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INTRODUCCIÓN

El psicoanálisis es el conjunto de teorías que toman como base las


teorizaciones de Sigmund Freud alrededor de 1896, concebidas a partir de su
praxis para el tratamiento de enfermedades mentales. Lo distintivo del
psicoanálisis es el trabajo sobre un inconsciente reprimido.

El psicoanálisis históricamente ha sido considerado por los psicoanalistas como


una disciplina dotada de un estatuto científico pero que utiliza un método
diferente al método científico. Sus críticos, en cambio, lo consideran una
pseudociencia por pretender ser una ciencia sin ajustarse al método científico.

A partir del psicoanálisis se han desarrollado posteriormente diversas escuelas


de psicología profunda o de orientación dinámica y analítica. Asimismo, la
teoría ha influenciado a muchas otras escuelas psicológicas y de terapias no
necesariamente psicoanalíticas.
¿Qué es el psicoanálisis?

El psicoanálisis es la ciencia del lenguaje habitada por un sujeto.

A partir de su origen griego, el psicoanálisis busca estudiar el psykee, es decir,


el alma. El padre de esta disciplina, el médico austríaco Sigmund Freud, busca
revelar el inconsciente de los individuos y buscar las respuestas a los traumas
e inhibiciones de los seres humanos. A partir de 1890 esta disciplina comienza
a difundirse alrededor del mundo.

Las primeras aproximaciones que Freud tiene al psicoanálisis son en el hospital


Salpêtrière de París. El neurólogo Jean Martin Charcot inducía a hipnosis a
pacientes aquejados por cuadros histéricos de manera de suprimir los síntomas
de este mal. Freud, junto a Joseph Breuer, notaron que las personas sometidas
a la hipnosis no tenían conciencia de las experiencias que relataban, sin
embargo, sí influían en su comportamiento.

A partir de esos casos clínicos, Freud esboza los primeros lineamientos de su


teoría: plantea que todos los problemas estudiados en los pacientes se deben a
impulsos sexuales que han sido reprimidos por ser socialmente inaceptables.

Durante la terapia del psicoanálisis, lo que se busca es acceder al inconsciente


del paciente de manera de llegar al origen de los conflictos del individuo. El
inconsciente es aquella información que se encuentra dormida en nuestro
interior, que no tenemos conciencia de que está presente, pero que influye y
determina nuestro actuar y comportamiento.

Esta búsqueda interna implica que el paciente revele su personalidad y es muy


común que salga con disgusto o rabia de las sesiones ya que deberá
adentrarse en aspectos de sí mismo que no le agraden. La forma de alcanzar
este autoconocimiento es por medio de las interpretaciones y conexiones que
el terapeuta establezca de la conversación con el paciente.

Existen diferentes maneras de que el terapeuta logre llegar a la raíz del


problema de su paciente. Puede hacerlo por medio de transferencia, de
asociación libre, o por medio de la interpretación del discurso del paciente.
Para éste último, el médico pone especial preocupación en la interpretación de
los sueños y los actos fallidos, que son una especie de descarga del
inconsciente en el consciente que Freud considera muy importante.

Como mecanismo de tratamiento de enfermedades mentales, es un método


criticado. Sus detractores afirman que no tiene sustento científico y que
desconoce las consideraciones bioquímicas de las enfermedades. Además,
son tratamientos que pueden durar años, dependiendo de si se busca tratar un
tema en específico o es un problema más general.
Este método tiene mayor vigencia en los países de habla hispana y en Europa,
aunque su influencia comenzó a disminuir a mediados del siglo XX.
Actualmente, se le reconoce por su valor de fomentar el autoconocimiento del
individuo, más que por su capacidad de mejorar las enfermedades mentales.

