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SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 02063-2012-05-AAC
Departamento: Santa Cruz
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del
delito de trafico de sustancias controladas, solicitó la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso, misma resuelta previo análisis de los
datos del proceso, valoración y compulsa de los antecedentes por el “Tribunal
de Sentencia” que emitió la Resolución de 29 de marzo de 2012, declarando
extinguida la acción penal, fallo que fue apelado por el Ministerio Público,
instancia en la cual la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Santa Cruz, en contravención a los principios básicos de objetividad,
razonabilidad, certeza, con errónea e indebida interpretación y aplicación de la
norma, alejados de la línea jurisprudencial sobre la diferencia entre la extinción
y la prescripción, dictaron el Auto de Vista de 15 de junio de 2012, que admitió
la apelación y revocó la “prescripción de la acción penal” (sic), disponiendo la
prosecución del proceso con el argumento escueto que el presunto delito de
transporte de sustancias controladas, al tratarse de delitos de narcotráfico es
de lesa humanidad y por tanto imprescriptible, refrendado por el art. 145 de la
Ley 1008 y por Tratados Internacionales, por ser considerados de gravedad al
constituir una amenaza para la salud y un peligro constante para la sociedad.
I.2.3. Resolución
II. CONCLUSIONES
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el
accionante, Ramiro Condori Aguilar, por la presunta comisión del delito de
transporte de sustancias controladas, planteó la excepción de extinción de
la acción penal por duración máxima del proceso, la que fue declarada
probada a la vez que se ordenó la cesación de las medidas cautelares
personales y el archivo de obrados, mediante la Resolución de 29 de
marzo de 2012, emitida por el Tribunal de Sentencia de Puerto Suárez (fs.
2 a 3).
Es evidente que ha transcurrido más de tres años desde el primer acto del
procedimiento; sin embargo, tomando en cuenta que el proceso se
tramita en base al delito de transporte de sustancias controladas, hace
inviable la solicitud de extinción porque no se dan las condiciones
establecidas en la “Ley 1970”, en razón a que los Autos Supremos 402 de
13 de abril de 2007 y 413 de 17 del igual mes i año, establecen que los
delitos de narcotráfico son delitos de ”lesa humanidad” y por tanto son de
carácter imprescriptibles, así se encuentra refrendado por el art. 145 de la
Ley 100; es decir, que son considerados como graves que constituyen
una amenaza para la salud y un peligro constante para la sociedad en
general y que también han sido declarados imprescriptibles por Tratados
Internacionales como la Convención de Viena, mediante Ley 2116 de 11
de septiembre de 2000 (fs. 4 a 6).
(…)
2. Por amnistía;
8. Por prescripción;
Por su parte, el art. 308 del CPP, determina que las partes podrán
oponerse a la acción penal, mediante excepciones de previo y especial
pronunciamiento descritas en dicho artículo, encontrándose entre ellas
el núm. 4, que señala la: 'Extinción de la acción penal según lo
establecido en los artículos 27 y 28 de este Código'. Por consiguiente, la
excepción de extinción de la acción penal por prescripción debe ser de
previo y especial pronunciamiento, contenidas en el art. 27, entre ellas
la que determina 'por duración máxima del proceso' toda vez que está
contemplado en la norma procedimental y porque también es una
forma extraordinaria de poner fin al proceso.
Artículo 112. Los delitos cometidos por servidores públicos que atenten
contra el patrimonio del Estado y causen grave daño económico, son
imprescriptibles y no admiten régimen de inmunidad”.
Ley 1008
“Artículo I
Los crímenes siguientes son imprescriptibles, cualquiera que sea la
fecha en que se hayan cometido:
a) Los crímenes de guerra según la definición dada en el Estatuto
del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, de 8 de agosto de
1945, y confirmada por las resoluciones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas 3 (I) de 13 de febrero de 1946 y 95 (I) de 11 de
diciembre de 1946, sobre todo las 'infracciones graves' enumeradas en
los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, para la protección
de las víctimas de la guerra;
b) Los crímenes de lesa humanidad cometidos tanto en tiempo de
guerra como en tiempo de paz, según la definición dada en el Estatuto
del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, de 8 de agosto de
1945, y confirmada por las resoluciones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas 3 (I) de 13 de febrero de 1946 y 95 (I) de 11 de
diciembre de 1946, así como la expulsión por ataque armado u
ocupación y los actos inhumanos debidos a la política de apartheid y el
delito de genocidio definido en la Convención de 1948, para la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio aun si esos actos no
constituyen una violación del derecho interno del país donde fueron
cometidos.
Artículo II
Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las
disposiciones de la presente Convención se aplicarán a los
representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que
participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la
perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para
cometerlos, cualquiera que sea su grado de desarrollo, así como a los
representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración.
Artículo III
Los Estados Partes en la presente Convención se obligan a adoptar
todas las medidas internas que sean necesarias, legislativas o de
cualquier otro orden, con el fin de hacer posible la extradición, de
conformidad con el derecho internacional, de las personas a que se
refiere el artículo II de la presente Convención.
(…)
“Artículo 6
POR TANTO