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El 14 de julio las masas parisinas asaltaron y tomaron La Bastilla. Con esta acción, se
inició en Francia la gran revolución, con la cual se inauguró una nueva época en la
historia mundial. Un mes después, el 27 de agosto, la Asamblea Constituyente aprobó
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
La crisis política en Saint Domingue empezó por las alturas. Por ejemplo, la oligarquía
colonial esclavista se dividió en dos bandos, uno integrado por los grandes propietarios
y comerciantes, y el otro por los altos funcionarios civiles y militares que controlaban el
poder político.
En los últimos meses de 1972, la situación política de la colonia francesa era muy
complicada. Los colonos franceses, apoyados por un sector de los mulatos, buscaban
el apoyo de los ingleses de Jamaica para separarse de Francia, mientras los lideres
negros estaban aliados a los españoles bajo falsa promesa de liberación. Fue entonces
cuando la metrópoli decidió enviar en septiembre una segunda Comisión Civil
encabezada por Leger Felicité Sonthonax con la difícil misión de imponer el orden en
Saint Domingue. Muy pronto estallaron graves conflictos entre los comisionados civiles
y los colonos blancos, quienes organizaron complots contra ellos en las principales
ciudades. En junio de ese año se volverían a estallar nuevos combates en la ciudad del
Cabo. El triunfo de los colonos blancos parecía seguro, dado el respaldo que recibían
del gobernador Galbaud y sus soldados. El historiador Bellegarde afirma que
Sonthomax, tomó una decisión heroica, apeló a los esclavos acampados en los
alrededores del Cabo, prometiendo libertas a todos aquellos que los ayudaran a
castigar a los colonos rebeldes.
En una nueva invasión a la Isla de Santo Domingo se gestaba en Francia con la
llegada al poder de Napoleón Bonaparte. La invasión napoleónica se produjo en enero
de 1802, dando cabida a una tercera y última etapa de la revolución que concluye con
la independencia de Saint Domingue en enero de 1804.
Ferrand prohibió mediante un decreto todo trato comercial con los haitianos.
Juan Sánchez Ramírez, inició un movimiento contra Ferrand que contó con el apoyo
militar de Toribio Montes, el gobernador español de Puerto Rico y la población
dominico-española que había emigrado a la vecina isla.
En el Sur operaba otro grupo encabezado por Ciriaco Ramírez, Salvador Féliz y
Manuel Jiménez, que recibió la asistencia en armas de Pétion y de Crhistophe, los dos
gobernantes del dividido Estado Haitiano.
En noviembre de 1808 entraron en acción las tropas que Sánchez Ramírez pudo
reunir. Cuando Ferrand se enteró del desembarco de las tropas puertorriqueñas, salió
a combatirlas con 600 soldados y el choque principal se produjo en la Sabana de Palo
Hincado.
Para noviembre de 1821, los principales oficiales del ejército español apoyaban el
proyecto de Núñez de Cáceres que contemplaba la integración del país a la
confederación boliviana. Entre esos oficiales estaba el legendario coronel Pablo Alí,
jefe del batallón de pardos y morenos; también don Manuel Carvajal, comandante del
ejército del Sur y quien fuera el segundo hombre de la Guerra de la Reconquista, y
otros jefes militares, entre ellos el capitán Martínez Valdez, quien había estado preso
acusado de intentar separar la colonia.
Desde hacía algún tiempo, el presidente haitiano venía preparando las condiciones
para ocupar la parte oriental de la Isla. Sus números agentes habían logrado la
adhesión de los pueblos del interior a la bandera haitiana. España por su parte estaba
ocupada. La parte española de la Isla estaba prácticamente abandonada, arruinada y
sin autoridad. En esas circunstancias prosperó la conspiración de Núñez de Cáceres,
pero sin el concurso de las clases populares ni el respaldo de la Gran Colombia. Era
pues, el momento oportuno y esperado por el astuto gobernante haitiano para avanzar
su poderoso ejército hacia la parte oriental, considerada flanco débil de la Isla. Ocupar
la parte dominicana fue siempre un objetivo de los primeros gobernadores haitianos,
quienes esperaban en cualquier momento otra invasión militar francesa.
