias sociales no puede
haber comprobación fructífera sin la estructuración de un marco teórico de referencia (…) y
válidamente constituido” (2005:23).
- La Comprobación: Una proposición o problema puede ser considerado científico en la medida
en que puede ser comprobado mediante hechos. Precisamente, la Comprobación es el acto
en el que se pone a prueba una proposición (Quivy y Campenhoudt, 2005: 23).

Los tres actos no son independientes, ni tampoco constituyen momentos estancados, sino que se
sostienen entre sí y coadyuvan a la concreción de los otros durante TODO el trabajo de
investigación. Asimismo, como ya lo hemos mencionado, cada uno de estos actos, se concretan
en el transcurso de una sucesión de fases en las que se realizan distintas acciones y que se
agrupan en siete etapas (Quivy y Campenhoudt, 2005).
Los avances en el trabajo de investigación
Si bien estas fases –o avances- se grafican en forma muy esquemática y casi en una secuencia
lineal, se debe tener en cuenta que interactúan en forma permanente durante el desarrollo del
trabajo de investigación, desde el inicio hasta el fin.

a. Avance 1 – La pregunta inicial


Se concreta con el planteo y la reformulación de la pregunta inicial que por el momento tendrá la
función de guiar la investigación.
A esta altura de la materia, cada uno ya ha redactado su pregunta inicial, no obstante, esta podrá
tener algunas modificaciones.
Aquí solo recordaremos algunas cualidades que deben tenerse en cuenta para que la pregunta
esté bien redactada:
- Claridad: debe ser precisa y concisa.
- Factibilidad: debe ser realista.
- Pertinencia: Se refiere al registro del que depende la pregunta inicial (si repercutirá en una
respuesta de tipo explicativo, normativo, descriptivo…)

b. Avance 2 – La exploración
Este avance será el que comenzaremos a realizar a partir de este momento y nos ayudará a
obtener información veraz y confiable en relación a la pregunta que cada uno se ha planteado.
El punto clave es “saber qué hacer para lograr que esa información sea de calidad, qué tenemos
que hacer para explorar el terreno y conformar una problemática de investigación válida.
Así empezaremos a leer. Sí, a leer… aunque esta tarea resulte trabajosa y a veces nos fastidie,
nos abrirá un campo nuevo de saber y nos impulsará a buscar nuevos canales de información.
Si bien Quivy y Campenhoudt (2005) explican que en este momento pueden realizarse otras
operaciones (como entrevistas exploratorias y otros métodos complementarios) aquí por el
momento nos centraremos en brindar algunos métodos de trabajo que efectivicen la lectura, sin
producir un gasto de energías y de tiempo innecesarios.

b.1. Las lecturas


Vale partir de la consideración que, a esta altura de trabajo y de recorrido profesional, no todos
tenemos desarrollado el hábito de la lectura. Ya sea por gusto o disgusto, algunos estamos
acostumbrados a leer una mayor o menor cantidad de material bibliográfico y de distintos géneros.
Sea uno u otro caso, para realizar el trabajo de investigación tendremos que habituarnos a leer
material de corte académico, que naturalmente tiene un carácter más abstracto y demostrativo.
Estas cualidades, dependiendo de nuestro habito lector, harán que necesitemos de una mayor o
menor cantidad de tiempo para llegar a comprender el material.

