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Autor
Falcón, Enrique M.
Sumario
1. La cuestión. Normativa
No es extraño que un deudor que se encuentre embargado en un juicio ejecutivo resulte
embargado en otros, ya sea anteriormente, de modo contemporáneo o con posterioridad,
pues no existe regla alguna que impida realizar más de un embargo sobre el mismo bien.
En ese caso resulta casi seguro que tendrá varios juicios en diversos juzgados.
a) Razón de ser de estas reglas. Llegado el momento del remate, por una razón
elemental de orden, éste tiene que realizarse ante un solo magistrado, pues "Cuando
existe más de un embargo, el ejecutante no puede percibir total o parcialmente su
liquidación del producido de los bienes embargados, sin trámites previos que conduzcan
a poner a los embargantes en condiciones de defender sus derechos" [1]. Este tema, si
bien considerado en los Códigos, puede ser objeto de diversas cuestiones, muchas de las
cuales no resultan totalmente claras. Sin perjuicio de lo cual no debe confundirse nunca
la prelación para tramitar la subasta, prelación en el orden de los embargos o de los
privilegios que se mantiene incólume, cualquiera sea el que intervenga en el remate
judicial [2], ni la intervención de otros interesados que no están tramitando un proceso
[3], ni la omisión en el pago de la tasa judicial [4].
b) La normativa nacional. En el ámbito nacional el artículo 568 del CPCCN establece
que: "Si el bien estuviere embargado en diversos procesos seguidos contra el ejecutado,
salvo disposición específica de otra ley que regule ejecuciones especiales, la subasta se
realizará en el que estuviere más adelantado en su trámite, con prescindencia de la
naturaleza o garantías que tuvieren los créditos. La preferencia que se acordare para la
realización del remate importa reconocer al acreedor que promovió el juicio donde se
ordena, la facultad de proponer martillero, si en el acto constitutivo de la obligación se
le hubiere otorgado esa prerrogativa".
Este texto responde a la reforma de la ley 22.434 y vino a reemplazar, en un nuevo
ordenamiento de los temas que realizó la ley citada, el anterior artículo 573, que
conforme con la ley 17.454 decía: "Si el bien estuviere embargado en diversos procesos
seguidos contra el ejecutado, la subasta se realizará en el que estuviere más adelantado
en su trámite, con prescindencia de la naturaleza o garantías que tuvieren los créditos".
Como se observa, la reforma vino a agregar el segundo párrafo, reconociendo facultades
ya establecidas en otras normas.
c) La normativa provincial. Los sistemas provinciales han seguido aproximadamente
estas líneas. En primer lugar debemos considerar que ni Córdoba, ni la Rioja, ni
Mendoza, ni Tucumán contienen una norma similar, mientras que siguen el régimen de
la ley 22.434 los códigos de Chubut (568), Misiones (568), Corrientes (568), Río Negro
(568), Santa Cruz (548) y Tierra del Fuego (504), mientras que las reglas de la ley
17.454 han sido receptadas por los Códigos de Buenos Aires (571), Catamarca (573),
Chaco (551), Entre Ríos (558), La Pampa (536), Neuquén (573), Salta (583), Santiago
del Estero (565), San Juan (557) y San Luis (573). Por su lado Santa Fe en el artículo
506 organiza el sistema de otro modo, dice: "Si hubiere embargos o inhibiciones de
fecha anterior, se exhortará a los jueces que los ordenaron a fin de que emplacen a los
peticionarios a presentarse deduciendo los reclamos dentro de diez días, bajo
apercibimiento de cargar con las costas de la reclamación tardía. Salvo la existencia de
privilegios o concursos, los embargos o inhibiciones fijan por su fecha de anotación el
orden de preferencia. Los posteriores se mandarán levantar por intermedio de los jueces
respectivos, los que notificarán previamente a los solicitantes". Véase que en este caso
la cuestión no está realmente planteada como preferencia sino por orden de los
embargos. Formosa representa un caso muy particular, porque siguiendo las normas de
la ley 17.454, incorporó las reglas de la ley 25.488, aunque debe mantener por el
momento la concordancia con el artículo 569.
