Está en la página 1de 16

• • / • "

Contiene:
diia
DÍA DEL PAPEL BLANCO y
PISTOLA C O N T R A EL
CÁNCER, por Ramón Gó-
del
mez de la Serna.
EL CINE Y SU PUBLICO, por
papel
José María Garcia Escudero.
GIRONELLA, MILLONARIO
POR UN GUIÓN, entrevista,
por Manuel Ortiz.
uanco
por
UNA NOVELA DEL SANTO
DE ASÍS, por Jorge Usca-
tescu. RAMÓN
LA MUERTE DE MUSSET y
AQUEL ESCÁNDALO DE
BAUDELAIRE, por Antonio Gómez de
Gómez Alfaro.
LO NATURAL EN JEAN CAY-
ROL y EL ANTIHEROE EN
la Serna
FRANCOIS NOURISSIER,
por Jean Claude Ibert. Así como a veces sale un día
esqueleto, sale también un día
de papel blanco.
UNA VERSIÓN ROMÁNTICA No necesita ser un día nivo-
DEL "TENORIO", por J. so, sino escuetamente no escri-
Castellano. to, sin una nota, sin una ape-
tencia, sin nada; en blanco.
LA INTERBAU 1957, por R. Gi- La ciudad se ha quedado pá-
nestal. lida, indiferente, sin fisono-
mía, como si la hubiesen lava-
S A N PEDRO, PESCADOR, do con un reactivo.
Se piensa que quizá sirva co-
cuento, por Antonio Prieto. mo papel de cartas para escri-
bir una carta sincera y aclara-
CRITICA DE LIBROS, TEA- toria pero no corre la tinta en
TRO, CINE, M Ú S I C A , su blancura, no se puede escri-
bir nada. un día de papel sin maculatu- hace la composición escolar
ARTE. Unos días dicen que sí y ra, como esas planas de un que tenía obligación de hacer.
otros que no, pero el día de pa- diario en que no ha marcado Sorprende siempre ese día
INFORMACIÓN DE BAR pel blanco no dice ni sí ni no, nada la máquina. de papel blanco como sorpren-
C E L O N A , ALICANTE Y es como esa hoja que tienen Hay que tener delicadeza y de el otoño con su caída de la
incólume los libros y que no es cuidado con el día de papel hoja a los que creían que no
CACERES. ni siquiera aquella en que se blanco, pues puede agujerear- iba a volver más el otoño.
escribe la dedicatoria. se y por ahí irse lo que teñe Debemos aprovechar ese día
CRÓNICAS DE ROMA Y Así como en la ciudad salen de vital aun en su iiiestarr-pa- para ir a esa calle a ln que que-
BRUSELAS. días de muchos sitios, un día ción. ríamos volver hace tiempo y
de Sevilla, otro de Florencia, Hay que dejarlo pasar con asi grabaremos algo en el día
y hasta un día bretón, ese día esa apatía con que el niño no do papel blanco.
de papel blanco no es de nin-
guna parte.
1O6 (TERCERA ÉPOCA) No es un día de piedra blan-
ca, ni un día enyesado, no, es En la mañana del domingo hay luz de Vaticano
3O - NOVIEMBRE - 19S7

Los que fechan cualquier cosa con números romanos - MCMXXXV - son unos MMMEMOS
CINCO PESETAS

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


ia L parece largar uti puntapié a la letra cjue va al lado Prado, £1
Hemos asistido esta semana a
una magnífica lectura de cuen-
La sandalia es el bozal de los pies tos en el aula pequeña. E. Cer-
dán, escritor ágil, como preám-
bulo a sus cuentos, nos dio su
opinión sobre este género lite-
rario a través de unas páginas
que bien pudieran constituir un
ensayo.
El 6 es el número que va a tener familia
La tertulia de La Rábida se
reunió esta vez con D. Rafael
• • Gambra, que habló del existen-
cialismo. Los temas tratados en
estas reuniones han sido hasta
La lagartija es el broche de las tapias ahora; "Problemas de la censu-
ra", que fue desarrollado por
D. Vicente Rodríguez Casado.
"La poesía contemporánea", de
la que trató Rafael Morales. Don
Florentino Pérez Empid dirigió
un coloquio sobre problemática
La B es el ama de cría del alfabeto actual ,y D. Santiago Galindo dio
su conferencia sobre el comu-
nismo.
En el Aula de Filosofía, diri-
o gida por los señores Millán
Pueyes y Oswaldo Market, se
El 8 es el reloj de arena de los números trató, el viernes, del conocimien-
to filosófico y la estructura de
la realidad. ,
Patrocinadas por el Ateneo
No es una invención mía. Es hacían curaciones a base de la- madrileño se han celebrado esta
la última novedad.
Es un arma científica con
forma de pistola sino que más
fina, con algo de objeto opera-
Pistola cre. ¡Vamos que los enfermos
se iban al otro mundo bien cer-
tificados !
El oro, sin embargo, gana en
semana, en los Colegios Mayo-
res Universitarios, conferencias
sobre poesía, novela y teatro.
Fue Gerardo Diego quien nos
habló de la poesía femenina.
torio, con fino caño. consistencia y en credulidad a García Escudero señaló los pro-
Esa pistola dispara balas de
oro que al salir del disparador
son impregnadas con rayos ga-
ma, incrustándose en el cora-
contra todas las otras sustancias. El
lema de la avaricia del "todo
lo puede el oro", ha resucitado.
Sin embargo, hay que tener
blemas generales del teatro cató-
tico y Aldecoa hizo referencia a
la crisis actual de la novela.
En el Colegio Mayor Ximénez
cuidado de que por lo menos de Cisneros, el teatro Albar puso
zón del tumor maligno o del
el cáncer
en escena "Antígona", de Ano-
cáncer que comienza. las balas tengan el fiel con- :/i, mientras en el Mayor
traste que certifique su ver- "Nuestra Señora de Guadalupe"
Una nueva técnica manipu- dad, pues hace días se ha de- celebraba un concierto el Cuar-
ladora comienza con esa pis- tenido a un falso doctor que teto Clásico Nacional.
tola medio infantil y que en ponía inyecciones a muy alto
vez de provocar suicidio pro- mano radical o enfermera que precio y sólo estaban doradas
voca vividencia. sepa dispararla con puntería. con purpurina.
Yo la he visto preparada en ¿Será eficaz en definitiva?
mesa operatoria con sus finas La medicina de cada tiempo
balas auríferas esperando la vive de una superstición. Aho-
ra esa superstición es la del Director:
oro y la de las reacciones. Rafael Morales.
Hubo la época del ácido fór-
La F es el grifo mico en la que la superstición Redactor Jefe:
de las hormigas y su secreta José Julio Perlado.
del abecedario fuerza vital —levantan pesos
que teniendo en cuenta la pro- Secretario de Redacción:
Dorción no podrían ser levanta- Manuel Ortiz.
dos por un atleta—, también
hubo la época del alcanfor en
La X es la silla de que todo se curaba con alcan- Redacción:
for y leyendo a Chejov me en- Luis Castillo, Laureano Gó-
tijera del alfabeto contré con que en su época se mez, José Hierro, Mariano
del Pozo, Joaquín de la
Puente, Fernando Ruiz Co-
ca.
Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia Dibujan:
Mampaso, Mateos, Millares,
Puig Rosado, Velasco.

PRÓXIMAS La I es el dedo meñique del alfabeto Confecciona:


Luis Fernández-Cancela.
COLABORACIONES
Precios de suscripción:
DE La |/|/ es la M haciendo la plancha Un año (52 números). 250,—
LA ESTAFETA LITERARIA Un semestre (26 nú- ,
meros) 125,—
Ignacio Aldecoa.
Rafael de Balbín. Número atrasado . . . 10,—
Gerardo Diego. La palmera es el monumento al cohete
Alejandro Núñez Alonso. Edita:
EL ATENEO DE MADRID
Prado, 21
APARECE LOS SÁBADOS RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
OAAFICAS O8CA, S. A. - Ararte», t - Td. 33-60-71 - Mmirid

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


El cicine JOSÉ MARÍA GARCÍA ESCUDERO

larga, se volvería a caer en la situación ante-

y rior. Y aunque más de una vez, al exponer esta


solución, he palpado el desencanto que produ-
cía, porque la incorporación al cine üe esa
clase no es labor de un día y siempre desen-
cantan a españoles las soluciones para mucrio

su publico tiempo y en ¡as que cada uno, desde el pri-


mer momento, tiene que arrimar el hornero,
acaso sin esperanza üe ver los frutos, desen-
tenderse de una solución, porque es incómoda,
seria peor. Se expone ésa, sencillamente, por-
que no hay otra.
Es la que intuía Ramón Gómez de la Serna
cuando en el aiio 1929 pronosticaba que el
cine español sólo sería tal cine cuando lo hi-
cieran "un joven nuevo, un chico de carrera,
un intelectual; una mujer moderna, física y es-
piritualmente"; la que más recientemente han
tenido presente quienes han manifestado su
Han hecho «cine» los que no sabían, y no lo han confianza en la juventud, en la cual hasta la
disconformidad puede estimarse potencia cons-
hecho los que habían debido hacerlo. tructora, "puesto que lo que sé üebe anular no
resiste el menor soplo". ¿Acaso no ha sido asív
Con sólo unas películas, ¿no se han convertido
dos jóvenes, Bardem y Berlanga, en los dos
polos complementarios de nuestro cine o, si
10 preferimos, en el ala ágil que, pasándose
rápidamente el balón, ha marcado los goles
El «cine» español está en la Universidad, en su mas limpios, claros e indiscutibles de nuestro
cine? En la relación de películas que al final
de su obra "Le cinema", recientemente tradu-
agrupación y en su pensamiento. cida al castellano, inserta Henri Agel, sólo hay
un título español: "Bienvenido Mr. Marshalí".
Apenas se han asomado fuera esos dos univer-
sitarios y han traído para nuestro cine el re-
conocimiento internacional que años de pro-
tección no le habían conseguido. Y aunque no
digo que todos los nombres de atrás sean de
analfabetos, puesto que, al contrario, es clara
la procedencia universitaria de la anterior ge-

A ESE enfermo crónico que ha sido desde


su nacimiento el cine español se le han
aplicado muchos remedios. Como esos
enfermos, nuestro cine ha ido de médico en
neración de directores, lo que sí afirmo es que
han estado aislados en un medio —él de la
industria—• que no podía entenderles, mien-
tras que ahora, detrás de los dos nombres ci-
médico, incluso ,d.e curandero en curandero, en- tados, hay, en potencia al menos, un posible
sayando medicamentos y hasta los más incon- equipo: toda una generación que aparece lo
cebibles ungüentos caseros; más de una vez, suficientemente vinculada al cine para que no
con el único resultado de agravarse. También sea arbitrario asociarla con un verdadero na-
como esos enfermos, ha desembocado en una cimiento, más que renacimiento, del cine es-
credulidad tal que le ha llevado a vivir pen- pañol.
diente del milagro, esto es, de la panacea que
üe la noche a la mañana le dé la salud. Aun- Añadiré dos precisiones.
que, mientras tanto, se desprecie el único re- La primera, que al decir clase intelectual o
medio que podría curarle dé verdad, pero que universitaria no me refiero exclusivamente a
exige una colaboración personal que da miedo los que están o han estado matriculados en
o pereza tener que prestar. No todos los re- Facultad o Escuela especial, sino, como pre-
medios que se han aplicado eran equivocados; cisó Arroita en ocasión parecida, a "hombres
pero todos, absolutamente todos, necesitaban y mujeres con inquietud universal de cultu-
que, tras recuperar algunas fuerzas, el enfer- . ra"; que pueden ser universitarios y pueden no
mo se levantase de la cama y echase a andar; haber pisado en su vida un aula.
que se decidiera a cruzar la calle sin que le La segunda precisión es que, al pedir la in-
llevaran de la mano; que dejase de confiarlo corporación al cine de esos intelectuales no
todo, por ejemplo, a la sopa boba de la protec- postulo su paso a los escalafones activos del
ción oficial, al agua milagrosa, a la varita cine, en concepto de directores, guionistas, in-
mágica que va a resolverlo todo en un decir térpretes, técnicos, productores, distribuidores
Jesús. o exhibidorés. Esto és necesario, pero vendrá
Esta mentalidad no es cosa inusitada; en de suyo, como una consecuencia natural e in-
última instancia, es consecuencia del lado ma- evitable, una vez que se haya conseguido me-
lo de nuestro modo de ser; del falso mesianis- ter a esos intelectuales en los escalafones, di-
mo a que tan dados somos los españoles, más gamos —provisionalmente— pasivos del cine,
inclinados en general a hacer heroicos Dos de que están constituidos por el público: pero un
Mayo que a continuarlos con el trabajo per- no ha sabido sostener económicamente uno de público —en este caso— que ya no va al cine
severante de todos los días ¡Si incluso ocurre los movimientos artísticos más importantes de pasivamente, sino que lo entiende, lo ama y, en
.lo mismo con quiénes aparentemente están en la historia del cine. Pero lo que aquí me in- consecuencia, le exige.
los antípodas de esa mentalidad limosnera y teresa es señalar cómo esa esperanza en las La aparición de este nuevo público es un
vergonzante; con los que no sólo se muestran soluciones absolutas y fulminantes, aunque fenómeno mundial. El cine empezó én espec-
decididos a echar a andar, sino que confían éstas sé deban al esfuerzo propio, son también táculo de feria rural. Pasó después a los su-
ciegamente en resolverlo todo, apenas puedan reflejo de una pereza semejante a la de quie- burbios urbanos. De cual era su público habi-
hacerlo, desplegando la plenitud de sus ini- nes esperan que todo se les dé hecho. tual dan fe advertencias como las del primer
ciativas! La historia de la que me atreveré a Por el contrario, y después de pasar revis- local que abrió Laemmle en Chicago, donde
llamar, recurriendo a Gibbons, grandeza y ta a la farmacopea —nutrida farmacopea— —según se puntualizaba públicamente— eran
caída (mejor que decadencia, caída) del cine que se ha aplicado a nuestro cine, cada vez indeseables los borrachos y se prohibía silbar
italiano contemporáneo podría enseñarles lo estoy más convencido de que la explicación durante la proyección. La primera gran guerra
que al mismo tiempo contienen sus esperanzas profunda de su insuficiencia, aquello sin lo encontró las salas frecuentadas ya por una cla-
dé fundado y de equivocado. En efecto, el bri- que nada se explica, pero con lo que se ex- se media que al principio las había desdeñado.
llante despliegue del neorrealismo sólo duró plica todo, está én este hecho: el alejamiento La postguerra presenció el descubrimiento del
unos años y en su repliegue han influido de- de nuestra clase intelectual, a consecuencia del séptimo arte por los intelectuales, empleando
cisivamente (no digo exclusivamente, pero in- cual, dicho en términos generales, han hecho esta vez la palabra en su sentido más usual,
sisto: decisivamente) causas de las que no se cine los que no sabían y no lo han hecho los restringido, minoritario... y antipático. Fue la
pueden eliminar con un plumazo, como el bajo que habrían debido hacerlo. Cualquier otro re- época del film de vanguardia. Esta segunda
nivel de los hombres de una industria que no medio podrá producir una transitoria mejoría, postguerra ha representado la promoción, a
ha estado a la altura de las circunstancias y como ocurrió con el cine italiano; pero, a la (Continúa en la página siguiente.)

