amanecer
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Cara Dee
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Sinopsis
No es como si nunca hubiera hecho esto…
Nicky Fender se retiró del trabajo sexual hace dos años y nunca miró
hacia atrás. Entonces se le presenta una oferta que no puede rechazar y
acepta un último acuerdo exclusivo. ¿Buen dinero y un apartamento en
Manhattan? Sería un tonto si lo rechazara.
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Dedicatoria
A los bagels de Nueva York y a los guitarristas.
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Capítulo 1
—A ver si lo entiendo —dije, escaneando el documento—. ¿La
esposa es el cliente? Es decir, ¿ella es la que le organiza a su marido una
cita con un acompañante masculino?
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y seguí leyendo la lista. Había mucho sobre higiene, pero nada que fuera
más allá de lo que estaba acostumbrado. ¿Iba a tener los ojos vendados
todo el tiempo? De acuerdo... nunca vería la cara del cliente o del
prometido del cliente, lo que no era necesariamente algo malo.
Encantador.
Me rasqué la oreja.
Más vale que la paga fuera de otro mundo, porque tendría que
renunciar tanto a Applebee's como a Starbucks. No es que lamentara esos
turnos, pero había estado en Applebee's el tiempo suficiente como para
llegar a ser asistente de gerente cuando la actual renunciara el mes
próximo. Iba a tener un bebé y a mudarse a Jersey.
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—Hay una razón por la que quería dejar las ventajas para el final
—dijo—. Bien, ya conoces los requisitos. Un acuerdo de exclusividad para
ambas partes, durante el cual sólo tendrán actividad sexual el uno con
el otro, cuatro noches a la semana durante dos meses. No lo verás. Él no
violará tus límites...
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Ejem.
Joder.
Tres mil dólares a la semana, menos los honorarios de Tina del diez
por ciento, más los arreglos de vivienda. Tendría un estudio amueblado
a mi nombre, por así decirlo, con el alquiler y los servicios pagados por el
cliente. La esquina de la 39 Oeste con la Novena Avenida no era una
dirección nada despreciable. Uno de mis mejores amigos vivía en el
Garment District. Junto a Hell's Kitchen, donde vivía otro amigo.
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***
Chris levantó las cejas y Ruby se quedó con la boca abierta por la
sorpresa.
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Era como tres años mayor que yo, no tres décadas. Acababa de
cumplir treinta años la semana pasada.
—Sabía que era verdad. Una vez que tienes dinero, todo es gratis.
—Alcancé un tazón de nueces de bar y tomé un puñado.
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La única vez que Ruby y yo veíamos ese otro lado de él era cuando
estaba en un concierto. Mi hermano y yo, junto con dos de sus amigos,
formábamos una banda de forma intermitente, y Chris nos sustituía
como bajista cuando Marco no se presentaba. Y con seis hijos, eso ocurría
con frecuencia.
Era un gran recuerdo para mí, aunque nuestro concierto había sido
una mierda. Chris seguía teniendo mucho talento.
***
Salimos del bar justo al mismo tiempo que el sol brillaba en rojo y
se sumergía lentamente entre dos rascacielos.
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—¿Qué coño?
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Me gustaba Arby's.
***
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Había una nota en la mesa, así que me senté con mi bolsa de Arby's
y saqué también mi refresco y mis patatas fritas. Nada de ‘querido
huésped' o ‘estimado prostituto' ni nada; iba directamente a la
contraseña del Wi-Fi y algunas instrucciones.
Antes de cada reunión, tenía que apagar todas las luces, y colocar
las cortinas de oscurecimiento, ¿qué, cortinas de oscurecimiento? Dirigí
mi mirada hacia las ventanas, y mira qué bien. Ya las había pasado por
alto. De acuerdo, tenía que cerrarlas antes que llegara el hombre
misterioso, y tenía que ponerme el antifaz para dormir que se encontraba
en el cajón de la mesita de noche.
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Mido 1,70, tengo ojos verdes, pelo castaño, tengo 27 años, no fumo,
sí al alcohol de vez en cuando, no tengo discapacidades mentales (o de
otro tipo), no tengo traumas en el pasado, no tengo desencadenantes. No
tomo ninguna medicación y los resultados de mis pruebas estarán listos el
lunes.
Tu turno.
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Nick era el nombre que Tina usaba para mis clientes. La mayoría
de los trabajadores sexuales que había conocido usaban nombres falsos,
y técnicamente, yo también, porque se asumía que mi verdadero nombre
era Nicholas cuando era Nicola. Pero nadie me llamaba así.
Respondí rápidamente.
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Capítulo 2
—No les vas a contar esto a papá y a la abuela, ¿verdad? —Me
levanté la camiseta y me limpié la frente.
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La cosa gay.
—Vamos a pedir una pizza. —No había mucho más que hacer.
Había colocado mi teclado en la ventana del dormitorio, mi ropa estaba
guardada en el armario, mi guitarra estaba debajo de la cama y había
dejado algunos objetos personales en el cajón de la mesita de noche, en
el baño y en la encimera de la cocina. Porque no me iba a mudar a
Manhattan sin mi vajilla para helados y mi colección de salsas y cerezas
al marrasquino.
