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Alain Touraine

ACTORES SOCIALES
Y SISTEMAS
Desde hace algún tiempo el Programa Regional del Empleo para
América Latina y el Caribe IPREALC), de la Oficina Internacional
del Trabajo (OIT), ha venido analizando la situación del empleo
en Latinoamérica. En este ejercicio se ha constatado que la rM¡ón
POLÍTICOS
ha experimentado un alto dinamismo, pero esta modernización no
ha logrado homogeneizar la estructura del empleo. En efecto, per-
sisten los sectores tradicionales que se caracterizan por generar
bajos ingresos,
En este contexto, el trabajo del destacado sociólogo Alain Touraine
analiza el comportamiento de los actores sociales durante la in-
AMERICA LATINA
dustrialización, las características del Estado v los procesos poli
ticos que han acontecido en la región durante las últimas décadas.
Sin duda, este trabajo constituye un aporte significativo a la teoría
del desarrollo de América Latina, desde un punto de vista socio-
lógico, y constituirá un material esencial para todos los dentistas .^
que trabajan en este campo.
PREALC
ISBN 92-2-305887-2 Precio: USS8
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ACTORES SOCIALES Y
SISTEMAS POLÍTICOS
EN AMERICA LATINA

Alain Touraine
Alain Touraine
ACTORES SOCIALES
Y SISTEMAS
POLÍTICOS
EN
AMERICA LATINA

PREALC
PROLOGO

Copyright © Organización Internacional del Trabajo 1987

Las publicaciones de la Oficina Internacional del Trabajo gozan de la protección de los derechos de
propiedad intelectual en virtud del protocolo 2 anexo a la Convención Universal sobre Derecho de
Autor. No obstante, ciertos extractos breves de estas publicaciones pueden reproducirse sin autoriza-
ción, a condición de que se mencione la fuente. Para obtener los derechos de reproducción o de tra-
ducción hay que formular las correspondientes solicitudes al Servicio de Publicaciones (Derechos de
autor y licencias), Oficina Internacional del Trabajo, CH-1211 Ginebra 22, Suiza, solicitudes que se-
rán bien acogidas.

ISBN 92-2-305887-2

Primera edición 1987

Los trabajos realizados por el PREALC analizando la evolución de la situa-


ción del empleo en diversos países de América Latina llevaron a identificar,
desde el punto de vista económico, los grandes parámetros interpretativos
del modelo de desarrollo de la región. En particular, los trabajos efectuados
se realizaron en el marco interpretativo propuesto por Prebisch acerca del
carácter periférico del desarrollo de la región, dando al proceso de acumula-
ción características de dependencia, lo que significa que, en parte, las deci-
siones de ahorro e inversión no son decididas exclusivamente por los actores
sociales nacionales.
Asimismo, el análisis del dinamismo en el proceso de inversión, creci-
miento y generación de empleo y su colocación en términos comparativos
internacionales nos llevó a revisar la afirmación de que el continente se ca-
Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas y la racterizaba por escaso crecimiento e insuficiente expansión. Por el contrario,
forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno con muy escasas excepciones, la región mostró durante las tres décadas pre-
por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países, vias a la crisis un alto dinamismo, cualesquiera sean los indicadores que se
zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras.
La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios y otras colaboraciones firma-
tomen y cualquiera sea el patrón de comparación que se utilice. A no dudar-
dos incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione. lo, ello sugiere que la región avanzó rápidamente por la senda de la moder-
Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la nización.
Oficina Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen firmas o procesos o productos Sin embargo, los mismos análisis permitieron detectar que dicha
comerciales no implica desaprobación alguna.
modernización fue incompleta y que, en su avance, no lograba homoge-
Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales de la neizar la estructura de empleo, persistiendo, e incluso en algunos casos,
OIT en muchos países o pidiéndolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Trabajo, agravándose las diferencias de ingreso entre los distintos grupos sociales.
CH-1211 Ginebra 22, Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un catálogo o una lista El PREALC analizó entonces con mayor profundidad la situación de aque-
de nuevas publicaciones.
llos ocupados en actividades de baja productividad, tanto en zonas rurales
como urbanas, lo que denomináramos, en su oportunidad, sector tradicional
Impreso en Chile rural y sector informal urbano. La participación de ambos sectores en la
VIII PROLOGO AGRADECIMIENTOS

ocupación rural y urbana se mantuvo casi sin variaciones a pesar del rápido
crecimiento de las tres décadas anteriores a la crisis. De hecho, la pobreza
y el subempleo se trasladaron del campo a la ciudad sin que se registraran
transformaciones al interior de los sectores. La modernización incompleta
nos llevó indirectamente a la conclusión que la definición clásica de los
actores sociales resulta insuficiente para captar la diversidad de comporta-
mientos que conforman el modelo de desarrollo de la región.
Ante estas inquietudes, felizmente coincidimos con los intereses
de quien en el pasado ha efectuado importantes contribuciones al entendi-
miento de los problemas sociológicos de la región. Este tipo de inquietudes
se encuentra también en la sociología y Alain Touraine se sitúa en la fron-
tera de dicha revisión, que implica buscar en el comportamiento de los
actores sociales nuevos elementos para replantear los marcos interpretativos
globales. Producto de esa feliz coincidencia es que el PREALC pudo benefi-
ciarse de este trabajo efectuado por Alain Touraine, que, sin duda, avanza
e introduce nuevos elementos interpretativos que estamos convencidos son
de extremada importancia para entender el desarrollo latinoamericano.
En este trabajo Alain Touraine aborda, con un enfoque sociológico,
la elaboración de un modelo latinoamericano que dé cuenta de la relación
que hay entre los actores sociales y sus actuaciones. El modelo está construi-
do sobre la base de las características que asumen la modernización, la for-
mación y acción de las clases sociales y el Estado, analizando, desde esta
perspectiva, los distintos modelos de desarrollo que han caracterizado a las
diferentes sociedades. Desde este punto de vista, el trabajo entrega instru-
mentos que permiten entender las diversidades entre países en diferentes Este trabajo fue realizado en PREALC, en los años 1983, 1984 y 1985, gra-
momentos históricos. cias a la iniciativa y al apoyo intelectual y material de su Director, Víctor
En lo que concierne al modelo latinoamericano, el estudio señala E. Tokman, y de Ricardo Lagos.
la existencia de elementos limitantes para la industrialización y la debilidad De particular importancia fueron las sugerencias de los investigadores
de los actores sociales en el marco de un capitalismo dependiente, pero, al de PREALC: Norberto García, Emilio Klein y Lucio Geller.
mismo tiempo, rescata la alta tasa de inversión y la participación política Muy útiles también fueron las ideas expuestas por los participantes
como procesos más propios de sociedades industrializadas. Esta oposición del seminario internacional organizado por PREALC en septiembre de 1984,
sería la que da origen a las tensiones internas en la región. para discutir un primer documento, preparado por el autor en 1983. Quiero
El trabajo identifica también actores del proceso político y sus for- manifestar mi deuda especial con los comentaristas que participaron en este
mas de acción colectiva, mecanismos de decisión, y formas de organización seminario: Víctor E. Tokman, Enzo Faletto, Juares Rubens, Brandäo López,
social, avanzando en el campo de la comprensión del origen y de la natu- Francisco Zapata, Francisco Delich y Sergio Zermeño y con los participan-
raleza de las políticas de desarrollo que se adoptan. tes de este encuentro, en especial: Emilio Klein, quien lo organizó; Norber-
El PREALC cree que trabajos como éste ayudan a comprender to García, José Luis Reyna, Jorge Graciarena, Germán Rama, Osvaldo Sun-
mejor estos procesos y con ello permite enfocar más adecuadamente la de- kel, José Blanes, Guillermo Campero, Manuel Antonio Carretón, Javier
finición de políticas de mejoramiento del nivel de empleo y de los ingresos Martínez, Jean Casimir, Osear Altimir, Sergio Spoerer y Heinz Sonntag;
en Latinoamérica. El estudio fue realizado entre 1983 y 1985 por Alain Enrique Iglesias, entonces Secretario Ejecutivo de la CEPAL, dio un incenti-
Touraine, consultor del PREALC y Director del Centre d'Analyse et d'In- vo importante a este tipo de estudios sociológicos, subrayando su comple-
tervention Sociologiques de l'Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, mentariedad con los estudios económicos.
Paris. La invitación de tres institutos de Santiago de Chile, CIEPLAN,
FLACSO y SUR, a dirigir un seminario en el cual participaron investigadores
VÍCTOR E. TOKMAN de alto nivel me ayudó a formular de manera más precisa mis hipótesis. Ma-
DIRECTOR nuel Antonio Carretón y Alejandro Foxley organizaron este seminario. Las
divisiones de Asuntos Sociales y de Industria de CEPAL, dirigidas por Ger-
mán Rama y Osear Altimir, me invitaron en diciembre de 1985 a preparar
un informe sobre nuevas pautas sociopolíticas de desarrollo en América La-
tina. Las discusiones con los dos responsables del proyecto y con Fernando
AGRADECIMIENTOS INDICE

Fajnzylber, Enzo Faletto y Francisco León me indicaron en qué dirección


podría desarrollarse en el futuro el presente trabajo.
Muchos investigadores y observadores me ayudaron directamente
en mi trabajo. Quiero agradecer en especial a Rafael Bayce, Vinicius Brant,
José Joaquín Bruner, Fernando Calderón, Aspasia Camargo, Ruth y Fer-
nando Henrique Cardoso, Marcelo Cavarozzi, Manuel Castells, Julio Cor-
tázar (in memj, Julio Cotler, Jacques Chonchol, Michel Debrun, el Presi-
dente Luis Echeverría, Ricardo Ffrench-Davis, Nicolás Plaño, Angel Flis-
fisch, Celso Furtado, el Presidente Alan García, Gino Germani (m memj,
A. Gianotti, Hernán Godoy, Albert Hirschmann, el Presidente Hurtado,
Moisés Ikonicoff, Lucio Kowarick, Julio Labastida, Roberto Lacerna, Yvon
Le Bot, Jorge León, Luciano Martins, José Matos Mar, José Medina Echava-
rría (m memj, Cándido Méndez, Sergio Miceli, Sergio Molina, Guillermo
Lindt, José Nun, Terese Ore, Daniel Pécaut, Carlos Bresser Pereira, Liliana
de Riz, Leoncio M. Rodríguez, el Presidente J. C. Sanguinetti, José Agustín
Silva Michelena, Ernesto Sábato, José Sena, Juan Somavía, Osvaldo Sunkel,
Sylvia Sigal, Eugenio Tironi, Helgio Trindade, Juan Carlos Torre, Gabriel
Valdés, Pilar Vergara, Francisco Weffort, Francisco Zapata.
Quiero agradecer también, especialmente, a las secretarias de
PREALC y del CADIS, en París, que prepararon este texto.

Página

Primera parte
EL MODELO LATINOAMERICANO

CAPITULO I
EL SISTEMA Y LOS ACTORES
A. INTRODUCCIÓN

B. ENFOQUES
1. Modernización
2. Nacionalismo
3. Dependencia
4. El "otro" desarrollo
C. LOS ACTORES HISTÓRICOS
1. Vuelta a la sociología 7
2. Desarrollo, dependencia y luchas sociales 9
3. Un debate decisivo 9

D. TRES HIPÓTESIS 12
1. Primera hipótesis: Fusión de los actores sociales, de las fuerzas políticas
y del Estado 12
2. Segunda hipótesis: Una sociedad de consumo más que de producción 14
3. Tercera hipótesis: ¿Hacia la sociedad industrial? 14
E. ENTRE CRISIS Y DEMOCRACIA 16
XII INDICE íNDICE XIII

CAPITULO II D. LOS DIRIGENTES 73


EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 21 1. La oligarquía 73
A. LOS MODELOS 21 2. Aparición de los empresarios 76
1. Los modelos centrales 3. La vuelta de la oligarquía financiera 77
23
2. Los modelos estatizantes 24 E. LA CLASE MEDIA 78
B. SOCIEDADES DEPENDIENTES Y COLONIZADAS 24 F. LOS SISTEMAS DE ESTRATIFICACIÓN 82
C. EL MODELO DEPENDIENTE 26 1. Absorción y exclusión 82
1. Elementos negativos 2. Status social y status político 83
26
2. Elementos positivos 3. Cuatro sistemas de estratificación 83
28
3. Construcción del modelo 33
4. Tensiones estructurales 34 CAPITULO III
UN DESARROLLO DIFÍCIL 35 FORMAS DE MOVILIZACIÓN 85
CONCLUSIONES 37 A. LAS ORIENTACIONES DE LA ACCIÓN COLECTIVA 85
1. Características de los actores 86
Segunda parte B. CULTURA Y POLÍTICA 88
ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA 41 1. Experiencia personal y acción colectiva 88
2. Iglesia y política 93
CAPITULO I C. MOVILIDAD Y ACCIÓN COLECTIVA 103
PRINCIPIOS DE ANALISIS 43 1. El caciquismo 103
A. SEGMENTACIÓN 44 2. Migrantes y política de masas 106
B. LIMITES DE LA ECONOMÍA NACIONAL 46 3. Mujeres y modernización 109
C. MOVILIDAD 47 D. TRIDIMENSIONALIDAD DE LA ACCIÓN COLECTIVA 111
D. PREDOMINANCIA DE LAS CATEGORÍAS POLÍTICAS 47 E. DESARTICULACIÓN 117
E. HETEROGENEIDAD DE LAS CONDUCTAS 47 1. La hiper autonomía de los actores políticos 117
2. La hiper autonomía de los actores culturales 118
3. Violencia y convivencia 124
CAPITULO II 4. Tipos de desarticulación 127
LAS CATEGORÍAS SOCIALES 49 5. Factores de movilización autónoma 129
A. LOS TRABAJADORES AGRÍCOLAS 49 F. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 130
1. ¿Penetración del capitalismo? 49 1. Intervención estatal y movimientos sociales 131
2. ¿Dualismo? 50 2. Tipos históricos de movimientos sociales 132
3. Latifundio y minifundio 51
B. EL SECTOR INFORMAL 55
1. La marginalidad 57 Tercera parte
2. La insuficiente absorción de mano de obra 60 INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES 137
3. Las conductas sociales 64
C. LOS OBREROS 67 CAPITULO I
1. ¿Una situación favorable a la formación de un movimiento obrero? 67 LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 139
2. La dualización de la clase obrera 68 A. ¿POPULISMO? 139
3. Situación de clase sin acción de clase 70
4. Movilidad individual y situación colectiva 1. La experiencia populista 139
70
5. Participación urbana 71 2. Elementos del populismo 140
6. El pueblo 3. Tipos regionales de populismo 141
72
XIV INDICE INDICE XV

B. LAS SITUACIONES NACIONAL POPULARES 142 B. ¿HACIA UN MOVIMIENTO OBRERO INDEPENDIENTE? 198
1. La política nacional popular 142 1. Núcleo y enclaves 198
2. Masa, pueblo, nación 144 2. Pelegos y charros 199
3. Tipología 3. ¿Un nacionalismo obrerista? 202
145
4. El populismo militar 4. Sindicalismo y gobiernos "populares" 203
147
5. Estados autoritarios y autonomía sindical 207
C. PARTIDOS, ESTADOS Y MOVIMIENTOS POPULISTAS 149 6. La evolución del sindicalismo 207
1. Los partidos de tendencia populista 149 7. Sindicatos y democratización 210
2. Los Estados populistas 153 8. Conclusión 214
3. Los movimientos populistas 157 C. LAS FORMAS DE ACCIÓN SINDICAL 216
4. Los antipopulismos 159
1. Reivindicaciones y negociaciones 217
D. CARACTERÍSTICAS DE LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 163 2. La orientación política 222
1. Dualización de las conductas políticas 163 3. Los tipos de acción sindical 227
2. Descomposición 164
3. ¿Acción política o situación de clase? 164 Bibliografía 235
4. Revolucionarios sin revolución 167
5. El discurso populista 167
6. Conclusiones 169

CAPITULO II
LUCHAS CAMPESINAS 171
A. ¿LUCHAS CAMPESINAS O MOVIMIENTO CAMPESINO? 171
1. Definiciones 171
2. Etapas 172
B. LA COMUNIDAD EN CRISIS 173
1. Los mesianismos 174
2. Los cristeros 176
3. Las ligas camponesas 176
4. Indianidad e indianismo 177
5. Elkatarismo 179
C. LA DEFENSA DE LA TIERRA 181
1. El zapatismo 181
2. Los sin tierra 182
3. El valle de La Convención 185
D. LA MODERNIZACIÓN INDUCIDA 187
1. Bolivia 188
2. La reforma agraria chilena 191
E. UN SINDICALISMO DEPENDIENTE 193

CAPITULO III
EL SINDICALISMO OBRERO 197
A. ¿SINDICALISMO O MOVIMIENTO OBRERO? 197
Primera Parte
EL MODELO
LATINOAMERICANO
CAPITULO I

EL SISTEMA Y
LOS ACTORES

A. INTRODUCCIÓN

La característica más visible de los estudios sobre la historia contemporánea


de América Latina es la separación de dos tipos de enfoques. El primero
está basado sobre la hipótesis de una lógica dominante "objetiva", de tal
manera que el análisis de las conductas consiste en considerarlas como sín-
tomas de una situación objetiva; el otro no se refiere a un sistema y a su ló-
gica interna, sino, por el contrario, a valores, objetivos o necesidades que
orientan a los actores. La desvinculación del enfoque economista y de la
interpretación de los actores político-ideológicos no deja espacio para con-
ceptos sociológicos intermedios, en particular para categorías que descri-
ban las relaciones entre actores y actuaciones sociales. A pesar del uso fre-
cuente de la noción de clase en escritos latinoamericanos, llama la atención
la ausencia de análisis directos de esta noción cuya utilidad no puede des-
cansar sino en la hipótesis de que existe un grado notable de correspondencia
entre una situación socioeconómica y conductas de consumo o políticas.
La naturaleza de las relaciones entre categorías de situación y categorías
de comportamiento aparece, entonces, como el problema que la sociología
debe esclarecer antes que cualquier otro. El objeto de esta introducción es
examinar la posibilidad de definir las características de la situación latino-
americana en cuanto a esta articulación central.
La desvinculación de dos enfoques, objetivista y subjetivista, es re-
forzada por la sucesión aparente de períodos dominados o por "necesidades
objetivas" o por "movimientos voluntaristas" y que corresponde, en térmi-
nos generales, a períodos de desarrollo "hacia afuera" y "hacia adentro".
El largo período de desarrollo "hacia afuera" hasta la Primera Guerra Mundial
PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I/EL SISTEMA Y LOS ACTORES

y la depresión de los años 30, en la mayor parte de los casos, fue domi- tienen particular importancia para nuestro análisis son dos: (a) la moderni-
nado especialmente en Brasil y México, por la filosofía social positivista, zación reemplaza sistemas de valores y de control social y cultural orienta-
apoyada en una confianza inquebrantable en las leyes naturales de la evolu- dos hacia la reproducción de una cultura específica por principios universa-
ción histórica hacia una sociedad científica, libre de tradiciones, creencias les que definen tendencias, cambios, evolución y no-organización, integra-
e ilusiones ideológicas y metafísicas. Al contrario, lo que el economista de- ción y estabilidad. Entonces, el problema central de este enfoque es entender
fine como sustitución de importaciones y desarrollo "hacia adentro" no es cómo puede existir una sociedad moderna, es decir una combinación de or-
la consecuencia mecánica de la ruptura del sistema de comercio mundial y de den y de cambios. Esta interrogante central, formulada de la manera más
dominación de los países capitalistas centrales, sino más bien el resultado de dramática por Durkheim, no tiene respuesta directa. Por el contrario, es fácil
formas sociales y políticas de movilización nacionalista o populista. Por otra imaginar la sociedad como un mercado en el cual interactúan actores racio-
parte, en el período siguiente, el agotamiento de la sustitución fue analizado nales. Pero una sociedad —observa Durkheim— no se reduce a un mercado;
en términos de lógica del sistema económico internacional en el cual Amé- las relaciones sociales no son solamente contractuales. Parece indispensable,
rica Latina está integrada de manera dependiente y periférica. Las interpre- entonces, introducir la idea de que la unidad de las sociedades descansa en
taciones de los teóricos más radicales de la dependencia implicaban la impo- el papel del Estado nacional, formación política muy distinta del Estado
tencia y la destrucción de los actores sociopolíticos. Finalmente, analizando puramente guerrero, militar y aduanero. Por eso la noción central de la so-
la crisis de los regímenes autoritarios, varios observadores describen la re- ciología clásica es la de institución, puente entre el universalismo de la
aparición de actores sociales, empresarios, sindicatos, intelectuales en el razón y la particularidad de un Estado definido como un Estado de dere-
período nuevo en el cual se hace urgente la necesidad de reconstituir el cho. Esta identificación del Estado y de la sociedad es un aspecto central
mercado interno, de reorganizar un proceso político complejo y desarrollar del modelo de la modernización. Este modelo supone la capacidad de absor-
políticas sociales y culturales voluntaristas. La discontinuidad de las imá- ción progresiva y suficiente de lo tradicional por lo moderno, lo que econo-
genes de la historia latinoamericana fue ampliada por las crisis de las institu- mistas como Arthur Lewis han expresado en términos semejantes. De la mis-
ciones académicas a partir de los años sesenta, por la represión política y el ma manera, los educadores han definido a la escuela como pasaje del mundo
exilio de muchos intelectuales. ¿Será posible constituir una imagen general limitado, particularista, de los niños, al mundo amplio, ilimitado, universa-
integrada del proceso de cambio histórico de América Latina? lista, del adulto moderno. Un sistema complejo puede integrar sistemas me-
Otra expresión de la desvinculación de los enfoques objetivista y nos diversificados. Este tema de la modernización ha tenido gran importancia
subjetivista es la separación de una historia económica de América Latina, en América Latina a través de varios de los fundadores de la sociología
en gran parte desarrollada por centros de estudio internacionales tales como moderna en el continente, en particular Gino Germani y José Medina Echa-
CEPAL, PREALC, etc., y de estudios de la historia política y cultural de ca- varría.
da país o grupo de países. A pesar de las diferencias económicas, políticas y
culturales entre los países, ¿existe una sociedad, o por lo menos un proceso 2. Nacionalismo
de cambio histórico, un modelo de desarrollo latinoamericano! La distancia,
expresada en índice de ingresos, educación y salud, entre Bolivia y Argen- Pero rápidamente se desplaza el énfasis de la "racionalización"
tina es tan grande que parece artificial la idea de un proceso latinoamerica- creciente de la sociedad moderna a las políticas nacionalistas de resistencia a
no. La idea latinoamericana tal vez es sólo una expresión ideológica del la dominación extranjera y a la "marginalización" de las masas urbanas. Los
período llamado nacional populista que corresponde al proceso económico regímenes "nacionales populares" son voluntaristas y afirman los rasgos
de sustitución de importaciones. Sin embargo, nuestro análisis defenderá específicos de una cultura nacional. Temas políticos y culturales oponen la
la hipótesis de que existen, a pesar de grandes diferencias entre los países de resistencia de las especificidades de grupos nacionales o sociales a un uni-
la región, un proceso y un modelo latinoamericanos. versalismo de la modernidad descrito por referencia a la experiencia anterior
de Europa o de los Estados Unidos. En las ideas como en los programas po-
líticos, los temas de la modernización y de la identidad nacional o social se
B. ENFOQUES oponen directamente.
1. Modernización 3. Dependencia
La primera visión global del proceso histórico de América Latina Pero el análisis no puede limitarse a "comprender" proyectos,
contemporánea se formó a partir del tema de la modernización, introducido experiencias e ideologías; vuelve entonces a un estudio de la "situación",
por la sociología clásica. Casi todos los sociólogos, desde Comte hasta Par- pero en una forma que elimina a los actores aún más completamente que la
sons, han introducido una forma de oposición entre sociedades tradiciona- teoría de la modernización. Se pasa de la noción de marginalidad a la de de-
les y modernas. Los pattern variables parsonianos son la expresión más pendencia cuando se define a la sociedad latinoamericana no por sus carac-
elaborada de esta dicotomía y los grandes conceptos weberianos de racio- terísticas internas, sino por su propia marginalidad en un sistema económico
nalización, secularización y 'Entzauberung' ("desencanto") describen las internacional, cuya característica principal es la acumulación de los recursos
orientaciones valorativas de la modernización. Los aspectos del modelo que y de la capacidad de inversión y de decisión en el centro. De la misma manera
PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I / EL SISTEMA Y LOS ACTORES

que el tema de la modernización implica la tendencia mecánica hacia un El segundo resultado significativo es la comparación del tamaño del
grado creciente de racionalización y diversificación, el tema de la dependen- sector informal (sin incluir los servicios domésticos) en los dos períodos.
cia implica la tendencia a un desnivel creciente entre centro y periferia, en América Latina Estados Unidos
particular a una concentración creciente de los ingresos. El mismo enfoque
general, aplicado al terreno de la educación, lleva a la hipótesis de una cre- 1950 20.0 1900 23.2
ciente desigualdad de oportunidades frente a la educación: si los actores no 1970 19.8 1910 18.9
pueden modificar la ley de reproducción, la combinación de la imposibilidad 1980 20.8 1920 14.9
de modificación del sistema reproductivo de desigualdades y de procesos
individuales de aprovechamiento insuficiente de las oportunidades personales A un paralelismo de crecimiento se oponen evoluciones divergentes:
tiene que conducir necesariamente a una desigualdad creciente. De la misma el sector informal industrial disminuye rápidamente en los Estados Unidos
manera, el enriquecimiento general tiene que ir acompañado de desigualda- mientras que en América Latina se mantiene, y la productividad agrícola
des crecientes entre centro y periferia. Esta visión pesimista, cuya expresión no se acerca en América Latina como en Estados Unidos a la productividad
extrema fue la fórmula: desarrollo del subdesarrollo, dio una explicación del sector no agrícola. Esta combinación de tendencias opuestas intro-
atractiva de la destrucción de los regímenes nacional populistas y de la des- duce una imagen mucho más compleja que la de una lógica general de la
igualdad creciente, especialmente en el Brasil, entre el cinco por ciento más dependencia.
rico y los dos deciles más pobres de la población. Pero, a pesar de su fuerza,
esta tesis no puede pasar de la observación del aumento de las desigualdades 4. El "otro"desarrollo
a la idea del estancamiento estructural. Una concentración más fuerte de
los ingresos en los estratos altos puede crear un mercado interno para bienes De la misma manera que la noción de marginalidad se opuso a la
durables producidos internamente, como sucedió en Brasil y como no noción de modernización como los actores al sistema, a la noción de depen-
sucedió, por razones políticas y sociales, en Chile. De manera más global, dencia y de lógica de dominación externa se opuso la idea de un desarrollo
si el agotamiento de los efectos de la sustitución de las importaciones dio orientado hacia la satisfacción de las demandas de los actores, y, por lo
gran ímpetu a la teoría de la dependencia, la observación que la tasa de tanto, hacia la sustitución de la dependencia por la self reliance. Este con-
crecimiento de América Latina durante el largo período de postguerra cepto, desarrollado en particular por la "Fundación Dag Hammarskjöld"
ha sido notablemente superior a la tasa de los países centrales, y en particular y por cientistas sociales que elaboraron la noción de eco-development,
la de los Estados Unidos, indica los límites de la teoría de la dependencia y la acepta las principales conclusiones de la teoría estructuralista de la depen-
imposibilidad de considerarla como suficiente. La forma más avanzada de la dencia, pero subraya la necesidad de buscar formas de actividad económica
crítica a este enfoque fue elaborada por V. E. Tokman (1982) y N. García y de modernización social que disminuyan la distancia entre lo tradicio-
(1982a), cuando, comparando datos sobre los Estados Unidos, Suecia y nal y lo moderno y a la vez entre la élite modernizante superrica y la masa
Japón, en fases históricas correspondientes a grandes rasgos a la situación marginalizada condenada a una pobreza crítica. Este enfoque subraya la
de América Latina entre 1950 y 1980, demuestran que países céntricos y separación extrema en pleno período de desarrollo capitalista-dependiente
países periféricos han seguido en muchos aspectos fundamentales -pero y asociado de una lógica económica de dominación y de la capacidad de
no en todos- pautas semejantes. Conviene destacar, de todos los datos intervención social y política (Sunkel, 1981). Pero esta confianza en el
presentados por estos autores, dos temas: El primero señala que el creci- desarrollo comunitario, nueva forma de populismo, ha sido criticada por
miento del producto interno es más rápido en la fase reciente de indus- varios autores, a pesar de la simpatía personal que sentían por este proceso
trialización de América Latina que lo que fue durante la fase correspondiente de cambio. El esfuerzo intelectual de los defensores del "otro desarrollo"
(1870-1900) en los Estados Unidos. está más dedicado a un intento de demostración de la necesidad de un
cambio económico y social que al análisis de los procesos de desarrollo.
Estados Unidos La oposición extrema de una dependencia con consecuencias des-
América Latina tructoras y del llamamiento a una resistencia comunitaria puede llevar a
Año Crecimiento Coeficiente Aflo Crecimiento Co eficiente la destrucción total del concepto desarrollo, a la oposición absoluta entre
del producto de inversión del producto de inversión
una modernización identificada con los países capitalistas dominantes
1950-60 5.1 20.5 1869-73 y una esencia nacional o cultural que tiene que ser reconstruida.
77-81 6.5 18.9
1960-70 5.7 20.0 1882-6 C. LOS ACTORES HISTÓRICOS
92-6 3.3 22.3
1970-80 5.5 24.0 1891-1901 1. Vuelta a la sociología
1902-6 4.5 23.0
1950-80 5.5 21.5 1869-73 Estas dificultades se hicieron muy presentes en el momento histó-
1902-6 4.8 21.4 rico de transición, brutal en la mayoría de los casos, del desarrollo nacional
PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I/EL SISTEMA Y LOS ACTORES

y populista, "hacia adentro", a políticas económicamente monetaristas y 2. Desarrollo, dependencia y luchas sociales
socialmente represivas. Durante este período, sociólogos y economistas
intentaron combinar los temas de la modernización y de la dependencia, La combinación de estas tres dimensiones no representa un rasgo
de la marginalidad y del comunitarismo o del nacionalismo. Así se creó el específico de América Latina. Estudios paralelos sobre la industrialización
primer esfuerzo importante de integración de varios enfoques dentro de europea en el siglo XX pueden combinar de la misma manera tres dimen-
un análisis integrado del proceso histórico latinoamericano. siones de análisis: modernización, hegemonía mundial y luchas de clases.
El libro clásico de Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto Si uno considera el caso japonés, el proceso de industrialización también
(1969), criticando la reducción de los actores sociopolíticos a manifes- combina la voluntad de defender la soberanía nacional, la modernización
taciones de las tendencias internas, "lógicas", del sistema de dominación indicada por la difusión temprana de la educación primaria y secundaria
externo, pone de relieve la complejidad de los actores y en particular la y por la formación de una administración pública eficiente, y la formación
autonomía de los grupos capitalistas nacionales —en relación con la depen- de grandes grupos capitalistas (Zaibatsu).
dencia externa— y el papel del Estado como canal de participación de Así se define el cuadro general de análisis de los actores del desa-
grupos de clase media o de sectores populares. Así quedó demostrada la rrollo. Estos actores no son ni clases ni estratos modernos o tradicionales
multidimensionalidad de las situaciones latinoamericanas y la necesidad ni naciones o movimientos nacionales ni agentes de una dominación impe-
de combinar las formas y los efectos de la "movilización", de la lucha de rialista, sino más bien actores mixtos. Todos estos ejes de análisis se com-
clases y de la dependencia externa en situaciones históricas concretas. binan de maneras distintas en los diferentes modelos de desarrollo, porque
Pero los autores no pueden tener una posición clara en cuanto a las rela- no hay desarrollo enteramente endógeno, actores modernizantes y tampoco
ciones entre estas tres dimensiones. A veces parece que la dependencia desarrollo —o subdesarrollo— totalmente exógeno, determinado por el
representa el cuadro general de análisis: entre el antiguo desarrollo "hacia flujo positivo o negativo de capitales, de modelos culturales o de recursos
afuera" y el nuevo desarrollo dependiente y asociado, el período inter- militares provenientes de un centro hegemónico externo.
medio de sustitución de importaciones y de regímenes nacional populares En otros términos, si bien es cierto que modernización, clase y
sería un paréntesis, una ilusión de autonomía creada por la crisis del mismo nación son principios independientes de análisis y no representan "frentes"
sistema económico mundial; a veces, por el contrario, parece central un particulares de un conflicto central, en cualquier estudio histórico-social
análisis en términos de luchas de clases, ocupando el capitalismo nacional del desarrollo tienen que ser combinados.
el papel principal, desarrollándose con limitaciones impuestas por la depen-
dencia y a veces aceptando compromisos con fuerzas sociopolíticas urba- 3. Un debate decisivo
nas; finalmente se podría, incluso -aunque con más dificultades-, leer
este importante libro como la historia del fortalecimiento del Estado nacio- La construcción de un enfoque propiamente sociológico supone,
nal, a la vez agente del desarrollo capitalista nacional, arbitro entre la nueva en este caso como en otros, una ruptura con una visión histórica y más
burguesía industrial, el sistema capitalista internacional y las antiguas clases precisamente evolucionista. Mientras el significado de un acto o de un
dominantes y también agente de una participación social amplia vinculada evento está definido por su posición en el eje tradicional moderno no hay
a la formación de un mercado interno. análisis sociológico posible, si se acepta que la definición misma de la socio-
En este ambiente intelectual y político de los años 60 era difícil logía, como de cualquier ciencia social, es definir un fenómeno por las
ir más allá de la combinación histórica de las variables situacionales. Lo relaciones que mantiene con los elementos de un sistema al cual pertenece.
que hace de este libro un landmark en el pensamiento latinoamericano Por consecuencia, un momento importante de la evolución de la sociología
es la demostración histórica de la autonomía de los actores, cuyas conduc- en América Latina fue la ruptura con el enfoque histórico y más concre-
tas no pueden ser reducidas a los efectos de una lógica única. Mientras al- tamente con la importancia central dada a la periodización. Tal ruptura
gunos reducían el conjunto de la vida social y política a los efectos de la se manifestó tal vez más claramente en autores norteamericanos que latino-
dependencia externa, otros otorgaban un papel central a la noción de americanos o europeos. En los años setenta una serie de libros sobre los
capitalismo tardío y otros grupos describían los progresos de la moderniza- sistemas políticos de varios países manifestaron una ruptura de hecho
ción o los movimientos autoritarios creados por los obstáculos a la integra- con las teorías de la modernización que se ubicaban dentro de un evo-
ción nacional y en particular por la marginalidad de sectores urbanos o lucionismo, a menudo muy crudo. Pero aún más importante fue la crítica
rurales; Cardoso y Faletto obligaban a reconocer la tridimensionalidad de las directa de la periodización. El debate intelectual más importante de los
situaciones latinoamericanas. años 70 fue dedicado, por razones obvias, al análisis de los regímenes auto-
Desde entonces, el problema central de la sociología latinoamericana ritarios y la obra sobresaliente que orientó al debate fue la de Guillermo
es: cuál es la naturaleza, cuáles son las variaciones de las relaciones entre O'Donnell, obra profunda, en constante transformación, de la cual utiliza-
modernización, formación de un capitalismo nacional y dependencia externa. remos varios elementos porque descansa en principios directamente histó-
ricos de análisis. Según este autor, después del agotamiento de la sustitución
de importaciones y de la política económica que resultaba en una extensión
creciente de la producción nacional con las desventajas de una ausencia
10 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I / EL SISTEMA Y LOS ACTORES 11

de especialización en un mercado interno reducido, se volvió imprescindi- por el déficit exterior, por la inflación y la crisis social. Así la idea de
ble un cambio de política y una ruptura con esta diversificación creciente una sucesión obligatoria de fases del proceso de industrialización está
de las industrias. Muchos países tuvieron que lanzarse hacia el deepening de reemplazada por un estudio más complejo de los factores del estancamien-
la economía, en la construcción de backward linkages, de industrias de bie- to económico de Brasil. Es notable observar que el determinismo econó-
nes de equipo y de capital, para finalmente lograr la creación de una econo- mico, aceptado por muchos sociólogos y potilógos, se ve en esta oportuni-
mía industrial coherente. O'Donnell desarrolló esta tesis en sus formas más dad rechazado por economistas, precisamente porque quieren entender
radicales hasta afirmar que los actores -generalmente militares- de la rup- las condiciones de formación y las consecuencias de las políticas econó-
tura antipopulista actuaron conscientemente para realizar este cambio micas. Concluye Hirschman: "El objeto del estudio, entonces, no es la
de política económica. explicación económica del autoritarismo, sino más bien la explicación
Esta interpretación parecía fácilmente aceptable, porque en varios política de un cambio en el proceso brasileño de desarrollo económico".
países, en especial en Brasil y de otra manera en México, se observó una Algunos años después de este debate, la política económica, seguida
fuerte concentración de los ingresos vinculada con la creación de un mer- por los gobiernos argentino y chileno a partir de 1976, ofreció otro argu-
cado interno limitado de bienes de consumo duraderos —automóviles en mento más contra la explicación económica de los regímenes autoritarios.
particular-, facilitado por una política represiva, disminuyendo o supri- En ambos países los observadores, en particular los economistas deCÍEPLAN
miendo la expresión de las reivindicaciones populares. Sin embargo, el en Chile y A. Canitrot en Argentina, han mostrado que los regímenes auto-
análisis de O'Donnell ha sido criticado en forma muy precisa por José ritarios seguían una política monetarista cuyo resultado principal fue,
Serra, cuyas críticas fueron interpretadas y ampliadas por Albert Hirschman en lugar de un deepening de la industrialización, una desindustrialización,
en un libro compilado por D. Collier (1971). En primer lugar, Hirschman consecuencia de una subordinación de la política económica nacional a la
observó que no se pueden confundir las consecuencias económicas de un búsqueda de ventajas comparativas, y de una confianza total en los efectos
proceso político con los determinantes económicos de una política auto- racionalizadores de la exposición de la economía nacional a la competencia
ritaria. Nadie niega que la llegada de regímenes autoritarios facilitó o per- internacional. Ni subjetivamente ni objetivamente el deepening de la indus-
mitió un aumento de la desigualdad social; otra cosa es afirmar que la "raison trialización fue la línea general de la nueva política económica que fue más
d'être" de los regímenes autoritarios fue la transformación del mercado una política financiera y monetaria que industrial. El tema del deepening
interno a través de enriquecimiento del cinco .o diez por ciento más rico de tiene un marco nacionalista muy alejado del internacionalismo de los mone-
la población. José Serra agrega que no había una sola manera de superar la taristas. Lucio Geller, en un trabajo publicado por CIDE en 1981, insistió
crisis y que varios países salieron de la fase de agotamiento de la sustitución con más fuerza aún sobre el predominio de la burguesía financiera en la
de importaciones sin recurrir a una solución política autoritaria. Colombia, política argentina post 1976.
Venezuela y Chile, durante los primeros años del gobierno de Frei, fomen- El estudio de las políticas económicas fue el camino más seguro
taron las exportaciones, en particular gracias a devaluaciones limitadas. para salir del determinismo económico, a pesar de que al comienzo de
Además, en el caso brasileño el deepening no jugó ningún papel importante los años 80 el peso de la deuda externa parece determinar las políticas
en la recuperación económica a partir de 1967. Sólo después de 1974 y de económicas a tal punto que la opinión pública acusa a menudo al FMI
un prolongado período de crecimiento rápido empezaron a formarse im- de imponer a los países deudores medidas de austeridad que consideran
portantes backward linkages. La recuperación económica de 1967 y ade- solamente los intereses de la banca comercial y de los principales países
lante había tenido efectos opuestos al deepening. "Así gran parte de los industriales. ¿Pero cómo se explica el aumento de la deuda? y, en segundo
poderosos efectos acelerados derivados de una mayor tasa de inversión y de lugar, ¿no será un error considerar como semejantes la situación de todos
un menor margen de capacidad ociosa fue dirigida hacia el exterior. Aparte los países con mayor deuda? ¿Tiene el mismo sentido la deuda de un país
de malograr parte de la capacidad de acumulación instalada, eso tuvo como como Brasil que importa la mayor parte de su petróleo y, sin embargo,
efecto limitar la expansión del sector de bienes de capital y aumentar su aumentó su capacidad productiva y exportadora durante ese período; de
atraso tecnológico relativo" (p. 131) (J. Serra, 1974). De tal manera que, México gran productor y exportador de crudo de donde salió, en forma
en lugar de suponer una lógica rígida del sistema económico, se llega a la de exportaciones privadas de capitales, el equivalente de gran parte de la
necesidad de'estudiar la formación de las políticas económicas. El deter- deuda acumulada durante los años del auge petrolero y en el cual la corrup-
minismo económico se encuentra desplazado por un relativismo social ción jugó un papel importante; de Argentina que en el momento de volver
y político. Finalmente se pone en tela de juicio la noción de crisis econó- a un régimen democrático se había endeudado, a la vez que había dismi-
mica por agotamiento de la sustitución de importaciones y se propone nuido su capacidad de producción industrial y también había perdido
la idea de una crisis más global, social, política y propiamente económica una guerra costosa? De manera complementaria la naturaleza de los regí-
a la vez, traducida por el casi estancamiento de varios países durante este menes autoritarios no explica totalmente la importancia de los gastos no
período y en particular de Brasil entre 1961 y 1967. El estancamiento productivos, armamentos, consumo de lujo, construcción de edificios con
brasileño se explica, según Serra, por una redistribución insuficiente de finalidades especulativas, de tal manera que una política económica puede
los ingresos que no permitió al mercado interno responder a las inversio- ser determinada tanto por la represión antipopular, la especulación o la
nes del Estado y por la reducción de las inversiones extranjeras desalentadas corrupción como por las supuestas necesidades de la industrialización.
12 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I/EL SISTEMA Y LOS ACTORES 13

Finalmente, frente al aumento desmesurado de la deuda externa difícil de controlar y de regular. En otros términos, no existe en un país
agravado por el alza de las tasas de intereses, cómo pensar que la capacidad dependiente una separación clara entre actores sociales, fuerzas políticas
de iniciativa de un gobierno no está relacionada con su legitimidad, con representativas y Estado. Este último puede ser dominado por movimien-
su capacidad no solamente de negociar con varios grupos sociales, sino tos populistas o manipular varias categorías sociales. Lo esencial es reco-
también de dar la prioridad al aumento de la producción y del empleo, nocer la ausencia de separación entre nociones y categorías claramente
lo que obliga a considerar en su conjunto el proceso social y político en identificadas y separadas en otras partes del mundo. La definición de un
lugar de dar un privilegio constante a la lógica interna de la industrializa- actor social —en particular de una clase social— independientemente de su
ción, como si hubiese un solo camino hacia la sociedad industrial y una sola participación al sistema político lleva directamente a análisis erróneos.
manera de combinar inversión económica y participación social. De manera aún más evidente la separación del Estado y del sistema polí-
tico representativo, casi evidente en los países industriales democráticos
y que no tiene ningún sentido en los países gobernados por partidos únicos,
D. TRES HIPÓTESIS queda siempre borrosa en América Latina, especialmente en países de
democracia controlada o limitada, en los cuales la representación política
Afirmar la necesidad de pasar del estudio de las situaciones al análisis de los de grupos e intereses sociales se realiza solamente dentro del aparato esta-
actores significa superar la oposición de la situación objetiva y de la subjeti- tal como de algunos países del continente. Si la representación europea
vidad del actor por el estudio de las relaciones sociales, lo que llega a definir clásica corresponde al esquema:
el actor por las relaciones sociales en las cuales participa.
Actores Sociales — Representación Política — Estado
1. Primera hipótesis: Fusión de los actores sociales, de las fuerzas
políticas y del Estado el sistema latinoamericano puede ser representado por el esquema:
Un actor social puede ser definido, en todas circunstancias, por Poder //Actores + Fuerzas + Estado //Marginados
su posición dentro de un sistema social. En particular, una categoría socio- Económico// Sociales Políticas // o excluidos
ocupacional puede ser definida por su papel en un sistema de producción:
el campesino en la sociedad agraria, como el obrero en la sociedad indus- Este esquema se diferencia claramente de una organización social
trial. Pero esa dimensión del actor tiende, de manera constante en la Amé- jerarquizada en la cual se encuentra abajo el pueblo, arriba los círculos de
rica Latina actual, a mezclarse con dos dimensiones más: el desarrollo y poder o elites dirigentes y, entre los dos, clases medias que juegan el papel
la dependencia. La noción de desarrollo se refiere a un análisis diacrónico, central en la vida pública. Aquí la jerarquización —de tipo europeo o de
a un proceso de cambio histórico, por ejemplo la industrialización, y no tipo norteamericano- está reemplazada a la vez por la exclusión de una
a un tipo de sociedad, como la sociedad industrial. La dependencia indica parte de la población y por una apertura excepcional del espacio político,
que gran parte del poder económico está al exterior del país dependiente, de tal manera que muchas categorías sociales tienen cierto grado de acceso
situación que explica la formación de un desarrollo capitalista limitado, a la decisión.
dejando al margen de la sociedad moderna una parte importante de la Pero la observación principal es la ausencia de actores sociales puros,
población activa. La organización interna del sistema social del país (sinó- definidos independientemente de su status político; lo que explica la fragi-
nimo de sociedad nacional) considerado es dominada por esa exterioriza- lidad de la democracia representativa, contrapartida de la apertura del
ción, de tal manera que no existe un Estado nacional soberano producto sistema político y también de la fuerza de la represión antiparticipativa.
de un sistema político, representativo a su vez que las fuerzas sociales que Un sistema político democrático no supone solamente la representatividad
existen en el país. Como lo dijeron tantas veces y con cierta razón los defen- de las fuerzas políticas y la libertad de representación; descansa igualmente
sores de la teoría de la dependencia, en forma extrema el "poder" es tan en la existencia de actores sociales autónomos, representables, es decir,
extranjero en una sociedad dependiente, como en un país colonizado, conscientes y organizados, de manera directa y no solamente a través de
aunque en una sociedad dependiente exista un Estado jurídicamente inde- agentes políticos. Si es un agente político que moviliza a las fuerzas sociales,
pendiente. Existe, entonces, en el centro de la sociedad nacional, en lugar ¿cómo puede ser este agente político representativo de un actor social
de una autoridad central o un vacío que puede ser un sistema represivo que él mismo contribuye a organizar y orientar? Las democracias europeas
impidiendo la formación de un sistema de representación política o, por fueron fuertes en la medida en que representaron a las fuerzas y clases
el contrario, un mercado político muy abierto y no dominado por un actor sociales organizadas, en particular a una clase obrera organizada en sindi-
central hegemónico. La ausencia de una clase dirigente hegemónica, como catos y a una clase capitalista organizada en grupos financieros y asociacio-
la debilidad de un Estado nacional dependiente, explica el carácter en nes empresariales. En América Latina, al contrario, la penetración de un
general muy abierto de los sistemas políticos dependientes y, por conse- grupo social dentro del aparato estatal se realiza más fácilmente que la
cuencia, la importancia de los esfuerzos, muchas veces vinculados con las creación de un partido representativo. Los partidos clasistas han tenido
relaciones de dependencia, para reprimir una participación sociopolítica poco éxito en América Latina, con la excepción parcial de Chile.
CAPITULO I / EL SISTEMA Y LOS ACTORES 15
PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO
14
cuya aplicación más conocida fue la tesis de la convergencia progresiva
2. Segunda hipótesis: Una sociedad de consumo más que de producción de sociedades capitalistas y socialistas hacia el modelo de la sociedad in-
dustrial, defendida por Kruchev en la Unión Soviética o Gierek en Polonia,
Ya se ha señalado la importancia del nivel de participación polí- fue condenada por la experiencia histórica: existen más argumentos a favor
tica y cultural en la definición de los actores. La exterioridad parcial del de una separación creciente del Este y del Oeste que a favor del acerca-
poder económico tiene como consecuencia que el sistema político actúa miento de los dos modelos de sociedad industrial.
más como distribuidor de recursos -dinero, influencia, privilegios, protec- En realidad no existe ninguna razón para defender tesis extremas:
ciones- que como gerente de la producción. Otra manera de subrayar la es tan falso afirmar la existencia de una sola Roma como defender la espe-
ausencia de diferenciación en el sistema político y Estado. Esta hipótesis cificidad total de cada modelo de industrialización definido nacional o
se aplica igualmente a todos los países. Sin embargo, los países en los cuales culturalmente.
el Estado tiene un papel importante de inversionista y de gerente del proceso En América Latina, por lo menos en los países ya en gran parte
nacional de industrialización —México y Brasil en particular—, también industrializados, aumenta la importancia relativa de los problemas y pro-
conocen una fuerte fusión del Estado y del sistema político. En México, cesos estructurales de una sociedad industrial, pero a la vez se vuelven
en particular, tiene una importancia central la cooptación que permite más autónomos los fenómenos de crisis y de desarrollismo voluntarista.
absorber dentro del Estado-partido demandas individuales o colectivas que Las dos tendencias resultan de una doble transformación del modelo clási-
podrían transformarse en fuerzas de oposición. En el caso chileno, Aníbal co latinoamericano. Por un lado, una sociedad más industrializada implica
Pinto ha demostrado que el crecimiento exagerado de la clase media pú- un control nacional más fuerte de las principales decisiones económicas
blica, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, creó un gasto público y una disminución del sector marginal o informal; por el otro lado, esta
constante mientras los recursos del comercio exterior eran variables, y renacionalización del poder económico acarrea, como consecuencia, una
así generó una inflación duradera. El gasto público —fuera de las inversio- separación creciente entre el Estado y el sistema de representación polí-
nes productivas— ha crecido muy rápidamente en casi todos los países tica y paralelamente la desaparición de la frontera entre actores socio-
en la segunda mitad del siglo XX, reforzando una clase media definida políticos y categorías marginales a favor de una integración creciente de
más por su peso político que por su función económica. En particular las categorías populares, en particular de los trabajadores asalariados.
es notable el hiperdesarrollo de la enseñanza media y universitaria en rela- Esta doble transformación —integración y diferenciación creciente-
ción con las necesidades del sector productivo. Raúl Prebisch ha insistido puede realizarse completamente o sólo de manera parcial. Lo que puede
a menudo y de nuevo en 1983 sobre la combinación de consumo osten- ser representado por el esquema siguiente:
tatorio, de presión sindical de los trabajadores urbanos y de aumento de
los gastos estatales que genera una inflación creciente y la ruptura del cre- Modelo clásico Poder Estado + Participación + Actores Excluidos
cimiento económico. Si bien es cierto que existe una explotación econó- latinoamericano Económico política sociales
mica directa, definida por tasas de ganancias a menudo altísimas y por la
baja participación de los salarios y sueldos en la formación de los precios, Transformaciones parciales: 1) PE + E + P // A + Ex // P + A + E // PE
es difícil que los asalariados se organicen en actores sociales, porque el
mundo obrero se siente a la vez amenazado de exclusión, especialmente Transformación completa: PE + E + P // P (democracia) // A + E
durante los largos períodos de baja del salario básico y frente al desempleo
y atraído, además, por la participación en una cultura de masas urbanas La transformación completa combina una reintegración total de la
y en el sistema político. sociedad nacional y una diferenciación acabada de los elementos hasta
entonces mezclados del sistema político-social: Estado, fuerzas políticas y
3. Tercera hipótesis: ¿Hacia la sociedad industrial? actores sociales. De tal manera que se llega a la formación, por un lado, de
una élite dirigente político-económica y, por el otro, de un mundo inte-
Las sociedades industrializadas de Europa Occidental, después de grado por los trabajadores, mientras se autonomiza y juega un papel central
un largo período dominado por los problemas estructurales de la sociedad el proceso democrático, lo que se observa en muchos países al comienzo
industrial, entran en un proceso de pasaje a una sociedad postindustrial de los años 80.
que obliga a reanalizarlas en términos del desarrollo más que en términos Las formas intermedias de integración y diferenciación que son más
estructurales. De manera opuesta, ciertos países latinoamericanos han numerosas que las combinaciones indicadas aquí se definen todas por una
entrado de manera acelerada a la sociedad industrial y a sus problemas cierta integración al poder económico con algunos elementos del sistema
estructurales: relaciones de clase, representatividad política, adaptación sociopolítico o de los excluidos con otros elementos de este sistema.
de las escuelas al mercado de trabajo, etc., dominan crecientemente los Si se considera, al contrario, una situación de dependencia creciente
problemas de su desarrollo, es decir, de su industrialización. Sin embargo, y de crisis interna grave, el modelo clásico tiende a simplificarse de manera
no conviene volver a la vieja idea según la cual todos los caminos llegan dramática, hasta reducirse al enfrentamiento de un poder económico exte-
a Roma, es decir, que la diversidad de las vías de industrialización está riorizado y de una población excluida. La función dominante del Estado en
finalmente superada por la unidad de la sociedad industrial. Esta idea,
16 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I/EL SISTEMA Y LOS ACTORES 17

tal situación es de destrucción del sistema de representación política, de los años 20 y 30 existían movimientos sociales -en particular obreros-
oposición a la formación de actores sociales y de represión de los excluidos. autónomos; después de la segunda guerra mundial aumentó fuertemente
la subordinación de todos los actores a las intervenciones del Estado. El
Modelo de crisis: Poder Estado -» Excluidos cambio de política económica y la difusión de los regímenes autoritarios
Económico han destruido o prohibido las iniciativas de los actores. Finalmente el en-
Así se divisa la línea general de nuestro análisis. Después de haber deudamiento masivo aumenta la dependencia a tal punto que la política
profundizado, en el próximo capítulo, la descripción del modelo clásico económica y social está determinada por los planes impuestos por el Fondo
latinoamericano de acción sociopolítica, intentaremos, en una segunda Monetario Internacional y la banca privada. No se trata aquí de escoger
parte, demostrar las hipótesis presentadas y, en particular, la debilidad entre dos imágenes tan opuestas que la realidad histórica no puede coin-
de los actores sociales puros y la predominancia en América Latina de cidir nunca enteramente con una o la otra, sino de tomar conciencia de la
actores "mixtos" sociopolíticos. En una tercera parte el análisis se exten- especificidad del modelo clásico latinoamericano y de su agotamiento.
derá, de los actores, como categorías a los movimientos sociales. Las dos imágenes, a pesar de su oposición, llevan a la misma afirmación,
a la vez teórica y práctica: sólo un aumento fuerte y rápido de la capaci-
dad de acción colectiva puede permitir a países enfrentados con una crisis
E. ENTRE CRISIS Y DEMOCRACIA económica profunda superarla. En ausencia de una capacidad real del Estado
de elaborar y llevar a cabo una política económica de desarrollo, de nego-
Han llegado los países latinoamericanos a una encrucijada: por un lado, ciaciones políticas y sociales entre categoría ocupacionales, y de la trans-
están entrando a la sociedad industrial; por el otro, están amenazados por formación de grupos de intereses en movimientos sociales capaces de trans-
una crisis más y más profunda que conduce a regímenes represivos, a ruptu- ferir las luchas al nivel más alto posible, es poco probable que puedan evitar-
ras revolucionarias o a implosiones sociopolíticas de intensidad creciente. ¿No se enfrentamientos mayores en países que todavía se ubican en un modelo
conducirá la crisis del modelo "clásico" tercermundista a la formación de de desarrollo dependiente en el cual los factores de crecimiento vinieron
nuevos países industriales o a la caída al cuarto mundo? de factores externos más que internos.
De manera más limitada el cientista social se pregunta con crecien- Por eso el estudio del modelo clásico, de su funcionamiento y de
te ansiedad si aparecen actores sociales más y más autónomos y específi- su agotamiento, a pesar de aparecer alejado de la actualidad y más aún
cos de una sociedad industrial o si, al contrario, la capacidad de acción de decisiones políticas concretas, es el camino indispensable y tal vez más
disminuye en países agobiados por una crisis económica insuperable. Exis- corto para entender que lo que hoy se llama crisis es antes'que todo la
ten en realidad dos representaciones de la historia latinoamericana. La más desaparición de un modelo sociopolítico y que su superación depende a
optimista observa que la capacidad de acción autónoma de los grupos so- largo plazo más de la capacidad de tomar decisiones y organizar negocia-
ciales y políticos ha sido siempre muy limitada por la mezcla de exclusión ciones que de la renegociación parcial de los intereses y del capital de la
e hiperparticipación ya analizada. Mientras tanto, observadores describen deuda externa.
pobreza, miseria, exclusión, represión, es decir, situaciones revolucionarias; Una consecuencia probable de tal enfoque será delimitar la utilidad
el historiador social recalca entonces la ausencia de grandes movimientos de la noción de América Latina y de poner en relieve las diferencias entre
revolucionarios después de la revolución mexicana: en medio siglo sólo países. Más importancia se da a la dependencia externa, más énfasis se
Bolivia, en América del Sur, ha sido estremecida por una revolución en pone en la unidad de América Latina y aún del Tercer Mundo. La impor-
1952. América Latina es un continente de situaciones revolucionarias sin tancia dada a un modelo sociopolítico vinculado al desarrollo dependiente
revolución, de industrialización sin clase empresarial, de sindicalismo sin mo- mantiene este énfasis: la crisis del modelo, la autonomía creciente de los
vimiento obrero. Esta conciencia de un déficit de actores lleva a una visión procesos políticos y de los actores sociales rompen la unidad del conti-
en total optimista de una evolución que parece orientarse hacia un aumento nente y lleva a dar mayor importancia a la capacidad de inversión de cada
de la capacidad de acción. En Brasil, Argentina y también en México el país como a la naturaleza de los partidos políticos y de los sindicatos.
movimiento obrero está más autónomo que antes; en varios países se forma Finalmente el estudio puede llegar a la conclusión de que se divide profun-
una clase empresarial, incluso con un proyecto hegemónico, como se ob- damente el continente latinoamericano en tres categorías: países que se
serva en Brasil. Los intelectuales dejan de ser instrumentos de fusión de los transforman progresivamente en países industriales, países desorganizados
actores sociales, del sistema político y del Estado para contribuir, a través por la crisis y países que buscan una salida revolucionaria. No sería de poca
de su trabajo profesional, a una autonomía mayor de la sociedad civil. El consecuencia la demostración de tal diversificación creciente.
Estado aumenta su capacidad de decisión y planificación. En total las socie- Eso no implica un voluntarismo ilimitado o la suposición que los
dades latinoamericanas parecen ser más activas que durante el período países latinoamericanos pueden salir fácilmente de la dependencia externa.
populista, cuando la intervención estatal se sustituía a la acción autónoma Pero los economistas han analizado con tanta profundidad las formas y
de los actores sociales, en particular de los sindicatos. consecuencias de esta dependencia que lo más urgente del momento actual
Una representación pesimista de la evolución latinoamericana, al es estudiar, con la misma profundidad, la posibilidad de acción, la capaci-
contrario, insiste en la progresiva desaparición de los actores sociales. En dad de construir una política de crecimiento y de participación económica
PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO I / EL SISTEMA Y LOS ACTORES 19
y social de los países latinoamericanos. En un artículo de El Trimestre o de la religión a la ciencia, como lo creyeron tan numerosos y diversos
Económico de 1983 Aníbal Pinto nos recuerda que durante los años 70 pensadores del siglo pasado y de la primera mitad de éste. Romper con
los factores más importantes de la situación económica siguieron viniendo este finalismo es una condición previa para que sea reconocido el espacio
desde afuera: importancia de las corrientes financieras hacia los países político y social en el cual se mueven los actores, entran en relaciones con
latinoamericanos; apertura al exterior de la economía norteamericana. otros y participan en conflictos y en negociaciones políticas. Después de
Pero una vez más los economistas indican con mucha claridad las metas varias décadas de déterminisme histórico, este trabajo quiere defender la
prioritarias para las ciencias sociales. Fernando Fajnzylber en un impor- necesidad y la posibilidad de una sociología de la libertad.
tante artículo de la misma revista subraya la necesaria creación de una
mayor capacidad interna de desarrollo, a través de la formación acelerada
de un "núcleo endógeno". ¿En lugar de resaltar una vez más los obstáculos
que América Latina tiene que superar, no será urgente considerar las con-
diciones sociopolíticas de una política económica positiva? Su pensamien-
to se acerca a las ideas de C. Furtado sobre la importancia central de la
creatividad. En el mismo sentido y en el mismo momento Aldo Ferrer,
en Pensamiento Iberoamericano, llama a un nuevo modelo de desarrollo
nacional hacia adentro y, retomando la tradición de la CEPAL, insiste en
la interdependencia de los factores sociales, políticos y económicos de tal
ruptura con la política "hacia afuera" de la última década. El peso del
endeudamiento obliga a analizar la capacidad de tomar decisiones econó-
micas y el funcionamiento de todo el sistema político, mientras la vuelta
a la democracia exige negociaciones colectivas más sólidas para resistir a la
presión de asalariados sacrificados durante los años de dictadura. Así, a todos
los niveles, se manifiesta la necesidad de estudiar las condiciones socio-
políticas de formación de una política de desarrollo de la producción y del
mercado nacional.
Después de un período economista se hace de nuevo sentir la nece-
sidad de un estudio interdisciplinario de las políticas económicas y sociales.
No puede satisfacer a nadie la tradicional referencia a los recursos humanos
o a los aún más vagos factores humanos o culturales en estudios propia-
mente económicos. Tampoco puede la complementariedad de las ciencias
sociales limitarse como veinte años atrás a una visión histórica global; re-
quiere de parte de los sociólogos como de los economistas la construcción
de análisis más elaborados. Por eso nos concentraremos en un estudio de las
pautas sociales e institucionales de las acciones colectivas. En los años
recientes la noción de desarrollo ha sido criticada y rechazada por muchos
autores como expresión de un evolucionismo etnocéntrico privilegiando
el modelo occidental de industrialización. F.H. Cardoso también ha puesto
esta noción en el banquillo. Sin eliminarla es imposible limitar los aspectos
sociopolíticos del cambio a factores de aceleración o de frenaje del creci-
miento y de la modernización. El desarrollo no es un camino que todas las
naciones tengan que recorrer tarde o temprano, más o menos rápidamente.
Etapas de la modernización y pautas de desarrollo son dos aspectos com-
plementarios del proceso de cambio histórico. Es imposible identificar la
modernidad con la racionalidad, con un sistema de valores. Los actores
actúan en cualquier tipo de sociedad en función de sus valores y del poder
que tienen o al cual están sometidos, de tal manera que hay tantas pasiones
y tanta "irracionalidad" en las sociedades modernas como en las sociedades
tradicionales. Los actores sociales no pueden ser realmente actores si no
se liberan del evolucionismo cientista que descansó en la creencia de que la
historia es el pasaje de lo irracional a lo racional, de la tradición a la modernidad
CAPITULO II

EL DESARROLLO
LATINOAMERICANO

A. LOS MODELOS
Un modelo de desarrollo se define en primer lugar por la naturaleza de la
elite que dirige el proceso de transformación histórica, en este caso de
industrialización. Esta elite puede ser una clase dirigente, nacional o extran-
jera, o un Estado, nacional o extranjero. Pero, en todos los casos, la elite
no es solamente un grupo social o económico; controla y orienta el poder
estatal porque se trata no del funcionamiento de un sistema societal, sino,
por el contrario, de la transformación de un tipo societal por otro, lo que
puede realizarse solamente a través del actor central y permanente que es
el Estado, mientras una clase social pertenece a un sistema societal. No
son los capitalistas industriales quienes pueden crear el capitalismo indus-
trial. Se necesita un Estado que tenga la capacidad en particular de imponer,
dentro de la sociedad nacional o fuera de ella, mecanismos de acumulación
y de transformación.
Si la elite que dirige el proceso de transformación histórica es estatal,
los actores del desarrollo parecen ser separados de los actores de clase, que
corresponden a un tipo de organización económica y social; si esta elite es
una "burguesía nacional", esta distancia entre actores de un tipo de sociedad
y actores del desarrollo es mucho más reducida. Pero la separación nunca es
completa y tampoco la identificación. De tal manera que un modelo de
desarrollo combina de manera específica la acción del Estado, agente central
del desarrollo, y la acción de los actores sociales, agentes "sincrónicos"
de un tipo de sociedad, por ejemplo, agrario, mercante o industrial.
Además, estos actores del proceso histórico y estos actores sociales
no pueden ser separados de cambios culturales. Si bien es cierto que se ha
m

22 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 23

exagerado a menudo la autonomía de los cambios culturales frente a los


1
conflictos sociales y nacionales, es imposible definir el proceso de cambio Factores
histórico sin ninguna referencia a la noción general de modernización. A Post Dependiente Central Jacobino Bismar- Post revo-
pesar de la importancia de las especificidades culturales de cada país o colonial ckiano lucionario
región, la "densidad" de los intercambios sociales, la difusión de la enseñanza
básica, la cantidad de energía disponible por habitante o la esperanza de vida Dominante Actores Actores Moderniza- Moderniza- Estado Estado
representan índices, no siempre paralelos pero casi siempre correlacionados, sociales sociales ción ción
de modernización. Por eso, un modelo de desarrollo tiene que tomar en Intermedio Estado Moderniza- Actores Estado Actores Moderniza-
cuenta y combinar tres tipos de variables: i) cambios culturales o moderni- ción sociales sociales ción
zación; ii) relaciones estructurales entre actores sociales y en particular de Subordinado Moderni- Estado Estado Actores Moderni- Actores
clase, sea en una sociedad rural o en una sociedad urbano-industrial; iii) zación sociales zación sociales
naturaleza de la elite dirigente, es decir, del grupo que controla el Estado.
A estas tres dimensiones de la situación corresponden los aspectos ELITE: EXTRANJERA CIVIL NACIONAL ESTATAL NACIONAL
económicos, políticos e ideológicos de la acción social. Los aspectos eco-
nómicos corresponden a la intervención de los actores sociales y en particu-
lar de las clases, actores básicamente económicos. El aspecto político-cívico Se trata de tipos, no de casos históricos concretos. Si bien es cierto
corresponde al grado de modernización, como se observa en todas partes: que cada modelo tiene una coherencia, ello no significa que un país corres-
una sociedad poco modernizada es, por lo tanto, poco integrada, aunque ponda totalmente y de manera permanente a un solo modelo. Sin embargo,
pueda tener un poder político central fuerte y autocrático, porque la vida la presencia de dos modelos en la misma unidad histórica se manifiesta
local y privada mantiene una fuerte autonomía. En todas partes, la moder- por contradicciones y crisis estructurales.
nización económica ha sido acompañada por el movimiento de las nacio-
nalidades, como se decía en Europa central en el siglo pasado, expresión 1. Los modelos centrales
que corresponde también a la problemática latinoamericana del siglo XX.
Los aspectos ideológicos están más vinculados al problema del Estado, La primera industrialización en algunos países de Europa Occidental,
es decir, de la independencia e identidad nacional frente a una dominación y antes de todo con Gran Bretaña, se realiza mediante un proceso básicamen-
extranjera o, por el contrario, como expresión de la posición dominante te endógeno y civil. El modelo europeo es materialista, identifica moderniza-
o hegemónica de un país. ción y triunfo de la razón, de la ciencia y de las leyes de la evolución histórica.
La naturaleza de la elite que dirige el desarrollo determina el modelo La modernización cultural, expresada en términos de movilización, apertura,
de relaciones entre modernización, actores sociales y Estado nacional. Si destrucción de barreras y obstáculos tradicionales, constituye el factor
la élite es una burguesía nacional, como en el caso ingleso norteamericano, principal de la modernización dentro de la cual se desarrollan conflictos
eso significa que la modernización, según la visión de la sociología clásica, sociales de apropiación de la modernidad, conflictos a la vez abiertos y
es básicamente endógena y progresiva, de tal manera que la acción de la fácilmente institucionalizados. El Estado está en gran parte identificado
burguesía se apoya en cambios culturales anteriores. Por el contrario, si con la clase dirigente y a las instituciones representativas, pero también
un Estado voluntarista toma la dirección del proceso de cambio la natu- juega un papel autónomo como agente de hegemonía externa. Los Estados
raleza del poder político y de la relación de los ciudadanos con el Estado Unidos son la expresión actual más conocida del modelo 1, país con fron-
y con el sistema internacional juegan el papel central en la definición del teras abiertas y de empresarios, sociedad con instituciones políticas y jurí-
proceso de desarrollo. Finalmente, si la elite dirigente es una burguesía dicas que definen y controlan las reglas del juego social.
extranjera, es decir, una dominación económica externa, los actores socia- El modelo 2 se diferencia del primero en cuanto el Estado ocupa
les —clases, partidos, movimientos— tienen una importancia más central en él un papel más importante. Esto corresponde al caso francés, en el cual
que en el modelo "materialista" occidental o en el modelo voluntarista. todavía domina el proceso de modernización como factor central, pero
Esta situación, que corresponde a gran parte del llamado Tercer Mundo, donde los conflictos políticos -en relación con un Estado identificado con
crea una fuerte movilización sociopolítica, que contrasta con la hegemonía la razón y la modernidad— tienen más trascendencia que los conflictos
del Estado autoritario-desarrollista, por un lado, y con el racionalismo sociales, lo que se observa comparando las fuerzas de los partidos obreros,
"económico" de los países "centrales", por el otro. demócratas, socialistas, comunistas en Francia, con la debilidad relativa de
Cada uno de estos tres tipos principales se divide en dos modelos, los sindicatos.
según la importancia relativa de los demás componentes del proceso. Esto La característa principal del modelo central es la identificación casi
permite construir una tipología general de los modelos de desarrollo. total del análisis sincrónico con el análisis diacrónico. Desarrollo y sociedad
moderna son sinónimos; capitalismo, en el pensamiento weberiano, signi-
fica modernidad y racionalización más que clase dominante. La referencia
a este modelo tiene mucha importancia en América Latina por la situación
r
PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 25
24

dominante de los países que le corresponden. Esta influencia del modelo hacia el exterior es más bien económica que política; situación opuesta a
central es visible en el terreno ideológico, donde la idea de que el Estado la de las sociedades coloniales, en las cuales los países colonizadores siempre
representa a la clase dirigente y asegura el poder del bloque hegemónico ha ejercieron una dominación política y cultural directa a través de un ejército,
sido aceptada por amplios sectores. de funcionarios, maestros y misioneros. En estas sociedades coloniales,
los actores, defensores de una cultura nacional o regional y de sus intereses
2. Los modelos estatizantes económicos y sociales, intervienen pero más en relación con el Estado,
la liberación nacional y un proceso de cambio histórico exógeno que como
En los países donde el cambio social no puede ser endógeno, el actores de la modernización. Se mezclan en estos países movimientos mo-
Estado tiene que transformarse de un instrumento de reproducción de un dernizadores o antimodernizadores (como los mesianismos congoleses o
orden cultural y social arcaico en agente de cambio voluntarista, por razo- los movimientos antioccidentales en la China de la segunda mitad del siglo
nes antes de todo nacionales. En el modelo 3 el Estado ayuda a la creación XIX o los fundamentalismos islámicos), luchas socioeconómicas y naciona-
de una clase dirigente modernizadora que puede ser la continuación de una lismos. Movimientos proféticos, políticos o religiosos, luchas de defensa
antigua clase dirigente (Junkers en Alemania, Daimyos y Samurai en el de una comunidad y reivindicaciones de tipo sindical actúan en niveles
Japón) de tal manera que la modernización es el resultado y no la condición tan distintos de la vida social en estos países, de tal manera que la unifi-
de la industrialización. cación del campo político no puede ser realizada sino desde arriba, por
Alemania, Italia, Japón son los ejemplos más importantes de este el Estado, el que también tiene que superar sus propias limitaciones en
modelo en el cual participó también Turquía en el período postrevolucio- países que a menudo no son naciones y donde nunca existió —salvo algu-
nas excepciones como Egipto— un Estado nacional.
nario. Esta desvinculación es más limitada en las sociedades dependientes,
Si la resistencia a la descomposición del "antiguo régimen" es dema-
siado acentuada, la industrialización tiene que ser impuesta por el Estado, en las cuales se hablará más de desarticulación. Existe una fuerte desvincu-
como en el despotismo ilustrado. Los actores sociales, y en particular las lación de la economía y de la política. La política no es "representativa"
clases, tienen en este modelo un papel secundario. de intereses sociales y las ideologías no corresponden directamente ni a
En Rusia, ejemplo central del modelo 4, la Revolución soviética clases sociales ni a fuerzas o partidos políticos. La imagen europea de la
fue la victoria de una vanguardia revolucionaria sobre un Estado en des- sociedad, de tipo arquitectónico, en la cual las fuerzas productivas o las
composición mucho más que el resultado de un movimiento obrero, que ideas constituyen una infraestructura, no es válida en este tipo de socie-
tenía otras perspectivas, o de un movimiento campesino muy reducido. dades donde economía, política e ideología son como placas tectónicas
Estos modelos —el 4 más que el 3— ponen un énfasis tan fuerte que se deslizan constantemente una sobre la otra.
sobre el papel del Estado, que reemplazan el universalismo de tipo inglés La fórmula de las sociedades dependientes -actores -> moderniza-
por el culturalismo de tipo alemán y subordinan la sociedad civil al Estado. ción (o tradición) -> Estado- se separa de las sociedades colonizadas: acto-
Mientras en el modelo central, europeo y norteamericano los ele- res -»• Estado ->• modernización por el papel diferente del Estado. Las socie-
mentos del proceso se mantienen separados, en los modelos estatizantes dades dependientes son sociedades civiles y uno de los procesos más com-
están fusionados: un caso conocido es la organización de la empresa en el plicados que se desarrollan en estas sociedades es la formación de un Estado
Japón o en la Unión Soviética. En ambos casos, aunque de maneras muy nacional, mientras que las sociedades postcoloniales son dominadas por la
distintas, la empresa es un sistema político y cultural más que un actor oposición directa de la dominación externa y del Estado nacional, aunque
económico. De igual modo, el Estado se identifica mucho más con una éste tenga muchas dificultades en construirse. En las sociedades depen-
comunidad histórica que con intereses sociales específicos. Las ideologías dientes de América Latina existen desde el comienzo del siglo pasado Esta-
y la cultura nacional determinan la forma de organización social, mientras dos independientes, pero el proceso de cambio histórico es dominado a la
que en el modelo europeo la referencia a la ciencia y a la racionalidad son vez por la penetración del capital extranjero, por la influencia y poder de
siempre centrales. oligarquías locales y por cierto universalismo.
En conclusión, el carácter común de las sociedades dependientes y
colonizadas es la desarticulación o desvinculación parcial de la moderni-
B. SOCIEDADES DEPENDIENTES Y COLONIZADAS zación, de las luchas sociales y del papel del Estado o, en términos más
analíticos, de los sistemas económico —que corresponde a las luchas socia-
A diferencia de países que son industrializados por su propia burguesía y les-, político -que corresponde a la modernización, es decir, a la integra-
de aquellos donde el Estado dirige directamente la industrialización, exis- ción social y nacional- e ideológico, organizado alrededor de la defensa
ten países en los cuales las transformaciones económicas mayores fueron de la identidad nacional o territorial contra la dominación extranjera.
inducidas sea por una burguesía extranjera, sea por un Estado extranjero. América Latina en su conjunto puede ser considerada como un
El primer caso es el de las sociedades dependientes; el segundo correspon- ejemplo central de sociedad dependiente. Sin embargo, países muy diver-
de a las sociedades colonizadas o postcoloniales. Las sociedades depen- sos no pueden ser constantemente identificados con un solo modelo de
dientes tienen independencia política, de tal manera que la dependencia desarrollo. Si la referencia a los modelos central y jacobino parece artificial,
26 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 27

salvo hasta cierto punto en los países de La Plata al comienzo del siglo XX; Norberto García ha demostrado la persistencia de un subempleo masivo a
si el modelo revolucionario parece marginal en un continente con poca pesar de la capacidad de absorción del mercado de trabajo. La participación
tradición autocrática, el modelo dependiente puede transformarse en el de la PEA "formal" en la PEA no agrícola total aumenta de manera muy
modelo postcolonial o, de manera opuesta, en el modelo bismarquiano. lenta entre 1950 y 1980 (García, 1982a).
La primera tendencia es más visible en América Central y en el Caribe, La previsión de un retroceso muy rápido de la pequeña explotación
zona de fuerte penetración colonial; la segunda se hace presente en México agrícola ha resultado falsa en gran número de países3. Paralelamente, mien-
y más aún en Brasil, país donde existió desde el comienzo del período post- tras en Europa al comienzo de la industrialización la alfabetización ya
colonial un Estado nacional fuerte. Esta diversidad económica y política estaba muy bien encaminada, como lo ha demostrado Furet y Ozouf (1978),
del continente tiene que ser reconocida, pero la debilidad de los "antiguos en el caso de Francia, el analfabetismo se mantiene muy fuerte en muchos
regímenes" y del Estado autocrático, la secularización realizada ya en países como Brasil, donde ya existe una poderosa economía industrial y
parte en el período colonial y la penetración extensa del capital extranjero de servicios. La alfabetización, como bien lo ha señalado G. Rama (1980),
indican el papel central del modelo dependiente en el análisis de los países resulta más que de la intervención política del Estado que de un proceso
latinoamericanos1 . global de modernización.
Más ampliamente, la sociedad latinoamericana conoce una extrema
concentración de los ingresos, que limita al mercado interno de muchos
C. EL MODELO DEPENDIENTE productos manufacturados y encierra en la pobreza gran parte de la pobla-
ción. Esta concentración aumenta en muchos países, en particular, en
1. Elementos negativos Brasil y en México.
H = Hogares
La imagen más difundida de una sociedad dependiente es la combina- E = Población económicamente activa
ción de tres fuerzas centrífugas.
La fuerza centrífuga más visible es la dependencia económica hacia 40% 10% 10%
el exterior. El tema ha sido muy seriamente documentado, en especial, por más pobres mas ricos mas ricos
los economistas de CEP AL. Por una parte, durante largos períodos se obser-
va un flujo neto de capitales fuertemente negativo (Griffin, 1971). Bolivia 1968(H) 17.7 — 35.7
Bolivia 1975 (H) 14 41.7 —
1946-50 -212 (millones de dólares) Brasil 1950 13.1 45.5 35.1
1951 -55 -618 Brasil 1963 10.5 41.6 28.6
1956-60 -1 061 Brasil 1970 11.8 39.2 27.7
1961-62 -1 082 Brasil 1977 11.0 38.0 25.5
1963-65 -519 Perú 1961 (E) 8 49.2 39.0
1966-68 -1 722 Perú 1972(H) 7 42.9 —
1969 -2 157 Cuba (E) 1953 6.2 38.5 28.0
La importancia actual de la deuda externa representa para muchos Cuba 1962 17.2 23.0 12.7
países amenaza permanente de exportación masiva de capitales. Cuba 1973 20.3 19.9 9.5
Por otro lado, la incorporación dependiente al mundo industrializa- México 1950 13.3 49 40.2
do capitalista significa la introducción de industrias capital-intensivas que México 1958 12.1 49.3 38.6
crean pocos empleos, que acompañan una alta concentración de los ingre- México 1963 11.2 49.9 38.3
sos y desarrollan moldes imitativos de consumo. A nivel cultural se ha Alan García, durante su campaña presidencial en 1984, difundió
mencionado la desnacionalización de los programas escolares y de los mass- la siguiente "pirámide" de los ingresos en el Perú:
media. Así se crea un capitalismo limitado y dependiente2, ampliamente
2% reciben 28% del ingreso nacional
analizado en trabajos clásicos. Los 8% siguientes reciben 24%
La segunda característica de las sociedades dependientes es la fuerza Los 15% siguientes reciben 25%
de resistencia e inercia de la sociedad tradicional, de los sectores no incor-
Los 75% restantes reciben 23%
porados a la producción moderna y de productividad muy baja. Víctor
Tokman, en el trabajo ya señalado, ha demostrado que si el sector informal Con la notable excepción de Cuba, los pobres reciben a fines de los
en los Estados Unidos al final del siglo XX era comparable con lo que fue en años 70 una parte menor del ingreso nacional que 20 años antes. Los ricos
América Latina en el período 1950-80, la integración del sector informal al no invierten de manera productiva sus riquezas. Las inversiones en viviendas
sector formal en la industria fue mucho más rápida en los Estados Unidos y privadas representan 23.3 por ciento de la inversión total. La construcción en
en el Japón que en América Latina (Tokman, 1982). De manera paralela, general representa 62.6 por ciento del total. En las ciudades latinoamericanas
28 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO

han crecido los barrios ricos y la urbanización se ha adaptado a lo que


r CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO

americana pasó de 4 por ciento a 5 por ciento de la producción mundial.


29

los economistas llaman el complejo "urbo automovilístico". La compra Mientras se observaba una caída de la población activa industrial durante
de terrenos y casas en barrios nuevos y socialmente homogéneos es una el período 1940-60 hubo un crecimiento notable en este sector en la déca-
forma de especulación que da tasas de ganancias más altas que las inversio- da siguiente y, si se agrega a la población obrera la clase media técnica y
nes productivas. G. Rama y E. Faletto escriben: "En muchos países... la administrativa vinculada a la producción moderna de bienes y servicios, el
tasa de ganancia en el sector productivo descendió por debajo del interés proceso de modernización económico, de industrialización, en el sentido
del dinero; los capitalistas retiraron su dinero de ese sector para colocarlo amplio de la palabra, es innegable4.
en otros rubros, produciéndose de ese modo un aplazamiento de la reinver- La población activa agrícola disminuye de manera tan rápida que
sión y generándose una crisis del sector productivo". Predominancia del la imagen tradicional de un continente rural ya parece muy lejana a la
sector financiero agravada por la baja participación del costo salarial en realidad en la mayoría de los países de América del Sur y México.
los precios del sector industrial: 15 por ciento para ocho países. La lógica
industrial, con la importancia de las inversiones productivas y del costo Evolución de la fuerza de trabajo en América Latina 1950-1980
salarial, está entonces limitada en América Latina por una lógica finan-
ciera y especuladora. — Crecimiento de la población 2.8% por año
La combinación de la dependencia y del tradicionalismo puede — Crecimiento de la fuerza de trabajo 2.5
tomar la forma geográfica de la dualización entre un enclave y un "inte- — Crecimiento de la fuerza de trabajo agrícola 4.0
rior", entre la Costa y la Sierra en el caso peruano (en realidad más com- — De los sectores no agrícolas modernos 4.1
plejo a medida que se desarrolla un sector industrial dentro de la oligar- — Del sector manufacturero 3.5
quía de la Costa y de los gamonales de la Sierra que transforman sus lati- — Participación de la fuerza de trabajo no
fundios para la exportación de productos pecuarios). La combinación agrícola de 44.1% a 67.1%
de estas dos limitaciones de la industrialización crea, por oposición, un
nacionalismo definido centralmente por su meta de integración social y Fuente: García y Tokman (1985)
nacional y que puede convertirse en obstáculo a la industrialización; por
ejemplo, en el caso del nacionalismo y "populismo" oligárquico, que tuvo La participación del empleo urbano moderno en el empleo total
aumenta rápidamente de 1970 a 1980.
mucha importancia en el Perú, en Venezuela, Colombia y, de manera aún
más importante, un nacionalismo tan importante como el peronismo en Venezuela
el cual, a pesar de la alianza con la CGE, organismo patronal, y la CGT 40.9 % a 60.9
México 33.9 39.5
sindicato obrero, actores sociales representativos de un proceso de indus- Ecuador 17.2 25.6
trialización, no se creó una infraestructura industrial comparable, por ejem- Costa Rica 44.1 54.2
plo, a la que estaba construyéndose en Brasil. Argentina 66.0 63.5
Chile 53.1 55.5
2. Elementos positivos Brasil 38.6 51.6
Colombia 38.7 42.6
La crítica a esta presentación ha sido más empírica que teórica.
Parece difícil entonces afirmar que la lógica del sistema capitalista mun- Fuente: PREALC (1985), p. 24.
dial sea una concentración creciente de los recursos en el centro, cuando
se observan tasas de crecimiento del PIB más fuertes en América Latina (La única excepción es Argentina, mucho más "modernizada" que
que el conjunto de los países de la OCDE. los demás países en 1970 y que, como Chile, soporta las consecuencias de
una política desindustrializadora después de 1976).
1970-73 1976-79 1980-81 El empleo agrícola en 1980 es muy bajo en Argentina (13); Uru-
guay (11); Chile (20); bajo en Colombia (27); Costa Rica (30); México
OCDE 5.0 4.2 1.3 (37); Perú (38); Panamá, Nicaragua y Brasil (40); se mantiene alto en Boli-
América Latina 7.2 5.5 4.6 via; Paraguay y República Dominicana (50); en Ecuador (52); en El Salvador
(51); Guatemala (56); Honduras (63) y Haití (74) por ciento.
La producción manufacturera, a pesar de una progresión relativa
La crisis que empieza en 1982, por grave que sea, no justifica la lenta, representa una parte importante del PIB en algunos países. En 1979-
afirmación de una tendencia fuerte y constante hacia un subdesarroUo 1980: 27.4 en Argentina, 31 en Brasil, 25.9 en Uruguay, 22.3 en México.
relativo creciente. Durante 30 años América Latina alcanzó una tasa de En países centroamericanos, a pesar de su nivel todavía bajo, ha progre-
crecimiento de 6.7 por ciento anual, mientras el mundo entero llegaba sado rápidamente de 1950 a 1980: de 11.8 a 23.1 en Nicaragua, de 15.6
solamente al 5.9 por ciento. Durante el mismo período, la industria latino- a 21.4 en Panamá, de 10.5 a 16.9 por ciento en Costa Rica. La imagen
30 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO
r CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 31

tradicional de América Central, región campesina y en la mayor parte de Dominado por intereses extranjeros, debilitado por el caciquismo
los países de comunidades indígenas, no corresponde más a la realidad y o coronelismo interno, aislado de las realidades económicas y sociales por
la violencia política en esos países no puede ser entendida sin referencia una extrema ideologización que puede ser personalista, el Estado tiene
a su rápida transformación económica. El mercado común centroameri- poca capacidad de combinar o limitar tendencias sociales, económicas o
cano explica en parte el fuerte aumento de las inversiones y el pasaje de culturales que tienden constantemente a desarticularse.
la dominación de los cultivos de exportación al crecimiento industrial y, Esta primera fase de construcción del modelo presenta un conjunto
más recién, al papel más y más importante del gasto y del empleo públicos. de obstáculos al desarrollo. Esta visión corresponde, en particular, a los
Es cierto que gran parte del crecimiento de la producción está análisis que se elaboraron en el momento de crisis de la sustitución de impor-
absorbida por el crecimiento de la población. Pero el continente ha entra- taciones, definidos por el estancamiento económico y la disminución de
do en una fase de "modernización" demográfica. Por un lado, la tasa bruta la capacidad de integración política y económica latinoamericana de cambio.
de natalidad disminuye fuertemente en países como Brasil, Chile, Colombia, A los factores negativos muy presentes y activos se agregan otros factores
Costa Rica, Venezuela, Cuba. que actúan en un sentido opuesto.
La dependencia económica significa también inversión extranjera y
1960 1980 1960 1980 transferencia de tecnologías que no siempre son negativas. Las empresas
multinacionales se dedicaron primero a la exportación de productos agríco-
Argentina 24 21 Rep. Dominicana 50 36 las o mineros hacia los mercados centrales, pero muchas en un período
Bolivia 46 43 Ecuador 47 40 posterior instalaron fábricas. La política proteccionista de los gobiernos,
Brasil 43 30 Guatemala 48 40 el bajo costo de la mano de obra y el desarrollo rápido de los mercados
Colombia 46 30 México 45 37 nacionales contribuyeron a la inversión de capitales extranjeros en activi-
Costa Rica 47 29 Nicaragua 51 45 dades productivas como, por ejemplo, en el Brasil de J. Kubitschek. La in-
Cuba 32 18 Panamá 41 31 versión extranjera representa un porcentaje muy limitado de la inversión
Chile 37 22 Perú 47 36 total —alrededor del 10 por ciento—, pero si uno elimínala construcción de
Uruguay 22 20 viviendas en la que el papel del Estado y del capital privado nacional es
Venezuela 46 35 dominante y que representa más de la mitad de la inversión total, la im-
portancia de esta inversión en la producción de bienes durables y la crea-
Por otro lado, la mortalidad infantil disminuye. En 1980 algunos ción de nuevas exportaciones es mucho más grande, lo que no significa
países han alcanzado tasas bajas: Cuba 19, Panamá 22, Costa Rica 24, que tenga consecuencias solamente positivas5.
República Dominicana 31, Uruguay 34, Chile 38 (20 en 1985), pero los La inversión total aumenta entre 1950 y 1980 en la gran mayoría
países más pobres todavía mantienen tasas muy altas: 151 en Bolivia, 149 en de los países. Colombia, Chile, Perú, Uruguay son las principales excep-
Haití, 117 en Honduras, 102 en Nicaragua, 100 por ciento en el Perú. Los ciones. El caso de Venezuela es especial porque los recursos petroleros
progresos realizados se explican en gran parte por un mejor abastecimiento permiten a este país una tasa de inversión excepcionalmente alta. Conviene
en agua potable, la construcción de alcantarillados y una mejor organiza- destacar el progreso importante de la tasa de inversión en varios países de
ción de los servicios de salud pública, especialmente en Cuba y en Chile. América Central, en Ecuador y en Bolivia.
No se trata de sustituir una imagen optimista de la evolución his-
1950-54 1955-59 1960-64 1965-69 1970-74 1975-79
tórica por la antigua imagen pesimista, lo que sería inaceptable si uno toma
en cuenta la masa enorme de subempleo, pobreza y miseria que existe en México 17.6 17.8 18.7 21.0 21.3 22.2
el continente, sino más bien de reconocer que existen aspectos positivos Panamá 14.0 16.6 17.9 21.6 27.5 22.4
en el proceso. Costa Rica 17.4 18.8 18.6 20.2 22.1 26.5
Si se consideran solamente las tendencias hasta entonces presenta- Venezuela 47.0 42.9 26.1 26.8 30.6 41.4
das puede imponerse la imagen de un Estado nacional débil, con pocas Brasil 23.9 22.8 21.9 22.7 26.8 29.8
posibilidades de integrar fuerzas centrífugas y más, encerrado en su esfera Colombia 24.2 24.2 21.5 20.5 20.5 19.1
propia que actuando como agente de integración y transformación social Guatemala 10.2 15.6 11.3 12.8 13.1 16.5
y económica. Si bien es cierto que tendremos que modificar esta primera Perú 24.2 22.6 19.6 18.4 15.6 15.4
imagen, vale la pena destacarla como expresión central de esta primera fase Ecuador 11.3 13.6 12.6 12.5 21.4 22.8
de construcción del modelo latinoamericano de desarrollo. Bolivia 10.1 13.4 14.2 17.3 17.7 20.5
El Salvador 11.3 12.2 14.7 15.4 15.6 15.9
_ _ > Tradicionalismo Argentina 15.2 14.8 18.7 17.9 20.2 20.6
Dependencia Chile 15.1 14.4 15.4 15.1 13.1 10.1
Ausencia de capacidad Uruguay 17.5
de desarrollo nacional 133 12.5 9.8 11.0 14.8
Nacionalismo t^-
integrador Fuente: García y Tokman (1985), p. 60.

