ruptura de corazón, es justamente el desprendimiento del apego más profundo para por fin llegar a amar. El corazón no se rompe, el problema es que no sabemos amar sin poseer. Una relación de pareja para mí, son dos personas caminando juntos de forma paralela: creciendo y mejorando. Cada uno en amor propio avanzando hacia su máxima luz; hacia su destino más luminoso. Creo profundamente en el libre albedrío y también en el destino. Pienso en ellos como una combinación extraña de la libertad que tenemos para decidir entre alcanzar nuestra máxima luz, que creo yo es nuestro destino, o hacerle caso al ego, y no llegar ¡El destino es la luz! Pero si el ego logra su cometido, no llegarás. Ese es su trabajo, ser tu contrincante más fiel.