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—No le digas a Shawn que estoy trabajando para Tina otra vez.
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Dije la verdad.
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La mía era más suave y grave, y no podía alcanzar las notas más altas
como él con facilidad.
Estaba seguro que tenía que ver con que por fin tenía un puto plan.
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ruido ni movimiento a no ser que te haga una pregunta directa o que algo
vaya mal. Por favor, confirma.
Aquí vamos.
***
Respiré profundamente.
Respiré profundamente.
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En cualquier momento.
Respiraciones profundas.
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Joder, así era su voz. Había murmurado muy bajo, pero no se podía
confundir una voz sólida, cálida y masculina.
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—¿Qué pasa?
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Como él era bastante más alto que yo, me puse lo más alto posible
sobre mi propia almohada, luego me acerqué a él y le rodeé el centro con
mi brazo libre. El calor de su cuerpo y el hecho de estar por fin bajo las
sábanas me hicieron estremecer de satisfacción.
Poco a poco, se relajó en mi abrazo y coló una pierna entre las mías.
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—De acuerdo.
***
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—¿Quieres dormir un poco más? —Le pasé los dedos por el pelo y
le rasqué ligeramente el cuero cabelludo. A juzgar por el zumbido de
placer que emanó de su pecho, le gustó.
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ver hasta el martes por la noche. Por otro lado, si había pasado toda su
vida adulta hasta ahora sin explorar con hombres, dos días no eran nada.
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Capítulo 3
—Pareces distraído —mencionó Tina por teléfono.
Tina resopló.
No sabía por qué había esperado algún mensaje, para ser sincero.
No había hecho nada malo.
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Era verdad hasta cierto punto, pero había algo más cuando estaba
con alguien que luchaba de una forma u otra. Siempre había tenido
debilidad por los marginados de la sociedad, los que no podían ser ellos
mismos sin un millón de capas de mentiras y fingimientos.
—Ahora estoy tomando unas copas con una de mis nuevas chicas,
Nicky. ¿Podemos charlar más mañana?
—Sí, claro, por supuesto. —Podía oírla pagar el taxi de fondo, así
que esperé a que terminara antes de terminar la llamada.
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Debía hacerme una nota sobre el ensayo del viernes para no hacer
otros planes. Ruby y yo habíamos quedado para la hora feliz de mañana,
y ella solía tener propuestas. Dejando el teléfono sobre la cama, me dirigí
a la cocina y cogí mi cuaderno, pasando las páginas que estaban plagadas
de letras, pensamientos y garabatos, hasta que encontré una página en
blanco.
Con suerte, también habría tiempo para hablar con él, porque
aunque todavía no había escuchado su nueva canción, el título: Desde el
fondo de mi corazón roto, me hacía querer intervenir.
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Muy bien. Véndate los ojos. No había nada más que hacer que poner
mi culo en el aire para Gideon.
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Hoy me tocó con más soltura, por suerte. Sus manos recorrieron
mi espalda y mis costados, bajando lentamente hasta mi trasero.
Tragué saliva.
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Lo siguiente que supe fue que bajó la cabeza para besarme allí, y
mis ojos se abrieron de golpe tras el antifaz. Me había pillado
completamente por sorpresa. ¿No estábamos perdiendo un montón de
pasos? Primera base, segunda base... Joder, si lo sabía, pero no creía que
se pudiera pasar de abrazar a follar con la lengua el culo de alguien.
Follar con la lengua era algo extremo, pero él no era tímido, eso
estaba claro. Dejó caer besos con la boca abierta y empujó la punta de
su lengua dentro de mí, todo ello mientras sus largos dedos amasaban
mis mejillas.
Maldita sea.
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—Se siente tan bien decir estas cosas en voz alta. —Apoyó su
frente en mi espalda y respiró entrecortadamente—. Me gustaría poder
tocarte en público sin que la gente sepa lo que pasa.
Me estaba matando.
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¡Que me jodan!
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Empezó a jadear.
Quería gritar.
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—Cerca —gemí.
No dejó de chuparme.
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Dios mío.
Tragué en seco.
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No se equivocaba.
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Me encogí de hombros.
—Hm. —Su corto tarareo era tan él. Normalmente iba seguido de
una larga perorata sobre cosas que tenía que considerar.
Me hizo reaccionar.
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¿Era por eso que Gideon era tan estricto con las reglas?
—¿Quién?
—Mi cliente. Sí, porque... sí, indicó que no quiere quedar como un
principiante que no sabe lo que hace.
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Anthony se rió.
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—Por el amor de Dios, es sólo una canción, Nicky. —Me dirigió una
mirada irritada antes de hincarle el diente a su comida.
Estaba claro que no quería hablar del tema, así que hice un
compromiso conmigo mismo. Si Nonna se presentaba en la iglesia más
tarde y escuchaba la canción, no tendría que decir ni una palabra más
sobre el asunto porque ella lo haría. Ella odiaba cómo Shawn usaba a
Anthony. Además, ¿dónde estaba esta noche? Era viernes, y los
emocionantes planes de Anthony incluían una cena y un ensayo de la
banda con su hermano pequeño. Estaba dispuesto a apostar que Shawn
tenía planes en la ciudad con sus amigos de discoteca. Como la mayoría
de los fines de semana.