L
F
32 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 33

América Latina se industrializó, en parte, a través de un endeuda- en la creación de actividades productivas, sino que en consumo ostenta-
miento externo que durante el último decenio no fue pagado con una torio de los ricos, exportación de capitales y privados y armamentismo.
proporción creciente de las exportaciones, sino, como observa Enrique Sin embargo, los obstáculos de la industrialización casi siempre se combi-
Iglesias (1983), con nuevos préstamos en un período de extrema liquidez nan con una tasa elevada de inversión7, facilitada por la intervención del
internacional. Éste sistema ya alcanzó sus límites extremos y desembocó en Estado y de los capitales extranjeros y por una alta tasa de ganancia de
una crisis aguda, pero durante años ha permitido un desarrollo "fácil" las empresas, que en lugar de reducir los precios de venta al público cuando
en el sentido de que hubo gran abundancia de capitales. El endeudamiento bajan los costos de producción, aumentan su tasa de ganancia y su capaci-
externo de América Latina puede ser considerado como un proceso costo- dad a la vez que en gastos suntuarios y de inversión8.
so, mal dirigido, pero masivo de transferencia de recursos de los países
centrales a nuevos países industriales, mayormente a través de los euro- 3. Construcción del modelo
dólares acumulados por el alza del precio del petróleo.
Una observación paralela puede ser introducida a propósito del Factores negativos y positivos se combinan para producir un capi-
sector tradicional, cuya sobrevivencia no es solamente un factor negativo talismo limitado y dependiente, con una extrema y muchas veces creciente
en la industrialización. A pesar de la caída relativa de la PEA agrícola en concentración de los ingresos, y con desequilibrios profundos creados por
la PEA total esta población se mantiene constante en términos absolutos. la dependencia frente al capital extranjero9.
Entre 1950 y 1970 las variaciones extremas anuales son —0.8 por ciento en Al nivel social, muchas de las tendencias descritas se combinan
Argentina y 2.1 por ciento en El Salvador y en Paraguay. En total se observa para impedir la formación de actores de clase. La oposición del sector
un crecimiento negativo en cuatro países (Argentina, Bolivia, Cuba y Chile) moderno y del sector tradicional, de los intereses nacionales y extranjeros,
y un crecimiento positivo en todos los demás. Esta autonomía resulta en la referencia constante al Estado y a actores propiamente políticos o ideo-
la reducción de la presión efectuada por esta reserva de mano de obra sobre lógicos, obstaculizan la formación de actores de clase, ya sean de clase diri-
el mercado de trabajo urbano. El énfasis puesto sobre las migraciones inter- gente o de clase obrera o campesina.
nas puede conducir a conclusiones erróneas. En países donde la población Las categorías sociales más activas no se identifican con movimien-
agrícola —casi toda pobre— representa más de la mitad y a veces los dos tos sociales, con actores de clase, porque son actores del desarrollo, a la
tercios de la PEA, el problema mayor es virtualmente, frente a la notable vez nacionalistas y comunitarios, más que actores de un tipo de organiza-
superioridad de los ingresos urbanos, un alud humano que pudiera destruir ción económico-social.
cualquier posibilidad de desarrollo económico urbano, hipótesis muy cerca- Esta es una de las características más visibles del continente latino-
na a la realidad en algunos casos y especialmente en el Perú contemporáneo, americano. En estas tierras donde hay tanta miseria, distancias sociales y
donde el crecimiento de Lima absorbe una proporción enorme de los recur- económicas tan agresivamente exageradas y tantas políticas represivas,
sos de la nación en gastos necesarios a la sobrevivencia, a nivel muy bajo, casi no hubo, después de la Revolución mexicana en la cual el zapatismo
de una enorme aglomeración. La lenta desagregación del sistema latifundio- fue un movimiento social revolucionario, grandes movimientos revolu-
minifundio y los esfuerzos de los minifundistas aislados para sobrevivir o, cionarios y en particular grandes revoluciones agrarias u obreras. Bolivia
incluso, para crear nuevas zonas de colonización, como en la Amazonia en 1952 y Nicaragua de 1974 a 1978 son los únicos ejemplos de acción
brasileña o en el Peten guatemalteco, indican, por el contrario, el papel revolucionaria de masa. Es imposible considerar la violencia en Colombia
positivo de la capacidad de resistencia de la estructura agraria tradicional, como un movimiento revolucionario; las Ligas Campesinas brasileñas
lo que también significa que el costo principal de la acumulación capita- fueron más mesiánicas que revolucionarias y si el movimiento del Valle
lista es pagado por los campesinos pobres y no por los obreros industriales, de La Convención en el Perú fue un movimiento revolucionario, repre-
lo que limita, en consecuencia, el alcance de las luchas de clases modernas. sentó una excepción frente a las guerrillas en zonas rurales dirigidas por
En tercer lugar los Estados elaboran políticas desarrollistas. El activistas políticos urbanos. La debilidad de los actores de clase consti-
caso más notable es el de México, pero Luciano Martins (1973) ha demos- tuye uno de los elementos estructurales del sistema, lo que indica, por
trado la importancia y la continuidad de la obra industrializadora del régi- oposición, la importancia de la Unidad Popular chilena que movilizó a
men getulista en Brasil. En Chile la creación de la COREO fue considerada partidos y sindicatos de clase.
como la obra más importante del gobierno del Frente Popular6. Desde el punto de vista "positivo", el elemento más notable es
la fuerte capacidad de inversión ya señalada, pero que durante algunos
Importación Retención del exceso de años fue casi "olvidada". Cabe recordar, en particular, que el empleo manu-
de recursos -población rural facturero creció a una tasa de 3.8 por ciento anual entre 1950 y 1980 y
T
Desarrollismo
subió del 12.5 al 18.1 por ciento de la PEA total. Este aumento fue leve-
mente superior en el sector manufacturero moderno y más rápido que el
crecimiento del empleo manufacturero de los Estados Unidos de 1870 a
Factores positivos y negativos pueden combinarse. Se observa, en par- 1900. El dinamismo de la industria latinoamericana aparece más clara-
ticular, que gran parte de los capitales extranjeros no fueron aprovechados mente si se elimina el caso de Argentina, país industrial importante, pero
34 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 35

que no participó en las últimas décadas en el progreso general del conti- Tensión entre 1 y 3. Una tasa alta de inversión, combinada con un
nente10. capitalismo limitado, significa un rendimiento bajo de las inversiones y en
En el terreno social el aspecto más positivo es una movilización particular un exceso de inversiones no reproductivas.
muy fuerte a través de la importancia de las migraciones, de la apertura El consumo ostentatorio, la formación de barrios de clase alta
de la sociedad urbana y de las intervenciones del Estado. Esta participa- aislados, el nivel de ingreso sumamente alto de la categoría de los gerentes,
ción está aprovechada en gran parte por una clase media definida por su son aspectos de un desequilibrio tal que no se explica enteramente por la
nivel de educación. Esta movilización está estrechamente vinculada al sis- formación de un mercado limitado de bienes durables de alta tecnología.
tema político. En muchos países, la mayoría de los ciudadanos ha recibido Tensión entre 2 y 4. Los factores sociales no actúan de manera
derechos políticos mucho antes que en los países centrales, como Gran directa frente a otros actores, sino que todos se refieren a un modelo de
Bretaña a nivel comparable de industrialización. Esta participación en participación ampliada, análogo a la noción norteamericana de middle
una política y cultura de masa es aún más sorprendente si se le compara class, estrechamente vinculada en América Latina al escenario político.
con la elevada tasa de subempleo y pobreza en América Latina. Tensión entre 1 y 4. Subempleo y alta participación cultural urbana
Estos cuatro elementos constituyen el modelo de desarrollo latino- desplazan el terreno principal de expresión de las demandas sociales de
americano, porque incluyen el conjunto de las fuerzas negativas y positivas la producción a la ciudad, de tal manera que las reivindicaciones se expre-
que revisamos. san en términos de consumo —desde el tema de las necesidades básicas y
de la pobreza hasta el tema de la extrema riqueza, según la expresión de
Fernando Dahse (1979)— más que en términos de relaciones de producción.
ECONOMÍA SOCIEDAD Y POLÍTICA Tensión entre 2 y 4. Los grupos económicos y políticamente diri-
gentes tienen una capacidad de acción organizada mayor que la de los
Limitaciones de la Capitalismo Segmentación grupos intermedios y bajos. Mientras en Europa Occidental las "clases
industrialización limitado de los actores sociales peligrosas" se incorporaron muy rápidamente a las "clases trabajadoras"
dependiente o fueron reducidas a la definición peyorativa de "lumpen proletariado",
® © en América Latina los "marginales" o el sector "informal" son categorías
constantemente utilizadas, lo que indica el papel central de categorías con
Componentes de
una sociedad Tasa alta
CD ©
Alta participación
poca capacidad de acción colectiva organizada.

industrial de inversión político-cultural urbana

D. UN DESARROLLO DIFÍCIL
4. Tensiones estructurales Conviene agregar al estudio de los modelos de desarrollo, definidos en tér-
minos todavía económicos y a partir de la naturaleza de la elite que dirige
Lo que caracteriza este modelo es la importancia de sus tensiones la modernización, un estudio más dinámico de los procesos so ció culturales,
internas. El modelo central capitalista es homogéneo, en el sentido de que se de los "actos" de desarrollo, para definir de manera completa la especificidad
define por la identificación de un tipo de sociedad, moderna o industrial latinoamericana. El desarrollo no es modernización linear; es salida de un
o capitalista, con un proceso de transformación histórica, definida por la tipo de sociedad, de un orden social y entrada a otro tipo societal, definido
modernización y la racionalización; los modelos estatizantes, en tanto, son a la vez por formas específicas de inversión económica y de demandas socia-
dominados por el papel central del Estado industrializador y voluntarista; les. Esta salida supone, por un lado, una ruptura que puede ser una revolu-
por el contrario, el modelo latinoamericano combina elementos caracterís- ción o un movimiento de reforma religiosa y, por el otro, una cultura racio-
ticos de la sociedad industrial con otros que no son precondiciones de la nalizadora que corresponde al tema de la modernización, que sufre de ser
industrialización, sino más bien limitaciones provenientes de la dependen- rechazado por los nacionalistas y culturalistas y de ser identificado con la
cia o de la permanencia de los sectores tradicionales. Por eso, ninguna totalidad del desarrollo por los "iluministas" y positivistas. No hay desarrollo
crítica logró eliminar la idea del dualismo. Las sociedades latinoamericanas si no existen actores que rompan con un orden en crisis y se apoyen en la
están sujetas a un proceso de dualización no solamente entre regiones, sino razón contra la tradición, y si no existe un poder modernizador que permita
más bien entre la dinámica interna del sector moderno y la combinación o fomente la formación de nuevas inversiones y finalmente si no se forman
de dependencia y tradicionalismo que resiste a esta dinámica. demandas nuevas. El desarrollo supone apertura y ruptura tanto como orien-
Pero es más importante destacar la fuerza de las tensiones que exis- taciones culturales y poder. Si se combinan estos dos ejes de análisis: salida
ten entre elementos que pertenecen, uno a la sociedad industrial y el otro del tipo antiguo de sociedad-entrada al tipo nuevo y apertura-orientación,
al proceso de cambio histórico. el esquema general del proceso de desarrollo aparece en el siguiente cuadro:
36 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO
CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 37

Apertura Orientaciones
subió de 42.1 a 61.8 por ciento del continente. La modernización pasiva
1 "T ~|
Salida i Ruptura | Cultura modernizadora de países exportadores puede darles una ventaja temprana, pero estos países
modernos tienen poca capacidad de modernización y utilizan mal la crisis
1 (challenge) I (racionalizador) del sistema internacional y sus propios recursos, porque su política se limita
1 A ' B a distribuir, de manera generalmente amplia, los resultados de un crecimiento
generado desde afuera más que desde adentro. El modelo dependiente de
1 C 1 D desarrollo puede conducir al estancamiento y a la crisis si no se transforma
Entrada 1 Demandas , Poder modernizador en un proceso más voluntarista. De la misma manera que durante largos años
los Estados Unidos fueron más modernos que el Japón, mientras éste estaba
j j . J más modernizado, en América Latina los países más modernos del Cono
Sur han perdido terreno frente a los Estados voluntaristas, modernizadores,
Este cuadro muestra la existencia de cuatro procesos de desarrollo, como Brasil y México. A la imagen neutra de modelo dependiente de desa-
de cuatro vías para pasar de un tipo societal a otro. De estos cuatros tipos, rrollo se agrega ahora la imagen más dramática de la oposición entre un
dos aparecen más simples y tal vez más fundamentales. El primero da la proceso más moderno, más abierto y más democrático pero rápidamente
prioridad a la ruptura y a la formación de nuevas demandas. Es el modelo agotado, de desarrollo y un proceso más brutal, que crea o mantiene desi-
capitalista, de destrucción creadora, según la idea de Schumpeter, de rup- gualdades sociales mayores pero construye una gran industria y una fuerte
tura política o religiosa, tal como la vivieron Gran Bretaña, los Países Bajos capacidad estatal y privada de decisión y de innovación económica. No se
y Francia en formas muy distintas. Este modelo supone la intervención trata solamente de oponer dos grupos de países, sino de manera más amplia,
de los dos demás factores, pero pone el énfasis en los factores de apertura, de describir los obstáculos al desarrollo que provienen de una ausencia de
simbolizados por el comercio marítimo. Al contrario, el modelo llamado ruptura social y política o del consumismo político y de observar la crisis
socialista es voluntarista, da la mayor importancia al progreso de la razón y las limitaciones más y más visibles de este proceso consumista de desa-
o de las fuerzas productivas, que son su expresión concreta, y al poder rrollo, antes de considerar en qué forma y en qué circunstancia aumentan
modernizador, partido o Estado heredero del despotismo ilustrado de en América Latina la voluntad y la capacidad de un desarrollo concebido
la Europa del siglo XV11I. como acción desarrollista.
Estos dos procesos de desarrollo no corresponden al modelo libe-
ral y al modelo revolucionario analizados al comienzo de este capítulo;
representan imágenes más extremas del desarrollo, como espíritu empre-
sarial o como voluntad estatal representados por los "robberbarons" norte- E. CONCLUSIONES
americanos del siglo pasado o por Pedro el Grande en Rusia o sus herede-
ros contemporáneos. Más complejos son los tipos intermedios que com- 1. La finalidad de estos análisis no es la de formarnos una imagen suma-
binan elementos de apertura con elementos de orientación cultural. El mente simplificada y general de la situación de muchos países durante
proceso más voluntarista combina un poder modernizante con una ruptura un largo período de tiempo, sino, por el contrario, de crear instrumentos
social. La revolución Miji es el ejemplo más perfecto de un proceso volun- de análisis que permitan entender mejor las diferencias entre países o grupos
tarista y nacionalista de desarrollo; el kemalismo en Turquía es otro ejem- de países y entre períodos históricos. Su utilidad será demostrada solamente
plo de gran importancia. El análisis del modelo latinoamericano de desa- por su capacidad de interpretarle manera coherente,una gran variedad de
rrollo indica claramente cuan alejado está de tal proceso, ya que se carac- situaciones históricas. Más aún, su finalidad principal es permitir la identi-
teriza por una ausencia de ruptura entre oligarquía y nueva burguesía y ficación de los actores del proceso político y de sus formas de acción colec-
por una capacidad estatal limitada. Al contrario, el proceso que combina tiva, de los mecanismos de decisión, de las formas de organización social
cultura modernizadora y nuevas demandas corresponde bien a las socie- y de innovación cultural.
dades dependientes. El Cono Sur y especialmente Argentina al final del El tipo de desarrollo dependiente no constituye una generalización
siglo pasado fue fuertemente modernizado y se abrió a ideas, demandas histórica, un resumen de la historia contemporánea de América Latina,
y formas de organización social, en gran parte importadas de Europa, iden- sino más bien la expresión de una hipótesis general: las conductas de los
tificada en esta época con la modernidad. ¿Pero cómo no darse cuenta actores sociales no pueden ser explicadas ni por una lógica externa ni por
que los países más próximos a este tipo modernizante-consumidor de desa- valores específicos ni por las leyes de la evolución histórica ni por el carác-
rrollo son precisamente aquellos que conocieron durante el último medio ter nacional, sino solamente como expresión de las orientaciones y tensio-
siglo el crecimiento más lento, mientras los países más próximos al modelo nes internas de un tipo específico de desarrollo.
japonés-turco, como México y Brasil, mejoraron rápidamente su posición 2. El análisis de los cambios sociales y políticos en América Latina
relativa en el continente? Argentina, Chile y Uruguay generaban 41 de la ha seguido en general un método histórico y comparativo, apoyado en el
producción industrial de América Latina en 1950, pero sólo 20.5 en 1978, conocimiento de las etapas de las relaciones económicas entre los países del
mientras en el mismo período la producción industrial de Brasil y México continente y los mercados centrales de bienes y de capitales. La limitación
38 PRIMERA PARTE / EL MODELO LATINOAMERICANO CAPITULO II / EL DESARROLLO LATINOAMERICANO 39

de este método, que ha producido obras de alta calidad, es que no puede NOTAS
definir las relaciones que existen entre varias orientaciones de la acción
1 Aunque no se analizarán sistemáticamente en este sentido diferencias entre países, es útil recordar
colectiva y cómo se vinculan entre sí los efectos de la dependencia nacional, la categorización propuesta por PREALC;
de las relaciones de clases y de la modernización. Parece, entonces, útil com- a) Países donde el sector agrario representa menos de 25% de PEA: Argentina, Chile, Uruguay,
plementar estos estudios con un análisis de las categorías de la acción social Venezuela.
en América Latina. En los países latinoamericanos, como en otros, se em- b) Países con fuerte proceso de migraciones rural urbanas: México, Panamá, Costa Rica, Brasil,
plean categorías como: clase, partido, sindicato, democracia. Estado, revolu- Colombia.
c) Países donde el sector agrario representa todavía más de 40% de la PEA: Guatemala, Ecuador,
ción, y a nivel descriptivo: obreros, campesinos, clase media, burguesía, Bolivia, El Salvador.
elite, pueblo, oligarquía. Es indispensable, entonces, precisar el contenido 2 Parece inútil recordar aquí la importancia central de las obras tan conocidas de R. Prebisch, C.
de estos términos y compararlos con el uso que se hace de ellos en otras Furtado, A. Pinto, O. Sunkel y otros como analistas de las relaciones de dependencia.
regiones del mundo y en otros períodos históricos. 3 Cf. en particular Klein (1981).
La segunda parte de este documento será dedicada al estudio de las 4
Mientras los mejores estudios, incluso los de Cardoso y Reyna, insistían a fines de los años 60
categorías de análisis en la definición de los actores sociales. Más adelante sobre la reducción relativa de la mano de obra industrial dentro de la PEA al comienzo de los
se estudiarán, de manera paralela, las pautas de acción colectiva. años 80, la tendencia opuesta se revela más fuerte. Si se agrega a los obreros, los técnicos y el
sector de servicios vinculados a las actividades de producción y si se elimina dentro del sector
3. El presente trabajo, a pesar de su carácter a veces esquemático, secundario a los artesanos, la progresión del sector industrial moderno es aún más notable. La
ha logrado cuatro resultados principales, que conviene formular brevemente demostración estadística de esta tendencia constituye un aspecto de mayor importancia de la
antes de considerarlos más detenidamente. redefinición actual del modelo económico latinoamericano.
— Existe un modelo latinoamericano de acción social definido por s Datos generales sobre inversiones extranjeras aparecen en R. Ffrench Davis (1981).
6
la interdependencia estructural de tres tipos de categorías relacionadas . Los gastos totales del gobierno central representan una parte creciente del PIB. Alrededor de
1968, esta parte es especialmente alta en Chile (36.1), Uruguay (27.9), Argentina (27.0), Brasil
con la industrialización, la dependencia y la modernización. Los actores (27.1), pero es notablemente baja en Colombia (14.7) por ciento.
históricos pueden siempre ser ubicados en los tres ejes de análisis al mismo 7
Lo que subraya la importancia de la caída de la tasa de inversión en los años recientes en algunos
tiempo. países como Chile.
— Los actores y pautas de acción pertenecen de manera simultánea 8 Cf. R. Prebisch (1981), p. 165 : "El excedente no tiende a desaparecer mediante el descenso de los
a la sociedad industrial y al proceso de industrialización o, de manera más precios por la competencia entre empresas aunque sea limitada, sino que se retiene y circula en
general, de desarrollo. Los análisis sincrónicos y diacrónicos no pueden ellas. Se trata de un fenómeno estructural y dinámico. El crecimiento de la producción de bienes
ser separados; todas las categorías pertinentes son mixtas. finales, gracias a la continua acumulación de capital, exige acrecentar anticipadamente la pro-
ducción en proceso de la cual surgirán cierto tiempo después los bienes finales. Y por ello, las
— No existe, de manera general, una relación de representatividad empresas pagan crecientes ingresos de donde surge la mayor demanda que absorba, sin descenso
entre grupos sociales, fuerzas políticas y expresiones ideológicas, sino una de los precios, la oferta final aumentada por el incremento de la productividad.
desarticulación que produce una fuerte autonomía de cada uno de los 9
El caso brasileño es característico de una creciente concentración del ingreso. Cf. José Serra (1981).
componentes de la acción colectiva en relación con los demás.
4. No existe una separación nítida entre sociedad civil y Estado. Distribución del ingreso de la PEA
El Estado interviene como actor político, cultural, social y económico
en la vida social y los actores sociales responden más directamente a las 1960 1970 1980
intervenciones del Estado que a las iniciativas de otros actores sociales. 20% más bajos 3.9 3.4 2.8
Así se justifica la hipótesis de un modelo latinoamericano dife- 50% más bajos 17.4 14.9 12.6
10% más altos 39.6 46.7 50.9
rente tanto del modelo central, europeo o norteamericano, dominado 5% más altos 28.3 34.1 37.9
por categorías civiles como interés, racionalización, clases, representati- 1% más altos 11.9 14.7 16.9
vidad, ideología, como del modelo dominado por capacidad hegemónica Un análisis más general se encuentra en el trabajo clásico de M.C. Tavares y J. Serra (1971).
de un Estado identificado con un proyecto a la vez social y nacional. El 10
Fernando Dahse (1979). Datos sobre la importancia creciente de la industria manufacturera
modelo latinoamericano no tiene ningún principio o eje central; combi- se encuentran en Norberto E. García (1982b).
na —sin integrarlas totalmente— varias dimensiones y componentes de la
acción social.
5. Las sociedades latinoamericanas están permanentemente orien-
tadas por dos tendencias opuestas: la formación de sociedades industriales
modernas y la acumulación de los obstáculos al desarrollo: dependencia
externa, influencia de una oligarquía más especuladora que desarrollista
y regímenes represivos. La tensión entre estas tendencias opuestas crece
a medida que aumenta el nivel de modernización económica y de movi-
lización social.
Segunda Parte
ACTORES Y PAUTAS
DE ACCIÓN
COLECTIVA
CAPITULO I
PRINCIPIOS DE ANALISIS

Conviene ahora transformar la definición del modelo latinoamericano en un


análisis más directo de las categorías de la acción social en el continente.

El modelo elaborado :

capitalismo segmentación de los


limitado 2 actores sociales

alta tasa de alta participación


inversión sociocultural urbana

indica ante todo que los actores históricos en América Latina son definidos
en términos de funcionamiento de una sociedad industrial a la vez que de
procesos de cambios de industrialización. La tradición europea, en general,
ha reconocido la importancia central de los actores de clase característicos de
una sociedad industrial, de empresarios y de obreros principalmente. En los
Estados Unidos no se da una correspondencia tan directa entre categorías
socioeconómicas y actores político-sociales. Ahí la movilidad colectiva y la
inferioridad relativa de los grupos étnicos recién llegados tienen una importan-
cia tan grande en la formación de las actividades políticas como la situación
ocupacional y económica. En América Latina, la situación de clase y la posi-
ción dentro del proceso histórico de cambios se mezclan de manera aún más
profunda, a tal punto que el primer principio de análisis de los actores
44 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO I / PRINCIPIOS DE ANALISIS 45

históricos es que siempre son mixtos. Las categorías "puras", definidas por federaciones o los sindicatos de grandes empresas. En Chile es más útil
una sola dimensión, en otras partes del mundo tienen una importancia cen- definir las condiciones de cada gremio que describir las orientaciones de las
tral, pero en América Latina no la tienen. La debilidad de los partidos de clases medias.
clase —con la excepción parcial de Chüe- tiene muchas explicaciones, pero Más importante aún es la duaiización visible de las grandes categorías
la generalidad es la imposibilidad de diferenciar entre categorías "estructu- socioocupacionales. La oposición de la gran industria y de la pequeña indus-
rales" y categorías que pertenecen a un análisis del proceso de industriali- tria o, de manera más extrema, el sector formal y del sector informal, tiene
zación y, más generalmente, de desarrollo. Por eso en general es difícil gran importancia en todos los países latinoamericanos, al igual que en otros
hablar de movimientos sociales en América Latina si por ello uno entiende países industriales tales como Corea del Sur. El sector tradicional y el sector
acciones colectivas orientadas hacia el control social de los recursos cultu- moderno coexisten y se mezclan sin que el sector moderno elimine rápida-
rales centrales —inversiones económicas, sistemas de conocimiento, mode- mente al tradicional, como lo han demostrado García y Tokman en los traba-
los éticos— en un tipo societal específico, por ejemplo, la sociedad indus- jos ya mencionados. Si bien es cierto que los inquilinos, arrendires o caipiras
trial. Es más adecuado hablar de movimientos o luchas históricas, pero brasileños desaparecen, la agricultura no se vuelve dominada por trabajadores
recordando que estas luchas, orientadas hacia el control del proceso de agrícolas asalariados, permanentes o temporarios, sino más bien por la coexis-
cambio histórico, movilizan también a actores definidos dentro del sistema tencia en proporción variable de asalariados y minifundistas. De la misma
industrial o de cualquier otro tipo societal. A veces este carácter mixto de manera, existe todavía en la mayor parte de los países una gran distancia
los actores desaparece y por un lado existen capitalistas y asalariados y, -que no significa separación completa- entre varios sectores industriales y
por otro, fuerzas nacionalistas, grupos tradicionalistas o masas urbanas. en particular entre empresas nacionales o extranjeras, públicas o privadas.
Esta disociación de categorías que pertenecen a la sociedad industrial y De manera más profunda, se observa en América Latina una ausen-
de actores definidos en términos de dependencia o de marginalidad puede cia de correspondencia entre situaciones objetivas y capacidad de acción.
llegar hasta una duaiización extrema de la vida política que resulta de la Proudhon, en los comienzos de la industrialización, afirmaba la "capacidad
disociación de los actores "internos" y de los actores "extemos" que son política de las clases trabajadoras" con la idea de demostrar que era posible
a la vez el capitalismo extranjero y los que pertenecen al sector informal. la autonomía de la clase obrera. Por el contrario, se puede afirmar que en
Esta duaiización resulta de la debilidad y segmentación de todos los actores América Latina las clases, como categorías socioeconómicas, tienen poca
sociales y de la predominancia de dirigentes propiamente políticos como cau- capacidad de acción autónoma, como lo han demostrado los estudios reali-
dillos, líderes carismáticos, o dictadores, sobre partidos representativos. zados sobre los empresarios en Colombia, Chile, Argentina y especialmente
De manera más concreta, el cuadro general indica que los actores so- en Brasil.
ciales que juegan un papel en la historia contemporánea de América Latina Femando H. Cardoso, cuando describe en varios escritos los "anillos
tienen cuatro características principales que corresponden a los cuatro ele- burocráticos" que unen sectores económicos y sectores burocráticos del Es-
mentos del modelo de desarrollo. tado, da una imagen mucho más reflexible de esta unión que los observado-
res apurados, que presentan al Estado o a los partidos como los "agentes" de
una clase o de una fracción de clase. Por eso los líderes políticos tienen gran
A. SEGMENTACIÓN autonomía de acción. Por ejemplo, Juan Lechín, líder del Sindicato clasista
de los mineros bolivianos, es también un dirigente político que utiliza de
Más que clases sociales fuertemente integradas, actúan grupos sectoriales o manera caudillesca su poder sindical dentro del sistema político nacido de la
revolución de 1952.
grupos de intereses segmentados. Es más útil en general hablar de los cafete-
ros, de los agroexportadores o de las empresas siderúrgicas o petroleras que Esta debilidad de los actores de clase explica la presencia reducida de
del patronato o de la clase empresarial en su conjunto. Conviene aquí intro- grandes movimientos revolucionarios. Si uno se refiere a la definición clásica
ducir la noción de heterogeneidad estructural que fue desarrollada por Aní- de una revolución como movimiento reivindicativo popular asociado a la des-
bal Pinto (1970) como la expresión social más directa de la duaiización trucción política de un "antiguo régimen" los únicos ejemplos importantes
vinculada a la dependencia O. Sunkel (1978) da a esta noción una forma son los de México (1910-17), de Bolivia (1952) y de Nicaragua (1979). La
extrema, analizando las sociedades latinoamericanas como divididas en revolución cubana, dirigida, no por un movimiento de masa sino de manera
cuatro sectores que son en realidad sociedades parciales: el sector extranjero, deliberada, a partir del grupo reducido de los guerrilleros de la Sierra, no co-
el nacional público, el privado nacional tradicional y el sector privado rresponde a esta definición, lo que no le quita su importancia capital. La
nacional moderno. Se requieren más estudios para comprobar una hipótesis ausencia de fenómenos revolucionarios de gran envergadura en Brasil, México
tan fuerte, pero ésta ayuda a criticar la idea de una sociedad y economía y Argentina durante el último medio siglo es notable, y no fue predominante
nacionales, que constituyeran el marco de referencia normal de todos los en la Unidad Popular chilena. Las situaciones revolucionarias no se transfor-
fenómenos sociales. man en revoluciones, lo que no puede ser explicado solamente por la repre-
Si uno considera el sindicalismo obrero, esta segmentación aparece sión, que fue muchas veces más limitada de lo que en Europa en 1848, en
muy real. Las confederaciones sindicales son a menudo más débiles que las 1871 o en 1905.
46 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO I / PRINCIPIOS DE ANALISIS 47

B. LIMITES DE LA ECONOMÍA NACIONAL C. MOVILIDAD

El tema de la dualización, introducido en primer lugar por J. Lambert en su La elevada tasa de inversión y de crecimiento económico implica una tasa
análisis de la sociedad brasileña, ha sido en general empleado y criticado de muy alta de movilidad en países donde la industrialización y la urbanización
manera superficial. No existen, yuxtapuestos, dos países, uno moderno y el crecen al mismo tiempo que disminuye rápidamente, en términos relativos,
otro arcaico. Tal idea, aceptable a un nivel descriptivo y ampliamente utili- la población activa agrícola y la parte del PIB que corresponde a la agricul-
zado en muchos países, de Gran Bretaña, Francia e Italia hasta los Estados tura; esto crea una fuerte disociación entre situación colectiva de trabajo y
Unidos o el Japón, deja obscura la relación entre zonas de nivel diferente de movilidad personal. Si bien es cierto que es exagerado definir a la mayoría
industrialización. De manera inversa, es arbitrario reducir el subdesarrollo de los obreros industriales sin calificación como emigrantes, cómo si su
interno a los intereses del sector capitalista que utilizaría el bajo nivel de vida comportamiento fuese enteramente determinado por la situación de desarrai-
campesino para mantener sueldos urbanos bajos y sus propias ganancias a un go del mundo rural y de entrada a la sociedad urbano-industrial, es evidente
nivel alto. La dualización de las sociedades latinoamericanas es la consecuen- que muchos obreros se comportan, o como recién llegados, o como candi-
cia directa de su dependencia: parte de los recursos y de la población están datos a la salida del mundo obrero. Esta situación es comparable a la de los
en relación directa con los mercados de bienes y servicios y con las ideas de Estados Unidos, donde una proporción mayor que en Europa de blue collars
los países centrales, pero esta penetración no es nunca total. Argentina y intenten pasar a la categoría de los white collars.
Uruguay, al comienzo del siglo, a pesar de una extrema modernización urba- Esta importancia de la conducta de movilidad aumentó en forma
na, mantuvieron una sociedad rural tradicional y, en el primer caso, zonas, de extrema en el caso de jóvenes de clase media durante el boom chileno (Va-
Tucumán a Salta en particular, muy alejadas de la economía exportadora de lenzuela y Solari, 1982). Desideologización y desconfianza respecto a los
la pampa húmeda y de Buenos Aires. La dualidad alcanzó a un nivel extremo políticos se mezclaron con una conciencia fuerte pero no politizada de los
en países andinos como Perú y Ecuador. problemas sociales. Esta forma patológica de economía de mercado creó
La industrialización y las políticas de desarrollo "hacia adentro" han una cultura dominada por la disociación de los problemas individuales y de
disminuido esta dualización que, sin embargo, se mantiene a través de sus la acción colectiva.
transformaciones. Si en 1900 el sector vinculado a las exportaciones (y a las
importaciones que éstas permitían) aparecía más moderno, casi un siglo
después el mercado interno es, en la mayor parte de los países, salvo en D. PREDOMINANCIA DE LAS CATEGORÍAS POLÍTICAS
América Central y el Caribe, la base principal de la economía, y la dualiza-
ción opone sectores que participan a la economía nacional y sectores margi- De alto nivel de participación sociocultural y a veces política que conforma
nales, situados a la vez en los estratos bajos: sectores formales y pobres del contraste tan acentuado con la limitada capacidad de integración ocupacio-
campo y de la ciudad, y en los estratos altos: oligarquía o grupos ricos que nal y económica, tiene una consecuencia directa: la fusión de categorías so-
protegen privilegios acentuados por una extrema concentración de los ingre- ciales con categorías políticas. La prioridad otorgada tan fácilmente por el
sos y que exportan sus capitales cuando las tasas de interés internacionales pensamiento europeo al status socioocupacional de los actores no se justifica
son superiores a las nacionales y cuando la situación política interna es en América Latina, donde los sindicalistas se definen a menudo en primer
inestable. lugar como socialistas, démocratacristianos, liberales o comunistas, de la
La presencia de grupos "marginales" privilegiados o subprivilegiados misma manera que los empresarios colombianos son ante todo liberales o
tiene consecuencias más extremas que la segmentación de los actores que conservadores, o los uruguayos Colorados o Blancos, sin que exista una co-
participan en el sistema económico social. En Argentina, la gran burguesía rrespondencia directa y general entre categorías económicas y partidos polí-
exportadora no ha creado nunca un gran partido de derecha y varias veces ticos.
intervino en la vida política a través de golpes de Estado. De manera opuesta,
en los países andinos, muchos dirigentes o caudilllos oligárquicos se apoya-
ron en la "plebe" urbana y a veces utilizaron un lenguaje de tipo populista. E. HETEROGENEIDAD DE LAS CONDUCTAS
Las clases medias tienen una fuerte conciencia de su identidad porque se con-
sideran como el núcleo central de la sociedad nacional frente a una oligar- La combinación de estos cuatro principios de análisis: segmentación de las
quía extranjerizante, a marginales y, antes de todo, a campesinos pobres categorías económicas, límites de la "sociedad nacional", distancia entre si-
que no participan en la vida cultural política y económica nacional. Esta tuación colectiva y experiencia personal y fusión del status económico, de la
conciencia de los límites de la "ciudadanía" real es aún más aguda cuando influencia política y del nivel de participación en el consumo, hace más difí-
gran parte de la población campesina es indígena y chola. Frente a países cil y hasta peligroso identificar grandes categorías socioocupacionales con
fuertemente integrados como Noruega, Suecia y Dinamarca por un lado, el actores sociopolíticos. Ni los trabajadores agrícolas ni las clases medias ni
Japón por el otro, la distancia entre el país real y el país integrado aparece siquiera los obreros industriales representan categorías con cierta homoge-
más grande en América Latina que en Europa continental o en los Estados neidad cultural y política, de tal manera que no son actores históricos autó-
Unidos, zonas de integración intermedia. nomos y reales aunque el comportamiento de los miembros de tales categorías
48 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II
LAS CATEGORÍAS SOCIALES
tenga desde luego una gran importancia. Esto lleva a una observación clá-
sica que puede ser presentada en dos formas complementarias. Casi todas las
categorías sociales tienen atributos que son a la vez de ascription (situación
transmitida) y de achievement (situación adquirida). Cardoso y Faletto es-
criben: "La complejidad de la situación de subdesarrollo da lugar a orienta-
ciones valorativas que, aún siendo contradictorias, coexisten. Parecería que
se producen a la vez ciertas situaciones en las cuales la actividad de los grupos
sociales corresponde a las pautas de las 'sociedades industrializadas de masa'
y otras en las que tienen predominancia las normas sociales, de las '^situacio-
nes de clase' y hasta de las 'situaciones estamentales' " (Cardoso y Faletto,
1969).
La otra expresión de esta heterogeneidad de las conductas es la simul-
taneidad de etapas sucesivas de evolución en América Latina, lo que hace
muy difícil caracterizar ésta como sociedad industrial capitalista, incluso si se
agregan las palabras "tardía" o "dependiente" a esta identificación general.
Sociedad rural, sociedad mercante, sociedad industrial y a veces postindus-
trial coexisten y la historia se expresa en la geografía.
Los actores estructurales y los agentes del proceso de cambio no pue-
den ser separados, lo que vuelve a la idea central según la cual las categorías
de análisis son mixtas, combinan categorías estructurales y categorías defini-
das por su papel en el proceso de cambio histórico.
El cuadro siguiente indica las características de la acción social que
corresponden a los elementos del modelo dependiente de desarrollo:

A. LOS TRABAJADORES AGRÍCOLAS


Limitación de la "sociedad nacional" No correspondencia de las situaciones
económicas y de los actores sociales. 1. ¿Penetración del capitalismo'!
Separación de la situación colectiva Predominancia de las categorías polí- Hasta los años sesenta la imagen del mundo rural que prevalecía en
y de la experiencia personal ticas sobre las categorías sociales. América Latina era la de la pobreza, del aislamiento y del bajo rendimiento
de los latifundios. La conclusión central era la necesidad de una reforma agra-
ria ya realizada en México y en Bolivia y que fue llevada a cabo en particular
en Chile y en Perú, con la idea de crear un campesinado reforzado por una orga-
nización cooperativa. Durante el período siguiente, como consecuencia del
cambio político y económico, en muchos países el énfasis se puso en el desa-
rrollo rápido del capitalismo en el agro; el caso brasileño fue considerado co-
mo una demostración de la fuerza irresistible de la "lógica" del sistema capi-
talista. El elemento común de estas dos orientaciones fue la idea de una rápida
e inevitable incorporación del sector agrícola a la economía nacional, sea a
través de una destrucción brutal, sea de manera más controlada y protegida
por organismos de reforma agraria. Pero estas visiones modernizantes, de
izquierda o de derecha, se encuentran puestas en tela de juicio por el hecho
de que el número de los pequeños productores disminuye menos rápidamen-
te que el número de asalariados o, en otros casos, aumenta más rápidamente.
Emilio Klein (1981) presenta los datos de la manera más clara:
50 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 51

DIFERENCIAS DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO importancia que las clases. En realidad, la forma original más importante de
CAMPESINO Y DEL EMPLEO ASALARIADO explotación de la tierra fue la hacienda orientada hacia el mercado externo
(Valores positivos indican diferencia (la mina puede ser considerada como un tipo particular de hacienda) y para
en favor del empleo campesino) evitar la formación de un mercado interno y por lo tanto de un campesinado
organizado en formas no capitalistas de trabajo, utilizando colonos1. La
Países 1950-60 1960-70 Países 1950-60 1960-70 crisis de la economía colonial ha provocado el encerramiento de regiones
agrícolas.
Argentina + 3.5 -1.2 Honduras -1.9 -1.4 A partir de la mitad del siglo XVIII la regresión de la caña en el nord-
Bolivia n.d. + 2.9 México -5.9 -1.9 este brasileño provoca la extensión de la agricultura de subsistencia. Más re-
Brasil + 2.2 + 0.5 Nicaragua -0.3 -0.0 cientemente, la declinación en las regiones de plantación, de los engenhos,
Colombia + 0.4 -2.3 Panamá -5.2 -3.4 frente a las usinas, ha reforzado indirectamente la imagen de la hacienda pa-
Costa Rica + 2.2 -2.4 Perú n.d. + 3.3 trimonial. En realidad, en el Brasil, en el Caribe, y de manera aún más acen-
Chile + 0.2 -3.3 Rep. Dom. n.d. -5.7 tuada en el sur de los Estados Unidos, antes de la abolición de la esclavitud,
Ecuador + 1.7 + 0.3 Uruguay n.d. + 1.7 el status del trabajador agrícola correspondía a un status de esclavo, más
El Salvador -5.8 + 5.7 Venezuela + 2.1 + 2.3 duro en regiones donde la producción estuviera más directamente incorpora-
Guatemala n.d. + 8.3 da al mercado internacional, como lo ha demostrado Genovese (s.f.).
El sistema de la plantación no es diferente, en sus rasgos fundamenta-
les, de la asociación latifundio-minifundio que caracterizó a la agricultura
En el caso tan aludido de Brasil, Filgueira y Geneletti (1981) demues- latinoamericana y cuya especificidad descansa en la asociación de una pro-
tran que los asalariados agrícolas han caído más en porcentaje de la PEA que ducción para el mercado y de relaciones no capitalistas de trabajo, ejemplo
los trabajadores por cuenta propia y familiares: importante del principio de la no correspondencia de la situación económica
y del status social en América Latina.
Los inquilinos chilenos, o los yanaconas del Alto Perú, o los huasi-
1950 1960 1970 pungos ecuatorianos, trabajaban los fundos o haciendas que producen en gran
parte para el mercado nacional o internacional, pero dividen su tiempo entre
Asalariados agrícolas 21.4% 13.7 11.6 las faenas que necesita la hacienda y su propia parcela y viven en condiciones
Trabajadores por cuenta propia y que a veces se acercan a la servidumbre y a veces a la vida del minifundista.
familiares no remunerados 39.1 35.5 32.5 En todos los casos, peones, colonos y mayoría de los minifundistas que tam-
bién trabajan en parte en las haciendas no constituyen ni un campesinado ni
Varias interpretaciones fueron presentadas de esta dualización persis- un proletariado agrícola.
tente que obliga a revisar la tesis de la modernización inevitable del agro por Pero existen grandes diferencias regionales entre las situaciones campesinas.
vías capitalistas o no capitalistas. Por un lado, se intenta reincorporarla den- Muy clara, por ejemplo, es la oposición en el Ecuador entre la hacienda de
tro de la lógica del desarrollo capitalista; por el otro, se insiste en la distancia la Sierra, a menudo muy extensa y dominada por relaciones tradicionales, de
cultural que separa el campo de la ciudad. Los principios de análisis elabora- dominación estamental más que clasista, y la hacienda de la Costa. A esta
dos en este trabajo orientan hacia otra dirección: la característica principal región, antes deshabitada, llegan colonos que vienen de la Sierra y que po-
de la categoría de los trabajadores agrícolas no es su subordinación a una lógi- seen pequeñas tierras, lo que les abre la posibilidad de participar en el auge
ca económica ni su especificidad cultural. Más bien es la ausencia de corres- exportador y permite a los terratenientes aparecer como los protectores de la
pondencia entre situación económica y status social en la situación tradicional región y de todos sus habitantes frente al poder central. De la misma manera
de los trabajadores agrícolas y la progresiva dualización de esta categoría que en el Perú las grandes haciendas ganaderas de la Puna y muchos latifundios
separa una categoría integrada al sistema económico dominante y otra que se agrícolas pertenecen a dueños rentistas que no participan en las inversiones y
define por su exterioridad parcial respecto al sistema económico y una lógica en la producción, mientras existe en la Costa una agricultura de exportación
tradicional de acción social y cultural; es decir, por un lado, asalariados fuertemente capitalizada, oposición que se encuentra en muchos países de
agrícolas y, por el otro, minifundistas. América Central. Sin embargo, el proceso central de cambio no es el triunfo
de latifundios sobre otro, sino la ruptura del sistema latifundio-minifundio y,
2. ¿Dualismo? de manera más inesperada, la mantención del minifundio aislado.

La oposición clásica de la Sierra y de la Costa, en términos peruanos, 3. Latifundio y minifundio


puede introducir la idea falsa de una oposición completa entre un sector to-
talmente penetrado por relaciones capitalistas de producción y de trabajo y, Esta combinación de latifundio y minifundio o de producción para
por otro lado, un sector capitalista en el cual los estamentos tienen más el mercado y de relaciones no capitalistas de trabajo tiende en muchas
50 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 51

DIFERENCIAS DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO importancia que las clases. En realidad, la forma original más importante de
CAMPESINO Y DEL EMPLEO ASALARIADO explotación de la tierra fue la hacienda orientada hacia el mercado externo
(Valores positivos indican diferencia (la mina puede ser considerada como un tipo particular de hacienda) y para
en favor del empleo campesino) evitar la formación de un mercado interno y por lo tanto de un campesinado
organizado en formas no capitalistas de trabajo, utilizando colonos1. La
Países 1950-60 1960-70 Países 1950-60 1960-70 crisis de la economía colonial ha provocado el encerramiento de regiones
agrícolas.
Argentina + 3.5 -1.2 Honduras -1.9 -1.4 A partir de la mitad del siglo XVIII la regresión de la caña en el nord-
Bolivia n.d. + 2.9 México -5.9 -1.9 este brasileño provoca la extensión de la agricultura de subsistencia. Más re-
Brasil + 2.2 + 0.5 Nicaragua -0.3 -0.0 cientemente, la declinación en las regiones de plantación, de los engenhos,
Colombia + 0.4 -2.3 Panamá -5.2 -3.4 frente a las usinas, ha reforzado indirectamente la imagen de la hacienda pa-
Costa Rica + 2.2 -2.4 Perú n.d. + 3.3 trimonial. En realidad, en el Brasil, en el Caribe, y de manera aún más acen-
Chile + 0.2 -3.3 Rep. Dom. n.d. -5.7 tuada en el sur de los Estados Unidos, antes de la abolición de la esclavitud,
Ecuador + 1.7 + 0.3 Uruguay n.d. + 1.7 el status del trabajador agrícola correspondía a un status de esclavo, más
El Salvador -5.8 + 5.7 Venezuela + 2.1 + 2.3 duro en regiones donde la producción estuviera más directamente incorpora-
Guatemala n.d. + 8.3 da al mercado internacional, como lo ha demostrado Genovese (s.f.).
El sistema de la plantación no es diferente, en sus rasgos fundamenta-
les, de la asociación latifundio-minifundio que caracterizó a la agricultura
En el caso tan aludido de Brasil, Filgueira y Geneletti (1981) demues- latinoamericana y cuya especificidad descansa en la asociación de una pro-
tran que los asalariados agrícolas han caído más en porcentaje de la PEA que ducción para el mercado y de relaciones no capitalistas de trabajo, ejemplo
los trabajadores por cuenta propia y familiares: importante del principio de la no correspondencia de la situación económica
y del status social en América Latina.
Los inquilinos chilenos, o los yanaconas del Alto Perú, o los huasi-
1950 1960 1970 pungos ecuatorianos, trabajaban los fundos o haciendas que producen en gran
parte para el mercado nacional o internacional, pero dividen su tiempo entre
Asalariados agrícolas 21.4% 13.7 11.6 las faenas que necesita la hacienda y su propia parcela y viven en condiciones
Trabajadores por cuenta propia y que a veces se acercan a la servidumbre y a veces a la vida del minifundista.
familiares no remunerados 39.1 35.5 32.5 En todos los casos, peones, colonos y mayoría de los minifundistas que tam-
bién trabajan en parte en las haciendas no constituyen ni un campesinado ni
Varias interpretaciones fueron presentadas de esta dualización persis- un proletariado agrícola.
tente que obliga a revisar la tesis de la modernización inevitable del agro por Pero existen grandes diferencias regionales entre las situaciones campesinas.
vías capitalistas o no capitalistas. Por un lado, se intenta reincorporarla den- Muy clara, por ejemplo, es la oposición en el Ecuador entre la hacienda de
tro de la lógica del desarrollo capitalista; por el otro, se insiste en la distancia la Sierra, a menudo muy extensa y dominada por relaciones tradicionales, de
cultural que separa el campo de la ciudad. Los principios de análisis elabora- dominación estamental más que clasista, y la hacienda de la Costa. A esta
dos en este trabajo orientan hacia otra dirección: la característica principal región, antes deshabitada, llegan colonos que vienen de la Sierra y que po-
de la categoría de los trabajadores agrícolas no es su subordinación a una lógi- seen pequeñas tierras, lo que les abre la posibilidad de participar en el auge
ca económica ni su especificidad cultural. Más bien es la ausencia de corres- exportador y permite a los terratenientes aparecer como los protectores de la
pondencia entre situación económica y status social en la situación tradicional región y de todos sus habitantes frente al poder central. De la misma manera
de los trabajadores agrícolas y la progresiva dualización de esta categoría que en el Perú las grandes haciendas ganaderas de la Puna y muchos latifundios
separa una categoría integrada al sistema económico dominante y otra que se agrícolas pertenecen a dueños rentistas que no participan en las inversiones y
define por su exterioridad parcial respecto al sistema económico y una lógica en la producción, mientras existe en la Costa una agricultura de exportación
tradicional de acción social y cultural; es decir, por un lado, asalariados fuertemente capitalizada, oposición que se encuentra en muchos países de
agrícolas y, por el otro, minifundistas. América Central. Sin embargo, el proceso central de cambio no es el triunfo
de latifundios sobre otro, sino la ruptura del sistema latifundio-minifundio y,
2. ¡Dualismo? de manera más inesperada, la mantención del minifundio aislado.

La oposición clásica de la Sierra y de la Costa, en términos peruanos, 3. Latifundio y minifundio


puede introducir la idea falsa de una oposición completa entre un sector to-
talmente penetrado por relaciones capitalistas de producción y de trabajo y, Esta combinación de latifundio y minifundio o de producción para
por otro lado, un sector capitalista en el cual los estamentos tienen más el mercado y de relaciones no capitalistas de trabajo tiende en muchas
52 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 53

regiones a desaparecer. El capitalismo agrario elimina a los colonos, destruye Estas cifras y otras han sido criticadas por los defensores de la idea
las comunidades indígenas y transforma a los caipiras en asalariados agríco- de que el proceso de cambio social ha sido dominado por la extensión
las, temporales más que permanentes. de la agricultura capitalista. El primer argumento en contra de la hipótesis de
La desamortización, al final del siglo XIX en México, facilitó la crea- un desarrollo autónomo de la pequeña explotación es que la mantención del
ción de una agricultura capitalista menos a partir de la propiedad de la Iglesia minifundio permite bajar los costos de producción de la fuerza de trabajo
que de los baldíos que pertenecían en gran parte a las comunidades indígenas. urbana. Roger Bartra (1974) habla de una "acumulación primitiva permanen-
La pecuarización reciente del campo en muchos países o el desarrollo te". C. Meillassoux (1977) y R. Stavenhagen (1977) han insistido en el aspec-
de empresas forestales -por ejemplo, en el Sur de Chile- elimina las antiguas to funcional del minifundio para el capitalismo.
relaciones de producción y crea un subproletariado que vive a veces én pobla- Esta tesis parece comprobada en varios casos. Por ejemplo, los cam-
ciones "callampas" rurales. En el Estado de Sao Paulo y en otros Estados de pesinos que van a trabajar a la zona minera de Potosí pueden contribuir a
Brasil, en particular con la extensión de la caña y con el Plan "alcohol", se ha mantener los salarios mínimos a un nivel bajo (Molina 1981). De manera se-
desarrollado un proletariado de Boías Frías contratado para las faenas agríco- mejante, obreros venezolanos, encuestados por Luis Llambi, reciben sus re-
las por contratistas urbanos. En varias regiones de Brasil grupos económicos cursos principales de su sueldo, pero su actividad agrícola, sin frenar su pro-
invierten en la compra de tierras no para cultivarlas pero esperando que letarización, permite a las empresas bajar el nivel de los sueldos (Llambi,
suba el precio de tierras más y más escasas. En la costa Norte del Perú, muy 1981). Sin embargo, no se dan pruebas directas de la funcionalidad del mini-
directamente en el caso del azúcar y de manera más directa en la produc- fundio para la acumulación capitalista. Si en el caso boliviano los minifundis-
ción algodonera, se realiza esta incorporación de la mano de obra a relacio- tas pueden ser considerados como una reserva de mano de obra, es difícil
nes capitalistas de trabajo y la desaparición progresiva del yanaconaje. En el considerar a los 20 millones de campesinos pobres del Nordeste brasileño
Paraguay, las empresas agrícolas medianas o grandes, a menudo en manos como el ejército de reserva del proletariado paulista. De todas maneras, el
de extranjeros, se han apoderado de una parte creciente de las tierras del país aumento —en cifras absolutas— de la población campesina no puede ser
(donde no hay escasez de tierra). Algunos grupos religiosos, como los Meno- explicado por la necesaria presión sobre los salarios. Parece más racional
nitas, han instalado en el Chaco grandes empresas que abastecen a los merca- reconocer que la presencia de una sociedad rural, con muy bajos niveles de
dos de la capital de muchos productos alimenticios. ingresos —mucho más bajos aún que los del sector informal urbano—, mani-
En El Salvador, los grupos indígenas fueron despojados, tanto de su fiesta la insuficiente capacidad de absorción de la mano de obra de origen
cultura como de sus tierras y transformados en trabajadores estacionales en rural por la economía urbana. Pero así no se necesita ninguna referencia a
las producciones de exportación dominadas por las "catorce familias" prote- una "lógica" central del sistema económico; por el contrario, se mantiene la
gidas por el poder militar. idea de la autonomía relativa de los dos sectores.
Sin embargo, se mantiene la pequeña explotación agrícola incluso en J. Nun (1969), a lo largo de una controversia más bien ideológica con
el Brasil, y no solamente en el Nordeste. En el Paraná (Bastos, 1981) el 32.7 F. H. Cardoso, había ya observado que la masa marginal es demasiado grande
por ciento de la tierra está ocupada por explotaciones de menos de 50 como para ser reducida a un ejército de reserva.
hectáreas en 1960, proporción que sube al 41.8 en 1970, para luego bajar al Otra crítica, más concreta, que puede ser opuesta a la idea de la auto-
34.5 en 1975. Al mismo tiempo, el valor neto anual per capita sube entre nomía persistente del .minifundio, está relacionada con el empobrecimiento
1970 y 1975 de 2 155 a 3 139 cruzeiros (de 1975) en las empresas de menos continuo de los minifundistas y la disminución del tamaño medio de las ex-
de diez hectáreas, y de 2 991 a 5 142 cruceiros en las empresas de diez plotaciones que pasa, por ejemplo, en el Nordeste brasileño en las explota-
a 20 hectáreas. Si bien es cierto que en el Nordeste la población urbana ciones de menos de 5 hectáreas en 1960-70 de 3.46 a 2.71 hectáreas (y de
ha aumentado en más de 9 millones entre 1950 y 1980, durante el mismo 4.18 a 3.61 si se consideran las explotaciones de menos de 10 hectáreas). Es-
período la población rural ha aumentado en 8 millones de habitantes y para ta disminución y la erosión de la tierra explican la pauperización de los mini-
todo Brasil las explotaciones de menos de 50 hectáreas, que representaban el fundistas, que alcanza un grado extremo en Haití, país de minifundio desde
13.8 por ciento de la población agrícola en 1960, representan en 1975 el el siglo XIX, y en el cual 2/3 de la población agrícola explota menos de un
13.7 por ciento. carreau.
Esta resistencia del minifundio es antigua. Entre 1872 y 1920, a pe- Conviene, sin embargo, observar que la disminución de la superficie
sar de las migraciones hacia las nuevas regiones de producción del café, la po- cultivada no es general (Torres-Rivas, 1980). Es importante en Brasil, Nicara-
blación del Nordeste se duplica, lo que demuestra la capacidad de una agri- gua, Jamaica, Perú, Ecuador y Panamá, pero no se observa en Guatemala,
cultura, que no es de exportación, de retener una mano de obra importante. Costa Rica, Colombia y México, mientras el tamaño promedio de la pequeña
La descripción por Gilberto Freyre de las casas grandes y de las senzalas, del explotación aumenta en Chile, Venezuela, México, República Dominicana y
mundo de los dueños de la tierra por un lado, de los esclavos y de los mora- Uruguay entre 1960 y 1970 (Klein 1981). La pauperización creciente no
dores por el otro, no debe ocultar, advierte M. I. Pereira de Queiroz, la im- parece conducir a corto plazo a una disminución importante del minifundio.
portancia de los sitiantes, pequeños productores independientes, que abaste- Esto no siempre representa una forma de transición entre el antiguo latifundio
cen a las ciudades y representan una cultura y una sociedad campesina orga- y la nueva hacienda capitalista, como parece ser el caso en partes del Nordes-
nizada en bairros, es decir, en unidades de vecindad. te brasileño donde la decadencia de los engenhos frente a la competencia
54 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 55

de las usinas lleva a los senhores de los engenhoes a distribuir rogados a los allegados y dirigido por Hugo Blanco), pero como categoría intermedia y no
moradores, que utilizan las ferias para comercializar su producción. como resultado del progreso de los minifundistas.
El minifundio no solamente sobrevive sino que es mantenido y a El proceso principal de campesinización se desarrolló a través de las
veces ampliado a través de estrategias familiares por la diversificación de reformas agrarias, pero hasta la fecha los resultados obtenidos han sido
cultivos por un lado, y por otro a través de la migración hacia la ciudad. Es limitados. En Chile, porque la reforma fue seguida por una contrarreforma
un error considerar que el migrante siempre deja el campo y se incorpora de que devolvió 4 000 de los 6 000 predios reformados y repartió 37 000 par-
manera definitiva al sector informal de la economía urbana. En realidad se celas, las que no fueron en su totalidad atribuidas a campesinos asentados.
mantiene muchas veces como agente externo de la familia extensa campesi- Además, muchos de éstos, debido al endeudamiento u otras razones, dejaron
na. Lourdes Arizpe (1981) describe con mucha precisión \a. migración por de ser dueños de sus tierras, de tal manera que no más de 20 000 familias de
relevos en el caso mexicano. "El padre intensifica su trabajo en las dos "campesinos" se mantuvieron en las tierras reformadas. En el Perú existe una
primeras etapas del cielo combinando el trabajo agrícola con el trabajo separación más clara entre los minifundistas que no recibieron tierras refor-
migratorio. Pero a partir de la tercera etapa los hijos o hijas mayores em- madas y los beneficiarios de la reforma. Algunas cooperativas crearon cam-
piezan a sustituirlo en el trabajo migratorio. Cuando éstos empiezan a pesinos con acceso autónomo al mercado urbano.
separarse del grupo familiar, a partir de la cuarta etapa del ciclo domés- El sector agrícola no se unifica y no se incorpora por entero a la eco-
tico, cuando la madre tiene 40 años o más, los hijos e hijas que siguen susti- nomía de mercado. A pesar de la disminución rápida de porcentaje de pobla-
tuyen a las primeras en el trabajo migratorio. La migración por relevos cons- ción agrícola a la PEA, se mantiene un importante sector minifundista, de
tituye una estrategia para asegurar al grupo familiar un ingreso asalariado en baja productividad, es decir, con una alta tasa de subempleo, lo que indica
cada una de las etapas del ciclo". Este análisis es importante porque se aleja que la economía agrícola tiene carácter mixto: la estructura social no capita-
tanto de un culturismo arbitrario como de la referencia a una lógica todopo- lista se mantiene mientras se desarrollan las formas capitalistas de producción.
derosa del sistema capitalista nacional. Los minifundistas no viven fuera de la E. Klein concluye: "No se puede afirmar categóricamente que esté en
agricultura capitalista; tampoco son completamente integrados a ella. Por la 'lógica del funcionamiento del sistema' la reproducción o ampliación de
eso, en el Nordeste brasileño formaron la base de las Ligas Campesinas dirigi- uno u otro tipo de relaciones sociales de producción". De este modo, que el
das por Juliao, mientras los trabajadores agrícolas asalariados organizaban desarrollo del capitalismo en el sector agrícola requiera los minifundistas o
sindicatos2. que genere crecientes masas de proletarios (según una u otra corriente teóri-
Muchas veces la economía de mercado penetra dentro de la misma ca) no parece ser una afirmación basada en los datos disponibles (Klein,
comunidad campesina. M. Houdart Morizot ha descrito la oposición de las 1981).
dos secciones, Qollana y Wanaco, de una comunidad peruana. La primera es La dualización permanente de la sociedad rural indica la presencia de
superior tanto geográfica como socialmente y desarrolla actividades comer- una economía capitalista limitada, que no domina totalmente al sector y
ciales, mientras la segunda ocupa una posición subordinada. Pero la comuni- mantiene a los minifundistas en una situación a la vez de dependencia y de
dad conserva su unidad cultural, sus fiestas pagadas por los mayordomos, sus autonomía. La disminución rápida del número de trabajadores asalariados
formas de control social y cultural sobre sus miembros. Así, la penetración permanentes y la sobrevivencia de un importante sector de minifundistas im-
parcial del capitalismo mercante no significa la destrucción de la comunidad. piden la incorporación de las luchas agrícolas dentro de movimientos dirigi-
dos por asalariados urbanos. Los minifundistas defienden su tierra e intentan
De manera análoga, en Yucay, en el Departamento del Cuzco, M. Mo- instalarse en tierras libres, como el caso de los poseiros del Norte brasileño.
linié-Fioravanti (1972) observa el empobrecimiento de los minifundistas y el En Colombia, en el Perú y en Brasil estas luchas son las más importantes del
enriquecimiento de comerciantes y camioneros que controlan las relaciones mundo rural, lo que demuestra la autonomía y permanencia del sector preca-
de la comunidad con el mercado urbano. Pero ahí también el campesino po- pitalista de la agricultura.
bre se mantiene en posición autónoma aunque dominada. Así, la combina-
ción de producción capitalista y de relaciones no capitalistas de trabajo en la
hacienda tradicional está reemplazada por la separación de minifundistas,
que se mantienen como base económica de una familia extensa, y de una B. EL SECTOR INFORMAL
agricultura capitalista, utilizando asalariados permanentes y, en forma cada
vez más frecuente, asalariados temporales. ¿Sería posible ir más lejos y ver en La permanencia de un amplio sector minifundista indica una integración
la sobrevivencia de la pequeña explotación la base de una posible "campesini- limitada de la agricultura a la economía de mercado: los progresos del
zación"? En realidad ésta existe, pero independientemente de los mecanis- capitalismo agrario y los intentos más limitados de campesinización de los
mos de sobrevivencia del minifundio. Existen campesinos ricos (prósperos), trabajadores agrícolas dejan un saldo importante de pequeñas explotaciones,
por ejemplo, en el valle de Putaendo en Chile, o en el valle de Mantoro en el colonos y peones, que trabajan en un sistema económico de baja productivi-
Perú; en México, algunos ejidatarios se han transformado en empresarios dad y al margen de la economía urbana. Gran parte de la pobreza en América
agrícolas de la misma manera que los arrendires del valle de la Concepción Latina es rural, como lo demuestran las cifras recopiladas por PREALC
en el Alto Perú (lo que fue la base del movimiento social lanzado por los (1981b).
56 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 57

PORCENTAJE DE TRABAJADORES BAJO LA Brasil, en particular, lo que conduce a considerar de manera más directa la
LINEA DE POBREZA categoría de los pobres.
Existen dos enfoques principales: el primero busca una definición
Argen- Colom- Vene- América de la categoría en términos de condiciones de vida y de trabajo; el segundo
tina Brasil bia Chile México Honduras Perú zuela Latina trata de explicar esta ausencia de integración a partir de un modelo económi-
co y social general.
Urbanos 5 35 38 12 20 40 28 20 26
Rurales 19 73 54 25 49 75 68 36 62
1. La marginalidad
Esta noción es útil para reunir una serie de definiciones que se basan
Si se considera la línea de indigencia, que es más baja que la de la en el nivel bajo de participación económica y social de ciertas categorías.
pobreza, solamente diez por ciento de los hogares urbanos, pero 34 por ciento Pero es importante subrayar las profundas diferencias que separan varios
de los rurales, están por debajo de esta línea. Sin embargo, existe de manera conceptos de marginalidad.
paralela en las ciudades una población no incorporada, en términos de for-
mas de producción así como de nivel y condiciones de vida, al sector mo-
derno. Esta categoría, de cualquier manera que se la defina, es tan impor- a) Favelas
tante que ha ocupado permanentemente un lugar central en la realidad social
y política y en los análisis económicos y sociológicos. Está en parte relacio- La noción se ha vinculado primero con la denuncia del bajo nivel
nada con el subdesarrollo. Los países con el ingreso per capita más bajo de participación en la vida urbana de gran cantidad de habitantes de las
tienen una proporción más alta de pobres y también de analfabetos. ciudades3. La extensión de las viviendas precarias en áreas urbanizadas es
característica de casi todas las ciudades del Tercer Mundo. Los slums o
conventillos se ubican en general en el mismo centro de las ciudades, por
ANALFABETISMO EN LA POBLACIÓN DE MAS DE 13 AÑOS ejemplo representaban el 18% de la población de Buenos Aires en 1881,
EN 1980 26 por ciento, en 1887, y 14 por ciento, en 1904 (Bourde, 1974). En Santia-
go, en los años 30, 250 000 de los 540 000 habitantes vivían en conventi-
(porcentajes)
llos, con un nivel de vida bajo y una mortalidad infantil de 212 por mil
en 1928, 258 por mil en 1933, 241 por mil a fines de los años 30. Estos
Cuba 3.9 pobres vivían en una dependencia muy directa de los ricos y gran parte
Uruguay 6.1 (1975) de ellos tenían empleos precarios de peones. Con el crecimiento urbano,
Argentina 6.7 tomando más y más importancia los nuevos barrios, que se crean a menudo
Costa Rica 7.0 sin urbanización previa, a veces en el centro de la ciudad como las favelas
Chile 7.5 de Río, más a menudo en la periferia como las villas miserias en Argentina,
Colombia 13.7 las poblaciones marginales de Chile, las barriadas o pueblos jóvenes en el
Paraguay 14.4 Perú, los ranchitos en Venezuela, la chacarera en Asunción, etc. Estas vivien-
Panamá 15.3 das marginales representan (Castells, s.f.) el 30 por ciento de la población
México 16.0 de Río en 1961, 14 por ciento en Santiaggo en 1960, 30 por ciento en
Venezuela 17.7
Perú 18.5 Caracas en 1958, diez por ciento solamente en Buenos Aires en la misma
Ecuador 18.7 fecha, 43 por ciento en Arequipa, 70 por ciento en Chimbóte4 y 80 en
Brasil 26.0 Buenaventura. En ciertos casos, en Chile por ejemplo, durante la Unidad
Rep. Dominicana 26.4 Popular, grupos políticos organizaron tomas de sitios que resultaron en la
Honduras 31.4 creación de "campamentos" (Henry, 1974).
El Salvador 33.3 Los numerosos estudios de DESAL impulsados por R. Vekemans
Nicaragua 33.5 han descrito de manera detallada esta marginalidad urbana. Pero no se puede
Bolivia 36.7 considerar que las malas condiciones de alojamiento sean un signo de mar-
Guatemala 47.3 ginalidad general. En Santiago, la proporción de obreros industriales era
Haití 71.3 más alta en los años 60 en las poblaciones callampas que en el resto de la
ciudad; sería un error identificar la marginalidad urbana con la marginalidad
ocupacional. En muchas ciudades se ha comprobado que el alza del precio
Pero estas mismas cifras indican que la pobreza o el analfabetismo de los terrenos y de las viviendas fue mucho más rápida que el alza de los
se mantienen a pesar de un crecimiento económico importante, en el caso de sueldos y salarios, lo que explica una crisis propiamente urbana.
58 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 59

b) Pobreza de trabajo. Donde existe una tasa alta de subempleo, en Asunción por ejem-
plo, los estudios indican diferencias fuertes entre los subempleados y los ce-
Esta observación obliga a dar una definición más global de la margi- santes aglomerados en una larga franja en la zona baja de la ciudad, y la ca-
nalidad e incluso a reemplazar esta noción por la de pobreza. Es posible tegoría de los empleados y obreros con empleos y sueldos cercanos al
definir en cada uno de los países una línea de pobreza que varía, por ejemplo promedio. La reproducción y agravación de las desigualdades tiende a au-
en 1970, de 142 dólares anuales en Honduras a 252 dólares en Venezuela. mentar la distancia entre empleados y subempleados.
La proporción de familias pobres es más elevada en los países donde la línea
de pobreza es más baja. No cabe duda que la noción de pobreza tiene gran
importancia social y que las familias pobres son las que no pueden satisfacer d) Sector informal
sus necesidades básicas, lo que las pone en una situación de desequilibrio
dramático frente a la salud, a la educación, a las perspectivas ocupacionales Pero la noción descriptiva más global es la del sector informal que
e incluso a la esperanza de vida. Pero, excepto en los casos de extrema introduce la oposición entre dos sectores. "La fuerza laboral del sector
indigencia, es imposible definir características generales de la vida pobre. informal", según la definición de PREALC, "se compone de los ocupados
Existen grandes diferencias entre empleadas domésticas y obreros de la en empresas pequeñas no modernas y de trabajadores independientes, con
industria o de la construcción, ambos grupos con bajos ingresos. También exclusión de los profesionales universitarios y los trabajadores del servicio
es importante el carácter temporal o permanente del empleo. La noción doméstico". Ahora, ¿se trata de un sector de la economía o de una catego-
de pobreza es importante para definir las metas de intervención del Estado, ría de trabajadores? La segunda definición parece más sencilla. Los trabaja-
el que debe asegurar a todos un ingreso total correspondiente a las necesi- dores del sector informal tienen claramente menos educación escolar, son
dades básicas, pero no ayuda mucho al análisis de las causas y del significa- más jóvenes y son más a menudo de origen rural reciente. Lo que reintroduce
do de la marginalidad económica. la noción de marginalidad definida como nivel bajo de participación eco-
nómica y social. Pero la noción de sector informal se separa de la de margi-
c) Subempleo nalidad precisamente porque se define en términos de actividades colectivas
y no de características personales. Existe una clara diferencia entre gran
Más útil es la noción de subempleo, especialmente cuando la tasa industria y pequeña industria o actividades artesanales, entre gran comercio
de subempleo es transformada en equivalente de desocupación como lo hi- y comercio local que utiliza el trabajo del dueño de la tienda y de miembros
cieron los estudios de PREALC (1981c). de su familia y a veces de amigos que vienen a ayudar de manera temporal
("el pololo chileno"). Esta dualización del mercado de trabajo urbano y no
Tasa de Equivalente de solamente industrial se encuentra en muchos países y en especial en nuevos
Países subempleo desocupación países industriales como en Corea del Sur. En América Latina, aunque el
empleo industrial haya progresado en 1960 y 1980 en términos absolutos
y relativos, el sector informal no ha disminuido de manera clara. Incluso
Buenos Aires, 1970 27.8 12.0
en ciertos casos ha aumentado.
En el comercio, la importancia de la pequeña tienda sin empleados
Brasil (población no agrícola, 1970) 43.5 21.8
asalariados es predominante: en Lima, los vendedores ambulantes represen-
Colombia (población urbana, 1970) 39.2 2.2
tan el 35 por ciento de todas las ventas; en Santiago, 81 por ciento de las
hortalizas se distribuyen en ferias o a través de vendedores ambulantes. En
Chile (población no agrícola, 1967-68) 37.9 17.3 | empresas con asalariados existe una proporción importante de asalariados
con sueldos inferiores al salario mínimo. La distancia entre remuneración
México (población urbana, 1968) 27.9 11.8 # del sector formal y del informal en general tiende a aumentar. En México,
la remuneración media del sector fabril pasa entre 1965 y 1975 de 377 por
Uruguay (población total, 1968) 32.3 14.2 ciento a 432 por ciento de las remuneraciones del sector no fabril, consi-
deradas como base 100 por ciento.
Venezuela (población no agrícola, 1971) 42.9 20.5
Sin embargo, la existencia de un sector de baja productividad y fuer-
te subempleo no demuestra la dualización estructural de la economía. En
Total 36.7 17.5
primer lugar, porque no demuestra la homogeneidad económica del sector
informal5. En realidad la importancia del sector informal debe ser conside-
rada como un índice de la capacidad de crecimiento del sector moderno,
Tanto el subempleo como el desempleo abierto son mucho más capacidad que crece o decrece de la misma manera que los cambios en las
fuertes en ciertas categorías: migrantes, recién llegados, individuos con bajo políticas urbanas pueden aumentar o disminuir la proporción de las vi-
nivel educativo, jóvenes y mujeres que entran por primera vez al mercado viendas precarias.
60 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 61

En conclusión, se mantiene en la ciudad como en el campo una


'-Hfo fo-* mo r--»-H CTN^- oooo 0\ * [^.-H t^-o r^-o t-*r^ 1 ^ OO (S O i-f ÍS o
fuerte dualización y un sector de baja productividad que pierde lentamente vooo oóvi OOí-H rivS voo 06 \ó oo.-i oo-^ örj oóoÑ (N*¿ \¿ ** -^o^ r4oó -HCïS o\ r^-
■-ttr*"» TffO ^■■^t míN ist rt U->PO mm^r- ir¡ \o -^ ^¡t \0 yn »r>u") fS(S fSíS fO<S --HfS
su importancia relativa y a veces aumenta su tamaño absoluto.
La crisis de los años 80 ha aumentado la distancia entre el sector
formal y el sector informal y entre ricos y pobres, cargando el peso princi-
pal de la recesión en los hombros de los menos calificados y de los más po-
r~--i i—(f<i fNio r~- r^) ^ \o rA ^ oo^ r-<—" Tt in in ^f roo* r*i x~~- OfS irt \o O1© O^O
bres. En el caso de Chile, una caída de 20 por ciento del ingreso medio ha O
oo
significado una baja de nivel de vida de 40 por ciento de los más pobres y
una protección casi total de las categorías acomodadas. En este país, la po-
lítica de erradicación de las poblaciones callampas ha significado la llegada O
en las poblaciones marginales de 130 000 allegados y un grado mayor de ha- ir>

cinamiento y pobreza en estas poblaciones. La represión política dirigida \o o\ ^ ^ ^^ "^í"00 OTJ- OO H-)VO t—<^ OTf O^H r-oo ^ oo *oo ^ooo os^t r^o
csoo r-'oo fíoo oaí -rf o¿ r^íN (NrÑ roo CTÑrñ ioo orit-^ o\ ** t-^r^ r¿ \ó oor* ■*oó
mayormente contra estos sectores geográficos y sociales ha contribuido a un
aislamiento creciente de las poblaciones y a la división del área metropolita- Q I
na entre zonas que comunican poco entre sí, separando ricos y pobres como <
dos naciones. Políticas económicas de ajuste que dan la prioridad al equili-
brio de las balanzas externas, y disminuyen la producción y el consumo
interno para favorecer este equilibrio amenazado por la caída de las exporta- O ^(N ir¡ Tt rA oo m^n rj-<N (NTí- mmOfN TJ-^H ior^ ^orr <y\ <j\ Tj-rs ONOO >—íes mío
ciones y la salida neta de capitales, aumentan la dualización de la sociedad z (Nr^i (N(N vo»n r^Ö OOv ^O«—' rSvo 0\ ^t r-^(N (NíN OOÑ *~* oó o<?Ñ oír^ rom t-^oÑ

y la importancia del sector formal o marginal. En Lima, la idea de un sector


marginal o de una cultura de migrantes aparece insuficiente a J. Matos Mar. o
H
En el pasado, la ciudad había creado una cultura chola y muchos niños u
separados de su comunidad habían encontrado en la ciudad una sociedad w .-¡y-i (N—¡ (Na\ ovi mm r—^ -—t^t -H-H (N^N (Nto \o tr~- Ou*) ^ o\ oa\ a\fs OOPO

abierta, llena tanto de oportunidades como de peligros y violencia. Hoy la


capacidad de absorción de la economía y las perspectivas de ascenso social w
han disminuido y se difunde rápidamente una cultura mixta. Cuando en Q
Lima —y también en Bogotá— el sector formal absorbe sólo una minoría >-
J
de la fuerza de trabajo, domina una cultura que no es más marginal porque <
m ft t-~io f^^ mf1*^ ^O oooo Tí-«r) OfN r-vo r-^ o^ o\ oo \ci ^t CA ^t '—if" uoO
mOÑ O \Ci iO(N (NiT) (N(N ^HTf ^¿ OÓ «Srn 1-HOO mo¿ TtOO 'sDCTÑ ^T-Í iOi-4 íN^H ^oÑ
es mayoritaria, pero que no es una cultura urbano-industrial sino más bien
una cultura de masa en la cual los individuos viven a la vez aislados y hundi- P¿
O
dos en movimientos masivos de opinión y conductas. En Lima, donde el
contrabando, la drogadicción, los robos y los niños vagos invaden toda la P¿
ciudad, se ha creado una cultura chicha definida por su música, mezcla de O \0 tr* KTí KO UN^O r--(N ^>"o o\ \o r-*ON '-< o^ io\o to^o ^o oo i—<t^- O'o ooio oo»o com
H
música del altiplano y de salsa, pero que se organiza en todos los sectores U
O t-^ OO ^H rots ^^ —HCT\ TT—4 Tto ^t-^ ^HIÓ oóoo ^6 fr> oÑr-^ W^H ^¿ró ouó fofo

desde la educación, con la creación de escuelas profesionales rápidas sin w


relación con el sistema académico clásico, hasta la religión, con la prolifera- NJ
ción de comunidades y sectas. W
Q oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo oo
Estas observaciones conducen a un análisis más general de la mar- "OQO IOOO »OQO «OOO lOQO lOOO V^OO «OOO "OOO «OOO lOOO lOOO "OOO »ooo tn oo m oo
ginalidad que no corresponde sólo a una categoría específica, aislada, de la Z a^ <7\ Os 0\ 0\ Os Os Os Os Os Os Os OS Os Os Os 0\ Os Os Os Os Os Os Os Os Os Os OS OS 0\ Os Os
O
población, sino antes de todo a características generales del modelo de de- U
sarrollo. D
-J
O
2. La insuficiente absorción de mano de obra > 00

