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NOTICIA DE INTERES SOCIAL

Ecuatorianos huyen de la situación de Ucrania, con la esperanza de algún día


volver por sus sueños. Luego de tantos días lograron descansar y comer en un
albergue en Budapest. “Al pasar la frontera sentimos un alivio tan grande y una
alegría. Parece imposible, pero lo hicimos”.
Desde las tempranas horas de la mañana iban llegando las personas en
diferentes aviones, huyendo de la película de terror que vive Ucrania. Ellos
relatan como los niños corrían, empujándose, todo por subir a une tren, la
gente desmaya otros abrazándose con miedo y soportar el gran frio que los
atrapaba. Así relatan los compatriotas, historias que nunca se olvidaran.
Tuvieron que pasar entre dos a cuatro días durmiendo en el suelo y comiendo
galletas. Dos de ellos ya están en el país junto a sus familias. El otro aún
espera regresar. Dicen que ya habrá el momento para analizar sus carreras
estudiantiles. Por ahora quieren sentir esa protección que la encuentran en los
brazos de sus padres.
Viajaron durante 22 horas. Las mujeres y quien tenía la bebé iban sentadas.
Los demás soportaron parados. En ese tramo no comieron ni tomaron agua.
“No se imagina el dolor de pies, el sueño, el hambre, la sed dormíamos
parados y hacíamos turno de quien se dormía y quien iba despierto por si
acaso en otra parada del tren nos quieran bajar”, relata.
“Espero volver con la esperanza de que todo se solucione en Ucrania y
continuar con nuestros estudios. No veo otro plan, no veo otro país, tampoco
pienso quedarme en Ecuador. Mi vida y mi sueño se quedan en Ucrania y debo
volver hacia ellos”, señala.
Al llegar vio mucha desesperación. Dice que era imposible. Después decidió
regresar a su departamento. No sabía qué más hacer.

Ecuatorianos en un albergue en Polonia. Foto: Cortesía.

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