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sancionador.
lazaar.es/es/caducidad-procedimiento-administrativo-sancionador
En el presente artículo nos vamos a centrar en las particularidades que presenta la caducidad del
procedimiento administrativo, los plazos y las consecuencias, y al final del post os contaremos como el equipo
de Lazaar Abogados ha conseguido librar a un establecimiento de Melilla del pago de una sanción de
más de 30.000 euros.
Prescripción vs caducidad
La Administración está obligada a dictar resolución expresa y a notificarla en todos los procedimientos. Y esa
notificación ha de efectuarse en un plazo concreto, que generalmente es de 3 meses, salvo que la norma
reguladora del correspondiente procedimiento prevea un plazo mayor, en cuyo caso, lo normal, es que
se amplíe a 6 meses.
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En el art. 25 de la Ley 39/2015, Falta de resolución expresa en los procedimientos iniciados de oficio, nos dice
que en los procedimientos iniciados de oficio, el vencimiento del plazo máximo establecido sin que se haya
dictado y notificado resolución expresa no exime a la Administración del cumplimiento de la obligación legal de
resolver y en los procedimientos en que la Administración ejercite potestades sancionadoras, la resolución
que declare la caducidad ordenará el archivo de las actuaciones, con los efectos previstos en el art. 95.
Existe a veces la idea equivocada de que los procedimientos sancionadores caducan a los seis meses, y ello
no es así, ya que la regla general es que el plazo de caducidad será el que establezca cada ley sectorial, no
pudiendo exceder de 6 meses salvo que lo establezca una norma con rango de Ley o venga previsto en
el Derecho de la Unión Europea. Solo en defecto de regulación específica, deberá acudirse al artículo 21 de
la LPACAP e interpretar que el plazo para resolver y notificar un procedimiento sancionador será de tres
meses. Así, el dies a quo es la fecha del acuerdo de iniciación, y el dies ad quem la fecha de la notificación de
la resolución sancionadora.
La respuesta a esta pregunta será diferente en función de cómo se haya iniciado el procedimiento. Son dos
las formas de iniciación de un procedimiento administrativo:
1. Caducidad en los procedimientos iniciados a instancia de parte: Sólo se produce la caducidad, cuando
se paralice el procedimiento por causas imputables al interesado, tal como dispone el artículo 95 de la LPACAP.
Así, en los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, cuando se produzca su paralización por causa
imputable al mismo, la Administración le advertirá que, transcurridos tres meses, se producirá la caducidad del
procedimiento, y, consumido este plazo sin que el interesado realice las actividades necesarias para reanudar
la tramitación, la Administración acordará el archivo de las actuaciones, notificándoselo al interesado. Si el
procedimiento se paraliza por causas no imputables al interesado, no se produce la caducidad, sino que se
produce la estimación o desestimación, según el caso, por silencio administrativo.
2. Caducidad en los procedimientos iniciados de oficio: La caducidad se produce, tal como dispone
el artículo 25 de la LPACAP, por paralización en los procedimientos en que la Administración ejercite
potestades sancionadoras o, en general, de intervención, susceptibles de producir efectos desfavorables o de
gravamen. En estos casos, la resolución que declare la caducidad ordenará el archivo de las actuaciones, con
los efectos previstos en el artículo 95.
En este momento nos interesa la segunda forma de iniciación, es decir, la que deriva de una decisión
administrativa, y ello por una razón: los procedimientos administrativos sancionadores, que normalmente
terminan en una multa, siempre se inician de oficio.
Pues bien, dictado el acuerdo de iniciación del procedimiento sancionador por el órgano competente, ¿qué
ocurre si la Administración no me ha notificado la resolución del procedimiento, en la que se precise la
correspondiente sanción, en el plazo que le otorga la norma?
Consecuencias de la caducidad
La Administración tiene que dictar una resolución en la que declare la caducidad y archivar el procedimiento.
Si no lo hace y continúa con la tramitación de un procedimiento caducado, la resolución que dicte
será nula y podrá recurrirse.
Puede iniciar un nuevo procedimiento sancionador siempre que la infracción no haya prescrito. Si la
infracción ha prescrito, ya no podrá iniciar un nuevo procedimiento, y, por tanto, no podrá sancionarnos. La
administración, igual que dispone de un plazo para tramitar y resolver el correspondiente procedimiento
sancionador, también dispone de un plazo para iniciarlo, que es el plazo de prescripción del que hablamos al
principio. Si este ha vencido, no se puede iniciar un nuevo procedimiento sancionador por la misma infracción
contra el interesado.
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«Si no se administran adecuadamente los tiempos en el ejercicio de la potestad sancionadora puede prescribir
la posibilidad de perseguir la infracción, el procedimiento puede caducar o la sanción devenir inejecutable por
prescripción. En cualquiera de los casos, el procedimiento sancionador habría sido inútil para la Administración
y distorsionador para el administrado. De ahí la importancia que, tanto para la Administración como para los
inculpados, tiene conocer y manejar correctamente las claves que regulan los institutos de la prescripción y de
la caducidad procedimental» (Tratamiento y efectos de la caducidad en el procedimiento
sancionador (Colex,2020), de Luis Alfredo de Diego Díez, magistrado y doctor).
La Administración incoó el procedimiento sancionador en materia de sanidad que fue notificado al interesado
en fecha 19 de marzo de 2018. Desde que se obtiene el resultado de los análisis efectuados hasta la
incoacción del expediente transcurren al menos diez meses.
Agotamos la vía administrativa y el periodo de alegaciones previsto insistiendo en que se había producido la
caducidad del procedimiento, pero la Administración resolvió en otro sentido, acordando mediante resolución
de fecha 23 de agosto de 2018 la imposición de la sanción de 36.001 euros al empresario melillense, con
apertura del plazo del periodo de pago voluntario bajo apercibimiento de su exacción por la vía de apremio.
En defensa de los intereses de nuestro cliente, recurrimos la resolución de la Administración ante los
Tribunales, que finalmente nos han dado la razón, absolviendo al melillense de una sanción de más de
30.000 euros. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Melilla, ha dictado sentencia el pasado 9 de
octubre de 2020 por la que declara:
Fuentes:
https://delajusticia.com/2020/07/18/caducidad-y-procedimiento-sancionado...
https://www.legaltoday.com/practica-juridica/derecho-publico/derecho-adm...
https://www.fieldfisherjausas.com/la-prescripcion-y-caducidad-en-el-orde...
https://mymabogados.com/procedimiento-administrativo-sancionador
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