Tres tipos de análisis pueden ser utilizados para dar una explicación
más global del fenómeno observado. <
w
— En primer lugar, los países latinoamericanos son muy semejantes os
di
a los países europeos y norteamericanos al comienzo de su industrialización, ■S -O Ä
cuando el capitalismo era más mercante que industrial. Londres, París o o
c
o
Nueva York fueron semejantes a lo que son Río, Lima o Santiago. Los
62 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 63

novelistas y cronistas del siglo XVIII y XIX han descrito París y Londres los primeros estudios sobre los marginales. No solamente llega a la afir-
como ciudades con una burguesía rica rodeada de empleados domésticos, mación central de que el estudio de una categoría social tiene que ser sustitui-
maestros, costureras y comerciantes de lujo trabajando para ellos, con una do por el estudio económico social de la capacidad o incapacidad de absor-
clase media limitada, un pueblo de artesanos y pequeños comerciantes y ción del mercado de trabajo, sino también, de manera más precisa, llega a la
empleados y, bajo ellos, un gran número de pobres o marginales: mendigos, doble afirmación, formulada por Norberto García y Víctor Tokman: "El
prostitutas, criminales, formando lo que se llegó a llamar la "clase peligro- sistema económico latinoamericano a la vez tiene una gran capacidad de
sa". Hasta la Primera Guerra Mundial y el gran desarrollo industrial de los absorción y sigue siendo excluyente"; doble afirmación que corresponde
años 20, los países de Europa Occidental tuvieron una capacidad limitada directamente a los dos elementos económicos que integran el modelo lati-
de absorción de la mano de obra en el sector moderno que no tenía mer- noamericano presentado en la primera parte de este trabajo.
cado de masa excepto en industrias textiles -raras veces ubicadas en la Estas tendencias opuestas no se explican por los efectos de coyuntu-
capital- y en la confección. Pero el desarrollo de una fabricación industria- ras diferentes. Desde luego, la crisis económica argentina de los años 80
lizada destinada a mercados de masa permitió la absorción de muchos pobres ha aumentado fuertemente el número de trabajadores por cuenta propia,
en una clase obrera que mejoró rápidamente su situación. Víctor Tokman de la misma manera que el sector industrial formal chileno ha sido fuerte-
y Norberto García observan que la disminución del sector informal industrial mente reducido por los efectos de la misma política neoliberal. Sin embar-
fue mucho más rápida en los Estados Unidos que en América Latina. go, el análisis global del continente a lo largo de tres décadas demuestra la
El modelo de desarrollo dependiente explica mejor la alta y duradera existencia de tendencias estructurales contradictorias. El continente en su
concentración de los ingresos y la introducción de producciones capital- conjunto se industrializa, se moderniza y no existe ninguna tendencia gene-
intensivas que corresponde más a los intereses de las compañías multinacio- ral, a pesar de la crisis reciente, al aumento del subdesarrollo. Al mismo
nales que a las necesidades del mercado de trabajo. Talleres artesanales y tiempo la capacidad de absorción del mercado de trabajo es insuficiente,
tiendas familiares están al alcance de la gran parte de la población que no incluso en períodos de coyuntura favorable. Parece indispensable explicar,
puede encontrar trabajo en un sector moderno que trabaja para el cinco, entonces, la simultaneidad de estas dos tendencias opuestas por el carácter
diez o veinte por ciento más rico. No cabe duda que esta afirmación es váli- dualista de las sociedades latinoamericanas: de la misma manera que la ob-
da y es más demostrativa que la descripción de marginalidad en términos de servación de la población activa agrícola revela la ausencia de una dinámica
características personales. central, en el sector urbano -secundario o terciario— no existe tampoco
Pero esta explicación es, en parte, excesiva. Ha subestimado la capa- una lógica dominante.
cidad de compra del mercado interno y la ampliación del sector moderno. Por el contrario, la combinación de la dependencia externa y de la
En Sao Paulo casi todos los hogares tienen TV a tal punto que la compra autonomía del sector no capitalista rural produce la dualización de la eco-
de alimentos parece más elástica que la de TV. Más importante aún es la nomía dividida en un sector moderno, con tecnologías importadas y pro-
observación que el progreso aparentemente lento del sector secundario es, ductos reservados a un mercado restringido de altos ingresos, y un sector
en parte, un error de percepción. Paulo Singer observó que el crecimiento popular que abastece a un público de baja renta que compra por pequeñas
muy limitado del sector industrial resulta de una contracción fuerte del cantidades y con créditos otorgados por comerciantes vecinos.
sector tradicional y artesanal y de una expansión más fuerte de los sectores Lo que separa una explicación global como ésta de un análisis entera-
modernos. Ya se mencionó que si uno suma al sector industrial moderno mente llevado en términos de dependencia, es que en el segundo caso se
el sector de los servicios productivos, la tasa de progreso del sector produc- pone el énfasis sobre la lógica regresiva del tipo de industrialización, mien-
tivo moderno es mucho más rápida que la de la población obrera. Conviene, tras que en el primero se insiste tanto sobre el progreso de la industrializa-
entonces, combinar dos explicaciones. Por un lado, es insuficiente la absor- ción como sobre los obstáculos a la ampliación de la producción y del con-
ción de mano de obra en el sector moderno de una economía dependiente; sumo de masa. Este último enfoque insiste también en la ausencia de aisla-
pero, por el otro lado, se desborda a pesar de su importancia, por una enor- miento y especificidad cultural y social del sector informal o marginal, y
me demanda de trabajo característica de países con corrientes migratorias observa, por otro lado, la creciente importancia de la cesantía en relación
fuertes, asociadas a una tasa de natalidad muy alta, salvo en los países de con la marginalidad en los países donde ya está disminuyendo el flujo mi-
La Plata. La corriente migratoria se explica por la gran diferencia que existe gratorio.
entre los salarios rurales bajos y los salarios urbanos bajos, por las oportuni- La conclusión central de los debates sobre informalidad o margina-
dades que ofrece la ciudad como mercado de trabajo y en lo relacionado con lidad es que estas nociones no corresponden a una categoría homogénea ni
la educación de los hijos así como el respeto, por lo menos parcial, de las en términos de trabajo, ni en términos de nivel de vida. Romeo Crompone,
leyes de trabajo. Las limitaciones del desarrollo dependiente, la sobreviven- en un estudio sobre talleristas y vendedores ambulantes en Lima, critica
cia de una sociedad rural superpoblada y la intervención del Estado expli- de manera sorprendente los trabajos de PREALC sin darse cuenta que el
can, conjuntamente, la gran discrepancia que existe entre la demanda y la progreso fundamental realizado por Víctor Tokman y los investigadores de
PREALC fue, precisamente, pasar de la descripción de una categoría al
oferta de trabajo. análisis de la permanencia relativa de mecanismos de dualización estructural
El conjunto de trabajos realizados por PREALC6 a lo largo de diez años
llega, así, a conclusiones bastante diferentes de las ideas que dominaban de la producción y del consumo. La insuficiente capacidad de absorción de
T
64 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 65

la mano de obra del sector moderno tiene diferentes causas. De manera es- organizada alrededor de la familia y especialmente de la madre y de las re-
quemática, varios aspectos de la marginalidad y varias categorías de mar- laciones de vecindad. La fuerte organización social de las favelas o barriadas
ginales están relacionadas con factores distintos de debilidad relativa del ha sido contrastada con la desorganización social que se produce en pobla-
sector formal. ciones más modernas, más masivas y rígidas, donde no puede desarrollarse
El aspecto más tradicional de esta debilidad es la concentración la vida local. De la misma manera, la cultura de la pobreza, descrita en
de los recursos en manos de una clase rica rodeada, en la ciudad como en particular en los libros tan conocidos de Oscar Lewis7, tiene sus normas y
el campo, de gran número de servidores parcialmente asalariados. Como se sus formas de organización. Por el contrario, los que hablan de subempleo
ha mencionado ya en la ciudad, la categoría más numerosa es de las em- desarrollan una visión de tipo durkheimiano de una población desarraiga-
pleadas domésticas, como era el caso en las grandes metrópolis europeas da, privada de sus costumbres y normas, y donde se forman conductas
en 1900, cuando la burguesía vivía en gran parte de sus propias rentas. propiamente marginales.
Más específica, en tanto, es la marginalidad directamente vinculada Entre la sociedad rural y la sociedad urbano-industrial, ambas repre-
al modelo de desarrollo, por un lado, a la asociación de la oligopolización sentadas como sistemas coherentes e integrados, los marginales viven en
de la producción y de su alto nivel tecnológico y, por el otro lado, al con- grupos primarios, familia o "vecindad", y buscan de manera discontinua y
sumo imitativo y ostentatorio de los ricos. Esta doble concentración deja siempre a corto plazo recursos económicos y relaciones sexuales. Este tipo
un espacio libre al mundo suelto y altamente competitivo de los talleristas. de descripción corresponde en parte a la realidad, pero es artificial y limita-
También el proteccionismo de la política de sustitución de importaciones do porque supone una integración de la sociedad tradicional y de la sociedad
resulta en altos precios internos y en un agotamiento rápido del crecimiento urbana, que parece más mítica que real, porque implica una ausencia de par-
hacia adentro que disminuye en ciertas épocas la capacidad de absorción ticipación en el proceso global de cambio y en la vida política nacional que
del sector moderno. no corresponde a los resultados de gran número de estudios.
Finalmente, la debilidad de la economía nacional, la resistencia y
la crisis de la estructura económico-social del campo provocan un movi-
miento de migración reforzado por la fuerte tasa de fecundidad de las mu- b) Conductas del sector informal
jeres del campo. El subempleo y desempleo urbanos resultan, en parte, de
esta dualización entre campo y ciudad. La existencia de un sector urbano-popular llevó a muchos observa-
Una categoría definida por el carácter personal de los servicios produ- dores a pensar que existe en este sector una capacidad reivindicativa y hasta
cidos, otra, definida por condiciones económicas de producción, y una ter- revolucionaria fuerte. De la extrema pobreza tiene que salir un espíritu
cera, identificada por un nivel de ingreso, pueden mezclarse o unificarse si de crítica y rechazo del sistema social y político.
la política social crea una exclusión institucionalizada. La erradicación de las Los estudios sociológicos realizados no permiten defender tal visión
favelas o de las poblaciones del centro de las ciudades, la construcción de hoy día8. Por el contrario, la dependencia o heteronomía de las poblaciones
conjuntos habitacionales o "pueblos jóvenes" alejados del centro, o el ha- o barrios más pobres ha sido a menudo comprobada. Las oligarquías "po-
cinamiento producido en barrios populares por la llegada de allegados ex- pulistas" encontraron en las poblaciones marginales su principal apoyo.
pulsados de las poblaciones erradicadas crean una segregación espacial que En el Perú las barriadas votaron más por Odría que por Haya de la Torre,
da una expresión más visible a los marginales. Sin embargo, esta unificación y en Chile las poblaciones votaron por Ibáñez y no dieron un apoyo muy
siempre es parcial; sería un error identificar la marginalidad con una estig- sólido a la Unidad Popular.
matización y con la conciencia de los marginados. Los trabajos de PREALC Los marginales, en realidad, son a la vez destruidos por la exclusión
han transformado de manera definitiva la descripción de una categoría social padecida, enajenados, es decir, atraídos por modelos dominantes y en rup-
en explicación de la insuficiente capacidad de absorción del sector formal. tura y protesta contra un sistema de dominación y represión. Es imposible
separar estos tres aspectos, reducir sus conductas a la "anomia" o a un "hi-
3. Las conductas sociales perconformismo desviante" representado por los delincuentes que roban
para participar al consumo urbano, según el análisis de R. Merton, o a un
La pluralidad de enfoques y análisis que tratan de explicar la insu- "potencial" revolucionario.
ficiente capacidad de absorción del sector moderno se produce en la misma Pero la violencia sufrida y a veces utilizada indica una privación de
diversidad de imágenes del comportamiento colectivo de los marginales. Los acción colectiva que profundiza y transforma la privación de recursos y de
movimientos urbanos serán estudiados más adelante, pero conviene no se- influencia. Lo que puede llegar a una defensa comunitaria de clase organi-
parar completamente situaciones y conductas. zada por la sobrevivencia del grupo y la defensa contra los ataques a la po-
licía, pero también a la formación de "ghettos" o clanes cerrados y organi-
a) Conductas de marginalidad zados de crimen o de conductas de autodestrucción, como la drogadicción.
La consecuencia de una alta tasa de desempleo en Europa ha suscitado es-
El tema que corresponde a la descripción de las condiciones pre- tudios que corresponden a situaciones que se observan en todas las grandes
carias de vida y en especial de alojamiento, es el de la comunidad marginal ciudades latinoamericanas.
SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES
66 67

c) Adentro y afuera C. LOS OBREROS

Finalmente, una visión dualista de la sociedad latinoamericana se 1. ¿Una situación favorable a la formación de un movimiento obrero?
expresa en la observación de que las conductas de los marginales se dividen
en dos niveles. Por un lado, a nivel comunitario, existe una fuerte capacidad Región en vías de industrialización, América Latina ha construido
defensiva, reforzada por el papel importante que desempeñan las mujeres grandes concentraciones industriales en Buenos Aires, Sao Paulo y Ciudad
en la acción colectiva. Por otro, estas comunidades tienen grandes difi- de México-Puebla, en particular. Si a ello se agrega que el nivel de vida de
cultades para intervenir en la vida pública y necesitan la intervención de los obreros bajó durante largos períodos y que en muchos casos los sindica-
caciques, jefes políticos o religiosos, para relacionarse con las instituciones y tos tuvieron y tienen mucha influencia política, parece previsible la existen-
los centros de decisión9. cia de un fuerte movimiento obrero vinculado a movimientos revolucionarios
En muchas ciudades se forman asociaciones de barrios, pero éstas no de destrucción de "antiguos regímenes" dominados por la oligarquía y ca-
logran integrar sus dos dimensiones: comunitaria e instrumental. racterizados por grandes desigualdades económicas y sociales. Tampoco
faltaron los intelectuales y dirigentes políticos para que la acción obrera sea
Expresan, por un lado, una defensa comunitaria en la cual los párro- integrada dentro de un proyecto político revolucionario.
cos juegan a menudo un papel central y que puede transformarse en vio- La realidad histórica es muy diferente. El movimiento obrero juega
lencia urbana, por ejemplo en Río y Sao Paulo en 1984, cuando las alzas un papel subordinado y en general dependiente, fuera de los numerosos ca-
de precios provocaron saqueos y concentraciones, o en grupos de presión, sos en los cuales está reprimido o prohibido por gobiernos autoritarios. Los
como las asociaciones vecinales de Buenos Aires en 1982, que organizaron "partidos obreros" socialistas y comunistas han tenido una importancia
un movimiento "fomentista" de construcción de viviendas populares y pro- reducida, especialmente los socialistas, con la excepción de Chile. Los par-
testaron contra el aumento de los impuestos municipales. En algunos casos, tidos comunistas, en la mayor parte de los casos, han buscado alianzas con
estas organizaciones de moradores son dominadas por delincuentes. Tal la "burguesía nacional" y el Estado, que, según ellos, representaba los in-
es el caso en Río donde muchas asociaciones, y en particular las escuelas de tereses de esta burguesía nacional opuesta a los monopolios extranjeros.
samba, son controladas por los bicheiros, dueños del Jogo de Bicho clan-
Si bien es cierto que en los países de enclave, como Perú, Bolivia y
destino. Por otro lado, estas asociaciones actúan como grupos de presión Chile, un movimiento obrero clasista ha tenido gran importancia, en casi
frente a los poderes públicos y, a menudo, son controladas por ellos, en par-
ticular en Ciudad de México. En Río, Lionel Brizóla logró extender su con- ningún país la política nacional ha sido claramente dominada por una acción
trol a gran parte de las associaçoes de moradores. En Sao Paulo, tradicional- social y política de la clase obrera, con la excepción parcial de Chile. De la
mente, los líderes "populistas" se apoyaron en los barrios pobres. Las so- misma manera que la América del Sur, donde hubo y hay una masa tan
ciedades de Amigos de Bairros apoyaron las campañas de Janio Quadros a grande de trabajadores agrícolas pobres, no ha conocido revoluciones agra-
la "prefeitura", en 1953, a la "gobernaçào", en 1954, y a la "presidencia", rias fuera de Bolivia, durante el último medio siglo, América Latina, en su
conjunto, no ha conocido grandes movimientos revolucionarios obreros, de
en 1960. tal manera que si hay grupos obreros con fuerte conciencia de clase es
Cuando un movimiento popular parece organizarse, más allá de la difícil hablar de acción política de clase de los obreros.
oposición del comunitarismo de la acción instrumental limitada, se revela La primera explicación que se da para este fenómeno es la debilidad
luego su fragilidad, por ejemplo, en el caso de la Federación Nacional de Po- relativa de la clase obrera. A fines de los años 60 se insistía mucho en la pér-
bladores del Ecuador, integrada al FUT y activa después de la caída del dida de importancia relativa de los obreros dentro de la población activa e
triunvirato militar. Los disturbios urbanos son reprimidos en general con incluso dentro de la PEA no agrícola. Pero ya sabemos que entre 1960 y
gran violencia. Tal fue el caso en Santo Domingo en 1984: la ausencia del 1980 la situación cambió y que la población obrera ha adquirido un peso
liderazgo organizado delimita la capacidad de acción de movimientos que mayor.
no tienen perspectiva política general. Alrededor de 1970, los obreros representan el 27.5 por ciento de la
La conclusión que surge de estos análisis es que la marginalidad o PEA en Argentina, 15 por ciento en Brasil, 16 por ciento en Colombia, 25
el sector informal no son categorías sociográficas homogéneas10. No son ni por ciento en Chile, 17.5 por ciento en México, 19 por ciento en Panamá y
subculturas ni zonas de descomposición social. Tampoco se explican total- Venezuela y casi 15 por ciento en Perú (Filgueira y Geneletti, 1981). Sólo
mente por una lógica dominante externa. No se puede hablar de un aisla- en República Dominicana representan menos del diez por ciento de la PEA.
miento creciente de los excluidos ni tampoco de una simple fase de transi- Además, la tasa de sindicalización de los obreros es relativamente alta en
ción por la cual deben pasar los migrantes que llegan del campo a la ciudad. muchos países: Cuba 76.6 por ciento, Venezuela 52.7 por ciento, Argenti-
La importancia de las categorías referidas como marginales o pobres o sub- na 33.6 por ciento, Chile, en 1975, 32.6 por ciento, Colombia 24.3 por cien-
empleadas descansa en el carácter estructural de la marginalidad. Esta confi- to, México 26.5 por ciento. En todos estos países la tasa de sindicalización
gura los rasgos generales de un proceso de industrialización fuerte, con gran está por sobre su nivel actual en los Estados Unidos o en Francia (menos
capacidad de absorción urbana pero, a la vez, limitada por la dependencia y de 20 por ciento). Las excepciones más importantes son Brasil, con 6.6 por
la sobrevivencia de un importante sector rural tradicional. ciento, en 1974, y Perú con 14.2 por ciento. La mayoría de los países del
68 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 69

Istmo tiene todavía tasas muy bajas, a pesar del rápido crecimiento de su siderúrgica de Huachipato, por el contrario, los obreros se identificaban con
industria, entre 1960 y 1980 (PREALC, 1983). la clase media y son los más calificados y los más identificados con la clase
media los que tenían una mayor actividad dentro del sindicato. La directiva
2. La dualización de la clase obrera del sindicato industrial estuvo varias veces en manos de grupos moderados
u oficialistas. La diferencia de los niveles de sueldos —cuatro veces más altos
Es el aspecto del modelo latinoamericano de desarrollo que tiene los en Huachipato al momento de realizar el estudio— estaba asociada a dife-
efectos más directos sobre la debilidad de la acción obrera. Dualización o rencias culturales que incorporaban los mineros al "pueblo" y los siderúr-
más ampliamente heterogeneidad estructural. En muchos países existen cua- gicos a los gremios de clase media más que a una clase obrera unificada.
tro categorías o niveles de organización industrial: En el caso chileno, una distancia análoga separaba a los obreros del cobre
— La o las industrias dominantes que pueden representar más de la con los del salitre. Sólo en las industrias intermedias, básicamente en las
mitad de las exportaciones del país, como el cobre en Chile, el estaño en textiles de Santiago y Tomé, existía una "conciencia de clase obrera".
Bolivia o el petróleo en Venezuela o en Ecuador. Una situación extrema de aislamiento obrero es la de los mineros
— La gran industria moderna, a menudo de capital público o extran- bolivianos del estaño. Su situación profesional no puede ser separada de su
jero. cultura chola. A pesar de la heterogeneidad del grupo que proviene en parte
— La industria tradicional, dominada por el capital privado nacional. de comunidades de habla aymara o quechua, pero también en parte de
— El sector informal formado por las muy pequeñas empresas de poblaciones mestizas del altiplano y del valle de Cochabamba y en el cual
baja productividad. muchas familias ya llevan tres generaciones en las minas, los mimeros tienen
En la primera y la segunda categorías, los sueldos son, en general, una fuerte identidad cultural y no constituyen un grupo en transición co-
superiores al nivel que alcanzan en las tercera y cuarta. Más aún, esta distan- mo los "cholos" peruanos o los "rotos" chilenos. Sus luchas sindicales son,
cia, en general, aumenta. a la vez, luchas de clase con fuertes orientaciones políticas y luchas de de-
fensa comunitaria entre enemigos: jefes, empresarios, fuerzas económicas
Países Mínimos urbanos Industriales Construcción internacionales definidas como agresivas frente a la cultura de los trabaja-
dores. El papel importante de las mujeres en las huelgas y otras formas de
México 1973-81 15.6 14.0 17.3 resistencia obrera indican la fuerte vinculación de la defensa comunitaria
Venezuela 1973-81 -14.2 14.2 n.d. cultural con reivindicaciones económicas.
Brasil 1973-81 2.3 37.3 17.4 Estas comunidades obreras, en particular mineras, corresponden a
Argentina 1974-81 -52.0 -20.6 -43.1 una forma extrema de vida obrera y a una forma ya antigua de acción sin-
Chile 1970-81 -24.7 15.9 8.1 dical que no es el sindicalismo revolucionario de los IWW norteamericanos
Colombia 1973-81 49.7 11.7 32.6 o de la CGT francesa antes de 1910 y es, al contrario, dominada por una
Costa Rica 1973-81 6.3 4.9 12.7 intervención directa en la vida política como lo demuestran en particular
los casos boliviano y chileno.
Más nuevo y objeto de debates actuales es el interrogante: ¿se for-
En Sao Paulo, mientras los obreros no calificados no han mejorado ma un sector obrero de tipo nuevo en las grandes industrias modernas, en
su nivel de vida, los calificados tienen salarios reales mejores y —tomando particular de construcción mecánica?; y, ¿no serán estos obreros modernos
en cuenta el número medio de salarios por hogar— han conseguido un nivel y bien pagados los que serán capaces de crear un sindicalismo independiente,
de vida superior, lo que les permite comprar aparatos electrodomésticos. radical o moderado, pero capaz de organizar una movilización directa, pro-
J. Serra (1979), comparando año por año el salario mínimo y el índice de piamente sindical, de los trabajadores industriales? Tema tan importante que
salarios en 18 sindicatos, muestra que de 1962 a 1974 la progresión del dominará el capítulo de la tercera parte dedicado al sindicalismo, pero que
salario de los obreros sindicalizados, en mayor parte en la gran industria, introduce, en primer lugar, una nueva representación del dualismo de la
fue positiva o menos negativa que la del salario mínimo. Esta heterogeneidad clase obrera. El debate se concentró en el caso paulista. Frente a la forma-
aparece aún más fuerte cuando se comparan industrias concretas. ción de un sindicalismo independiente a partir de 1977, algunos observado-
Un estudio realizado en Chile (Di Telia y otros, 1966; Touraine y res, como María Herminia Tavares de Almeida (1975) anunciáronla forma-
otros, 1966) en los años 50 demostró la oposición global entre los obreros ción de un sindicalismo de negociación directa apoyada en categorías obre-
del carbón y los obreros del acero, ambos grupos ubicados en la zona indus- ras con fuerte capacidad de negociación y trabajando en industrias modernas.
trial de Concepción. Los obreros del carbón estaban culturalmente cerca J. Humphrey, cuyo estudio fue llevado a cabo algunos años más tarde, para
del mundo rural; los menos calificados eran los más sindicalizados y los que reforzar su análisis del radicalismo del nuevo sindicalismo, rechazó comple-
se identificaban más con la comunidad. El sindicato industrial de Lota, en tamente la tesis del dualismo de la clase obrera y del mercado de trabajo.
general, ha estado dirigido por comunistas, pero después de 1970 fueron En realidad, la interpretación que da Humphrey del nuevo sindicalismo
desplazados por el FTR vinculado al MIR y durante un período el sindica- paulista es acertada, por lo menos en cuanto demuestra que este sindicalismo
lismo oficialista ha conseguido obtener una influencia notable. En la planta fue más radical que negociador, pero esta interpretación no necesita la
70 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 71

crítica de una tesis sobre las situaciones obreras que no está de acuerdo con más que a una categoría social general y la esperanza de salir de la condición
los hechos que él mismo correctamente menciona. Se forma en Sao Paulo obrera y de volver a ser un trabajador por cuenta propia. J. B. Lopes, al ana-
un sector de construcción mecánica y eléctrica que representa sólo el 8.9 lizar una huelga, observa que los obreros no atraviesan el picket respetando
por ciento de la industria en 1949 y sube a 26.7 por ciento, en 1970: en este a sus compañeros, pero una vez que la empresa ha conseguido eliminar al
sector los salarios aumentan, cuando bajan en sectores más tradicionales. picket, se reintegran a sus faenas provocando el fracaso de la huelga.
Humphrey indica que durante los períodos 1961-66, 1966-71 y 1971-76, Algunos estudios11 han criticado esta representación de los obreros
el salario de los obreros textiles ha bajado de 13.5, 15.2 y 2.7 por ciento, inmigrantes. Es cierto que los nuevos obreros industriales, en su gran mayo-
mientras el salario de los metalúrgicos, después de haber bajado en 22 por ría, no vienen del campo, sino que han llegado por etapas a la metrópoli
ciento, aumentó en 0.5 y después en nueve por ciento, cifras que, en el caso industrial, los cuales adquirieron una conciencia fuerte de una situación
de los obreros calificados, se transforman en una caída de 8.3 por ciento, colectiva: la empresa no es un flujo constante de trabajadores que entran y
aumento de 4.5 por ciento y después en 14.8 por ciento. No se trata de la salen. De la misma manera, en los Estados Unidos la importancia de la
formación de una aristocracia obrera, pero sí de una industria en la cual movilidad personal no fue contradictoria con la formación de una con-
las condiciones internas de trabajo ocupan en la reivindicación obrera el ciencia de clase y de una capacidad de negociación colectiva.
lugar central que el empleo ocupa en industrias más tradicionales. La ex- Sin embargo, la importancia de la movilidad es un obstáculo a la
presión más importante para el sociólogo de la dualización de la clase obre- identificación de muchos obreros con su grupo socioprofesional.
ra es la oposición entre un sector dominado por los problemas del trabajo y
de la empresa y otro dominado por los problemas del mercado de trabajo. 5. Participación urbana
3. Situación de clase sin acción de clase La última dimensión del modelo latinoamericano es la más impor-
tante para describir la situación y la capacidad de acción específica de los
La comparación de dos situaciones tan diferentes indica que la "con- obreros: el alto nivel de participación en la cultura y la política urbana.
ciencia de clase" no se transforma fácilmente en "conciencia de relaciones La meta principal del sindicalismo latinoamericano (Touraine, 1961)
de clase". Entre la conciencia comunitaria y la participación política falta es la ampliación del sistema político y la defensa de la influencia del mismo
un eslabón central. El sindicato también se encuentra dividido entre dos sindicato dentro de este sistema; no es la movilización de una clase. R.
funciones; por un lado, como fuerza política a nivel nacional y, por otro, Stavenhagen y F. Zapata (1974) generalizando las experiencias de México y
como agente de negociación colectiva y de influencia directa dentro de la de Chile concluyen que los sindicatos "representan más un mecanismo para
empresa. Analizando en documentos de trabajo no publicados datos de una regular las presiones políticas del nivel nacional que un mecanismo para
encuesta realizada en los años sesenta en varios países de América Latina, negociar las reivindicaciones de los trabajadores. El resultado es que el
Víctor Nazar puso de relieve, en el sindicalismo chileno, la distancia que Estado, más que la empresa o la clase dirigente, es el interlocutor o adver-
existe entre el sindicato industrial y la confederación. Los trabajadores ne- sario principal. Esta observación general es más importante aún en una si-
gocian y se organizan dentro de la empresa, mientras a nivel nacional el tuación de crisis como la de la industria azucarera de Tucumán estudiada
sindicalismo actúa a través de los partidos. Los mineros bolivianos represen- por Sylvia Sigal (1970). Bajo la presión de la crisis, el recurso del Estado, a
tan un ejemplo extremo de esta separación. H. Landsberger, M. Barrera y la vez que provocó una disminución de acciones de enfrentamiento propias
A. Toro (1964), al estudiar los líderes sindicales chilenos, observan su ca- de la lucha sindical, constituye el reemplazo de la autoridad capitalista como
pacidad de ser a la vez negociadores y radicales. agente hegemónico de la economía y como interlocutor válido en el con-
flicto social". Esta situación acarrea una doble transformación del Estado y
4. Movilidad individual y situación colectiva del movimiento obrero, ya que no existe una separación nítida entre el
Estado y los actores sociales. F. Weffort introduce aquí el concepto de
El fuerte incremento demográfico y económico, la crisis del sistema "Estado de compromiso". "Esta situación abre la posibilidad de un Estado,
agrario tradicional y una fuerte capacidad de atracción de las ciudades fue- entendido como órgano político, que tiende a distanciarse de los intereses
ron los elementos que crearon un movimiento migratorio tan fuerte que la inmediatos y, como soberano, domina el conjunto de la sociedad. En estas
conciencia de clase se vio debilitada por la conciencia de movilidad indivi- circunstancias el Estado sólo puede adquirir carácter legítimo a través de las
dual. Uno de los primeros estudios sociológicos realizados en América La- masas, y encontrando en esa transacción una fuente de prestigio pasa a la
tina, la interpretación del voto obrero peronista por G. Germani (1960 y condición de arbitro que decide en nombre de los intereses nacionales
1962), ya describía una conciencia obrera dominada por la movilidad y (Weffort, 1970).
la voluntad de integración, mucho más que por la conciencia de pertenecer Por su lado, el sindicalismo se transforma en un elemento del sistema
a una clase-estamento. Muchos estudios brasileños —los de Hutchinson político. En ciertos casos, es directamente controlado por el poder polí-
(1960), Juárez Brandao Lopes (1971), Leoncio Martins Rodríguez (1966) tico y se transforma en instrumento de control político, como fue el caso
y Azis Simao (1954) en particular- han descrito un comportamiento obrero de muchos dirigentes "charros" en México o "pelegos" en Brasil; pero, en
dominado por la conciencia de movilidad, la identificación al grupo primario general, la relación es más compleja porque el sindicalismo, aunque sea
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oficialista, representa un elemento importante de un sistema político que no la clase obrera o la burguesía nacional y la palabra "popular", en el sentido
tiene un centro único. Es también el caso del PR1 mexicano. En Argentina, de "Frente Popular", no se emplea sin confusión y ambigüedad. No existen
los sindicatos peronistas han conquistado una creciente autonomía dentro en América Latina personajes históricos como "Le peuple", en la obra de
del movimiento justicialista. Michelet, y en la tradición y la leyenda de la Revolución Francesa. Las
Si, a pesar de su fuerza original entre 1943 y 1945, las dos CGT grandes creaciones de la sociedad latinoamericana no son actores sociales,
pierden la iniciativa, fracasan en su proyecto de formar un partido laborista sino formas de intervención política.
y son desbordadas en los años siguientes por el sindicalismo peronista, re-
forzado por el flujo de los nuevos sindicalizados, el vandorismo significa
nuevamente la autonomía del sindicalismo como actor propiamente polí- D. LOS DIRIGENTES
tico, lo que le permite entrar en un sistema complejo, a veces sorprendente,
de alianzas políticas. 1. La oligarquía
No parece adecuado hablar de corporativismo en esta situación,
porque esta noción históricamente ha estado asociada a la imagen de un La industrialización y urbanización de la mayor parte del continente
Estado definido por su propio proyecto, nacionalista en particular, y su han disminuido la importancia social y política del estamento dominante de
capacidad de imponer a sectores sociales una integración dependiente. En los gamonales o de los "senhores de engenhos". Se desarrolla una burguesía
América Latina, por el contrario, el Estado está parcialmente desintegrado financiera industrial. ¿Cuál es su naturaleza? ¿Es una "clase dirigente"
entre grupos de intereses, mientras por otro lado se mantiene la separación definida por su dominio de las relaciones sociales de la producción o más
de los intereses empresariales y sindicales que desaparece en el régimen de bien de una "élite dirigente"?; es decir, ¿un grupo más complejo que maneja
sindicato único, representando no a un grupo social sino más bien a un de manera global el proceso de cambio histórico? ¿Son estos dirigentes
sector económico o profesional. El sindicalismo latinoamericano no tiene creadores de empresas industriales o puros capitalistas y financistas?
que escoger entre una orientación de clase y una integración dependiente A favor de la primera tesis aparece, ante todo, la alta tasa de ganan-
del aparato estatal. Otra vez se manifiesta el carácter mixto de los actores cia de las empresas en general y su fuerte capacidad de mantener el control
sociales en América Latina. Participan en el proceso de cambio histórico de los beneficios en lugar de distribuirlos a los consumidores. Según
tan directamente que no pueden ser separados del actor principal del cambio PREALC (1983), el superávit de explotación en 1970 era de 23.1 por cien-
—el Estado— pero mantienen una capacidad conflictiva frente a la empresa. to en Argentina, 30.3 por ciento en Brasil y 21 por ciento en México, pero
solamente 15.4 por ciento en Colombia y 12.8 por ciento en Chile.
6. El pueblo Aunque entre 1960 y 1970 los márgenes de ganancia han disminui-
do, en general, son todavía de 30.1 por ciento en Argentina en 1970, de 43.4
La fusión de categorías sociales y de categorías políticas da una im- por ciento en Brasil el mismo año y de 26.6 por ciento en México en 1975,
portancia central no a la burguesía y a la clase obrera, sino a la oligarquía cifras superiores a las de los países industrializados en los cuales los salarios
y al pueblo. El pueblo también es la nación cuando se considera más su re- representan una parte mayor de los costos del sector industrial. Los sala-
lación con el Estado que su situación económica. En América Latina, tal vez rios representan solamente el 11.9 por ciento de los costos en Argentina
más que en cualquier otra parte del mundo, esté siempre presente la refe- en 1970, 14.2 por ciento en Brasil del mismo año, 13.3 por ciento en Chile
rencia al pueblo o "al povo". Por eso, observaremos luego que el modelo en 1977 y 15.2 por ciento en México en 1975. Sin embargo, la riqueza de
político clásico del continente es populista o nacional-popular. Sin em- una clase empresarial nacional no puede ser separada del papel dominante
bargo, las referencias al pueblo son más míticas que reales. Los chilenos de de las empresas extranjeras en el sector de los bienes durables y de las empre-
la Unidad Popular gritaban: "El pueblo unido jamás será vencido", lo que sas públicas en el sector energético y de bienes de capital. El empresariado
recuerda de manera amarga que el pueblo no es unido en América Latina nacional domina la producción de bienes no durables, la construcción y la
porque, tan importante como la fusión de las categorías sociales y polí- exportación de productos primarios, pero existen pocos casos de grandes
ticas, es la segmentación de los actores en una sociedad con fuerte hetero- grupos industriales nacionales. El grupo de Monterrey, las grandes cons-
geneidad estructural y donde el Estado no tiene mucha fuerza o no la tiene tructoras brasileñas y el grupo Matarasso, el grupo Di Telia en Argentina, son
como Estado nacional sino como fuerza militar. La separación del sector los más conocidos. La concentración oligopolística de la producción no au-
formal y del sector informal, de los empleados y de los desempleados, de menta el papel dominante del Estado ni del capital extranjero. Además los
los obreros y de los marginales, no indica solamente la diversidad del pue- estudios realizados en ciertos países demostraron el importante papel de los
blo; recuerda la importancia central de la combinación en la sociedad latino- empresarios de origen extranjero en la producción industrial y la relativa
americana de una fuerte capacidad de integración y de una fuerte exclusión. ausencia de acción política colectiva de los empresarios industriales (Car-
La categoría "pueblo" es dividida por esta frontera entre participación y doso, 1964).
marginalidad. Los países latinoamericanos viven un esfuerzo prolongado pa- Más que una clase dirigente empresarial, lo que existe es una oli-
ra constituir Estados nacionales y, por consecuencia, pueblos. De ahí la garquía, que tampoco se confunde con un estamento superior tradicional.
importancia de la referencia al pueblo, pero el pueblo existe aún menos que La oligarquía se define por la doble combinación de una actividad capitalista
74 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA
r CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 75

con conductas económicas y sociales precapitalistas y con el control del Los gobiernos liberales no pueden ser más identificados a los inte-
Estado por parte de esta elite dirigente. reses de la burguesía que los conservadores con los de los latifundistas.
La integración de elementos capitalistas y no capitalistas de conduc- No existe una correspondencia directa entre intereses económicos y fuerzas
ta ha sido analizada en todos los países. La burguesía exportadora en el mo- políticas, porque la oligarquía integra varios grupos de intereses y porque los
delo "hacia afuera" logró construir un control nacional del sistema económi- límites estrechos de la vida política dan una importancia predominante a
co y político. Cardoso y Faletto observan que "se forma así una alianza debates ideológicos y propiamente políticos, mientras los conflictos eco-
entre lo que sociológicamente se podría llamar la 'plantación' o 'la ha- nómico-sociales no encuentran expresión política directa en esta democracia
cienda moderna', con su expresión urbana y sus grupos comerciales y fi- limitada. En el Ecuador, donde -como en Colombia- la lucha de los conser-
nancieros, y la 'hacienda tradicional' ". En el caso brasileño, L. Martins, vadores y de los liberales alcanzó a la guerra civil en la época de Alfaro,
criticando la idea de burguesía nacional, ha demostrado la fusión de los terratenientes, importadores y exportadores o industriales no constituyen
intereses industriales, financieros y agrícolas de la élite dirigente (Martins, grupos separados y nuevos ricos y viejas familias se mezclan. Esta oligarquía,
1968). En el Perú, F. Bourricaud (1967) describe la oligarquía como especu- en realidad dominada por la exportación, se interesaba poco en la moderni-
ladora, con una extrema movilidad de sus inversiones, y C. Furtado (1964), zación de las empresas. F. H. Cardoso, analizando los empresarios en Brasil,
analizando los casos argentino y brasileño, así como el peruano, concluye llega a^ la misma conclusión: "La oligarquía no significa la dominación de
que la oligarquía actúa como consumidora más que como productora y los señores de esclavos o de los potentados del interior, sino el acuerdo
participa en la industrialización sólo en cuanto es necesaria para conseguir político básico de los grupos exportadores con las nuevas funciones ur-
los productos que necesita en una situación de crisis del mercado interna- banas, así comerciales como financieras, articuladas con el sector externo
cional. Contra la idea de una separación de intereses entre capital rural y que utilizan los coroneles o gamonales del interior más bien en términos
capital urbano industrial, Víctor Tokman (1973) en su tesis muestra que no políticos que económicos" (ILPES, 1966). Es un error, por tanto, considerar
hay oposición en Argentina entre exportadores e industrialistas y que los 32 esta alianza de grupos dirigentes como feudal, expresión que utiliza todavía
grupos económicos principales son todos miembros de la Sociedad Rural E. Guevara (1971). F. Bourricaud da la mejor y más breve definición de la
y también tienen intereses económicos y financieros urbanos comunes. El oligarquía: "El oligarca es un especulador". No se identifica con un sector
grupo Di Telia es una excepción, porque es, básicamente, industrial; sin de la producción, porque cambia constantemente sus inversiones. De la
embargo, también tiene tierras y posiciones en la banca. Ricardo Lagos política espera que garantice sus especulaciones y que reprima las subleva-
(1966), en el caso chileno, llegó a conclusiones semejantes e insiste en la ciones populares, no que dirija una política económica. La oligarquía no
ausencia de segmentación de la oligarquía chilena que tuvo la capacidad actúa como una clase social sino como una serie de individuos interesados en
de ampliarse y diversificar, incluso a nivel político, sin perder su unidad. el aumento de su fortuna y en la defensa de su clan familiar.
Esta oligarquía es un grupo social cerrado. Pocos son los nuevos em-
presarios hijos de artesanos o de comerciantes. F. H. Cardoso resume varios El carácter no hegemónico de la burguesía agroexportadora argen-
estudios realizados en los años 50 y 60. tina es el elemento central de la historia política de ese país. Alain Rouquié
(1982) y Guillermo O'Donnell (1978) indican la importancia central de la
oposición entre exportadores y consumidores o productores del mercado
interno. De manera más global, la política apoyada en los sectores populares
Origen social de los Estados o de clase media busca para ellos un nivel siempre más elevado de participa-
empresarios Chile Colombia Argentina Unidos ción económica, mientras el sector exportador, a medida que el consumo
interno de productos primarios aumenta, reacciona de manera cada vez más
Industrial 38% 45% 24% 69% violenta para reconstruir su capacidad exportadora y reducir el consumo
Comerciante 17 20 36 - interno. El peronismo, especialmente después de 1955, representa esta pre-
Empleado 12 7 20 3 sión popular desvinculada del desarrollo del sistema productivo, mientras
Profesional 28 15 12 11 que la oligarquía, a pesar de varias tentativas, nunca alcanzó a construir un
Agricultor 5 0 4 5 partido conservador capaz de gobernar. La debilidad política de los capita-
Campesino 4 listas es aún más visible en Brasil donde la burguesía paulista perdió la gue-
Obrero 10 4 9 rra contra el Estado en 1932 y en México, país en el cual es visible la sub-
representación política del sector capitalista, ya que el mismo PAN -partido
El espíritu empresarial no está presente salvo excepciones. La inno- de derecha— no se identifica con el mundo empresarial.
vación y la investigación tecnológicas siempre fueron muy reducidas en El proceso de industrialización no es dirigido por los industriales;
América Latina, comparadas, por ejemplo, con las de Asia del sudeste. ellos tienen que incorporarse a una coalición política cuyo principio de
Pero esta oligarquía no es una elite dirigente, no tiene un papel unidad se encuentra en el reforzamiento del Estado más que en la defensa
hegemónico, no controla, a través del Estado, el proceso de cambio histó- de intereses de clase, lo que explica la heterogeneidad social de los regí-
rico en su conjunto. menes nacional-populistas.
1
76 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 77

2. Aparición de los empresarios Dornelles encuentran en Funaro un ministro de Hacienda desarrollista y


cerca de sus ideas.
Existen, sin embargo, núcleos empresariales. A veces aislados, como
en Cuenca, en el Ecuador, donde la crisis del sombrero de paja provocó una
reacción de los dirigentes y una política industrializadora que se expresó 3. La vuelta de la oligarquía financiera
en un nuevo partido conservador progresista. Mucho antes en Puebla, men-
ciona F. Chevalier, Esteban de Antuñano fue partidario del proteccionismo En otros países la política apoyada por grupos económicos domi-
y de la industrialización y, en México, a partir de 1840, inmigrados franceses nantes crea condiciones desfavorables para el desarrollo de la industria na-
que venían de Barcelonette, invirtieron en grandes almacenes y empresas cional. Argentina, desde hace muchos años, ha sido un país más desarrolla-
textiles de manera estable y continua, con un espíritu típicamente em- do que industrializado y cuya capacidad de exportación industrial está muy
presarial. Meyer (l 974). En Brasil, la importancia de la sustitución de im- por debajo de su nivel educacional y técnico. En Chile, la política neoli-
portaciones en la época de la gran crisis de los años 30 ha ocultado, según beral ha disminuido la capacidad industrial del país, reducido fuertemente
Dean, las iniciativas antes de 1929 de la aristocracia del café en búsqueda la tasa de inversión y creado un desempleo elevado mucho antes de la crisis
de ganancias altas. Medellín y Monterrey, como Sao Paulo, fueron centros que empezó en 1982 y provocó una paralización acentuada del sistema
de desarrollo industrial, núcleos endógenos de desarrollo que crearon empre- productivo. Ricardo Lagos describe esta nueva burguesía como "más intere-
sas, escuelas técnicas y bancos. sada en la adquisición de activos de empresas existentes que en nuevas
Sin embargo, en la mayoría de los casos, es el Estado el que toma aventuras empresariales". Los dirigentes de los nuevos grupos financieros,
las iniciativas más importantes y los empresarios actúan dentro de su polí- Vial o Cruzat, por ejemplo, pertenecen a familias oligárquicas y orientan
tica o en asociación estrecha con ella. El caso más conocido es de los cien- al país hacia el antiguo modelo, financiero y especulador más que industria-
tíficos de Porfirio Díaz, en el período prerrevolucionario mexicano. C. Fur- lizador, característica de la élite dirigente anterior a las transformaciones
tado ha dado un análisis famoso al apoyo del Estado brasileño a los cafete- políticas y sociales del período 1938-1973. La política de Martínez de Hoz,
ros en crisis como factor decisivo de la industrialización. En Chile, la agencia en Argentina (1976-81), fue el esfuerzo más decisivo de volver a dar a la
central de la industrialización fue la COREO, creada por el gobierno del oligarquía tradicional el papel central que había tenido durante el período
Frente Popular. En muchos países la creación por el Estado de una industria de oro que se terminó políticamente en 1943. El crecimiento rápido de la
siderúrgica fue considerada a la vez como instrumento y símbolo de la in- deuda externa, incluso en países productores de petróleo, indica la predomi-
dustrialización. Los casos de grupos empresariales formados en oposición nancia de una política de incorporación al sistema económico mundial so-
con el Estado son poco numerosos. El más importante es el grupo de Mon- bre una meta de desarrollo industrial nacional. Así, frente a la autonomía
terrey, en México; el más extremo, el grupo empresarial de Santa Cruz, en creciente de una clase capitalista industrial asociada al Estado, especialmente
Bolivia, activo en su lucha contra la asociación del Gobierno MNR y de la
central sindical después de 1952. Opuesto en todos sus aspectos, es el caso en Brasil y en México, se afirma y, particularmente, en Argentina, Uruguay
y Chile, durante el período militar, una lógica más financiera y más "inter-
de Colombia: en este país los grupos oligárquicos no pierden el control del
nacionalizante". En este caso, como en el de la oligarquía tradicional, el
Estado y alcanzan a desarrollar una política prudente de industrialización.
papel de clase dirigente no puede ser separado de otro papel que no es de
Pero en total, dentro o fuera del Estado, los grupos empresariales manejo de la producción, sino más bien de maximización de las ganancias
adquieren en ciertos países una autonomía creciente. En el Perú, A. Ferner del grupo dominante.
(l 979) descubre una burguesía nacional industrial autónoma, diferente de Las dos metas: desarrollo de la industria nacional y defensa de una
la oligarquía descrita por F. Bourricaud y que se opuso a los exportadores oligarquía más financiera que industrial, dando la prioridad a la incorpora-
durante el primer gobierno de Belaúnde antes de acercarse al gobierno mili- ción de sectores claves de la economía nacional al sistema internacional, a
tar de Velasco Alvarado. veces se oponen directamente. Gran parte del debate económico y polí-
En el caso de países con políticas antipopulistas, también se nota la tico dentro del régimen militar en Chile a partir de 1982 opone los defen-
autonomía creciente de las grandes empresas. sores de una reactivación del mercado interno a los economistas y políti-
L. Martins observa en Brasil que la lógica de las grandes empresas cos que mantienen una prioridad absoluta en el manejo del comercio ex-
públicas es más empresarial que política, y que ellas no participan de la terior y de las consecuencias de un endeudamiento masivo. Pero las dos
ideología de la "segurança nacional". Existen, así, sucesivamente, más ras- orientaciones se acercan cuando se trata de apoyar a la acción represiva
gos comunes entre los grupos públicos mexicanos o brasileños, y los grupos del Estado contra los movimientos sociales y políticos de oposición. Esta
privados coreanos o de Hong Kong. En todos los países se crean tecnoes- observación no permite concluir que los regímenes militares son sólo ins-
tructuras interesadas en desarrollar su poder y ofrecer seguridad, ventajas trumentos políticos al servicio de las clases dominantes. Estos regímenes
materiales y perspectivas de carrera a sus cuadros dirigentes y encabezados son más directamente antipopulares que procapitalistas. La lucha contra la
también por individuos o grupos propiamente capitalistas. presión popular y la crisis económica y política que ésta desencadenó parece
En el Brasil post autoritario, los empresarios paulistas juegan un pa- más central en los regímenes militares de Brasil, Uruguay, Chile, Argentina o
pel importante y después de haber criticado la política demasiado clásica de Bolivia, que el apoyo a una política económica que estos regímenes brindaron
T
78 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 79

más bien por su convergencia con sus propias metas antipopulares. Así se excluida de los modelos centrales de consumo y de participación, por su
separan los dos elementos cuya fusión formaba la oligarquía. pertenencia al sector rural o por su pobreza urbana y, de manera comple-
A la industrialización, fomentada por el Estado pero dirigida de mentaria, la fuerte concentración de la riqueza crean una extensa categoría
manera creciente por grupos empresariales autónomos, se opone una ló- intermedia que se define como clase media, por oposición a los muy ricos y
gica comercial y financiera que da la prioridad al equilibrio de la balanza a los pobres que viven de manera precaria al margen de la "sociedad".
de pagos sobre el progreso de la producción y la ampliación del mercado Sin embargo, cabe recordar que la distancia entre la clase media
interno. Sin embargo, en ambos casos, está aumentando la dominación del acomodada y los ricos, por un lado, y entre los asalariados con status profe-
Estado por un grupo económico, y, en consecuencia, la capacidad hegemó- sional estable y los pobres, por el otro, es tan grande, que las categorías
nica de este grupo. En Brasil, país donde ya existe a la vez un importante intermedias no pueden justificarse con las categorías extremas. De tal manera
mercado interno y una fuerte capacidad exportadora, el mundo empresarial que si la noción de middle class es muy insuficiente y supone una homo-
inspira una política desarrollista y de negociación con los sindicatos para geneidad que no existe, la definición marxista está igualmente lejos de res-
ampliar el consumo interno. En países como Ecuador, Bolivia y Chile, don- ponder a las conductas reales. Nuevamente, ni un análisis en términos de cla-
de el mercado interno es limitado y donde existen, realmente o virtualmente, se, ni las ideas de modernización y participación proporcionan instrumentos
fuertes presiones populares, los empresarios apoyan gobiernos civiles o mili- satisfactorios de descripción del actor que, a pesar de su heterogeneidad
tares que dan la prioridad al progreso de las exportaciones y al cumplimien- interna, se define como clase media.
to de los compromisos con el FMI, lo que excluye el aumento de los salarios En este caso, más directamente que en otros, el actor social está
reales e impone, en particular en el caso chileno, la no ruptura con un go- definido por su relación en el proceso de cambio histórico más que por su
bierno autoritario que permite mantener un desempleo alto y un nivel de posición de clase o su modernidad. En términos más concretos, en América
vida bajo. En Argentina, la iniciativa está en las manos del equipo económi- Latina la clase media está definida por su relación con el Estado y como
co del Presidente Alfonsín, pero la meta principal del gobierno es la amplia- agente de información, integración y control de un modelo nacional de
ción acelerada de la capacidad empresarial del país. Así, a pesar de la crisis, desarrollo, especialmente en la fase central de la evolución.
medio siglo de industrialización otorga una influencia creciente a los grupos En el período de desarrollo "hacia afuera", dominado por el grupo
empresariales. Sin embargo, esta conclusión indica más una tendencia que exportador, los abogados y funcionarios administrativos formaron, con los
una transformación ya realizada. sectores comercial y financiero, el grueso de la clase media. Dominaban los
Es difícil aislar a un actor propiamente económico, a una clase diri- licenciados y hachareis, agentes de control social al servicio directo o indi-
gente, del tipo norteamericano o europeo. No existe tampoco una unidad recto de la oligarquía. Pero en el período de desarrollo "hacia adentro",
sólida y durable entre Estado y grupos capitalistas como en el Japón o en la extensión del papel del Estado en el terreno económico y, más aún, en
Corea del Sur. América Latina, en su conjunto, parece estar dominada por los terrenos social y cultural, amplió rápidamente la clase media directa-
la ausencia de cualquier hegemonía y por la subordinación de los empresa- mente vinculada al Estado. En Chile, el número de funcionarios se cuadru-
rios a una lógica capitalista más excluyente que desarrollista. Una tasa ele- plicó entre 1925 y 1967. En Brasil, entre 1950 y 1973, los funcionarios
vada de crecimiento económico está asociada a un grado relativamente bajo aumentaron a 8.5 por ciento de la PEA. En casi todos los países los gastos
de formación de actores de clase, tanto en el caso de la burguesía como en del gobierno central y las inversiones públicas aumentaron entre 1959-60
el de la clase obrera. y 1967-6812.

E. LA CLASE MEDIA Argentina de 20.3 a 27.0 por ciento del producto interno bruto
Brasil de 25.0 a 27.1
La noción latinoamericana de clase media es mucho más análoga que la de Chile de 31.2 a 36.1
middle class en los Estados Unidos que a la idea europea de clases medias o, Colombia de 10.4 a 14.7
en forma más limitada, de pequeña burguesía, según la tradición marxista México de 14.4 a 16.6
que define a las clases medias por su dependencia respecto a las clases prin- Honduras de 11.9 a 15.1
cipales, los capitalistas y los trabajadores. Así definidas, las clases medias
no participan directamente en las relaciones sociales de producción, pero (Venezuela es la única excepción, con un descenso de 23.4 a 22.4%).
participan en la reproducción de la situación y de la dominación de clase.
De manera opuesta, la middle class es definida en términos de participación
económica, social y cultural. En una "sociedad desarrollada" en la cual el
consumo de bienes durables es ampliamente difundido, pertenecen —o pien- En muchos países latinoamericanos el porcentaje del empleo pú-
san que pertenecen— a la clase media todos aquellos que participan direc- blico en el empleo total es superior a lo que es en los países industrializados,
tamente del consumo de bienes materiales y simbólicos considerados como lo que indica un peso aún mayor del empleo público sobre el empleo urbano
centrales. En América Latina la importante proporción de la población formal en América Latina.
80 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES

Empleo público exclusivamente la escolaridad deljefede familia",Musgrave (1978). La inver-


sión en educación puede ser considerada como la de mayor tasa de retorno,
% -
Empleo total
especialmente a nivel de educación primaria. La relación entre educación e
ingreso parece ser más fuerte en los países intermedios que en los países
subdesarrollados o en los industriales.
Argentina 1980 22.2% Francia 1978 14.0"/. El medio escolar es, por lo tanto, relativamente abierto, inclusive
Bolivia 1980 11.2 Alemania Fed. 1979 14.7 a nivel universitario, una vez excluida gran parte de la población en los
Colombia 1982 9.6 Reino Unido 1979 21.5 niveles preescolar y primario, y orientada hacia la constitución y la toma
Costa Rica 1980 19.5 Suecia 1979 29.8 de conciencia de la clase media. La movilidad ascendente está asociada a la
Panamá 1980 21.3 Estados Unidos 1979 16.5 creación de una distancia material y simbólica fuerte entre el pueblo y la
Perú 1981 17.2 clase media. De manera paralela, los gastos educativos del Estado no tienen
Uruguay 1975 23.1 efectos democratizantes; en todos los países, el 60 por ciento más pobre
Venezuela 1980 21.4 de la población recibe mucho menos del 60 por ciento de los gastos educa-
cionales (por el contrario, los gastos de salud tienen efectos igualizantes).
Fuente: R. Echeverría (1985), pp. 39 y 42. Arellano (1981).
Dentro de este crecimiento general del sector público, se destaca Esta clase media pública o fomentada y protegida por la intervención
el aumento de la proporción de profesionales dependientes y, en particular, estatal entra en crisis con el agotamiento o la destrucción del Estado inter-
de los maestros. El Estado, de manera directa e indirecta, da a los funcio- ventor, especialmente nacional populista. Si la burocracia tradicional no dis-
narios y asimilados la seguridad de empleo, mejores sistemas de previsión minuye y si la función asistencial del Estado se mantiene, la intervención
social y conciencia de participar en la afirmación de la identidad nacional económica y cultural del Estado se reduce de manera muy fuerte en el
contra la segmentación de la sociedad tradicional dominada por caudillos caso chileno, Martínez y Tironi (1983), lo que provoca una ruptura de la
o coronéis locales. La clase media se define en términos nacionales más que clase media en dos sectores que, si bien existían ya en el período anterior,
de clase o de participación social. se encontraban dominados por la clase media burocrática. Por un lado, una
Esta automatía del "papel político" de la clase media está asociada clase media de gerentes y técnicos, vinculados a las grandes empresas indus-
a una definición cultural más que profesional, ante todo por las caracterís- triales y financieras y, por otro lado, una clase media por cuenta propia y,
ticas del sistema educacional. Mientras en la mayoría de los países europeos en general, empobrecida: pequeños comerciantes, taxistas, etc., que entran
se generalizó rápidamente la alfabetización y progresó muy lentamente la al sector informal. La primera categoría tiene una importancia creciente que
educación media y superior, en América Latina la evolución se hizo al revés puede ser interpretada como índice de modernización de la economía y
(Rama, 1980). Se mantuvo una proporción relativamente alta de analfabe- de dualización de una sociedad con alta concentración de ingresos. Crece
tos, mientras hoy día el porcentaje de alumnos en educación media y supe- una clase media alta adaptando patrones de consumo importados de los
rior es comparable a la de los países europeos. Aldo Solari presenta el caso países más industrializados. La segunda manifiesta, en el período de crisis
del Brasil (Solari, 1981). "En 1975, el Brasil tenía una proporción de analfa- profunda del modelo neoliberal de desarrollo, la creciente insuficiencia de
betos mucho más alta que la de Francia en 1905, una tasa de escolarización absorción de mano de obra en el sector moderno. Por su lado, la clase me-
en primaria mucho menor, una tasa en media que Francia sólo alcanzó en dia burocrática y especialmente el sector de los profesionales asalariados
1950 y una enseñanza superior a la que Estados Unidos llegó recién en pierde su influencia y sufre muchas veces caídas de su ingreso. En muchos
1930". La selección social principal se realiza a la entrada de la escuela pri- países esta caída es más fuerte para los empleados públicos que para los
maria y no de la secundaria, como en Europa. La clase media se define como obreros, lo que provoca fuertes reivindicaciones y conflictos. En Bolivia,
educada, es decir, que sus miembros han recibido una educación primaria los empleados públicos después de 1982 son actores de conflictos más nu-
completa y la mayoría de ellos una educación media e incluso superior. La merosos que los mineros. En Brasil, los empleados de bancos lanzan con
escuela secundaria, que no tiene que realizar la selección social va hecha con éxito una huelga nacional en 1985. En países como Colombia y Perú, los
anterioridad, constituye un mundo socialmente homogéneo, especialmente maestros, muy mal pagados, se sindicalizan y se radicalizan.
en los países en los cuales las escuelas públicas reciben a la inmensa mayoría Esta dualización de la clase media no significa la formación de
de los alumnos. Aldo Solari presenta los resultados de un estudio realizado clases medias subordinadas a clases antagónicas, sino más bien la profun-
en Montevideo que demuestra que la correlación entre puntaje y origen so- didad de la crisis económica de los años ochenta.
cial, fuerte en el primer año de enseñanza media, desaparece en los últimos La estabilidad relativa de la clase media, definida como categoría
años, lo que subraya la importancia de la escuela como medio de socializa- estadística como el 50 por ciento de los hogares entre el diez por ciento su-
ción a una clase media que se define directamente por la cultura y, de mane- perior y el 40 por ciento inferior (Altimir, 1981) en ciertos países como
ra más moderna, por la educación. Colombia, su retroceso en Brasil, su progreso en México, para mencionar
En América Latina, la educación es "la fuente más poderosa de solamente tres casos muy diferentes, no pueden ser considerados como
diferencia de ingresos entre las familias, inclusive cuando se considera demostrando la evolución, positiva o negativa, de una categoría social

J^
82 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO II / LAS CATEGORÍAS SOCIALES 83

"real". Por el contrario, el descenso, en ciertos países, de la clase media más industrial, pero en muchos casos sigue actuando como un grupo de
pública, el crecimiento de la categoría de los técnicos y profesionales moder- especuladores privilegiados. La clase media, en aumento, es a menudo
nos y el aumento del número de trabajadores terciarios por cuenta propia descrita como resultado de una terciarización exagerada y al mismo tiempo
indican la pluralidad de los componentes de la clase media y de la evolución corresponde a las necesidades de una industria de alto nivel tecnológico y
de la economía. En este caso, más que en cualquier otro, es imposible acep- de un sistema económico complejo e integrado a la economía mundial.
tar la idea que exista un sistema de estratificación, es decir, que las catego- Por eso, en lugar de hablar de burguesía y de clase obrera, conviene
rías socioocupacionales pueden ser definidas por su posición relativa en hablar de oligarquía y pueblo y es útil reemplazar la categoría clase media
una escala de participación social. Tampoco es aceptable la idea de un sis- por la de inteligencia, en el sentido ruso de la palabra: los egresados de la
tema central de dominación en relación con el cual todos los grupos sociales enseñanza media y superior o la gente con cultura.
podrían ser definidos.
Las categorías más útiles para el análisis sociológico no son solamente 2. Status social y status político
los estratos o las clases sino, a la vez -y más aún- los actores del proceso
de cambio histórico. Esta dualidad de todas las categorías abarca también sus defini-
ciones: la definición directamente ocupacional se refiere a un sistema eco-
nómico; la definición en términos de participación o exclusión se refiere a
F. LOS SISTEMAS DE ESTRATIFICACIÓN la posición de cada categoría dentro del proceso de cambio histórico y,
en términos muy concretos, a su relación con el Estado y a los efectos de
1. Absorción y exclusión la política social del Estado sobre sus condiciones de vida. No existen en
América Latina categorías puramente sociales: si hay una dimensión de
La conclusión más directa de esta revisión de algunas categorías clase en todas las categorías sociales importantes, ésta se encuentra siempre
socioprofesionales es la necesidad de considerar cada una de ellas, tanto mezclada con una definición política. Esta segunda conclusión general
como parte de un proceso de industrialización, como de expresión de un corresponde a la combinación de los dos elementos sociales del modelo
sistema de limitaciones y resistencias al desarrollo capitalista. La mejor de desarrollo latinoamericano: fuerte participación cultural en la política
definición de la evolución del empleo en América Latina es dada por Nor- urbana y débil definición del status de clase. La separación del Estado y
berte García (1982a), lo que corresponde a dos de los elementos del modelo de la sociedad civil es tan limitada que resulta inadecuada la definición
latinoamericano: alta tasa de crecimiento y capitalismo dependiente y limi- de actores sociales capaces de actuar independientemente de su forma de
tado. Muchos estudios socioeconómicos dan la impresión de que existen dos participación en el sistema de decisiones políticas.
historias económicas de América Latina: la evolución de largo plazo, domi-
nada por el crecimiento lento, irregular pero real de las categorías -obre- 3. Cuatro sistemas de estratificación
ros, empleados y técnicos— vinculadas a la producción moderna, por la
desaparición progresiva del modelo rural tradicional de asociación de mini- Estas dos observaciones generales eliminan la posibilidad de cons-
fundios y latifundios, por el crecimiento del sector de servicios a las empre- truir un sistema integrado de estratificación o de definir un tipo de socie-
sas y también por una elevación rápida del nivel educacional y por la trans- dad de clases. La idea de estratificación implica que los actores sociales
ferencia de muchos estudiantes de las carreras tradicionales, como derecho actúen en función de su nivel de participación social, por ejemplo, de su
y letras, hacia ingeniería y economía. Por el otro lado, una historia domi- nivel de ingreso, de calificación o de educación. En el modelo latinoameri-
nada por la dependencia, una concentración alta del ingreso, la estabilidad cano no existen tales escalas. Como lo subrayan varios estudios ya citados,
o incluso el aumento de los sectores excluidos y, en ciertos casos, como el nivel educacional ubica a los individuos a un lado u otro de una barrera
Argentina y Chile en la segunda mitad de los años setenta, la adopción cultural y social, y no en una escala de escolaridad.
de un modelo económico fuertemente excluyente. No se trata de oponer Es útil combinar todas estas conclusiones y definir ahora la orga-
crisis coyunturales a transformaciones estructurales a largo plazo. Los dos nización socio ocupacional como combinación de cuatro sistemas o subsis-
grupos de fenómenos son cambios estructurales y ambos pasan por coyun- temas de estratificación.
turas muy contrastadas. Por lo tanto, todas las categorías sociales son a la Dos de ellos se refieren a tipos sociales: a una sociedad mercante
vez elementos de un sistema social y resultados de la capacidad limitada y a una sociedad industrial. El tercero es más bien político y es definido
de absorción económica, social y cultural de este sistema. Es falso definir en términos de desarrollo y, por consiguiente, de intervención estatal en
a los pobladores o favelados como marginales; igualmente es falso olvidar la la organización socioeconómica. El último corresponde a la naturaleza
importancia del sector informal y, más recientemente, de la cesantía dura- de un capitalismo limitado y excluyente. Ya ha sido demostrado a lo largo
ble. El mundo rural está cada vez más integrado al sistema capitalista; sin del estudio que las principales categorías socioocupacionales pueden ser
embargo, en muchos países la importancia de los asalariados agrícolas en analizadas desde estos cuatro puntos de vista. Cada uno de los sistemas de
la PEA disminuye más rápidamente que la de los minifundistas, a pesar estratificación está compuesto de una categoría dominante, de una cate-
de la extrema pobreza de muchos de éstos. La "burguesía" es cada vez goría subordinada a la primera -que participa en parte de sus recursos y
84 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO m

FORMAS DE MOVILIZACIÓN
privilegios—, de una categoría de "trabajadores" y de una categoría defi-
nida en términos de marginalidad o exclusión.
Estos componentes tienen connotaciones de clases más fuertes
en los dos primeros modelos mencionados; por el contrario, en los otros
dos, las categorías son más político-culturales que económico-ocupacionales.
Para respetar lo que parece ser la alternancia histórica de tipos
sociales y de procesos de cambio histórico, se presentan de la siguiente
manera estos cuatro tipos:
Marco de Categoría Categoría
referencia dominante Sub elite popular Categoría
principal excluida
A B C D

I. Sociedad
mercante OLIGARQUÍA BUROCRACIA PUEBLO POBRES
II. Desarrollo ELITE SUBELITES
hacia adentro DESARROLLISTA SECTORIALES CIUDADANOS MARGINALES
III, Sociedad
industrial EMPRESARIOS TÉCNICOS OBREROS CESANTES
IV. Capitalismo CONSUMIDORES ASALARIADOS SECTOR
dependiente FINANCIEROS INTERNACIONA- DEPENDIENTES INFORMAL
LIZADOS

Los cuatro sistemas no pueden ser definidos solamente como etapas


sucesivas de una evolución general. Existe un fuerte overlapping entre ellos. A. LAS ORIENTACIONES DE LA ACCIÓN COLECTIVA
Hay veces en que un sistema parece más importante que los otros, pero,
en general, ninguno tiene una posición hegemónica, de tal manera que En los países que tienen una fuerte capacidad de cambio endógeno los
los trabajadores —que los sociólogos de los países industrializados llaman agentes del desarrollo son los mismos actores de la estructura social; en
obreros— son a la vez obreros, pueblo, ciudadanos y asalariados, categorías el caso más clásico son clases sociales. La tradición europea ha puesto el
más amplias que obreros y que incluyen a todos los que trabajan en una mayor énfasis en el estudio de la burguesía, a la vez clase dirigente y elite,
empresa sin tener acceso a las decisiones económicas. es decir, agente principal de cambio histórico a través de su control del
Paralelamente los empresarios "puros" son escasos; pertenecen Estado. Paralelamente el pensamiento socialista ha considerado a los traba-
muchas veces a una oligarquía tradicional y les dan más importancia a las jadores como agentes de desarrollo de las fuerzas productivas, condenando
ganancias financieras que al beneficio industrial, y a veces participan en el lucro privado como irracional, obstáculo al progreso. Al contrario, en un
una élite desarrollista encabezada por un Estado interventor. país dominado por una autocracia y una clase dominante conservadora o
No existen actores sociales que puedan ser definidos por una sola subordinada a una dominación de tipo colonial los agentes de cambio son
dimensión y que sean representados por las fuerzas políticas. Todos los necesariamente definidos como exógenos: intelectuales en ruptura con el
actores sociales son a la vez segmentados, multidimensionales y heteróno- establishment, empresarios de origen extranjero, vanguardia revolucionaria,
mos. El análisis tiene entonces que desplazarse hacia el estudio del sistema ejército de liberación nacional o colonizadores extranjeros. Aunque sean
político porque no existen clases u otras categorías integradas y funda- siempre definidos como nacionales o populares estos actores son agentes
mentales, que puedan ser estudiadas en sí, fuera de las intervenciones del exógenos de cambio porque su papel central es de romper un orden tradi-
poder político. cional, un gobierno entreguista y represivo, privilegios y creencias irracio-
nales, lo que significa que se apoyan en conocimientos científicos, en fuerzas
políticas y en ideologías formadas fuera de la sociedad que se trata de
transformar. El ejemplo más conocido de tal contra elite es el grupo de los
dirigentes socialdemócratas rusos, mencheviques o bolcheviques actuando
en gran parte en el exilio, apoyándose en una visión "científica" de la
historia y, finalmente, en el caso de los nuevos dirigentes soviéticos, apro-
vechando la crisis del régimen zarista, estremecido por la guerra mundial.
Cada modelo de desarrollo puede ser definido por la naturaleza

l
1
SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 87
86

de su elite, de los agentes de cambio. En América Latina el papel central Finalmente la importancia y la tempranidad de la participación
del capitalismo dependiente significa que los agentes de cambio son más cultural y política (cultura y política de masas), por lo menos en las áreas
próximos a los agentes económicos dominantes de los países capitalistas urbanas de mucha importancia, dan mucha autonomía al nivel consumo,
centrales que a los agentes político-ideológicos de los países donde se es decir, a una definición de los actores como estratos más que como clases.
produjeron revoluciones sociopolíticas y procesos de descolonización. — La segmentación de las categorías sociales acarrea como conse-
Lo que no excluye la presencia del continente latinoamericano de movi- cuencia una dualización e incluso una oposición entre segmentos recono-
mientos de descolonización o de regímenes creados por una acción revolu- cidos como superior o inferior y más globalmente como in o out.
cionaria, como se observa en Cuba, en Nicaragua y en varios países o regio- En el mundo rural se trata de la oposición de campesinos o asala-
nes del continente (Guayana, Granada, etc.). riados incorporados a la producción capitalista y minifundistas que sobre-
Sin embargo, existen diferencias muy profundas entre los actores viven en parte a través de procesos compensatorios de los efectos destruc-
de cambio en los países capitalistas centrales y en América Latina, de la tores del mercado. En el mundo industrial existen grandes diferencias de
misma manera que el modelo de desarrollo dependiente se aleja mucho remuneración y condiciones de trabajo entre sectores modernos y sectores
del modelo liberal. Se analizarán en este capítulo cuatro aspectos especí- tradicionales, grande y pequeña industria, sector formal y sector informal.
ficos de la movilización sociopolítica en América Latina, de la transforma- — La permanencia de elementos adscritos en el status social deter-
ción de categorías, definidas en términos objetivos por su posición social mina la importancia a menudo predominante de la lucha contra los me-
de actores del sistema social y de su mutación: canismos de reproducción de privilegios y desigualdades en relación con
las características de los actores; la lucha dentro de la situación de trabajo, de las relaciones de clase expe-
la situación de los actores sociales, entre experiencia privada y rimentada en la producción. Constantemente se observa este desplazamiento
de los conflictos de la fábrica al barrio, de la producción al consumo, de los
política de masa; intereses a los derechos.
la tridimensionalidad de la acción colectiva; y
la desarticulación de la acción colectiva. La importancia de la movilidad determina la interacción de la expe-
riencia personal y de la experiencia colectiva, lo que resulta a veces en una
Características de los actores acción individualista, puramente instrumental, en oposición con la noción
1. clásica de acción de clase que supone una fuerte identificación del indivi-
El modelo de desarrollo latinoamericano, elaborado en la primera duo con una categoría social, pero en otros casos donde el individuo tiene
parte, se transforma directamente en características de los actores, según fuerte conciencia de pertenecer a una comunidad o a un grupo primario;
los cuadros siguientes. una mezcla de valores culturales y de acción social que también se aleja del
modelo clásico de los conflictos económico-sociales.
MODELO DE — La participación cultural y política no solamente da mucha im-
DESARROLLO ACTORES portancia al nivel de consumo en la formación de los actores, sino también
crea una fuerte politización de la acción colectiva. Esta característica es la
Capitalismo Debilidad Segmentación Adscripción más visible de todas y será analizada más adelante. El actor social está
dependiente de los de las categorías (defensa del definido menos por sus intereses o por sus relaciones socioeconómicas que
actores de clase sociales status) por su participación, en general heterónoma, en un proceso de movilización
política. En otros términos la movilización se realiza desde arriba hacia
Crecimiento Participación Movilidad Consumismo abajo más que a partir de una base social y hacia el poder.
fuerte político-cultural
urbana fuerte
CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN COLECTIVA
El desarrollo dependiente produce una segmentación de las princi-
pales categorías sociales muy bien analizadas por los trabajos de Víctor Oposición de los
Lucha contra la
E. Tokman y Norberto García de PREALC, que demuestran la simultaneidad segmentos reproducción de
de una gran capacidad de absorción y de una fuerte y duradera expulsión superior e inferior
del grupo de acción los privilegios
en el sistema económico latinoamericano.
En oposición con una sociedad industrial estabilizada, en la cual un
obrero vive una experiencia de clase "from eradle to grave", la sociedad Int erd epend encia
latinoamericana parece dominada a la vez por categorías en movilidad de la
experiencia individual Politización
social o solamente geográfica: migrantes, nueva o vieja clase media y por
categorías de status de adscripción importantes, tanto en la oligarquía tradi- y de la acción colectiva
cional como en los pobres del campo y de la ciudad.
88 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA
1 CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 89

