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Las intensas precipitaciones en Écija (40.

000 habitantes, Sevilla), que


anegan el 30% del casco urbano, han forzado el desalojo de entre 800 y
1.000 viviendas, afectando a unas 3.000 familias. Las lluvias de las últimas
horas han dejado 107 litros de agua por metro cuadrado en la sierra de
Córdoba, donde nace el río Genil, afluente del Guadalquivir.
La cota del río ha bajado hasta los 4,14 metros después de haber alcanzado
el nivel histórico de 7,30 metros, aunque agentes de la Unidad Militar de
Emergencias (UME) han evacuado esta tarde, en colaboración con la Guardia
Civil, a 28 personas que habían quedado aisladas en una urbanización del
norte de la localidad por el desbordamiento.

La situación afecta a estas horas a la localidad de Palma del Río (Córdoba),


donde ya se han producido alrededor de 70 desalojos, y a la provincia de
Sevilla, donde se mantiene hasta mañana la alerta naranja. De momento, en
Lora del Río se ha activado el plan de emergencias, y en Constantina se han
anegado más de 40 casas. La alerta naranja también se alarga hasta mañana
en Cádiz y Córdoba, en cuya capital el desbordamiento del Guadalquivir ha
provocado el desalojo de cuatro parcelaciones. En Jaén, se han registrado
en los municipios de Villanueva

de la Reina, Andújar y Marmolejo y en Gibraleón (Huelva), se han rescatado


siete personas de una vivienda.

Esta situación ha supuesto la actuación hasta el momento de 108 agentes


del Infoca, 112, Protección Civil y voluntarios, además de bomberos, Policía
Local y 252 soldados de UME, que se han desplazado hasta Écija, donde
bares y locales comerciales permanecen cerrados, mientras se evalúan las
pérdidas económicas. Si la avenida Andalucía se ha convertido en un
barrizal, tras achicar el agua, en las zonas más bajas, como la calle
Lapuente, el agua llega hasta 1,70 metros de altura y en los Jardines de
Lourdes, hasta la rodilla.

El río Genil se encontraba esta mañana en 7,30 metros, una cota "histórica"
que es superior que la registrada en diciembre de 1997, cuando se registró
una crecida del Genil que originó pérdidas de 72 millones de euros,
inundando la tercera parte de su casco urbano, uno de los mayores polígonos
industriales de la ciudad y obligando al desalojo de casi un millar de
personas, según recuerdan hoy los vecinos de la localidad. Estas lluvias
dieron lugar a obras de encauzamiento que impidieron, en febrero pasado,
que se desbordara el río, cuando se encontraba en 6,20 metros, altura a la
que se encuentra en estos momentos. Mirando el cielo y el suelo. Así han
pasado las primeras horas del día de fin de año los equipos de emergencia
de Écija (Sevilla) ante la cuarta inundación del mes. Las trombas
registradas durante la noche y la madrugada han caído sobre una zona
incapaz de desalojar o absorber más agua y la consecuencia ha sido la
previsible, el arroyo del Argamasilla ha buscado un cauce por las calles de la
ciudad. A primeras horas de la mañana, el agua no había entrado en la casas
y no había desalojos. Los principales zonas y calles afectadas, según informó
el alcalde, Juan Wic, quien se mantiene al frente de todo el operativo de
prevención e intervención, son Puerta Osuna, La Victoria, Ancha y Arroyo.
Se han registrado episodios de reducción del nivel de agua, pero en el cielo
se han sucedido pequeños periodos de sol con fuertes aguaceros que no han
permitido recuperarse.

Los barrios anegados esta madrugada ya se inundaron la tarde del 6 de


diciembre, la del 18, y el 22 de diciembre en dos ocasiones. Con solo la
primera inundación, el Ayuntamiento calculó más de 18 millones en daños.
Las causas de esta situación son múltiples. Las tres primeras inundaciones
de este mes se produjeron tras recogerse más de 200 litros de agua por
metro cuadrado el 6, el 18 y el 21. Y el Argamasilla rebosó. Ha llovido mucho
y mal, con chubascos fuertes de hasta 70 litros por metro cuadrado en
horas.
El Genil alcanzó durante este mes una cota de 7,35 metros, un metro por
encima de su capacidad y casi dos por encima del nivel de alerta a su paso
por Écija (5,70 metros, según Medio Ambiente).

A la crecida del Genil se le ha unido la incapacidad para conducir tanta agua


del arroyo Argamasilla, que tiene parte de su cauce bajo el municipio. Las
obras en este cauce no han llegado a tiempo.

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