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La Revolución Haitiana

La Revolución Haitiana fue un acontecimiento sucedido en la parte Occidental de la Isla La


Española a finales del Siglo XVIII e inicios del Siglo XIX, destacándose por su complejidad en cuanto
a repercusiones se refiere. Detallando la Revolución, podríamos considerar que la misma se
desencadenó en una guerra que tomó en cuenta los siguientes factores:

-Guerra Social: Llegó a provocar una lucha entre los amos dominantes y los esclavos rebeldes de la
región.

-Guerra Racial: Conllevó un enfrentamiento entre blancos, los cuales se mostraban como los
dueños y propietarios de los esclavos, contra negros, quienes mostraban descontentos por la
situación de opresión y explotación sufrida.

-Guerra Civil: Diversos sectores de la población civil se encontraban divididos y con una fuerte
rivalidad, los más destacados fueron los sectores dirigidos por Toussaint Louverture y André
Rigaud.

-Guerra Internacional: La Revolución no se contuvo a una rebelión solo de Haitianos contra


Franceses, sino que se vieron varios países implicados en el conflicto, entre ellos los principales
mencionados son Inglaterra y España.

-Guerra de Independencia: Tras la conclusión de la Revolución y la proclamación de Independencia


se formaría la Primera República Negra del mundo después de haber pasado por diversas etapas
revolucionarias que se prolongaron más de 15 años de conflicto.
Primera etapa de la Revolución:

La primera etapa de la Revolución Haitiana se encuentra desde el años 1789 hasta el año 1791,
coincidiendo durante las primeras etapas de la Revolución Francesa. Ésta etapa revolucionaria
haitiana surge a raíz de la reunión de la Asamblea Constituyente (Los Estados Generales),
convocada en París por el Rey Luis XVI. Al tomar ésta asamblea las riendas políticas de Francia, los
colonos blancos gobernantes de Saint Domingue buscaron obtener una representación en París,
con las aspiraciones de alcanzar cierto grado de autonomía y libertad de elección de un
gobernador colonial. Por lo tanto, esto desencadenó que se formase una asamblea general, la cual
chocaba con el poder real Francés que era representado por el Gobernador Reynier, quién utilizó
el poder de las armas para sofocar las aspiraciones.

Durante esto, los mulatos de la colonia de Saint Domingue, bajo el amparo de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, empezaron a reclamar que los mismos derechos de igualdad política y
social que promulgaban los Revolucionarios Franceses debían ser aplicados a los habitantes y
esclavos de las colonias por igual. Constatado esto y dirigidos por Vicente Ogé, comenzó un
levantamiento en armas contra los Franceses, sin embargo dicho levantamiento fue derrotado por
las fuerzas reales. Ante la situación encontrada, Vicente Ogé procedió a buscar asilo en la parte
oriental de la isla, en el territorio de Santo Domingo, la cual estaba bajo la administración de
España, pero el gobernador de entonces, Joaquín García, entregó a Vicente Ogé a las autoridades
de Saint Domingue, acatando uno de los acuerdos fronterizos firmados entre las dos potencias, el
cual establecía que todo fugitivo negro que escapase de un territorio colonial a otro debía ser
devuelto inmediatamente a su lugar de procedencia. Aunque el gobernador Joaquín García insistió
y solicitó el perdón de Vicente Ogé, éste fue ejecutado por las acciones que había tomado.

Ésta acción por parte de las fuerzas reales no hizo otra cosa sino agravar más la situación,
empeorando los problemas de igualdad entre Blancos y Mulatos. Mientras, en París, el líder de los
revolucionarios Jacobinos y una de las piezas más importantes de toda la Revolución Francesa,
Maximilien Robespierre, se mostraba contrario a los ideales realistas, propugnando que si fuese
necesario sacrificar una colonia francesa con el objetivo de hacer cumplir los principios
revolucionarios, entonces así se haría. Todo esto dio a la consecuencia de que en 1791, la
Asamblea de París declarase una igualdad entre hombre Blancos y de Color que naciesen de
padres libres.
Segunda etapa de la Revolución:

