2020
EL lobo ibérico en Ávila [Libro electrónico] : riesgo de ataques y propuestas
para la conciliación con la actividad ganadera / Andoni Dios, Tomás Santa-
maría, Javier Velázquez, Javier Gutiérrez, Máximo Muñoz e Ignacio Sevilla.
Ávila: Universidad Católica de Ávila, 2020. – 1 archivo de Internet (PDF).
(Medio ambiente(UCAV) ; 9)
ISBN 978-84-9040-611-3
1. Lobos – Ávila 2. Fauna – Conservación - Ávila
QL737.C22
599.742.11
ISBN: 978-84-9040-611-3
Realiza: INTERGRAF
Salamanca, 2020
A José Luis, ganadero de vocación
y gran defensor y protector del lobo en Ávila.
ÍNDICE
Prólogo.............................................................................................................. 8
1. Introducción............................................................................................... 16
2. Objetivos.................................................................................................... 24
3. Área de estudio.......................................................................................... 28
4. Metodología............................................................................................... 32
Prólogo
Javier Castroviejo Bolíbar
así mismo, espectacular. A lo largo y ancho del mundo, el lobo, demonizado por
ganaderos y una burocracia complaciente, se exterminaba con veneno, todo tipo de
trampas, se tiroteaba desde avionetas o helicópteros, y también se aplastaban a los
cachorro en el cubil.
En España y Portugal la situación también era critica; quedaban solo grupos ais-
lados en las montañas del norte, como dijimos. Con todo, el coro de los que querían
rematar la faena hasta la erradicación no cesaba. La batalla por la conservación
del lobo en España la inicio por los 60, en solitario, Félix Rodríguez de la Fuente, a
quien ya conocía y con quien forme piña. Félix consiguió que de alimaña el lobo pa-
sase a especie cinegética. No escaseaba el fanatismo; en no pocos pueblos, como
pude comprobar personalmente, mencionar a Rodríguez de la Fuente o defender
al lobo podía ser garantía de agresión física. Incluso a día de hoy existen riesgos.
A principios de los años setenta y a pesar de las presiones en su contra, la
UICN se vio obligada a establecer una Species Survival Commission (SSC) para el
lobo, de la que forme parte desde el comienzo. Presidida por el biólogo canadiense
Douglas Pimlott, a quien sustituyo Devid Mech, esta SSC realizó una notable labor.
Aprendí no poco, durante quinquenios pude conocer directamente la situación del
lobo en el mundo y compartir experiencias con los mejores especialistas.
A partir de los años 60 del siglo pasado, la situación se aclaraba a medida que
el conocimiento científico se abría paso. Hasta entonces el lobo había tenido po-
cos amigos, destaca Roma con la loba nodriza de Rómulo y Remos, S Francisco
de Asís, algunos naturalistas o biólogos principalmente norteamericanos, escasos
literatos, incluido mi padre José María Castroviejo, y Félix Rodríguez de la Fuente,
ya citado.
A medida que mas y mas sectores sociales se dieron cuenta de las patrañas y
odio de los recalcitrantes y satélites, la opinión publica fue cambiando. La mayor
parte de la población hoy es urbana, los vegetarianos abundan y los amigos del
lobo son muchos y activos. La sociedad esta ya a favor de que el lobo recupere su
área de distribución original y pueda jugar el papel que le corresponde en nuestros
ecosistemas y cultura.
Los enemigos que quieran acabar con la especie son minoría pero activos y
fuertes. Además, el lobo tiene garra mediática. La muerte de una oveja por atropello,
asfixia u otro accidente ni se menciona, si la mato un lobo o se sospecha de ello, el
ovino y el ganadero mártir son noticia de primera plana.
Es interesante identificar el nicho donde se agazapan estos grupos minoritarios
que detestan al lobo.
estas medidas. También sobre las adjudicaciones a los “expertos” que los ejecutan
y redactan, los mismos año tras año y siempre favorecidos por la burocracia. En su
selección deberían intervenir los científicos del mejor nivel; a fin de cuentas está en
juego nuestro dinero y nuestro patrimonio, que no puede vincularse a los intereses
sectoriales o de políticos.
El comportamiento de ciertos funcionarios públicos y del Organismo de Parques
Nacionales ofrecen ejemplos esclarecedores. Para muestra decir que en el de Picos
de Europa se han masacrado lobeznos1 y se matan los lobos incluso los marcados
con radioemisores para investigación2.
Por falta de espacio dejo para mejor ocasión lo sucedido en Doñana con las
capturas de lince, en Cabañeros con especies protegidas so pretexto de limitar los
zorros y en Asturias con la muerte de osos atrapados en lazos. En Ordesa, la muer-
te del último bucardo coincidió con la intervención administrativa.
Los cachorros tampoco se respetan fuera de los parques3. La situación del lobo
es paradójica en varios aspectos. Los detractores demuestran escasa eficacia en la
aplicación de las medidas de protección o incluso parece que las ignoran.
Su actitud contrasta con el entusiasmo y la celeridad con que organizan batidas
con cupos excesivos o en zonas protegidas, abren pistas que destruyen el paisaje,
negocian la compra de aviones y helicópteros o plantan pinos donde se sabe que no
prosperaran, o que terminaran en apretadas masas pasto de incendios.
1 https://wilderness-society.org/how-spain-brutally-reduces-its-wolf-population.
2 https://www.facebook.com/notes/asociaci%C3%B3n-para-la-conservaci%C3%B3n-y-es-
tudio-del-lobo-ib%C3%A9rico-ascel/abatido-otro-lobo-radiomarcado-en-el-parque-nacional-de-
picos-de-europa/490115757700791/.
3 h t t p s : / / w w w. e l n o r t e d e c a s t i l l a . e s / v a l l a d o l i d / d e n u n c i a n - m u e r t e - c a c h o r r o -
20171004102757-nt.html.
12 El lobo ibérico en Ávila
vegetal. La explicación esta en los extensos cotos de caza cerrados con malla cine-
gética. Entre otros impactos serios fragmentan el hábitat y causan un efecto barrera.
Si un lobo mata un animal domestico se indemniza, pero si es silvestre la ley no lo
contempla. El precio de mercado de un buen trofeo sobrepasa ampliamente al de
un ovino o incluso vacuno. Lobo que entra en una de estas fincas está perdido. Su
eliminación, por supuesto ilegal, esta garantizada. Es sencillo localizar la gatera por
la que entra o sale y atraparlo con cepo, lazo o a al aguardo. En otros caso se colo-
can cebos envenenados o, confinado entre alambradas se ojea con perros. También
se busca la paridera, se mata a los padres atraídos por los sonidos de los cachorros
maltratados, luego le toca el turno a la camada. No pocas de las mallas utilizadas,
parece que no ajustarse la normativa.
Es paradójico que se desoiga a los que defienden, probablemente ya mayoría,
su derecho como ciudadanos, a disfrutar de un paisaje enriquecido con su presen-
cia, a estudiarlo, o a habitar un país en el que se cumplan las leyes, pero se tolera
o apoya la persecución del lobo. Pareciese que el goce estético no existiese para
los detractores.
Es paradójica, así mismo, la actitud de la UE y la Administración; con desparpajo
protegen un especie pero subvencionan actividades ganaderas que, no sin éxito, se
esgrimen en su contra.
La especie falta en el Sur de España con los hábitats más favorables y se man-
tiene en el Norte. Es de temer que las poblaciones al Sur del Duero terminen por
desaparecer debido a la continua presión a la que son sometidas. Que el lector
saque sus conclusiones tras leer lo que en el libro se dice sobre Ávila.
Debemos preguntarnos, no sin angustia, que se puede hacer. La experiencia
aconseja acudir sin desmayo a la información veraz, la denuncia en los medios de
comunicación y, sobre todo, exigir el cumplimiento de las leyes en los tribunales.
Se trata de un procedimiento lento, incierto y caro pero es el mejor, quizás el único
lenguaje para dialogar ante los contumaces. Los éxitos de la Asociaciones ASCEL y
otras lo evidencian, el libro lo recoge
Permítaseme un consideración final. Se trata de una especie que ha convivido
con el hombre decenas de miles de años y que este ha intentado exterminar por
todos los medios durante los últimos seis o siete mil, sin éxito. Solo por esto el
triunfante superviviente merece respeto y admiración. A lo largo de la historia ha
tenido y tiene un enemigo poderoso, el ganadero que con sus yacks, renos, ca-
mellos, búfalos asiáticos, por no hablar de cabras, caballos, ovejas o bóvidos se
ha extendido del Ártico al desierto arábigo y a la India, pasando por el Himalaya.
Pero el lobo además ha influido en la literatura, el paisaje, el patrimonio cultural y
etnográfico. Por otra parte le debemos el perro. Su función en los ecosistemas es
también indiscutible. Es una especie icónica, si las hay. Amada u odiada, no deja
indiferentes. Hasta hace un par de siglos el lobo condicionó la vida de los humanos,
al menos en el medio rural, desde entonces son los bípedos los que condicionamos
la del lobo. Los euroasiáticos no seriamos como somos sin el lobo y este tampoco
sin el hombre.
El lector, cuya indulgencia invoco, me entenderá si confieso que no ha sido
fácil comenzar y acabar este prologo; en todo caso siempre le consolará el libro
que sigue. Se lo recomiendo sobre todo a los ganaderos, funcionarios y gestores
Prólogo13
1. Introducción
Para ahondar en el conflicto global existente entre el lobo y la ganadería, se hace
imprescindible analizar la evolución a lo largo de la historia de ambas especies; el
ser humano, que practica la actividad ganadera, y el lobo.
Parece evidente que desde que el hombre evoluciona y consigue perfeccionar el
arte de la caza convirtiéndose en un animal “cazador, recolector”, la figura del lobo
(Canis lupus), ha sido objeto de admiración, de temor o de inquietud.