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


ganártelas? Que productores de ésos existan
través de los cíneciubs, dé üri publicó al qué
puede aplicarse con propiedad la definición de
clase intelectual que antes d.í. ¿Quiere esto de-
cir, si lo comparamos con el bajo nivel artís-
tico de la producción media de todos los paí-
prueba que la cosa no es disparatada. Y ni
siquiera la más decidida protección por parte
del Estado suprime la necesidad de ese pú-
blico intelectual, que apoye con su opinión ese
GIRONELLA,
ses, que, como asegura King Vidor, hay un cine y suscite dentro de sí las vocaciones ne-
"descenso deliberado del cine hasta el nivel cesarias para continuarlo.
más bajo, hasta que acaba por llegar al só- Por esto es esperanzador que hoy exista en
tano", pero que el público posee un fondo de España un movimiento que, aunque con diez
seriedad que le capacita para apreciar una años de retraso, reproduce lo que ha ocurrido, José María Gironella es siempre
producción de calidad? También Paúl Rotha en Europa con la clase intelectual. Es triste una figura de actualidad. Pero
afirma que el público está por delante de unos ahora lia pasado al primer plano
que ese movimiento no se canalice, como seria del momento; conferenciante en
productores, presos del "neurótico miedo de lógico, por la Universidad, que permanece al
perder su público de adolescentes", y la se- Madrid, jurado del "Premio Plane-
margen del cine y en ello lleva su penitencia, ta" y próximo turista en Finlandia,
gunda edición de su obra "The film till now", porque se priva de lo que podna meter vida, se rumorea también que es el pri-
la dedica a "los que estarían preparados para aire libre en sus aulas. (También en esto ca- mer autor que pasa a ser millona-
recibir una clase mejor de cine, sólo con que minamos a remolque. Recordaba últimamente rio por la venta de un guión a una
los productores, distribuidores y exhibidores Pérez Lozano cómo, en contraste con nuestra productora española.
tuvieran el sentido común de facilitárselo". indiferencia, la Universidad de Oxford acaba
A esta cuestión contestaré que, desgraciada- de admitir como doctor "honoris causa" a Jean .Aprovechamos que está en Ma-
mente, el mal público sigue siendo la mayoría drid, en el Hotel Bristol, y allí va-
Cocteau, hombre de cine en una buena pro- mos a buscarle. La entrevista es
del público y el que indirectamente dicta las porción de su actividad, y la de Cambridge fácil, amena, cordial. La charla sur-
leyes a la producción. No han sido las gran- a Rene Clair, hombre de cine en su totalidad.) ge espontánea, sin dificultades.
des películas neorrealistas las qué han llenado Afortunadamente, están los cineclubs, de los
los cines italianos, y el conjunto formado por que alguna vez dije que han servido como sus- —¿Tiene usted el propósito de
"Los hijos de nadie", "Catene", "Tormento", titutivo de la Universidad o aula montada en escriDir alguna novela durante su
"La sepultada viva", "Corazón ingrato" y una estancia en Finlandia?
medjo de la calle o, más exactamente, en mi-
película de Totó conseguía treinta millones de tad del patio de butacas; y los cineclubs se
espectadores, para seis que lograba otro con- —" Vamos" —Primera persona
están desarrollando últimamente entre nosotros del plural— a terminar la segunda
junto, integrado, ¡nada menos!, por "Ladrón con un ímpetu que incluso puede alarmar, con- parle de "Los cipreses creen en
de bicicletas", "Alemania año cero", "El ca- siderando lo fácilmente qué puede trocarse en Dios". ,
mino de la esperanza", "La tierra tiembla", desilución cuando choque con las dificultades
"Bellísima" y "Humberto D"; la encuesta que que hasta ahora han hecho poco menos que —¿Ve algún inconveniente para
hace algunos años organizó la revista "Espec- publicar en España "Un millón de
milagrosa la subsistencia de los cineclubs, si muertos" ?
táculo" entre los empresarios de casi todas es que no se acierta a remover a tiempo esas
las salas de nuestro país dio el triunfo a "El dificultades. Pese a ellas (pocas películas, im- —^Naturalmente, esto no depende
derecho de nacer", como película extranjera; posibilidad de selección, falta de información de mí. Sólo puedo decirle que la
a "Locura de amor" y "El pescador de coplas", y en muchos casos de preparación cinemato- estoy escribiendo como una perso-
por las nacionales; y películas vulgares o re- gráfica), nuestros cineclubs, digamos, de so- na normal y libre. ,
matadamente malas, como "Lo que el viento se lera, han realizado una labor, tanto más he- Cambiamos de tema:
llevó", "La túnica sagrada", "El mayor espec- roica cuanto más desconocida o calumniada;
táculo del mundo", "Navidades blancas", la misma efervescencia actual (en la que sólo —¿Qué país considera que tiene
"Duelo al sol", "Quo Vadis" y "Sansón y Da- él tiempo discernirá lo que haya de moda y lo un mayor nivel medio de calidad
lila" figuran a la cabeza de las recaudaciones que contenga de auténtica vocación por el ci- entre sus novelistas'?
norteamericanas. Son aún muchos más los que ne) ha conseguido ya dar un giro de ciento —Para contestarle sería preciso
prefieren lo peor, como son millones los ado- ochenta grados a la actitud de amplios sec- conocer de una manera completa
lescentes capaces de estremecerse histérica- tores sociales, que hasta ahora se contentaban la producción de todos los países,
mente ante los retratos de James Dean, de con decir "no" a lo que ahora empiezan a con- lo cual no es mi caso, porque des-
enviar a Norma Shearer la ofrenda de trozos siderar como un "sí". Y los cineclubs son so- de nuce muciio leo pocas novelas.
de piel arrancados de su cuerpo o de leer ávi- lamente "una" expresión de un movimiento ge- Me canse ae decepcionarme. Sin
damente un artículo en donde Ginger Rogers embargo, tengo ia sospecha de que,
neral de interés por el cine, que espera única- en cuanto a nivel medio, Francia
cuenta por qué le gustan las patatas fritas". mente posibilidades materiales para manifes-
Esta es una situación que no podemos desco- e Inglaterra siguen en el primer
tarse y dar fruto. puesto. ,
nocer y que influye necesariamente en todos
los problemas artísticos del cine; pero, ¿no es ¿Será aventurado esperar que este fruto sea —¿Qué opina sobre la obra de
mucho que se esté formando un público pre- ganar decididamente para nuestro cine a la Albert Camús?
parado, una amplia minoría, muy superior a clase intelectual; crear un público nuevo, del
la que se congregaba en los cenáculos van- —Es aún corta. Como novelista
que surja a la larga un cine nuevo? En todo "me parece un autor frustrado".
guardistas de los años veintes, capaz de apo- caso, siempre será poca la atención que se
yar económicamente un cine de calidad, si hay Como pensador moderno, de una
preste a este movimiento, durante tantos años impresionante fuerza. Lo que más
productores con la inteligencia y la concien- descuidado, cuando no tenido por snob y sos- me interesa de su obra es una de
cia de su responsabilidad necesarios para que pechoso, pero en el que precisamente se en- teatro que no tuvo éxito al estre-
se decidan a hacerlo, sacrificando parte de sus cuentra la solución para el cine español. narse en París: "L'etade de site".
Me quedé sobrecogido en la buta-
ca, tis una parodia espléndida so-
bre los dictadores modernos.
Y ahora, a la pregunta de rigor,
la respuesta de rigor. ,

JUEGO —¿De cuál de sus obras está más


satisfecho?
—De ninguna. La más trabajada
fue "Los cipreses"...
—¿Es cierto que la quemó o des-
truyó dos veces antes de su redac-
Henos aquí reunidos, entregados ción definitiva?
a jugar a vivir. Hasta la fecha,
—Ni quemar ni destruir, porque
se nos da bien, y así nos aprovecha. mi mujer guarda todo lo que escri-
Pues tanto se nos da; somos los dados. bo en carpetas. Pero "Los cipre-
ses" la escribí cinco veces.
Que no jugamos, no; somos jugados.
Todo el mundo, a la larga, lo sospecha. —¿Le cuesta un gran esfuerzo
perfilar sus novelas?
Mas la trampa es feliz y está bien hecha.
Ya pagaremos, ya, los entrampados. —Las dos primeras, con la clá-
sica inconsciencia del adolescente,
Entre tanto, es un juego apasionante. las escribí sin esfuerzo alguno. Y
Un tanto más. Y otro. No es bastante, así salieron las pobres. A partir de
"Los cipreses" cambié radicalmen-
que el corazón es hondo y no se sacia. te de actitud, y desde entonces, el
Hasta morir, hermanos. Hasta luego. esfuerzo que me cuesta escribir
cualquier cosa es exagerado.
Ya he comprendido en qué consiste el juego:
llega la muerte, al fin. Y ésa es la gracia. Tiene Gironella una acentuada
desconfianza por la juventud, de la
que también nos hace partícipes a
Javier de Bengoechea nosotros. Nos dicta muy despacio
sus respuestas, recalcando puntos
y comas. Vigila lo que escribimos.
Piensa, antes de contestar, en lo
que va a decir. ,

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


MILLONARIO POR UN GUIÓN
—¿Cree que la misión de nove- preocupan en el mundo contempo- —¿Se conceden —a su juicio—
lista es sólo narrar? ráneo. No veo el resurgir por nin- estos premios con absoluta objeti-
guna parte. vidad?
—Me parece demasiado solemne Le hacemos notar que Miguel
hablar de "Misión". Cada cual obra Delibes, en una recientísima confe- —No hay nada absoluto. Yo sólo
de acuerdo con su temperamento. puedo juzgar de mi voto personal.
Por lo que a mí respecta desearía rencia pronunciada en M a d r i d
conseguir algo más que narrar. —"Cara y cruz de la novela espa- Pero, en general, estimo que los
ñola"—, opinaba lo contrario. jurados son mucho más honrados
Sin transición cambio brusco de de lo que se rumorea en el Café
tema: —Delibes es un gran cazador. Pe- Gijón.
ro él dispara sobre pájaros, no so-
~ ¿Le gustaría ser miembro de bre hombres. Repito que si no via- —¿Considera auténtica novela la
la Real Academia? jamos estamos perdidos. novela histórica?
Esta vez no hay pausa. No nece-
sita meditar la respuesta. —¿Qué novelista del momento ve —Estas preguntas exigirían un
con más posibilidades? tratado literario para contestarlas.
¡—No creo que sirviera para
"eso". Soy catalán y el idioma se Contrapregunta: A mí me interesa mucho la nove-
me resiste mucho. Además me hace la histórica, pero a condición de
más ilusión el espaldarazo de la —Posibilidades... ¿de qué? que el elemento histórico quede
gente anónima que de los eruditos, perfectamente trabado con la in-
aunque éstos sean de primera ca- —De quedar consagrado como vención, con la fábula, lo cual es
lidad: novelista perdurable. muy difícil. Por otra parte todo lo
que es real es histórico, lo mismo
—¿Considera necesario para lie- —Perdurable... Somos demasiado si se retrata un individuo que de-

José' María Gironella, escritor preocupado y


lenaz, autor famoso por "Los cipreses creen en
Dios", la obra de un hombre sobre una etapa
histórica, puede estar en la línea de un "Galdós
episodios" de nuestro siglo xx. Un momento his-
tórico, desde el plano de la literatura, siempre
queda como justificación y documento. Hay un
público expectante ante sus próximas realizacio-
nes, que formarán un ciclo capaz de llenar una
laguna que la literatura moderna necesitaba.

gar a una plena madurez novelís- jovencitos lodos para creer que al- terminada aventura de una colec-
tica dejarse influir por las corrien- guno de nosotros durará tanto. tividad.
tes extranjeras? Vamos a hablar entonces de los
jóvenes. De los demasiado joven- Ultima pregunta. La conversa-
—Considero necesario conocer lo ción sigue ahora un cauce perso-
más posible de todos los países. citos, como dice Gironella.
—¿Qué posibilidades ve al autor nal.
Repito una y mil veces que si los
escritores españoles no viajan se- joven en la novela? -¿Qué hay de su contrato para
guiremos hablando de "Los pesca- —La historia demuestra que la ía filmación de los "Cipreses"?
dores vascos", de los "nítidos cielos inmensa mayoría de obras con ma-
durez se han escrito alrededor de —Rescaté el contrato ya firma-

B
de Castilla", y de las "tierras de do con Rafael Gil, y lo he vendido
pan llevar". los cincuenta años. A los veinte... a la nueva productora PROCUSA,
—¿Se considera el mejor nove- —¿Qué edad tiene usted? —In- en unas condiciones magníficas,
lista de la post guerra? terrumpimos. que me permitirán dedicarme a es-
cribir sin preocupaciones económi-
wH
—¡Qué barbaridad! —El interro- —Treinta y nueve años. cas durante algunos años.
gado se torna inquisidor. —... a los veinte no se puede es-
—¿Se puede insultar al periodis- cribir más que "Bon jour Tristes- —¿Cuánto dinero ha recibido?
ta que hace estas preguntas? se". Y, por el tono en que lo dice,
está claro que no se puede decir Gironella siente mucho no poder-
—No es correcto, le decimos. nada peor de los veinte años. me decir la cifra exacta. Lo ha
Y no nos insulta. Nos dice: prometido al firmar el contrato.
Ahora hablamos de premios de Pero tal vez nosotros podamos ave-
—Una de las cosas que se apren- literatura De esos premios que dan riguarlo por otro camino. Se dice
den viajando es a no contraponer tanto que hablar. , que un millón de pesetas; algunos,
continuamente a las personas, a no —Tienen un gran defecto. Y es que tres millones de pesetas.
hablar de mejor o de peor. Yo hago no poderlos declarar desiertos. La entrevista ha terminado. He-
lo que puedo y el tiempo dirá. —¿Cree que son necesarios para mos pasado un par de horas con
Indudablemente se aprenden mu- el autor joven, como medio de ver José María Gironella. Con un Gi-
chas cosas viajando. publicada su novela? ronella cordial, simpático, y que
supo renunciar a su deseo de in-
—¿Cómo ve actualmente la no- —Es indudable que facilitan el sultarnos. Con un Gironella que
vela española,? acceso al editor. Pero esta dificul- nos dijo cosas muy interesantes.
tad de acceso al editor, a menudo, Pero ustedes juzgarán.
—Completamente desconectada no es lo peor que le podría pasar
de los problemas que realmente al autor joven. Manuel ORTIZ SÁNCHEZ.
illililSIi
© Biblioteca del Ateneo de Madrid
LA CLOACA DE LA HISTORIA
En torno a un libro —más si abor- dad misma, la existencia misma del
da temas como el presente— la ac- Infierno, es de por sí lo suficiente-
titud del crítico ha de ser siempre res- mente locuaz y no necesita de esta
petuosa, receptora, a la par que veraz especie de rodrigones emotivos o sen-
y constructiva. Muñoz Alonso, entre timentaloides, si se la sabe seguir con
una Introducción y un Epílogo, ha la tersura de la lógica, si se sabe si-
desarrollado en nueve capítulos toda tuarla en sus justas coordenadas. Vi-
una Diabología, un tratado sobre el vir como si el Infierno no existiera,
Diablo. Tema de actualidad —valga puede apartar de la mente y del cora-
la expresión— eternamente actual y zón la verdad de su realidad; mas nun-
eternamente subyugadora. A fin de ca conseguirán hacer morir esta rea-
cuentas, la eternidad tiene el privile- lidad. Pensar, vivir, según los módu-
gio de ser siempre de actualidad sub- los de un "mundo" —en el más ge-
yugante. El tema sobre el Infierno, el nuino sentido que le diera San Juan—
Demonio —casi en un ayer no lejano en el que. "no hay infierno porque
a nosotros— se remozó mojándose en tampoco hay Dios", no le quitan un
la pluma de Papini. gramo de entidad. Querer que el In-
fierno acabe, por fin, algún día, es algo
Me propongo hacer un análisis de producto de mixtificaciones: "es pre-
la obra de Muñoz Alonso. Un aná- tender arteramente andar por el mun-
lisis que yo llamaría de acompaña- do sin que el mundo pierda ninguno
miento: quiero acompañar al autor en de sus derechos en la eternidad. La
su monografía, en la creencia de que pretensión ha alcanzado vuelos locos,
así puedo acompañar también a los amparándose en una loa a la bondad
lectores futuros de ella. Un análisis infinita de Dios. Como si no sonara a
que sumará además el valor de unas blasfemia indignante el querer otor-
sugerencias que cobraron forma en mí gar a Dios una bondad más generosa
a medida que las páginas se sucedían. que la que Dios mismo dispensa".
Muñoz Alonso es un filósofo y un Valiente y agudamente, desde las pri-
teólogo. Es un técnico, sí; pero a la meras líneas, se ha eliminado toda la
par es un hombres que vive de lleno sensiblería que encierra la decantada
en la encrucijada palpitante del hoy. tesis de una mitigación de las penas
Por eso es algo más que un técnico: del Infierno. Mitigar sería tanto como
es un artesano que cuida con esmero desconocer la esencia misma del "plan"
y rigurosidad, con cariño y vitalidad de un Dios Creador y Previsor; la
los temas. Desde la misma Introduc- "malicia" de una prevaricación clau-
ción nos dice que su libro no son sa y autocentrada; la "tragedia" que
"más. que reflexiones sencillas, orde- llegaría a convertirse en "comedia"'
nadas y serias sobre el Infierno". Re- de buenas soluciones donde todos par-
flexión de una verdad objetivamente ten contentos; la negación misma de
dogmática; sencillez de una pluralidad una labor libremente aceptada cuando
reducida y reluciente en la unidad de Lucifer inauguró libremente el In-
un pensar; seriedad —el tema lo pi- fierno.
de— defendida desde el ángulo autén-
tico de la Historia, el pecado, los án- Pero "¿por qué?" ¿Por qué ha de
geles, los hombres y de Dios. "ser así" el Infierno? Dios no lo creó.
Lo inanimado es impotente de rebe-

UNA NOVELA • En la Introducción y primer capí-


tulo se delimita la primera cuestión:
"qué es el Infierno". Es el "gran mis-
terio de la Eternidad o, para ser más
lión: ellos jamás pudieron "crearse"
un Infierno: su onticidad concuerda
plenamente con su teleologicidad. Su
"ontos" es su propio "telos". Sólo
precisos, de la inmortalidad"; es el aquellos seres que fueron creados po1"
DEL SANTO DE ASÍS "gran misterio y la gran Tragedia".
Trágica y eternamente "creado" por
Lucifer, tolerado por Dios, que algunos
Dios para salvarse, son los capaces
de no "querer" salvarse: de crear un
infierno al desdoblar, precisamente, lo
hombres "alquilan en sociedad con que otros seres no pueden desdoblar:
contrato eterno". Algo que "es"; una ser y finalidad: ser y operabilidad li-

