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TerapiaFamiliar Comunidad LGBT
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Diseño eDitoRial
Laboratorio de Evaluación y Educación Digital
UNAM, FES-Iztacala
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eDitoR GeneRal
Arturo Silva Rodríguez
composición y maqUetación
Lucía Jocelyn Andrade López
DistRibUción comeRcial
Editorial PAX
aGRaDecimientos
Ilustración de cubierta cortesía de Stocksnap
Imagenes del banner vertical de la páginas fue cortesia de Freepik
HecHo en méxico
Tabla de conTenido
Editoras dE la obra 8
autoras 9
autoras 10
autoras 11
rEvisoras 12
agradEcimiEntos 13
Prólogo 14
AdriAnA SegoviA UrbAno
EPílogo 17
MAríA olgA MejíA Anzúrez
PrEsEntación 19
MArco edUArdo MUrUetA reyeS
introducción 22
MArio FAUSto góMez-lAMont
caPítulo 1 27
Poder y Privilegio ¿Por qué es imPortante la interseccionalidad
en PsicoteraPia?
caPítulo 2 39
derechos sexuales y reProductivos: reflexiones Para teraPeutas
SoFíA Fernández lozAno
rEfErEncias 45
Tabla de contenido
caPítulo 3 46
la ideología heterosexista en el currículo formal en la teraPia
familiar sistémica en méxico
MArio FAUSto góMez-lAMont liliAnA
PAtriciA reveleS QUezAdA
método 51
rEsultados 52
conclusionEs 58
rEfErEncias 60
caPítulo 4 61
condición actual de las investigaciones acerca de la comunidad
lgBt en teraPia familiar sistémica en méxico: ProPuestas de in-
tervención
caPítulo 5 72
discriminación hacia la PoBlación lgBt: colonización de la he-
teronormatividad en el esPacio de la teraPia sistémica
El privilEgio HEtErosExual 78
El trabajo dE dEscolonizar la tErapia sistémica dE la HEtEronorma 79
rEflExión rEspEcto a la dEscolonizanción dE la HEtEronorma En la tErapia
sistémica 80
tErapia sistémica dEscolonizadora dE la HEtEronorma: un pEndiEntE urgEntE 81
avanzando Hacia la tErapia sistémica “antiHEtEronormativa” 81
conclusionEs 85
rEfErEncias 86
caPítulo 6 87
hacia una teraPeutica de la emanciPación Para mujeres lesBianas y
Bisexuales: algunas claves ePistemológicas
caPítulo 7 107
lgBt-foBia, ideación e intento suicida. las imPlicaciones de la rela-
ción PsicoteraPéutica Paciente-familia y sociedad
conclusionEs 116
roSA MAríA cAlvo ArMendáriz
jeSSicA góMez rodrígUez
rEflExión final 120
Editoras de la obra
A Octavio
Eres fuente de mi inspiración, amor
y lucha política
P
ara presentar y entender la impor- se aprobó la Ley General de Acceso de
tante relevancia de este magnífico las mujeres a una vida libre de violencia
armado de textos que componen el (2007). El avance en materia de Dere-
libro Terapia familiar sistémica y la comu- chos Humanos en este periodo también
nidad LGBT, permítanme hablar en forma se reflejó en la aprobación del matrimo-
resumida del último cuarto de siglo en lo nio entre personas del mismo sexo en la
que se refiere a la visibilidad de la diver- Ciudad de México (2009) que es ya legal
sidad y la consideración de los derechos en 19 estados, así como la aprobación
humanos en lo social y en la clínica. de la Interrupción Legal del Embarazo
Mi formación y desarrollo como Te- (CDMX, 2007), en cuanto a derechos se-
rapeuta Familiar Sistémica ocupa los úl- xuales y reproductivos.
timos 26 años de mi vida. En ese periodo Con este brevísimo recuento de hitos
me tocó estudiar los modelos clásicos de legislativos, que también vinieron del acti-
la disciplina: Estructural con Minuchin, vismo y tuvo impactos culturales, quiero
las Escuelas de Milán y Roma y la Tera- ilustrar que estudiar Terapia Familiar en
pia Narrativa de Michael White, esta últi- los noventas, incluso en una institución
ma era muy recientemente estudiada en con sentido político y social, no quedaba
México en los años noventa. exenta de manar de una fuente de cono-
Al mismo tiempo, en este cuarto de cimiento patriarcal, como muy bien que-
siglo hubo cambios importantes legales, da analizado en este libro. La conciencia
políticos culturales y sociales en el país, y visibilización de las diversidades y los
y especialmente en la Ciudad de Méxi- derechos humanos vino después de los
co, que tuvo un primer gobierno de al- noventa y empezó a incorporarse al ima-
ternancia con Cuauhtémoc Cárdenas ginario social y a ciertas corrientes de la
en 1997, y en cuyo gobierno se creó el práctica clínica. Por eso cuando leí en los
primer refugio para mujeres víctimas de noventas La red invisible: pautas vincula-
violencia (empezaban a surgir otros por das al género en las relaciones familiares
parte de la sociedad civil y gobiernos en (B. Carter, P. Papp y O. Silverstein, 1991),
otros estados), así como las primeras me pareció como empezar a escuchar
unidades de atención a la violencia fami- mi canción favorita en una fiesta que ya
liar en cada Delegación. A nivel Federal ha sido de por sí suficientemente buena.
Prólogo | Segovia-Urbano
15
Uso esta imagen porque no diría yo que pal fue la terapia Narrativa con Michael
aquel “sabor de patriarcado de origen” White, quien tiene una clara postura
de la Terapia Familiar y lo que había es- para resistir y denunciar al sistema do-
tudiado me pareciera opresivo del todo, y minante como la fuente de sufrimiento
en esto quizá difiera con algunas afirma- de quien se siente que no cumple con
ciones de este libro. Quizá porque no lo las normas dominantes. Por ello reco-
veía, pero también porque encontraba en nozco, como dije al principio, que es-
ciertas corrientes y posturas de la Terapia tos textos son un gran armado teórico.
Familiar una herramienta de cambio so- Las, los y les autores se han dado a la
cial y la consideración de la clínica como tarea de hacer crítica y propuestas a la
un espacio político. Me gusta cómo lo de- Terapia Familiar para que quienes nos
fine María Antón en este libro en términos hemos formado y para quienes se for-
modernos y adhiero: “…tiendo a referirme men en esta rama de la Psicología, con-
al oficio de la psicoterapia en términos de temos con herramientas críticas que
espacios, prácticas y de un quehacer. Plan- guíen nuestra práctica hacia una visión
tear lo psicoterapéutico en estos términos e intervención no heteronormativa y pa-
pone de relieve que este oficio o ejercicio triarcal, que evidencie, resista e incida
particular no se reduce al terreno de lo clí- en la discriminación de que la población
nico privado o gubernamental”. LGBT ha sido objeto históricamente.
La red invisible no fue mi primer acer- No es fácil criticar una formación, una
camiento y elección o posicionamiento visión teórica y al mismo tiempo proponer
dentro del feminismo, porque tuve la nuevas formas a lo que se critica. Por eso
suerte de conocer y optar por el feminis- me parece que el esfuerzo de cada autora
mo en mi formación como Socióloga. El y autor es arrojado, creativo, innovador y
grupo de Ackerman proponía tener una siempre de algún modo fructífero.
visión crítica de los maestros con los que Son desde luego varias las reflexio-
se habían formado y su aportación en nes y propuestas que me parecieron úti-
términos de sostenerse como terapeu- les, interesantes y novedosas. Comenta-
tas familiares, formadas con Minuchin, y ré por lo menos éstas que me parecen
al mismo tiempo proponer una mirada centrales y que me llevaron a hacer serios
como feministas, haciendo aportaciones cuestionamientos de lo que yo personal-
muy concretas sobre cómo incidir clíni- mente hago hoy en día, y que propongo
camente, socialmente, mirando al mun- a las y los lectores, a las y los especialis-
do desde el género, fue una aportación tas en Terapia Familiar y en salud mental
increíblemente rica, creativa, pero sobre que también se lo cuestionen.
todo, de búsqueda de justicia. María Antón cita a Rodrigo Parrini en
Quiero entonces decir que con esta una idea fundamental: ”Todo espacio es
obra me pasó algo muy parecido a lo heteronormado hasta que no se diga lo
que me ocurrió con La Red invisible en contrario”. He ahí una clave para todas y
los noventa. Tuve la oportunidad y pri- todos nosotros que sirve a la autora para
vilegio de empezar a trabajar con pobla- señalar lo que no se nombra. Ciertamen-
ción LGBT de manera sistemática hace te, querida María, lo digo como docente
dos años en el Laboratorio Nacional Di- clínica, con una adhesión a la corriente
versidades. Mis fuentes teóricas clínicas narrativa desde la que creo estar en prác-
siguieron siendo fuentes sin perspectiva tica permanente de reconocer a la cultura
de diversidades, y las que desde la psi- dominante, sus reproducciones, sus re-
cología se han ido generando, no perte- sistencias, y que aun en esa resistencia, la
necen a la Terapia Familiar sistémica, de mayor parte del tiempo solo se nombra
donde provengo. Mi herramienta princi- lo diverso cuando lo diverso se nombra a
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
16
sí mismo, y si esto no ocurre, quien tiene les y reproductivos como parte de los
una voz dominante (maestro/a, supervi- derechos humanos y tu argumentación
sor/a, terapeuta) reproduce la heteronor- me parece excelente para los terapeutas
matividad. Me llevo esta reflexión para familiares que necesitan incorporar la vi-
nombrar, para recordar, para resistir y sión de derechos a su práctica.
nombrar lo diverso siempre, sea que me Muy relevante el estudio y texto de
encuentre en cualquiera de los lugares, Fausto Gómez y Liliana Reveles, que de-
dominantes o no, de un setting terapéu- muestran las ausencias temáticas sobre
tico, u otro. Nunca más hablar de parejas la diversidad sexual en la currícula de la
como si solo las hubiera entre hombres Terapia Familiar y con ello de la invisibi-
y mujeres, “salvo” que aparezcan otras. lidad de la población. Con todo, tengo
Siempre nombrar al + cierto desacuerdo en que, a pesar de un
Aludía a todos los cambios legales y estudio sistemático, se hagan generali-
culturales que han ocurrido en las últimas zaciones sobre estas ausencias a todas
dos décadas, pero ciertamente los textos las corrientes, escuelas y terapeutas en
de este libro y en especial las reflexiones y un gran homogéneo “la Terapia Fami-
evidencias de Fausto Gómez Lamont, nos liar”. En el mismo sentido es interesan-
recuerdan que la ceguera a la raza, géne- te y alarmante la escasa visibilidad de la
ro, orientación sexual y clase social pervi- comunidad LGBT en los artículos de la
ven de forma dominante, en lo social y en disciplina, como lo demuestra el artículo
lo clínico, y como cegueras, justamente no de Fausto Gómez y Aura Silva, así como
vemos que no vemos. Y es en los espacios sus propuestas de intervención. Este ar-
clínicos, que también son políticos, donde tículo queda de indispensable lectura en
somos responsables de recordar ver. De cualquier formación de Terapia Familiar
eso se tratan tus textos, querido Fausto, y y se trata del mínimo a reflexionar sobre
te tomo el reto y la palabra. intervenciones no heteronormativas.
Ulises Cerón me hizo cuestionar algo Y finalmente, como se demuestra en
muy importante, yo daba por sentado la obra, la discriminación es una fuente
que siempre el lugar del privilegio era el de estrés y depresión en la comunidad
del o la terapeuta, pero es cierto que la in- LGBT que puede llevar al suicidio, por
terseccionalidad es un concepto que hace eso es indispensable el apunte del últi-
mucho más movibles los contrapesos, y mo artículo para tomar previsiones clíni-
hay por ejemplo consultantes que ejercen cas en ese sentido.
un franco poder patriarcal por con tera- Me quedo, como dije, con una alegre
peutas mujeres. Sin embargo, Ulises, sigo canción en mi ánimo. La discriminación
pensando, con White, que somos más evidenciada en este texto hacia la pobla-
propensas y propensos a tener un lugar ción LGBT en lo social y lo clínico es indig-
de privilegio como terapeutas. Pero me lo nante. Este grupo de terapeutas familiares
llevo también para tener la vista más afi- de las nuevas generaciones, atreviéndose
nada en la interseccionalidad. a teorizar y proponer para combatir la
Del texto de Sofía Hernández es im- discriminación en la práctica clínica, sí es
portante recordar a los derechos sexua- motivo de alegría y esperanza.