Fig. 2. El lobo ha sido siempre considerado como un competidor y no como un aliado, al contrario que
los anteriores cazadores recolectores, desde que el ser humano posee ganado.
eran los que proporcionaban las condiciones a los herbívoros y éstos a su vez a
los carnívoros, pero no a la inversa. Aldo Leopold ya demostró que esto no sucede
exactamente así y estudios recientes lo corroboran, demostrando que los súper-
predadores ejercen una importante influencia en la abundancia y distribución de
mesodepredadores (Euan, G. et al, 2.009), controlando sus poblaciones mediante
la depredación. También poseen los grandes carnívoros, importantes influencias en
la distribución de nutrientes para el desarrollo de la masa vegetal (Bump, J. K., et al.,
2009). Además, los súperpredadores varían el comportamiento de los herbívoros
que son sometidos a la depredación, favoreciendo la heterogeneidad en las masas
vegetales de los ecosistemas (Beschta, R . L., y W. J. Ripple, 2009). Por si no fuera
suficiente, también evitan la proliferación de enfermedades, eliminando siempre los
individuos más disfuncionales de los ecosistemas, normalmente enfermos o ma-
yores y ejercen un control poblacional sobre los herbívoros, evitando un aumento
poblacional desproporcionado y protegiendo así, la masa vegetal (Terborgh, J., et
al., 2009).
Estas interacciones constituyen, sin duda, argumentos suficientes para preser-
var a estos carnívoros. Sin embargo, los estudios anteriormente mencionados son
relativamente modernos y aún en la actualidad prevalece una imagen negativa de
los grandes depredadores, que genera miedo e inseguridad, más aún en la Penín-
sula Ibérica, donde la influencia antropogénica en los ecosistemas es de las más
notables de Europa (McNeill, J. R., 2003). El hombre ha modificado la naturaleza
ibérica durante miles de años, se ha
adueñado de ella y se sigue viendo
Lobo
Efectos directos del lobo en gran medida como el creador y
Efectos indirectos del lobo
dueño de ésta. Por ello, el lobo, si-
gue generando en estas latitudes
Oso un sentimiento incómodo, ya que en
Coyote Alce muchas ocasiones se escapa al con-
trol humano y le genera, además,
pérdidas económicas.
Los lobos ibéricos (Canis lupus
signatus, Cabrera 1907) ocupaban
Rebeco Pequeños
animales
Grandes
aves la totalidad de la Península en 1840,
exceptuando el sur de la comunidad
de Cataluña, llegando probablemen-
Plantas leñosas te a las decenas de miles, pero, esta
subespecie, al igual que el resto de
Morfología
del río
Plantas con bayas
las subespecies de su género y el
resto de los depredadores, fue per-
seguida durante siglos, hasta bien
entrada la segunda mitad del siglo
Castor Pájaros
XX. Llevándola a mínimos históricos
en España en torno a 1970, debido,
en parte, a una antigua legislación
Fig. 3. Cascada trófica propuesta por Aldo Leopold en que promovía y bonificaba la cap-
1947, en la que otorga argumentos científicos a la de- tura y muerte de las mal llamadas
fensa de los grandes carnívoros.
Introducción19
alimañas, que, en distintas formas, estuvo presente en España desde 1879 hasta
1970. Por esta época apenas quedaban 3 núcleos reducidos en lugares remotos
de la Cordillera Cantábrica, sierra de Gata y Sierra Morena, llegando apenas a los
200-500 ejemplares (Valverde, 1971).
Es precisamente en el año 1970 cuando la Ley de caza aprobada (deroga la ley
de bonificación por alimañas) convierte al lobo y al lince en piezas de caza mayor,
prohibiendo la captura de las aves rapaces por sus beneficios a la agricultura y con-
virtiendo al resto de especies mal llamadas “alimañas”, en piezas de caza menor.
De esta forma se frenó levemente el declive del lobo en España. Sin embargo, en
algunos lugares, esta derogación llegó demasiado tarde, extinguiendo las poblacio-
nes de lobo ibérico. Este es el caso de la zona donde se centra el presente trabajo,
Ávila. Las poblaciones en esta provincia, al igual que las provincias limítrofes de Sa-
lamanca, Segovia, Valladolid, Madrid, Cáceres y Toledo se extinguieron oficialmente
en el año 1972, aunque ya desde 1950, el uso excesivo de venenos provocó que
apenas quedasen unos pocos lobos erráticos, en las sierras más agrestes, hasta
el año de su extinción oficial (Grande
del Brío, R., 2015). Los lobos ibéri-
cos que sobrevivieron a esos años
de persecución se confinaron como
ya se ha mencionado, en 3 núcleos,
aunque el grueso de los individuos
se estableció en la cordillera cantá-
brica, de donde ha comenzado ya
hace unos años de nuevo la expan-
sión poblacional. Ésta se empezó
a dar desde su declaración como
animal cinegético, ya que las bajas
Fig. 4. Lobo capturado en una cacería. debidas a la actividad cinegética no
son comparables a las bajas debidas
al control de alimañas anteriormente
realizado. Así el lobo comenzó a recuperarse paulatinamente en los escasos re-
ductos donde sobrevivieron. Después, la Directiva Hábitats (92/43/CEE) y la ley
del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (42/2007), catalogan al lobo (Canis
lupus signatus) como Especie de Interés Comunitario. Sin embargo, esta protección
tendrá diferente carácter si se trata de poblaciones al norte o al sur del río Duero,
ya que se considera que las poblaciones del norte son estables y las del sur no.
Además, estas últimas, son de mayor importancia porque ocupan los lugares desde
donde recuperar la distribución histórica de la especie. De este modo los lobos que
vivan al sur del Duero, al ser poblaciones que la acción humana ha llevado prácti-
camente al borde de la extinción, son incluidas en el Anexos II (especies animales
y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar
zonas especiales de conservación) y Anexo IV (especies animales y vegetales de
interés comunitario que requieren protección estricta) de la Directiva Hábitats. Los
lobos al norte del Duero se encuadran dentro del Anexo V y son considerados espe-
cies animales de interés comunitario que pueden ser objeto de medidas de gestión.
Junto con la transposición de la Directiva en 2007, al observarse población estable
al norte del Duero, se le declara al lobo como animal cinegético en estas zonas.
20 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 7. La Directiva Hábitats (92/43/CEE) y la ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (42/2007),
catalogan al lobo (Canis lupus signatus) como Especie de Interés Comunitario
Tras la casi extinción de la especie en los años 70, el lobo ibérico ha comenzado
su expansión poblacional y desde hace unos pocos años, se han recuperado pobla-
ciones extintas hace casi 50 años. Esto ha conllevado que personas dedicadas a la
ganadería, que durante muchos años no han tenido que lidiar con el depredador, se
encuentren de nuevo con la obligada y complicada coexistencia de su ganado con el
lobo. Esta situación está generando un verdadero conflicto social entre conservacio-
nistas y ganaderos, ya que estos últimos, sufren pérdidas económicas debidas a ata-
ques del cánido a su ganado y por ello exigen medidas de control, que, por parte de
los conservacionistas, son intolerables. Este clima de tensión, que se da sobre todo
en zonas dónde el lobo llevaba muchos años sin asentarse, solo puede traer nefastas
consecuencias tanto para la especie a conservar, como para la actividad ganadera.
2. Objetivos
El objetivo de este estudio ha sido encontrar una metodología que optimice las
medidas de prevención que se pueden usar para prevenir los ataques del lobo ibé-
rico a la ganadería en la provincia de Ávila. Esto se ha realizado mediante la pro-
puesta de un modelo que prediga la probabilidad de los diferentes territorios a sufrir
ataques de lobo en función de variables antropogénicas, biofísicas e intrínsecas del
comportamiento del lobo. Al mismo tiempo, se definen las medidas de prevención
más adecuadas para la convivencia entre el lobo y la ganadería. En general esta
metodología trata de encontrar las claves para poder conciliar la actividad ganadera
con la presencia del lobo en los territorios que habita.
PRINCIPALES MEDIDAS
PARA LA COEXISTENCIA DE LA GANADERÍA
EXTENSIVA Y EL LOBO
Fig. 9. Campaña a favor de la coexistencia de la ganadería extensiva y el lobo.
Objetivos25
Fig. 10. Noticia de prensa en la que se pone de manifiesto el deseo de conciliación desde los ámbitos
científico y educativo.
3.
ÁREA DE ESTUDIO
28 El lobo ibérico en Ávila
3. Área de estudio
Mapa 1. Representación del área de estudio (Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INB,
BTN200 y de la Junta de Castilla y León).
Fig. 11. Panorámica desde el Puerto Viejo, en Tornadizos. Área con un elevado nivel de conflicto por el
gran número de ataques de lobo a la ganadería.
4.
METODOLOGÍA
32 El lobo ibérico en Ávila
4. Metodología
Fig. 12. La localización de excrementos resulta fundamental para verificar la presencia de lobos.
Fig. 13. Diferenciar bien la huella del lobo, de otros cánidos, resulta imprescindible para determinar su
presencia.
Para la creación de dicho modelo se han elegido una serie de variables teó-
ricas, basándonos en la ecología del lobo y en otros estudios precedentes, que
van a influir en la presencia de este cánido. Tras ser analizadas y procesadas, las
variables se enfrentaron estadísticamente con los datos de los ataques de lobo a
ganadería en la provincia de Ávila sufridos durante los años 2016 y 2017 (censo
oficial de ataques cedido por la Junta de Castilla y León). Este enfrentamiento se
realizó mediante un ajuste a un modelo lineal generalizado de todas las variables,
incluyendo como variable dependiente la distancia a los ataques. Después, se apli-
caron las variables que, según el modelo, influyen en la depredación del lobo ibérico
sobre la ganadería y se descartaron aquéllas que carecen de influencia. Con ello se
consigue un mapa que refleja las zonas con mayor probabilidad de sufrir ataques,
para poder aplicar allí las medidas preventivas pertinentes. Por último, se calculó la
frecuencia de los ataques que, junto con la probabilidad previamente obtenida, nos
indica el riesgo de las diferentes zonas a sufrir ataques de manera más precisa. En
la figura 15 se esquematiza la metodología llevada a cabo.