La lectura nos ayuda a superar los prejuicios y conceptos que tenemos sobre un tema en particular,
asimismo, amplía el vocabulario y nuestro campo de ideas, facilita el planteo de buenas preguntas,
ayuda a que podamos ser capaces de señalar lo que otras personas no ven (Quivy y
Campenhoudt, 2005:46)... Agiliza nuestro pensamiento.
Cuando iniciamos un trabajo de investigación es muy poco “Cualquier trabajo de
probable que su tema nunca haya sido tratado con investigación se inscribe en
anterioridad. De todas formas, es muy frecuente tener la un continuum y se ubica en
impresión de que no hay nada sobre el tema, pero esta idea o con relación a corrientes
u opinión es producto de una información incompleta o de pensamiento que le
errónea (Quivy y Campenhoudt, 2005:46), de allí es que preceden e influyen en él”
tenemos que buscar, hurgar material bibliográfico
recurriendo a distintos medios, canales de información o (Quivy y Campenhoudt,
personas que tengamos como referentes. 2005:46).
En primer lugar, es importante ubicar la investigación en relación a los marcos conceptuales
establecidos para así brindar validez externa1 al trabajo. No obstante, como la intención de nuestro
trabajo final no es redactar una tesis de maestría o de doctorado, sino realizar “un estudio honesto
con una pregunta específica, es indispensable conocer un mínimo de trabajos referentes al mismo
tema o a las problemáticas relacionadas con éste (Quivy y Campenhoudt, 2005:46).

b.1.1. La selección y organización de las lecturas


Criterios de selección
La premisa con la cual tenemos que iniciar este punto es “disponemos de un tiempo de lectura
que es:
l-i-m-i-t-a-d-o” (Quivy y Campenhoudt, 2005:46).
Luego de un tiempo considerable de lectura, nada es más desmotivante que sentir que no hemos
avanzado nada o bien que nos falta mucho por recorrer. Es por ello que, cuando nos disponemos
a leer, el objetivo es aumentar nuestros conocimientos sobre la pregunta inicial y explotar al
máximo cada minuto de lectura (Quivy y Campenhoudt, 2005: 47).

Entonces ¿Qué tenemos que hacer?… Y ¿Cómo?

Quivy y Campenhoudt (2005:48) proponen cinco principios o criterios de selección:


Primer principio: partir de la pregunta inicial. Utilizarla como guía. De allí que es crucial que esté
bien redactada y que contenga los conceptos centrales que serán abordados en la búsqueda
bibliográfica.
Segundo principio: Planificar un programa de lectura que no esté sobrecargado, se adapte a
nuestra realidad profesional-familiar y que ayude a responder la pregunta inicial.
- No apabullarse: no es necesario, ni posible leer todo sobre el mismo tema en un tiempo
acotado; además, en la medida en que nos acostumbremos a leer, nos percataremos de que
ciertas ideas, temas y artículos de referencia se repiten.
- Ser prácticos: No leer en un primer momento los libros muy extensos y de vocabulario
complejo. Empezar por las obras (libros o artículos científicos) que presentan una reflexión
sintética sobre el tema.
Tercer principio: Buscar el material en el que no solo presenten datos, sino elementos de análisis
y de interpretación, que nos ayuden a responder y conceptualizar los términos claves de la
pregunta inicial.
Cuarto principio: Registrar los textos que describen distintos enfoques sobre el mismo tema o
fenómeno de estudio.
Quinto principio: En forma regular reservar espacios de “Una mentalidad bloqueada
tiempo que se dediquen a la reflexión personal, al nunca es creativa” (Quivy y
intercambio de ideas con compañeros de clase, con el tutor Campenhoudt, 2005:49)
o con otros docentes.