PRINCIPAL REPRESENTANTE

BIOGRAFÍA DE SIGMUND FREUD

El detective de la conducta humana, médico austriaco. Fue creador del


psicoanálisis. Hizo sus estudios médicos en Viena, su ciudad natal. Luego se
orientó hacia la neurología, que practicó hasta 1885. Obtuvo una beca en
París, donde Charcot lo inició en el empleo del método hipnótico. En 1891,
después de haber abierto un consultorio en Viena, trabajó con Breuer, quien le
dio a conocer el método catártico o curación por la palabra, que aplicó al
análisis de las imágenes del sueño en 1895. En su libro Estudio sobre la
histeria, sentó su teoría sobre el inconsciente. Practicó sobre sí mismo un largo
análisis en el curso del cual descubrió complejo de Edipo (1897-1902). Se
unieron a Freud: Federns, Stecker, Adler, lones, Jung, quienes extendieron el
psicoanálisis por todo el mundo. Continuó sus investigaciones ampliando el
campo del psicoanálisis al arte y la historia de las civilizaciones. Sus principales
obras son: la interpretación de los sueños (1899), Psicopatología de la vida
cotidiana (1904), Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad (1905), Tótem y
tabú (1912), Metapsicología (1905), Mas allá del principio del placer (1919),  Mi
vida y el psicoanálisis (1921) Introducción al psicoanálisis (1926), El malestar
en la civilización (1929).

ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD (SEGÚN FREUD)

Sigmund Freud. Uno de los mayores personajes que se puedan mencionar al


hablar de psicología y del desarrollo de sus teorías en general. Sigmund Freud
era una persona peculiar en toda la extensión de la palabra, no se parecía al
psicólogo "común" de ese entonces, tenía teorías que podrían parecer extrañas
o radicales o muy inclinadas hacia la sexualidad humana pero sin embargo la
psicología como hoy la conocemos no sería igual si no fuera por este personaje
que aporto tantas cosas a la psicología que sería injusto no rendirle algo de
homenaje mediante esta pequeña introducción antes de mencionar una de sus
tantas teorías. Hoy les vengo a hablar de lo que Freud llamo (y que aún se
llama) ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD. Esta teoría hoy por hoy es
aceptada en su totalidad y se le tiene gran respeto a la hora de realizar muchos
tratamiento psicológicos y dentro de la misma se desarrollan tres conceptos
fundamentales en la que se intenta explicar el funcionamiento psíquico
humano, postulando la existencia de un "aparato" psíquico que tiene una
estructura particular. Esta estructura es:

 Ello: El Ello es la parte primitiva del ser humano, desorganizada e innata


de la personalidad cuyo único propósito es reducir la tensión creada por
pulsiones primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual la agresión y
los impulsos irracionales. Comprende todo lo que se hereda o está
presente al nacer. Se presente de forma pura en nuestro inconsciente
Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos más elementales.
Constituye según Freud el motor del pensamiento y el comportamiento
humano.

 Yo: El "Yo" tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y
demandas del ello con el mundo exterior a la vez conciliándose con las
exigencias del "superyó". El "Yo" evoluciona según la edad y las
distintas exigencias del ello actuando como un intermediario contra el
mudo externo. El "Yo" sigue el principio de realidad satisfaciendo los
impulsos del ello de una manera apropiada.

 Superyó: El "Superyó" es la parte que contrarresta al "Ello", representa


los pensamientos morales y éticos recibidos por la cultura. Consta de
dos subsistemas; la conciencia moral y el ideal del yo. La conciencia
moral se refiere a la capacidad de auto-evaluación. El ideal del yo es
una auto-imagen ideal, que consta de conductas aprobadas y
recompensas.

INSTINTOS

Freud utiliza los términos "instinkt" y "trieb", términos que muchos autores
traducen como "instinto". Sin embargo, no significan exactamente lo mismo.
Cuando Freud habla de "instinkt" ("instinto") se está refiriendo a los instintos en
el sentido ordinario, es decir, a los apetitos innatos y específicos o comunes a
todos los individuos de una especie; en cambio, cuando usa el término "trieb"
(que se puede traducir como "pulsión" o "impulso") lo hace para referirse a la
fuerza que empuja al sujeto -incluidos los apetitos de carácter individual,
propios de cada sujeto- hacia una persona, representación u objeto.

En su teoría del instinto, Freud propuso primero la existencia de dos grupos


de instintos, los instintos del yo o instintos de conservación y los instintos
sexuales o libido; posteriormente consideró que los instintos de conservación
son la expresión de la libido hacia el propio individuo, por lo que sólo existiría la
libido como instinto básico. Finalmente, a partir de 1920, modificó de nuevo su
teoría proponiendo los instintos de vida (Eros) y los instintos de muerte
(Tanatos) como los instintos básicos del psiquismo humano.