E
l oficio de terapeuta, puede ser no es la Terapia Familiar Sistémica, Psi-
considerado también como un coanalítica, o de cualquier otra orienta-
arte, un trabajo, una labor de ción; somos lxs psicólogxs y terapeutas
compromiso, de respeto, compasión, de cualquiera de las tradiciones teóri-
entre muchas otras cosas; el cual se cas de las que provengamos, lxs que al
hace con la mejor intención y profesio- utilizarlas de manera acrítica creyendo
nalismo posible, es un lugar en el que en su supuesta universalidad, cerramos
se encuentran dos o más personas en posibilidades de vida en el encuentro
un espacio destinado para la escucha, con individuxs, parejas y familias.
la el entendimiento y la búsqueda de Es por ello que tenemos por delan-
soluciones para quienes acuden al o la te una ardua labor desde cualquiera
terapeuta en busca de ayuda. Por tanto, que sean nuestras trincheras: la docen-
ya que así lo dicta la norma es menes- cia, investigación, academia y, por ende,
ter del o la psicólogx o terapeuta des- en la práctica clínica, que consiste en la
plegar su arte desde sus teorías que se sensibilización y asunción de la respon-
presumen como científicas y, por ende, sabilidad para abrir la puerta a aquellos
neutrales y apolíticas, para ponerlas elementos hasta hace poco ignorados,
en práctica con casi cualquier “caso” y, reconocerlos en nuestras vidas y prác-
propio de quienes acuden en su bus- tica y sobre todo reconocer su influen-
ca, llevar consigo diversas expectativas cia, especialmente, en el encuentro te-
y esperanzas de cambio, sin olvidar el rapéutico, hablo de raza/etnia, sexo/
sufrimiento y la desesperanza en mu- género, edad, poder, generación, con-
chas de las ocasiones. Craso error, las dición socioeconómica, educativa, color
teorías, finalmente creadas por perso- de piel, orientación del deseo, autoi-
nas y para personas están sustentadas dentificación genérica, lugar geográfico
en premisas muchas de éstas prejuicio- del que se proviene y en el que se pro-
sas y estigmatizantes, con técnicas que duce el encuentro, así como el poder y
producen y reproducen estereotipos privilegios derivados. Esto redundará
dentro y fuera de la terapia, lesionan- en prácticas más saludables y sanado-
do, en más de las ocasiones en aras de ras, al hablar y nombrar a la violencia, li-
“la cura”. No es labor buscar culpables; berando a las mujeres como causantes
Epílogo | Mejía-Anzures
18
D
e éste libro me llaman la aten- supuestos procedimientos para “revertir”
ción especialmente tres cosas: la preferencia homosexual y volver a la
1. Es un libro coordinado y es- “normalidad” heterosexual.
crito por profesionistas y científicos de Los psicólogos sabemos que lo que
la psicología jóvenes, con la frescura sí es motivo de neurosis es que una per-
propia de esta nueva generación. 2. A sona se sienta presionada para aparentar
pesar de estar explícitamente contex- lo que no es, ya sea que alguien con sen-
tualizado dentro de un enfoque psico- timientos homosexuales pretenda pasar
lógico (el enfoque sistémico), contiene por heterosexual ante familia, amigos y
reflexiones y análisis originales, que no comunidad, o bien el hecho de que viva en
solamente reproducen o profundizan discordancia con su cuerpo, es decir, que
sobre lo que han dicho los grandes au- desee tener un cuerpo de mujer teniendo
tores; lo que es muy valioso en la ruta caracteres sexuales masculinos o vicever-
de superar la tradicional dependencia sa. En los casos de transexuales, que re-
científica que hemos padecido en Amé- chazaron sus caracteres sexuales de na-
rica Latina y 3. Contiene mucha infor- cimiento y vivieron años con ese conflicto
mación y datos relevantes para el tema emocional, una vez realizada la operación
del que se ocupa: la reivindicación de para cambiar dichos caracteres, es impor-
los derechos de la comunidad LGBT tante la integración de sus nuevas carac-
para ser aceptados plenamente en la terísticas en su identidad personal con
vida política y social, vivir con salud psi- la mayor plenitud posible, sin olvidar su
cológica, formar familias sanas y ser historia, es decir, sabiendo y aceptando el
atendidos terapéuticamente de mane- proceso de transformación vivido.
ra adecuada y sin discriminaciones. Por eso en el Código Ético del Psicólo-
A pesar de que desde hace casi 5 dé- go de la Asociación Mexicana de Alternati-
cadas, los psiquiatras y psicólogos asu- vas en Psicología (AMAPSI), de la cual es in-
mieron que la homosexualidad no era tegrante uno de los coordinadores de este
una enfermedad, como se había estig- libro, el artículo 6 establece lo siguiente:
matizado antes, recientemente ha habido
“(El psicólogo deberá) respetar, sin dis-
expresiones políticas y culturales que pre-
criminación, las ideas políticas, religio-
tenden la llamada “cura gay”, aplicando sas y la vida privada, con independencia
Presentación | Murueta-Reyes
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sus relaciones de pareja, sus relaciones ción entre alma y cuerpo, entre práctica
familiares o su desarrollo personal. El y teoría, entre ser humano y naturale-
psicoterapeuta les apoya para ello de za, entre pensamiento y emoción, entre
manera respetuosa al igual que a los masculino y femenino; el establecimien-
heterosexuales. Como suelo decirles to de la familia monogámica bajo el su-
a los estudiantes de la Especialidad en puesto que el matrimonio tiene como fin
Psicología Clínica de la AMAPSI, los psi- principal la reproducción y que la mujer y
coterapeutas deben ser “amorales” en los hijos eran parte de las propiedades de
todos los casos: si una persona es he- un hombre. La liberación femenina, la de-
terosexual, homosexual, bisexual, swin- manda de equidad de género y el respe-
ger, fiel o infiel, conservadora o liberal, to a la diversidad sexual son pilares para
el papel del psicólogo es siempre brin- el nacimiento de una nueva etapa de la
darles una comprensión y apoyo plenos humanidad en la que no haya dominan-
con base en conceptos, técnicas y pro- tes ni dominados. Si nadie tiene la última
cedimientos profesionales, es decir, sin verdad y se genera la cultura de entender
juzgar moralmente lo que la persona de- la perspectiva de los otros y desde allí
posita en su confianza narrativa. buscar los consensos no habrá motivos
Cuando en la psicoterapia se traba- para la guerra. Nadie podrá ni deseará
ja la aceptación de preferencias LGBT, abusar de los otros porque sabrá que en
además de la comprensión y orientación el bien de los demás se encuentra su pro-
conceptual y de realizar determinados pio bien y que el bien propio es lo mejor
ejercicios psicoterapéuticos, pueden para todos. Gracias a las reivindicaciones
usarse videos, películas y literatura que actuales y a la comprensión, aceptación y
propicien la autoafirmación personal y captación de la diversidad de opiniones,
social de los pacientes. Videos como el identidades, estéticas y sentimientos po-
oficial de la canción “Eres tú” de Carla dremos por fin acceder a la era gloriosa
Morrison (2012), la serie “Merli” (2015- de la Sociedad del Afecto.
2018) en Nextflix y películas como “Mi Reitero mi agrado en la lectura del
vida en rosa” (1997), “La chica danesa” presente volumen por descubrir en él ex-
(2015) o “Rapsodia Bohemia” (2018), en- presiones esperanzadoras, abiertas, libres
tre muchas otras, dependiendo el con- y propositivas. Junto con los autores y au-
texto del caso, son útiles para ayudar en toras de este libro, muchos más estamos
el proceso de aceptación personal, fami- trabajando para transformar la cultura y
liar y social de la preferencia LGBT. la vida social hacia una vida saludable, sa-
Está en proceso un cambio cultural tisfactoria y plena para todos los seres hu-
mundial que supere los esquemas con- manos, en armonía con la naturaleza.
ceptuales que la cultura occidental (grie-
ga y judeo-cristiana) ha establecido en
más de 2500 años de historia: la separa-
retos y los desafíos a nivel global, nacio- y seguridad plena. Pero en el campo de
nal y local. Quisiera recordar el discurso la terapia familiar sistémica en México,
que dictó Genaro Lozano3, politólogo, aún se encontraba lejos de ser incluyente
académico y activista gay, en Palacio tanto en sus textos como en sus campos
Nacional este 17 de mayo de 2019. Él formativos, lo más cercano fue que en
nos recuerda a Nancy Cárdenas, quien 1997 (27 años después de la existencia
salió del “closet” a nivel nacional en una de la TF en México es decir ¡en casi tres
entrevista con Jacobo Zabludovsky, en décadas sin presencia de la LGBT en la
donde ella dijo: “Estoy aquí porque soy terapia familiar mexicana!) apareciera en
lesbiana y porque quiero los mismos de- el código de ética de la Asociación Mexi-
rechos para todos”. En ese tenor y hon- cana de Terapia Familiar la no discrimi-
rando a Nancy Cárdenas la madre del nación: 1.1 Los terapeutas no discrimina-
movimiento LGBT+ en México, el día de rán ni negarán sus servicios profesionales a
hoy la obra que tienes en tus manos nadie debido a motivos étnicos, religiosos,
querido/a lector/a, está aquí porque so- de género, de nacionalidad, de clase o de
mos lesbianas, gays, bi y trans, y quere- preferencia sexual. Código que permane-
mos los mismos derechos en la terapia ce intacto al día de hoy.
familiar sistémica, queremos la misma Justo en 2019 se conmemora el ani-
oportunidad de ser representadas en versario 41 de la marcha por la diversi-
este espacio clínico y de tener una te- dad sexual en la Ciudad de México, la
rapia que reconozca nuestra diversidad cual es la primera de la república en re-
y nuestras necesidades específicas rela- conocer el derecho al cambio de identi-
cionadas a la LGBT Fobia, pues y como dad de género, al matrimonio igualitario
lo dijo Genaro Lozano, para 1970 no y a la adopción en familias lesbo y homo
existía ningún derecho para las pobla- paternales. Ante los derechos ganados
ciones LGBT+, 20 años después de la en la CDMX, se creó un efecto “bola de
existencia en Estados Unidos de la tera- nieve” en toda la república, como lo es
pia familiar, un año después de que se el estado de Puebla, Coahuila, Hidalgo y
fundara el primer seminario de terapia San Luis Potosí que comienzan a reco-
familiar en México por Raymundo Ma- nocer el derecho a que las personas del
cías en el hospital psiquiátrico infan- mismo sexo contraigan matrimonio.
til. Estos acontecimientos crearon la
Por el contrario a las poblaciones de necesidad de contar con un enfoque de
la diversidad sexual se les acosaba y se terapia sistémica familiar que reconoz-
les juzgaba por “faltas a la moral”, se les ca e incluya la diversidad sexo afectiva
ocultaba de las familias, se les sometía a en sus formaciones y en sus interven-
terapias de conversión o en el peor de los ciones psicoterapéuticas, pues, poco ha
casos, se les asesinaba. Gracias al traba- sido lo que se ha escrito y en ese senti-
jo de activistas LGBT+ pero también al de do, son carentes las especialidades en
aliadas y aliados, nuestro país es mucho terapia familiar en México en interven-
más justo y más incluyente. Genaro Loza- ciones específicas para las poblaciones
no, además, nos recuerda cómo los acti- LGBT+. A comparación de Estados Uni-
vistas LGBT+ pasaron de lo clandestino a dos, que desde 1980 se comenzó a es-
lo público siguiendo el ejemplo de Nancy cribir en terapia familiar sobre las pre-
Cárdenas, salieron a demandar y a pro- ocupaciones de las poblaciones LGBT+
testar por sus derechos, a exigir dignidad desde terapeutas LGBT+.
Este libro integra los resultados de
3 Véase la nota del Financiero “no hay cuarta transforma-
ción posible sin la comunidad LGBT” https://www.elfinan- años de investigación colectiva y busca
ciero.com.mx/nacional/no-hay-cuarta-transformacion-posi- relacionar el ámbito de los estudios femi-
ble-sin-la-comunidad-lgbt-en-mexico-genaro-lozano
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
24
E
ste capítulo tiene como objetivo del hombre” (p. 15). Propone la socie-
analizar el papel que pueden de- dad y, en términos más generales, la
sarrollar el poder y el privilegio en cultura como formas de que el ser hu-
la práctica psicoterapéutica, destacando mano se dote a sí mismo de un sentido
así la importancia de la interseccionali- o propósito para la existencia; es decir,
dad —concepto a definir a lo largo del la explicación ontológica del ser huma-
apartado—; en adición, se buscará espe- no es, siguiendo esta línea, el produc-
cificar algunas categorías analíticas que to de una determinada cultura; Berger,
permitan explorar las diversas compleji- en la interpretación del autor, entiende
dades que surgen en la práctica clínica como cultura al cúmulo de esquemas
con grupos minoritarios. Con el anterior y relaciones entre los conceptos, que
objetivo en mente, se considera menes- se manifiestan en actitudes individua-
ter abordar, en primer lugar, al mundo les e instituciones tanto políticas como
desde el cual un individuo adquiere iden- sociales en un determinado momen-
tidad, para después mencionar cómo in- to histórico. De esta manera el mundo
teractúan el poder y el privilegio desde humano no es más que un constructo
dicho abordaje, enfatizando el papel de sistemático social —construido a partir
los mismos en la práctica psicoterapéu- de esquemas— que dota de sentido al
tica y concluyendo con varias categorías hombre y presenta un carácter objetivo
analíticas propuestas, así como una bre- en tanto que el común acuerdo —sobre
ve descripción de éstas. el sistema, o mundo, adoptado y expre-
Berger (1969) propone que todo or- sado de modo cultural— trasciende al
ganismo vivo tiene un mundo propio; individuo. Este esquema de significado
el ser humano, por nacer inconcluso y social es la cultura, que funge a manera
sin órganos sensoriales específicamen- de base sobre la cual el hombre puede
te preparados que lo doten de un cierto operar en su mundo (Berger, 1969).
propósito o función, se encuentra con Por otra parte, la cultura no es sólo
la ardua tarea de crear un mundo para un significado opcional al que se puede
sí mismo; en palabras de Berger: “Existe acceder o no según se desee, sino que
un mundo de los ratones, un mundo de es un significado en el cual se nace y
los perros […] No existe ningún mundo que va conformando la identidad del in-
Capítulo 1 | Poder y Privilegio ¿Por qué es importante la interseccionalidad en la Psicoterapia? | Cerón-Castillo.
28
dividuo, el cual adopta los diversos va- El párrafo anterior podría sugerir
lores y creencias culturales asociados a que la experiencia vital de un individuo
determinados conceptos con los que se puede ser entendida a partir del estatus
identifica o no (Giddens, 2004; Berger, que tiene el grupo al cual pertenece den-
1969). La teoría de la identidad social tro de una determinada cultura. Sin em-
añade al anterior enunciado el que la bargo, como indican Celis, Severs y Erze-
identidad se relaciona al valor y signifi- el (2016), no es viable clasificar ni ubicar
cancia emocional que un sujeto asigna a un individuo en una especie de matrix
a su pertenencia una determinada ca- de dominación a partir de determinadas
tegoría o grupo (Tajfel, 1981, apud Ro- condiciones (como la pertenencia a tal
gers, Scott y Way, 2015). De suerte que o cual grupo); dicha inviabilidad obede-
la identidad, al menos de modo parcial, ce a que no existen formas separables
se construye a partir de hechos sociales o puras de analizar la formación de un
(tal y como los define Durkheim, 1994) sujeto en relación con el poder. En otras
con los cuales el individuo se encuentra palabras, todo individuo está inmerso en
a lo largo de su proceso vital. En caso un sinfín de categorías identitarias que
de que los deseos individuales no se imposibilitan la explicación de su subje-
conformen a las exigencias culturales, tividad en virtud de la pertenencia a un
el mecanismo de control de la cultura determinado grupo o categoría.
se consolida en la culpa que el individuo Es precisamente ante la posibilidad
siente ante dichos deseos, producto de del reduccionismo que surge la teoría
haber internalizado los mandatos cul- de la interseccionalidad, la cual busca
turales (Freud, 1929). La teoría de Fes- postularse como una perspectiva que
tinger ofrece la oportunidad, a su vez, permita aproximarse al hecho de que
añadir los procesos comunicativos a distintas categorías sociales coexisten
los mecanismos de control grupal que en cualquier individuo, produciendo una
permiten la homogeneización de una experiencia que no es meramente expli-
determinada cosmovisión (a saber, una cable como la suma de éstas (Levine-Ras-
determinada cultura en mayor o menor ky, 2011). De manera que la experiencia
nivel), obligando a un determinado in- subjetiva de una persona homosexual y
dividuo —a cambio de su pertenencia de tez blanca no es la misma que la de
al grupo— a creer lo que el grupo cree una persona homosexual de tez morena.