Cada una de estas características de la acción colectiva puede ser entre actores sociales que aparece limitado e incluso inválido, por un la-
considerada como un obstáculo a la movilización de actores colectivos. do, por la vida privada y en particular por las formas personalizadas de
- La segmentación es un obstáculo a la formación de una acción dominación y, por el otro, por la política de masa en la cual se diluyen
de clase. Por ejemplo, la fuerza aparente de la Central Obrera Boliviana los actores sociales específicos. La familia representa una protección contra
(COB), en el período revolucionario y postrevolucionario, no puede es- una vida pública o institucionalizada. En Brasil un economista norteameri-
conder las profundas divisiones que siempre existieron entre las tres cate- cano citado por Schmitter observa: "El brasileño encuentra difícil entrar
gorías principales de obreros: mineros, que dirigen la confederación, ferro- en un esfuerzo de cooperación económica u otra con individuos que no
viarios y fabriles. De tal manera que la influencia de la COB proviene más son parte de su familia". La "parentela" tiene importancia y el nepotismo
de su capacidad de presión política que de su capacidad de movilización de influencia en las carreras. Más importante que este tema, demasiado "ar-
una clase obrera dividida. De manera más extrema casi no tiene sentido caizante", es la idea presentada por Schmitter de la ausencia de ideología
la expresión movimiento campesino, en países donde existe una fuerte hete- en una sociedad de tipo brasileño en la cual relaciones interpersonales
rogeneidad de los trabajadores agrícolas, divididos entre minifundistas, tienen tanta importancia. La influencia de los intelectuales no debe es-
asalariados e inquilinos o equivalentes y en ciertos casos comunidades, conder el hecho de la penetración muy limitada de las ideologías fuera
cooperativas o farmers. de los medios universitarios e intelectuales. Prolongando observaciones
- La importancia de la adscripción y de los estamentos frente al anteriores se puede llegar a la hipótesis de que la fuerza de la familia y de
papel productivo y a las clases está vinculada con la personalización de los grupos primarios, en general, limita la capacidad de acción colectiva
las relaciones y de los conflictos sociales, lo que refuerza la segmentación directa y aumenta la capacidad de resistencia en una situación de ruptura
de la acción colectiva. o de amenazas contra la comunidad y el grupo primario. Aumenta la capa-
- Examinaremos en un próximo acápite la influencia de las migra- cidad defensiva y disminuye la capacidad de acción ofensiva autónoma.
ciones como obstáculos a la formación de la acción colectiva. En Chile en los años 80 llama la atención la oposición entre la capacidad
- La consecuencia más negativa de la politización de la acción social defensiva de muchas poblaciones, a pesar de los efectos negativos de una
es el faccionalismo, la desintegración de un movimiento o de una lucha cesantía alta y de factores de descomposición social, criminalidad, droga-
social por rivalidades entre grupos y tendencias políticas y subordinación dicción, etc., frente a la capacidad reducida de acción de los sindicatos.
de estas luchas a la estrategia de estos grupos políticos. Tema constante- Pero demasiados observadores han concluido de manera apresu-
mente presente en el sindicalismo boliviano dividido entre militantes del rada al carácter puramente defensivo y comunitario de la acción de los
PIR, del POR y del MNR. También fue importante en la Unidad Popular grupos más directamente definidos por su adscripción. Caen en las conse-
chilena, cuando las industrias y la administración pública estaban divididas cuencias más peligrosas de una teoría de la modernización que no concibe
entre los partidos de gobierno, lo que tenía consecuencias igualmente nega- lo moderno sino por oposición y ruptura con el pasado. No se trata aquí
tivas para la producción y para la movilización social. de aceptar el discurso populista y la ilusión de que se puede realizar una pro-
Pero sería un error grave considerar estos rasgos específicos de la funda transformación histórica, como la industrialización, sin discontinui-
acción colectiva en América Latina como solamente negativos. Su contra- dad y sin ruptura. Pero conviene examinar en qué forma se juntan o se
partida positiva es la gran fuerza motivacional de esta acción frente a un oponen participación comunitaria y acción de cambio social. No hay vincu-
instrumentalismo económico de tipo norteamericano; se forma una movi- lación entre ellas si se supone la existencia de una comunidad aislada y
lización más amplia comunitaria y nacional a la vez que social y política. equilibrada. Pero tales comunidades campesinas o tal tipo de vida oligár-
Factores positivos y factores negativos de la movilización se combinan quico existen poco fuera de las ideologías y de las nostalgias. Las formas
para dar a la acción colectiva en América Latina una fuerte capacidad expre- comunitarias de vida son debilitadas o destruidas por la producción capi-
siva y una marcada debilidad instrumental. Se movilizan valores y afectos talista o la vida urbana. Esta destrucción trae una vinculación directa entre
poderosos para conseguir ventajas limitadas y muchas veces más importan- la defensa de intereses y la vida comunitaria, como lo indican los estudios
tes para la cúpula política que para la base social movilizada. Expresión sobre las comunidades indígenas en el Altiplano peruano, por ejemplo.
concreta de lo que nombramos el déficit de actores sociales en América En el caso de poblaciones urbanas, un estudio reciente del grupo SUR de
Latina. El "rendimiento" económico de la movilización social parece en Santiago permitió a E. Tironi y E. Valenzuela definir primero cierto tipo
general bajo y su "costo" político muy alto. de respuesta a la situación de pobreza, exclusión y represión sufrida: de-
fensa comunitaria, presión instrumental, delincuencia, violencia política.
B. CULTURA Y POLÍTICA Esta observación indica una separación entre la motivación del actor y su
relación con un grupo concreto, por un lado, y los métodos de acción
1. Experiencia personal y acción colectiva colectiva, por el otro. La presión instrumental pone énfasis en el papel
de los "notables" o de los intermedios que detienen recursos e influencia;
Más allá de la caracterización de la acción colectiva conviene exa- la violencia política de manera aún más extrema aisla al actor de un grupo
minar la definición del "espacio público" en América Latina y más precisa- y, como otras formas de guerrilla, supone la ausencia o imposibilidad de
mente del espacio de las relaciones, de los conflictos y de las negociaciones una movilización de masas.
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Por el otro lado la defensa comunitaria, en general para organizar separadas. Cómo olvidarse que gran parte de los movimientos sociales y
una sobrevivencia difícil, está orientada hacia la comunidad y no se vincula de la experiencia histórica se formaron en esta frontera incierta entre
como una acción de tipo sindical o político. Tiene metas expresivas, como luz y sombra, protesta y delincuencia. Los conservadores se equivocan
lo indican con fuerza los participantes. Las formas de anomalía, en particu- cuando no quieren ver más que delincuencia común en la violencia polí-
lar la delincuencia, la cesantía, el hacinamiento, la ausencia de servicios tica desatada por una situación de dictadura y miseria. El error opuesto
públicos. A este primer nivel de análisis se puede hablar no de interdepen- sería el creer que un sufrimiento extremo crea una capacidad extrema de
dencia de la experiencia privada y de la acción colectiva, sino más bien de acción. No es así. Los "pobres" tienen poca capacidad de organizarse,
su separación. Por un lado, el grupo primario y la participación o no parti- movilizar recursos, preparar estrategias. Muchos autores en las décadas
cipación del individuo en el grupo; por el otro, una acción que no puede de los 60 y 70 han mantenido, sin embargo, la idea de que estas categorías
formarse si no se desvincula de un grupo dominado por su pobreza y su formaban un hiperproletariado capaz de una acción muy radical y atacando,
difícil sobrevivencia que limita su horizonte. Sin embargo, conviene ir de manera simultánea, todos los aspectos de su explotación. La importancia
más lejos. El estudio referido, basado en largas entrevistas de grupos, ha de la toma de terrenos en el Perú y en Chile, la radicalización de muchos
permitido descubrir que los pobladores superan de manera notable esta líderes, la formación en Chile de campamentos, poblaciones creadas por
separación entre experiencia y acción, entre expresividad e instrumenta- grupos políticos y dirigidos por ellos, y de manera muy especial la visibili-
lismo. Organizan e interpretan su propia experiencia. Así aparecen dos dad durante la Unidad Popular del campamento Nueva Habana, animado
dimensiones complementarias en esta experiencia. La primera es la pobreza, por militantes del MIR, han conducido a la idea de que nacían en estas
la segunda la exclusión. poblaciones movimientos urbanos radicales que podían, incluso, juntarse
La pobreza significa desorganización y produce conductas anó- con los elementos más revolucionarios del sindicalismo para constituir
malas —crisis familiar, alcoholismo, drogadicción, delincuencia— o hete- una fuerza política revolucionaria.
rónomas de dependencia frente a los que tienen poder o autoridad. Estas A esta interpretación corresponden dos respuestas. La primera
conductas resisten a la acción colectiva porque destruyen cualquier análisis es la imposibilidad de generalizar los fenómenos mencionados. En las zonas
en términos de relaciones sociales: se limitan a sentir la ruptura entre "no- urbanas subprivilegiadas se observa más a menudo el clientelismo político
sotros" y "ellos". En el mejor de los casos se organiza una acción limitada o la ausencia de acción colectiva, más allá del grupo primario. Lo que indi-
para conseguir agua, luz, escuelas, hospitales, o retenes de carabineros y ca que las luchas radicales dependen más del ámbito político que de la
tal acción supone una negociación con las autoridades que puede llegar, iniciativa de los mismos pobladores. Fenómenos de radicalización política
a pesar de un tono muy reivindicativo, a cierta incorporación al sistema se observan en Chile en el segundo período de la Unidad Popular, a partir
político. de la primavera de 1972, en fábricas, en universidades y gremios profesio-
La conciencia de las relaciones sociales —condición fundamental nales como en poblaciones. La segunda respuesta es más específica: en
de una acción colectiva— se forma solamente a través del tema de la exclu- general, la radicalización proclamada no tuvo lugar. Se observó más bien
sión que introduce la idea de una acción, de una política como causa de una una extrema dependencia de los pobladores más desamparados frente a
situación padecida. La acción comunitaria, por lo menos en muchos casos, grupos políticos, no por ser éstos radicales, sino porque tenían influencia
no es solamente de sobrevivencia y de búsqueda de una identidad de grupo; política y aparecían capaces de conseguir para la población el apoyo del
crea una conciencia de víctima y a la vez una conciencia de superioridad Estado. Recientemente R. Baño (1984) ha contrastado de manera clara
moral y de derechos atropellados. De tal manera que esta conciencia comu- acción sindical y acción comunitaria: ésta se define por la defensa de una
nitaria, muy lejos de ser de tipo sindical o político, ya es forma de protestar. identidad; insiste en la igualdad de los miembros que son hermanos, pero
No se habla de los derechos de los trabajadores, pero sí del derecho a la no tienen una imagen muy elaborada del adversario y rechaza las media-
vida contra fuerzas identificadas no como el capital o el poder político, ciones políticas y en particular desprecia a los políticos.
sino antes de todo como la muerte. Al contrario, el sindicalismo se organiza a partir de una definición
Esta conciencia se amplía fácilmente hasta la creación de contra- de su adversario y busca recursos institucionales para apoyar sus reivindi-
poderes institucionales a menudo representados por párrocos y otros líde- caciones. Los pobladores viven como excluidos; los trabajadores sindicali-
res comunitarios y puede, en condiciones políticas favorables, transfor- zados como explotados. Estos últimos establecen una relación directa
marse en violencia revolucionaria en nombre a la vez del hambre, de la entre sus intereses y fuerzas políticas y oponen políticos proobreros a
injusticia y de la represión sufridas. Esta construcción de una acción colec- antiobreros. Los excluidos rechazan la política como parte del sistema
tiva es siempre indirecta y parcial, ya que son la privación, la exclusión y que les excluye. La idea de la transformación del capitalismo nacional
la represión más que factores positivos como el trabajo o la identidad na- en capitalismo monopolist ico, y después en capitalismo monopolístico
cional o étnica que constituyen al grupo. De tal manera que la acción colec- de Estado, se expresó en el plano sociopolítico por el llamamiento a una
tiva no se separa nunca de los efectos de la desorganización social. unión de todas las fuerzas populares y nacionales contra los intereses de
Estos pobladores son miserables como personajes de Víctor Hugo los monopolios extranjeros.
escribiendo en un período en el cual "clases peligrosas" y "clases trabaja- Sin discutir el análisis económico sobre lo cual descansa esta po-
doras", como se decía en la primera mitad del siglo XIX francés, no estaban sición conviene observar que las conductas colectivas esperadas no se
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desarrollaron. El proyecto mirista del pasaje de la lucha para la vivienda en Latina da una inmensa importancia a la defensa comunitaria, forma con-
la lucha revolucionaria no se ha realizado a pesar de la fuerte movilización tradictoria pero dinámica de protesta social y también explica el carácter
alcanzada en tomas de terrenos en Santiago, en particular, bajo el liderazgo demasiado instrumental de la política de los grupos no marginales, incor-
de Víctor Toro. M. Castells, cuyos trabajos importantes fueron considera- porados al sistema económico y político. Es una tarea de mayor impor-
dos como la expresión más avanzada de la tesis de la radicalización extre- tancia para la sociología analizar con más profundidad estas formas de
ma de las poblaciones, en realidad presentó sus primeras conclusiones de acción, pero sin llamarlas "primitivas", como lo hizo E. Hobsbawm en un
manera más prudente, observando que la influencia de un movimiento libro famoso {Primitive Rebels), porque no se puede oponer a estas formas
político en esta situación depende ante todo de su capacidad de resolver de defensa comunitaria una acción madura que sería de tipo directamente
los problemas diarios de la comunidad, de negociar con el Estado. Se trata político. La acción de los partidos de masa o de las vanguardias revolu-
aquí no solamente de criticar interpretaciones espontaneístas o basistas que cionarias puede ser considerada como tan primitiva como la defensa comu-
nunca tuvieron gran acogida, sino más bien de reconocer el instrumenta- nitaria: rompe con la cultura y las motivaciones del grupo, aumenta su in-
lismo dependiente de las reivindicaciones de los excluidos. Y de reconocer dependencia; lo que son debilidades tan graves como la dificultad de los
que en el caso chileno nunca se articularon fuertemente la lucha de los movimientos comunitarios para pasar del testimonio y de la identidad
pobladores con las luchas políticas. Si uno considerara los campamentos a una acción instrumental capaz de conseguir cambios. La acción colectiva
dirigidos por comunistas más que por miristas, el asistencialismo y la movi- no alcanza su nivel más alto cuando se identifica a la razón o a las leyes
lización electoral aparecen con aún mayor fuerza como los aspectos prin- de la historia, sino cuando une motivaciones y metas, experiencia y acción,
cipales de la acción política. En una reinterpretación reciente de los resul- cultura y política. En este sentido la defensa comunitaria de grupos campe-
tados de la sociología urbana y de sus propios trabajos M. Castells, con sinos, indígenas o no, o de pobres urbanos indica una vinculación fuerte
admirable lucidez y honestidad, reconoce y analiza los errores de la hipó- en América Latina de los esfuerzos para participar en el proceso de moder-
tesis de la capacidad revolucionaria de los excluidos. Entre la manipula- nización y de la defensa de una identidad y de una comunidad amenazadas.
ción política, ampliamente utilizada por el gobierno de Velasco en los Convendría oponer a la importancia de estos movimientos poco
pueblos jóvenes de Lima, y la movilización revolucionaria anunciada en ideológicos la debilidad real y a veces el carácter artificial de movimientos
Chile, existen en realidad muchas formas de movilización política limita- comunitarios más "positivos", que se refieren en particular a la etnicidad.
da, pero con un grado creciente de autonomía. Los movimientos indigenistas en México o en los países andinos corres-
Más interesante es el caso de Lima en los años recientes: interven- ponden más a una ideología nacionalista de clase media, o a la iniciativa
ciones de tipo asistencialista o comunitaria se han transformado en parti- de intelectuales populistas revolucionarios, que a una capacidad de movili-
cipación política más autónoma y han contribuido a la llegada del líder zación autónoma. Movimientos indígenas se forman al revés cuando la
independiente de izquierda Barrantes a la municipalidad de Lima; sin embar- defensa de la comunidad está directamente vinculada con la lucha de clase,
go, se mantiene una discontinuidad real entre organismos de defensa comu- como se vio en la Guerra de las Castas de Yucatán, a mediados del siglo
nitaria y partidos políticos u organismos administrativos y no se amplía pasado, y en muchas luchas campesinas contemporáneas. La comunidad
mucho la capacidad de iniciativa de las asociaciones locales. Se formaron no se transforma en actores sociopolíticos cuando defiende su identidad
frentes de defensa y cabildos abiertos reemplazando a las organizaciones real, sino cuando reacciona de manera contradictoria a su propia destrucción.
vecinales y a las asambleas populares creadas por el gobierno militar, pero De ahí viene la importancia del tema de la pobreza, tan profundamente
perdieron en general su impulso, se pusieron heterónomas o puramente interpretado por corrientes cristianas. No es el papel social de los pobres,
defensivas. Las luchas urbanas, en lugar de asociar reivindicaciones salaria- su importancia como trabajadores o ciudadanos y tal vez como comunita-
les y habitacionales en una lucha general y radical, no alcanzan más allá rios, que da su importancia a los pobres, sino lo que sufren, su privación,
de presiones limitadas y son un ejemplo extremo del desequilibrio que ya que les identifica no a una clase o a una nación a las cuales no participan
fue señalado entre una fuerte demanda social y una capacidad reducida de mucho sino a lo humano, y da a su protesta un significado amplio que com-
acción política. La extensión de estas luchas urbanas señala claramente pensa su impotencia instrumental. Aquí se juntan vida privada y vida pú-
los obstáculos a la formación de movimientos sociales; no demuestra la blica, porque la forma más profunda de protesta social es la defensa de
existencia de una fuerte capacidad revolucionaria en las sociedades depen- la vida. Por eso el personaje central de los movimientos comunitarios es la
dientes. madre, porque la capacidad de acción colectiva depende de motivaciones
En realidad, estas luchas no pueden transformarse en actores "cons- más profundas que la misma defensa del trabajo o de la vivienda: la defensa
cientes y organizados". ¿Pero no será un mito peligroso esta imagen de de la vida. Con las motivaciones más culturales se pone en movimiento una
un grupo consciente y organizado? ¿No será una manera de identificar acción social que no se incorpora fácilmente al sistema político.
una vanguardia política e intelectual de manera arbitraria con el grupo
social en nombre del cuál actúa y habla? No existen casi nunca ni actores 2. Iglesia y política
sociales conscientes y organizados, autogestionarios, ni población pasiva,
limitando su conciencia y su acción al grupo primario y a la sobrevivencia. La importancia de los movimientos comunitarios pone directamente
La importancia de los marginales, de los excluidos, en América en tela de juicio la oposición clásica de lo tradicional y de lo moderno que
SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN
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ha tenido tanta importancia en América Latina, primero en la época del con el sistema de control social y cultural de la sociedad agraria, por-
positivismo, influyente en Brasil, México y Argentina, y después del pen- que ésta pierde terreno frente a la sociedad urbana y al crecimiento del
samiento desarrollista que no se limitaba a una teoría de la modernización mundo obrero y de las clases medias. Por lo menos en ciertos países co-
pero la incluía. Tal progresismo, heredado del iluminismo del siglo XVIII, mo Chile, Brasil y Venezuela, la Iglesia se acerca a los grupos urbanos en
designaba como su peor enemigo al clericalismo y más ampliamente a la crecimiento y se separa de la religión popular tradicional. Hasta entonces
religión. Las creencias tradicionales iban a ser destruidas por las luces de el "guadalupismo" derivado del nombre de la virgen morena, que había
la razón, de la ciencia y del progreso económico. Esta ideología fue criti- aparecido en el mismo lugar de un santuario en Tananzin, había sido un
cada por la teoría de la dependencia, pero ésta en realidad fue una forma elemento central de la vida religiosa de un continente donde el culto maria-
más crítica y radical de la teoría de la modernización. Insistía en los obs- no, la devoción a los Santos, las romerías y las mandas atraían a grandes
táculos puestos por la dependencia externa al desarrollo de las fuerzas masas. En México los estandartes de la Virgen de Guadalupe habían sido
productivas y del mercado interno. Frente a estas teorías nacionalistas levantados por los campesinos revolucionarios de Zapata tanto como un
surge en las últimas décadas un personero nuevo, sorprendente: la Iglesia siglo antes por los independientes del cura Hidalgo.
Católica, símbolo e instrumento tradicional del conservantismo social y Rápidamente la Iglesia se aleja de la religión popular, para recon-
político, pero que ahora participa de manera creciente, a veces central, quistar las clases medias y obreras organizadas y en particular para luchar
en los movimientos antiautoritarios y democráticos, mientras los moder- contra la penetración del socialismo y del comunismo en las clases popu-
nistas, empresarios, funcionarios o militares, antirreligiosos, en particular lares. Finalidad que explica la creación de sindicatos cristianos, en particu-
masones, se identifican a menudo con regímenes autoritarios o los acep- lar entre empleados. Esta evolución trae algunas consecuencias favorables;
tan sin protestar. Además la influencia de la Iglesia o de algunos sacerdotes decae el anticlericalismo tradicional, por ejemplo en Venezuela, donde la
y grupos religiosos en la izquierda y en los movimientos revolucionarios Iglesia negocia con Acción Democrática y donde COPEI se diferencia de
aparece muy importante. ella. En Chile de la misma manera la acción del Padre Hurtado y del P.
¿Cómo entender esta doble transformación, en primer lugar de la Vives, la formación de la Falange que se transformará en Democracia Cris-
misma Iglesia, seguida del pensamiento social, transformación que hace tiana, debilitan el anticristianismo de los radicales y socialistas. Intelec-
imposible mantener la oposición clásica de lo tradicional y de lo moderno tuales cristianos participan en la defensa de la democracia y de las reformas
y nos obliga a considerar como problema central la movilización de lo sociales. Movimientos de juventud logran ganar influencia en el medio
tradicional como fuerza de producción del futuro? La Iglesia era identifi- obrero (JOC) y entre los estudiantes. Un resultado indirecto de la seculari-
cada en América Latina con el orden social establecido. Lo que fue en la zación es que la religión popular, menos integrada a la organización ecle-
época de la Colonia y, más aún, después de la Independencia, porque mu- sial, se desarrolla de manera autónoma.
chos obispos habían defendido a España contra el espíritu liberal y repu- La ruptura de la cristiandad -es decir, de la sociedad cristiana,
blicano de muchos movimientos emancipadores. En México no quedaba realidad que J. Delumeau opone a cristianismo— acarrea no solamente
ningún obispo en 1829 y en Lima el arzobispado quedó vacío hasta 1834, un acercamiento de la Iglesia a las fuerzas de cambio político y social,
nos recuerda Fr. Chevalier. El número de los regulares disminuye fuerte- sino también la rápida extensión de corrientes religiosas, a veces neocomu-
mente. La reconstrucción es lenta y en la segunda mitad del siglo XX el nitarias y tradicionalistas, a veces expresión más directa de la descomposi-
número de sacerdotes por habitantes sigue siendo bajo -menos en Chile, ción de la sociedad tradicional. C. Lavile d'Epinay ha analizado el pente-
Uruguay, Colombia y Ecuador— que en otros países. Algunos países son costalismo como refugio de las masas. Con otra orientación R. Ortiz ha
abiertamente laicos como Uruguay; México conoce después de la revolu- criticado la representación de la Umbanda como movimiento neocomu-
ción, en particular en los Estados del Golfo y más que nada en Tabasco nitario como si fuera una transformación urbana del Candomblé afrobrasi-
con el gobernador Garrido, un anticlericalismo violento que explica en leño y ha mostrado que atrae más individuos compitiendo por una movili-
parte la sublevación de los cristeros. En Colombia y Ecuador el tema reli- dad ascendente a menudo inalcanzable. D. Brown, incluso, mostró que la
gioso divide más a los conservadores y a los liberales que intereses econó- Umbanda puede recrear lazos de clientelismo de tipo tradicional. Conviene
micos porque estos partidos no constituyen fracciones de clase, no corres- oponer al Candomblé que mantiene a las relaciones sociales jerárquicas
ponden a la oposición entre capital agrario y capital industrial o comercial. en un mundo de esclavos o de viejo subproletario urbano la Umbanda
Guerras civiles en estos países dividen de manera dramática los que individualista, en general conservadora que acepta el tema de la 'segurança
dan la prioridad a la defensa de un sistema de control social y cultural y nacional', y un nacionalismo análogo al de Father Divine en la población
los que dan más importancia al control del cambio económico y social. negra de los Estados Unidos, y de Filadelfia, en particular en los años 40.
En Colombia al comienzo de la violencia gran parte de la Iglesia apoyó Orientación a la cual se oponen grupos minoritarios sea en el nuevo sub-
directamente a los conservadores. En el Perú la Iglesia mantuvo sus vínculos proletariado, sea en los grupos intelectuales que se apoyan sobre tradicio-
con la oligarquía hasta el Concilio Vaticano II, a comienzos de los años nes africanas para combatir a regímenes autoritarios y a su modernización
60. Pero a partir de este período, que corresponde a una fuerte urbanización que crea desigualdades crecientes.
y al triunfo del modelo nacional popular, la Iglesia entra en el proceso de se- En muchos países como Colombia y Chile crecen grupos protes-
cularización. Se da cuenta, en primer lugar, que no puede seguir identificándose tantes, en particular en la clase media baja y en las categorías más pobres.
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que ofrecen una compensación religiosa al fracaso del ascenso social o al más adecuado que un marxismo de tipo europeo. Porque esta teoría, con
miedo de la caída social. Muchos grupos protestantes, en particular pente- su énfasis en determinantes externos y su desconfian¿a en la acción de
costalistas, toman actitudes conservadoras. En Chile el General Pinochet, masas, se acerca a la idea cristiana de la impotencia del ser humano peca-
al cual el arzobispo de Santiago le negaba un tedeum celebrando el golpe dor frente a la gracia de Dios. Un pensamiento religioso se desarrolla no
de estado en la catedral, obtuvo una ceremonia análoga en la catedral de identificándose a la praxis política, sino a partir de la conciencia de los
los pentecostalistas. El grupo mormón ha conseguido en pocos años una límites de esta praxis, de la existencia en primer lugar de la exclusión social,
gran influencia en Chile donde las iglesias protestantes representan hasta tema central de la sociología urbana de los años 60 y 70.
20 por ciento de la población. La teología de la liberación, en este sentido, no se identificaba con
La evolución de la Iglesia se acelera y radicaliza a partir del Conci- una teología de la revolución, tal como la elaboró J. Comblin. Ubicándose,
lio Vaticano II y más precisamente a partir de las Conferencias Episco- como J.P. Sartre dentro del horizonte marxista, G. Gutiérrez agregó una
pales de Medellín en 1968 y de Puebla en 1979. No solamente la Iglesia dimensión de liberación interna que Freud le ayudó a definir a temas de
no defiende más incondicionalmente la propiedad privada, sino que, lo más inspiración marxista. En este sentido esta corriente cristiana se acerca al
importante, abandona una separación demasiado cómoda entre lo religioso y esfuerzo más antiguo para combinar marxismo y sicoanálisis que E. Fromm
lo secular que no correspondía a sus prácticas, pero le permitía mantenerse había introducido a México y a la América Latina. Lo que señala una tensión
alejada de los problemas sociales. En varios países la Iglesia apoya la refor- fuerte dentro de este pensamiento como dentro de una sociología radical
ma agraria, en Ecuador en particular, y su papel a través de la Democracia de la dependencia. Por un lado, se considera al pueblo como agente de su
Cristiana fue central en la primera reforma agraria chilena llevada a cabo liberación y a los intelectuales como agentes de movilización del pueblo;
por el gobierno de E. Frei. Esta evolución se da de manera muy diferente por el otro lado, se denuncia una dominación que destruye la capacidad
según los países. En el Perú la influencia del APRA en las clases medias y de acción que enajena a las víctimas y da al intelectual un rol de denuncia
en el mundo obrero contribuyó a mantener la vinculación con las clases o de participación a la formación de una fuerza revolucionaria y de un
dominantes tradicionales. Al contrario, la secularización y el espíritu refor- partido muy separado de las masas.
mista se difunden en Chile y en Brasil hasta que en los años 70 los Carde- Un pensamiento cristiano dentro de esta orientación general refuer-
nales Silva Henríquez en Santiago y Arns en Sao Paulo aparecen como za más la tendencia crítica y foquista que la tendencia comunista y los
las grandes figuras progresistas de la Iglesia latinoamericana. Una conse- esfuerzos de movilización de masas. Muchos intelectuales son atraídos
cuencia importante de esta evolución es que la Iglesia se distancia de los por un análisis que valoriza a la vez su sacrificio y su papel profético y
partidos abiertamente cristianos, en particular de la Democracia Cristiana, reinterpreta su desconfianza frente a los movimientos de masa, nacionalis-
que después de un período conservador y de una fase populista se ubica tas o populistas. La Teología de Liberación, o por lo menos el componente
de manera más estable, tanto en Chile o en Ecuador como en Venezuela de ella que estamos analizando, pertenece más al universo "gauchista"
con COPEI, en las clases medias. Para evitar conflictos internos entre con- con todos sus matices que al universo marxista-leninista.
servadores, moderados y progresistas la Iglesia tiene que definir una manera También Gutiérrez y otros teólogos introducen, a través de un
propia, no directamente política, de intervenir en los problemas sociales. pensamiento cristiano, una dimensión universalista en el tema de la libera-
Pero se forma dentro de la Iglesia una tendencia más radical que se ción que les impide reducir éste a un cambio del sistema económico. La
desarrolla en Chile durante la Unidad Popular con los Cristianos para el tensión entre los dos componentes de esta teología va aún más lejos. Por
Socialismo de G. Arroyo; en Ecuador con el Movimiento Nacional de Cris- un lado, un neojudaísmo, un historicismo que da un papel central al pueblo
tianos para la Liberación; en Brasil alrededor de P. Freiré y de sus campañas de Dios que representan hoy los pobres; por otro lado, un existencialismo
de concientización. Estas corrientes separan o apoyan a la formación de la que deja a los dominados una capacidad de negación como de rebeldía
Teología de la Liberación de la cual en realidad representan únicamente más que de creación de un nivel social satisfactorio. De manera más precisa
un elemento. Gustavo Gutiérrez, jesuíta peruano, participa en la crítica existe una vacilación constante entre dos líneas de pensamiento. La primera
del desarrollismo cepalino y en la sociología de la dependencia. Las ciencias busca liberar la fe de mediaciones históricas que no corresponden a la reali-
sociales, el marxismo, y también en su caso Freud, empujan a un grupo dad social latinoamericana. G. Gutiérrez escribe que la Teología de la Libera-
de teólogos a secularizar la esperanza cristiana, a luchar contra el ahistori- ción es una teología de la salvación en las condiciones concretas, históricas
cismo del pensamiento cristiano tradicional a pensar en términos de praxis y políticas, de hoy, fórmula que da la prioridad a conceptos religiosos.
socio política. La liberación se identifica de manera creciente con la revo- Pero el mismo autor escribe (en La fuerza histórica de los pobres, pág. 109)
lución. Este pensamiento ejerce una gran influencia entre jóvenes intelec- que esta teología "es una reflexión a partir de la praxis del hombre. Busca
tuales radicalizados que viven la ruptura con su sistema social tradicional, pensar la fe desde esa praxis histórica y a partir de cómo es vivida la fe
denuncian la dominación extranjera y son atraídos por el espíritu revolu- en el compromiso liberador. Entonces la teología viene después del com-
cionario del "che" Guevara y de los revolucionarios cubanos. promiso derivando la teología en un "acto secundario". En realidad esta
En realidad esta teología de la liberación no se identifica nunca con segunda orientación es más profunda y más central. Se trata de una "relec-
metas políticas; no podía dejar de plantear problemas propiamente reli- tura del evangelio desde la solidaridad con el pobre y con los oprimidos",
giosos. Por eso la teoría de la dependencia le ofrece un cuadro de referencia lo que implica dos temas fundamentales. El primero es la prioridad dada
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a los no creyentes. Por eso se trata de partir de su praxis y de contribuir el peso del poder a todas las formas de autoritarismo, al peligro que se
a revelar cómo la "humanidad es templo de Dios", cómo la salvación se formen nuevos absolutismos en nombre de pueblos silenciosos o reducidos
realiza a través de la lucha de liberación social y nacional. La segunda co- a consumidores como si más educación y más hospitales fueran un precio
rriente participa de un movimiento amplio que en las décadas recientes ha suficiente para la privación de la libertad. De tal manera que en los años
sido renovado por E. Bloch, autor de Principio y esperanza, y de la teología 70 el "iluminismo" marxista pierde terreno, mientras otro componente
de la esperanza de Moltman. de la Iglesia de los pobres y de la Teología de la Liberación toma más im-
El pensamiento de G. Gutiérrez se formó bajo la influencia de estos portancia y apoya en prácticas más amplias que los movimientos de inte-
pensadores alemanes y más ampliamente de un historicismo que analiza lectuales revolucionarios.
a los actores sociales como agentes de progreso u obstáculos de liberación Mientras el marxismo es una expresión intelectual de racionalismo
de las energías y deseos, lo que define precisamente a un pensamiento modernizante y por eso penetra más en los grupos más modernizados y
revolucionario. Lo que también indica el ambiente cultural e histórico en más educados como los intelectuales o los núcleos obreros urbanos orga-
el cual se desarrolló esta teología, que a pesar de sus diferencias con ella nizados, el movimiento neocomunitario se desarrolló en las categorías
se parece mucho a una teología de la modernidad y del desarrollo. menos integradas al proceso de cambio económico, social y político. Tomó
La Iglesia Católica está dividida frente a esta corriente: a muchos la mayor fuerza en los países donde la Iglesia se ha incorporado más al
les parece demasiado influenciada por el marxismo; otros dan la prioridad proceso de secularización: Brasil y Chile.
a un reencuentro entre la Iglesia latinoamericana y los pobres. La línea En Brasil las comunidades de base aparecen primero en el nordeste
de ruptura aparece cuando la Iglesia se siente amenazada como organiza- y Monseñor Helder Cámara, arzobispo de Recife y Olinda, les da una orien-
ción por la rebeldía de algunos sacerdotes o teólogos y de manera más tación muy espiritual, que tiene gran impacto internacional. Después de la
grave aun cuando se forma un cisma. Más que el pensamiento de G. Gu- Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín el movimiento se
tiérrez, influenciado por el marxismo, le inquieta la idea de "eclesiogénesis" amplía. Existen a principios de los años 80 más de 50 000 comunidades
de L. Boff que denuncia la lucha de clases dentro de la Iglesia y ve en las eclesiásticas de base a veces muy controladas por párrocos, a veces muy
comunidades de base la información de una nueva iglesia opuesta al "estilo autónomas. Transformación profunda de las pautas de acción de una Iglesia
romano y feudal" que domina a la Iglesia en general. Aunque crea en una que daba más importancia hasta los años 60 a su influencia a través de la
posible interacción de las dos tendencias, su tipo de pensamiento amenaza acción católica, en particular, entre los estudiantes. Estos militantes cris-
más a la organización eclesial que una pura teología. Cuando la situación tianos participan a menudo en las guerrillas desatadas en contra del régi-
de Nicaragua se acerca a la que se conoció en Francia durante la revolución, men militar y sufren una represión violenta. El desarrollo de las comuni-
cuando la Iglesia se dividió entre "constitucionales" y "refractarios", el dades eclesiásticas de base indica un vuelco antimodernista y antirraciona-
primer grupo formando una iglesia nacional separada del Papa, o de la lista, pero no del tipo individualista conservador mencionado a propósito
situación que se creó recientemente en China, el Papa interviene con ex- de muchos grupos protestantes y umbandistas. Se trata de la resistencia
trema fuerza para condenar lo que él considera como amenaza directa para comunitaria a una situación de pobreza y dominación, pero en la cual la
la Iglesia. Además, cuando un grupo de cristianos se identifican no a los sobrevivencia, la protesta y la espiritualidad son metas interdependientes.
pobres sino a una fuerza política y a un gobierno revolucionario, se aleja Los lazos de solidaridad del campo o de la pequeña ciudad son utilizados
forzosamente del pueblo porque cualquier gobierno, especialmente en una para organizar actividades religiosas o compras en común o campañas
situación de grandes conflictos internos y externos, se distancia del pueblo. por el mejoramiento del ambiente urbano.
Tal vez hay argumentos para indicar que Monseñor R. Ovando, en Nicara- Estos movimientos comunitarios en Chile se dividen, más clara-
gua, apoya a los sectores liberales burgueses o contrarrevolucionarios, pero mente que en Brasil, en dos tipos distintos: comunidades eclesiales de
poco discutible es el apoyo que él recibe de una población católica que ve base directamente vinculadas con la Iglesia y comunidades cristianas popu-
en la Iglesia antes de todo una defensa contra un poder absoluto. La posi- lares con una mayor conciencia política y que ejercen gran influencia en
ción de algunos cristianos revolucionarios como el Canciller Sacerdote ciertas poblaciones como Pudahuel, en el sector oeste de Santiago.
Miguel d'Escotto o Ernesto Cardenal es una consecuencia extrema de la En Venezuela los grupos cristianos populares se desarrollan de
identificación de una liberación espiritual con la revolución, pero no repre- manera más limitada, porque existen fuertes agencias de integración social
senta una corriente predominante y provoca una reacción eclesiástica que como los sindicatos y los grupos de vecinos controlados por los partidos
puede ser aprovechada por las corrientes más conservadoras. Sin embargo, políticos.
el obispado latinoamericano ha demostrado en el sínodo reunido en Roma En Chile y Brasil, al contrario, los partidos y los sindicatos penetran
a fines de 1985 que no estaba preparado a condenar globalmente la teología poco el mundo de los pobladores o moradores. Los obispos en general
de la liberación. apoyan con mucha fuerza estos movimientos comunitarios que se encuen-
Otra crítica a la teología de la liberación sería de otra orientación. tran con la hostilidad de los gobiernos autoritarios.
El pensamiento latinoamericano de los años 80 como el pensamiento La Iglesia de los pobres y su expresión: la teología de la liberación
europeo ha perdido la confianza que tenía 20 años antes en el desarrollo no corresponde entonces a una orientación única, sino que combina de ma-
y la modernización, o en la liberación y la revolución. Es más sensible neras variables estas dos corrientes. Su importancia viene de esta dualidad
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que corresponde tan profundamente a la sociedad latinoamericana, a la principio intermedio de integración y que sea a la vez un elemento central
vez arrastrada por una fuerte corriente de desarrollo, de modernización de definición del papel de la Iglesia. La transformación de la esperanza
y de secularización y dominada por la permanente importancia del sector cristiana en praxis política conduce casi necesariamente a una seculariza-
informal y más ampliamente de los excluidos. La Teología de la Liberación ción total de la acción colectiva, que deja a grupos cristianos en una situa-
es a la vez secularizante"y comunitaria. ción más y más contradictoria y marginal hasta que estos "fellow travellers"
En un país donde ha progresado poco la secularización como en el desaparezcan cuando se dan de la manipulación a la cual están sometidos,
Perú, el P. Gutiérrez, figura central de la Teología de la Liberación, aparece como sucedió en varios países europeos en los años sesenta y setenta. Por
como más político que comunitario y ha contribuido a difundir el marxis- otro lado, las comunidades de base pueden salir de la Iglesia una vez que
mo en la Universidad Católica. Ejerce una fuerte influencia en la corriente se organicen y que la vuelta a la democracia permita su incorporación al
de fuerzas que apoyan al alcalde de Lima Barrantes, dirigente de la Iz- sistema político. Es notable el caso de los grupos de mujeres que animan
quierda Unida. Sin embargo, los temas comunitarios y antimodernistas tales comunidades, pero participan a la vez en acciones reivindicativas a
están presentes en el pensamiento y la obra de un hombre que no vive favor de la planificación familiar, del aborto, del divorcio, etc. Es para-
en un ambiente universitario o intelectual, sino en una parroquia del barrio dójica la situación de ellas, ya que actúan bajo cierto control de una ins-
popular del Rímac. titución católica que representa la oposición más decidida a sus reivindi-
En Brasil la tendencia comunitaria es la más fuerte y recibe en caciones. Estos grupos de mujeres tienden a salir de un ambiente eclesial.
particular el apoyo del Cardenal Lorscheider de Fortaleza, Presidente De manera inversa, estas comunidades pueden aproximarse mucho a movi-
de la Comisión Episcopal Brasileña. Sin embargo, el franciscano L. Poff mientos de pura defensa comunitaria o de individualismo hiperconformista,
tiene un pensamiento más "historicista" que G. Gutiérrez y el Cardenal como grupos protestantes o umbandistas.
de Sao Paulo Evaristo Arns ha escogido una acción más política que co- El tema que puede con más eficacia resistir a estas tendencias des-
rresponde al grado más alto de "movilización" de la población paulista. tructivas y mantener unidades de corrientes tan opuestas como la seculari-
La Iglesia paulista es un elemento central del movimiento a la vez popular zación y politización, por un lado, y la defensa comunitaria, por el otro,
y obrero que, más allá de la formación de sindicatos independientes, a es la voluntad de limitar el campo de la acción política, en especial en regí-
partir de 1978, ha formado el "Partido de los Trabalhadores" en el cual menes autoritarios. Aquí las tendencias "progresistas" de la Iglesia latino-
cristianos de izquierda juegan un papel de gran importancia. americana se parecen mucho a las tendencias aparentemente "tradiciona-
En Chile existe un equilibrio frágil entre las dos tendencias repre- listas" de la Iglesia polaca.
sentado por párrocos viviendo en poblaciones que suelen ser extranjeros. Por ambos lados se trata de defender un espacio a la vez comunita-
El más conocido es el Padre Dubois en la población La Victoria, compa- rio y popular tradicional y liberal, frente a la voluntad de dominación de la
ñero del Padre André Jarland muerto en 1984 durante una operación de sociedad por parte del Estado.
allanamiento a una población. El P. Dubois está más cerca de los curas- Esta posición de la Iglesia, que no se identifica ni con la liberación
obreros de Francia, una acción religiosa y de defensa social con más faci- del pueblo ni con las comunidades de base, tuvo la importancia más visible
lidad en una situación de extrema exclusión y represión que cuando exis- en Chile. Bajo la inspiración del Cardenal Silva Henríquez, la Iglesia apareció
ten canales de reivindicación política y post sindical. como protectora de los perseguidos, como espacio de libertad. La Academia
En los países más pobres del continente como Bolivia y Haití el de Humanismo Cristiano ha permitido a intelectuales de oposición seguir
movimiento es más bien comunitario y ha recibido, de manera muy nota- con su actividad profesional a pesar de haber sido expulsados de la univer-
ble, el apoyo de los obispos durante el reciente sínodo. La Iglesia de los sidad. La Vicaría de la Solidaridad, movilizando a abogados de oposición,
pobres no es solamente ún conjunto suelto de actividades comunitarias ha sido de manera constante la principal fuerza de lucha a favor de los
en barrios pobres: es una fuerza de ruptura a la vez contra el establishment derechos humanos de los individuos y grupos. En Chile la Iglesia se ha
oligárquico en el cual la Iglesia tenía un papel central y contra regímenes identificado más que nada con la lucha de la democracia, aceptando un
autoritarios. Más aún, es una fuerza de cambio social de gran importancia conflicto abierto con el poder político en tiempo del Cardenal Silva, bus-
precisamente porque rompe la oposición de lo tradicional y de lo moder- cando salida negociada hacia la democracia a través de la iniciativa del
no, de la comunidad y de la sociedad para volver al vocabulario de Tönnies. Cardenal Fresno que llevó a la firma de un Acuerdo Nacional por partidos
En América Latina el tema weberiano del triunfo de la racionalidad instru- de derecha, centro e izquierda. En otros países una orientación política de
mental y del "desencanto" del mundo no funciona. Modernización y profe- izquierda o una orientación comunitaria pueden a veces ser predominantes.
tismo son constantemente mezclados. Creencias y formas de sociabilidad Pero el problema central no es ni la modernización ni la resistencia comu-
tradicionales son reinterpretadas por formas de acción que corresponden nitaria a lé dependencia; es la defensa de la sociedad civil, de los derechos
a una sociedad a la vez en proceso rápido de industrialización y urbaniza- humanos y de la capacidad de iniciativa y autocontrol de los grupos de
ción e influenciada por movimientos de tipo populista o nacional popular base, lo que supone respeto de reglas institucionales y de las libertades
que serán analizados en la tercera parte de este trabajo. públicas.
Pero esta dualidad de orientaciones de la Iglesia de los pobres y Más que la oposición de la politización y del espíritu comunita-
de la Teología de la Liberación no puede mantenerse si no se forma un rio lo que domina a la Iglesia Católica, y no solamente sus tendencias
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"progresistas", es la oposición entre dos papeles de la Iglesia. Su papel demo- a lo que aparece como una amenaza contra la unidad de la Iglesia, pero
cratizante, por un lado, que, a medio camino entre politización y comunita- no condena el tema de la liberación. Contando en la Revista "Qué Hacer"
rismo, define a la Iglesia en su relación con el conjunto de las fuerzas sociales la visita del Papa, G. Gutiérrez agrega que la oposición de la reconcilia-
y políticas y, por otro lado, su papel de defensa de lo específicamente reli- ción y de la liberación no tiene fundamento teológico. Muchos, especial-
gioso o eclesial. Frente a la Teología de Liberación existen movimientos mente entre los intelectuales, ven más conservantismo que progresismo
como el Opus Dei, el movimiento de Schoenstadt, las comunidades de vida en las palabras del Papa, pero no parece que tal juicio corresponda a la
cristiana, y varios grupos de sacerdotes o de laicos que tienen en común, percepción que tiene la mayoría de la población. Además, en una situa-
más allá de sus diferencias ideológicas y de base social, una conciencia ción de crisis social y política la Iglesia aparece como más legítima que
aguda del necesario fortalecimiento de la vida propiamente religiosa y cualquier otra institución y, sin participar directamente en la vida polí-
eclesial. El carácter espectacular de los debates de la Teología de la Libera- tica, ejerce una influencia tan grande que se puede hablar de un renaci-
ción oculta la importancia de estos aspectos de la vida interna de la Iglesia. miento y renovación del sentimiento religioso en sectores sociales variados.
En particular, en los estratos medios y altos que participan en la vida de la La importancia del papel de la Iglesia en la movilización social
Iglesia existe una fuerte tendencia a preocuparse antes de todo de proble- se explica porque el proceso de cambio no es dirigido por una burguesía
mas éticos, de las relaciones intrafamiliares. En Chile, por ejemplo, han o una élite política modernizante y dueña de un poder absoluto. El por-
ganado gran extensión los encuentros matrimoniales, en los cuales las pare- venir no se crea en América Latina a través de ruptura con el pasado. Amé-
jas cristianas presentan a otras los problemas éticos y religiosos con los rica Latina no es un continente revolucionario y nos acordamos que el
cuales se encuentran en su vida privada. En la vida intelectual tiene cierta movimiento más revolucionario de la historia del continente, el "zapatis-
influencia un pensamiento claramente antimodernizante, que opone a un mo" mexicano, luchó detrás de las banderas de la Virgen de Guadalupe.
desarrollismo dirigido por ideas e intereses extranjeros una especificación La violencia aparece libertadora en otras partes del mundo. Es rechazada
cultural que se manifiesta en la religión, en el culto mariano en particular, en América Latina como la expresión o de una dominación extrema o
y en la reconstrucción de una conciencia propiamente religiosa. La obra de una descomposición amenazante. La Iglesia se ha identificado a la resis-
del P. Morandé en Chile se acerca del tema central de R. Girard: la impor- tencia a la violencia que también han sufrido muchos sacerdotes o monjas
tancia del sacrificio como constitutivo de la comunidad, y la importancia y figuras simbólicas como Monseñor Romero, asesinado por comandos de
del cristianismo como superación del mecanismo del chivo expiatorio e extrema derecha en la Catedral de El Salvador. La religión es etimológica-
interiorización del sacrificio a través de la culpabilidad. Es importante mente y sociológicamente vínculo, integración comunitaria. La confianza
recordar que existen en la Iglesia no solamente corrientes tradicionalistas, iluminista en la razón y la condena de las creencias como irracionales y
sino también pensamientos y prácticas que se oponen a la búsqueda para oscurantistas no conviene a la experiencia de este continente, cuya riqueza
la vida religiosa de un lugar intermedio entre la pura espiritualidad y lo y debilidad proviene de la movilización constante de lo tradicional con
social secularizado. Sin embargo, la tendencia central de la evolución pa- fuerza de modernización. De la misma manera que los "bourgeois con-
rece alejarse tanto del neotradicionalismo que de la secularización de la quérants" son a la vez oligarcas, los movimientos "progresistas" populares
escatología. son a la vez comunitarios. Las figuras centrales de la Teología de la Libe-
La Iglesia Católica, como otras fuerzas religiosas menos concentradas, ración, como G. Gutiérrez, no son importantes porque habrían transfor-
es un agente y un lugar central de los procesos de cambio, lo que aparece mado la religión en política, sino porque participan de este proceso con-
como una sorpresa en un continente dominado durante tanto tiempo por tradictorio pero dinámico a través del cual se realiza una movilización
el espíritu modernista y a menudo anticlerical de las clases medias en as- que es a la vez modernización o apertura y defensa comunitaria contra
censo. Esta pluralidad de tendencias ha creado conflictos a veces agudos la dependencia externa y la marginación interna.
dentro de la Iglesia Católica. Pero también explica el extraordinario relieve
de la figura del Papa Juan Pablo II en América Latina. Un solo ejemplo:
en 1984, 8 millones de peruanos participaron en concentraciones religiosas C. MOVILIDAD Y ACCIÓN COLECTIVA
que acompañaron a la visita del Papa que terminó en un "pueblo joven",
Villa El Salvador, por un discurso improvisado del Papa respondiendo a 1 El caciquismo
una pareja de pobladores. Todos los temas hasta aquí mencionados se
encuentran integrados en los discursos y gestos del Papa. Rechaza la sepa- Muy conocidos son los efectos de la dependencia social y política
ración de lo religioso y de lo secular. El pueblo tiene "hambre de Dios" personal sobre la acción colectiva. Patrimonialismo y caudillismo, por un
y "hambre de pan". Proclama una "opción preferencial" por k>s pobres, lado, caciquismo o coronelismo, por el otro, han sido ampliamente anali-
pero precisa que no se trata de una opción exclusiva. Moviliza a la religión zados. El resultado principal de estos estudios es de oponer formas tradicio-
popular, pero se refiere constantemente a los problemas económicos, so- nales de dependencia personal y formas nuevas, vinculadas a una situación
ciales y nacionales del presente. Condena la violencia pero también las de transición. Tradicional es la dominación del latifundista o empresario
injusticias y desigualdades, y observa que la violencia política se ha desa- que manipula a los trabajadores dependientes a través de la represión, del
tado en las regiones más rezagadas del país. El Vaticano resiste con fuerza abastecimiento en tiendas de ropa o pulperías, del endeudamiento, de la
104 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 105

protección otorgada —en particular, como padrino de los hijos de los po- y económico y una sociedad local sólo parcialmente integrada al espacio
bres— y de la monopolización de la información y del acceso a los centros nacional. De aplicación más general parece la idea de que el caciquismo
de decisión. Gran parte de las novelas latinoamericanas que han atraído corresponde a un período de transición dominada por un desequilibrio
el mayor público presentan estas figuras de patriarcas y de dueños de fundos. entre actores sociales y sistema político. J. Lambert en 1963 definía el
Pero muchos fenómenos identificados a la sociedad tradicional y a la ausen- "caudillismo" como "modalidad hispanoamericana de un fenómeno gene-
cia de integración del espacio nacional tienen en realidad un significado ral que acompaña el encuentro de ideologías democráticas con estructuras
opuesto. Especialmente en los países en los cuales el Estado nacional ha sociales arcaicas de carácter prenacional". De manera más precisa L. Pare
tenido muy temprano gran importancia el caciquismo (o coronelismo en define el caciquismo como "forma de control político... que correspon-
Brasil), lejos de representar la autonomía de los dueños locales de la tierra, de a un corto período de desarrollo durante el cual el poder tradicional
indica la anterioridad de la intervención del gobierno central en relación en vías de modernización no logra institucionalizarse cuando existe una
con la movilización social. L. Pare, estudiando el municipio de Zacapoaxtl, centralización excesiva del poder político y que no hay participación
concluye: "El cacique aparece como el corredor político {political broker) real de los diversos grupos sociales en la vida política". La no participa-
que relaciona la población local con la estructura nacional a través de los ción social y la concentración del poder político limitan por ambos lados
cuadros institucionales". la capacidad de movilización autónoma y la reemplazan por la interven-
Pero si bien es cierto que el cacique necesita el apoyo de la comu- ción de intermedios que no son mediadores, sino más bien agentes de con-
nidad que representa, como dice R. Bartra, es aún más cierto que, según trol político de la comunidad al mismo tiempo que defensores de sus inte-
la expresión de L. Pare, "es el control político que permite a los caciques reses. S. Pachano ofrece una aplicación de este análisis general al caso de
desarrollar actividades económicas muchas veces opuestas a los intere- la Sierra ecuatoriana: "Cuando los terratenientes dejan de ser dueños loca-
ses de la comunidad". En países con un sistema político central débil, les para incorporarse a una burguesía nacional y al Estado, se forma una
como en Ecuador, el cacique es un jefe local que impone su autoridad burguesía rural compuesta de comerciantes y otros intermediarios que con-
política a través de la sucesión de varios gobiernos. O. Hurtado escribe: trolan a los campesinos pero dentro de las normas fijadas por la clase diri-
"El jefe local o cacique aparece cuando ciertos hacendados, gracias a la gente nacional".
significación de su riqueza territorial, adquieren una preponderancia eco- El caciquismo es un mecanismo político cuya existencia demuestra
nómica y social que les permite elevarse por sobre los otros propietarios la ausencia de integración del espacio político, social y económico. En
y ejerce un poder político que no puede ser contrarrestado ni siquiera por una sociedad integrada existen mecanismos separados de representación y
la autoridad del Gobierno Central... Se vale del gobierno central, del Con- procesos de control político. El cacique, al contrario, se identifica a una
greso, de los Municipios para repartir funciones entre sus dependientes y comunidad contra otra para combatir la influencia de otro cacique; muchas
para otorgar favores a su clientela electoral; usa su poder para arruinar a veces es de origen popular al mismo tiempo que está subordinado al poder
sus adversarios y para acrecentar y extender su dominio y lucro con los central o a intereses dominantes. Su papel de control político recuerda
dineros públicos, rematando impuestos, obteniendo controles, y logrando que no existen sistemas sociales locales autónomos —que una representa-
exoneraciones fiscales". ción muy superficial del concepto de dualismo debe ser rechazada— y
En otros países el poder del cacique depende más de su relación que tampoco se observa una integración política total. Lo que indica los
con el poder central. En el caso de Brasil el Estado central ha creado una obstáculos con los cuales se encuentran los esfuerzos para crear un movi-
red de "coronéis" a través de la cual mantuvo su control político, como miento social en un grupo social dominado. En regiones rurales, por ejem-
lo ha demostrado Víctor N. Leal en un libro clásico. Definición que con- plo en México, los esfuerzos para organizar un movimiento campesino
viene especialmente al estudio de Minas Gerais. La particularidad del caso en el período de Cárdenas, apoyados en particular por los maestros, se
brasileño es bien definida por S. Schwartzman cuando muestra que "la enfrentaron directamente con el poder de los caciques. Siguiendo un pro-
influencia en el gobierno está valorizada menos como instrumento de reali- ceso inverso el movimiento campesino boliviano ha decaído en muchos
zación de metas económicas que como forma de movilidad social y profe- casos en caciquismo y en luchas entre líderes campesinos, vueltos caciques
sional per se". Toda la organización política de la República "Velha" en el Altiplano y en el Valle de Cochabamba.
antes de 1930 estuvo dirigida desde arriba; los "coronéis" dependían del El ejemplo del caciquismo demuestra la débil autonomía del espa-
gobierno en lugar de representar un poder local capaz de resistir al poder cio sociopolítico limitado por las normas de la comunidad local y por
central o de imponerle los intereses de los terratenientes. el control político y económico central. Autonomía aún más reducida
Otra forma de caciquismo directamente político es el poder de los cuando el espacio nacional es menos homogéneo.
jefes militares en el México postrevolucionario. A pesar de los esfuerzos de J. Ahumada ha mostrado en el caso venezolano cómo la diversidad
Calles y de Cárdenas el caciquismo se mantuvo a tal punto que el cacique regional reforzaba un control de tipo caciquista que hacía más difícil la
principal de Puebla, Avila Camacho, llegó a la presidencia de la república. formación de un movimiento campesino de alcance nacional. Más allá
Pero sería tan excesivo identificar el caciquismo con un poder del caciquismo la forma extrema de heteronomía del actor local es la des-
puramente político como con la dominación de los latifundistas locales. El trucción mutual de comunidades campesinas, actores inconscientes de la
lugar central del caciquismo es la red de relaciones entre el centro político rivalidad que opone fracciones o clases de la élite dirigente. La violencia
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en Colombia es el ejemplo más dramático de luchas entre territorios libe- Una consecuencia de la difícil y muy parcial integración de los mi-
rales y conservadores fuertemente desvinculadas de los intereses propios grantes a la vida profesional y urbana es la autonomía del juego político,
de los campesinos de ambos partidos. tan a menudo descrita que cabe solamente mencionarla. El personalismo,
la corrupción, las redes y los clanes juegan un papel tan importante que
existen pocos ejemplos de grandes partidos estables en América Latina,
2. Migrantes y política de masas fuera de Argentina, donde el Partido Radical y más recientemente el Partido
Justicialista han organizado una vida política de masa. ¿Permiten estas
Conviene aquí prolongar los análisis ya presentados sobre los mi- observaciones clásicas hablar de política de masas en América Latina?
grantes y considerar las formas de acción colectiva vinculadas a una fuerte La idea, conforme a las intuiciones de Le-Bon y de Freud, de líderes lla-
movilidad geográfica y social. mando directamente a las masas, estableciendo una relación interpersonal
Las migraciones internas contribuyen a la misma limitación de de identificación con individuos masificados y aislados, no parece corres-
la movilización social a través del aumento a la vez de conductas de defen- ponder más a la situación latinoamericana que a otras en el mundo. No hay
sa comunitaria y de participación dependiente. El primer mecanismo es movilización de masas que no descanse en una organización política intensa,
muy análogo al caciquismo, paralelismo que corresponde a la situación basada en pequeños grupos donde se ejerce mejor el control político.
común de no integración de trabajadores rurales y de migrantes urbani- Pero es útil la noción de la política de masas si es reconocida, no
zados. En comunidades "marginales" se mantienen grupos primarios, fami- como opuesta a la imagen de una sociedad tradicional organizada local-
lias, vecindades, conventillos o sectores de poblaciones que fueron a me- mente y de manera comunitaria, sino más bien complementaria de ella.
nudo controlados por agentes políticos, por ejemplo, en el Perú de Leguía Existe una política de masas donde existen a la vez comunidades o unida-
y de Odría o en la Colombia de Rojas Pinilla. El segundo es más especí- des sociales poco integradas al espacio político y cambios políticos, socia-
fico y corresponde a un tipo diferente de movilidad. En un estudio anti- les y culturales difícilmente institucionalizados, en parte, por la misma
guo realizado en Sao Paulo utilicé la noción de proyectos de movilidad resistencia de los núcleos tradicionales o marginales y por la debilidad de
para separar tres tipos de conductas. La migración geográfica por expul- los actores sociales organizados. Es en parte artificial el debate prolongado
sión económica de la comunidad de partida está asociada con conductas sobre el nazismo como expresión extrema de la política de masa. Es cierto
defensivas y heterónomas. Al contrario, el proyecto llamado partida indi- que el movimiento nacionalsocialista consiguió sus apoyos principales en
ca una esperanza de movilidad ascendente individual y entonces una parti- regiones conservadoras, en pequeñas ciudades y en categorías medias esta-
cipación anticipada que se manifiesta por un hiperconformismo y un apoyo bles como los maestros, y no en supuestas masas urbanas desarraigadas.
a la intervención estatal más conservadora. Los individuos en movilidad, Pero tampoco se puede reducir el nacionalsocialismo a un movimiento
cuando no tienen el éxito por asegurado, en períodos de desempleo y crisis neoconservador del tipo de Dolfuss en Austria. Frente a la crisis económica
económica en particular, mantienen su conducta de participación antici- y a las consecuencias de la Guerra Mundial, el Führer, su propaganda y
pada, distanciándose de las categorías inferiores a través de símbolos del su violencia aterrorizante llenaron el espacio desinstitucionalizado y des-
nivel alcanzado y más frecuentemente a través de una identificación con organizado que parecía amenazante a comunidades tradicionales.
la moralidad y los valores religiosos. Muchas iglesias protestantes se desa- En América Latina, de manera en general muy distinta, se observa-
rrollan en América Latina como en otras partes del mundo, no a través ron a la vez la mantención de grandes sectores excluidos, la autonomía y
de su identificación a los sufrimientos de los pobres, sino de manera opuesta, fragmentación del juego político (aún más agudo en regímenes totalita-
como protección contra la caída al "pueblo" de todos aquellos que inten- rios), y la importancia de una política de masa que llena el vacío entre estos
taron subir a la clase media y, vencidos por razones económicas, mantienen sectores sociales sin expresión política específica y fuerzas políticas sin
simbólicamente su superioridad a través de la afirmación de su pureza moral. representatividad social clara. La política de masa es la inversa a la polí-
El estudio mencionado consideraba un tercer proyecto de movili- tica representativa y entonces caracteriza a América Latina porque todos
dad. En muchos países trabajadores desarraigados, proletarizados, tanto los análisis anteriores llegan a la conclusión de la difícil correspondencia
culturalmente como económicamente, han desarrollado un radicalismo de actores sociales y fuerzas políticas, por la doble razón de la difícil repre-
político y social extremo. Tal fue el caso de gran parte del sindicalismo re- sentatividad de los primeros y de la limitada representatividad de los se-
volucionario a comienzos del siglo XX en Europa Occidental y en América gundos. La política de masa no es la única de la debilidad de la demo-
del Norte. ¿Se encuentra el mismo fenómeno en América Latina? Existie- cracia representativa. Ya sabemos que el caciquismo es otra; la no partici-
ron varios centros de anarcosindicalismo en América Latina con influencia pación es también otro factor de debilidad de la democracia, por la exclu-
europea, en particular, en los puertos de la costa atlántica o norteameri- sión de gran parte de los sectores populares en casi todos los países durante
cana, como en el caso de los hermanos Flores Magón en México. Pero esta un largo período y por la frecuente supresión de los derechos políticos
forma de movimiento obrero radicalizado por el desarraigamiento desapa- por parte de los regímenes autoritarios. Conjuntamente estos mecanismos
reció rápidamente mientras ganaban más importancia movimientos urba- llevan al resultado tan característico de la situación latinoamericana: la
nos muy diferentes, ya que la situación de exclusión o marginalización ur- muy reducida expresión política de las demandas y reivindicaciones socia-
bana cobra aquí más importancia que la situación de trabajo o de no trabajo. les y, por consecuencia, la presencia notable de expresiones no políticas

*
108 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 109

de estas demandas en el arte popular, por un lado, en actividades infra- Mujeres y modernización
políticas, motines, disturbios, violencia real o simbólica, tanto en las ciu-
dades como en el campo. La tendencia a la división, dentro de la acción de categorías domi-
Por eso las luchas que a menudo se llaman movimientos sociales nadas, entre una defensa comunitaria más cultural que social y una inter-
urbanos no pertenecen en realidad a la categoría de los movimientos socia- vención sociopolítica dependiente se observa en las luchas de pobladores.
les. En primer lugar, porque el actor urbano -los vecinos, el barrio- queda En el caso de las luchas femeninas la tendencia opuesta es predominante:
mal definido; en segundo lugar, porque no está clara la naturaleza del con- temas culturales defensivos y acción política modernizante se unen más
flicto: el barrio presiona en general a la Municipalidad, a los servicios públi- que se oponen. Cuando existe una gran distancia entre la situación de un
cos, pero éstos no son en general responsables de las malas condiciones de grupo social y los procesos de cambio en los cuales quiere participar,
vivienda y de vida de los pobladores. En cuanto a la idea de que se trata esta distancia puede romper o disminuir la capacidad de acción -es el
de movimientos multidimensionales, de una riqueza muy grande y con caso de los pobladores- pero puede también fundir varios temas, cultu-
metas globales de autogestión, se trata de una interpretación voluntarista rales, sociales y políticos de acción: es el caso de las reivindicaciones de las
que no corresponde a la mayoría de los casos estudiados. Existe, en realidad, mujeres.
entre la defensa comunitaria inmediata y las formas de defensa y lucha más Los movimientos de mujeres se formaron en los países más indus-
éticas que sociales de los "pobres", una gran diversidad de conductas polí- trializados, en particular, en los Estados Unidos. Pero constantemente
ticas, es decir, de intervención en el sistema de decisión. A veces de manera fueron divididos entre tres tendencias: un feminismo liberal luchando
heterónoma, como en la tradición peruana de las organizaciones de pobla- por la igualdad, por la emancipación de las tareas y de los papeles tradicio-
doras, manipuladas por Odría, el APRA o caudillos de derecha; a veces de nales de la mujer, contra la sociedad "patriarcal"; un feminismo radical
manera democratizante, cuando, por ejemplo, la Municipalidad de Lima integrando su acción dentro de un programa más global de transformación
fomenta la participación de los ciudadanos en el mejoramiento de sus con- social y en particular del movimiento obrero y socialista; un movimiento de
diciones de vida. Acción democratizante que no puede ser considerada liberación de las mujeres, centrado en problemas culturales, atacando direc-
como radical, ni siquiera autónoma; que depende más de la política de los tamente la dominación sexual del hombre. Dentro de esta tercera tendencia,
poderes públicos que de la iniciativa de los pobladores. en general las lesbianas han tenido un lugar importante.
Un ejemplo de gestión democrática es la "prefeitura" democrática La tendencia radical o política ha tenido una importancia limita-
de Lages en Santa Catarina en Brasil (ejemplo analizado en el libro de J.A. da en América Latina y se ha desarrollado, en particular, en el exilio (cf.
Moisés, 1981, pág. 182-83). Su papel político, como bien lo observa el meeting organizado en París en 1976 por la tendencia luchas de clase
J.A. Moisés, aumenta en situación de apertura política, es decir, a través del "Círculo de Mulheres Brasileiras") o en grupos reducidos en el país,
de alianzas que no dirige. Parece tan excesivo reducir las luchas urbanas a como en México. La ausencia de grandes partidos revolucionarios, socia-
la de un nuevo clientelismo o a una correa de transmisión del "poder polí- listas, comunistas, ha quitado importancia a esta tendencia. Además, como
tico" como considerarlos como agentes de transformación de la organiza- lo señala Zoila Hernández, en el caso peruano los partidos de izquierda
ción social. Es aún más artificial vincularlas al movimiento obrero, redefi- son más obreristas y no lejos de considerar a las mujeres como "el eslabón
niendo la situación urbana como sistema de reproducción de la fuerza de más débil" de las luchas sociales. La prioridad dada a las transformacio-
trabajo. En realidad, la no correspondencia de las luchas obreras y de las nes económicas y a la clase obrera organizada deja una importancia muy
luchas urbanas es tan constante que constituye un argumento importante limitada a la acción y a las reivindicaciones de las mujeres. Sin embargo,
a favor de la idea de la dualización de sociedades en las cuales existe un se difunde ampliamente un análisis de la situación de las mujeres en rela-
vasto sector excluido de pobladores o moradores. Lo que no significa que ción con la sociedad de clase, en la línea indicada por el libro pionero,
estas luchas urbanas no tengan importancia. Pero repitamos que las tienen de H. Saffioti en Brasil.
más por la conciencia de exclusión que manifiestan que por su capacidad Como en otras regiones muchas mujeres feministas se formaron
de conseguir cambios sociales. En conclusión, no existen movimientos primero en la acción política dentro de partidos de izquierda, pero busca-
urbanos que serían a la vez de protesta, de autoorganización y de negocia- ron rápidamente formas más autónomas de reivindicación. Julieta Kirdwood,
ción. Es una característica de categorías sociales definidas por las priva- en uno de sus últimos textos (en Nueva Sociedad), ha analizado con pro-
ciones que sufren que la separación de estos tres elementos, la no corres- fundidad la oposición entre política y feministas. No se trata de un con-
pondencia I) de la organización de ollas comunes o talleres con 2) la capa- flicto entre problemas privados y problemas políticos, sino de dos imáge-
cidad de participar a una acción política -capacidad monopolizada por nes opuestas del poder. El pensamiento político tiene una imagen centra-
intermediarios políticos- y 3) la protesta de los pobres que se expresa a través lizada del poder y en general propone la instauración de un poder aún más
de líderes comunitarios. Movimiento social, defensa comunitaria de grupo, centralizado. Al contrario, las feministas encuentran el poder en cada lugar
y negociación con las autoridades: estos tres elementos son separados en el de su vida cotidiana, de tal manera que el feminismo es "negación del auto-
caso de pobladores que no alcanzan fácilmente a crear movimientos sociales ritarismo". Por esta razón no pueden ser separados los dos principios: no
urbanos, si se emplea en un sentido estricto la palabra movimiento social. hay feminismo sin democracia y no hay democracia sin feminismo. Así,
el feminismo actúa no solamente como fuerza de participación en una
110 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 111

acción democrática más amplia, sino también como agente de transforma- -más que feminista- participa fácilmente al modelo latinoamericano que
ción de la manera de hacer política en América Latina. ubica a muchos movimientos sociales dentro de un proceso de moderni-
Pero esta posición, análoga a la de los estudiantes y de las feminis- zación y participación política. El radicalismo de tipo norteamericano o
tas francesas de mayo de 1968, corresponde más a la tendencia moderni- francés ha tenido poca influencia; la interdependencia del cambio cultural
zante y libertaria que a las formas de movilización de la mayoría de las y del cambio social, dentro de una visión no revolucionaria sino a la vez
mujeres. Para ellas la transformación de la situación de la mujer no se reali- modernizante y crítica, representa una fuerte característica de la vida polí-
za en ruptura con los roles tradicionales, sino más bien en continuidad con tica del continente.
ellos. Vida privada y vida pública no son separadas en América Latina.
En realidad la primera característica propia de América Latina es La fuerza de la familia, la importancia de la casa, de las fiestas, de las amis-
la gran distancia que separa un feminismo liberal de clase media con un tades, no actúan como factores de una privatización que sería conservadora
feminismo cultural de clase popular. Mujeres profesionales luchan por la o despolitizante; al contrario, la importancia de la vida familiar da a la vida
igualdad de la mujer en sus actividades profesionales. Pero esta lucha es política un componente cultural y ético que influencia la movilización
menos dura que en los Estados Unidos y en Europa, donde las mujeres, pero no la debilita. La presencia constante de temas como la honestidad,
incluso profesionales, son enfrentadas con una doble jornada de trabajo, la limpieza en los discursos, corresponde a una forma de participación en la
mientras, en la mayor parte de los casos, mujeres profesionales latinoame- cual las teorías y las referencias a las leyes de la sociedad y de la historia
ricanas tienen la ayuda de una empleada. De manera más original se observa son menos importantes que el compromiso moral. Por eso la participación
una fuerte participación reivindicativa de mujeres pobres. D. Raczynski política no adopta fácilmente las formas casi militares que tuvieron tanta
y C. Serrano, en su encuesta, han descubierto que estas mujeres poblado- importancia en la Europa del siglo XIX y en la Asia del siglo XX y tiene,
ras vivían aisladas y tenían expectativas bajas respecto a su marido. Cuando al contrario, una gran proximidad con preocupaciones morales y religiosas.
tienen buenas relaciones con él dicen solamente: "No me da mala vida",
lo consideran antes de nada como el que provee las necesidades familiares
y entonces participan en muchas actividades comunitarias -muchas más D. TRIDIMENSIONALIDAD DE LA ACCIÓN COLECTIVA
que los hombres- donde también aprenden a preocuparse de su cuerpo y
de su sexualidad. La situación de pobreza da a estas mujeres un papel central, Los análisis anteriores no pueden evitar de referirse a un modelo definido
ya que la cesantía tiene efectos destructores sobre el hombre, identificado por una correspondencia perfecta entre categorías socioeconómicas y en
con su trabajo. Las iniciativas de las mujeres pobladoras demuestra la vincu- definitiva clases sociales y acción colectiva, social y política. Referencia
lación directa que puede existir entre roles tradicionales y participación en que corresponde en gran parte a los países capitalistas centrales o, más
un proceso sociocultural de cambio. bien dicho, a países con proceso antes de todo endógeno de cambio. En
Entre estas tendencias la distancia es grande. Los esfuerzos de mu- estos países, burguesía, clase obrera y campesinos independientes, etc.,
jeres de clase media, fuertemente politizadas, para difundir temas feminis- son actores de la historia y los partidos políticos son definidos por los
tas en barrios populares han fracasado. La mayor parte de las asociaciones intereses que representan. Los partidos socialistas o socialdemócratas repre-
de mujeres se dividieron rápido. Fue el caso en Brasil con "Nos Mulheres" sentan a los obreros o a otras categorías de asalariados subordinados; los
y también de "Brazil Mulher". En otros casos se produce una ruptura entre partidos de derecha defienden los intereses de la burguesía. Pero, incluso
una tendencia más política y otra más cultural. en el caso de muchos países centrales, esta representación no corresponde
De la misma manera en México, donde la influencia de los Estados totalmente a la realidad histórica. En un análisis famoso de la victoria elec-
Unidos explica el desarrollo de grupos políticos antiimperialistas. La con- toral de Luis Napoleón Bonaparte, a fines de 1848, Marx observaba que
clusión es que los movimientos feministas, liberales o culturales, han tenido el tema interesante no era la correspondencia entre intereses sociales y
en total una importancia reducida en América Latina. fuerzas políticas, sino más bien la ausencia de correspondencia: la burguesía
Pero llama la atención la fuerte participación de las mujeres, con francesa, cuyos intereses, el futuro Napoleón III, iba a defender con gran
temas femeninos, en el proceso de cambio social y político. En Brasil, en eficiencia, no votó por el que resultó elegido contra Cavaignac, candidato
Chile y en Argentina grupos de mujeres participan en una lucha democra- de la burguesía por el apoyo masivo del campesinado y porque, en su ju-
tizante que rechaza un sistema de dominación global que se extiende del ventud, había manifestado cierto interés por la cuestión social, es decir,
militarismo al "machismo" masculino. La mezcla constante de elementos por la situación de los obreros. A medida que uno se aleja del centro del
modernos y tradicionales en el sistema de dominación social provoca una sistema capitalista observa una interdependencia creciente de actores y
reacción modernizante y crítica a la vez. Esta participación femenina en una procesos definidos por el funcionamiento de un sistema socioeconómico
democratización ampliamente definida no se aisla en movimientos propia- -como la sociedad industrial- y de actores y procesos definidos por una
mente feministas y recibe una acogida más favorable de lo que hacía prever acción dirigida hacia un cambio histórico, en particular, hacia una ruptura
la imagen usual del tradicionalismo cultural latinoamericano. En realidad con obstáculos internos y externos a la industrialización.
las películas, y en particular las telenovelas brasileñas, contribuyen a trans- Si los conceptos de clases y relaciones de clases juegan un papel cen-
formar actitudes y costumbres de tal manera que el movimiento femenino tral en el análisis de los actores estructurales, el proceso de industrialización
112 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 113

y, más generalmente, de desarrollo está siempre organizado alrededor del tentativa intelectual y política para combinar los dos tipos de luchas. A
Estado como se ha señalado en la definición de los modelos de desa- nivel mundial, lo que se llama marxismo-leninismo en oposición con el
rrollo, en la primera parte de este libro. Frente a la clase y en particular marxismo, desarrollado en los países centrales, afirma la unión de las luchas
a las reivindicaciones de la clase trabajadora juegan aquí el papel central sociales y de las luchas nacionales pero, en realidad, da el papel central a las
el Estado, la nación y las luchas para la liberación nacional, la descoloni- luchas nacionales y a la transformación del Estado en los países subordi-
zación, la formación de la nación contra la oligarquía y los particularismos. nados a una dominación económica y política extranjera. El triunfo de los
El conflicto entre clase alta y clase baja, ricos y pobres, burguesía y prole- temas nacionalistas fue aún más completo en países colonizados como en la
tariado, está recubierto por la lucha entre la nación y sus enemigos inter- casi totalidad del área islámica y en particular en los países árabes. En
nos y externos, la dominación extranjera y el antiguo régimen con sus muchos casos la defensa de la unidad de la nación implica el rechazo de
privilegios y su sistema de estamentos sociales y de controles culturales las luchas sociales y la eliminación de los sindicatos y partidos dedicados
y políticos. El rol central de la nación como actor y como valor se explica a fomentar estas luchas. Así se definen tres situaciones históricas distintas.
por la misma naturaleza del desarrollo. Cualquier proceso de desarrollo La primera, característica de los países centrales, da una prioridad
significa una transformación económico-social general y entonces implica marcada a los conflictos sociales internos; la segunda, más visible en los
un riesgo de pérdida de identidad. Existen tres respuestas principales a países colonizados, da una prioridad igual y opuesta a la lucha de libera-
este riesgo. La respuesta progresista y optimista afirma que sólo el desa- ción nacional. La tercera que corresponde a los regímenes marxista-leni-
rrollo permite construir una identidad colectiva ampliada, superando los nistas funde las dos luchas en una acción revolucionaria dirigida por un
particularismos. Esta respuesta fue muchas veces proclamada por las clases partido que se transforma en Estado y desarrolla una ideología nacional
medias y los movimientos populares en América Latina, en especial en progresista, como en la Unión Soviética, China, Vietnam, Cuba, etc. En
países fuertemente segmentados como los países andinos con importante los países de capitalismo dependiente se combinan, pero sin unirse, los
población indígena. La respuesta populista proclama la necesidad de man- dos ejes de movilización colectiva.
tener una identidad tradicional a través de los cambios: el porvenir tiene
que ser a la vez vuelta al pasado, a las formas nacionales específicas de Estado nacional proletario
organización social y de vida cultural. La respuesta más pesimista afirma (regímenes
la necesidad de romper con una modernización introducida desde afuera marxista-leninistas)
para mantener la identidad nacional amenazada. Este nacionalismo defen-
sivo puede conducir a cerrar el país para resistir a una penetración extran- Conflictos de clases Movimiento de liberación
jera como intentaron hacerlo movimientos xenofóbicos en Asia —China— (países capitalistas nacional y nacionalismo
o, al contrario, a tomar la iniciativa de tomar un desarrollo autónomo centrales) post co lo nial
como lo decidió de manera dramática el emperador Meiji apoyado por la (países colonizados)
aristocracia japonesa, en la segunda mitad del siglo XIX. En todos los casos
la referencia central es la nación, la identidad social, cultural y política Combinación parcial de
colectiva, favorecida o amenazada por cambios que provienen en gran parte luchas sociales y nacionales
del exterior y que destruyen formas tradicionales de organización econó- (América Latina)
mica y social.
En resumen, si un análisis sincrónico del funcionamiento de un
sistema social da una importancia central a la noción de clase, a categorías Un país latinoamericano sale del modelo de desarrollo dependiente
definidas por su posición en relaciones de producción, el análisis diacró- precisamente cuando una de las dos dimensiones se impone claramente por
nico del desarrollo, del pasaje de un tipo de sociedad a otro y en especial encima de la otra. En el Cono Sur y especialmente en Argentina y Uruguay,
de la industrialización otorga el mismo papel a la nación como actor cen- en algunos momentos las luchas sociales internas parecieron desarrollarse
tral de la historia, como grupo de referencia de las reivindicaciones y movi- sin referencia a la dependencia externa. En América Central y el Caribe
lizaciones de mayor alcance. De manera simplificada se puede decir que el la dependencia se transformó a veces en colonización y la lucha contra
siglo XIX fue dominado por la industrialización de los países centrales dictaduras se definió a sí misma como lucha contra el imperialismo y sus
y, en consecuencia, por conflictos de clases, en tanto el siglo XX ha sido títeres. Sin embargo, se trata más bien de casos límites, especialmente
dominado por luchas y guerras antiimperialistas y anticoloniales y entonces en el Cono Sur, donde la dimensión nacionalista y antiimperialista de la
por movimientos de liberación nacional. lucha política estuvo siempre presente, tanto en Argentina, Uruguay, como
A fines del siglo XIX aparecen los primeros ejemplos de convergen- en Chile. La salida del modelo dependiente y la entrada a un modelo nacio-
cias y de conflicto entre lucha de clases y luchas nacionales. Primero dentro nalista o a un modelo marxista-leninista es más real en ciertas partes de
del Imperio Austro-Húngaro, especialmente en Bohemia, región a la vez América Central y del Caribe.
industrializada y luchando para recuperar su independencia nacional per- El problema central del modelo latinoamericano es: cómo combinar sin
dida después de la derrota del Cerro Blanco. El austro-marxismo fue una unificar temas sociales y temas nacionales de movilización y de intervención
114 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 115

política. La unidad del modelo latinoamericano descansa en gran parte pluralidad de orientaciones en parte integradas, pero también en parte en
en la respuesta ofrecida a este problema. Los latinoamericanos combi- oposición una con la otra. Complejidad que significa a la vez gran capaci-
nan luchas de clase y nacionales a través de la lucha intermedia por la in- dad movilizadora y fragilidad política. Conclusión paralela a la de la pri-
tegración social, cultural y política de su país. Las luchas nacionales son mera parte de este capítulo subrayando el desequilibrio entre las fuerzas
dirigidas hacia el exterior, combaten la dependencia y el imperialismo, de las demandas y de la participación conflictiva y las limitaciones de la
pero a la vez llaman a la unidad del país contra la segmentación o la duali- acción política.
zación introducida por la dependencia, especialmente en los países de La comparación de América Latina con los países centrales de
enclave. Las luchas sociales, como se ha indicado en la primera parte de este industrialización capitalista hace resaltar la ausencia o debilidad de los
capítulo, no se oponen solamente a una clase adversaria, sino también a movimientos y partidos clasistas en América Latina, lo que corresponde
privilegios y estamentos y mecanismos de reproducción social y cultural a la ausencia de clases hegemónicas en la misma. La fascinación de tantos
de las desigualdades, de tal manera que también luchan contra un antiguo intelectuales latinoamericanos con el pensamiento de Gramsci o de Althusser
régimen y para la integración de la sociedad nacional, siguiendo la tradición proviene de que estos pensadores corresponden a una situación muy alejada
de la revolución francesa y de sus seguidores en Europa y en la misma de la realidad latinoamericana y ponen énfasis en la unidad del sistema de
América Latina, a partir de Miranda y Bolívar. dominación social y, en consecuencia, de las luchas populares que combaten
en todos los frentes: político, social y cultural, mientras la tridimensiona-
-^ Nación lidad de la acción conduce en América Latina a un nivel bajo de integración
de la lucha. Este nivel tiende a ser aún más bajo cuando la dimensión nacio-
/ nal antiimperialista y anticolonial, en lugar de dirigirse hacia afuera, contra
/ un país extranjero, está orientada hacia adentro contra un colonialismo
/
y interno, y antes que nada hacia la defensa de un grupo étnico indígena
contra la colonización española y la dominación de una élite criolla. Si
^ integración del país bien es cierto que algunos intelectuales reinterpretan esta lucha étnica
/ de manera marxista-leninista, como lo hicieron algunos ideólogos y líderes
/ políticos en Asia después de la revolución soviética, la realidad va más
/ bien en una dirección opuesta, de conflictos crecientes entre varias orienta-
/
ciones de las luchas, lo que debilita los movimientos nacionales en varios
Clase territorios del Caribe en particular.
La comparación de América Latina con el "Segundo Mundo", es
Si el tema de la integración del país desaparece, el sistema de orien- decir, con los regímenes marxista-leninistas, recalca la ausencia general
tación de la acción colectiva se descompone: luchas nacionales y luchas en América Latina de partidos hegemónicos. Aunque en México, después
sociales se separan; las primeras se radicalizan y se transforman en acciones de la revolución, en ciertos Estados, como Tabasco, Yucatán y también
guerrilleras limitadas, mientras las segundas se segmentan y se vuelven más Veracruz y Tamaulipas, se hayan desarrollado, bajo el liderazgo de gober-
limitadas. Colombia, Venezuela, Perú, países de integración nacional limitada, nadores "rojos", tentativas de crear un polo hegemónico, rápidamente
han experimentado con mucha fuerza esta composición del modelo de el sistema político mexicano creado por Calles y estabilizado y ampliado
movilización. Al contrario, México se caracterizó por un nivel excepcional- por Cárdenas tomó otro rumbo, no eliminó ni la clase dirigente nacional
mente alto de integración de las tres dimensiones de la acción colectiva, ni la intervención del capital extranjero y no impuso un control ideológico
gracias a la fuerza constante del tema integrador desde Juárez y la lucha rígido a la producción cultural.
contra Maximiliano y los conservadores hasta el Cardenismo. También en Finalmente la comparación de América Latina con el Tercer Mundo
forma diferente, Chile y Brasil demuestran un alto nivel de integración de las postcolonial indica los límites del nacionalismo en América Latina. Ni a
tres variables, mientras Argentina, más "moderna", sufre de un desequilibrio nivel nacional ni a nivel regional se desarrolló en América Latina un nacio-
a favor de una combinación de las luchas de clases y de la integración nacio- nalismo integral comparable a lo que se observa en países africanos o del
nal que marginaliza, hasta cierto punto, el tema nacional antiimperialista, lo área islámica. La ruptura postcolonial tiene pocos equivalentes en América
que explica la violencia política a la cual recurrieron los Montoneros. Así se Latina, cuya dependencia o situación periférica significa también una con-
constituye la tridimensionalidad de la acción colectiva que representa la ciencia ampliamente difundida en las clases medias y altas de pertenecer
característica central del modelo latinoamericano, porque otros modelos de al mundo occidental y en todas las categorías sociales una voluntad cons-
desarrollo tienen en común un alto grado de unificación de las orientaciones tante de no sacrificar la defensa de sus intereses propios a supuestas exigen-
de la acción colectiva. En la mayor parte de los países la movilización social cias de la unidad nacional.
se organiza alrededor de: o del movimiento obrero, o de la nación o del La tridimensionalidad de la acción colectiva implica que movimien-
partido-Estado. Sólo en América Latina y en los demás países que perte- tos sociales y partidos políticos unidimensionales no prosperan, mientras en
necen al modelo dependiente —la India, por ejemplo— se mantiene una los países centrales es ampliamente aceptada la idea de que los movimientos
116 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA

unidimensionales son más fuertes y más eficaces, tema constantemente


proclamado en particular por el movimiento obrero. Las acciones colectivas
r CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN

un análisis interno de la acción colectiva y de sus tensiones internas en


Chile y en toda América Latina. Nunca es suficiente explicar la acción por
117

con más capacidad convocatoria y movilizadora también son en América la situación; incluso resulta peligroso definir la situación independiente-
Latina las más multidimensionales y entonces las más frágiles. La moviliza- mente de los actores de su capacidad y de sus formas de acción. Es, al
ción históricamente más importante del continente fue, sin duda, la revo- contrario, el conocimiento de las pautas de acción colectiva y de las carac-
lución mexicana, cuya característica principal fue la ausencia de integración terísticas del sistema político lo que permite entender la historia política
de sus dimensiones. Movimientos de clase, como el "zapatismo", no se y social, pudiendo, asimismo, aumentar la capacidad de los actores socia-
integraron fácilmente con luchas de integración nacional de tipo "maderis- les y políticos de lograr resultados más de acuerdo con sus proyectos e
ta" o luchas antiimperialistas, agudizadas por la intervención estadounidense. intereses.
Esta ausencia de integración explica el papel de los caudillos, desde Huerta
hasta los caudillos postrevolucionarios, después de 1917. El segundo ejem-
plo de ruptura revolucionaria exitosa es la revolución boliviana de 1952. Aquí E. DESARTICULACIÓN
también llama la atención la poca unidad del programa de integración na-
cional de los dirigentes del MNR, de la lucha clasista y antiimperialista El último rasgo fundamental de la acción colectiva en América Latina,
de los mineros y del movimiento campesino. su desarticulación, puede aparecer como contradictorio con la multidi-
A nivel de las ideas la discusión tal vez más famosa de la historia mensionalidad de la movilización. Por desarticulación se entiende la ausen-
latinoamericana es la que opuso Haya de la Torre a Mariátegui, en el Perú. cia de correspondencia entre los diversos niveles de intervención de los
Lo notable es que los dos aceptaban vincular temas de clases con temas actores sociales: económico, político, ideológico. La autonomía de las for-
nacionales y reconocían la pluridimensionalidad de la acción revolucionaria, mas políticas y de las expresiones ideológicas en relación con los intereses
lo que muy pocos pensadores europeos habían aceptado. Mariátegui daba la económicos parece indicar una fragmentación del escenario social en con-
prioridad a la lucha de clase, pero consideraba necesaria pasar poruña revo- tradicción con la mezcla y combinación de varias orientaciones normativas
lución democrática y nacional para abrir el camino al socialismo. Haya de de los actores. En realidad, si bien no hay contradicción entre las dos carac-
la Torre, al contrario, daba la prioridad a la lucha antioligárquica y a la terísticas éstas acarrean consecuencias opuestas. La tridimensionalidad de
integración nacional. Si Mariátegui tenía la superioridad en el manejo del la acción implica una ausencia de separación entre sociedad civil y Estado,
análisis, Haya de la Torre, poniendo el énfasis en factores internos, tuvo entre liberación nacional y reivindicaciones sociales. Al contrario, la desar-
un impacto político más central. Pero el debate entre los dos pensadores ticulación indica la separación de conductas propiamente económicas, polí-
y políticos no ha dejado nunca de estar presente en la vida política peruana ticas e ideológicas. Pero la reflexión más profundizada revela la comple-
y en países aparentemente más integrados como Chile, donde la multidi- mentariedad de los dos aspectos: multidimensionalidad y desarticulación.
mensionalidad de la acción colectiva no tiene menos importancia. La Uni- La mezcla de varias dimensiones de la acción hace posible la corres-
dad Popular nunca alcanzó un nivel alto de integración y el lema: "el pondencia entre los niveles económicos, políticos e ideológicos de la acción.
pueblo unido jamás será vencido", escuchado después del golpe militar, Ya en la situación de los Estados Unidos, tal correspondencia desaparece
adquiere un significado retrospectivamente profetice: fue notable la ausen- en gran parte, porque los actores se definen no solamente por sus intereses,
cia de unidad del movimiento popular y de la acción política del gobierno sino también por su posición relativa en un proceso de integración social
del Presidente Allende. Mientras amplios sectores de la clase media baja y y cultural de importancia central en un país nuevo al cual se incorporan gran
del sector obrero tenían un programa de integración y participación social número de migrantes y, además, por su aceptación de reglas institucionales
y política, la central sindical, la CUT y otros agentes de movilización social y definidas a través de una guerra de liberación nacional. Por estas razones,
política desarrollaban una lucha de clase: finalmente sectores importantes no existen en los Estados Unidos partidos políticos de clase, a pesar de
de la izquierda daban la prioridad a la ruptura con el imperialismo. Los con- varios intentos para crearlos, y aún menos ideologías o culturas de clase.
gresos de Chillan y de La Serena dieron la mayoría a esta tendencia dentro América Latina está mucho más cerca de los Estados Unidos en ese sentido
del partido socialista, cuyo secretario general Carlos Altamirano defendía que de Europa.
posiciones antiimperialistas radicales. La centralidad y fragilidad del Presi- La desarticulación tiene que ser analizada de manera más directa.
dente Allende descansaba en la tridimensionalidad de la acción de líder
que se definía como marxista, que apoyaba la acción de Fidel Castro y de 1. La hiper autonomía de los actores políticos
la Tricontinental y que se apoyaba en la tradición integradora, republicana,
de la izquierda chilena. La fuerte autonomía de los actores políticos en relación con actores
La mayoría de los analistas explican la fragilidad de la Unidad económicos resulta básicamente de la ausencia de un Estado asociado al
Popular o por presiones externas o razones propiamente políticas y cons- poder económico en las economías dependientes y, por consecuencia, de
titucionales, en particular por la dificultad para un presidente minoritario la indiferenciación del Estado y del sistema político. Un actor político no
de realizar una transformación profunda de la sociedad. Si negar la impor- es solamente representante de los actores sociales, sino que también es
tancia de estos argumentos conviene afirmar la necesidad prioritaria de parte integrante del Estado. La posición central del Estado como soberano
118 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 119

—como "Príncipe"—, en la realidad y en el pensamiento europeo, permitió dencia y después al autoritarismo y a la democracia, sin permitir que las
que se vincularan directamente actores sociales y representantes políti- ideas se transformarán en prácticas y en actores. Hirschman observa que
cos, creándose así la democracia representativa. En América Latina, al la democracia se ha debilitado más en los países donde los intelectuales
contrario, los representantes políticos forman más bien una clase política tuvieron una actuación autónoma —Brasil, Argentina y Chile— que en
manejando partidos multiclasistas y participando en las funciones más Colombia y Venezuela donde los actores económicos y políticos mantu-
directamente estatales, pero debilitada a la vez por la influencia que ejer- vieron su control sobre la vida pública. Estas modas sucesivas permiten
cen sobre la realidad nacional factores y decisiones externas. Esta auto- la creación de grupos numerosos pero frágiles de intelectuales semiprofe-
nomía de la clase política, su capacidad de manipulación por parte de la sionales, pasando sin capacitación suficiente del tema de la planificación
opinión pública y del Estado, en una palabra la hiperpolitización de la vida al de la integración regional o urbana. Estos semiintelectuales no produ-
pública en América Latina, se explica en gran parte por la capacidad de jeron ni un trabajo profesional eficiente ni análisis originales. También
acción débil de los actores sociales, ya ampliamente analizada en este docu- la dependencia, el peso de las decisiones económicas tomadas fuera del
mento. La desarticulación de lo político en relación con lo económico se país contribuyen a orientar a los intelectuales hacia problemas de redis-
encuentra en todos los tipos de sistema político, desde el sistema biparti- tribución más que de producción, lo que puede crear un sesgo antieco-
dista colombiano, en el cual existe una diferenciación social muy limitada nómico pero también tiene una función positiva, analizada por Silva Miche-
y borrosa entre los dos partidos, hasta el populismo personalizado de Velas- lena (1968) en Venezuela, de mediación entre el aparato estatal y cate-
co Ibarra en Ecuador y hasta el sistema mexicano de un partido dominante gorías excluidas o con un nivel bajo de participación social.
dentro del cual se combinan y comparten intereses muy diversos. Una casi Los intelectuales, en esta situación de exclusión de gran parte de
excepción es el sistema político chileno durante la presidencia de Allende: la población, actúan, como los militares, los dirigentes populistas y la Igle-
los partidos o grupos de partidos aparecieron fuertemente identificados sia, tanto como agentes de control social tradicional como agentes de cam-
a categorías sociales después del reflujo del populismo democratacristiano, bio en el sector extrainstitucional, mientras los partidos políticos, y a veces
con la derrota de Tomic y la unificación política de la derecha en el Parti- los sindicatos, actúan dentro de un limitado sector integrado del sistema
do Nacional. La debilidad de este sistema indica la importancia central político. Por ejemplo, en el caso ecuatoriano los intelectuales influyentes
de la desarticulación. La ausencia de autonomía de las fuerzas políticas fueron los primeros junto a los escritores críticos del grupo de Guaya-
resulta disfuncional en una situación en la cual los actores sociales tienen quil y los pintores influenciados por los "fresquitas" mexicanos, que alzaron
poca capacidad de acción autónoma. Una explicación más práctica de la sus voces. Otros intelectuales defienden la cultura indígena y rechazan
hiperautonomía de los actores políticos en relación con los actores socia- las influencias extranjeras a favor del renacimiento de una cultura con
les es que la movilización, en el sentido sociológico de la palabra, mani- raíces étnicas. Es más fácil para estos intelectuales combatir a caudillos
festada por una urbanización acelerada no fue acompañada de una inte- tradicionales, como lo hicieron los estudiantes ecuatorianos en 1907 contra
gración institucional correspondiente, de tal manera que, en ausencia de Alfaro, que participar en el juego político. Por eso también fue importante
partidos organizados expresando y defendiendo las demandas de las nuevas el grupo de intelectuales latinoamericanos que apoyaron a la movilización
categorías urbanas, líderes políticos ofrecieron un apoyo, a veces de tipo ideológica del gobierno del general Velasco en Perú a través de "Sinamos",
"clientelista", a veces de tipo ideológico, a masas que no tenían instru- mientras pocos intelectuales, después de los fundadores, participaron en
mentos propios de defensa. la vida de los grandes partidos políticos, por ejemplo, en Colombia, en el
Perú o en Venezuela. Una consecuencia de esta extrema autonomía de
intelectuales es la ausencia casi general en América Latina de lo que los
2. La hiper autonomía de los actores culturales pensadores marxistas han llamado ideología dominante, pues su existencia
supone la presencia de una clase hegemónica, conspicuamente ausente en
Aún más visible es la autonomía de la producción ideológica en América Latina, salvo en algunas situaciones antiguas como el período de
relación con intereses económicos y fuerzas políticas. Tan amplia y tan oro de la oligarquía rural exportadora en Argentina (período en el cual
visible que apenas parece útil la noción de ideología si ésta se define como Argentina pertenecía muy poco al modelo de desarrollo independiente).
representación de un campo de relaciones sociales por parte de uno de La expresión principal de la desarticulación de la producción sim-
los actores y en función de sus propios intereses y que puede utilizarse bólica es la extrema autonomía cultural y organizacional de los intelec-
de manera más adecuada la noción de doctrina que pone énfasis en la cons- tuales y en particular de las universidades. En los países capitalistas cen-
trucción de un sistema interpretativo por intelectuales especializados, en trales las universidades han combinado un papel científico y profesional
gran parte independiente, de cualquier actor social específico como fue con un rol de formación de la élite dirigente. En los países dominados
el Clero. Albert Hirschman en el artículo sobre los regímenes autoritarios por un Estado-partido y por su ideología nacional progresista, por ejem-
ya mencionado ha subrayado un aspecto central de la acción de desarticu- plo en la Unión Soviética, la autonomía de los intelectuales y de las uni-
lación de los intelectuales: contribuye a impedir la formación de actores versidades es tan reducida que se manifiesta solamente con la aparición
de clase y de relaciones conflictuales o negociadas entre actores; arrebata de disidentes. En los países de régimen nacionalista los intelectuales juegan
la sociedad de un tema ideológico a otro, de la modernización, a la depen- un papel importante, pero sin autonomía, de control cultural. En América
¥
120 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 121

