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PARO CARDIORRESPIRATORIO

En el adulto, la mayoría de los paros cardiorrespiratorios súbitos, no traumáticos, son


de origen cardiaco, donde la Fibrilación Ventricular (FV) o la Taquicardia Ventricular
(TV) son los ritmos de colapso más frecuentes.
En el paciente pediátrico es difícil determinar la incidencia, la etiología precisa y la
evolución del paro cardiaco porque la mayoría de las publicaciones cuenta con una
cantidad insuficiente de pacientes, pero lo que si se sabe es que el paro
cardiorrespiratorio en pediatría no es un evento súbito, sino que va precedido por un
período de deterioro cardiorrespiratorio progresivo que se inicia por la presencia de
algún evento que determina algún grado de hipoxia e hipercapnia, que si no se
corrigen evolucionan a un paro respiratorio y bradicardia, y terminan finalmente en un
paro cardiorrespiratorio (en asistolía que es el ritmo de colapso más frecuente en
pediatría).

Las causas de paro cardiorrespiratorio son heterogéneas y comprenden Sindrome de


muerte súbita del lactante (SMSL), traumatismos, asfixia, ahogamiento por inmersión y
sepsis. Por lo tanto, no hay un único estereotipo de paro cardiaco pediátrico de
referencia. En países industrializados, los traumatismos son la principal causa de
mortalidad. Se ha comunicado TV o FV en < 15% de los casos, pero esta prevalencia
aumenta en pacientes con factores de riesgo como cardiopatías congénitas,
miocardiopatias o intoxicaciones.

La Cadena de Supervivencia Pediátrica comprende una serie de eslabones destinados


a manejar adecuadamente a una víctima de paro cardiaco. Para el menor de 8 años,
Eslabón 1: pone énfasis en la prevención de lesiones. Eslabón 2: RCP precoz y eficaz.
Eslabón 3: “pedir ayuda” y finalmente el Eslabón 4: AVA precoz, con estabilización y
traslado. Lo anterior debido a que la mayoría de los paros cardiacos se deben a
insuficiencia respiratoria progresiva, por lo tanto “comience la reanimacion y después
llame”. En el mayor de 8 años (considerado “adulto”), se debe llamar primero y
después realizar RCP precoz.

Etiología: Multifactorial: En el contexto extrahospitalario, SMSL y traumatismos. En el


intrahospitalario son la sepsis, insuficiencia respiratoria, intoxicaciones farmacológicas,
trastornos metabólicos y arritmias.

Elementos de la evaluación cardiopulmonar rápida:


La evaluación y el tratamiento del paciente con enfermedad o lesión grave comienzan
con una evaluación cardiopulmonar rápida, destinada a identificar rápidamente
insuficiencia respiratoria y shock, y los efectos de estos problemas sobre la perfusion y
la función de órganos terminales.
Comprende:
Evaluación del aspecto general: Color, estado de conciencia, respuesta a órdenes.
Evaluación de la función respiratoria: Estado de la vía aérea
Frecuencia respiratoria.
Mecánica respiratoria.
Entrada de aire.
Color y temperatura de la piel.

Evaluación de la función cardiovascular: Frecuencia cardiaca


Presión arterial
Perfusion sistémica.

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MANEJO INICIAL

Las recomendaciones actuales para apoyo vital básico pediátrico (AVBP) y apoyo vital
avanzado pediátrico (AVAP) describen una secuencia de maniobras destinadas a
evaluar, sostener o restablecer la ventilación y la circulación eficaces del niño en paro
respiratorio o cardiorrespiratorio.

1- ) Frente a cualquier paciente con pérdida de conocimiento, se debe


realizar una evaluación rápida de la víctima, verificando si hay movimientos,
llanto o respiraciones, y evaluando color y tono muscular. Estimule a la víctima y
verifique si responde. Estimule con suavidad y pregúntele en voz alta “Estas
bien?”.No movilice ni sacuda a la victima de un TEC por riesgo de lesión de la medula
espinal.
Si el niño esta conciente colóquelo en posición de recuperación.

