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Reseña
Me gustaría iniciar empezar diciendo que, en esta lectura que es apenas la introducción
de su libro del 2002 “Antropología aplicada, historia y perspectivas desde America
Latina”, Bartoli, en primera instancia nos ofrece un concepto sobre lo que la
antropología aplicada significa para ella. Tal concepto, desde mi perspectiva, es una
descripción íntimamente relacionada al quehacer antropológico, entiéndase aquí
antropológico como un concepto que hace alusión a una antropología pura, ya que para
Bartoli la antropología aplicada “…se refiere al uso de teorías, métodos y técnicas
antropológicas para obtener fines específicos predeterminados que se refieren al
mejoramiento de las condiciones de la vida social y económica” (Bartoli, 2002:7).
Con base a lo anterior, creo que la definición de tal concepto ofrecido por Bartoli no
dista mucho de lo que otras definiciones de otras antropologías o de la antropología
misma puedan ofrecernos, ya que, por el sentido estricto de la ciencia que nos compete
aquí, las teorías o técnicas que se utilicen para cualquier fin en específico, tienen que ser
técnicas o métodos antropológicos y generalmente cualquier ciencia que sea rama de la
antropología como tal se verá condicionada a utilizar herramientas metodológicas
antropológicas. Por lo anterior no considero que este sea un concepto que defina con
exactitud lo que es la antropología aplicada en sí, aunque debo de mencionar que Bartoli
apenas plantea este concepto en términos generales ya que en el desarrollo de esta
lectura ella hace una cita la cual describe una analogía sumamente valida he interesante
entre la antropología aplicada, pura y la medicina, donde, y en efecto, deja en claro lo
que la antropología aplicada puede ser.
Ahora bien, dejando atrás por un momento la definición de este concepto, me llama
mucho la atención que Bartoli resalte el alcance que esta antropología tiene con respecto
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Luego Bartoli nos ubica en el contexto donde esta antropología empieza a nacer o a
desarrollarse por decirlo así, y es que esta antropología nace y se desarrolla en conjunto
con la expansión europea y su interes por conquistar otros pueblos. Bartoli habla sobre
un pragmatismo por parte de la corona inglesa muy relacionado a la antropología
aplicada y, es por eso que, en este contexto las ideas funcionalistas de Malinowski con
respecto al análisis de los sistemas indigenas nos pueden indicar, según Bartoli, que “…
Malinowski puede ser considerado el fundador de la antropología aplicada, habiendo
acuñado el término ‘antropología práctica’ en 1929. A ésta le asigna la tarea de dar a los
funcionarios coloniales las nociones sobre los métodos de la etnografía y de sensibilizar
a los etnólogos en el aspecto práctico de su disciplina” (Bartoli, 2002: 8).
Siguiendo esta línea de eventos bélicos, Bartoli menciona que antes en la Segunda
Guerra Mundial, todo este contexto de guerras condujo a los antropólogos a colaborar
con los gobiernos, en este caso con el gobierno de los Estados Unidos, todo esto con el
fin con el fin de proporcionar datos etnográficos sobre las poblaciones del Pacífico.
Siguiendo con este análisis crítico hacia la antropología aplicada, quiero hacer un
pequeño énfasis en la critica que se le hace sobre su metodología la cual se caracteriza
por ser una metodología que ofrece periodos cortos en el trabajo de campo, si bien esta
crítica fue elaborada en su contexto y bajo ideologías y coyunturas específicas, es
interesante como ahora se aboga por una metodología con periodos breves en el campo
debido a la dinámica de cambios que suelen ser rápidas en nuestras sociedades.
Me llama mucho la atención que Bartoli haga mención de lo que Laura Thompson, una
miembro fundador de la Society for Applied, dice acerca de esta debilidad teórica y
metodológica de la antropología aplicada y es que para Thompson “… esta debilidad
está muy relacionada con el rápido desarrollo de la antropología misma” (Bartoli,
2002:8). Aquí se especifica que si el desarrollo de la antropología aplicada se hubiera
dado de una forma gradual, como sucedió con la antropología pura, al final no habría
tanta la confusión acerca de su status, la función del antropólogo aplicado y finalmente
hubiera menos desconfianza respecto a ella por parte de los antropólogos académicos.
Además, Thompson sostiene que toda esta desconfianza se da también por el hecho de
que, incluso antes de que un solo texto de antropología aplicada fuera publicado, y antes
de que pudiera desarrollarse cierto consenso sobre esta disciplina, se realizaron cursos
de antropología aplicada en muchos departamentos de antropología en los Estados
Unidos “(Bartoli, 2002: 8).