Manual CTO

Oposiciones
de Enfermería
Comunidad Autónoma de Madrid

10 Tema
Proceso diagnóstico. Juicio clínico. Taxonomía NANDA.
Planificación y ejecución. Formulación de objetivos.
Intervenciones, taxonomía NIC. Evaluación:
clasificación de resultados en enfermería (taxonomía NOC).
Criterios de resultados. Indicadores
 Manual CTO

Oposiciones
de Enfermería
Comunidad
Autónoma
de Madrid

10
Tema
Proceso diagnóstico. Juicio clínico. Taxonomía NANDA.
Planificación y ejecución. Formulación de objetivos.
Intervenciones, taxonomía NIC. Evaluación:
clasificación de resultados en enfermería (taxonomía NOC).
Criterios de resultados. Indicadores

M.ª Soledad de la Plaza Velasco

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Cañizares Artes Gráficas
Índice
1. LA PROTECCIÓN DE LA SALUD EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA Y EN LA LEY GENERAL DE SANIDAD.
LEY DE COHESIÓN Y CALIDAD DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD. LEY DE ORDENACIÓN
DE LAS PROFESIONES SANITARIAS. LEY DE AUTONOMÍA DEL PACIENTE. ESTATUTO MARCO
DEL PERSONAL ESTATUTARIO DE LOS SERVICIOS DE SALUD 1
(CRISTINA NÚÑEZ GALÁN)

1.1. La protección de la salud en la Constitución 1

1.2. El derecho a la protección de la salud en la Ley 14/1986 de 25 de abril, General de Sanidad 3

1.3. Ley 16/2003 de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud 5

1.4. Las prestaciones del Sistema Nacional de Salud 7

1.5. Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias 18

1.6. Derechos de información sanitaria, intimidad y respeto a la autonomía del paciente. Ley 41/2002,

de 14 de noviembre, básica reguladora de la Autonomía del Paciente y de derechos y obligaciones

en materia de información y documentación clínica 31

1.7. Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud 40

BIBLIOGRAFÍA 60

2. SISTEMA NACIONAL DE SALUD: ESTRUCTURA Y FUNCIONES DEL CONSEJO INTERTERRITORIAL.

ESTRUCTURA SANITARIA DE LA COMUNIDAD DE MADRID: LEY 12/2001, DE 21 DE DICIEMBRE,
DE ORDENACIÓN SANITARIA DE LA COMUNIDAD DE MADRID (LOSCAM). LA LEY 6/2009,
DE 16 DE NOVIEMBRE, DE LIBERTAD DE ELECCIÓN EN LA SANIDAD
DE LA COMUNIDAD DE MADRID 61
(CRISTINA NÚÑEZ GALÁN)

2.1. El Consejo Interterritorial 61

2.2. Ley 12/2001 de 21 de noviembre 63

2.3. Estructura 63

2.4. Objeto y ámbito de la LOSCAM 64

2.5. Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid 66

2.6. Funciones de los órganos ejecutivos de la Comunidad de Madrid dentro del Sistema Sanitario 67

2.7. Derechos y deberes de los ciudadanos en el Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid 69

2.8. Las Agencias Sanitarias 70

2.9. Salud Pública 70

2.10. El Servicio Madrileño de Salud 71

2.11. Régimen sancionador 74

2.12. El Área Única Sanitaria y la libre elección en la Comunidad de Madrid 77

2.13. Estructura de la actual Consejería de Sanidad y del Servicio Madrileño de Salud 80

2.14. Estructura Orgánica del Servicio Madrileño de Salud (Decreto 23/2008 de 3 de abril) 83

BIBLIOGRAFÍA 88

III
3. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA BIOÉTICA: CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA ENFERMERÍA
ESPAÑOLA. EL SECRETO PROFESIONAL 89
(CRISTINA NÚÑEZ GALÁN)

3.1. Concepto de bioética 89

3.2. Principios de la bioética 89

3.3. Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, aprobada por la UNESCO el 19 de octubre de 2005 92

3.4. El secreto profesional 93

3.5. Negativa a atender a un paciente, la objeción de conciencia 93

3.6. Renuncia del paciente al tratamiento 94

3.7. La investigación biomédica 95

3.8. Plan Nacional de Cuidados Paliativos 106

3.9. Delitos relacionados con la bioética sanitaria 107

3.10. Código Deontológico de la Enfermería Española 111

BIBLIOGRAFÍA 112

4. PLANIFICACIÓN SANITARIA. IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMAS.

INDICADORES DEMOGRÁFICOS, SOCIOECONÓMICOS, DEL NIVEL DE SALUD,
MEDIOAMBIENTALES. ELABORACIÓN DE PROGRAMAS DE SALUD Y SU EVALUACIÓN.
GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA. MAPAS DE CUIDADOS. VÍAS CLÍNICAS 113
(MARÍA JOSÉ DE DIOS DUARTE, RAQUEL LUENGO GONZÁLEZ, ESTELA MUÑOZ GONZÁLEZ)

4.1. Planificación sanitaria 113

4.2. Identificación de problemas 116

4.3. Indicadores 118

4.4. Elaboración de programas de salud y su evaluación 124

4.5. Herramientas de gestión de cuidados y ayuda a la toma de decisiones 127

BIBLIOGRAFÍA 133

5. SISTEMA DE INFORMACIÓN UTILIZADO EN ATENCIÓN PRIMARIA Y ATENCIÓN ESPECIALIZADA:

HISTORIA CLÍNICA. INFORME DE ENFERMERÍA AL ALTA. CLASIFICACIONES INTERNACIONALES
DE PROBLEMAS DE SALUD (CIAP-2, CIE-10 Y NANDA): CARACTERÍSTICAS GENERALES 135
(JULIÁN ORDÓÑEZ ROPERO)

5.1. Sistema de información sanitaria. Definición 135

5.2. La historia clínica 136

5.3. Registros específicos en Atención Primaria y Atención Especializada 138

5.4. Clasificaciones internacionales de problemas de salud 145

BIBLIOGRAFÍA 151

IV
6. CALIDAD EN EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD. DIMENSIONES DE CALIDAD.
EVALUACIÓN DE ESTRUCTURA, PROCESO Y RESULTADOS. MEJORA CONTINUA DE LA CALIDAD.
MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD. AUDITORÍAS. TENDENCIAS ACTUALES
DE EVALUACIÓN DE CALIDAD DE LOS CUIDADOS ENFERMEROS. PROGRAMAS DE CALIDAD:
DISEÑO E IMPLANTACIÓN 153
(MARIANELA BAYÓN CABEZA)

6.1. Calidad en el Sistema Nacional de Salud 153

6.2. Características de la atención sanitaria 154

6.3. Dimensiones de calidad: científico-técnica, efectividad, eficiencia, accesibilidad, satisfacción del usuario 157

6.4. Evaluación de estructura, proceso y resultados 159

6.5. Mejora continua de la calidad 160

6.6. Métodos de evaluación de la calidad. Auditorías 161

6.7. Tendencias actuales de evaluación de calidad de los cuidados enfermeros 162

6.8. Programas de calidad: diseño e implantación 164

BIBLIOGRAFÍA 173

7. ORGANIZACIÓN DE LOS CUIDADOS ENFERMEROS EN ATENCIÓN PRIMARIA Y ATENCIÓN

ESPECIALIZADA: CENTRO DE SALUD, COMUNIDAD, HOSPITAL, CONSULTA DE ENFERMERÍA.
COORDINACIÓN ENTRE NIVELES ASISTENCIALES 175
(M.ª SOLEDAD DE LA PLAZA VELASCO)

7.1. Funciones y oferta de servicios. Actividades de enfermería en Atención Primaria 176

7.2. Actividades de enfermería en Atención Primaria: la consulta de enfermería 177

7.3. Trabajo en la comunidad y participación comunitaria 183

7.4. Procedimientos y técnicas de enfermería 187

7.5. La atención urgente en Atención Primaria 194

7.6. Organización de los cuidados de enfermería en Atención Especializada: técnicas más frecuentes 195

7.7. La consulta de enfermería 226

7.8. Atención domiciliaria: concepto y etapas de la visita domiciliaria 232

7.9. Coordinación entre Atención Primaria, Atención Especializada y Servicios Sociales 234

7.10. Programa de atención domiciliaria a pacientes inmovilizados y terminales 239

ANEXO 242

BIBLIOGRAFÍA 254

8. DISCIPLINA ENFERMERA. CONCEPTOS NUCLEARES DE LA ENFERMERÍA.

MODELOS Y TEORÍAS DE ENFERMERÍA. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS MODELOS:
COMPONENTES Y ELEMENTOS. PRINCIPALES TEÓRICAS 257
(M.ª SOLEDAD DE LA PLAZA VELASCO)

8.1. Concepciones de la disciplina enfermera en escuelas de pensamiento 257

8.2. Principales teorías enfermeras 258

BIBLIOGRAFÍA 265

V
9. METODOLOGÍA DE LOS CUIDADOS: EL PROCESO ENFERMERO. CARACTERÍSTICAS, ORÍGENES,
EVOLUCIÓN Y FASES. VALORACIÓN. INSTRUMENTOS DE VALORACIÓN. CUESTIONARIOS TEST
E ÍNDICES DE VALORACIÓN 267
(M.ª SOLEDAD DE LA PLAZA VELASCO)

9.1. Perspectiva histórica de la enfermería actual 267

9.2. Método científico y proceso de enfermería 273

9.3. La valoración: 1.ª etapa del proceso de enfermería 278

BIBLIOGRAFÍA 285

10. PROCESO DIAGNÓSTICO. JUICIO CLÍNICO. TAXONOMÍA NANDA. PLANIFICACIÓN Y EJECUCIÓN.

FORMULACIÓN DE OBJETIVOS. INTERVENCIONES, TAXONOMÍA NIC. EVALUACIÓN:
CLASIFICACIÓN DE RESULTADOS EN ENFERMERÍA (TAXONOMÍA NOC).
CRITERIOS DE RESULTADOS. INDICADORES 287
(M.ª SOLEDAD DE LA PLAZA VELASCO)

10.1. Introducción 287

10.2. Creación y evolución del DE (diagnóstico de enfermería) 288

10.3. La etapa de planificación. Introducción 296

10.4. Selección de intervenciones y actividades de enfermería 303

10.5. Planificación de los problemas de colaboración (PC) 306

10.6. Registro del plan de cuidados 307

10.7. La etapa de ejecución. Introducción 307

10.8. Registro de los cuidados. Guía para registrar las anotaciones de enfermería 309

10.9. La etapa de evaluación. Finalidad de la evaluación 310

BIBLIOGRAFÍA 312

11. ESTADÍSTICA DESCRIPTIVA. TIPOS DE DISTRIBUCIÓN Y PARÁMETROS QUE LA DEFINEN.

ESTADÍSTICA INFERENCIAL: INTERVALOS DE CONFIANZA. LOS TEST DE HIPÓTESIS 313
(CRISTINA FERNÁNDEZ PÉREZ)

11.1. Conceptos epidemiológicos 313

11.2. Conceptos estadísticos 320

11.3. Contraste de hipótesis 321

BIBLIOGRAFÍA 326

12. INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA: DEFINICIÓN. CONCEPTOS DE POBLACIÓN,

MUESTRA Y VARIABLE. EPIDEMIOLOGÍA: CONCEPTO. TIPOS DE ESTUDIOS 329
(CRISTINA FERNÁNDEZ PÉREZ)

12.1. Introducción 329

12.2. Criterios para clasificar los diferentes tipos de estudios 330

12.3. Tipos de estudios 330

BIBLIOGRAFÍA 336

VI
13. FUNDAMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. PRINCIPALES DISEÑOS Y MÉTODOS
DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. PROCESO Y FASES DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.
TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVA 337
(CRISTINA FERNÁNDEZ PÉREZ)

13.1. Introducción 337

13.2. Concepto y características básicas de la investigación cualitativa 338
13.3. Características que debe poseer el investigador de estudios cualitativos 339
13.4. Los sujetos de estudio en la investigación cualitativa 339
13.5. Tipos de investigación cualitativa 340
13.6. Metodología 342
13.7. Diseño 343
13.8. Técnicas más usadas en la recolección de información cualitativa 343
13.9. Consideraciones éticas 346
13.10. El análisis de la información: la discusión 347
BIBLIOGRAFÍA 347

14. VALIDEZ DE LOS MÉTODOS DIAGNÓSTICOS. VALIDEZ Y FIABILIDAD DE LOS INSTRUMENTOS

DE MEDIDA. SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD. CURVAS ROC. VALOR PREDICTIVO
POSITIVO Y NEGATIVO 349
(CRISTINA FERNÁNDEZ PÉREZ)

14.1. Introducción 349

14.2. Validez y fiabilidad de los instrumentos de medida 350
14.3. Principios generales de los métodos diagnósticos 355
14.4. Estructura de una prueba diagnóstica 356
14.5. Análisis de las pruebas diagnósticas 357
BIBLIOGRAFÍA 360

15. FUNDAMENTOS DE LA PRÁCTICA CLÍNICA BASADA EN LA EVIDENCIA. BÚSQUEDA DE EVIDENCIAS

CIENTÍFICAS: BASES DE DATOS BIBLIOGRÁFICAS, FUENTES DOCUMENTALES DE EVIDENCIA
Y REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA. INSTRUMENTOS DE LA EVIDENCIA CIENTÍFICA. FORMULACIÓN
DE PREGUNTAS Y BÚSQUEDA DE RESPUESTAS SOBRE LA PRÁCTICA CLÍNICA. EVALUACIÓN
Y SÍNTESIS DE LOS HALLAZGOS DE LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA 361
(RAQUEL LUENGO GONZÁLEZ, MARÍA JOSÉ DE DIOS DUARTE, ESTELA MUÑOZ GONZÁLEZ)

15.1. Fundamentos de la práctica clínica basada en la evidencia 361

15.2. Investigación secundaria 364
15.3. La documentación dentro de la evidencia científica 367
15.4. Bases de datos bibliográficas, fuentes documentales de evidencia y revisión bibliográfica 368
15.5. Instrumentos de la evidencia científica 372
15.6. Formulación de preguntas y búsqueda de respuestas sobre la práctica clínica 373
15.7. Evaluación y síntesis de los hallazgos de la revisión bibliográfica 374
15.8. Elaboración de informes sobre la información relevante encontrada 377
15.9. Integración de los resultados de la investigación secundaria en la práctica clínica 379

BIBLIOGRAFÍA 380

VII
16. DEMOGRAFÍA SANITARIA. FUENTES DE INFORMACIÓN. INDICADORES DEMOGRÁFICOS
Y SU UTILIDAD PARA EL TRABAJO ENFERMERO: NATALIDAD, FECUNDIDAD, MORTALIDAD,
MIGRACIONES, CRECIMIENTO VEGETATIVO 383
(JAVIER MARÍN VALENCIANO)

16.1. Demografía sanitaria 383

16.2. Fuentes de información 383
16.3. Indicadores demográficos. Utilidad y clasificación 385
BIBLIOGRAFÍA 392

17. SALUD PÚBLICA: CONCEPTO. SALUD Y ENFERMEDAD: CONCEPTO. INDICADORES DE SALUD

POR EDAD Y SEXO: MORBILIDAD, MORTALIDAD, LETALIDAD Y ESPERANZA DE VIDA.
PRINCIPALES PROBLEMAS DE SALUD EN LA POBLACIÓN ESPAÑOLA ACTUAL.
ELEMENTOS DE PRIORIZACIÓN: MAGNITUD, TRASCENDENCIA, VULNERABILIDAD Y COSTE 393
(MARÍA LUISA VILLASEÑOR HERRERA)

