Concéntrate en los músculos de tu cuerpo, comenzando por la cabeza y descendiendo lentamente hasta los pies, diciéndole a cada grupo muscular que se relaje. Ahora que te encuentras más relajado, represéntate a ti misma en un lugar agradable y tranquilo. Ahora deberás imaginar el tumor de cualquier forma que se te ocurra e intenta seguir la acción del tratamiento de quimioterapia. Ve en tu mente los rayos de energía como si fueran millones de minúsculos proyectiles actuando sobre las células sanas y enfermas por igual. Imagina como las células sanas se recuperan del impacto y como por el contrario, las enfermas, más débiles y desorganizadas, morían a causa de él y de sus propios sistemas de inmunidad. Observa cómo los glóbulos blancos de la sangre recogen y eliminan esas células cancerosas muertas, sacándola de tu cuerpo, como una forma de defenderse de la enfermedad. Visualiza tu cáncer disminuyendo de tamaño y recuperando la salud.