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Dentro de una visión geoestratégica muy particular, el gobierno venezolano ha iniciado procesos

que buscan permitirle convertirse en una potencia de carácter regional o subcontinental, con el
objetivo claro de poder influir desde los puntos de vistas político, económico y militar en América
Latina.
Para esto último ha considerado necesario crear y consolidar un nuevo pensamiento militar para sus
Fuerzas Armadas, reestructurándolas en todas sus instancias con base en la nueva constitución
bolivariana para que las mismas y a partir de su preparación, adiestramiento, equipamiento y
adoctrinamiento, puedan ser determinantes en el apoyo de sus pretensiones geopolíticas. Sin
embargo, esta ha sido la primera vez en toda su historia, que las Fuerzas Armadas Venezolanas se
han visto obligadas a romper con los conceptos ideológicos que prevalecieron en ese País,
tradicionalmente Liberal, Social Cristiano y Social Demócrata, para -y como ha ocurrido en los
últimos años-, apoyar la concepción de un Estado Socialista, lógicamente con proyectos
radicalmente diferentes en todos los aspectos incluyendo el Militar.
La Defensa Integral de la Nación, es pues la denominación de la nueva doctrina militar desarrollada
por Venezuela que comenzó desde el año 2005 a implementarse rápidamente en dicho País. Algunos
de sus aspectos todavía guardan el carácter de reservados, sin embargo es posible trazar una idea
general del nuevo paradigma que entra a sustituir el de la postguerra, basado en el poder unipolar de
los Estados Unidos.
En esencia este nuevo paradigma se sustenta en la supuesta amenaza política y militar
Estadounidense (y la de sus aliados en el Continente) y como tal refleja los rasgos estructurales de
una doctrina de guerra de defensa, diseñada para producir efectos disuasivos a esos posibles
agresores que desde los puntos de vista tecnológicos y cuantitativos son muy superiores a los
Venezolanos.
Esta nueva doctrina tiene como soporte legal el Artículo 326 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, cuyo supuesto axiomático es que la seguridad nacional se fundamenta en
la corresponsabilidad entre Estado y Sociedad y ello justifica su desarrollo a través de tres
estrategias.
-La primera de ellas está orientada básicamente a lograr el fortalecimiento de la institución militar,
previendo para ello el incremento de las unidades militares en todo el País. Busca también optimizar
los procesos de capacitación y preparación de las tropas regulares e incrementar la de los batallones
de reservistas. Adicionalmente inquiere la posibilidad de determinar eventuales teatros de
operaciones en las diferentes regiones del País en especial en las zonas fronterizas con Colombia y
con Guyana. Tiene también como objetivo el impulso de los procesos de recuperación, renovación y
actualización de las armas y equipos para las diferentes ramas de las FAN, procesos que están
marcados por el avance tecnológico en el material adquirido.
El aspecto doctrinal ha previsto el establecimiento de nuevas normas y directrices que reestructuran
la actividad militar en función de un esquema fundamentalmente preventivo y disuasivo, impulsado
a través de un proceso de reconversión ideológica de los cuerpos de oficiales y suboficiales,
iniciado en los centros de formación militar y continuado en los cuerpos de combate, estableciendo
con ello una noción particular del concepto de defensa integral.
La identificación de mercados alternativos para la adquisición de material y tecnología bélica, así
como el desarrollo de la industria militar nacional ha sido también un objetivo propuesto, y en
buena medida logrado, con la escogencia de los nuevos proveedores militares. En este sentido se
han firmado acuerdos con Rusia, China, Irán, España, Brasil, entre otros.
-La segunda estrategia busca la consolidación y profundización de la unión entre población y fuerza
armada, con el objeto de diseñar líneas de acción que fortalezcan e incrementen los níveles de
seguridad ciudadana y de la mano con alcaldías, gobernaciones y demás organismos estatales.
-La tercera estrategia está dirigida a profundizar el trabajo de las FAN en las misiones sociales en
las que participa, a educar y sensibilizar a la población sobre las ventajas de la unidad cívico-
militar, a progresar en la lucha contra la pobreza y a integrar a las Fuerzas Armadas en el desarrollo
local y regional.
De igual forma y a partir de las líneas estratégicas trazadas, se han proyectado los posibles
escenarios de conflicto para las FAN dentro del concepto de guerra asimétrica, en donde se
combinarían las acciones militares con las políticas, implicando para ello a la población civil, a
través de los batallones de reservistas, utilizando a su vez medios y métodos no convencionales y
prolongando el conflicto mediante una guerra clandestina de desgaste, contra un enemigo mejor
equipado, todo lo anterior en aplicación de los postulados teóricos enunciados por los Coroneles del
Ejército Popular Chino, Qiao Liang y Wang Xiangsui, en su obra "La Guerra Sin Restricciones".
La nueva doctrina militar Venezolana, esta entonces dirigida a buscar a que a mediano plazo, las
FAN no solo sean de las mejor equipadas, armadas y entrenadas a nivel Latinoamericano, sino
también, de las mejor preparadas para respaldar un gobierno con pretensiones mas que ciertas de
convertirse en un poder influyente a nivel regional. La pregunta que surge aquí es como Colombia –
y en particular sus FFMM- se prepararan para responder a esa pretensión.

BIBLIOGRAFIA
Erich Saumeth C.

http://www.articuloz.com/politica-articulos/el-nuevo-pensamiento-militar-en-las-fuerzas-armadas-
nacionales-de-venezuela-3205096.html

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