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Había ido más allá para ayudar toda su vida. Había recogido los
pedazos de papá después que nuestra madre murió de cáncer. Yo era
demasiado joven para recordarlo, pero Anthony se había enfrentado a
papá, a su propio dolor y a la escuela al mismo tiempo. Había luchado
por los desvalidos, los niños acosados, los marginados. Por el amor de
Dios, era un fanático de los Mets.
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Capítulo 4
Me sentí bien al volver a la iglesia en la que había pasado tantas
horas aburridas mientras crecía. No todos los días podíamos ensayar con
el coro; creo que la última vez fue antes del verano. Ahora, Halloween y
Acción de Gracias estaban a la vuelta de la esquina, y el coro tenía
algunos eventos divertidos para los que ensayar. Anthony y yo
participaríamos en uno de ellos.
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Su voz tenía un gran alcance y manejaba las notas más altas casi
tan bien como mi hermano.
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que él mismo era uno, actuaba como si los papeles tuvieran que invertirse
de repente. Shawn era joven. Veinticuatro o algo así.
Necesitaba a alguien dulce que fuera tan cariñoso como él, alguien
que no lo usara como lugar para dormir o fuente de ingresos cuando el
dinero escaseaba. Porque Anthony nunca dejaría de ayudar a los que se
lo pidieran. Diablos, me había quedado en su habitación de invitados
durante casi dos años, y no sólo no esperaba ningún alquiler, sino que
dijo que podía quedarme todo el tiempo que necesitara. Obviamente, yo
pagaba lo que me tocaba y aportaba mi granito de arena en la casa, pero
Shawn seguro que no lo hacía.
7 En italiano: Mierda
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—¡Nicky!
Él sonrió débilmente.
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Dejé que mis dedos se deslizaran sobre las cuerdas y miré al otro
lado del pasillo. Anthony tenía la cabeza inclinada mientras tocaba, como
cuando cantaba con el corazón. Era una señal. Sabía que no era ‘una
canción cualquiera'. Nonna también lo vería.
Me siento atrapado...
Sin nada que decir...
Ningún lugar a donde ir...
¿Verdad?
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Gideon me había dicho que medía 1,80 o algo así, ¿no? Tenía
mucho dinero y podía permitirse todas las cosas a medida. Pelo oscuro,
ojos marrones. Me había familiarizado íntimamente con su tipo de
cuerpo. Había oído el sonido que hacían sus zapatos de vestir en el suelo
de madera del apartamento. Pero él no estaba de pie en la puerta de una
pequeña iglesia en Brooklyn ahora mismo. No después de la perorata que
me había dado sobre no compartir información personal con él.
Cuando la canción llegó a su fin por segunda vez, volví a abrir los
ojos.
***
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Quería creer que valía la pena arder por la mejor clase de amor. No
bastaba el parpadeo de una llama. Tenía que consumirte. Quería el tipo
de amor de sangre, sudor y lágrimas. El imprevisible, el salvaje e intenso
amor.
El amor duro.
Agárrate fuerte.
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—Vuelvo enseguida.
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Joder, tenía que verlo. Había terminado con esto. Comprendía sus
preocupaciones, de verdad, y había escuchado historias similares de
algunos de los alumnos de Anthony. Sobre la obsesión, sobre la
multitarea. Pero él me estaba pagando para que le diera una experiencia
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Lo sabía.
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Tragó.
—Oh. De acuerdo.
Se estremeció.
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—Excitado y ansioso.
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Sonreí.
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—Oh.
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—Es mejor cuando es real, ¿no? —Le pasé los dedos por el pelo y
le besé el hombro.
Asintió.
—Increíble.
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Capítulo 5
—Debería ponerme en marcha —murmuró Gideon somnoliento.
—Reunión temprana.
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Besé la punta.
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—Eres una fantasía hecha realidad. Y quieres tanto sexo como yo.
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Aquí vamos.
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Sí, señor.
Me aclaré la garganta.
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Je. Sí, bueno... No, tenía razón. No era amable por mi parte.
Resultaba inquietante.
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—¿Qué te apetece?
Era martes.
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meses, y sólo nos quedaban cinco semanas. Un poco menos que eso,
incluso. Pero a la mierda, ¿no?
Me reí.
¿Debería?
Frena un poco.
8Milk Bar es una cadena de restaurantes de postres y panaderías fundada por la chef
Christina Tosi.
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—Sí, señor.
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—Te darás cuenta de lo limpio que está —dijo Gideon con una
sonrisa—. No queda ni un grano de sal en una sola mesa. En cuanto
dejas tu sitio, alguien lo limpia.
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Iba a ser interesante ver cuál era la agenda de Gideon. Cogí algunas
servilletas, ketchup y dos pajitas del mostrador de condimentos, y luego
elegí un puesto en el centro. Algo había desencadenado este cambio de
planes suyo, y me preguntaba si había sido mi charla sobre nuestra
química y mi interés. Al menos cabía esperar que habláramos más.
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Sonreí.
