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ENERO 2011
Podríamos definir Gobernanza como “la manera en que interactúan las estructuras, los
procesos y las tradiciones, que determinan ulteriormente cómo se ejerce la autoridad a
través de la adopción de decisiones y el asumo de responsabilidades, y cómo los
ciudadanos y otros actores toman parte en estas decisiones y responsabilidades”.
Las variadas formas de gobernanza que se dan en las distintas comunidades, pueden ser
combinadas de acuerdo a las necesidades propias del manejo de la diversidad biológica, la
diversidad cultural y los recursos ambientales de un determinado territorio,
proporcionándonos una opción poderosa para considerar los vacíos de los sistemas de áreas
protegidas; mejorar la conectividad de los ecosistemas marinos y terrestres; mejorar la
conectividad social; aumentar el apoyo público a la conservación; aumentar la flexibilidad
de respuesta de los sistemas de áreas protegidas, por ejemplo, mejorando la sustentabilidad
de dichas áreas y fortaleciendo los vínculos entre la gente y la naturaleza.
La conservación debe reconciliarse con la equidad. La Gobernanza persigue compartir los
costos y beneficios de la conservación en forma más equitativa, en particular para los
pueblos indígenas y comunidades locales. Por ejemplo, la reubicación de los pueblos
indígenas o comunidades locales ante un megaproyecto, debe hacerse solamente con el
consentimiento informado previo de las comunidades que van a verse afectadas.
Deben usarse los beneficios de la conservación para el alivio de la pobreza y deben
reconocerse las capacidades y saberes de los pueblos indígenas y comunidades locales para
la conservación sustentable.
Para una buena Gobernanza es crucial involucrar a todos los actores legítimos en la
planificación y manejo participativo de las áreas protegidas. Deben valorarse los usos
sustentables y las herramientas utilizadas en éstos por parte de las comunidades locales,
sean éstas rurales o indígenas, así como hay que entender mejor las necesidades,
prioridades, capacidades, prácticas y valores de las comunidades locales. Igualmente deben
promoverse estudios específicos, diálogos constructivos, intercambio de información e
investigación participativa entre el conocimiento científico y el tradicional.
Los gobiernos e instituciones privadas pueden reconocer y apoyar las ACCs para aplicar la
Convención de Diversidad Biológica y el programa de trabajo que se trace en cada una de
ellas. Si se considera conveniente por parte de las autoridades y actores relevantes, a través
de la creación de ACCs se podrían iniciar gestiones consensuadas que conduzcan a
asegurar y restituir a quienes legítimamente corresponda, los derechos tradicionales y
responsabilidades sobre la tierra y los recursos naturales; monitorear, documentar y
divulgar información y experiencias sobre las ACCs; brindar apoyo técnico, financiero,
institucional y político a las ACCs; reconocer ACCs en los sistemas nacionales de
conservación si la condición de sustentabilidad así lo amerita (respetando las instituciones
tradicionales a cargo).
Sería interesante a nivel de estrategia institucional, definir líneas concretas de acción que
vayan en busca de acometer el cumplimiento de tales acuerdos, aunque también es
necesario que nuestras autoridades manifiesten abiertamente que tienen la genuina voluntad
que estos acuerdos se cumplan.
Se reconoce hoy día que los niveles de pobreza, marginalidad y exclusión en América
Latina y también en Chile, no han logrado ser superados, en parte porque los Estados
negaron por muchos años la posibilidad y el derecho que tienen los individuos para ser
protagonistas de su propio desarrollo y en parte porque la matriz modernista del desarrollo
beneficia la acumulación del capital por sobre las variables sociales, ambientales y
culturales.
Es deber del Estado buscar estas definiciones con mucha fuerza en el seno de las
instituciones pertinentes (ministerios y servicios), promover grandes acuerdos y,
posteriormente, cuando EXISTA una definición institucional clara y consensuada, el
Ejecutivo debiera instruir la adopción de esta definición y concretarla en el trabajo
institucional diario. Es probablemente la seguridad, la certeza, que hoy muchos
profesionales de las áreas en cuestión, tanto al interior de las instituciones públicas como
privadas afines, están esperando desde hace varios años.