Los antiguos colonos franceses vivían presionando al gobierno de Francia para que
invadiera la Isla como forma de recuperar sus bienes y sus riquezas confiscados por lo
revolucionarios haitianos.
Boyer tenía también otra causa muy particular para ocupar la parte oriental a partir de
febrero de 1822. Él había heredado un gran número de oficiales militares que
pertenecían al antiguo ejército de Crhistophe, a quien Boyer derrocó en octubre de
1820. Esos oficiales no tenían empleos ni tierras y se sentían molestos por haber
perdido su prestigio, lo que era interpretado como una amenaza latente para la
estabilidad del gobierno. Ocupando la parte oriental, donde había mucha tierra baldía,
sin cultivar, Boyer crearía nuevos puestos y nuevas comandancias y les daría a esos
oficiales las tierras que no podía darle en Haití porque ya estaban repartidas.
Para los primeros días de enero, los trinitarios se habían decidido por la alianza táctica
con un grupo de conservadores, encabezados por Tomás Bobadilla. El manifiesto de
los trinitarios, cuya paternidad generó luego una importante controversia histórica, fue
considerado por unos la Biblia del conservadurismo, y por otros, el acta de nacimiento
del pueblo dominicano. Se publicó el 16 de enero de 1844, restándole así impacto al
manifiesto de los afrancesados encabezados por Báez.
Así quedó rota la alianza táctica entre ambas tendencias políticas que hicieron posible
la expulsión y derrota de los haitianos. En lo adelante, las relaciones entre ambos
bandos se hicieron más tirantes e irreconciliables.
9) ¿Cómo llega Pedro Santana a ser el primer presidente de la República y
acciones puso en ejecución en contra de los Trinitarios?
José Joaquín Puello, siendo aún el Comandante de Armas de Santo Domingo se negó
a atacar el ejército de Santana que había decidido regresar desde el Sur a consumar el
contragolpe militar que muy pronto llevaría a los trinitarios a la proscripción y al
patíbulo.
10) ¿Qué fue la matrícula de Segovia y qué consecuencias produjo en contra del
gobierno de Pedro Santana?
En medio de las últimas batallas contra los haitianos, llegó a Santo Domingo el Cónsul
español Antonio María Segovia. Vino con los objetivos de evitar a cualquier precio la
creciente influencia norteamericana en el país porque ponía en peligro la hegemonía
española en las Antillas, y segundo, vino a conspirar contra el tercer gobierno de
Santana que favorecía a las demás potencias, especialmente a los Estados Unidos.
Con esta ruinosa operación Báez consiguió cuatro cosas: primero, dar un golpe mortal
a los propietarios cibaeños; segundo, proporcionar a sus allegados políticos la manera
de improvisar un pequeño capital a poca costa; tercero, reunir en oro la suma de 50 mil
pesos; y cuarto, tener en las cajas nacionales bastantes fondos para hacer frente a la
revolución que veía ya venirle encima.
Al darse cuenta los productores y los comerciantes cibaeños del fraude financiero del
gobierno, decidieron reunirse la noche del 7 de julio de 1857 en la Fortaleza San Luis
de Santiago, en unión con los hombres de armas y los intelectuales de la ciudad, para
anunciar, en un manifiesto público, que desconocían el gobierno del señor Báez y
establecían allí un gobierno provisional encabezado por el general José Desiderio
Valverde.
En septiembre convocó al país para elegir a los diputados que debían integrar la
Asamblea Constituyente, para la cual resultaron electos los más prominentes
intelectuales cibaeños, portadores de ideas democráticas y nacionalistas, entre ellos
Pedro Francisco Bonó, Ulises Francisco Espaillat y Benigno Filomeno Rojas.