L
prestigio. Destacan, entre sus no- bre. Desde el ángulo de Dios, el In-
velas, "Cristo recrucificado", "La "verdad" que aunque horripile o dis-
A atracción que un escritor ú l t i m a tentación", "Libertad o guste, "es", está ahí. Algo que al fierno es una tolerancia, una fidelidad
de la talla del cretense Ni- muerte", "Alexis Zorba" y esta sin- "desentenderse" de él, se corre el a su propia obra: creación de entes
kos Kazantzaki, siente por gular biografía de San Francisco riesgo de caer de bruces en él. Algo libres. El Infierno —desde Dios— es
San Francisco, radica por lo tanto que aquí comentamos. En el pano- exponente de "una voluntad cerrada algo "ante cuya entrada Dios derra-
en una vieja tradición de la Igle- rama de la novela contemporánea, en su propia obstinación": "el pode- mó un llanto de sangre". Desde el
sia ortodoxa. Además ella llega en Kazantzaki nos ofrece un ejemplar río inmenso de Dios —dirá Muñoz ángulo de Satán, el Infierno es el re-
cierto modo a dar cima a la ple- singular. Contemporáneo de un Alonso— no se ejerce aniquilando la sultado de una "obra"; una fuerza
nitud del talento de un gran escri- Joyce, Aldous Huxley, Lawrence, sustancia de los cuerpos con alma, o que, en un instante, fue capaz de con-
tor. A Nikos Kazantzaki, que no Steínbeck o Faulkner, escritores de de los espíritus sin cuerpo, sino redu- vertirlo —pervertirlo, sería más exac-
sólo es el mejor escritor griego de extraordinario talento que quieren ciéndolos a su "voluntad cerrada" de to— de la luz a la tiniebla interior:
hoy, sino uno de los más auténti- superar la crisis de la novela mo- sí mismos, cuando cierran ellos con Desde el hombre: algo que se "gana'
cos de la actual literatura europea, dificando los criterios técnicos,
novelista de amplios vuelos, de "obstinación prevaricadora" c o n t r a a pulso en un mimetismo de lo diabó-
enorme cultura y de una intensi- forzando los temas, rompiendo los Dios". Todo ello sencillamente: sin lico en la economía del tiempo; con
dad vital que une muchas veces un muros de contención de una litera- visiones dantescas de círculos sin sa- unos atenuantes —respecto a la luci-
sentimiento de fe profunda a otro tura tradicional de enorme peso, lidas, sin juegos ni explosiones terro- dez, por ejemplo, intelectual del án-
de no menos profunda rebeldía, se Kazantzaki sigue siendo un gran ristas, sin visiones melodramáticas de gel— y con unos agravantes: la gra-
le puede presentar con estas pa- escritor sin que nada espectacular mazmorras y reductos sin luz. La ver- vitación plena de una Redención y el
labras que un día le dedicara Mar- tenga lugar en su obra. Porque su
cel Brion: "Se ha dicho de sus no- obra nos lo revela como un escri-
velas que en ellas resucitaba el es- tor clásico, de una fuerte y vigoro-
píritu de Hornero. Thomas Mann, sa sencillez, grandilocuente 3 veces, mana y un mundo poético de acen- de hoy, especialmente la de Ber-
admirador suyo, no d u d a b a en quemado por una llama interior tos realmente nuevos y auténticos, nanos. Pero lo que define y ofrece
compararlas con las obras maes- que hace de él un gran rebelde. elementos destinados a superar la un carácter del todo personal al
tras de la epopeya antigua." Pero lo que hace de su obra algo escritor cretense, es su poesía (hay
capaz de situarlo en un plano de "crisis" de la novela y todo estan-
camiento literario. quien ha visto en él a un nuevo
Nikos Kazantzaki es un cretense valores literarios de excepción es No han faltado las comparacio- juglar, "poeta ambulante en las pla-
universal, como aquel Domenico la vibración humana y la gran poe- zas"), la atmósfera mística de su
Theotocopolis que llevó consigo a sía que contiene. Una vibración hu- nes entre la obra de Kazantzaki y
la de algunos escritores católicos obra, su sencillez rústica y su vi-
Occidente muchos de los valores gor elemental. En un ambiente de
indiscutibles que, todo cristiano poesía se nos perfila la figura de
oriental conserva, depurados de San Francisco en su Umbría natal.
convencionalismos y de cargas his- Francisco hereda, c o m o espíritu
tóricas, del cristianismo primitivo. cultivado, uno de los momentos ca-
Después de estudiar en Atenas y Nikos Kazantzaki ha muerto recientemente. Autor de "Cristo pitales de la lírica europea: todo
París, dedica la primera parte de el patrimonio de lirismo y belleza
su actividad literaria a obras de estética y humana de la poesía pro-
carácter poético y filosófico. Es de nuevo crucificado", excelente novela que ha sido llevada a venzal. Por dos conductos le llega
autor de interesantes estudios so- al hijo de Messer Bernardone esta
bre Nietzsche y Bergson, de algu- la pantalla bajo el título "El que debe morir", Kazantzaki herencia poética. Por vivir en un
nas tragedias y de una nueva "Odi- ambiente de preeminencia cultural
sea", obra de 33.000 versos, que co- con un estilo personal, clásico y deslumbrador de fantasía, de la gran poesía provenzal y por
mienza donde termina la "Odisea"
de Hornero. Viajero incansable Ka- recibirla a través de su madre, pro-
zantzaki ha visto y ha estudiado aborda la verdadera novela católica, de tema grandioso, que venzal a su vez, y alma de gran
con profundo interés España, Ita- sensibilidad y cultura.
lia, Inglaterra, Rusia, Egipto, Chi- en España ha sido reflejado con demasiada prisa y demasiada ,Lo que perseguía Fray León era
na, Japón, etc., y sus libros de via- la búsqueda de Dios. Desde el día
jes están entre los más revelantes irrealidad por J. L. Martín Descalzo en "La Frontera de Dios" de su encuentro con Francisco, el
en la literatura de este género. Su hijo del rico mercader Messer Ber-
obra de novelista es, indudable- nardone también quiere buscar a
mente, la que ha consagrado1 su Dios. La decisión es fulminante y
en la gran batalla que se inicia,

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


!jP*^p;illi|.|||||l¡l|j
ESEÑAS
«ilflSISÜII José María Alonso Gamo: Ausencia, ín-
sula. Madrid. 35 ptas.
El libro Ausencia, de José María Alon-
mundo a vista de Dios, parte de un
profundo análisis de las concepciones
—opuestas y extremas— del mundo.
Analiza críticamente la visión pesimista
so Gamo, está compuesto por cinco lar- y optimista que de esta concepción se vie-
iii gos poemas. "Primer poema de ausen-
cia", "Ausencia en el mar", "Ausencia en
ne dando, para fundamentar su estudio
en una estructuración unitaria, rigurosa-
el suelo", "Ausencia en la tierra" y "Ala mente teológica, del "sentido" sacramen-
tú entre las alas de las aves". tal del Universo y del papel que el hom-
En cada uno de ellos el poeta ahonda bre representa en la armonía cósmica,
en su soledad hasta quedarse solo en su cuyo epicentro y motivación es Cristo.
drama, en el tiempo, con la amada, con Es particularmente interesante el aná-
el a^án lisis previo que del concepto "mundo1'
hace fray Julio de Amaya para estudiar-
"de traer a los hombres, con tu ayuda, le luego en su "período de creación",
[otra vez el amor." "de pecado" y "de consumación"; pero
A. A. tal vez sea más interesante aún el modo
como el autor de este magnífico ensayo
Concha Lagos: El corazón cansado. Ago- estructura su pensamiento y la traspa-

,¡iiii ra. Madrid, 1957. 30 ptas.


"Al sencillo vivir dirijo la mirada...",
confiesa Concha Lagos en el umbral
mismo de su libro El corazón cansado, y
rente sutilidad con que lo expone. Por
ello, y a pesar del macizo rigor teoló-
gico con que el autor desdobla su pen-
samiento, el lector no precisa poseer una
preparación especial para adentrarse en
es así, mirando sencillamente, como el sus páginas, escritas con tal dinamismo
suave optimismo que a veces agrieta la y profundidad, que el tema central del
río de toda una Historia. Desde unos cuien cumpla, la tarea que la filoso- melancolía de sus versos la obliga a es- ensayo llega a hacerse apasionante para
y otros: un desvío que sólo puecie fía v teología católicas imponen, de cribir :. el lector.
germinar en un eterno desasosiego. traducir íntegramente al escolástico "y, en un ansia de vuelo, alzo los brazos". Después de leer este libro nos persua-
"¿Cuándo" se originó el Infierno' más ilustre del Renacimiento". Tal De aquí que sus poemas "Escríbeme" dimos de que la consigna pontificia para
Cuando en el plan divino se introdujo vez porque la conjugación de dos au- y "Carta al azul" trasciendan "el sencillo rehacer y lograr un Mundo Mejor no
la cuña de la libre decisión, de la li- tores —Suárez y Agustín de Hipo- vivir''1 del que arranca su poesía, y en la es un nuevo slogam apostólico, sino una
bre determinación degeneradas en "li- na—, en un tema como el presente, que apoya su esperanza porque posibilidad hacedera y una exigencia para
bertinajes". ¿Por qué pecaron? Mu- sea la única cap? a de dar una imagen el cristiano, cuya misión trascendental
ñoz Alonso transcribe dos posturas ex- real y densa, a la par que humana y "allí, sobre los campos, sigue el crespón
rigurosa. [de luz...". se nos muestra, de un modo orgánico y
p'icativas: la suareciana y la agusti- profundo, en El inundo a vista de Dios,
níana. El capítulo XIII del libro VII El Infierno —para sus pobladores— A. A. libro en que íray Julio de Amaya se
del "De Angelis", de Suárez, y los se abre al concluir la vida. La vida revela como uno de los ensayistas cató-
capítulos V al IX de I "De Civitate que nos madura para la muerte —di- licos más importantes de nuestro mo-
Dei", X I I , agustinianos. Suárez, ese ce M. Alonso en su cuarto capítulo— mento intelectual.
autor al que, según Werner, en su obra nos da en destino irrevocable el In- Saint- Tohn Perse: Anabasis. Adtínais,
"Frsnz Suárez und die Scholastik der fierno o Dios. Para el hombre, el In- vol. CXLTI. Madrid, 1957. 12 ptas. A. A.
letzten Jahrhunderte", hay que volver fierno es algo que puede y debe es- El poeta argentino Agustín Larrauri
siempre que se trata de penetrar más auivar —mientras estamos en la orilla ha vertido a! castellano el poema Anabá*
profundamente en el espíritu y en la de acá—; para Dios, algo que no qui- sis, de Saint-John Perse. Es la primera José María García Escudero: Catolicis-
inteligencia de la ciencia eclesiástica" so para el hombre. vez que aparece en España la traducción mo de fronteras adentro: Col. "Mun-
(Prol., pág. III). Suárez, "maestro de "¿Cómo es la vida en el Infierno? de una obra de este importante poeta do Mejor", núm. 2. Serie VI, Apos-
precisiones de conceptos y de sentido Intimamente está enlazada la cuestión francés, cuya obra, iniciada en 1910, ha tolado Seglar, núm. 1. 182 páginas.
de las cuestiones: ponderada y pru- con los capítulos que se sucederán. sido considerada por algún crítico como 35 ptas. 18 X 11.
dente delimitación de sus asertos; crí- Podríamos decir que el libro gira en un hecho único, sin antecedentes, que en
tica aguda y a la par moderada de torno a dos ideas rectoras: el qué y cierto modo supone una concepción y una He aauí la labor comprometida en que
los argumentos aducidos... ¡en Suárez el cómo es el Infierno. Este cómo, en forma totalmente nueva y extraña a la se ha implicado un escritor coetáneo,
se oye a la Escuela!" (M. . Grabmann, análisis de investigador, podrá el au- tradición cultural francesa. José María García Escudero, dándonos,
"Historia de la Teología Católica"). Si tor descomponerlo en subaspectos: Es particularmente interesante la ob- no sólo un importante testimonio litera-
San Agustín es el "Doctor de la Gra- eterno, sin alivio ni esperanza, lugar servación que Agustín Larrauri hace al rio en su libro Catolicismo de fronteras
cia" —según expresión del Cardenal de in-lucidez. asegurarnos que "mientras la poesía con- adentro, sino un fino y penetrante aná-
Mazella—, "Suárez es el Teólogo de temporánea inscribía infinitas variantes lisis de la inquietud religiosa española
la Gracia". La gracia es, sin duda, el "La cloaca de la Historia" —título sobre la forma, y el argumento desapa- en los últimos años. José María Garcí".
punto crucial de toda investigación en brindado por San Agustín— es el In- recía ante la construcción dislocada de la Escudero ha polarizado esas inquietud»
torno a te dogmática del Infierno: ella fierno. Desgraciadamente los hombres imagen, Perse retorna al gran poema ar- diáfanamente, con una brevedad jugosj
fue y es ?lgo que se pierde definiti- v ánge'es condenados a ella la digni- quitecturado. a la poesía de tema. Espe- y una generosidad intelectual ejemplar.
vamente al pisar sus umbrales. Por fican: la prestan la única grandeza cie de siimma donde el poeta vuelve a •Catolicismo de fronteras adentro es.
ello, Muñoz Alonso ha querido aunar que tiene; igual que el siervo —creado ser la voz de un pueblo y de una época. por esto, un libro lleno de matices des-
a estos dos autores. Por ello, y quizá para cosas mayores—, en cierta ma- concertante a veces por el modo de ana-
también, en el caso de Suárez como nara, cuando se le castiga á la lim- A. A. lizar los hechos que expone, y equilibra
exponente de un deseo enunciado en pieza de la cloaca, con su mera pre- do y ponderado siempre a pesar del ries-
las primeras líneas del libro, en la sencia ya la está enalteciendo. go intelectual o ideológico en que el au-
misma Orientación Bibliográfica: "el Julio de Amaya, O. F. M.: El mundo a tor se sitúa. Es, por ello, un libro im-
Manuel María de SALCEDO vista de Dios. Col. "Mundo Mejor",
capítulo que incluímos, en esforzada prescindible para conocer una gran par-
versión castellana, bien puede servir Muñoz Alonso (Ado'fo). — Madrid. número 22, Serie I Hacia un Mundo cela de nuestro tiempo, de su sensibili-
como estímulo para que se acometa, a Ed. Euroamérica, 1957.—161 pági- mejor, vol. 4. 304 páginass. 40 ptas. dad y del clima espiritual en que vivi-
18 X 11. mos.
Fray Julio de Amaya, en su libro El A. A.

Francisco tiene el mando desde el tipo de la Santidad poética, pura y rrible y solitario en la montaña del
primer momento. Los primeros he- armoniosa como el cielo azul de Alverno, nos indican que una ma-
no maestra de escritor y de hom- El jazz visfo
chos tienen lugar en Assisi peque- su inmortal tierra.
ño burgo umbro, rodeado de coli- bre de fe ha emprendido la tarea por los estudiantes españoles
nas y viñedos. Pero cada hecho ad- La gran empresa de Francisco, de ofrecer a las generaciones de El Departamento de Activi-
quiere el aspecto de una gesta sin- tantas veces celebrada por escrito- hoy, en toda su intensidad, la per- dades Culturales del D. U., en
gular y la serie ininterrumpida de res, poetas y pintores, desde Dante sonalidad del Santo de Asís, tan colaboración con el S. E. U.
gestos humildes y poéticos, de co- y Giotto hasta nuestros días, la querido y admirado incluso por es- de Medicina, de Madrid, ha or-
munión con la pobreza y los seres acompaña el escritor por medio de píritus lejanos a los modos de vida ganizado la I Conversación de
de Dios, de amor infinito por los un estilo de notable riqueza litera- cristianos. Jazz.
hombres y la naturaleza, de her- ria, de un fervor poético y de una Bella, emocionante, limpia y fres-
admiración incontenible hacia el Los temas de estas conversa-
mandad absoluta, irrumpen en el protagonista de este singular dra- ca, a la vez que llena de vigor, fer- ciones son los siguientes:
reducido escenario con resonancia ma que reúne lo divino y lo hu- vorosa y humana, de una gran be- 1." Historia del jazz. Sus orí-
de gestas universales. El camino de mano en la más bella epopeya re- lleza literaria, esta novela de Nikos genes.
la perfección y la santidad, la bús- ligiosa que el mundo conoció des- Kazantzaki nos trae a un San Fran- 2.a Historia del jazz. Segun-
queda de Dios, no pierden un solo pués de la encarnación histórica cisco cuya imagen permanecía has- da época.
instante el sabor ppético en la no- del Salvador. ta ahora lejana, acaso conservada 3.° Historia del jazz. Terce-
vela de Kazantzakl, ¡Pero qué te- en una forma tan adecuada a sus na época.
rrible lucha, qué intenso combate, Al mismo tiempo, el vigor con perfiles solo en los frescos, casi 4.° Las modernas tendencias
cuan dura flagelación de la "her- que el escritor sigue los momentos contemporáneos, de Giotto. El eter- del jazz.
mana carne", a la cual Francisco, culminantes en la aventura del no mensaje del Santo de Asís, su 5." Influencia del jazz en la
a diferencia de tantos anacoretas, Santo es sencillamente magnífico. figura eternamente familiar a to- música sinfónica contem-
quiere, como quiere a todas las El encuentro de Francisco con el dos, vuelven una vez más entre nos- poránea.
criaturas de Dios y quiere purifi- leproso, que es Cristo en persona, otros, en unas páginas llenas de 6° Concierto de jazz, a car-
carla en la alegría última del espí- su viaje a Roma y a la Tierra San- amor, de dulce nostalgia de Dios, go de prestigiosos músi-
ritu! Se le ha reprochado en cierto ia, su comunión fraternal con los de heroica nobleza. Un San Fran- cos españoles.
modo a Kazantzaki, no sabemos si paisajes queridos y los animales, cisco Poeta, un humilde soldado de Las sesiones se celebrarán a
con razón, el haber acentuado has- su infinito amor por los hombres, la Pobreza, pero un luchador en las siete de la tarde en la Fa-
ta el límite extremo el terrible ca- sus momentos de exaltación poéti- cuyo espíritu arde la llama eterna cultad de Medicina, desde el día
rácter agonal' de la santidad de ca al hablar a los pájaros y a las de una voluntad propia de titanes. 25 de noviembre al 12 de di-
Francisco, transmitida hasta nos- fieras, pero sobre todo la culmina- ciembre.
otros por la tradición como proto- ción de su epopeya en el retiro te- Jorge USCATESCU.

