Ensayo Gestión Urbanística - NR

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MOVILIDAD Y HABITABILIDAD DE LOS ESPACIOS A TRAVÉS DE NUEVOS MODELOS

DE CIUDAD
Durante el proceso de aislamiento generado por la pandemia del Covid-19, las poblaciones
alrededor de todo el mundo ratificaron, a través de las restricciones de movilidad y
relacionamiento dictadas por los gobiernos nacionales, la necesidad de crear una nueva forma
de vida, inicialmente con el fin de preservar su seguridad en cuanto a la salud pública, pero sin
dejar de lado la conciencia de mantener, en la medida de lo posible, los diferentes modelos
productivos, con el fin de poder subsistir. En este proceso de adaptación al cambio, descubrieron
y en algunos casos ratificaron que las propuestas de modelos de ciudades con multicentralidades
y sistemas de transporte alternativos, permiten una mejor calidad de vida mediante la
optimización del tiempo y del uso de los espacios.
El proceso de adaptación “obligado” y de rápida reacción generado por las medidas de
aislamiento social, permitió a las personas adoptar modelos que se asemejan a los propuestos
por Carlos Moreno en la Ciudad de 15 Minutos, donde propone una transformación del espacio
urbano, altamente monofuncional hacia una ciudad policéntrica, para ofrecer calidad de vida
mediante distancias cortas con el fin de acceder más fácilmente a las seis funciones sociales
esenciales: habitar, trabajar, aprovisionarse, cuidarse aprender y descansar. El aislamiento
prácticamente elimino las distancias, permitiendo a las personas adaptar los espacios para
satisfacer la mayor cantidad de necesidades esenciales posibles como habitar, trabajar, estudiar,
descansar y en algunos casos, realizar actividades de ocio y entretenimiento en un mismo
espacio.
Este cambio en la forma de vida, trajo beneficios y mejoras en la calidad de vida de las personas,
tales como la eficiencia en tiempos de desplazamiento, no solo para las personas que
desarrollaban sus actividades en un mismo espacio y las cuales eliminaron por completo sus
desplazamientos, si no, para las personas que no podían realizar su trabajo de manera remota
como es el ejemplo del sector construcción, salud, manufactura, etc., mejorando tanto el tiempo
como el confort en los sistemas de transporte público y privado, debido a la baja afluencia en los
sistemas de transporte público y los automóviles en las vías. Lo anterior con un aliciente adicional
y no menos importante en cuanto a temas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, bajo
la reducción significativa de las emisiones de CO2 producidas por los automotores que estuvieron
por varios meses estacionados.
Pero, como todo cambio, este generó nuevas necesidades, las cuales, desde muchos aspectos,
confirmaron la necesidad de reestructurar la forma en que se planea el desarrollo de las ciudades
y la forma en que se diseñan los espacios en los que inicialmente solo habitábamos para dormir,
pero los cuales se convirtieron en el lugar seguro y de desarrollo personal y profesional de las
personas, reconociendo la necesidad de tener espacios amplios, flexibles con la posibilidad de
adaptarse fácilmente al cambio, funcionales para ser utilizados en diferentes tipos de actividades
y cómodos para seguir siendo los lugares de descanso para los que fueron diseñados
inicialmente.
En cuanto a movilidad urbana, la propuesta de la ciudad de los 15 minutos de integrar la forma
de movilidad en bicicleta con el transporte público, generando carril de bicicletas en cada calle,
reduciendo la superficie tomada por los autos para estacionamiento a su máxima posibilidad y
transformándolas en lugares de encuentro, estacionamientos para bicicletas, y talleres para
reparación de las mismas en la ciudad de Paris, no está alejada del desarrollo de movilidad que
viene teniendo la ciudad de Medellín durante los últimos 25 años mediante su sistema integrado
de transporte (Metro de Medellín) y en los últimos años, promoviendo desde esa misma “Cultura
Metro” y con el acompañamiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, el uso de la bicicleta
con alternativas como el programa EnCicla, que permite a los ciudadanos llegar hacia la parte
plana y central de la ciudad mediante las diferentes alternativas de transporte público, como son
las 6 líneas de metrocables, desde las laderas y acceder a bicicletas alquiladas de forma gratuita
para finalizar sus desplazamientos hasta los lugares de estudio y/o trabajo en la parte plana de
la ciudad, buscando siempre alternativas de movilidad sostenible para el beneficio de las ciudad
y sus habitantes.
Esta propuesta ha sido complementada desde los últimos gobiernos con la creación de carriles
de ciclorrutas promoviendo el uso de la bicicleta y los desplazamientos caminando, con el fin de
preservar el medio ambiente y cuidar la salud. Adicionalmente, propuestas de reconfiguración
paisajística de la ciudad, con menos “calles grises” y mas espacios verdes para el esparcimiento
y relacionamiento social de las personas, con desarrollos como el Tranvía de Ayacucho, Parques
del Rio y las calles que poco a poco han dejado de ser para vehículos y se han convertido en
espacios de encuentro y esparcimiento, como por ejemplo en el sector de Provenza.
La propuesta desde los gobiernos, las administraciones y el sector privado en cuanto a
planeación de ciudad, deberá estar enfocada en generar calidad de vida a sus ciudadanos a
través de modelos de ciudad eficientes que permitan acortar los tiempos en desplazamientos
diarios desde los lugares de residencia hacia los lugares de trabajo, planificando ciudades que
dejan atrás el concepto de tener ciudades “industriales” y ciudades “dormitorio”, desarrollando
ecosistemas integrados de ciudad donde se puedan satisfacer todas las necesidades básicas y
de entretenimiento a una distancia que se pueda caminar o permita utilizar la bicicleta.
Adicionalmente, se debe replantear la propuesta de desarrollo arquitectónico, diseñando
espacios flexibles y adaptables que satisfagan las diferentes necesidades de los usuarios.
NATALIA ROLDÁN ALVAREZ.

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