En el siglo XXI, empieza a hablarse del "Slow Marketing", una tendencia de
mercado en la que no se trata de atosigar al cliente para que compre mucho y rápido, si no que se le ofrecen experiencias y momentos compartidos desafiando el culto a la velocidad. Vivimos en una sociedad en la que todo va muy deprisa pero, precisamente, esta premura es la que está dando lugar a la necesidad de vivir momentos más lentos, que equilibren esta situación. Del lema "te despachamos" se ha pasado al "siéntate, relájate, tómate un café y hasta tienes conexión wi-fi", dando la opción de obtener una vivencia más relajada. Es un cántico a la cultura del placer basada en la lentitud, el relax, el esparcimiento o la serenidad interior. La ambientación exquisita, la música y la atmósfera invita a quedarse en el lugar y esto sin duda tiene poco que ver con el espíritu de la urgencia.