17.1. Salud pública: concepto 393

17.2. Salud y enfermedad: concepto 398
17.3. Indicadores de salud por edad y sexo: morbilidad, mortalidad, letalidad y esperanza de vida 404
17.4. Principales problemas de salud en la población española actual 411
17.5. Elementos de priorización: magnitud, trascendencia, vulnerabilidad y coste 420
BIBLIOGRAFÍA 421

18. HIGIENE EN CENTROS SANITARIOS. ANTISÉPTICOS. DESINFECTANTES. ESTERILIZACIÓN.

INFECCIÓN NOSOCOMIAL. MEDIDAS PREVENTIVAS. AISLAMIENTO HOSPITALARIO.
GESTIÓN DE RESIDUOS SANITARIOS 423
(ALFONSO MENESES MONROY)

18.1. Conceptos generales 423

18.2. Antisépticos. Desinfectantes 424
18.3. Esterilización 427
18.4. Infección nosocomial. Medidas preventivas 430
18.5. Aislamiento hospitalario: conceptos, tipos y descripción 435
18.6. Gestión de residuos sanitarios 438
BIBLIOGRAFÍA 443

19. PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD. DETECCIÓN PRECOZ DE PROBLEMAS DE SALUD.

FACTORES DE RIESGO PARA LA SALUD EN LAS DISTINTAS ETAPAS DE LA VIDA:
IDENTIFICACIÓN DE FACTORES DE RIESGO Y CUIDADOS ENFERMEROS 445
(RAQUEL LUENGO GONZÁLEZ, MARÍA JOSÉ DE DIOS DUARTE, ESTELA MUÑOZ GONZÁLEZ)

19.1. Prevención y promoción de la salud: concepto 445

19.2. Detección precoz de problemas de salud: concepto 453
19.3. Factores de riesgo para la salud en las distintas etapas de la vida 455

BIBLIOGRAFÍA 459

VIII
20. INMUNIZACIONES: CONCEPTO. CLASIFICACIÓN Y TIPOS DE VACUNAS. CONTRAINDICACIONES.
COMPLICACIONES. CONSERVACIÓN, ADMINISTRACIÓN Y PAUTAS DE VACUNACIÓN.
CALENDARIO DE VACUNACIONES 461
(ESTELA MUÑOZ GONZÁLEZ, RAQUEL LUENGO GONZÁLEZ, MARÍA JOSÉ DE DIOS DUARTE)

20.1. Inmunizaciones: concepto 461

20.2. Clasificación de las vacunas 463
20.3. Tipos de vacunas 463
20.4. Vacunación infantil y de adultos 464
20.5. Indicaciones, contraindicaciones y falsas contraindicaciones 477
20.6. Pautas correctoras 481
20.7. Reacciones adversas 484
20.8. Cadena de frío 486
20.9. Indicadores de cobertura 487
20.10. Captación activa 488
BIBLIOGRAFÍA 489

21. EDUCACIÓN PARA LA SALUD INDIVIDUAL, GRUPAL Y COMUNITARIA. TÉCNICAS DE EDUCACIÓN

PARA LA SALUD PARA EL FOMENTO DEL AUTOCUIDADO Y PROMOCIÓN DE LA SALUD
DEL PACIENTE, CUIDADOR PRINCIPAL Y FAMILIA. GRUPOS DE AUTOAYUDA.
FORMACIÓN DE AGENTES DE SALUD 491
(MARTA MORENO SOSA)

21.1. Introducción 491

21.2. Concepto de EpS 492
21.3. Metodología de la EpS 495
21.4. Técnicas de EpS 496
21.5. Métodos de EpS 496
21.6. Criterios para la elaboración de programas de educación para la salud 502
21.7. Grupos de autoayuda 504
21.8. Formación de agentes de salud 504
BIBLIOGRAFÍA 505

22. TÉCNICAS Y HABILIDADES DE COMUNICACIÓN. RELACIÓN ENFERMERA-PACIENTE. ESCUCHA

ACTIVA. RELACIÓN DE AYUDA. ENTREVISTA CLÍNICA, CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS.
IMPORTANCIA DE LA ENTREVISTA CLÍNICA DE VALORACIÓN INICIAL EN EL PROCESO ENFERMERO 507
(ANA DE SEBASTIÁN PÉREZ-MANGLANO)

22.1. Técnicas y habilidades de comunicación y relación interpersonal 507

22.2. La relación terapéutica individualizada entre paciente y enfermera 512
22.3. La entrevista 514
22.4. Identificación de las necesidades de apoyo emocional y psicológico al cuidador principal y a la familia 515
22.5. El trabajo en equipo 519

BIBLIOGRAFÍA 520

IX
23. DESARROLLO DE LA CONDUCTA HUMANA: ETAPAS DEL DESARROLLO. TIPOS DE PERSONALIDAD.
HÁBITOS. MOTIVACIÓN. FACTORES SOCIOCULTURALES: SU INCIDENCIA EN LA SALUD.
LOS PROBLEMAS PSICOSOCIALES Y DE ADAPTACIÓN DEL PACIENTE HOSPITALIZADO 521
(MARÍA FELIPA HERNANDO MARTÍNEZ)

23.1. Desarrollo de la conducta humana: etapas del desarrollo 521

23.2. Personalidad estructura y desarrollo. Tipos de personalidad 532

23.3. Hábitos 540

23.4. Motivación humana 543

23.5. Factores socioculturales 547

23.6. Problemas psicosociales y de adaptación del paciente al medio hospitalario:

su influencia en las respuestas de la persona 548

BIBLIOGRAFÍA 551

X
 Manual CTO

Oposiciones
de Enfermería
Comunidad
Autónoma
de Madrid
Proceso diagnóstico. Juicio clínico.
Taxonomía NANDA. Planificación
y ejecución. Formulación de objetivos.
Intervenciones, taxonomía NIC.
10
Evaluación: clasificación de resultados
en enfermería (taxonomía NOC). Criterios
de resultados. Indicadores
10.1. INTRODUCCIÓN
10.1. Introducción
10.2. Creación y evolución del DdE
(diagnóstico de enfermería)
Una vez la enfermera ha recogido todos los datos pertinentes, los ha validado 10.3. La etapa de planificación. Introducción
y organizado y ha procedido al análisis y a la síntesis de la información obteni- 10.4. Selección de intervenciones
da, debe expresar cuál es la conclusión a la que ha llegado tras la valoración. y actividades de enfermería
10.5. Planificación de los problemas
Esto le llevará a la formulación de hipótesis sobre los problemas y recursos
de que la persona dispone, obteniendo así una imagen general en la que se
de colaboración (PC)
pueden encontrar: 10.6. Registro del plan de cuidados
• Problemas susceptibles de ser tratados en colaboración con otros profe- 10.7. La etapa de ejecución. Introducción
sionales (problemas de colaboración o PC); también reciben el nombre 10.8. Registro de los cuidados.Guía para
de “problemas interdependientes”. registrar las anotaciones de enfermería
• Problemas que requieren un abordaje independiente: los diagnósticos 10.9. La etapa de evaluación. Finalidad
enfermeros. de la evaluación
El proceso diagnóstico es consecuencia de la etapa de valoración. Supone
una función intelectual muy compleja; hay personas que parecen tener una
mayor capacidad que otras para poder identificar problemas y diagnosticar.
Aunque, como ocurre con cualquier otra habilidad, es posible desarrollar la
capacidad para mejorarla mediante el ejercicio repetido y sistemático del jui-
cio diagnóstico o juicio clínico.

El diagnóstico de enfermería requiere de un proceso de razonamiento para

poder analizar los datos e identificar los problemas. A medida que las en-
fermeras asumen un papel autónomo, delimitado por un marco de compe-
tencias definido legalmente, se evidencia la necesidad de una terminología
adecuada que permita describir los fenómenos propios de nuestra discipli-
na. La NANDA (North American Nursing Diagnosis Association, Asociación nor-
teamericana de diagnósticos de enfermería), en su 9.ª Conferencia, definió el
diagnóstico de enfermería como un juicio clínico sobre la respuesta de un in-
dividuo, familia o comunidad frente a procesos vitales o problemas de salud
reales o potenciales. Así pues, los diagnósticos enfermeros proporcionan la
base para la selección de la actuación enfermera destinada a lograr objetivos
de los que la enfermera es responsable.

Alfaro define el diagnóstico como un “problema de salud real o potencial que

se centra en la respuesta holística humana de un individuo o grupo y que las en-
fermeras son responsables de identificar y tratar independientemente” (Alfaro-
LeFevre: 2003).

287
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
Las respuestas humanas se refieren a que las enfermeras se
centran en cómo responden las personas a los cambios en su
salud o circunstancias vitales (procesos vitales como enfermar,
acontecimientos o cambios que ocurren durante la vida de una
persona, como crecer, madurar, tener hijos, separarse, sufrir
pérdidas, etc.).
Cuando se habla del término “diagnosticar” se entiende como
el proceso de razonamiento, sin embargo, el término “diagnós-
tico” se refiere a la conclusión sobre el problema identificado.
La NANDA denomina a los nombres estandarizados etique-
tas diagnósticas y, en la explicación del problema del pacien-
te/cliente, incluye la etiqueta diagnóstica más la etiología
(relación causal entre el problema y sus factores relaciona-
dos o de riesgo). A esta unión le denomina diagnóstico de
enfermería.
En esta etapa es fundamental llegar a determinar con la mayor
exactitud posible cuál es el problema o situación y por qué se
ha producido, ya que se trata de situaciones que la enfermera
identifica, valida y trata independientemente.
La enfermera es la responsable de sus acciones y del resultado
final, teniendo todo el control y autoridad sobre la situación.
Una de las cuestiones que impulsó los diagnósticos enfermeros
fue la necesidad de nombrar los problemas que la enferme-
ra identificaba en su rol independiente, ya que el lenguaje
médico no se correspondía y no describía lo que la enfermera
valoraba.
Además, el lenguaje médico corresponde al ámbito de compe-
tencia de otro profesional. La enfermera precisa de una termi-
nología distinta que identifique claramente la naturaleza de la
situación que la enfermera debe tratar.
El proceso diagnóstico en enfermería difiere del proceso diag-
nóstico en medicina, entre otras cuestiones porque en el diag-
nóstico de enfermería, siempre que se pueda, la implicación
del paciente/cliente es fundamental tanto en el proceso de
valoración como en el de diagnóstico, dado que el objetivo de
los cuidados es conseguir el mayor bienestar posible para el
paciente/cliente.
En este punto se genera la conveniencia de utilizar una termi-
nología normalizada, ya que esta opción conlleva múltiples
ventajas, tales como individualizar los cuidados para asegurar-
se de que el plan de cuidados se adapta a la situación particular
del usuario.
El paciente/cliente es una persona, no un grupo de diagnósti-
cos, intervenciones y resultados.
288
10.2. CREACIÓN Y EVOLUCIÓN
DEL DE DIAGNÓSTICO
DE ENFERMERÍA
10.2.1. Generalidades de la NANDA I
A. Taxonomías enfermeras
En respuesta a la necesidad de una terminología adecuada sur-
gen taxonomías enfermeras de diagnósticos: NANDA Interna-
cional, NANDA-I, (North American Nursing Diagnosis Association,
Asociación norteamericana de diagnósticos de enfermería). En
1973 Kristine Gebbie y Mary Ann Lavin, profesoras de la Saint
Louis University, Missouri, trataron de identificar y nombrar las
actuaciones de enfermería. Convocaron a enfermeras asisten-
ciales, gestoras, investigadoras y docentes de todas las regio-
nes de EE.UU. a la I.ª Conferencia nacional para la clasificación
de los DdE, donde se formaron grupos de trabajo con el objeti-
vo de formular diagnósticos.
La First National Conference, con el apoyo económico de la Saint
Louis University School of Nursing and Allied Health Professions,
identificó los diagnósticos de enfermería. Se reunieron en 1975
y 1980 y, a partir de entonces, lo hacen cada dos años.
En 1982 desapareció y en su lugar se creó la NANDA (North Ame-
rican Nursing Diagnosis Association, Asociación norteamericana
de diagnósticos de Enfermería), que invitó a todos los profesio-
nales que desearan participar en el esfuerzo de desarrollar una
taxonomía diagnóstica propia. La aportación a ese listado es in-
ternacional, con el fin de que las propuestas de incorporación de
nuevos diagnósticos se realizan desde cualquier país, estudián-
dose posteriormente por la dirección de NANDA la aceptación o
no de las mismas. En la Conferencia de 2002 la palabra NANDA
ha dejado de ser un acrónimo para convertirse en una marca re-
gistrada: NANDA Internacional. Su objetivo es el mismo.
En las primeras conferencias no hubo un acuerdo de cómo
clasificar los diagnósticos, por lo que se determinó efectuar
un listado por orden alfabético. En conferencias posteriores se
trabajó para desarrollar una estructura taxonómica. En la sép-
tima conferencia, celebrada en 1986, se presento la Taxonomía
I, hasta que en1998 se presentó a los miembros de la organiza-
ción la propuesta de la Taxonomía II, que finalmente fue apro-
bada en la decimocuarta conferencia en el año 2000.
Algunos diagnósticos han sufrido modificaciones respecto a la
Taxonomía I, por ejemplo los diagnósticos de salud o bienestar