Latina, como en algunos países como Turquía o Tailandia, el papel de los la debilitación de la lucha sindical en Chile en 1984-85 vuelve a dar una
intelectuales y especialmente de los estudiantes universitarios es de gran gran importancia a la acción de los estudiantes.
importancia. El hecho de que un partido importante como el "APRA" perua- Esta autonomía de los ideólogos aparece aún más grande porque
no haya sido creado por Víctor Raúl Haya de la Torre, bajo la influencia los regímenes políticos, incluso autoritarios, se definen por su ausencia
del movimiento de reforma universitaria nacido en Córdoba en 1918, indica de movilización ideológica.
la influencia de las ideas y de la acción universitaria sobre la formación Los regímenes nacional populares fueron poco ideologizados y
de fuerzas políticas. Los partidos políticos son en realidad poco doctri- cuando el régimen militar peruano de Velasco intentó crear a través de
narios, pero intelectuales y estudiantes crean o defienden doctrinas socia- "Sinamos" un sistema de movilización cultural se enfrentó con un fracaso.
les y políticas, en gran parte desvinculadas de las fuerzas políticas y de los Ni la clase dirigente ni el Estado producen ideas; son los intelectuales autó-
actores sociales organizados. Lo que resulta más de una vez en la paraliza- nomos los que las producen. La autonomía de las ideas y de los debates
ción de los actores sociales demasiado subordinados e ideólogos, como ideológicos no significa que sean juegos sin importancia. La heteronomía
sucedió en el caso de la "ANUC" con la crisis del sindicalismo campesino de los movimientos sociales y la capacidad limitada de movilización de
colombiano en 1974-75. los actores sociales tienen como resultado la expresión aislada, desarticulada,
La autonomía universitaria y las reformas que intentaron ampliar del sentido de luchas políticas o sociales que no alcanzan a expresar su
la participación estudiantil en el gobierno de las universidades no se justi- propio significado.
fican por los problemas internos en las mismas, sino más bien como un La producción ideológica no se localiza mayormente en los parti-
esfuerzo para negociar las difíciles relaciones entre aspectos desarticulados dos o en los sindicatos. Está constantemente asociada a las universidades.
de la vida estudiantil: formación profesional y selección social, por un La primera razón de esta autonomía es la ausencia en las décadas recientes
lado, socialización política, por otro, y finalmente expresión ideológica de una cultura aristocratizante fuerte y estable. Enzo Faletto explica esta
de las contradicciones internas de la sociedad. Esta actividad estudiantil ausencia y su consecuencia: "En América Latina el largo ciclo de conflictos
puede radicalizar rupturas del sistema político, pero también puede ampliar que precedió la constitución del Estado y la sucesión de cambios económi-
la capacidad integradora de este sistema. Esta desarticulación no significa cos, con la consiguiente renovación parcial o total de los grupos superiores,
siempre que los estudiantes se han "adelantado". En el Perú de 1920 Haya impidieron —salvo excepciones— la permanencia de un grupo portador de
de la Torre y V.A. Belaúnde denunciaron las universidades como "refugio una cultura superior, transmisible por vías familiares. Por el contrario, la
de espíritu aristocrático"; de la misma manera México revolucionario entró cultura era una creadora del sistema educativo, por lo tanto, teóricamente
en conflicto con la Universidad de México, contra la cual el gobierno revo- accesible a todos". El mundo universitario no está dominado ni por la
lucionario de Garrido, en el Estado de Tabasco, envió una expedición. Pero tradición ni por un conflicto de generaciones y la autonomización de la ju-
el hecho principal es el desfase de la orientación política e ideológica de los ventud, sino más bien por productores de ideas y de ideologías.
estudiantes y de la población en general. En Chile, por ejemplo, los gremia- Una segunda razón importante de esta autonomía del mundo ideo-
listas representaron en la Universidad Católica una extrema derecha que lógico es la dificultad de combinar, en los partidos políticos o en los sindi-
no tenía, antes de 1973, casi ninguna expresión política general y el "MIR" catos, orientaciones tan distintas como modernización, lucha de clases
tuvo en universidades, especialmente en Concepción, más fuerza que en y nacionalismo. Por ser tan distintas y tan difíciles de integrar, es que su
ningún otro medio social. combinación es más bien mítica que ideológica. Para vincular elementos
Los movimientos estudiantiles consiguen a partir de la reforma de diferentes a menudo hay que inventar mitos integradores. Existen dos
Córdoba una forma u otra de cogobierno en la Universidad. El mismo año grandes mitos complementarios: el primero unifica las orientaciones de
del movimiento argentino, en 1918, los estudiantes ecuatorianos consiguen la acción social de manera "populista": aquí el mito central es la nacio-
ser representados en los cuerpos directivos de una Universidad, cuya auto- nalidad. Se busca el triunfo de la peruanidad, argentinidad o brasiliaridad.
nomía está reconocida en 1926. Esta autonomía se amplía en muchos casos Este populismo puede ser integrador, pero también excluyente y es fácil-
hasta constituir un área política en la cual las principales tendencias no mente movilizado por regímenes autoritarios. El amor a la Patria lucha
corresponden a los grandes partidos nacionales. Por eso en los años 60 el por la independencia nacional, pero también por la movilización econó-
"foquismo" atrae a muchos estudiantes. La teoría de la dependencia les mica y la integración social. El mito opuesto es el mito desarrollista. Es
ofrece una interpretación de la realidad latinoamericana que cabe con la modernización la que creará la unidad de una nación definida por su
su propio alejamiento de los grupos populares, ya que elimina la posibilidad capacidad de integración y de transformación.
de movimientos de masa y da la prioridad a la acción guerrillera y a ideolo- Más frágil y más doctrinario, pero más movilizador aún es el super-
gías dirigidas contra el Estado y contra las ideologías reformistas que ocul- mito que integra el mito nacional con el mito desarrollista. Se trata de la
tan el papel del Estado como agente del imperialismo. Por esta misma razón ideología nacional revolucionaria que ha atraído con fuerza excepcional
la acción de los estudiantes pierde importancia cuando aumenta la inter- a tantos intelectuales latinoamericanos. La integración nacional tiene que
vención de fuerzas populares organizadas. Tal fue el caso de la Unidad formarse a través de la lucha antiimperialista, y esta lucha se identifica
Popular chilena o en el Ecuador, período 1979-1983, cuando el FUT sindi- con la lucha de clases anticapitalista. Clase y Nación son las dos caras del
cal popular juega un papel central en las luchas sociales. De manera opuesta actor de las luchas libertadoras; fusión que se encuentra también en los
122 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 123

regímenes leninistas y en los regímenes nacionalistas extremos del mundo pero convencido de que el nacionalismo revolucionario, y no la lucha de cla-
árabe o africano. En América Latina esta fusión no la realiza el Estado o ses representa la "ideología general". Su entusiasmo por la asamblea popular
un partido, sino, por el contrario, aunque mítica o ideológicamente, la en 1971 y por la actuación de las "masas" en noviembre, son caracterís-
realizan los intelectuales que no tienen influencia política directa, pero ticas de esta prioridad dada a un nacionalismo revolucionario. A pesar de
que controlan el territorio de las universidades e intervienen en la vida la proximidad de las metas proclamadas la distancia es grande entre un
social y política, sea a través de la difusión de sus ideas, a través de la orga- intelectual como Zavaleta y los dirigentes de la Federación de los mineros
nización de movimientos políticos que luchan contra una dominación bolivianos; grande es también la distancia entre esta confianza en las masas
considerada como total y mortal. y la acción del "MNR", a la cual Zavaleta participó como joven ministro
El grado de autonomía de los oponentes de la producción ideo- durante la segunda presidencia de Víctor Paz Estenssoro.
lógica o, por el contrario, de fuerza del mito nacional revolucionario, de- La contrapartida aparente de la desarticulación ideológica es la
pende de la convergencia o divergencia entre categorías profesionales e cooptación de muchos intelectuales por la administración pública, pero
intelectuales en ascenso social o en crisis y movimientos populares organi- esta integración acentúa la autonomía del sistema político y refuerza el
zados o reprimidos. Un caso de apertura es la reforma universitaria de desarraigamiento de los intelectuales no cooptados. En realidad los inte-
Córdoba en 1918, que tuvo tanta influencia en Chile, Venezuela y Perú, lectuales como profesionales y categoría social viven más intensamente
la cual fue dividida entre una tendencia marxista y una "arielista" más los conflictos entre dos formas o niveles de desarticulación —de lo polí-
modernizante y libertaria. tico y de lo ideológico con lo socioeconómico— que los problemas espe-
El movimiento de Córdoba fue modernizante, nacional y revolu- cíficos de su función profesional científica o artística. Esta subordina-
cionario. La Federación Universitaria Argentina aprobó durante su Con- ción del rol profesional a roles políticos e ideológicos es inevitable en países
greso en Córdoba, en julio de 1918, la siguiente lista de metas: Copartici- donde el crecimiento de las universidades es mucho más rápido que el
pación de los estudiantes con los académicos y los egresados al gobierno aumento de la demanda de profesionales en el mercado de trabajo. Exis-
de las universidades. Libertad a los estudiantes y de los profesores (inspi- ten casos extremos como Puerto Rico donde, en 1970, el porcentaje de
rado por los principios de las universidades alemanas). Periodicidad de las jóvenes entre 20 y 24 años inscritos en instituciones de enseñanza supe-
cátedras. Publicidad de los actos y sesiones de los consejos universitarios. rior era de 27.42 por ciento, tasa superior a la soviética; 24.95 por ciento
Difusión de la educación universitaria. Apoyo económico a los estudiantes sueca; o japonesa, 15.84 por ciento, a la misma fecha, o Ecuador en cuyas
sin los recursos suficientes. Autonomía universitaria. Universidad social universidades reúnen a comienzos de los años 80 cerca de 200.000 estu-
abierta al pueblo. Programa que indica la convergencia de una élite moder- diantes. En estos casos la función principal de la universidad no puede
nizante en ascenso con la afirmación nacional y la ruptura con la oligar- ser la formación profesional; es un instrumento de movilización social
quía tradicional. Por el contrario, en regímenes en crisis o recesivos se ascendente, a pesar de su bajo rendimiento y de formación de jóvenes
forman centros de iniciativa revolucionaria en las universidades y escue- más identificados a las expresiones simbólicas de la movilización que con
las, como en Cuba bajo el régimen de Batista o en el Perú de manera casi técnicas o normas profesionales.
permanente. La importancia de las universidades y la autonomía de su produc-
Estas dos orientaciones opuestas pueden compararse con el con- ción política e ideológica viene de que se mezclaron en sus muros dos pro-
flicto de los "occidentales" y de los "eslavófilos" en Rusia, durante gran cesos distintos, e incluso opuestos. Por un lado, la modernización y la in-
parte del siglo XIX. Los equivalentes latinoamericanos de los occidentales tegración cultural señaladas por el progreso rápido del número de estu-
afirman la necesidad de la modernización mientras el equivalente de los diantes y de los presupuestos universitarios; por el otro lado, la desarticu-
"eslavófilos" son básicamente antiimperialistas. El "ESEB" en Brasil estu- lación que conduce en general a una extrema radicalización. Estos dos
vo constantemente dividido entre las dos tendencias. Los modernizantes, procesos tuvieron durante mucho tiempo efectos combinados. La moder-
llamados entreguistas por sus enemigos nacionalistas, Cándido Méndez y nización integradora estaba complementada por la denuncia de la depen-
Helio Jaguáribe, insistían en la necesidad de la democracia y de la forma- dencia, de la exclusión social o étnica de grandes sectores de la población.
ción de actores sociales y políticos autónomos, mientras que en el grupo Pero, a medida que avanzaba el proceso de integración política de moder-
nacionalista Rangel y Vieira Pinto ponían más énfasis en la movilización nización económica, la distancia entre los dos papeles de las universidades
de fuerzas populares, nacionales y antiimperialistas. se puso insoportable como en el caso mexicano, donde una fuerte radica-
Los intelectuales se refieren constantemente a los problemas socia- lización de los universitarios prepara a menudo una cooptación por parte
les y políticos y se sienten comprometidos, en particular, en la transforma- del sistema político.
ción de su país o del continente. Pero prefieren referencias a fuerzas o En el gran período de auge económico de los años 60 se manifies-
tendencias poco definidas más que a actores de clase o a grupos económi- ta una crisis del sistema universitario vinculada a la radicalización de sus dos
cos. Los intelectuales de derecha hablan de la modernidad y del país; los tendencias: espíritu revolucionario, por un lado, profesionalización prepa-
intelectuales de izquierda, más numerosos, hablan de las masas más que rando un ascenso social, por el otro. La función política y la función pro-
de las clases. Típico, por ejemplo, es René Zavaleta, brillante intelectual fesional de la universidad se vuelven más difícilmente compatibles. Lo
y político boliviano, marxista y a menudo en una forma muy doctrinaria, que crea una crisis interna como en Chile, o la destrucción por regímenes
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sucesivos de la Universidad de Buenos Aires. Es poco probable que, salvo inseguridad o el desempleo. No participan en el sistema político, sino de
en períodos cortos, la joven clase media radicalizada vuelva a tener el papel manera dependiente como lo muestra el clientelismo que reemplaza en
importante que ha conseguido entre 1918 y 1966-67. J.J. Bruner (1985) el medio urbano al caciquismo rural. Cuando intervienen en los conflictos
insiste en las dos tendencias que debilitan el movimiento estudiantil post- de clases es solamente como masa de maniobra orientada y manipulada
Córdoba que daba una importancia central al cogobierno de las universi- por intelectuales. Finalmente, cuando parecen participar en el poder o
dades. Por un lado, se forman grupos con intereses corporativos; por el en la lucha por el poder estatal, son más que nunca una masa heterónoma
otro, los estudiantes actúan más a través de partidos políticos en los cuales que responde a las campañas de los partidos o de los grupos que intentan
representan la juventud y el futuro liderazgo. Lo que limita la capacidad apoderarse del Estado.
de movilización nacional de un movimiento estudiantil autónomo. La exclusión social tiene como contrapartida la hiperintegración
G. Rama (1983) agrega que el tema educativo, después de haber social y política de las categorías que participan en el modelo de desarrollo
sido identificado a una élite política en ascenso, pasa primero por una limitado. Las industrializaciones europea, norteamericana y japonesa cono-
fase de vinculación fuerte con la clase dirigente en busca de símbolos de cieron conflictos estructurales entre empresarios y obreros y la violencia
modernización, antes de ser asociado a grupos de presión de clase media. como un aspecto de los conflictos de clase. Las huelgas fueron en muchos
A través de esta oposición disminuye la desarticulación de la sociedad. casos a la vez instrumentos de presión dentro de una negociación, expre-
Estudiando la educación en Argentina a fines del siglo XIX, C. Tedesco sión de un conflicto sociopolítico no negociable y violencia social o guerra
insistía que "los grupos dirigentes asignaron a la educación una función civil.
política y no una función económica, en tanto los cambios económicos En América Latina el conflicto estructural tiene poco espacio. Se
ocurridos en este período no ampliaron la necesidad de recurrir a la forma- descompone en dos procesos opuestos: por un lado, una negociación que
ción local de recursos humanos". De ahí el énfasis puesto en una cultura va fácilmente hacia la incorporación de tipo corporativista al aparato esta-
literaria como poco utilitarista. Después la educación se acerca al tema tal; por el otro lado, la violencia. La presencia de un subproletariado im-
de los recursos humanos, de los factores de productividad antes de adop- portante de marginados que no tiene ni capacidad de negociación ni in-
tar metas más profesionalizantes. Si uno considera el universo más reducido fluencia política explica la presencia constante de la violencia en los már-
de los "intelectuales", de los productores de modelos culturales, la tenden- genes del sistema político. En particular, la oligarquía colombiana logró
cia señalada hacia una menor desarticulación parece observarse. mantener su control político sobre el país a costa de la exclusión de gran
En los regímenes autoritarios los intelectuales, a menudo expulsados parte de la población. Una ciudadanía a la vez ampliada y limitada está
de las universidades, obligados a una mayor profesionalización para con- rodeada de violencia. En este sentido no conviene separar completamente
seguir contratos de investigación, y decepcionados por la caída de los regí- la violencia criminal de la violencia política. Tampoco se puede separar
menes democráticos, han desarrollado un pensamiento a la vez profesional conflicto político y disturbios callejeros cuando jóvenes queman buses
y crítico, sin identificarse más en agentes "de progreso o revolución". o autos para protestar contra el alza del precio de la movilización colectiva.
Contribuyen a definir el sistema social y político con sus límites, sus con- En el Chile militar, el control de las poblaciones está llevado a cabo con
flictos, sus mecanismos de funcionamiento. En los países donde se han mucha violencia y durante días de protesta el ejército y los carabineros
mantenido elementos del sistema político anterior, en México, en Vene- disparan con gran facilidad para amedrentar a la población. La protesta,
zuela, Colombia y en parte Perú, se mantiene con fuerza el tipo antiguo que no puede contar con canales institucionales de expresión, se transfor-
de intelectuales "comprometidos y proféticos", fuertemente desarticulados ma en violencia urbana: barricadas de neumáticos encendidos, piedras
respecto a la vida política nacional. La historia y los debates de las ciencias lanzadas contra carabineros o policías de civil, etc. La vida sindical a me-
sociales a nivel continental son dominados por la tensión creciente entre nudo es violenta en la base y ultranegociadora en la cumbre, como lo señala
estas dos definiciones opuestas del contenido y del papel de las ciencias el caso extremo del sindicalismo de los mineros bolivianos.
sociales; pero aparece rápido el progreso de la tendencia profesional crí- Esta violencia contrasta con el clima de la vida política dentro del
tica frente a la tendencia comprometida profética. sistema institucional. Aquí los lazos de amistad y clientela o de familia
impiden o limitan los conflictos. La noción de cultura indica, más que un
3. Violencia y convivencia nivel de educación, la frontera que separa los "in" y los "out", la gente
culta que no tolera la violencia factual o verbal, que usa abundantes fór-
En conclusión, proviene más generalmente de la observación que mulas de cortesía y signos de amistad, y el pueblo, es decir, los "bárbaros"
la presencia de amplios sectores de la población excluidos de la vida econó- en el sentido antiguo de la palabra, que no participan en la vida de la ciudad,
mica y política, encerrados en el sector informal y en la cesantía o priva- que viven y trabajan en las afueras. La vida política y social muestra un
dos de derechos políticos -por ejemplo, por su analfabetismo- aumenta constante rechazo o de marginación que produce la violencia.
la desarticulación de la sociedad y de la acción colectiva. Los excluidos La revolución mexicana fue durante una década la coexistencia
no pueden desarrollar una acción autónoma más allá de la defensa de sus del movimiento constitucionalista de Madero a Carranza y de un mundo
necesidades básicas, es decir, de la reivindicación de un nivel mínimo de de violencia al cual pertenecían tanto Huerta como Pancho Villa. Los
sobrevivencia a través de demostraciones o motines contra la carencia, la
126 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 127

movimientos campesinos en general incluyen mucha violencia, especialmente se rompió, abriendo el camino a formas de violencia que venían de direc-
cuando se trata de una lucha campesina por una tierra que defienden los ciones opuestas. En el Perú de los años 80 el mundo de afuera parece
terratenientes con ejércitos o guardias privados. Sin embargo, estos mismos dominar al mundo de adentro.
movimientos siguen participando en el juego político. Contraste bien obser- La dualización de la sociedad tiene efectos directos en la vida polí-
vado por Raúl Fernández (1980) en el caso de los movimientos de la Costa tica y en las formas de movilización social. No existe en América Latina
Grande, del Estado de Guerrero, en México. Esta violencia puede organi- una sociedad dividida entre dos clases principales, una encima de la otra.
zarse en una fuerza política definida por la violencia. En general, como lo Existen dos "oposiciones" distintas. Dentro del "sistema" político econó-
veremos más adelante, las guerrillas mantuvieron, en Guatemala o en Vene- mico existen conflictos, pero limitados, dada la pertenencia común de los
zuela a los años sesenta, una capacidad de negociación al lado de su acción de arriba y de los de abajo en este "sistema"; pero existe también una
de violencia, pero el "Sendero Luminoso" ha eliminado cualquier voluntad oposición, tal vez más profunda, entre los de adentro y los de afuera. Los
de negociación. No ejerce indirectamente una presión sobre el sistema polí- debates y conflictos "de adentro" son abiertos o extremos sólo cuando
tico; entra en guerra contra el sistema social y no tiene otra meta que su la distancia entre los de adentro y los de afuera parece definitiva. Cuando
destrucción, porque lo considera como instrumento de pura dominación los dos tipos de conflictos se mezclan, el sistema institucional está des-
de intereses nacionales y extranjeros. La violencia de "Sendero" es de tipo truido y la violencia domina a la vida política. La oposición de izquierda
militar y provoca una respuesta militar igualmente violenta. No se trata o los partidos populares mantienen una movilización limitada en las ciuda-
de reivindicaciones sociales ni de movimientos de masas, sino de militantes des; gran parte de los trabajadores urbanos y la mayoría de los campesinos
movilizados que crean y defienden territorios liberados. La violencia no es quedan afuera de esta movilización. El proceso de cambio queda contro-
la expresión de la miseria: resulta de la desarticulación de la acción polí- lado y limitado a la capacidad de incorporación a la clase media, es decir,
tica, que manifiesta a su vez la presencia paralela de una fuerte capacidad al sistema político. La gran capacidad de integración, que identificamos
de integración y de una fuerte exclusión en el modelo social de desarrollo como una de las características principales del modelo de desarrollo latino-
latinoamericano. Los países con más violencia son los mismos en los cuales americano, tiene como contrapartida la existencia estable de grandes masas
se habla más de convivencia o de conversaciones de caballeros. de no integrados. De vez en cuando esta gente de afuera se manifiesta por
Entre la negociación demasiado fácil y la violencia demasiado brutal sublevaciones, violencia callejera, toma de terrenos o de fundos.
existe un área muy limitada de conflicto estructural organizado. De ahí
una percepción muy exagerada de la importancia de la clase media y la 4. Tipos de desarticulación
insistencia en la frontera que opone en primer lugar la ciudad al campo, pero
también la llamada clase media al mundo popular. Esta dualización de la La desarticulación general del sistema social, la ausencia de corres-
sociedad crea a la vez desequilibrios y riesgos de violencia y un exceso de pondencia entre intereses, políticas e ideologías toman formas distintas
integración que debilita la capacidad de iniciativa de las categorías popu- según la importancia relativa de los factores de desarticulación. La orienta-
lares incorporadas a la ciudadanía. En ciertos países los límites de esta ción "hacia afuera" de la economía es favorable a la desarticulación de
ciudadanía fueron hasta recién muy estrechos, por ejemplo, medidos en la actividad económica en relación con la organización social. Los obstácu-
términos de la población que tenía derecho a votar; en otros, en particular los a la representación política favorecen una desarticulación del poder
en Uruguay, esos límites fueron tempranamente ampliados, pero es carac- político en relación con los intereses sociales y la autonomía de la activi-
terística de América Latina esta prioridad de la oposición entre gente de dad ideológica es ampliada por la autonomía universitaria. El cuadro si-
adentro y gente de afuera sobre la oposición entre gente de arriba y gente guiente combina factores de desarticulación.
de abajo. Representatividad política Representatividad política
Esta presencia próxima o lejana de la violencia explica que la polí- limitada
tica de tipo populista sea, además de una ampliación de la capacidad de amplia
integración política del sistema social, un exorcismo continuo de la vio- Universidad Universidad Universidad
lencia. Con éxito tan grande que las categorías incorporadas tienen poca Universidad
autónoma controlada autónoma controlada
capacidad de lucha y son heterónomas, porque saben la distancia que las
separa de la gente de afuera. Perder su trabajo significa para la mayoría Extrema Violencia Progresismo Manipulación
mucho más que la cesantía, la caída al mundo de afuera, a la espiral de Hacia desarticulación política revolucionario ideología
la pobreza y de la marginación. Los hombres políticos de izquierda tienen afuera Perú, Cuba ideológica Bolivia/Venezuela peronismo
gran conciencia de que están constantemente en la frontera de dos mundos: (pre 59) América Central Ecuador
el mundo de la participación negociada y el mundo de la violencia y de la Economía
Politización Politización
frustración. A veces los dos procesos se dan de manera simultánea cada Hacia radical
Democratismo integradora
uno dominando al otro durante un breve período antes de ser dominado Profesionalismo
adentro cooptada Chile pre 73
por él, como es en general el caso de Bolivia. En otros países como Chile México Brasil pre 64
la ampliación del espacio público, primero por la DC y después por la UP,
SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 129
128

La desarticulación más completa se observa en economías orien- De manera alternativa o simultánea la revinculación se realiza a
tadas hacia afuera, en países con poca o ninguna representatividad política través de la denuncia de un enemigo único altamente coherente en todas
y con autonomía universitaria. El caso más conocido de tal desarticulación sus decisiones y maniobras, de tal manera que la coherencia de la misma
es la Cuba precastrista, en la cual Batista como Grau San Martín fueron diri- sociedad nacional no podrá ser mantenida sino por una lucha constante
gentes políticos sumamente desvinculados de bases sociales, mientras se contra el enemigo exterior, sin que la definición de éste tenga que ser muy
mantenía una vida política o ideológica muy autónoma en la Universidad precisa: los Estados Unidos, el imperialismo, las empresas transnacionales,
de La Habana. De manera más limitada, Perú, con el poder de la oligarquía, los países ricos, todos considerados como sinónimos. La lucha contra la
una integración nacional limitada y una fuerte tradición de autonomía dependencia y por una política económica nacional independiente no
universitaria conoce una fuerte desarticulación de su sistema de acción. explica completamente estas denuncias globales. Las críticas contra la
De manera casi opuesta, países democráticos con políticas econó- influencia cultural de los Estados Unidos y, por ejemplo, contra las pelícu-
micas dirigidas hacia la ampliación del mercado interno han conocido un las o los dibujos animados de Hollywood, acusados de servir los intereses
del imperialismo americano, demuestran, por sus mismos excesos, que el
grado muy limitado de desarticulación gracias a una fuerte capacidad inte- antiimperialismo tiene otra función que luchar contra la dominación ex-
gradora ^y manipuladora- del sistema político, lo que fue el caso de Chile terna; permite radicar fuera del país una coherencia de los elementos del
y Brasil antes de los regímenes militares. La forma más general que repre- campo político que no se encuentra en el mismo país.
senta un nivel intermedio de desarticulación se manifiesta por una extensión
grande de un sistema político, democrático o autocrático, controlando y
manipulando parcialmente los actores sociales, pero sin evitar la formación 5. Factores de movilización autónoma
de movimientos movilizados fuera de su control y atacado por grupos ideo-
lógicos atrincherados a menudo en universidades y que buscan una alianza Resulta difícil la formación de una acción colectiva en cualquier
difícil con los movimientos sociales que resisten al control del poder polí- sistema histórico si no se dan ciertas condiciones de coherencia, continui-
tico. Ejemplos de grupos ideológicos marginales fueron los estudiantes dad y autonomía de la acción. En América Latina existen grandes diferen-
radicalizados del MIR en Chile, buscando alianzas con cordones o campa- cias en el nivel de movilización de los actores, en la capacidad de transfor-
mentos revolucionarios y con militantes mapuches o estudiantes peruanos mar una situación en acción. Algunos factores de movilización autónoma
o venezolanos en ruptura con el APRA o la "AD" y organizando en los pueden ser mencionados.
años 60 guerrillas rurales contra un sistema político relativamente abierto ~ La integración del espacio nacional, porque la segmentación hace
y contra la dependencia económica de su país. más difícil la formación de una acción multidimensional y articulada de
Una consecuencia directa de la desarticulación es la creación de manera frágil y compleja. Si el movimiento campesino boliviano se ha
mecanismos de "revinculación" artificial de los niveles de conductas des- desarrollado primero en el Valle de Cochabamba y en la Región Aymara
vinculadas. Los dos principales son el personalismo de los líderes y la denun- del altiplano eso se explica por las relaciones establecidas entre estas zonas
cia de un enemigo total actuando de manera coordinada todos estos niveles campesinas y los sindicatos mineros de la región de Oruro y por el papel
que se encuentran, dentro del país, desvinculados. El primer mecanismo de algunas escuelas como Warisata, Huatahuata y Ucureña, centro princi-
indica la insuficiencia del concepto de carisma en estas situaciones. El pal del movimiento campesino, que permitieron cierta integración de intere-
poder carismático es en realidad impersonal: el líder se identifica con valo- ses económicos y regionales con procesos políticos e ideológicos nacionales.
res, como Moisés con las leyes de Jeovah y con la vuelta del pueblo judío — La estabilización de las categorías sociales. Aunque no hayamos
a la tierra prometida. En los regímenes nacionalistas existen líderes caris- aceptado totalmente la identificación de los migrantes con el asistencia-
máticos que se identifican con una fe y una nación. La noción se aplica mal lismo y un populismo heterónomo la formación de una cultura industrial,
a regímenes marxista-leninistas en los cuales el partido detiene al poder: la conciencia de los obreros que su vida se desarrollará dentro del ambiente
el culto de la personalidad es antes que nada el culto del partido y de la industrial es un factor favorable al desarrollo de una acción colectiva obrera.
ideología. Se aplica mal también en América Latina donde existe una extre- — La autonomía de las relaciones entre actores sociales, porque
ma personalización del poder: no existe en ningún país comunista europeo donde el Estado y los poderes políticos intervienen de manera constante
una figura política que tenga tanto poder personal como tiene Fidel Castro y decisiva es difícil que se formen actores colectivos. Por ejemplo, una tasa
en Cuba. El poder personal de Perón, aún más personalizado por la asocia- muy alta de inflación hace difíciles las negociaciones colectivas como se
ción con Eva y después con Isabel, no es carismático, porque no se refiere observa en Argentina o Bolivia de 1984 y, por consecuencia, desestructura
a ningún sistema de valores. la vida social y política.
La función principal del poder personal del líder es de unir ele- — Una fuerte autonomía de la economía nacional crea una mayor
mentos desvinculados: una demanda social se transforma en una fuerza capacidad de acción colectiva.
política sólo a través de su interpretación por el líder. Actores sociales, Ninguno de estos factores positivos puede superar o transformar
fuerzas políticas, símbolos ideológicos comunican entre sí sólo a través los rasgos fundamentales de la acción colectiva en América Latina; las
del líder. características de los actores, la estrechez del espacio de los actores sociales
130 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA

apretados entre relaciones personales e intervenciones estatales, la tri- 1. Intervención estatal y movimientos sociales
dimensionalidad de la acción, su desarticulación. Pero permiten que se orga-
nicen actores sociales, políticos e ideológicos menos frágiles y con más Si se acepta la conclusión de que en América Latina no se forman
capacidad de integrar niveles y orientaciones de acción distinta. fácilmente actores sociales que pudieran ser representados por actores
políticos, y que, por el contrario, se forman actores políticos que mani-
fiestan en su acción la necesaria interdependencia de los elementos del
Conclusión modelo de desarrollo, hay que reconocer que los actores políticos, que
Philippe Schmitter (1971) ha demostrado en el caso brasileño —que no pueden referirse a actores sociales, tienden normalmente a ser actores
puede ser generalizado— que no se aplica la teoría del "interest groups estatales. La vocación del actor político es identificarse con el Estado.
politics", según la cual existe un mercado político en el que compiten fuer- Pocos partidos políticos en América Latina aceptan ser partidos de opo-
zas que defienden intereses sociales específicos. Ya en los años sesenta sición por un período largo como los partidos obreros y, en particular, los
había llamado la atención de varios sociólogos la muy limitada interven- partidos comunistas lo fueron en los países capitalistas centrales durante
ción en la vida política de los grupos empresariales y también la subordi- muchas décadas. Todos se forman y actúan como partidos de gobierno,
nación de los sindicatos obreros a fuerzas o líderes políticos en oposición presente o futuro, lo que supone una gran disponibilidad para organizar
alianzas u otras formas de convivencia.
con la situación socialdemócrata, en la cual el movimiento sindical crea
su propio instrumento político. Tenemos que ir aún más lejos, en el análisis de la posición que exis-
Conviene concluir que los sistemas de acción latinoamericanos te entre el modelo político latinoamericano y el sistema vigente en los
no son sistemas económicos y políticos "imperfectos" y de transición, países capitalistas centrales. Si en un país industrializado, es decir, un país
combinando el modelo clásico europeo o norteamericano con restos de donde los problemas internos, estructurales, de la sociedad industrial tienen
una organización social y política tradicional. Tal interpretación padece una importancia central, los movimientos sociales son los actores princi-
del etnocentrismo que ha transformado muchas teorías de la moderni- pales del cambio social y político, en países definidos más por su proceso
de cambio histórico y por su desarrollo que por su participación en un
zación en una ideología ingenua, según la cual todos los países tienen que
tipo societal, el Estado es el actor social principal, porque el papel especí-
seguir las huellas trazadas por los países más avanzados. El sistema de ac-
fico del Estado es mantener la continuidad de la sociedad nacional a través
ción latinoamericano tiene características propias y una coherencia in-
terna que permite definir sus condiciones de funcionamiento o de des- de sus campos económicos y sociales y frente a otros Estados, amigos o
enemigos. El Estado no actúa solamente en su esfera propia, no se preocu-
composición interna. Igualmente insuficiente es la imagen de sistemas
pa únicamente de la soberanía y del desarrollo nacional; interviene, en el
sociales y políticos enteramente dominados por la dependencia externa.
caso de las sociedades dependientes, en la sociedad civil, de tal manera
La dependencia debe ser considerada como una de las tres dimensiones
que no hay en realidad separación nítida del Estado y de la sociedad civil.
principales de la situación latinoamericana, lo que significa que las so-
La dependencia económica y la desarticulación de la acción social, conse-
ciedades dependientes pueden actuar, elaborar políticas en función de
cuencia de la primera, imponen al Estado un papel de integración social
su dependencia y no se encuentran impotentes frente a la dominación
externa. y cultural y de formación de los actores de la sociedad industrial. La crea-
ción de una sociedad nacional integrada supone que la actividad económica
esté dirigida hacia el mercado interno, que se creen empresarios en vez
de especuladores y obreros y empleados en vez de marginales o trabaja-
F. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS MOVIMIENTOS dores de productividad muy baja. El Estado se preocupa entonces de crear
SOCIALES empresarios y de movilizar a la clase obrera. Los movimientos sociales no
son fuerzas autónomas, sino más bien respuestas, positivas o negativas, a
La desarticulación del campo social y de las conductas colectivas, la las intervenciones del Estado. Por un lado, la corriente desarrollista de la
subordinación de los actores sociales a los actores políticos y más aún burguesía se apoya directamente en el Estado y las empresas públicas, en
al Estado, y la autonomía de la producción ideológica que son los tres particular en el sector energético, representan la voluntad de industrializa-
temas ya analizados, determinan en gran parte la naturaleza y las formas ción nacional; por otro lado, el sindicalismo es controlado por el Estado
de acción de los movimientos sociales. Tres ideas tienen entonces que ser como México o en la Argentina de Perón o directamente creado por el
destacadas. En primer lugar los movimientos sociales responden a una Estado como en Brasil, en el período "Getulista".
intervención del Estado más que a iniciativa de otros actores sociales. En Esta fusión de fuerzas sociales con el gobierno puede conducir a
segundo lugar, no hay movimiento social importante unidimensional; sola- dos extremos opuestos. Por un lado, a una integración de corte corporati-
mente la combinación de tres orientaciones: clasista, modernizante y nacio- vista de intereses sectoriales dentro del aparato estatal y la subordinación
nalista permite la formación de actores sociales importantes. Finalmente de los sectores sociales a una lógica política. Esta integración puede ir
los movimientos sociales están subordinados al funcionamiento de sistemas hasta un modelo fascista o por lo menos identificado con una ideología
políticos y al enfrentamiento de las ideologías. "estatizante". Pero el modelo latinoamericano está directamente orientado
1
132 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 133

por la acción autónoma de los capitalistas extranjeros y nacionales y, por términos nacionales y populares de manera democratizante y a veces revo-
lo tanto, por la autonomía relativa de los actores sociales dominantes. lucionaria, pero siempre organizada alrededor de la afirmación nacional.
Frente a las clases populares las formas de intervención del Estado no son Una tercera hipótesis es que la separación clásica, elaborada por
ni completamente represivas ni directamente movilizadoras. Aún en países Cardoso y Faletto (1969), entre sociedades de "enclave" y sociedades
que conocen una represión brutal, la dominación del Estado no es totali- con control nacional de la producción y de las relaciones con el mercado
taria y la capacidad de expresión y organización de la oposición es menos internacional, determina la definición del adversario. En las dos primeras
reprimida en los países latinoamericanos que en muchas áreas del mundo. etapas las sociedades con enclaves definen al adversario en términos más
Aún en regímenes muy "populistas" no existe movilización política e nacionales, es decir, como extranjeras, mientras en la tercera el enemigo es
ideológica de tipo fascista o comunista. definido por el actor popular que se define a sí mismo en términos nacio-
Por el otro lado está la segmentación del Estado. Esta puede tomar nales como obstáculo a una modernización que se define como integración
la forma limitada de alianzas entre grupos de intereses y sectores de la nacional.
administración pública que F.H. Cardoso llama "anillos", pero pueden La combinación de estas hipótesis permite construir el cuadro gene-
llegar hasta la formación de un poder dual, como ocurrió en Bolivia y de ral de las formas elementales de los movimientos sociales en América Latina.
manera más limitada en el Chile de la Unidad Popular. En este caso se Cada forma elemental combina de manera específica las tres orientaciones:
produce una doble descomposición del Estado y de las fuerzas sociales, modernizante, clasista y nacionalista.
ambos absorbidos por el sistema político, es decir, por los partidos. Este
"sectarismo" llega a una forma extrema de autonomía de la vida política Fase Tipo de dependencia Actor Adversario Campo de
respecto de la vida social. La destrucción de toda relación de representa-
tividad deja una extrema libertad de iniciativa a los dirigentes de los par- conflicto
tidos y, en consecuencia, abre el camino a frecuentes crisis internas en I
partidos que son ante todo coaliciones de clientela. (hacia 1 Dependencia general Clase Modernización Nación
afuera) 2 Enclave Clase Nación Modernización
II
2. Tipos históricos de movimientos sociales (hacia 3 Control nacional Modernización Clase Nación
adentro) 4 Enclave Modernización Nación Clase
A partir de estos principios básicos de análisis de los movimientos
sociales, conviene estudiar las formas históricas de combinación de sus tres III
dimensiones, de su dependencia frente al Estado y de su desarticulación (capitalismo 5 Control nacional Nación Clase Modernización
interna. En particular es útil considerar los tipos básicos, es decir, los movi- periférico) 6 Enclave Nación Modernización Clase
mientos que combinan las tres dimensiones: clase, modernización, nación,
de la manera más integrada. Si se acepta la idea de que un movimiento Presentamos de manera breve cada uno de estos tipos.
social combina definiciones del actor, de su adversario y del terreno de En los países casi colonizados, sometidos a una dominación apoyada
conflicto la hipótesis más simple es que los tipos básicos se definen por la en enclaves agroimportadores o en industrias maquiladoras, los movimientos
correspondencia de cada una de las tres orientaciones fundamentales con sociales son débiles, debido principalmente a la acción represiva de gobiernos
uno de estos tres elementos de la definición de un movimiento social. subordinados a una dominación de tipo colonial. Contra la fuerte dualiza-
Una segunda hipótesis es más bien de tipo histórico en la fase más ción —aun más global que en una situación de enclave— el objetivo princi-
"arcaica", anterior al gran período de desarrollo hacia adentro, la segmen- pal de los movimientos es la modernización e integración nacional, pero
tación de las sociedades dependientes tiene como consecuencia directa el movimiento define su base en términos de clase, en general campesina,
la definición del actor en términos de clase: campesina u obrera si se trata expresión de la realidad económica y social sobre la cual puede ser construi-
del actor popular. Esto parece confirmado por los estudios históricos: a da la nación; el adversario es definido como el imperialismo aliado con el
comienzos del siglo se dio mayor importancia a los movimientos clasistas Estado represivo. La larga trayectoria del movimiento sandinista en Nicara-
que en las décadas posteriores. Ello es visible en el movimiento obrero gua es el mejor ejemplo de este tipo de movimientos. Los guerrilleros de
argentino, uruguayo, mexicano o chileno y en movimientos campesinos la Sierra fueron orientados por un nacionalismo modernizante y revolucio-
como el "zapatismo". Al contrario, el período de sustitución de importa- nario y lucharon contra la dominación norteamericana. Pero en este caso
ciones o de crecimiento de la industria nacional provoca grandes migracio- la base social de clase fue débil. La difícil combinación de estas orienta-
nes y una movilización social y cultural que resulta en la definición de los ciones voluntaristas y de la referencia a las clases trabajadoras se realizó
actores principales en términos de modernización o de resistencia a la moder- después de la caída de Batista, y en parte por razones geopolíticas, por
nización o de marginalización. En un tercer período, dominado por grandes la reorientación leninista del poder castrista (tipo 2).
oligopolios nacionales o extranjeros, con una fuerte concentración de los En el México post revolucionario, en particular cardenista, se for-
ingresos y una caída frecuente de los salarios reales, el actor se define en maron movimientos de clase más autónomos que en el caso anterior, que
134 SEGUNDA PARTE / ACTORES Y PAUTAS DE ACCIÓN COLECTIVA CAPITULO III / FORMAS DE MOVILIZACIÓN 135

se definen como revolucionarios enemigos de la oligarquía y que reconocen histórica compleja con un tipo construido a partir de pocas variables. Sin
como su meta principal la construcción de un Estado nacional, que permita embargo, esta tipología puede ser útil en cuanto ayude a descubrir los
superar la dependencia externa y el caudillismo interno (tipo 1). rasgos comunes fundamentales de una gran variedad de movimientos.
El tipo 3 es el más visible históricamente y el mejor estudiado; en
general es definido como populista. Su actor no es una clase sino una cate-
goría en movimiento: los migrantes, los recién llegados que constituyen NOTAS
como "descamisados" o "cabecitas negras", uno de los componentes del 1
El debate, ideológico más que sociológico, sobre feudalismo y capitalismo en la agricultura brasi-
movimiento peronista. Este pueblo en formación se opone al establishment leña, es bien analizado en la tesis de M. Palmeiía (1971).
y a veces lo destruye simbólicamente (incendio del Jockey Club en Buenos 2
La oposición de esos 2 movimientos fue muy bien analizada por Aspasia Alcántara (1973) en
Aires). Su meta principal es la integración nacional y la defensa de su sobera- su tesis no publicada.
3
nía frente al extranjero, como se hizo visible en Argentina a comienzos del Scheneier y Sigal (1980). "En el plano espacial, llamamos marginales a todos los excluidos de
gobierno de Perón. Todos los sociólogos e historiadores a partir de Gino la ciudadanía. Tal como es definida por la ideología y las prácticas de la planificación en las so-
ciedades latinoamericanas".
Germani han insistido en la subordinación de estos movimientos sociales 4
Este caso fue bien analizado en Sulmont (1968). Tovar (1985) presenta datos generales sobre
a actores políticos. Es difícil hablar de movimiento peronista; más exacto el Perú. En 1980 la sexta parte de la fuerza de trabajo peruana vive en pueblos jóvenes, el cin-
es describir la intervención movilizadora de un líder político. turón de la miseria de Lima.
En Brasil el Estado tuvo una capacidad de iniciativa aún más fuerte 5
Existen 3 categorías principales de asalariados con muy bajos ingresos: en las industrias manu-
y la movilización social fue más reducida. factureras y la construcción, en los servicios básicos, el comercio y los servicios públicos y en
En sociedades de enclave minero-agrícola como Perú, Bolivia o Chile los servicios privados. La importancia relativa de estas 3 categorías cambia de un país para otro,
como lo demuestra el estudio de PREALC (1980).
o petrolera como Venezuela, si la base social del movimiento es análoga, la
acción está más directamente dirigida contra la dependencia exterior y sus Sector Argentina Brasil Colombia Chile México Venezuela
agentes internos y el movimiento buscan como objetivo la formación de (Región (Nacional) (Area (Nacional) (Nacional) (Nacional)
Metropol.) Urbana)
una acción de clase, tendencia que estuvo muy presente en los comienzos 1970 1972 1970 1969 1969 1971
del APRA y en la Acción Democrática Venezolana (tipo 4).
In. Manufact. 39.4 29.9 23.0 28.7 32.7 25.0
Frente a un capitalismo periférico asociado a una acción política e
Construcción 6.7 11.1 6.3 9.4 8.7 6.5
ideológica represiva antipopular, los movimientos populares en los países
Servicios
que controlan nacionalmente su sistema productivo se definen como demo- básicos 9.5 9.4 7.8 9.7 6.1 9.9
cráticos y modernizantes, combaten a la burguesía, financiera más que Comercio 10.4 11.6 11.5 11.9 11.1 16.5
industrial, y llaman a la nación para que defienda su independencia y sus Servicios
posibilidades de desarrollo económico. En el momento de crisis de los movi- públicos 10.9 9.6 37.0 37.7 8.0 39.1
mientos populistas se forman movimientos revolucionarios como los Tupa- Servicios
maros o los Montoneros, que desarrollan un nacionalismo revolucionario privados 19.9 27.2 30.1
anticapitalista. En el momento de crisis de los regímenes represivos estos 6
Una crítica de los trabajos de PREALC se encuentra en Crompone, 1983.
movimientos, por el contrario, son democratizantes. 7
El libro de O. Lewis; Los hijos de Sánchez, describe la vida de una familia, en una vecindad del
La corriente alfonsinista en Argentina, la Alianza Democrática en centro de la Ciudad de México. La noción de cultura de la pobreza desarrollada por Lewis ha
Chile pertenecen a este tipo. En el caso brasileño la movilización más polí- sido muy criticada como si este autor diera una descripción de la vida de los pobres demasiado
tica que social tanto del PMDB como del PDS de Brizóla se acercan a este desvinculada del conjunto del sistema económico y político. Crítica en gran parte superficial.
tipo. Otro libro de Lewis: La vida, es mucho más explícito, analizando la cultura de la pobreza como
dominada, a la vez incorporada al sistema económico-social y excluida de los canales de parti-
Chile, durante la Unidad Popular, ha conocido un movimiento cipación autónoma.
popular dirigido contra los "momios", obstáculos a la modernización, y 8
Como lo reconoce con gran honestidad intelectual M. Castells (1983).
orientado hacia la reacción de una sociedad socialista, sociedad de los tra- 9
Varios estudios, especialmente brasileños, han descrito esta separación entre una capacidad defen-
bajadores. El papel central de la CUT en la Unidad Popular indica la im- siva interna y el carácter heterónorao de la participación de la vida pública. Cf. A. Touraine (1978).
portancia de la orientación clasista en la definición de las metas de la UP. Los documentos más recientes sobre la vida social y la capacidad de acción política de las pobla-
Una forma más extrema y aún más inestable de este tipo de movimiento ciones de Santiago corresponden a este tipo de análisis y subrayan la importancia de la depen-
fue la Asamblea Popular en Bolivia de Torres. dencia externa y en particular de las presiones y provocaciones impuestas, sea por la policía, sea
por grupos paramilitares, dirigidos local o nacionalmente.
Estos ejemplos indican que de la primera a la tercera fase progresa 9
Muchos trabajos separan las empleadas domésticas de otras categorías informales. La importancia
una movilización social más autónoma, aunque en ningún caso deje de del primer grupo -que era comparable en Gran Bretaña y Francia al comienzo del siglo- se explica
observarse la subordinación del movimiento social a lo político y a lo ideo- de manera más directa por la extrema concentración del ingreso y por las migraciones.
lógico y la tridimensionalidad de todos los movimientos importantes. 1
En particular la tesis no publicada de Andrea Loyola (1973).
Como cualquiera tipología ésta puede transformarse en un obs- 2
Filgueira y Geneletti (1981). El primer estudio general sobre los empleados públicos es de Eche-
táculo al análisis; es siempre artificial y peligroso identificar una realidad verría (1985).
Tercera Parte
INTERVENCIÓN ESTATAL
Y MOVIMIENTOS SOCIALES

L
CAPITULO I

LAS POLÍTICAS
NACIONAL POPULARES

A. ¿POPULISMO?
1. La experiencia populista
En países donde no se forma una modernización endógena, dirigida
por una clase dirigente o por el Estado, sino, por el contrario, una indus-
trialización en gran parte importada o facilitada por factores externos,
aparece la idea de que en vez de una modernización dependiente y no con-
trolada conviene fomentar un desarrollo desde abajo y hacia adentro. Para
superar la exterioridad del poder económico y a veces político nace la
idea de que la meta del desarrollo no es aumentar la capacidad de inversión,
sino el nivel de participación e integración de una sociedad nacional res-
quebrajada o dualizada por los efectos de una modernización heterónoma.
Tal es la definición del populismo. Su motivación más general es: rechazar
las rupturas implicadas por la acumulación capitalista o socialista; com-
pensar una modernización inducida por un control colectivo, comunitario,
de los cambios económicos y técnicos; mantener o recrear la identidad
colectiva a lo largo de transformaciones a la vez aceptadas y rechazadas. En
este sentido la noción de populismo abarca a todas las formas antielitistas
de control del cambio social. La experiencia histórica ha demostrado am-
pliamente los riesgos y el costo de una modernización elitista. La indus-
trialización capitalista europea fue pagada a un precio trágicamente alto
por un proletariado desarraigado, explotado y reprimido. La industriali-
zación soviética fue pagada por un precio igualmente alto por "generaciones
sacrificadas". El elitismo modernizante abrió el camino a nuevas formas de
despotismo.
CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 141
140 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

Pero todos estos regímenes muestran frente a estos costos humanos — Una segunda consecuencia sorprendente de los temas fundamen-
elevados, resultados económicos impresionantes, como si fuese necesario tales del populismo es el papel dado a grupos medios. El populismo es
un largo período de rupturas y de políticas autoritarias para atravesar la antielitista, incluso, en general, antiintelectual, pero al mismo tiempo quiere
difícil transición de un tipo de sociedad hacia otra. Las corrientes y los reactivar un pueblo definido más por su esencia que por sus iniciativas.
regímenes de corte populista, al contrario, buscan un desarrollo continuo Además el énfasis puesto en la integración otorga un privilegio a grupos
sin rupturas, pero corren el riesgo de caer a un desarrollo limitado y des- centrales, medios, a la vez agentes de cambio y vinculados a la tradición
equilibrado y muchas veces en crisis profundas. Sin embargo, conviene nacional.
rechazar una definición a priori negativa del populismo que lo identifique — Finalmente, la orientación populista aparece como opuesta a
con la demagogia, la política de masas o una defensa comunitaria neocon- cualquier idea de conflicto social-estructural, en particular, de lucha de
servadora o abiertamente reaccionaria. Las políticas populistas están pre- clases. El pueblo al cual se refiere el populismo no es una clase sino una
sentes do quiera no exista una élite dirigente nacional fuerte y autónoma. comunidad. Un lenguaje entielitista no debe crear la ilusión de una acción
El concepto de populismo, en general mal definido, aplicado demasiado de clase. Por esa razón, observadores marxistas o más generalmente los
rápidamente a situaciones tan obviamente diferentes como los farmers que afirman el papel central de los conflictos de clase han, a menudo, denun-
del middle west norteamericano en la segunda mitad del siglo XIX, los ciado el populismo como manipulación antipopular de parte de la clase
intelectuales narodniki rusos de la misma época o regímenes políticos dominante y más precisamente de la oligarquía. Insisten en que los regí-
latinoamericanos muy diversos, debe ser construido, descrito y aplicado menes populistas no han destruido los privilegios de la oligarquía o los
para demostrar a la vez la naturaleza de las elites dirigentes y el manejo han refortalecido, actuando como contrafuego utilizado por la oligarquía
político del cambio en América Latina. contra la represión popular. Análisis que se apoya en la importancia de las
dictaduras populistas: de Leguía a Odría, de Batista a Rojas Pinilla, de
Perón a Ibáñez y también de una interpretación de líderes como Gaitán
2. Elementos del populismo a Velasco Ibarra o Rómulo Betancourt.

Parece útil antes de construir una definición del populismo y de 3. Tipos regionales de populismo
explicar por qué parece más adecuada la noción de políticas nacional po-
pulares examinar los elementos que aparecen de manera más regular en las — Estos elementos se combinan de manera distinta según el modelo
descripciones de situaciones populistas. de desarrollo considerado. En el "primer mundo", en los países que son
— El elemento más común es la defensa de una continuidad socio- industrializados por una clase capitalista nacional, el populismo es más
cultural frente a la penetración de capitales, técnicas e ideas de origen que nada defensa de clases medias tradicionales amenazadas por la indus-
extranjero. En todos los populismos existe una tendencia "eslavófila", trialización y el poder creciente del capitalismo y del sindicalismo obrero.
antioccidentalista, para usar categorías de la vida intelectual rusa en el Los populistas fueron la defensa de los farmers norteamericanos partici-
siglo XIX. pando en una economía no cerrada sino comercializada como lo ha demos-
— También es común el papel atribuido a categorías educadas a las trado R. Hofstadter, defendiendo la moneda blanca, la plata, desde el movi-
cuales también se les da su nombre ruso de "inteligentzia". Término que miento green back hasta el bimetalismo de fines del siglo XIX más general-
no corresponde a la noción occidental de intelectuales, sino más bien a la mente el mundo rural contra la cultura urbana. Populistas también son en
noción latinoamericana tradicional de cultura: nombra a la gente educada, el siglo XX movimientos neoconservadores o "volkspartein" a la austríaca,
capaz, entonces, de liberarse de tradiciones y transformarse en agentes apoyados en la población rural contra el socialismo de los obreros y emplea-
de cambio. Pero la diferencia entre el populismo y la filosofía de las luces dos. Populista de la misma manera el poujadisme, movimiento de defensa
es que en lugar de considerar la "inteligentzia" como agente positivista de comerciantes, artesanos y agricultores frente a la industrialización ace-
de reacionalización, el populista pide a ésta que vaya al pueblo para des- lerada de Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Estos populismos
pertarle y hacerle capaz de un nivel mayor de participación y control. La son en general conservadores y a veces se juntan con movimientos fascistas.
oposición y complementariedad "inteligentzia-pueblo" que supone una — En países donde el Estado dirigía de manera represiva una polí-
orientación comunitaria de parte de la elite es central en todas las formas tica de reproducción de tradiciones y privilegios, el populismo apareció
de populismo. como una primitiva —en el sentido de Hobsbawm— de progresismo y a la
— Estos dos elementos centrales implican la presencia de elementos vez como la búsqueda ilusoria de la continuidad en países donde era im-
aparentemente opuestos y en realidad complementarios. El primero es el prescindible una ruptura. En Rusia el populismo se transformó parcial-
papel central otorgado al Estado. La unión del pueblo y de la "inteligentzia" mente en terrorismo hasta que algunos social-revolucionarios como Vera
con el progreso exige que el desarrollo sea nacional y específico, respetando Zassoulitch se convierten a la socialdemocracia revolucionaria.
la historia y la cultura, no del pueblo en general, sino de cada pueblo en — En países postcoloniales y nacionalistas el populismo se define
particular {Volk, en alemán), lo que implica una fuerte identificación del —como lo analiza bien P. Worsley— para el conjunto del "Third World" co-
poder político y de la realidad social del Estado y de la nación. mo un Estado más que un movimiento ideológico político, un Estado anti-
T
142 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 143

colonial, identificado a una tradición rural, deseoso de mantenerse alejado un equilibrio entre clases dominantes o ausencia de hegemonía de la clase
de los bloques y sus enfrentamientos. dominante, lo que crea un espacio libre para el cesarismo, según el análisis
Así, según el modelo de desarrollo considerado, el populismo actúa de Engels. Tal representación se aleja mucho del modelo populista, cuya
como categoría social, corriente política e ideológica o Estado. definición central es que no existen actores o clases sociales que se puedan
- En América Latina el populismo tiene otra forma diferente de las definir independientemente de su participación en fuerzas políticas y de sus
tres anteriores. No es ni categoría social ni ideología ni Estado, sino la fusión vinculaciones con el Estado. El modelo populista está muy distante de
de los tres elementos en un conjunto a la vez social, político y estatal. Por cualquier forma de política representativa.
eso, populismo en América Latina es antes de todo una política nacional Está más cerca de la noción alemana de nación, transmitida por la
popular, expresión que une la referencia al pueblo como esencia, a la nación escuela histórica del derecho, que de la noción francesa tal como aparece
como colectividad amenazada por la dominación externa y sus consecuen- en la conferencia clásica de Renan: ¿Qué es la nación?
cias internas y al Estado como agente de cambio, pero también de expresión De la misma manera no se puede definir de forma satisfactoria el
y defensa de la unidad nacional. populismo como sistema político abierto, como capacidad de integración
Los análisis de los regímenes populistas en América Latina son en de actores sociales tan grande que éstos se transformen en actores polí-
general debilitados por una ausencia de definición clara del fenómeno, ticos. Lo que corresponde a cierta época de la política de los Estados Uni-
estudiado de manera que no existe consenso sobre los actores políticos o dos, en particular, cuando la integración de los inmigrantes y la unificación
sociales que pueden ser nombrados populistas. Ciertos autores incluyen gran del territorio nacional dieron más importancia a categorías definidas por
número de regímenes políticos en la categoría de populismo; otros rechazan su nivel de participación a la vida nacional (y por su antigüedad en el país)
completamente esta categoría. La idea que será defendida aquí es más que a categorías socioeconómicas. Tal definición deja de lado, de manera
radical: en lugar de definir algunos regímenes como populistas, intentare- inaceptable, en el caso latinoamericano, el papel del Estado y de la nación
mos mostrar que la forma política, o más precisamente la forma de interven- como resistencia a una dominación externa.
ción social del Estado, más característica del modelo latinoamericano es la Finalmente es imposible reducir el populismo a una combinación
política nacional popular, forma del populismo en una sociedad dependiente de Estado nacional en formación y de sistema político abierto. En tal defi-
como la latinoamericana. Eso, por supuesto, no implica que todos los sis- nición falta el componente popular, la referencia al pueblo y a su identi-
temas políticos o todos sus aspectos pertenezcan al modelo nacional po- dad. Las insuficiencias de los análisis que se limitan a subrayar la interde-
pular, sino solamente que todos se definen en relación con este modelo de pendencia de dos componentes conduce a definir el populismo por la inter-
importancia central. Hipótesis difícil de defender porque trata de incluir dependencia de los tres: el Estado como expresión y defensa de la identidad
a situaciones políticas demasiado diversas, dentro de una categoría que corre nacional frente a una dominación extrema; los mecanismos políticos de
el riesgo de vaciarse y quedar sin contenido preciso. Pero, indispensable, integración y, por consecuencia, de modernización del organismo social;
si la noción de modelo latinoamericano -o dependiente de desarrollo- la defensa de la iniciativa nacional y popular.
merece ser utilizada. ¿Cómo imaginar que un tipo de cambio y de orga- La política nacional popular combina estos tres temas: indepen-
nización social, que implica definiciones específicas de las categorías socio- dencia nacional, modernización política e iniciativa popular.
económicas, de los actores sociopolíticos y de sus pautas de acción colec- En el sistema nacional populista los actores sociales no pueden ser
tiva, no implique la existencia de una forma específica de intervención definidos por su función socioeconómica; por su lado, el sistema político
política e ideológica? Por esta razón central conviene construir la noción no es un sistema de reglas de juego como la democracia, sino un espacio
del sistema nacional popular y definir los límites de su aplicación en América de fusión entre Estado y actores sociales, idea que expresa la noción de
Latina. Estado de compromiso, y el Estado no es un príncipe soberano, sino un
actor complejo y múltiple que no existe separado ni de fuerzas políticas
ni de actores sociales. Lo que introduce un nuevo tema central: la predo-
B. LAS SITUACIONES NACIONAL POPULARES minancia de las categorías políticas sobre las categorías sociales y de igual
importancia la ausencia de diferenciación entre el sistema político y el
1. La política nacional popular Estado. Tenemos que aceptar, entonces, no como insuficiencia del análisis,
sino como uno de sus principales resultados la imposibilidad de escoger
El populismo latinoamericano no se define por un contenido, una entre definiciones del populismo como movimiento social, como régimen
esencia, sino por un tipo especial de relaciones entre tres niveles, social, polí- político o como ideología estatal. El populismo es la identificación del mo-
tico y estatal, de la vida social. En realidad, muchos análisis recalcan esta vimiento con el Estado. Por eso se define mejor como una política. De
mixticidad de la política nacional popular o del Estado populista. Francisco manera más precisa, conviene insistir de nuevo en la oposición entre los
Weffort ha introducido la noción de "Estado de compromiso" que se reveló países capitalistas centrales del primer mundo y los países dependientes.
muy útil; sin embargo, tal noción no elimina algunas ambigüedades. Al En la primera área los actores y movimientos sociales aparecen como la
hablar de Estado de compromiso uno puede introducir la idea de que los base de la sociedad y las fuerzas sociales son importantes en cuanto los
elementos básicos son clases sociales, pero que en ciertas situaciones existe representen de manera adecuada. El Estado en esta visión de la vida social
CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 145
144 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

es definido como agente de la hegemonía de una clase o como agente de obrera parece más cerca que en cualquier otro país de dirigir una revolución
mantención de cierto equilibrio entre clases y fuerzas políticas en conflicto. clasista, demuestra la debilidad de la acción de clase, una vez que sale del
En América Latina los movimientos sociales no son los elementos básicos cuadro de acción determinado por un nacionalismo popular o en parte
de la organización social. No se definen, sino como respuesta a una inter- revolucionario.
vención del Estado en el proceso de transformación del país. De manera De la misma manera que en Europa Central, en la época del Imperio
complementaria el Estado no tiene esfera propia, sino que está permanente- Austro Húngaro, los movimientos nacionales tuvieron más fuerza que los
mente incorporado a fuerzas políticas y dividido por conflictos políticos. movimientos de clase; en América Latina dominan movimientos nacionales
con contenido de clase más que acciones políticas de clase. Por eso éstos
2. Masa, pueblo, nación han tenido muy poca influencia en el continente con la excepción de Chile.
Si las viejas clases dominantes se apoyaron en partidos fuertes con base
Las categorías de la acción política no son ni las clases sociales regional sólida como el Partido Conservador en Colombia y aún más en
ni tampoco la nación como confrontada con un enemigo exterior. Son Ecuador, los grupos económicos dirigentes más modernizantes, después
mixtas pero con dominación del ego nacional sobre el ego de clase. La de las grandes luchas liberales como la "Guerra de Mil Días" en Colombia
nación lucha para su unidad, integración e independencia; pero la nación o el período de las "Montoneras Alfaristas" en Ecuador, se dividieron
también es el pueblo luchando contra las oligarquías y los caudillos o los entre varios partidos o no tuvieron expresión política independiente, como
regímenes militares a su servicio. Portantiero (1981) opone con razón fue el caso en Argentina. En Brasil no se formó un partido independiente
dos formas de construcción de la nación, a través de su identificación con de derecha antes de la "UDN" y en México el casi monopolio del "PRI"
un Estado, lo que corresponde a la acción de las clases dominantes o a impidió la transformación del "PAN" en un gran partido nacional, apoyado
través del tema nacional popular, lo que corresponde, según el autor ar- por los empresarios. De la misma manera, partidos socialistas y comunis-
gentino, al camino de las clases populares latinoamericanas hacia la acción tas tuvieron una influencia limitada fuera de Chile a pesar de la presencia
política y lo que Gramsci denomina como hegemonía. Pero Portantiero de importantes partidos socialistas en Argentina o en Ecuador y del control
supone que, por detrás de conceptos y formas de acción política, existen del Partido Comunista sobre importantes sindicatos en muchos países.
actores de clase de tal forma que la acción política sea una manera de pasar Las categorías socioeconómicas no se transforman en actores polí-
de la situación de clase a la acción de clase, de la clase en sí a la clase por sí. ticos; son categorías políticas y nacionales como masa, pueblo y nación
En realidad el actor de clase tiene poca autonomía. No se constituye, que movilizan categorías sociales y toman connotaciones clasistas.
más allá de las defensas corporativas, una "clase obrera" o un "movimiento Si Chile constituye una excepción notable a esta subordinación
obrero". Obreros, campesinos, empleados participan en un doble movi- de la acción de clase a la acción nacional popular es por la doble fuerza
miento de integración nacional y de lucha contra los privilegios de la oligar- del Estado nacional y del sistema institucional político, en este país, que
quía, pero no dirigen estas acciones; le dan sólo un contenido parcial de permitieron la autonomización de la acción de clase según un esquema del
clase, no le dan la fuerza de un movimiento de clase. Lo que vale para las tipo europeo, y más precisamente francés o italiano de comienzo del siglo
formas moderadas de nacionalismo popular vale también por el nacionalis- XX. La subordinación de los movimientos sociales a la intervención del
mo revolucionario de tipo boliviano. La idea marxista de revolución social Estado y a las fuerzas políticas de integración nacional puede acentuarse
no corresponde a esta realidad que domina la vida de Bolivia entre 1952 y y llegar al corporativismo que encapsula la defensa de intereses sociales
1970. Lo que Zavaleta llama poder dual no corresponde a la experiencia dentro del aparato estatal; puede también debilitarse y crear un espacio
descrita por Lenin y Trotsky a propósito del Soviet de obreros y soldados para el populismo revolucionario que parece transformar el nacionalismo
de Petrogrado. Existe una tendencia clasista representada por el "Por" en acción de clase, tentativa que fracasa en general por la acción de un
y "Lora" en ambas fechas, pero su influencia fue limitada. En 1952 la golpe de Estado Militar.
acción obrera campesina transformó un golpe de Estado en revolución,
pero rápidamente el "MNR" retomó el control del proceso político. En
1970-71 la asamblea popular fue, por un lado, subordinada a la estrategia Tipología
de Torres que se apoyó en el movimiento popular para triunfar dentro
del ejército contra Miranda; por otro lado, fue orientada por J. Lechín y Esta definición general anuncia la extrema diversidad de las políti-
el "MNR"; y finalmente sus componentes obreristas se dividieron entre el cas nacional-populares. Diversidad tan grande que muchas veces ha impe-
partido comunista que consideraba la asamblea como una escuela del poder dido reconocer los rasgos comunes de regímenes aparentemente opuestos.
revolucionario y la tendencia trotskista que quería construir un verdadero La tipología más simple considera la importancia relativa de los tres com-
poder dual, un soviet capaz de tomar decisiones y distribuir armas. A medida ponentes de una política nacional popular: el Estado, los mecanismos de
que las tendencias más revolucionarias tomaban más influencia, se acercaba integración política representados a nivel de los actores sociales por una
el golpe que finalmente sucedió en agosto de 1971 porque la fracción del "clase media" que en realidad no tiene otra definición que de ser agente
ejército que apoyaba a Torres tuvo conciencia de perder el control del pro- de integración política y cultural a través de la educación y la participación
ceso y el mismo MNR se dividió. La historia boliviana, en la cual la clase política y, en tercer lugar, los actores sociales y en particular el pueblo. Lo
146 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

que conduce a diferenciar seis tipos de políticas nacional populares con


la condición de recordar que no son opuestos o completamente separados
y que cada régimen político concreto se define más por su posición relativa
entre diversos tipos que por su identificación exclusiva a un tipo.
r CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 147

la forma de construir tal tipología, porque corresponde a una extrema faci-


lidad de transición de un tipo para otro y aún a la presencia constante en
un régimen nacional popular de tendencias complementarias y opuestas,
nacionalistas, parlamentarias y clasistas.

1er tipo: (A) Independencia nacional, (B) integración político-cultural, 4. El populismo militar
(C) participación popular.
2o tipo: (A) Independencia nacional, (B) participación popular, (C) inte- No conviene agregar a los tipos definidos otra categoría; el populis-
gración político-cultural. mo militar. Los componentes y la naturaleza general de las políticas nacional
3er tipo: (A) Integración político-cultural, (B) independencia nacional, populares no dependen del carácter civil o militar de los líderes. Además
(C) participación popular. ¿es militar Perón después de la elección de 1946 o civil? ¿Es puramente civil
40 tipo: (A) Integración político-cultural, (B) participación popular, (C) el general Cárdenas? La especificidad del populismo militar es otra: las tres
independencia nacional. dimensiones mencionadas pueden vincularse una a la otra de manera casi
5o tipo: (A) Participación popular, (B) independencia nacional, (C) inte- directa cuando existe un movimiento espontáneo, empujado por el desa-
gración político-cultural. rrollo del mercado interno y de la integración nacional. Pero si la indepen-
6o tipo: (A) Participación popular, (B) integración político-cultural, (C) dencia nacional es debilitada por la fuerte penetración del capital extran-
independencia nacional. jero, si la integración social y nacional está limitada por el poder de los
hacendados tradicionales, si la presión popular se transforma en rupturas,
sublevaciones o guerrillas, es posible que aparezca un populismo volunta-
Cada forma de política nacional-popular está definida por el orden rista rompiendo con el sistema político y la presión de las clases medias.
de importancia de los tres componentes. Por ejemplo, el tipo 1 da una La primera junta militar peruana de 1962-1863 muestra claramente, por
importancia central al tema de la independencia nacional y entonces al su misma fragilidad, las causas de su intervención y la dualidad de orienta-
papel del Estado como agente de desarrollo y de dependencia nacional, ciones mencionada. La penetración del capital extranjero, la dualización
mientras que pone poco énfasis en una participación popular estrecha-
mente controlada por el Estado y da una importancia intermedia a la inte- persistente del país dividido entre Costa y Sierra, los movimientos cam-
gración política. Para ilustrar esta tipología se pueden mencionar algunos pesinos y la guerrilla de los años 1958-62 explican una intervención militar
casos históricos que parecen identificarse de manera notable con uno de que vacila constantemente, según F. Bourricaud (1967), entre una criolli-
zación conservadora y una radicalización hacia el llamado nasserismo. La
estos seis tipos.
eliminación del general Pérez Godoy en mayo del 63 significa el triunfo
de la criollización y el apoyo del ejército a Belaúnde. En Bolivia, de la
1. Getulismo (Brasil), Calles y México postguerra, Velasco (Perú). misma manera, los populismos militares de Busch o Villarroel responden
2. Peronismo (Argentina), Cardenismo y Echeverrismo (México), Coronel a la crisis nacional abierta por la derrota en el Chaco, por la economía
Caamaño (República Dominicana). de enclave y la segmentación de la sociedad boliviana. Estos populismos
3. Freísmo y DC (Chile), Madero (México), APRA postguerra (Perú), militares pertenecen a la categoría general de los regímenes nacional popu-
Yrigoyen (Argentina). lares y no a la de los regímenes autoritarios, lo que indica los límites de un
4. Batlle y D. López (Uruguay), López y Gaita (Colombia), MNR 1952 estudio general de los regímenes militares.
(Bolivia), AD (Venezuela), Figueres (Costa Rica). El régimen militar peruano creado por el general Velasco Alvarado
5. Goulart (Brasil), Frente Popular Chileno. en 1968, cuya primera fase duró hasta el golpe del general Morales Ber-
6. "Poder Dual" Boliviano, Mariátegui (Perú), Unidad Popular (Chile). múdez en 1975 y la segunda fase hasta la vuelta de Belaúnde al poder en
1980, requiere un análisis más elaborado. Fue claramente un régimen na-
Del primero al último de estos tipos se pasa de regímenes fuertes cional popular que realizó profundas transformaciones de la sociedad perua-
y autoritarios a regímenes o corrientes políticas revolucionarias, las cuales na; en primer lugar, la reforma agraria más extensa del continente, fuera
tratan de transformar al Estado y la organización social. Los casos inter- de Cuba, la nacionalización del petróleo y más ampliamente la destruc-
medios corresponden a regímenes dominados por metas de integración ción de la oligarquía. Integración nacional, desarrollo industrial, partici-
política más conservadoras en el caso de la presidencia de Frei en Chile, pación popular, los tres temas centrales del Estado nacional popular están
o de la APRA del período de la convivencia en el Perú, o más reformadores presentes en el Perú militar. Sin embargo, tal programa en lugar de provocar
como en el caso del batllismo o de la "revolución en marcha" de López una doble incorporación de masas populares y de grupos movilizados por
en los años 30 en Colombia. Pero estas diferencias no significan que el el Estado llevó a un doble fracaso y a la formación, en especial a partir de
populismo sea el espacio entre la movilización autoritaria y movimientos 1973, de una doble oposición burguesa y popular.
populares revolucionarios. Lo importante, al contrario, es la unidad del A partir de 1975 el sistema de movilización popular "SINAMOS"
espacio populista que no es solamente consecuencia de su definición y de pierde rápidamente su siempre limitada capacidad de acción y Morales
148 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 149

Bermúdez, frente a una profunda crisis económica, desencadenada por la C. PARTIDOS, ESTADOS Y MOVIMIENTOS POPULISTAS
caída de las inversiones, por un déficit fiscal elevado, más endeudamiento
interno y externo acelerado, abandona la política de Velasco y vuelca al Esta tipología debe ser completada por una definición de los populismos
país hacia un liberalismo extremo. La ausencia de cualquier apoyo en la parciales, en los cuales uno o dos de los tres elementos dominan la polí-
opinión obliga a Morales a devolver el poder a los civiles. Tal fracaso polí- tica nacional popular. Lo que permite, también, definir a la forma de pasaje
tico, que no quita su importancia a las reformas estructurales realizadas, a un populismo completo a partir de los tipos de populismo parcial. La
se explica por el carácter propiamente militar del régimen, de su élite ce- combinación del tema de la independencia nacional y de la presión popu-
rrada, de la desconfianza que manifestó a la sociedad y del control político lar se encuentra facilitada en países de enclave; la combinación de los temas
y policial que le impuso. A su vez esta extrema autonomía del aparato de la independencia nacional y de la participación política, que señala la
político militar se explica por la fuerte polarización de la sociedad peruana. influencia de las clases medias, crea una burguesía de Estado o más concre-
Era difícil y aún contradictorio aumentar la participación popular y permitir tamente determina una orientación más elitista de la intervención del Estado.
a la vez aumentar la concentración del ingreso. Los grupos favorecidos por el Finalmente, si domina la combinación de la participación política y de la
gobierno militar: una fracción reducida del mundo obrero organizado en presión popular se forma un populismo más democratizante. La existencia
comunidades laborales, las cooperativas agrarias de mayor rentabilidad, de estos subtipos justifica la expresión: políticas nacional populares. Más
el sector del empleo público fueron demasiado limitados para dar un apoyo allá de la importancia relativa de los aspectos político, nacional y popular,
suficiente al gobierno que, por falta de tal fusión entre clase media y sectores se demuestra la necesidad de integrar los tres elementos en la definición
populares, tuvo que encerrarse en su ideología comunitaria cristiana y su de los regímenes llamados populistas. Más interesante aún es el estudio de
aislamiento político real. los regímenes que tienen solamente una dimensión populista, porque per-
Así un régimen militar puede llevar a cabo una política nacional mite más directamente la comparación entre regímenes fuertemente, o sólo
popular, pero a través de métodos no populistas, autoritarios, donde no marginalmente, populistas, pero que dan la prioridad al mismo elemento
existe una capacidad integradora suficiente del sistema social. La insuficien- de la política nacional popular. Conviene entonces distinguir tres tipos
cia de esta capacidad fue demostrada en el Perú entre 1956 y 1968 por elementales que dan la prioridad a la participación política, o al Poder del
la evolución del "APRA" que abandonó su populismo para aceptar la "con- Estado nacional o a la presión popular.
vivencia" con Prado y finalmente con Odría lo que abrió el camino al régi- En el primer caso se habla de partidos populistas; en el segundo,
men militar, pero demostró la dificultad de realizar en el Perú de estos de Estados populistas y, en el tercero, de movimientos populistas.
años, la interpenetración del Estado y de las fuerzas sociales movilizadas
que caracteriza al régimen nacional popular. Esos límites de la política 1. Los partidos de tendencia populista
nacional-popular fueron aún más visibles en los regímenes militares bolivia-
nos después de la guerra del Chaco. El caso más importante es el de los regímenes dominados por la
En Ecuador, al contrario, una serie de gobiernos militares prepara- autonomía del sistema de integración política, porque donde no se rompen
ron la acción del gobierno nacional popular de 1972. Si la revolución Juliana las instituciones representativas se forma difícilmente el populismo. D. Pe-
de 1925 tuvo como objetivo principal transformar la organización militar, caut (1973 y s.f.) en sus importantes trabajos sobre Colombia, ha construido
permitió ai Estado adquirir cierto control de la actividad económica. La una interpretación antipopulista del sistema político colombiano. En lugar
Junta Militar de 1963-66 tuvo un espíritu desarrollista y dictó en 1964 una de poner énfasis en categorías sociales en formas de presión popular ha
ley de reforma agraria. También introdujo una reforma fiscal y preparó demostrado la predominancia y la capacidad integradora del sistema polí-
un Plan General de Desarrollo, que provocó una fuerte reacción de los tico, incluso durante los gobiernos de A. López y la transformación del
sectores comerciales y latifundistas. El gobierno militar de 1972, clara- partido liberal por E. Gaitán. En particular, reanaliza con mucha fuerza
mente inspirado del ejemplo peruano, se opuso a los grupos privilegiados crítica la existencia de repúblicas libres y de guerrillas prolongadas como la
pero no tuvo la capacidad de realizar una amplia reforma agraria. Su nacio- contrapartida de la fuerte pero siempre limitada capacidad de integración
nalismo, en tanto, lo llevó a realizar una política petrolera nacional. Pero del sistema político. De tal manera que grupos que aparecen actores en
su acción fue en gran parte destruida por la reacción de una junta militar realidad se comportan más bien en función de su posición de exclusión
formada en el espíritu de defensa continental difundido por la Escuela relativa, que puede transformarse en cualquier momento en integración re-
Militar "US" de Panamá. El tema de la lucha contra la subversión reempla- lativa y frágil como lo demostraron de manera espectacular en 1984 el
zó los temas nacionales populares. Por lo menos durante tres años el go- acuerdo firmado por el Presidente Betancur con las principales guerrillas
bierno del general Rodríguez Lara buscó una apertura y una movilización y la ruptura por parte de dos grupos importantes en 1985 y como ya lo
social que no encontró en el Perú el general Velasco, a lavez más atrevido había demostrado la liquidación de Rojas Pinilla por parte de los dos parti-
en sus reformas y más cerrado en su sistema de control político, en gran dos de gobierno, cuando él intentó construir un partido populista capaz
parte porque las fuerzas de integración nacional eran más fuertes en Ecua- de presionar y transformar el sistema político.
dor, en especial con la producción petrolera, que en un Perú dominado Sin embargo, la fuerza integradora del sistema político colombiano
por la oposición del campo y de la ciudad. no impide que sea a menudo atravesado por fuerzas de ruptura, de la derecha
150 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 151

o de la izquierda. Gaitán fue miembro activo del sistema político y quiso carácter populista y dio un papel central a la figura de Víctor Raúl Haya
tomar el control del Partido Liberal y fue a la vez organizador y defensor de la Torre que se definía a sí mismo como "vínculo entre los miembros
de los movimientos populares, desde el comienzo de su vida política en del partido y los ciudadanos". Los cambios ideológicos y políticos del
1929, cuando defendió a los obreros de la United Food, y en 1934 cuando "APRA" subrayan su naturaleza populista y la imposibilidad de definirla
creó la Unión Social Izquierdista Revolucionaria, buscando el apoyo de los en términos puramente sociales, políticos o nacionales. La unión de los
barrios urbanos industriales. El que decía: "No soy un individuo: soy el tres componentes de la política nacional popular es constantemente afir-
pueblo" y cuyo asesinato el 9 de abril de 1948 desató el "fogonazo" y mada por Haya de la Torre, por ejemplo, en este discurso de 1931 en que
sus consecuencias políticas y sociales combinaba en realidad las dos ver- señala: "Nosotros tenemos que luchar por la peruanización del Estado y
tientes de su acción gracias a una ideología moralizante, a su confianza por la incorporación económica y política de las mayorías nacionales que
en las leyes sociales y a sus llamados constantes al orden y a la unidad, constituyen la fuerza vital de la nación y que son también las que demo-
es decir, a la integración política. Gaitán fue un personaje populista en una cráticamente, por su número y su calidad, tienen derecho a intervenir en
situación poco populista por la capacidad del sistema político colombiano la dirección de los destinos nacionales". Textos como éste indican la dife-
de mantener un control oligárquico sobre la sociedad y sus cambios. rencia que separa a Haya de la Torre de Mariátegui. Ambos están conven-
Un análisis análogo pero aún más prudente puede ser aplicado cidos de la necesidad de una alianza multiclasista para combatir al impe-
a la Democracia Cristiana de Frei en Chile. Parece difícil hablar de popu- rialismo y de la necesidad de vincular la liberación de Indoamérica con
lismo cuando la presión popular sigue siendo muy controlada, incluso en la defensa de los grupos populares, pero, mientras Haya construye un pen-
el campo, cuando la élite dirigente está más cerca de un conservantismo samiento y una acción basados en la pluridimensionalidad de la movili-
modernizante que de una ruptura social o política, cuando una acción de zación, Mariátegui busca la integración de las luchas anticapitalista y anti-
integración nacional se combina con una dependencia externa asociada al imperialista, lo que lo ubica dentro del movimiento comunista a pesar de
papel predominante del cobre en la economía chilena. sus difíciles relaciones con la Tercera Internacional. Aún más que un frente
Más alejado aún del modelo populista parece el irigoyenismo, a de clases el APRA es un frente de movilizaciones complementarias. Lo que
pesar de la fuerza a veces violenta de la presión organizada por el Partido explica la inmensa distancia entre sus temas movilizadores y las soluciones
Radical antes de la victoria de Irigoyen en 1916 y que llegó a tomar forma o decisiones políticas a las cuales conduce su acción, cuyo fracaso se tradu-
de insurrección en 1893 y 1905, porque el irigoyenismo no amenazó la ce en la permanente incapacidad de Haya de la Torre de llegar al poder
dominación social de la oligarquía agroexportadora. o de dirigir la convivencia del "APRA" con Prado o con Odría. El triunfo
Formas marginales de populismo, la revolución en marcha de López, de su nuevo líder, Alan García, en la elección presidencial de 1985, anun-
la revolución en libertad de Frei y el radicalismo argentino antes de 1922 cia la transformación de un partido populista en un gobierno nacional
pertenecen, sin embargo, al tipo general de los regímenes político-sociales popular.
porque el sistema político, por abierto que sea, es directamente presionado De López y Gaitán, de Frei y de Irigoyen al "APRA" no hay rup-
y amenazado por el pueblo y porque el tema nacional, en su forma de inte- tura. En todos estos casos el elemento dominante es la capacidad de inte-
gración más que de la lucha antiimperialista, está constantemente presente. gración del sistema político y entonces la transformación del movimiento
Muy diferente es el "APRA" peruano porque representa una forma central populista en partido. Pero en el caso peruano el tema nacionalista y la
del tipo de populismo, en el cual el sistema político tiene gran capacidad de presión popular y sindical son asociados a una voluntad de apertura polí-
integración. tica, de tal manera que se crea una política nacional popular con gran capa-
APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) nace bajo cidad de movilización.
la influencia conjunta de la reforma universitaria de Córdoba y de la revo- La comparación esbozada de Haya de la Torre y Mariátegui llama
lución mexicana y desarrolla un antiimperialismo fuerte. Encontró sus la atención sobre las relaciones entre políticas populistas y partidos comu-
primeras bases sociales entre los obreros de Lima, los trabajadores de la nistas. Estos han tenido o tienen un lugar central en dos modelos de desa-
caña y los mineros de Cerro Pasco. Haya de la Torre, al comienzo de su rrollo. En primer lugar, en sociedades donde existen a la vez moderniza-
larga carrera política, es más antiimperialista que nacional popular. En 1928
define al Estado: "El Estado es potencialmente un instrumento de defensa ción endógena y obstáculos políticos y culturales a la racionalización y a
de las clases medias campesinas, trabajadoras y unidas contra el imperia- la secularización. En estos casos el movimiento obrero se une a una acción
lismo". Tiene una visión autoritaria del Estado y favorece un capitalismo política de conquista del poder estatal. Tal es la naturaleza del Partido
de Estado. En una segunda fase se enfrenta violentamente con los militares, Comunista en los países latinoeuropeos como Francia, Italia y España.
lo que indica su esfuerzo para constituirse en agente central de integración En segundo lugar, en países donde la modernización, paralizada por un
política y explica su estrategia de alianza con Prado y con Odría. Los ata- Estado autocrático y tradicionalista, no puede venir sino del exterior, lo
ques de la derecha, en particular del diario El Comercio, especialmente en que crea la alianza de una defensa de clase, con un movimiento de libera-
el momento de la sublevación de Trujillo en 1932, dio al "APRA" un carác- ción nacional y un aumento de la participación política. Lo que corres-
ter revolucionario y, al mismo tiempo, institucionalizante. La competencia ponde a la acción de los partidos marxista-leninistas, especialmente en
del "APRA" con el Partido Comunista dirigido por Ravinés reforzó su el área de influencia soviética y en Asia.
152 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 153