34 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 14. La técnica de fototrampeo permite confirmar la presencia del lobo, dado su comportamiento a
menudo crepuscular o nocturno.
Metodología35
Fase 1.
Análisis de las variables a estudiar
Fase 2.
Análisis estadístico
MAPA DE
Mapa de riesgo
PROBABILIDAD DE
de ataques
ATAQUES
PROPUESTAS DE
MEDIDAS PREVENTIVAS
Fig. 16. Diferencia entre el cráneo del lobo (izq.) y el del mastín (dcha.).
Fig. 17. Cráneo de Canis lupus. 1. maxilar, 2. frontal, 3. lagrimal, 4. palatina, 5. yugal, 6. nasal, 7. pre-
maxila, 8. parietal, 9. interparietal, 10. escamosa, 11. occipital, 12. mandíbula.
Un lobo adulto puede tener una longitud de entre 100 y 120 centímetros, y una
alzada a la cruz de entre 60 y 70 centímetros. El peso varía entre 35 y 50 kilos,
aunque se han encontrado ejemplares de hasta 75 kg. Las hembras tienen unas
dimensiones y peso inferiores a los de los machos.
Cuello robusto
Franja negra
en cola y punta
Signatus)
Vientre blanquecino
Fig. 19. Características morfológicas del lobo ibérico (Canis lupus signatus).
42 El lobo ibérico en Ávila
LOBO IBÉRICO
Canis lupus signatus
Orejas triangulares y
erguidas.
Macho
Hembra
Ojos oblícuos de
color ámbar
Belfos blancos
8,5 cm 7 cm
Los lobos son animales sociales, que viven en
manadas fuertemente jerarquizadas, dónde sólo
se reproducen los miembros de la pareja “alfa”. Uñas más marcadas y Huella con aspecto
Contínuamente se producen enfrentamientos, almohadilla alargadas redondeado y uñas
muchos de ellos ritualizados, para mantener el más cortas
“estatus social” dentro del grupo.
Fig. 20. La potente dentadura del lobo, formada por 42 dientes largos y afilado, es capaz de ejercer entre
450 y 700 kilos de presión cada 2,5 cm, lo que hace que la mordida de un lobo se convierta en una tram-
pa mortal a la hora de cazar y desmenuzar sus presas.
Como cánido superpredador que es, presenta una dentición poderosa, cuya fór-
mula correspondiente es: 3/3 I, 1/1 C, 4/4PM, 2/3 M. Esta mandíbula presenta unos
músculos de inserción en el cráneo muy poderosos, que le otorgan una fuerte mor-
dida, pero que, al ser tan voluminosos, provocan una limitación en el movimiento.
Estos músculos masivos, llamados maseteros, situados debajo de los ojos, otorgan
al lobo apariencia oriental por distender sus ojos. La limitación en el movimiento
de la mandíbula, sin embargo, no supone ninguna desventaja predatoria, ya que
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 45
su forma de caza no implica una precisión exquisita, sino una gran resistencia y
persistencia. Esta forma de caza ha condicionado también otros aspectos morfo-
lógicos, como las extremidades. Éstas son muy largas y finas, preparadas para
recorrer grandes distancias, gastando el mínimo de energía. Al contrario que los
felinos que necesitan extremidades cortas y robustas para el acecho y el salto, los
lobos necesitan ofrecer la menor resistencia posible para correr grandes distancias
persiguiendo a sus presas. Para tal cometido, los lobos poseen también una amplia
caja torácica y los puntos de inserción muscular del diafragma situados más bajos
que en el resto de los animales, permitiéndole sostener un ritmo regular durante un
periodo de espacio y tiempo elevado (Grande del Brío, R., 2015).
Fig. 21. Las patas del lobo son muy largas y finas, preparadas para recorrer grandes distancias, gastando
el mínimo de energía.
El pelaje presenta diferencias individuales y raciales, desde los lobos blancos del
ártico, hasta los lobos melánicos de los bosques norteamericanos. En el lobo ibérico
el color principal oscila entre el pardo grisáceo y el pardo rojizo. No debemos olvidar
que en el esquema característico del lobo ibérico destacan las líneas negras en las
extremidades anteriores, que han dado nombre a la subespecie (signatus = señala-
do). El rostro está compuesto con alternancia de colores oscuros y claros y dispone
de una marcada línea blanca en torno a los labios. La llamada “silla de montar” es
otra de las características del lobo y no es más que una gran mancha grisácea en la
cruz, que recuerda por su forma a una silla de montar. Ésta la adquieren los lobos
con 1 año aproximadamente.
46 El lobo ibérico en Ávila
Perro
Logitud zancada 60-70
Más Largas Perro
Zorro
Lobo
Lobo
Fig. 22. Diferencia del Fig. 23. Las huellas del lobo son como las de un perro, pero apreciable-
rastro de perro y lobo. El mente más alargadas (sobre todo las de las patas posteriores), con una
perro es más sinuoso, almohadilla interdigital mayor y de impresión en el terreno más hundida y
mientras que el lobo es arqueada en su base y uñas más largas.
más rectilíneo.
Fig. 24. El lobo ibérico tiene la cabeza más grande y redondeada, con maseteros muy desarrollados,
orejas cortas y triangulares y cuello robusto.
El lobo ibérico presenta un peso que oscila entre los 32 y los 45 Kg, muy por
debajo de los 85 Kg que pueden presentar los lobos del nordeste de Europa. Su
altura a la cruz se sitúa en torno a los 75 cm y su longitud corporal sin cola en torno
a 1 m, siendo ésta, normalmente de entre 30 y 40 cm (Blanco, J. C., et al., 2007).
Además de esta lógica diferencia en el peso y tamaño y en los órganos propios de
cada sexo, machos y hembras se distinguen casi únicamente por el volumen de la
cabeza, en proporción marcadamente mayor en los individuos masculinos.
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 47
Ecología
El lobo es un superdepredador que ocupa, en su hábitat natural y sin competen-
cia del hombre, la parte superior de la pirámide trófica. Esto significa que se trata
de un depredador que carece de competencia externa para la regulación de su
población, y que su crecimiento está sólo limitado por la disponibilidad de alimento
suficiente en su territorio (los lobos pueden recorrer en itinerancia hasta cien kilóme-
tros diarios), y por las enfermedades que puedan diezmar su población.
Fig. 25. Pirámide trófica del lobo. En ella vemos que ocupa la cúspide, lo que le otorga la supremacía
sobre el resto de las especies.
48 El lobo ibérico en Ávila
Alimentación
Otros carnívoros
Insectos y vegetales 4% (zorros, perros) 2%
Reptiles y aves 5%
Ratones de campo
9%
Conejos
14%
Ovejas
24%
Fig. 26. Dieta del lobo estudiada por el profesor Rodríguez de la Fuente.
El lobo posee carácter eurífago, es decir, posee un espectro alimenticio muy am-
plio dentro de su condición de carnívoro. Siente predilección por los grandes fitófa-
gos, pero es capaz de adaptarse a diferentes situaciones de abundancia y escasez.
Esta peculiaridad provoca que dependiendo de la zona de la península ibérica en
la que nos encontremos, se den espectros alimentarios muy diferentes, basados no
tanto en la disponibilidad de presas, sino en la vulnerabilidad de éstas (Blanco, J.
C., Cortés, Y., 2001).
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 49
Fig. 30. Dibujo con la variedad de presas de las que se alimenta el lobo.
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 51
En Castilla y León la alimentación del lobo suele estar constituida en un 80% por
ganado doméstico (mayoritariamente ternera), en un 6% de liebres y conejos, 3%
de ratas, un 6% de corzos, un 3% de ciervos y un 2% compuesto por carroña. Estos
datos podrían no ser muy exactos, pues dependen mucho del peritaje que se lleve a
cabo, es decir de la pericia del perito al examinar las reses muertas, pues en la prác-
tica muchas veces se dan por ataques de lobo los ataques de perros asilvestrados.
También el examen ocasional de los restos encontrados en las heces puede dar datos
aleatorios y confusos, a día de hoy no existe un estudio exhaustivo al respecto, inclu-
so podría pasar que el lobo sea realmente mucho más carroñero de lo que pensamos,
o que localmente la presión cinegética le prive de presas naturales aumentando así
su presión sobre el ganado. Esto varía según la época del año, ya que en verano el
consumo de ganado doméstico puede descender hasta el 5% o anularse, compen-
sándolo con mayor depredación sobre corzo y ciervo (Grande del Brío, R., 2015).
Sistema Central
3 2
3
6
Ganado doméstico
Corzo
80 Liebres y conejos
Ciervos
Roedores
Carroña
Fig. 31. Dieta del lobo en el Sistema Central. Destaca el elevado porcentaje de ganado doméstico.
Fig. 33. Lobo alimentándose de carroña. Este recurso trófico no es desdeñado cuando las condiciones
son desfavorables.
Conducta depredadora
Por regla general, los lobos se desplazan en fila india. No siempre abre la mar-
cha el individuo dominante, sino que con frecuencia lo hace un individuo que actúa
como prospector y que transmite algún tipo de señal al resto del grupo. A veces el
lobo prospector podría dejarse ver deliberadamente para llamar sobre él la atención
de la presa (Grande del Brío, 2000).