se formularán anteponiendo la frase disposición para mejorar
en vez de potencial de mejora.
La taxonomía NANDA (North American Nursing Diagnosis
Association) define los diagnósticos de mayor aceptación in-
ternacional. Su objetivo es mejorar y fomentar la utilización
de la terminología de los diagnósticos de enfermería entre
las enfermeras. Una taxonomía es un sistema de clasificación o
un conjunto de categorías estructuradas en función de un único
principio o de un conjunto de principios.
La utilización de los diagnósticos de enfermería supone, como
se ha dicho, la utilización de un lenguaje común, que facilita la
comunicación entre las enfermeras. En definitiva, ayuda a unifi-
car internacionalmente el lenguaje enfermero. También surgen
las nuevas terminologías relacionadas con las intervenciones
de la enfermera, como son la Clasificación de la Intervenciones
enfermeras (Nursing Interventions Classification, NIC) y la Clasifi-
cación de resultados enfermeros (Nursing Outcomes Classifica-
tion, NOC).
Desde el punto de vista legal, recientemente se ha publicado el
Real Decreto 1093/2010, de 3 de septiembre, el 16 de septiem-
bre de 2010, en el que se aprueba el conjunto mínimo de datos
(CMD) de los informes clínicos en el Sistema Nacional de Salud.
En el Anexo VII, cuyo título es Conjunto de datos del informe de
cuidados de enfermería, en los diferentes aparatados indica que
estos serán:
• Diagnósticos enfermeros resueltos: Texto + código literal
NANDA + Código NANDA.
Modelo de referencia utilizado - Resultados destacables -
Texto Libre - Deberá reflejarse la información relativa a la
valoración enfermera más reciente.
Se recomienda especificar otras escalas o test aplicados y
ajenos al modelo utilizado en la valoración general.
• Diagnósticos enfermeros activos: Texto + código literal
NANDA + Código NANDA.
Aquellos diagnósticos presentes en el momento de la ela-
boración del informe, tanto reales como potenciales.
• Resultados de enfermería: Texto + código literal NOC + Có-
digo NOC.
Aquellos resultados seleccionados para identificar la evo-
lución del paciente, como resultado de las intervenciones
planificadas.
• Intervenciones de enfermería: Texto + código literal NIC +
Código NIC.
| Tema 10
Las intervenciones que se están llevando a cabo en el mo-
mento de elaboración del informe.
Cuidador principal Texto Libre (nombre + 2 apellidos) + Vin-
culación con el usuario.
En definitiva, la utilización de una terminología que describa
los problemas independientes de enfermería permite:
• Agilizar la comunicación.
• La transmisión sistemática de información.
• Facilitar la identificación de vacíos de conocimiento y cono-
cimientos relativos entre sí.
En España, un grupo de enfermeras trata de adaptar la taxo-
nomía NANDA a las competencias legales de la profesión en
nuestro país. Existen etiquetas diagnósticas que no son vali-
dadas legalmente en España.
Con el fin de poder hacer más cercanos los diagnósticos de
enfermería, es decir, que se adaptaran a nuestro entorno, sur-
ge la AENTDE (Asociación Española de Nomenclatura, Taxo-
nomía y Diagnósticos de Enfermería), asociación sin ánimo de
lucro que se creó en 1996 y que reúne a todas las enfermeras
que deseen trabajar por un lenguaje común para enfermería.
Sus líneas de trabajo son las siguientes:
• La validación de la Taxonomía II en España.
• La traducción de las Taxonomías NANDA, NIC y NOC.
La AENTDE define el diagnóstico de enfermería como un juicio
clínico, sobre la respuesta de una persona, familia o comunidad a
etapas de la vida/problemas de salud reales o potenciales, que la
enfermera identifica, valida y trata de forma independiente (AEN-
TDE, mayo de 2001).
Si nuestro objetivo es trabajar habitualmente con diagnósticos
de enfermería, es necesario manejar adecuadamente la taxo-
nomía NANDA, avalada internacionalmente. Las características
de su utilización para facilitar su manejo son:
• La taxonomía más reciente es la correspondiente a los años
2009-2011.
• La taxonomía tiene una estructura compuesta por siete
ejes que se corresponden con las dimensiones de las res-
puestas humanas.
En la segunda parte del libro NANDA 2009-2011, se describen
los diagnósticos de enfermería organizando los conceptos se-
gún los dominios.
Según NANDA, las enfermeras asistenciales, estando interesa-
das en los diagnósticos, deberán conocer la forma en que están
estructurados, esto les ayudará a encontrar rápidamente la infor-
mación e incluso proponer nuevos diagnósticos (NANDA: 2009-
2011).
289
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería

EJE
1 Concepto diagnóstico
2 Sujeto del diagnóstico
3 Juicio
4 Localización
Edad de la persona
5
objeto del diagnóstico
6 Tiempo
7 Edad del diagnóstico
Raíz de la formulación diagnóstica
Persona o personas para las que se formula un diagnóstico (individuo, familia, grupo
o comunidad)
Descriptor o modificador, limita o especifica el significado del concepto. Algunos
diagnósticos no requieren modificador, como por ejemplo, náuseas o fatiga
Partes o regiones corporales y las funciones relacionadas. La localización no está
presente en todos los tejidos. La lista completa está en Diagnósticos enfermeros de NANDA-I;
Definiciones y dasificación, 2009-2011, p. 380-381
NANDA identifica feto, neonato, lactante, niño pequeño, preescolar, escolar, adolescente,
adulto y anciano
Duración de un periodo o intervalo de un diagnóstico. NANDA incluye agudo,
crónico, intermitente y continuo
Hace referencia a la existencia real o potencialidad del problema. NANDA ha identificado
los siguientes: real, de riesgo, de promoción de la salud y de salud

Tabla 10.1. Ejes de la Taxonomía NANDA

La Taxonomía II se estructura en tres niveles: La Taxonomía II, en la actualidad, presenta 13 dominios, 47 cla-
• Dominios. ses y 206 diagnósticos. En la NANDA 2009-2011 se han inclui-
• Clases. do 21 nuevos diagnósticos, se han retirado seis y se han revi-
• Diagnósticos enfermeros. sado ocho. El libro de la NANDA presenta en su tercera parte

Toma de consciencia del bienestar o normalidad de las funciones y estrategias usadas para
1 Promoción de la salud
mantener el control y fomentar el bienestar o la normalidad de la función
Actividades de ingerir, asimilar y usar los nutrientes a fin de mantener y reparar los tejidos
2 Nutrición
y producir energía
Eliminación/
3 Secreción y excreción de los productos corporales de desecho
intercambio
4 Actividad/reposo Producción, conservación, gasto o equilibrio de los recursos energéticos
Sistema de procesamiento de la información humana que incluye la atención, orientación,
5 Percepción/cognición
sensación, percepción, cognición y comunicación
6 Autopercepción Consciencia del propio ser
Conexiones y asociaciones positivas y negativas entre personas o grupos de personas y los
7 Rol/relaciones
medios por los que se demuestran tales conexiones
8 Sexualidad Identidad sexual, función sexual y reproducción
Afrontamiento/
9 Forma de hacer frente a los acontecimientos/procesos vitales
tolerancia al estrés
Principios que subyacen en la conducta, pensamiento y conductas sobre los actos,
10 Principios vitales costumbres o instituciones comtempladas como verdaderas o poseedoras de un valor
intrínseco
Ausencia de peligro, lesión física o trastono del sistema inmunitario, prevención
11 Seguridad/protección
de las pérdidas y preservación de la protección y seguridad
12 Confort Sensación de bienestar o comodidad física, mental o social
Crecimiento/ Aumento de las dimensiones físicas, maduración de los órganos y sistemas o logro
13
desarrollo de las tareas de desarrollo acordes con la edad

Tabla 10.2. Dominios NANDA

290

las relaciones entre los dominios, las clases y los diagnósticos
enfermeros. Cada uno de estos dominios tiene un número de
diagnósticos asociados.
10.2.2. Generalidades de los diagnósticos
de enfermería
A. Diferencias entre diagnóstico médico y diagnóstico
de enfermería
El proceso diagnóstico en enfermería difiere del proceso diag-
nóstico en medicina, entre otras cuestiones porque en el diag-
nóstico de enfermería, siempre que se pueda contar con la
implicación del paciente/cliente, es fundamental tanto en el
proceso de valoración como en el de diagnóstico, tal como ya
se ha explicado anteriormente.
De forma general se pueden establecer las diferencias que apa-
recen reflejadas en la Tabla 10.3.
DIAGNÓSTICO DE ENFERMERÍA
Describe la respuesta individual de la persona
ante un problema de salud o situación vital
Puede variar en función de la respuesta de la persona
al proceso de cuidados
Guía el proceso del cuidado de enfermería
Posee una clasificación en proceso de desarrollo
en el ámbito internacional
DIAGNÓSTICO MÉDICO
Describe una patología
Premanece estable
Guía la práctica médica
Posee una clasificación bien desarrollada y aceptada
internacionalmente
Tabla 10.3. Diferencias entre el diagnóstico enfermero y el diagnóstico
médico
Interpretar los datos adecuadamente es fundamental para
realizar un diagnóstico adecuado; para que una enfermera
sea eficaz en la elaboración de un diagnóstico de enfermería
deberá desarrollar habilidades y características profesionales
y personales. NANDA dice que hay dos condiciones que son la
base del desarrollo de competencias diagnósticas: requiere com-
petencias en los dominios intelectuales, interpersonal y técnico, y
el desarrollo de tolerancia a la ambigüedad y el uso de la prác-
tica reflexiva como fortalezas personales (NANDA Internacional:
2009-2011).
| Tema 10
Partiendo de este punto, no va a resultar difícil comprender
que dos personas con un mismo diagnóstico médico pueden
presentar diferentes diagnósticos de enfermería. Estas diferen-
cias estarán condicionadas por:
• Las creencias y valores que tienen las personas en torno a
su salud y al bienestar.
• La etapa del ciclo vital en la que se encuentren.
• El entorno físico en el que se encuentren y la relación que
se establezca con él.
• El entorno familiar y social y la relación que establezcan.
Se puede observar cómo el diagnóstico de enfermería, a dife-
rencia del diagnóstico médico, es un juicio clínico que no se
refiere directamente a la enfermedad, sino que identifica y trata
las respuestas humanas; en definitiva, se interesa en cómo la
persona vive su enfermedad.
Hay que tener en cuenta que, según el modelo que se utilice,
es posible organizar los diagnósticos aprobados por la NANDA
al modelo elegido.
B. Ventajas de utilizar el diagnóstico enfermero
en la práctica profesional
Las ventajas de su utilización abarcan:
• El paciente/cliente como receptor del conocimiento en su
atención.
• El desarrollo profesional.
• El desarrollo científico de la disciplina.
Se pueden resumir las ventajas para el paciente/cliente, la disci-
plina y la profesión en que:
• Permite visibilizar la importancia del rol de la enfermera den-
tro del equipo interdisciplinar y en la sociedad en general.
• Permite la adopción de un lenguaje común, que facilite la
comunicación en el equipo de enfermería, favoreciendo la
coordinación del equipo y su orientación hacia un objetivo
concreto.
• Ofrece al enfermo unos cuidados de mejor calidad, perso-
nalizados y más humanos.
• Permite identificar los problemas de las personas para pres-
tarles la ayuda profesional necesaria.
• Favorece el desarrollo del conocimiento de enfermería, au-
mentando el cuerpo de conocimientos propio de la disciplina.
• Establece una base de datos que permite revisar y estudiar
las actuaciones y tiene implicaciones en la evaluación de la
calidad de los cuidados.
• Convierte el trabajo de la enfermera en más riguroso y cien-
tífico, ya que precisa utilizar el razonamiento diagnóstico
en su trabajo diario.
• Centra los cuidados específicamente en los aspectos de
enfermería, no únicamente en los aspectos médicos como
problemas de colaboración.
291
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería

Desde el punto de vista profesional, permite visualizar el área de
responsabilidad de la enfermera en el área de trabajo en el que
se esté desarrollando su actividad. Dado que el desarrollo de una
disciplina tiene su base en la investigación, la utilización y el estu-
dio de los diagnósticos, facilita identificar, definir y comunicar las
características específicas de nuestra aportación a la sociedad.
C. Razonamiento diagnóstico. Aplicación
del pensamiento crítico
El proceso diagnóstico precisa de la utilización de habilidades de
pensamiento crítico, del análisis y la síntesis. Es un proceso cogni-
tivo durante el cual una persona revisa los datos y considera alter-
nativas antes de formar una opinión. El análisis es la separación
en componentes, es decir, la división del todo en partes (razona-
miento deductivo). La síntesis es lo opuesto, es decir, juntar las
partes (razonamiento inductivo) (Berman, A: 2008).
Así pues, el razonamiento diagnóstico es el proceso de analizar
los datos y reunirlos para formular un diagnóstico o el método
para llegar a conclusiones sobre el estado de salud de un indi-
viduo. Pero llevar a cabo este razonamiento de forma adecuada
precisa de conocimientos, habilidades y experiencia y está basa-
do en principios y reglas básicas del razonamiento diagnóstico.

PASO RAZONAMIENTO
Comenzar por pedir a la persona
La persona que requiere cuidados y las personas allegadas, con frecuencia,
(o personas allegadas) que describan
1 son las más capacitadas para identificar los problemas. El pedir tres sirve
tres principales problemas
para priorizar
o preocupaciones
Asegurase de que se han completado
las cuatro fases
2 La valoración sistemática es esencial para llegar al diagnóstico
de la valoración, agrupando los datos
según un modelo enfermero
Determinar el funcionamiento normal,
deteriorado o en riesgo Esto ayuda a reducir la cantidad de información que se maneja y a comenzar
3
de deteriorarse y luego hacer una lista a centrase en las áreas problemáticas
de problemas reales o de riesgo
Ante la duda de si se tienen
conocimientos o autoridad
La responsabilidad incluye consultar con profesionales más cualificados,
4 para formular un diagnóstico, se debe
para asegurar un diagnóstico seguro y oportuno
consultar con un recurso apropiado
(enfermera con bibliografía…)
Conociendo las referencias bibliográficas (NANDA), se pueden identificar
Reconocer los diagnósticos requiere los problemas comparando los datos de la persona con los signos, slntomas
5 estar familiarizado por ellos y factores de riesgo que aparecen en el libro. Por otro lado, todos deben
y respaldarlo con evidencias estar al tanto de esas evidencias (signos, síntomas y factores de riesgo) para
verificar que la etiqueta diagnóstica es la adecuada al problema
Aunque la intuición es un elemento
valioso para la identificación
6 Hay que buscar evidencias que verifiquen el diagnóstico
de los problemas, nunca se debe hacer
un diagnóstico basandose sólo en ella
Un error en el diagnóstico es probable que origine un error
en el tratamiento, lo que supone:
· Iniciar intervenciones que agraven el problema o que, aunque
Si se omite un problema, se le pone
no lo agraven, tampoco lo solucionen
una etiqueta errónea o se identifica
7 · Omitir intervenciones que son esenciales para solucionar el problema
un problema que no existe, se está
· Permitir que los problemas persistan sin detectar su presencia
cometiendo un error diagnóstico
· Influir en otros profesionales sobre la existencia de problemas
incorrectamente identificados
· Situarse en riesgo de una demanda legal

