Está en la página 1de 4

LA ÚLTIMA DOSIS

JULIAN FERNANDO ISAZA HURTADO


C.C: 1.112.794.164
III SEMESTRE

LUIS FERNANDO LEON

CEIM
AUXILIAR FARMACÉUTICO
OFIMÁTICA
CARTAGO VALLE
28-11-2020
INTRODUCCIÓN

Breve análisis del manejo dado a la industria farmacéutica en los últimos años, desde el
punto critico de un usuario y un trabajador de la misma.

LA ÚLTIMA DOSIS

La última dosis, así será llamado este análisis realizado a la industria farmacéutica, la
cual, ya hace mucho que viene ejerciendo bajo miles de miradas de sus espectadores
más incrédulos y escépticos. Hablamos de una de las industrias más gigantescas y
poderosas a nivel mundial, sobre pasando en ventas e ingresos al mismísimo comercio
de armas y petróleo. Gracias a los malos manejos dados a esta clase de industria que
supone ser para el bien y la ayuda de la humanidad es que se ha visto envuelta en
miles de investigaciones judiciales realizadas en todos sus años de actividad, ya que se
ha convertido en el punto de inversión de cientos de empresarios que sólo desean
conseguir aumentar su capital económico y nada más. Y es aquí, en lo económico,
donde comienza todo el lado perverso que se halla implantado detrás de la cara de esta
industria, ya que lastimosamente nos encontramos con la prevalencia de las cuentas de
unos pocos por encima de las vidas de unos miles. La pregunta es: ¿qué está pasando
en el mundo para que se sigan presentando casos de corrupción en áreas de gran
importancia e interés como ésta y todo quede impune? Una pregunta formulada por
miles, tratada e investigada por cientos y solucionada por unos cuantos.
Lastimosamente no nos encontramos frente a nada nuevo, estamos ante la misma
corrupción ya existente en otros sistemas y áreas, como la política, la seguridad
pública, la atención en salud y las leyes de unos pocos. Así que debemos ver el daño
en conjunto, la problemática presentada no es de una industria señores y señoras, se
trata de personas, simples y comunes personas como usted y yo, que poseen en sus
entrañas demasiada protervia y ni un sólo grado de humanidad.
Siendo conscientes de todo lo anterior debemos comenzar a trabajar individual y
personalmente en la autoeducación, en el desarrollo de nuestros conocimientos y en
como expandir éstos, para así poder conseguir un bien común, un bien mayor, sin estar
a la espera de lo que puedan hacer los demás por nosotros, es sumamente importante
que todo ser humano tenga, aunque sea tenues conocimientos de lo que son los
medicamentos, de donde se derivan y para que se utilizan. Por lo menos, cada persona
consumidora de medicamentos, sin importar la presentación de este, debería tener un
conocimiento básico de la sustancia o sustancias que le están o le está suministrando a
su organismo, ya que no sólo el mal manejo de la industria farmacéutica deja muertos a
su paso, también lo hace la desinformación, la ignorancia, la faltad de conocimientos y
la poca colaboración entre nosotros. Pues todos y cada uno de nosotros tenemos la
obligación de velar por la tenencia de nuestras vidas y a su vez por la de los demás, no
podemos permitir que se nos vulneren derechos como la vida y que está clase de
atrocidades queden en completa impunidad y olvido. Todo ser que se haga llamar
humano tiene la obligación moral de trabajar y luchar por la evolución de la humanidad,
la cual, nunca tendrá un avance verdadero si se matan personas con ella, es
completamente inaudito que el bien de unos pocos reine sobre el de muchos, esto ya
no se trata de dinero se trata de humanidad y en casos extremos de supervivencia, no
podemos permitir la existencia de estas cadenas de muerte, que van desde el dueño o
los dueños de la entidad o laboratorios que dan la orden de la investigación y
fabricación, pasa por el químico o los químicos farmacéuticos que la aceptan, viaje en
manos de expendedores, centros de salud, farmacias que además acolitan su venta,
distribución y administración, para terminar en manos, cuerpos y organismos que
indudablemente serán dañados por los mismos, brindando de todo menos vida.
No podemos generalizar cuando tratamos de temas como estos, la industria
farmacéutica a nivel mundial es demasiado gigantesca, pero claro que podemos hablar
en palabras mayores sobre ésta, porque basta con ver los índices de incidentes
causados por medicación en los últimos años para darnos cuenta de que hemos
dejado, en gran parte, de ser paciente para convertirnos en clientes y esto, damas y
caballeros, es una desgracia hecha realidad. Ahora está, claramente, la opción en
nosotros, ¿luchar todos por nuestro propio bien o no hacerlo?, ¿velar porque mañana
tengamos la última dosis de nuestro infeliz tratamiento o esperamos a que realmente ya
sólo sea la última de nuestra vida?, recuerden, la respuesta y el actuar recae sobre
cada uno, pero siempre pensando en todos.

CONCLUSIÓN
La existencia y vida es un gran negocio cuando está en las manos del diablo.

Bibliografía
Isaza Hurtado Julian Fernando, LA ÚLTIMA DOSIS, 28/11/2020.

También podría gustarte