Fases de la Sexualidad. Sigmund Freud

"Al principio de placer le sobreviene el principio de realidad". (Sigmund Freud)

Para abordar este vasto tema, debemos considerar, primero, que Freud afirmó
que existen tres grandes fuentes de donde proviene nuestro penar, y que
debido a ellas tenemos que sacrificar nuestra satisfacciones pulsionales, a
saber: la hiperpotencia de la naturaleza, la fragilidad de nuestro propio cuerpo y
la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos entre los seres
humanos. En un momento dado, Freud, considera este último de origen
natural: la naturaleza psíquica; es también este último a la que denominamos
cultura, entidad que nos impone restricciones a nuestras exigencias pulsionales
y que nos ha proporcionado el sentimiento de culpa.

Desarrollaremos el tema viendo las distintas fases de la sexualidad


desarrollados por Freud, con sus respectivas características, y
comprenderemos la influencia de las tres fuentes, mencionadas anteriormente,
sobre todo la cultural, que hacen que el desarrollo de la sexualidad tenga
diversas constituciones y que se produzca un cambio entre la sexualidad
infantil (la cual se creía no existía) y la de la pubertad (comúnmente la más
conocida y la que se pensaba era la única que existía).

 Fase Oral:

El ser humano llega a este mundo trayendo consigo simplemente instintos,


secuencias de comportamiento genéticos que le permiten sobrevivir. El bebé
satisface su primera necesidad, de alimentación, a través de la boca y el
contacto con el pecho materno. Esta acción es en principio con fines de auto
conservación; pero debido al contacto pecho-boca, a la satisfacción producida
por la alimentación y a la erogenización del epitelio bucal, es que por análisis
(apoyatura de la pulsión sobre el instinto) la pulsión (representación psíquica de
los estímulos, que provienen del interior del cuerpo, en la vida anímica)
empieza a regir en el individuo. La acción de mamar ahora se convierte en el
chupeteo (acción de succionar que no tiene por fin la nutrición) donde la acción
se deslinda de la nutrición y busca la plena satisfacción, mediante un circuito
de autoerotismo (la fuente y el fin pulsional se encuentran en el mismo objeto).
La búsqueda de satisfacción se regirá hasta el fin de nuestros días.

Vemos aquí que la cultura y las propias limitaciones de nuestro cuerpo


exigen que el pecho materno se aleje del bebé; esta ausencia provoca ya
nuestro primer sentimiento displacentero. El YO que se empieza a constituir,
gracias a la libido yoica (energía de la pulsión que apega al Yo al mundo)
comprende vagamente la existencia de un mundo exterior ajeno. En esta fase
sólo se entiende como exterior a la Madre o al Otro Simbólico.

El individuo nace en un medio cultural, en un patrimonio formado


históricamente, al que no podrá escapar; dicho medio (cultura) le impondrá
normas para velar por la seguridad del sujeto y su adaptación a una naturaleza
despiadada, pero este tendrá que sacrificar algunas satisfacciones plenas a
cambio de esa seguridad. Esta relación es más explícita en las siguientes
fases.

 Fase Sádico Anal:

La limpieza, el orden y la belleza, claros productos culturales aunque aún


no comprendidos del todo, incidirán en la vida del sujeto de aquí en adelante;
sobre todo la limpieza en esta fase. Es en este sentido que la madre en el acto
de limpiar al niño de las respectivas necesidades que produce, erogenizará la
zona anal; con la que el sujeto buscará satisfacción autoerótica mediante la
expulsión y retención de heces.

Se observa que el Yo está constituido y que, también, existe un Mundo


Externo productor de placer y displacer. El niño comprende esa división entre
Yo y M.E. (mundo exterior) y se manifiesta sobre él, con el único objeto que
produce, las heces. Mediante la retención o expulsión expresa su afecto u odio
hacia la madre o M.E. Se ve claramente aquí el nacimiento del odio hacia el
M.E. en una forma de repulsa hacia él y lo que produce. Esta repulsa parece
ser fruto de la libido yoica, de carácter autoconservativa, que evita el contacto
displacentero con ese mundo proporcionador de estímulos de toda índole.

