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Corte Superior de Justicia de Cajamarca

Sala Civil Permanente – Sede de Corte


Jr. Del Comercio N° 680

PROCESO CONSTITUCIONAL N° : 00059-2013-0-0601-JR-CI-01.


VÍA PROCEDIMENTAL : ESPECIAL.
DEMANDANTE : HAYME MAGALI SAAVEDRA TANDAIPAN.
DEMANDADA : MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE CAJAMAR-
CA.
PRETENSIÓN : ACCIÓN DE AMPARO.
JUZGADO DE PROCEDENCIA : PRIMER JUZGADO CIVIL DE CAJAMARCA.

S E N T E N C I A N° 103 -2014

RESOLUCIÓN NÚMERO ONCE.


Cajamarca, quince de septiembre
del dos mil catorce.

ASUNTO:

Es de conocimiento del colegiado la apelación interpuesta por la procuradora pública

municipal adjunta de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, contra la sentencia N°

280, contenida en la resolución N° 04, su fecha 18 de diciembre del 2013 (folios 123 a

130), emitida por el juez del primer juzgado civil de Cajamarca, en el extremo que

declaró fundada la pretensión contenida en la demanda constitucional de amparo,

presentada por Hayme Magaly Saavedra Tandaipan, en contra de la Municipalidad

Provincial de Cajamarca, en consecuencia, nulo el despido arbitrario de la actora,

ordenando al representante legal de la entidad emplazada proceda a reponer a la

demandante en el mismo puesto de trabajo que venía desempeñando, como obrero de

limpieza en el Qhapac Ñan, al momento de su despido arbitrario, o en otro similar de

igual nivel o categoría.


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La apelación de sentencia se sustenta medularmente en lo siguiente:

(i) El presente proceso se ha sustanciado ante juez incompetente –presupuesto de

procedibilidad–, afectando el derecho a un juez predeterminado por ley, pues el

juez predeterminado llamado por ley a resolver conflictos derivados de una

relación laboral es el juez laboral, no el juez constitucional, constituyendo

flagrante vulneración al debido proceso.

(ii) La demanda es totalmente infundada, toda vez que no se ha acreditado los

elementos concurrentes de una relación laboral: prestación personal de servicios,

remuneración y subordinación.

(iii) La sentencia recurrida ha sido dictada sin analizar la estructura del análisis de

constitucionalidad del acto reclamado, la cual se realiza a través de 3 fases:

determinación del ámbito normativo del derecho fundamental, verificación de si

los actos que se representan como lesivos intervienen en el ámbito normativo del

derecho fundamental y determinación de si la intervención en el ámbito normativo

del derecho fundamental se encuentra justificada.

(iv) Se ha condenado a los costos procesales; vulnerándose así lo señalado por el

artículo 47° de nuestra Constitución, infringiendo el principio de supremacía

constitucional y jerarquía normativa recogido en el artículo 51° de nuestro texto

constitucional.

MOTIVACIÓN:

§ Delimitación de la impugnación de la sentencia.

1. La actividad recursiva en nuestro sistema procesal tiene como uno de sus

principales principios el de limitación conocido como "tantum apellatum quantum


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devolutum" sobre el que reposa el principio de congruencia, y que significa que el

órgano revisor al resolver la apelación debe pronunciarse solamente sobre

aquellas pretensiones o agravios invocados por el apelante en el recurso; lo cual

significa que este colegiado sólo puede conocer y decidir aquellas cuestiones que

ha limitado la apelación del recurrente; en consecuencia, este Tribunal no tiene

más facultades de revisión que aquellas que han sido objeto del recurso que en

el caso de autos sólo es el extremo de la fundabilidad de la demanda; no

pudiendo centrarse en examinar cuestiones consentidas por las partes o que no

han sido cuestionadas como lo es el extremo de la sentencia que declara

infundada la tacha interpuesta por la demandada, salvo que ésta esté afectada

de algún vicio de tanta trascendencia que vulnere el orden público y las buenas

costumbres o que exista una manifiesta vulneración de derechos fundamentales

lo cual no se presenta en el caso de autos.