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


Arco de Triunfo en la semana. Campos Elíseos 1857-1957.
Dos páginas que envuelven a París. A la orilla izquierda del Sena, Musseí y Baudeíaire bajo
un toldo amarillo de Montparnasse.
A la orilla derecha, jean Cayroí y Francois Nourissier artistas del día, "romanciers" del momen-
to, "chansoniers" en el "music-hall" de la literatura. París, calle de la melancolía, calle de la
actualidad.

ge Sand no ha terminado aún. Ella San ¡Petersburgo. La compañía de

La muerte regresa a París. Los dos amantes


vuelven a verse. Renace el idilio.
Nuevas rupturas y nuevas reconci-
liaciones. Hasta que ella rompe de-
Henri Boublier ha representado
"Un caprice" en el Liceo de la ma-
drileña calle del Marqués de la En-
senada, después de ofrecer a un
finitivamente mientras el p o e t a numeroso público un recital de los

de Musset queda con su "sainte blessure".


"Nuit de mai", "Nuit d'aout",
"Nuit d'october", "Nuit de decem-
ber..." Amores con madame Jau-
poemas más representativos del ge-
nio poético de Musset.
A pesar de ello, Musset será siem-
pre el autor de la "Confession d'un
Luis Carlos Alfredo de Musset, bert... "Nuit de juin"... El poeta enfant du siecle", cuando no el
ue familia burguesa, nació en la ama a la princesa Belgiojoso. Hay autor de los famosos c u e n t o s
capital de Francia el 11 de diciem- también una griseta enamorada. Y "Les deux maitresses", "Emmeli-
bre de 1810, y murió también en también entra en escena Aimée ne", "Mimí Pinsón", "Histoire d'un
París el 2 de mayo de 1857. d'Altou, otro nuevo amor de Alfre- mirle blanc", "Le secret de Javot-
Su primera obra, "Contes d'Es- do. Cuando él muere, Aimée se ca- !e", etc., etc.—, al igual que Baude-
pagne et d'Italie" ya mostraban se- sa con Paul de Musset, un herma- íaire será siempre el autor de las
ñales de lo que el genio de Musset no del poeta. "Fleurs du mal", libro de cuya pu-
habría de hacer en la literatura En 1838 llega un cargo oficial: blicación se cumplen los cien años
francesa. En ellos figuraba la fa- conservador de la Biblioteca del en 1957, como ya hemos indicado
mosa "Balada a la luna", en la que Ministerio del Interior. Diez años antes.
esta "brilla sobre el campanario después le destituyen. Y dos más
como un punto sobre una i". El tarde, 1850, Alfredo de Musset es
autor tiene escasamente los veinte nombrado académico de Francia.
años.
A los veintiuno aparece "Les
voeux steriles". Y un año después,
Es por esta época cuando el poe-
ta se convierte en un conocido
autor dramático. Porque la voca-
uel escánda
"Un spectacle dans un fauteuü", ción teatral de Musset, antigua ya,
que llama la atención de Saint ha cobrado nuevo impulso.
Beuve hasta el punto de escribir
sobre el joven autor unas elogiosas
críticas en la "Revue de Deux Mon-
A los veinte años, el director del
Odeón le había encargado una obra
en un acto, que el autor escribió y
Baud elaire
des", en la que Musest comienza que no llegó a estrenarse: La Quit-
a colaborar a raíz de ello. En la tance du diable". En cambio es es- Entre la muerte de Musset y la
famosa revista publica, por ejem- trenada "Nuit venitienne", q u e aparición del libro de Baudelaire
plo, en 1834, "On ne badine pas constituye un auténtico desastre. apenas si transcurrieron dos me-
avec l'amour". Musset abandona con ello sus sue-
Jorge Sand ya ha aparecido en ños dramáticos, aunque sigue es- ses. Aquélla ocurrió el 2 de mayo
su vida por entonces. Es en 1833 cribiendo teatro, que publica en la de 1857; ésta, el 25 de junio del
cuando los amores entre Aurora "Revue de Deux Mondes". mismo año. Musset tenía cuando
Dupin y Alfredo Musset llegan a Una de estas obras, "Un capri- murió cuarenta y siete años; Bau-
su momento cumbre. 1833 es el año ce", es estrenada en San Petersbur- delaire —nacido en París el 9 de
del viaje de ambos escritores a go por una actriz francesa, Allam- abril de 1821— tenia treinta y seis
Italia. Y es en Venecia donde el despreux, y el éxito que obtiene cuando publicó sus poemas. Antes
médico Pietro Pagello hace apari- hace que la misma Comedia Fran- sólo había dado a luz unas mag-
ción en la vida de los dos amantes. cesa se fije en Musset. Y el poeta níficas traducciones al francés de
En la famosa ciudad italiana queda se con/ierte en autor de moda.
la Sand con Pagello, mientras Mus- Aparecen así en escena "Fantasio", los cuentos de Edgard Alian Poe.
set huye a París, desde donde es- "Lorenzaccio", "On ne badine pas Dos meses después de aparecer
cribe a su antigua amada algunas avec l'amour", "Le chandelier", las "Fleurs du mal", su autor com-
c a r t a s conmovedoras. Unas co- "Le servante du Roi", "II faut q'une parecía ante la justicia acusado de
mienzan "querido hermano"; otras, porte soit ouverte on fermé", "Bet- ofender a la religión, la moral pú-
"mi muy querido Jorge". tine", "Carmosine", etc., etc. blica y las buenas costumbres. Los
Musset, solo ya, escribe su "Con- Ahora con motivo del centenario Tribunales multaron a Baudelaire
fession d'un enfant du siecle", un de Musset, Madrid ha puesto en es- y a su editor, Augusto Poulet-Ma-
título que lo hará famoso ante la cena precisamente la misma obra lassis, y obligaron a que se supri-
posteridad. Pero el amor con Jor- qne estrenó la Allamdespreux en mieran del libro seis novelitas que
en el mismo figuraban. "A célle
qui est trop gaie", "Les metamor-
phoses du vampire", "Lesbos", "Le
lethé", "Les bijoux", y "Femmes
damnés".
En 1859, Baudelaire publica la
"Morale du joujou", el mejor es-
tudio sobre Teófilo Qautier. En
1861 salen a la luz los "Paradis
artificiéis", un ensayo sobre los
efectos del opio y del haschich. Al
igual que Musset era considerado
"el epicúreo del sufrimiento", Bau-
delaire ,es ya él poeta maldito, po-
co apreciado por sus contemporá-
neos. Había de ser el tiempo el que
se encargara de rehabilitar los va-
lores de la obra de Baudelaire.
No hace muchos meses, con mo-
tivo del centenario de su obra, un
periódico francés publicó un dibu-
jo del caricaturista "Ben" en el
que una serie de escritores actuales
iban a depositar sus obras, en for-
ma de flores, ante Baudelaire. En-
tre estos modernos "seguidores"
del poeta figuraban Sartre, con
"Huis-Clos" y "Le nauseé"; Fran-
coise Sagan, con "Bon jour tris-
tesse" y "Une certain sourire";
Herbert Bazin, con "Víbora én ma-
no"; ¡ules Oreen, con "Leviathan";
Peyreffitte, con "Les amitiés par-
ticulieres"; y los mismos Anouilh,
con sus obras negras, y Francois
Mauriac, con "Therése Dexque-
yroux" y "Noued de viperes".

P O R A N T O N I O G Ó M E Z A L F A Ü O

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


Lo natural
en Jean Cayrol
c^ I la atención de los críticos y del
^—' público se fijó en Jean Cayrol (ha
nacido en 1911) cuando se le con-
cedió el Premio Renaudot con toda jus-
ticia, en 1947, son sobre todo sus obras
recientes las que han contribuido ha ha-
cer de él uno de los novelistas más sig-
nificativos que se han revelado durante
estos últimos diez años. Novelas como
L'Espace' i'une Nuit, Le Déménage-
ment y La Gaffe (1 y 2) muestran
en efecto, al mismo tiempo por su con-
tenido y la forma en que han sido escri-
tas, un ferviente deseo de renovar el
aparato novelesco tradicional. Su origi-
nalidad no se debe solamente al hecho
bastante excepcional de que la acción en
que se apoyan se desarrolla en veinti-
cuatro horas, sino también en el sentido
trágico cotidiano que expresan perfecta-
mente.

El universo que describe Jean Cayrol


es el que se piensa que no acabará nun-
ca, una especie de purgatorio donde la
resignación podría ser concebida como
una forma de felicidad o de prudencia
si cada uno no se exigiese la prueba de
que tiene derecho a evadirse, a escoger
la libertad, a seguir su destino como lo
entiende, aunque esta prueba lo enfrente
con la amargura del fracaso o con la pe-
ligrosa exaltación de la mentira. Jean
Cayrol se explica además sobre su pro-
pósito de novelista: "Escribo como se
anda", indica, "se deambula mucho en
mis libros porque nunca se está harto...
Me gustan los personajes que se llaman
en el lenguaje del novelista los persona-
jes inútiles... Son estos personajes los
que tienen el secreto, y nadie lo sabe o
todo el mundo quiere ignorarlo." Se "tra-
ta aquí, en suma, de antihéroes, de hom-
bres o mujeres que sufren el drama de
su vida sin jugarse su existencia contra
cualquier ideal que tenga el valor de un
rado sus dos primeras novelas, "L'Eau
íibsoluto que alcanzar, sino que, prisio-
neros de s! mismos, se esfuerzan en
. transigir con la fatalidad, en dar un
El anti-héroe en Grisse" y "Les Orphelins d'Au-
teuil" (1), una evocando los proble-
mas del amor a través de la historia
sTtido a la vaciedad de sus actitudes,
de un?, pareja, la otra analizando los
de sus deseos o de sus pesares. De he-
mismos problemas bajo el ángulo del
cho, Jean Cayrol nos los presenta en ple-
na fase de crisis moral, crisis nacida
a menudo de circunstancias exteriores Fran$ois Nourissier "aburrimiento entre dos". Una tercera
novela, titulada "Livre Noir", que debe
aparecer próximamente (2), tratará de
sin aparente gravedad (un aniversario,
los celos, formando así el último pos-
una mudanza, una escapada) en un mo-
tigo de esta especie de tríptico consa-
mento de su vida en que deben decidir
VTUESTRA época es pobre en ideas grado a los sentimientos amorosos.
su futuro rompiendo bien con el pasado,
o bien con el presente. Para unos la con- ^ nuevas. Aquellas de las que se
ha podido pensar que servirían la Lo esencial, para Frangois Nouris-
frontación del presente con el pasado es sier, es llegar a la verdad por la prác-
un enriquecimiento, los recuerdos, las de- causa del hombre colocado frente a
su destino, corren el riesgo hoy día tica constante de lo natural. Los per-
cepciones, los errores de una época de- sonajes que lleva a escena en sus no-
finida que pueda ayudarlos a descubrir de perder su valor de lugar de con-
tacto para convertirse en simples lu- velas, en especial en "Les Orphelins
un camino de salvación; para otros esta d'Auteuil", parecen estar preocupados
confrontación es trágica o negativa en gares comunes. Es un poco por esta
razón por la que un joven escritor ante todo por su sinceridad, y si ce-
L" Déménagetnent conduce al suicidio, den a veces al exaltante vértigo de la
y en La Gaffe lleva al crimen, no obs- como Frangois Nourissier manifiesta,
cuando se le interroga, cierta descon- mentira, al menos procuran volver a
tante, frustrado. Pero unos y otros viven encontrar en ellos el camino de lo na-
sus dramas personales con tal intensidad fianza con respecto a las ideas, y pre-
fiere interesarse por los hombres. tural, del justo medio, del equilibrio
que a veces tienen la impresión de meter entre los excesos, violencias y la ul-
cu su propia aventura el sentido mismo tranza en la pasión, persiguiendo cada
de la condición humana. Y es precisa- Concibiendo la literatura como un
divertimiento, en el más noble sentido uno de ellos una felicidad imposible. A
mente aquí donde el arte de Cayrol al- Frangois Nourissier le gusta particu-
canza toda su significación: al poner en del término, Frangois Nourissier (ha
nacido en París en mayo en 1927) se larmente Constamt, Stenchal, Prousv.
escena personajes inútiles, hundidos en Larbaud y Giraudoux; sin estar influí-
un anonimato que es de cada individuo esfuerza en introducir un elemento de
juego que le escamotea ese carácter do directamente por sus ilustres ante-
en el seno de la colectividad, hace resal- pasados, sabe conciliar en él las cua-
tar los principales valores a los que se de austeridad, entiéndase de gravedad,
que numerosos autores se complacen lidades que admira en ellos: la finu-
encuentra unido el hombre que todos lle- ra del análisis psicológico, la firmeza
vamos dentro, el hombre víctima de la en darle durante estos últimos años.
No se trata para él, desde luego, de del estilo, la densidad en la expresión
alucinante monotonía de lo cotidiano, el de Sos sentimientos y de las ideas. En-
hombre que no se define solamente por erigirse en defensor de una actitud
desenvuelta o de una indiferencia di- sayista de gran mérito —su obra ¡so-
la suma de sus actos, sino también por bre Lorca es una de las más pertinen-
el producto de sus desilusiones. vertida ante el espectáculo de la vida,
sino de alcanzar una especie de des- tes que se han escrito sobre este poe-
prendimiento del espíritu que le per- ta—, Frangois Nourissier dirige la ex-
mita considerar la realidad de las co- celente revista "La Parisienne". De-
Jean Cayrol es el novelista de la sole- seemos que no sacrifique su obra de
dad, más que de la desesperación; y la sas sin prejuicios, sin aplicarle el ar-
bitrario de un rigor de principios de novelista a sus actividades de director
soledad que descubre en el espesor de la de revista, pues tenemos en él un es-
realidad, nos muestra que es el más se- orden moral o metafísico. Pensando,
quizá con justicia, que los hombres en- critor de talento ya maduro, que tiene
vero y quizás también el más trastorna- un mensaje que entregarnos y del que
cuentran su mejor medio de expresión
dor de los sufrimientos de verdad. se pueden esperar los mejores y más
personal en el libre ejercicio de sus pa-
siones, se dedica a dar un sentido a duraderos logros en la novela como en
estas pasiones, descubrirlas una sig- el ensayo.
(1) "L'Espace d'une Nuit". Ed. du nificación que no está únicamente sa-
Seuil. París, 1954. cada de los motivos a los que debe su
(2) "¡Le Déménagement" y "La Gaffe". nacimiento. Es en esta perspectiva en
la que Frangois Nourissier ha elabo- (1) Editions Plon, París.
Ed. du Seuil. París, 1957.
(2) Edition Julliard, París.