En campo abierto, los lobos actúan de manera que son los individuos más dé-
biles o peor dotados de un rebaño de herbívoros (las crías y las hembras viejas)
quienes sufren particularmente su ataque. Eso no significa que la selección de la
pieza constituya un acto consciente por parte de la manada, sino que ésta se limita
a perseguir a aquellos animales que no puedan escapar de su acoso con la debida
rapidez. Naturalmente, los mejor dotados eluden con mayor facilidad los ataques de
los lobos. Como consecuencia, éstos centran su atención en aquellos ejemplares
que evidencian un estado de minusvalía física. La selección de la presa se reduce
a una mera actitud de expectación, acorde con su carácter de animal oportunista.
Fig. 35. Corzo abatido por el lobo. En Castilla y León representa el 6% de sus presas.
Solamente en uno de cada ocho intentos logran los lobos abatir a los corzos tras
desplegar los correspondientes movimientos de estrategia. En el caso de los cier-
vos, la proporción de éxito alcanza el uno por seis (Grande del Brío, 2005).
Fig. 36. Oveja abatida por el lobo. En Castilla y León el ganado doméstico representa el 80% de sus
presas.
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 55
Dinámica de poblaciones
Fig. 37. Panel representativo del ciclo anual del lobo. Fuente: Centro del Lobo Ibérico.
Fig. 38. Lobeznos. Este término se utiliza para referirse a los cachorros, es decir desde que nacen hasta
aproximadamente 3 meses de edad.
Sin intervención humana, el factor último que limita las poblaciones de lobo es la
disponibilidad de alimento. Los lobos son territoriales, y en la mayoría de los casos
atacarán y matarán a lobos de otras manadas que intenten violar su territorio, por lo
que la territorialidad determina la densidad máxima que puede alcanzar una pobla-
ción de lobos, que en grandes áreas no suele superar los 40 ejemplares/1.000 km2
(Fuller y Murray, 1998). El tamaño del territorio suele ser inversamente proporcional
a la disponibilidad de alimento y a la densidad de lobos. Además, en poblaciones
saturadas, el sex ratio de los lobeznos se desvía hacia los machos (Mech, 1975),
lo que limita la productividad de la población. Se ofrece a continuación, un cuadro
resumen de las posibles variaciones poblacionales según la situación de las presas
y de sus densidades.
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 57
Fig. 39. Cuadro resumen de las posibles variaciones poblacionales en España del lobo a lo largo del
tiempo, según Packard y Mezh, 1983. (Fuente: Juan Carlos Blanco y Yolanda Cortés, 2001).
Reproducción
Fig. 41. Los lobos durante la reproducción suelen ser muy cariñosos, anticipándose al ciclo de ovulación
femenino. El cortejo está basado en una secuencia de frotamientos de la cabeza, olfateos, mordiscos y
asimientos del hocico acompañados de breves lengüetazos en las mejillas, las orejas o el cuello.
Hábitos sociales
Las manadas de lobo ibérico son mucho más complejas de lo que parece, pues
poseen carácter estacional, agrupándose un mayor número de individuos durante el
invierno y dividiéndose más en otoño. El aprendizaje del comportamiento social del
lobo comienza desde el momento de su nacimiento. Dentro de su propia camada
se establecen pronto roles de comportamiento bien definidos en los que unos indivi-
duos prevalecen sobre otros por su carácter o su potencia física. Este inicio resulta
crucial para el posterior desarrollo de los individuos porque determina inequívoca-
mente el orden por el que se puede acceder al alimento. Ya desde los juegos de los
lobeznos se puede apreciar cómo unos dirigen, organizan o reprenden a aquellos
de sus hermanos que tienen un estatus inferior al suyo. Los individuos más apoca-
dos o débiles pueden quedar relegados del resto e incluso ser repudiados por la
propia madre si su debilidad es manifiesta.
Sumisión Ansiedad
Fig. 46. Los gestos y el lenguaje corporal son la base de la comunicación de los lobos.
62 El lobo ibérico en Ávila
Poseen, por tanto, una jerarquización muy completa, que les permite evitar en-
frentamientos graves y organizar con precisión sus cacerías. La manada está lidera-
da por una pareja dominante, al que todos los individuos restantes rinden sumisión,
incluso alimentando a sus crías (Rodríguez de la Fuente, 1978). Después existen
diferentes niveles de jerarquía, establecidos mediante escaramuzas y posturas cor-
porales que confieren a cada individuo una misión determinada, como por ejemplo
la función del denominado “lobo matrero” de la manada, que se basa en la inspec-
ción del territorio por donde la manada va a pasar, para asegurar la zona. Existen
más funciones específicas en las manadas de lobos, sin embargo, por las carac-
terísticas del medio ibérico, las manadas de lobos raramente superan los 10 ejem-
plares, siendo las manadas más habituales en el Sistema Central las compuestas
por 6 u 8 individuos (Barrientos, 2000). Por este motivo raramente se encuentran
todas las funciones teóricas en las manadas de lobos ibéricos. Estas manadas de
lobos ibéricos poseen una composición muy variable, no sólo en cuanto al número
de individuos, sino también en cuanto a su sexo y edad. En esencia una manada es
una familia extendida, compuesta por la pareja dominante, denominada alfa, algún
descendiente de años anteriores y algún ejemplar no relacionado (Mech, 1970).
Las hembras son capaces de reproducirse a partir de los dos años, aunque son
realmente maduras a partir de los 5, pudiéndose reproducir una vez al año, durante
el invierno. Sólo la hembra dominante se reproduce, aunque se sabe de casos en
los que existía abundancia de alimentos en los que se reproducen 2 o incluso 3
hembras de la manada.
Fig. 47. Aunque en España los lobos se alimentan de gran variedad de presas, como ungulados silves-
tres (corzos, ciervos, jabalíes, etc.), no desdeñan otros animales mas pequeños, como conejos, libres y
animales domésticos.
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 63
Fig. 49. Individuo solitario en busca de alguna hembra para formar una nueva manada.
Fig. 53. Bronces de Maquiz, figura de culto para los primitivos pobladores de la Península Ibérica.
Fig. 54. Loba Capitolina dando de mamar a los gemelos Rómulo y Remo, hijos del dios Marte y funda-
dores de la ciudad de Roma.
¿Cómo es? Biología del lobo ibérico en Ávila 67
Fig. 55. En sellos, monedas y vinos también se refleja la importancia social del lobo.
6.
¿DÓNDE VIVE?
Marco geográfico
70 El lobo ibérico en Ávila
Distribución actual
Los lobos (Canis lupus) son todavía, a pesar de la persecución de que han sido
objeto, los cánidos con la distribución más amplia. A nivel mundial habitan en toda
Eurasia y Norteamérica. Su hábitat varía desde los témpanos de hielo de Groenlan-
dia a los desiertos de Arabia o las selvas de la India. Tan vasta distribución ha permi-
tido la aparición de distintas subespecies, que se diferencian en el comportamiento,
en el tamaño, color y longitud del pelaje o proporciones del morro o las orejas.
Teniendo en cuenta criterios geográficos y morfológicos se han considerado 32
subespecies de lobo (aunque no reconocidos por gran número de investigadores),
¿Dónde vive? Marco geográfico 71
• Lobos blancos (Canis lupus tundrarum en Alaska, Canis lupus albus en la región
ártica europea),
• Lobos rojos (Canis lupus pallipes en las zonas predesérticas de Eurasia),
• Lobos grises (Canis lupus pambasileus en Alaska)
• Lobos pardos (Canis lupus signatus en la Península Ibérica, Canis lupus lupus
en Eurasia).
1965
1970
1987
2013
Poblaba la mayor parte de las tierras al sur de los Pirineos hasta principios de
este siglo. Sin embargo, durante los últimos cien años han venido sufriendo una
persecución sistemática y una serie de trabas indirectas para el correcto desarrollo
de sus poblaciones.
¿Dónde vive? Marco geográfico 75
Fig. 63. Distribución de manadas de lobo por comunidades autónomas según el último censo nacional
2012-14 (Fuente: MAPAMA, 2014).
ahora una barrera infranqueable para los grandes carnívoros como el oso o el lobo,
debido a la dificultad de su orografía y a la distribución espacial de sus poblamien-
tos, así como al rechazo de la especie por la administración local. También está
presente, aunque en muy pequeña cantidad, en Castilla-La Mancha, Andalucía (dos
poblaciones sin viabilidad genética) y en La Rioja. No encontramos lobos aún en
Extremadura, Comunidad Valenciana, Navarra y Murcia.
Fig. 64. Distribución actual del lobo ibérico (Fuente: Voluntariado para el censo del lobo ibérico 2016).
Fig. 65. Canis lupus italicus. Algunos ejemplares de esta subespecie italiana han sido vistos en los últi-
mos años al noreste de nuestra península.
78 El lobo ibérico en Ávila
A nivel regional la expansión del lobo al Sur del Duero comienza entre finales
del siglo pasado y comienzos del presente. Diferentes factores contribuyen a ello,
el más importante el despoblamiento del medio rural. Desde el núcleo poblacional
continuo gallego-astur, cántabro, castellano septentrional y zamorano, el lobo se ex-
tiende hacia el este, repoblando el País Vasco occidental, La Rioja y Soria, lugares
de donde ha sido prácticamente exterminado por las autoridades. Desde el Sur de
Zamora el lobo entra en la dehesa salmantina, con el mismo nefasto destino que
sus congéneres orientales, también en Valladolid.
En cuanto a la provincia de Ávila, no está muy claro si el lobo abulense procede
de este núcleo colonizador occidental o del oriental, usando en este caso el corredor
del Sistema Central a partir de su estribación más norteña en la sierra de Ayllón.