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Me reí.
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Arrugó la frente.
Por desgracia.
Dejé escapar una carcajada, y no pude discutir con él. Ruby tuvo
sesiones fotográficas este mes, así que no habíamos podido reunirnos
para tomar algo más que una o dos veces. Eso nos dejaba con almuerzos
rápidos cuando ella podía escabullirse durante media hora. El otro día,
quedé con ella fuera del estudio y probamos el local indio de enfrente.
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Tarareó.
—¿También cantas?
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Malditamente adorable.
Tenía reticencia escrito por todas partes, pero lo había visto venir.
Por fin.
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Capítulo 6
La música era una ruta segura para empezar, o continuar, y
necesitaba un poco de estímulo.
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Ya casi está.
Me reí suavemente.
Ya está.
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—El cuarto.
No me sorprendió.
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Claire.
—Hay una cosa que tengo que preguntar —le dije—. ¿Cómo es que
tu prometida está de acuerdo con todo esto? No me parece que tengas
una relación abierta.
Para haber sido tan reservado, como una maldita bóveda, parecía
no tener problemas en soltar todo ahora.
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—Sí.
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—Mm.
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Era lo mejor.
***
Sonreí.
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Por fin.
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Anthony tosió.
Sonreí y respondí.
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Sonreí y cerré los ojos al ver que me faltaba un punto, pero no había
tiempo para pensar en ello. Sigue, sigue. Volví a lanzarme en cuanto pude
y exhalé un fuerte suspiro.
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—Joder, sí.
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zona, y los miembros del coro que quisieran unirse a nosotros tendrían
que pagar su propio alojamiento y comida.
Para cuando María dijo que era hora de volver a casa, Anthony
estaba solo con Luiz junto a la batería, y yo pude por fin saludar a Gideon.
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—No, no quiero. —Vi que Luiz y Anthony se acercaban, así que los
miré—. Buen trabajo hoy, tío. —Extendí mi puño.
Una vez que se había ido, pude percibir que la atención de Gideon
estaba en Anthony, y quería demostrarle que podía confiar en mí para
hacer que un momento posiblemente incómodo fuera lo menos doloroso
posible. El trabajo se mezclaba con la familia, y cuando el trabajo era
sexual, podía ser incómodo para cualquiera, con o sin diagnóstico.
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Se rió.
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Yo era su condimento.
El rasguño a su picor...
Maldito infierno.
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Capítulo 7
Sueños, el lugar donde los sueños no se hacían realidad, pero se
podía pasar un buen rato. En los altavoces sonaban remixes latinos de
canciones pop, como siempre, y las paredes gritaban México, Puerto Rico
y el Caribe con murales pintados por Camila.
—Paso.
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Asentí.
—Oye, antes que te vayas. —Ella pasó mi tarjeta con una mano y
sirvió dos tragos de tequila con la otra, y yo me reí y negué con la cabeza.
13 Blue Lagoon es un cóctel con Curaçao azul mezclado con vodka y limonada. Por lo
general, se adorna con una rodaja de naranja o una rodaja de limón. La Laguna Azul se
sirve típicamente en un vaso alto. Una variación agrega una pizca de lima cordial a la
mezcla.
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Ella se tragó el chupito sin hacer ni una sola mueca, a no ser que
se contara su sonrisa de satisfacción.
Me embolsé la tarjeta.
—Hola, encanto. Vino para ti, cerveza para mí, y dos extras porque
uno nunca es suficiente. —Me puse a su lado en lugar de enfrente. Era
un lugar estrecho, pero no importaba. Este era el lugar adecuado para la
privacidad y el comportamiento lascivo bajo la mesa.
¿Lo mejor del tema caribeño? La red mosquitera que se podía cerrar
como una cortina, aislando al mundo. Aquí, sólo estábamos nosotros dos
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—Es sólo una cosa. Sé que has tenido práctica —dijo. Luego
sacudió la cabeza, visiblemente frustrado—. Este no soy yo, Nicky. Tu
vida es vibrante. Hablas con todo tu cuerpo, mientras que a mí me
15Forma italiana de expresar: ¡Me importa un bledo! Aunque sea un poco vulgar, no es
un insulto; significa «no me importa» o «me importa un bledo».
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—Sí. ¿Tú?
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Inclinó la cabeza.
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Él tarareó.
—Grant.
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—Definitivamente.
—Soy todo tuyo hasta las seis de la mañana. A esa hora tengo que
pasear a Chester.
—Chester.
—Mi perro.
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Qué bola de pelo más bonita. Sin duda, un perro faldero. Su pelaje
blanco y marrón apuntaba en todas direcciones, y la suciedad y las hojas
estaban pegadas a sus patas. Las orejas de aspecto suave me hicieron
saber que Gideon no se andaba con chiquitas con el aseo. Seguramente
llevaba al perro a algún estilista canino demasiado caro.
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17Un agujero glorioso (de la expresión inglesa glory hole) es un agujero en una pared o
tabique, usualmente practicado en los retretes de baños públicos o en videocabinas,
que pueden ser utilizado para observar a la persona que se encuentre al otro lado del
tabique y para mantener relaciones sexuales con ella.
