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Ley 40/2015
Nos adentramos en el capítulo V del título preliminar de la Ley 40/2015 de Régimen Jurídico del Sector Público,
denominado “Funcionamiento electrónico del sector público” e integrado por los artículos 38 a 46 bis.
CAPÍTULO 5º
“Funcionamiento electrónico
del sector público”
La sede electrónica
La sede electrónica queda recogida en el artículo 38, en el que, en primer lugar, se establece
su concepto. La sede electrónica es la dirección electrónica, de la que será titular la
Administración Pública correspondiente, o bien uno o varios organismos o entidades de
derecho público en el desarrollo de sus respectivas competencias, puesta a disposición de los
ciudadanos a través de redes de telecomunicaciones.
Además, será cada Administración Pública la que determinará las condiciones y las
herramientas de creación de las sedes electrónicas, sometidas a los principios de
transparencia, publicidad, responsabilidad, calidad, seguridad, disponibilidad, accesibilidad,
neutralidad e interoperabilidad. Asimismo, siempre deberá quedar asegurada la identificación
del órgano titular de la sede y los medios disponibles para la formulación de sugerencias y
quejas.
Portal de Internet
El portal de Internet se recoge en el artículo 39. El precepto se limita a regular su alcance conceptual, definiéndolo como el
punto de acceso electrónico del que será titular la Administración Pública, organismo público o entidad de derecho público
correspondiente que proporcionará el acceso a la información pública y, cuando proceda, a la sede electrónica correspondiente
a través de Internet.
Sistemas de identificación de
las Administraciones Públicas
Los sistemas de identificación de las Administraciones Públicas están contemplados en el artículo 40. Es importante
saber que cada Administración Pública podrá identificarse a través del uso de un sello electrónico basado en un
certificado electrónico reconocido o cualificado en el que concurran los requisitos exigidos por la legislación de firma
electrónica.
El contenido mínimo de estos consistirá en el número de identificación fiscal y la denominación correspondiente, así
como, cuando proceda, la identidad de la persona titular en los supuestos de sellos electrónicos de órganos
administrativos.
Además, la relación de sellos usados por cada Administración Pública, incluyendo las
características de los certificados electrónicos y los prestadores que los expiden, deberá ser
pública y accesible por medios electrónicos. Asimismo, cada Administración Pública
procederá a adoptar cada una de las medidas que resulten adecuadas para facilitar la
verificación de sus sellos electrónicos.
finish
Actuación administrativa
automatizada
La actuación administrativa automatizada queda recogida en el artículo 41. El precepto aborda la materia señalando que esta
consiste en cualquiera acto o actuación de una Administración Pública desarrollada completamente por medios electrónicos en
el ámbito de un procedimiento administrativo en el que no ha intervenido de manera directa un empleado público.
Es requisito previo a la actuación administrativa automatizada el establecimiento del órgano u órganos competentes, según
corresponda, para definir las especificaciones, programación, mantenimiento, supervisión y control de calidad y, cuando
proceda, la auditoría del sistema de información y su código de fuente. Además, también deberá quedar determinado el órgano
identificado como responsable a efectos de impugnación.
Los sistemas de firma para la actuación administrativa automatizada se encuentran consagrados en el artículo 42.
Cada Administración Pública tiene potestad para estipular, en el ejercicio de la competencia en la actuación
administrativa automatizada, los supuestos de utilización de los siguientes sistemas de firma electrónica:
La regulación de la firma electrónica del personal al servicio de las Administraciones Públicas queda recogida en el artículo 43,
que establece que, cuando en la actuación de una Administración, órgano, organismo público o entidad de derecho público se
utilicen medios electrónicos, esta será desarrollada a través de la firma electrónica del titular del órgano o empleado público.
Será cada Administración la que establecerá los sistemas de firma electrónica que deben ser usados por su personal, que
podrán identificar de manera conjunta al titular del puesto de trabajo o cargo y a la Administración u órgano en el que presta
sus servicios. No obstante, por motivos de seguridad pública, estos sistemas podrán hacer mención solo del número de
identificación profesional del empleado.