Ésta etapa constituye desde 1791 hasta 1802, realizándose de manera simultánea una serie de
encuentros entre fuerzas, grupos y razas. Por un lado se encontraba la constante rivalidad entre
blancos y mulatos de Saint Domingue, por el otro, entraron en el conflicto de la colonia francesa
intereses que se mostraban ajenos a Francia. La etapa fue marcada por una gran ola de violencias
que se vio motivada por la participación en masa de poblaciones de negros, los cuales se habían
mostrado pasivos e inconmovibles ante su condición de esclavos y frente a todo lo que se
encontraba sucediendo hasta el 1791. Un capataz de plantaciones llamado Bouckman fue quien
dirigió el primer levantamiento de la segunda etapa. Se ha constatado que organizó una
conspiración, cuyos detalles eran transmitidos a través de los sonidos de tambores y mediante la
combinación del creole con los ritos del vudú. Bouckman llegó a dirigir a miles de esclavos que en
la zona de Cabo Francés lograron azotar y destrozar plantaciones, ingenios, residencias y familias
blancas.

Los mulatos, en vista de que sus propiedades también se encontraban siendo afectadas, buscaron
la forma unirse con los blancos, pero estos terminando rechazando la inclusión de los mulatos a su
causa. Por ésta misma razón los mulatos empezaron a organizarse no solo para enfrentarse a los
blancos, sino también a los negros. Esto agudizó más la situación de la pugna social y racial que se
vivía en Saint Domingue, lo cual fue caracterizada por la confusión y la constante violencia. Otro
levantamiento encabezado por Jean Francois y su teniente Biassou fueron realizados y sumados
junto al levantamiento de Bouckman. Francois y Biassou se convirtieron en líderes revolucionarios,
pero esto solo duró hasta la llegada de Toussaint Louverture y sus seguidores, Henri Christophe,
Jean Jacques Dessalines, entre otros.

Durante la etapa, los mulatos se unían y desunían constantemente con los esclavos negros, acorde
a las circunstancias vividas y las mismas necesidades que se presentaba. Las autoridades de Santo
Domingo por su parte propiciaron ayuda a los esclavos rebeldes, esto bajo la intención de intentar
recuperar la parte Occidental de la Isla de Santo Domingo, ya que en esos momentos Francia y
España se encontraban nuevamente en guerra, donde el régimen Revolucionario había
guillotinado al rey Luis XVI junto a otros miembros de su familia en el año 1793 y la Francia de la
Revolución era administrada por la Convención Nacional. En un principio, las autoridades de Santo
Domingo se aliaron a los esclavos, buscando que la revolución no llegase a pasar los límites
fronterizos, y para ello, llegó a otorgar grados militares a Francois, a Biassou y al mismo Toussaint.
Por otra parte, los colonos blancos solicitaron ayuda desesperada a los ingleses localizados en
Jamaica, mientras que al mismo tiempo el gobierno de Francia enviaba una comisión donde
concedía poderes absolutos en cuanto a la toma de decisiones se refiere.

Ya para 1793, la revolución de Saint Domingue se encontraba enfrentando a esclavos rebeldes,


blancos, mulatos, franceses, españoles, ingleses y a varios individuos pertenecientes a otras
nacionalidades que se identificaban con distintos sectores de la lucha. Los enfrentamientos no se
mostraban racialmente definidas, esto debido a que se podía encontrar tanto a mulatos como
negros peleando a favor de los franceses y viceversa, Éste tipo de confusiones y contrastes fueron
definiendo los campos, en especial cuando la revolución adquirió una connotación de guerra
internacional al encontrarse Inglaterra y España involucradas en contra de Francia. Fue ésta la
razón, unida al fortalecimiento de los colonos blancos, lo que obligó al comisionado Santhonax a
ofrecerle la liberación a los esclavos negros a cambio de que lucharan a favor de Francia.
La Convención Nacional de París ratificó ésta medida en 1794 y de repente los negros, que eran
comandados por Toussaint, y aliados a las fuerzas francesas, procedieron a luchar contra los
blancos de Saint Domingue, contra los ingleses y contra los españoles de Santo Domingo.
Convertidos los esclavos negros en hombres libre y agrupados casi en su totalidad alrededor de
Toussaint, fueron originando consecuencias que tuvieron que ver con el curso de los
acontecimientos que se encontraban sucediendo en Europa. En 1795, la monarquía española del
Rey Carlos IV firmó con Francia el Tratado de Basilea, la cual tuvo un resultado trágico para Santo
Domingo. En 1797 Toussaint fue nombrado General en Jefe de los ejércitos franceses de la isla. En
1798 los ingleses capitularon ante el avance de Toussaint, acordándose un tratado de paz y
comercio. El acuerdo llevó a muchos colonos blancos a abandonar Saint Domingue. En 1799 se
produce una guerra civil en la que se enfrentan a mulatos y negros. Los primeros eran dirigidos por
Andrés Rigaud, e intentaron deponer al gobernador Francés, pero los mismos fueron aplastados
de Toussaint para el 1800, después de una serie de sangrientas luchas.