En América Latina los partidos comunistas están "entre dos sillas". Cuando la vida política y económica de un país está dominada
Por un lado, una acción política asentada en la conciencia de clase obrera de manera casi colonial, cuando existe la amenaza de una intervención
conduce al aislamiento de núcleos obreros y a la formación de una aris- militar, la coalición nacional popular se vuelve más frágil. Tal fue el caso
tocracia obrera revolucionaria que encontró en Bolivia, y especialmente en en la Guatemala de Arévalo y Arbenz cuando un nacionalismo democrati-
la tesis de Pulacayo de 1946, su expresión más acabada. Esta conciencia zante fue radicalizado a través del Partido Comunista, frente a una presión
de clase sin expresión política general explica el éxito del trotskismo en norteamericana que llegó hasta la invasión directa. En el caso de Granada, la
Bolivia, Perú y Guatemala, y de manera diferente en Argentina. Por otro fusión de 1973 del "Joint for Welfare Education and Liberation" (JEWEL)
lado, la participación en la lucha antiimperialista en muchos casos conduce y del "Movement for people Assembly" (MAP) para formar el "NewMove-
a los partidos comunistas a dar la prioridad a un amplio frente policlasista ment Jewel" luchando contra la dictadura de Gairy preparó el semiéxito
y el apoyo al Estado nacional popular por encima de las luchas de clase. electoral de 1976 y la insurrección victoriosa de 1979 que llevó al poder
Tal fue el caso del Partido Comunista brasileño después de 1945, muy bien a Maurice Bishop. Pero el movimiento que tenía aspecto nacional popu-
conocido gracias al estudio clásico de F. Weffort. Esta pérdida de identidad lar se radicaliza, se acerca a Cuba y se transforma en un régimen revolu-
política produce a menudo una ruptura del Partido Comunista y la crea- cionario hasta su crisis interna y la intervención norteamericana que ter-
ción de un partido prochino muy radicalizado para resistir a la tentación minaron con él. En el istmo centroamericano la fragilidad de las tendencias
de las alianzas con una coalición nacional populista. nacional populistas se explica por el desarrollo limitado de la industria
(que pasa de 13 por ciento de la "PEA" de 1950 a 1980) y la presencia
Cuando el sistema político es poco populista y se acerca a una estable de un sector informal urbano que, agregado al sector rural de baja
democracia representativa, como fue el caso de Chile, el Partido Comunista productividad, representa el 50 por ciento de la PEA. A la limitación del
puede mantener su autonomía y resistir a represiones como la "Ley de mercado interno corresponde la ausencia de movimientos o partidos nacio-
Defensa de la Democracia" de G. González Videla o la persecución lanzada nal populares fuertes.
por la dictadura militar del general Pinochet. En la mayoría de los casos, Una fragilidad análoga se observa en las fuerzas de tipo populista
de Argentina a Brasil y a México, los partidos comunistas no superan sus en el Ecuador. Si Velasco Ibarra no fue nunca populista la Concentración
contradicciones internas, mientras los movimientos populistas mantienen de Fuerzas Populares representa un partido populista. Su base principal
con más facilidad una pluralidad de orientaciones. está en Guayaquil donde su líder principal Asaad Bucaram, comerciante,
Esta pluralidad fue extrema en la República Dominicana después de moviliza los suburbios que crecen con las migraciones en proveniencia de la
la caída del Régimen Patrimonialista de Trujillo. Frente a esta dictadura tierra. Pero esta corriente se divide rápidamente, especialmente después
la clase media liberal, a menudo proamericana, y el pueblo urbano parti- de la muerte del Presidente Roídos, elegido con el apoyo de la CEP, entre
cipan en el mismo esfuerzo de liberación y de democratización, pero en elementos moderados y más radicales, mientras un populismo revolucionario
forma rápidamente divergente. Lo que permite al antiguo régimen retomar se desarrolla alrededor de los sindicatos y del FUT. Esta división de los com-
el poder. El 20 de diciembre de 1962, el "PRD" dirigido por J. Bosch gana ponentes de una política nacional popular conduce en 1984 a la victoria
las elecciones delante del Movimiento Popular Dominicano Populista, de de L. Febres Cordero y de su política antipopulista.
izquierda. Bosch se identifica con J. Figueres de Costa Rica y R. Betancourt
de Venezuela y con una democratización antioligárquica que tiene elemen- 2. Los Estados populistas
tos populistas moderados. Pero cuando el general Wessin y Wessin el 25
de septiembre de 1963 elimina a Bosch no hay resistencia y cuando en Los partidos populistas se forman en sociedades "movilizadas",
abril de 1965 estalla una insurrección, primero militar y después popular, en particular donde nuevas categorías urbanas, populares o medias, se
la distancia entre Bosch, refugiado en Puerto Rico donde firma una alianza identifican a la unidad en formación. Existen situaciones doblemente dife-
con el Partido Social Cristiano, y el coronel Francisco Caamaño, coman- rentes donde hay un Estado central fuerte y una política dominada por
dante militar de la insurrección, es visible. La insurrección está aplastada jefes, caudillos, caciques locales. En tales casos la política nacional popu-
por los 'marines' norteamericanos y después de un período de transición, lar no se ubica en partidos, sino en Estados. Dirigentes civiles o militares
Balaguer, antiguo brazo derecho de Trujillo, llega al poder en 1966. El se identifican con la nación contra jefes o partidos con base regional. Ac-
coronel Caamaño será muerto durante una tentativa de desembarque y ción que puede ser conservadora o autoritaria, pero que se transforma
de organización de una guerrilla (1973), mientras Bosch negocia con Bala- en política nacional popular cuando se aceleran la transformación econó-
guer bajo los auspicios de la embajada norteamericana. Mientras el PRD se mica y la urbanización del país. En todos los casos el Estado no actúa
vuelve más moderado Bosch intenta crear una fuerza política intermedia. como "soberano" sino como mezcla de Príncipe; de sistema político y
Esta historia confusa muestra la extensión y la diversidad del frente anti- de interventor de niveles de la vida política, que son separados en los regí-
trujillista y la imposibilidad en una situación doblemente extrema de man- menes "representativos", es la definición más central del sistema nacional
tener la unidad de una política nacional popular. La tendencia liberal demo- popular.
crática y la tendencia antiimperialista se separan, lo que permite, con la Cuando la política nacional popular está creada y dirigida no por
ayuda de la intervención extranjera, la vuelta de Balaguer. un partido actuando dentro de un sistema político abierto, sino más bien
154 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES
7 CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 155

bajo el liderazgo y el control de un Estado, las condiciones de formación de La formación del "Partido-Estado" indica su multiplicidad de fun-
un régimen populista son diferentes. ciones. Cuando Calles crea el "PNM" se trata de superar el poder y las
Un ejemplo clásico es dado por Costa Rica después de la revolución luchas de los caudillos, de crear un poder central. El pasaje de "PNM al
de 1948 y de la presidencia de H. Figueres. El gobierno nacionaliza los PRM", según el análisis de P. González Casanova, fue determinado por la
bancos, redistribuye los ingresos y apoyado en una economía muy abierta presión de las fuerzas populares, obreros organizados en la "CTM" y campe-
dirige en los años 60 una política de industrialización, en particular de sinos. Lombardo Toledano jugó un papel importante en un proceso dirigido
transformación de productos agrícolas. A pesar de la presión ejercida sobre por L. Cárdenas, el cual corresponde al período internacional de los "Fren-
el régimen por las guerrillas centroamericanas de los años 60 y de los años tes Populares". Finalmente, en 1946 el "PRM" se transforma en "PRI"
70, Costa Rica ha mantenido una fuerte capacidad de integración política, y Avila Camacho inaugura una obra duradera de organización de un apa-
gracias a una estructura de la propiedad rural que diferencia este país de rato estatal capaz de dirigir la transformación económica del país. El "PRI"
sus vecinos y a su homogeneidad social y cultural. En Costa Rica como en es el heredero de partidos de la revolución que, como esta misma, combinan
Panamá aumentan fuertemente el empleo y los gastos públicos. El Estado transformación social, integración nacional y lucha contra la dependencia
se transforma en el agente principal de cambio económico en países que externa. Pero en México estos tres aspectos de la vida nacional tienen una
tienen un mercado interno estrecho y que son sometidos a fuertes varia- fuerte autonomía, a pesar del papel integrador del "PRI". Después de la
ciones de sus balanzas externas. En el caso de Panamá, país con fuertes Segunda Guerra Mundial el desarrollo económico se realiza a través de
desigualdades sociales, el Estado de Torrijos es más populista; en Costa fuertes relaciones con los Estados Unidos; mientras tanto, la presión social
Rica, país centroamericano con menos desigualdades sociales, el Estado campesina y obrera se mantiene fuerte; finalmente, la integración de un
es más desarrollista que populista. En Honduras, en tanto, los militares país diverso y en el cual las distancias entre los ejidos y la agricultura de
de los años 70 permiten a las categorías más pobres mejorar su situación exportación, entre la ciudad y el campo, entre el Sur y el Norte aumentan,
relativa. necesita a la vez una gran actividad de control o de mediación y una fuerte
Es inútil subrayar que el Estado nacionalista de Getulio Vargas capacidad de cooptación. Fuerzas y tendencias que no pueden combinarse
en Brasil no participó hasta 1945 de ninguna manera en el modelo popu- fácilmente en la sociedad "civil" se integraron dentro del "Partido-Estado"
lista ni antes ni después de la creación del "Estado novo" en 1937. La y de su fuerte intervención en la sociedad civil. Pero esta convergencia queda
ruptura de la alianza entre las grandes oligarquías, en 1930, permitió un siempre frágil y se mantiene sólo a través de un fuerte autoritarismo y de
grado más alto de control de las oligarquías nacionales por parte del Esta- restricciones a las libertades políticas que permiten a los candidatos del
do e incentivó una política de industrialización nacional, pero la partici- "PRI" a la presidencia ser elegidos con 90 por ciento de los votos en el
pación popular fue reducida a la creación lenta de sindicatos directamente caso de López Mateos, 89 por ciento de Díaz Ordaz, 86 por ciento de
controlados por las leyes del trabajo y la apertura del sistema político Echeverría y, con la abstención voluntaria del "PAN", 100 por ciento
fue reemplazada por un control político autoritario. en el caso de López Portillo en 1976. El sistema se debilita lentamente.
El movimiento estudiantil popular de 1968 que terminó con la masacre
La transformación del "getulismo" en populismo fue impuesta de Tlatelolco reveló la crisis del partido y la fuerza de las demandas demo-
sobre él por la coyuntura política nacional e internacional a partir de 1945. cráticas. La presidencia de Echeverría y su neopopulismo como la crisis
La victoria de las democracias y la aparición del Partido Comunista y de económica que desencadenó en 1976 reveló la fuerza de los conflictos de
los sindicatos, pero también su voluntad de incorporarse a una lucha de- clases en el país y la presidencia de López Portillo hizo meridiana la des-
mocrática y popular contra el imperialismo, dieron un corte populista a organización del aparato del Estado, en particular a través de la corrupción.
esta coalición en la cual el "PTB" tomaba una importancia creciente y se La separación o las tensiones entre fuerzas sociales, sistema polí-
radicalizaba. tico y Estado señala la crisis del régimen. Pero esta crisis no estalla y el
Pero el sistema político se mantuvo por las alianzas del poder cen- régimen mexicano mantiene los rasgos fundamentales de la política nacio-
tral contra las oligarquías regionales hasta la crisis de 1961-63, durante la nal popular más tiempo que cualquier otro. En parte, porque la crisis de
cual se suceden el populismo de derecha de Janio Quadros y el populismo 1968 y los movimientos campesinos de los años siguientes revelan la capa-
revolucionario de Joao Goulart y Leonel Brizóla, mientras crecen elemen- cidad de violencia de la sociedad mexicana; en parte porque la bonanza
tos de política nacional popular —la política de Santiago Dantas y de Celso petrolera a partir de 1976 permite mantener una política distributiva. El
Furtado- y aumenta la presión sindical y popular con el auge de la ideo- "echeverrismo" representa una tentativa consciente de populismo de tipo
logía antiimperialista. Todos estos elementos, sin embargo, no alcanzaron cardenista. Frente a una crisis política y social amenazante, Echeverría
a integrarse en un régimen populista estable. amplió la capacidad de cooperación del régimen, aumentando el presu-
Esta separación constante del Estado nacionalista y de temas ruptu- puesto de las universidades, nombrando opositores de izquierda en puestos
ristas o revolucionarios no se encuentra en México, donde el "Partido-Esta- importantes y apoyando directamente a reivindicaciones campesinas, en
do" logra controlar reivindicaciones antiimperialistas, programas de integra- particular en el caso de los productores de henequén del Yucatán. El apoyo
ción nacional, como la reforma agraria, y presiones sociales expresadas a que dio México en esta época a las víctimas del golpe militar en Chile hizo
través de sindicatos y organizaciones directamente controladas. hablar del "allendismo" de Echeverría. En realidad la distancia es grande
156 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 157

entre un proceso de transformación política y social débilmente controlada radicales argentinos, asociada a un programa acelerado de secularización
por un gobierno minoritario y dividido por las luchas entre los partidos que llegó a un anticlericalismo fuerte y violento, a partir de 1911, y, en parte
de la "Unidad Popular" y la acción del Estado mexicano que disminuye por vía de consecuencia, a numerosas medidas pioneras a favor de la mujer,
las tensiones sociales, pero al final provoca una reacción violenta de los y apoyándose también en campañas antibritánicas, pero sin desarrollar un
grupos económicos dirigentes. Todos los observadores han notado la ausen- nacionalismo defensivo porque Batlle quería hacer del Uruguay transfor-
cia de ruptura política en 1976. La continuidad del sistema y la recupera- mado un ejemplo de valor universal. La creación del Estado nacional uru-
ción, por lo menos provisoria, del modelo tradicional de relaciones entre guayo fue asociada por Batlle a una profunda transformación social.
el Estado y la sociedad. La resistencia del sistema tradicional fue suficiente- En América Central y en el Caribe los gobiernos nacional populares
mente fuerte como para eliminar dos tentativas sucesivas de reforma. En tienen las mismas características que en el resto del continente, pero su
primer lugar, la búsqueda de una forma sindical de reforma, sugerida por capacidad de movilización es menor y el riesgo de transformación del popu-
Reyes Heroles en 1972, pero que no resistió a la represión contra el intento lismo en un control político de la población más grande. Los casos opuestos
de los electricistas del "SUTERM" de salir del control de la "CTM"; en de Panamá y de Jamaica indican bien las fuerzas y las debilidades de los
segundo lugar, la reforma política que demostró la poca influencia de los regímenes nacional populares.
partidos de izquierda, pero que provocó después ataques contra el "PAN" En Panamá Torrijas, apoyado en la guardia nacional, combina movi-
que había progresado a la derecha del "PRI". A comienzos de los años lización nacional, desarrollismo económico y transformación social con
80, México ha mantenido en total el régimen creado por Calles y Cárdenas. gran éxito. La campaña antiestadounidense para la recuperación del Canal
La importancia de la crisis económica que estalla en 1981 no puede ocul- y de su zona no aparece contradictoria con la transformación del país en
tar la presencia de otra crisis, más profunda, que debilita al régimen polí- un gran centro bancario y comercial ampliamente utilizado por los Estados
tico; pero durante medio siglo el Estado mexicano ha mantenido, según Unidos. El aspecto más interesante de la política de Torrijos es su interven-
la expresión de S. Zermeño (1984), la primacía de la dimensión nacional ción en la agricultura. Durante los años 60 se formaron ligas campesinas;
sobre la dimensión clasista. Fuertemente antipopular a partir de Avila el gobierno las transforma en asentamientos campesinos y aumenta rápida-
Camacho, como un sistema político no representativo pero con gran capa- mente el número de ésos. De manera paralela el Estado construye grandes
cidad de cooptación y de adaptación, y finalmente como un Estado capita- ingenios azucareros. En la ciudad, Torrijos apoya a las categorías menos
lista asociado. Este Estado es tan fuerte que, a pesar de su lenguaje revolu- privilegiadas y transforma en 1972 el código laboral. Se trata claramente
cionario, no deja espacio a un movimiento de tipo populista, que supone de un régimen autoritario en el cual la relación entre el líder y el pueblo
una autonomía relativa más grande de los componentes principales de la se establece directamente. Los diputados -la gran mayoría de ellos campe-
acción política. sinos— son simples intermedios entre los grupos sociales y el poder. El
Esta multiplicidad de funciones y orientaciones explica que ni el régimen creado por Torrijos sigue siendo, a pesar de las muchas transfor-
Presidente ni el "PRI" no se definen, ni por un programa o una declaración maciones políticas de Panamá, la línea central de la vida política y social
de principios ni por la voluntad de representar tal o cual sector. D. Cosió del país.
(1972) considera estos dos aspectos como negativos, pero contribuyen El caso "Manley" que llega al poder en Jamaica en 1971 es directa-
fuertemente en dar al sistema político un papel central que permite hablar mente opuesto al de Torrijos. El régimen socialista instaurado es antes de
de política nacional popular en lugar de ver en el sistema mexicano o una todo un sistema de control clientelista y de retórica al servicio del partido
retórica que oculta el poder creciente de un capitalismo nacional y extran- de gobierno, del "PNP", y del presidente. El ministerio de la "National
jero o, al contrario, un gobierno "revolucionario" y popular. El sistema Movilisation" es dirigido por el secretario general del partido. Proyectos
mexicano pertenece al tipo nacional popular porque demuestra un alto agrícolas como los "Project Food Farms" son organismos políticos sin
grado de interpenetración de fuerzas sociales y políticas dentro de una base técnica y fracasan como las "Community Enterprise Organisations".
orientación dominante hacia el desarrollo del Estado nacional. Sistema De la misma manera los servicios públicos se deterioran. Como las expor-
que no es solamente represivo, que también actúa como mediador y como taciones de bauxita, recargadas de nuevos impuestos, y las de bananos
fuerza de integración. El límite de este análisis es que en México no se desa- disminuyen, la situación económica de Jamaica se vuelve crítica. Sin em-
rrolla solamente una forma de sistema nacional popular, sino que se orga- bargo, el gobierno ha conseguido progresos sociales importantes, en los
niza un Estado que, por su función en la industrialización del país, tiene terrenos de la mortalidad infantil que baja a 12 por mil y de la vivienda
algunos aspectos de un Estado "bismarckiano" y, por consecuencia, no popular en particular, pero la retórica anticapitalista y antiimperialista
populista. Estos aspectos del Estado mexicano serán considerados en la no tiene fuerza movilizadora y aumenta el aislamiento del aparato oficia-
cuarta parte. lista.
El caso histórico que corresponde más a un Estado populista, fuera
de los populismos militares, es el "batllismo" que dominó al Uruguay de 3. Los movimientos populistas
1903 a 1933. A pesar de haber llegado al poder a través no de una movili-
zación popular como Irigoyen, sino de la victoria del Partido Colora- Finalmente existen, al lado de partidos y de Estados populistas,
do, José Batlle y Ordóñez tuvo una acción mucho más preobrera que los movimientos populistas que luchan por la defensa de los intereses de las
158 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

"masas" populares. Pero cuando esta lucha se define como lucha de clase,
como fue el caso en el sindicalismo chileno dominado por comunistas y
1 CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES

relaciones con el gobierno nacional popular, nunca buenas, empeoraron a


partir de 1963.
159

socialistas de izquierda, no conviene hablar de populismo. Más complejo fue el "trabalhismo" gaucho, cuya historia entre
La ideología central de la Unidad Popular no fue populista, por 1945 y 1964 revela las contradicciones internas de un movimiento popu-
lo menos en su dinámica real. Al comienzo algunos intelectuales como lista. Según su líder regional Pascualini, el PTB debía actuar como un par-
J. Garcés (s.f.) hablaron de un "Estado populista comunitario", agregando tido popular frente al PSD, apoyado en los latifundistas y fomentar una
a metas clasistas un programa de integración social e incluso elementos de socialdemocracia a la brasileña. En esta acción, más social que política,
cesarismo popular. Pero la ruptura entre la "UP" y la mayoría del Congre- jugaba un papel importante la ideología elaborada por Ingenieros y Justo,
so desequilibró una política que fue más y más arrastrada por corrientes en la cual se combinaban positivismo y marxismo. Al contrario, G. Vargas
opuestas. tuvo siempre, a través de la sucesión de sus múltiples figuras políticas,
Al contrario, es útil hablar de populismo en el caso de \a revolución un proyecto más nacional que social, lo que lo llevó a organizar la alianza
boliviana porque la presión popular, minera, obrera y campesina se mezcló del "PTB" y del "PSD". El movimiento populista tiende a dividirse: por
a una lucha imperialista y a una voluntad de apertura de un sistema polí- un lado, se incorpora a un nacionalismo poco populista; por el otro, se orga-
niza como partido.
tico que había superado la hegemonía de la "rosca" cuando el poder pasó
de Sucre a La Paz, pero que no se había liberado de un control oligárquico. Aparentemente la trayectoria de Vargas lo conduce de una acción
dentro de la oligarquía al movimiento "queremista" y "trabalhista", a
El bajo nivel de integración de los componentes llevó al cogobierno partir de 1945. Sin embargo, tal esquema está lejos de representar la reali-
entre el Estado y la Central Sindical, la COB. Así se mantuvo un clima dad. Primero, como lo veremos en la cuarta parte, porque la verdadera
populista en el cual ni las reivindicaciones de clases del "PC" o del "POR" dualidad de orientación aquí no es entre derecha e izquierda, sino entre
ni la acción modernizante del "MNR" ni las tendencias hacia la creación nacionalismo y populismo; segundo, porque después de Vargas y Pascua-
de un Estado nacional fuerte alcanzaron a independizarse y a controlar lini la oposición y complementariedad de J. Goulart y L. Brizóla reproducen
el proceso político y social. Este grado demasiado bajo de integración llevó la misma tensión entre la prioridad dada a la organización de una coalición
a la descomposición del "MNR", incapaz de constituirse en partido de nacional popular y la formación de un movimiento popular. Todos los
Estado como el "PRI" mexicano y después al triunfo de un Estado militar movimientos populistas son equilibrios frágiles entre un partido y un ins-
antipopulista. El mismo grado bajo de integración se encontró más tarde du- trumento de control sobre las clases populares. La ruptura entre estos dos
rante los gobiernos militares de Ovando y Torres cuando se creó la "Asam- aspectos fue rápida y brutal en Bolivia y parcial y limitada en Brasil.
blea Popular" "COB" -Central Obrera Boliviana-, dominada por el sindi-
cato de los mineros y el Partido Comunista.
Entre 1952 y 1964 el "MNR" fue a la vez partido, Estado y movi- 4. Los antipopulismos
miento. Se encontraban en él grupos izquierdistas apoyando las tesis de
Pulacayo; centristas cerca de Víctor Paz; desarrollistas y derechistas con La importancia de los populismos no viene solamente de la for-
Guevara; nacionalistas, xenófobos y antisemitas, por ejemplo, en los Grupos mación de políticas nacional populares, sino también de su capacidad de
de Honor. orientar gran parte de las fuerzas sociales y políticas que se definen como
La evolución del MNR fue de descomposición progresiva hasta que pro o antipopulistas.
era inevitable una crisis del régimen. La derecha fue eliminada por la COB Si las formas más primitivas de populismo están vinculadas a la
e intentó un golpe que fracasó en 1953 y Paz tuvo que aliarse con el diri- lucha de grupos urbanos de clase media contra la dominación oligárquica,
gente de la COB, J. Lechín, para llegar a la presidencia en 1960, y siguió lo que parece como populismo oligárquico debe ser redefinido como anti-
una política opuesta a la de Siles Zuazo, considerado por los sindicalistas populismo oligárquico. La política de Leguía en el Perú de los años veinte,
como favorable al imperialismo. La separación de los componentes de la a pesar de sus aspectos progresistas, no implicaba ninguna forma de movi-
política nacional popular no dejó ningún futuro al régimen populista revo- lización popular, sino la modernización de la política oligárquica, gracias
lucionario creado en 1952. a una alianza entre capitalistas extranjeros, nacionales y gamonales de la
En Brasil, si Joäo Goulart representa el Estado populista, en el sierra. Una política complementada por la manipulación política de los
Nordeste M. Arraes encabezó un movimiento populista. Alcalde de Recife habitantes de las barriadas.
en 1959, gobernador de Pernambuco en 1962, se apoyó en los sectores Leguía inaugura un indigenismo más paternalista que movilizador
pobres de la ciudad hacia la cual huían los campesinos sin tierra o flagelados y las leyes sociales que introduce son destinadas a evitar la formación de
del interior. Arraes tenía un programa de modernización económica y un sindicalismo reivindicativo. El carácter no populista de su política fue
justicia social que se opuso a la política de Cid Sampaio apoyado en los indirectamente demostrado por la formación del "APRA" en 1924 y el
dueños de las usinas de azúcar. Si bien apoyó al movimiento campesino impacto del pensamiento de Mariátegui, bases sobre las cuales se desarro-
y a los esfuerzos educativos de Paulo-Freiré, su movimiento fue esen- llarán los principales movimientos sociales y políticos de las décadas pos-
cialmente urbano y su tema central fue la participación comunitaria. Sus teriores. Por un lado, porque el "APRA" y no Leguía tuvo la capacidad de
160 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 161

juntar intelectuales de clase media y grupos obreros y campesinos orga- sociedad desarraigada, orden, disciplina y respeto del Estado nacional.
nizados; pero también porque Haya de la Torre en esta época insiste más Después de haber sido utilizado por Vargas, Salgado fue eliminado por
en objetivos internacionalistas y antiimperialistas que nacional populares, él después de una tentativa de "putsch" en 1938. El mismo año estaba liqui-
lo que indica el grado muy limitado de movilización de la población peruana dado de manera sangrienta en Santiago de Chile el movimiento más integra-
a comienzos de los años 20. Mientras se forma el "APRA" -Alianza Popu- lista que nacista de González von Marées.
lar Revolucionaria Americana, que también es Frente Unido de los Traba- Contra políticas nacional populares más vinculadas al movimiento
jadores Manuales e Intelectuales-, Leguía acentúa su política económica populista se desarrolla uno antipopulista poco organizado, pero que es la
y cultural proamericana hasta entregar a una agencia norteamericana su base principal de apoyo a los regímenes militares autoritarios. Una sociedad
política de educación. en movimiento no significa solamente categorías en ascenso, sino también,
Cuando el 23 de mayo de 1923 Leguía consagra el Perú al Sagrado especialmente en América Latina, categorías en decadencia o amenazadas
Corazón, se organiza una contrademostración en la cual participan estu- en las garantías que había conseguido a través del Estado y que quieren
diantes, campesinos y obreros, lo que indica el carácter directamente anti- mantener la distancia que los separa del pueblo, a veces a través de organi-
popular y no populista de Leguía. Odría fue financiado en su campana zaciones religiosas y de manera general con una acentuación de las distan-
presidencial por grandes grupos económicos pero, como Leguía, consiguió cias culturales.
el voto de las barriadas, de la misma manera que Rojas Pinilla fue apoyado Los movimientos antipopulistas pueden tener la forma de movi-
por los tugurios de Bogotá por su programa asistencialista y la interven- mientos regionales. Es el caso de Bolivia. El movimiento popular fue en
ción de corte más populista de su esposa de origen modesto. este país muy marcado por el nacionalismo revolucionario del "MNR" y
En Ecuador la influencia prolongada de Velasco Ibarra, elegido de la "COB" después de 1952 o de la "Asamblea Popular" de 1970-71.
Presidente por primera vez en 1933, fue a menudo explicada por el papel Contra esta presión y en una situación de débil integración nacional, los
populista del caudillo político que habría expresado las demandas sociales y grupos dirigentes de Santa Cruz organizan un movimiento regional apoya-
políticas de las masas urbanas y, en especial, de los suburbios de Guayaquil. do por profesionales e intelectuales encabezado por el Comité Cívico por
El análisis, por R. Quintero (1983), de la elección de 1933 destruye Santa Cruz, que fue imitado por otros comités análogos en Cochabamba
esta explicación. Velasco, candidato del Partido Conservador, obtuvo el y, en el Sur, en Tarija y Potosí. Estos grupos económicos dirigentes de
grueso de sus votos en la Sierra. Además en Quito y en Guayaquil los Santa Cruz reivindican por el desarrollo de su región, en particular a través
barrios populares. También conviene recordar que en 1933, en una pobla- de la construcción de medios de comunicación y la inversión de fondos
ción de dos millones cien mil habitantes, el cuerpo electoral representaba estatales en Santa Cruz, pero también se oponen directamente a la alianza
menos de 65 mil personas. Quintero considera que la victoria de Velasco del "MNR" y de la "COB" hasta apoyar de manera decisiva al golpe del
—por lo menos en esa época— "significó no sólo el fortalecimiento, a secas, general Banzer en agosto de 1971. Tal movimiento regional, guiado por
del sector serrano de la clase terrateniente y su partido, sino que... colocó una clase dirigente, no es del todo diferente de las fuerzas políticas conser-
vadoras tradicionalmente apoyadas en una base regional, en particular en
a la clase terrateniente a la cabeza de una alianza política con sectores cos-
teños de la clase dominante". la sierra peruana o ecuatoriana. Los movimientos regionales están muy
lejos de ser movimientos populares. Tampoco lo fue el movimiento pau-
El caso de Pérez Jiménez en tanto es opuesto, porque Venezuela lista que llevó a la guerra de 1932 contra el Estado Federal, pero éste no era
en 1948 no está dominada por los terratenientes, sino por el petróleo y un Estado populista. Durante la "República Velha" en Brasil los partidos
los recursos que deja en manos de un Estado que tiene la capacidad de tienen una base puramente regional. Vargas llegó al poder gracias a una
intervenir en todos los aspectos de una sociedad poco "movilizada". Pérez crisis de las relaciones entre élites dirigentes regionales y gobiernos apoyán-
Jiménez es un caudillo que manipula las masas urbanas poco organizadas dose en los dirigentes del interior del Nordeste, para disminuir la capaci-
más que un agente de reorganización de una dominación oligárquica ame- dad de acción de los "Senhores de Engenhos de la Costa". Los movimientos,
nazada por la urbanización. Lo que señala la distancia entre él y Juan partidos y gobiernos nacional populares son fuerzas de integración de la po-
Vicente Gómez, que gobierna Venezuela de 1908 a 1935, el cual se apoya lítica nacional; partidos caudillos y movimientos regionales son fuerzas
en su familia de hacendados y su gente de Táchira, para aumentar la con- políticas pre o antipopulistas.
centración de la tierra; política que será combatida por la generación del El eje populista-antipopulista puede llegar a dominar enteramente
28 y R. Betancourt, representante éste de las nuevas clases medias urbanas el escenario político, lo que conduce a una extrema desorganización del
que se forman lentamente. sistema político y del Estado, porque ninguna de las dos corrientes puede
Frente a Estados populistas se organizaron algunos movimientos mantener su unidad interna sin atacar al enemigo, de tal manera que este
antipopulistas o a favor del fortalecimiento de un Estado nacional fuerte enfrentamiento entre populistas y antipopulistas desemboca en un riesgo
y comunitario en un sentido muy próximo a la autodefinición del nacismo de guerra civil.
como popular (völkisch). Plinio Salgado y los integralistas brasileños, bien En América Central es difícil hablar de antipopulismo porque después
estudiados por H. Trindade, querían recrear al hombre completo, mutilado de 1954 no se forman movimientos populistas fuertes con la excepción
a la vez por el capitalismo y el comunismo y también restablecer, en una
162 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 163

parcial del régimen militar hondureno de los años 70 que, en un país D. CARACTERÍSTICAS DE LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES
donde la oligarquía rural estaba débil, lanzó una reforma agraria, apoyó
a los sindicatos, cooperativas y organizaciones campesinas y estableció 1. Dualización de las conductas políticas
sobre una base nacionalista buenas relaciones con intelectuales de la Uni-
versidad Nacional. La evolución económica de dos países, acelerada por Los populismos no pueden mantener la fusión de sus componentes
el Mercado Común Centroamericano, dio más peso a los industriales y co- fuera de la intervención personal y permanente del líder máximo. Existe
merciantes por un lado y a los sindicatos por el otro, pero los terratenientes entonces tras la figura unificadora del líder una tendencia a la división
se acercaron al ejército para combatir a la vez la presión campesina -y, en interna de estos movimientos, cualquiera sea su grado o forma de organi-
el caso salvadoreño, el "Frente Faiabundo Martí- y a los centristas apo- zación. Fines y medios, temas defensivos y temas ofensivos, reformas ins-
yados en las nuevas categorías. En El Salvador, esta coalición antipopular titucionales y presión revolucionaria, tienden a separarse y a oponerse
más que antipopulista se opuso a la victoria de N. Duarte y M. Ungo en entre sí.
las elecciones de 1972 y de Claramont en 1977.
El Partido Comunista que se encuentra alejado del "Frente Fa- — La dualidad más visible separa metas y medios o más concreta-
rabundo Martí" se unió a la guerrilla. El triunfo de la extrema derecha mente aspectos expresivos y aspectos instrumentales de la acción. Separa-
conservadora y militar fue la respuesta a la pérdida de la influencia de la ción ya señalada en uno de los casos más visibles: la acción de Haya de la
clásica agricultura de exportación frente al desarrollo industrial y comer- Torre y del "APRA" peruana. Lo que significa ausencia de programas y
cial, sindical y cultural de Centroamérica más que la respuesta a un movi- de estrategias. La afirmación apasionada de valores y objetivos, la volun-
miento nacional popular que no llegó a organizarse a pesar del papel cre- tad de avanzar sin transar, como decía la izquierda socialista en Chile,
ciente de los sindicatos. La clase media "progresista", a menudo demó- pueden ser acompañadas de la más absoluta flexibilidad en la búsqueda
cratacristiana, tenía poca fuerza y en particular fue incapaz de deshacer- de alianzas políticas.
se de Somoza en Nicaragua. Lo que dio una importancia central a mo-
- Igualmente profunda es la separación entre la definición del
vimientos armados de liberación nacional, como el sandinismo nicaragüense actor y de su adversario. Las formas más extremas de populismo oponen
y el "Frente Farabundo Martí" en El Salvador. Es el sandinismo que incor- la defensa de una comunidad étnica y nacional con su historia, su cultura,
poró dentro de su orientación predominantemente marxista algunos de los sus intereses específicos, a un enemigo impersonal identificado a una lógi-
elementos que en otros países participaron en coaliciones de tipo nacional ca implacable: el dinero, el poder, las armas, la muerte, en términos tales,
popular. Al lado de su frente militar organizaron un frente político con que la política se transforma en "guerra santa" contra un enemigo todo-
sectores políticos y aceptaron la idea de una economía mixta. poderoso y que amenaza todos los aspectos de la vida nacional.
En Guatemala un casi take off económico en los años 60 creó una
fuerza política de centro-derecha democristiana y en el centro-izquierda - En tercer lugar, como lo señala F.H. Cardoso, el populismo no
fuerzas reformistas. De tal manera que se crearon conflictos limitados puede ser a la vez de manera estable un instrumento de legitimación de las
dentro del país modernizado; pero éste se encontraba rodeado de fuerzas fuerzas y que dirigen al crecimiento económico y un movimiento de lucha
de ruptura, en la extrema izquierda como en la extrema derecha. Esta contra la dominación social para un aumento del consumo que tiende a
segunda y más profunda oposición era reforzada por la no participación reducir la capacidad de inversión. Cuando se agota un ciclo de sustitución
de los indios en los sindicatos, aunque las comunidades indias participaran de importaciones la combinación de estos dos programas opuestos se hace
en las elecciones apoyando partidos de oposición. Las fuerzas de centro- más difícil.
derecha y centro-izquierda se acercaron una a la otra hasta preparar un
frente común en 1977. Tendencia acelerada por la formación de la gue- — En cuarto lugar, llama la atención la confusión permanente de
rrilla del "Ejército Guerrilleros de los Pobres". Pero, siguiendo el consejo las reformas y de la revolución como pautas de acción política. Porque
de Somoza, el ejército guatemalteco no aceptó la victoria de los moderados. el populismo tiene dos imágenes contradictorias del Estado: como agente
La dictadura militar en este caso no se opuso al movimiento populista que de ampliación del sistema político y como poder absoluto movilizado a
constituía un proceso que se acercaba más que en los casos salvadoreño favor del imperialismo o contra él. La forma más completa de descompo-
y nicaragüense a la formación de una coalición nacional popular reformista. sición del populismo corresponde a esta oposición entre la confianza puesta
El resultado fue la ruptura del centro, la alianza de sectores de la nueva bur- en un Estado reformador y la lucha contra un Estado acusado de estar al
guesía con el ejército y el fortalecimiento del "Ejército Guerrillero de los servicio de un poder político extranjero; medida que aumenta la partici-
Pobres" (EGP) y de la "Organización del Pueblo Armado" (ORPA). Así pación de un país en el sistema económico y político internacional que
en Guatemala y en El Salvador, en formas muy distintas, el ejército y los separa estos dos aspectos del Estado: puede ser agente de ampliación de
conservadores unidos rompieron la tendencia centrista fomentada por un un sistema político, democrático, a través del cual se expresan, combaten
desarrollo urbano industrial que fue mucho más importante en Guatemala o negocian actores sociales o, al contrario, actuar como el eslabón principal
que en El Salvador. de la relación de dependencia y transformarse en un Estado colonizado, lo
que suscita una acción guerrillera.
F
164 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 165

2. Descomposición político se encuentra rápidamente con la extrema diversidad de los regí-


menes nacional populares: militares o civiles, autoritarios o democrati-
La política nacional popular no tiene entonces otro principio de zantes, clasistas o nacionales revolucionarios.
unidad interna que la personalidad de un jefe político demasiado flexible Mucho más interesante son las interpretaciones "sociales" de las
para mantener la integración interna de su partido o gobierno, en circuns- políticas nacional populares, pero ellas también tienen que ser criticadas
tancias cambiantes. De este modo, tiende constantemente a descomponer- y por lo menos subordinadas a otras. Los analistas de la modernización
se. No porque pudiera representar una "transición" -explicación super- presentaron al populismo como un accidente resultante de desequilibrios
ficial- sino porque la confusión del Estado, del sistema político y de los internos del sistema social: exceso de movilización, insuficiencia de insti-
actores sociales son por naturaleza inestables y no constituyen un sistema tucionalización, o en términos aún más generales de asincronía de los pro-
con una capacidad real de control y de retroacción. De manera estricta no cesos de cambio, de desfase entre proceso económico y político, mecanis-
hay otro análisis general de una política nacional populista que su historia. mos que pueden conducir al pretorianismo de masas. Durante el período
El proceso de descomposición más común consiste en la fusión de de sustitución de importaciones y de crecimiento del mercado interno
dos elementos y, como consecuencia, en el conflicto abierto de esta nueva se formaron movimientos sociales y políticos de ruptura con una oligar-
orientación con el tercer elemento. Cuando la apertura del sistema polí- quía orientada hacia afuera. El líder populista llenó el vacío así creado.
tico y la presión popular se unen para crear una política más popular que G. Germani (1962) insiste en la llegada a Buenos Aires, entre 1935 y 1945,
populista, los defensores del Estado rompen con esta hiperdemocratización. de un millón de nuevos trabajadores, base social del peronismo. Murmis
Es lo que sucedió durante el tercer período presidencial post 1951 en Boli- y Portiantiero (1971), a pesar de haber criticado esta visión, también bus-
via. Frente al triunfo del izquierdismo político sindical, el sindicalismo caron una explicación del peronismo a partir de la situación de la clase
campesino se separó de la "CON", el "MNR" se dividió y varias de sus obrera y del sindicalismo. Torcuato di Telia da más importancia a los líderes.
fracciones apoyaron el golpe de Estado de Barrientes, que también recibió Masas disponibles son arrastradas por una élite política, cuya "in-
el apoyo del sindicalismo campesino. La caída de la Unidad Popular, a pesar congruencia de status" determina la orientación antiestatuto. Todas estas
de su poca participación en el modelo populista, puede ser interpretada interpretaciones concuerdan con la idea de que el populismo resulta de
en los mismos términos. asincronías disfuncionales del sistema social. ¿Pero qué nos enseñan real-
Al contrario, si se realiza una fusión del Estado nacionalista y de la mente estas interpretaciones? Han sido utilizadas también para explicar
presión popular, se crea un Estado nacional popular contra el cual luchan la formación de regímenes autoritarios, por ejemplo, por S. Huntington
los demócratas que sienten amenazadas la autonomía y capacidad de inte- (1968); pueden también explicar la debilidad y descomposición del sistema
gración del sistema político. Lo que se produjo en parte en el Perú militar político representativo, como lo veremos más adelante. No nos propor-
y que tuvo su expresión más profunda en una Argentina dividida durante cionan un análisis específico de los regímenes nacional populares. No es
décadas entre peronistas y radicales. suficiente aplicar a una sociedad histórica una noción sociológica cual-
La última pauta clásica de descomposición es la fusión del Estado quiera para explicar esta situación y sus condiciones de formación.
nacionalista, la reforma política y el conflicto entre las reivindicaciones Un análisis en términos de clases parece superar estas insuficiencias,
populares y el poder político. Lo que sucedió en Chile durante la segunda afirmando que el populismo es funcional para limitar o contrarrestar la
parte del gobierno de Frei. Es inútil evaluar la importancia relativa de la crisis de la oligarquía, ampliar su base de apoyo, debilitar y controlar las
descomposición interna y de los factores externos en la caída de los regí- presiones populares. En particular, O. lanni (1975) afirma que la debilidad
menes nacional-populares. La descomposición interna provoca una rup- y heterogeneidad de la clase obrera explica que "el proletariado acepte
tura tan dramática que la sociedad política se siente amenazada, lo que una coalición con otras fuerzas sociales y políticas, particularmente con
provoca la reacción de los defensores civiles o militares de la seguridad la burguesía nacional. Acepta el nacionalismo, el desenvolvimiento y la
nacional. industrialización en los términos propuestos por la burguesía nacional
o sus ideólogos" (p. 108). El aspecto complementario de esta tesis es que
3. ¿Acción política o situación de clase? la burguesía agroexportadora está eliminada por la burguesía urbana. Pero
esta tesis supone la existencia de actores de clase "conscientes y organiza-
El debate central, a propósito del populismo, se forma a partir de dos", anteriores a cualquier intervención del Estado. Lo que corresponde
su mixticidad misma. Contra la definición del populismo como fusión a sectores o aspectos muy limitados de los países considerados.
de lo político y de lo social, se definen dos enfoques opuestos pero que La interpretación de lanni explica el apoyo del partido comunista
ambos rechazan nuestra hipótesis central. brasileño a Getulio Vargas y su rechazo de un enfrentamiento antiimperia-
De interés limitado son los temas siempre vagos sobre el rol del lista directo. Pero es imposible decir que el proletariado acepta tal polí-
líder carismático y la política de masas porque los regímenes populistas tica. Los trabajadores urbanos son parte de un proceso político y social
pueden ser definidos de manera más precisa por la defensa de intereses más que una clase en sí. Paralelamente la idea de que existe una burguesía
específicos como lo subrayan, muy acertadamente, los partidarios de la nacional dirigiendo un proceso de sustitución de importaciones está muy
tesis opuesta. La definición del populismo en puros términos de régimen lejos de la realidad. No solamente no hay tal separación entre oligarquía
166 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 167

y burguesía nacional, sino que también se observa en Brasil, por ejemplo 4. Revolucionarios sin revolución
qué es el Estado, lo cual según los análisis de C. Furtado y los trabajos más Las corrientes y las políticas populistas se definen constantemente
históricos de L. Martins fue el agente principal de la industrialización, lo como revolucionarias. Con razón si uno recuerda que la revolución es la
que corresponde a los casos mexicano-chileno. combinación de una lucha social, de la destrucción de un antiguo régimen
En cuanto a las formas extremas de la tesis de la "intencionalidad" y de una movilización nacional. El mundo ha conocido una era de las revo-
del populismo, como la idea de A. Pearse que el populismo defiende la luciones no solamente en los siglos XVIII y XIX, sino también en el siglo
oligarquía frente al desarrollo de las instituciones democráticas, si bien actual. Los movimientos revolucionarios se definieron como progresistas:
pueden se aplicadas a los populismos oligárquicos e incluso a líderes como luchaban contra el pasado, al mismo tiempo que contra los dueños de
Velasco Ibarra en Ecuador, no parecen corresponder a la acción de la mayor la tierra, de las empresas y del Estado. Unificaban la lucha de clases, en
parte de los regímenes nacional populares desde Frei hasta Cárdenas pasan- el desarrollo económico y el respeto de las libertades individuales y colec-
do por Kubistchek, Goulart, Gaitán o Velasco Alvarado. De la misma mane- tivas. De tal manera que en muchos países dominados por la autocracia
ra que la interpretación de los regímenes autoritarios por la coyuntura eco- tradicionalista o por un poder colonial paralizante, la revolución fue con-
nómica no resistió a las críticas de J. Serra y A. Hirschman, la explicación cebida como punto de partida necesario. Tal fue en el siglo XVIII el caso
de los regímenes nacional populares del período anterior en términos de de los Estados Unidos y de Francia. La revolución fue fundadora y la his-
estrategias o condiciones de clase, es decir, a partir de la suposición que toria de estas naciones fue dividida en dos períodos, antes y después de la
existen actores sociales constituidos, manejando su acción política y pro- revolución.
duciendo su ideología específica para después definir su estrategia de par- La misma observación vale para la revolución soviética, que domina
ticipación en el sistema político, corresponde a un enfoque general básica- la historia política del siglo XX, y las numerosas revoluciones nacionales
mente en contradicción con la realidad latinoamericana y que no puede inspiradas por ella. Esta era de la revolución se termina hoy con la aparición
ser explicado, sino que por una transcripción apresurada de algunas ideas de movimientos de ruptura no con el pasado, sino con una modernización
importadas. Además estas mismas ideas de origen europeo -como la ex- dependiente y alienante. La revolución mexicana fue en parte una revolu-
plicación del fascismo por la estrategia del gran capital- habían sido ya ción progresista del tipo anterior y en parte la primera expresión de esta
criticadas y descartadas cuando fueron introducidas a América Latina, nueva categoría de rupturas sociales: las revoluciones argelina, libia, iraní,
como resultado de su dependencia cultural. en formas muy distintas, pertenecen a esta categoría.
Estas interpretaciones sociales han creado categorías históricas Diferentes de las revoluciones progresistas y de las revoluciones
artificiales. Se habla del peronismo como de una corriente social, pero los comunitarias, los populismos revolucionarios latinoamericanos son orien-
historiadores han mostrado con mucha fuerza que el primer gobierno de tados a la vez hacia el porvenir y hacia el pasado. Son progresistas, destru-
Perón no tiene ninguna unidad política o social fuera de la persona de Pe- yen obstáculos, derivan a la modernización económica y a la participación
rón, ya que la política económica y social cambia después de 1950, en política; son comunitarias porque quieren proteger la especificidad contra
gran parte en relación con el cambio de la coyuntura económica interna- todos los aspectos de la dependencia. Si la revolución progresista abre una
cional. Una observación análoga puede ser presentada a propósito de Frei: nueva época, y si la revolución comunitaria es un objetivo permanente al
los períodos, inicial y final, de su sexenio fueron tan diferentes que un cual Nyerere, Khadafi o Khomeini intentaron acercarse, la revolución en
análisis de historia económica y política parece ser más útil que la creación los populismos latinoamericanos no es ni pasado ni porvenir, es presente.
de esencias o hipostasias político-sociales. Es una situación de ruptura y recomposición permanente. Lo que combina
el tema trotskista de la revolución permanente, del pasaje sin interrupción
Lo que indica la importancia central de una definición de los regí-
de la revolución democrática burguesa a la revolución socialista, y el tema
menes nacional-populares no por un principio central, sino por la mezcla
nunca transformada en síntesis estable de varias orientaciones y varios nacionalista de la reconstrucción de la nación dividida y dependiente. Forma
niveles de acción social. S. Zermeño (1984) define claramente esta idea: extrema de la disociación ya señalada entre movilización y acción. El am-
"Se puede hablar así de una sobrepolitización en el sentido de que todo biente de las políticas nacional populares es revolucionario, pero sus esfuer-
pasa por el Estado (sin que por ello éste se vea fortalecido), pero también zos son de fortalecimiento de la unidad nacional, lo que implica, en general,
de una desocialización de la dinámica histórica latinoamericana, en el sen- cierta aceptación de las formas vigentes de dominación social o, por lo
tido de que el enfrentamiento entre las clases o fuerzas sociales es suma- menos, el rechazo de la ideología de la lucha de clases. Los populismos
mente débil o se orienta inmediatamente hacia una presión política" (p. 73). tienden a transformarse en populismos revolucionarios, no en revoluciones
populares, y los populismos revolucionarios conducen a una afirmación más
T. Moulian en el caso chileno muestra de manera análoga cómo y más central del poder estatal.
en Chile el obrerismo identificó izquierda y pueblo de tal manera que la
política se volvió social, clasista, mientras el actor de clase se definía en 5. El discurso populista
términos políticos. El término popular —comenta E. Jelin—, en el caso
argentino, se define por la complementariedad de una situación económi- Los dirigentes populistas son muy diferentes unos de otros, como
ca y de la búsqueda del apoyo del Estado. los países en los cuales actúan. Sin embargo la noción de populismo, si
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r CAPITULO I / LAS POLÍTICAS NACIONAL POPULARES 169

hay que utilizarla, tiene que referirse a rasgos comunes de la acción y de y estable, capaz de constituirse en el espacio en que las clases dirimieran
los discursos políticos. En realidad la unidad se ubica más en el nivel del sus enfrentamientos de intereses; un orden arbitraje" (pág. 11). Así cuando
discurso que en la acción, porque una característica ya señalada de la situa- el discurso populista se rompe, se prepara una acción de tipo económico y,
ción populista es la autonomía de la acción política y, entonces, del dis- por el otro lado, la violencia.
curso en relación con la situación económica nacional. S. Sigal y E. Verón han identificado la razón de ser del populismo:
El discurso no se muestra como representativo. El dirigente polí- eliminar la violencia siempre presente en una sociedad de contrastes, con-
tico no se refiere a un actor preciso, clase obrera, campesinos; tampoco tradicciones y conflictos. El triunfo del sistema nacional-popular ha dado
da un nombre preciso a sus adversarios. El líder se identifica a una totali- a la política latinoamericana, durante décadas, un marco pacífico sorpren-
dad completa, el pueblo, la nación, la patria, la gran mayoría o las mul- dente, ya que detrás de los discursos modernizantes integradores se divisan
titudes anónimas, como decía Adhemar de Barros, Alcalde y Gobernador fácilmente formas brutales de explotación social, migraciones y desarrai-
de Sao Paulo entre 1947 y 1964. El enemigo es definido como la anti- gamiento, formas violentas de resistencia de los desposeídos.
patria, como el antipueblo, como lo hizo Perón en su campaña contra En la sociedad de violencia la política fue pacífica y el discurso
Braden. nacional-popular tuvo como función más central la disminución de la vio-
Esta ausencia de referencias sociales precisas se justifica porque lencia. El conflicto estaría reemplazado por la participación, la clase por
el líder populista cree que la conciencia determina las transformaciones. la nación, las oposiciones por la unidad. Cuando se rompe este discurso
M. Arraes, hombre de izquierda, lo dice tan a menudo como C. Lacerda, reaparece la violencia en forma de dictaduras antipopulares o de subleva-
hombre de derecha. Pero la conciencia y la acción se identifican con un ciones nacionalistas o revolucionarias. Las características del discurso popu-
individuo. El discurso populista es personalista. En el caso de Perón, anali- lista no cambian cuando se estudian sus expresiones populares y no sola-
zado con mucho cuidado por S. Sigal y E. Verón, un exilio de 17 años re- mente el discurso de los líderes. Un estudio del lenguaje de miembros popu-
forzó el tema de la distancia y de la personalización del actor político. Sólo lares del "APRA" muestra la misma identificación del líder y de la nación,
el actor, el jefe político, pueden dirigirse a grupos variados y unir temas que del pueblo y de los valores morales, la misma alianza de referencias e inte-
en la vida política real entran en conflicto, como la modernización y la igual- reses sociales concretos con el tema central de la unidad nacional.
dad, la esencia nacional y la necesidad del cambio. Entre los problemas y el Dos errores debieran ser evitados. El primero sería el creer que los
jefe interviene la ética: el líder transforma los problemas políticos en proble- partidarios de un líder populista tienen la misma visión integradora y que
mas éticos, se identifica con el bien y condena a los que defienden el mal. las fuerzas del discurso suprimen los conflictos sociales. El estudio de J.
Este carácter globalizante del discurso, reforzado por el ambiente democráti- Nun (1983), sobre las opiniones de obreros peronistas de Buenos Aires,
co de campañas electorales abiertas y por el papel del dirigente político, da señala, al contrario, la diversidad de estas opiniones y la importancia de
una importancia central al Estado, instrumento de liberación, de lucha con- los intereses y luchas de clase. Pero eso no significa que el peronismo sea
tra los enemigos del pueblo, pero que también puede caer en malas manos. una forma indirecta o imperfecta de una ideología de clase. Al contrario,
No se trata de un Estado institucional, sino de la personificación de la nación, la conclusión necesaria es la desvinculación de los actores sociales, de los
del pueblo, de tal manera que el líder, identificado con el Estado, se iden- actores políticos con los cuales se identifican, pero que no son sus repre-
tifica también directamente con el pueblo y la nación. El estudio de Guita sentantes en el sentido democrático de la palabra. El discurso nacional-
Debert muestra que estas características generales de la enunciación popu- popular es un instrumento de participación política, no es un agente de
lista se encuentran en los discursos de A. de Barros, de M. Arraes, Prefecto representación. De ahí viene la fuerza emocional de las concentraciones
de Recife y Gobernador de Pernambuco, de C. Lacerda, Gobernador UDN y de los discursos políticos y la débil capacidad de resistencia del pueblo,
de Guanabara, y L. Brizóla, Gobernador PTD de Río Grande do Sul y dipu- en nombre del cual hablan los populistas a golpe de Estado y a cambios
tado federal de Río. Las opiniones que expresan son tan diversas como los políticos en general. Mientras en Bolivia las fuerzas de un movimiento
apoyos electorales que reciben, pero en todos los casos el líder político sindical más político que reivindicativo explican la constante participación
aparece como principio de unificación entre los excluidos y la nación, el activa de las "masas" en la vida política y su capacidad de lucha contra
campo y la ciudad, la tradición y el porvenir, unificación que no se realiza dictaduras en 1970, 79 y 1982, en los países influenciados por el sistema
a través del debate institucional y tampoco a través de un partido creado nacional popular la débil capacidad de resistencia popular demuestra que
por el caudillo. Si el nombre del líder populista está utilizado por partida- la participación de tipo populista es heterónoma y no contribuye a aumen-
rios que se refieren a un análisis preciso de la sociedad, que atacan enemi- tar la "capacidad política", como decía Proudhon, de las clases populares.
gos determinados, que reintroducen la violencia escondida por el discurso
democrático general y por el discurso populista en especial, la contradicción 6. Conclusiones
aparece rápidamente y la ruptura es inevitable, como lo fue entre Perón
y la juventud peronista o los montoneros, radicalizados y muy alejados Los primeros estudios sobre el populismo propusieron interpreta-
del discurso integrador de Perón. L. de Ris (1981) ha completado este ciones "sociales". A pesar de sus profundas diferencias, las obras de G.
análisis mostrando que el proyecto de Perón a su regreso en 1973 era de Germani, T. Di Telia y o lanni defendieron una teoría del "décalage" entre
"construir, más allá de su carisma personal, un 'orden político' legítimo movilización social y participación política. El populismo aparecía como
170 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II

LUCHAS CAMPESINAS
una etapa intermedia, según el esquema general de Germani, entre una
participación limitada, oligárquica, y una participación de masa organizada
a través de partidos, sindicatos y grupos de presión. E. Laclau (1977) va más
lejos en la misma dirección cuando opone un populismo de clase dominante
a un populismo de clase dominada, lo que destruye la unidad del fenómeno
y da la prioridad a un análisis en términos de clases y movimientos sociales.
El análisis presentado en este capítulo es diferente y se acerca más
a la idea de F. Weffort, porque con él reconoce la prioridad de las catego-
rías políticas sobre las categorías sociales. Por eso rechaza la noción de
populismo considerado como movimiento social y la reemplaza por la
noción de política nacional popular. Esta política es una forma de inter-
vención del Estado. No se trata de un nacionalismo o de un "bismarckia-
nismo"; tampoco de una forma de acceso de las "masas" al poder. Se trata
de la incorporación de fuerzas y demandas sociales al proyecto nacional
del Estado. Perón y Getulio Vargas toman medidas favorables a los obreros
y a los sindicatos, pero dentro de la extensión del control estatal sobre la
vida social. Son desarrollistas, pero no reconocen a una "burguesía" más
que un papel supeditario. El tema central es la integración nacional. En el
caso brasileño se trata de superar el poder de los "coronéis" y políticos
regionales; en el caso argentino de dar a una ciudadanía entera a los tra-
bajadores; en México, de fortalecer el poder postrevolucionario. La pre-
dominancia de las metas políticas no significa que no existan grupos de
intereses o movimientos sociales, pero sí que éstos sean dependientes y
permanentemente amenazados por una ruptura interna entre la incorpo-
ración corporativa del Estado y la formación de partidos o sindicatos inde- Hasta recién el continente latinoamericano fue predominantemente rural.
pendientemente, con función de representatividad. La política nacional- En los años 80 quedaron zonas inmensas de actividad agrícola y de relacio-
popular no es representativa y, por consecuencia, no es democrática. Puede nes sociales"tradicionales" y los progresos del capitalismo agrario no han
pasar de una forma parlamentaria a una forma dictatorial sin ruptura y, suprimido los minifundistas. La importancia de la agricultura, el bajo nivel
en general, existen a la vez elecciones y poder personal, clima democrático de vida de muchos trabajadores agrícolas, la violencia de la dominación
y poder autoritario. sufrida por colonos, peones, asalariados temporales y también minifundis-
Es imposible estudiar luchas campesinas u obreras y considerar la tas, parecen definir situaciones prerrevolucionarias y anunciar grandes movi-
existencia de movimientos sociales en estos sectores, sin partir de la predo- mientos campesinos, autónomos o dirigidos por vanguardias revolucionarias.
minancia de las intervenciones sociales y políticas del Estado sobre las Sin embargo, a pesar de la enorme importancia de los movimientos cam-
iniciativas de los actores sociales. La noción del pueblo o "povo" es el pesinos durante las revoluciones mexicana y boliviana y de la fuerte movi-
"operador" de la subordinación de todas las categorías sociales al proyecto lización alcanzada en la Sierra y en las costas peruanas y también en Nicara-
del Estado nacional popular. Típica de esta relación desigual es la debilidad gua, conviene reconocer el carácter secundario y dependiente de los movi-
de las actividades partidistas y la importancia de las manifestaciones de mientos campesinos durante el último medio siglo. La defensa económica
masa y de la relación directa del pueblo con el líder. El lugar central de la y la lucha de clases no encontiaron en general expresiones autónomas;
política durante los períodos peronistas fue la Plaza de Mayo. En los años fueron más bien incorporadas a acciones y a iniciativas políticas surgidas
80 se manifiesta en el pensamiento latinoamericano un interés nuevo para en las ciudades o en el cómputo del sistema político.
los movimientos sociales, con razón, porque las dictaduras militares han Más que un análisis de eventos históricos, este capítulo será dedi-
destruido en muchos países los regímenes nacional populares, lo que puede cado entonces a definir las causas y formas de esta relativa limitación y
conducir a una atomización de los grupos de intereses, a una defensa corpo- subordinación de las luchas campesinas a la movilización política, como
rativa estricta o a sublevaciones violentas, pero que también puede abrir primera aplicación de los principios de análisis ya presentados.
el camino a la formación de movimientos sociales independientes y a la
sustitución de una política de participación por una política de represen- A. ¿LUCHAS CAMPESINAS O MOVIMIENTO CAMPESINO?
tación. Pero sería un error considerar a estos nuevos movimientos sociales
como la continuación de las formas de movilización dependiente, caracte- 1. Definiciones
rística de los regímenes nacional populares. Si se define un movimiento social como la acción organizada de
una categoría social contra otra por el control de los recursos centrales
CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 173
172 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

en un tipo de sociedad y una lucha como conflicto más limitado, orienta- Sin anticipar conclusiones sobre la realidad histórica de tal situa-
do hacia un cambio de la distribución de bienes, influencia o autoridad ción, su definición permite identificarla con el tipo i-o-t, es decir, con el
dentro del sistema social organizado, sin voluntad o capacidad de trans- movimiento campesino.
formar las "relaciones sociales de producción", ¿en qué condiciones puede — Una tercera etapa es la participación más o menos autónoma
formarse un verdadero movimiento campesino? ¿Cómo puede un grupo de campesinos en un movimiento de modernización nacional popular diri-
de campesinos dar a sus luchas un alcance más general, una significación gido en general por una coalición de la clase media, del sindicalismo obrero
importante para el conjunto de la sociedad? y del Estado. El aspecto principal de esta transformación social inducida
Si se simboliza por "i" la defensa de la Identidad, de los intereses es la reforma agraria. Este tipo de lucha se define con o-t, es decir, como
o de la cultura de un grupo, por "o" la Oposición con adversarios y la combinación de una lucha contra la oligarquía y sus privilegios y de una
definición de éstos y por "t" la Totalidad, es decir, el campo social his- meta de modernización y de integración del Estado nacional. La especi-
tórico en el cual se desarrolla el conflicto, la definición de los recursos ficidad de los intereses campesinos tiene aquí un papel secundario, ya
a los cuales se refieren conjuntamente los actores en conflicto, resultan que las reformas inducidas son solamente un aspecto de un programa polí-
entonces cuatro tipos principales de conflicto: el conflicto directo del tico más general de transformaciones sociales y económicas.
actor con su adversario, como la oposición de intereses entre comprador — Una cuarta etapa corresponde a una producción de tipo capita-
y vendedor en el mercado (i-o); la identificación del actor con el interés lista en que la lucha por la tierra está reemplazada por la defensa del sa-
general o el progreso, el adversario siendo reducido a un obstáculo, a una lario, directo o indirecto, y de las condiciones de trabajo. En esta etapa
evolución necesaria y positiva (i-t); la lucha contra la dominación del el actor no es el campesino, en el sentido estricto de la palabra, sino más
adversario sobre el conjunto de la sociedad (o-t) y, finalmente, la lucha bien el asalariado agrícola. Este tipo de lucha puede participar en un pro-
de dos grupos sociales para el control de recursos y modelos culturales grama más general de luchas sindicales e incluso políticas, pero en general
que ambos aceptan y valorizan (i-o-t). Sólo el último puede ser definido no ocupa en ellas un lugar central. Por eso este tipo corresponde a la fór-
como un movimiento social; los otros tres son formas de luchas sociales, mula i-o, luchas directas contra el empresario sin capacidad de transformar
pero de nivel alto, ya que por debajo de todos estos tipos existen luchas las orientaciones generales de la sociedad.
más elementales: (1) defensa de intereses sin definición precisa del adversario Estos cuatro tipos, presentados como etapas, no corresponden
o del significado general de la reivindicación (2), lucha puramente defen- a períodos sucesivos, en primer lugar porque es imposible establecer una
siva contra un adversario definido como elemento de perturbación más periodización sincronizada por todos los países del continente. Existen
que de conflicto, (3) afirmación de valores puramente morales o ideológicos. también, de manera simultánea en el mismo país, luchas de varios tipos o
elementos de movimiento campesino. La finalidad principal de este modo
de presentación es definir con cierta precisión el lugar central de las luchas
y las condiciones en las cuales tiene más posibilidad de plasmarse un movi-
2. Etapas miento campesino.
Estos cuatro tipos de conflictos pueden ser presentados como eta-
pas en un proceso histórico de transformación social, de pasaje de un mundo
comunitario tradicional al capitalismo agrario.
— A una primera etapa corresponde la defensa de una comunidad B. LA COMUNIDAD EN CRISIS
campesina no solamente de sus intereses, sino de un conjunto de valores,
creencias y formas de organización social. Esta defensa comunitaria corres- Las guerras de la Independencia destruyen la jerarquía del mundo rural
ponde al tipo i-t. colonial, el sistema de estamentos, de castas, como orden a la vez social
- En una segunda etapa interviene de manera directa una defini- y étnico. Entre el mundo de la comunidad y el mundo urbano y comer-
ción del adversario, lo que se realiza cuando penetra el capitalismo agrario cial, dice F. Chevalier, grupos intermedios, en situación inestable, se suble-
en una región de pequeños propietarios individuales o comunitarios. El van contra un orden político que no se apoya más en un orden social.
conflicto que se da puede transformarse en movimiento social si los ad- Sublevación que juega un papel central en la vida política mexicana hasta
versarios transforman o intentan transformar las leyes y el poder político, la Reforma.
ya que la defensa más radical de los intereses campesinos se organiza no En otros países, radicalismo y anarquía se mezclan en montoneras
alrededor del ingreso o de los derechos políticos, sino de la posesión -más liberales o revolucionarias que son aprovechadas por caudillos unificadores;
ampliamente que de la propiedad— de la tierra. De la misma manera que en Venezuela los llaneros son más extremos y se acercan a los "levellers"
el movimiento obrero, más allá de la defensa del sueldo, pone en tela de ingleses del siglo XVÍÍ, con su igualitarismo que combate la penetración del
juicio el uso y control social de las fuerzas productivas, un movimiento capitalismo comercial. En Ecuador, y en especial en regiones atrasadas, como
campesino pone en tela de juicio el sistema constitucional y jurídico que Chimborazo y Cotopaxi, muchos levantamientos campesinos son a la vez
define los derechos del productor agrícola sobre su tierra, instrumento luchas contra los hacendados y contra los blancos, pero estas luchas, por
principal de trabajo. falta de coordinación y de expresión política, fracasan cada vez rápidamente.
174 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 175

La desamortización en México destruye la vida comunitaria, directa- de movimiento social en la acción del Conselheiro en sus prédicas y en la
mente amenazada por un capitalismo muy especulativo y la "Sugar menta- organización de Canudos. El Conselheiro ataca a la república y anuncia
lity". En Yucatán la guerra de las castas (1847-1853) no se termina con la catástrofes: de la misma manera José María más tarde proclama emperador
victoria de la clase social y étnicamente dominante, y se prolonga de manera a un viejo terrateniente. Ambos serán destruidos por el ejército de la repú-
latente hasta el final del siglo XIX. blica, consciente de destruir bases de apoyo de los partidarios del régimen
imperial derrocado.
1. Los mesianismos Sin embargo, es difícil reducir esos movimientos a la reconstruc-
ción^ de una comunidad amenazada. Canudos no se parece a un pueblo del
Las sequías, por ejemplo, en 1877-1888, 1900-1915, 1919 y la sertao. A la sociedad poco densa y frágil de los "caipiras" del sertao, se
sobrepoblación relativa produjeron a fines del siglo XIX y comienzos del sustituye una ciudad densa e igualitaria. Es cierto que en Canudos la unidad
siglo XX una crisis casi permanente en el Nordeste brasileño, que provocó no es el individuo, sino la familia, y que es una ciudad directamente domi-
migraciones masivas hacia Recife y el Amazonas y más tarde hacia las zonas nada por valores y actividades religiosas. La actividad central es la construc-
del cacao y del café. La descomposición de la sociedad rural estuvo acom- ción de la "igreja nova" en la cual el Conselheiro participa personalmente.
pañada de bandidaje, pero también de actos colectivos de violencia y, de En el "sertao" donde la sequía obliga a menudo a la población a
manera más específica, de movimientos milenaristas o mesiánicos. M.I. Perei- migraciones desesperadas. Canudos o Joazeiro representan comunidades
ra de Queiroz señala los más antiguos: el sebastianismo, predicado por José fraternales integradas e identificadas a una contrasociedad que denuncia
dos Santos en Pernambuco en 1817 y destruido por el ejército; otro movi- la decadencia de una sociedad endemoniada que corre hacia su propia
miento sebastianista buscando conseguir la vuelta del rey Sebastián a través destrucción. La oposición de destino entre el Conselheiro y el Padre Cicero,
de sacrificios humanos, bajo el liderazgo de Joao Ferreira en Pernambuco entre Canudos y Joazeiro, indica, sin embargo, la diferencia entre la recons-
en 1835; prédica de Joao María en Soracaba, en el Estado de Sao Paulo, trucción que conduce a una incorporación en el sistema político local y
a partir de 1844. Pero los movimientos más importantes se desarrollaron a nacional y la protesta profética del Conselheiro. La Iglesia Católica y los
fines del siglo pasado, en el momento de la abolición de la esclavitud y de republicanos florianistas entendieron por lo menos que Canudos no era
la caída del imperio. Antonio Maciel, llamado el conselheiro, nacido en solamente un esfuerzo de reconstrucción comunitaria, sino una denuncia
1828 en el Ceará, después de largas peregrinaciones y predicaciones creó del individualismo económico y jurídico de las clases medias en ascenso
la ciudad de Canudos en el "sertao", cerca del límite entre Sergipe y Bahía, social.
que será finalmente destruida por el ejército después de varias campañas Los mesianismos, movimientos de defensa de una comunidad,
en 1897. El Padre Cicero, párroco de Joazeiro en Ceará en 1870, logra también son formas indirectas, marginales, pero violentamente rechazadas
evitar la represión y más tarde se transforma en jefe político local hasta y reinterpretadas, de lucha social. Lo que más fácilmente se interpreta
su muerte en 1934. como resistencia al cambio puede ser reconocido como oposición comu-
En 1910 José María en el Estado de Sao Paulo se presenta como nitaria y defensiva a la incorporación dependiente a un nuevo sistema eco-
Joào María resucitado, anuncia el fin del mundo, como el conselheiro; nómico, social y político. Un puro movimiento de reconstrucción no nece-
su comunidad es destruida en 1915, como resultado de la guerra del sita un mesías. El Conselheiro, al contrario, se identifica con los pobres y
Contestado. con los marginales, pero a la vez organiza la vida económica de Canudos
¿Son estos mesianismos movimientos religiosos o movimientos y desarrolla el comercio de la madera y del cuero, escogiendo como após-
sociales? ¿Defensas simbólicas de comunidades amenazadas por sus crisis toles a individuos ricos. Así se muestran los dos aspectos complementarios
internas y los efectos indirectos del desarrollo capitalista urbano, acción de su acción: reconstrucción de una comunidad autónoma, que no tiene
de rebeldes primitivos, según la expresión de E. Hobsbawm, estudiando contenido de oposición social, y llamado más escatológico a la salvación
movimientos análogos en la Italia y la España rurales del mismo período? moral frente al inminente fin del mundo. Este último manifiesta la resis-
Parece muy excesiva la representación de esos movimientos religiosos como tencia de la sociedad rural contra la sociedad urbana, del "sertao" contra
revolucionarios, pero también insuficiente de ver en ellos solamente un la costa. Sin embargo, estos movimientos mesiánicos no son movimientos
esfuerzo de reconstrucción de la comunidad amenazada. reivindicativos de manera directa: entre la reconstrucción de una comu-
Los muckers, colonos alemanes del sur de Brasil, cuando su comuni- nidad y el rechazo de cambios económicos y políticos amenazantes no
dad empieza a diferenciarse, fueron atraídos por el movimiento creado en queda espacio autónomo para una movilización propiamente social.
1872 por Joao Maure y su mujer Jacobina: movimiento con fuerte conteni- La resistencia de la sociedad local contra las fuerzas centrales de
do social dirigido contra los ricos y reacción de pobres contra el enrique- dominación política y económica puede tomar una forma opuesta al mesia-
cimiento de otros miembros de la comunidad y la ruptura de la igualdad nismo comunitario: la lucha de caciques contra el poder central. Pero se
primitiva de la colonia. Doble significación del movimiento que lo diferen- trata de un tipo muy especial de caciques que se apoyan en una concien-
cia de otro movimiento más religioso y tradicionalista que se forma en la cia comunitaria o étnica y en la voluntad campesina de una redistribución
misma comunidad y no parece haber tenido otra función que de recons- de las tierras. Tal fue en la región de Nayarit a mediados del siglo XIX el
trucción de esta comunidad. Aparentemente es difícñ reconocer un contenido caso de Lozada, bandolero, cacique, mezclado a la política nacional, pero
TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 177
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que fue eliminado en 1873 porque su apoyo campesino representaba un En 1961 Juliao crea un movimiento político denominado "Movi-
peligro para los dueños de la tierra, reforzados por la política liberal de miento Revolucionario Tiradentes", para coordinar la acción de las ligas.
desamortización de las tierras. Este resumen de la primera fase de la historia de las ligas parece indicar
la presencia de un fuerte movimiento campesino basado no en asalariados
2. Los crísteros —como los sindicatos—, sino en precaristas, minifundistas. Sin embargo,
un examen más cuidadoso aleja de esta representación. En las ligas se
El aspecto social y político de movimientos religiosos en una socie- agregan a la defensa de los pequeños propietarios dos elementos. El pri-
dad rural es más visible en el caso de los cristeros en México a fines de los mero es una forma nueva de clientelismo. Juliao, elegido diputado federal
años 20. Aquí, como en varias regiones de Brasil, los campesinos defien- en 1962, se transforma en dirigente político rompiendo con los comu-
den su organización social y cultural contra una república progresista y nistas y negándose a integrarse en la corriente jangista, lo que conduce a
laica. Se oponen, en particular, a la política anticlerical de Calles y al es- la decadencia de las ligas amenazadas por los progresos de los sindicatos
quismo fomentado por los callistas y especialmente por el líder sindical cristianos y comunistas. El segundo es una acción política revolucionaria
Luis Morones. Resistencia comunitaria que no cuenta con un apoyo total vinculada a la revolución castrista: Clodomiro de Moráis y el Padre Alipio
de los obispos, pero que llega a generalizar en el centro y sur del país, hasta preparan una acción armada; las ligas serán representadas en la triconti-
que acuerdos entre gobierno e iglesia terminen, no sin dificultades, especial- nental. Juliao aparece así como una mezcla inestable de Padre Cicero y de
mente en 1934, a la vez con la sublevación y con la persecución antirreli- Fidel Castro. Los dos aspectos de la acción política de las Ligas, por opues-
giosa. Movimiento de pobres en el cual los ricos no participan, defensa tos que sean, limitan igualmente la autonomía del movimiento campesino.
animada por un espíritu de sacrificio y de martirio. De la misma manera También las ligas se transformaron en base de una campaña para
que E. da Cunha en su reportaje famoso Os Sertoes ve en los Canudos seres la modernización del Nordeste, que contribuyó a preparar la acción de
primitivos e irracionales, los cristeros han sido considerados por los "pro- la SUDENE y de Celso Furtado. De tal manera que la defensa de tipo sin-
gresistas" como reaccionarios atrasados. El mismo juicio condenó, de la dical de una categoría de campesinos quedó subordinada y debilitada por
misma manera, a los campesinos antirrevolucionarios y católicos, que se las luchas políticas o por el personalismo de Juliao que la utilizaron. En
sublevaron a partir de 1793 en la Vendée contra la Revolución Francesa. particular, a través de las ligas, empezaron a salir del PC y de su estrategia
Sin embargo, la interpretación novedosa de la Vendée elaborada por Ch. antifeudal militantes más radicales decididos a dar prioridad a la lucha
Tilly, puede ser aplicada a los cristeros y hasta cierto punto a los movi- antiimperialista, pero sin que estos movimientos lleguen a organizar una
guerrilla en el Nordeste, en parte por las buenas relaciones que mantuvo
mientos mesiánicos. Joao Goulart con Fidel Castro.
Tales movimientos no defienden a los dueños tradicionales de la
tierra o del poder; no representaban al pasado contra el porvenir; son movi-
mientos populares que resisten a un nuevo tipo de dominación social y 4. Indianidad e indianismo
política. Tilly ve en la "Vendée" una guerra social al revés, no la lucha del
pueblo contra la aristocracia, sino, al contrario, la defensa de la comunidad La defensa económica y política del mundo campesino cobra más
rural contra la burguesía y su individualismo económico triunfante. fuerza cuando está vinculada con la defensa de un grupo étnico y más
Se puede, de la misma manera, reconocer en la sublevación de concretamente de una comunidad. ¿Pero se trata en tales casos de un mo-
los cristeros, bien estudiada por J. Meyer, la defensa de valores comunita- vimiento campesino o de un movimiento indígena?
rios contra un sistema de dominación instalado por una nueva élite diri- La segunda interpretación ha tenido menos respaldo que la primera.
gente. Pero en todos estos casos se trata de una defensa comunitaria y En gran parte porque el pensamiento político latinoamericano, en particu-
no de una lucha campesina como metas y adversarios directamente eco- lar de izquierda, siempre fue "progresista", considerando al mundo indí-
gena como arcaico y marginal: la economía de mercado, las luchas econó-
nómicos y sociales. micas y los procesos políticos nacionales tenían que eliminar al mundo
comunitario, orientado hacia su propia integración y equilibrio. La forma
3. Las ligas camponesas
más moderada de evolucionismo, bien representada por Robert Redfield
Esta defensa aparece de manera central en las ligas camponesas y su idea central que la Folk Society no puede luchar contra su absorción
brasileñas, creadas, en 1945, en zonas periféricas de Recife bajo el con- progresista por la Urban Society a través de la acción de líderes; tampoco
trol del Partido Comunista y en crecimiento rápido a partir de la inter- deja espacio para un movimiento étnico.
vención del joven abogado Francisco Juliao en el "Engenho Galileia", Los defensores marxistas de la teoría de la dependencia en su forma
y especialmente en 1955-1959. Este movimiento, ubicado en la zona "da- más radical analizan, por su lado, la situación de los indios como efecto
mata", se extiende a partir de 1960. En noviembre de 1961 se organiza indirecto de la dominación imperialista: el indio no tiene identidad propia,
un primer congreso nacional de campesinos en Belo Horizonte donde se no es nada más que el colonizado. Estudiando los Mayas Tzotzil y Tzeltal
enfrentan las ligas y la unión de labradores y trabajadores agrícolas con- del Estado de Chiapas, cerca de la frontera de Guatemala, Henri Favre
trolada por el Partido Comunista. (1971) critica la definición culturalista del indio e insiste en las relaciones
178 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 179

de dominación económica que constituyen la situación india. La realidad Tales observaciones abren el camino al análisis de los movimientos
social y cultural que tan a menudo se considera como herencia lejana del indígenas. La situación de los indios no es directamente explotación de
período precolonial se organizó, en realidad, en ciertos países después de clase. Los trabajadores agrícolas dependientes son encerrados en la margi-
la independencia que provocó un proceso de regresión y ruralización; en nalidad en una comunidad en la cual, en general, las tierras son individuali-
otros, al final del siglo XIX, cuando la extensión de las plantaciones agro- zadas y su conciencia se organiza alrededor no de la relación social de domi-
exportadoras y la filosofía política de los liberales destruyeron las comuni- nación, sino en parte, por un lado, de la adscripción étnica y, por otro,
dades y encerraron a los indios en la marginalidad económica, como reserva de la conquista militar y política padecida más que de una dominación
de mano de obra estacional para las plantaciones. Tal punto de vista invita económica. El indio no se define ni por una cultura tradicional ni por una
a esperar la formación de movimientos de clase —no movimientos étnicos— situación de clase; la oposición del indio y del blanco representa la domi-
en las zonas mayormente pobladas de indígenas como en Guatemala, donde nación de la economía abierta, del mercado y del poder político sobre
67 por ciento de la población habla su propia lengua indígena, o en Hondu- categorías excluidas y definidas por sus atributos étnicos más que por
ras y El Salvador, donde esta proporción es de 40 por ciento. Además, los su papel económico. En este sentido es insuficiente y peligroso definir a
movimientos étnicos aparecen en el siglo XX como fomentados en muchos los indígenas como minoría o grupo marginal.
casos por grupos ajenos a la población indígena: iglesias protestantes o La dominación que crea la figura del indio es una dominación racis-
católicas, por un lado, intelectuales y políticos de la ciudad, por el otro. ta que naturaliza al dominado. No es por casualidad que el mundo domi-
nante considera al indio como a una mujer, sin coraje, emotivo y que difun-
Claro es el ejemplo guatemalteco. Después del período contrarrevo- de esta imagen de un indio sexualmente pasivo, tal vez hasta homosexual.
lucionario en 1964, se organizan cooperativas. Su objeto principal no es la Este machismo define a la mujer como al indio en términos directamente
recuperación de las tierras comunitarias, sino la comercialización de los racistas. Si la figura del indio es negativa, la conciencia india no puede ir
productos. Sin embargo, sectores de la Iglesia Católica, en particular los más allá de una conciencia de la indianidad y de un rechazo de la conquis-
religiosos Maryknoll norteamericanos, grupos protestantes e intelectuales ta. La indianidad no se transforma en indianismo; los movimientos indíge-
de la ciudad dan una dimensión étnica a las reivindicaciones. La Democra- nas que no son sólo parte de un movimiento campesino abstracto tampoco
cia Cristiana sirve de expresión política a este movimiento en el cual parti- pueden ser movimientos autónomos. La participación de las comunidades
cipan más comerciantes y campesinos al nivel local. indígenas en movimientos sociales y políticos siempre es heterónoma o
Más amplio es el indigenismo mexicano que tuvo gran importancia no puede ir más allá de la insurrección local. La distancia entre conciencia
como agente de formación de una política de educación, salud y comunica- de la indianidad y movimiento indianista siempre fue muy grande en Méxi-
ción a favor de la población indígena. Este movimiento fue creado por los co, en Guatemala y en el Perú. En este país, la conciencia étnica disminuye
intelectuales revolucionarios como parte de su esfuerzo para crear una en muchas partes de la Sierra. La oposición misti-indio está reemplazada
Nación, un Estado nacional y popular, expresión de la "raza cósmica" por la oposición puramente económica del campesino o comerciante rico
mezcla de aztecas y españoles, evocada por J. Vasconcelos. Otra corriente con el campesino pobre. Los ricos hacendados o vecinos, antes de la refor-
indigenista más conservadora estuvo aún más alejada de los campesinos ma agraria de 1969, dejan la comunidad, por ejemplo en el caso de Yucay,
indígenas: fue la ideología de la clase terrateniente amenazada por el estudiado por A. Molinié-Fioravanti (1972), para vivir en el Cuzco como
auge del capitalismo urbano y defendiendo al orden social tradicional en el comerciantes y profesionales, lo que aumenta la importancia de los cholos,
cual ocupaba una posición dominante. indios separados de su comunidad, que buscan en la ciudad oportunidades
Sin embargo sería erróneo concluir que no existen movimientos económicas o sexuales y son individualistas y móviles. En Yungay, como en
étnicos, indios. Al contrario, Carol Smith (1984), después de haber vivido el Valle de la Concepción, a principios de los años 70 casi nadie se reconoce
más de cuatro años en Totonicapán, en la parte central del altiplano occi- como indio. Pero frente a esta desagregación de la comunidad heredera del
dental guatemalteco, descubre que la población india de esta comunidad Ayllu existen intentos de movilización colectiva, a la vez social y étnica. La
es mucho más diversificada socialmente de lo que dicen los antropólogos importancia del movimiento Túpac Katari en Bolivia, es que en este caso la
y que, sin embargo, tienen una fuerte conciencia de indianidad. Estos arte- distancia entre la indianidad y la formación de un movimiento indio fue
sanos (53.8 por ciento), comerciantes (20.7 por ciento) y campesinos o más reducida que en cualquier otro.
trabajadores agrícolas asalariados (9.4 y 9.1 por ciento) de las comunidades
centrales de esta región, Totonicapán, Quezaltenango y Chimaltenango, 5. El katarismo
tienen una fuerte conciencia de indianidad y defienden su sociedad local
contra el mundo lejano y hostil de la costa, del Estado y del extranjero. La subordinación de la defensa campesina, de la defensa de la comu-
Conciencia más política que cultural o económica, análoga a las subleva- nidad rural a la acción política, se observa de la misma manera en el movi-
ciones campesinas del antiguo régimen europeo. La dominación económica miento katarista en el altiplano aymara boliviano. Los temas étnicos pare-
no conduce a una acción económica directa, sino más bien a un movimiento cen enunciar su movimiento campesino independiente; en realidad, la lucha
político. Proceso análogo a la transformación, ya analizada, de una situa- campesina en este caso se encuentra dominada por una acción más cultural
ción de dominación económica en un movimiento religioso y comunitario. y política. La urbanización acelerada por la política de Banzer provoca una
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crisis del mundo campesino aymara y la creación de un movimiento de y del pueblo. Esta idea está simbolizada también por el título del libro
defensa, en realidad animado por intelectuales de origen aymara formados de Kenyatta: "Volvamos a la selva", lo que significa que comunidades
en La Paz y los cuales influenciaron en 1973 el manifiesto de Tiwanakú. o sociedades campesinas, a pesar de ser dominadas, alienadas y manipu-
La revolución de 1952, después de un largo período de regresión ladas, tienen una capacidad a la vez defensiva y revolucionaria de rechazar
del mundo campesino, le ofrece una participación política y cultural am- el poder del sistema capitalista y la dominación imperialista que penetra
pliada. De 1950 a 1980, la proporción de los niños de seis a 14 años en el campo. Pero, si bien es cierto que existe una movilización defensiva,
no escolarizados cae de 85 a 20.1 por ciento; la población de Santa Cruz no consigue organizarse y orientarse de manera autónoma y no es capaz
se multiplica por seis en 30 años; en Cochabamba y La Paz por tres. La de oponer su espontaneidad revolucionaria, como lo pensaba Fanon, a
población de habla castellana sube de 1950 a 1976 de 36 a 53.7 por ciento una dominación externa. Por lo menos la situación latinoamericana no
y aumenta aún más la proporción de los bilingües: en el departamento de puede ser identificada como una situación colonial y casi no existen en
La Paz las 3/4 pueden expresarse en castellano. Pero la revolución tiene el continente culturas que se hayan mantenido al margen del desarrollo
también efectos negativos: la distancia económica entre campo y ciudad capitalista dependiente. Por eso la defensa comunitaria, a veces también
aumenta: funcionarios y comerciantes son los grupos que crecen más que la resistencia violenta de un grupo social y cultural amenazado de muerte,
mejorando su situación económica. no puede transformarse en movimiento social sin debilitarse y dividirse,
El empleo agrícola disminuye; el mundo campesino participa aún sin ser controlada por actores políticos e ideológicos fuertemente desar-
más por las migraciones internas y el sindicalismo en la vida nacional, pero ticulados en relación con el grupo campesino considerado.
también pierde su base tradicional, se siente más directamente dominado
o alejado del poder, tanto cuando Banzer aplasta una sublevación campesi- C. LA DEFENSA DE LA TIERRA
na que cuando se oponen a las medidas económicas del gobierno democrá-
tico de L. Gueiler. Esta interdependencia de un movimiento autónomo El aislamiento social o la especificidad cultural no pueden suscitar un mo-
de defensa comunitaria y de formas heterónomas de participación en el vimiento campesino: conviene entonces buscar la formación de tal movi-
proceso de modernización económica y política define la doble acción de miento más bien en situación de penetración directa del capitalismo o de
Genaro Flores y explica las divisiones internas del movimiento "Túpac participación en un proceso de movilización anticapitalista. Aquí encon-
Katari". traremos movimientos sociales campesinos, pero siempre subordinados
Este joven campesino, dirigente de su comunidad, organiza la "Con- a una acción social y política que tiene otras bases y otras alternativas.
federación Nacional de Trabajadores Campesinos de Bolivia 'Túpac Katari' " Tal es el caso, en particular, del movimiento campesino más importante
y la "Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia" de la historia del continente: el movimiento mexicano durante el período
(SUTCB) que ingresó a la Central Sindical; la COB creó también el movi- revolucionario.
miento revolucionario Túpac Katari, de donde se separó luego el movimiento
Mitka que a su vez se dividió en dos, mientras se separaba el MRTK, otro 1. El zapatismo
grupo que se juntó con el MNRH de Paz Estenssoro.
El movimiento katarista, aparentemente movimiento campesino, Nacido en el Estado de More los, no fue la única forma de movi-
da un ejemplo típico de la desarticulación de la acción política e ideológi- miento campesino, pero fue la más específica, mientras los villistas y aun
co con la defensa económica. Lo que no impide al katarismo ser activo más los orozquistas, en el norte, tenían bases sociales y metas de acción
a la vez en luchas campesinas y en luchas urbanas en La Paz y especial- menos identificadas con un movimiento campesino. Al origen del movi-
mente en El Alto donde vive una población pobre, en gran parte aymara. miento está la construcción del ferrocarril de Veracruz a México termina-
Existen diferencias notables entre las interpretaciones dadas por los soció- do en 1873. Facilitando la importación de máquinas y la exportación de
logos bolivianos del katarismo. S. Romero (1973) lo considera como mar- grandes cantidades de azúcar, el ferrocarril permitió el desarrollo rápido
ginal en relación con el movimiento campesino, mientras F. Calderón (1984) de un capitalismo agrario, en especial en el Estado de Morelos: grandes
da más importancia a la vinculación de temas campesinos y nacionales o propietarios compraron nuevas tierras y mejoraron el rendimiento. Los
culturales aymarás. Pero ningún observador ve en el katarismo una fuerza campesinos de Morelos resistieron a esta penetración capitalista y buscaron
autónoma de movilización campesina. el apoyo de los gobernadores, pero sin éxito. Muchas haciendas antiguas y
La debilidad y la heteronomía de estas luchas de defensa comuni- gran número de ranchos y de pueblos desaparecieron. Algunas familias
taria no le quitan su importancia cultural y política, pero conducen a dar compensaron una cantidad insuficiente de tierra con actividades comer-
una respuesta negativa a la hipótesis elaborada y difundida por F. Fanon, ciales: la familia de Zapata se dedicó parcialmente al comercio de los caba-
especialmente en Les damnés de la terre, publicado en 1961, año de su llos; otras se volvieron aparceros. Poco después de la revolución made-
muerte. Fanon, analizando la situación colonial en las Antillas y en Ar- rista Emiliano Zapata, elegido presidente municipal de Anenecuilco, se trans-
gelia, la definía por la alienación cultural y concluía que la capacidad de forma en líder de un movimiento que elabora metas a la vez políticas y
lucha era más grande en las categorías más alejadas de la influencia del sociales y también en jefe militar. El 10 de marzo participa en la subleva-
sistema colonial: campesinos, mujeres protegidas por el mundo de la casa ción decidida en Ayala.
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El movimiento zapatista tiene dos características principales. En de metas generales se manifiesta por la organización de una lucha político-
primer lugar se mantiene estrechamente vinculado a su base campesina. militar. Tal es el caso de varios movimientos locales en Brasil durante los
J. Womack (1969) ha resumido su análisis clásico del zapatismo de la si- años 50, en particular. Por ejemplo, la revuelta de Doña Noca en Mara-
guiente forma: "Lejos de ser una corporación militar autónoma como la de los nhao en 1951, movimiento campesino dirigido por una mujer, Juana da
vagabundos de Villa y de Orozco, el ejército revolucionario que cobró forma Rocha Santos, llamada Doña Noca, pero asociada a una lucha política
en Morelos en 1913-1914 era simplemente una liga armada de las muni- contra el gobernador en la cual participan estudiantes y en particular un
cipalidades del Estado". Los Zapatistas organizan la defensa de los campe- joven estudiante de derecho llamado General Bastos.
sinos; si no buscan la eliminación de todas las grandes haciendas, desarrollan Diferente fue la creación del territorio libre de Formosa en Goiás
una verdadera reforma agraria. Desde el comienzo del período revolucio- por un grupo de "squatters", dirigido por José Porfirio y orientado por el
nario el plan de Ayala da mucha importancia a la reforma en el campo y PC. Los campesinos se niegan a pagar el impuesto y se mantienen varios
en 1914 el "Acuerdo de Aguascalientes", firmado por los carrancistas, los años con el riesgo de marginalización que conocieron las repúblicas creadas
villistas y los Zapatistas -a pesar de sus reticencias- retoma los artículos por el Partido Comunista en Colombia. En varias regiones de Brasil se forman
del plan de Ayala sobre la reforma agraria. El tema agrario es tan central movimientos de "posseiros". En el Paraná la presión por la tierra es cons-
que del zapatismo saldrá el Partido Agrarista. tante desde 1942-1961 y finalmente el gobierno legaliza la posesión de
Paralelamente al movimiento zapatista participa directamente en muchas tierras. Apoyado por sindicato^ y líderes políticos este movimiento
la historia política de la revolución. En primer lugar, por su participación tuvo un acento clasista marcado. En Porecatu, en 1950-51, "posseiros"
en una nueva política agraria. Palafox, Secretario de Agricultura, directa- dirigidos por el Partido Comunista organizaron una guerrilla.
mente vinculado a Zapata, crea un Banco Nacional de Crédito Rural, escue- En la región amazónica los numerosos "posseiros", provenientes
las regionales de agricultura y una fabrica nacional de herramientas agríco- del norte y del nordeste en los años 60 y 70, se enfrentaron con los pro-
las. En segundo lugar, a través de la acción militar zapatista que culmina gramas de desarrollo capitalista de esta región y fueron objeto de una repre-
después del acercamiento de los villistas y de los Zapatistas en Aguasca- sión violenta. Estas luchas de los "posseiros" son en realidad diversas: a
lientes, con la entrada de los dos jefes en México en diciembre de 1914. veces contra los "paulistas" o empresas multinacionales; a veces contra
Nunca se integraron completamente estos dos aspectos: los jefes los indios y sus tierras tribales. Existen en los frentes pioneros luchas múl-
Zapatistas siempre dieron la preferencia a la acción local. Sin embargo, la tiples, pero los "posseiros" pobres son en la mayoría de los casos eliminados
historia revolucionaria estableció una relación suficientemente fuerte entre por grupos capitalistas.
defensa campesina de la tierra, acción antioligárquica y transformación Otra categoría de luchas por la tierra es la defensa de las comunida-
política general, como para dar al movimiento zapatista las características des andinas contra la extensión de los latifundios y el reemplazo de la agri-
de un movimiento social campesino. Zapata está rodeado de intelectuales, cultura de subsistencia por actividades ganaderas extensivas. Manuel Scorza
en particular de maestros, pero no de estudiantes, que refuerzan la vincu- en Redobles por Raneas ha alcanzado esta lucha comunitaria contra la pode-
lación de las luchas campesinas locales con metas políticas y jurídicas más rosa empresa "Cerro de Pasco", que culmina en mayo de I960, al nivel
generales. de símbolo de las luchas populares latinoamericanas contra una dominación
Al contrario los villistas y más aún los orozquistas reclutan sus a la vez capitalista y extranjera. Estas luchas son antiguas; ya no son nume-
tropas tanto en el proletariado de las pequeñas ciudades y entre los arte- rosas en el período de Leguía. En Huancaví en 1922 y en La Mar en 1923
sanos o los comerciantes, como entre los pequeños propietarios y obreros los campesinos invaden tierras y protestan contra los impuestos, dando
agrícolas. Los orozquistas, influenciados por Flores Magón y los IWW norte- así una dimensión política general a su lucha económica.
americanos, son más radicales, "red flaggers" dicen los norteamericanos. En la Costa, el conflicto de 1924 estuvo más cerca de una defensa
Y estos grupos son ejércitos más que movimientos: después de 1915 el salarial. No son colonos quienes armaron la lucha, sino pequeños propie-
ejército villista se disuelve y se transforma en gran parte en bandidaje. tarios que se unieron contra la dominación del sistema de riego por los
En suma, a pesar de que no hubo revolución agraria y que se mantuvo hacendados. Pero el movimiento lid erado por Juan Pevez en Parco na fue
en total durante el período revolucionario la agricultura de exportación, también un sindicato luchando por la extensión de la ley de las ocho horas
el ejército zapatista fue el brazo armado de un movimiento campesino a los trabajadores agrícolas. La Federación de campesinos del Valle de
que corresponde a la definición de un movimiento social. lea se integró a las fuerzas de lucha contra la oligarquía, sindicatos obreros
y universidades populares en particular, y J. Pevez tuvo contactos con J.C.
2. Los sin tierra Mariátegui. Más importante aún, el Presidente Leguía apoyó a una acción
que también defendía los derechos de los indios y llegó a reunir un congre-
Fuera de un contexto histórico revolucionario, las luchas de los so indígena en 1921. La convergencia de estos temas sociales y étnicos, en
campesinos sin tierra no alcanzan tan fácilmente como el zapatismo a la particular en el comité Tahuantinsuyo, dio al movimiento del "Valle de
altura de un movimiento social. Sin embargo, muchas de estas luchas, lea" un contenido a la vez clasista, comunitario y étnico. Pero el 18 de fe-
a pesar de su debilidad relativa, tienen las características generales de un brero de 1924 el Prefecto de Parcona fue muerto durante un enfrenta-
movimiento social. Cuando tienen pocos apoyos políticos la presencia miento con los habitantes que defendían la sede de su Federación. El pueblo
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fue destruido y suprimido; J. Pevez fue salvado de la muerte por Leguía los pueblos indígenas, con la ayuda de los estudiantes de la Universidad
que le hizo encarcelar en la capital y después lo desterró a un pueblo lejano. de San Luis Potosí. Este movimiento tuvo referencias directas a la tradición
Parco na no fue reconstruida antes de fines de los años 30. J. Pevez zapatista.
volvió a tener un papel dirigente en 1947 como primer secretario de la Fuertes o débiles, locales o con impacto nacional, los movimientos
Confederación Campesina del Perú, pero el movimiento campesino, ahora por la recuperación de tierras comunitarias o por la división de haciendas
más influenciado por partidos políticos, no volvió a tener la independen- tradicionales y mal explotadas, se acercan más que cualquier otro tipo de
cia y la fuerza de lucha clásica que había tenido al comienzo de los años 30. luchas a la creación de un movimiento campesino. Cuando la movilización
De manera aún más masiva el crecimiento de la agricultura de expor- apoyada por maestros y estudiantes consigue cierta influencia política,
tación, y en particular el boom algodonero y el desarrollo de los cafetales se forma rápidamente un movimiento amplio, radical y a menudo violento.
en América Central, produjo un atraso creciente de la agricultura de subsis- La represión en general es brutal y demuestra la alianza de los terratenien-
tencia, agravado por una tasa alta de aumento de la población. Así se creó tes, del poder político local o nacional y del ejército. En Guatemala, Rigo-
un "hambre de tierra" y una presión social reprimida por un ejército al berta Menchu, militante campesina, cuenta cómo su hermano menor y
servicio de los grandes propietarios (E. Torres Rivas, 1983, págs. 991-1018). su madre fueron torturados y asesinados por el ejército y su padre muerto
En San Andrés Sajcabaja, en el altiplano occidental guatemalteco, durante la toma de la Embajada de España y cómo el ejército aterrorizaba
región de pocos latifundios y de dominación de pequeños campesinos, exis- con matanzas, violaciones, destrucciones a la población campesina del
te una falta general de tierra. Le Bot (1977) ha estudiado los trabajadores Quinche. Con o sin dimensión étnica, estas luchas por la tierra son luchas
agrícolas que migran de manera estacional a las plantaciones: un cuarto de clase.
de los hombres participan en estas migraciones de los cuadrilleros organiza-
dos por contratistas. La presión sobre la tierra también crea un fuerte movi- 3. El valle de La Convención
miento de colonización de las tierras vírgenes. A veces esta presión se trans-
forma en sublevación —la última vez en 1944 bajo el liderazgo de Papzicia—, Más complejo fue el movimiento campesino del Departamento del
pero no es en el altiplano occidental guatemalteco que se forman las gue- Cuzco y el papel del líder político de Hugo Blanco en esta región. Esta
rrillas de los años 1964-66, apoyadas, al contrario, en los pequeños campe- parte del Alto Perú había conocido a partir del comienzo del siglo XX
sinos del oriente y en la pequeña clase media urbana. El "hambre de tierra" una fuerte inmigración de colonos arrendires sobre las tierras de las ha-
no se transforma fácilmente en un movimiento campesino. ciendas dedicadas a culturas tropicales. Estos arrendires contrataban a
Las luchas que se desarrollan en México durante el sexenio de L. habilitados, asalariados temporales en el período de la cosecha. La pobla-
Echeverría (1970-76) dan el mejor ejemplo de una asociación de violencia ción del valle aumentó en un casi 50 por ciento entre 1961 y 1972. La
campesina y de influencia política que logra resultados locales, por ejem- hacienda más grande, Huadquina, centro del movimiento, tenía más de
plo, en Sonora, pero no alcanza a organizarse en un movimiento autónomo, 150 mil hectáreas. La tierra sobrepoblada era mal explotada. Una produc-
en parte por el peso del sindicalismo oficialista de la CNC, en parte por ción comercializada estaba asociada, según el sistema tradicional de la
la ausencia de integración de las luchas regionales, en parte, también, por la hacienda, a relaciones no salariales de trabajo.
resistencia violenta de los pinqueros que después de 1976 contaron con el Pero en realidad este colonato se transformaba en un capitalismo
apoyo del ejército. comercial: la ganancia de los propietarios no provenía de la explotación
Estos movimientos regionales se apoyaron en una fuerte conciencia directa de la tierra, sino más bien de la comercialización de la producción
de clase y en una gran capacidad de movilización. En Zacatecas, en 1976, campesina, observa E. Fioravante (1974). Los hacendados dejaban de ser
el Frente Popular organizó grandes tomas de tierras dirigidas por una Asam- gamonales, de tal manera que se organizó un sistema de producción doble-
blea permanente que duró veinte días y la Plaza de Armas fue tomada mente conflictivo. Los arrendires entraron en conflicto con los hacendados
durante diez días. En Chiapas y Oaxaca los enfrentamientos fueron san- que controlaban el comercio local; los allegados o habilitados, miembros
grientos. El gobierno federal había apoyado la presión campesina, pero en general de la familia de los arrendires y que provenían de su comuni-
en 1974 cambió de actitud y declaró en particular el Estado de Oaxaca dad de origen, se sintieron explotados por ellos. Más aún, los suballegados
libre de latifundios, lo que desencadenó una movilización masiva de los contratados por los allegados para trabajar sus parcelas. La situación de
comuneros del valle nacional, que eran en gran mayoría indígenas y actua- los arrendires y de los habilitados era muy diferente.
ron a la vez en defensa de su carácter étnico Chinanteco, para terminar En Huadquina los arrendires disponían de 23 hectáreas, los habili-
con la disgregación de la comunidad campesina y para redistribuir las tie- tados de 1.5 há. y los suballegados un promedio de 0.3 há. Los conflictos
rras de los latifundios poco o mal explotados. La represión fue violenta; al comienzo de los años 60 se forman en un período de aumento de la pro-
dirigentes campesinos fueron asesinados por los guardias blancos. En la ducción, de introducción rápida del té y del café, del crecimiento de la
Huasteca Potosina el "Movimiento Campamento, Tierra y Libertad" con- coca y, en grado menor, del cacao y, como consecuencia, en la penetra-
siguió en 1973-1974 resultados más positivos con la ocupación de grandes ción de comerciantes que atacan el monopolio de los hacendados sobre la
haciendas norteamericanas, en un período político más favorable. El movi- comercialización. Los campesinos se encuentran enfrentados a un capita-
miento alcanzó a tomar iniciativas políticas amplias, como el congreso de lismo agrario y comercial a la vez en expansión económica y en crisis social.
186 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 187