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Inclinó la cabeza.
—Ha sido mi capricho de una vez al año durante los últimos diez
años.
Maldita sea.
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Jesús.
¿Todos? ¿Participar?
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Me recordó a Shawn.
19Se pierde el juego de palabras. En el original: Oh, step off, bitch. Not in any way
you’re hoping for. Una de las acepciones de Step off es bajar.
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Que me jodan.
—.¿Éste?
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Vale, así que ese tipo se iba a quedar ahí con su libretita y la cesta
a sus pies. Y mirándonos fijamente.
Ajá.
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Me sonrió.
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—¿Aquí? —chillé.
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—Muy bueno.
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En este punto, mi respuesta por defecto a todo era Oh, Dios mío.
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Oh, mi Dios.
Apreté los ojos y jadeé cuando introdujo un dedo húmedo entre mis
nalgas.
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—Um.
Se apartó.
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Joder, sí.
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—Más fuerte, papá —rogué. Oh, mierda, oh, mierda, oh, mierda. Se
sentía jodidamente increíble, y estaba golpeando todos los lugares
correctos—. Fóllame más fuerte.
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Cuando me dijo que me corriera por él, que me corriera por papá,
no hice ni un solo ruido. No podía. Estaba demasiado perdido en un
estado de delirio en el que sólo existíamos él y yo, y sólo podía obedecer.
Dejé que la euforia se apoderara de mí y me arrastrara.
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Tragué en seco.
Sonrió débilmente.
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Capítulo 8
Cuanto más nos acercábamos al final de nuestro acuerdo, más
cambiaba nuestra rutina. Había pensado que teníamos algo que nos
funcionaba cuando empezábamos nuestras citas nocturnas con un paseo
y algo de charla, y luego volvíamos a mi casa y follábamos y dormíamos,
follábamos y dormíamos, follábamos y dormíamos.
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Ayer se me ocurrió que nunca había visto a Gideon a la luz del día.
¿Dónde estaba?
Era Anthony.
—Oh. Hola. Son más de las diez, así que pensé que iría
directamente al buzón de voz —respondió—. De todos modos. Uh... tengo
algunas noticias bizarras. Buenas, pero jodidamente bizarras.
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—Madonn', yo... no sé qué decir. —Me pasé una mano por la cara
y sentí un centenar de emociones diferentes agitándose dentro de mí, y
entre ellas había una sospecha rastrera. ¿Dónde diablos estaba Gideon?
— ¿De quién es?
—No lo sé. Por eso es tan frustrante —se quejó—. Fue una
donación anónima.
20 Expresión que indica que una persona esta estresada, ansiosa, enloquecida,
cabreada, furiosa, etc.
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Asintió.
—Eres gracioso.
***
22Chatty Cathy era una muñeca que decía frases cuando se tiraba de una cuerda que
tenía en la espalda.
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Era precioso.
—Me has oído cantar. —Cuando pasamos por delante del USS
Intrepid23, le hice un gesto para que cruzáramos la calle mientras estaba
en verde. Era hora de encontrar un lugar para comer.
Cierto.
23El USS Intrepid (CV/CVA/CVS-11), también conocido como The Fighting I, fue uno
de los 24 portaaviones de la clase Essex construidos durante la Segunda Guerra
Mundial para la Marina de los Estados Unidos.
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Me reí.
Me apretó la mano.
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—Vas a tener que ser mucho más convincente que eso —repliqué.
Vaya si lo sé.
Qué demonios.
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Sacudí la cabeza.
—No, sólo digo que esto es real para mí desde hace tiempo, y no
quiero que ninguno de los dos finja que se trata del dinero. Somos más
que una transacción. Así que, a partir de este momento, no hay más
escondite detrás de un plan de pago. Estás conmigo porque quieres estar
conmigo, por el tiempo que sea. ¿Trato?
Resoplé.
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—Gideon.
Se rió.
***
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Me reí.
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—Gracias.
Le devolví la sonrisa.
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—Por muy cómodo que sea decir que entraría en pánico, no creo
que lo haga. Tienes una extraña habilidad para no darme más de lo que
puedo manejar. —Hizo una pausa—. Salvo una vez. Cuando invitaste a
tu hermano a salir de copas con nosotros, dejé de respirar por un
momento.
Oh, mierda.
—Sólo le pregunté porque sabía que diría que no, cariño. Se levanta
al amanecer los sábados. Es cuando se vuelve loco en su taller. Construye
y repara instrumentos.
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Sí.
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—Lo sé, cariño. Deja que te guíe hasta los bancos, ¿vale? Sólo unos
segundos.
Joder, ¿qué haría Anthony? Él había lidiado con las crisis de los
alumnos.
Era la primera vez que oía a Gideon decir palabrotas, y era porque
le había empujado demasiado. Jodidamente genial.
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Cara Dee Tenemos hasta el
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Empezó a sonar una canción pop más lenta sobre un nuevo amor
en Nueva York, y le abrí el cuello del abrigo para que sirviera de barrera.
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Se estremeció.
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—Muy bien.
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Me reí.
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Tenía sentido.
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Capítulo 9
—Cariño... tu alarma...
