En mi opinión, se puede implementar nuevos contenidos y nuevas formas, se puede

intentar reformas para realizar practicas educativas muy interesantes, pero al final, la
forma moderna de la escuela apunta al desarrollo de una determinada asignatura.
Esta relacionado con el adecuado control de cualquier institución y el desarrollo del
aprendizaje. Han surgido nuevas prácticas, y estas nuevas prácticas han comenzado a
dar otro significado al concepto real.

En definitiva, si no aceptamos la imagen de educación escolar que no propone la

pedagogía y la sociología. Por lo contrario, la visualización como “dispositivos
hegemónicos”, este es el problema de toda la relación escuela – conocimiento – poder
que deber ser revisado. En primer lugar, tenemos una especie de conocimiento no
teórico, que Berger y Lachman denominaban conocimiento de “sentido común”.

Lo que se establece sin dudas, es la capacidad de realizar las clases con objetivos
claros, evitando las clases hostiles que denotan sus propios intereses. Las
instituciones y organizaciones publicas y privadas son los centros de construcción y
ejercicio del poder. El estado es un importante centro de construcción y ejercicio del
poder, abarcando todos los espacios y es, además, un centro generador de poder
activo dentro y fuera de su propia estructura. Cada nivel o parte de cada nivel tiene o
puede tener su propio centro de poder en cualquiera de sus áreas.

La organización nos ha proporcionado ciertos recursos, ha formulado nuestras

acciones con un conjunto de normas, que tienen una cierta tradición y una propia
cultura institucional, además de tradiciones que pesaran a la hora de realizar ciertas
acciones.

Esto significa que es muy importante comprender el tipo de organización en la que

estamos trabajado, pero también debemos ser capaces de producir individual o
colectivamente los arreglos institucionales que sean propicios para el logro de
nuestros objetivos. Por ello, es útil comprender qué tipo de cultura institucional es
característica del sistema educativo que representamos.

Al analizar la relación entre el poder y cualquier practica social, en particular, su

definición es crucial. Es diferente considerar el poder como un recurso producido y
utilizado por la sociedad para realizar intereses colectivos, en lugar de afirmar que las
clases sociales tienen capacidad de promover sus propios intereses.

Las cuestiones transculturales constituyen un problema de todos, que se da en el

marco de las relaciones de poder y esta vinculado a la historia del pais y la historia de
cada región en particular. Respetando la diversidad cultural y promoviendo los
intercambios y diálogos entre diferentes grupos culturales, utilizando a la escuela
como un espacio para discutir ciertas diferencias en todas sus dimensiones, tanto
culturales, como sociales e históricas. Claramente la escuela es un lugar publico para
participar en la vida social, aceptando que los sujetos que interactúan con la escuela
tienen intereses, cosmovisiones y culturas diferentes. En este sentido, se trata de un
proceso de construcción permanente, promoviendo deliberadamente la relación
democrática entre los grupos, sus conocimientos, opiniones y acciones.

La combinación de ciertos factores define el proceso educativo caracterizado por la

inserción inclusiva o institucional, claramente esto no es suficiente para revertir el
aislamiento, marginalización y privación de derechos. El concepto de exclusión
inclusiva, tiene como objetivo llamar la atención de las personas, es decir, se debe
considerar una serie de dimensiones que constituyen cualquier proceso discriminatorio
y constituyen un proceso social inclusivo. Estas dimensiones están relacionadas con la
efectiva realización de los derechos humanos y civiles y la consolidación de la
democracia.

Aclarando que, la relación igualitaria entre el sistema y la base cultural siempre

depende de una serie de decisiones políticas destinadas a revertir las múltiples causas
de exclusión.