2- ) Si el niño está inconsciente, inicie AVAP.

APOYO VITAL BASICO PEDIATRICO


Corresponde a las medidas básicas para la preservación de la vida.

En caso de reanimador único, se deben realizar la RCP antes de pedir ayuda.


Secuencia de la reanimación:
A- Vía aérea permeable.
B- Respiración
C- Circulación

A.Vía aérea permeable:

La vía aérea del niño es estrecha y colapsable y se obstruye fácilmente con


mucosidades, sangre o contenido gástrico. En el niño inconciente la mandíbula se
relaja, se va hacia atrás arrastrando la lengua que obstruye la faringe.

3- ) La primera maniobra será colocar al niño en decúbito supino sobre una


superficie lisa y firme( si hay sospecha de lesión cervical, muevalo solo si es
necesario, girándolo como una unidad), luego abra la vía aérea con maniobra de
extensión de cabeza – elevación de mentón lo que permite elevar la lengua y
alejarla de la pared posterior de la faringe, para permeabilizar la vía aérea (maniobra
tracción de mandíbula en caso de sospecha lesión columna cervical), verifique
la respiración (”Mirar como el tórax se expande y contrae, escuchar en la nariz y la
boca el sonido del aire expirado y sentir en la boca del niño el flujo de aire espirado”).
Si respira, colocarlo en posición de recuperación.
Si no lo hace, pasar a etapa B.

B. Respiración:

4- ) Iniciar de inmediato respiraciones artificiales, boca a boca o boca a


boca – nariz en el niño pequeño. En el niño mayor se cierra suavemente la nariz
al insuflar por la boca. Suministre 2 respiraciones lentas de 1 a 1,5 seg. De
duración haciendo una pausa breve después de la primera para permitir la espiración,
lo suficiente para expandir el tórax del niño. Utilice accesorios para la ventilación si
dispone de ellos (bolsa – mascarilla), pero no demore la respiración artificial para
buscar algún dispositivo. Si no se expande, reposicionar la vía aérea y sospechar
obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño si luego de reposicionar, no se logra
buena expansión. Luego se debe: Determinar si hay signos de circulación.

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(Lactantes, se recomienda evaluar pulso braquial o femoral y en los mayores, el pulso
carotideo).Si están presentes, apoyar la ventilación con respiración artificial.

Respiración artificial: < 8 años 1 inspiración cada 3 seg.


>8 años 1 inspiración cada 5 seg.

5- ) Si no los hay o la FC es menor de 60, iniciar compresiones torácicas.

C. Circulación:
La ausencia de contractilidad o su inefectividad se reconoce por falta de pulso en las
grandes arterias. En el mayor de 1 año se palpa la arteria carótida; en el menor de esa
edad, la arteria braquial. Si existe pulso sin que el niño respire, continuar con
respiración artificial, hasta la aparición de respiración espontánea.

Compresiones torácicas: Indicaciones: Ausencia signos de circulación o FC < 60


lpm con signos de hipoperfusión.
Frecuencia 100 por minuto.
En el menor de 1 año, comprimir con dedos medio y anular
a distancia de 1 dedo de la línea intermamilar o con 2 pulgares y las manos alrededor
del tórax. En el mayor de 1 año, comprimir utilizando talón de la mano a 2 dedos de
apéndice xifoides (mitad inferior del esternón).
Coordinación de masaje y ventilación: RN 3:1
< 8 años: 5:1
> 8 años: 15:2

6-Revalúe al paciente después de 20 ciclos de compresiones y ventilaciones


hasta detectar algún signo de restablecimiento de la respiración espontánea o
de los signos de circulación.

