Estos aprendizajes deben hacer énfasis en la promoción y acompañamiento de un
desarrollo humano e integral, tanto de la persona, como de la familia, la comunidad y las instituciones responsables de dinamizar los procesos de participación, decisión y ejecución de los planes, programas y proyectos de desarrollo y bienestar social. El desarrollo humano, el desarrollo del potencial y las capacidades de la persona en su integralidad, no es posible sin un desarrollo social sostenible y autosostenido. El desarrollo social exige un cambio en las estructuras de poder y una amplia participación social de la población en la construcción de una forma de vida más justa, digna y solidaria, lo cual implica un desarrollo económico equilibrado, sustentable y autosostenido.