§ Delimitación del petitorio.

2. En el presente caso, mediante escrito de folios 54 a 91, la demandante Hayme

Magali Saavedra Tandaipan, solicita se disponga la inmediata reincorporación a su

puesto de trabajo como obrera de limpieza en el Qhapac Ñan, por vulneración de

los derechos constitucionales al debido proceso, protección contra el despido

arbitrario y derecho al trabajo; y como pretensión accesoria solicita se condene a

los costos del proceso.

§ El amparo resulta ser la vía pertinente para solicitar tutela.

3. De los recaudos se advierte que la demandante solicita su reposición a su centro

laboral, como obrero de limpieza en el Qhapac Ñan, invocando la configuración de

un despido incausado, vulnerando así sus derechos constitucionales al debido


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proceso, protección contra el despido incausado y derecho al trabajo;

fundamentando su demanda en que ha prestado servicios para el ente

demandado de manera personal, percibiendo una remuneración mensual y sujeta

a subordinación; por lo que mantenía una relación laboral a plazo indeterminado,

habiendo superado el período de prueba previsto en el artículo 10° de la Ley de

Productividad y Competitividad Laboral, y pese a ello, fue despedida sin expresión

de causa.

4. En virtud a lo acotado, se evidencia que la pretensión versa sobre presunta

afectación de derechos con contenido constitucional, específicamente detallados

en los artículos 22°, 23° y 27° de la Constitución Política del Estado, por lo que la

vía de amparo resulta pertinente, más aún si el propio Tribunal Constitucional ha

establecido:

“(…) Sin embargo, los criterios jurisprudenciales establecidos en el caso Eusebio

Llanos Huasco, Exp. Nº 976-2004-AA/TC, para los casos de despidos incausados (en

los cuales no exista imputación de causa alguna), fraudulentos y nulos, se

mantendrán en esencia. En efecto, si tal como hemos señalado, el contenido del

derecho constitucional a una protección adecuada contra el despido arbitrario supone

la indemnización o la reposición según corresponda, a elección del trabajador,

entonces, en caso de que en la vía judicial ordinaria no sea posible obtener la

reposición o la restitución del derecho vulnerado, el amparo será la vía idónea para

obtener la protección adecuada de los trabajadores del régimen laboral privado,

(1)
incluida la reposición cuando el despido se funde en los supuestos mencionados .”

[Énfasis agregado]

5. Por tanto, se concluye que en el caso sub materia, el amparo resulta ser la vía

pertinente para solicitar tutela, dado que está en debate la vulneración de

1
Ver STC N° 206-2005-PA/TC, caso Baylón Flores, fundamento jurídico 7.
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derechos constitucionales cuya protección constituye la finalidad del proceso

constitucional, reponiendo las cosas a la situación anterior a la afectación o

amenaza de estos derechos; además, la actora afirma pertenecer al régimen

laboral de la actividad privada por ser obrero de la municipalidad demandada y

haber sido despedida, vulnerando su derecho al trabajo y debido proceso, por lo

que necesita ser atendida mediante este proceso que brinda tutela urgente y no

puede ser obligada a acudir a una vía lata como el proceso laboral donde tendrá

que desplegarse una serie de actos incluida una estación probatoria, que no haría

otra cosa más que extender la posible irreparabilidad del daño, máxime si se ha

aportado suficiente caudal probatorio para analizar el asunto planteado.

§ Existe una relación de connotación laboral, entre las partes procesales.