Por tanto, las actuales poblaciones de lobo abulense casi seguro que proceden de
una doble entrada en la provincia desde el corredor del sistema central por la sierra
de Guadarrama y el núcleo recolonizador Occidental. Todo esto está basado en los
datos de lobos atropellados, cazados, foto trampeados y censados en los veinte
últimos años.
Actualmente, el lobo ocupa fundamentalmente las sierras centrales de la pro-
vincia, es decir las sierras de La Paramera, Serrota, Villafranca- Piedrahita y Sierra
de Ávila. Ocupa también áreas de transición entre Ávila y Segovia, especialmente
Campo Azálvaro y la zona sur y este de la Moraña. En la actualidad el lobo ha al-
canzado el norte de Gredos y comienza a realizar incursiones en la vertiente sur.
Censos
El último censo regional del lobo realizado por la Junta de Castilla y León revela
un total de 179 manadas sobre un total de 297, es decir, más del 60% del total de
todo el territorio nacional, lo que representa un incremento del 20 por ciento con
respecto al censo de 2001. De esas 179 manadas, 152 se sitúan al norte del río
Duero (132 en el año 2001) y 27 al sur del Duero (17 en 2001), franja en la que se
sitúa la provincia de Ávila.
¿Dónde vive? Marco geográfico 79
Fig. 66. Distribución del lobo en Castilla y León en los dos últimos censos, 2000-2001 y 2012-2013, rea-
lizados por la Junta de Castilla y León. Ávila es una de las cinco provincias en las que la población de
lobos ha aumentado significativamente desde el último censo.
De los datos recogidos del trabajo de campo que se prolongó durante los años
2012 y 2013, se concluye que la reproducción se ha confirmado en el 73% de las
manadas determinadas, calculándose que en época estival y considerando tanto
los ejemplares que componen las manadas como los solitarios, hay 1.600 lobos
en Castilla y León. Precisamente, es al sur del Duero, donde la especie está pro-
tegida por la Unión Europea, el área de distribución del lobo ha aumentado en un
26% (260 cuadrículas con presencia de la especie frente a 208 en el censo del
año 2001). Además, el incremento de manadas respecto a 2001 es notable y ello
supone que esta especie está en disposición para avanzar hacia el sur en su área
de distribución.
80 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 67. Reconquista territorial del lobo hacia el sur en los últimos veinte años, según los datos de repro-
ducción en Castilla y León y territorios vecinos. Se señala el límite teórico de la “línea del Duero” y su
máxima distribución alcanzada entre los años 2002 y 2013 (Sáez de Buruaga et al. 2018).
Pero ¿cuántos lobos hay en Ávila? Esta es la primera gran pregunta. Realmente
no lo sabemos con exactitud. Precisamente, este nuevo recuento de lobos realizado
en 2013 eleva de uno a seis los grupos que habitan en el territorio abulense, que es
precisamente una de las cinco provincias en las que se ha dado un incremento de la
población de lobos desde la elaboración del último censo en el 2001. No obstante,
para la provincia se han llevado a cabo, de forma paralela, dos censos. Uno oficial,
realizado por Sáez de Buruaga (2012-2013) para la Junta de Castilla y León, es
muy optimista, con más de 100 ejemplares en la provincia y unos 12 o 13 grupos
o manadas de unos ocho ejemplares cada uno; otro independiente, llevado a cabo
por Fernando Palacios (2014), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
más pesimista, con poco más de 30 ejemplares, y un máximo de seis grupos de un
tamaño medio de entre cuatro y seis ejemplares.
Estos dos censos son muy diferentes en su metodología. El de Sáenz de Burua-
ga no encaja bien los resultados nulos o cero, siendo muy insistente en encontrar
cualquier mínimo indicio. Sobrevalora en nuestra opinión el hallazgo de cualquier
rastro o indicio para considerarlo como prueba suficiente para considerar un núcleo
de cría. El de Fernando Palacios es en este sentido más exigente, para el CSIC la
mera presencia de heces en una zona no tiene obligadamente la significación de
la presencia de un núcleo de cría en la zona, puede tratarse simplemente de una
¿Dónde vive? Marco geográfico 81
zona de paso. Solo cuando las heces y otros indicios empiezan a concentrarse en
el espacio de una forma llamativa, podemos hablar de proximidad al núcleo de cría.
De forma realista, no podemos hablar de más de cinco o seis núcleos loberos
en Ávila, con un total de entre 20 y 30 ejemplares en toda la provincia, distribuidos
fundamentalmente en las sierras centrales de la provincia y en proceso de coloni-
zación de Gredos. Aun así, no es baladí decir que hay 100 o que hay 30 lobos en
Ávila, pues de una u otra cifra pueden surgir diferentes decisiones de gestión para
la especie desde la administración, como ha ocurrido con el primer censo y las de-
rogaciones que han permitido controles letales en Ávila.
LA MORAÑA
VALLE AMBLÉS Y
SIERRA DE ÁVILA
VALLE DEL
CORNEJA
VALLE DEL ALBERCHE
Y TIERRA DE PINARES
VALLE DEL
TORMES
VALLE DEL
TIETAR
Fig. 68. Localización de núcleos o grupos de cría de lobos (puntos rojos) y su correspondiente área de
campeo (trazo verde) detectados en la provincia de Ávila.
82 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 69. Desde 1970, la población de lobos del noreste español se ha recuperado de forma notable gra-
cias a la nueva conciencia conservacionista y al abandono rural que ha permitido la regeneración vegetal
y el aumento de ungulados silvestres.
Fig. 70. El lobo comienza la colonización de la provincia de Ávila a finales de los años 90, procedente en
primera instancia del núcleo colonizador occidental, entrando por la Moraña y la sierra de Ávila.
7.
¿CON QUIÉN VIVE?
Flora y fauna acompañantes
86 El lobo ibérico en Ávila
• La zona norte, continuación de la Meseta Norte y del valle del Duero está carac�-
terizada por un paisaje llano con suelos formados por materiales sedimentarios.
Comprende la comarca de La Moraña. Los principales municipios son Arévalo y
Madrigal de las Altas Torres.
• La zona central, donde se localizan los valles Amblés, Corneja y alberche y las
zonas de montaña (sierra de Gredos, sierra de Béjar, sierra de Villafranca, La
Serrota, sierra de la Paramera, sierra de Ávila o la sierra de Malagón), presenta
ingentes formaciones graníticas que alcanzan su mayor altitud en el Pico del
Moro Almanzor, que con 2592 m es la cumbre culminante de la sierra de Gredos
y la más elevada de todo el Sistema Central. Su clima de montaña se caracteriza
por temperaturas muy bajas en el periodo invernal y veranos cortos y no muy
calurosos. Son localidades importantes Ávila, Las Navas del Marqués, El Barco
de Ávila y Piedrahíta.
¿Con quién vive? Flora y fauna acompañantes 87
La Llanura cerealística
En esta zona el principal cultivo es cereal de secano, si bien en los últimos años
se ha desarrollado extraordinariamente el cultivo de regadío irrigado desde el em-
balse de Las Cogotas (desde 2010 la zona de Nava de Arévalo riega con este
embalse; y se prevé la puesta en regadío de 7000 ha en la zona) y con pozos subte-
rráneos, hecho que tras la sobreexplotación, ha propiciado, el casi agotamiento del
acuífero de Los Arenales y por tanto, ha aumentado el nivel de nitritos y arsénico en
algunas muestras.
El Encinar
Los encinares proporcionan cobijo y alimento a gran variedad de fauna, Entre las
aves, habitan durante todo el año la paloma torcaz, el busardo ratonero, pequeño
rapaz que a menudo puede ser observada volando o posada sobre postes de luz.
el búho chico, hermosa rapaz nocturna de casi un metro de envergadura, que se
alimenta principalmente de topillos que ingiere enteros, también pequeños pájaros
como la curruca carrasqueña, el pinzón vulgar y el petirrojo o córvidos, como el
arrendajo, que se alimenta de bellotas y que ayuda a sembrar de encinas el bosque,
amplían la riquísima ornitofauna de los encinares, que se completa en la primavera
con la llegada de aves como la abubilla que cría en oquedades de los árboles, el
críalo europeo, de costumbres discretas y que parasita los nidos de las urracas po-
niendo en ellos sus huevos y haciendo así que sean otras las aves que críen de su
descendencia, la culebrera europea, águila de gran tamaño y plumaje blanquecino
que se alimenta principalmente de reptiles, la aguililla calzada o la escasa y amena-
zada águila-azor perdicera.
92 El lobo ibérico en Ávila
El Ecosistema mediterráneo
La Alta montaña
8. ¿Cómo vive?
Evaluación del riesgo de ataques en Ávila
Fase 2.
Fase 1. Análisis estadístico del
Fase 3. Mapa de
Análisis de las variables grado de dependencia de Aplicación de las
a considerar las variables frente a los variables influyentes
probabilidad
ataques
Cálculo de
la frecuencia
GIS Statgraphics GIS
Variables Variables
antropogénicas biofísicas
Ajuste a un modelo lineal
Aplicación del modelo
generalizado con muestra
ajustado Mapa de riesgo
Variable dependiente: aleatoria
Distancia a los ataques
Fig. 98. Esquema resumen de las diversas fases seguidas para la evaluación del riesgo de ataques en
Ávila.
A. Variables antropogénicas
A1. Distancia a edificaciones
Mapa 2: Representación de la variable A1. Distancia euclídea a las edificaciones (Fuente: elaboración
propia según la metodología de la fase 1).
