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caerte, pegarte, incluso sangrar, y esa luz constante que guía tu camino tiende
José tenía lo que toda persona desea; dinero, amor y salud. Nunca
hacía, dudaba mientras movía con rapidez sus manos, él no creía que dicho
sacrificio valdría la pena, pensaba si volvería a verla a ella. Todo fue rápido,
era tierra o cemento, sus manos ciegas intentaban adelantar alguna imagen,
pero no sentían más de lo que veía, solo oscuridad. Buscaba alguna señal de
preguntaba ¿He muerto?, pero no lo sabía, él creía que la muerte era diferente,
que habrían lindas hierbas, y pasto bien verde, unos exóticos animales, y claro
tiro al piso de dudosa consistencia, decidió tocarlo para saber de que era, su
tacto intuía que esto era tierra, pero seguro no estaba ya que no veía.
Entre los miles de cuentos que hay en el mundo, existe uno pequeño
que habla de una mujer. Una mujer con ciertos poderes de magia, una señora
que se encuentra con gente predestinada. El cuento dice que ella ayuda a los
que están perdiendo su luz. Dice que con su bus les ayuda a volver a encontrar
José comienza a rodar por el piso de supuesta tierra, con sus manos
hace impulso para moverse, siente como su pelo castaño y en corte irregular
que de las dos formas ve oscuridad, rueda y rueda, es un sentimiento sin final.
mayor, cuando escucha una voz que conocida no es. Una voz femenina y
segura, con acento sureño, y puede escuchar ante el silencio ambiental hasta
el mínimo sonido de respiración que esta mujer hace, como inspira y espira
situación el no atina a preguntar nada más poco común como –¿Está oscuro
cierto?- y la mujer le responde – Si, realmente está oscuro José, está muy
oscuro en tu vida como se puede ver, pero no te preocupes, puede ser que
comienza a ver pequeñas luces blancas parpadeantes, como si todo fuera una
mala visión, y simplemente hubiera apretado demasiado los ojos, es así como
palabra desde el piso – y usted ¿Quién es?- ante esto el siente como una brisa
recorre su cara, y de un momento a otro una mano le está tocando el hombro –
podrás ver a tu mujer, pero por mientras daremos un pequeño viaje- al terminar
cubre el cuerpo de José, las pequeñas luces blancas ya no son molestia, ahora
son luces de mayor tamaño las que ve, pudiendo así deslumbrar la sombra de
aquella mujer que con agilidad se mueve desde atrás de él hasta unos pasos
siente como ella le toma una de sus manos y con fuerza de una musculosa
mujer (cosa que dudaba que fuera realmente fuera Marta), lo empujo lo
Marta, José buscaba con su mirada aún escasa y pobre donde podría ver algo
hasta que pudo observar que Marta era la que producía los chasquidos, ya que
color era, ya que con suerte sombras aún podía ver, pero con eso era lo
suficiente como para decir que el bus era lo bastante grande para 40 personas.
Así es como Marta le ofrece a José que suba a su medio de transporte, él aún
no podía entender cuál era la razón de todo aquello que estaba sucediendo,
adonde irían, que pasaría, si todo estaba oscuro, nada más había, el límite de
todo se había expresado, eso creía él. Pero las sorpresas no terminaban aún,
al subirse a ese bus, descubrió que por dentro era más parecido a una micro,
decir “pavo”? - una carcajada resuena en el bus, y siente como las otras
que arriesga su vida por otra (P.A.V.O), de hecho es el mejor asiento que
saber que será. El bus comienza a andar, el protagonista aun no sabía si vivo o
viaje hacia el mismo cielo?, él no entendía nada todavía, lo único que tenía
claro, era que observaría muy bien lo que iba viendo alrededor. Toco con su
miro a su lado y el asiento estaba vacío, y hacia atrás había gente acompañada
y también gente sola, aunque con la visión que tenía en ese instante más no
podía discriminar. Mueve los pies intranquilamente, él desea con todo su ser
ver a su esposa, decirle que lo siente por haberle gritado, quiere saber si vivió
bus, más apariencia de micro tenia por dentro, estaba media teñida de
amarrilla, con asientos oscuros, pudo observar que Marta iba tarareando
cuenta observo también la rubia cabellera de ella. Miró hacia atrás, y tristeza lo
rojo “Sí sin sangre no vives”(sin esperanza menos), asustado ante aquella
gente, se para y se le acerca a los que están al lado, y les pregunta si están
encuentra aún más atrás, pero tampoco tiene respuesta, comienza la intriga.
José no entiende donde es que está parado. Su corazón late más rápido, su
Marta va conduciendo, y José puede ver el color del cielo, sin pensarlo,
van andando por una larga carretera, él no sabe que hacer, así que le pregunta
a Marta - ¿Por qué hay gente herida sentada? ¿Qué le va a pasar? ¿Adónde
vamos? ¿Qué …- pero Marta hace callar con una seña a José, para
esa frase, José observa como una persona de adelante se levanta, parece que
mira a Marta y le dice –¡¡Gracias!!, encontré lo que quería, adiós Marta- ella le
sonríe levemente, Marta espera un rato, José se pregunta que pasa, porque no
hace aún andar el auto, y la chofer repentinamente se da vuelta nuevamente
hacia los pasajeros – Ya, llegamos, que no tenemos todo el día para esperar-
queda quieta. José observa como desde atrás una pequeña sombra se va
la puerta era un niño, de no más de 10 años, con heridas en los brazos, y con
un pelo liso y negro, o por lo menos José estaba seguro de que era de ese
– Gracias tía, ahora me voy con mis papis- le dice con mucha alegría, y se baja
y es así como desaparece, las puertas del bus se cierra, y sigue de nuevo en
que era lo que sucedía así que mira a la concentrada Marta y le vuelve a decir -
¿Me vas a explicar que sucede?- y es ahí cuando Marta con una cara seria
te habías dado cuenta, que es lo que sucede en este bus José, yo no tengo
nada que explicarte tú ves todo perfectamente-. Y claro, realmente José podía
lentamente entenderlo todo. Él creía que tenía una conexión con los otros
era ¿Cuándo?, aún no lo sabía, pero tendría que en algún momento encontrar
la respuesta. Ante esto decidió irse a su puesto, pues Marta más ya no podía
ayudarlo.
que algo va mal, siente una sensación extraña, una desconocida humedad, un
frio embriagador, un sentimiento de desconcierto, se mira las manos y ve una
miles de dudas, ¿Por qué estoy aquí?, sangre…. Sangre… y pfff. Los miles de
colores se comienzan a exclarecer, aquel niño que vio irse, aquellas personas
sentadas, todos tienen algo en común, heridas, el, los otros, el bus, Marta.
ventana de su asiento, y puede ver muy claro todo, el past verde oscuro, los
arboles pequeños con brillante frescura, el aire puro, los animales traviesos, y
haberla conocido, que no deseaba tener un hijo con ella, muchas palabras
hirientas salieron de el, solo por una llamada, para evitar lastimarla a ella,