RESUMEN

1-Estimule a la víctima y verifique si responde

2-

3-Abra la vía aérea


Extensión de la cabeza-elevación del mentón

3-Verifique la respiración
Suministre 2 respiraciones efectivas
Si respira: posición de recuperación
Si no respira:

4-Ventile
Suministre 2 respiraciones efectivas

3
Determine signos de circulación
Si no los hay:

5-Comprima el tórax
6- Reevalúe cada 2 ciclos ventilación-compresión

Prosiga la reanimación

APOYO VITAL AVANZADO PEDIATRICO

Es la continuación de la AVBP, y considera realizar los siguientes procedimientos:


1- Aplicación de la AVBP
2- Uso de equipos adecuados para mantener ventilación pulmonar y circulación
efectiva.
3- Establecimiento y mantención de acceso intravascular.
4- Monitoreo cardiaco, reconocimiento y tratamiento de arritmias.
5- Tratamiento del PCR y estabilización del paciente. Conocimiento de drogas y
desfibrilación.

2- Permeabilidad de la vía aérea y mantención de la ventilación

Oxígeno: Utilizarlo al 100% en toda RCP. En el AVAP se entregará con bolsa


autoinflable (ambú) con reservorio y mascarilla o tubo endotraqueal, según sea el
caso.

Vía aérea permeable: Cánula orofaringea (mayo). Se emplea cuando paciente


ventila espontáneamente. Evita desplazamiento de la lengua hacia atrás. Para
colocarla, se abre la boca deprimiendo suavemente la lengua con el dedo (no
rotar).
Bolsa autoinflable. Debe ser de tamaño adecuado al
paciente, con válvula de seguridad y reservorio. La mascarilla debe ser de tamaño
adecuado que permita la adaptación exacta a la cara del paciente, abarcando boca
y nariz..

Intubación endotraqueal. Se debe ventilar al paciente con O2 al 100%. No se


debe detener la ventilación más de 30 seg durante el procedimiento. Si se fracasa,
volver a ventilar con O2 al 100%.
Indicaciones: Obstrucción funcional o anatómica de la
vía aérea, trabajo respiratorio excesivo, incapacidad del paciente para proteger vía
aérea, necesidad de ventilación por tiempo prolongado.
El tamaño del tubo se calcula: Edad (años) + 4
4

La profundidad del tubo se calcula: Edad (años) + 12.


2

Hoja laringoscopio: Lactante prematuro: Miller 0


< 8 años: Miller 1
> 8 años: Millar 2.

4
3- Establecimiento y mantención de acceso intravascular.
Un acceso vascular seguro y de buen flujo es fundamental en AVAP. Se prefiere
acceso central (vena yugular interna), vena supradiafragmática u osteoclisis. Vía
endotraqueal mientras se consigue vía.

4- Monitoreo cardíaco y reconocimiento de arritmias.


En el paciente pediátrico las arritmias serán bradicardia o asistolia en un 90%. Se
ha comunicado TV o FV en <15%, siendo más alta en pacientes con factores de
riesgo como cardiopatías congénitas, miocarditis, o ingestión de tóxicos o
fármacos que predisponen a arritmias.

5- Medicamentos
1- O2.
2- Adrenalina: Catecolamina endógena con efecto adrenérgico alfa y beta, de
elección en PCR. Su efecto vasocontrictor es el más importante, ya que eleva
la presión de perfusión, mejora la irrigación del miocardio y cerebro, isótropo,
cronótropo y dromótromo sobre miocardio. Indicaciones: Paro cardiaco,
bradicardia sintomática que no responde a ventilación y O2 e hipotensión no
relacionada con pérdida de volumen.
Dosis: 0,01mg/kg (0,1 ml/kg diluido 1/10.000). Usar cada 5 minutos
hasta obtener respuesta.
3- Atropina: Simpaticomimético que aumenta frecuencia cardíaca y conducción
aurícula-ventricular. Indicaciones: Bradicardia sinusal con compromiso
hemodinámica, bradicardia con bloqueo a-v y bradicardia por estímulo vagal en
intubación o instalación de drenaje torácico. Dosis:
0,02mg/kg (dosis mínima 0,1 mg).
4- Glucosa: Los signos clínicos de hipoglicemia pueden simular los de la
hipoxemia, la isquemia o el paro cardiaco. Dosis: 5 a 10 ml/kg de Glu 10%.

5- Desfibrilación y cardioversión: De acuerdo a norma de arritmias.

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