Esa zona es conocida por sus números cultivos, donde destaca el cultivo de
tabaco. Es por esto por lo que el área aparece sin apenas edificaciones, lo que no
implica que esté ausente de actividad humana, pues como ya se ha mencionado,
es una zona importante de cultivo en la región. Al norte de estas zonas de cultivo
se puede apreciar un mayor número de edificaciones que en el resto del área de
estudio, pero también son éstas de menores dimensiones. Es notorio también que
en la parte más al este del área de estudio, en dirección Madrid, no disminuyen las
distancias a edificaciones, sino que se mantienen con la misma constancia que
en el resto de la provincia. De manera genérica se observa que las distancias son
104 El lobo ibérico en Ávila
Mapa 3: Representación de la variable A2. Distancia euclídea a carreteras principales. (Fuente: elabora-
ción propia según la metodología de la fase 1).
¿Cómo vive? Evaluación del riesgo de ataques en Ávila 105
Fig. 100. La intensidad del tráfico en autovías y autopistas provocan el atropello de la fauna silvestre,
incluido el lobo.
Mapa 4: Representación de la variable A3. Distancia euclídea a carreteras secundarias (Fuente: elabo-
ración propia según la metodología de la fase 1).
Mapa 5: Representación de la variable A4. Densidad de carreteras (Fuente: elaboración propia a partir
de la metodología de la fase 1).
Para el cálculo de esta variable, se han unido las carreteras principales con las
secundarias. En el Mapa 5 se puede apreciar, que la interpolación se ha realizado
en base a los centroides de cada cuadrícula. Observando dicho mapa se aprecia
que las mayores densidades se acumulan en el entorno de la ciudad de Ávila y las
menores en la zona norte de La Moraña. Destaca la alta densidad de carreteras
existente en la zona sur-sureste, ya que la cantidad de carreteras secundarias en
esa zona, como se ha visto anteriormente, es limitada. Esto se dará porque dos ca-
rreteras nacionales importantes cruzan por esa zona y acumularán muchos kilóme-
tros de carretera. Se observa una heterogeneidad en el valor de la variable para el
área de estudio, por lo que se puede prever, como en las carreteras principales, alta
influencia en las zonas limítrofes a valores altos de las variables y poca o ninguna
en las zonas con valores bajos.
108 El lobo ibérico en Ávila
Mapa 6: Representación de la variable A5. Densidad de población (Fuente: elaboración propia a partir
de la metodología de la fase 1).
Fig. 101. Las áreas rurales presentan más ataques de lobos que las situadas en las inmediaciones de
las ciudades.
¿Cómo vive? Evaluación del riesgo de ataques en Ávila 109
Mapa 7: Representación de la variable A6. Intensidad ganadera (Fuente: elaboración propia a partir de
la metodología de la fase 1).
110 El lobo ibérico en Ávila
B. Variables biofísicas
B1. Índice de diversidad de Shannon
Mapa 8: Representación de la variable B1. Índice de diversidad de Shannon (Fuente: elaboración propia
a partir de la metodología de la fase 1).
¿Cómo vive? Evaluación del riesgo de ataques en Ávila 111
Fig. 102. La sobreexplotación ganadera reduce la diversidad de especies y provoca el ataque del lobo a
especies domésicas.
112 El lobo ibérico en Ávila
Mapa 9: Representación de la variable B2. Riqueza de especies (Fuente: elaboración propia a partir de
la metodología de la fase 1).
Mapa 10: Representación de la variable B3. Presencia de artiodáctilos (Fuente: elaboración propia a
partir de la metodología de la fase 1).
Fig. 103. Las especies de artiodáctilos como el corzo son las presas naturales preferidas por el lobo
ibérico.
114 El lobo ibérico en Ávila
Las especies de artiodáctilos que se han analizado para esta variable corres-
ponden con las presas naturales preferidas por el lobo ibérico: corzo (Capreolus
capreolus), ciervo (Cervus elaphus), jabalí (Sus scrofa) y cabra montesa (Capra
pyrenaica victoriae). Los datos, se han descargado del Inventario Nacional de Bio-
diversidad de 2016.
Exceptuando la zona de la Moraña, donde la ausencia de matorral y de bos-
que imposibilita la existencia de artiodáctilos, se puede concluir que el lobo tiene,
en principio, presas teóricas en toda el área de estudio. Sin embargo, no hay que
olvidar que, según el tamaño y experiencia de las manadas, éstas son capaces
de abatir diferentes especies de artiodáctilos (Grande del Brío, R., 2015). Así una
manada pequeña y sin experiencia no intentaría dar caza a un jabalí, por ejemplo,
ya que entraña un riesgo y un gasto energético demasiado elevado (Rodríguez de
la Fuente, F. 1978).
C. Censo de ataques
Mapa 11: Representación de la variable C1. Distancia euclídea a los ataques de 2016 y 2017 (1770
ataques) (Fuente: elaboración propia a partir de la metodología de la fase 1).
¿Cómo vive? Evaluación del riesgo de ataques en Ávila 115
Fig. 104. Uno de los muchos recortes de prensa donde se denuncia el ataque de lobos, en este caso en
la localidad gredense de San Martín de la Vega del Alberche, durante la crisis del coronavirus.
Tabla 1: Representación de las 10 localidades con mayor número de ataques registrados durante 2016 y
2017 (Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la Junta de Castilla y León).
Posteriormente, extraídos los datos de cada variable para cada punto del mues-
treo, las variables A1, A3 y B3 (distancia a edificaciones, a carreteras secundarias y
presencia de artiodáctilos), carecen de influencia en el modelo, porque sus límites
pasan por el 0 y porque su coeficiente p es mayor a 0,05 (tablas 2 y 3), o dicho de
otra manera, no son estadísticamente significativas en los ataques de lobos a la
ganadería.
Suma de Cuadrado
Variable Gl Razón-F Valor-P
Cuadrados Medio
A1. Distancia a
709277, 1 709277, 0,02 0,8765
edificaciones
A2. Distancia a
4,33015E9 1 4,33015E9 147,41 0,0000
carreteras principales
A3. Distancia
a carreteras 4,81058E7 1 4,81058E7 1,64 0,2006
secundarias
A4. Densidad de
1,39059E8 1 1,39059E8 4,73 0,0296
carreteras
A5. Densidad de
8,95596E8 1 8,95596E8 30,49 0,0000
población
A6. Intensidad
2,61793E9 1 2,61793E9 89,12 0,0000
ganadera
B1. Índice de
1,90883E10 1 1,90883E10 649,84 0,0000
Shannon
B2. Riqueza de
1,30778E9 1 1,30778E9 44,52 0,0000
especies
B3. Presencia de
6,03603E7 1 6,03603E7 2,05 0,1517
artiodáctilos
B4. Distancia a
3,91414E8 1 3,91414E8 13,33 0,0003
hidrografía
Residuo 5,09343E10 1734 2,93739E7
Tabla 2: Resultados del primer ajuste con Statgraphics (Fuente: elaboración propia).
118 El lobo ibérico en Ávila
Suma de Cuadrado
Variable Gl Razón-F Valor-P
Cuadrados Medio
A2. Distancia a carreteras
4,63262E9 1 4,63262E9 157,56 0,0000
principales
A4. Densidad de carreteras 2,16322E8 1 2,16322E8 7,36 0,0067
A5. Densidad de población 9,29141E8 1 9,29141E8 31,60 0,0000
A6. Intensidad ganadera 2,53127E9 1 2,53127E9 86,09 0,0000
B1. Índice de Shannon 3,09499E10 1 3,09499E10 1052,62 0,0000
B2. Riqueza de especies 1,98222E9 1 1,98222E9 67,42 0,0000
B4. Distancia a hidrografía 3,58991E8 1 3,58991E8 12,21 0,0005
Residuo 5,10726E10 1737 2,94027E7
Tabla 4: Resultados del ajuste definitivo a un modelo lineal generalizado (Fuente: elaboración propia).
120 El lobo ibérico en Ávila
Con el error estimado (tabla 5), se puede ver de qué manera relaciona el modelo
las variables con la distancia a los ataques.
Tabla 5: Resultados del ajuste definitivo a un modelo lineal generalizado (Fuente: elaboración propia).
El error estimado es positivo, por lo que el modelo interpreta que, a mayor dis-
tancia a carreteras principales, mayor será la distancia a los ataques. En otras pala-
bras, a mayor distancia a carreteras principales, menor será la probabilidad de sufrir
ataques por lobo. Su coeficiente es bastante bajo, por lo que el peso de la variable
en el modelo es también bajo.
El error estimado es negativo. Se interpreta por tanto que, como era de esperar,
cuanto mayor sea la intensidad ganadera, mayor será la probabilidad de que el ga-
nado sea depredado por el lobo. Su coeficiente es medio-bajo, tiene cierto peso en
el modelo, pero no es de las variables más determinantes.
El coeficiente es positivo, lo que se interpreta como que los ataques se dan más
en los lugares menos ricos. Esto puede interpretarse de dos maneras. Bien el lobo,
en lugares poco ricos solo tiene opción de depredar sobre ganado o que bien el
ganado siempre está establecido en los lugares más humanizados y menos ricos,
es por esto por lo que los ataques se dan más en las zonas descritas. Su magnitud
es considerable y el modelo la establece como la tercera variable más influyente.
¿Cómo vive? Evaluación del riesgo de ataques en Ávila 123
Mapa 12: Mapa probabilidad de ataques por lobo ibérico en el área de estudio seleccionada (Fuente:
elaboración propia a partir de la metodología de la fase 1, 2 y 3).
124 El lobo ibérico en Ávila
Mapa 13: Mapa de probabilidad de ataque según el modelo y ataques reales registrados (Fuente: elabo-
ración propia según metodología de fases 1, 2 y 3 y datos de la Junta de CYL).
Fig. 107. La raza de ganado vacuno es determinante en cuanto a la presión de ataque. La vaca negra
avileña sabe defender a sus terneros frente al lobo a diferencia de otras razas.