Tabla 10.4. Pasos a seguir para diagnosticar problemas de salud

292

Como pensadores críticos el profesional de enfermería debe
ser capaz de:
• Formular juicios basados en evidencias.
• Reconocer las asunciones (reconocer cuando algo es pre-
sentado como un hecho, sin pruebas).
• Ser sistemático y completo.
10.2.3. Componentes de los diagnósticos
de enfermería aprobados por la NANDA I
Un diagnóstico de enfermería consta de estos elementos:
• Nombre (etiqueta diagnóstica): Describe el problema de
salud del paciente/cliente de forma clara y concisa o la res-
puesta. La descripción del problema se hace a través de una
frase concisa y breve. El objetivo de la etiqueta diagnóstica es
dirigir la formación de los objetivos del paciente y los resul-
tados deseados. En ocasiones también puede sugerir alguna
intervención de enfermería (Berman, A: 2008).
Para que los diagnósticos sean útiles en la clínica deben
de ser lo más específicos posible, es decir, descriptores. El
descriptor es la palabra añadida a algunas etiquetas diag-
nósticas que permite dar un significado concreto a la de-
claración diagnóstica y es el juicio que limita o especifica el
significado de un diagnóstico de enfermería.
Por ejemplo: “patrón de alimentación ineficaz del lactante”.
Junto a la etiqueta se incluye entre paréntesis el año en que
se aprobó el diagnóstico que, en ocasiones, se acompaña
de una segunda fecha que indica el año que se revisó por
última vez, así como el nivel de desarrollo del mismo.
A partir de la taxonomía 2003-2004 todos los nuevos y re-
visados llevan, además, debajo las tres referencias biblio-
gráficas consideradas más representativas por los autores o
revisores del diagnóstico.
• Definición: proporciona una explicación clara y precisa del
diagnóstico nombrado. Expresa su naturaleza esencial y
delimita su significado y permite diferenciar esta etiqueta
de las restantes.
• Factores relacionados: factores que muestran algún tipo
de relación con el diagnóstico. Pueden describirse como
antecedentes, asociados, relacionados o contribuyentes
al diagnóstico, es decir un elemento que se sabe que con-
tribuye o crea un problema específico (etiología). Sólo los
diagnósticos enfermeros reales tienen factores relaciona-
dos. Ejemplo: historia de episodios de desorientación y la
hipoacusia son factores de riesgo.
• Factores de riesgo: son factores o circunstancias que pue-
den causar o contribuir a la aparición de una respuesta
poco saludable. Se pueden incluir entre los factores de ries-
| Tema 10
go los ambientales, fisiológicos, genéticos, psicológicos, los
elementos químicos que aumentan la vulnerabilidad de un
individuo, familia o comunidad, etc. Los factores de riesgo
están presentes en los diagnósticos de riesgo.
• Características definitorias: son evidencias clínicas que
describen una serie de conductas o manifestaciones ob-
jetivas y subjetivas y se agrupan como manifestación de
diagnóstico real o de salud o de promoción de la salud.
Las características definitorias son concretas y pueden
recogerse mediante la observación o los informes de la
persona o grupo. No aparecen en los diagnósticos de
riesgo. Las características definitorias son concretas y
pueden recogerse mediante la observación o los infor-
mes de la persona o grupo y están presentes en los pro-
blemas reales.
A. Definición de los términos
• Signo: dato objetivo que manifiesta la presencia de un pro-
blema de salud, como, por ejemplo, la fiebre.
• Síntoma: dato subjetivo o manifestación subjetiva que sig-
nifica la presencia de un problema, como, por ejemplo, el
dolor.
• Características definitorias: conjunto de signos y sínto-
mas que generalmente están presentes en las personas con
un diagnóstico enfermero.
10.2.4. Formulación de los diferentes
diagnósticos NANDA I
El reconocimiento de los diagnósticos de enfermería reales, de
riesgo, de salud…, requiere un ejercicio de análisis y compara-
ción de los datos recogidos del paciente/cliente con la defini-
ción, factores de riesgo, características definitorias de los diag-
nósticos que pueden ser susceptibles de coincidir.
A. Diagnósticos reales
Es un problema que está presente en el momento en que la
enfermera realiza la valoración. Los datos que recoge la enfer-
mera presentan signos y síntomas o características definitorias.
Para escribir la formulación diagnóstica para un diagnóstico de
enfermería real (problema o situaciones que existen en el mo-
mento de hacer la valoración), se utilizará el formato PRS que
tiene tres componentes.
El formato PRS aplica el principio básico de identificación del
problema y su etiología y añade el concepto de validación.
El incluir los signos y síntomas (características definitorias) vali-
da el porqué de la elección de ese diagnóstico y no otro.
293
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
Figura 10.1. Esquema del formato PRS
B. Diagnóstico de riesgo
Se presenta como resultado de la exposición a situaciones que
incrementan la posibilidad de lesión o pérdida. Las etiquetas
de los diagnósticos de riesgo empiezan con la frase “Riesgo de”.
Ejemplo: “riesgo de deterioro de la integridad cutánea”. Se pue-
de decir que una vez valorado al cliente, si la enfermera observa
que hay factores de riesgo que hacen pensar que puede apa-
recer un problema en caso de no intervenir, nos encontramos
que se ha detectado un diagnóstico de riesgo.
Alfaro dice, refiriéndose a los diagnósticos de riesgo, que los da-
tos de la persona contienen evidencias de factores relacionados
(de riesgo) del diagnóstico, pero no hay evidencia de las caracterís-
ticas definitorias. Si hubiera evidencias de características definito-
rias, sería un diagnóstico real, no de riesgo (Alfaro-LeFevre: 2003).
Se formula con dos componentes PR.
Figura 10.2. Esquema de formulación de un diagnóstico de riesgo
Ejemplo: una persona anciana, encamada, incontinente y con
poca movilidad pero que en este momento su piel está en
buen estado. Los conocimientos de la enfermera le alertan de
que la edad, la incontinencia, la inmovilidad y el hecho de estar
encamada son factores de riesgo o contribuyentes para que se
pueda presentar un problema real: “deterioro de la integridad
cutánea”. Es por ello que la enfermera deberá iniciar su inter-
vención con la formulación del diagnóstico de “riesgo de dete-
rioro de la integridad cutánea”, r/c edad avanzada, incontinen-
294
cia e inmovilización en cama. La intervención de la enfermera
iría orientada a evitar el deterioro, por tanto, a la prevención.
Por otro lado, todos los diagnósticos que en la taxonomía apa-
recen como problemas reales (riesgo espiritual, diarrea, es-
treñimiento…) pueden formularse también como problemas
de riesgo anteponiendo la frase “riesgo de” (riesgo espiritual,
diarrea, estreñimiento…), y considerando los factores relacio-
nados como factores de riesgo.
Cabe tener en cuenta que aquellos diagnósticos identificados
únicamente como problemas de riesgo (riesgo de intoxicación,
riesgo de aspiración, riesgo de asfixia) se transforman en pro-
blemas reales, dejan de ser de competencia exclusiva de la en-
fermera y pasan al terreno de otro profesional o al ámbito de
los problemas de colaboración/interdependientes.
C. Promoción de la salud
Juicios clínicos sobre el deseo de aumentar el bienestar y poten-
ciar los recursos de la persona en el proceso de salud. No requie-
ren ningún nivel específico de bienestar. Reflejan aquellas situa-
ciones en que la persona, familia o comunidad tienen un grado
estable de salud o bienestar y desean y pueden aumentarlo.
Los diagnósticos empiezan siempre por “disposición para me-
jorar”. Se formulan con un solo componente.
D. Etiqueta
Todavía hay pocos diagnósticos de salud aprobados por NAN-
DA I, cuando los existentes no reflejen la situación, puede op-
tarse por el área que se desea mejorar anteponiendo la frase
de “Disposición para mejorar....”. Por ejemplo: “disposición para
mejorar la movilidad física”.
E. Diagnóstico de bienestar
Describe las respuestas humanas a niveles de bienestar en una
persona, familia o comunidad que tiene disposición de me-
jorarlo. Se apoya en las características definitorias (NANDA I,
2009-2011).
F. Síndromes diagnósticos
Los síndromes diagnósticos son un concepto más avanzado.
Un síndrome diagnóstico es aquél que agrupa un conjunto
de diagnósticos. Los DdE de síndrome comprenden un grupo
de diagnósticos reales o de riesgo que pueden aparecer como
consecuencia de un acontecimiento o situación de salud. La
formulación o enunciado diagnóstico se hace en una parte con
la etiología contenida en la denominación; por ejemplo: “Ries-
go de síndrome de estrés del traslado” (NANDA: 2009-2011).

Nombra una situación en que la persona, en respuesta al tras-
lado de un entorno a otro, está en riesgo de sufrir trastornos
fisiológicos o psicológicos.
Se aconseja usar esta etiqueta cuando sea posible reducir el
impacto incidiendo en las conductas de la familia, de los alle-
gados o de los cuidadores. Se desaconseja emplearla cuando la
actuación de la familia, de las personas allegadas y de los cuida-
dores sea la adecuada, pero, aún así, el riesgo persista.
Los factores o situaciones de riesgo más habituales son:
• Lo que puede ser tratado independientemente por la en-
fermera.
• Los que no pueden abordarse independientemente por-
que reflejan un problema de competencia de otro profe-
sional, un problema de colaboración o no son modificables.
La enfermera llevará a cabo una valoración específica tras el
diagnóstico como la edad y la etapa de desarrollo, así como el
estado físico de la persona, su estado mental, las razones para
el traslado o cambio de entorno, las experiencias anteriores en
relación a traslados o cambios de entorno, recursos personales,
familiares, sociales, etc.
Se tendrán en cuenta los criterios de resultados, así como las
intervenciones de enfermería en la vida diaria (Luis, T.: 2008).
NANDA Internacional recomienda el uso de algunos términos
específicos para describir determinados diagnósticos de enfer-
mería. Ejemplo: si se utiliza el diagnóstico se deberá especificar
“conocimientos deficientes”, lo que significa que hay que aña-
dir las palabras descriptivas necesarias para que el diagnóstico
de enfermería quede claro. Esta etiqueta nombra una situación
en que la persona carece de información cognitiva suficiente
o fidedigna sobre un tema específico relacionado con la salud.
10.2.5. Guías para evitar errores al escribir
las formulaciones diagnósticas
El error es inherente al ser humano, y ante esto el diagnóstico
no supone una excepción. Las enfermeras pueden evitar algunos
errores comunes del razonamiento reconociéndolo y aplicando
las habilidades apropiadas del pensamiento crítico (Berman, A:
2008). Algunas recomendaciones nos ayudan a minimizar el
error diagnóstico (Berman, A: 2008):
• Construir una buena base de conocimientos y adquirir
la necesaria experiencia clínica. Es el momento en que la
enfermera aplica el conocimiento recibido en las diferentes
áreas de forma que sea capaz de reconocer los indicios ne-
cesarios que le permitan realizar hipótesis basados en los
datos.
| Tema 10
• Consultar los recursos. La utilización de la bibliografía re-
ferida a los diagnósticos es un recurso muy importante a
utilizar por los profesionales de enfermería.
• Disponer de un conocimiento de trabajo de lo que es
normal. Se deben conocer los datos normales con el fin de
comparar las observaciones actuales con los datos basales
del paciente, cuando sea posible. De la misma forma, debe
conocer lo que es habitual para cada persona en relación a
su edad, estructura física, estilo de vida, cultura, etc.
• Mejorar las habilidades de pensamiento crítico. Las ha-
bilidades de pensamiento crítico son una ayuda para la en-
fermera, que le permite ser consciente de los errores en el
pensamiento y a evitarlos.
• Verificar. Supone plantear posibles explicaciones de los
datos, teniendo en cuenta que los diagnósticos son provi-
sionales hasta que se verifican.
Es importante asegurarse de que las formulaciones diagnós-
ticas orientan las intervenciones. Las formulaciones de los
diagnósticos debieran escribirse de tal manera que dirijan las
actuaciones independientes de enfermería.
La formulación debe responder a la pregunta (NANDA: 2009-
2011): ¿qué puede hacer la enfermera ante este problema?.
Ejemplo: Riesgo de limpieza ineficaz de vías aéreas r/con secre-
ciones copiosas y dificultad para adoptar una postura adecua-
da para toser (correcto).
Riesgo de limpieza ineficaz de vías aéreas r/con neumonía (in-
correcto).
En el primer ejemplo podemos ver como en la segunda par-
te de la formulación (factores de riesgo) dirige la intervención
independiente de la enfermera. Si esto no es posible, nos ase-
guraremos que el problema dirige las intervenciones de la en-
fermería.
Ejemplo: desequilibrio nutricional por defecto r/con dolor de
garganta manifestado por presencia de micosis (correcto).
El factor relacionado (dolor de garganta) y el problema (desequi-
librio nutricional) pueden tratarse mediante acciones prescritas
por la enfermera: “proporcionar líquidos fríos y ricos en calorías” y
“permanecer con la persona para ayudarla a que los tome”.
10.2.6. Problemas de colaboración
o interdependientes
Hay problemas que detecta la enfermera tras la valoración y
que son susceptibles de ser tratados en colaboración con otros
295
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
profesionales. Se puede definir el problema de colaboración
como problemas de salud reales o potenciales en los que el usua-
rio requiere que la enfermera haga por él las actividades de trata-
miento y control prescritas por otro profesional, generalmente el
médico (Luis, T. et al: 2005).
Se trata, por tanto, de situaciones relacionadas con la patología,
con la aplicación del tratamiento prescrito por otro profesional
y con el control de la respuesta al tratamiento, como pueden
ser la evolución de una situación patológica. El tratamiento de-
finitivo del problema de salud exige intervenciones médicas o
de otro profesional y de la enfermería.
En esta área de la práctica, que comprende problemas que exis-
ten o que pueden aparecer, la enfermera es responsable de su
actuación, pero la responsabilidad del resultado final, así como el
control de la situación y la autoridad para determinar las interven-
ciones que se han de llevar a cabo, recaen sobre el profesional con
el que colabora la enfermera.
Lefevre dice que hasta que se sienta segura identificando las
complicaciones potenciales, informe de todos los datos anorma-
les. Lo que a usted puede parecerle clave aislada, puede preocu-
par a una persona más experta (o a alguien que conozca mejor al
usuario) (Alfaro-Lefevre: 2003).
Algunas pautas para poder identificar los problemas de cola-
boración son:
• A medida que se vaya adquiriendo más conocimiento y
tomando experiencia profesional, resultará más sencillo
detectar los signos y síntomas de las complicaciones po-
tenciales derivadas de las situaciones antes mencionadas.
• La habilidad para identificar estos problemas depende de
los conocimientos fisiopatológicos, diagnósticos médicos y
tratamientos.
• Para nombrar estas situaciones, es necesaria e insustituible la
utilización de la terminología médica, dado que es esta la que
mejor describe las alteraciones de la homeostasis biológica.
• Revisar las guías críticas, políticas, procedimientos y pro-
tocolos y estándares que se refieren a la situación del en-
fermo. A menudo, estos pueden guiar a la enfermera para
valorar los signos y síntomas específicos de los que debe
informar para controlar las complicaciones potenciales.
RESPONSABILIDAD, CONTROL Y AUTORIDAD EN LA PRÁCTICA ENFERMERA
Problemas de colaboración Diagnósticos enfermeros
De las própias acciones De las própias acciones
Del resultado final
Del médico De la enfermera
Del médico De la enfermera
Tabla 10.5. Responsabilidad, control y autoridad de la práctica enfermera
296
• Para la formulación diagnóstica de una complicación po-
tencial se utiliza “CP” (Complicación Potencial).
En este apartado pueden tratarse problemas:
• Ya existentes o reales, como por ejemplo: “infección de la
herida “.
• Aunque habitualmente se refieren a complicaciones poten-
ciales de la situación fisiopatológica, del tratamiento médi-
co o de las pruebas diagnósticas.
En este último caso, como ya se ha comentado, para la formulación
de dicho problema se antepondrá la frase: “Complicación poten-
cial” para indicar que el problema aún no existe (p.e: “CP: sepsis”).
Por otro lado, resulta útil añadir la frase “secundario a...” seguida
de la causa que generó el problema, ello fijará la atención de la
enfermera y le permitirá determinar las actividades e interven-
ciones más indicadas en cada caso. Ejemplo: “ CP: hemorragia
secundaria a tratamiento con fibrinolíticos”.
Las actuaciones de enfermería para los problemas interdepen-
dientes están generalmente protocolizadas en los centros asis-
tenciales. La responsabilidad del profesional de enfermería en
relación a los problemas de colaboración es:
Detectar y comunicar los signos precoces de complicacio-
nes que necesitan intervenciones prescritas por el médico.
Realizar intervenciones prescritas por el médico (autoridad
delegada).
10.3. LA ETAPA
DE PLANIFICACIÓN.
INTRODUCCIÓN
Finalizada la etapa del diagnóstico de enfermería, es el momen-
to de decidir cuáles son los resultados que hay que plantearse
con el paciente/cliente y las intervenciones que la enfermera
Responsabilidad de la enfermera
Control
Autoridad

