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MATERIA
SUSTANCIAS
PURAS
MEZCLAS
COLOIDES SUSPENCIONES
Misma clase DISOLUCIONES
de átomos o 2 o más elementos
moléculas
Ca, Br, Xe
O2;H2; Cl2;O3 H2O;CO2;CH4
Diamante, Grafito
Cómo pudiste constatar en el esquema anterior, existen dos tipos de mezclas: las heterogéneas y las
homogéneas. Entre las mezclas heterogéneas existen las llamadas suspensiones y los coloides.
En las suspensiones el tamaño medio de las partículas es mayor a 100 μm (1μm = 10-6mm). Estas mezclas pueden
separarse fácilmente por filtración o centrifugación. Las partículas son visibles a simple vista o al microscopio, ya que son
mezclas heterogéneas. Cuando la materia en suspensión es un líquido como aceite, y sus gotitas son tan pequeñas que
pasan por filtro y no se depositan con facilidad, la mezcla es una emulsión.
Los coloides son sistemas heterogéneos ya que sus partículas son visibles a través de un microscopio. Los coloides
dispersan la luz y son soluciones opacas. La niebla es un coloide donde la sustancia dispersada (soluto) es un líquido; el
agua. La sustancia dispersadora (disolvente) es un gas; el aire.
Estas mezclas presentan una propiedad óptica llamada efecto Tyndall, que consiste en
la difracción de los rayos de luz que pasan a través de un coloide. Este efecto se puede
observar, por ejemplo, cuando la luz emitida por los focos de los vehículos pasa a
través de la neblina, o cuando los rayos del sol pasan a través de las partículas de
polvo suspendidas en el aire.
El estudio de los diferentes estados de agregación de la materia se suele referir, para simplificar, a una situación de
laboratorio, admitiéndose que las sustancias consideradas son puras, es decir, están formadas por un mismo tipo de
componentes elementales, ya sean átomos, moléculas, o pares de iones. Los cambios de estado, cuando se producen,
sólo afectan a su ordenación o agregación.
Sin embargo, en la naturaleza, la materia se presenta, con mayor frecuencia, en forma de mezcla de sustancias puras.
Las disoluciones constituyen un tipo particular de mezclas. El aire de la atmósfera o el agua del mar son ejemplos de
disoluciones. El hecho de que la mayor parte de los procesos químicos tengan lugar en disolución hace del estudio de las
disoluciones un apartado importante de la química.
Las disoluciones son materiales homogéneos formados por dos o más especies químicas que no reaccionan entre sí;
cuyos componentes son un soluto y un solvente (disolvente). El soluto es el componente minoritario mientras que el
disolvente se encuentra en mayor proporción en masa.
Estas se pueden clasificar atendiendo a los siguientes
criterios: el estado físico de sus componentes, la proporción
de los componentes y la conductividad eléctrica que
presentan.
B
.
Proporción de los componentes
C. Conductividad eléctrica
Aquellas sustancias (soluto) que en disolución acuosa son conductoras de la electricidad se denominan electrolitos, y sus
disoluciones, disoluciones electrolíticas. Un electrolito es una sustancia que se disocia inmediatamente en medio acuoso
en partículas con cargas eléctricas llamadas iones. Dependiendo del grado de disociación, los electrolitos se clasifican
como electrolitos fuertes (disociación completa) y electrolitos débiles (disociación parcial). En la tabla puedes revisar
algunos ejemplos de sustancias clasificadas como electrolitos fuertes y débiles en medio acuoso.
ELECTROLITOS
FUERTES DÉBILES
Cloruro de sodio (NaCl) Ácido carbónico(H2CO3)
Ácido sulfúrico (H2SO4) Ácido acético (CH3COOH)
Hidróxido de sodio (NaOH) Ácido sulfhídrico (H2S)
Aquellos solutos que en disolución acuosa no son conductores de la electricidad se denominan no electrolitos, y a sus
disoluciones, disoluciones no electrolíticas. Por ejemplo, la glucosa, la sacarosa y la sucralosa (edulcorante) son
compuestos covalentes que en disolución acuosa no conducen la electricidad. En la tabla se comparan las principales
características entre las disoluciones electrolíticas y las no electrolíticas.