Mapa 14: Mapa de riesgo en el área de estudio (Fuente: elaboración propia a partir de la metodología
de la fase 1, 2 y 3).
Mapa 15: Mapa de riesgo con los ataques de 2016 y 2017 (Fuente: elaboración propia a partir de la
metodología y de los datos de la JCyL).
9. ¿Cómo conservarla?
Estado actual, conflictos y soluciones
Estado Actual de la especie
Desde la constitución de la Unión Europea, la gestión de especies silvestres se
planifica a escala europea. El Convenio de Berna, firmado en 1979, relativo a la
Conservación de la Vida Silvestre y el Medio Natural de Europa, incluye al lobo en el
Anexo II, que le confiere a la especie la categoría de estrictamente protegida. Espa-
ña ratificó el acuerdo en 1986 (BOE-A-1986-25961) pero, junto con otras especies,
se decidió incluirla en el Anexo III, donde se cataloga como especie protegida, pu-
diendo ser objeto de caza. Más tarde, la Directiva Hábitats (92/43/CEE), cataloga al
lobo como “Especie de interés comunitario”, con el objetivo de que la especie pueda
seguir constituyendo un elemento vital de los hábitats y de asegurar la no reducción
presente ni futura de sus poblaciones.
Fig. 108. Distribución de las manadas de lobos en torno al río Duero (Fuente: Junta de Castilla y León).
Fig. 109. Lobos abatidos al sur del Duero por la patrulla de seguimiento de la fauna de la Junta de Castilla
y León (2011-2016).
Así en Castilla y León, es especie cinegética al norte del Duero. Los cupos para
su caza se establecen anualmente en la “Orden anual de caza de Castilla y León”
(FYM/528/2017). Al sur de dicho río, es especie estrictamente protegida, pero se
realizan controles poblacionales, abatiendo ejemplares por parte de los agentes
públicos según el “Plan de Gestión del Lobo”. En Ávila, nos encontramos en esta úl-
tima situación, donde la especie está estrictamente protegida, pero periódicamente
los agentes abaten, con permisos especiales, ejemplares de lobo ibérico con el fin
de mitigar los ataques a la ganadería, lo que en la práctica contraviene la directiva
hábitats de la Unión Europea y no va en consonancia con la ecología del lobo, tal y
como se ha explicado en capítulos anteriores.
132 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 110. Evolución de la distribución del lobo al sur del Duero (donde la especie está protegida) en el
período 2002 (izquierda) y 2012 (derecha). Como se puede apreciar el área de distribución ha aumen-
tado en un 26%.
Por ello, no puede decirse que la especie se encuentre actualmente “en peligro
de extinción” en términos generales. Otra cosa es que algunas poblaciones sí lo
estén a nivel local o regional, como les ocurre a los lobos ibéricos que sobreviven en
Andalucía. El status jurídico del lobo es ciertamente ambiguo en nuestra Península,
pues mientras que en Portugal es una especie “estrictamente protegida”, en Espa-
ña cada Autonomía tiene su propia normativa legal con relación a la especie, de
modo que en algunas Comunidades goza “oficialmente” de protección (Andalucía,
Castilla-La Mancha y Extremadura, donde prácticamente no quedan lobos), y en
otras es especie cinegética (Castilla y León, Galicia, La Rioja, Cantabria) o tiene un
status jurídico “especial”, como en Asturias, donde no es especie protegida ni cine-
gética, y es la guardería del Principado la que realiza “controles” de lobos cuando se
producen daños reiterados a la ganadería o lo estiman oportuno por “otros motivos”
los responsables de Medio Ambiente.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 133
Fig. 113. Recorte de prensa ironizando sobre la sentencia del Tribunal Superior de Justicia en contra de
la caza del lobo.
Fig. 115. cazadores reclaman, al igual que los ganaderos, medidas de gestión por considerar que el lobo
disminuye los beneficios por caza.
Fig. 116. Recorte de prensa original de 1960. Batida de lobos en Ávila (La Paramera) por cazadores de
Riofrío.
Esto ocurre en España, pero como ya se ha mencionado, es un fenómeno de
dimensiones igual de amplio que la distribución del lobo en el planeta y donde no
habita este animal, la problemática es casi idéntica con otros grandes depredadores
como protagonistas. Nos encontramos pues ante un problema del ser humano con
los grandes depredadores en general. El problema de base es que el nivel de de-
sarrollo alcanzado por el ser humano es tan alto, que se olvida de que depende de
su medio ambiente al igual que el resto de los seres vivos para su supervivencia y
este medio ambiente, nos resulte incómodo o no, depende también de los grandes
depredadores para su funcionamiento óptimo.
Para abordar el conflicto hay que abordar varios temas por separado. Es precisa-
mente por esto por lo que se está convirtiendo en un problema mayúsculo, porque
al mismo tiempo hay que lidiar con factores económicos, factores ecológicos/etoló-
gicos y además sociales.
Fig. 117. El ataque al ganado de perros asilvestrados agrava el problema a la hora de discernir, por parte
de la administración, al culpable de las muertes.
Fig. 118. El ejercicio de la domesticación ha provocado la pérdida de capacidades de alerta y sobre todo
ha generado una merma física en todas las especies domesticadas.
Fig. 120. Potros devorados por lobos. Son presa fácil después de los partos primaverales
142 El lobo ibérico en Ávila
Tabla 6: Número de ataques registrados mensualmente durante 2016 y 2017 en la provincia de Ávila
(Fuente: elaboración propia a partir del registro de ataques de la Junta de CYL).
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 143
Fig. 121. Es en octubre aproximadamente cuando los lobatos comienzan a cazar, y durante el apren-
dizaje los progenitores buscarán siempre las presas más débiles para que comiencen a desarrollar las
técnicas de caza.
144 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 122. La lobada es el fenómeno por el cual los lobos matan en numerosas ocasiones, muchas más
cabezas de ganado de la que son capaces de ingerir.
Por último, en este análisis de los factores de la autoecología del lobo que influ-
yen en su depredación sobre la cabaña ganadera hay que analizar lo que le impulsa
a este animal a matar en numerosas ocasiones, muchas más cabezas de ganado
de la que es capaz de ingerir. Este fenómeno es conocido comúnmente como “lo-
badas”. El etólogo holandés Nikolaas Tinbergen, habló del concepto de “energía de
acción específica” que podría responder a parte de este fenómeno. Según este etó-
logo, los depredadores van acumulando energía específica para el desarrollo de la
caza a medida que se van agotando sus reservas de alimento en el cuerpo. Cuando
estas reservas llegan a mínimos, la energía de acción específica acumulada para
la caza se encontraría en su máximo. Es entonces cuando se disponen a realizar la
cacería para la cual han ido acumulando la energía. Esta se gasta durante la per-
secución y el combate, pero si este no existe, como ocurre en el fenómeno de las
lobadas, pues este fenómeno suele darse en espacios cerrados sin vigilancia, los
depredadores procurarán gastar esa energía de acción específica en el abatimiento
de cuantas presas pueda, hasta agotar dicha energía. Esto podría explicar el fenó-
meno, pero otro aspecto a analizar es que en un estudio realizado en Extremadura
(Castroviejo, J. et al, 2000), dónde se analizó las características de los ataques, se
constató que con la vigilancia de un pastor el número abatido de ovejas por ataque
descendió de un margen de 1-30 ovejas por ataque a 1-14 ovejas por ataque. Lo
que indica que la presencia humana influye en el gasto de energía de acción espe-
cífica por parte de los lobos.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 145
Fig. 123. Vaca negra avileña. Esta raza de vaca siempre ha sido criada en semilibertad y los recién pari-
dos presentan menor vulnerabilidad en sus primeras horas de vida.
Ante esto, desde hace ya varios años, se ha comenzado a sustituir estas razas
autóctonas, acostumbradas a la supervivencia en estas latitudes, por razas más
productivas como charolés o limousin. Estas razas, mucho más productivas en ca-
nal y con mayores tasas de natalidad, sin embargo, no están acostumbradas a la
vida en semilibertad. Suelen tener problemas durante los partos sin asistencia de
personal, los terneros son más vulnerables y los progenitores no saben, porque
no poseen el instinto genético, defender a su progenie de los depredadores. Esto
supone más facilidad para el lobo, pues en ocasiones, ni siquiera encuentra ningún
tipo de oposición.
146 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 124. Vaca Limousin. Esta raza, al igual que la Charoles, es mucho más productiva en canal y con
mayores tasas de natalidad, sin embargo, no está acostumbrada a la vida en semilibertad, esto supone
más facilidad para el lobo, pues en ocasiones, ni siquiera encuentra ningún tipo de oposición.
Fig. 125. En la mayoría de las ocasiones la única oposición que encuentra el lobo para atacar a un terne-
ro, suele ser una valla de 1,5 m de alto, que el atlético animal puede cruzar sin esfuerzo.
Fig. 126.: Tabla de compensación de ganado vacuno en Castilla y León para el año 2017. Fuente: Orden
FYM/581/2017.
Fig. 127. Los cazadores también reclaman su derecho a la caza del lobo, aludiendo que supone pérdidas
en la caza, porque son competidores en la obtención de fitófagos.
Para contextualizar el conflicto finalmente hay que tener en cuenta que Castilla
y León, produce el 22% del ganado vacuno de carne de España y, Ávila, después
de Salamanca, es la provincia de la comunidad con mayor número de cabezas de
bovino (Junta de Castilla y León). Por lo que el lobo está depredando sobre un pilar
fundamental de la economía de la provincia y por esto, Ávila es una de las zonas
con mayor nivel de crispación de todo el país.
Fig. 131. Ganadero mostrando a agentes medioambientales los daños causados por el lobo.