Tercera etapa de la Revolución:

Tras la firma del tratado de Basilea, estaba claro que los hechos revolucionarios dados en Francia y
la colonia de Saint Domingue se encontraban afectando la situación económica y política de Santo
Domingo. El Tratado de Basilea establecía que España recuperaría todos sus territorios
peninsulares ocupados por los ejércitos franceses metropolitanos y a cambio cedía a Francia lo
que quedaba de su territorio colonial. Bajo palabras de Manuel Godoy, príncipe de La Paz y Arbitro
de la política española en tiempos de Carlos IV, consideraba la cesión como beneficiosa para
España acorde a la situación que experimentaban, definiéndola con las siguientes palabras:

"Ningún tratado de la Francia con las demás potencias (...) ofreció menos sacrificio que el
Tratado de Basilea entre España y Francia, si es que puede llamarse sacrificio la cesión de la
parte Española de la isla de Santo Domingo, tierra ya de maldición para blancos y verdadero
cáncer agarrado a las entrañas de cualquiera que sería su dueño en adelante (...) su posesión era
una caga y un peligro continuo".

El artículo IX del Tratado estipulaba que: "El rey de España por sí y sus sucesores cede y abandona
en toda propiedad a la República Francesa toda la parte española de la isla de Santo Domingo en
Las Antillas". La cesión de Santo Domingo a Francia no solo supuso la vuelta a la unidad del
territorio insular, sino que las autoridades coloniales de Saint Domingue debían asumir el mando
de la zona que había sido española hasta 1795. Al momento de llegar las noticias al territorio
colonial, esto tuvo una serie de repercusiones trágicas y lastimosas, principalmente en aquellos
sectores de la población identificados con el medio local en el que habían nacido, por el que
habían luchado o al cual estaban conformados ideológica y emocionalmente. Muchas decisiones
no pudieron tomar los colonos debido a que las alternativas que eran ofrecidas se mostraban
completamente limitadas.

En un plazo bastante corto, las autoridades tanto civiles como eclesiásticas y militares debieron
entregar todo el poder y gobierno a Francia, para lo cual debían organizar su traslado a otras
regiones coloniales, obligándolos a abandonar todas las propiedades que poseyeran. La mayoría
de la población inició migraciones inmediatas hacia Cuba, Puerto Rico y Venezuela, pero aquellas
familias que se encontraban en la situación precaria con imposibilidades de salir tuvieron que
quedarse ya sea a falta de recursos, porque no querían abandonar sus pertenencias y/o bienes, o
por el simple hecho de que poseían una gran esperanza de que en un futuro próximo el tratado
fuese revocado y el mandato de la colonia volviese a manos de España. Sin embargo, la entrega de
la colonia debía efectuarse paulatinamente. Ésta entrega originó una grave desesperación al
gobernador español Joaquín Garía y Moreno, el cual se encontraba ya asediado por la
concentración de familias inquietas y desesperadas que llegaban a Santo Domingo buscando
embarcarse, como por la carencia de caudales para los traslados. A todo lo antes mencionado
podemos sumar el agotamiento de mercancías y productos alimenticios que se encontraban
agotados, un ejemplo de esto fue la carne, la cual quedó escasa debido a la extinción del ganado.
Después de cuatro años de la firma del Tratado de Basilea, la entrega de Santo Domingo todavía
no lograba ser efectiva por diversas razones, la principal fue la presencia inglesa en la zona que
mantenía un bloqueo constante en Saint Domingue, pues rivalizaba con los franceses hasta 1798;
otra causa fue la guerra civil por el poder en la que se encontraban mulatos y negros; otra razón a
considerar fue debido a una centralización política que era ejercida por Toussaint, buscando
reorganizar la situación de Saint Domingue, esto imposibilitaba más de una vez las comisiones que
el gobierno de París enviaba para legalizar el traspaso. Finalmente para 1800, Toussaint decidió
posesionarse de Santo Domingo, presionando al comisionado Francés Roume de Saint Laurent
para que firmase la autorización, la cual consiguió por decreto expedido el 27 de abril de 1800.
Dicho decreto comisionó al general Agé para que se ocupara de los asuntos relativos al traspaso.
Agé debía recibir el traspaso de parte del gobernador español Joaquín García y del comisario
francés el General Chanlatte, el cual había sido enviado previamente a Santo Domingo. La misión
establecida a Agé fue repudiada por núcleos de habitantes quienes argumentaron que la orden de
ocupación debía ser autorizada por Napoleón Bonaparte, el cual tras un golpe de Estado el 18 de
Brumario (9 de Noviembre del 1799) había abolido el Directorio Revolucionario Francés y
establecido el Consulado, posicionándose a éste como el líder de Francia.