El intercambio electrónico de datos en entornos cerrados de comunicación se encuentra contemplado en el artículo 44.
Serán considerados válidos, a efectos de autenticación e identificación de los emisores y receptores, de acuerdo con este
precepto, los documentos electrónicos transmitidos en entornos cerrados de comunicaciones establecidos entre
Administraciones Públicas, órganos, organismos públicos y entidades de derecho público.
Además, en los casos en los que los participantes en las comunicaciones formasen parte de una misma Administración
Pública, esta estipulará las condiciones y garantías por las que se regirá, debiendo determinar, como mínimo, la relación
de emisores y receptores autorizados y la naturaleza de los datos que se van a intercambiar.
Por último, el precepto señala que es imprescindible que quede garantizado, en todo caso,
la seguridad del entorno cerrado de comunicaciones y la protección de los datos que se
transmitan.
Datos que
se transmitan
Aseguramiento e interoperabilidad
de la firma electrónica
El artículo 45 desarrolla la materia relativa al aseguramiento e interoperabilidad de la firma electrónica. Las Administraciones
Públicas tienen reconocida la facultad de establecer los trámites e informes que incluyen firma electrónica reconocida o
cualificada y avanzada basada en certificados electrónicos reconocidos o cualificados de firma electrónica.
Además, con el objetivo de fomentar la interoperabilidad y posibilitar la verificación automática de la firma electrónica de los
documentos electrónicos, cuando una Administración Pública use sistemas de firma electrónica diferentes a aquellos basados en
certificado electrónico reconocido o cualificado para remitir o poner a disposición de otros órganos, organismos públicos,
entidades de derecho público o Administraciones Públicas la documentación firmada electrónicamente, podrá superponer un
sello electrónico basado en un certificado electrónico reconocido o cualificado.
Del archivo electrónico de documentos se encarga el artículo 46, que regula que todos los documentos empleados en
las actuaciones administrativas serán almacenados por medios electrónicos, salvo en aquellos supuestos en los que no
sea posible.
Conviene recalcar que deberán conservarse en soportes electrónicos, en idéntico formato del que se originó o en
cualquier otro, siempre que se asegure la identidad e integridad de la información necesaria para reproducirlos, aquellos
documentos electrónicos que contengan actos administrativos que afecten a derechos o intereses de los particulares. En
todo caso, se garantizará la posibilidad de trasladar los datos a otros formatos o soportes que aseguren el acceso desde
distintas aplicaciones.
El artículo concluye señalando que los archivos deberán contar con medidas de seguridad, de acuerdo con lo
previsto en el Esquema Nacional de Seguridad, que garanticen la integridad, autenticidad, confidencialidad, calidad,
protección y conservación de los documentos almacenados y de los medios y soportes en que se almacenen tales
documentos. En concreto, es preciso que aseguren, de acuerdo con el ciclo de vida de los servicios y sistemas
utilizados:
La ubicación de los sistemas de información y comunicaciones para el registro de datos, previsto en el artículo 46 bis, cierra el
capítulo V del título preliminar. En él se señala que los sistemas de información y comunicaciones para la recogida,
almacenamiento, procesamiento y gestión del censo electoral, los padrones municipales de habitantes y otros registros de
población, datos fiscales relacionados con tributos propios o cedidos y datos de los usuarios del sistema nacional de salud, así
como los correspondientes tratamientos de datos personales, deben ser prestados y quedar ubicados dentro del territorio de la
Unión Europea.
Además, dichos datos no podrán ser objeto de transferencia a un tercer país u organización internacional, salvo que hayan sido
objeto de una decisión de adecuación de la Comisión Europea o cuando así lo exija el cumplimiento de las obligaciones
internacionales que, en su caso, hubiesen sido asumidas por España.
© Gurú Oposiciones