(Festinger, s. f., apud Fuentes, 2016). Ambos —de suponerse que la orienta-
Ahora bien, el que el individuo se ción sexual que tienen conlleva un valor
construya de acuerdo con categorías negativo respecto a la heterosexualidad,
sociales —y se mantenga construido y que la tez blanca y morena conllevan
de esa manera por medio de procesos un juicio de valor positivo y negativo, res-
comunicativos y culpa— da pie al surgi- pectivamente— se encontrarían en una
miento de una identidad comparativa, posición de opresión debido a su orien-
esto es, una identidad fundamentada a tación sexual (o su pertenencia al grupo
partir de la evaluación ponderada entre de “homosexuales”), y sin embargo la
el grupo al que un individuo pertenece experiencia cotidiana que podrían tener
y grupos a los cuales no. Dicha identi- sería muy distinta en virtud de la posi-
dad implica una experiencia vital distin- ción de privilegio de uno debido al tono
ta para quienes pertenecen a grupos/ de piel. De modo que —ceteris paribus—
categorías evaluados positiva y negati- al menos uno de dichos supuestos indi-
vamente (por ejemplo, un individuo con viduos estaría en una posición a la vez
tez blanca o morena en México). de privilegio y de opresión.
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
29
ralmente, significa existir en función del picamente masculinos. Esto es, si bien
sexo masculino. Asimismo la mujer en- México está cambiando en términos de
frenta discriminación laboral (Aubert, roles de género, aún se mantienen vi-
1976; Velandia-Morales y Rincón, 2014; vos varios estereotipos que relegan a la
Burton y Weiner, 2016) y educacional femineidad a una condición inferior a la
(Kerr y Multon, 2015), producto del es- masculinidad, colocándola en una posi-
tereotipo de género. ción de discriminación.
Desde el marco especificado, la vio- Como se ha mencionado, uno de
lencia de género se traduce como un los transmisores de la cultura y del gé-
producto de la constitución identitaria nero es la familia. Debido a lo anterior,
del individuo dentro de una cultura, el se presenta a continuación una serie de
cual es perpetuado tanto por los medios datos que permiten situar a la familia
de comunicación como por la familia y mexicana en relación con el sexo, el gé-
otras instituciones. Es en razón de la nero y la violencia.
identificación con las atribuciones a un En la República Mexicana se han
particular sexo (identidad de género) elaborado varias encuestas acerca de la
que el individuo se sitúa en una posición percepción de la mujer respecto a la vio-
cualitativamente mejor o peor respecto lencia en el hogar. Es muy interesante
a otros. Toda perspectiva de abordaje a observar que a la afirmación “Una bue-
la violencia de género debe, entonces, na esposa debe obedecer a su esposo
enfocarse precisamente en el fenómeno en todo lo que él ordene”, las mujeres
que la posibilita, el cual no es otro que la que no sufrieron violencia contestan de
adopción de una ficción cultural genéri- manera afirmativa con más frecuencia
ca como una realidad operante. que las que sufrieron violencia, lo que
En México los roles y los estereoti- sugiere que esta actitud asumida por la
pos de género están cambiando (Agui- mujer puede evitar la violencia de géne-
lar, Gonzáles-Escobar, Gonzáles-Arratia ro. Es interesante también que ambos
y Valdez, 2013; López, Saldívar, Díaz, grupos de mujeres consideran mayori-
Reyes, Romero, Moreno, Hernández, tariamente que el hombre es el respon-
Armenta y Domínguez, 2015). Sin em- sable de los gastos de la familia, lo cual
bargo, aún prevalecen estereotipos de fortalece el papel estereotipado del
género que asocian a la mujer (y a lo hombre como proveedor. Es digno de
femenino) con debilidad, timidez, pa- mención el que ambos grupos de mu-
sividad, sumisión y ser para otros, y al jeres consideren, aunque en un porcen-
hombre (y a lo masculino) con fuerza, taje bajo, que el marido tiene derecho a
valor, autoridad, y ser para sí (Veláz- pegarle cuando ésta no cumple con sus
quez, 2010, apud López et al., 2015). Ve- obligaciones, igualmente asumiendo un
lázquez (2010, apud López et al., 2015) papel denigrante producto del estereo-
argumenta que con base en dichos es- tipo prevalente en nuestro país.
tereotipos y roles se ha dividido el ám- Asimismo se observa que la mujer
bito donde se desenvuelven hombres otorga al hombre mexicano la facultad de
y mujeres, relegando a estas últimas al escoger sus amistades, y casi 20% de las
hogar. Macía et al. (2008, apud López et mujeres piensa que no son libres de deci-
al., 2015) identifica la emocionalidad, dir si quieren trabajar. Más de 20% pien-
intuición y reproducción como caracte- san que no tienen la misma capacidad
rísticas estereotípicamente femeninas; que el hombre para ganar dinero, y cerca
por otra parte, el mismo autor identi- de 10% consideran que tienen la obliga-
fica la decisión, razón, fuerza, indepen- ción de tener relaciones sexuales con su
dencia y objetividad como estereotí- esposo aunque ellas no quieran.
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
33
Una encuesta efectuada por el INEGI más de 30% sólo tienen primaria, y un
en 2011 (apud INEGI, 2015) reveló que poco más de 20% tienen secundaria.
63% de las mujeres de 15 o más años Respecto a la participación econó-
de edad, declararon haber padecido vio- mica, cuando el jefe es un hombre, éste
lencia por parte de su pareja o de otra es económicamente activo en 85% de
persona. El grupo de edad que más su- los hogares, y cuando la mujer es la jefa,
frió violencia fue el de 30 a 39 años. El entonces en 53% de los hogares ella es
47% de las mujeres de 15 o más años de económicamente activa.
edad que tenían una relación de pareja En virtud de lo anterior puede aseve-
fueron agredidas por su compañero ac- rarse que si bien los roles de género se
tual o su última pareja. También refiere encuentran en un estado de cambio en
que la violencia es más común entre las el México contemporáneo, la perpetua-
mujeres que se casaron o unieron antes ción de roles antiguos en el ámbito fa-
de los 18 años que las que lo hicieron a miliar incide en formas de marginación
los 25 o más años. El 32% de las mujeres y violencia contra la mujer, exponiendo
ha padecido actos de intimidación, aco- a ésta a violencia continua y segregación
so o abuso sexual. Se estima que entre en caso de incurrir en comportamientos
2013 y 2014 fueron asesinadas siete mu- ajenos al estereotipo dominante.
jeres cada día en el país (INEGI, 2015). A continuación se explorarán esta-
Según datos de la Encuesta Nacional dísticas relacionadas con la orientación
de Dinámica Demográfica (Enadid, 2014, sexual y expresión de género en Méxi-
apud INEGI, 2016), casi 97% de la pobla- co. Conviene aclarar brevemente que el
ción mexicana forma parte de un hogar término expresión de género se refiere
familiar. En ese año el promedio de in- a las creencias acerca de la propia sub-
tegrantes en un hogar nuclear era de jetividad respecto a la masculinidad y la
3.6% y en los hogares extensos de 5.2%. feminidad, así como los roles definidos
Cabe mencionar que se denomina “ho- de manera sociocultural que se han asig-
gar nuclear” al compuesto por un jefe de nado a las categorías de género (Ault y
familia, su cónyuge y los hijos, mientras Brzuzy, 2009, apud Henrichs-Beck y Szy-
que el “hogar extenso” es el que inclu- manski, 2017). En otras palabras, la ex-
ye, además de la familia nuclear, a otros presión de género es como un determi-
miembros. Se informa también que casi nado sujeto decide expresar la vivencia
74% de los hogares tiene como jefe a un acerca de su propio género.
varón, y el restante a una mujer. El 80% La expresión de género puede ser
de los jefes de un hogar nuclear es va- congruente con las demandas sociales
rón, mientras que sólo 62% lo es en los o no. Se da por supuesto que, cuando
hogares extensos. la expresión de género es congruente
En los resultados de la encuesta se con esquema que se tiene en una de-
muestra la distribución porcentual del terminada cultura, ésta no presenta un
estado civil de los jefes de hogar, y se problema para el individuo (aunque el
observa que la mayor parte de los jefes género puede presentarlo). Debido a
varones están casados, a diferencia de lo anterior, la expresión de género que
las mujeres jefas donde casi 15% está no es congruente con las expectativas
casada y 30% son viudas. sociales es la que es susceptible —por
Otro dato importante se refleja en la sí sola— de generar una experiencia
distribución porcentual de los jefes por de sufrimiento para el individuo que
nivel de escolaridad y género. Aunque se confronta con un contexto social. En
esta distribución no es muy diferente la Encuesta Nacional sobre Discrimina-
entre hombres y mujeres, sobresale que ción (Enadis), el Conapred agrupó bajo
Capítulo 1 | Poder y Privilegio ¿Por qué es importante la interseccionalidad en la Psicoterapia? | Cerón-Castillo.
34
el rubro de “personas trans” a todas las lesbianas fueron percibidas como el se-
personas cuyo sexo asignado al nacer gundo grupo social cuyos derechos son
no concuerda con la expresión o iden- menos respetados en el país (con 66%
tidad de género que tienen. Los resul- de la población opinando que son “poco
tados muestran que dicha población es o nada” respetados) (Conapred, 2017).
percibida como aquella cuyos derechos Un 30% de mujeres y 35% de hombres
se respetan menos en el país, con 72% no rentarían un cuarto de su vivienda a
de la población que percibe a los dere- una persona gay o lesbiana, y 64.4% de
chos de éstos como “poco o nada” res- la población adulta tolera “poco o nada”
petados (Conapred, 2017 ). que dos personas del mismo sexo vivan
Existen algunos resultados de la juntas como pareja (Conapred, 2017).
Enadis (2017) que pueden, de modo Asimismo conviene destacar que son
incidental, abordar la expresión de gé- dos las entidades (Chiapas y Veracruz)
nero. Dentro de los rasgos indagados con mayor porcentaje de personas que
como posibles correlatos a la discri- toleran poco o nada que dos personas
minación se encuentran la manera de del mismo sexo cohabiten como pareja
hablar y la forma de vestir (o arreglo (Conapred, 2017).
personal) (Conapred, 2017). Si bien de Los datos anteriores ilustran la per-
manera inespecífica, los modos de ha- manencia de conductas discriminato-
blar y de vestir pertenecen al campo rias para todas las expresiones, identi-
de la expresión de género, porque se dades y orientaciones que desafían la
espera que un hombre y una mujer se norma cultural en el país.
vistan y hablen de manera diferencia-
da. La forma de vestir, agrupada en el Rango etario
rubro“apariencia”, fue declarada como
razón para ser discriminada por 51.3 y Los datos del Conapred (2017) muestran
56.5% de mujeres y hombres, respecti- que 25.9% de las mujeres y 26.9% de los
vamente, que reportaron haber pade- hombres adultos informan haber sido
cido discriminación (Conapred, 2017). discriminados por su edad. El 57% de la
A su vez, la manera de hablar fue re- población adulta percibe que los dere-
portada como causa de discriminación chos de las personas mayores son poco
por 16.7 y 27.7% de mujeres y hombres, o nada respetados; lo anterior difiere
respectivamente, que indicaron haber respecto a la percepción acerca de los
sufrido discriminación. adolescentes, jóvenes, niñas y niños, de
Ahora bien, respecto a la orientación los cuales 42% se muestra de acuerdo
sexual e identidad de género, el Cona- con que sus derechos son poco o nada
pred (2017) presenta una serie de datos respetados. Es pertinente destacar que
que permite ilustrar parte de la vivencia incluso el menor número de ambos por-
de los individuos que no se ajustan a la centajes conlleva la percepción de dece-
norma cultural en relación con el género. nas de millones de personas.
En la Enadis (2017) se encontró que 3.2% Además, 10.2% de la población adul-
de la población adulta se identificó como ta justifica mucho o un poco negarle em-
“no-heterosexual” (bisexual, gay, lesbia- pleo a una persona mayor, y 7.1% pegar-
na o con otra identificación u orientación le a un niño o niña para que obedezca
sexual diversa). Cabe mencionar dicha (Conapred, 2017). Por otro lado, 63% de
población reportó haber sido discrimina- los hombres y 58% de las mujeres de la
da por algún motivo en 10.3% más que población adulta consideran que los jó-
la población heterosexual (Conapred, venes son irresponsables (con Michoa-
2017). Asimismo, las personas gays o
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
35
cán y Guerrero como las entidades con res reportó lo mismo; en cuanto a los
mayor porcentaje en este rubro). prejuicios, 42% de los hombres y 37%
Respecto al concepto de discrimina- de las mujeres se muestran de acuerdo
ción por grupo revelan que los ámbitos con que “los pobres se esfuerzan poco
donde los jóvenes y adultos mayores por salir de su pobreza”.
se perciben discriminados son en la ca- Estos datos permiten situar a la
lle, transporte público, trabajo, escuela clase social como un factor que incide
y familia, con 16.3% de los jóvenes que en la discriminación de diversos indi-
reportan discriminación en algún ámbi- viduos, el cual se encuentra rodeado
to social y 16.1% de los adultos mayores de prejuicios, como que la pobreza se
(Conapred, 2017). El 17% de los adultos debe a una falta de esfuerzo.
mayores indicó haber sufrido al menos
una situación de discriminación en los Características Raciales
últimos cinco años, con 61.3% de dicho
grupo que percibe la causa de la situa- Referente a las características raciales,
ción como su condición etaria; la misma además del tono de piel el Conapred
medición en relación con los jóvenes (2017) distingue entre personas afro-
resultó en 26.3%, que reportaron al me- descendientes e indígenas, con lo que
nos una situación de discriminación, con permite una aproximación diferenciada
31.9% que indicaron una causalidad en a su situación en el país.
virtud de su edad (Conapred, 2017). Respecto a las personas indíge-
Lo anterior ilustra un panorama en el nas, 71% de la población se muestra de
cual existen prejuicios para un individuo acuerdo con que “las personas indíge-
relacionados con su edad. La percepción nas son poco valoradas por la mayoría
de los individuos pertenecientes a grupos de la gente”, mientras que 65% conside-
etarios jóvenes o adultos mayores respe- ra que sus derechos son poco o nada
to a sus derechos es también de particular respetados (Conapred, 2017). Además,
interés, porque el primer grupo informó 15 y 18% de mujeres y hombres, res-
percibir que sus derechos son respeta- pectivamente, no rentaría un cuarto en
dos poco o nada en 36%, mientras que su vivienda a una persona indígena (Co-
el segundo en 44.9%. Las principales pro- napred, 2017).
blemáticas para la población de adultos En cuanto a las personas afrodes-
mayores son la falta de oportunidades cendientes, 56% de la población opi-
para encontrar trabajo y la insuficiencia na que sus derechos son poco o nada
de las pensiones para cubrir necesida- respetados, y 21 y 24% de mujeres y
des básicas. Por otra parte, las principa- hombres, respectivamente, no rentaría
les problemáticas para los jóvenes son un cuarto en su vivienda a una persona
las adicciones y la falta de oportunidades perteneciente a dicho grupo poblacio-
educativas (Conapred, 2017). nal (Conapred, 2017).
