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HACIA
LA VERDAD
DE TI
MISMO
OBRAS DEL MISMO AUTOR
La alegría de ser tú mismo
Ama y haz lo que quieras
Vivir como persona ¿Ser algo... o ser alguien?
Pero mi voz me dice
HACIA
la VERDAD
DE TI MISMO
HACIA
la VERDAD
DARIO LOSTADO
DE TI MISMO
TERCERA EDICION
EDITORIAL
KIER, S A
AVDA. SANTA FE 1200 (1099) BUENOS AIRES
Ediciones en español
Editorial KIER S.A. • Buenos Aíres
1°edic. Septiembre 1990
2° edlc. Diciembre 1990
3° edic. Agosto 1991
Diseño de tapa:
Graciela Goldsmidt
Composición tipográfica:
Cálamus
Libro de edición argentina
ISBN: 950-17-0986-8
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
2 1991 by Editorial KIER S.A., Buenos Aires
Impreso en Argentina
Printed in Argentina
INTRODUCCION
9
PRELIMINARES
Si te sientes lleno de tristeza, si te sientes embargado por
la desgracia y la infelicidad, si no sabes adonde ir, qué hacer,
si no encuentras sentido a esta vida que vives, si tienes inquie
tudes pero no acabas de entender por qué, si quieres encontrar
luz en tu vida, te propongo que te serenes un momerto y
pienses con calma lo que te voy a decir.
La causa de tu infelicidad, de tus dudas y tu confusión
no son las circunstancias en que vives ni el mundo que te ro
dea, ni siquiera las personas que te molestan y te hacen dajio.
La causa única de tu infelicidad está en ti.
La causa de tu infelicidad es el error que tienes acerca
de ti.
La causa de tu infelicidad es tu “ego”. Tu falsa idea
de ti.
Mientras creas que eres ese ego o falsa idea de ti, mien
tras no busques y encuentres la Verdad de ti, en ti mismo,
todo cuanto vivas y ocurra cerca de ti será ocasión de desdi
cha e intranquilidad.
¿Qué debes hacer? Descubrir la Verdad de ti en ti, eli
minando toda esa telaraña de errores y falsedades sobre ti.
La Verdad siempre está y ha estado ahí, en ti.
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LA VERDAD DE SI MISMO
16
PARA QUE y PARA QUIENES
19
QUE BUSCAMOS
23
La Sabiduría es conocimiento de la Causa primera.
Las ciencias son acerca de los efectos.
La Sabiduría es de Lo invisible.
Las ciencias de lo palpable y sensible.
La Sabiduría es de La Realidad esencial.
Las ciencias, de las formas accidentales.
La Sabiduría es de La Realidad que sustenta.
Las ciencias son de lo sustentado.
Como se ve no siempre van unidas La Sabiduría y la
ciencia.
Hay sabios cultos y sabios incultos, como hay científi
cos sabios y científicos no sabios.
La Sabiduría no requiere conglomerados de conoci
mientos.
La Sabiduría es el conocimiento de lo simple. Siempre
lo más perfecto es lo más simple.
Nuestro Ser, el Ser, la base de todo, objeto de nuestra
investigación es lo más simple, lo invisible, base y causa de
todo lo visible.
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EL GRAN DESCUBRIMIENTO
27
UN METODO FACIL
29
¿QUE ES MEDITAR?
32
LA REALIDAD
DEL SER INTERNO
DESPERTAR y LIBERACION
46
LO MAS IMPORTANTE
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EL AMOR
El amor es Vida.
El amor es unión e integración.
El amor humano es el sentimiento de unidad con otro
ser.
El des-amor es separación y desintegración.
El des-amor es destrucción y muerte.
Toda acción y todo sentimiento que no estén regidos,
dirigidos e impregnados de amor, separan, destruyen y matan.
El que ama se siente uno, unificado con el ser amado.
En el que ama no existe lo mío y lo tuyo.
El que ama no busca nada en el otro.
El que ama solamente siente y desea ser nno en el otro.
