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Diego Ferrando Jiménez

DNI: 02795842P

Práctica 2: “La Pepa”


La obra más importante de las cortes de Cádiz fue la Constitución de Cádiz, “La
Pepa”, este texto legal fue la primera constitución del país. Fue uno de los grandes
textos liberales cobrando gran importancia es su momento. Entre las figuras que
participaron en la elaboración de la constitución, destacaron los diputados
Argüelles, Pérez de Castro y Diego Muñoz Torrero.
La primera diferencia que vemos con respecto de la actual constitución son las
referencias Directas a Dios, “En el nombre de Dios Todo poderoso, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la sociedad” o “Don Fernando VII, por
la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Rey de las Españas, y
en su ausencia y cautividad la Regencia del Reino…”
En el momento en el que se redacta esta constitución España tenía colonias
en ambos hemisferios, tanto en América como en Asia, esto es un factor
importante a la hora de comprender ciertos artículos. La idea principal que
recogemos del capítulo primero es que el poder reside en la nación española, y
esto es una idea contraria a la soberanía monárquica.
Como se mencionó anteriormente, la soberanía de España pasó al estado y no al
rey, por lo que la monarquía absoluta se convirtió en un sistema constitucional con
separación de poderes, limitaciones del poder ejecutivo (rey) y voto universal
masculino directo.
Esta nueva nación otorga ciudadanía e igualdad de derechos legales a los
ciudadanos peninsulares y ultramarinos, convirtiéndolo todo en una sola gran
potencia con presencia en ambos hemisferios del mundo.
Sin embargo, las cuestiones religiosas todavía están protegidas por la nueva
constitución. El estado de la Contrarreforma no podía permitirse mucha libertad de
culto, por lo que España se declaró un estado confesional católico, excluyendo
cualquier otra confesión y reconociendo al rey como "la gracia de Dios y la
constitución". Al mismo tiempo, sin embargo, se abolió la Santa Inquisición de la
Iglesia Católica.
Diego Ferrando Jiménez
DNI: 02795842P
En cuanto al gobierno, el objetivo de este es la felicidad y bienestar común de toda
la sociedad. Se mencionan y regulan tres poderes clásicos (ejecutivo, legislativo y
judicial). Lleva la división al extremo, prescribiendo una separación estricta en
ausencia de canales de comunicación, y mucho menos de cooperación, entre ellos.
Como excepción, el rey cooperó con las cortes en el poder legislativo.

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