Por último, se considera relevan-
Condición socioeconómica / Clase te que 3% de la población justifique
Social burlarse de alguien por su tono de piel
(Conapred, 2017). Este rubro se midió
Respecto a las clases sociales, en la de acuerdo con una escala de 11 tona-
Enadis se encontraron los siguientes lidades, donde 59.2% de la población
datos (Conapred, 2017): 19.7% de los se declaró como con una tonalidad in-
hombres que informó haber sido dis- termedia, mientras que casi 30% se de-
criminado indicó la clase social como la claró con tono de piel claro y 11.4% con
causa, mientras que 16% de las muje- tono de piel más oscura. La tonalidad de
Capítulo 1 | Poder y Privilegio ¿Por qué es importante la interseccionalidad en la Psicoterapia? | Cerón-Castillo.
36
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
37
T
odos los seres humanos nacemos sexualidad humana” (WHO, 1975; apud
libres e iguales en cuanto a digni- WHO, 2010: 3).
dad y derechos. Por este hecho, En el año 2000 la Organización Pa-
todos y todas tenemos los mismos de- namericana de la Salud (OPS) y la OMS
rechos humanos sin importar la nacio- convocaron a un grupo de expertos que
nalidad, lugar de residencia, sexo, origen definieron la siguiente terminología:
étnico, color, religión, idioma o cualquier
Sexo se refiere a las características bio-
otra condición. Estos derechos por su lógicas que definen a los humanos como
naturaleza son interrelacionados, inter- hembras o varones. Aunque se utilice
dependientes e indivisibles. Esta interre- este conjunto de características para
lación significa que el avance de uno faci- clasificar a los seres humanos, estas no
lita el avance de los demás, y de la misma son mutuamente excluyentes, ya que
manera la privación de un derecho afec- hay individuos que poseen característi-
ta de manera negativa a los otros. El ejer- cas de ambos grupos. En el uso cotidia-
cicio responsable de los derechos hu- no el término “sexo” hace alusión a la
actividad sexual; no obstante, para pro-
manos requiere que todas las personas
pósitos técnicos en el contexto de discu-
respeten los derechos de otros. siones sobre sexualidad y salud sexual,
Dado que la sexualidad es reconoci- la definición anterior es la pertinente. La
da como un componente integral para la sexualidad se entiende como un aspec-
dignidad y humanidad de toda persona, to central de ser humano a lo largo de la
los derechos sexuales y reproductivos vida; engloba sexo, identidades y roles
forman parte de estos derechos huma- de género, orientación sexual, erotismo,
nos y están estrechamente relacionados placer, intimidad y reproducción. La se-
con la salud sexual y reproductiva. xualidad es experimentada y expresa-
La Organización Mundial de la Sa- da en pensamientos, fantasías, deseos,
lud (OMS) ha venido trabajando el área creencias, actitudes, valores, compor-
tamientos, prácticas, roles y relaciones.
de la salud sexual desde por lo menos
Mientras que la sexualidad puede incluir
1974, cuando a partir de las delibera- todas estas dimensiones, no todas son
ciones de un comité de expertos resul- siempre experimentadas o expresadas.
tó la publicación de un reporte técnico La sexualidad es influenciada por la in-
titulado “Educación y tratamiento en la teracción de factores biológicos, psico-
Capítulo 2 | Derechos Sexuales y Reproductivos: Reflexiones para Terapeutas | Hernández-Lozano.
40
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
45
A
l inicio la interrogante parecía cluir el respeto a la diversidad sexual en
evidente. Eran mediados de ju- cualquier campo formativo. Las leyes de
lio o junio de 2012, no recuerdo matrimonio igualitario incluyeron a las
exactamente; la psicoterapia sexual de parejas del mismo sexo a los derechos
Teresa Arcceloni fue publicitada en Mé- constitucionales pactados inicialmen-
xico por un grupo de empresarios de te para parejas entre hombre y mujer.
la terapia familiar sistémica formados Por ende, las organizaciones feministas
en Milán. La circulación de sus textos El y quir habían logrado captar cada vez
duograma y La terapia sexual había sido más personas interesadas en la inclu-
caldo de cultivo para una toma de con- sión a sus derechos civiles y ciudada-
ciencia de los problemas que entraña nos, entre ellos el derecho a la salud
el tema de la sexualidad al interior de mental (Walters, Carter, Papp y Silvers-
las formaciones en terapia familiar sis- tein, 1991; Gómez-Lamont, 2015).
témica. En México, y en ese momento En los campos formativos en salud
histórico, el tema de la homosexualidad mental, la terapia familiar comenzaba a
y los problemas que propicia la homo- reconocer, si bien con alguna resisten-
fobia en la vida pública y privada esta- cia, que su propuesta acerca del ciclo vi-
ban en boga; se cuestionaban prejuicios tal de la familia se había fundado sobre
y se intentaba modificar las políticas de todo en la experiencia de los varones,
la familia. Este proceso ya había estado y que las escalas de adaptación y ma-
en pie de lucha desde 1968, tratando de durez rescataban a plenitud los ideales
desmontar la configuración familiar, las morales conservadores y clasistas de
iglesias, los trabajos, la economía y, por la conducta de los hombres america-
supuesto, los campos formativos en que nos (Walters, Carter, Papp y Silverstein,
se reproduce la homofobia. 1991); principios, por cierto, basados en
Los derechos humanos conocidos el fundamentalismo del reproductivis-
como de “tercera generación” que se mo como idea general de la naturalidad
han desarrollado desde finales de los de la familia; sin embargo, estaba lejos
setenta hasta hoy, lograron evidenciar de mirar el heterosexismo y la homofo-
los derechos sexuales y reproductivos; bia en sus prácticas clínicas y educativas
la UNESCO aseveró la necesidad de in- (Gómez-Lamont, 2015).
Capítulo 3 | La Ideología Heterosexista en el Currículo Formal en la Terapia... | Gómez-Lamont & Reveles-Quezada
47
una forma estereotipada de los roles fa- los padres. Esto explicaría la publicación
miliares (Bertrando y Toffanetti, 2004): de artículos donde se atribuye explícita
o implícitamente la responsabilidad de
Hay además otro aspecto infravalorado.
las “patologías” familiares y/o de los hi-
Salvador Minuchin (el investigador prin-
cipal) ha realizado un trabajo tremendo jos e hijas a las madres. Por ello se expli-
con las familias pobres y negras en las ca la desvalorización de las dimensiones
que la madre recibía la ayuda social y el bioéticas y políticas de las mujeres, y la
hombre estaba desempleado. El objeti- consideración del heterosexismo como
vo era obtener una mayor integración una ideología que consagra la unidad
del hombre en la familia. Estos hom- familiar, pero mantiene a la homofobia
bres no tenían poder y los terapeutas como un discurso invisible en las tera-
tendían a apoyarlos. A veces pienso que pias familiares (Walters, Carter, Papp y
si el gobierno hubiese dado más ayudas Silverstein, 1991).
a esos hombres, la terapia de Minuchin La Association of Gay Psychologists,
habría podido desarrollarse de otra for-
creada en agosto de 1973 en Estados
ma (Haley en Simons, 1992, p. 87).
Unidos, tuvo gran influencia en el cam-
Para Rubín (1989), en Europa y Es- bio de actitud de los psicólogos hacia la
tados Unidos —desde 1950 hasta hoy— homosexualidad, que fue eliminada del
se implementaron campañas educati- Manual Diagnóstico de Trastornos Men-
vas y políticas para alentar la castidad tales (DSM-III), y en desarrollo de los pri-
y la vida familiar con los objetivos de meros estudios de hijos de lesbianas y
eliminar la prostitución y reprimir la gays, producto de la creciente demanda
masturbación y la homosexualidad, so- por guardia y custodia de niños cuyas
bre todo entre los jóvenes. Estas cru- madres y padres se declaraban homo-
zadas se implementaron por medio de sexuales. Por ello, la American Psycholo-
los departamentos de sanidad mental, gical Association (APA) aprobó en 1980 el
iniciados por las clínicas de seguimien- Comité sobre Asuntos Lesbianos y Gays
to infantil (Bertrando y Toffanetti, 2004) (CLGC, por sus siglas en inglés). En 1984
que consolidaron los modelos de inter- se formó una división de la APA, la 44,
vención en terapia familiar, así como denominada Sociedad para el Estudio
los aparatos de coerción social contra Psicológico de los Asuntos Lesbianos y
la sexualidad (Rubín, 1989). por lo que Gays. Esta división 44 de la APA ha sido
el origen de la terapia familiar evitó a muy activa, y desde 1994 publica una
toda costa publicar o trabajar con la ho- serie de anuarios titulados Psychological
mosexualidad y mantuvo el régimen de Perspectives on Lesbian and Gay Issues.
higiene mediante la heterosexualidad Esta división ha logrado interesantes
reproductiva como pilar de la familia resultados con consultantes y psicote-
natural (Clark y Serovich, 1977). rapeutas que coinciden con esa orien-
Esta adhesión a las ideas de Parsons tación sexual, Barberá y Martínez (2004;
trajo como consecuencia, en los años si- Gómez-Lamont, 2015).
guientes, las críticas de las autoras femi- Esto impulsó la creación de inves-
nistas a las terapias familiares, las cuales tigaciones que demostraran cómo era
denunciaron la línea patriarcal en que se el desarrollo de los hijos de lesbianas
conformó la intervención “matrimonial”, y gays (Fitzgerald, 1999). Sin embargo,
misma en la que se tiende a idealizar los muy pocos estudios de terapia familiar
roles y las tradiciones morales de los de- con parejas del mismo sexo, relaciones
beres fundamentados en la división se- de crianza de gays o lesbianas con hijos,
xual del trabajo, así como la tendencia o de matrimonios heterosexuales que
a reprobar a las madres y a idealizar a descubren su homosexualidad, o de fa-
Capítulo 3 | La Ideología Heterosexista en el Currículo Formal en la Terapia... | Gómez-Lamont & Reveles-Quezada
49
Universidad de
Psicología Sí No No No
Guadalajara
Universidad
Autónoma de Psicología Sí No No No
Tamaulipas
Universidad
Autónoma de Psicología Sí No No No
Tlaxcala
Universidad del
Psicología Sí (8 sedes) No No No
Valle de México
Universidad
N a c i o n a l
Psicología Sí (2 sedes) No Sí No
Autónoma de
México
Universidad del
Psicología Sí (4 sedes) No No No
Valle de Grijalva
Universidad de
Psicología Sí No No No
las Américas
Universidad
del Valle de Psicología Sí No No No
Atemajac
Universidad del
Psicología Sí No No No
Mayab
Universidad del
Psicología Sí No No No
Noroeste
Universidad De
Psicología Sí No No No
La Salle Bajío
Universidad
Juárez del
Psicología Sí No No No
Estado de
Durango
Tabla 1. Muestra el análisis por universidad del contenido de los programas de terapia familiar en México.
institutos y
programas cuEntan con contEnidos
asociacionEs contEnidos
dE maEstría y cuEntan con más dE 10 contEnidos dE
civilEs dE dE
EspEcialidad En rEvoE gEnEracionEs dE dE génEro divErsidad
Educación sExualidad
tErapia familiar EgrEsados. sExual
supErior
Maestría en
Terapia familiar
Sólo la
Instituto 1 Especialidad Sí Sí No No
Maestría
en Terapia de
Pareja
Maestría en
Instituto 2 Maestría Sí Sí Si Si
Terapia familiar
Maestría en
Instituto 3 Maestría Sí Sí No No
Terapia familiar
Maestría y
Maestría
Especialidad
Instituto 4 Especialidad Sí Sí Si No
en Terapia
familiar
Maestría en
Terapia familiar Sólo la
Instituto 5 y Doctorado Maestría No Sí No No
en Terapia
familiar
Especialidad Solo Maestría
Instituto 6 Maestría REVOE No Sí No No
Doctorado Campeche
Sólo Maestría
Instituto 7 Maestría REVOE Sí Sí No No
Cuernavaca
Tabla 2. Muestra el análisis de los programas de terapia familiar de diversas asociaciones civiles en México.