d) Conocimiento de los otros procesos. A los fines de conocer otros embargos se
requiere la declaración del deudor, artículo 531, inciso 3° y 573, inciso 2° del CPCCN,
en los muebles y el informe del Registro pertinente en los inmuebles u otros bienes
registrables (art. 576, inc. 3°, CPCCN). Aquí, Arazi y Rojas señalan claramente: Para
ello es importante tener en cuenta dos aspectos; por un lado, que aquí adquieren
trascendencia las previsiones de los artículos 531, inciso 3°; 573, inciso 2°, y 576, inciso
3°, toda vez que estas normas, aludiendo en unos casos a los bienes muebles y en otros a
los bienes inmuebles, nos permiten informarnos sobre los otros acreedores embargantes
que eventualmente lleven otra ejecución contra el mismo bien, por lo cual se le deberá
dar la participación correspondiente, notificándoselo en oportunidad de que se decrete la
subasta [5].
2. La competencia
Existiendo la posibilidad de que varios jueces entiendan en la misma causa, resulta
natural que pueda haber conflictos en cuanto al modo de prevenir y al fuero de
atracción. En principio, los Códigos han establecido un orden de acumulación, pues,
llegada la etapa de la subasta, habiendo diversos procesos, ésta debe realizarse ante un
solo juez. Aquí se cambia el principio de prevención del artículo 189 del CPCCN, por el
del proceso más adelantado. Pero este sistema no contraría otras reglas de acumulación
como el fuero de atracción en los concursos, o la atracción que produce la expropiación,
ley 17.848.
a) Reglas generales sobre competencia. El sistema que previene la normativa en estudio
no modifica las reglas generales de competencia, que en el ámbito nacional siguen la
normativa de los artículos 7° a 13 del CPCCN. Así, cuando se trata de jueces de la
misma competencia territorial, habiendo un conflicto de competencia, tanto positivo
como negativo, corresponde la aplicación del artículo 24, inciso 7°, decreto-ley
1285/58, según ley 21.708, de manera que el conflicto lo decidirá la cámara de
apelaciones de la cual dependa el juez que primero hubiere conocido. En los demás
casos, no habiendo un superior común, interviene para dilucidar la competencia la Corte
Suprema.
b) Concursos. En el caso de los concursos, el artículo 21 de la ley 24.522, inciso 1°,
establece una regla especial sobre el particular, que no influirá luego en la acumulación
de la ejecución. Efectivamente, la norma citada dice: "La apertura del concurso
preventivo produce: 1°) La radicación ante el juez del concurso de todos los juicios de
contenido patrimonial contra el concursado. El actor podrá optar por pretender verificar
su crédito conforme a lo dispuesto en los artículos 32 y concordantes, o por continuar el
trámite de los procesos de conocimiento hasta el dictado de la sentencia, lo que estará a
cargo del Juez del concurso, valiendo la misma, en su caso como pronunciamiento
verificatorio". Por otro lado, el concurso preventivo del deudor no ejerce fuero de
atracción respecto de las garantías reales [6].
c) Otras ejecuciones especiales. La regla no es absoluta, ya que en este campo el mismo
Código reconoce la excepción en el caso de ejecuciones especiales. Este cambio se
produce por la naturaleza de la ejecución. El carácter de la acumulación no afecta los
privilegios, ni tampoco contraría las disposiciones legales previstas en leyes especiales -
artículo 38, ley 22.232, Banco Hipotecario Nacional; artículo 45, ley 21.629, Banco
Nacional de Desarrollo-. Fenochietto agrega a estos conceptos que la excepción
funciona frente al derecho concedido a instituciones oficiales a subastar bienes
gravados, como para el caso del Banco Hipotecario Nacional, si se promoviese la
ejecución administrativa del inmueble. Este derecho preferencial de venta directa, sin
actuación jurisdiccional, se pierde si el Banco optó por demandar su crédito en sede
judicial [7].