El niño comprende este M.E. y la existencia de los objetos presentes en


él, mediante la investidura (depositar carga) de su libido yoica en los objetos
formando la libido objetal (fuerza pulsional de variación cuantitativa, cuando la
libido yoica catectiza a los objetos). También existe un afán de dominio hacia el
mundo exterior, apreciable en la aparición de los pares opuestos: sadismo-
masoquismo y exhibición-contemplación (el niño destruye, manipula objetos y
observa a los objetos: personas).

Esta fase es crucial en relación a la intervención de la cultura, esta


impone ciertas reglas de conducta frente a algunos sucesos: el niño debe ir al
baño por sí solo, debe ser limpio y ordenado, debe llevarse bien con otras
personas, etc. Se empiezan a formar los diques psíquicos que impedirán a las
pulsiones exteriorizarse sino es por la vía de la sublimación, o reprimirán a las
pulsiones. La formación reactiva y las mociones reactivas (fuerzas anímicas
contrarias) aparecen y se prolongarán en el curso de la vida, colaborando en el
desarrollo anímico del individuo, según las exigencias culturales (así la cultura
fabrica conceptos como: asco, vergüenza, etc.)

 Fase Fálica:

En un principio llamada fase genital, pero que Freud entiende no puede


ser así debido a que el niño (hombre y mujer) no comprende la existencia,
todavía, de dos genitales específicos; sino al contrario de sólo uno: el genital
masculino. Este hecho produce toda la configuración de esta fase.

El objeto pulsional es el falo. Las zonas genitales se erogenizan vía


limpieza, contacto con el aire, ropa, masturbación, y otros. El niño es víctima de
la influencia de la seducción (que trata al niño como un objeto sexual), efectúa
su primera elección de objeto basada en una corriente sensual, que por la
inaplicabilidad de los genitales por su desarrollo, esta primera aproximación a
su objeto sexual no puede efectuarse de manera efectiva, convirtiendo al
individuo en un perverso polimorfo (acudirá a todo tipo de transgresiones, no
olvidemos que los diques psíquicos están recién en formación). Esta
exteriorización sexual se convierte en una corriente tierna, por lo ya explicado
anteriormente.

Las pulsiones yoicas y sexuales depositadas en los objetos cambiarán de


destino produciendo distinto tipos de efectos. La pulsión de saber (que nace de
ese afán de apoderamiento del M.E.) incidirá en la investigación que el niño
efectúa sobre aspectos como: el nacimiento, la posesión de pene en el hombre,
etc. Investigación, por cierto, siempre frustrada. A pesar del empeño e interés
del niño, este nunca comprenderá (hasta la pubertad) el funcionamiento de las
zonas genitales de ambos sexos.

Un hecho cultural importante, tal vez el más universal y fundamental de la


sociedad humana, es el del Tabú del Incesto. Relacionado con el Complejo de
Edipo (el deseo por el progenitor del sexo opuesto) producirá la Barrera del
Incesto (la salida al triángulo edípico) gracias al Complejo de Castración en el
varón: el varoncito tiene el temor de ser castrado por el padre debido a su
deseo sexual hacia la madre, esto lo obligará a dejar de desear a la madre y se
introducirá en el período de latencia. En la mujer la salida del complejo de
edipo es mucho más complicada y tardía.

El complejo de edipo produce, además, la máxima expresión del par


amor-odio, (amar al padre y odiar a la madre o viceversa) y conjugación de la
fase anal para conformar el par amor odio. Se podría decir que el amor (vínculo
entre el varón y la mujer, que fundarán una familia sobre la base de sus
necesidades genitales) tiene su nacimiento en esta fase. El niño comprende
que el M.E. le produce placer y displacer al igual que él hacia el mundo. Su
relación con el mundo cambia y se resolverá de aquí en adelante por el camino
de la ambivalencia.

El complejo de edipo y la represión impuesta, por necesidades culturales,


tendrá un factor decisivo en esta fase, dando lugar al ingreso al período de
latencia. Es quizás, esta fase en la que la cultura se hace sentir con más fuerza
y obliga al sujeto a sacrificar sus deseos pulsionales; haciendo de él un ser
disconforme con el medio.