Gráfica 2. Porcentajes de los temas no revisados en el programa formativo de las terapeutas encuestados.
a temprana edad, mientras que un 15% así como a causa de una recombinación
afirmó que se da porque el hijo está genética de los gametos XY.
apegado a la madre, o porque el hijo no La opinión de las terapeutas fami-
ha aprendido de un modelo masculino, liares sobre la vivencia homosexual afir-
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
58
prescindibles para este estudio fue la de estudiantado, esto sin ser parte de un
los pilares histórico-sociales, políticos y accionar consiente sino condicionado
económicos que construyen discursos por la disciplina formativa en la que se
e ideologías, discursos que se encuen- encuentran.
tran plasmados en proyectos normati- Esta investigación es parte de un
vos y formativos en salud. De ahí que proyecto más amplio de investigación
se reconozca a la terapia familiar como que considero diversas fases en las que
un proyecto normativo que naturaliza se espera poderse publicar en diferen-
al grupo familiar como heterosexual, y tes espacios, en las cuales, pudiese visi-
también posiciona de forma funciona- bilidad el tema de prioridad, el cual gira
lista a la heterosexualidad y a la sexua- entorno cómo la educación de terapia
lidad reproductiva como ejes centrales familiar posee im currículo oculto, el
de la política de cuidados del Estado. cual, su objeto de afecto es la sexuali-
En esta investigación, por medio de dad heterosexual, objeto que se ve de-
encuestas e investigación documental, mostrado en el estudio. Más adelante
dio a conocer elementos interpretati- pretendo compartir más de esta amplia
vos del funcionamiento de las ideolo- investigación.
gías dominantes y heterosexistas del
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
60
E
l terapeuta familiar tiene como recomendaciones respecto a la produc-
deber profesional la transmisión ción del conocimiento en la terapia fa-
del conocimiento y competen- miliar sistémica.
cias necesarias para que otros se for- El objetivo de este capítulo es mos-
men como terapeutas familiares o para trar y dar significado a las implicaciones
que continúen en el camino de seguir que hay en la formación de terapeutas
aprendiendo. El quehacer del terapeu- familiares, pues se busca que los suje-
ta familiar se puede englobar en cua- tos partícipes de esa formación puedan
tro áreas: 1) asistencial; 2) docencia; 3) incluir la crítica de la perspectiva de gé-
investigación, y 4) gestión. Las cuatro nero en el diseño, el carácter operativo
se interrelacionan y es deseable que de la conceptualización, el ejercicio co-
los terapeutas logren desarrollarse en tidiano de su función docente y clínica,
ellas. En cada área estará presente la porque mediante la producción y repro-
transmisión de sus prejuicios hacia el ducción de documentos heterosexistas
tema de la heterosexualidad y la homo- y homofóbicos anulan la posibilidad de
fobia (Gómez-Lamont, 2015). visibilizar al colectivo LGBT que, ante el
Para Bigner y Wetchler (2012) es rechazo social, vulnera su salud mental
importante hacer recorridos históricos (Gómez-Lamont, 2015).
para comprender el efecto de la homo- Gómez-Lamont (2018) determinó la
fobia, el heterosexismo y la heteronor- frecuencia de publicaciones de terapeu-
matividad en la sexualidad, el género tas familiares relacionadas directamente
de las parejas y familias LGBT, hacien- con el género y la homosexualidad. Ese
do un especial énfasis en los efectos estudio brindó descripciones cuantitati-
del estrés en estas minorías, así como vas de la productividad temática de los
la revisión de los soportes sociales que terapeutas familiares en México. Con
pudieran llegar a tener. esa información se puede analizar, re-
Los autores enfocan la discusión flexionar y discutir las áreas con mayor
de su investigación en parejas LGBT y trabajo e investigación en terapia fami-
en padres de niños LGBT, por lo que es liar de habla hispana. En el dicho estudio
fundamental hacer, de manera previa, se analizaron 374 artículos (desde 1988
estudios diagnósticos para poder emitir hasta 2013) de la revista Psicoterapia y
Capítulo 4 | Condición Actual de las Investigaciones acerca la Comunidad LGBT... | Gómez-Lamont & Silva-Aragón
62
familia, así como 110 artículos (desde cuentra ubicado como eje central en las
1996 hasta 2016) de la revista Redes. Los prácticas en terapia familiar, e indican
resultados muestran que el uso de la una reproducción de la idea de la hete-
categoría ciclo vital de la familia se en-
como eje central no sólo el reconoci- to que se confronta con lo social (Meyer,
miento del modelo de estrés de mino- 2003). El mismo autor describe cuatro
rías y la LGBT-fobia, el cual afirma que procesos estresores comunes a la co-
los procesos de estrés están relaciona- munidad LGB; los primeros tres se men-
dos con la victimización y discriminación cionan desde lo distal hasta lo proximal
LGBT-fóbicas, las actitudes heterosexis- y son: 1) eventos estresantes crónicos
tas y la problematización de la identi- externos y objetivos; 2) la expectativa de
dad de género y la orientación diversa. dichos eventos y la correspondiente vi-
La experiencia de grupos minoritarios gilancia ante su posible aparición, y 3) la
implica una vivencia de estrés —el cual internalización de actitudes sociales ne-
se define como cualquier condición que gativas (Meyer, 2003). El último proceso
active los mecanismos de adaptación de alude al esconder la orientación sexual y
un determinado individuo— distinta a la se considera proximal (Meyer, 2003).
de grupos mayoritarios (Meyer, 2003). El modelo de Meyer (2003) permite
Dicha vivencia puede incidir de manera abordar la posibilidad de crueldad y mal-
negativa en la salud de quienes son eti- trato en la psicoterapia con la población
quetados como pertenecientes a estos LGBT+ en términos de las dimensiones
grupos, y ha sido una preocupación para que postula. Por ejemplo, un maltrato
las disciplinas sociológicas y psicológi- que genere estrés en una persona perte-
cas, las cuales han estudiado los efectos neciente a dicha comunidad y que se sitúe
de los estigmas, prejuicios y la alienación en la dimensión distal —en psicoterapia—
social, entre otras condiciones, así como puede constituirse como un esfuerzo ex-
el papel de la comparación social en la plícito y activo por parte del terapeuta
articulación de una identidad y los efec- por reducir el malestar del individuo a su
tos en la salud (Meyer, 2003). Por otra pertenencia a la comunidad, o el interna-
parte, Meyer (2003) postula a la suma de miento en una determinada institución.
esfuerzos interteóricos por enmarcar la Ahora bien, más allá del peligro de que el
vivencia de estrés de grupos minorita- terapeuta se postule como un factor es-
rios como estrés minoritario/de las mino- tresor distal, en virtud de la suposición de
rías (Minority Stress). que su saber teórico es legítimo, aquellas
Tal es el caso de la comunidad LGBT+, aseveraciones —producto de la posible
quienes con frecuencia —debido a que pertenencia a un grupo mayoritario y la
su identidad, orientación u expresión de angustia frente a la imposibilidad de cla-
género no concuerda con los mandatos sificar una determinada subjetividad por
de la normalidad— se encuentran ex- parte del terapeuta— que pudiesen ha-
puestos a estresores diferentes a los co- berse interpretado como estresores dis-
tidianos (y en muchos casos coexisten- tales pueden transformarse en factores
tes con ellos) (Meyer, 2003). El modelo que el individuo internalice y los cuales
de Minority Stress para la población LGBT —como se ha abordado en otro aparta-
que postula Meyer (2003) permite ubicar do— puedan llevar incluso al suicidio, y
al individuo perteneciente a este grupo para comprender en mayor profundidad
en un continuo distal-proximal en rela- este fenómeno, es fundamental conside-
ción con la cultura que lo enuncia como rer los siguientes aspectos. Según Bigner
desviado (en forma de estereotipos de y Wetchler (2012)
género, entre otras). La dimensión distal 1. Cuestionar las definiciones domi-
se refiere a actitudes o significados socia- nantes de las relaciones y la fami-
les externos al sujeto (Meyer, 2003). Por lia que históricamente no incluye la
otra parte, la dimensión proximal alude sexualidad y el género de colectivos
a la importancia psicológica para el suje- minoritarios. Este silencio, dicen los
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
65
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
71
H
ablar de la discriminación en el En este momento es preciso ar-
espacio terapéutico es complejo, mar un pequeño glosario de conceptos
sobre todo por los silencios, au- que permita comprender los términos
sencias y omisiones de los formadores y como “queer”, que abarca a las perso-
de los terapeutas sistémicos (Gómez-La- nas que se han definido o eligen defi-
mont, 2018). Ante esta situación, Good- nirse como disidentes sexuales y/o de
man y Gorski (2015) describen y afirman género; para James T. Sears (apud Smi-
que es fundamental tener un modelo de th, 2015) son seres humanos que aman
competencia y asesoramiento en la for- o hacen al amor al mismo o ambos gé-
mación de psicoterapeutas sistémicos, neros, individuos que eligen cambiar
que reconozca aspectos multiculturales las identidades de género, ya sea por
de la diversidad sexual en el cual el pro- vestimenta, hormonas o cirugías; en sí,
grama haga énfasis en capacitar a los personas que eligen comportarse de
terapeutas para desarrollar la concien- manera discordante al género que se
cia, el conocimiento y las habilidades les impuso al nacer.
necesarias para efectuar intervenciones Un sinónimo del término anglosajón
libres de discriminación. “Queer” (en América Latina “Quir”), signi-
En una investigación de Smith fica fuera de la cultura heterosexual o cis-
(2015), en la cual dieron seguimiento género. Algunos autores (Preciado, 2013;
a una terapeuta formada en este tipo Butler, 1990) afirman que este término
de competencias y habilidades clínicas, puede contemplar a algunas personas
destacan la importancia de la calidez, lesbianas, gays, bisexuales, transgénero,
la empatía y la autenticidad con sus intersexuales, homosexuales; personas
consultantes LGBT, que enfrentaban que no se ajustan al binario del género,
problemas desde estresores de vida como transexuales, travestis y otros que
normativos hasta trastornos mentales se identifican fuera del orden del género.
y emocionales. Algunos de esos con- Así, las identidades heterosexuales y cis-
sultantes se identificaban como queer género se consideran frecuentes, mien-
y eran quienes resentían aún más los tras que las queer como minorías, desde
aspectos de la discriminación. la mirada heteropatriarcal.
Capítulo 5 | Discriminación hacia la población LGBT: Colonización de la Heteronormatividad en el espacio... | Gómez-Lamont
73
Organización Mundial de la Salud (1978). “La familia es el grupo primario de pertenencia de los individuos. En su
concepción más conocida, está constituida por la pareja y su descendencia”.
Duval (1988). “Después de la Segunda Guerra Mundial las familias americanas fueron convocadas y organizadas
de manera que las mujeres dejaran sus trabajos y se dedicaran al hogar y los hombres dirigieran a sus familias y
reestablecieran la economía de la posguerra”. (p.127)
Barragán (1976). “Entendemos por familia nuclear a aquella integrada por una pareja de adultos con una tarea
dual, que comprende ser esposos y padres”. (p. 179)
Haley (1980). “La Conjunción de dos familias, que ejercen su influencia y crean una compleja red de subsistemas.
Hay que tomar la unidad triangular; padre, madre e hijo, o suegra marido y esposa”. (p.120)
Minuchin (1992). “La familia es un grupo natural que en el curso del tiempo va elaborando pautas de interacción”.
“Podemos mirar de frente al hombre héroe cósmico, pero preferiríamos no verlo discutir con su mujer sobre quién
debió cerrar la puerta de calle”. (p.45)
Carter y McGoldrick (1990). “La idea básica que subyace a la noción del ciclo vital familiar es que todas las familias
experimentan cambios a lo largo del tiempo”. “Adulto joven emancipado” (p. 15)
Beyebach M. y Rodríguez A. (1993) ”La familia y su ciclo han cambiado drásticamente… La longevidad, el descenso
de la natalidad, los cambios en el papel de la mujer, la mayor tolerancia ante las parejas homosexuales”. (p.63)
Avilés, Espejel y Fortes (2000) “Por familia entendemos aquí un grupo (dos o más) de seres humanos adscritos
en forma natural”.
Robles (2003). “La familia es un sistema total compuesto por tres subsistemas: conyugal, parental y fraternal”. “En
cada una se integran dinámicas que integran la diversidad de sistemas familiares actuales”. (p.19)
Eguiluz (2004).”La familia como un sistema cibernético gobernado por reglas, que busca la estabilidad a través de
circuitos de retroalimentación”. (p.12)
Huerta (2005). “Funciones familiares que ameritan atención: Socialización, reproducción, estatus, protección y
afecto”. (p.148)
Eguiluz (2007). ”En México los hogares familiares están formados por tres tipos principales: a) el tradicional, b) el
moderno (trabajo extra doméstico), c) el de las familias monoparentales”. (p. 15)
Estrada (2012). “La estructura biológica y psicológica de la familia humana pasa por un “ciclo” (nace, crece, se
reproduce y muere) que comprende seis etapas: el desprendimiento, el encuentro, los hijos, la adolescencia, el
reencuentro y la vejez”. (p.5)
Tabla 1. Citas textuales de las descripciones del ciclo vital de la familia utilizadas en las revistas especializadas
en México sobre terapia familiar y de pareja.
Álvarez y Sevilla (2010) consideran con moralidad clara. En la homofobia
que se puede identificar a la homofobia está encarnada una postura de supe-
en dos tipos de discurso: 1) actos del rioridad que busca la “normalidad” y la
lenguaje u omisión de las personas, y 2) homogeneidad.
actitudes que minimizan a una persona El discurso específico de homofobia
que abiertamente es homosexual. que aquí interesa analizar es el del tera-
Puede ser abierta o encubierta. peuta sistémico, ya que es una práctica
Álvarez y Sevilla (2010) indican que el que daña la relación terapeuta-consultan-
discurso homofóbico tiene como carac- te y suscita que el consultante abandone
terística marcar un “deber ser”, que las un tratamiento e incumple con el princi-
sociedades deben conducirse de una pio de no maleficencia al que el personal
manera particular y como lo dictan las de salud está obligado éticamente.
buenas costumbres de una sociedad
Capítulo 5 | Discriminación hacia la población LGBT: Colonización de la Heteronormatividad en el espacio... | Gómez-Lamont
77
“Esto también es un problema del hombre homosexual que añora una relación con un “hombre de
verdad”, “sólo para encontrarse con que éste último siempre tiene que ser, necesariamente, otro hombre
homosexual” (Watzlawick, Helmick Beavin, y Jackson, 1967, p. 200).
“El fracaso de los padres en mantener fronteras definidas entre las generaciones y en adherirse a sus roles
de género llevan a problemas de incesto, confusiones de identidad de género y tendencias homosexuales en
padres e hijos.” (Lidz, 1969, p. 239).
“Todos los diagnósticos psiquiátricos pueden conceptualizarse en este continuo de adaptación o diferenciación.
La edad en que inició el problema, las confusiones de identidad de género y el deterioro relacionado con estos
diagnósticos puede entenderse en el contexto de los procesos emocionales multigeneracionales. Las formas
más extremas de depresión maníaca, alcoholismo, neurosis obsesivo-compulsiva, y homosexualidad, por
ejemplo, se desarrollan en el curso de múltiples generaciones.” (Kerr y Bowen, 1988, p. 241).