P O R J E A N C L A D E I B E R T

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


constituyendo un producto, un "en- rioso y significativo el salto formi-
gendro", diabólicamente fantástico dable que da la obra de Zorrilla,
que sólo adquiere un sentido real en este instante: se interrumpe la
cuando tropieza con el insoslaya- acción y volvemos a encontrarnos
ble problema de su propio yo, a Don Juan en Sevilla, de regreso
cuando ya no sabe si está vivo o de un largo viaje. ¡Qué conmove-
muerto, cuando quiere trascender, doramente romántica es esta vuel-
y, cuando, ¡ay! del arte, ¡ay! de la ta! Nos recuerda esos inefables
fantasía, ha dejado de ser Don amores fracasados de juventud que
Juan. En definitiva, Don Juan re- vuelven a encontrarse y florecer en
sulta ser un personaje de sorpren- la vejez, por un azar del destino.
dente, fabulosa intrascendencia, a "No murió Don Jiuan —le dice al
causa de la cual, precisamente, en escultor— ni sucumbió
el plano real, a muchos "don Jua- porque la fortuna
nes" callejeros les resulta tan fácil
"creerse" como la encarnación del va tras él desde la cuna."
tipo legendario. (Uno de los rasgos Es la primera frase de reflexión,
más decisivos, entre las muchas in- de consciencia de sí mismo que
terpretaciones que de Don Juan se pronuncia. Y ante Jas tumbas que
han hecho, es el trazado por Ros- contempla, en soledad, se dice
tand, en "La última noche de Don
Juan", que obliga y condena a su "Mi buen padre empleó en esto
personaje a ser una eterna figura entera la hacienda mía."
guiñolesca. Pulcinella (el diablo),
que maneja los trebejos del guiñol, Percibimos su crepúsculo, su
mete a la fuerza a Don Juan, en su ocaso, una tendencia a p a l p a r
diminuto escenario y cierra tras él aquello que no domina, aquello que
las cortinas para que no se esca- no entiende. La cena en su casa,
pe). Y, ¿no es este escape de la con Centellas y Avellaneda, no es
realidad, este afán de liberación la cena de un Don Juan altanero y
anárquica y rebelde, las caracterís- jubiloso, sino la de unos "señoro-
ticas fundamentales, las esenciales nes" que añoran tiempos pasados.
dimensiones con las que hemos de- Sólo les falta pedir café con leche
finido el "romanticismo", al hom- y fumar el habano correspondien-
bre, al pensar y al sentir románti- te. ¿No es característicamente de-
cos? Evidentemente, que, visto des- cimonónica? Y, luego, el final; la
de los actuales tiempos y desde la "Apoteosis del Amor y Misericor-
sensibilidad "vigente", su figura se dia de Dios": ¿no es, esta escena,
nos estereotipizará, nos resultará una interpretación romántica de
afectada, hasta cursi, anti-natural, un auto sacramental medieval?
anti-real: pero he ahí lo que es
Don Juan. Al menos, el Don Juan Creo, en definitiva, que la ver- .
de Zorrilla, el "conquistador", no sión romántica de Tamayo que he-
ese otro Don Juan que se ha ido mos visto en el Teatro Español, ha
forjando con elementos de otros sido un acierto. Y, fundamental-
muchos Don Juanes, en los que mente, hemos de consignar un he-
más o menos hay un denominador cho que, sobre todo, justificaría pa-
común, pero que han venido a ra el público esta "experiencia":
componer una especie de "com- el que, para nuestra sensibilidad,
puesto" en el que cada cual en- nuestro modo actual de entender
juicia lo que ve y quiere. Es posi- las cosas, ha sido ésta, quizá, la pri-
ble que haya o pueda pensarse en mera vez que hemos "oído" y "en-
un Don Juan generoso, hombre de tendido" el Tenorio de Zorrilla,
gesto y de garbo, que, al conquis- plena y eficazmente. Ese ritmo tre-
tar tenga, sí, consciencia de su con- pidante con que otras veces, co-
quista, pero que no se jacta, no se rrientemente, se ha querido ocul-
tar, consciente o inconscientemen-
¿"Don Juan Tenorio", en "ro- te, los "ripios" y fallos que, litera-
mántico"? ¿Por qué no? ¿Acaso, riamente, tiene la obra (de los cua-
Zorrilla, no fue un escritor endia- les Zorrilla, que la escribió en vein-
bladamente romántico, y su obra, tiún días, tenía consciencia, y no
pese a que la "vistió" en el si- gustaba hablar de ella), y, al mis-
glo XVI, no está concebida y am- mo tiempo se le ha querido dar ese
bientada en una atmósfera y época
románticas por los cuatro costa-
dos? Y, más aún, ¿acaso el "tipo"
de Don Juan, el "mito" no es esen-
Una versión romántica tono de comedia de "capa y espa-
da" del siglo XVII, que en absolu-
to tiene, no lograban otra cosa que
un "confusionismo" de gentes y
cial, profundamente "novelesco", versos más o menos sonoros, que,
romancesco, romántico, en fin? Es en la confianza de que podía ver-
posible que en 1844, cuando Zorri- se otros años y, generalmente, leer-
lla la escribió y se estrenó en el se, pasaba y se toleraba. ("Don
Teatro de la Cruz, a un público que
vivía cotidianamente una atmósfera
y un sentir románticos, le aburriese
contemplar en el escenario la repe-
del enono " Juan Tenorio", en España, ya se
sabe, es una especie de "institu-
ción" literaria, una especie de "cos-
tumbre", algo así como las torrijas
tición de un ambiente que, natural- de Semana Santa, que nos impide,
mente, le resultaba más fascinante en mucho, verla como una obra,
vivir que juzgar; y es muy posible con tales y tales valores, pero co-
que fuese ésta una de las razones hazañas eróticas es insuficiente", complace en ella por la conquista
poderosas que inclinasen la inten- que "la inquietud de Don Juan tie- en sí (si acaso, por la calidad de
ción de Zorrilla (casi me atrevería ne su raíz fáustica, de ambición de la dama que tiene en turno), ni uti-
a decir, más decisiva que una fi- infinitud". Indudablemente q u e liza esa complacencia íntima y ma-
delidad a la cronología que le im- Don Juan no es solo y exclusiva- quiavélica como defensa y coraza
ponía Tirso), para hacer que la mente un empedernido mujeriego para no enfrentarse con la reali
obra se desarrollase en otros tiem- libidinoso; es, antes que Don Juan, dad. Pero el Don Juan del que ha-
pos. El mito, este mito de Don Juan, un hombre y, como todo hombre, blamos solo vive y se basta a tra-
tan sin aclarar; esta figura que tan lleva en sí ese ansia, esa ambición vés de esa complacencia, está dis-
pronto nos atrae como nos repug- de infinitud, de algo inquieto y no parado desde y para ella; se arro-
na, sin transiciones; este cuasi-ser calmado que, en mayor o menor dilla ante el Comendador, en acti-
con su fenoménica y paradójica grado, a todos nos duele. Pero es tud humilde (que de humilde sólo
capacidad para el amor y, al mis- Don Juan, por su "donjuanismo", tiene la forma), convencido de que
mo tiempo, para la radical ausen- y, éste, sólo se entiende a través de ama a Doña Inés (un amor que no
cia de piedad y caridad; este per- la presencia de la mujer. Que es lo le impide huir y dejarla en su
sonaje multiforme, polifacético, que lo distingue, en su "búsqueda", quinta), para pedirle la mano de su
que siempre hemos de acabar de- de la búsqueda de infinitud del hija entre frases de retórico arre-
jándolo en lo "novelesco", que tan místico o de la del filósofo. Esto pentimiento. Pero, ¡ah!, que Don
solo podemos "novelar", ya que no es, por una especial consciencia y Gonzalo no intente oponérsele, que
atraparlo, reducirlo a "una" di- significación del sentido erótico no ose dudar de su sincero amor y
mensión auténticamente real, ni ante la mujer. (¡Cuántas modalida- arrepentimiento porque él es mu-
mucho menos vivir, y que, irreme- des, cuántos grados no caben en cho Don Juan y... si pierde a Doña
diablemente, tenemos que llamar ésta "significación"!). En el caso Inés, ya encontrará a otra. (En este
fantástico, ha estado siempre, ha de Don Juan, desde esta conscien- gesto altivo, en esta resistencia a
sido afín, no diré con el "eterno ciación, se dispara la arquetipiza- doblegarse y a dejar de ser algo de
masculino" (ya que la fantasía es, ción de un ser libre de toda traba lo que es, sí está ese españolismo
en cierto modo, un privilegio de (que, en lenguaje vulgar y cotidia- que L. Ibor ve en el Don Juan de
cultura y civilización), pero sí des- no, significa nada menos ni nada Zorrilla. Pues sólo falta, en esta es-
de que para el hombre ha sido más que tener resueltos todos los cena, que suene ese refrán españo-
consciente el sentido erótico de la problemas; de ahí la imposibilidad lísimo de que "una morena sustitu-
presencia de la mujer. López Ibor, de su "realización"), un ser de to- ye a una rubia" o viceversa). De un
dice, en unos párrafos que escribe dos los tiempos y para todos los pistoletazo mata al Comendador y
en el programa de mano, que "li- tiempos (y, para todas las mujeres atraviesa a Don Luis Mejías. Luego,
mitar la figura de Don Juan a sus y, al mismo tiempo, de ninguna), se marcha, huye. ¿Dónde? Es cu-

10
© Biblioteca del Ateneo de Madrid
mo una obra más de nuestra lite-
ratura). La escena ante la casa de CINE Como un cuc fatuo,
Doña Ana de Pantoja, de noche,
adquiere en esta "versión" esa
fluidez galana de romanticismo sa-
como una flor...
no sin efectismos melodramáticos.
La escena "del sofá" (¿no es insul-
Notre-Dame de París Agradezco a Williarn Saro-
tantemente romántico este mue- yan, el titulo de su libro de
ble?), está lograda con toda la am- Es corriente en el cine de hoy que las películas cuyo argumento procede cuentos. Un cuento, al fin y al
bientación justa y exacta: un gi- de la literatura guarden muy poca semejanza con el libro original. Por cabo, sin garambainas precep-
gantesco, espléndido sofá (digno de ello causa sorpresa la proyección de ésta, porque el guión ha seguido tivescas, muy bien puede ser esa
Madame Recamier), que "llena", casi exactamente la narración de Víctor Hugo. Desde el arranque del re- anécdota que muchos conocen y
prácticamente la escena, situado lato, con la enigmática palabra ANANKÉ grabada sobre el muro de la que cada uno narra a su mane-
ante un fondo de "floresta", que catedral, hasta el trágico desenlace, se ha guardado un desusado respeto al ra; ese mínimo suceso de cada
nos recuerda las pinturas "inge- nbro, a diferencia de versiones cinematográficas anteriores, en las que se
nuas" de Rousseau "le Douanier". nabía subordinado la exactitud literaria a la cornercialidad del "happy end". día o de cada hombre; un so-
Los versos ingenuos, candorosísi- Producida por Robert y Raymond Hakim, su argumento es sobrada- plo de amor; una corriente de
mente conocido. La pasión del perverso Frollo por la gitana Esmeralda, risa limpia. La pequeña verdad
enamorada a su vez del capitán Febo, tiene un sangriento final en el que que por estar sujeta con alfile-
juega un papel importante el deforme campanero Quasimodo. Es un mundo res, puede parecer una pequeña
de tintes sombríos sobre cuyo fondo se destaca la ingenuidad salvaje de mentira; todo eso que no repre-
la gitana y la pueril bondad del jorobado. Víctor Hugo vertió en su obra senta "absolutamente nada en
un negro fatalismo templado en parte por la grandeza arquitectónica de el mundo".
la catedral, y la faceta arqueológica era en su libro —a decir de Menéndez y
Pelayo— "su alma y su espíritu mismo". Por ello, siendo imposible tras- FERNANDEZ ALMAGRO
ladar tal reconstrucción histórica desde la letra a la imagen, NOTRE Y EL TAXISTA
DAME queda redueida a un cuento que tiene mucho de extravagante y
absurdo. Por eso no es de extrañar que el espectador que desconoce la De la mano de Melchor Fernán-
novela manifieste su regocijo en el momento culminante de la película —el dez Almagro podemos andar por
asalto de la catedral por la chusma harapienta, y la fert.: defensa de Quasi- los recovecos de la vida, de la po-
modo—•, pues entonces pasa la anécdota de lo trágico a lo ridículo al perder lítica y de la literatura del XIX,
la envoltura del estilo literario como si atravesáramos un laberin-
to mágico. Esto lo sabe todo el
Víctor Hugo centró intencionada y sectariamente toda la maldad de su mundo. También todo el mundo
novela en un personaje eclesiástico, el arcediano Claudio Frollo; por eso la sabe que el famoso crítico abre su
obra fue incluida en el "índice de libros prohibidos" en 1834. En la ver- ventana, matinal y dominguera, con
sión que comentamos Frollo es simplemente un alquimista versado en bru- rigor, pero con cordialidad. Sin
jerías que vive en la torre de la catedral. embargo, hay algo que sólo cono-
Anthony Quinn, como Quasimodo, luce una caracterización repulsiva cen sus amigos: su ingenio seco y
y una buena interpretación. A nuestro juicio, se trata de uno de los mejo- desconcertante.
res actores actuales; prueba de ello es el hecho de que generalmente se le Hsce días, atravesaba un cruce
encomienda la creación de personajes-tipo, y este año se le concedió un de calles, tan distraído, que no oyó
nuevo "Osear al mejor actor secundario" por la encarnación de Gauguin el claxon de un taxi, que por no
en "Lust for life". Por el contrario, Gina Lollobrigida no encaja en su atrepellarle se atrevía a romper la
papel, pues le sobran años y le falta ingenuidad, especialmente en sus ley del silencio. El chófer, sacando
bailes gitanos, mezcla de Danza del Fuego y rumba oriental. El director, la cabeza fuera de la ventanilla, le
Jean Delannoy ("María Antonieta"), demuestra su experiencia en las es- gritó con esa voz que sólo he oído
cenas de masas —el Carnaval, la Corte de los Milagros, el ataque de a los bajos de ópera, a los taxistas
los mendigos—, y a pesar de algunos fallos del Eastmáncolor y cierta esca- y a algunos borrachos:
sez de figurantes, ha sabido llenar la pantalla del Cinemascope con el des-
enfrenado y lúgubre París de 1482 que imaginó aquel tremendo pesimista —¡Oiga!... ¿Es usted tonto o
que fue Víctor Hugo. sordo?
El ilustre académico se volvió rá-
Mariano DEL POZO pido, y dijo:
—¡Sordo..., sordo!...
POSIBLE CANDIDATO A
mos de la declaración de Don Juan PREMIO
a Doña Inés, suenan aquí en su jus- En las Bases del Concurso de
ta dimensión de maquiavelismo: la Novela Corta, que anualmente or-
aparente inocencia que seduce y en- ganiza el Ateneo de Valladolid, hay
canta a la novicia trémula y sen- una cláusula que dice: "Cuando el
cilla. Señalaría otros momentos, lo- concursante desee que su nombre
grados, en la interpretación: por no sea publicado en los avances in-
parte de Asunción Sancho, la lec- formativos del Premio, en las in-
tura de la carta de Don Juan (co- formaciones que acompañen a la
mo verdadera novicia que lee una reunión final del Jurado y, en ge-
carta de amor y de "cosas", que neral, en cualquier medio de difu-
nunca ha oído), y Luis Prendes, sión de que el Ateneo se sirva, de-
arrodillado ante la tumba de Doña berá hacerlo constar, y, en tal ca-
Inés, asombrado ante el misterio so, indicará el seudónimo o lema
de lo sobrenatural. con que las referencias de su obra
Los decorados de Emilio Burgos, puedan ser difundidas."
muy acertados, en la escena "del Esta cláusula pregona tanto la
sofá", citada, y los de la cena en generosidad de los organizadores,
casa de Don Juan. Los de la "Hos- como las 25.000 pesetas que ofre-
tería", pecan de un exceso de "fla- cen por esos cincuenta folios nove-
menquismo". Alegres y ligeros los lados. Ahora bien: ¿será utilizada
de la casa de Doña Ana, y discre- por los concursantes? Yo creo que
tos y bien los del cementerio. no. El escritor tiene conciencia de
que no debe eludir los riesgos de
su profesión; el riesgo, que enno-
J. CASTELLANO. blece y hace atractivo cualquier
oficio, en literatura ayuda muchas
veces a perfilar vocaciones.
Ya que hablamos de este Pre-
N •O •T •I• C mio, añadiré que un amigo, resi-
dente en Valladolid y muy relacio-
nado con los organizadores, me ha
asegurado que uno de los más fir-
Continúa en los estudios de Madrid buenos temas al cine. Un nuevo in- L. Beach, alcanzó difusión mundial mes candidatos es José María Gi-
el rodaje de "Las de Caín", de los tento es ahora el rodaje de "So time debido a la condensación que publicó ronella. Doy esta noticia con cier-
Quintero. "Desire under the elms" for sergeants" ("So hap tiempo para el Reader's Digest. Los derechos para t£S reservas, pues me extraña que
("Deseo bajo los olmos") está en pro- sargentos"), de Mac Hyman, éxito la pantalla han sido adquiridos por los un autor de novelas tan largas, se
ducción, con la primera intervención editorial de 1956 en Norteamérica productores independientes Hecht- presente a un Premio de novelas
estelar de Rebeca Welles, hija de Or- adaptado inmediatamente al teatro. Se Hill-Lancaster. Dirigirá Robert Wiese tan "cortas".
son y Rita Hayworth. Al mismo tiem- trata de una parodia de la vida mili- e interpretarán Clark Gable y —natu-
po Jayne Mansfield interpreta una se- tar yanqui, y será protagonizada por ralmente—' Burt Lancaster. PANCHO COSSIO, NUE-
gunda versión, musical esta vez, de Andy Griffith. * ** VO JURADO EN "SÉ-
"Anna Christie", el primer éxito uni- Bernard Shaw escribió "Pigmalión", La catástrofe del "Titanic" ha ins- SAMO"
versal de Greta Garbo. y el cine hizo una primera versión in- pirado una nueva cinta sobre el tema. Tomás Cruz ha reforzado el Ju-
Richard Rodgers y Osear Ham- olvidable, con Leslie Howard y Wen- La causa ha sido el inesperado éxito rado de Pintura de los Premios
merstein II, el compositor ligero y el dy Hiller. Hace dos años se estrenó del libro "A night to remember" "Sésamo", incluyendo en él a Pan-
libretista más populares en Estados en Broadway "My fair lady" ("Mi ("Unía noche memorable"), de Walter cho Cossío. Sé que cuando le pi-
Unidos,, van a ver vertida al celuloide bella dama"), opereta basada en "Pig- Lord, que relata hora por hora el des- dieron su conformidad, Pancho ac-
su más famosa opereta, "South Pa- malión", con Rex Harrison en el pa- arrollo del drama que conmovió al cedió con prontitud y satisfacción,
cific" ("Pacífico Sur"). Una adapta- pel principal. Ahora este mismo actor mundo. en él poco frecuentes.
ción teatral de la misma se estrenó y Jacqueline Codet han comenzado la * ¡ii *
—¡Muy bien, muy bien! Esos
hace dos temporadas en Madrid con película "My fair lady". "Sic tran- Joaquín Calvo Sotelo, Mihura y Premios me gustan.
el título de "Al Sur del Pacífico". El sit..." Rafael Gil han escrito el argumento Una prueba más de que Cossío
protagonista en Hollywood será Ros- * ** de "Viva lo imposible", película diri- sigue siendo el más joven de los
sano Brazzi. "Run silent, run deep" ("Va hondo gida por Gil que está en rodaje en los pintores españoles.
* ** y sigiloso"), novela de la guerra sub- estudios CEA de Madrid. JOÑAS
La literatura humorística ha dado marina del capitán de fragata Edward B IG