Período de Latencia:
Se conoce este período por ser de "relativa" suspensión en la
investigación sexual infantil. La represión, diques anímicos, etc. obligados por
la cultura ya están arraigados, en la mayoría de los casos, en la vida anímica
del niño. Sucede, así, un período de amnesia infantil en la que se "olvida" la
vida sexual antes realizada debido a la represión ya existente. La sublimación
(modificación de la meta pulsional original por otra) es el destino más
importante en esta fase. A pesar de ello el individuo tendrá rupturas en este
período que lo llevarán a un retorno de la masturbación infantil, hecho que se
dará vía aparato urinario (enuresis nocturna, poluciones, etc.)

La sexualidad volverá aparecer, después de una metamorfosis, en la


pubertad; etapa donde se creía que la sexualidad recién aparecía y se
denominaba normal.

 Fase Genital:

En esta, se producen crecimiento de los genitales externos y desarrollo


de los genitales internos (como productores y receptores de sustancias
genésicas). Las zonas erógenas predominantes en las anteriores fases
producen ahora un placer previo que conlleva a una acumulación de placer e
incremento de la tensión suficiente para llevar a cabo el acto sexual,
obteniéndose así un placer final con la descarga de los productos genésicos,
mucho mayor en satisfacción al placer previo.

Las pulsiones parciales y las zonas erógenas se ponen al servicio de un


nuevo fin: la reproducción, se puede decir que la pulsión es "altruista", en este
sentido. La libido "amortiguada" hará escoger un nuevo objeto sexual que, por
la barrera del incesto, se encontrará fuera del triángulo familiar: padre-madre-
niño. Este segundo hallazgo de objeto tendrá relación directa con el primero
(de la fase fálica), tiene connotaciones también con la pérdida del pecho
materno; en sí se trata de un reencuentro.

Se tenderá a buscar al nuevo objeto sexual según las características del


ser amado en la fase fálica. Para ello, el individuo empleará nuevamente una
corriente sensual para aproximarse a l nuevo objeto, como lo hizo en un
principio. Este vínculo entre el primer y segundo hallazgo de objeto es esencial
en la vida futura del sujeto por la elección de objeto.

No olvidemos que la cultura influye, también, en la búsqueda del objeto


sexual: impide el aproximamiento al primero mediante el complejo de edipo y la
barrera del incesto, y al segundo especificando inhibiciones autoritativas para
elegir un objeto del sexo opuesto y cualquier satisfacción extragenital prohibida
como perversión. En fin, la cultura, producto humano, ha sido configurado para
evitar displaceres al ser humano provenientes de la naturaleza y las relaciones
recíprocas entre hombres, pero contradictoriamente no aporta muchas
probabilidades de goce.

Mecanismos de defensa

Freud determinó los mecanismos de defensa, como las técnicas del


inconsciente, encargadas de minimizar las consecuencias de eventos
demasiado intenso, para que el individuo pueda continuar con sus funciones.
Dichos mecanismos de defensa, permiten el mantenimiento del balance
psicológico.

Mecanismos de defensa, son mecanismos inconscientes que se encargan de


minimizar las consecuencias de un evento demasiado intenso, para que el
individuo pueda seguir funcionando normalmente.

El individuo está compuesto por una serie de fuerzas que deben mantenerse
en equilibrio, como las características instintivas, las genéticas, los factores del
desarrollo (medio ambiente, formación, experiencia). Una de las maneras de
resguardar este equilibrio es mediante los mecanismos de defensa.

Entre los mecanismos de defensa se incluyen: la condensación, el


desplazamiento, la disociación, la formación reactiva, la negación, la
proyección, la racionalización, la represión, la sublimación, la regresión, el
aislamiento.

Los mecanismos de defensa:

 Sublimación:

El impulso se canaliza hacia una forma más aceptable, es derivada hacia un


nuevo fin. Una pulsión sexual se sublima hacia una finalidad no sexual,
apuntando a objetos valorados socialmente, como la actividad artística y la
investigación intelectual. Por ejemplo, el deseo de un niño por la exhibición,
puede sublimarse mediante una carrera en el teatro.

 Represión:

Es el mecanismo por el cual el inconsciente borra eventos y pensamientos que


serían dolorosos si se mantuvieran en el nivel conciente. Por ejemplo, el olvido
del cumpleaños de un familiar fallecido.