Boscolo y Bertrando (2008). “Para referirnos al terapeuta hemos usado el género masculino sólo a fin de
evitar complicaciones y confusiones lingüísticas” (p.13)
Espinosa, (2009). “Parejas del mismo sexo que adoptan (no legalmente) y crían hijos … asumiéndose como
familia”. (p.19)
Tabla 2. Citas textuales de las descripciones de las relaciones homosexuales utilizadas en las revistas especia-
lizadas en México sobre terapia familiar y de pareja.
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
78
paración entre los académicos(as), tam- Para incluir e infundir una justicia social
bién en los o las estudiantes. Esta falta y multicultural en los programas de edu-
de diversidad crea sesgos estructurales cación es necesario revisar y descoloni-
y limita la inclusión de perspectivas de zar las prácticas educativas. Es por esto
bienestar y experiencias divergentes, que algunos autores (Goodman y Gors-
generando así perspectivas poco críti- ky, 2015; Ibrahim y Heuer, 2016) definen
cas y reproductoras de discriminación. cinco áreas para descolonizar la prácti-
Sin embargo, por sí sola la diversidad no ca y docencia. Dichas áreas necesitan de
crea terapeutas socialmente justos. A lo estrategias creativas de enseñanza para
anterior se debe agregar una reflexión lograr tal propósito.
respecto a las prácticas educativas co- 1. Educación bancaria vs. Educación
lonizadoras heteronormadas que de- para desarrollo de conciencia crítica.
tienen el desarrollo de una conciencia En la educación bancaria el docen-
crítica y sensible a la comunidad LGBT te tiene el conocimiento absoluto y
(Smith, 2015). deposita información en sus estu-
Las prácticas de colonización en la diantes. El estudiante es ignorante y
consulta y formación en terapia familiar acepta y recibe pasiva y voluntaria-
sistémica son prácticas educativas que mente la información. Se encuentra
reproducen las condiciones de opresión desempoderado y es dependiente
al no desafiar las opiniones hegemóni- del docente. No debe cuestionar, cri-
cas que marginan a grupos de perso- ticar, analizar, discutir o evaluar; sólo
nas, perpetuando ideologías basadas debe regurgitar la información. Este
en el déficit y continuar la privación de tipo de educación impide el pensa-
derechos a los diversos consultantes y miento crítico e independiente, ge-
comunidades con quienes los y las es- nerando conformismo y convencio-
tudiantes trabajarán como profesiona- nalismo, censura, cultiva y garantiza
les de la salud mental. A diferencia de obediencia y sumisión, y mantiene el
lo obtenido con las prácticas de colo- estatu quo (poder y conocimiento). A
nización, se pretende que en el cuerpo diferencia de lo anterior, en la edu-
estudiantil se genere una competencia cación para desarrollo de concien-
cultural entendida como la asesoría, te- cia crítica el docente tiene un papel
rapia, consulta o consejería que es con- de apoyo, genera oportunidades y
gruente con los valores de los derechos proporciona recursos necesarios
humanos y reconozca las normas cultu- para el proceso educativo. Se busca
rales del consultante desde la perspecti- que el alumno desarrolle una con-
va de género y LGBT, y no como conoci- ciencia crítica, la cual implica formar
miento superficial de una población en cuestionamiento genuino median-
particular (como suele ocurrir). Además, te diálogos y discursos saludables,
se pretende que los o las alumnos(as) oportunidades para pensamiento in-
desarrollen una competencia en el reco- dependiente y divergente, con liber-
nocimiento de la justicia social, entendi- tad de establecer decisiones propias.
da como el compartir valores básicos de Se genera así un empoderamiento
derechos humanos, en un contexto de- auténtico; sentimientos de emanci-
mocrático que promueva acceso justo pación y liberación en el alumno. La
y equitativo a la restauración del daño, estrategia pedagógica para generar
así como oportunidad sin limitaciones una conciencia crítica es el uso de la
basadas en raza, etnia, cultura, nivel ficción etnográfica; es el “caminar en
socioeconómico, género, orientación los zapatos” de un cliente/paciente/
sexual, habilidades físicas y educación. consultante de la comunidad LGBTI
Capítulo 5 | Discriminación hacia la población LGBT: Colonización de la Heteronormatividad en el espacio... | Gómez-Lamont
83
que pasa por una situación que lo vas culturales del bienestar y la sa-
lleva a psicoterapia. La ficción etno- lud de estos grupos minoritarios.
gráfica es descrita como una expe- 3. Voyeurismo vs. Voz propia. El voyeris-
riencia de transformación que desa- mo es definido como “Espectadores
rrolla la conciencia crítica e impulsa pasivos que no se relacionan con los
en toma de acción. Además fomen- menos poderosos, pero están inte-
ta a que el o la alumno(a) desarrolle resados en ver cómo vive el ‘diferen-
una sensibilización en cuanto a su te’” y “El Análisis del sufrimiento a
entorno social, laboral y colegas res- una distancia segura, sin la respon-
pecto a las injusticias que enfrenta el sabilidad social o un compromiso
consultante LGBTI. real”. Las pedagogías y prácticas que
2. Multiculturalismo de “otredad” vs. fomentan (o no) el voyeurismo pue-
Profundización de la multiculturali- den ser las mismas terapias, pero
dad y justicia social en todo el currí- esto depende de la manera en que
culum. Se debe pretender que todo la aplique el docente. La primera es
el personal docente cuente con ins- la Instrucción basada en multimedia,
trucción en justicia social y multicul- mediante el uso de videos documen-
turalidad sensible a la comunidad tales. Éstos estimulan pensamientos
LGBTI, teniendo como deber ser los y causan sentimientos y emociones
derechos humanos, como un com- (superficiales o profundos), pero
promiso unánime y no sólo de unos debe considerarse que la acción
cuantos particulares, sino de toda la social se produce cuando los indi-
plantilla docente. No debe ser una viduos se sienten emocionalmente
opción limitada en la educación a conectados a los problemas inme-
cursos periféricos o adicionales sino diatos. Por tanto, los o las alum-
todo el currículo educativo debe es- nus(as) deben examinar su propia
tar desde un marco de JS/M sensible clase social, privilegios y actitudes,
a lo LGBTI; así, éste debe profundi- prejuicios y estereotipos acerca de
zar en todo el currículo para crear las personas, los demás y cómo esto
un cambio de perspectiva y destacar afecta o perpetúa los problemas.
la importancia de dichos temas en Otra estrategia es la Asignación o
todas facetas de su funcionamiento proyecto de inmersión cultural, que
profesional como terapeutas sisté- consiste en la exposición a perso-
micos. La multiculturalidad no debe nas que son diferentes en cultura o
verse como algo aparte o diferente, identidades LGBT (interconectadas
sino como algo que forma parte de con la religión, estado socioeconó-
todos los aspectos. mico, raza, etcétera). Sus objetivos
A falta de textos con temáticas pro- son generar la autoconciencia y sen-
pias de las competencias de un te- sibilidad, obtener una idea de las
rapeuta, deben incluirse los que circunstancias y características de
critiquen o tengan una contrana- otros, permitir experimentar qué es
rrativa a la perspectiva dominante ser de un grupo diferente, pensar
o hegemónica de la terapia sisté- en sus propios prejuicios, valores,
mica. También se recomienda pre- identidad, creencias, suposiciones y
sentar ejemplos o viñetas de casos, comportamientos, y el desarrollo de
conceptualizaciones de casos que una terapia sistémica con orienta-
incluyan una evaluación desde el ción a la justicia social multicultural,
contexto sociopolítico que viven las sensible a la comunidad LGBTI. Para
comunidades LGBTI y las perspecti- que esta última estrategia o técnica
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
84
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
86
Como no tenemos un lugar, tenemos que inventarlo. Más bien habría que decir:
habitamos un lugar, pero queremos tener un aquí […] un aquí donde sobrevivir,
donde tengamos una posibilidad.
D
e un tiempo para acá hemos ex- El Frente por la Familia se define a
perimentado con ímpetu la ola sí mismo en términos de ciudadanía y
neoconservadora que se pronun- defiende el “matrimonio, conformado
cia y congrega en México, Brasil, Argenti- entre un hombre y una mujer, y la fa-
na, Perú, Colombia y El Salvador1 en con- milia natural, ambas bases de nuestra
tra de todas las formas de deseo, afectos sociedad” (cita tomada de su página de
y relaciones LGBTTIQ. El Frente Nacional internet). Terrorífico, pero cierto. En sus
por la Familia, el Partido Encuentro Social términos, la ciudadanía pertenece a las
(PES) y la declaración de Mauricio Clark personas heterosexuales que establecen
respecto a las terapias de conversión y relaciones monógamas que tiene como
a su utilidad para “curar” la homosexua- objetivo la reproducción. Por su parte el
lidad, son motivo suficiente para que si- PES es un partido ultraconservador de
gamos reflexionando, organizándonos derecha cuyos argumentos para excluir,
y movilizándonos a favor del reconoci- discriminar y oprimir a las personas de
miento de nosotras y nosotros como su- la disidencia afectivo-erótica tienen sus-
jetos de derecho, justicia y dignidad. tentos de índole familistas.2 De nuevo la
2 De acuerdo con Adela Garzón (1998), “El familismo es un
1 Véase nota en donde se cita la investigación: https://www. concepto analítico desarrollado recientemente para inter-
eltiempo.com/datos/cifras-de-crimenes-contra-la-comu- pretar el cambio de las actitudes sociales hacia los valores
nidad-lgbt-en-latinoamerica-159558 familiares” que ha sido incorporado a la política y las cam-
Capítulo 6 | Hacia una Terapeutica de la emancipación para mujeres lesbianas y bisexuales... | Antón-Ordorika
88
periencia del afecto y del deseo es real. estos términos pone de relieve que este
Aquí nos encontramos con lo que sería oficio o ejercicio particular no se reduce
otra modalidad de injusticia epistémica y al terreno de lo clínico privado o guber-
de mistificación heteronormada. namental.
Es de aquí que se desprende la no- A lo largo de este texto será impres-
ción de lesbofobia, la cual se entiende cindible recordar que la OMS (2018) pre-
como “el rechazo u odio al lesbianismo vé que para 2020 la depresión será la
en cualquiera de sus expresiones, fru- primera causa de discapacidad psicoso-
to del convencimiento de que la hete- cial y emocional en nuestro país, misma
rosexualidad es la única opción válida que repercutirá de modo exponencial
de sexualidad. Forma parte de la propia en la calidad de vida de las mujeres.5 Las
estructura del heteropatriarcado. El les- opresiones derivadas del sistema y del
bianismo supone una ruptura tal, tan- orden social de género y la precarización
to con los roles de género como con la de la vida de las mujeres también abarca
sexualidad esperada, que ocasiona re- dimensiones psíquicas, emocionales y
chazo y/u odio, interno y externo” (Fer- relacionales. En este sentido es obligato-
nández y Momoitio, 2016). Uno de los rio recordar a Butler (2004) cuando plan-
efectos de la lesbofobia es que se pue- tea que algunas vidas se encuentran más
de internalizar, hecho que tiene reper- expuestas a la vulnerabilidad y a la vio-
cusiones negativas a nivel psicológico, lencia que otras, por lo que me pregunto
emocional, social, colectivo y comuni- por qué en el terreno de lo terapéutico
tario. Es de aquí que puede partir toda importan más unas tramas relacionales
terapia afirmativa y feminista para mu- y deseantes que otras.6 Reflexionar de
jeres adultas y jóvenes lesbianas. manera crítica acerca de lo que se puede
hacer frente a este panorama que vul-
¿Por qué es importante hablar de nera el derecho a la salud mental de las
la salud mental de las mujeres mujeres lesbianas y bisexuales en Méxi-
lesbianas y bisexuales como un
derecho humano en el contexto co es de suma importancia para el tema
del conservadurismo en México? que nos ocupa.
¿En qué marcos se circunscribe el derecho La salud mental como un derecho
a la salud mental de las mujeres lesbianas humano de las mujeres
y bisexuales en el contexto de la ola con-
servadora en México? ¿Cuál es la relación La OMS (2006: 1) estableció que “el pro-
entre las praxis terapéuticas (sobre todo pósito fundamental de la legislación de
la sistémica), la ideología y la epistemo- salud mental es proteger, promover y
logía androcéntrica y heteronormada? mejorar la vida y el bienestar mental de
¿Cuáles son las tecnologías que sirven los ciudadanos. Si es innegable que toda
al dispositivo de la psicoterapia para re- sociedad necesita leyes para lograr sus
frendar el estatu quo de las relaciones de objetivos, la legislación no es diferente
opresión y de poder? En estas páginas se de cualquier otra legislación”. Si bien
pretende ofrecer algunas respuestas que este documento se enfoca en las perso-
abonen a que el espacio terapéutico sea nas que tienen algún trastorno que se
uno en el que las emancipaciones múlti- traduce en alguna discapacidad psico-
ples sean posibles. Como punto de parti- 5 Véase la noticia completa en https://www.elciudadano.cl/
ciudadano-sano/el-pais-mas-triste-para-2020-la-depre-
da es importante mencionar que tiendo sion-sera-la-principal-causa-de-discapacidad/07/26/
a referirme al oficio de la psicoterapia en 6 Por “tramas relacionales” me refiero a la relación de una
con la otra, y de esa otra con una, de la relación de una con-
términos de espacios, prácticas y de un sigo misma y viceversa, y de la relación del mundo con una
quehacer. Plantear lo psicoterapéutico en y de una con el mundo social en que habita o que intenta
habitar.