11
© Biblioteca del Ateneo de Madrid
•P

0 LA ORQUESTA DE CÁMARA DEL SIGLO XX


No hace muchos días me decía el excelente viola del Quinteto Na-
cional, Pedro Meroño, que la. máxima satisfacción que le proporcionaba
3
la música de cámara no estaba en los conciertos, sino en las largas,
morosas horas de ensayo, en que, con sus compañeros, iba leyendo las
obras, examinando despacio determinados pasajes, sopesando frases, acen-
LA ORQUESTA NACIONAL ha tos y matices. Pienso que, efectivamente, Mjeroño tenía mucha razón
interpretado la VI Sinfonía de al señalar su preferencia por las horas de solitaria y amistosa lectura,
Beethoven, dirigida por Sir Thomas
Beecham. Esta es noticia que lleva
sobre las del concierto, en que la intimidad se ha de abrir y romper
como espectáculo para el público. íL-iii
implícito un juicio, no ya favora- Música de cámara y concierto siempre me han parecido conceptos
ble, sino óptimo. Un director de antagónicos, en cierto modo. Antagonismo que se resuelve, generalmen-
esta talla viene a devolver la plena te, en el clima feliz en que esta música nos sitúa, en el que el público
seguridad a quienes encuentran en breve parece sentirse un poco en un viejo salón familiar. Ilusión que se
esta hermosísima obra, algo más acentúa por el hecho de que estas sesiones salen muy raramente del
que un mero intento descriptivo. ámbito de las pequeñas sociedades musicales, en que todos se conocen
Hoy, todavía, se encuentran empe- personalmente y son como parientes por parte de sensibilidad. r* STE verano quedó abierta por el
cinados defensores de esta teoría, En Madrid tenemos una muy buena asociación de este tipo, para la Presidente de la República Fe-
que, si bien me parece inadecuada que viene actuando en una labor constante, honesta y eficaz la Agrupa- deral Alemana la Exposición Interna-
para cualquier clase de obras ción Nacional de Música de Cámara. Sin embargo, en el concierto que cional de Obras y Construcciones en
—creo que, aún en la música más comento el público fue muy distinto: el, de las Juventudes Musicales. Berlín, Certamen conocido por Inter-
abiertamente descriptiva, lo que va- Variaba el paisaje expectante y, por tanto, hubo de variar la música bau 19S7.
le en ella es, precisamente, lo que ofrecida. Cuartetos del siglo XX, para gente joven. Con esta Exposición se ha cubierto
menos se atiene a esta servidum- Todo puede decirse en la intimidad. Desde el siglo XVII, las me- el Barrio de Hansa, que quedó arra-
bre— resulta absurda y minimiza- jores, más líricas y profundas confidencias, las hemos recibido de estos sado de una manera total la pasada
dora ante la "Pastoral". El prota- desnudos pentagramas, sin recursos ni posib'e tentación de gr-ndilocuen- guerra. Arquitectos de todos los paí-
gonista de este poema en forma de cia. Los pequeños grupos instrumentales, apurando sus posibilidades ex- ses, y los más prestigiosos, han cola-
sinfonía —que no es lo mismo que presivas tímbricas, han ido quintaesenciando el espíritu de su época, borado con sus experiencias, ofrecien-
un poema sinfónico— es siempre dándonoslo en ascética, desnuda y pura medida. Por ello, resulta de es- do bloques de viviendas hasta de die-
el yo que contempla y canta. No es pecial interés este programa en que Debussy, Bartok y Cristóbal Halffter cisiete plantas, como la casa-torre, y
el paisaje lo que aquí importa, si- son como espejo de nuestras almas. casas unifamiliares, respondiendo todo
no los "sentimientos agradables que a una unidad, en cuanto planteamien-
se experimentan en la contempla- Música de cámara del siglo XX. En ella, el impresionismo, la con-
templación de la realidad cambiante, aglutinada en una atmósfera en que to urbanístico, aunque cada edifica-
ción de los campos", como el mis- ción con la personalidad y originali-
mo Beethoven titula el segundo todo se funde, interna un sistema de coordenadas imposibles para su flu-
yente río sonoro, que Heráclito y Bergson contemplan melancólicos. Des- dad de su autor.
tiempo.
pués, Bartok, en su sexta, humanísima, angustiada y aguda confidencia Zonas verdes, espacios libres, jardi-
¡Sir Thomas Beecham hizo decir cuartetística. Confidencia de los años de guerra —su fecha es 1940—, nería han sido completamente estudia-
la obra a la orquesta según una vi- con aires alternos en que la esperanza, la desesperación, la nostalgia das. Los ladrillos extraídos de las rui-
sión personal, dentro del lícito de no se sabe qué, el misterio entrevisto serenamente en el dolor, tienen nas han constituido uno de los ma-
margen que ha de concederse a un siempre el contrapunto hondísimo de los tiempos "tristes". Para todo teriales esenciales.
gran maestro. Visión riente, opti- ello, la técnica tradicional, la feliz estética académica se muestra insufi- De este certamen pueden y deben,
mista y llena de colorido, como un ciente. Y una nueva manera, no sólo en el hacer, sino en el concebir, va como es lógico, sacarse consecuencias.
gran himno pánico. El triunfo del apareciendo, del brazo de la necesidad. El atonalismo —no lo dodecafó- Quizá la fundamental es que la vi-
maestro —que en todo momento lo nico— como medio expresivo del caos gris, sin hitos firmes, en que se vienda puede reducirse a unos limites
compartió con la orquesta— fue de mueve el autor. Y la conquista decisiva del mundos de lo subconsciente inverosímiles, aunque no incómodos,
los más importantes que recorda- al repertorio de ideas y alusiones. Para todo, la forma, hecha sustancia si e) que proyecta pretende en todo
mos en el Palacio de la Música. musical; el cuarteto, como disciplina ordenadora. instante huir de todos los tópicos, y
Por último, las "Tres piezas para cuarteto", de Cristóbal Halffter,. tiene talento creador y sensibilidad.
En la primera parte de este con- La arquitectura —fundamentalmente
cierto actuó la excelente cantante obra de sus veintiséis años cuajados de madurez, y la aportación más
profunda de la música contemporánea española a lo camerístico. Desde hoy día—• está sometida a unas te-
Irmgard Seefried con arias de Mo- rribles limitaciones: de espacio, de
zart y "Heder" de Straus. Obtuvo la "Antífona Regina Coeli" hasta estas piezas, Cristóbal ha hecho mucho
camino y del que importa. Camino hacia las estrellas y hacia los hondo- gusto y sensibilidad del cliente —in-
un grande y merecido éxito. dividual o colectivo—, de tiempo mu-
nes del alma, y que, creo, equidista —no importan demasiado ocasionales
acercamientos— de Strav/insky y de Bartok. La habilidad en el juego chas veces, y, primordialmente, la li-
tímbrico en su desnudez responde a un concepto estético cada, vez más mitación económica. El proyectar una
ENRIQUE FRANCO ha recibido definido. Lo que fue esperanza ya empieza a ser presente. vivienda para aliviar ese angustioso
el homenaje que desde hace tiempo drama universal que es su escasez, ya
Música di cámara del siglo XX. Soledíd, angustia, confidencia, in- supone un sometimiento a límites es-
merecía. En torno al excelente cri- timidad presentida. Y un público joven, expectante, que busca orden en
tico —prefiero considerar todas sus trictos de materiales, de superficie, de
sus almas, enfrente. economía.
numerosas actividades musicales Fernando RUIZ COCA
presididas por el apasionado saber El Werkbund.—Pero esta Exposi-
y el justo criterio— se reunieron
en un almuerzo un muy nutrido
grupo de personalidades, entre las pretes... Todo ello fue glosado, por
que figuraban, junio a composito- el P. Sopeña, Joaquín Rodrigo y
res e intérpretes —prácticamente,
todos los residentes en Madrid—
muy conocidas figuras de las artes
José Ramón Alonso. Enrique Fran-
co, que en breves palabras agrade- P O
ció el homenaje, fue muy felicitado. GRUPO VELAZQUEZ (Sala» Dardo)
y las letras. Sus campañas en la ra-
dio —aquellas "semanas de música
española", a las que sólo faltó un Cruz Herrera, Ce sero, G. Carrilero, García Vázquez, Huetos, L. Piñeiro,
folleto conservando los comenta- "DISCOFILIA". Octubre 1957. Pérez Gil, Valenciano e Yzquierdo Vivas constituyen el conjunto de autores
rios a los programas, como docu- Publica esta revista, entre otros in- que exhiben sus obras en la segunda exposición del denominado "Grupo
mento inapreciable de nuestra mú- teresantes trabajos, un artículo so- Velázquez".
sica contemporánea—; su aguda, bre Sibelius, que firma el director, Quién sabe si la noticia no pasaría de aquí, de no tenerse en cuenta ia
bien informada y formafiva labor E Moles; una entrevista con Anto- importancia de que alguien se tome para sí e! glorioso nombre de Ve-
en prensa y conferencias; su pre- nio Fernández Cid, acerca de su lázquez.
sencia y aliento en toda tentativa reciente viaje a América, y nume- Aun cuando el Secretario del "Grupo" dict-mine con voz tonante qu¿
de hacer llegar al público cuantas rosas colaboraciones críticas sobre está clara, para cuantos "no nacieron miopes o faltos de inteligencia o sen-
obras nuevas lo merecían; su ayuda los discos últimamente aparecidos. sibilidad", resulta difícil explicarse "su razón de ser y su justificación".
a los jóvenes compositores e intér- Naturalmente, "hubiera sido una necedad y una estupidez llamarle Grupo
F. R. C. Picasso o Dalí". Pero ¿por qué Velázquez y no Pedro Berruguete, Greco
—perdón, sería cacofónico decir Grupo Greco—, o Goya? El arte español
desde he ce muchos siglos está lleno de nombres insignes. Hay de sr-bra
donde elegir. ¿Por qué, pues, tomar el de aquel nobilísimo varón, deseoso
de, independencia, quien dijo que prefería ser "el primero en la g r o a r a
que el segundo en la delicadeza"? Nadie podrá creer que los pertenecientes-
a esta asociación huyen de "cuadricularse" o hacerse "capillitas", pues, por
un lado, toda denominación implica una doctrina y las doctrinas fueron
siempre y deben ser ahora materia de clasificación. Mientras que, desdé
otro ángulo de la cuestión, Velázquez merece uno de los más grandes tem-
plos del ámbito espiritual de la cultura. No desear capillitas y tirar para
adelante con toda una catedral, sí que debe señalarse como miopía —¡y de
las inefables!—, como falta de inteligencia —es necesaria mucha para ser
humilde y personal— e insensibilidad —¡menuda epidermis se requiere para
llevar encima, y no sufrir tan enorme peso, tan singular responsabilidad!—.
Hablar de "extranjerismos vergonzantes", de ser cierta la intención ge-
neralizadora de quien escribió estas palabras, denota carencia de sentido
histórico, sobre todo, después de acogerse bajo el signo de Velázquez. La
universalidad de la pintura a ninguno queda ocult?. Ella determina la exis-
tencia de mínimas fronteras, en tanto cuanto aludimos a las formas. Téc-
nicamente, Velázquez es un pintor veneciano. Espiritualmente, pertenece
hasta la entraña al movimiento barroco de la Contrarreforma. Todo el mun-
do está en el secreto de que cuanto aprendió del extranjero, en Italia o en
la colección del Alcázar de Madrid, fue trasvasado a lo más profundo de
su hermética manera de ser y de hacer. Pero por somos arduo discrimi-
nar lo propio de lo ajeno en el maestro sevillano, no podemos negar cómo
conoció y aprovechó sabiamente las maneras de los demás. En arte ha
. - : • : . - • • * * • • • • ' . • •

12

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


LA INTERBAU 1957 y algo de la arquitectura
alemana contemporánea
ción de 1957, con la modalidad de la Este movimiento Werkbund está quitectura mundial contemporánea no
concurrencia de distintos arquitectos cronológicamente emparedado entre exista quizá otra que haya plasmado
de diversos países, tiene un significa- el Art Nouveau y el Bauhaus. en tres dimensiones, de una manera
tivo antecedente en otra exposición Bauhaus.—Es Walter Gropius el ar- tan adecuada, toda una doctrina po-
alemana celebrada en Stuttgar hace quitecto de flexible personalidad, sin lítica, la que la masa, la colectividad
justamente treinta años, en el 1927. rimbombancias, el que desarrolla to- es todo, y el individuo un sumando
Fue aquella una exposición de casas das sus realizaciones perfectamente ar- de la misma. Porque la misma arqui-
para obreros (Weissenhofsiedlung), ticuladas, con un maclamiento de vo- tectura soviética ha propendido, con-
en la que intervinieron, entre otros, lúmenes que responde a todo un pro- forme han avanzado los años, a un
Mies van der Rohe, Le Corbusier, grama que va de dentro a fuera de feroz aburguesamiento decimonónico,
Gropius, Rading y Peter Benhrens. la edificación, con toda holgura y elas- muy en contraste con todas sus teo-
Este certamen fue organizado por el ticidad. Contrastan sus obras con las rías.
grupo Deutscher Werkbund, cuya fun- de los funcionalistas puros a base de Quizá el ejemplo más típico de este
dación data de 1907, y que ya en el volúmenes simples, de rectángulos y período de la arquitectura alemana es,
año 14 organizó en Colonia otro cer- prismas, sometiendo el edificio casi a junto al Estadio de Nurembcrg—gran-
tamen que fue como el cerrojazo a la un programa prefabricado. des concentraciones, grandes masas—,
arquitectura anterior a lo que para la que fue Nueva Cancillería de Ber-
entendernos pudiéramos llamar arqui- Este grupo Bauhaus tuvo por direc-
tor a Mies van der Rohe, que en el lín, obra de Albert Speer. Obra fría
tectura moderna, racionalista, orgáni- en el exterior y cuyo famoso patio es
ca o funcional. año 1932 hubo de trasladarlo de su
sede inicial, Dessau a Berlín; y en quizá un remedo de nuestro patio de
Esta arquitectura que va llenando 1937, debido al programa nazi sobre los Reyes, que el mencionado arqui-
el siglo XX, cuyo desarrollo y conse- arquitectura, tuvo que disolverlo y tecto visitó en el año 193S.
cuencias las estamos palpando, tiene trasladarse a Estados Unidos, donde Final.—Traspasada Alemania al aca-
por precursores y maestros a estos hoy día continúa, en el Instituto de bar la guerra mundial, y abatido, por
grupos alemanes. Le Corbusier puede Tecnología de Illinois. Un ejemplo ya consiguiente, el régimen nazi, la na-
haber sido el más escandaloso propa- clásico, de antología, de este arquitec- ción partida por desgracia en dos, en
gandista, pero es Alemania —patria to, es el famoso pabellón alemán de cuanto pudo se entregó a su recons-
de Kant y de su filosofía— la que la Exposición Internacional de Barce- trucción. Europa fue enterándose, tras
impone una disciplina, una lógica y lona en 1929. Prolongación de los mu- de salir de la catástrofe, de lo realiza-
un orden en todas las ideas que se ros más allá de la caja perimetral has- do en Suecia, en Norteamérica, en
plantean en la nueva arquitectura. ta encontrar la naturaleza exterior, Brasil. Arquitectos europeos que la
Quizá con este racionalismo se pierda limpios planos verticales y una atrevi- conflagración llevó hacia el Nuevo
lo que nosotros conocemos con el da y adecuada utilización de los ma- Mundo, tuvieron allí campo para sus
nombre de ángel, que no haya gracia teriales, son las notas de este artista proyectos y sus creaciones. Alemania,
ni fantasía, pero en beneficio de lo contemporáneo. pese a sus heridas, convocó el certa-
que se proyecta, no hay formas ca- men de Hannover. Y en este año de
prichosas ni juegos malabares. Período nazi.—Con la llegada del 1957 es la Interbau de Berlín la que
nazismo al.poder, la marcha de estos parece enlazar con los anteriores mo-
Aquella Exposición de Sluttgart del movimientos queda desviada por las vimientos, Werkbund y Bauhaus, en
año 1927 es ya una afirmación de ar- tendencias oficiales. Las edificaciones una continuidad fecunda para toda la
quitectura racionalista. Peter Behrens, estatales procuran la vuelta a un neo- arquitectura contemporánea y mundial,
que en sus comienzos fue pintor y clasicismo severo y frío. Munich, cu- que es decir para todo el género hu-
que formó parte de la Secesión Vie- na del movimiento nazi, parece indi- mano.
nesa, es dentro del Werkbund el que car el camino a seguir. Estas nuevas
propugna una estrechísima colabora- construcciones las encomienda Hitler R. GINESTAL
ción entre la Industria y la Arquitec- al arquitecto Paul Ludwing Troost.
tura. La Empresa berlinesa de Elec- La arquitectura oficial marca el paso
tricidad A E G, le encomendó en su y todas las realizaciones de la arqui- Homenaje a Enrique Franco
día una de sus fábricas, que él pro- tectura alemana marchan a su com- La semana pasada tuvo lugar en
yectó y realizó de una manera nueva, pás. Muerto Troost, es Albert Speer Madrid un homenaje dedicado a
racional, quizá un poco fría, y en la el llamado a dirigir la arquitectura Enrique Franco, el famoso crítico
que el hierro y el vidrio fueron uti- nacional-socialista. musical de Radio Nacional de Es-
lizados idóneamente. Puede decirse que en toda la ar- paña y del diario "Arriba", al que
asistieron destacadas personalidades
de las letras, las artes y la música
españolas.
A este homenaje se suma muy
gustosa LA ESTAFETA LITE-
RARIA.