6. Es necesario determinar cuál es el régimen laboral al que se encontraba sujeto la

actora. Con ese propósito se advierte que de los diferentes medios probatorios

ofrecidos por la demandante, se puede concluir que la misma realizaba labores de

obrero –primero en el área de seguridad ciudadana y luego en el área de limpieza–,

desde el mes de agosto del 2011 hasta el 02 de enero del 2013 –fecha en que se

dio el despido arbitrario–, acumulando un récord laboral de 01 año y 04

meses, período que se puede constatar de los recibos por honorarios de folios 07

a 24, concluyendo que la demandante se encuentra dentro de los alcances del

régimen laboral de la actividad privada, pues la prestación de servicios como

obrero a favor de la emplazada se inició cuando ya se encontraba vigente de la

Ley N° 27972 –Ley Orgánica de Municipalidades– publicada el 27 de mayo del

2003, cuyo artículo 37°, apartado segundo, prescribe:


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“Los obreros que prestan sus servicios a las municipalidades son servidores públicos

sujetos al régimen laboral de la actividad privada, reconociéndoles los derechos y

beneficios inherentes a dicho régimen. ”

7. En segundo término, se debe establecer si los servicios prestados por la

pretensora a favor de la municipalidad emplazada corresponden a una relación

laboral a plazo indeterminado, en atención a lo preceptuado por el artículo 4° del

Decreto Supremo N° 003-97-TR –Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo

N° 728– que dispone:

”En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la

existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado.

El contrato individual de trabajo puede celebrarse libremente por tiempo

indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá celebrarse en forma verbal o

escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la presente Ley establece.

También puede celebrarse por escrito contratos en régimen de tiempo parcial sin

limitación alguna.”

Luego se verificará si se ha configurado o no un despido sin imputación de causa;

de ser así la pretensión postulada debe ampararse.

8. Un aspecto trascendente a tener en cuenta es que las labores que desarrolla un

obrero de limpieza –por ser el último cargo que ostentó la accionante (desde el mes de

mayo del 2012) y al que solicita se le reincorpore– , no pueden ser consideradas como

temporales o eventuales debido a que son por esencia de naturaleza permanente

en el tiempo, por estar orientadas a realizar trabajos de limpieza, aseo e higiene

en las dependencias ediles que prestan sus servicios, constituyendo una de las

funciones principales de las municipalidades, y están por ello sujetas a un horario

de trabajo y a un superior jerárquico.


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9. En el caso sub júdice ha quedado demostrado que el cargo u ocupación que

desempeñada la actora era el de obrero, que su última remuneración ascendía a

mil nuevos soles (S/. 1,000.00) y que ésta era de periodicidad mensual, tal como

se acredita con el acta de verificación de despido arbitrario (folios 02 a 06) y

recibos por honorarios (folios 07 a 24); igualmente se pondera el hecho que en el

desarrollo de la actuación inspectiva el inspector auxiliar de trabajo ha verificado

lo siguiente: “(…) la inspectora comisionada deja constancia que la entidad denunciada

no exhibe el contrato de locación de servicios(…) ”; además, la entidad edil “… no exhibe

carta de preaviso de despido, ni documento alguno que acredite que la recurrente haya

cometido alguna falta grave que amerite su despido(…)”.

10. Del análisis fáctico, jurídico y probatorio realizado se puede determinar que en el

caso concreto se configuran los elementos de una verdadera relación

laboral: prestación personal, la actora en su condición de obrero ha realizado sus

labores de manera directa y personal para el ente edil demandando;

contraprestación, ambas partes han convenido que la actora percibía una

retribución de mil nuevos soles (S/. 1,000.00) y que ésta era de periodicidad

mensual; subordinación, este elemento se infiere de los diferentes informes,

papeletas de salida y memorándums que obran en autos. Sumado a ello se tiene

en cuenta la condición de obrero de la actora y como tal es lógico que se ha

encontrado bajo las órdenes de un superior por cuanto los obreros no cuentan

con especialización, aportando únicamente su fuerza física que debe ser

direccionada por su empleador, atendiendo a las necesidades de este último.

11. En este orden de ideas, entre las partes ha existido en la realidad un auténtico

contrato de trabajo a plazo indeterminado –por advertirse una prestación


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personal, remunerada y subordinada– , regulado por el artículo 4° del Decreto

Supremo N° 003-97-TR, en concordancia con el segundo párrafo del artículo 37°

de la Ley Orgánica de Municipalidades, que indica que los obreros ediles están

sujetos al régimen laboral de la actividad privada; precisándose que la actora

primero fue contratada bajo contratos de locación de servicios –los mismos que por

las labores realizadas por la accionante, se vieron desnaturalizados- , para luego ser

contratada de manera verbal.