En 1958 se forma la Federación Provincial de los Campesinos de La Con- es un dirigente campesino, mientras que la guerrilla de De la Fuente no
vención y Lares. En 1959 llega Hugo Blanco como allegado en una ha- encuentra apoyo activo entre los campesinos, pero su situación es ambigua
cienda. Contribuye a la creación de la "Federación Departamental de Cam- porque también actúa en función de una lógica política elaborada por
pesinos" en 1961 y más directamente a la formación en diciembre de 1961 grupos trotskistas, cuyos dirigentes en su mayoría no tienen contacto direc-
del "Frente de Izquierda Revolucionaria". Las tomas de tierra se multi- to con La Convención y se apoyan en el "Slato", el secretariado latino-
plican en 1962 y el movimiento social se transforma en lucha armada contra americano del trotskismo clásico, que decide de la acción de Blanco y de
la policía y el ejército. Hugo Blanco cae preso en mayo de 1963. El movi- Sosa o del apoyo dado a Juliao.
miento campesino se generaliza en el Departamento del Cuzco, ciudad
donde se reúne un gran mitin en diciembre de 1963, para la amnistía de
los presos políticos. En febrero de 1964 el Cuzco está puesto bajo control D. LA MODERNIZACIÓN INDUCIDA
militar, pero el mismo año está programada la reforma agraria, mientras
el "MIR" abre varios focos guerrilleros en el Departamento. La posibilidad de formación de un movimiento campesino disminuye cuan-
El movimiento de La Convención es un movimiento campesino do la transformación del campo está inducida por fuerzas "progresistas"
doble porque los arrendires se oponen a los hacendados y quieren con- no rurales, por el "Estado de compromiso" apoyado en una coalición de
trolar directamente la comercialización de sus productos, mientras los clases medias urbanas y de sindicatos obreros. En ciertos casos la inicia-
habilitados luchan contra una explotación más directa. Dualidad que dis- tiva de organizar sindicatos campesinos y de realizar una reforma agraria
tancia el movimiento de La Convención de los pequeños propietarios del pertenece tan directamente a un partido nacional popular que las refor-
Estado de Morelos luchando directamente por la posesión de la tierra, lo mas agrarias tendrían que ser estudiadas en el capítulo dedicado a estos
que puede explicar la autonomía mayor de la acción política en relación actores políticos y no en éste.
con la acción económica en el Alto Perú. Hugo Blanco es antes que nada En México, durante el período post revolucionario, varios gober-
un militante político. nadores como Felipe Carrillo en Puerto Yucatán, Adalberto Tejeda en
Nacido en el Cuzco, pero con estudios en Argentina, miembro del Veracruz o Francisco Mujica en Michoacán, organizan comités agrarios
POR trotskista, cuando regresa en 1956 es muy activo en la lucha contra (Veracruz) o ligas agrarias (Yucatán). La Liga Nacional Campesina, creada
la influencia del PC, importante en el Cuzco y orientado hacia la forma- en 1926, fue dominada por los comunistas. Luchas campesinas, acción
ción de un frente de fuerzas populares. Su lucha fue en realidad propia- de grupos políticos izquierdistas y defensa del poder regional contra el
mente política, pero contribuyó a transformar la lucha campesina en movi- poder central se unieron, a menudo, para dar a los conflictos en el campo
miento social, porque H. Blanco quiso vincular directamente su acción una gran importancia nacional. Calles empieza a luchar contra la influen-
política con la acción de los campesinos y lo consiguió más que en la misma cia de los comunistas en los gobiernos estatales. Cárdenas, aprovechando
época otro militante trotskista. Yon Sosa en Guatemala. Su ideología: la nueva política del movimiento comunista internacional, crea una Con-
"nuestra revolución es democrática, burguesa y socialista", correspondía federación campesina mexicana que se transforma en Confederación Na-
bien a la situación intermedia entre precapitalismo y capitalismo en La cional Campesina, que se integró al Partido de la Revolución mexicana.
Convención. Sin embargo la acción política, simultánea con la guerrilla El movimiento campesino que había perdido su autonomía real después
de De la Fuente, mantiene una exterioridad con la lucha campesina, que de la caída del Partido Agrarista apoyado por Obregón está subordinado
no tuvo nunca la acción de Zapata. La creación del "FIR" en el Cuzco a la intervención del Estado. Después de Cárdenas, en el Estado de Morelos,
indica la presencia de una acción guerrillera que no se reduce al movimien- Rubén Jaramillo organizó una guerrilla (1943-62) para volver a la polí-
to campesino. Esta acción guerrillera se manifiesta por atracos a bancos tica "cardenista" de formación de ejidos. En Chihuahua, en 1964-65, la
para conseguir dinero. Pero H. Blanco se separa progresivamente de los guerrilla rural del Partido Populista Socialista, dirigida por maestros, fue
trotskistas y se identifica más con la lucha campesina. El resultado fue en un esfuerzo marginal para volver a las luchas políticas precardenistas
que atacado por los comunistas fue más y más aislado. Después de haber contra los hacendados.
matado a un policía es arrestado en mayo de 1963. Las luchas campesinas recientes, aunque a veces sean movimien-
La formación limitada, llena de contradicciones, de un movimien- tos clasistas, también participan en el sistema político mexicano, aprove-
to campesino en el valle de La Convención indica, por contraste, que el chando las luchas entre los caciques tradicionales y las fuerzas modernis-
lugar central de creación de un movimiento campesino es la defensa de tas, y se apoyan hacia cierto punto en el Estado Federal que desea man-
la tierra contra la penetración capitalista. Sólo este tipo de lucha tiene la tener un papel de arbitro. La reforma agraria, en el caso mexicano como
capacidad de plantear cambios políticos y sociales globales sin dejar de en otros, no fue la victoria de un movimiento campesino independiente,
ser fuertemente arraigado en una lucha específica. En La Convención los sino el resultado de la intervención de un Estado antioligárquico.
arrendires entran a la agricultura comercializada mientras los habilitados La reformas rompen el poder de una oligarquía terrateniente que
tienen un comportamiento más de tipo sindical con metas económicas poseía la gran mayoría de las tierras. En México, en 1910, menos del tres
limitadas. La acción política, a pesar de su fuerte presencia en el valle, por ciento de los propietarios rurales eran dueños de más del 90 por ciento
no se identifica completamente con las luchas campesinas. Hugo Blanco de las tierras; en Bolivia, antes de 1952, seis por ciento eran dueños del 92
CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 189

por ciento y en el Perú, antes de 1968, dos por ciento del 69 por ciento. En Machaca en 1921; está presente en el movimiento "katarista" actual. La se-
Cuba la concentración era algo menor, pero ocho por ciento de los dueños gunda característica es parcialmente semejante a la que se observó en "La
poseían 71 por ciento de las tierras. Es cierto que la concentración había Convención". Si los colonos pobres del Valle de Cochabamba son diferen-
disminuido en varios países antes de la reforma, pero éstas destruyeron tes de los arrendires de La Convención que se enriquecieron con el café,
los grandes latifundios. Tal transformación corresponde a la acción polí- es notable que el centro principal del movimiento campesino boliviano,
tica de grupos urbanos. Tal es el caso venezolano, por ejemplo. Acción la región de Ucureña y Cliza, era región de minifundistas con pocos lati-
Democrática es, especialmente en su primer período, el trienio 1945-1948, fundios. La situación boliviana es menos específica en cuanto a la alianza
el actor central de la movilización campesina. Los primeros sindicatos del movimiento campesino con elementos progresistas de la clase media,
agrícolas son legalizados en 1936, gracias a los futuros creadores de la representados en este caso por los militares después de la guerra del Chaco.
AD. Durante el primer gobierno AD, el Estado realiza una primera reforma Una reforma agraria une una lucha contra la oligarquía con una
agraria en la cual los sindicatos son agentes de realización del proyecto meta de desarrollo nacional. Lo que falta es una capacidad autónoma de
estatal. Como dice Powell (1971): "Los sindicatos recibieron del gobierno acción del actor campesino. Pero en el caso boliviano la tradición comuni-
poderes instrumentales enormes que aumentaron mucho su influencia en taria y, de manera diferente, el papel central de los pequeños campesinos
las comunidades campesinas". Las comisiones agrarias distribuyeron tie- de Ucureña apoyados por maestros de escuela como Toribio Claure, resul-
rras públicas y privadas. Sin embargo la transformación fue tan rápida tan en una fuerte conciencia de identidad y capacidad de reacción autóno-
que provocó una movilización campesina más fuerte que en el período ma de los campesinos. El sindicalismo se organiza en 1936 y se vincula a
posterior. Tal vez porque -indica Powell- la sociedad urbana no tiene partir de 1942 a grupos revolucionarios, especialmente el "PIR", al cual
todavía la capacidad ¿e absorción que adquirió en las décadas posterio- pertenece J. Guerra, director de la escuela de Ucureña. Los terratenientes
res. Después de los diez años de dictadura de Pérez Jiménez (1948-1958), son expulsados del valle de Cochabamba antes de la reforma agraria de 1952.
es una decisión política conjunta de "AD, COPE1 y URD" que organi- Así el movimiento campesino se desarrolló primero de manera autónoma,
zaron rápidamente a los campesinos dentro de la acción de los partidos. pero con la ayuda de ciertos gobiernos, como el de Villarroel.
Los puestos directivos de la "FCV" fueron distribuidos entre los partidos En 1952 no hay sublevación masiva, pero la presión sindical fue
y el presidente siendo diputado "AD". El sindicalismo actuó más como central para llegar a la ley de reforma agraria de agosto de 1953, que el
agente de organización de la reforma agraria que como movimiento social Presidente Paz Estenssoro firmó en Ucureña. Los efectos de la reforma
independiente. También el proceso político fue dominante en el caso perua- fueron inmensos: 6 millones quinientas mil hectáreas fueron divididas
no porque la reforma agraria fue decidida por el gobierno militar de Velasco entre 170 mil familias. Así en el valle de Cochabamba se formó antes de
Alvarado como respuesta a los movimientos campesinos y a las guerrillas 1952 un movimiento campesino. En el resto del país la participación fue
de Lobatón y De la Fuente, pero con una finalidad de integración nacio- limitada. Como en el tiempo de Villarroel (1945), es el Estado el que toma
nal. Sin embargo la reforma agraria puede ser más directamente vinculada la iniciativa. El nuevo sindicalismo campesino está totalmente controlado
con luchas campesinas. por el MNR y el Ministerio de los Asuntos Campesinos.
Es antes de todo el caso boliviano y también el caso chileno. En La integración de los tres componentes del movimiento campesino
estos casos se puede hablar de movimientos campesinos, como nos pareció fue limitada y frágil. En primer lugar el sindicalismo campesino, incorpo-
indispensable en el caso zapatista y de manera más limitada en el caso de rado a la "COB" y entonces el sistema político, fue dividido y debilitado
"La Convención y de la Acción" de H. Blanco. por luchas partidarias. Siles Zuazo se apoyó en él y especialmente en el
dirigente de Ucureña, José Rojas, para limitar el poder de los mineros.
1. Bolivia Finalmente triunfaron, dentro del movimiento campesino, caciques que
se combatieron entre sí, en particular Toribio Salas, controlando la región
Las luchas campesinas en Bolivia se desarrollaron mucho antes de de La Paz, contra José Rojas, Jefe del Valle de Cochabamba. El sindica-
la revolución de 1952 y del proceso de reforma agraria, y tuvieron dos lismo campesino se alejó de la COB hasta firmar el pacto campesino-mi-
características principales que les dieron muchos aspectos de movimiento litar y apoyar el golpe y el gobierno del general Barrientos en 1964.
social. La primera es la importancia de las comunidades creadas en gran En segundo lugar el régimen revolucionario que había suprimido
parte por el poder colonial y progresivamente destruidas en el siglo XIX. al "adversario" social de los campesinos, lo reemplaza por la imagen vaga
Se formaron movimientos, que S. Romero (1973) llama "arcaicos", de y lejana del imperialismo, de tal manera que en el mundo campesino se
resistencia comunitaria, de la sublevación de Tupac Amaru en 1781 hasta separaron dos niveles de acción colectiva. El nivel local, en el cual el sindi-
el movimiento de Pablo Zarate "Willca" en 1898-1899, que se extendió cato actúa como el equivalente de la antigua comunidad o del patrón, orga-
a todo el altiplano y se radicalizó progresivamente hasta exigir la devolu- niza la vida colectiva y sirve de interlocutor con el gobierno. A este nivel
ción de las tierras de comunidad y un gobierno campesino. Estos movi- la conciencia étnica puede ser fuerte, por lo menos en el altiplano aymara.
mientos eran dirigidos por caciques con liderazgo carismático. A nivel nacional, el sindicalismo es una fuerza política cuyas orientaciones
Lo que resta de estos movimientos es una conciencia comunita- tienen poco que ver con las demandas directas del campesino. Después
ria que nunca dejó de existir. Se manifiesta en la "jacquerie" de Jesús de de Barrientos las organizaciones campesinas a las cuales Ovando y Torres,
190 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

buscando el apoyo de la "COB", no interesan, se lanzan a veces en luchas sindicalismo obrero. En ambos casos, después de un movimiento clasista y
violentas brutalmente reprimidas. del triunfo de políticas nacional populares o populistas, tal vez se pueda di-
En el período posterior a Banzer el sindicalismo campesino se reorga- visar la formación de movimientos sociopolíticos que tratan de controlar
niza más como fuerza política que como movimiento social autónomo. el proceso de cambio histórico y menos aislados que los antiguos movi-
J.P. Lavaud (1982) separa tres períodos en la historia del movi- mientos clasistas, pero más autónomos del Estado que las formas nacio-
miento campesino boliviano. Hasta 1952 está dirigido contra los hacen- nal populares de movilización. El movimiento boliviano demuestra la inter-
dados, sus mayordomos y los comerciantes. Después de la revolución se dependencia constante de los movimientos sociales, en el sentido más pre-
vuelve caciquista, está subordinado a las luchas políticas; después de 1964 ciso de la palabra, y de movimientos políticos y sociales que llamo "his-
y de la llegada de Barrientos al poder y más claramente después de 1968 y tóricos" y cuyo objetivo no es el control de los recursos en una sociedad
de la ruptura del pacto militar campesino, las luchas campesinas están dada, sino la orientación del proceso de cambio histórico, del desarrollo.
dirigidas contra el Estado, en particular contra las dictaduras de Banzer
y de García Meza. A pesar de la creación de una Confederación indepen- 2. La reforma agraria chilena
diente por Genaro Flores, una lógica más política que social dirige la acción
de los sindicatos campesinos. En la primera fase se puede hablar de movi- Directamente opuesto al caso boliviano es el caso chileno. Mientras
mientos campesinos en Bolivia, porque la conciencia comunitaria y la auto- en Bolivia el movimiento campesino fue anterior a la reforma agraria y fue
nomía de los pequeños campesinos del valle de Cochabamba equilibraban orientado por la voluntad de apoderarse de la tierra, en Chile no existía
la intervención de las fuerzas políticas "PIR, POR, MNR y PCB" de Barrien- casi ninguna actividad sindical antes de 1964, salvo las organizaciones crea-
tos. Sin embargo la integración de la defensa campesina y de proyectos das por el padre Alberto Hurtado Cruchaga y la ASICH, especialmente en
políticos generales queda más limitada que en el caso zapatista, aunque las viñas, y la ocupación por campesinos del fundo Ranquil, seguida por
a veces superior a lo que fue en La Convención. Esta debilidad fue acen- una represión sangrienta. A partir de 1964, las organizaciones campesinas
tuada en los años recientes por la apertura de frentes de colonización, con se desarrollan dentro de una acción del Estado y de los partidos. Acción
el desarrollo de una agricultura capitalista en la región de Santa Cruz^ y de tipo sindical con reivindicaciones económicas. La movilización campe-
con el desarrollo del cultivo de la coca en el Chapare. Después de los anos sina se realizó en la etapa final de la reforma agraria, desbordando la polí-
de dictadura o comienzos de los años 80, el movimiento campesino está tica del gobierno sin llegar a constituirse como fuerza independiente.
más autónomo del movimiento obrero que antes, e intenta reconquistar El dirigente principal de la reforma, Jacques Chonchol, indicaba
su independencia frente al Estado, defendiendo la idea de un Estado plura- en 1970 los objetivos de la reforma, cuya primera etapa había sido realiza-
lista, descentralizado, elaborando un programa de cogestion, coparticipa- da durante el gobierno democratacristiano: responder a las aspiraciones
ción y cogobierno y, a veces, apoyándose en temas ecologistas, en particu- campesinas, fomentar la modernización de la producción, ampliar el mer-
lar en su lucha contra los desechos industriales. Pero su autonomía sigue i
cado interno. Los estudios de "ÍCIRA" llegan a conclusiones idénticas:
siendo limitada por la importancia de la organización sindical campesi- la reforma agraria es parte de una política de integración social y nacional,
na en la política nacional, especialmente frente a la debilidad del gobierno descansa en la idea de la complementariedad de intereses de la ciudad y
democrático dirigido, a partir de 1982, por H. Siles Zuazo. del campo y en la confianza en la democratización modernizante. De hecho,
Las luchas anteriores e inmediatamente posteriores a la revolución entre 1964 y 1969 la producción agrícola aumentó; muchos propietarios
de 1952 representaron una de las formas más importantes de movimiento modernizaron sus predios para evitar la expropiación. Durante la Unidad
campesino en América Latina, pero la acción campesina en Bolivia no fue Popular se radicalizó y aceleró la reforma agraria. En particular existió
sólo una acción de clase independiente, de tipo zapatista. Su complejidad una voluntad política de superar las resistencias de los sectores vinculados
viene de la mezcla constante en él de dos tipos distintos de movimientos. a la propiedad agrícola dentro de organismos como "INDAP", "CORA"
Por un lado, el movimiento propiamente campesino al cual es dedicado y el Banco del Estado. Los interlocutores principales del Estado fueron
el presente análisis; por otro lado, un movimiento político complejo, con sindicatos y divididos por líneas partidarias: "Libertad" era el más conser-
una triple orientación, de clase, nacional o más específicamente étnica, y vador; "Triunfo Campesino" democratacristiano se dividió con la crea-
democrática, utilizando el tema de la ciudadanía. La historia del sindica- ción del "MAPU"; "Ranquil", socialista y comunista, ganó rápidamente
lismo campesino boliviano es el pasaje parcial de un movimiento de clase la mayor influencia. En 1972 "Libertad" obtuvo 15 por ciento, "Triunfo"
representado por el sindicato Ucureña, la participación a un movimiento 10 por ciento, "UOC" (MAPU) 17 por ciento y "Ranquil" 45 por ciento.
antes de todo político, al cual corresponde la confederación sindical diri- El Estado a través de la "CORA", en particular, organizó los asen-
gida por Genaro Flores, el cual trata conscientemente de unir protesta tamientos y decidió transformarlos en centros de reforma agraria, inte-
étnica, defensa de la democracia y reacción económica a la vez defensiva grando a otras categorías que los inquilinos asentados en los fundos expro-
y autogestionaria. Hipótesis demasiado general para ser demostrada por piados. También el Estado desempeñó un papel central en la creación de
la breve experiencia del sindicalismo campesino boliviano después de los cooperativas y de empresas mixtas con organizaciones campesinas. La movi-
gobiernos multares de Banzer y de García Meza, pero que conviene lización campesina fue en parte fomentada por el mismo Estado por ra-
mencionar aquí porque el mismo interrogante tendrá que ser dirigido al zones expuestas por Chonchol: "Nosotros creemos que es fundamental ir
192 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 193

progresivamente a un cambio de la naturaleza del Estado para que el pueblo situación de los minifundistas y de las comunidades o a veces la hizo aún
organizado tenga una participación, una conducción y un poder de decisión más difícil; por el otro lado, siguió dos lógicas contradictorias. Por un
muy claro. Por esto es que para nosotros lo que tiene más importancia es eso lado la eliminación de la hacienda fue aprovechada, según J. Matos Mar
que ha hecho el gobierno popular de establecer los consejos campesinos, a y J. Mejía (1980), por el capitalismo urbano y por el Estado más que por
nivel de cada comuna con campesinos organizados y no organizados". los campesinos. La dominación del campo por la ciudad no ha disminuido;
Esta participación directa a veces desbordó la política del gobier- al contrario, se vuelve más directa, lo que acelera la crisis de la sociedad
no, en particular en la provincia de Cautín, donde fue importante la rural y la migración hacia Lima. Por otro lado, la reforma aumenta el con-
influencia del "MIR". Es en territorios mapuches que la movilización trol financiero e ideológico del Estado sobre el campo. Los intelectuales
campesina se acercó más a un movimiento social, porque las comunidades de izquierda que dirigen las campañas de concientización de SINAMOS y los
mapuches sufrían desde hacía muchos años de una disminución continua funcionarios del Estado destruyen la capacidad de iniciativa de las cooperati-
de la superficie disponible por habitante, tenían "hambre de tierra" y vas formadas por la reforma y cuando el sindicalismo campesino de la
también exigían que fueran reconocidos los derechos específicos de los "C.N.A." quiere autonomizarse está destruida por el Estado. El resultado
indígenas después de un largo período de represión y de marginalización. es que la producción agrícola no aumenta y la producción per capita dis-
En ciertos casos limitados se puede hablar de un poder campesino, aspecto minuye, a pesar de adelantos locales como en el Valle Sagrado, donde el
particular del poder popular fomentado por los elementos marxistas de la cultivo del maíz blanco se desarrolla gracias al alza de los precios inter-
"UP" o del "MIR". Pero poder campesino no es movimiento campesino, nacionales, pero donde comerciantes y productores luchan para sacar el
es una acción directamente política más que una lucha social. provecho de estos precios favorables.
Las luchas campesinas durante el período "DC" tuvieron metas En suma, las reformas agrarias son parte del fortalecimiento de la
económicas más que sociales, como lo observa A. Affonso y otros (1968), economía urbana y comercial, más que el resultado de un movimiento
según el cual en América Latina la presión sobre la tierra fue exclusiva- campesino.
mente indígena y fuerte en particular en México, Perú y Bolivia, mientras
en los demás casos los trabajadores agrícolas estaban más interesados en
la seguridad del empleo, el nivel de remuneración rural y las condiciones E. UN SINDICALISMO DEPENDIENTE
de trabajo. Durante la "UP" estas luchas económicas se transformaron en
un movimiento político. De manera casi constante su acción se desarrolló El último tipo principal de luchas campesinas es propiamente sindical:
dentro de la iniciativa del Estado. organiza en general asalariados para conseguir, a través de huelgas, nego-
Esta subordinación fue mucho más completa en el caso de la refor- ciaciones y presiones sobre el Estado, mejores condiciones de trabajo.
ma agraria guatemalteca. Arbenz no se apoyó en un movimiento campe- Pero este sindicalismo actúa de manera creciente dentro del sistema polí-
sino organizado, sino en elementos de la clase media urbana, intelectuales, tico vinculado, sea a partidos de oposición o al mismo Estado. De tal ma-
abogados, militares opuestos a la dominación oligárquica. Del Partido Co- nera que el sindicalismo campesino está casi siempre muy lejos de constituir
munista salió gran parte de los cuadros intermedios del nuevo régimen. un movimiento social. La vinculación con fuerzas políticas modernizantes
El decreto 900 de reforma agraria justifica abiertamente a ésta por la nece- acercó a menudo la acción sindical de los programas de reforma agraria,
sidad de desarrollar las formas de explotación y los métodos capitalistas pero esta politización sigue siendo importante donde no se realizan refor-
de producción en la agricultura, condición previa a la industrialización del mas agrarias.
país. Después de la contrarrevolución armada de Castillo Armas (1954-57) A. Alcántara de Camargo (1974) insiste en la oposición del popu-
e Ydígoras Fuentes (1958-63), la presión campesina disminuyó y fue reem- lismo ruso y de las políticas nacional-populares latinoamericanas: "Mien-
plazada por la acción de grupos guerrilleros. tras en el populismo ruso la inteligencia quiere preservar los valores tradi-
El resultado más general de las reformas agrarias es una dualización cionales del mundo campesino y un tipo de vida identificado con el pasado
de la agricultura. Un sector participa en la economía comercial; otro sector y ya agotado, la meta principal del populismo brasileño es integrar los
se mantiene marginalizado. Además, las políticas agrarias posteriores son campesinos al desarrollo y compartir con ellos las riquezas que se crean:
en general favorables a la agricultura de exportación que da al país la capa- "En oposición con el populismo ruso en ruptura con el Estado re-
cidad de importación que necesitan las nuevas industrias. Esta dualización presivo que combate con gran energía, la movilización campesina en Brasil
es muy marcada en México y en Bolivia. En Cuba, en tanto, la estabiliza- está vinculada a la apertura del sistema político y apoyada por el Estado"
ción de las grandes haciendas exportadoras de azúcar fue acompañada, (pág. 185). La organización campesina participa en la destrucción de las
en especial a fines de los años 60, por una fuerte presión sobre los pequeños relaciones precapitalistas en el campo.
agricultores para que vengan a trabajar en las grandes haciendas. Estos cam- Existieron, sin embargo, sindicatos clasistas, alejados de este modelo
pesinos resistieron a entregar su parcela. La presión estatal disminuyó en general, especialmente en plantaciones capitalistas. Los primeros sindicatos
los años 60. campesinos se organizan en Colombia, en 1917-18, en plantaciones de la
En el Perú la reforma agraria, si bien eliminó a los hacendados, "United Fruit", y tienen una orientación anarcosindicalista. A partir de
no mejoró la situación de los campesinos. Por un lado, no cambió la 1919 las huelgas de los trabajadores del café consiguen aumentos de sueldos
194 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO II / LUCHAS CAMPESINAS 195

y el derecho a la huelga. La culminación de este período de las luchas campe- crisis interna grave a partir de 1974, por un rechazo de los intelectuales más
sinas colombianas es la gran huelga de los trabajadores del plátano en 1928, radicales y por una fuerte pérdida de influencia. A partir de 1979 restablece
cuya represión violenta dejó un saldo de varios centenares de muertos. Pero, sus relaciones con agencias públicas y participa en la política social a través
a partir de 1930, la acción campesina, en lugar de seguir transformándose de los partidos. El Estado retoma la iniciativa con el "Plan Nacional de
en movimiento campesino, se reincorporó al sistema político a través de la Rehabilitación" destinado a conseguir un acuerdo con grupos guerrilleros,
acción de Gaitán y de la "UNIR" y gracias a la política del "PC", conforme y con el "Plan Nacional de Colonización". Los refuerzos de reconstitución
a la nueva orientación del Komintern a favor de frentes populares. La "re- de un sindicalismo más radical obtienen resultados limitados. El reflujo es
volución en marcha", del Presidente López, permitió esta reincorporación visible en el café. El sindicalismo campesino está dividido entre muchas or-
política del sindicalismo campesino. ganizaciones ("FANAL", vinculado a la Iglesia, "FENSA", de tendencia
En el Perú las huelgas y reivindicaciones de los colonos y asalariados "PC", "ACC", democratacristiano) que a pesar de la creación de una "Co-
de las plantaciones costeras del norte fueron constantemente una de las bases ordinadora Nacional", en 1984, se debilitan en luchas sectoriales y no pue-
principales del "APRA". El ejemplo más típico de dependencia política del den resistir al clientelismo del Estado.
sindicalismo y de su incorporación dentro del sistema político es ofrecido El control político de los sindicatos es aún más grande en México.
por los sindicatos brasileños en el nordeste y también en el Río Grande do En el caso más general, sindicatos o luchas ejercen una presión, en parte
Sul. fuera y en parte dentro del sistema político, como lo ha demostrado R.
En 1954 se crea en Sao Paulo la "Uniâo de Lavradores y Trabalhado- Fernández (1980) en el caso de los productores de copra, en la costa grande
res Agrícolas do Brasil" (ULTAB) controlada por el "PC". La Uniâo" se del Estado de Guerrero.
desarrolla en el nordeste más rápidamente que las Ligas. Estos sindicatos se Los agricultores medianos se organizan contra los grandes produc-
radicalizaron en la Mata Sud, zona de grandes "usinas" y de proletarización. tores de copra que se apoyan en el poder político. Pero sus adversarios con-
Los sindicatos cristianos, en particular la Confederación de Trabajadores siguen el poder central y destruyen la unión regional de productores de
Agrícolas de Pernambuco, tuvieron una importancia menor. copra y sus apoyos políticos regionales. R. Fernández escribe (p. 146):
La "CONTAG", reconocida en enero de 1964, fue dominada por la "La fuerza de la acción clasista es insuficiente para dar al movimiento una
"ULTAB". A partir de 1962 y de la victoria de Arraes como gobernador de influencia real en el sistema político y, para superar su propia debilidad,
Pernambuco y del nombramiento en 1963 de Almino Affonso como Minis- debe pasar a través del aparato estatal". El sindicato se integró a la C.N.C.
tro del Trabajo se desarrolla una fusión de las Ligas y de los sindicatos en y se apoyó tanto en el Estado Federal como en el gobierno del Estado de
un conjunto de organizaciones de corte populista, desarrollando una ac- Guerrero que necesitaban su apoyo contra los caciques tradicionales de
ción de educación popular -con P. Freiré- tanto como de defensa económi- la costa. Pero los grandes productores se separaron de los agricultores peque-
ca. Se observa una sindicalización de las Ligas y se agudiza una lucha entre ños y medianos obteniendo el apoyo del nuevo gobernador y del Estado
comunistas "trabalhistas" y cristianos por el liderazgo de los sindicatos. Federal que quería limitar la voluntad de autonomía de los pequeños em-
C. Furtado explica el triunfo de los sindicatos frente a las Ligas presarios agrícolas. La represión terminó con la influencia local de los pro-
por razones económicas, en particular el mejoramiento de la coyuntura del ductores de copra.
azúcar del nordeste después de la revolución cubana, mejoramiento que tuvo Más extremo es el control político cuando el Estado sigue una lí-
efectos reformistas. Pero parece más amplio el análisis de Aspasia Alcántara nea más movilizadora. La lucha a favor de la transferencia de las desfibrado-
de Camargo (1973) que pone el énfasis en la transformación de la situación ras de la empresa nacional Cordemex a los ejidos productores de henequén
política y en el control de los dirigentes nacional populares de Joao Goulart en Yucatán muestra el papel decisivo del sector progresista de la C.N.C. y
a nivel nacional y de Miguel de Arraes, en Recife, sobre el sindicalismo más que nada del mismo Presidente Echeverría. Esta alianza de intelec-
campesino. tuales y funcionarios de izquierda con el neopopulismo del Presidente fue
En Rio Grande do Sul triunfa la tendencia populista revolucionaria más fuerte que la movilización campesina, pero fracasó frente a la alianza
de Brizóla que crea Master. Esta organización gana más influencia que el de la C.N.C. local, del gobernador y de los dirigentes económicos locales.
Frente Agrario Gaucho de tendencia cristiana. A partir de 1963, "FETAG", Después de 1976 y del cambio de Presidente, Cordemex mantuvo su pro-
dominada por los minifundistas, lucha contra la "FARSUR", apoyada en los piedad de las plantas desfibradoras.
terratenientes, oposición de tipo político y que deja poca autonomía a la El sindicalismo está muy lejos de representar una organización de
formación del movimiento campesino. El carácter general de la situación clase de los campesinos; tampoco actúa de manera puramente reformista o
brasileña hasta 1964 era el predominio de las iniciativas estatales, en parti- economicista. Participa más o menos directamente en el sistema político.
cular de la "SUPRA" de corte paternalista. Lo que demuestra por el mundo rural una de nuestras hipótesis centrales:
La evolución del sindicalismo colombiano a partir de los años 60 re- la subordinación de los actores sociales a los actores políticos. La idea que
fuerza nuestra hipótesis general sobre la dependencia política del sindica- el mundo campesino dominado y explotado representa un "potencial revo-
lismo. Después de una fase de incorporación del sindicalismo dentro del lucionario" capaz de apoyar movimientos anticapitalistas, antiimperialistas
aparato político (1966-70) la "ANUC" promueve tomas de tierra, se aleja y comunitarios e, incluso, en ciertos casos, de nacionalismo étnico, aparece
de los partidos de gobierno (1972-78), pero esta política la conduce a una en contradicción con la casi totalidad de los datos presentados aquí con la
196 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO m

EL SINDICALISMO OBRERO
excepción posible de algunos países de América Central. Aunque en estos
casos la presencia de movimientos de liberación nacional y social no indique
necesariamente la presencia de un fuerte movimiento campesino, como fue
el caso de Cuba.
Esta conclusión demuestra que la mayor parte del mundo rural,
incluso la agricultura minifundista que se mantiene a pesar de la decadencia
de las formas antiguas de relaciones no monetarias de producción, no repre-
senta un sistema económico aislado como lo fue el mundo de las plantacio-
nes. Una interpretación extrema de la noción de dualismo, como separación
de dos países, el moderno y capitalista, el tradicional y precapitalista, es ex-
cesiva. La situación latinoamericana es dominada por la heterogeneidad
estructural: el mundo campesino dominado o marginado participa, sin
embargo, en el proceso de transformaciones económicas y sociales dirigido
por un Estado en gran parte identificado con el sistema político, el cual
actúa como agente central de modernización.

A. i SINDICALISMO O MOVIMIENTO OBRERO ?

El tema central del análisis de las luchas campesinas se aplica también a las
luchas de los asalariados urbanos, obreros, empleados privados o públicos.
El sindicalismo aparece, por lo menos durante un largo período, menos co-
mo un movimiento social que como un elemento del sistema político, en
general dependiente del Estado o de un partido político.
La diferencia con el movimiento campesino es que tiene más fuerza
en el caso del sindicalismo obrero el interrogante: ¿a lo largo de medio si-
glo de industrialización se forma un movimiento obrero autónomo e inclu-
so capaz de controlar partidos políticos que representen sus intereses? En
otros términos, después de una situación dominada por fuerzas sociopolí-
ticas y no por movimientos "sociales", después de luchas por el control del
cambio y no de la estructura, ¿se transforma la situación hasta otorgar una
importancia central a actores definidos por su posición dentro de una es-
tructura, en particular de una clase obrera considerada como uno de los
actores centrales, como los empresarios de una sociedad industrial? Esta
evolución problemática tendrá que ser estudiada no solamente a nivel de
los sindicatos y de su política, sino también de la clase obrera como cate-
goría social.
¿Se forma una clase obrera más homogénea, más estable, con mayor
capacidad de conflicto y de negociación?
198 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 199

B. ¿HACIA UN MOVIMIENTO OBRERO INDEPENDIENTE? donde la crisis de los años 30 significó la llegada al mercado del trabajo in-
dustrial de muchos trabajadores agrícolas.
1. Núcleo y enclaves La evolución del sindicalismo chileno fue excepcional porque la crea-
ción de éste, de orientación socialista y comunista, se realizó antes de la
En la costa atlántica al comienzo de este siglo la mayoría de los obre- creación de los "1WW". La FOC, creada en 1909, con orientación mutualista,
ros son extranjeros —hasta un 92 por ciento en Sao Paulo en 1900, de los se transformó ya en 1911, con la entrada de las mancomúnales y por la
cuales 81 por ciento son italianos—. En Uruguay, a comienzos del siglo, 37 particular influencia de Recabarren. Reorganizada en 1920, la FOCH adhie-
por ciento de los obreros de la construcción son extranjeros, o anarco- re a la Internacional Comunista en 1921. En los años 30 la FOCH lucha con-
sindicalistas que tenían fuerte apoyo en sus países de proveniencia. Pero esta tra la CGT, pero la división obrera contribuye al control del sindicalismo
orientación sindical no se explica solamente por la inmigración; en la costa por dirigentes políticos, a veces de manera personalista, hasta que en 1935,
del Pacífico, y especialmente en California mexicana, gracias a la influencia con la nueva política de la Internacional Comunista, favorable a la formación
de los Industrials Workers of the World IWW), norteamericanos, se difun- de Frentes Populares, se organiza un congreso de unidad sindical completado
den estas ideas que, a través de los hermanos Flores Magón, tuvieron cierta por un segundo congreso en 1936, creándose la "Confederación de Trabaja-
influencia durante el período revolucionario. En Chile aparecen los "1WW", dores de Chile", de la cual solamente se mantiene alejada la CGT anarquista.
en 1919, pero se dividen en 1925; así se forma la "Federación Obrera Re- La tendencia chilena es característica de los países de enclave. El
gional de Chile" (FORCH) en la cual participan estucadores, carpinteros, sindicalismo en ese país fue dominado por los mineros. Más de la tercera
metalúrgicos, obreros de imprenta, pintores. Los anarquistas crean la "CGT" parte de los miembros de la FOCH trabajaba en el salitre y en el carbón.
en 1931, a partir de los "1WW" y de la "FORCH". En México, después de Los mineros fueron un factor decisivo de radicalización, no solamente del
la revolución, durante un breve período, actuó también una "CGT" de orien- sindicalismo obrero, sino también, según la encuesta de Petras y Zeitlin
tación sindicalista revolucionaria, la cual fue rápidamente desplazada por (1969), de los campesinos de las regiones vecinas a los centros mineros.
la CROM, de Luis Moronea, subordinada al gobierno. En Bolivia el sindicalismo minero tiene bases amplias, pero dominado
Sin embargo, esta imagen de un movimiento de clase dominando la por luchas partidarias entre el "PIR", de orientación comunista, y el "POR",
primera etapa del sindicalismo es engañosa. Michael M. Hall (1975) ha de- trotskista, antes de que se creara el "MNR".
mostrado que estas organizaciones sindicales corresponden a una parte muy También existen fuertes núcleos sindicalizados y politizados en las
limitada de los obreros, incluso de los inmigrados. En Brasil éstos fueron minas peruanas, en particular en la de Cerro de Pasco, donde se encuentran
atraídos por las plantaciones de café. No obstante, decepcionados se fueron comunistas y apristas. Análoga es la orientación de los obreros del azúcar
a las ciudades. La mayor parte de ellos no tenía experiencia industrial an- en la región de Tucumán.
terior y estaban interesados en un ascenso individual, tipo de comportamien-
to que se encontraba frecuentemente en esta categoría. Hall demuestra que 2. Pelegos y charros
no está ni siquiera claro que la proporción de anarquistas haya sido más
alta entre los inmigrantes. Además, en el caso de Brasil, los inmigrantes que Esta autonomía sindical de tipo anarcosindicalista o de tipo comu-
llegan con familias enteras son más expulsados de Italia {putsch) que atraídos nista aparece, sin embargo, limitada al nivel continental, por lo menos fuera
por Brasil {pull)] son muy inestables y 45 por ciento de ellos vuelve a Euro- del Cono Sur. La orientación dominante es la subordinación del sindica-
pa. Si bien es cierto que estos obreros organizan una huelga general en Sao lismo a las políticas nacional populares. Su causa principal no es específica.
Paulo en 1907, ésta, en realidad, fue excepcional en el primer período de "La debilidad del proletariado industrial corresponde a la debilidad de la
industrialización de la ciudad. burguesía industrial y, de manera general, de las demás clases económicas
El caso argentino fue diferente con la llegada de inmigrantes indivi- como los 'fazendeiros' y los obreros agrícolas", escribe Leoncio Martins
duales con expectativas más positivas, por cuanto organizaron acciones más Rodríguez. Esta subordinación toma varias formas. La clasificación propues-
colectivas. Pero conviene rechazar la idea de un proletariado que trae desde ta por el mismo autor separa cuatro tipos: burocrático asistencialista, popu-
Europa sus ideas militantes. Los primeros grupos anarcosindicalistas son rá- lista, nacional-desenvolvimentista-socialista-desenvolvimentista. Del primero
pidamente superados por organizaciones más numerosas. De orientación al último de estos tipos aumenta la distancia entre sindicalismo y Estado y
moderada como los ferrocarriles próximos a los "Knights of Labour", se refuerzan los vínculos del sindicalismo con partidos políticos, a menudo,
en varios países, de orientación socialista y a veces comunista en los países pero no siempre de oposición.
del Cono Sur. Murmis y Portantiero (1971) han demostrado que el sindica- — El caso más extremo de dependencia es la movilización encapsu-
lismo argentino no pasó directamente de pequeños grupos radicales al socia- lada más extensa en Brasil que en cualquier otro país. Durante el período
lismo de masa peronista. Ya existía, antes del peronismo, en los años 30 "getulista" y "postgetulista" hasta 1964 se aplica la fórmula de Juárez Bran-
un sindicalismo de masas de orientación socialista, fomentado por el aumen- dao Lopes: "Los obreros no ven al sindicato como algo hecho por ellos,
to del empleo industrial en Buenos Aires y por la caída del salario real. sino por otros de ellos".
La evolución fue diferente en Brasil, donde A. Simao (1954) obser- Heteronomía que se traduce por una debilidad real extrema a pesar
va que no hubo ninguna gran huelga interprofesional después de 1920 y de una tasa de sindicalización aparentemente alta (al comienzo de los años
200 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES
r CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 201

60 entre 35 y 40 por ciento de los obreros paulistas son sindicalizados). Partido Comunista actuando a veces del ala izquierda del PTB. M. Lowy y
La participación en las elecciones sindicales es baja. Los motivos de la par- S. Chucid (1962) han mostrado en su encuesta sobre los líderes metalúrgi-
ticipación son antes que nada asistenciales. Ya se ha señalado que las huel- cos la influencia creciente del PC, y la historia breve del Comando Gemí
gas se mantienen gracias a piquetes que la solidaridad de grupo impide rom- de Trabalhadores indica el proceso del paso del populismo al sindicalismo
per. Cuando no hay piquetes los obreros vuelven a trabajar. La función de de orientación comunista. Pero si nos acordamos que el Partido Comunis-
las huelgas es ejercer una presión sobre el gobierno o la "justiça do tra- ta, a pesar de su influencia en la industria paulista, no constituyó nunca un
balho". La organización sindical dentro de las empresas es débil o ausente; elemento predominante en la política brasileña, cabe concluir que el sindi-
no hay comité de fábrica o delegados sindicales. El "Ministerio do Trabalho" calismo brasileño, antes del régimen militar instaurado en 1964, no avanzó
es la única fuerza que limita el poder de decisión del empresario. hacia su independencia, sin aumentar de manera decisiva su capacidad de
En la segunda parte se mencionó la explicación de este comporta- acción autónoma, sin dar la prioridad al tema de la lucha de clases sobre
miento por la importancia de los obreros inmigrados y también los límites los temas de la modernización económica, de la participación política y
de esta explicación. de la lucha nacionalista. De manera todavía más negativa se puede concluir
Conviene aquí insistir directamente sobre los factores políticos de por el período 1962-64, en una descomposición y no en una transformación
esta situación. El nuevo sindicalismo brasileño no fue creado por los obre- del sindicalismo. Si el "Comando Gemí de Trabalhadores" (CGT) es la or-
ros, sino por el Estado. En muchos casos se pasó directamente del patrimo- ganización más importante, también se desarrolla en esta época el "Movi-
nialismo empresarial a la burocracia estatal, como lo demostró Juárez Bran- miento Sindical Democrático", con fuerte participación de los empleados
dao Lopes en su estudio de la formación del sindicalismo en Leopoldina de comercio y con dominación del PC, y la Unión Sindical de Trabajadores,
y Cataguazas, centros de industria textil en Minas Gerais. El sistema tradi- reformista con influencia entre los metalúrgicos de Sao Paulo, sin olvidar el
cional descansaba en la dependencia personal de los asalariados y de su fa- "Conselho Sindical de Sao Paulo", que mantiene su autonomía, y la "Con-
milia. La crisis de la industria textil y el decreto sobre el salario mínimo federación Brasileña de Trabajadores Cristianos".
provocaron la organización de los obreros en realidad de forma muy lenta, La diferencia principal entre México y Brasil no reside en el grado
a partir de 1930. de autonomía sindical, sino en la incorporación permanente, en México, del
En Brasil el impuesto sindical fue creado en 1940 y el control estatal sindicalismo al sistema político y al Estado. Ya durante el período revolu-
sobre los sindicatos se mantiene directo. Pero después de la guerra esta cionario la "Casa del Obrero Mundial" participó en las luchas internas de la
dependencia podía haber desaparecido, si uno considera la fuerte influencia revolución y los "batallones rojos", formados por obreros de la capital,
de los partidos políticos, del "PTB" y del Partido Comunista entre los obre- combatieron contra los campesinos.
ros brasileños, especialmente en Sao Paulo. Lo que impidió la formación Esto da al sindicalismo organizado en la CTM, a la vez una dependen-
de una política obrera antigobierno, fue la posición del Partido Comunista cia más grande y una influencia mayor, ya que los dirigentes sindicales, como
siguiendo una política general de alianza que correspondía a la orientación Fidel Velásquez, que ha dirigido la confederación por tantos años, tienen
del gobierno soviético durante la guerra e inmediatamente después. Supera- dentro del "PRI" una influencia importante que les permite oponerse a me-
dos ciertos intentos de crear una organización sindical autónoma, el Par- didas económicas y utilizar la amenaza de huelga, lo que hizo Velásquez
tido Comunista decidió apoyar el movimiento "queremista" ("queremos" contra De la Madris, a partir de 1982. También esta incorporación extrema
la vuelta de Getulio), contra la "ÜDN". Esta línea de "colaboración de cla- al aparato político explica la formación de sindicatos independientes en
ses" impidió la transformación de una ola de huelgas en un movimiento ruptura con el sindicalismo oficialista.
organizado. Pero, a pesar de estas rupturas que serán estudiadas más adelante, la
A partir de 1947 el cambio político, a nivel nacional e internacio- autonomía del sindicalismo, en general, ha disminuido en relación con el
nal, llevó al Partido Comunista a la ilegalidad y también eliminó las organi- período cardenista, cuando el Presidente imponía, por cierto, su control a
zaciones sindicales directamente controladas por él, como el "MUT" y la la CTM y no le daba el monopolio sindical pero dejaba mucha autonomía
"CGTB". A partir de la segunda presidencia de Getulio Vargas se reordena a Lombardo Toledano, apoyado en un movimiento de clase y nacional.
el sindicalismo y se organizan grandes huelgas. Pero F. Weffort ha demostra- En Venezuela, el sindicalismo CTV es menos integrado al Estado
do que el sindicalismo sigue siendo subordinado a la política. Una tendencia que a un partido político, Acción Democrática. Consecuencia de las prefe-
predominante durante la gran huelga de Sao Paulo en 1953 es populista, rencias dadas por el Partido Comunista a la lucha armada: la derrota del
es decir, orientada hacia un modelo de desarrollo capitalista nacional y, "PCV" y del "MIR" dejó a la "AD" un control total sobre el sindicalismo.
entonces, de colaboración de clases, dice Weffort. Cuando una parte de los dirigentes sindicales apoyaron en 1968 al "Movi-
La movilización obrera participa en el populismo de Vargas, mati- miento Electoral del Pueblo" que se separa de la "AD" se dieron rápida-
zado de antiimperialismo en el período final de su vida hasta su suicidio mente cuenta de su error: no existía un movimiento obrero autónomo y
en agosto de 1954. En este período el "PC" se mantiene opuesto a Vargas. volvieron rápidamente a la "AD". El gobierno otorga entonces grandes pri-
En el período 1960-64 pierde influencia ese sindicalismo populista vilegios a la organización sindical, crea en particular un banco de los trabaja-
y aumentan, por un lado, las tentativas de crear un sindicalismo independien- dores de Venezuela que distribuye créditos a condiciones tan favorables que,
te (por ejemplo durante la huelga Aymoré) y, por otro, la influencia del finalmente, no puede ser escondido el escándalo financiero. Los grupos
TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO
202 203

radicales son marginalizados; durante el Gobierno de Lusinchi, en 1983, las dos situaciones, por ausencia de una burguesía industrial fuerte en Ar-
se habla mucho de pacto social y de cogestion bajo la influencia del "DGB" gentina, por cuanto no puede ser aceptada la idea de un movimiento obrero
alemán. Se crea la "CONACOPRESA" -Comisión Nacional de Costos, actuando según sus metas propias y negociando con el Estado y los empre-
Precios y Salarios— pero la "FEDECAMARA", organización de los empre- sarios para determinar las condiciones de trabajo. La dinámica política en el
sarios, se opone al control de los precios. Sin embargo, la comisión está ascenso de Perón al poder fue predominante sobre una dinámica propia-
creada con fuerte influencia de la "CTV" que resiste por el otro lado a la mente social. En parte por la importancia de una masa urbana poco integra-
tentativa de "CORDIPLAN" de elaborar nuevas formas de intervención del da a los moldes sociales y culturales de la vida urbanoindustrial, como lo
Estado superando la ineficiencia administrativa. Frente a la oposición de la pensó Germani; más profundamente por la ausencia de separación en Ar-
"CTV", "CORDIPLAN" se ve forzada de abandonar su proyecto que no gentina, como en el resto del continente, entre sistema político y actores
puede contar con un apoyo directo de los asalariados encerrados en la sociales. De la misma manera que en los países casi colonizados del conti-
nente existen rasgos de un movimiento anticolonial y nacional revoluciona-
"CTV". rio, existen en Argentina —también en Chile y Uruguay— formas de acción
¡Un nacionalismo obrerista? sindical que se acercan a la socialdemocracia sindical de ciertos países eu-
3. ropeos; pero esta tendencia se mantiene limitada y subordinada a la realidad
La dependencia del sindicalismo en relación con el poder político, central de la participación heterónoma del sindicalismo del sistema político.
tal vez se limita al caso de países poco industrializados en los cuales los Lo que se demuestra por la discontinuidad entre el sindicalismo corporativo
asalariados urbanos, y en particular los obreros, tienen un peso limitado. o socialista de los años treinta y el sindicalismo peronista posterior a 1945.
Tal vez las relaciones de fuerzas cambian en países más tempranamente in- Murmis y Portantiero (1971), finalmente, tienen que reconocer la presencia
dustrializados. Antes que nada en Argentina donde Murmis y Portantiero al lado de los sindicatos antiguos, de sindicatos nuevos y paralelos, los cuales
(1971) han recordado que el sindicalismo ya en 1936 tenía casi 370 mil observan que el sindicalismo se divide en dos estrategias: de participación
afiliados y en 1941, poco antes de la llegada de Perón al poder, más de heterónoma al movimiento político y de intento de utilización del poder
440 mil. Estos autores intentaron demostrar, a partir de esta observación, político para aumentar su propia capacidad de presión, reconociendo que la
que los mismos dirigentes tradicionales apoyaron a Perón, lo que se opo- ambigüedad de esta segunda posición no resiste a la hegemonía peronista.
nía a la tesis de G. Germani presentando a los nuevos obreros inmigrados
-"cabecitas negras y descamisados"- como la base social de la victoria pe- 4. Sindicalismo y gobiernos "populares"
ronista de 1945. Sin embargo, esta tesis no parece comprobada por los
datos presentados por los mismos autores. Si el peronismo no puede definirse como proobrero, y si el tema pe-
Entre 1941 y 1945, si bien aparentemente no hubo un aumento ronista del doble apoyo a la "CGT" de los obreros y la "CGE" de los empre-
muy fuerte de la afiliación sindical, se produjeron transformaciones internas sarios como base de un desarrollo industrial nacional se quedó al nivel de
que permitieron un cambio de orientación política. En estos pocos años los una ideología vaga, existen también casos de gobiernos llegados al poder en
sindicatos del comercio, de los bancos y seguros, de la construcción, de los parte gracias a un apoyo militante de sindicatos obreros organizados con
servicios sanitarios, pierden la gran mayoría de sus miembros (los transpor- anterioridad a su llegada al poder.
tes terrrestres pierden solamente la tercera parte) mientras el sindicato de la Intermedio entre el caso argentino y los casos boliviano y chileno,
alimentación cuadruplica sus efectivos, por cuanto los "diversos" pasan de el sindicalismo uruguayo obtuvo una gran influencia en el régimen batllista,
24 mil a 143 mil, lo que indica la aparición de sindicatos y de dirigentes sin ser incorporado al aparato político. Su acción al comienzo de este siglo
nuevos. Las dos tendencias del sindicalismo, la CGT 1, que buscaba la in- era clasista y opuesta a cualquier tipo de participación política. Pero cuando
dependización de los partidos, y la CGT 2, más socialista, profundamente se organizó una gran huelga de ferrocarrileros, Batlle intervino a favor de
divididas, son controladas y reprimidas directamente por Perón. los huelguistas; apoyó de la misma manera a los obreros del puerto, pero
La "CGT" intentó mantener su continuidad: la creación del Partido sin lograr que las compañías aceptaran una negociación. En 1907 introduce
Laborista, cuyo apoyo fue importante en la elección de Perón, en 1946, leyes favorables a los sindicatos, que obtienen entre los años 1914 y 1920
intentó unir temas nacionalistas democráticos y antifascistas, pero es evi- una serie de medidas importantes: prohibición del trabajo nocturno en pa-
dente que Perón engañó a los sindicalistas. Algunos sindicatos de orientación naderías, jornadas de 8 horas, prohibición del trabajo de los menores, sis-
socialista, como el textil y el calzado, salen de la "CGT" pero ésta organiza temas de pensiones, licencia por maternidad, etc. Así se forma una demo-
sindicatos paralelos y mantiene su control sobre la gran mayoría de los cracia social única en el continente, modelo precoz de los futuros regíme-
trabajadores asalariados y se incorpora al aparato peronista. nes socialdemócratas escandinavo y austríaco. El batllismo no puede ser
La tentativa de Murmis y Portantiero (1971) es importante en la definido como un régimen obrero, pero el sindicalismo ejerce durante el
historia intelectual. Intentaron romper con el pensamiento, que daba una período "batllista", y de nuevo después de 1947, durante el gobierno de
importancia dominante a la dependencia, y demostrar que el sindicalismo Luis Batlle R., sobrino y heredero de Batlle y Ordóñez, una influencia que
argentino actuaba como actor de clase reformista o revolucionario, como terminó con sus antiguas tendencias anarquistas, pero no llegó a una inte-
el sindicalismo europeo. Pero no solamente existe una gran diferencia entre gración tipo peronista o incluso cardenista al Estado.
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El caso boliviano es el más claro en cuanto a la influencia del sin- El resultado económico de estas luchas internas, como del cogobier-
dicalismo obrero sobre una transformación política. A pesar de la división no de la empresa minera estatal, fue una baja de 60 por ciento de la produc-
del sindicalismo entre ferrocarrileros, fabriles y mineros, y por el papel ción de estaño entre 1952 y 1959; su resultado político fue la desaparición
predominante de estos últimos, el sindicalismo tuvo un papel decisivo en el de la coalición de 1952, la evolución de MNR hacia posiciones "entreguistas"
éxito y en la transformación de una sublevación política y en una revolución y la ruptura creciente entre sindicatos, obreros y campesinos.
social y política en 1952. El sindicalismo chileno, en tanto, se mantiene mucho más autónomo,
Sm embargo, A. García (1969) agrega que la victoria política no re- lo que corresponde al carácter marginalmente populista de la política chi-
sultó de la imposición de metas económicas y sociales de clase al sistema lena. La apertura limitada pero creciente del sistema político, la combina-
político, sino más bien, al contrarío, de la imposición de la lógica distributi- ción de una fuerte identidad nacional con una economía de enclave, resul-
vista y clientelista en la nueva élite al mundo sindical. García interpreta esta taron en una fuerte autonomía social de la lucha de clases en Chile. La
evolución según esquemas criticables, oponiendo una lógica de la base obre- política de Frente Popular, preparada por la formación de la "CTCH"
ra buscando la creación de un gobierno obrero a la burocratización y a la en 1936 y que triunfó en 1938 con la victoria de Pedro Aguirre Cerda, dio
corrupción de los dirigentes. En realidad hasta 1964 la orientación que una importancia central al sindicalismo. Después del episodio ibañista en
resiste a una participación política autónoma, en lugar de desarrollar una 1952-1958, la "CUT", creada en 1953, retomó esta influencia, a pesar del
visión clasista de la transformación de la sociedad, se limita a defender ven- control directo mantenido por los partidos Comunista y Socialista sobre su
tajas relativas para un grupo social, incluso al precio de una desorganización orientación. La "CUT" llegará a ser el eje del gobierno de Allende, limitan-
económica y política del país, sin que exista en esta época una diferencia- do la presión del ala izquierda del Partido Socialista y tratando de mante-
ción clara entre la defensa de los intereses de clase y la cogestion de la em- ner, en unión con el Partido Comunista, la autolimitación de la Unidad
presa minera, la COMIBOL, y el mismo gobierno. En el caso boliviano parece Popular. En este caso, como lo ha demostrado F. Zapata, frente a políticas
excesivo hablar de la existencia de una base revolucionaria adversa a los hiperrevolucionarias, el sindicalismo actuó como factor de estabilidad
dirigentes y oponer tajantemente partidarios y adversarios de la participación política. Menos conocidos son los casos de algunos países caribeños. En
al poder político. El rol permanentemente central de J. Lechín, dirigente Guayana el "People's Progressive Party", de Cheddi Japan, se apoya en el
máximo de la COB y Vicepresidente de la República con Víctor Paz Es- Gawu -Unión de los Trabajadores Agrícolas-, pero es un proyecto de ley
tenssoro, de 1960 a 1964, constituye un elemento central del sistema po- de mayor control del Estado sobre los sindicatos que provocó, más allá de
lítico fuera de los períodos de dictadura militar e indica los límites de una la huelga de abril de 1963, una huelga política que decide a Gran Bretaña
diferencia demasiado general de dos tendencias que en realidad no llegan postergar las elecciones y a organizar nuevas elecciones que, finalmente,
nunca a separarse completamente. La violencia de las luchas políticas dentro permitirán a N. Burnham llegar al poder. Burnham avanza hacia un socia-
de la "COB" indica la imposibilidad de esta separación y no, como dice A. lismo cooperativista y nacionaliza la producción de bauxita y otras compa-
García (1969), la ruptura entre dirigentes y bases. Al lado de los sectores ñías mineras. La característica de Guayana, como de otros países caribeños,
pazestenssoristas y lechinistas, a comienzos de los años 70, es activo el "PC" es la alianza de fuerzas políticas y sindicales por la defensa de grupos étni-
que controla las minas Catavi y Siglo XX, el Partido Obrero Revolucionario cos, hindúes o negros.
que prepara una huelga general revolucionaria, y también la Falange Socialis- En Trinidad y Tobago el gobierno se apoya en los obreros azucare-
ta Boliviana, partido de derecha. Pero ninguna de estas tendencias, con la ros contra los petroleros, mientras los obreros agrícolas combaten a los
excepción de la última, puede actuar entre 1952 y 1964 fuera del MNR y obreros urbanos, divididos entre blancos y negros, a pesar de los esfuerzos
del sistema político creado por la revolución. El carácter obrerista y cam- del "United Labor Front", en 1975, retomando los esfuerzos de E. Wi-
pesino del régimen postrevolucionario boliviano es más marcado que en lliams para crear una nación. En estos casos el sindicalismo está doblemente
cualquier otro país, pero tampoco en este caso es posible observar una subordinado: tanto a dirigentes políticos como a un grupo étnico. La domi-
acción de clase independiente de la intervención del Estado. Por ejemplo, nación de líderes sobre el sindicalismo llega al extremo, en Jamaica, cuando
cuando el Presidente Siles Zuazo, elegido en 1960, acepta los planes eco- el líder del "Jamaica Labor Party", Alexander Bustamante, organiza los
nómicos del "FMI" y de los de "USA", se encuentra con la oposición de Le- "Bustamante Industrial Trade Unions", que juegan un papel central en su
chín y de la "COB". Empieza entonces a atacar el poder de Lechín apoyán- victoria electoral de 1944 y se mantiene como una de las tres organizaciones
dose en el PIR, mientras Lechín busca el apoyo del "POR". El grupo sindicales de las décadas anteriores. Parece, entonces, arriesgado hablar de
Siles-PIR forma el bloque reestructurador de la "COB". Sin embargo, no hay socialismo o de gobierno laborista en tales circunstancias.
ruptura completa entre los campos que participan en el sistema de co-
gobierno asociando la "COB" con el Estado. Lo que caracteriza la situación Una conclusión prudente que puede ser aplicada a todos los casos de
boliviana es que la participación política dependiente está complementada participación en un régimen nacional popular, es decir, en una política defi-
por luchas de grupos políticos que llegan a enfrentamientos intersindicales nida por la interdependencia de temas clasistas, nacionalistas y moderniza-
como fue el caso durante la huelga de los ferrocarrileros de 1958 y dores, sin capacidad hegemónica de ninguno de ellos, es la subordinación
más dramáticamente cuando la lucha de las milicias de Catavi y Siglo XX de la acción sindical a factores políticos y en general al Estado. También
contra otros centros llegó a una masacre. esta subordinación suscita la formación de corrientes revolucionarias pero
T
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que no alcanzan nunca a romper con el sistema político que tiene gran ca- 5. Estados autoritarios y autonomía sindical
pacidad de integración por su propia naturaleza y porque los obreros sindi-
calizados representan grupos limitados y rodeados por un importante sector Un argumento frecuente a favor de la tesis de la formación progre-
informal poco o nada sindicalizado. siva de un sindicalismo independiente es que la ruptura de los regímenes na-
El análisis general de la relación entre sindicatos y sistema político cional populares y el triunfo de dictaduras militares fomentaron, frente a
puede ser retomado en términos análogos, considerando las formas más que un control estatal represivo, la formación de un sindicalismo independiente,
las metas de la organización sindical. Existen tres grandes tipos de organiza- aprovechando también la desorganización de las fuerzas políticas de oposi-
ción sindical. ción.
En primer lugar, el sindicalismo sin organización, independiente, Esta idea que conviene discutir en varios países no debe, por supues-
como es el caso brasileño, y en gran parte el mexicano, en el cual la directiva to, hacer olvidar la presión a menudo exitosa de muchos regímenes autori-
sindical está integrada al aparato político. En segundo lugar, los países de tarios sobre los sindicatos. Un caso extremo es Paraguay. La "Confederación
central sindical única que son, en particular, Uruguay, Chile, Venezuela y Paraguaya de Trabajadores", creada en 1951, es intervenida después de la
Bolivia. En tercer lugar los países con pluralismo sindical paralelo con el huelga general de 1958. Su control político se mantiene estrecho hasta
pluralismo político, lo que es el caso de Colombia, Perú y en parte Ecuador. 1973 y la tentativa para crear una "Central Cristiana de Trabajadores",
¿Cómo explicar tales diferencias? No por las ideas de los sindicalistas o por vinculada al nuevo partido Democratacristiano, no tiene éxito. Durante los
la influencia de ciertos partidos políticos, sino más bien por la naturaleza años de fuerte crecimiento del producto nacional, gracias a la construc-
del sistema político mismo. En México y Brasil existe un Estado fuertemente ción de Itaipú, el control oficial se ablanda y la "AFL-CIO" organiza algunos
intervencionista -incluso antes del período de dictadura militar en Brasil- sindicatos más reivindicativos. Esta apertura, que culmina en 1981, se ter-
que incorpora a los sindicatos como a los empresarios en su proyecto de mina con el agotamiento del boom: la "CPT" vuelve a ser controlada muy
transformación de la sociedad. Tal fue también el caso de Argentina en el directamente por el poder político, lo que contribuye a una tasa muy baja
—ocho por ciento— de sindicalización en el Paraguay.
período de Perón (1945-55). Pero en países más industrializados el mismo desarrollo en sectores
Muy diferentes son los países dominados por una oligarquía o un modernos parece ser favorable a la formación de sindicatos independien-
grupo civil "dominante", como es el caso de Colombia, y de manera más tes luchando contra el control oficial.
discontinua del Perú y del Ecuador. Aquí el sindicalismo participa en el
pluralismo político de las fuerzas que compiten por el poder. El caso inter- 6. La evolución del sindicalismo
medio es el más interesante. Donde existe un Estado con fuerte capacidad
de intervención político-social, lo que fue el caso de Chile y Uruguay, y a Argentina después de la caída de Perón en 1955 aparece como la
partir de 1952 de Bolivia, o de 1948, de Venezuela, se forma un sindica- autonomización progresista del sindicalismo con respecto al Partido Justi-
lismo unificado y políticamente radical, cuyo radicalismo es útil para ejer- cialista. Mientras Framini mantiene una línea directamente peronista, refor-
cer una presión fuerte sobre un sistema político que tiene gran capacidad zada por la alianza de los peronistas y de Frondizi, en 1958, y Alonso man-
de intervención. El caso boliviano es el más extremo: un sindicalismo comu- tiene la "CGT" en la misma línea, Vandor impone al sindicalismo una
nista o trotskista tiene una fuerte capacidad de presión política. Se necesita orientación mucho más autónoma y, según Cavarozzi (1979), intenta "co-
un extremo grado de radicalidad para pesar sobre y dentro del sistema po- optar" al sindicalismo peronista. El "vandorismo" es nacionalista y busca
lítico creado por el "MNR". Así se explica también la predominante influen- una alianza de tipo norteamericano, es decir, de las fuerzas sociales de la
cia del Partido Comunista en el CNR del Uruguay. Cuando Ecuador pasa sociedad industrial contra la dominación del sector rural. El "vandorismo"
de un sistema oligárquico y caudillesco a una política nacional popular con apoya al poder militar de Onganía y a la política de Krieger Vasena, apoya
Roídos y Hurtado, el sindicalismo se unifica y se radicaliza para mantener también en el ejército a los azules contra los colorados vinculados al capital
su capacidad de presión. agrario. G. Ducatanzeiler (1975) define al "vandorismo" (p. 146) por "su
En el Perú actual la "CGTP", dominada por los comunistas, se en- capacidad de negociación y el control que ejerce sobre la clase obrera. Su
cuentra reforzada por la victoria del "APRA" en las elecciones presidencia- poder de negociación está apoyado en la unidad política de la clase obrera
les. Otros casos son menos claros. Venezuela está, tal vez, más cerca de y en la crisis hegemónica de la oligarquía que tuvo que aceptar a la "CGT"
México que del Chile premilitar, en tanto Argentina vaciló de manera cons- como interlocutor legítimo". Una ruptura más completa parece producirse
tante entre unidad y pluralidad sindical. con el "Cordobazo" en 1969 (en realidad hubo varios cordobazos sucesi-
El "vandorismo" pesaba sobre un sistema político nacionalista, vos). En Córdoba, ciudad tradicional oligárquica, se instalaron grandes fá-
mientras la dualidad sindical correspondía más al predominio de la oligar- bricas modernas como Renault-íka, Fiat, donde se creó un sindicato de
quía. Argentina vaciló entre dos tipos de sindicalismo, como entre dos tipos mecánicos autónomos, "SIMATA". En algunas empresas este sindicato tomó
de sociedad. Así la acción sindical se explica menos por sus orientaciones posiciones revolucionarias, especialmente en "SITRAC-SITRAM". Estos mi-
propias que por la capacidad integradora más o menos fuerte del sistema litantes se vincularon con estudiantes muy movilizados y sin perspectivas
político y del Estado. profesionales, lo que resultó, como lo analiza bien F. Delich (1974), en
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una mezcla de huelga obrera y de movimiento urbano tan importante que capacidad de establecer canales directos. Tal es el caso de los siderúrgicos,
provocó en 1970 la caída de Onganía. Sin embargo, parece difícil derivar mientras el Congreso del Trabajo sirve de canal de influencia a los pequeños
en una independización del sindicalismo. El "Cordobazo" provocó la crea- sindicatos.
ción de una nueva central sindical, la "CGT de los Argentinos", encabeza- Además, la línea oficialista no es tan débil como parece o tal vez los
da por R. Ongaro, pero más cerca de un populismo revolucionario que de grupos radicales —como Línea Proletaria en la Siderurgia— están más cerca
un sindicalismo independiente, revolucionario o reformista. de un corporatismo estrecho de lo que parece, de tal manera que la "CTM"
- Poco antes del "Cordobazo" estallan en Brasil, también bajo una aparece a veces como más capaz que grupos radicales de integrar demandas
dictadura militar, las huelgas de Osasco y Contagem. En Osasco, antes de de varias categorías en una presión política amplia. La misma fuerza de la
1968 y a partir de 1962, existía una corriente sindical autónoma, del "FNT", central oficialista limita movimientos políticos radicales de una acción in-
reformadora y cristiana, dentro de la cual actuaba una minoría de revolu- frapolítica, a una tentativa de negociación directa con la empresa. Esta con-
cionarios entre los cuales estaba Ibrahim. clusión negativa no se aplica, sin embargo, al caso de los electricistas, muy
En 1968, en empresas modernas y en una población obrera, sufrien- diferentes de los siderúrgicos, porque la tendencia democrática que con-
do de un gran aislamiento, se forman reivindicaciones y se lanzan huelgas quistó el "SUTERM" tenía un verdadero proyecto político que, incluso,
apoyadas por estudiantes y dirigidas por militantes revolucionarios. Ibrahim fue apoyado por el Presidente Echeverría al comienzo del conflicto.
es el líder principal en la "Cobrasma" del movimiento que toma una dimen- Pero no fue difícil para el "PRI" recuperar un movimiento que
sión política con la gran concentración que se organiza en la "Praça da Sé volvía al cardenismo y a su nacionalismo revolucionario. Es difícil combatir
de Sao Paulo" el Io de Mayo. Un movimiento análogo había empezado antes con armas políticas al control político del sindicalismo.
en Contagem, en las afueras de Belo Horizonte, también en relación con el El análisis de los movimientos de los ferrocarrileros y de los elec-
movimiento estudiantil que culmina en Río, como en muchas ciudades del tricistas y también de los obreros de las empresas automovilísticas o de
mundo, en este año 1968. complejos textiles, como Ayotla, Cadena y Morelos, muestra a la vez los
En Osasco y Contagem cuatro elementos están presentes: grupos de límites de una acción económica a nivel de la empresa, es decir, la fuerza
obreros revolucionarios, en ruptura con el sindicalismo controlado por el del sistema oficialista y, de manera opuesta, la existencia frecuente, en
gobierno; una clase obrera moderna y aislada en grandes empresas y barrios especial en sectores modernos, de una acción clasista orientada hacia la for-
obreros; la comunicación de obreros a través de grupos revolucionarios con mación de un sindicato unificado e independiente de los partidos y del
estudiantes y con la oposición de izquierda al régimen militar; experiencias Estado. La subordinación del sindicato a la intervención estatal no suprime,
anteriores de reivindicaciones y negociaciones directas que habían conse- ni en México ni en otros países, como Argentina o Brasil, la presencia de
guido resultados positivos. La diferencia con el "Cordobazo" proviene de una conciencia de clase fuerte; pero ésta no se transforma, salvo en condi-
la ausencia de una tradición político-sindical de tipo peronista en Brasil. ciones excepcionales, en acción de clase independiente.
La huelga de 1968 representa un esfuerzo para crear un sindicalismo inde- Las elecciones, después de la reforma electoral que permitió la
pendiente, revolucionario y también en ciertas circunstancias con capacidad participación en los comicios de varios partidos de izquierda, demostraron
negociadora. La politización del movimiento se explica por la presencia de la fuerza del "PRI". Este mantiene su poder, combinando una política eco-
un régimen autoritario y antisindical y no representa la subordinación del nómica de derecha con una política social, es decir, un sistema de control
sindicato a una estrategia política, aunque Ibrahim y otros líderes hayan sido y manipulación política orientados hacia las categorías populares, en realidad
militantes políticos organizados. Conviene, sin embargo, dejar presente el aún más en las colonias proletarias y en los barrios populares que en las fá-
carácter aislado de estos movimientos casi únicos durante un período de más bricas. Existe todavía poco espacio autónomo para un sindicalismo inde-
pendiente.
de diez años.
Tampoco se puede generalizar el ejemplo de algunos sindicatos in- El caso del sindicalismo chileno después de 1973, bien conocido a
dependientes en México. Existía en ese país una tradición opositora que través de los trabajos de Campero y Valenzuela (1984), es difícil de inter-
llegó a constituir una Confederación Única de Trabajadores en 1948, pero el pretar. El sindicalismo no perdió demasiadas fuerzas después del golpe, pero
primer gran movimiento de ruptura con el sindicalismo oficialista fue la huel- perdió casi toda su autonomía de acción y de negociación como resultado
ga de los ferrocarrileros de 1958, dirigida por Demetrio Vallejo. de la represión política y también de la cesantía que no bajó nunca por
debajo del 15 por ciento, antes de aumentar a partir de 1982.
Pero este movimiento se rompió rápidamente; la tendencia moderada Algunos dirigentes negociaron con el gobierno, que aceptó estos
de Vallejo fue desbordada por elementos más radicales. La represión fue du- contactos que le daban una imagen "social". Estos contactos se multiplica-
ra; 9 000 trabajadores fueron despedidos. La huelga de los electricistas de ron cuando Sergio Fernández ocupó el Ministerio del Trabajo (1976-1977).
1968 mostró la misma ruptura con la "CTM" y también contribuyó a re- A partir de 1976 se reorganiza un movimiento de oposición con la creación
velar la crisis del sistema político. de la "Coordinadora Nacional Sindical", en 1978, el "Grupo de los Diez",
Sin embargo, sería muy apresurado concluir en una crisis del control en 1977, y el "Frente Unitario de Trabajadores", en 1978.
político del sindicalismo. En primer lugar, grandes sindicatos nacionales se El gobierno en pleno "boom" respondió con el Plan Laboral de 1979
independizan de los canales de comunicación política porque tienen la que redefinía las condiciones de negociación colectiva limitándola a las
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empresas, por pequeñas que sean, proponiendo condiciones estrechas a la
legalidad de las huelgas. El Ministro Katz, con el Decreto Ley de agosto de comisiones de empresas a partir de dos tipos distintos de comités de base.
1981, dio la forma más elaborada a esta política liberal. A partir de esta fe- Por un lado, comités de huelgas formados en 1977-78 y muchas veces con-
trolados en los años siguientes por las empresas, retoman su independencia
cha se producen dos evoluciones opuestas. Por un lado, después de una frente al sindicalismo oficial; por el otro, comités de cogestion, organi-
primera rueda de negociaciones, en 1980-81 la crisis, la cesantía, la caída zados en algunas grandes empresas según el modelo alemán, se transforman
de los salarios reales, quitan toda importancia a las negociaciones. Por otro también en comisiones de empresas.
lado, el tema de la negociación directa, como el papel de los sindicatos en
la oposición al régimen en un período de gran debilitamiento de los partidos En Sao Bernardo todas las empresas importantes tienen tales comi-
siones que luchan contra el sindicalismo oficial y a veces coordinan su
políticos, dieron al sindicalismo un papel autónomo e incluso, durante un
período, dominante. La oposición ganó casi todas las elecciones sindicales, acción. Ciertas empresas combaten estas comisiones, otras son favorables a
la creación de un interlocutor real. Estas comisiones son, a menudo, ani-
salvo en la siderurgia, en la televisión y en el Banco del Estado. En el cobre
los oficialistas mantuvieron cierta importancia. A partir de 1983, los traba- madas por militantes del "Partido de los Trabalhadores" y por miembros
jadores del cobre y del "Comando Nacional de los Trabajadores, con R. de "Comunidades Eclesiais" de base. La "CUT" está directamente vinculada
con ellos; la "CONCLAT", en la cual los partidos comunistas juegan un
Seguel a la cabeza, tomaron la iniciativa de las protestas.
Muchos sindicalistas expresaron la voluntad de crear un movimiento papel importante, es más orientada hacia una acción ofensiva contra el sin-
sindical con perspectivas políticas pero independiente de los partidos. Sin dicalismo oficial. Pero las comisiones se transforman rápidamente en acto-
embargo, tal evolución no parece realizarse. Rápidamente se divide el sindi- res indispensables de la negociación. Esta transformación fundamental del
calismo: los elementos moderados de la "Unión Democrática de los Tra- sindicalismo y de la formación de sindicatos auténticos no alcanza a des-
bajadores" (formada en 1981 a partir del "Grupo de los Diez") se oponen truir el sindicalismo oficial y consigue sus mayores resultados en la región
a la entrada de sindicatos dirigidos por comunistas a la Coordinadora; ele- de Sao Paulo. Pero este éxito en el centro industrial más importante del
continente aparece como un modelo en todo el país.
mentos más radicales, semejantes a la tendencia anticogobierno de los mi-
neros bolivianos, critican al "CNT" en nombre de una lucha de clase direc- En Brasil este sindicalismo penetra el sector público a veces encon-
trándose con una fuerte reacción del Estado como en el caso del Correo,
ta. La tasa sumamente alta de cesantía disminuye la capacidad de iniciativa a veces consiguiendo la representación sindical en el Consejo de Adminis-
sindical. En este caso también, si existen tendencias a la autonomía sindi- tración según el modelo alemán, como en el Banco Banespa. El movimiento
cal se mantiene con mucha fuerza la dependencia de la acción sindical
huelguista de Sao Bernardo y Sao Paulo no puede ser interpretado solamen-
frente a las fuerzas políticas. te como una acción de defensa salarial, en nacimiento de un "business
unionism" de tipo norteamericano.
7. Sindicatos y democratización
Esta interpretación correspondió a las expectativas de algunos em-
1.— Si la acción sindical no llegó a reforzar su autonomía durante presarios liberales, pero rápidamente la radicalización del movimiento y, en
regímenes totalitarios que por un lado controlaban o reprimían al sindica- sentido opuesto, de las reacciones patronales demostró la insuficiencia de
lismo, y por otro conducían a las fuerzas opositoras a dar la prioridad a la tal hipótesis. Tampoco se puede aceptar la idea de una "aristocracia obre-
acción política, la crisis política y económica de los regímenes antipopula- ra" que utilizó su posición dominante en el mercado del trabajo porque se
res abrió a los sindicatos un nuevo campo de acción y reforzó, de manera trataba de una acción dirigida hacia la empresa y su organización más que
hacia el mercado de trabajo. Este movimiento se desarrolló en grandes em-
muy marcada, las fuerzas favorables a una acción independiente.
El caso brasileño es, de lejos, el más importante. A partir de la presas modernas, en primer lugar, automovilísticas, y casi todas extranje-
huelga de los metalúrgicos de Sao Bernardo, en la región metropolitana de ras, donde primaba el capital extranjero en el ramo industrial. Correspondió
Sao Paulo, dirigida por "Lula", se forma un nuevo sindicalismo, bien estu- a las condiciones de formación de una acción de clase que analicé primero
diado por J. Humphrey (1982) y los investigadores de "CEDEC". Una serie en La conscience ouvrière (1976) y más reciente con F. Dubet y M. Wie-
de huelgas de los metalúrgicos en Sao Paulo, en 1979, de nuevo en Sao viorka en Le mouvement ouvrier. Obreros calificados definen su autono-
Bernardo, en 1980, y todavía también de otras categorías como la de los mía contra la organización del trabajo y se unen con obreros semicalifi-
bancarios en 1985, y la huelga general del 21 de julio de 1983, acompaña- cados, más sensibilizados a reivindicaciones económicas. El movimiento de
ron la formación de un movimiento sindical. La primera "Conferencia Na- los obreros paulistas pertenece al momento central del movimiento obrero,
cional da Classe Trabalhadora" (CONCLAT), en agosto de 1981, decide como las huelgas norteamericanas de 1934-37 que dieron lugar a la for-
mación del "CIO" y la huelga de junio de 1936 en Francia.
la creación de una "Central Única dos Trabalhadores" (CUT), que en reali-
dad será postergada hasta 1983. La división creciente entre dos tendencias Grandes empresas juegan un papel central, pero el movimiento for-
del sindicalismo, visible tanto en Río como en Sao Paulo y que se analiza mado en ellas tiene gran capacidad de difusión en otras industrias y, en el
más adelante, no debe ocultar la profunda transformación que se realiza caso brasileño, en otras ciudades que Sao Paulo, como Belo Horizonte y Por-
durante estos años. Mientras el sindicalismo pelego no estaba presente en to Alegre. Este movimiento tiene tanto complicaciones políticas como metas
las fábricas y estaba dirigido a partir del "Ministerio do Trabalho", se forman económicas; pero más que nada es un movimiento de clase. Puede ser anali-
zado fuera de referencias directas al Estado y a su modelo de desarrollo
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porque combate y negocia en el taller y en la fábrica, frente al empresario La dicotomía de la oposición democrática determina la ruptura del
y a sus representantes. Lo que motiva la intervención del Estado y contri- movimiento sindical unitario. Lo que indica que se mantiene la subordina-
buye a reforzar la corriente antiautoritaria, pero no es de manera prioritaria ción del sindicalismo a fuerzas políticas.
ni populista ni democratizante. Se trata en su sentido estricto de un movi- Subordinación tan extrema en el caso argentino, cuando la "CGT",
miento obrero y su acción contribuye a reforzar la capacidad de acción dividida o unificada, es la fuerza central del peronismo en que se forman mo-
colectiva de los empresarios industriales que critican un manejo demasiado vimientos renovadores para devolver al sindicalismo una autonomía compa-
financiero de la economía, de tal manera que el resultado principal del rable a la que tiene el Brasil.
período 1977-78 de luchas sindicales en Sao Paulo es una autonomización A partir de 1982 luchas de los ferrocarrileros, de los trabajadores
mayor de las relaciones de clases características de una sociedad indus- del Estado y de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones para la recu-
trial. peración de su nivel anterior de salarios conducen a la formación de mo-
Encuestas realizadas con sindicalistas de varios Estados demuestran vimientos de base y, en el caso de los trabajadores del Estado, a la elimi-
la fuerza del proyecto de creación de sindicatos independientes del poder nación de los antiguos dirigentes. En la Asociación Bancaria de la capital
político y de la empresa. Existe, incluso, una actitud negativa frente a los triunfa la lista opositora. El representante principal de esta tendencia reno-
partidos políticos y una voluntad de unidad de los trabajadores que parece vadora es Alberto Piccinini, más movimientista, a pesar de venir de la izquier-
anunciar un sindicalismo de clase. da socialista. El conflicto entre estos sindicatos y los dirigentes tradicionales
2.- Sin embargo, la evolución del sindicalismo brasileño obliga a como Lorenzo Miguel y Herminio Iglesias es abierto pero de naturaleza antes
matizar y transformar esta primera conclusión. A partir de 1981 se divide de todo política, los renovadores apoyando a la democratización mientras los
este nuevo sindicalismo. A la tendencia unidad sindical que se expresa en el caudillos sindicales participaron activamente en el régimen militar. El ele-
"CONCLAT", se opone el novo sindicalismo, más radical de la "CUT". mento común a las nuevas formas de acción sindical en Brasil y en Argentina
En 1985, durante la campaña por la elección del alcalde de Sao Paulo, la es que la preeminencia de los problemas políticos se combina con un aumen-
"CUT" aparece más vinculada al "PT", mientras la "CONCLAT" está con- to de la autonomía sindical y, más que nada, con iniciativas de base. El sin-
siderada como favorable al "PMDB". La "CUT" insiste más en una movili- dicalismo por fin logra tener una capacidad real de acción en las fábricas y
zación de clase, lucha por la suspensión del impuesto sindical, da una im- empresas, públicas o privadas, de producción de bienes o servicios. Esta auto-
portancia central a las comisiones de empresa, se define como agente de nomía puede indicar que el sindicalismo es más radical que los principales
concientización de los trabajadores, tiene una visión clasista de los em- partidos políticos, como es el caso de la "CUT" brasileña; puede también
presarios y del gobierno, que le parece vinculado al medio empresarial; la indicar la resistencia de intereses corporativos indiferentes al proceso de
"CONCLAT" parece más próxima a la actitud del Partido Comunista y del democratización. El Presidente Sanguinetti en Uruguay acusa a menudo a
sindicalismo después de 1945: pone el énfasis en la directiva sindical como los sindicatos de poner en peligro el proceso, todavía frágil, de democra-
fuerza de presión autónoma, pero mantiene una vinculación fuerte entre la tización.
defensa de los intereses de los asalariados a través de negociaciones y la Cuando la base industrial moderna es más limitada, el sindicalismo
meta política prioritaria de vuelta a un sistema democrático. puede oponerse más directamente al nuevo gobierno democrático, no por
En realidad la oposición entre las dos tendencias sindicales está razones propiamente económicas, sino más bien porque la organización sin-
determinada por la situación política. dical se considera como un actor sociopolítico capaz de tomar el poder y
El campo político brasileño está dividido entre una zona institucio- decidido a luchar contra clases medias liberales incapaces de luchar contra
nalizada, dominada por una parte importante de los empresarios, de las cla- la dependencia externa y la crisis económica. El caso boliviano ya fue anali-
ses medias y de los asalariados sindicalizados, y una zona marginal en la cual zado; conviene agregar que su conflicto con el gobierno de Siles Zuazo llegó
se encuentran trabajadores poco identificados con la cultura urbana, grupos a un punto tan extremo que el Presidente tuvo que llamar a elecciones anti-
de base que valorizan más la defensa global de la comunidad que intereses cipadas en un ambiente de profunda descomposición económica y política
puramente económicos y trabajadores cesantes, subempleados o viviendo en cuando el contrabando, el narcotráfico y una hiperinflación fuera de control
condiciones precarias. De tal manera que la oposición aparente entre un llevaban el país a una completa ingobernabilidad. La victoria de Víctor
sindicalismo de negociación y un sindicalismo de lucha de clase corresponde Paz E., aliado en el Congreso con el antiguo dictador Banzer, fue seguida
más bien en realidad a dos formas opuestas y complementarias de participa- de un plan de congelamiento económico que provocó una verdadera suble-
ción de fuerzas sociales al proceso político. La "CONCLAT" está subordi- vación sindical a la cual el gobierno respondió con fuertes medidas repre-
nada a un proyecto político democratizante y modernizador en gran parte sivas. El radicalismo de los dirigentes no fue capaz de movilizar el conjunto
influido por el empresariado y las clases medias modernas, mientras la de los obreros, empleados y campesinos; los mineros quedaron aislados, de-
"CUT" expresa una oposición más popular que obrera, y mejor definida biendo reconocer su derrota e incluso también grupos importantes decidie-
por el "PT" y el papel importante de la Iglesia en este partido, que por la ron dejar el país.
conciencia de clase obrera. Sin embargo, la particularidad del nuevo sindica- El sindicalismo ecuatoriano, en tanto, a partir de la vuelta a la demo-
lismo es que asocia la conciencia de clase de los grupos obreros centrales cracia tuvo una extrema actuación. Tradicionalmente dividido entre la
con esta conciencia popular y comunitaria. "CTE", controlada por el Partido Comunista, el "CEDOC", cristiano pero
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que se radicaliza a partir de 1975, y el "CEOSL", con fuerte influencia del impidieron la formación parcial de un movimiento obrero, clasista, radical
sindicalismo norteamericano, se unen en un "Frente Unido de los Traba- o moderado. Pero este movimiento obrero —en el sentido estricto de la
jadores" (FUT), que organiza una serie de huelgas generales nacionales con- palabra- no alcanzó a salir de una posición subordinada o marginal. Y
tra el gobierno democrático de Roídos y, después de su muerte, de Hurtado. cuando parece conquistar una fuerte autonomía, como en el caso de la
Como bien dice Luis Verdesoto: "Conforme se acentúa la penetración del tendencia asambleísta autogestionaria de la "COB", se observa que se vincu-
Estado en la vida social, la idea del socialismo se debilitó... Sin embargo, no la a fuerzas como el movimiento "Túpac Katari" y el sindicalismo campe-
fue sustituida por la idea de democracia. Es, tal vez, el "poder sindical" sino de Genaro Flores que se definen tanto por su participación en el sis-
la idea no vernalizada que atraviese el movimiento y recoge la actual situa- tema político como por su actuación propiamente sindical. De la misma
ción de crecimiento orgánico y expresión de reivindicaciones también de manera en Brasil la historia del nuevo sindicalismo de los metalúrgicos revela
otros actores". Por eso las huelgas no se explican por las razones económi- los límites de una acción sindical. El mismo Lula, militante sindical, crea
cas mencionadas por los dirigentes —alza del azúcar, de los transportes— un partido político en el cual grupos religiosos e intelectuales radicales
y en octubre de 1982, el dirigente del "FUT" exige del presidente de la —sin mencionar el propio Lula— juegan papeles tan importantes como las
Cámara de Diputados que asumiera su compromiso con el pueblo. nuevas concesiones de empresa.
Se trata de una tentativa de golpe sindical, análoga a algunas huelgas La ruptura del modelo sociopolítico tendrá efectos en el campo
generales bolivianas. sindical, pero parece imposible afirmar que la formación de una acción obre-
Esta politización extrema puede ser interpretada como una respuesta ra autónoma es un factor decisivo de tal ruptura.
a la pérdida de capacidad movilizadora de los sindicatos en un período de Sin embargo, esta conclusión prudente, necesaria para evitar la ilu-
crisis económica. Esta pérdida se observa en el Ecuador a partir de 1982 y sión de que los sindicatos latinoamericanos se acercan de manera necesaria al
también en otro contexto en el Perú, donde, después de un aumento de las modelo norteamericano del "Collective Bargaining", o del modelo de corte
luchas sindicales posterior a las elecciones democráticas de 1980, se observa, europeo socialdemócrata, es insuficiente y puede ocultar unas transforma-
a partir de 1983, una caída de la capacidad de acción que se explica en gran ciones profundas de las relaciones entre sindicalismo y política. El modelo
parte por el aumento brutal, ese año, de la población desempleada y sub- nacional popular, en sus formas extremas, llega al corporativismo, a la
empleada, que llegó a 54 por ciento de la población activa. conclusión de los intereses sociales organizados dentro del aparato estatal. En
La combinación de crisis económica y represión política explica el período de crisis económica y política que comienza al final de los años
el retroceso de los sindicatos en Chile en 1984 y 1985. Las protestas que 70, el mundo sindical, si bien conquista su independencia, por lo menos
organizan no logran transformarse en una huelga general, peligrosa para los actúa con más autonomía y eso de dos maneras complementarias. Por un
trabajadores, que pueden ser despedidos de sus trabajos y condenados a una lado se vuelve el elemento central de un movimiento popular, a la vez den-
extrema miseria por su participación activa en un paro. Esta ausencia de tro y fuera del sistema de los partidos. En este sentido se acerca al modelo
capacidad negociadora puede dar más fuerza a conceptos más políticos de latino europeo en el cual partidos comunistas o de extrema izquierda repre-
la acción sindical. sentan dentro del sistema político una clase obrera radicalizada y elementos
marginalizados que se sienten en gran parte ajenos a un sistema político que
8. Conclusión actúan, según ellos, sistemáticamente en contra de sus intereses y a favor de
los empresarios. Por el otro lado, conquistan más autonomía en los secto-
Es difícil dar una respuesta general y tajante al interrogante presen- res en los cuales los factores internos de eficiencia —tecnología, organiza-
tado al comienzo: ¿a medida que aumenta la industrialización, aumenta tam- ción, formación profesional, modelos de autoridad— tienen una creciente
bién la autonomía sindical, reforzada indirectamente por los regímenes importancia, pero manteniendo una fuerte participación en el sistema po-
autoritarios que destruyen las políticas nacional populares? Si se propone lítico en contra de las fuerzas y formas antiguas de control social y polí-
la idea de que al comienzo de los años 80 el sindicalismo obrero latinoameri- tico. Así se constituye una forma de acción sociopolítica característica de
cano está encaminado hacia una acción independiente, la respuesta es no. la América Latina contemporánea que corresponde a estas sociedades con
Las transformaciones del sindicalismo no son suficientemente generales y una fuerte capacidad de integración y constante capacidad de exclusión,
estables como para justificar la idea de una ruptura del modelo político so- según la fórmula de N. García y V. Tokman (1985), ya varias veces utili-
cial de incorporación dependiente de los actores sociales dentro del juego zada.
político y del mismo Estado. Este sindicalismo habla a la vez en nombre de los obreros sindicali-
Por supuesto el sindicalismo dependiente de las fuerzas y del siste- zados y como defensa de un pueblo de pobres, subempleados y marginados.
ma político siempre tuvo límites. Siempre hubo, por un lado, intentos de Movimiento a veces más popular que obrero, tan comunitario como
negociaciones directas y, por el otro, fuerzas revolucionarias rechazando la reivindicativo, en el cual la conciencia de clase se une a una defensa religio-
"colaboración de clases" con un gobierno "democrático burgués" y bus- sa de los pobres y a un rechazo global del orden social y de sus instituciones
cando una movilización de clase a través de enfrentamientos directos. Siem- siempre considerados como subordinados a los intereses de los ricos, de la
pre estas tendencias intentaron organizar sindicatos independientes. Nunca el burguesía. Las dos tendencias de este sindicalismo se unen de manera casi
proceso de industrialización y la actividad de los movimientos sociopolíticos revolucionaria en Bolivia y también en Ecuador, después de la caída del
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triunvirato militar. También se mezclan en el "PT" brasileño. Pero en mu- 1. Reivindicaciones y negociaciones
chos países se observa la misma complementariedad de grandes partidos
multiclasistas que controlan un sector más o menos importante del sindi- El sindicalismo latinoamericano es numeroso y creció rápidamente
calismo y de movimientos populares, a la vez políticos, comunitarios y sin- después de la Segunda Guerra Mundial. En Argentina pasó de poco más de
dicales, los que a veces se reducen a la defensa corporatista de intereses medio millón de miembros en 1945 a 1 millón 500 mil en 1947 y 3 millo-
adquiridos y en otros casos se transforman en una contrasociedad y con- nes en 1951. En Brasil subió de 180 mil en 1930 a 1 millón en 1958 y casi
tracultura que indica los límites de un proceso puramente institucional de 2 millones en 1969. En un período más reciente, el sindicalismo resistió
democratización. a la represión autoritaria, por lo menos en términos de participación sin-
Este sindicalismo se parece más a la primera generación de social- dical, como lo ha demostrado el caso chileno. Según J. Godío, a comienzos
democracia europea que al "Market Unionism" norteamericano y a la po- de los años 80, de los 60 millones de asalariados sindicalizables, 21 millones
lítica de clase de los partidos comunistas europeos o al "sindicalismo" del son sindicalizados, de los cuales 13 millones están vinculados a través de su
período sindicalista revolucionario, porque combina acción de clase, oposi- organización con la ORIT, 2 millones con la"CPUSTAL" y, entonces, con
ción política y defensa comunitaria. El sindicalismo en el cual los emplea- la FSM, 1 millón con el CLAT y a la CMT, mientras 5 millones son de los no
dos, en particular públicos y bancarios, ocupan una importancia creciente, alineados.
se ubica tan lejos de una acción puramente económica como de la subordi- La tasa de sindicalización aparece aún más fuerte si uno considera
nación a una fuerza política. el gran número de asalariados que trabajan en muchas pequeñas empresas.
En Brasil la "CUT" considera el "PT" como su expresión más que El caso peruano, recién estudiado por Y. Yepes del Castillo y J. Bermedo
como un actor político al cual los sindicalistas tendrían que seguir y el (1985), demuestra esta importancia de la participación sindical. La pobla-
liderazgo justicialista tradicional de los metalúrgicos argentinos se ve fuer- ción económicamente activa del Perú es de 6 millones, de los cuales 2 millo-
temente atacado por los renovadores. La acción sindical, si bien no alcanza nes son asalariados, pero la población sindicalizable, es decir trabajando en
a transformarse en una acción de clase "pura", por lo menos constituye empresas de más de 20 asalariados, es sólo de 1.3 millón de los cuales 860
un actor político social autónomo y que, a veces en Bolivia y Ecuador, pero mil son sindicalizados, es decir, dos tercios de los sindicalizables. Aunque
también en Brasil -por lo menos en Sao Paulo-, juega un papel importante sólo la mitad de ellos tenga acceso a la negociación colectiva, la proporción
en el proceso complejo de combinación de la vuelta a la democracia y de de los sindicalizados "reales" es mucho más alta que en los Estados Unidos,
la transformación de un sindicalismo, actor político dependiente, en un Francia o España.
movimiento obrero, actor social independiente. Por lo menos se puede afir- Pero esta fuerza numérica no indica una fuerte capacidad movili-
mar que, después de un largo período dominado por los problemas de de- zadora. En muchos países, como Brasil, el asistencialismo tiene una impor-
sarrollo, es decir, de la modernización y de la dependencia, el sindicalismo tancia preponderante y el sindicato es más un agente de aplicación de las
ha entrado a una nueva etapa dominada a la vez por estos problemas in- leyes del trabajo que un actor social autónomo. A su vez, sin embargo, esta
ternacionales que cobran una fuerza más grande en un período de crisis y observación debe ser completada. La vida sindical no se reduce a la distri-
por problemas estructurales característicos de cualquier país industrial. bución de regalías decididas por el Estado. Al contrario, se nota un apoyo
Aumenta la importancia del movimiento obrero sin que desaparezca sólido al sindicato y, en general, una gran movilización en defensa de los
la participación del sindicalismo en políticas desarrollistas que se apoyan en pliegos de peticiones. Notable es la importancia en la historia sindical de
una base multiclasista, modernizante o nacional más que puramente eco- muchos países de grandes huelgas, como la de 1953 en Sao Paulo o de 1977-
nómica. Esta importancia creciente de los conflictos y negociaciones inter- 78 en el ABC paulista, el plan de la lucha de la "CGT" argentina en 1963,
nos en una sociedad industrial es la tendencia a largo plazo más importante las huelgas chilenas de 1957, etc. México, sin embargo, es una excepción
del sindicalismo latinoamericano. a esta característica por la debilidad general de un sindicalismo estrecha-
mente controlado. Esta participación activa en acciones de base se vincula
más bien con una conciencia popular más amplia que puramente obrera,
conciencia de barrio y de ciudad, como ya se ha notado en casos muy di-
ferentes como Osasco, Córdoba o los mineros bolivianos, peruanos y chi-
LAS FORMAS DE ACCIÓN SINDICAL lenos.
Esta combinación de apoyo al sindicato y de ausencia de moviliza-
En la segunda parte de este documento ya se analizaron las características ción más amplia revela las dos características principales de la acción sin-
morfológicas de la población obrera, su heterogeneidad extrema, la impor- dical: se segmentación horizontal, sectorial y su división a su vez en dos
tancia de las migraciones internas, la poca diferenciación de la situación niveles: empresa y confederación.
de trabajo y de la situación urbana, la importancia central, en la formación La segmentación no corresponde a la tradición del sindicalismo de
de la acción obrera, de la participación o de la exclusión política. Conviene oficio {craft unionism, syndicalisme de metier) tan fuerte en Inglaterra y
ahora aplicar estas características de una categoría social al análisis de sus otros países, sino más bien a la importancia de la empresa y a veces de la
formas específicas de acción colectiva. industria en las negociaciones.
218 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 219