El que ama, ama ante todo El Amor.
El que ama El Amor ama la unidad.
En el que ama la unidad no hay “otros” sino que él se
siente en los “otros” y siente a los “otros” en él.
Todo amor a “otro” que excluya a “otros” está expues
to a la disolución y la muerte por ser un amor excluyente y
por tanto deficiente.
El amor ardiente, apasionado, es amor de deseo.
El amor de deseo no es amor de unidad, sino de posesi-
vidad.
El amor de deseo existirá mientras “el otro” sea un ob
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jeto útil para la propia satisfacción. Cuando la satisfacción
desaparezca surgirá el resentimiento, el olvido, el desamor y
hasta el odio.
Solamente el amor al Amor, al sentimiento de unidad
total y universal, es un amor que nunca falla.
Amar el Amor es amar todo cuanto existe, amar al Ser,
a Dios.
Este amor al Amor es la base del amor a la pareja, al
amigo, a la Naturaleza, a los familiares, las cosas... todo.
Cuando el amor a alguien no está basado e incluido en el
AMOR total, aparecerán las sombras negras, las nubes grises
y las tormentas destructoras provocadas por la egolatría del
ego exclusivista y ruin.
El amor verdadero, creativo, generoso, integrador, lu
minoso, surge y brota natural y espontáneamente en noso
tros, cuando llegamos a tener una conciencia clara de noso
tros mismos, de lo que somos en nuestro ser profundo.
Mientras no tenemos una conciencia clara y experimen
tada sobre lo que somos, hemos de recurrir constantemente
a los consejos y preceptos que se nos dan para que nos ame
mos o a la conveniencia o necesidad que tenemos de amar
nos. No debemos amar porque así se nos ha mandado, sino
que se nos ha mandado porque ésa es nuestra misión para
cumplir nuestra naturaleza y en ese cumplimiento y realiza
ción de nuestra naturaleza encontramos la paz y la felicidad.
No debemos amar porque se nos manda sino que se nos
manda porque eso es lo mejor para nosotros.
El amor no puede ser impuesto. El amor es un senti
miento que debe brotar natural y espontáneamente al tener
un elemental conocimiento de lo que somos, de lo que son
los demás y de lo que es el Universo y Dios mismo.
Cuando tenemos una conciencia clara de nuestro Ser,
lo natural es amar. Entonces no podemos dejar de amar.
La ignorancia sobre nosotros mismos es la única causa
del desamor.
Cuando nos vemos y vemos al mundo con una mirada
interior nos damos cuenta de que no podemos sino amar por
que todo es amable, todos son dignos de nuestro amor y
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nos sentimos unidos y solidarios con Todo.
En cambio cuando nos miramos y miramos a los demás
con la mirada raquítica y ruin de nuestro “yo” inferior, con
nuestra mente distorsionada que ve enemigos y rivales por
todas partes, entonces nos sentimos amenazados y ofendidos
por infinitas cosas y en constantes y numerosas ocasiones.
Mientras vivamos dirigidos por nuestro “yo” inferior
será imposible que sintamos la felicidad de amar y ser ama
dos.
Todo lo que es Vida es efecto de amor.
El amor es tanto más auténtico y verdadero cuanto
más expansivo y universal es.
Cuanto más limitado y reducido es el objetivo de nues
tro amor, nuestra conciencia es más pequeña y miope.
En la medida en que nuestra conciencia se expande, se
amplía y profundiza, también se agranda el objetivo y cam
po de nuestro amor y crece en la misma medida y es más
auténtico y verdadero.
Cuanto más profunda y clara es mi conciencia en el
conocimiento de mí mismo y del mundo que me rodea, ma
yor es mi sentimiento de unidad y de amor.
Todo ser vivo se mantiene con vida mientras hay uni
dad, compenetración, integración entre sus partes.
La muerte, por el contrario, sobreviene cuando sus par
tes empiezan a desintegrarse.
El amor es la vida y el desamor es la muerte.