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—Es posible que haya cogido los dos últimos trozos cuando me
levanté para ir al baño hace una hora —confesó.
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Era esa época del año. Habría un recital todos los viernes hasta
que terminara el semestre.
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y cantaríamos juntos. Sólo llevaba dos años tocando el piano, pero ya era
jodidamente brillante.
—Hay sitio para uno más si... ya sabes... no tienes nada mejor que
hacer.
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—Allí estaré.
***
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mi señal para liberar mis manos, así que me puse en cuclillas a la altura
de Maya.
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—Las guardo aquí. —Cruzó los brazos sobre el pecho y se llevó las
manos al cuerpo.
—¿Tienes h-hor-mi-gas?
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***
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Cara Dee Tenemos hasta el
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Había llegado tarde porque Chester había comido algo que no debía
y había vomitado por toda la casa. El perro ya se encontraba mejor, pero
tenía la sensación de que Gideon se iría a casa bastante rápido cuando
terminara el espectáculo. No es que su preocupación le hubiera impedido
comprar cuatro, así es, cuatro, perritos calientes a un vendedor, así como
dos tazas de chocolate caliente y un Snickers frito.
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Última canción. Había sido una semana agitada, y parecía que los
últimos dos meses habían conducido a este momento.
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Mis dedos cayeron sobre las cuerdas, y no tuve más remedio que
acercarme a mi propio micrófono y mirar al público.
Me uní al primer estribillo y cerré los ojos. Era mejor. Sabía que
Gideon estaba mirando y escuchando. Eso era suficiente. El resto del
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Cara Dee Tenemos hasta el
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26 Un corte, break o lick en géneros de música popular como blues, jazz o rock es un
tipo de fraseo que consiste en una serie corta de notas usadas en solos,
acompañamiento y líneas melódicas.
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Capítulo 10
Me estaba retrasando.
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—En fin. —Papá hizo girar un dedo y se puso serio—. Trae al chico
a cenar una vez que hayan dejado de llamarse 'sólo amigos'. —Ouch. Pero
no esperaba que Gideon nos llamara de otra manera—. Parece simpático,
tal vez un poco tenso, pero ya no puedes ser exigente, hijo. Ya no tienes
veinte años y quieres encontrar un buen hombre antes que se te caigan
las pelotas.
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—Me rindo.
—¿Qué?
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¡Madre de...!
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—Nonna hace las mejores garras de oso, con más glaseado aún.
Cuando te sientas mejor, te traeré un montón. ¿De acuerdo? Creo que
necesitas descansar el estómago durante la noche.
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—Creo que me quedaré aquí esta noche. —Miré a Anthony. Tal vez
podría arrastrarlo a tomar una copiosa cantidad de alcohol. No quería
estar solo en mi apartamento temporal en la ciudad. Estaba harto de lo
provisorio.
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Me reí.
***
Ese tipo debía de estar ya cerca de los setenta años. Recordé que
había sido como treinta años mayor que Anthony.
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Él resopló.
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y luego esta noche. No creo que Shawn haya venido a verme tantas veces
en todo el tiempo que salimos.
—Yo…
—¿Cómo es esa una razón válida en los tiempos que corren? —se
rió, confundido—. Está la adopción, está la gestación subrogada. La
mayoría de mis amigos gays tienen hijos.
Sí. Estructura.
27Se le dice sarcásticamente a alguien que está contando algo como novedad cuando
ya es sabido por todos.
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Me reí.
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Se rió.
—Por eso creo que deberías exponerte —me dijo—. Dile que quieres
más. Lucha por él. Lidera el camino como lo has hecho hasta ahora.
Quizá lo necesite. —Se golpeó la sien—. Piénsalo. Si está inseguro, podría
quedarse atascado. Romper patrones es difícil para la mayoría de
nosotros, y no tenemos que preocuparnos por la ansiedad.
Tenía razón.
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Arrugué la frente.
Se aclaró la garganta.
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Asintió secamente.
—¿Cómo la ganaste?
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Me reí.
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Se rió.
Sacudí la cabeza.
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Capítulo 11
—¡Ay, cálmate, bambino!
Empezando por el hecho de que hoy sería la primera vez que vería
a Gideon a plena luz del día. Se sentía tan extraño pensar en verlo cuando
el sol estaba afuera. Anthony me había mirado como si estuviera loco
cuando le dije que era un mal presagio, pero eran los pequeños detalles,
¿no? Gideon y yo nunca habíamos hecho nada normal. Nada de citas,
nada de mañanas perezosas en la cama, nada de salir a tomar café, nada
de quedar para comer durante nuestros días de trabajo, nada de eso.
Habíamos sido criaturas de la noche y del secreto.
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¿Cómo podía ser eso una base sólida para construir una relación?
Madonn'.
Y lo estaba. Estaba listo para pasar el resto de mis días con él. Le
quería tanto que me dolía.
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—Vamos a ver. —Se inclinó hacia delante y entrecerró los ojos para
ver las señales de las calles—. Deberíamos subir por aquí... —Giró a la
izquierda, y vi los árboles justo delante. Park Avenue estaba justo ahí
arriba, y si nuestra suposición era correcta, el edificio a mi derecha era
el de Gideon—. Lo tienes, hermanito.
