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hablando hace bastante tiempo, solo que el estado no acepta que las guerrillas en
Colombia son organizaciones político-militares que lo enfrentan históricamente ( hace
mucho más de 60 años, pues las guerrilas de finales de los 40 y todo su presencia en la
década siguiente, son los antecedentes inmediatos de ésta acción política), y,
consecuentes, todos los gobiernos de turno, pretenden esconder el sol tras un dedo. Lo
que hace el actual gobierno, no es un acto de condescendencia democrática, sino, buscar
que las normas del DIH beneficien a los militares criminales, al crear un ambiente social y
político de aceptación de la regulación de los Convenios de Ginebra sobre conflictos
armados internos, y generar en el imaginario popular, la idea de aceptación de amnistia
para los militares capturados y condenados. Y además, con la actitud del mando militar de
acompañar la propuesta del ejecutivo, ponerle una aureola de "progresista" al ejército más
criminal en la historia de latinoamérica.
Saben muy bien, que es una confrontación militar que no se puede derrotar por la vía del
enfrentamiento directo, y van a cambiar de estrategia, dando un rodeo por las rutas del
DIH y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, propiciando una "encerrona",
donde las posibilidades de una patria con justicia social, donde el pueblo y la patria
recuperen su autonomía, naufraguen en el proyecto oligarquico e imperialista, y
traseguemos, seguramente, por las sendas de la "Tercera Vía", del "Capitalismo con
rostro humano", hasta que las promesas incumplidas nos devuelvan, a los trabajadores y
al pueblo, a la dura realidad de la explotación y el sagueo.
De paso, al parecer, quieren sacar del juego político a Uribe, político ambicioso, con un
pasado oscuro en el narcotráfico y el crimen, y lo ponen a jugar su último papel, que sirva
de "ejemplo que no se debe seguir"; la oligarquía sacrifica a alguien que nunca fue más
que un peón en el oscuro y complejo juego del poder, y pretenden lograr que se cumpla,
así, el destino que la oligarquía y el imperialismo nos tiene asignado: Ser un pueblo
explotado y oprimido y una patria saqueada y expoliada. Ahora, no se trata solo de
castigar a Uribe y a toda su cauda de bandidos, pues estos personifican el papel que la
oligarquía y el imperialismo necesitaban que jugaran. Es al estado, a toda la oligarquía y
el imperialismo y su modelo económico, político y social:Es el capitalismo el que debe
ser derrotado y castigado.