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La ética de la convicción en el contexto de la contemporaneidad

Por Gabriela Verónica Rojas


Los seres humanos somos seres morales gracias a la capacidad de razonar nuestra
toma de decisiones. La vida es el producto de todas las decisiones que se toman a lo
largo de ella, de hecho, lo que vivimos es 10% decisión y el 90% restante son las
consecuencias de nuestras acciones, ya sean positivas o negativas. Por lo cual es
adecuado decir que la moral ha existido desde que la humanidad data su historia.
Ahora es muy común hablar de lo que es moral y por ende lo que es ética, es muy
común tratar de definir la diferencia entre moral y ética, de hecho, en mi educación
media recibía la materia de moral y cívica, posteriormente en bachillerato la materia de
ética gubernamental, en ambas se enseñó la definición y lo que diferenciaba a una de
la otra ,en esto se resaltaba ,que es la capacidad que tenemos los seres humanos de
decidir lo que es bueno y lo que es malo por lo cual surge la pregunta ¿qué es lo que
se considera bueno y ¿qué es lo que se considera malo?
Después de los sofistas, Sócrates es quien inaugura una nueva época en la filosofía,
antes de él no se buscaba conocer la verdad, simplemente se dedicaban a imponer el
conocimiento que ellos creían que eran las respuestas correctas del todo. Con
Sócrates nace una nueva manera de concebir las ideas y de filosofar. Se da el paso a
un nuevo desarrollo por parte de la sociedad, eso será la filosofía moral “el deber ser”.
Será en ese instante de la historia donde nace la ética de la convicción, que es la que
se encargara de regir no solo la manera en que los griegos vivirían, sino también la
manera en que se ejercería el poder. Esta implicaría el ejercicio de la virtud, que las
personas que lleguen al poder deberían de ser seres verdaderos y gobernar siendo un
ser virtuoso. La manera en la que se debía de gobernar debía de ser de la manera
mas justa, mas apegado al concepto de justicia, rectitud, templanza, sabiduría entre
otras características propias del virtuoso. Tomando como base de sus decisiones, los
parámetros de valores individuales.
Las decisiones se caracterizaban por ser tomadas con la convicción de que se estaba
haciendo lo correcto. Por ejemplo, si ellos habían adoptados códigos morales que
dictaban que la mentira no era propia de un ser justo y recto. Esa persona debería de
tomar las decisiones siempre siendo lo más honesto posible y respetando sus valores y
principios.
En el siglo XV con el renacimiento, el hombre decide reformar lo que son las artes,
política, arte y también se da una reforma a la ética. Es cuando Nicola Maquiavelo da
paso a un nuevo concepto, que años más tarde sería llamado “ética de la
responsabilidad, en el cual el que ejerce una decisión debe aprender a ser firme a sus
convicciones, pero a tomar decisiones ya no solo por él sino también por el bien
común. Con el fin de la monarquía y el poder absoluto del clero, se da una claridad y
pureza al concepto de democracia. Es aquí en este momento donde Maquiavelo da
una serie de consejos a su príncipe Lorenzo de Medicis (1526) donde le sugiere el
aprender “A hacer lo que debe de hacer cuando lo deba de hacer”, a crear una
apariencia de bondad, de humildad, una segunda imagen para sus súbditos.
Maquiavelo, sabia que luego de tiempo oscuros como lo fue la edad media, donde se
rechazaba todo aquellos que no viniera de un representante divino, en esta nueva
etapa en la que se buscaba exaltar al humano, donde el raciocinio tomaría fuerza; era
necesario aprender nuevos trucos para gobernar esas nuevas mentes cansada que se
infundiera miedo y fuerza. Ahora se gobernaría de manera que se hiciera ver clara y
fuerte la democracia.
Desde entonces, a mi perspectiva, la ética de responsabilidad en la que cada decisión
que se toma se ve obligada a tomar en cuenta las consecuencias previsibles cada
acción; se ha dedicado a formar gran parte de los gobernantes de nuestro mundo.
Decía Max Weber que la ética de la convicción se fundamente esencialmente en los
principios y valores que rigen a un individuo. Si actualmente se quisiera vivir regido por
la ética de la convicción nos encontraríamos con un tema altamente delicado. Vivimos
en un mundo tan globalizado, tan conectado, tan sensible y a la vez tan insensible. En
la clase de ética se enseño que las normas morales eran definidas por el contexto en el
que una persona vivía, estas dependerían de sus costumbres y tradiciones. Si hoy en
el año 2019 se aplicara este tipo de ética nos encontráramos en un frecuente choque
de opiniones diversas.
Se ponía el ejemplo de Indonesia, en este lugar el aborto es algo legal y fue aprobado
como medida de control de la población, debido a la sobrepoblación que se presenta
en esa nación. En el 2018 en la nación de El Salvador se habló mucho de este tema,
sin embargo, se conoce que esta nación es muy partidaria del profesar de religiones,
solo para el año 2017 se contabilizo que el 69% de la población pertenece o profese
una religión. Entonces si se toma una decisión de tal magnitud basada en el área de
valores o normas dictadas por una religión, porque el aborte es una discusión más
acerca de que si esta decisión fuera algo “bueno “o “malo”, se estaría dejando en
descontento a más de la mitad de la población salvadoreña, lo cual no es un panorama
prometedor para los gobernantes de la nación. Ante esto se encontrarían con una
postura muy indiferente, y por ende habrían perdido el poder para un siguiente periodo.
Hablando globalmente podemos observar el caso del presidente de los Estados
Unidos, Donald Trump.
A mi perspectiva, él se encuentra gobernando plenamente por lo que él piensa que es
bueno para su nación. Lo que él piensa que debería de ser, y todo lo que dice y hace lo
hace por que el cree que es lo correcto. Que resultado se obtuvo… se le considera el
peor presidente de la historia, ha tenido problemas con muchas naciones, ha
conseguido muchos enemigos y agregar el odio de gran parte de la población
estadounidense. Vivimos en un mundo tan cambiante y abierto a cualquier idea que
sea aceptada por mas de dos personas. En ese contexto cada día se vuelve más difícil
vivir según las convicciones; y aquellos que lo hacemos se nos tacha de anticuados, y
cuadrados. Proclamamos vivir en naciones abiertas a todas las opiniones e ideologías
pero a veces solo se le da a apertura aquellas que son aceptadas y aprobadas por la
gran mayoría
La ética se describe como esos códigos de conducta ya previamente establecidos que
decido adoptar para que rijan el estilo de vida de una persona y por ende su toma de
decisiones. Se vive a diario en un mundo lleno de personas debiendo hacer lo que
deben de hacer cuando deben de hacerlo. Dando excusas como “robo por que no
tengo que comer”, madres de 15 años cuidando niños de 1 año, ya no existen
convicciones bien arraigadas en las nuevas generaciones, cada semana habrá un
nuevo meme o una nueva moda y como el viento que puede fácilmente cambiar de
dirección, estos cambiaran de creencia, de pensar, de costumbre, de moral. Parafraseo
lo que un día un periódico virtual de chile escribió “cuando las consecuencias de una
acción realizada conforme a una ética de la convicción son malas, quien la ejecuto no
se siente responsable de ellas, sino que responsabiliza a otro; al mundo, a la estupidez
de los hombres o a la voluntad de Dios que lo quiso así”
Lo que definimos como bueno o malo es algo subjetivo y directamente proporcional a
nuestra personalidad, ideología y carácter, siempre nuestras decisiones se verán
regidas por estos tres factores, además le agregaría el contexto social en el que se vive
y las reglas adoptadas por cada individuo.

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