debe llevar a cabo para elaborar el plan de cuidados. Por tanto,
es preciso identificar cuál es la relación entre los diagnósticos
de enfermería y los resultados e intervenciones.
NANDA dice que un diagnóstico enfermero adecuado y válido
determina el resultado sensible a la actuación enfermera. Estos
resultados guían la selección de intervenciones que probable-
mente producirán el efecto terapéutico deseado. De nuevo, las
intervenciones tratarán bien los factores relacionados (o fac-
tores de riesgo) o bien las características definitorias (NANDA:
2009-2011).
Para poder realizar las correspondencias hay que ayudarse en
este momento de bibliografía en la que se vinculan los diagnós-
ticos de enfermería con los resultados (NOC) y las intervenciones
(NIC); no obstante la enfermera puede utilizar estas guías, pero
también debe ser capaz de identificar los resultados y seleccionar
las intervenciones que considere adecuadas al paciente/cliente.
La planificación es un proceso de razonamiento deductivo que
lleva a usar la reflexión antes de actuar. Permite tomar decisio-
nes y solucionar problemas. En la planificación, la enfermera
revisa los datos recogidos en la valoración del paciente/cliente
y los diagnósticos identificados para obtener los indicadores
necesarios que le permitan elaborar los objetivos del paciente/
cliente, y establecer las intervenciones. De la misma manera, es
un proceso dinámico y continuo que requiere de una serie de
estrategias dirigidas a:
• Prevenir problemas.
• Reducir los existentes.
• Corregir los problemas identificados.
• Ayudar a la persona a lograr un óptimo nivel de funciona-
miento.
Se trata de desarrollar un plan de cuidados mediante una serie
de pasos específicos, individualizados y capaces de cumplir los
estándares actuales para la práctica.
Así pues, el plan de cuidados tiene los siguientes objetivos:
• Proporcionar documentación sobre las necesidades en cui-
dados de salud, lo que permite determinar los costes.
• Crear un registro que posteriormente pueda ser usado para
la evaluación, investigación y propósitos legales.
• Dirigir los cuidados y la documentación.
• Promover la comunicación entre los cuidadores.
La planificación es continua, por lo que se pueden establecer
tres etapas secuenciadas en el tiempo:
• Una etapa inicial, que comienza con el primer contacto
con el paciente; es en la que más tiempo invierte la en-
fermer a y en la que se elaborará la necesidad del plan de
cuidados. Es por ello necesario que la planificación se inicie
cuanto antes, una vez realizada la valoración.
| Tema 10
• La etapa de desarrollo o intermedia es la etapa en la que
participan todos los profesionales de enfermería que, de
una u otra forma, van a estar en contacto con el paciente.
Es importante la información que se va obteniendo a lo lar-
go del proceso, puesto que permite evaluar las respuestas
del paciente/cliente y, de esta forma, se puede individuali-
zar el plan propuesto inicialmente.
La valoración continua posibilita las planificaciones diarias
orientadas a:
- Establecer prioridades para la atención del paciente du-
rante el turno correspondiente.
- Establecer estrategias que permitan abordar más de un
problema en cada relación con el paciente/cliente.
- Determinar si el estado de salud del paciente ha cam-
biado.
- Decidir cuáles son los problemas a priorizar durante el
turno.
• La etapa final, en la que la enfermera ha previsto y plani-
ficado las necesidades que el paciente/cliente puede tener
en el momento del alta. Es un paso imprescindible en el
bienestar del paciente/cliente y que cumple con la norma-
tiva actual.
10.3.1. El proceso de planificación
El proceso de planificación incluye los planes de cuidados de
enfermería estandarizados e individualizados.
• El plan de cuidados estandarizados es el plan de cuidados
que se orienta hacia un grupo de pacientes/clientes con ne-
cesidades comunes.
• El plan de cuidados individualizados es aquél orientado
hacia las características concretas del paciente/cliente y ha-
cia las respuestas al plan.
Una vez elaborados los diagnósticos de enfermería y los resul-
tados e intervenciones, el resultado es un plan integral e indi-
vidualizado.
Con el fin de optimizar los resultados y considerando los as-
pectos relacionados con el coste-beneficio de los servicios
de salud, se recomienda la elaboración por parte de los pro-
fesionales que trabajan en centros asistenciales, de diversos
planes estandarizados que permitan tratar a los grupos de
pacientes/clientes con problemas específicos. Los planes es-
tandarizados aseguran el cumplimiento de estándares míni-
mos, así como favorecen la optimización del tiempo de las
enfermeras, puesto que no es necesario establecer planes
con actividades comunes.
297
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
El proceso de elaboración del plan de cuidados consta de las
actividades que se explican a continuación.
A. Fijación de prioridades
Es el proceso que permite la elaboración de una secuencia pre-
ferente para abordar los diagnósticos e intervenciones de en-
fermería. La enfermera y el paciente/cliente inician la etapa de
planificación estableciendo las prioridades en los diagnósticos
identificados.
Se puede detectar más de un problema que precise de la in-
tervención enfermera, aunque a veces no siempre es posible
abordarlos todos a la vez. Es necesario identificar normas que
permitan decidir qué problemas deben abordarse en primer
lugar y cuáles pueden y deben esperar.
La enfermera puede abordar parcialmente un diagnóstico de
enfermería con una prioridad alta y después otro con una prio-
ridad menor (Berman, A: 2008). Diferentes teóricas de enferme-
ría han utilizado escalas para establecer las prioridades en el
momento de asignar la prioridad. Una de las más utilizadas es
la pirámide de necesidades de Maslow, que permite priorizar la
actuación de enfermería para tener en cuenta en su escala de
prioridades.
Abraham Maslow descubrió mientras trabajaba que ciertas ne-
cesidades prevalecen sobre otras. Por ejemplo, si se está ham-
briento o sediento, se tenderá a calmar la sed antes que comer.
Figura 10.3. Pirámide de Maslow
298
Después de todo, se puede estar sin comer unos cuantos días,
pero sólo es `posible permanecer un par de días sin agua. La
sed es una necesidad más fuerte que el hambre.
Maslow recogió esta idea y creó la jerarquía de necesidades y
estableció cinco grandes bloques: las necesidades fisiológicas,
de seguridad y protección, de amor y pertenencia, de autoesti-
ma y de autorrealización.
• Las necesidades fisiológicas: éstas incluyen las necesi-
dades que de oxígeno, agua, proteínas, sal, azúcar, calcio y
otros minerales y vitaminas. La necesidad de mantener el
equilibrio del pH y de la temperatura. Otras necesidades in-
cluidas aquí son aquéllas dirigidas a mantenernos activos,
a dormir, a descansar, a eliminar desperdicios (CO2, sudor,
orina y heces) y a evitar el dolor.
• Las necesidades de seguridad: cuando las necesidades
fisiológicas se mantienen compensadas, entran en juego el
siguiente nivel. Empiezan a preocupar aquellas cuestiones
que provean seguridad, protección y estabilidad. Incluso es
posible desarrollar una necesidad de estructura, de ciertos
límites, de orden. Desde un punto de vista negativo, la per-
sona podría comenzar a preocuparse no por necesidades
como el hambre y la sed, sino por sus miedos y ansiedades.
En el adulto este grupo de necesidades se ve reflejado en
la necesidad de tener una casa digna, de disponer de un
puesto de trabajo, de un plan de jubilación.
• Las necesidades de amor y de pertenencia: una vez satis-
fechas las necesidades fisiológicas y de seguridad, se pasa
al siguiente nivel de la pirámide. Comienza la necesidad
 | Tema 10

de amistad, de tener pareja y niños y de tener relaciones
afectivo-sociales.
• Las necesidades de autoestima: posteriormente y una
vez satisfechas las anteriores nos preocupamos por la au-
toestima. Maslow describió dos tipos de necesidades de
estima:
- La baja es la del respeto de los demás, la necesidad de
estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputa-
ción, apreciación, dignidad e incluso dominio.
- La alta comprende las necesidades de respeto por uno
mismo, incluyendo sentimientos tales como confianza,
competencia, logros, independencia y libertad.
El aspecto negativo de esta necesidad puede ser la baja au-
toestima y los complejos de inferioridad.
Maslow considera a todas estas necesidades como esen-
cialmente vitales, incluso el amor y la estima son necesarios
para el mantenimiento de la salud. Afirma que todas estas
necesidades están construidas genéticamente en todos
nosotros, como los instintos.
En términos de desarrollo general, nos movemos a través
de estos niveles como si fueran estadios. De recién naci-
dos, nuestro foco está en lo fisiológico. Inmediatamente, se
empieza a reconocer que necesitamos estar seguros. Poco
tiempo después, se busca atención y afecto. Un poco más
tarde, la autoestima. Todo esto ocurre durante los dos pri-
meros años de vida.
Bajo condiciones de estrés o cuando nuestra supervivencia
está amenazada, es posible “regresar” a un nivel de necesi-
dad menor. Cuando se vive una situación laboral compleja
es posible que se busque algo más de atención. Maslow
sugiere que se podría preguntar a las personas sobre su fi-
losofía de futuro (cuál sería su ideal de vida o del mundo)
y así conseguir suficiente información sobre cuáles de sus
necesidades están cubiertas y cuáles no.
• La necesidad de autorrealización: Maslow se refiere a ella
como: motivación de crecimiento. Comprenden aquellos
continuos deseos de llegar a lo más alto. Es una cuestión
de ser el más completo, el mejor, el más autorrealizado.
En este punto de la jerarquía de las necesidades nos plan-
teamos que para una auténtica autorrealización, las nece-
sidades primarias tienen que estar satisfechas de forma
adecuada. Desde luego, esto tiene sentido: si estás ham-
briento, esa sería la prioridad; si el problema es una ame-
naza seria a la seguridad, estarás en una actitud continua
de alerta; si estás aislado y desamparado, necesitas llenar
esa soledad; si tienes un sentimiento de baja autoesti-
ma, deberás defenderte de ese estado o compensarlo.
Cuando las necesidades básicas no están satisfechas, no
puedes dedicarte a llenar tus necesidades de crecimiento
personal.
Alfaro sugiere como método para fijar prioridades la jerarquía
de necesidades de Maslow, que hemos comentado, adaptán-
dola forma lo que se observa en la Tabla 10.6.
Para facilitar el establecimiento de prioridades se pueden apli-
car los siguientes criterios:
• Problemas que amenacen la vida de las personas, es decir,
la urgencia del problema por su riesgo vital.
• La percepción de prioridad de los problemas que tenga el
propio sujeto/familia. Si no está de acuerdo con las priori-
dades que la enfermera ha determinado, es poco probable
que el plan tenga éxito, puesto que la colaboración de la
persona en su proceso de cuidados estará en función de
lo que entienda como prioritario en su situación de salud.
Puede ocurrir que los conocimientos en cuanto a la prio-

NECESIDAD
Necesidades fisiológicas Problemas (o factores de riesgo) que representan una amenaza para las necesidades
1 fisiológicas; como ejemplo serían aquéllas relacionadas con la respiración, la nutrición,
la hidratación, la eliminación, la regulación de la temperatura y el bienestar físico
Seguridad y protección Problemas (o factores de riesgo) que representan una amenaza para la protección
2
PRIORIDAD

y seguridad, por ejemplo los peligros ambientales, el miedo, etc.

Amor y pertenencia Problemas (o factores de riesgo) que representan una amenaza para sentirse amado
3
y como parte de algo; un ejemplo puede ser el sentirse aislado o perder un ser querido
Autoestima Problemas (o factores de riesgo) que representan una amenaza para la autoestima,
4
por ejemplo la incapacidad para llevar a cabo las actividades habituales
Autorrealización Objetivos personales que representan una amenaza para la habilidad de lograr
5
los objetivos personales

Tabla 10.6. Adaptación de la jerarquía de las necesidades

299
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
ridad de la enfermera entren en contradicción con lo que
desea el paciente, por ejemplo la necesidad de cambios
posturales para evitar las úlceras por presión. Puede que el
paciente/cliente no quiera que se le movilice, en cuyo caso
habrá que informar nuevamente al paciente/cliente y ade-
más realizar las intervenciones necesarias.
• Problemas que contribuyan a la permanencia de otros pro-
blemas, dado que la resolución de aquellos eliminará o re-
ducirá éstos.
Ejemplo: una persona con dolor en las articulaciones podrá
tener dificultades para moverse, si se mejora el dolor mejo-
rará su movilidad.
• Problemas que, por tener una misma causa, puedan tra-
bajarse conjuntamente, lo que permite resolver más de un
problema casi simultáneamente. La imagen general de los
problemas que nos encontramos.
Ejemplo: si una persona tiene problemas para respirar, nor-
malmente se atenderá este problema en primer lugar. Sin
embargo, si al contemplar la imagen general se ve que la
persona tiene un ataque de ansiedad lo cual provoca en
ella la dificultad para respirar, de manera que, en este mo-
mento el problema más importante que hay que resolver
es la crisis de ansiedad.
• Problemas que tienen una solución sencilla, puesto que su
resolución sirve para abordar otra más compleja o de más
larga resolución.
Ejemplo: corregir la posición inadecuada de un paciente
para ayudarle a mejorar la respiración.
10.3.2. Clasificación de los resultados
de enfermería (NOC)
Establecidas las prioridades, la enfermera y el paciente/clien-
te fijan los objetivos correspondientes a cada diagnóstico de
enfermería. En el plan de cuidados los objetivos/resultados
esperados describen en términos de conducta del paciente/
cliente lo que la enfermera espera lograr poniendo en prác-
tica las intervenciones de enfermería. Las intervenciones de
cuidados enfermeros efectivos requieren objetivos centrados
en el cliente.
En esta fase del proceso es importante utilizar un lenguaje es-
tandarizado; de la misma forma que era un elemento impor-
tante utilizar los diagnósticos de enfermería como lenguaje es-
tandarizado o común, esta premisa se ve fundamental en todas
las fases del proceso.
300
En 1991 se creó un equipo de investigación dirigido por Marion
Johnson y Meridean Mass, en la Universidad de Iowa, con el fin
de elaborar una clasificación de los resultados del paciente/
cliente que se relacionara con los cuidados de enfermería, que
permitía evaluar las intervenciones de enfermería. Esta taxono-
mía se ha denominado Clasificación de los resultados de enfer-
mería (NOC, del inglés Nursing Outcomes Classification).
La primera publicación se realizó en el año 1997. En su traduc-
ción al idioma español se denomina Clasificación de Resulta-
dos de Enfermería (CRE).
Identificar los resultados del paciente permite utilizar un indi-
cador para poder determinar el éxito de una intervención de
Enfermería.
“Un resultado se define como un estado, conducta o percepción
individual, familiar o comunitaria que se mide a lo largo de un
continuo en respuesta a una intervención enfermera” (Moorhead,
S. et al: 2005).
Los resultados NOC permiten controlar el progreso del pa-
ciente/cliente o la ausencia del mismo a través de todo el
proceso de cuidados.
Los resultados se han relacionado con los diagnósticos NANDA
y con las intervenciones NIC.
Las interrelaciones entre los diagnósticos NANDA y los resulta-
dos NOC indican las relaciones entre el problema o el estado
actual del paciente y los aspectos del problema o el estado que
se espera resolver o mejorar mediante una o más intervencio-
nes.
Los resultados estandarizados fueron desarrollados para
medir los efectos de las intervenciones de cuidados, utili-
zándose en todos los ajustes y con todas las poblaciones, por
lo que pueden medir el estado del cliente con varios aconte-
cimientos de la salud relacionados con diferentes periodos de
cuidado.
Hay siete dominios del NOC, que describen la respuesta desea-
da del cliente: la salud funcional, la salud psicológica, la salud
psicosocial, el conocimiento de la salud y el comportamiento,
la percepción de salud, la salud de la familia y la salud de la
comunidad.
En la taxonomía hay unos 330 resultados que pertenecen a uno
de los dominios. A cada resultado NOC se le asigna un código
de cuatro cifras, así como una definición.
Los resultados NOC son amplios, por lo que es necesario para
medir el resultado utilizar indicadores para cada paciente/
 | Tema 10