Dónde buscar el material


Las bibliotecas
Algunos puntos clave:
a. Buscar metódicamente:
- Si se lo considera pertinente se puede recurrir a especialistas que brinden sugerencias
sobre el material de preferencia a consultar.
1Si bien esta idea se retomará en sucesivas clases, en el caso de que se desee profundizarlo, puede confrontar la
obra de Quivy y Campenhoudt, (2005), Etapa 3. La Problemática.
- Antes de dirigirse a ellos ordenar en forma escrita o mental la información por la cual
se va a consultar.
- Detectar los conceptos principales de la pregunta inicial, que serán el eje rector de la
búsqueda.
b. Además de consultar libros específicos sobre el tema, no ignorar los artículos de revistas
científicas y las ponencias presentadas en Congresos y Jornadas académicas. Estos últimos,
por lo general, son más actuales que los primeros, debido a los tiempos propios en los que se
organizan de las editoriales.
c. Tener un listado preciso de algunas revistas científicas propias del ámbito que se quiere
investigar.
En lo que respecta al área de la educación existen muchas, entre otras podemos mencionar:
- Educación y Educadores:
http://educacionyeducadores.unisabana.edu.co/index.php/eye
- Revista de docencia universitaria: http://redaberta.usc.es/redu/index.php/REDU/index
- Revista de orientación educacional:
- Revista Mexicana de Orientación educativa: http://www.remo.ws/
- Revista Iberoamericana de Educación: http://www.rieoei.org/index.php
- Revista electrónica de investigación psicopedagógica: http://www.investigacion-
psicopedagogica.org/revista/new/index.php
- Revista de Educación Superior:
http://www.anuies.mx/servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/133/10.html
Es interesante conocer estas como otras páginas ya que desde allí puede ingresarse a
una gran cantidad de artículos de reciente publicación.
Además, existen otras revistas a las que solo se puede consultar en caso de estar
subscripto a ellas (en forma gratuita o pagando un costo no muy gravoso) o bien a través
de bases de electrónicas.
Las bases de datos constituyen un reservorio estructurado y organizado de material
digitalizado al que puede accederse con rapidez desde una computadora y teniendo una
conexión a Internet. Algunas de ellas son: EBSCO, Eric, Scielo, Dialnet, Proquest, Jstor y
Wilson Web. A estas puede accederse desde la biblioteca de la Universidad y se dedicará
un momento de la clase para poder aprovechar este servicio.

Tipos de fuentes
Entre el material que se busque y se seleccione podrán encontrarse distintos tipos de fuentes,
clasificadas en fuentes primarias y en fuentes secundarias.
- Las fuentes primarias: Son aquellas en las que podemos encontrar un documento original
con el texto completo. Algunos ejemplos son: los libros, revistas enciclopedias, actas de
congresos, tesis doctorales o de licenciatura, etc. (Aliaga Abad, s.f).
- Las fuentes secundarias: Son “las recopilaciones o resúmenes de las fuentes primarias
que no incluyen el documento original completo, sino, generalmente, un resumen o una
mención. En general, este tipo de fuentes están realizadas por autores diferentes a los de
las fuentes primarias” (Aliaga Abad, s.f).

c. Avance 3 – La Problemática
Una vez redactada la pregunta inicial y realizada la primera búsqueda bibliográfica, contaremos
con una mayor orientación para concretar el problema central de nuestra investigación.
Su definición es crucial para luego redactar los objetivos y posteriormente incluir una hipótesis en
el caso de que el trabajo la requiera.
“La problemática es el marco teórico personal a partir del cual se precisa la
pregunta inicial y se elabora la respuesta correspondiente. (…) Dicha
problemática está condicionada por las lecturas y la exploración que, a su
vez, dependen de la pregunta inicial” (Quivy y Campenhoudt, 2005:97).

De esta manera, es evidente la interacción que existe entre la pregunta inicial, la exploración y la
problemática. La división que se efectúa entre las fases, es para que resulte más claro el ejemplo
y no porque sean realmente autónomas (Quivy y Campenhoudt, 2005:97).
Lo que diferencia a la problemática de la estructuración, es el carácter operable que debe incluirse
forzosamente en esta última, porque debe servir de guía para la redacción de los objetivos, la
derivación de la hipótesis (en caso de que ésta exista) y el posterior diseño metodológico.

