La educación es un derecho fundamental, pero el acceso a esta en múltiples ocasiones se le
dificulta a una parte de la población que sufre un abandono del Estado, ya sea parcial o total. De alguna manera este derecho toma más complejidad en nuestra situación actual. Por esta razón el derecho a la educación en tiempos de COVID-19 debe ser justiciado, principalmente por el factor de la disfuncionalidad institucional. Este factor se convierte en uno de los más importantes dado qué plantea como los derechos fundamentales sociales pueden llegar a ser vulnerados a causa de omisiones parciales por parte del estado. Situación que se puede evidenciar en el contexto actual, a partir de que normalmente en nuestro país ya existían dificultades para acceder al derecho a la educación en personas mayores de edad con recursos muy limitados, pero en tiempos de pandemia estas dificultados aumentaron, en vista de esta situación es posible decir que hay un problema de desigualdad, ya que hay partes de la población totalmente carecientes de recursos para garantizar una vida digna y tienen un escaso conocimiento de cuáles son los derechos que aseguran que pueden llegar a tenerla. De esta manera se evidencia lo planteado por Rodolfo Aragón pero en un contexto diferente. El autor plantea una desinformación en cuanto a los derechos de las personas desplazadas, pero tiene lugar ponerlo en el contexto de la educación en tiempos de COVID- 19, ya que hay un desconocimiento de la educación como un derecho social fundamental. Además, se dan múltiples omisiones por parte del Estado al tratarse el tema. Por otro lado, se puede decir que otro factor de justiciabilidad sería el activismo civil. Aunque el Estado debe brindar garantía de los derechos, los ciudadanos también deben buscar medios para el aseguramiento de estos, como se planteaba en la lectura múltiples veces la comunidad se vale únicamente de medios a nivel macro (Grandes organizaciones), pero también es necesario buscar medios que se den a nivel micro (Desde cada individuo y sociedades pequeñas). En conclusión, las dificultades para el acceso a la educación son un problema bastante notorio y dadas las circunstancias actuales se ha vuelto aún más difícil este acceso, pero es importante recordar que la educación es un derecho social fundamental que debemos de exigir, por medio del derecho a la educación se puede tener una mejora en la calidad de vida.