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
93
social y emocional, sienta las bases que Mental, así como en otras legislaciones,
legislan que la salud mental es uno de las personas LGBTTTIQ no figuran como
los derechos humanos fundamentales sujetas directas de este derecho. Si bien
e inherentes a cualquier persona. se alude al principio de no discrimina-
La Carta de las Naciones Unidas ción y exclusión, las legislaciones y leyes
(1945: 3) y otros acuerdos internacio- no están escritas de manera que las per-
nales en materia de salud mental esta- sonas de la diversidad afectiva y erótica
blecen que “entre los derechos y prin- se conciban como sujetas y sujetos de
cipios más importantes se encuentran este derecho en particular. Es verdad
la igualdad, la prohibición de tratos in- cuando Butler (2005) argumenta que se
humanos y degradantes, el principio del podría “decir que la tarea pendiente de
ambiente menos restrictivo de la liber- los derechos humanos consiste en vol-
tad y los derechos a la información y a ver a concebir lo humano, cuando se
la participación. La legislación de salud descubre que su supuesta universalidad
mental es una poderosa herramienta carece de alcance universal”.
para codificar y consolidar estos valores Una investigación hecha por Funda-
y principios fundamentales”. 7 ción Arcoíris muestra que los servicios
Por su parte, la Ley General de Sa- de salud no son utilizados por personas
lud Mental del Estado mexicano esta- LGBTTTIQ, y argumentan que esto po-
blece en su artículo 4o. que “Las dispo- dría deberse a que no se perciben como
siciones de la presente ley se aplicarán pertinentes por falta de recursos o ser-
sin discriminación alguna motivada por vicios adecuados. Un dato relevante en
género, origen étnico, nacionalidad, términos de orientación sexual es que
condición social, edad, capacidades di- para las mujeres que se adscriben como
ferentes, condiciones de salud, religión, lesbianas, los servicios de salud fueron
opiniones, orientación sexual, estado clasificados como malos, porque los ser-
civil o cualquier otra que atente contra vicios no se ajustan a sus necesidades
la dignidad humana y tenga por objeto particulares (Careaga, 2018). La investi-
anular o menoscabar los derechos y li- gación es interesante porque muestra
bertades de las personas”. de manera desagregada por orienta-
De acuerdo a este artículo y a las ción sexual e identidad de género cómo
convenciones internacionales en mate- se percibe el sistema de salud en varios
ria de salud y enfermedad mental a las estados del país. Las disparidades en
que suscribe el Estado mexicano, toda materia de salud mental se refieren, en
persona tiene derecho a gozar con pleni- este caso, a que las personas LGBTTTIQ
tud de este derecho humano fundamen- han identificado diferencias en cuanto
tal para su bienestar mental, emocional al acceso de servicios de salud, en la ca-
y social. En este sentido, se tendría que lidad de los servicios que solicitan y en
garantizar la no discriminación, la inclu- la expectativa que tienen respecto a los
sión, el respeto y el trato digno a las per- resultados (Psicoterapia culturalmente
sonas de la diversidad afectivo-erótica al competente para el trabajo con pacientes
momento de utilizar cualquier servicio LGBT+, 2018).
en pro de su bienestar psíquico, afecti- Recordemos que en México la idea-
vo y social, incluyendo las psicoterapias ción suicida y el suicidio en la población
(psicoanalíticas, sistémicas, comunita- juvenil lésbica, gay, bisexual, transgé-
rias, humanistas, gestálticas, etcétera). nero, transexual, travesti, intersexual
Sin embargo, hay una cuestión que es y queer ha prevalecido e incrementado
necesario subrayar: en la Ley de Salud con los años. No es fortuito que este
sector de la población se encuentre en
7 Cursivas mías.
Capítulo 6 | Hacia una Terapeutica de la emancipación para mujeres lesbianas y bisexuales... | Antón-Ordorika
94
pia sistémica y familiar aborde la noción ción, y la idea de que puede remediarse
de género desde una postura acrítica y genera reticencia… Se debería de resis-
no como una herramienta de análisis tir a la devaluación global de la ignoran-
que analice a profundidad cómo se es- cia. Algunas [ignorancias] deberían ser
tablece y se perpetúa la opresión contra remediadas, puesto que son dañinas”.
las mujeres lesbianas y bisexuales en de- En este sentido, la ininteligibilidad alu-
terminadas organizaciones familiares? de a cierta irresponsabilidad epistémica
¿Cuáles son sus repercusiones? Si bien el sobre un tema o una situación.
híbrido de teorías y epistemologías que Las jerarquías y el poder son ele-
conforman el campo de la terapia fami- mentos que están en juego. Usualmen-
liar es amplio, se podría enriquecer aún te quien mistifica a este grado tiene una
más si incorporara una postura crítica posición de poder sobre la otra perso-
del género y queer. na, por lo que puede hacer uso de di-
En definitiva: no sólo estamos li- cho poder de esta manera. Un ejemplo
diando con los prejuicios lesbo-bifóbi- de esto sería: “podría asegurar que lo
cos de algunas personas que ejercen que estás viviendo es una etapa de tu
como terapeutas, sino que en la forma- desarrollo sexual y que pronto sentirás
ción para convertirse en tal se abona a atracción por los hombres” o “no creo
su producción (Gómez-Lamont, 2015). que en realidad seas lesbiana, segura-
Desde esta perspectiva los prejuicios mente tiene que ver con algún trauma
pueden ser mecanismos del hacer y del de tu pasado, seguramente te violaron
decir que inducen y tienen como obje- y/o tu padre es ausente”, “yo creo que
tivo mistificar u oprimir la experiencia estás confundida, no te pueden gustar
lésbica y bisexual. Las mistificaciones los dos; pronto verás que era una etapa
corresponderían al orden androcéntri- y que te gustan los chicos”. A saber: la
co, heterosexista y lesbo-bifóbicos. Por mistificación tiene como finalidad man-
mistificación10 se entiende a la acción tener el estatu quo y reforzarlo cuando
que induce una persona sobre otra. En éste se siente amenazado, por lo que
esta se utiliza una sustitución de la ex- pretende que las personas se adecuen
periencia real por una falsa. Un ejemplo a determinados estereotipos sedimen-
de esto podría ser: imaginemos que tados y naturalizados en la sociedad, en
una mujer da cuenta de su experiencia este caso de género y de orientación del
lésbica y que, en primer lugar, a su in- deseo y los afectos (Laing, 1998). ¿Cuán-
terlocutora o interlocutor le es ininte- tas veces no hemos escuchado que a las
ligible lo que escucha. El conflicto que mujeres lesbianas y/o bisexuales se les
le puede generar no aprehender el tes- estigmatiza refiriéndose a ellas como
timonio que escucha puede traducirse camioneras, indecisas o machorras? Aquí
en que la o el interlocutor se imponga y los prejuicios tienen un doble papel: 1)
haga una serie de atribuciones a la mu- negar el deseo lésbico y bisexual, y es-
jer lesbiana. Como lo plantea Townley tereotiparlo de acuerdo con el binaris-
(2006: 38): “en muchas de las epistemo- mo de género aludiendo a que algo de
logías la ignorancia se entiende como la masculinidad está en juego para que
la ausencia de conocimiento o informa- una mujer ame y desee a otra, y 2) el pre-
10 Parto de lo que Ronald Laing reconceptualizó como mis- juicio denota una confusión respecto al
tificación para la psicología y la psiquiatría. Tengo claro que género y al deseo afectivo-erótico y los
a Laing se le han hecho diversas críticas desde el feminis-
mo, por lo que es importante mencionar que, si bien explica equipara, es decir, una mujer que ama
un mecanismo de poder transpersonal, no lo conceptualiza a otra mujer es porque tiene caracterís-
como tal. A mi parecer habría que deconstruir el concepto
y adecuarlo a la crítica feminista. Esto es un intento de ello, ticas masculinas. Sexo, género y deseo
puesto que puede explicar una de las formas de la opresión son nociones de las cuales no se tiene
epistémica en la dimensión cotidiana y relacional.
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
97
tados, los pensamientos, los deseos que riedad están repartidas desigualmente
pudieran ser experimentados, los impul- (Butler, 2007).
sos que llevaban a buscar dentro de sí La opresión tiende a operar diferen-
cualquier sentimiento oculto, cualquier cialmente, y el que la heterogeneidad de
movimiento del alma, cualquier deseo mujeres lesbianas y bisexuales experi-
disfrazado bajo formas ilusorias”. menten como grupo social la precariza-
El cuidado de sí está íntimamente ción de sus vidas en distintos niveles con-
relacionado con las prohibiciones y res- lleva fuertes impactos psicoemocionales
tricciones en el ámbito de la sexualidad que deben ser problematizados y acom-
y está vinculada al trinomio poder-sa- pañados con agudeza crítica, afectiva,
ber-ciencia que va de la mano con la social y política. Michaël Voegtli (2015)
ideología dominante androcentrista y informa que es así como “se ve la impor-
heterosexista (Foucault, 1990: 45). En tancia de tomar en cuenta en el análisis
este sentido, Althusser y Acosta (1974: los recursos materiales y simbólicos que
7) es contundente cuando parte de que pueden movilizar a un individuo según
“la condición final de la producción es la su posición social y su trayectoria, lo que
reproducción de las condiciones de pro- permite o no desarrollar estrategias du-
ducción”, por lo que el estatu quo (o el ré- rante su carrera sociosexual”. Los recur-
gimen de la heterosexualidad obligato- sos para aceptar e incorporar la propia
ria) encuentra formas para refrendarse lesbiandad y bisexualidad como mujeres
en todos los espacios que ocupamos. depende de la posición social que ocu-
De Lauretis (2003) alude al orden pemos como sujetas.
social de género como “al conjunto de Dicho lo anterior es cuando cobra
prácticas, símbolos, representaciones, sentido reflexionar en términos de tec-
normas y valores sociales que las socie- nologías (Foucault, 1990), de las cuales
dades elaboran a partir de la diferencia me interesa destacar tres que podrían
sexual anátomofisiológica”. La diferen- abonar a la reflexión en el ámbito de la
cia ha producido sujetas y sujetos en la psicoterapia: 1) tecnologías de produc-
desigualdad social (De Lauretis, 2003: ción; 2) tecnologías de poder, y 3) tecno-
149) en dos dimensiones distintas: 1) la logías del yo. Las primeras se refieren a
simbólica, y 2) la normativa que se ar- que las cosas se pueden “transformar o
ticula con base en los significados que manipular” (en palabras del autor). Las
emergen de las relaciones entre los se- segundas son las que definen las con-
xos, determinando lo que es válido de lo ductas de las y los sujetos a partir de
que no lo es (Ortíz-Hernández, 2005). relaciones de poder, subordinación y
El deseo lésbico y bisexual no se objetivación, y las terceras que aluden a
inscribe en el orden heterosociosexual, la ejecución que se hace por sí misma o
por lo que al quebrar con ese conjunto con la ayuda de otras/es/os, a las accio-
de normas, valores y prácticas conside- nes sobre sus cuerpos, afectos y pen-
radas como universales, se les sitúa en samientos “con el fin de alcanzar cierto
los márgenes y en la abyección de la que estado de felicidad, pureza, sabiduría o
nos habla Judith Butler en Cuerpos que inmortalidad” (Foucault, 1990).
importan. Y, en tercer lugar, es impor- Ortíz-Hernández (2005: 54) se refie-
tante considerar la intersección entre lo re al heterosexismo como “el sistema
mencionado junto con el clasismo y el ideológico que niega, denigra y estig-
racismo, porque refuerzan dicho mar- matiza cualquier forma de conducta,
co de irreconocibilidad, ininteligibilidad relación o comunidad que difiera de las
e ilegitimidad material (corporal) y on- heterosexuales”. Por su parte, el apego
tológica. La vulnerabilidad y la preca- a los estereotipos de género dicta los
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
99
sexualidad se plantea como única forma género a nivel familiar y busca el modo
viable para el ejercicio de la sexualidad de reforzar la autonomía de las mujeres
y el deseo. Ya lo advertía Monique Wit- (Narvaz y Koller, 2007). Cuando se habla
tig (2006) cuando aludía a las lesbianas en términos de las condiciones que las
como no mujeres por mantenerse al mujeres de la diversidad afectivo-eró-
margen del orden de la reproducción tica tienen para vivir su lesbianismo en
heterosexual de la vida familiar. determinados márgenes de libertad, es
Beatriz Gimeno (2006) informa que preciso desmontar la dinámica socio-pa-
“la discriminación como lesbianas tiene triarcal-familiar a la que Sau. V (apud
más que ver con el género que con la Bosch, Ferrer y Alzamora, 2005) se ha
orientación sexual”, por lo que la invi- referido como “psicoterapias patriarca-
sibilización de las mujeres lesbianas en les” porque no han beneficiado a que las
los movimientos LGBTTTIQ y en los es- mujeres tengan vidas libres de violencias
pacios configurados desde la heterose- y ha perpetuado el estatu quo.
xualidad son elementos fundamentales En sentido de lo anterior, se puede
cuando se explora la constitución sub- entender al quehacer terapéutico como
jetiva e identitaria. una práctica cultural en la que se esce-
La terapia feminista toma la noción nifican y se encarnan discusiones so-
de género como la categoría de análi- ciales y políticas (Astaíza, 2016), y como
sis crítico y concibe las narrativas de las un lugar de subjetivación de la sujeta
consultantes como testimonios que dan lesbiana en el que la enunciación cobra
cuenta de la estructura y el sistema pa- un significado potencial. Si bien no to-
triarcal (Bosch, Ferrer y Alzamora, 2005: das las mujeres que sienten y desean
127) y capitalista que les inculca valores, a otras mujeres se adscriben como les-
creencias y emociones que coadyuvan bianas o bisexuales; desde dónde se
a su subordinación. Sin embargo, esto enuncien puede dar cuenta de sus expe-
implica traer a colación que las mujeres, riencias públicas e íntimas. Al respecto,
para sobrevivir a este sistema que las su- Rodrigo Parrini (2015) comenta que las
bordina, desarrollan en sus trayectorias enunciaciones que utiliza una o un su-
de vida infinitas habilidades que abonan jeto pueden conllevar “la temporalidad
a su resistencia y a su resiliencia (Khan- de las instituciones y de los discursos
lou y Pilkington, 2015). En este sentido, científicos, que hurgan el pasado para
otra de las premisas fundamentales de garantizar el futuro, y en esa medida
la terapia feminista es que “entiende que son productores de una forma biográfi-
la opresión ocurre de forma lineal y cau- ca para los sujetos… Y por tanto de una
sal, por lo que no se le puede atribuir la memoria personal” (Parrini, 2015: 139).
misma responsabilidad a las personas Empero, como terapeutas corrompería
que no tienen el mismo acceso al poder el código ético forzar a que una perso-
dentro de un sistema”12 (Narvaz y Koller, na se enunciara o reconociera de tal o
2007: 124). cual manera, por lo que tener presente
A diferencia de la terapia familiar sis- que no todas las mujeres que aman y
témica en donde la violencia no se pro- desean a otras mujeres se denominan a
blematiza para desmontar el ejercicio sí mismas como lesbianas y bisexuales
desigual de poder, y por lo contrario la es fundamental. La agenda política no
entiende en términos circulares situan- tiene por qué imponerse a la afectiva.
do a la víctima como responsable, la te- Sin embargo, posicionarse políticamen-
rapia sistémica feminista denuncia los te trazará el curso de cualquier acom-
aspectos y las dinámicas de opresión de pañamiento de tipo terapéutico.