ETIQUETAS Y DEFINICIONES DE RESULTADOS

Código Resultados Definición
1300 Aceptación: estado de salud Reconciliación con las circunstancias de salud
Adaptación deI cuidador familiar al ingreso Adaptación del cuidador familiar al rol cuando el receptor
2200
del paciente en un centro sanitario de los cuidados es ingresado en un centro sanitario
1301 Adaptación deI niño a la hospitalización Respuesta adaptativa del niño a la hospitalización
Adaptación del recién nacido Adaptación del medio extrauterino de un recién nacido
0118
fisiológicamente maduro durante los primeros 28 días
1305 Adaptación psicosocial: cambio de vida Adaptación psicosocial del individuo a un cambio de vida
Conocimineto: cuidados de la ostomía Grado de la comprensión transmitida sobre el
1829
mantenimiento de una ostomía de eliminación

Tabla 10.7. Ejemplo de las etiquetas y definiciones de resultados NOC según Johnson, N. et al: 2077

cliente en particular. “Un indicador es un estado, conducta o
percepción de un individuo, familia o comunidad que sirve de
indicio para medir el resultado” Moorhead, S et al: 2009).
Los objetivos responden a tres propósitos:
• Proporcionan estrategias para planificar el plan de cuida-
dos. Dirigen las intervenciones. Sabiendo qué queremos
conseguir, sabremos qué hay que hacer.
• Miden el plan de cuidados. El éxito del plan de cuidados
estará determinado si se han conseguido los objetivos mar-
cados previamente.
• Son factores de motivación. Cuando se sabe lo que se va a
medir, hay mayor motivación para llevarlo a cabo; a medida
que se van consiguiendo los objetivos, el paciente/cliente
y la enfermera pueden ver recompensados los esfuerzos
realizados para conseguir el bienestar del paciente/cliente.
A. Clasificación de los objetivos (Benavent, A. et al:
2000)
1. Según el tipo de acción
• Objetivos de restitución: cuando el objetivo responde a
un diagnóstico real, el cambio que se espera será la recupe-
ración o resolución del problema y, por tanto, la restitución
del nivel de salud y bienestar.
• Objetivos de mantenimiento: si el objetivo responde a
un diagnóstico de enfermería de riesgo, el cambio que se
espera no es otro que mantener un control de la situación,
para que ese riesgo no se transforme en un problema real.
• Objetivos de conservación: cuando el objetivo responde
a un diagnóstico de salud no es un cambio lo que se espera,
sino que se conserve un buen nivel de salud.
2. Según el área
Los objetivos marcados para los diagnósticos de enfermería
pueden pertenecer a una de estas tres áreas:
• Área cognoscitiva: cuando se pretenda aumentar o com-
pletar los conocimientos que tiene la persona, o cambiar
los conceptos erróneos por otros verdaderos. Por ejemplo:
aprender a reconocer los síntomas de hipoglucemia.
• Área psicomotriz: si se desea la adquisición o el perfeccio-
namiento de habilidades psicomotoras. Ejemplo: realizar el
autocontrol de determinación de niveles de glucemia.
• Área afectiva o volitiva: cuando se persiga un cambio de
sentimientos o valores. Ejemplo: mantener en buen control
el proceso de enfermedad.

Código Resultados esperados NOC Indicadores

Autocuidados: actividades · Camina al baño sin disnea, fatiga, respiración ineficaz o insuficiencia
de la vida diaria · En las 24 h siguientes se asea con ayuda en la cama
0300 · En las 48 h siguientes se asea con ayuda en el baño
· En las 72 h siguientes se asea en la ducha sin disnea
· Comunica satisfación y bienestar con las necesidades higiénicas
Sueño · Sueño observado en la ronda nocturna
0004 · Manifiesta que se siente descansada
· No experimenta ortopnea

Tabla 10.8.

301
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
3. Según el tiempo que se considere necesario
• Objetivos a corto plazo (intermedios). Aquéllos que ex-
presan una acción que se quiere conseguir en un plazo
relativamente rápido, en días o en menos de una sema-
na.
• Objetivos a largo plazo (finales). Proponen conseguir el
resultado en un tiempo más largo, que puede oscilar entre
varias semanas o meses. Éste puede considerarse para des-
cribir el objetivo general.
B. Características de los objetivos (resultados
esperados) centrados en el paciente/cliente
Se trata de definir los objetivos centrados en el cliente, es de-
cir, lo que se espera que el cliente logre es un método efectivo.
Son los beneficios que el paciente/cliente recibirá de los cuida-
dos de enfermería. Las características de los objetivos son las
siguientes:
• El sujeto de un objetivo centrado en el paciente/cliente
debe ser el paciente/cliente. Se escribirán en términos de
respuestas del paciente/cliente, no de actividades de enfer-
mería. Ejemplo:
- Correcto: el paciente caminará 30 minutos al día (con-
ducta del paciente).
- Incorrecto: mantener activo al paciente (acción de en-
fermería).
• Escribir los objetivos de forma clara y concisa es importante
para determinar intervenciones específicas e individualiza-
das.
• Evitar palabras vagas e imprecisas y apreciaciones subje-
tivas que permitan más de una interpretación o que den
lugar a errores, por parte de las enfermeras que van a estar
al cuidado del paciente cliente. Ejemplo:
- Incorrecto: el paciente/cliente aumentará el ejercicio
diario.
• Han de ser medibles y observables para los resultados. Ten-
drá criterios/indicadores que permitan poder evaluarlos.
• Deben estar fijados en el tiempo. El objetivo indicará cuan-
do se espera que se consiga.
• Ser realistas.
• Tiene que estar ajustados a los recursos de:
- El paciente/cliente:
› Situación económica.
› Inteligencia.
› Nivel físico y emocional.
- La enfermera:
› Grado de formación/experiencia.
› Autonomía en su actividad.
› Tiempo/presión asistencial.
302
- El lugar de trabajo:
› Medios técnicos/materiales.
› Instalaciones.
› Personal auxiliar.
• Los objetivos/resultados esperados deberán formularse
por cada diagnóstico de enfermería, lo que facilita la eva-
luación de la asistencia a asegurar que las intervenciones
de enfermería planificadas están relacionadas directamen-
te con el diagnóstico.
• Decididos con el paciente/cliente. El paciente/cliente consi-
dera que los objetivos/resultados esperados son importan-
tes para él; en algunos resultados es muy importante que
el paciente/cliente los elija él o bien colaborar con él en su
formulación.
• En algunos casos no se puede contar con el cliente porque
su estado no le permite participar en la evolución. Los ob-
jetivos se convierten entonces en objetivos de cuidados,
que permiten a la enfermera planificar acciones adecuadas.
Éstos serían en el caso de la autonomía.
C. Componentes de los objetivos/resultados esperados
para los diagnósticos de enfermería
Los objetivos, ya sean finales o intermedios, para que sean ope-
rativos y permitan valorar la eficacia de la intervención de en-
fermería deben tener los siguientes componentes:
• Sujeto. Es quien tiene que lograr el objetivo. Dado que el
plan de cuidados es del paciente/cliente, éste está implícito
y sólo será necesario especificarlo cuando se trate de una
persona distinta a él.
• Verbo. Especifica las acciones que debe realizar el pacien-
te/cliente, es decir, qué debe hacer el paciente/cliente para
evidenciar que ha logrado el objetivo.
Lo que necesariamente conlleva el empleo de verbos de
acción (verbos que indiquen una conducta observable).
Ejemplo: Laura explicará la importancia de realizar ejercicio
al menos tres veces en semana.
• Tiempo. Cuándo hay que valorar si se ha logrado o no el
resultado esperado.
• Modo. Cómo debe realizar la acción el paciente/cliente
para considerar que se ha logrado el objetivo propuesto.
Este componente es preciso cuando sea posible realizar la
acción de diferentes maneras. Ejemplo: caminar con una
muleta, con andador sin ayuda, etc.
• Medida. Hasta cuándo o hasta dónde, cuando en el objeti-
vo que se desea conseguir sea posible identificar distintos
niveles o grados. Ejemplo: Juan (sujeto) realizará los ejer-
cicios para la insuficiencia venosa (verbo) dos veces al día
(tiempo) tumbado en la cama (modo) diez veces cada uno
(medida).
 | Tema 10

VERBOS REPRESENTATIVOS DE LOS TRES DOMINIOS dificación, desaparición o control de los factores causales
· Cognitivo · Identificar del problema (diagnósticos de enfermería reales) o de los
· Afectivo · Escuchar factores de riesgo (diagnósticos de enfermería de riesgo).
· Psicomotor · Hacer
· Enseñar · Describir Estreñimiento r/c baja ingesta de fibras y residuos y estilo
· Expresar · Comunicar de vida sedentario y m/p...
· Demostrar · Andar
· Exponer · Hacer un listado En este caso los objetivos intermedios son:
· Compartir · Relacionar - En el plazo de una semana, el paciente/cliente incluirá
· Practicar · Administrar por lo menos un alimento rico en fibra en cada comida.
VERBOS MENSURABLES (MUESTRA) - En el plazo de dos semanas, diseñará un plan para incor-
porar un grado moderado de ejercicio en su vida diaria.
· ldentificar · Andar
· Argumentar · Explicar
• Objetivos para los diagnósticos de salud. Únicamente se
· Ejercitar · Perder
formulará un objetivo final en términos de conducta obser-
· Describir · Estar de pie
vable del paciente/cliente, que refleje el logro de un mayor
· Demostrar · Hacer un listado
nivel de salud y bienestar. No es posible formular objetivos
· Comunicar · Aumentar
intermedios encaminados a la desaparición, reducción o
· Hacer · Estar sentado
control de los factores causales, pues no se desea modifi-
· Compartir · Comentar
car las causas que impulsan a la persona a perseguir una
· Toser · Mostrar
mejora de salud.
· Relatar · Debatir
· Expresar
Ejemplo: diagnóstico de enfermería de salud “Disposición
VERBOS NO MENSURABLES (USO NO RECOMENDADO) para mejorar la tolerancia a la actividad”.
· Saber · Aceptar
· Pensar · Apreciar • Objetivo final. En el plazo de un mes, el paciente/cliente
· Comprender · Sentir manifestará sentirse satisfecho con el aumento de su tole-
rancia a la actividad.
Tabla 10.9. Verbos más empleados en la formulación de objetivos

D. Determinación de objetivos para los diagnósticos

de enfermería (Luis, T. et al: 2005) 10.4. SELECCIÓN
Cuando se trata de diagnósticos de enfermería, es necesario en DE INTERVENCIONES
todos los casos marcar objetivos claros que guíen la actuación
enfermera y que estén formulados en términos de conducta Y ACTIVIDADES DE ENFERMERÍA
del paciente/cliente y no de la enfermera.

Los tipos de objetivos en este caso son los siguientes:

• Objetivos para los diagnósticos reales y de riesgo. Debe
identificarse un objetivo final y uno o más objetivos inter-
medios:
• Objetivo final. Deriva directamente de la primera parte de la
formulación diagnóstica (problema) y describe una conduc-
ta observable del paciente/cliente. Diagnóstico de Enferme-
ría. Reales. Mejora o resuelve el problema. Estreñimiento r/c...
Ejemplo: en el plazo de dos meses, el usuario realizará eva-
cuaciones regulares de heces blandas, sin dolor ni esfuerzo
excesivo.
• Objetivos intermedios. Derivan directamente de la se-
gunda parte de la formulación diagnóstica y señalan la mo-
Las intervenciones y actividades de enfermería son las acciones
que un profesional de enfermería realiza para conseguir los obje-
tivos del paciente/cliente. Las intervenciones específicas elegidas
deben centrarse en la eliminación o reducción de la causa del
diagnóstico de enfermería.
Cuando no es posible cambiar los factores causales, el profesio-
nal de enfermería elige intervenciones que traten los signos y
síntomas o las características definitorias de la terminología de
la NANDA.
Las intervenciones de los diagnósticos de enfermería de riesgo de-
ben centrarse en medida para reducir los factores de riesgo del pa-
ciente, que se encuentran en la segunda parte de la formulación.

303
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería

La identificación correcta de la causa durante la fase de diagnós-
tico proporciona la base para elegir intervenciones de enfermería
adecuadas.
Ejemplo: etiqueta diagnóstica ‘intolerancia a la actividad’; las
causaras o factores relacionados pueden ser: dolor, estilo de vida
sedentaria, ansiedad, etc. Según la causa, las intervenciones va-
riarán (Berman, A. et al: 2008).
Cuando ya están identificados los problemas que se van a tra-
tar y marcados los objetivos que se desean conseguir, es pre-
ciso planificar tanto la intervención como las actividades más
adecuadas para lograr los resultados esperados.
Es útil para la documentación, la comunicación de cuidados, la
investigación, la cuantificación de la productividad, la evaluación
de la competencia, la retribución y el diseño de programas (Bule-
chek, G. et al: 2009).
Al igual que con los resultados esperados (NOC), en las inter-
venciones de enfermería (NIC) se identifica la necesidad de
crear una taxonomía que estandarice el lenguaje NIC. La prime-
ra publicación sobre la taxonomía NIC se llevó a cabo en el año
1992, cuya denominación es Clasificación de las Intervenciones
(NIC, del inglés Nursing Interventions Classification) y que fue
elaborada por el Iowa Intervention Project, actualizándose cada
cuatro años.