El fracaso de las gestiones de Agé y su forzado regreso a Cabo Haitiano determinaron que
Toussaint expulsara de la colonia a Roume, quien había revocado el decreto del 27 de Abril. En
consecuencia, Toussaint decidió ocupar personalmente a todo Santo Domingo. Toussaint concebía
la necesidad de reorganizar la situación colonial de Saint Domingue, después de que más de 11
años de continuas luchas dejaran a la colonia completamente devastada. Para efectuar dicha
reorganización era necesario restablecer el régimen de la plantación agrícola como unidad
productiva, de manera que se levantara nuevamente la economía.Bajo éste régimen el trabajo era
una condición obligatoria y los antiguos esclavos iban a laborar como asalariados, pero siempre
bajo la supervisión de autoridades militares. La producción agrícola se dividiría en cuatro partes:
Una parte para los trabajadores, otra parte para los propietarios y dos partes para el Estado. En
julio de 1801 promulgó una constitución en la que definía su régimen y en la que establecía que
Saint Domingue Seguiría siendo colonia de Francia. En términos simples, era un sistema bastante
peculiar de "Socialismo" la que llegó a establecer Toussaint como modelo. Igual forma buscó
establecer en Santo Domingo una serie de medidas cuando la ocupó en 1801, las cuales constaban
en lo siguiente:

1. Proclamó la integración administrativa de Santo Domingo con Saint Domingue.

2. Promulgó la Abolición de la Esclavitud.


3. Estableció el Trabajo Obligatorio.

4. Unificó la Moneda para que las Operaciones Comerciales entre las dos zonas se realizaran
sin dificultades.

5. Estableció la Municipalidad compuesta por un Blanco, un Mulato y un Negro.

6. Convirtió las Tierras Ganaderas en Agrícolas, conforme a su Régimen Económico y a su


criterio de que la agricultura era el Fundamento de la prosperidad.

Toussaint ocupó el territorio con un ejército de más de 20,000 hombres divididos en dos cuerpos:
Uno bajo el mando del General Moysé que penetró por el Norte; y el otro comandado por su
hermano Paul Louverture, el cuál invadió por el Sur y quien se convirtió en gobernador de la zona
de la ciudad de Santo Domingo, mientras que el General Clervaux se establecería como
gobernador de la zona del Cibao. Toussaint Louverture buscó durante su entrada el obtener el
apoyo de los habitantes españoles de distintas maneras. Fue precisamente la ocupación de Santo
Domingo y la promulgación de la constitución lo que provocó que la Revolución Haitiana
continuase. Otra de las causas evidentes fue el recelo por parte de Napoleón respecto a la
particular administraciónn colonial de Toussaint, además de la reorientación que emprendió con
respecto a los intereses de Francia.

Cuarta etapa de la Revolución:


Para 1801 ya la Revolución Francesa llegaba a su fin con el predominio político por parte de
Napoleón Bonaparte, quien establecía un régimen centralizado al servicio de los intereses de la
burguesía. Como Francia rivalizaba con Inglaterra por el predominio económico, Napoleón
necesitaba restablecer el antiguo régimen en Saint Domingue, con el fin de obtener buenos
beneficios que ésta rendía para el año 1789. Por consiguiente, establecer el antiguo régimen en la
colonia significaba por igual restaurar la esclavitud y deponer a Toussaint Louverture, quien era
considerado como el primero de los negros de la colonia y quien había conducido la primera lucha
Anti-Esclavista que resultaba triunfante en la historia. Para lograr una y otra cosa, Napoleón envió
tropas francesas a la isla, iniciándose la cuarta etapa de la Revolución Haitiana, que correspondería
desde los años 1802 hasta 1804.