c.1. La redacción de los objetivos


Si bien este punto no es planteado por Quivy y Campenhoudt Importante recordar:
(2005), consideramos importante su inclusión ya que es un El trabajo de investigación
paso crucial en la investigación y al que se llega una vez que siempre tiene un
se han esclarecido la pregunta inicial y el problema principal de desarrollo espiralado, por
investigación. lo que no hay que
Su importancia reside en el hecho de que “establecen los asustarse si, en el
límites de lo que queremos estudiar y [el marco sobre el que momento de dar este
se] apoyará el resto de nuestra investigación; si estos son paso, el de la redacción de
endebles, todas las etapas que le siguen lo serán, y corremos los objetivos, tenemos que
el riesgo de que todo se venga abajo con mucha facilidad. En replantear algunos
consecuencia, debemos darle importancia a [su] redacción (…) detalles de la pregunta
y tomarnos el tiempo necesario para que (…) expresen inicial o del problema de
claramente hacia dónde apunta nuestra investigación” (Sautu investigación.
y otros, 2005:144).
Los docentes y directivos de instituciones educativas estamos acostumbrados a trabajar con ellos
en el momento de organizar el Diseño Curricular Institucional o una planificación áulica. De hecho,
sabemos que existen diversas clasificaciones y modelos… Aquí optaremos por una clasificación
sencilla, distinguiendo entre objetivos generales y objetivos específicos.

“Formular objetivos no es ni más ni menos que expresar con la mayor precisión


posible qué fines concretos se quieren alcanzar (…) Su nota más característica
es su formulación operativa, que indica lo que habrá que hacer para demostrar
su consecución (Bernardo Carrasco, 2000: 90)

Algunos autores (Sautu y otros, 2005: 145) mencionan las recomendaciones que hay que tener
en cuenta en el momento de su redacción y a las que solo citaremos sintéticamente para luego
abordar las diferencias que existen entre los objetivos generales y los específicos:
- Tener clara la diferencia entre el tema de investigación y los objetivos;
- Incluir sólo conceptos definidos en el marco teórico;
- Especificar la dimensión espacio-temporal de los objetivos de investigación;
- Redactar objetivos generales (no muchos) y otros específicos, incluidos en los generales;
- No confundir los objetivos específicos con los pasos necesarios para llevar adelante una
investigación.
- Expresar apropiadamente nuestra propuesta analítica.

Los objetivos generales y los objetivos específicos.


Los primeros, por lo general, se desprenden del mismo tema de investigación. Los específicos,
ayudan a concretar el objetivo general.
En el momento de su redacción, conviene hacerlos en tiempo infinitivo e iniciarlos con un verbo
que indique las intenciones que se persiguen (Sautu y otros, 2005: 145) y las acciones que se
realizarán para alcanzarlas.
En el momento de la elección del verbo hay que tener en cuenta que no todos tienen el mismo
significado (Sautu y otros, 2005: 145). Si bien esta idea resulta una obviedad, indica que el verbo
seleccionado predetermina el tipo de estudio que se efectuará desde el inicio y todas las acciones
que se realizarán de aquí en más2.

2Aunque este tema se estudiará posteriormente, vale la pena considerar que en forma general existen cinco tipos de
estudios y se clasifican en: Exploratorios, Descriptivos, Correlacionales, De diferencia entre grupos y Explicativos.
Referencias bibliográficas:
Aliaga Abad, F. (s.f.). Bases epistemológicas y proceso de investigación psicoeducativa. Valencia:
Universidad de Valencia.
Bernardo Carrasco, J. (2000). Técnicas y Recursos para el desarrollo de las clases. Madrid: Ed.
Rialp.
Davini, C. (2009). Métodos de enseñanza. Didáctica general para maestros y profesores. Buenos
Aires: Ed. Santillana.
Sautu, R.; Boniolo, P.; Dalle, P.; Elbert, R. Recomendaciones para la redacción del marco teórico,
los objetivos y la propuesta metodológica de proyectos de investigación en ciencias sociales.
En publicación: Manual de metodología. Construcción del marco teórico, formulación de los
objetivos y elección de la metodología. Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Rodolfo Elbert.
2005 ISBN 987-1183-32-1. Acceso al texto completo:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/campus/metodo/RSCapitulo 3.pdf
Quivy, R y Campenhoudt, L.B (2005) Manual de investigación en Ciencias Sociales. México: Ed.
Limusa.

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