Esto no significa que debamos sufragar los daños que causen los lobos y pasar
página, porque, aunque funcionasen bien los mecanismos de las indemnizaciones,
a ninguna persona le gustaría verse en la piel de un ganadero, viendo sus reses
muertas en numerosas ocasiones.
Por todo ello se considera que la única solución es la prevención de daños. Estas
medidas preventivas deben de ir financiadas por las instituciones públicas, porque
como se ha dicho, la conservación de la biodiversidad debe de ser obligación de
todos para asegurar nuestra propia existencia y además resultaría más económico
que la indemnización por reses muertas. Cabe destacar que ya existen mecanismos
para la financiación de medidas preventivas para los daños de oso a la apicultura en
la propia comunidad de Castilla y León.
Consecuentemente se ha realizado este estudio intentando prever dónde se da-
rán los ataques, para optimizar la implantación de medidas preventivas. Además, se
debería realizar una labor de sensibilización social y de aviso a los ganaderos para
alertar si el lobo va a retornar a sus zonas de pasto. De esta manera se podría bajar
el nivel de crispación por parte de este sector.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 153
Medidas preventivas
Manejar el rebaño y protegerlo ha supuesto un tema crucial para reducir las
pérdidas ganaderas generadas por los depredadores. La imperiosa necesidad de
defender el ganado de los depredadores ha agudizado el ingenio humano durante
cientos de años, consiguiendo una gran variedad de medidas preventivas frente a
depredadores. Existen algunas con requerimientos económicos elevados, y otras
en el que el requerimiento económico es escaso, pero por contrapartida requiere
más tiempo. Desde las más sofisticadas y modernas tecnologías hasta las medidas
más básicas. Seguidamente se comentarán diferentes medidas preventivas usa-
das en diferentes lugares del mundo y para diferentes depredadores, para pos-
teriormente, concretar qué medidas y qué cuestiones podrían aplicarse en Ávila.
Se empezará comentando desde las menos sofisticadas, hasta las últimas y más
modernas tecnologías.
Presencia de un pastor
(Urios,V.; C.Vila y J.Castroviejo, 2000). Además, hay que tener en cuenta que impli-
caría un desembolso económico importante (para pagar el sueldo al pastor), o bien
una inversión de tiempo muy grande por parte del ganadero.
Fig.134. La presencia de un pastor con el apoyo de perros guardianes reduce prácticamente a cero el
número de ataques de lobo.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 155
Fig.135. Mastines leoneses, españoles y de los pirineos, son las razas que más se han usado para la
defensa del ganado, al ser las más actas genéticamente.
genéticamente aptas para la defensa del ganado. También se puede acudir a razas
de otros países que tradicionalmente han usado perros de guarda. Especialmente
aptas en este grupo encontramos al pastor del Cáucaso o el pastor de Asia central.
Para que realicen su función de manera óptima, deberán de ser socializados des-
de cachorros con el ganado a defender, para que el perro encuentre en el ganado
a su única familia. Al ser razas muy antiguas, no es necesario el adiestramiento
para la defensa, pues antiguamente, el que no servía se desechaba, no se “per-
día” tiempo en el adiestramiento (Kanoteka, empresa de adiestramiento canino). El
número de perros de defensa es fundamental, así se comprobó en el estudio rea-
lizado por Javier Castroviejo en Extremadura, donde no se registró ningún ataque
cuando el ganado estaba custodiado por cinco perros guardianes (Urios, V.; C.Vila
y J.Castroviejo, 2000). También ha sido comprobado que, en Castilla y León, el uso
de más de tres perros guardianes redujo los ataques notablemente, y el uso de
cinco derivó en ausencia de ataques a la ganadería (Muñoz Cobo, 2003). Al no ser
necesario un adiestramiento, la inversión de tiempo y dinero (si se acude a entre-
namiento profesional), es escasa pues únicamente se basa en la manutención del
animal (algo menos de 1000€ anuales aproximadamente) y en la compra de razas
genéticamente aptas para la guarda (el precio depende del criadero, pero varía
desde los 300 € hasta los 1500 € en casos excepcionales). Los perros acompañan
al ganado durante el día y duermen con él, de manera que obtenemos una medida
para todo el día y sin necesidad de modificar prácticamente el manejo del ganado
que se viene realizando en el área de estudio.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 157
Fig. 136. Proteger del lobo el cuello del perro mastín ha supuesto otra vieja necesidad. Usadas desde
la época romana, las carlancas, para defender a los perros del ataque de los lobos, se utilizan incluso
actualmente.
158 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 137. Sellos con las diferentes razas de perro guardián en la península ibérica. Desde el Himalaya a
Portugal numerosas razas de perro han sido modeladas para la lucha contra el lobo.
Barbacana
variar y, económicamente hablando, es una medida que requiere una inversión muy
reducida.
Fig. 138. La barbacana es un sistema eficaz que evita la entrada de lobos y perros asilvestrados.
Vallas o cercas
Vallas electrificadas
Fig. 140. Utilizadas por primera vez en 1832, la valla electrificada ha ido cambiado a lo largo de los años
y se le han adaptado algunas características que hace que los lobos reconozcan estos dispositivos y
continúen desconfiando de ellos incluso si están apagados.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 161
Fig.141. Diversidad de construcciones pastoriles protectoras del ganando frente el lobo. Elaboradas con
materiales locales, la estructura principal era de piedra sin argamasa y el tejado solía estar cubierto con
teja y losas de piedra en los bordes. Fuente: Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León.
162 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 143. Los búfalos de agua aún conservan el instinto de defensa y hacen frente a sus depredadores.
Fig. 144. Los burros, al tener el oído muy desarrollado, son conscientes de la presencia de los lobos
antes que los mastines, y los rebuznos activan a los mastines en las tareas de defensa.
164 El lobo ibérico en Ávila
Fig. 145. Patrullar con todoterrenos, incluyendo amplificadores sonoros durante las últimas horas del día,
reduce los ataques de lobos.
¿Cómo conservarla? Estado actual, conflictos y soluciones 165
Químicos
En EEUU se probó un collar repelente con éxito, protegiendo al ganado del ata-
que de lobos y coyotes. El método consistía en poner una cápsula con un tóxico
en un collar a cada cabeza de ganado. Cuando los lobos o los coyotes la mordían,
se intoxicaban y morían (Nowell y Jackson, 1996). Esta medida implicaría el uso
de veneno y esto podría acabar en la cadena alimenticia. Además, las medidas de
prevención no buscan la muerte del lobo, sino la supervivencia de las cabezas de
ganado.
Uso de olores
El sistema Radio Activated Guard (RAG), ha sido testado en Idaho, EEUU, con
éxito, para la defensa de ganado ovino de los ataques de lobo (W. Breck et al.,
2002). El sistema se basa en dos objetos fundamentales para su uso. Un collar
radiotransmisor y un detector/monitor de señales de radiotransmisión con 30 so-
nidos diferentes guardados conectados a un amplificador y cargador solar. Para
su utilización es necesario que el lobo que se acerque al ganado tenga un collar
radiotransmisor. En el caso del estudio de Idaho, todos los individuos de la manada
poseían uno. El monitor, detecta la señal radiotransmisora de los collares de los
lobos a una distancia máxima de 300 metros y emitía un sonido en un volumen muy
elevado, disuadiendo a los lobos. Durante el estudio realizado, no se dio ningún
ataque en las áreas en las cuales el sensor era efectivo. Lógicamente se necesita
el uso de varios monitores, para poder cubrir toda el área, porque solo son efectivos
en un diámetro de 300 metros. Es una medida muy efectiva, pero requiere de una
inversión muy elevada y de una gestión logística compleja. Si bien, se podría radio-
marcar solo al individuo macho más dominante de la manada, en vez de a todos los
individuos, porque es este macho el que en más del 90% de las ocasiones lidera las
cacerías (Rodríguez de la Fuente, 1979). Sería una inversión muy alta. Cada collar
cuesta unos 300€ y el alquiler del satélite unos 1000€ anuales, según fuentes de
Iberlince. Únicamente en collares y en su localización se deberían de invertir más
de 6000€ anuales. A esto hay que sumar los gastos de la colocación de un collar
radiotransmisor, en el que tiene que estar un veterinario presente entre otras per-
sonas. También habría que localizar e identificar los individuos machos dominantes
166 El lobo ibérico en Ávila
de todo el territorio y por último pagar el equipo de RAG que asciende a unos 3500€
aproximadamente (W. Breck, et al., 2002). Por último, sería únicamente eficaz en
lugares determinados, no aplicable a las amplias zonas de pastoreo, a no ser, que
sea una cabeza de ganado o un mastín la que porte el monitor receptor, con las
consecuentes lesiones auditivas que le supondría. Aún con sus impedimentos, es
una medida 100% eficaz y se ha querido describir aquí, no por la aplicación que se
le ha dado, sino por las posibilidades de medidas de prevención que abre.
Fig. 146. Lobo con el dispositivo RAG. Su utilización es muy efectiva pero requiere una inversión elevada
y una gestión logística compleja.
Casuística Medida
• Riesgo alto
Mastines
• Registro de ataques medio
• Riesgo medio
Mastines
• Registro de ataques medio o bajo
• Riesgo bajo
Mastines
• Registro de ataques bajo
Conclusiones
Podemos concluir, por tanto, que el lobo es un gran depredador y como tal cum-
plimenta sus funciones en los ecosistemas depredando sobre los animales física-
mente peor preparados. Este comportamiento no responde a ninguna modificación
etológica y, por ende, debemos de asumir las preferencias del lobo si queremos
conservar sus poblaciones. Asumir estas preferencias no significa la resignación,
pues lo que hay que fomentar es la convivencia pacífica, mediante herramientas,
medidas económicas y políticas. Para ello una de las herramientas que puede resul-
tar más útil para la conciliación, es la planificación anticipada.
168 El lobo ibérico en Ávila
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