¿Qué es la solubilidad?
Cuando preparamos una disolución acuosa, lo que hacemos comúnmente es agregar un
soluto en agua y luego agitar para homogeneizar la mezcla.
Gran parte de las disoluciones que utilizamos a diario contienen agua como disolvente. Sin embargo, no todas las
sustancias son solubles en este medio. Es por este motivo que
la regla básica en la cual se basa la solubilidad es “lo
semejante, disuelve lo semejante”. Por ejemplo, el agua, que
es una molécula polar disolverá compuestos polares (azúcar) o
compuestos iónicos (sal común), mientras que un compuesto
apolar, como el aceite, será insoluble en un medio acuoso.
b) La temperatura
c) La presión
La presión no afecta notablemente la solubilidad de los solutos sólidos y líquidos, pero sí la de los solutos gaseosos. Al
aumentar la presión en una disolución cuyo soluto es un gas, se produce un incremento en la solubilidad del gas en el
disolvente.
Al aumentar la presión de un gas en un disolvente líquido,
las moléculas de gas se aproximan y el número de
colisiones por segundo que las moléculas de gas
experimentan con la superficie del líquido aumenta.
Cuando esto ocurre, la velocidad con que las moléculas de
soluto (gas) entran en la solución también se torna mayor,
sin que aumente la velocidad con que las moléculas de gas
se escapan. Esto provoca un aumento en la solubilidad del
soluto gaseoso en el solvente líquido.
Resumen:
Las unidades físicas para expresar la concentración se basan en el uso de valores porcentuales, lo que facilita el estudio
cuantitativo de los componentes en una disolución, particularmente si se desea hacer comparaciones. Las unidades de
concentración físicas más comunes son:
Volumen de la solución = volumen de soluto + volumen de solvente
Las unidades de concentración descritas anteriormente no representan ninguna magnitud de origen químico. En
cambio, aquellas que consideran la cantidad de sustancia (mol) de los componentes en una disolución, se denominan
unidades químicas de concentración. Dentro de este grupo, las más frecuentes son: la molaridad (concentración molar),
la molalidad (concentración molal) y la fracción molar.
Química – Disoluciones Químicas – Marianet Zerené – 2019.
a) Molaridad (M)
Es el número de moles de soluto contenido en un litro de solución. Una solución 3 molar (3 M) es aquella que contiene
tres moles de soluto por litro de solución.
donde:
n es la cantidad de sustancia de soluto expresada en mol.
V es el volumen de la disolución medido en litros.
La molaridad se mide en unidades mol/L o mol L-1. Se simboliza a través de una M
b) Molalidad (m)
Es el número de moles de soluto contenidos en un kilogramo de solvente. Una solución formada por 36.5 g de ácido
clorhídrico, HCl , y 1000 g de agua es una solución 1 molal (1 m)
donde:
n es la cantidad de sustancia de soluto expresada en mol.
m es la masa de disolvente medida en kg.
La molalidad se mide en unidades mol/ kg o mol kg-1. Se simboliza a través de una m
La fracción no tiene unidades y la suma de las fracciones molares de todos los componentes de la disolución es igual
a 1.
Química – Disoluciones Químicas – Marianet Zerené – 2019.
En la preparación de una disolución diluida, la etapa más importante es calcular claramente el volumen de la alícuota
que hay que tomar de la disolución estándar. Para ello se utiliza la siguiente expresión matemática:
C1 x V1 = C2 x V2
donde:
Si observas la expresión matemática, el número de moles en ambas disoluciones es constante debido a que los moles de
la alícuota (C1 x V1) son iguales a los moles de la disolución diluida (C 2 x V2). No obstante, lo que ha variado es la cantidad
de agua, la que afecta al valor de la concentración, aunque no a la masa del soluto.
% m/V = d ∙ % m/m
m
%
m
M= x 10
M.M .
c) Relación entre % m/m y Molaridad:
% m/m
M= xdx 10
M .M.
d) Relación entre % m/V y molalidad:
m
% x 1000
V
m=
( 100 xd −% mV ) x M . M .
e) Relación entre % m/m y molalidad
% m/mx 1000
m=
(100−%
m
m )
x M .M .
Química – Disoluciones Químicas – Marianet Zerené – 2019.