Para poder diferenciar entre intervención y actividades, se de-
finen cada una como:
• Intervención: modo de actuación para tratar el diagnósti-
co identificado y que es común en todos los casos que se
presente dicho problema.
• Actividades: conjunto de operaciones o tareas necesa-
rias para llevar a cabo cualquier intervención y que varia-
rá en función de las condiciones del usuario, del entorno
en que se encuentre, de los recursos que se disponga,
etcétera.
Las clasificaciones de intervenciones de enfermería (NIC) son una
clasificación normalizada completa de las intervenciones que rea-
lizan los profesionales de la enfermería.
En el idioma español se denomina Clasificación de Intervencio-
nes de Enfermería (CIE). De la misma forma que con los NOC,
las intervenciones NIC se asocian a las etiquetas NANDA. En la
clasificación se incluyen todas las actuaciones de enfermería,
tanto las independientes como las de colaboración/interde-
pendientes.
Bulechek define una intervención como cualquier tratamiento,
basado en el criterio y el conocimiento clínico, que realiza un pro-
fesional de la enfermería para mejorar los resultados del paciente
(Bulechek et al: 2009). Las intervenciones independientes (rol
autónomo) son aquellas actividades que las enfermeras están
autorizadas legalmente a tratar en función de los conocimien-
tos, habilidades y actitudes. Las intervenciones en colabora-

NANDA NOC NIC

Intervenciones
Dde Resultados
principales
· Desequilibrio · Apetito (1010): · Monitorización · Etapas en la dieta · Ayuda para ganar
nutricional: ingesta deseos de comer nutricional (1160): (1020) peso (1240)
inferior cuando está enfermo recogida de análisis · Manejo ambiental · Fomentar la salud
a las necesidades o recibiendo de los datos del (6480) bucal (1720)
(022222) tratamiento paciente para evitar · Manejo de líquidos · Manejo de líquidos/
o minimizar la (4120) electrólitos (2000)
malnutrición · Manejo de los · Manejo del peso
· Terapia trastornos de la (1260)
nutricional (1120): alimentación (1030)
administración · Mantenimiento
de alimentos y de la salud bucal
líquidos para (1710)
apoyar los procesos
metabólicos en
un paciente que
está malnutrido o
con alto riego de
malnutrición

Tabla 10.10. Relación entre NANDA, NOC y NIC

304

ción/interdependientes son las intervenciones que la enfer-
mera lleva a cabo en colaboración con otros profesionales del
equipo multidisciplinar.
10.4.1. Intervenciones para los diagnósticos
de enfermería
La enfermera tiene la responsabilidad del resultado final del
control de la situación y de la autonomía para determinar la ac-
tuación que se va a seguir.
Con objeto de determinar la intervención, hay que decidir el
área sobre el que se actuará (es decir, el área donde está el pro-
blema). Al utilizar la taxonomía NANDA, corresponde al con-
cepto diagnóstico y de qué modo se hará.
Una vez clarificada la naturaleza de nuestra intervención,
será necesario decidir cuáles son las acciones más conve-
nientes en ese caso concreto para ponerlas en práctica.
Ejemplo: ante el DdE “desequilibrio nutricional: ingesta in-
ferior a las necesidades”, la definición es “ingesta de nutrien-
tes insuficiente para satisfacer las necesidades metabólicas”
(NANDA: 2009-2011).
La relación entre NANDA/NOC/NIC sería la siguiente en rela-
ción al diagnóstico de enfermería especificado. Los códigos de
cuatro dígitos son los códigos aprobados para las clasificacio-
nes NANDA/NOC/NIC.
La intervención, de forma general, se puede decir que va orien-
tada a aumentar cuantitativa y cualitativamente la ingesta. Las
actividades variarán en cada caso, pudiendo ser, entre otras, las
siguientes:
• Preguntar por preferencias alimentarias.
• Pactar el número de ingestas diarias y su horario.
• Indagar si hay dificultad para comer, o si se requieren ali-
mentos de una determinada textura o consistencia.
• Determinar la ingesta diaria habitual de alimentos: canti-
dad, tipo, distribución horaria.
• Calcular el número de calorías y el tipo de nutrientes nece-
sarios para cubrir las necesidades metabólicas.
• Averiguar si hay alergias o intolerancias alimenticias.
Es muy importante determinar la importancia de incluir en el
plan de cuidados tanto las intervenciones como las activida-
des. Sobre todo cuando se comienza a trabajar con el proceso
de enfermería, lo que facilita el trabajo cuando se describe la
actividad en la etapa de ejecución.
Al anotar las intervenciones/actividades en el plan de cuidados,
hay que hacer constar:
| Tema 10
• Sujeto. Quién debe realizar la acción (la enfermera, el pa-
ciente/cliente, la familia).
• Verbo. Qué acción o acciones hay que llevar a cabo.
• Tiempo. Cuándo hay que hacerlo (a las 10 de la mañana, al
despertarse, antes de comer, etc.).
• Modo. Cómo debe realizarse la actividad.
• Medida. Hasta cuándo o hasta dónde debe persistir la ac-
tividad.
Dentro de las actividades que se planifican para los diagnósti-
cos de enfermería, se distinguen dos grupos:
• Las que se dirigen al problema.
• Las que guardan relación con la causa.
Las actividades de enfermería van a depender de los diferentes
tipos de diagnóstico:
• Diagnósticos reales. Las actividades irán encaminadas a
la reducción, el control o la eliminación de las manifesta-
ciones.
Así, para el diagnóstico de enfermería “deterioro de la in-
tegridad cutánea” (000046) se sugieren, entre otras, las
intervenciones de “cuidados de las heridas”, “cuidado del
sitio de la incisión”, “cuidados de úlceras por presión”, etc.;
es decir, según el factor relacionado o la causa se elegirá la
intervención más adecuada, de la misma forma actuaremos
ante las actividades.
Ejemplo: diagnóstico de enfermería: deterioro de la integri-
dad cutánea r/c incontinencia urinaria m/p piel enrojecida
y descamada alrededor de la zona sacra.
- Intervención: favorecer la recuperación de la piel.
- Actividades: todas aquéllas que estén orientadas a
prevenir que la piel se deteriore.
• Diagnósticos de riesgo. Se dirigirán a la detección tempra-
na de posibles datos objetivos y subjetivos indicadores de
que el problema ha pasado a ser real.
Ejemplo: diagnóstico de enfermería: riesgo de deterioro de
la integridad cutánea r/c incontinencia urinaria.
- Intervención: mantener la integridad cutánea.
- Actividades: dirigidas a controlar la aparición de lesio-
nes.
• Diagnósticos de salud. Perseguirán el logro de un mayor
grado de salud y bienestar que, en este caso, son las únicas
posibles ya que no hay una causa que haya que modificar
o eliminar.
- Intervención: mantener el grado de salud y bienes-
tar.
- Actividades: dirigidas a reforzar las conductas adecua-
das.
305
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
A. Actividades derivadas de la causa o del factor
de riesgo
Serán eficaces en la medida en que consigan eliminar, controlar
o reducir la causa identificada como responsable. Podría ocurrir
que en algunas situaciones ésta no se pueda eliminar ni reducir,
pero es posible modificar sus efectos.
Tanto en uno como en otro caso las actividades derivarán di-
rectamente de la segunda parte de la formulación diagnóstica,
después de “relacionado con”.
Ejemplo: DdE: deterioro de la integridad cutánea r/c inconti-
nencia urinaria y m/p piel seca, enrojecida y descamada.
• Intervención: favorecer la recuperación de la piel.
• Actividades: se encaminarán a modificar los efectos de
la incontinencia (sobre la que no podemos actuar directa-
mente)” (Luis, T et al: 2005).
B. Delegación en la planificación
La elección y registro de las intervenciones de enfermería rela-
cionadas con el plan de cuidados del paciente/cliente supone
que la enfermera decide quién va a realizar realmente la inter-
vención.
La American Nurses Association (Asociación americana de enfer-
mería) define la delegación como la trajnsferencia del compro-
miso de realizar una actividad de una persona a otra mientras
se conserva la responsabilidad del resultado.
Para delegar adecuadamente, la enfermera relacionará las
necesidades del paciente y la familia con los conocimientos y
habilidades de los cuidadores disponibles y, sobre todo, qué
tareas entran o no en el ámbito legal de la práctica.
La responsabilidad de la enfermera en este ámbito es doble:
• La delegación apropiada de las tareas, es decir, dar a las
personas tareas que estén dentro de su ámbito de prác-
tica.
• La supervisión adecuada del personal a quien se delega o
asigna una actividad concreta.
En definitiva, la enfermera delega tareas al personal auxiliar,
pero no le puede asignar la responsabilidad por la intervención
o el cuidado de enfermería total, por tanto tiene que tener los
mecanismos adecuados para comprobar que la tarea delegada
se ha llevado a cabo satisfactoriamente.
Por ejemplo, el personal auxiliar puede realizar tareas como
medir los ingresos y pérdidas de líquidos, pero es la enfermera
la responsable de analizar los datos, planificar las intervencio-
nes y evaluar los resultados (Berman, A. et al: 2008).
306
10.5. PLANIFICACIÓN
DE LOS PROBLEMAS
DE COLABORACIÓN PC
La prevención o resolución de estos problemas no depende
únicamente de la actuación de la enfermera. Carpenito esta-
blece que las intervenciones de enfermería se dividen en dos
categorías: las intervenciones prescritas por la enfermera y las in-
tervenciones prescritas por otro profesional del equipo de salud,
generalmente, el médico.
Las intervenciones en un problema de colaboración son de tres
tipos:
• Las intervenciones prescritas por el médico (administración
de la medicación y tratamientos).
• Las intervenciones autónomas centradas en la reacción de
la persona en relación a su proceso de salud que surgen de
los diagnósticos de enfermería.
• Las intervenciones autónomas relacionadas con la patolo-
gía y sus complicaciones, en algunos casos la enfermera las
establece por sí sola o bien en colaboración con el médico
(Phaneuf, M.: 1996).
En el momento de formular objetivos para los problemas de co-
laboración no debemos identificar resultados cuya consecución
no está a nuestro alcance (Luis, T, et al: 2005). Así, ante PC “riesgo
de hemorragia secundario a tratamiento con fibrinolíticos”:
1. No es adecuado marcar metas como: Ejemplo: no aparece-
rán signos y síntomas de hemorragia. Ya que ese resultado no
depende únicamente de la actuación enfermera.
2. Los objetivos de cuyo logro podemos hacernos respon-
sables están relacionados siempre con la instauración de las
medidas necesarias para prevenir las complicaciones. La detec-
ción temprana de los signos y síntomas indicadores de su exis-
tencia. Esto permite informar al profesional adecuado para que
ponga el tratamiento lo antes posible.
En el ejemplo anterior (“riesgo de hemorragia...”), los objetivos
que se han de formular serán:
• Instaurar las medidas preventivas para evitar el sangrado.
• Instaurar las medidas para detectar precozmente los signos
y síntomas indicadores de hemorragia.
En los problemas de colaboración, el responsable del resultado
final es el profesional con el que se colabora, que es quien tie-
ne la autoridad y el control de la situación y, por consiguiente,
es a quien corresponde prescribir la intervención para reducir

el problema, controlarlo o solucionarlo. La enfermera tiene la
responsabilidad de:
• Planificar y llevar a cabo las actividades de tratamiento y
control que el usuario no pueda o deba hacer por sí mismo.
• Aportar los elementos cognoscitivos, psicomotrices y de
actitud necesarios (saber, saber hacer) y aplicar el juicio clí-
nico a la hora de ejecutar esas prescripciones y controlar la
evolución del paciente/cliente.
Se puede decir que la actuación enfermera en los problemas de
colaboración consiste en llevar a cabo las prescripciones médi-
cas que el paciente/cliente no puede o no es conveniente que
haga. De acuerdo con esto, la determinación de actividades
para los problemas de colaboración se centrará en la:
• Aplicación de los tratamientos prescritos por el profesional
del equipo de salud, generalmente el médico.
• Planificación de los cuidados que se deriven de la realiza-
ción de los tratamientos prescritos.
• Programación de medidas de control y vigilancia del esta-
do del paciente/cliente, tanto en la evolución de su estado
patológico como a los efectos de las pruebas diagnósticas
y de los tratamientos prescritos.
Desempeñar esta parte de nuestra actividad profesional re-
quiere una buena preparación tanto teórica como práctica,
pero también es evidente que la actuación se repite con ligeras
variantes en muchos pacientes/clientes que están en la misma
situación, por lo que se suele disponer de protocolos, procedi-
mientos y estándares relacionados con la patología, la prueba
diagnóstica o el tratamiento médico.
Un protocolo de cuidados describe los principios, consignas y
técnicas que las enfermeras deben seguir para llevar a cabo los
cuidados de enfermería en colaboración. El protocolo se debe
elaborar según un procedimiento determinado, generalmente a
través de la investigación, que identifica la mejor manera de pro-
ceder ante una intervención determinada. En el caso de que no
siguiera una elaboración científica, se tratará de una ficha técnica.
Los protocolos de cuidados los puede elaborar autónomamen-
te cualquier grupo de profesionales de un equipo de salud. Sin
embargo, lo más adecuado es que se elaboren de manera con-
junta, fundamentalmente en aquellas intervenciones donde
participan más de un profesional del equipo de salud.
Así pues, los protocolos:
• Facilitan el trabajo de enfermería y no es necesario repetir
en la planificación las actividades ya contempladas en el
procedimiento o protocolo.
• Permiten mejorar la eficacia de los cuidados, ya que descri-
ben unos principios, una línea de conducta y una secuencia
validada previamente.
• Son muy útiles para las enfermeras noveles, que no cono-
cen o no tienen demasiada experiencia en una técnica de-
| Tema 10
terminada, ya que se minimiza el ensayo-error al aplicar el
procedimiento.
• Su aplicación no debe obviar al paciente/cliente, y tendrá en
cuenta su percepción en relación al miedo o el dolor, ya que
él sigue siendo el principal protagonista de sus cuidados.
• Proporcionan el mayor bienestar de la persona, por tanto
cuando se apliquen se deberá tener en cuenta las reaccio-
nes, percepciones e intereses del paciente/cliente.
10.6. REGISTRO DEL PLAN
DE CUIDADOS
Es el último paso de esta etapa; se trata de dejar reflejado por
escrito en papel (o, en el caso de la historia informatizada, de
la forma que consideren adecuada) los pasos anteriores para
que todo profesional de enfermería que esté implicado en el
cuidado del paciente/cliente tenga instrucciones claras para la
ejecución del plan de cuidados.
De forma general, las órdenes de enfermería deben ser claras y
específicas debiendo incluir:
• Fecha.
• Acción a realizar.
• Quién debe realizarla.
• Cómo, cuándo, dónde, con qué frecuencia, durante cuánto
tiempo, en qué medida.
• Firma o identificación establecida por el lugar de trabajo.
Alfaro nos dice, en relación al registro del plan de cuidados, que:
• Facilita la comunicación entre los profesionales del cuidado
de la salud.
• Dirige los cuidados y la documentación.
• Crea un registro escrito que más tarde puede usarse para la
evaluación, la docencia, la investigación y con propósitos
legales.
• Proporciona documentación sobre los cuidados de salud ne-
cesarios que más tarde puede usarse para cuantificar su coste.
10.7. LA ETAPA DE EJECUCIÓN.
INTRODUCCIÓN
El proceso de enfermería está enfocado hacía la aplicación, al
paciente y al resultado. Una vez elaborado el plan de cuidados
307
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
teniendo en cuenta las etapas de valoración y el diagnóstico de
enfermería, la enfermera ejecuta las intervenciones y evalúa los
resultados deseados. Según los resultados de la evaluación, se
continúa, modifica o finaliza el plan de cuidados.
La enfermera realiza o delega las actividades de enfermería
para las intervenciones que se elaboran en la etapa de planifi-
cación, finalizando con el registro y los resultados del paciente.
En esta etapa, como en las anteriores, es necesaria la participa-
ción del paciente/cliente y su familia en la ejecución de las in-
tervenciones previstas. El grado de participación del paciente/
cliente dependerá de su estado de salud.
Phaneuf dice que existe un intercambio con el sujeto a quien
tocamos, escuchamos, respondemos a sus preguntas, comparti-
mos con él a menudo el peso de su enfermedad y le comunicamos
nuestra comprensión. Todo esto aportará calor a la relación entre
la enfermera y el paciente, condición imprescindible para la cali-
dad de los cuidados (Phaneuf, M: 1999).
El plan de cuidados, en definitiva, se centra en la realización de
las actividades que figuran en él y tiene como finalidad alcan-
zar los objetivos/resultados esperados.
10.7.1. Relación entre planificación
y ejecución
Las etapas de valoración, diagnóstico y planificación propor-
cionan la base para llevar a cabo las acciones de enfermería que
se van a llevar a cabo en la etapa de ejecución. Los datos obte-
nidos durante la valoración permiten a la enfermera individua-
lizar la asistencia en esta etapa; de esta forma puede, cuando
sea preciso, adaptar las intervenciones para que se ajusten a la
idiosincrasia del paciente/cliente.
Las etapas de planificación y de ejecución están estrechamente
relacionadas por las siguientes razones:
• En la etapa de planificación se determinan las órdenes de
enfermería para dirigir las actuaciones.
• En la etapa de ejecución se ponen en práctica las órdenes
de enfermería.
Durante la planificación se especifican claramente las órdenes
para actuar, y en la ejecución se siguen las órdenes. No se debe
olvidar que, aunque las ordenes estén determinadas, hay que
seguir revaluando al paciente/cliente. De esta forma se siguen
obteniendo datos sobre las respuestas del paciente/cliente, o
bien es posible identificar un nuevo problema. Esta valoración
se lleva a cabo antes, durante y una vez realizadas las activida-
des prescritas.
308
Por ejemplo, entre las actividades prescritas es posible encon-
trar la siguiente: Realizar cambios posturales al paciente/clien-
te cada 3 h. En este caso la enfermera valorará el estado del
paciente/cliente:
• Antes de iniciarlos.
• Mientras se realizan los cambios.
• Después de los mismos y el efecto que han tenido en el pa-
ciente.
Esto supone que las actividades de esta etapa se llevarán a
cabo según esté indicado por la recogida continua de datos.
Además, supone valorar y revaluar para determinar la adecua-
ción del plan de cuidados.
Alfaro dice que la realización de actividades de enfermería in-
cluye:
• Asesorar en la elección que deben hacer para la utilización
de los recursos de salud adecuados, así como informarles o
dirigirles en el caso de que desconozcan los recursos de los
que disponen.
• Ayudar a las personas a desarrollar una actividad por sí mis-
mas.
• Controlar para detectar complicaciones potenciales o pro-
blemas.
• Enseñar los aspectos relacionados con los cuidados de sa-
lud.
• Llevar a cabo una actividad para el paciente/cliente.
• Supervisar a las personas (paciente/cliente o familia) mien-
tras realizan una actividad por sí mismas.
• Por tanto, se pueden establecer tres fases en la ejecución de
actividades: la fase de preparación, la de ejecución propia-
mente dicha y la de documentación o registro (Benavent, A
et al: 2000). Estas fases son independientes del entorno en
el que la enfermera realiza su actividad profesional.
10.7.2. Fases de la etapa de ejecución
A. Preparación para la acción (Iyer et al: 1991)
La preparación incluye una serie de pautas necesarias para lle-
varla a cabo con garantías de éxito:
• Determinar si las intervenciones y las actividades siguen
siendo apropiadas en la situación actual del usuario.
• Hacer partícipe al paciente/cliente y familia. Explicarle lo
que se le va a hacer, por qué y cuánto va a tardar, animán-
dolos a que expresen sus dudas, preocupaciones, etc.
• Obtener los recursos necesarios (personal), planificar el
tiempo necesario y crear un entorno agradable y seguro.
• Preparar el entorno para llevar a cabo la actividad en las
mejores condiciones posibles, incluyendo las medidas de
seguridad adecuadas.