La gran mayoría de éstas está a nivel de empresa según el esquema Los regímenes autoritarios han reforzado esta separación, por ejem-
norteamericano; algunas al nivel del ramo industrial especialmente en Brasil, plo en Chile, donde el Plan Laboral prohibe negociaciones a un nivel superior
como es también el caso de Francia; casi nunca a nivel nacional, como en a la empresa. Esta separación de dos niveles de acción colectiva tiene más
Alemania o en Suecia. La heterogeneidad del sistema salarial impide nego- importancia que la separación de los obreros urbanos estables y de los mi-
ciaciones amplias. Más aún la interdependencia de la acción sindical y de la grantes, salvo en situaciones extremas. Característica a este respecto es la
participación política crea grandes diferencias de poder de negociación observación de A. Gurrieri (1969) en la que manifiesta que en Chile los
(bargaining power) entre las industrias. obreros de origen agrícola participan en las asambleas más a menudo que los
A nivel más general, una consecuencia de la extrema diferenciación, obreros urbanos, pero ocupan menos puestos de responsabilidad. Existe al
subrayada por O. Sunkel, entre los sectores privado nacional, público nacio- nivel de la empresa una solidaridad primaria. En el caso extremo de las
nal y extranjero, resulta en diferentes pautas de negociación según el sec- minas, nuestro estudio antiguo sobre Lota, en Chile (Touraine y otros,
tor. Las negociaciones colectivas de tipo norteamericano se organizan más 1966), ha demostrado el carácter comunitario del sindicato y la extrema
fácilmente en empresas extranjeras, mientras en el sector público la in- confianza de los mineros en sus dirigentes. En oposición con esta fuerza
fluencia política del sindicato tiene una importancia mayor: en la industria del sindicato de empresa es notable la poca eficiencia de las huelgas de soli-
privada nacional, concentrada en bienes de producción no durables y en cons- daridad. Las huelgas generales son, en general, vinculadas a una crisis polí-
trucción, existe una extrema diversidad de situaciones correspondiendo al tica más que a la organización progresiva de un movimiento reivindicativo
mercado, lo que favorece un sindicalismo más instrumental, del tipo bu- nacional. Esta diferenciación es tan fuerte que destruye la acción de clase.
sines o market unionism. El mundo obrero actúa no como clase obrera, sino como una serie de grupos
o comunidades obreras y, además, como una fuerza de presión orientada
Donde el sindicalismo participa más en el sistema político, las divi- y utilizada por líderes y partidos políticos.
siones intersindicales pueden reflejar luchas entre partidos o fracciones En los países donde el sindicalismo está directamente controlado por
políticas y diferencias culturales. Así en Bolivia: fabriles y ferrocarrileros el Estado la actividad sindical a nivel de la empresa puede desaparecer.
son, en gran parte, mestizos ya incorporados a la vida urbana; los mineros Tal es el caso brasileño en el cual la acción sindical está organizada bajo el
son indígenas que llegaron directamente del campo, en particular de las control directo del Ministerio del Trabajo y de los Tribunales del Trabajo.
regiones de Cochabamba y Potosí. Además, las minas son comunidades muy No existe organización sindical a nivel de la empresa. Cada unidad
cerradas. Catavi y Siglo XX son campamentos aislados donde la compañía de negociación tiene un solo sindicato, o más bien una burocracia pagada
tiene todos los poderes y los mineros han conseguido sueldos muy superio- por el impuesto sindical, que negocia con el gobierno y la empresa sin par-
res al promedio nacional. Lo que conduce a la paradoja subrayada por Ma- ticipación activa de los trabajadores. Situación que explica la importancia
lloy (1970): "Cuanto mejor es la situación del grupo, más radical se vuelve". casi revolucionaria de la formación, a partir de 1977, de sindicatos y comi-
Esta ausencia de participación directa a nivel nacional se explica por siones de empresa.
el papel autónomo de las cúpulas sindicales bien definido por G. Campero En cuanto a las reivindicaciones, su característica más notable es la
(1974): "La estrategia institucional de la cúpula sindical y política podía importancia central dada a la estabilidad del empleo. En Brasil la primera
caracterizarse como un modelo de acción que produce una asimilación global ley de protección del empleo es de 1923. Está extendida en 1930 a los
de masas a una ideología de clase, de una parte, y que juega el papel de me- servicios públicos y después a los mineros, a los marítimos, a los empleados
diación instrumental entre la clase obrera y el Estado al interior del sistema de comercio y de bancos. La protección del empleo se traduce en muchos
político, de otra parte". A través de la acción de las cúpulas y de los partidos países, como Chile, por la institución del desahucio pagado al obrero o em-
políticos la base obrera espera conseguir la satisfacción de sus demandas, pleado o jubilado en función de sus años de antigüedad. Tales leyes no in-
que depende en su mayoría de decisiones políticas. dican una protección fuerte de los trabajadores. En Brasil muchos asalaria-
La separación de dos niveles ha tenido una importancia siempre ma- dos eran despedidos antes del plazo legal que abre el derecho a compensa-
yor. En Chile una encuesta franco-chilena realizada en los años 60 y par- ción financiera, sino la extrema debilidad del welfare state, la ausencia de
cialmente publicada por V. Nazar (1972) ha demostrado la separación mar- protección de los trabajadores frente al desempleo, a los accidentes, a la
cada de dos niveles de acción en una CUT, cuya cúpula en esta época no está vejez. Lo que constituye una paradoja impresionante: la fuerte participación
elegida por los sindicatos de base, sino más bien cooptada sobre la base de política del mundo obrero a través de los líderes sindicales y la ideología
una repartición de los puestos directivos entre partidos políticos. Los traba- de muchos gobiernos como Perón, de Vargas después de 1950, de Velasco,
jadores se movilizan para apoyar sus reivindicaciones anuales; no partici- del "PRI" mexicano, etc., no resulta en una protección social eficiente de
pan en la política sindical que se decide a nivel nacional entre varios partidos los asalariados. Al contrario, se mantiene una extrema inseguridad compen-
o dentro de un partido dominante. En México domina la separación cre- sada de manera muy parcial por medidas tomadas a nivel de la empresa.
ciente entre grandes empresas, en particular del sector público, y pequeñas Las políticas "liberales" han transformado en parte esta situación vin-
empresas representadas a través del Congreso del Trabajo. En Brasil y Ar- culada a regímenes nacional populares. La modernización económica y la
gentina las huelgas de Osasco y de Córdoba han demostrado la autonomía venta de empresas a capitales extranjeros requería una movilidad mayor
creciente de las empresas y ciudades industriales. de la mano de obra.
220 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES
r CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 221

En Brasil la estabilidad legal del empleo después de diez años fue En Argentina el sindicalismo está demasiado identificado con la opo-
reemplazada por Roberto Campos, en 1966, por el Fondo de Garantía sición justicialista para participar de manera autónoma en una negociación
"do Tempo de Serviço" (FGTS) constituido por una contribución de las con el gobierno. Sin embargo, a pesar de una oposición fuerte, por ejemplo,
empresas de 8 por ciento de los salarios. por parte de la "CGTP", de orientación comunista, en el Perú, o de la
Esta reforma representó el ataque principal a las "consolidaçaos "CUT" brasileña, existe una tendencia hacia negociaciones de interés nacio-
das Leis du travalho" creadas durante el período getulista. nal que cobra más fuerza en los gobiernos de tendencia socialdemócrata,
También en Chile el plan laboral del gobierno militar se dirigió ha- por ejemplo en Venezuela, donde fueron los empresarios y no la "CTV"
que se opuso a una política de control de precios y salarios.
cia una extensión del campo de las negociaciones colectivas, pero sus con-
secuencias fueron totalmente transformadas por la evolución bruta de la La Alianza Democrática, frente centroizquierda de oposición en Chi-
le, elaboró de la misma manera proyectos de pacto social en 1983-84. El
situación económica y el fin del boom.
Uruguay había entrado en este camino mucho antes que cualquier otro
Diferente, en tanto, es la situación chilena antes de 1973 poco popu- país con la creación de los consejos de salarios en 1944. En cada ramo de
lista, más próxima a una democracia representativa, donde se crearon insti- industria o comercio estos consejos reunían a tres representantes del Poder
tuciones de protección social importantes, a pesar de la extrema diferencia- Ejecutivo, dos de los patrones y dos de los obreros. Estos consejos, apoya-
ción de los beneficios otorgados por diferentes cajas. Los empleados del dos por la izquierda, tuvieron bastante peso durante los años 50, pero la
Banco del Estado reciben una protección social muy superior a la de los perdieron cuando en los años 60 la crisis estructural de la economía urugua-
obreros de la construcción o de la industria fabril. ya disminuyó la capacidad de negociación y puso muchos sectores obreros
Asimismo, el gobierno militar ha otorgado a los militares un régimen frente a una difícil supervivencia.
de previsión social privilegiado. Esta ausencia de welfare state en la mayor Sin anticipar sobre una evolución aún confusa, conviene destacar
parte del continente explica el énfasis puesto por los sindicatos a nivel de la importancia de estos temas nuevos que implican una profunda trans-
la empresa sobre la protección del empleo. El nuevo gobierno peruano ha formación de las relaciones entre el Estado y los actores sociales. La simple
reforzado en 1985 la ley de estabilidad laboral, aprobada por el APRA y formulación de una negociación entre gobierno, empresarios y sindicatos
la Izquierda Unida. significa que el Estado se ha definido no como instrumento de integración
La intervención del Estado en las condiciones de trabajo no sola- sociopolítica y por vías de consecuencia como agente de control de los
mente disminuye la capacidad de negociación directa, sino que también la actores socioeconómicos, sino al contrario como propiamente estatal, de-
formación de conflictos y reivindicaciones fuera del control sindical, de finiendo las condiciones de equilibrio y reactivación de la economía nacio-
manera análoga a las wildcat strikes que tienen tanta importancia en los paí- nal y reconociendo la necesidad de una negociación entre actores que, sin
ses socialdemócratas, como Suecia e Inglaterra, donde se creó después de la ser directa e independiente del Estado, tiende a definirse en términos menos
Primera Guerra Mundial un verdadero sindicato dentro del sindicato, los políticos, menos globales. El tema del pacto social aparece aún más impor-
delegados de taller {shop stewards) más radicales y, a menudo, controlados tante si se compara con otras interpretaciones de la evolución del sindica-
por el Partido Comunista. En Brasil, entre 1945 y 1964, existió una tenden- lismo.
cia casi permanente en la formación de un sindicalismo dual. El estudio re- Conviene aquí referirse más específicamente al caso brasileño duran-
ciente de O. Quamina (1984) describe la situación en la Compañía Deme- te el período 1975-85, a la formación del "novo sindicalismo" que se dividió
rata de Bauxita, empresa nacionalizada que representa el 40 por ciento de rápidamente entre dos tendencias fuertemente divergentes. María Herminia
las exportaciones del país y cuyo sindicato tiene gran peso en un sistema T. de Almeyda (1982), apoyándose en la idea de una dualización creciente
político conflictivo. La cúpula sindical se burocratizó y dejó de representar del mundo industrial brasileño, interpreta el "novo sindicalismo" como el
de manera adecuada a las reivindicaciones. Los obreros, los más altamente esfuerzo del sector moderno para liberarse de las reglas generales de la
pagados del país, después de haber organizado un movimiento nacionalista "CLT" getulista y para aprovechar su fuerte poder de negociación frente a
étnico, formaron un sindicato disidente y, por fin, apoyaron a partidos de las empresas. Los sectores obreros con débil posición en el mercado defen-
oposición. La productividad bajó y se inició una huelga "salvaje". derían la intervención estatal. Existen, sin duda, tendencias a la negocia-
El movimiento de los cordones industriales en Chile en 1972-73, ción directa en los sectores modernos; fueron presentes en Osasco en 1968,
a pesar de su significado básicamente político, tuvo también una función como en Sao Bernardo en 1978; pero esta presión económica directa no
de "huelga salvaje". ¿Puede la crisis económica actual transformar esta si- puede ser separada ni de la formación de una acción clasista ni de una orien-
tuación y obligar a los sindicatos, a los empresarios y los gobiernos a elabo- tación política vinculada al proceso de apertura que vive Brasil a partir de
rar políticas de pacto social de tipo laborista o socialdemócrata? La lucha 1975. Este peso de la situación política siempre fue subrayado por F. Wef-
contra la inflación requiere una política y salarios que implican negociacio- fort, pero los debates, por ejemplo, entre este autor, que insiste en el papel
nes del gobierno con asociaciones empresariales y sindicatos de trabajado- de los trabajadores con elementos de constitución de una política demo-
res igualmente fuertes. Pero los sindicatos en general tienen miedo de parti- crática, y L. M. Rodríguez (1979), que da la prioridad a la formación de un
cipar en una política neoliberal dominada por la alianza del Estado y de las bloque democrático liberal, no alcanzan a definir las formas de intervención
grandes empresas y subordinada a la presión del "FMI". sindical que corresponden a la nueva situación política económica.
222 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES
T CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 223

La idea de pacto social aparece central aunque frágil porque recono- la mayoría de los entrevistados, de origen urbano como rural, piensan que
ce el papel todavía central de la intervención del Estado y la presión, en todos los políticos son deshonestos y el que no lo es lo será después que
particular, en los sectores modernos para negociaciones más directas a nivel suba. Una mayoría aún más fuerte, 63 por ciento, piensa que el gobierno
de las empresas. tendría que prohibir ciertos partidos políticos (de los cuales la mitad quiere
prohibir en particular a socialistas y comunistas y menos de la mitad a otros
partidos, pero no a éstos). Estos datos se refieren en los años 60 a países
2. La orientación política de regímenes diferentes; democrático en Chile, en crisis política profunda y
en el momento de subida al poder de una Junta Militar en el Perú. ¿De-
La subordinación de la acción sindical a la acción política ya fue muestra la tesis del autoritarismo de la clase obrera? La respuesta es que
indicada como la característica más específica del sindicalismo latinoameri- estos resultados como el análisis general presentado aquí y por otros auto-
cano. Conviene ahora insistir en una consecuencia inesperada de esta situa- res indican la debilidad del tema de la democracia en el modelo sociopolí-
ción. El tema de la ciudadanía de los trabajadores fue dominante, por ejem- tico latinoamericano más que la ausencia relativa de orientación democrá-
plo, en Argentina, donde la CGT peronista proclamaba como su meta prin- tica de la clase obrera. La pregunta central sobre la preferencia por un par-
cipal no la lucha de clases, sino la participación total de los trabajadores a tido o varios está sesgada por su ambigüedad, confunde dos problemas dis-
la vida pública y a las decisiones políticas. tintos. El primero es la conciencia de ser representado o no dentro del
No se creó en América Latina la larga exclusión política de los obre- sistema de partidos; el segundo es un juicio más general sobre la democra-
ros que tuvo tanta importancia en la formación de la conciencia de clase en cia. La dificultad es que, si bien es cierto no hay democracia sin pluralidad
Gran Bretaña. Pero sí la acción sindical está subordinada a mecanismos de partidos, la recíproca no es exacta: existen muchos regímenes multipar-
-democráticos o no- de integración social (¿sería, entonces, una orienta- tidistas y no democráticos. En América Latina la realidad más permanente
ción más clasista de la conciencia obrera que no rechaza la democracia po- es la relación directa y subordinada de los actores o grupos sociales con el
lítica para afirmar su propia identidad?). Este tema puede encontrar la idea aparato estatal, lo que en regímenes autoritarios se transforman en corpo-
del autoritarismo obrero introducida por Lipset por un camino diferente. ratisme. Los grupos dominantes no son democráticos en el sentido de ser
Según éste la orientación democrática es vinculada a un grado alto de partidarios de una participación electoral y política extendida a todos.
participación y de institucionalización de las demandas. Los obreros, por Las clases medias, al contrario, defienden canales de participación
razones profesionales, económicas y políticas, tienen un nivel bajo de partici- política que les permiten una influencia política real sin amenazar la oligar-
pación y entonces actúan de manera heterónoma, apoyando líderes autori- quía o el poder estatal. Están divididas en cuanto a una apertura política
tarios que prometen romper las barreras edificadas por la oligarquía y las ilimitada que les quitaría ciertos privilegios conquistados a través de su in-
clases medias superiores contra la participación popular. fluencia política. Así parece adecuado insistir en la oposición general entre
El movimiento peronista entre 1943 y 1946 aparece como una de- el modelo de la democracia representativa y el modelo político nacional
mostración clara de esta tesis. El pensamiento de G. Germani (1962) se for- popular latinoamericano.
mó en torno a esta evidencia: una democracia, limitada a pesar de su aper- En cuanto a la clase obrera, la conclusión que corresponde más a
tura relativa, fue desbordada por la fuerte movilización de un millón de los datos, pero que puede sorprender, es la fuerte demanda de un partido
nuevos obreros llegados al Gran Buenos Aires entre 1935 y 1945 y los re- obrero y eventualmente de su carácter dominante. Idea compleja y en mu-
cién llegados movilizados y no integrados apoyaron una política autorita- chos aspectos contradictoria. Los obreros chilenos atacan a los políticos y
ria para conseguir un grado más alto de participación política y económica. los partidos con factores de división de la clase obrera. La preferencia por
Muchos estudios influidos por Germani relacionan a los migrantes con el un partido es explicitada por la mayoría como voluntad de crear un partido
autoritarismo y explican, por ejemplo, el apoyo masivo recibido por Pérez de la clase obrera. En Argentina el Partido Justicialista, peronista, fue consi-
Jiménez, Leguía y Odría o Rojas Pinilla en los barrios más pobres de las derado hasta las elecciones de 1983 como el partido de los obreros que
grandes ciudades en Venezuela, Perú y Colombia. Estudios realizados en el obtenía mayorías arrasadoras en los municipios obreros del Gran Buenos
Perú por Briones y Mejía (1964) y en Chile por Nazar (1972) muestran que Aires.
los obreros más incorporados a la vida urbana votan más a menudo por la
izquierda o los independientes y menos por la derecha. Pero casi la mitad El "PTB" fue considerado en el Brasil postgetulista como un partido
de los obreros en ambos países prefieren un sistema político con un solo obrero, como la "AD" en Venezuela. Esta idea es o no democrática, según
partido que con varios. la naturaleza del sistema político. La situación institucional determina las
En el estudio peruano: 43.2 por ciento prefieren un solo partido y preferencias y no al revés. La meta constante de los obreros es mantener un
38.7 por ciento varios. En Chile 49 de los calificados, 50 de los semicalifica- alto nivel de influencia política. G. Ducatanzeiller (1975) ha dedicado su
dos y 56 de los sin calificación prefieren un solo partido contra 45, 44 y análisis del sindicalismo argentino de 1955-74 a demostrar esta tesis que
36 por ciento que prefieren varios partidos (5.4,6 y 6 por ciento prefieren explica la formación del "vandorismo" y el apoyo repentino después de
que no existan partidos). En Perú las respuestas en favor de un solo partido 1976 del sindicalismo al régimen militar, al mismo tiempo que la oposición
son más numerosas entre los obreros que prefieren la izquierda. En Chile, obrera al régimen radical que había puesto al peronismo fuera de la ley.
224 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 225

De manera inversa, en Chile el mundo obrero ha participado del Durante la revolución mexicana los obreros mantuvieron hasta 1914 una
sistema democrático y no ha apoyado al golpe militar de 1973, bien acogido posición de espera. Sólo en 1915 Obregón se acerca a los dirigentes sindi-
por las categorías acomodadas. cales de Carranza. El pacto del 17 de febrero de 1915 determina la subor-
El problema del autoritarismo obrero es mal planteado y puede dinación del sindicalismo al frente político, lo que provoca la oposición
conducir a interpretaciones falsas de un modelo político muy diferente de los anarquistas y de los ferrocarrileros afiliados a la "IWW". Los antiguos
del caso norteamericano al cual se refiere Lipset. dirigentes sindicales son ahogados en la masa de nuevos sindicatos, sin
Las discusiones sobre la relación del sindicalismo con los partidos conciencia de clase. Así se define desde el comienzo una orientación no re-
políticos son, en realidad, obscurecidas por una ausencia de definición del volucionaria que llegará en el período 1923-27 al apoyo de la "CROM" a
papel de los partidos en América Latina. La vinculación de sindicatos con la lucha del poder político con la "CGT" y los IWW.
partidos de izquierda es constante, tanto en el modelo socialdemócrata como El caso colombiano presenta una forma más especial de participa-
en el modelo leninista, pero en ambos casos el partido está definido, por lo ción política. Esta es más indirecta y limitada que en los regímenes popu-
menos en parte, como representativo de los intereses obreros. La relación listas. Existe una separación más que una fusión entre defensa de intereses
sindicato-partido aparece, entonces, casi como una condición de formación sociales y participación política. Los sindicatos pueden atacar el poder po-
del movimiento obrero, más allá de los objetivos reivindicativos de los sin- lítico sin combatir a una dominación de clase. Separación que D. Pecaut
dicatos. En América Latina los partidos no suelen tener una función repre- define como central en un sindicalismo que crea mucha "disponibilidad po-
sentativa; son más bien imágenes del Estado que elementos de un sistema lítica" pero poca capacidad movilizadora de clase. Lo que deja a movimien-
político. Lo que corresponde a una política de participación más que de re- tos políticos como el "gaitanismo", pero también como la "ANAPO", la
presentación. En estas condiciones la dependencia de un partido significa tarea de expresar las reivindicaciones de clase. De manera más radical aún
para un sindicato la subordinación a un tipo de intervención estatal y no la D. Pecaut (1973) escribe: "El nacionalismo o la oposición al patronato son,
capacidad de elaborar un proyecto alternativo de sociedad. Por eso, la au- finalmente, menos influidos por las relaciones sociales en la empresa que por
tonomización de la acción sindical está acompañada a menudo de una reac- aquellas que se definen en el contexto urbano. Así es en la metrópoli en la
ción antipartidos e incluso antiinstituciones políticas. cual el modelo liberal de industrialización tiene poca relevancia que siempre
Si se considera otra dimensión de la vida pública, el sindicalismo no se encuentran las referencias más claras a los conflictos de clase. La movi-
parece tener un papel central de los movimientos antiimperialistas. En Ve- lización de clase aparece de las formas de acción en la empresa. El sindica-
nezuela la mayoría de los obreros en una encuesta del CENDES se decla- lismo, en oposición con los movimientos urbanos, se ubica dentro del mo-
ran opuestos a la nacionalización del petróleo. En Chile una proporción delo liberal en las grandes empresas nacionales de Medellín o extranjeras de
fuerte de obreros considera que el capitalismo extranjero ha tenido efectos Cali, lo que puede ir hasta la creación de un sindicalismo amarillo dominado
positivos más que negativos. En Colombia D. Pecaut (1973) observa la misma por la empresa".
debilidad del tema antiimperialista en la clase obrera, mientras es fuerte en El caso colombiano, que corresponde a una situación muy alejada
los movimientos urbanos. Lo que se explica a la vez por la importancia de en general del populismo, no constituye, sin embargo, un caso de sindicalis-
las empresas extranjeras que dan sueldos encima del promedio y aceptan más mo de clase o de negociación, sino más bien una forma especial de subordi-
fácilmente negociar con sindicatos y por la importancia de las negociaciones nación de la acción propiamente sindical a la participación en el sistema
económicas en el caso de los obreros, mientras ciertos grupos como los es- político.
tudiantes dan más importancia a la lucha global contra el imperialismo. Esta conclusión puede ser generalizada en acuerdo con el análisis
De manera más general, si la participación política de los sindicatos de los procesos de movilización. Los conflictos de clases están constante-
es importante lo es también la movilización política de los obreros organiza- mente presentes, pero nunca son la única dimensión y raras veces la dimen-
dos aunque no parecen fuertes. La dependencia de los sindicatos frente a los sión predominante de las luchas sociales. La dualización del mundo indus-
partidos puede explicar esta ausencia de iniciativa política. El contraste trial y obrero, la importancia del sector informal, la extrema heterogeneidad
con los países europeos en sus períodos de industrialización, es decir en el de la clase obrera, explican la tendencia constante a una división interna de la
caso de los países de Europa central y oriental con régimen comunista, du- acción sindical. Por un lado una defensa económica que a veces se acerca al
rante los 30 últimos años es meridiano. modelo que la "AFL-CIO" norteamericana intenta difundir en el continente
La historia social europea fue dominada por grandes movilizaciones y que indica una presión sociopolítica hacia la incorporación de sectores
políticas obreras desde las jornadas de junio de 1848 y la Comuna de París obreros dentro de la clase media, es decir, de las categorías con acceso a la
hasta las grandes huelgas políticas del frente popular en el caso francés. influencia política. Por el otro lado, un movimiento más popular que obrero,
De la misma manera, el proceso de industrialización de los países más organizado en los barrios que en las empresas, a la vez más radical y
de Europa central y oriental, con régimen comunista, fue dominado por más heterónomo y que puede acercarse al modelo descrito por Oscar Lewis
sublevaciones obreras de carácter político global en Alemania Oriental, en los barrios pobres en San Juan de Puerto Rico: acción comunitaria pero
Hungría, Polonia, Checoslovaquia y Rumania y de nuevo en Polonia. En también "clientelista", discontinua y más subordinada a las crisis internas
América Latina, al contrario, la participación dependiente de los sindi- del sistema político que a los problemas propios del grupo popular consi-
catos es el obstáculo mayor a la acción revolucionaria de una clase obrera. derado.
226 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 227

El ejemplo del "FUT" ecuatoriano entre 1981 y 1985 demuestra se identifica casi nunca con una acción de clase. Está constantemente divi-
la fuerza movilizadora del tema del poder popular de la misma manera que dido entre dos tendencias opuestas y complementarias. Por un lado la in-
en Bolivia y en Chile, en los tiempos de Torres y de Allende. La idea de un corporación prioritaria a un sistema político nacional popular; por el otro,
poder popular combina acción clasista de grupos obreros, reivindicaciones la resistencia de tipo popular revolucionario a este sistema político y a
económicas de consumidores golpeados por la crisis económica y conciencia sus esfuerzos de incorporación de algunas categorías de asalariados. Con-
de barrio o comunidades populares contra los "barrios altos" ricos y los vendría agregar a estos dos tipos principales la importancia creciente de los
centros de decisión. ¿Constituyen estos movimientos populares una primera sindicatos de empleados privados o públicos, bancarios o maestros en parti-
etapa en la formación del movimiento obrero y corresponden al espíritu cular, que luchan contra la baja de su nivel de vida, en muchos países más
del movimiento de junio de 1848 o de la Comuna de Pris de 1870-71 en el acentuada que la de los trabajadores manuales. En Bolivia, por ejemplo,
caso francés? a partir de 1982, hubo más conflictos laborales en este sector que en el
Tal comparación resulta peligrosa: implica la idea de un desarrollo sector obrero, y en Brasil en 1985 la huelga nacional de los bancarios indi-
normal y general de la acción obrera que oculta los rasgos específicos del có un grado muy alto de movilización. Estos conflictos tienen metas econó-
modelo de desarrollo latinoamericano. Durante las primeras etapas de la micas pero buscan la estrategia política que aumente su capacidad de presión.
industrialización francesa o inglesa existe cierta dualización de la clase obre- En conclusión, no se puede negar que existe una tendencia, en espe-
ra entre obreros calificados ocupando una posición fuerte en el mercado cial en los países más industrializados del continente, a una autonomía
de trabajo y obreros -u obreras- sin calificación en las industrias de masa, creciente de la acción judicial, pero esta tendencia general se encuentra limi-
en particular textiles, que constituyen una heterogeneidad de la situación tada en el período actual por dos formas complementarias de subordinación
económica y de la capacidad de negociación. En el caso latinoamericano del sistema político: por un lado, sectores estables y con mayor productivi-
predomina la relación al sistema político y las garantías legales que otorga dad se incorporan al sistema de decisión política a través de una fuerte ra-
a categorías que constituyen su base social de apoyo y que a la vez son dicalización política; por el otro lado, sectores con menor capacidad de ne-
controladas por él, de tal manera que los núcleos organizados por un lado y gociación se incorporan en un movimiento popular que presiona desde afuera
las "masas populares" por el otro son igualmente subordinados al sistema del sistema político.
político, lo que no significa que no existan reivindicaciones o conciencia de
clase sino que éstas, en general, son heterónomas y pasan a través de canales 3. Los tipos de acción sindical
políticos diversificados. Por el otro lado se constituyen fuerzas sindicales
que defienden, en general a través de una ideología política extrema, los Dentro de este modelo general de acción sindical definido por la
intereses de grupos organizados, los que, por pertenecer al sector formal de ruptura relativa entre una base comunitaria más que clasista y una cúpula
la economía, tienen una situación económica mejor que gran parte de la que participe más directamente en el sistema político que a la movilización
población. No se trata aquí de un corporativismo integrado al aparato esta- social, existen diferencias relacionadas con variaciones a tres niveles: las
tal, como el sindicalismo de "Luz y Fuerza", en Argentina, sino más bien características de la mano de obra; el tipo de empresa y la política del Es-
al contrario de una oposición sindical o una política populista. Muy carac- tado.
terística es la oposición de la "CGTP" peruana, de orientación comunista, Si la oposición de los obreros urbanos y de los migrantes ha sido a
a la política de Alan García en 1985. El joven Presidente hizo la campaña veces exagerada y ha perdido importancia en países ya fuertemente urbani-
mostrando una pirámide de ingresos que ubican a los trabajadores sindicali- zados, como en el Cono Sur, constituye, sin embargo, un aspecto estructural
zados encima de los 75 por ciento más pobres de la población a los cuales importante de la situación obrera. De la misma manera, la oposición de las
él quería dar la prioridad. Los sindicalistas comunistas protestaron contra empresas tradicionales y de las empresas dinámicas, a pesar de la dificultad
su identificación con sectores relativamente privilegiados. La fuerza de los de indicar límites precisos entre ellas, tiene gran importancia, especialmente
sindicatos comunistas en muchos países está vinculada en este esfuerzo de en un período de concentración creciente de los ingresos en las categorías
núcleos estables para incorporarse, a través de posiciones muy radicales, en ricas, lo que facilita la expansión de las industrias de bienes duraderos como
un sistema político en el cual son representadas las categorías urbanas del automóviles, televisores y máquinas de línea blanca y el estancamiento de
sector formal más de los campesinos pobres o el sector urbano industrial. las industrias que distribuyen bienes de consumo no duradero en las capas
Más extremo aún es el caso de los mineros bolivianos entre los cua- populares: textil, cuero, alimentos básicos. Finalmente, la importancia en la
les el "PIR", de orientación comunista, y el "POR", de origen trotskista, actitud sindical de su influencia política obliga a separar Estados más libe-
han tenido gran influencia. Los temas más obreristas y revolucionarios no rales o más intervencionistas, es decir, políticas económicas dirigidas antes
impidieron a la Federación de los mineros y de sus dirigentes de participar que nada "hacia afuera" y políticas "hacia adentro". Cada una de estas tres
muy activamente en los gobiernos "MNR", en particular entre 1960 y 64, y dimensiones determina una dimensión importante de la acción sindical. Los
de nuevo en los gobiernos Torres, Geiler y Siles. De manera más masiva y obreros estables tienen reivindicaciones más profesionales, corporativas que
moderada la CUT chilena, apoyada en las grandes empresas públicas y pri- los obreros inmigrados o de sectores arcaicos que tienen una orientación
vadas, actuó más, durante la Unidad Popular, como fuerza de integración a la vez más comunitaria y más dependiente del poder político y de medi-
y defensa política que como agente de lucha de clase. Así el sindicalismo no das asistenciales. En las empresas más dinámicas aparecen más fácilmente
228 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES
1 CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 229

estrategias de negociación colectiva, mientras en las empresas tradicionales o De manera diferente los tipos (5) y (6) dan la prioridad a la acción
en crisis la acción sindical se dirige hacia el Estado como se observó, por política. El tipo (6) se ubica en el sector moderno. El caso de Guayana, ya
ejemplo, en la industria azucarera de Tucumán, cuando entró en una crisis señalado, es un ejemplo extremo.
cuyas consecuencias sociales y políticas han sido analizadas por S. Sigal El caso (5) es el más típico de América Latina. El sindicalismo cha-
(1970). Finalmente, en un Estado más intervencionista corresponde un sin- rro o pelego pertenece a este tipo. El caso (3) existe en empresas tradicio-
dicalismo que da más importancia a la participación política. nales con obreros calificados, en particular en la construcción.
El último (8) corresponde a lo que Peter Heintz llamó "integración
neofeudal de la empresa", porque el papel central otorgado a la negociación
TIPOS DE ACCIÓN SINDICAL en América Latina no llega al mismo resultado que en una economía libe-
ral de tipo norteamericano. Al contrario, se encuentra manipulado por las
ESTADO empresas que impiden al sindicato tener influencia política.
Esta tipología ilustra el tema central de este capítulo. Manda siempre
Intervencionista Liberal la intervención política sobre la capacidad movilizadora y negociadora.
Los obreros peruanos interrogados por Briones y Mejía (1964) sobre quién
Empresa Empresa Empresa Empresa
dinámica
se esfuerza más por resolver los problemas del país, contestan: el gobierno
tradicional dinámica tradicional
(4)
61.9 por ciento, los partidos 14.9, las organizaciones religiosas 12.7, los
(1) (2) (3)
sindicatos 40.4, el ejército 24.4 por ciento.
Profesional + Profesional + Profesional + Profesional + Si uno agrega que este predominio de la integración política puede
Estabilizados Negociación- Negociación* Negociación- Negociación+ tomar la forma de corporación que será examinada como parte de los regí-
Política + Política + Política — Política - menes autoritarios, se puede concluir, entonces, que el sindicalismo latino-
Client elismo Estrategia Núcleos Reformismo americano no es mayormente un actor de clase y tampoco un factor de de-
Político Autónoma Sindicales Negociador
mocracia. Existen conflictos con fuerte contenido de clase y, en ciertos ca-
Obreros
sos, como Bolivia en el año 1979, los sindicatos se movilizan de manera
(5) (6) (7) (8) decisiva en favor de la democracia. Pero conviene recordar que no hubo tal
movilización ni en Brasil en 1974 ni en Chile en 1973, ni mucho menos en
Profesional — Profesional — Profesional — Profesional — Argentina en 1976. Los sindicatos son antes que nada parte del sistema
Negociación- Negociación+ Negociación- Negociación+
Política — Política —
político y pierden su fuerza cuando éste está destruido o transformado.
Migrantes Política + Política +
De manera inversa, Mario dos Santos (1984) dice, con razón: "El hecho mis-
Politización Intervención Defensa Integración mo de la concertación social depende de la existencia de un pacto polí-
Dependiente Sociopolítica Comunitaria "Neofeudal" tico democrático", lo que corresponde a la prioridad de la política sobre lo
A la Empresa social.
Esta situación amenaza la capacidad de la acción sindical. Por un la-
do, los sindicatos participan en alianzas con la clase media e incluso con
Los tipos extremos son (2) y (7). El tipo (7) corresponde a la defensa grupos que los partidos comunistas identifican como burguesía nacional;
comunitaria tal como la hemos estudiado en las minas chilenas de Lota y por otro lado, estallan conflictos de defensa puramente económica o de
Coronel. Aquí se encuentra el grado más alto de movilización local, "hacia defensa comunitaria. La relación entre base y cúpula siempre es frágil. J. C.
adentro", de cierta manera hacia la afirmación de una identidad colectiva Torres y F. Delich observan en el caso argentino una agravación en el últi-
pero con poca capacidad de influencia política y de negociación. Opuesto mo gobierno peronista -1973-76— de esta distancia, lo cual ocasiona una
es el caso (2) de formación de una acción sindical autónoma y a la vez inte- profunda crisis de representatividad. La tendencia a la autonomía sindical
grada al sistema político. Se trata del nivel más alto posible de autonomía que se observa en algunos países sigue siendo limitada. Existen pocos sin-
de la acción sindical dentro del modelo latinoamericano. El sindicalismo dicatos que sean actores de clase o solamente negociadores. El sindicalismo
nuevo de los metalúrgicos paulistas es un ejemplo de este tipo. latinoamericano, a pesar de las esperanzas del "AFL-CIO", no se acerca al
El tipo (4) es semejante a muchos sindicatos negociadores de acuer- sindicalismo de negociación colectiva. La hipótesis de H. Landsberger (1969)
dos colectivos: defienden intereses profesionales a través de una negociación. de una evolución de los sindicatos hacia una acción más pragmática y menos
Tal fue la orientación de los sindicatos reformadores, a veces cristianos, ideológica no corresponde a la realidad de los últimos 20 años. De manera
que se crearon en Sao Paulo antes del golpe del 64. inversa, Landsberger, con razón, critica las presentaciones del sindicalismo
Sindicatos de grandes empresas extranjeras en Brasil, por ejemplo, latinoamericano como fuerza revolucionaria. Salvo en países marxista-leni-
son de este tipo. De manera opuesta el tipo (1) incorpora directamente in- nistas, tampoco se identifica el sindicato con la acción de un partido.
tereses profesionales a una estrategia política. Se trata al límite de corpora- Aun en México, su autonomía es mucho más grande que en los
tismo. Es uno de los tipos más difundidos en América Latina. países comunistas. La transformación del sindicalismo deriva en la mutación
230 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES

del sistema político y social, además que constituye un factor decisivo de


r CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO

Existe un modelo sociopolítico latinoamericano, diferente tanto


231

esta mutación. del modelo de los países capitalistas centrales como del modelo comunista
Finalmente conviene observar el aumento acelerado de las diferen- nacionalista del Segundo Mundo y del nacionalismo comunitario de gran
cias entre países. Tres países representan más de 3/4 partes de la produc- parte del Tercer Mundo.
ción industrial del continente: Brasil, México y Argentina cuentan por En un sentido estricto, no existen movimientos campesinos y/u
43.3, 24.2 y 10.2 por ciento el valor agregado del sector manufacturero en obreros en América Latina, sino participación de luchas campesinas
América Latina y en estos países la industria está fuertemente concentrada y/u obreras en este modelo general de acción sociopolítica.
en pocas regiones, como el Estado de Sao Paulo, el Distrito Federal, el Esta interdependencia de la movilización social y de la intervención
Estado de México y Nuevo León, o el Gran Buenos Aires. En los países política es la característica central del modelo latinoamericano. En Europa
andinos, en tanto, no solamente la industria es relativamente más débil, Occidental y en América del Norte está afirmado el carácter fundamental,
sino que estos países son confrontados con problemas agrarios o políticos infraestructura de las relaciones y de los conflictos y movimientos sociales.
mucho más apremiantes que las reivindicaciones obreras. El caso boliviano En el mundo comunista el Partido Estado es el actor central y no hay separa-
no es una excepción a esta observación general porque la "COB" no puede ción de lo social, lo político y lo estatal. En Africa, y más aún en el conjun-
ser reducida a una organización sindical. En los países o regiones más indus- to del mundo islámico, se mantiene un principio cultural o religioso de
trializados aumenta la autonomía de la acción sindical, especialmente en las unidad de toda la vida social.
industrias modernas. En los países con mercado interno reducido y dife- En América Latina, al contrario, existe una interdependencia entre
renciación limitada de la producción industrial, la acción sindical se funde lo social, lo político y lo estatal, que significa, a la vez, una autonomía re-
más fácilmente dentro de movimientos populares a la vez más políticos y lativa de cada sector de acción colectiva y la imposibilidad de definir uno
más comunitarios y clasistas. Lo que indica un cambio profundo en relación de ellos independientemente de sus relaciones con los demás.
con los años 50 y 60, cuando los núcleos más activos de acción sindical se Las luchas campesinas son las más dependientes de una organización
encontraba en los países de enclaves mineros como Chile, Bolivia y Perú. política estatal que tuvo, en general, gran capacidad de adaptación.
Después de una primera fase dominada por núcleos clasistas en minas y El sindicalismo obrero demuestra, en el período reciente, fuertes
puertos, el sindicalismo fue dominado por las intervenciones nacional popu- tendencias a la autonomización a medida que se organiza más coherente-
lares del Estado. Ahora, en una tercera fase, el sindicalismo juega un papel mente una sociedad industrial en ciertas partes del continente.
más importante; por un lado en sistemas nacional populares en crisis, donde Sin embargo, la participación, siempre dependiente, del sindicalis-
participa como elemento central en movimientos populares y por el otro mo en el sistema político sigue teniendo una importancia central.
lado, en las regiones industrializadas donde se forman sindicatos indepen- La idea de un modelo sociopolítico central latinoamericano se en-
dientes, siempre relacionados a los partidos políticos, pero que aumentan cuentra fortalecida —y no debilitada- por la observación de que existen zo-
la capacidad de negociación directa de los asalariados con las empresas. nas fronterizas entre este modelo y otros. Existen también formas de ac-
El estudio del sindicalismo urbano, como de los sistemas políticos, ción sindical y de representación política, por ejemplo, en Chile en el pe-
tiene que encontrar su camino entre dos errores opuestos. Por un lado, la ríodo 1938-73, que se acercan mucho al modelo europeo occidental con
tesis, inspirada de algunos países ya industrializados, de una evolución nor- una organización bastante autónoma de actores sociales y la formación de
mal hacia un sindicalismo de "collective bargaining", por el otro, el ol- partidos definidos por sus vínculos con fuerzas sociales.
vido de la maduración industrial del continente que da una creciente impor- Existen, asimismo, en el Caribe, y de manera más marginal en algunos
tancia y autonomía a los conflictos estructurales, a los movimientos socia- países andinos, movimientos de tipo comunitario, más próximos al modelo
les, en el sentido estricto de la palabra, en relación con los conflictos orga- africano e islámico que del modelo latinoamericano. Lo que permite, tam-
nizados alrededor del control del proceso de cambio histórico. bién, salir de discusiones confusas alrededor del populismo. La mayor parte
Si bien es cierto que el sindicalismo latinoamericano no se acerca de las definiciones hacen del populismo una tendencia muy parcial de siste-
mayormente a un modelo norteamericano, que, además, se encuentra en cri- mas políticos muy diversos.
sis profunda, tampoco se puede olvidar que los problemas internos de la En realidad, conviene abandonar estas discusiones impresionísticas
sociedad industrial ganan terreno en América Latina frente a los procesos y reconocer la existencia, más allá de tal o cual tipo de sistema político, de
de industrialización y a sus problemas políticos. un modelo general definido, no por una ideología ni por una base social,
sino, de manera muy distinta, por un tipo específico de vinculación entre
CONCLUSION DE LA TERCERA PARTE Estado, sistema político y factores sociales.
Este modelo sociopolítico latinoamericano no está vinculado a una
El estudio de las políticas nacional populares y de las luchas campesinas y coyuntura económica o política precisa, ni es la expresión política de la sus-
obreras ha demostrado que cada una de estas formas de acción colectiva, titución de importaciones. Su existencia está determinada de manera más
política y social, en lugar de referirse a representaciones distintas de la estructural por un modelo de cambio histórico, el desarrollo dependiente.
organización social y del cambio histórico, son formas particulares de un Al contrario, la sustitución de importaciones, por importante que sea este pro-
solo modelo de acción colectiva, manifiestan la misma pauta de ésta. ceso histórico, nunca representó la única lógica de la situación económica.
ir

232 TERCERA PARTE / INTERVENCIÓN ESTATAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES CAPITULO III / EL SINDICALISMO OBRERO 233

sino solamente un aspecto particular del desarrollo dependiente. Es im- Por eso, no conviene separar análisis histórico y estudio de la reali-
portante estar consciente, a esta altura del análisis, de la necesidad de romper dad económico-social presente. Además, en muchos países, los regímenes
con una interpretación economicista, o, más precisamente, con un énfasis autoritarios han cortado la memoria colectiva, creando una discontinuidad
en la coyuntura económica que implique el presupuesto de que las formas en el debate social y político, que se transforma en un obstáculo mayor al
de organización social y política en el continente son casi totalmente deter- análisis de los problemas actuales y a la búsqueda de soluciones nuevas.
minadas por cambios en la economía mundial y en sus centros de decisión. Conviene contribuir a la restauración del espacio democrático revinculan-
Contra la idea de que las transformaciones económicas determinan do el presente con el pasado y demostrando la necesidad permanente de
un cambio político, defenderemos la idea de que todas las transformaciones comprender una sociedad como una red de relaciones entre actores, mien-
políticas, económicas y en parte culturales proceden de la ruptura del tras los regímenes autoritarios intentan reemplazar a los actores y a sus
modelo central y del principio de unificación —o por lo menos de interde- conflictos o negociaciones por un principio único de explicaciones de la
pendencia— que une a los tres sectores de la vida social. realidad social, ya sea que se trate de las leyes del mercado o de las leyes
Tal es el enfoque escogido en este análisis: sustituir un análisis de de la historia, que son igualmente concepciones ideológicas al servicio de
las situaciones y de sus "efectos sociales" por la construcción de un modelo un poder absoluto.
de acción colectiva correspondiente a un modelo de desarrollo y determi-
nando, a través de las pautas de acción colectiva y de intervención polí-
tica, la formación de las políticas económicas o sociales y las formas de
organización social y cultural.
Pero tampoco es ahistórico este modelo latinoamericano de desa-
rrollo. Conviene, entonces, examinar los factores de desintegración o de
transformación de las formas clásicas de interdependencia de la interven-
ción del Estado, de los procesos políticos y de los movimientos sociales.
¿Cómo pensar que medio siglo de crecimiento económico, de urbanización
y de difusión de la cultura de masa no ha transformado un tipo específico
de integración de problemas sociales estructurales y de proceso político
de cambio? De manera complementaria: ¿cómo imaginar que la mayor crisis
económica del período que azota al continente de manera dramática en los
años 80 no ha debilitado un sistema sociopolítico profundamente vinculado
con un crecimiento sostenido y rápido?
Conviene, entonces, entrar en la segunda etapa de este análisis y
considerar en primer lugar las fuerzas de asociación del modelo clásico y
de autonomización del Estado, de las instituciones representativas y de
los movimientos populares y analizar, después, las transformaciones funda-
mentales que, a través de los regímenes autoritarios, de la crisis económica
y de los procesos de democratización, llegan a romper el modelo latinoameri-
cano de desarrollo o, por lo menos, a cambiar su funcionamiento.
Lo que aumenta la distancia entre nuevos países industriales y paí-
ses que no han resuelto los problemas de su integración nacional y de su
desarrollo económico y se hunden en crisis ingobernables o rompen con el
modelo clásico acercándose al modelo comunista de cambio social. Después
de haber definido las condiciones históricas y los atributos del modelo la-
tinoamericano clásico conviene analizar sus formas de descomposición y
transformación.
Pero el estudio de estos fenómenos no puede ser identificado al
análisis de un nuevo período, de una nueva coyuntura. Siempre se demos-
trará la necesidad de referirse al modelo clásico y a sus tendencias internas.
El interés del público da la prioridad a los acontecimientos más re-
cientes, a los problemas que requieren soluciones nuevas y urgentes. Sin
embargo, ni el crecimiento ni la crisis suprimen la existencia y la resistencia
de un modelo sociopolítico específico, de la estructura del espacio interno
de la sociedad latinoamericana.
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- 1972 Participaçào e conflicto industrial: Contagem e Osasco, serie Cuadernos CEBRAP, num.
5 (Sao Paulo, CEBRAP).
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r LISTA DE PUBLICACIONES1 PREALC

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El impacto ocupacional de la inversión pública en Bolivia. Marzo 1980. (N0 182).
Ecuador: Requerimientos de ingenieros y tecnólogos en el Litoral 1980-90. Marzo 1980.
(N0183).
Los trabajadores por cuenta propia en Santiago. Marzo 1980. (N0 184).
Reconstrucción de un camino rural con uso intensivo de mano de obra y participación de
la comunidad. Abril 1980. (N0 185).
Necesidades de capacitación de los trabajadores por cuenta propia en Santiago. Abril
1980. (N0 186).
Bases para la planificación de los recursos humanos en Ecuador. 2 v. Junio 1980. (N0
187)*.
Essays on Brazilian growth, wages and poverty. Julio 1980. (N0 188).
Panamá: Estrategia de necesidades básicas y empleo. Julio 1980. (N0 189).

Las publicaciones del PREALC pueden obtenerse en Alonso de Córdova 4212, o escribiendo a Ca-
silla 61 8, Santiago de Chile.
Agotado.
248 LISTA DE PUBLICACIONES PREALC LISTA DE PUBLICACIONES PREALC 249

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Colombia). Agosto 1980. (N0 191). 1982. (N 215)*.
Elasticidad de sustitución: Evaluación crítica e implicaciones para políticas de empleo en Panamá: Segmentación del mercado de trabajo. Estadísticas básicas. Septiembre 1982.
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Empleo y distribución del ingreso en Venezuela. Septiembre 1980. (N0 193). Remuneraciones, precios e importaciones de bienes. Ecuador 1982. Septiembre 1982
(N0217). y
Empleo y salarios en Nicaragua. Septiembre 1980. (N0 194).
La devolución del Canal de Panamá y su efecto sobre el empleo. Septiembre 1980. (N0 Desequilibrio externo y empleo en Brasil. Septiembre 1982. (N0 218)*.
195). Industrialización y necesidades básicas en América Latina. Octubre 1982. (N0 219)*.
Técnicas de planificación del empleo en América Latina y el Caribe. Septiembre 1980. Ajuste externo, empleo y salarios en América Latina y el Caribe. Noviembre 1982
(N0 196)*. (N0 220)*. También en inglés.
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(N0 197). La evolución de la pobreza rural en Panamá. Marzo 1983. (N0 222).
El subempleo en América Latina: Evolución histórica y requerimientos futuros. Marzo
1981. (N0 198). La evolución de la pobreza moral en Honduras. Marzo 1983. (N0 223).
Empleo de mano de obra en las haciendas del Valle Central de Chile: VI Región 1965- Efectos ocupacionales de los proyectos de inversión. Metodología y aplicación al caso de
1970-1976. Abrü 1981. (N0 199). la promoción industrial en la República Argentina. Abril 1983. (N 224)*.
Efecto en la generación de empleo de las exportaciones de productos industriales de Amé- Los Programas Especiales de Empleo: Algunas lecciones de la experiencia. Abril 1983.
rica Latina y el Caribe a los países desarrollados. Abril 1981. (N0 200). (N0 225).
Estructura y evolución salarial en el sector industrial moderno en Chile. Mayo 1981. (N0 Honduras: Situación y políticas de empleo en el corto plazo. Julio 1983. (N0 226).
201). Problemas metodológicos de una encuesta rural en Chile y estructura del empleo. Julio
Concepto de cambio técnico y diseño de una pauta básica de entrevista para un estudio 1983. (N0 227).
sobre tecnología en la industria metalmecánica en Venezuela. Mayo 1981. (N0 202). Los Programas Especiales de Empleo: Lecciones del Programa de Empleo Mínimo en Chi-
Capital goods and employment: Machines for the forestry and bakery industries in Chile. le Julio 1983. (N0 228).
Junio 1981. (N0 203). Producción de alimentos básicos y empleo en el Istmo Centroamericano. Agosto 1983.
Dinámica poblacional y empleo en Guatemala: Una síntesis. Agosto 1980 (N0 204). (N0 229)*.
Situación ocupacional de los pobres. Septiembre 1980. (N0 205)*. Efectos ocupacionales de la inversión pública. Proposiciones metodológicas y su aplica-
ción a algunas experiencias en Brasil. Octubre 1983. (N0 230).
Centroamérica y Panamá: Archivo de datos ocupacionales en el sector industrial. Octubre
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Guatemala: Estacionalidad y subempleo en el sector agropecuario. Octubre 1980. (N0
207)*. Monetarismo global y respuesta industrial: El caso de Chile. Marzo 1984. (N0 232).
Una aproximación a la estimación del efecto empleo de la fabricación de bienes de capi- Monetarismo global y respuesta industrial: El caso de Uruguay. Marzo 1984. (Nu 233).
tal en los países en desarrollo. Junio 1981. (N0 208). Panamá: Situación y perspectivas del empleo femenino. Marzo 1984. (N0 234).
El criterio empleo en la evaluación de proyectos. Septiembre 1981 .(N0 209)*. Costa Rica: Bases para una política de empleo en los años ochenta. Marzo 1984.
Small farmers and agricultural workers in Chile. Septiembre 1981. (N0 210). (N0 235).
Energía y empleo: El impacto de PROALCOOL en Brasil. Septiembre 1981. (N0 211). Panamá: Situación y perspectivas del empleo en el sector informal urbano. Marzo 1984.
(N0 236).
Empleo y planes de desarrollo 1970-1980. Marzo 1982. (N0 212).
Lineamientos para un plan de recursos humanos en Guatemala. Abril 1984 (N0 237).
Sectorialización de modelos económico-demográficos. Una propuesta para Brasil. Marzo
1982. (N0 213)*. Reactivación con transformación: El efecto empleo. Abril 1984. (N0 238).
Salarios e inflación. Argentina 1970-1983. Abril 1984. (N0 239).

Agotado. Agotado.
250 LISTA DE PUBLICACIONES PREALC LISTA DE PUBLICACIONES PREALC 251

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Panamá: Programa especial de empleo en obras públicas rurales. Mayo 1984. (N0 241). Guatemala: Pobreza rural y crédito agrícola al campesino. Junio 1985. (N0 266).
Los Programas Especiales de Empleo en Gran Bretaña. Mayo 1984. (N0 242). Panamá: Evolución y estructura de los salarios. Junio 1985. (N0 267).
Políticas del Ministerio del Trabajo y el empleo en una situación recesiva. El caso de Bra- Bases para la formulación de un programa de empleo de emergencia. Bolivia 1985-86. Ju-
sil. Junio 1984. (N0 243). lio 1985. (N0 268).
Políticas de vivienda y empleo. Julio 1984. (N0 244). Inestabilidad y complementariedad de las ocupaciones rurales en Guatemala. Agosto
Lincamientos para un sistema de información sobre el mercado de trabajo para orientar la 1985. (N0 269).
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Metodologías para evaluar los programas de inversiones y su impacto sobre el empleo. 270).
Septiembre 1984. (N0 246). Crisis del empleo en el Grupo Andino. Octubre 1985. (N0 271).
Ecuador: Aspectos redistributivos de la política económica, 1979-1983. Septiembre 1984. Enfoques alternativos sobre el mercado de trabajo; un examen de los modelos neo-
(N0 247). clásicos, keynesianos, neo-marxistas y de segmentación. Noviembre 1985. (N0 272).
El perfil del desempleo en una situación de economía recesiva. Septiembre 1984. (N0 Política de ingresos y factores sociales. Diciembre 1985. (N0 273).
248).
Fuentes del cambio en la estructura del sector industrial chileno: 1967-82. Marzo 1986.
Determinantes estructurales y coyunturales de la producción en la industria manufacture- (N0 274).
ra chilena: 1969-1983. Septiembre 1984. (N0 249).
Una nota sobre el impacto de la liberalización y apertura financiera sobre el sector manu-
Después de la crisis: Lecciones y perspectiva. Octubre 1984. (N0 250)*. facturero chüeno: 1974-1982. Abril 1986. (N0 275).
La creación de empleo en períodos de crisis. Octubre 1984. (N0 251). Human resources development from an employment perspective. Mayo 1986. (N0 276).
Una nota sobre tasa de inflación, márgenes de ganancias y tasa de interés. (Argentina
Sistemas de información para el análisis del mercado de trabajo. Junio 1986. (N0 277).
1970-83). Octubre 1984. (N0 252).
Costa Rica: Características de las microempresas y sus dueños. Noviembre 1984. (N0 Salarios reales y empleo bajo distintos regímenes macroeconómicos: Una aplicación para
253). Chile y Brasil. Julio 1986. (N0 278).
Una nota sobre la generación de divisas y empleo en la producción de alimentos en Chile. La evolución del empleo formal e informal en el sector servicios latinoamericano. Sep-
Diciembre 1984. (N0 254). tiembre 1986. (N0 279).
Barreras institucionales de entrada al sector informal en Lima Metropolitana. Enero 1985. Creación de empleo productivo: Una tarea impostergable. Septiembre 1986. (N0 280).
(N0 255). También en inglés.
Estructura agraria, mercado de trabajo y población rural en Guatemala. Febrero 1985. Políticas de ingresos y actores sociales. Septiembre 1986. (N0 281). También en inglés.
(N0256). Ajuste estructural y deuda social. Septiembre 1986. (N0 282). También en inglés.
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El impacto heterogéneo de la modernización agrícola sobre el mercado del trabajo. Abril Reactivación y transformación en el Cono Sur. Diciembre 1986. (N0 286).
1985. (N0 260).
Ajuste y empleo: Los desafíos del presente. Diciembre 1986. (N0 287).
Un modelo de política económica de corto plazo, empleo e ingresos. Perú, 1983. Abril
1985. (N0 261). Poverty and labour market in Costa Rica. Febrero 1987. (N0 288).
Antecedentes para el análisis del trabajo de los menores.Tres estudios: América Latina, Notes on segmented labour markets in urban areas. Febrero 1987. (N0 289).
Costa Rica y Brasil. Abril 1985. (N0 262). El ajuste frente a la crisis y sus efectos sobre el empleo en América Latina. Febrero 1987.
Ajuste externo e interno en Brasil. Mayo 1985. (N0 263). (N0 290).
Crisis, ajuste económico y costo social. Marzo 1987. (N0 291).
Estadísticas e indicadores socioeconómicos del Istmo Centroamericano. 1950-1980. Mar-
zo 1987. (N0 292).
Contenido, alcance y organización de un programa de empleo de emergencia para Bolivia.
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252 LISTA DE PUBLICACIONES PREALC LISTA DE PUBLICACIONES PREALC 253

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Sector informal: Estrategias ocupacionales y orientaciones ideológicas. C. Pifia. Julio Basic needs and the structure of production. A. García. Mayo 1984. PREALC/ISS.
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Necesidades básicas y participación popular: Opciones éticas y metodológicas. B. Tomic ISS. (N0 48).
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La situación alimentaria en Costa Rica. A. García. Septiembre 1983. PREALC/ISS. García y M. Valdivia. Junio 1985. PREALC/ECIEL (N0 49).
(N031). Costa Rica: Evolución macroeconómica 1976-1983. M. Pollack y A. Uthoff. Julio 1985.
PREALC/ECIEL. (N0 50).
Wages and price dynamics in Costa Rica 1976-83. M. Pollack y A. Uthoff. Julio 1985.
PREALC/ECIEL. (N0 51).
Dinámica de salarios y precios en períodos de ajuste externo. Costa Rica 1976-1983. M.
Se incluyen en esta serie los trabajos pertenecientes al convenio PREALC/OIT - Fundación Ford, Pollack y A. Uthoff. Agosto 1985. PREALC/ECIEL (N0 52).
vigente hasta diciembre de 1982; los trabajos del convenio PREALC/OIT - Instituto de Estudios
Sociales (ISS) de La Haya, Holanda, vigente hasta septiembre de 1984 y aquellos pertenecientes al
convenio PREALC/OIT - Programa de Estudios Conjuntos sobre Integración Latinoamericana
(ECIEL), vigente hasta diciembre de 1984.
Agotado. * Agotado.
254 LISTA DE PUBLICACIONES PREALC LISTA DE PUBLICACIONES PREALC 255

3. INVESTIGACIONES SOBRE EMPLEO0 Incidencia indirecta de la industrialización latinoamericana sobre el empleo. N. García y
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Asalariados de bajos ingresos y salarios mínimos en América Latina. PREALC, 1980.
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en Revista de la CEPAL (15). Diciembre 1981. (N0 39)*.
Políticas de empleo al alcance de los Ministerios del Trabajo. PREALC, 1980 (N0 19).
Empleo y distribución personal del ingreso: El caso de San Salvador. E. Dupré. Junio
Empleo y necesidades básicas: Acceso a servicios urbanos y contratos públicos. PREALC, 1981. (N0 40).
1981. (N0 20).
Un marco analítico para la estimación de encadenamientos de empleos. N. García y M.
Participación laboral: Experiencias en Perú y Chile. PREALC, 1982. (N0 21). Marfán. Julio 1981. (N0 41).
Políticas de estabilización y empleo en América Latina. PREALC, 1982. (N0 22)*. Unemployment in Latin America: Priority areas for international action in the 1980s.
El efecto empleo de la inversión pública PREALC, 1984. (N0 23). J.J. Buttari. Septiembre 1981. (N0 42).
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Diferenciación social: Tendencias del empleo y los ingresos agrícolas. E. Klein. Marzo
1980. También en El Trimestre Económico 48 (191). Julio-septiembre 1981. 1983. (N0 47).
(N0 28). Absorción creciente con subempleo persistente. (América Latina 1950-80). N. García.
Junio 1982. También en Revista de la CEPAL (18), diciembre 1982. (N0 48).
Proletarización, movimientos sociales y reforma agraria. De las teorías de ayer a la prácti-
ca de mañana. D. Lehmann. Marzo 1980. (N0 29). Industria manufacturera y empleo. (América Latina 1950-1980). N. García. Septiembre
1982. (N0 49). También en El Trimestre Económico 50 (200), octubre-diciembre
Growth, underemployment and income distribution. V. E. Tokman. Agosto 1980. Rev. 1983.
1. También en M. Syrquin y S. Teitel (eds.) Trade, stability, technology, and equity
in Latin America, Nueva York, Academic Press, 1982. (N0 30).
Inversión en capital humano, empleo y distribución del ingreso. Gran Santiago 1969-
1978. A. Uthoff. Mayo 1980. (N0 31).
Demanda de ingenieros y tecnólogos en el litoral ecuatoriano 1980-1990. A. Gutiérrez. 5. LIBROS DEL PREALC
Junio 1980. (N0 32).
Necesidades esenciales y políticas de empleo en América Latina. Ginebra, OIT, 1980.
La interpretación operacional de la noción de encadenamientos. N. García y M. Farfán. US$8.
Noviembre 1980. (N0 33).
Economía campesina y empleo. Santiago, PREALC, 1981. US$ 14.
Requerimientos de ingenieros y tecnólogos en la costa ecuatoriana. A. Gutiérrez. No-
viembre 1980. (N0 34). Sector informal: Funcionamiento y políticas. Santiago, PREALC, 2a impresión 1981.
US$ 12.
Segmentación del mercado de capital y empleo. J. Ramos. Noviembre 1980. (N0 35).
Planificación del empleo. Santiago, PREALC, 1982. US$ 12. También en inglés.
El sector informal urbano y la formación profesional. PREALC. Marzo 1981. (N0 36).
Mercado de trabajo en cifras. 1950-1980. Santiago, PREALC, 1982. US$ 9.
Inversión en capital humano y la oferta de trabajo. J. Ramos. Marzo 1981. También en
Cuadernos de Economía (60). Agosto 1983. (N0 37). Empleo y salarios. Santiago, PREALC, 1983. USS 7.
Movilidad ocupacional y mercados de trabajo. Santiago, PREALC, 1983. US$ 10.
0
Se incluyen en esta serie los Documentos de trabajo del PREALC considerados de interés general y Legados del monetarismo. Argentina y Chile. R. Cortázar, A. Foxley y V. E. Tokman.
los trabajos realizados en el marco del convenio PREALC/OIT-CIEPLAN, u otros subcontratos Buenos Aires, Ediciones Solar, 1984. US$ 6.
con otros centros de investigación.
°0 Se incluyen en esta serie los trabajos realizados por los miembros del PREALC con el propósito de
consolidar experiencias recogidas en sus labores, o de avanzar hipótesis en el tema del empleo. Ge-
neralmente han sido presentados en conferencias o reuniones técnicas, y/o publicados en revistas
especializadas o libros. Esta serie se discontinuó a partir de 1983.
* Agotado. Agotado.
256 LISTA DE PUBLICACIONES PREALC

Más allá de la crisis. Santiago, PREALC, 1985. US$ 7. También en inglés.


A medio morir cantando. 13 testimonios de cesantes. D. Benavente. Santiago, Editorial
Aconcagua, 1985.
Cambio y polarización ocupacional en Centroamérica. San José, Editorial Universitaria
Centroamericana, 1986.
Buscando la equidad. Planificación para la satisfacción de las necesidades básicas. Santia-
go, PREALC, 1986. US$ 7. También en inglés.
Ajuste y deuda social. Un enfoque estructural. Santiago,PREALC, 1987. US$ 5. También
en inglés.

6. INVESTIGACIONES REALIZADAS Y PUBLICADAS EN CONJUNTO CON


OTRAS INSTITUCIONES
Dinámica del subempleo en América Latina. Santiago, CEPAL, 1981.
Conceptualización de empleo rural con propósitos de medición. 2 v. México, Dirección
del Empleo, 1982*.
Medición del empleo y de los ingresos rurales. Santiago, CEPAL, 1982. También en in-
glés.
Empleo y salarios. Trabajos presentados a la III Conferencia del PREALC. Santiago,
PREALC, 1984.
Más allá de la crisis. Trabajos presentados a la IV Conferencia del PREALC. Santiago,
PREALC, 1985.
Cambio y polarización ocupacional en Centroamérica. Ponencias de un Coloquio. Santia-
go, PREALC, 1986.

Diseño de Portada:
Ximena Subercaseaux

Impresores:
Alfabeta Impresores
* Agotado. Lira 140, Santiago
Chile

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