C I O N
de andarse con tiento a la hora de establecer, rigurosamente, estrictos
límites geográficos. El Románico, el Gótico, el Renacimiento, el Barroco,
todos los estados artísticos europeos hasta el post-romanticismo contem-
poráneo, fueron realizados internacionales. Y, ya se sabe, jamás ahogaron
el desarrollo de lo puramente individual, racial o nacional.
Presumo de celtíbero. Pero me molestan tanto los papanatas que hacen
tina visitilla a París y luego pasan por modernos, copiando de láminas que
, , - - . > • : , •

•A-.V-. ••-••••-• ••"• ••.•-•,.-..•.•,.,.

fisgan en los libros que no compran para no sentir la necesidad de leer...; • • • • • . •


-
• • •


• •

• • •
.

- • • . - . - - . - . - -----
• •

.v.vrli
• . . . . .

f
'l||
:

me molestan tanto, digo, como esa majeza que jura en vano que nosotros
somos los más listos y guapos, porque sí. Hemos de explicarnos. No basta
el "porque sí", y más si nos acogemos al universal y generoso espacio de
las creaciones velazqueñas.
La verdad es que Velázquez, harto sosegado siempre, estará deseando
se le deje en paz. Obras y razones son amores y no títulos, motes o enco-
miendas. No malversemos nuestro patrimonio. Aunque herederos de él,
sólo nos cabe la obligación de enriquecerlo con la claridad del juicio y la
total entrega a la salvación de la humana realidad.
JOSÉ LUIS GALICIA (Ateneo de Madrid).—(De clasificaciones anda-
mos hoy.) Barnett D. Conlan, crítico de "Art News", de Londres, y de
"Pictures", de Nueva York, afirma que José Luis Galicia está considerado
internacionalmente como de vanguardia. De ser esto cierto, no habrá más
remedio que ponerse triste.
(De paso, nos pondremos pesados y perogrullescos, de puro lógicos.)
Vanguardia es lo que va delante de algo que va detrás. Detrás de la juventud
—nació en 1930— de Galicia hay muchas cosas que, con tod? justicia, se
llamaron vanguardistas. Delante de las litografías de este joven y madrileño
artista siguen estando tales vanguardias —las de Picasso, Matisse, Juan
Gris...—. Luego José Luis Galicia no hace honor a su edad y Mr. Barnett
D. Conlan no debía haber suscrito la antedicha afirmación.
Evidente, produce cierta pena el suceso. José Luis Galicia posee des-
treza manual, conocimiento suficiente del oficio de litógrafo. Anhela el orden
y la belleza de las coloraciones planes y sencillas. Desea la modernidad y,
sin embargo, cae en el academismo. (Muchos son los modos de lo acadé-
mico. Ninguno tuvo organización más vasta y completa que la que ahora
se arma sobre cuantas tendencias fueron bravas avanzadas no hace mucho.)
Entre paréntesis, José Luis Galicia es muy joven, lo repito. El arte es
largo y la vida breve. José Luis Galicia sabrá aprovechar ambos. Ya lo prue-
ba apenas < omenzado a vivir.
Joaquín DE LA PUENTE

13

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


agudo ingenio y viveza del diálogo,
BARCELONA ese diálogo que juegan lucidamente
Lili Murati y su compañía.
QUIEN ES QUIEN?
COSACOS DEL URAL EN EL
PALACIO DE LA MÚSICA CASTELLANOS, José.—Na-
SE INICIA LA TEMPORADA Las ya viejas y recargadas paredes
del Palacio de la Música debieron sor-
cido en Sevilla en 1929. Ha di-
rigido el T. E. U. de Madrid y
de Sevilla. Colaborador de "Pa-
prenderse un poco al presenciar la sarela", "Universidad", etc. Ac-
irrupción en el severo escenario de los tualmente reside en Madrid y
componentes del Coro de Cosacos del
DE OPERA Ural y de los cinco bailarines que les
acompañan. El coro de cosacos, diri-
gido por André Sholuj, nos ofreció
cursa Filosofía y Letras.
GÓMEZ ALFARO, Antonio.
Nació en Córdoba en 1931. Li-
una velada intensa en calidades, más cenciado en Derecho. Alumno
que de voces, de sensibilidad y matiz, de Curso 2." en la Escuela de
de fuerza racial y armonía de conjun- Periodismo. Fundó, en colabora-
El día 21 se inicia la temporada de para los más asiduos concurrentes a la ción con otros jóvenes escrito-
ópera en el Gran Teatro del Liceo Biblioteca que la Caja de Pensiones to, que los, ya un poco talluditos, co- res, la revista "Alfoz", de poe-
de la Ciudad Condal. El programa tiene abierta en la vecina localidad de sacos evidenciaron en sus interpreta- sía. Premio "Juan de Mena pa-
consta de 17 funciones de tarde y las Moya. Los premios son doce: tres pa- ciones de cantos religiosos y popula- ra ensayo", 1957, de Córdoba.
restantes, hasta 50, de noche, conjun- ra hombres, tres para mujeres, tre3 res. Con ellos destacaron los cinco bai-
para niños y tres para niñas. El 31 larines que acompañan al Coro, y en- GÓMEZ DE LA SERNA,
tándose en total dieciséis programas tre los que se encuentra la brillante Ramón. — Madrileño. Nació en
distintos entre los repertorios italiano, de julio de cada año se hará público 1888. Novelista, cuentista, ensa-
francés, alemán y español. Durante es- el nombre de los que hayan pasado vitalidad de Xenia Tripolitova.
ta temporada se conmemorará el cen- más horas en la citada Biblioteca. Así y i s t a, biógrafo, dramaturgo,
tenario del nacimiento de Giacomo se establece un círculo "vicioso": a Julio MANEGAT creador de la "greguería", maes-
Puccini, y con tal motivo se represen- más horas de lectura, más libros para tro de la excentricidad literaria,
tarán cuatro óperas del gran compo- leer. La inciativa del Dr. Vilardell nos autor que ha influido en las ge-
sitor italiano: "Suor Angélica", "Gian- parece perfecta. neraciones modernas.
ni Schichi" y las inevitables "La Bo- SALCEDO, Manuel María.—
heme" y "Madame Butterfly", que ROBERT A. ANDERSON Y RUIZ Nació en Sevilla en 1925. Li-
cantará Renata Tebaldi por primera cenciado en Filosofía y Letras.
vez en su vida. La temporada se verá IRIARTE Continuando una labor artístico- Profesor ayudante en la Uni-
resaltada con dos estrenos absolutos El mundo de la farándula se ha mo- cultural digna de la mayor consi- versidad de Madrid. B,ecario del
en España: "La Santa de Bleeker vido alrededor de dos estrenos: la pie- deración, la Caja de Ahorros del Gobierno alemán en Munster.
Street", libro y música de Gian Cario za dramática de Robert A. Anderson Sureste de España, semanalmente Colaborador en "Arbor", "Re-
Menotti, el autor de "El cónsul" y "Té y simpatía", y "También la bue- va ofreciendo, gratuitamente a los vista Nacional de Educación",
"La médium", y la ópera en un acto, na gente...", de Víctor Ruiz Iriarte. alicantinos, el programa del pre- "Enseñanza Media", etc.
de Renzo Rosellini, "La guerra". Por "Té y simpatía", que ha sido puesta sente curso, y así en estos últimos PRIETO, Antonio.—Andaluz.
otra parte, se estrenarán también en en escena por la compañía de Carlos días las sesiones de teatro de me- Estudiante de Filosofía y Le-
el Liceo "María Egizíaca", de Respi- Lemos, según la versión castellana d¿ sa, a cargo de la Sección corres- tras y de Medicina. A los vein-
ghi, y el "Retablo de Maese Pedro", V. Fernández Asís, triunfa en el esce- pondiente del Aula "Gabriel Miró", ticinco años obtiene el Premio
de Falla, con puesta en escena de'Luis nario del Teatro Barcelona, y el pú- la exposición de José Cruz Herre- "Planeta" con la novela "Tres
Escobar y bajo la dirección de José blico sigue con interés el curso de esta ra, dentro del recinto de la galería pisadas de hombre". Un año
Iturbi que, por vez primera, dirigirá obra amarga, inquieta, escabrosa casi, pictórica permanente del Sureste, más tarde publica "Buenas no-
ópera en España. pero llena de ternura y delicada sen- y la interesante y amena diserta- ches, Arguelles" y prepara
sibilidad. La versión de Fernández ción de Jaime Ferrán, en torno a "Vuelve atrás, Lázaro", Cola-
Con la temporada operística se ini- Asís es correctísima y la interpre- "La joven poesía española". , borador en el diario "Pueblo",
cia el calendario oficial de invierno :en tación de Carlos Lemos recta y des- de Madrid, y en diversas revis-
Barcelona y un espectáculo gratu to tacada, aunque, en realidad, el peso de Como esbozo de las tareas a des- tas, como LA ESTAFETA LI-
para el buen paseante de las Ramblas, la obra caiga sobre el joven actor Fer- arrollar en fechas próximas, de ca- TERARIA, "Revista de Litera-
que siempre se detiene curioso a ver nando Marín Calvo, lleno de fuerza rácter estrictamente musical, dire- tura", del C. S. I. C, o de Uni-
la entrada y salida del público ante, y de patetismo desesperanzado. Con mos que para fechas inmediatas es- versidades, como las de Pisa,
este Gran Teatro del Liceo, que sigue ellos Pastora Peña da vida a un per- tán concertadas las audiciones con California, Murcia, etc.
siendo uno de los más importantes tea- sonaje difícil que requiere una fina fle- el pianista Andor Foldes, húngaro
tros de la ópera del mundo. xibilidad expresiva. nacionalizado en Estados Unidos, RODRÍGUEZ GINESTAL,
Premio Listz; el quinteto, com- Rafael.—Nacido en Tánger en
Víctor Ruiz Iriarte ha vuelto a Bar- puesto de arcos, flauta, clavecín y 1919. Arquitecto y licenciado en
UNA PRODIGIOSA EXPOSICIÓN celona y al Teatro Barcelona, en el una excelente soprano, a cargo del Ciencias Físico - Matemáticas.
DE TEJIDOS que tantos aplausos ha recogido a lo suizo Ricercare; el trio alemán di- Colabora en varias revistas y
largo de su carrera. La última come- rigido por Román Schimmer; Em- publicaciones profesionales. En
Días pasados se inauguró en el es- dia de Víctor Ruiz Iriarte es una de- ma Contestábale, la exquisita pia- "Aldes" ha publicado varios tra-
belto Palacio de la Virreina una cu- liciosa farsa cómica que tras un mag- nista italiana que reaparecerá en bajos sobre "Arquitectura ru-
riosa e interesantísima exposición de nífico arranque se debilita y alarga, Alicante después de su "tourné" ral".
tejidos recientemente adquirida por la pero en todo momento nos ofrece ia por Norteamérica; el cuarteto Mo- GARCÍA ESCUDERO, José
Diputación Provincial para engrosar 5o plenitud del ingenio del autor de "El zart, de Salzburgo, estando también María.—Nació en Madrid en
que, en su día( será fl más importan- lando de seis caballos", que, junto a comprometida la orquesta Kam- 1916. Presidente de la Federa-
te Museo de Tejidos de Europa. Se la farsa, nos brinda una intención sa- mermusikkreis, de B e r l í n con ción Nacional de Cineclubs y
trata de la Colección Viñas, de teji- tírica viva en comprensiones y afec- violas, clavichémbalo, flauta, oboe profesor del I. I. C. Ha sido di-
dos antiguos, reunida por don Ricardo tos. "También la buena gente...", sin y fagot. rector general de Cinematogra-
Viñas Geis en los últimos decenios. ser una de las mejores obras de Ruiz fía y Teatro. Ha publicado
Consta nada menos que de 2.661 pie- Iriarte, nos entretiene y divierte con el Miguel LORENZO DE NEIMA. "Historia en cien palabras del
zas, a las que deben sumarse 250 del cine español". Actualmente pre-
Extremo Oriente y 450 piezas de pa- para una obra sobre el cine so-
samanería. En ella pueden admiraise cial.
tejidos de la Edad de Bronce, una
pieza de algodón que es la muestra
textil más antigua hallada en Espa-
ña, tejidos del Egipto faraónico, cop-
tos, islámicos, hispano-árabes y mu-
dejares, del Oriente islámico, de In-
donesia, de la América precolombina
y de casi todos los países de Europa.
En la notable exposición pueden ver-
se prodigiosas muestras de brocados, En la Casa de la Cultura el Doc-
terciopelos, sedas labradas, adamasca- tor norteamericano Mr. G o r d o n
dos, brocateles, estampados y pinta- Brown disertó sobre "La educa-
dos, alfombras, bordados, etc. Asimis- ción norteamericana se enfrenta
mo, y formando parte de esta colec- con el futuro". Abordó su pensa-
ción, se exhibe una biblioteca, especia- miento sobre la educación escolar
lizada de sumo valor y en la que se en la hora presente en Norteamé-
integran libros, revistas, folletos, ma- rica, trató del problema de la se-
nuscritos, etc., así como una de las gregación racial —ahora tan de ac-
mejores colecciones del mundo de le- tualidad— del que dijo que el tiem-
gislación española sobre tejidos e in- po lo cancelará definitivamente.
dumentaria. En su última reunión del Patro-
nato de la Casa de la Cultura —que
viene desarrollando una gran labor
PREMIOS PARA LOS LECTORES cultural y artística— solicitó la
creación de un Instituto de Estu-
Un médico barcelonés, el Dr. D. Ja- dios Locales encuadrado en el Pa-
cinto Villardell, ha pensado que se con- tronato José María Cuadrado, del
ceden demasiados premios a los escri- Consejo Superior de Investigacio-
tores y ninguno a los lectores, y así nes Científicas.
ha creado unos premios consistentes
en varios miles de pesetas en libros Valeriano GUTIÉRREZ MAGIAS.