12. Por consiguiente, a la demandante únicamente se le podía despedir por causa

justa y previo procedimiento estipulado en los artículos 22°, 31° y 32° del acotado

decreto supremo, por haber superado con creces el período de prueba de 03

meses previsto en el artículo 10° de este mismo decreto; con lo cual habría

adquirido resguardo contra el despido arbitrario, situación que la demandada ha

inobservado, poniendo fin de modo unilateral a la relación prestacional.

13. Se concluye que entre las partes existía una relación laboral a plazo

indeterminado, razón por la que cualquier determinación por parte del empleador

para la culminación de la relación laboral sólo podía sustentarse en una causa

justa prevista en la ley, derivada de su conducta o capacidad laboral y

debidamente comprobada; porque de lo contrario, se estaría, como en el presente

caso, ante un despido incausado, cuya proscripción forma parte del contenido

esencial del derecho al trabajo, reconocido por el artículo 22° de nuestra

Constitución. Siendo ello así, la sentencia venida en grado que ordena la

reincorporación de la demandante a su centro laboral ha sido emitida con arreglo

a Derecho debiendo ser confirmada por esta instancia de revisión.


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14. Por último, con respecto a los costos procesales, es necesario señalar que dicho

concepto son los honorarios del abogado de la parte vencedora, más un cinco por

ciento destinado al Colegio de Abogados, en este caso de Cajamarca, para su

Fondo Mutual y para cubrir los honorarios de los abogados en los casos de auxilio

judicial conforme lo dispone el artículo 411° del Código Procesal Civil, aplicable

supletoriamente al presente caso por disposición del artículo IX del Título

Preliminar del Código Procesal Constitucional.

En este orden de ideas, es pertinente tener en cuenta que nos encontramos

frente a un proceso constitucional de amparo, por lo que la legislación a aplicar es

la que establece especialmente el Código Procesal Constitucional y que sólo en

aquello que no esté expresamente establecido en dicho Código, será de aplicación

supletoria otras normas afines; en consecuencia, el artículo 56° del mencionado

Código Procesal Constitucional establece que “Si la sentencia declara fundada la

demanda, se impondrán las costas y costos que el Juez establezca a la autoridad,

funcionario o persona demandadas (...). En los procesos constitucionales el Estado sólo

puede ser condenado al pago de costos. En aquello que no esté expresamente establecido

en la presente Ley, los costos se regulan por los artículos 410° al 429° del Código Procesal

Civil”; entonces, el Estado sí puede ser condenado al pago de costos, careciendo

de fundamento jurídico lo alegado por la entidad edil apelante; ergo, la venida en

grado debe confirmarse en todos sus extremos.

DECISIÓN:

1. CONFIRMAR la sentencia N° 280, contenida en la resolución N° 04, de fecha 18

de diciembre del 2013 (folios 123 a 131), emitida por el juez del primer juzgado

civil de Cajamarca, en el extremo que declaró fundada la pretensión contenida

en la demanda constitucional de amparo, presentada por Hayme Magaly Saavedra


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Tandaipan, en contra de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, en

consecuencia, nulo el despido arbitrario de la actora, ordenando al representante

legal de la entidad emplazada proceda a reponer a la demandante en el mismo

puesto de trabajo que venía desempeñando, como obrero de limpieza en el

Qhapac Ñan, al momento de su despido arbitrario, o en otro similar de igual nivel

o categoría; con lo demás que contiene.

2. La presente resolución sale con dos firmas, de conformidad con lo dispuesto por

el artículo 149° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,

por cuanto la señora Alvarado Palacios, quien firmó el voto, se encuentra con

licencia.

3. NOTIFICAR a las partes y DEVOLVER al juzgado de origen para los fines de su

competencia, puesto que, por tratarse de una sentencia confirmatoria, ha

quedado agotado el debate en segunda instancia.

Juez Superior Ponente: señor Soriano Bazán.

SS.

Alvarado Palacios.

Soriano Bazán.

Flores Arrascue.

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