Cuando nosotros nos sentimos más Uno, más integrados
con todos y con todo, tenemos más amor y más vida.
Cuando nos aislamos y nos separamos (no física sino
afectiva y tendencialmente) de los demás, menos vida tene
mos, más desintegrados estemos de La Unidad, de La Vida,
de Dios.
No es la compañía, la proximidad, la unión física la que
constituye la integración y el amor entre las personas. Es el
sentimiento profundo, sincero, que brota de la compren
sión de lo que soy y lo que es el otro, el que constituye y
conforma el amor.
Una piedra permanece piedra mientras la tendencia y
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unión de sus moléculas y átomos es lo suficientemente fuer
te para mantenerse integrados y unidos unos con otros.
Nadie puede separar a dos o varios seres que se aman si
su sentimiento y deseo de unidad es lo suficientemente fuer
te y profundo. En la medida en que ese sentimiento esté
más profundamente enraizado, más durará la integración y
unidad entre ellos.
Unidad, integración, vida, Amor... todo es lo mismo.
División, desintegración, desamor y muerte... es lo
mismo.
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YO SOY CONSCIENCIA
62
¿VIVIMOS LA REALIDAD?
70
TODO ESTA EN TI
76
VIVIMOS DORMIDOS
80
EL "YO” CENTRAL
y EL "YO" INFERIOR
El yo central es divino.
El yo inferior es terreno.
El yo central es luminoso.
El yo inferior vive de espejismos.
86
EL MEJOR CAMINO:
CENTRARSE
89
¿POR QUE ESTAMOS AQUI?
96
¿EXISTE EL MAL?
105
¿Que deberían estar en un nivel superior? Quizá, sí.
Como también nosotros deberíamos estar en oteo nivel su
perior. Mas aún. Si ahora estuviéramos en un nivel superior
al que estamos, no exigiríamos a los demás como estamos
expendo y juzgando.
En lugar de exigir que los demás suban de nivel de
conciencia para que sus comportamientos sean más huma
nos, somos nosotros los que hemos de tener una concien
cia más expansiva y elevada para comprender y aceptar a
los demás en el plano en que se encuentren.
El mundo, la Humanidad está en período de desarrollo
y evolución. Sabemos que la Humanidad toda, puede y de
be mejorar en su evolución. Pero mientras esté en el nivel
en que está, todo lo que ocurre es normal, es adecuado a su
desarrollo.
La Humanidad en conjunto y las personas concretas en
su individualidad están llamadas a un mayor grado de desa
rrollo de conciencia. Mientras tanto, cada uno está haciendo
lo que corresponde a su propio nivel.
Nuestra misión en la vida es crecer en amplitud y ele
vación de conciencia. Es nuestro deber, nuestro verdadero
deber como personas.
106
LA UNICA LIBERTAD
108
¿CRECER?
110
ALGUNAS
APLICACIONES
PRACTICAS
Todo lo que hemos ido diciendo en los capítulos ante
riores solamente será válido si tiene aplicación para cual
quier situación y momento de nuestras vidas. De lo con
trario sería una bella teoría utópica.
Y ciertamente todo lo que hemos ido exponiendo es
para ser aplicado a cada momento de nuestra vida.
Expongo a continuación algunos aspectos concretos
sobre nuestro modo de pensar o vivir, iluminados por las
orientaciones dadas en los capítulos anteriores.
En los cursos o conferencias sobre esta materia los
asistentes suelen exponer más dificultades concretas para
la aplicación de nuestro enfoque. Pero creo que por razón
de la brevedad pueden ser suficientes las que hacemos a con
tinuación.
Como La Vida tiene circunstancias y aspectos infini
tos en su manifestación, infinitos serán también los modos
de vivirla.
Pero las dificultades existen cuando lo miramos y juz
gamos con categorías mentales. Cuando trascendemos la
mente y vemos y miramos desde nuestro Ser central, todo
se aclara.
113
PAZ EN EL CORAZON
122
SENTIRSE BIEN... PASARLO BIEN...