12 Traducción mía.
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
103
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón. 105
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capíTulo 7
E
l suicidio en México es la segunda prender el conjunto de intervenciones
causa de muerte (INEGI, 2017); en que reconozcan la diversidad sexual y
general las personas que presen- las identidades LGBT, en este capítulo
tan identidades LGBT (Butler, 2003) son se plantea la necesidad urgente de re-
más vulneradas socialmente y con más flexionar acerca de las vivencias de dis-
frecuencia presentan ideación suicida criminación asociadas a la ideación y al
(Artiñano, 2004; Gómez-Lamont, 2016). intento suicida de las personas LGBT, así
Esta situación los lleva a usar las psicote- como implementar acciones pertinentes
rapias, sobre todo la familiar, porque son en el espacio terapéutico con la finalidad
obligados a corregir su orientación por de eliminar las acciones para corregir la
algún integrante de su sistema de pa- orientación sexual.
rentesco. En esta línea de pensamiento, De acuerdo con el INEGI (2016,
Mondragón y Caballero (2008) afirman 2017) en México el suicidio es la segun-
que los estudios de la bioética han priori- da causa de muerte; en 2008 el 52%
zado el suicidio asistido y no así el suicidio de las personas suicidas pertenecían a
por razones de discriminación. Este tipo edades de entre 15 y 34 años; en 2009
de suicidio por discriminación a razón de el INEGI identificó que 51% de los suici-
la identidad sexogenérica debe ser visto dios lo hicieron personas de entre 15 y
como un dilema bioético que visibiliza 25 años; en 2010 el promedio aumentó
controversias, que enuncia el trastroca- a 84% de suicidas de edades entre 15 y
miento a la dignidad y que evidencia las 25 años, y en 2012, de 5,190 suicidios,
resistencias de los sujetos LGBT (Precia- 4,201 fueron varones y 989 mujeres.
do, 2009) frente al aparato normalizador Conforme a la segregación de da-
en la relación psicoterapeuta-pacien- tos por sexo, las mujeres tienen una
te-familia y sociedad (Gómez-Lamont, cifra más alta en cuanto a intentos de
2016). Este debate involucra un análisis suicidio; sin embargo los varones van
cualitativo de la clínica moderna frente a la delantera en cuanto a los suicidios
a los movimientos LGBT de resistencia consumados. Por otro lado, las mujeres
(Preciado, 2013), con el objetivo de com- tienden a ser menos impulsivas que los
Capítulo 7 | Lgbt-fobia, ideación e intento suicida. Las implicaciones de la relación... | Gómez-Lamont & Monroy-Sosa
108
Figura 1. Fuente: Bermudez, J-M- Continuidad en la acción del o la terapeuta en casos de crisis en una
población LGBT.
§
La terapia familiar sistémica y la comunidad LGBT + | Gómez-Lamont & Silva-Aragón.
115
E
n definitiva, el texto es un recurso patriarcado y paternalismo. Todos ellos
fundamental para el trabajo clí- como parte de un eje rector de este li-
nico de los y las terapeutas fami- bro, “Conceptualizar es politizar”1 si se
liares, debido a que se invita a pensar conceptualiza mal, se practica mal la
sobre las prácticas discriminatorias, la psicoterapia. En segundo lugar se resca-
violencia, el odio y las LGBT-fobias que ta el valor de integrar la perspectiva de
pudieran presentarse en el consultorio género en el trabajo terapéutico, debido
si el o la terapeuta no se encuentra sen- a que, esta mirada, invita a la reflexión
sibilizada y formada en este campo de así como al análisis de los problemas
pensamiento, los estudios críticos de emanados de los binarios de género, la
género, los feminismos y los movimien- discriminación y las violencias que viven
tos LGBT+, pues, a pesar de los logros y las poblaciones no heterosexuales.
avances, aún hay largo camino por re- En nuestra opinión, una transgre-
correr en el tema de derechos LGBT+ y sión a los derechos humanos y que es
su inclusión en los programas formati- crucial en el campo terapéutico, son las
vos de terapia familiar. (mal llamadas) “terapias” de conversión,
Cada capítulo está escrito parsimo- pues en nuestro país no las ha prohibi-
niosamente, construido sobre fuertes do, pese a los informes realizados por la
cimientos de investigaciones, estadísti- ONU y de la asociación civil YAAJ2, don-
cas, pensamiento crítico, reflexiones y de las han señalado de fraudulentas y
propuestas. En primer lugar se explican violatorias de los derechos humanos y
varios términos necesarios para los y las que no son recomendadas por ningún
terapeutas, entre ellos están: género, rol especialista de la medicina y la psicote-
de género, orientación sexual, identidad rapia, dado que, niegan la libertad y dan
de género, estereotipo de género, sexo, un trato cruel a las y los individuos so-
sexualidad, salud sexual, derechos se- metidos a ellas.
xuales, androcentrismo, emancipación,
feminismo, heterosexismo, heteronor- 1 Véase el artículo de Celia Amorós: https://dialnet.unirioja.
es/servlet/articulo?codigo=5592830
matividad, monogamia, falocracia, re- 2 Véase la guía “Nada qué curar” elaboración del Colectivo
productivismo, homofobia, lesbianismo, de Estudios de Género del SUAyED con la Facultad de Psi-
cología de la UNAM, COPRED, UNODC y YAAJ: https://www.
lesbofobia, orden sociosexual, opresión, unodc.org/documents/mexicoandcentralamerica/2019/
GUIAECOSIGFINAL-compressed.pdf
Conclusiones | Calvo-Armendáriz & Gómez-Rodríguez
117
hacia relaciones dignas entre las perso- tantes LGBT+. En concreto queremos
nas; sin estigmas, prejuicios y alienación mencionar, el cuidado respectivo de la
social por el sexo, género, orientación e interseccionalidad, pues, no deberá de
identidad sexual. verse como “vectores”, es decir, entre
Los y las autoras por medio de las más privilegios tenga de una cosa, mas
temáticas propuestas en esta obra, nos desventajas tendrá de otras, sino es
permiten aprender y consolidar una pensar en la experiencia misma de esa
práctica psicoterapéutica mucho más persona, desde sus narrativas posibles
ética y sensible, incluso nos dan alivio y que ha habitado pese a las desventa-
al saber que existen terapeutas que se jas sociales, desde ahí queremos ver a
interesan por reflexionar y puntualizar la interseccionalidad.
las dificultades que se presentan en el En particular, no podemos dejar de
set terapéutico, de manera particular, lado el reconocimiento y conocimiento
el de la terapia familiar sistémico y gru- de los derechos humanos y de manera
pos minoritarios como la comunidad concreta los sexuales y reproductivos
LGBT+. Al estilo de los y las autoras, que nos invita a reflexionar la autora
presentamos algunas conclusiones con Sofía Hernández Lozano en el capítulo
respecto a los siete capítulos que posi- dos. Esta visión, le permite construir a
bilitan la reflexión, y precisan propues- la/él terapeuta familiar, una mirada de
tas en el trabajo terapéutico. justicia social a quien consulta. Además,
En el primer capítulo se nos brin- es importante considerarlos para no
dan las primeras aproximaciones para incurrir en actos discriminatorios o vio-
visibilizar una terapia Familiar sistémica latorios. En la práctica terapéutica, es
sensible y comprometida con la pobla- prudente remitir a un consultante cuan-
ción LGBT+, Cerón-Castillo, de manera do no se tienen las herramientas para
atinada, nos propone la intersecciona- trabajar con él/ella, pero sin lugar a du-
lidad como concepto para pensar a las das, el terapeuta familiar tendrá que
personas en su diversidad y sin fin de ca- enfrentarse a revisar sus propios pre-
tegorías sociales que les atraviesan, que juicios e ideas discriminatorias y hasta
las posiciona en lugares de privilegio y LGBT-fóbicas, para así poder trabajar
opresión a la vez. En este tenor, es nece- con su propia colonización heterose-
sario hacer un ejercicio terapéutico sen- xista y cisexista. Es importante conocer
sible, personalizado, de aceptación-afir- que existen normas institucionales y
mación y reflexivo sobre los privilegios y leyes que protegen los derechos de las
desventajas sociales que no sólo los y las personas LGBT+ y que es nuestra labor
consultantes LGBT+, sino otras poblacio- como terapeutas conocerlas.
nes como las indígenas, migrantes, mu- Conviene subrayar en el escenario
jeres en condición carcelaria; este es un institucional y académico, tema aborda-
primer paso para incluir a la diversidad do en el capítulo tres por Mario Fausto
humana en la formación y el ejercicio de Gómez-Lamont y Liliana Patricia Reve-
los y las terapeutas familiares. les Quezada, la importancia de promo-
El trabajo con familias con un inte- ver en los planes de estudios, temas de
grante LGBT+ deberá tener en cuenta la diversidad sexual de forma transversal,
importancia que cobra la identidad y la es decir, que hace falta más que una
intersexionalidad, el cruce entre la raza, materia de unos meses frente a dos o
la orientación sexual, el género y el es- tres años de formación, es necesario
pacio donde habita la persona, pues, que los temas de interseccionalidad,
facilitará los procesos de acercamiento estén ejemplificados en todos los ejer-
a la justicia social con las y los consul- cicios clínicos que se vean en la forma-
Conclusiones | Calvo-Armendáriz & Gómez-Rodríguez
119
de alumnxs LGBT+ en contacto con prác- En el capítulo las autoras nos com-
ticas y pensamientos heteronormados parten un recorrido sobre la ideación y
en la enseñanza- aprendizaje, que en el intento suicida, aunado a lo anterior,
otras palabras son, el proceso terapéu- nos escriben que el tema del suicidio
tico. Nuestra intención en este aparta- se ha centrado como un dilema bioéti-
do y seguro el del autor, es hacer ver, la co cuando se trata del asistido y no así
importancia de que los y las terapeutas del que es por razones de discrimina-
familiares sistémicos puedan definirse ción. Documentos presentados por las
como profesionales multiculturalmente autoras señalan qué una causa de la
competentes y sensibles a la comuni- ideación y el intento suicida es el recha-
dad LGBT+ y que puedan reconocer en zo familiar aunado a la exposición a las
su individualidad la colonización hetero- terapias de conversión. Situación grave
sexual de forma consciente. Aunque sa- y brutal que pone a los cuerpos de las
bemos que no es nada fácil, es priorita- personas LGBT+ a opresiones y discrimi-
rio hacer una flexión constante. naciones que una persona heterosexual
Al mismo tiempo María Antón Ordo- no estaría expuesta. De ahí la importan-
rika afirma en el capítulo seis, nos com- cia de que las autoras nos compartieran
parte un error semántico, el cual tiene desde la mirada sistémica, intervencio-
que ver que la definición de la homose- nes de “primer orden” y de “segundo or-
xualidad, desde el sigo XIX y parte del XX, den”, quizás una intervención de tercer
parte de la idea de que es una condición orden -los sistemas de opresión de los
asociada a conductas de riesgo. Una de- sistemas terapéuticos- nos conducirían
finición traída del discurso médico psi- a intervenciones directamente en las po-
quiátrico, que sirvió para dotar a los pro- líticas de salud mental dirigidas a la co-
fesionales de la salud mental, un poder munidad LGBT+ como se está haciendo
sobre los cuerpos de los homosexuales, actualmente en el senado de la repúbli-
de ahí que para Antón Ordorika fuese ca donde Gómez-Lamont ha participado
importante tener reivindicaciones se- con la organización YAAJ A.C. para prohi-
mánticas, hablar desde los feminismos, bir las terapias de conversión4.
es hablar desde la justicia social y ésta
justicia social debe de atravesar las men- Reflexión Final
tes de todo y toda terapeuta familiar,
Este material, indiscutiblemente valioso
dado que el fin último es construir un
como herramienta de intervención, nos
espacio terapéutico en el que se logre la
permite reflexionar y pensar una terapia
emancipación. La autora a manera de
familiar sistémica de forma ética y res-
pregunta y respuesta, apuesta a que si
ponsable. Al revisar cada una de sus pá-
el/la terapeuta reflexiona sobre las epis-
ginas, es claramente perceptible el arduo
temologías que sustentan su práctica,
trabajo de investigación, y la variedad de
podrá descubrir cómo, algunas prácticas
experiencias acumuladas, por lo que no
propician espacios terapéuticos que fo-
queremos dejar de lado la nuestra.
mentan la opresión, y que esos postula-
En primera instancia vemos la ne-
dos pueden repercutir en la interacción.
cesidad de seguir acumulando expe-
La intención es buscar posturas teóricas
riencias desde las diversidad sexual,
que permitan la emancipación, tarea
discurso y posicionamiento, crear espa-
que reconoce como difícil de lograr, pues
cios donde las personas puedan reco-
aún se hace evidente seguir capacitando
nocerse y hablar sobre su diversidad;
y sensibilizando a los/las profesionales
bisexuales, lesbianas, gays, prácticas
en su práctica. 4 Véase la nota del senado de la república: http://bibliodigita-
libd.senado.gob.mx/bitstream/handle/123456789/4268/
CA_31.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Conclusiones | Calvo-Armendáriz & Gómez-Rodríguez
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Este libro se fue gestando poco a poco gracias a los esfuerzos sumados de va-
rias terapeutas que, unidas por el interés de abonar al análisis de la situación
de la comunidad LGBT+ desde una mirada sistémica, decidimos aportar nues-
tros saberes y experiencias para abrir un espacio de reflexión, crítica y pro-
puestas con miras al presente y futuro. Los inicios del enfoque sistémico se
remontan a la década de los 50’s en Estados Unidos, un periodo de posguerra
en donde dicha nación afianzó su lugar como potencia mundial y comenzó un
periodo de importantes cambios cultural propiciados por un gran desarrollo
industrial y crecimiento del capitalismo, es decir, la terapia sistémica respon-
de al discurso hegémonico de esa época. Dentro de ese contexto, no tenían Aura
cabida diversas temáticas relacionadas a la diversidad sexual, la interseccio- Silva Aragón
nalidad, el feminismo, los derechos humanos, etc., por eso se vuelve relevante
poner a dialogar este enfoque de cara a las exigencias actuales que requieren
de una postura y respuesta ética.