14

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


nada más. De sus esculturas, las de Entramos ya "sensibilizados" para:
ROMA mármol me parecen mucho mejo- captar la obra de Juste de Gante, Be-
res que las de metal, en las que rruguete y la Corte de Urbino.
solamente quiere decir algo. En la Corte de Urbino trabajaban
Una Semana Hispanoamericana Sergio Caslillo parece un escul-
tor más hecho, con un sendero tra-
juntos venecianos, dálmatas, florenti-
nos, españoles y flamencos. Así se ex-
zado y con unas cerámicas bastan- plica la gloriosa presencia de nuestro
te buenas como tales. Pedro Berruguete en esta exposición.
España envió veinte telas, obras pin-
Ivo Babarovic ha logrado dos na-
en la ciudad eterna turalezas muertas —"interno e na-
tura morta" y "Tavola con fruta"—
tadas después de su regreso de Urbi-
no; entre otras, el gran retablo de
"La Adoración de los Magos", de
con tonos opacos, verduscos, ne- Avila, conservado en el Museo del
gros, que lo descubren como un Prado; "La Anunciación", de la Car-
Esta semana, para mí, ha tenida, pintor intelectual. Sus cuadros tie- tuja de Miraflores; los retablos de Pa-
si no sabor español, sí un cierto nen además algo fundamental; es- lencia y Paredes de Nava.
matiz hispanoamericano: el jueves tructura. No son pura creación sub- Los directivos del Museo de Bellas
estuve en una exposición de pinto- jetiva. Sus visiones de la realidad Artes de Gante, deseosos de crear un
íes chilenos, y el sábado, pude se mantienen a base de un equili- clima adecuado, adornaron las salas
comprobar que el tema de la his- brio interior en el cuadro. Pongo con tapices, esculturas y • muebles de
panidad —como aportación cultu- por caso "Due Sorelle". Urbino, entre ellos, un facistol de
ral—, sigue preocupando a los inte- Y, por último, Ivan Vial, pintor bronce perteneciente al Duque.
lectuales italianos. abstracto. Plástico excelente —buen Es de recordar que Pedro Berru-
manejo de colores, distribución de guete nació, en el siglo XV, en Pare-
Os hablaré hoy de la exposición: planos...— Lástima que le falta esa des de Nava. Cuando empezó su for-
Plaza de España. De las tres calles carga de intelectualidad de un Ba- mación artística, el estilo flamenco
que unen la Piazza con el Corso, barovic. Ivan Vial está lanzado por imperaba en Castilla. ¿Por qué, hacia
una —la primera a la izquierda se- su camino. Retrata y pinta cuadros el año 1475, tomó la decisión de mar-
gún se viene de la vía della Pro- abstractos. Quiere plasmar sus sen- char a Italia en vez de a Flandes?
paganda—, es Frattina. Busco el saciones para que "sus cuadros ha- Ignoramos todo lo referente a las cir-
número 38, y allí, en un primer pi- blen solos", y yo pienso que es una cunstancias de aquel viaje. En 1480,
so, como un poco arrinconada, me pena que sólo sean sensaciones lo después de la muerte del Duque, Be-
encuentro una Sala de Exposicio- que Ivan Vial quiere y puede dar. rruguete regresó a España, donde tra-
nes que varios españoles —Vaque- bajó no sólo en Tierra de Campos,
ro Tur dos, Inmaculada Montero, Roma, 17-XI-57. sino en Toledo y Avila, donde murió,
María del Carmen Laffón...— co- Ernesto JULIA. en 1503.
nocerán: LA FELUCA. , Berruguete es el primer pintor es-
Allí exponen cuatro artistas chi- pañol influenciado por el Renacimien-
lenos : Marta León, Sergio Castillo, BRUSELAS to. Esta tendencia se manifiesta en
luán Vial e Ivo Babarovic. Vienen sus construcciones arquitectónicas y
de París, y han hecho una pequeña en el empleo de la luz. Sin embargo,
recalada en Roma. En Bélgica, dos exposiciones fuera de serie Pedro Berruguete nunca dejará de ser
un pintor gótico-flamenco. En él se
Pocas obras pero bastante bien da el caso extraño del artista que,
escogidas, y como dice Camilo Mo- Las dos exposiciones que tienen lu- es el dulce, delicado paisaje de los al- asimilando el espíritu del Renacimien-
rí en la presentación que de ellos gar estos días en Bélgica, constituyen rededores de Lovaina, donde el pin- to, llega a mezclarlo con su propio
hace "son jóvenes, tienen talento, dos auténticos acontecimientos. Por tor se instaló cuando tenía unos cua- estilo tradicionalista castellano.
y un gran amor por la libertad de vez primera, las obras maestras de la renta años. No es el paisaje fantásti- Hoy en día, los más eminentes crí-
expresión". Traduciendo un poco, pintura flamenca del siglo XV están co, idílico de Van Eyck. Por vez pri- ticos se han puesto de acuerdo para
y entre críticos, esto es como no reunidas en un mismo país. Dieric mera, en el norte aparece un pintor afirmar que la mayor parte de los re-
decir nada. Y es que, en realidad, Bouts y su séquito en el " Palais des que coloca sus personajes en su am- tratos del Palacio de Urbino son obra
es demasiado aventurado decir al- Beaux Arts" de Bruselas, y Juste de biente cotidiano. Su paleta es delicada de Berruguete y de Juste de Gante.
go cuando se está en presencia de Gante, Berruguete y la Corte de Ur- y limitada tan solo a algunos colores Estos retratos son de un realismo, de
cuatro autores jóvenes, que tienen (carmín, verde, azul... ); las sombras, una vida sobrecogedores.
bino, en el Museo de Bellas Artes de suaves y sugerentes.
muchos años por delante para des- Gante. Por encima de todas las posibles
mentir la crítica más autorizada. Bouts. es, sin duda, un gran pintor clasificaciones, análisis, estudios técni-
Al lado del realismo minucioso de cristiano; pero su austera melancolía cos, el interés humano de estas dos
Sin embargo, quiero decir algo. Jan Van Eyck, con sus intenciones magníficas exposiciones reside en la
le da un carácter existencial (que se
Marta León es la más joven, pero dramáticas muy definidas, al lado de me perdone el tópico de nuestra épo- posibilidad que ofrecen al espectador
si sigue el camino iniciado llegará la angustia de Van Der Goes y del ca). Una irradiación misteriosa se des- de adentrarse en un mundo remoto,
a una meta cualquiera, y sin salida. espíritu satánico del Bosco, Dieric prende de la obra de este flamenco bañado en una delicada poesía en la
Con cuatro rasgos sobre fondos de Bouts trae,1 en el siglo XV, un mundo del siglo XV, que nos obliga a re- que se juntan milagrosamente el pro-
colores diferentes —hablo de su Se- nuevo, inquietante, extraño, un senti- flexionar sobre los problemas esencia- fundo sentimiento religioso con el más
rie delle Prigioni—• es fácil plas- do gótico del cristianismo, del hombre les del hombre, inmutables a través radiante humanismo.
mar un sentimiento, subjetivo, pero y, de la naturaleza:. El paisaje de Bouts del tiempo y del espacio. Sofía NOEL

, (Viene de la página 16.) —¿Como tú? ,• —Aquella idea tuya de irnos a pescar me
—Algo así. , ha estado bailando en la cabeza todos estos
•—No; nada más. ¿Es que no te parece bien? Volví a mirar los ojos de San Pedro, y los días. ,
r-lNoI vi más cargados de mar que nunca, con un —Era buena, ¿verdad? ,
—¿Por qué, San Pe... mar algo triste e intencionado. —Sí; muy buena. ¿Tú crees que Dios...?
,—¡Vete! ¡Vete de aquí antes de que olvide Pasaron más días, y yo iba todas las ma- —¡Yo creo que sí! ,
mi paciencia con los pecadores! ¡Vete, loco! ñanas a ver a San Pedro. Pero últimamente —¿No se enfadará Dios con nosotros?
Y tuve que irme porque aquella vez, sólo estaba un poco raro, como si pensara una cosa •—No; seguro que no. ¿Le hablamos?
aquella vez, la sonrisa de San Pedro tardaba importante que no se atrevía a decirme. Em- Dudó un poco, y luego dijo:
un poco en aparecer. pecé a notarlo porque ya no me decía que —Vamos. Pero como me regañe por culpa
Al principio yo no comprendía que San Pe- me marchase o que estaba loco. Su voz era tuya, no volveré a dejarte hablar. Esto..., esto
dro se hubiera puesto tan serio. Porque la ver- como un pez que llevara mucho rato fuera del
agua. Me saludaba: , quizá no sea serio y Dios piense que...
dad es que yo no pretendía ni dinero ni fama.
De verdad. Era que sentía ganas de escribir; —Buenos días, Antonio Prieto. —¡Vamos! ,
sólo eso; la misma necesidad que tuve en la Y luego se callaba; no era como antes. íbamos caminando muy contentos y con un
tierra. Luego empecé a comprenderlo. Una mañana me acerqué a su lado. Después poco de miedo, y era hermoso ver a San Pe-
Unos días más tarde volví junto a San Pe- de saludarme, dijo: dro, tan grande, con su enorme barba, ir con
dro. Le dije: , —Ayer no entró nadie, y podía haberme li- la alegría más infantil del mundo. Llegamos
—Bueno, San Pedro: ya no quiero escribir brado de venir. ante Dios, y Dios nos esperaba con una son-
novelas. Después se calló. Tampoco aquella mañana risa. ,
San Pedro se volvió, y otra vez vi su son- entraba nadie; no aparecía ninguno subiendo —Señor... ,
risa. Pero había algo misterioso en sus ojos, por el camino. Estábamos en silencio, y yo me —¿Qué hay, Pedro? i
algo que tenía un color intenso a mar. Dijo: hallaba preocupado por San Pedro. Entonces —Es...; tal vez sea una locura, pero yo...;
—A veces pienso que no estás tan loco. dije: , Tú ya sabes...
Yo no entendí mucho sus palabras, y seguí —¿Te ocurre algo? Dios empezó a reírse; se reía muy contento
la mirada de sus ojos. Estábamos mirando a •—No, no. de vernos allí. Y dijo: ,
un grupo de doce nombres que acababan de Y lo dijo con una voz extraña, que no pa- —Pero Pedro: ¿no se te habrá olvidado pes-
entrar y que aún tenían forma de hombres. recía suya. car? Hace ya mucho tiempo que dejaste de
Llevaban las ropas mojadas, rotas, y sus ros- ;—lAnda; cuéntame qué te pasa, San Pedro. hacerlo. ¿Sabrás pescar todavía?
tros, sin afeitar, parecían muy cansados. Soy tu amigo, ¿no?
—¿Quiénes son, San Pedro? , San Pedro me miró fijamente, y sus ojos —1 Claro que sabré, Señor! ¡ Claro que sabré!
—Acaban de ahogarse. empezaron a ser como antes, a tener el brillo Y fuimos a pescar a un pueblecito llamado
—¿Todos? , de las escamas, y yo me alegré y animé con Balerma. ,
—Sí; los doce. Iban en una barca llamada mi alegría sus ojos de pescador. Y aquel día San Pedro dejó sus llaves so-
"Virgen del Carmen" y el mar los envolvió. —¿Sabes, Antonio Prieto? bre una nube, y ni un solo hombre bueno mu-
Eran unos buenos pescadores. —¿Qué, San Pedro? rió en la tierra. ;

15

© Biblioteca del Ateneo de Madrid


AN Pedro era igual que un amigo que tuve cruzaba con un alma, y le preguntaba su nom-
S en la tierra, en Balerma, y que tiraba de
los copos con más fuerza que dos hom-
bre. Y si era de otro tiempo distinto al mío,
hablábamos y hablábamos de cosas de la tie-
bres juntos. Uno ve a San Pedro, y dice: "Este rra, porque aún teníamos tierra en los huesos.
es un hombre sano." Cuando me acercaba a Algunas veces me acercaba a San Pedro sin
él, decía: , que él se diera cuenta. Se volvía, y exclamaba:
—¿Ya estás aquí, Antonio Prieto? —¿Ya estás aquí otra vez Antonio Prieto?
—No puedo evitarlo, San Pedro. , Un día te daré un puntapié y te mandaré a
Entonces San Pedro sonreía, y su sonrisa la tierra dando vueltas. ,
le llenaba el rostro de peces, igual que cuando Pero apenas decía esto empezaba a sonreír,
pescaba en el mar de Tiberíades y se le daba y su sonrisa era como la cola de un pez ja-
bien. , ponés que borrara las palabras. Era cuando yo
—Anda, vete a otro sitio, Antonio Prieto. hablaba.
;—¿Es que no me dejas fisgar? —San Pedro: he encontrado un alma estu-
—No, no puedo; tengo mucho trabajo. penda.
—Es sólo un poco, San Pedro. —¿Sí?
—¡¿Un poco? —y dudaba—. No; luego pre- —Sí, y tiene una vida magnífica para es-
guntas y preguntas, y quieres saber cómo se cribir una buena novela.
llaman los que entran y qué hicieron. Anda, —¿De veras?
vete por ahí. —¡¡Palabra!
San Pedro se volvía y continuaba en su tra- —Vaya, vaya...
bajo. Pero yo no me iba; era desobediente co- —¿Es que me estás tomando el pelo, San
mo un niño, y miraba a todos los que pasaban. Pedro?
Luego se volvía y me encontraba allí, aunque —No, no, Antonio Prieto. Sólo que aquí,
él ya sabía que no me había ido. ¿quién va a leer tu novela?
—¿Aún estás ahí, Antonio Prieto? —Yo ba- i—Tampoco en la tierra se lee mucho, no
jaba un poco la vista, y é'. añadía—: Voy a creas.
tener que regañarte. i—Sí; pero aquí tu novela no es ninguna no-
Pero yo sabía que no me regañaría, que San vedad, y la conocen perfectamente. ¿Es que
Pedro estaba contento de tenerme allí, aunque aún no comprendes que has salido de la tierra?
era verdad que le distraía un poco en su tra- —Sí; ya comprendo.
bajo. Entonces San Pedro se acercaba a mí y de-
-—Es que no te acuerdas, San Pedro? jaba su mano sobre mi cabeza, y yo percibía
•—¿De qué? un olor hermoso de redes, brea y mar.
—En la tierra yo era escritor. Recuerdo que una vez me acerqué a San
;—Bueno; pero ya no estás en la tierra. Pedro con una voz demasiado humana. San
—Pero era escritor, ¿no? Igual que tú pes- Pedro lo notó en seguida porque mis palabras
cabas en el mar de Tiberíades. olían a tierra. Pero no dijo nada quizá porque
—Sí; eso es. Y ahora es distinto. mi tierra tuviera una cierta limpieza. Yo que-
,—Es que no te fijas, San Pedro. Uno puede ría hacerle una proposición.
dejar de pescar, pero no puede dejar de ser —-San Pedro: tu estás en muy buena armo-
escritor. nía con Dios, ¿verdad?
—¿Sí? ¿Es eso lo que piensas, Antonio juguemos mejor. Uno lo ve y entonces sabe —¡ Naturalmente!
Prieto? , que es una solemne tontería hacer cualquier —¿Y no te gustaría ser editor?
—Eso es. cosa mala. —¿Editor? ¡Estás loco, Antonio Prieto, com-
—¡Pues te equivocas! ¿Es que crees que a Yo me quedaba detrás de él fisgando. Al- pletamente loco! ¿Tú sabes lo que es un
mi no me gustaría echar las redes alguna vez? gunos de los que pasaban se me quedaban mi- editor?
¡Vaya si me gustaría! rando, y yo les sonreía. Cuando llevaba un —¡Claro que sí! El primero que tuve se lla-
—¿Y por qué no se lo decimos a Dios y nos buen rato y veía un claro, le decía: maba Lara, y, a su manera, era una estupenda
vamos un día? Yo conozco una playa que... —¡Bueno, San Pedro; ya me voy. , persona.
—Estás loco, Antonio Prieto, completamente —¡Vaya! —y volvía a sonreír, y sus barbas —¡Pues estás loco! ¿Cómo voy a ser editor?
loco. Anda, vete y no digas más absurdos. se movían como si por entre ellas nadaran —Cálmate, San Pedro, cálmate. Acuérdate de
¡Vete, hombre! .chanquetes—. ¡Ya era hora de que te fueras! cuando tenías paciencia con los pescadores.
San Pedro volvía a sonreír, y era como si —¿Es que no me quieres, San Pedro? y cálmate.
por sus ojos asomaran dos boquerones nadan- San Pedro, entonces., se acercaba a mí un —Muy bien; ya te escucho.
do. Y se volvía porque quizá fuera cierto que poco. —Verás mi proposición. Todo consiste en
yo había dicho un absurdo. Quizá. Pero yo —Sí; claro que te quiero, Antonio Prieto; que tú le digas a Dios que le quite un poco
creo que aquello de pedirle permiso a Dios pero eres desobediente, testarudo y me dices de sabiduría a las almas, y así no podrán sa-
para irme a pescar era una idea que a San cosas absurdas. , ber lo que voy a escribir.
Pedro le gustaba mucho. —Bueno; me voy. Pero sigo siendo escritor. —Muy bien. ¿Y qué más?
Yo, de veras, os deseo que algún día veáis —¡Y yo Pedro, el pescador! , —Después, buscamos a un par de impreso-
a San Pedro. Es un hombre magnífico. Os ase- Y me iba por ahí, por entre las nubes, la res, y tú te conviertes en editor, y yo podré
guro que dan ganas de ser niño, de tener siete mar de feliz, porque podía ir de un sitio a escribir mis novelas.
años y de jugar con él. Siempre da la impre- otro sin pagar billete y sin llenarme de car- —¿Y no quieres más, Antonio Prieto?
sión de que se va a dejar engañar para que bonilla o de humo. De cuando en cuando me (Pasa a la página 15.)

cuentít
© Biblioteca del Ateneo de Madrid
p*>* ATLLOJXIO JPrxeta

También podría gustarte