125
Una y otra vez hay que decir e insistir que no hay que
buscar nada fuera de nosotros para ser felices, que ninguna
cosa del mundo nos puede dar ni un gramo de felicidad, que
ninguna persona por buena, hermosa o santa que sea nos
puede comunicar la felicidad.
Las personas, las cosas, pueden servir de estímulo
para despertar nuestra conciencia hacia el ser interior. O lo
que suele ser más frecuente, las cosas y las personas nos pro
ducen y nos dan ciertas satisfacciones en el nivel del mecanis
mo mental o afectivo. Pero toda satisfacción en un nivel me
dio o externo es en sí misma tan pasajera que al fin suele de
jar más angustia y tristeza que satisfacción nos proporcionó
en un principio. Hacerse ilusiones con tales satisfacciones
es vivir abocados a la desilusión, sobre todo cuando se las
confunde con la verdadera felicidad permanente, profunda,
plena, a la que todos aspiramos legítimamente desde lo más
profundo de nosotros mismos, pero que solamente se puede
disfrutar viviéndola en el fondo de nosotros mismos.
Los políticos suelen proponerse como objetivo máximo
en sus programas el mejorar la calidad de vida de los ciuda
danos. Para ellos y para la mayoría de las personas, la calidad
de vida suele consistir en mejorar el nivel material, el confort,
las comodidades y satisfacciones sensuales.
La calidad de vida humana no depende del mejoramien
to material sino de la elevación y expansión de la conciencia.
Se gastan esfuerzos en mejorar el exterior de la persona pero
mientras el interior del ser humano no mejore, la felicidad
será la gran ausente entre los hombres.
Nadie es más feliz por tener un mejor nivel material.
Solamente se puede encontrar la felicidad donde ella se en
cuentra: en el interior de cada uno.
Tanto la calidad material de vida como la cultura son
las máximas aspiraciones de los hombres más progresistas
de nuestra civilización moderna.
Son pocos los que saben que ni lo uno ni lo otro harán
de nuestro mundo un mundo mejor, sino la elevación de las
conciencias y el acceso a la Sabiduría que es el conocimiento
de sí y de La Vida.
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¿KARMA? ¿RESPONSABILIDAD?
129
¿CONTRA QUIEN TE ENOJAS?
132
CONSUMISMO y SUFRIMIENTO
135
¿HABLANDO
SE ENTIENDE LA GENTE?
138
ACEPTACION
144
LAS DOS CLASES DE AMOR
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TU ERES FELICIDAD
¿Por qué buscas esto o aquello, por aquí o por allá para
ser feliz?
Aquel amigo mío se estaba volviendo loco, buscando sus
lentes por toda la casa, cuando los tenía puestos ante sus pro
pios ojos.
Es exactamente lo que nos ocurre cada día. Buscamos y
buscamos lo que tenemos ante nosotros, dentro de nosotros.
Este es uno de esos graves errores en los que estamos
metidos de lleno y del que son muy pocos los que se dispo
nen a salir porque son muy pocos los que creen lo que esta
mos diciendo.
Si una persona tiene una gran fortuna en una cuenta de
un banco, pero vive pobremente porque siempre ha creído
que es pobre y así le han dicho durante toda su vida, le resul
ta difícil creer que es rico si alguien un buen día le dice que
lo es.
Alguno me dirá: pero ¿cómo voy a creer que yo tengo
o soy la felicidad si me siento tan infeliz tantas veces en mi
vida?
Te respondo que no tienes que creerme a mí ni a nadie.
Solamente es necesario que veas por ti mismo y examines
por ti mismo lo que ocurre y lo que hay en ti.
Es un gravísimo error el creer que la felicidad nos
151
llega de afuera, de algo exterior a nosotros mismos. Y este
error está tan profundamente enraizado en nuestra mente
y nuestro modo de pensar que lo que estoy diciendo es
difícilmente aceptable para muchos.