• Revisar el plan y estar seguro de que se conocen las razones
para intervenir.
• Valorar si se poseen los conocimientos y habilidades reque-
ridos para realizarlas. La identificación de conocimientos y
habilidades permite a la enfermera distribuir las activida-
des entre el personal o incluso el propio paciente/cliente.
B. Fase de intervención
Esta fase incluye explicar al paciente/cliente qué intervencio-
nes se van a llevar a cabo y qué se espera de él. También es muy
importante en esta fase de actuación directa sobre el paciente/
cliente respetar la intimidad, cerrando las puertas, corriendo las
cortinas, etc.
“Preparación para la intervención: será proactiva (supone fomen-
tar la seguridad, el bienestar y la eficiencia). La preparación puede
marcar la diferencia entre unos cuidados arriesgados (que pueden
comprometer a la enfermera y al paciente/cliente) o unos cuida-
dos seguros y eficientes que promuevan el bienestar y el logro de
los objetivos” (Alfaro-LeFevre, R: 2003).
Berman sugiere una serie de pautas en el momento de la ejecu-
ción de las intervenciones:
• Las intervenciones de enfermería deben estar basadas en
el conocimiento científico, la investigación enfermera y el
modelo de asistencia propuesto.
• Estar seguro de lo que se va a hacer y en qué acciones está
incluida la intervención.
- Acciones independientes: realizadas a partir del cono-
cimiento propio del profesional de enfermería o de su
rol autónomo. La enfermera es conocedora del porqué,
del cómo y del cuándo de la acción que llevará a cabo.
- Acciones interdependientes realizadas a partir de
una prescripción, generalmente médica. En el caso de
que la enfermera desconozca información sobre este
aspecto, deberá solicitar dicha información sobre el
motivo de la intervención de la que ella es en parte res-
ponsable. Cuando la intervención se ha decidido con-
juntamente con otro miembro del equipo, la enfermera
conoce el porqué de la intervención.
• Por qué se va a hacer. Cuáles son los resultados que espe-
ramos obtener. Es necesario conocer los aspectos tanto po-
sitivos como negativos de la intervención. Es importante,
puesto que algunas de las intervenciones que la enfermera
realiza suponen acciones prescritas por otro profesional
dentro del plan de cuidados, y puesto que la responsabili-
dad de la acción concreta, esta debe tener conocimientos
de las posibles complicaciones.
• Individualizar las intervenciones supone tener en cuenta
los valores, las creencias, la edad.
• Favorecer una intervención segura, cómo se va a hacer.
| Tema 10
• La enfermera conoce y dispone de todo lo necesario para
llevar a cabo la intervención con seguridad y eficacia.
• Informar al paciente/cliente y/o a su familia la intervención
que se va a llevar a cabo, implicando a este en los cuidados,
proporcionándole educación y apoyo, de forma que posea
el suficiente conocimiento para comprender y participar.
• Las intervenciones no son un aspecto aislado, sino que for-
man parte de la totalidad del proceso y ya hemos comenta-
do que se visualiza al paciente/cliente como un ser integral,
por lo que se deberán tener muy presentes las respuestas
del paciente/cliente y no olvidarnos que él es el eje de
nuestra atención.
• En ocasiones, se realiza todo el proceso de cuidados del
paciente/cliente alrededor de las preferencias del centro
asistencial o de los profesionales que trabajan en él, en vez
de tener en cuenta las preferencias del paciente/cliente y
tratando de respetar aspectos como el sueño o la alimenta-
ción a la hora de llevar a cabo las intervenciones.
• Ya se ha comentado la importancia de la participación ac-
tiva del paciente/cliente en su propio proceso de salud. Sin
embargo en este punto debemos tener en cuenta que el
deseo de participar del mismo es muy variable. Algunos de-
sean una implicación total y otros, sin embargo, no desean
participar en su cuidado. Es importante averiguar el porqué
del poco deseo de participación, que suele tener que ver
con la gravedad de la enfermedad, la cultura, el miedo, la
no comprensión de la intervención, etc.
C. Responsabilidad de las intervenciones delegadas
Como hemos comentado, la delegación de tareas en ningún
caso supone la delegación de la responsabilidad del plan de
cuidados. La delegación de tareas puede implicar que otros
miembros del equipo de Enfermería lleven a cabo tareas que
se comunican a la enfermera y que son registradas o bien por
escrito o bien verbalmente a esta. Pero en todo caso es la enfer-
mera quien valida y valora la respuesta del paciente/cliente, y
procede a modificar el plan si fuera necesario.
10.8. REGISTRO DE LOS
CUIDADOS.GUÍA PARA
REGISTRAR LAS ANOTACIONES
DE ENFERMERÍA
Una vez realizados los cuidados planificados y comprobada la
respuesta del paciente/cliente, corresponde registrar tanto la
309
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería
ejecución como la respuesta de éste, prestando especial aten-
ción a cualquier dato anómalo o inesperado.
Es importante que el registro se haga lo más inmediatamente
posible de forma que:
• Los registros serán más completos y exactos inmediata-
mente después de la intervención, ya que se tendrá más
fresco en la memoria.
• Escribir lo que se ha observado y hecho con frecuencia
estimula en la memoria “algo más” que hay que hacer o
valorar.
El propósito de los registros es:
• Ayudar a identificar cambios en la situación.
• Comunicar los cuidados a otros profesionales que tienen
que saber qué es lo que ha hecho esa enfermera y cómo ha
respondido el cliente.
• Es un documento legal y que quizás pueda ser utilizado
en un juicio para evaluar el tipo de cuidados administra-
dos.
• Proporcionar información para la evaluación, investigación
y mejora de los cuidados.
• Los impresos utilizados para el registro de notas variarán
según los centros, ya que cada cual puede tener su método
de documentación que responda a sus particulares reque-
rimientos.
10.8.1. Guía para registrar
las anotaciones de enfermería
(Alfaro-LeFevre, R: 2003)
• Hacer las anotaciones inmediatamente después de brindar
los cuidados. Si no se puede hacer en la historia, hacerlo en
una hoja de trabajo. No fiarse de la memoria.
• Seguir los procedimientos del centro para las anotaciones.
• Registrar todas las variaciones de la norma (estado físico,
mental o cambio de conducta) y cualquier acción empren-
dida en relación con la anomalía.
• Ser precisa en las anotaciones. Estas deberían dar la des-
cripción y secuencia temporal de los acontecimientos, qué
sucedió, cuándo, cómo y dónde.
• Anotar solo hechos. No emitir juicios de valor (“agresivo”,
“colérico”, “borracho”...).
• Ser preciso pero descriptivo.
• Registrar cualquier negativa a seguir el tratamiento, así
como cualquier acción que se emprenda.
• Firmar adecuadamente.
• Cuando los registros sean narrativos se pueden usar reglas
mnemotécnicas para organizar las anotaciones, como por
ejemplo: VIRA (valoración, intervención, respuesta, ac-
ción).
310
10.8.2. Comunicación verbal
de los informes de enfermería. Informe
de cambio de turno
Las intervenciones de Enfermería se comunican tanto verbal-
mente como por escrito. Cuando el proceso de salud del pa-
ciente/cliente cambia con cierta rapidez, la enfermera debe
mantener actualizados los informes, independientemente de
que deban posteriormente registrarse por escrito. En Enferme-
ría, además, es una tradición fundamentada en evidencias la
necesidad de la comunicación verbal en el cambio de turno.
Un informe exacto y organizado es esencial para la continuidad
de los cuidados, por lo que es importante tanto lo que se dice
como la forma en que se dice. Llevar a cabo un procedimiento
para los informes verbales es una actividad que se debe aprender.
El procedimiento puede ser:
• Comenzar por una información básica: nombre, habitación,
edad, médico que le atiende, diagnóstico médico, pruebas,
cirugía, etc. y diagnóstico de enfermería.
• Cuando se describa el diagnóstico de enfermería, seguir las
etapas del Proceso en el informe.
• Ser específica. Evitar términos imprecisos.
• Describir si hay tratamientos invasivos: vías, sondajes, etc.
• Señalar hallazgos anómalos (por ejemplo signos vitales,
etc.).
10.9. LA ETAPA DE EVALUACIÓN.
FINALIDAD DE LA EVALUACIÓN
La evaluación es una actividad planificada, continua y con los
siguientes objetivos, y en el que la enfermera y el paciente/
cliente:
• Precisarán si el paciente ha conseguido los objetivos/resul-
tados esperados o progresando en su logro.
• Determinarán si el plan de cuidados propuestos es eficaz.
Por tanto, la evaluación proporciona la retroalimentación nece-
saria, lo que permite asegurar unos cuidados de calidad, verifi-
cando continuamente la pertinencia de las intervenciones a la
vista de los resultados y permitiendo comprobar la satisfacción
del cliente.
En cada etapa se debe incluir una valoración continuada como
parte integral de los cuidados basados en la relación terapéuti-
ca entre la enfermera y el paciente/cliente.

10.9.1. Proceso de evaluación
Antes de la evaluación, la enfermera identificará los resultados
deseados que servirán para medir el logro del objetivo por par-
te del paciente/cliente (etapa de planificación).
• Valoración de la situación actual del paciente/cliente. La
valoración se refiere a la obtención de información sobre si
se ha modificado la respuesta del paciente hacia la conse-
cución de los objetivos/resultados esperados, o si estos se
han conseguido.
• Comparación con los objetivos marcados, resultados espe-
rados o conclusión.
- El objetivo se cumplió, la respuesta del paciente/clien-
te coincide con la respuesta del mismo. Es decir, si la
persona puede realizar todo lo que se describe en los
objetivos en las condiciones que estos determinan.
- El objetivo se cumplió únicamente en parte, por ejem-
plo se ha conseguido el objetivo a corto plazo, pero
todavía falta la consecución del objetivo a largo plazo,
o bien por diferentes motivos solo se ha conseguido
parcialmente. Por ejemplo, si la persona es capaz de
realizar algunas de las actividades o puede hacer las ac-
tividades pero no con el suficiente dominio.
- El objetivo no se ha cumplido: es incapaz de cumplir los
criterios descritos en los objetivos.
En el primer caso finalizaría el plan, y en el segundo y tercer
caso Alfaro-LeFevre (2003) sugiere se formulen las siguientes
preguntas:
• ¿Los objetivos y las intervenciones eran realistas y apropia-
das para esta persona?
• ¿Se realizaron las actividades tal y como estaban planteadas?
• ¿Los problemas nuevos o las reacciones adversas, se detec-
taron precozmente y se hicieron los cambios adecuados?
Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, es preciso seguir
indagando en la misma línea y plantearse dos cuestiones más:
• Los diagnósticos identificados, ¿reflejaban una situación
del usuario que la enfermera pudiera tratar?
• Los datos a partir de los cuales se formuló el diagnóstico,
¿eran suficientes?
Encontrar las respuestas correctas no siempre es fácil, porque
implica replantearse con espíritu crítico el trabajo realizado
desde el principio y estar dispuestos a asumir que podemos
cometer errores.
Del resultado de la reflexión del profesional se prestarán los
mejores cuidados al paciente/cliente, como centro y eje de
nuestra actuación. Al mismo tiempo sirve para aumentar los
conocimientos de la enfermera, y detectar y corregir los posi-
bles puntos débiles en el proceso.
| Tema 10
Una vez que contestamos o averiguamos las respuestas a las
preguntas formuladas debemos decidir si mantenemos o mo-
dificamos el plan de cuidados.
• Mantenimiento del plan. Se optará por mantener el plan
de cuidados inicial cuando los objetivos se hayan alcanza-
do parcialmente y cuando, al analizar todo el proceso, se
compruebe que el diagnóstico y las intervenciones siguen
siendo adecuadas para la situación, aunque requiere un
plazo más largo que el previsto.
• Modificación del plan. Se procederá a modificar el plan
inicial cuando los objetivos no se hayan logrado y al revisar
todo el proceso se llega a la conclusión de que:
- El plan inicial no era el más adecuado.
- Ha habido cambios en la situación del paciente/cliente
que no se han reflejado en el plan.
- Han aparecido factores externos que influyen en el lo-
gro de los objetivos propuestos y que no se han refleja-
do en la planificación.
En este momento habrá que tener en cuenta nuevamente los
factores externos: momento, entorno y recursos, por su inci-
dencia en la consecución de los objetivos/resultados espera-
dos.
Figura 10.4. Proceso de evaluación
Será necesario considerar si los problemas son exactos y están
todos, lo que llevará a:
• Modificar los objetivos.
• Verificar que sean realistas.
• Ajustar los plazos.
• Examinar las intervenciones y acciones llevadas a cabo.
• Finalización del plan. Está indicado finalizar el plan cuan-
do los objetivos se hayan conseguido totalmente, las causas
que provocaban el problema hayan desaparecido o se hayan
controlado y el paciente/cliente demuestre la capacidad ne-
cesaria para mantener estable su situación actual de salud.
311
Manual CTO
Oposiciones de Enfermería

BIBLIOGRAFÍA
 NANDA Internacional. Diagnósticos enfermeros: Definiciones y
clasificación. Madrid. Elsevier. 2005-2006.

 Manual de Actualización en Enfermería. Madrid. FUDEN. 2005.

 Manual CTO de Enfermería, 5ª edición. Madrid. 2011.

312