Las soluciones acuosas se diferencian de las demás gracias a
sus características y propiedades, especialmente porque las mismas están bien definidas y logran identificarse rápidamente. Para comenzar, se ha de destacar que una solución acuosa es aquella que conduce electricidad, ya que las mismas contienen electrolitos fuertes que funcionan en la mezcla como conductores de electricidad, en donde el ejemplo más contundente tiende a ser el agua de mar. Cuando se trata de mezclas que contienen cantidades menores de electrolitos, se les conoce como conductores menores, como sería el agua común que sale del grifo del baño. La diferencia entre estos dos líquidos, es que ambos cuentan con electrolitos pero en escalas altamente diferenciables.