Asentí.
28 Gracias en italiano.
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lo sabía. En el pasado había estado con clientes en los que era como
registrarse en un hotel, y había estado con clientes en los que se subía
directamente.
Me aclaré la garganta.
Mi pulso se disparó.
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Tenía que hacer esto rápido sin imponerme. Tal vez tenía planes.
Definitivamente tenía sus rutinas.
—¿Pasa algo?
—No diría que algo malo... Sólo quiero desahogarme antes que se
nos acabe el tiempo. —Dios mío, tenía los nervios a flor de piel. No hay
tiempo como el presente, ¿verdad? Aquí va todo—. Escógeme, Gideon.
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necesitas. Prometo estar ahí. —Tuve que volver a tragar saliva, por no
hablar de parpadear más allá del escozor de mis ojos—. Esa casa y esas
tradiciones familiares podrían ser nuestras, con niños que adoptemos o
lo que sea. ¿O un vientre de alquiler? No lo sé. Lo único que sé es que
quiero un futuro contigo. Quiero que seamos reales. Y quiero que haya
un asiento para ti en la mesa cuando tengamos las cenas de los domingos
en casa de la Nonna. Diablos, papá ya te invitó.
—Debería haber llamado antes. —Me froté los ojos con el índice y
el pulgar y me maldije.
Su... Su plan.
—¡Gideon!
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No. No, joder con ese sonido. Miré por encima del hombro y no supe
si reír o llorar. Tenía que ser Claire.
Salía de un taxi, toda ella con el pelo rubio, los ojos azules y la ropa
de diseño.
—No tienes que explicar nada, pero estaré allí esta noche. —Sin
embargo, no había podido borrar la opacidad de mi voz.
—Lo siento —dijo en voz baja, justo antes que Claire nos
alcanzara.
—Hola.
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—Ya sabes quién soy. —Dicho esto, le eché una última mirada a
Gideon antes de girar para volver a la calle donde Anthony me había
dejado.
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Cerró los ojos a mitad del vestíbulo, pero no dejó de seguirme. Paso
a paso, lo acerqué al ascensor hasta que estuvimos dentro de él. Claire
pulsó el botón del último piso y Chester golpeó su cabecita contra la
pierna de Gideon.
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Incluso yo, aunque sólo quisiera verme más tarde para explicarme
por qué iba a casarse con Claire.
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—Me voy a ir. —Peiné con mis dedos el pelo de Gideon, que cerró
los ojos y respiró profundamente—. Estaré allí esta noche, ¿de acuerdo?
218
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***
—No tienes que hacerme de niñera —le dije. Tenía ganas de estar
solo, porque me picaba el gusanillo de revisar mis fotos. Tenía tres de
Gideon y dos de él y de mí, selfies tontas y dulces de nuestros paseos;
vale, una de ellas era de la variedad sucia. Él había hecho la foto con mi
teléfono cuando se la estaba chupando. Pero todo lo que quería ahora
eran las fotos tontas y dulces.
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***
30 Bien en italiano.
221
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Había sido una idiota. Aparecer sin avisar era molesto para la
mayoría de la gente; no tenía que ser autista para eso. Pero para él...
Cristo. La más mínima sorpresa se convertía en una emboscada. ¿Y ahí
estaba yo, hablando de cómo iba a prestar atención a sus necesidades?
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Sí, claro.
No, podría ser Ruby. Tal vez. Por alguna razón. Además, Gideon
tenía una llave.
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—Lo sé, me veo como una mierda. —Abrí más la puerta y le dejé
entrar.
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—Sea lo que sea lo que tienes que decirme, no puede ser tan malo.
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—¿Quién lo es?
Soltó un suspiro.
Oh.
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tiempo, por lo general, tal vez un par de semanas o algo así, pero sucede.
Lo siento.
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—Bien, según tus criterios, tal vez soy social —me reí—. Lo que
quiero decir es que me encanta quedarme en casa. Es lo que prefiero.
Quiero tener noches de cine y hacer la cena juntos y sólo estar contigo.
—Pasé la yema del pulgar por las líneas de preocupación entre sus
cejas—. Además, mis amigos y yo nunca salimos mucho. Estamos
ocupados con nuestras propias vidas. La mayoría de las veces son un par
de copas y luego alguien bosteza porque ha tenido un largo día.
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Tarareó.
Sin embargo, parecía ser un gran problema para Gideon. Sus ojos
se empañaron, y logró una sonrisa tambaleante.
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—No entiendes el impacto que has tenido en mí. Me siento más vivo
ahora que nunca, y agradezco los momentos de incomodidad si eso
significa que estoy avanzando contigo. Por el amor de Dios, me das
recuerdos que vale la pena recordar. —Cuando volvió a abrir los ojos,
eran más claros y hermosos que nunca. Había una chispa de hambre, de
determinación—. Al principio pensé tontamente que serías otra obsesión
temporal, pero no podía estar más equivocado.
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Su expresión se suavizó.
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Epílogo
Unas horas más tarde
Me desperté en medio de la noche cuando oí crujidos a mi lado.