El nuevo período de luchas de Saint Domingue tiene como punto de partida la llegada de una
escuada de 21,900 soldados al mando de Víctor Manuel Leclerc, cuñado del mismo Napoleón. El
ejército fue dividido en tres grupos. Uno al mando de Kerversau y Ferrand desembarcó por la zona
de Santo Domingo, mientras que el otro, que era comandado por Boudet, penetró por la zona de
Puerto Príncipe, la tercera y última división, la cual era dirigida por el propio Leclerc, invadió Cabo
Haitiano. La penetración de las divisiones francesas originó una sangrienta guerra, en la cual los
antiguos esclavos negros tuvieron que valerse de los recursos utilizados en enfrentamientos
anteriores, ya sea incendios y destrucción de cuanta cosas podían encontrarse, esto también
incluía retiro hacia las montañas para una vez allí iniciar guerras de guerrillas. Toda ésta resistencia
se concentró básicamente en la zona de Saint Domingue, ya que la parte española había sido
dominada con facilidad. A pesar del encarnizado enfrentamiento que sostuvieron los antiguos
esclavos, las mejores tropas de Toussaint fueron derrotadas, lo cual le obligó a pactar con Leclerc,
creyendo que los franceses mantendrían la libertad de los negros. Sin embargo, Toussaint fue
sorprendido en su buena fe solo para ser arrestado y trasladado hasta Francia, donde muró como
prisionero en 1803. Pero todo esto no significó el fin de la Revolución, por el contrario, la
Revolución cobraba un nuevo impulso ahora con mucho más entusiasmo.

Bajo la consigna de libertad o muerte se lanzaron los negros a la lucha bajo el mando de Jean
Jacques Dessalines, secundado por el General Henri Christophe. En 21 meses, el ejército Francés
de Leclerc había concentrado a un aproximado de 58,545 hombres, poseyendo la guerra un
carácter de exterminio, ya que los soldados franceses miraban a todos los rebeldes negros como
"Salvajes". Éste criterio era influenciado por el mismo Napoleón, quien en las instrucciones
otorgadas a Leclerc llegó a señalar:
"Los esclavos han sido declarados libre y eso es una falta grave, volvedlos a poner bajo el yugo;
si resisten, ¡La Muerte!".

Los franceses no lograron el objetivo de pacificar su colonia y de someter a la población negra, ya


que cuatro causas principales provocaron que Francia perdiese la guerra. El teniente de artillería
del ejército francés y a su vez testigo participante, Lemonnier Delafosser, los citó de la siguiente
forma:

1. Mala armonía en la unión de las divisiones de la escuadra.

2. La ignorancia del carácter de la población negra.

3. La fiebre amarilla llegó a diezmar a las tropas del ejército.

4. La guerra que había sido renovada con Inglaterra.

Sobre todo éstas dos últimas causas fueron las principales para la victoria de los revolucionarios
haitianos. Según las cifras del ejércitos Francés, de más de 60,000 soldados franceses,
aproximadamente 20,270 perdieron la vida a causa de la fiebre, incluyendo al mismo Leclerc,
quien al momento de morir en noviembre de 1802, fue sustituido por el Vizconde de Rochambeau.
Rochambeau se encontraba ante una situación desastrosa, las bajas de los soldados era enorme y
se encontraba bajo la presión de los bloqueos de naves inglesas, por lo que no tuvo otra
alternativa más que la de capitular, otorgando la victoria y el triunfo a los negros rebeldes que
eran comandados por Dessalines, Cristophe, Petión, entre otros.

El final de la Revolución
El 1ero de Enero de 1804 los rebeldes proclamaron la independencia del territorio de Saint
Domingue, al cual llamaron República de Haití; éste se convirtió en el segundo territorio
independiente de América en proclamar su independencia, el primer territorio de independizarse
en Latinoamérica y la primera república negra del mundo. Ésta república nació gracias a un fuerte
resentimiento contra Francia y los habitantes blancos. Durante ésta guerra, Dessalines asesinó a
todo blanco que era encontrado y confiscó las propiedades que seguían perteneciendo a las
familias francesas. La constitución en que se amparó la República de Haití prohibió que los blancos
tuvieran propiedades.

La Revolución Haitiana fue un episodio bastante sangriento, se estima que más de 200,000
personas, entre soldados y esclavos de Saint Domingue perdieron la vida, más de 50,000 civiles
blancos y aproximadamente 45,000 soldados ingleses fallecidos. Todo esto quiere decir que su
búsqueda de independencia y abolición de la esclavitud, la Revolución Haitiana se cobró la vida de
más de 345,000 personas.

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