 Proyección:

Los sentimientos o ideas estresantes, son proyectados hacia otras personas u


objetos cercanos.

 Negación:

Es el mecanismo por el cual el sujeto trata aspectos evidentes de la realidad


como si no existieran.

 Introyección:

Es el mecanismo por el cual una persona incorpora elementos de la


personalidad de otra.

 Regresión:

Es un mecanismo que lleva a retomar el nivel de desarrollo anterior, más


infantil. Por ejemplo, el comportamiento de los niños cuando nace un hermano
(chuparse el dedo, orinarse, etc.).

Formación reactiva:

Detiene la aparición de un pensamiento doloroso, sustituyéndolo por otro más


agradable.

Aislamiento:

Es un mecanismo por el cual se divorcian los recuerdos de los sentimientos,


como manera de soportar los hechos.
 Desplazamiento:

Es un mecanismo por el cual, se desprende un hecho o persona de los


sentimientos asociados, y éstos son adjudicados a otro hecho o persona. Es lo
que suele suceder con las personas que desquitan sus frustraciones con sus
mascotas.

 Condensación:

Es un mecanismo por el cual, elementos del inconsciente se reúnen en una


sola imagen u objeto. Consiste en la concentración de varios significados en un
único símbolo.

 Racionalización:

Se sustituye una razón real que no es aceptable, por otra que resulte
aceptable.

Psicología profunda

Freud dijo que el psicoanálisis era una psicología profunda porque partía de la
hipótesis de que en la mente hay un sector inconsciente y porque se auto
consideraba una teoría abarcativa.

La metáfora de la profundidad implica una concepción estratificada de la


psique, formada por varias capas superpuestas. Suele suponerse que cuanto
más profundo sea el nivel de la psique, más primitivo y peligroso será su
contenido.

Según este modelo, el papel del analista es traducir las ideas, sentimientos,
fantasías y conductas, enunciando sus orígenes inconscientes, supuestamente
determinantes. Si el paciente dice: “usted ha cambiado las cortinas del
consultorio”, el analista replicara: “Dice eso por el amor que siente hacia su
madre”. No todos los psicoanalistas concuerdan con esta premisa de la
profundidad.

El Trabajo del Sueño

En su obra “la interpretación de los sueños (1900).Freud repite la metáfora de


la profundidad al distinguir entre el “contenido manifiesto” de un sueño y su
“contenido latente” inconsciente ambos están vinculados por un sistema de
transformaciones llamado trabajo del sueño. La interpretación del analista
asigna un significado psíquico al extraño y desconcertante contenido
manifiesto: es un “deseo” inconsciente que el sujeto procura expresar.
La búsqueda del significado

En otros términos no se sabe. El psicoanalista no puede hacer otra cosa que


reunir muchas asociaciones y ver si comienzan a concordar unas con otras.se
encuentra en un cruce de varios caminos psíquicos y sus únicos postes
indicadores son unos pocos elementos teóricos. A la mayoría de nosotros nos
encantaría conocer el sentido de nuestros sueños.

 Sin embargo, podemos aferrarnos a algunas certidumbres:


 Todas las personas sueñan
 Todas admiten que algunos de los elementos de sus sueños se
vinculan con lo que les ha pasado en la vida de vigilia
 Todas tienen la oscura impresión de que sus sueños deben
significar algo.
¿Qué es la dinámica inconsciente?

Casi todos creemos en algún tipo de inconsciente descriptivo. Muchas de


nuestras operaciones cotidianas son inconscientes (como comer, caminar y
aun hablar), y la vida sería imposible si no lo fueran.

Pero cuando los psicoanalistas hablan de la “dinámica inconsciente” le agregan


mayor contenido a este concepto, porque suponen que cumple un papel
permanente en nuestra vida.

 Para demostrar la existencia de lo inconsciente Freud recurrió al ejemplo


dela sugestión poshipnótica: el sujeto hipnotizado no sabe por qué
realiza lo que se le sugirió bajo hipnosis (“coma cebolla”, “simule ser un
perro”, “abra el paraguas y sosténgalo sobre mi cabeza” o “cante la
canción sobre el arco iris”.
El influjo inconsciente lo lleva a deformar la realidad.

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