Sonaba como cuando arrancaba las letras de mi cuaderno con
frustración.
Entrecerrando los ojos para ver a Gideon, que era más bien una
silueta negra frente a la lámpara de la mesita de noche, vi que estaba
anotando algo en un cuaderno.
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boca, pero supuse que ahora estaba ocupado haciendo lo suyo. Era
posible que tuviera una mente unidireccional, pero en mi defensa, él me
había mimado con un montón de sexo. Fue él quien me hizo
obsesionarme con su cuerpo.
Resopló y se relajó.
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Joderrrr.
Sí, señor.
—Son sobre todo hitos y cosas que he querido hacer durante estos
dos últimos meses que han sido demasiado... ya sabes, de pareja. —Se
estaba deslizando en su papel de Dominante franco, fáctico y casi
desapegado, y era tan sexy como siempre. Fue la combinación de frío y
calor lo que me convenció, la mezcla de un papi dulce y cariñoso con el
sucio impersonal.
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—Te das cuenta que Park Slope no tiene nada que pueda pagar,
¿verdad? —Tenía que decir eso.
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—Seguro que sí, papito. Pero no es por eso por lo que sales
conmigo. Por mucho que te frustre, sabes que haré lo correcto y frenaré
un poco el ritmo para que podamos disfrutar del noviazgo como es debido,
citándonos con frecuencia y follando en nuestra fase de luna de miel más
intensa, mimándonos mutuamente con pequeños regalos bien pensados
y enviando demasiados mensajes de texto sobre cómo nos echamos de
menos cuando estemos en el trabajo. Nadie se sentirá innecesariamente
abrumado durante mi guardia.
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Le acaricié la mejilla.
Me reí.
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Inspiré.
***
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—No estaba tan dulce como pensaba que estaría. —Le acerqué el
plato.
Me reí.
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Asintió.
—Definitivamente.
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trabajo estaba muy cargado justo antes de las vacaciones, con todos los
recitales y demás.
—¿Cómo te sientes?
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—Te amo. —Me llevé su mano a los labios y le besé los dedos.
—Yo también te amo. Por favor, no te preocupes, Nicky. Por fin soy
feliz.
Bien.
No hay nada como crear un vínculo con las compras para mí...
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Me rasqué la nariz.
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***
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casas abiertas hoy, y nada. Yo había pensado que todas las casas eran
hermosas, pero Gideon, hombre... tan malditamente exigente. Tenía que
ser perfecta. Y cuando enumeraba sus razones, era imposible molestarse
con él. Cocina grande para poder cocinar juntos y organizar cenas,
habitaciones para los futuros hijos, un dormitorio principal cerca de las
mencionadas habitaciones de los futuros hijos, preferiblemente también
cerca de un buen colegio, tenía que haber algún tipo de patio...
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—Pobres imbéciles.
31 https://sumadecolores.blogspot.com/2015/07/crostata-de-ricotta-y-cerezas-
crostata.html
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su casa siempre había vivido y respirado familia, y era algo que quería
plasmar en mi futuro hogar con Gideon.
Después del huracán Sandy, papá pensaba que cada tormenta iba
a convertirse en un acontecimiento bíblico de destrucción. Nos sentíamos
un poco mal por él, así que no dijimos nada, pero se estaba volviendo
tedioso. Estaba obsesionado con comprobar el tiempo.
Nos recibió una ráfaga de ajo fresco del pan que salía del horno, y
mi estómago gruñó de deseo.
Comida y familia.
***
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—¿Me lo he perdido?
Y lo estaba.
252
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No estaba seguro que eso la hiciera estar menos asustada, para ser
sincero.
32 Olla de cocción lenta, este utensilio cocina los ingredientes durante un período
prolongado a baja temperatura (aprox. 95 grados).
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Una parte de mí quería uno más... tres era un buen número. Otra
parte de mí disfrutaba mucho organizando a las niñeras de la familia
para que Gideon y yo pudiéramos escaparnos un fin de semana de vez en
cuando.
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Fin
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Próximamente
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Staff
Realizado por
Lelu
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amanecer
Acerca de la autora
A menudo soy torpemente callada o, si el tema me interesa, una
divagadora crónica. En otras palabras, puedo hablar de la escritura para
siempre. La ficción, en particular. La historia de amor, aunque es un gran
atractivo y está constantemente presente, es secundaria para mí, porque
escribir ficción romántica es mucho más que hacer que dos (o más)
personas se enamoren y tengan sexo caliente. Hay un mundo que
construir, personajes que desarrollar, intereses que crear y uno o dos
temas que investigar a fondo. Cada libro es un desafío para mí, una
oportunidad para aprender algo nuevo, y un rompecabezas para armar.
Quiero que mis personajes cobren vida, y la única forma que conozco de
hacerlo es darles sustancia -pasiones, historia, metas, peculiaridades y
opiniones fuertes- y dejarlos evolucionar. Además, quiero que mis
hombres y mujeres sean afines. Eso significa dejar espacio para los
problemas cotidianos y, a falta de una palabra mejor, para los defectos.
Mis personajes nunca serán perfectos.
259