En nuestra vida vivimos muchos momentos de gozo,
de alegría, de felicidad. Pues bien, todo ese gozo, toda esa
alegría, toda esa felicidad la sentimos porque ya está en
nosotros. Más todavía, nuestra naturaleza consiste o es esa
plenitud, esa felicidad. Y cuando no sentimos la felicidad se
debe exclusivamente a que estamos ausentes de lo que
somos, no vivimos lo que ya somos.
Cuando estás esperando que alguien o alguna cosa te
dé felicidad te pareces a un millonario que está pidiendo
limosna en la calle y está deseando que pongan unas mone
das insignificantes en su mano para sentirse feliz.
En este error de base se originan casi todas nuestras
desilusiones, frustraciones y depresiones. Al estar siempre
pendientes ansiosamente de ser felices con algo que quere
mos conseguir o que alguien nos debe dar y esperamos que
nos dé, sentimos tristeza y frustración cuando eso no llega
o quizá nos llega del signo contrario al que esperábamos.
Aunque pueda parecer a algunos algo exagerado, es
completamente cierto y evidente que hemos de cambiar la
polarización de nuestra vida dando un giro de ciento ochenta
grados si queremos ser felices. En lugar de mirar y buscar
afuera, hay que mirar y buscar adentro. El recorrido de la fe
licidad no es de afuera hacia adentro sino de adentro hacia
afuera.
Suele decirse que en esta vida no se puede ser plena
mente feliz. Y eso es absolutamente falso.
Lo que ocurre es que como creemos que la felicidad
es algo así como un recipiente que debe llenarse de cosas y
no podemos en esta vida llenarlo completamente de esas
cosas porque no podemos conseguir todas las que caben,
llegamos a decir y pensar esa absurda y generalizada frase.
Basta que nos demos cuenta de lo que somos y vere
mos que no hemos de recibir nada, que ya somos todo, que
ya tenemos más de lo que podemos desear.
152
Puede argüirse que son pocos los que llegan a darse
cuenta de lo que son y se sienten felices. Pero basta que una
sola persona lo fuera para que sea cierto lo que estamos di
ciendo. Pero afortunadamente no es una sola persona la que
vive por lo que es. Son muchas.
Es curioso y paradójico advertir que en nuestra socie
dad generalmente cristiana, al menos teóricamente, parezca
una utopía lo que estamos diciendo, cuando el mismo Cristo
dijo clarísimamente que el reino de los cielos está dentro de
nosotros mismos.
El cielo no es por tanto, algo que hay que conseguir
para después de muertos, sino algo que ya está en nosotros.
Y no es ni consiste en nada que podamos conseguir de afuera
sino que ya está en nosotros tengamos o no tengamos cosas
de afuera.
Lo que ocurre es creer que la felicidad consiste en
conseguir algo y al no poder conseguir ese algo con las
cosas de esta vida nos hacemos la ilusión de que nos lo darán
en la vida después de la muerte. Y entonces nadie nos
dará nada. Lo que ocurrirá entonces es que desaparecerá
la ignorancia de nuestra mente en la que estamos metidos
ahora y al no existir los límites de los sentidos y la mente,
veremos a Dios cara a cara, que es lo mismo que ver al Dios
que vive en nosotros.
El reino de los cielos que ahora existe en nosotros, lo
veremos y disfrutaremos sin las limitaciones de nuestro cuer
po, las oscuridades de nuestra mente y las pequeñeces indi
viduales de nuestro ego.
Entonces no seremos más, sino que desaparecerá la
ignorancia, desaparecerán los velos que nos impiden ahora
ver, gozar y ser lo que somos. La muerte por tanto es la
liberadora de nuestra ignorancia y de las limitaciones que
nos impiden ver, gozar y ser. Por eso, los que se liberan
ahora, en esta vida presente, de la ignorancia y las limita
ciones que nos impone la mente y llegan a VER y com
prender lo que somos, saben que ya somos plenitud y nada
ni nadie puede darnos un ápice de felicidad, porque ya
somos toda la felicidad que podemos llegar a soñar. Esa
153
es la verdadera liberación. E>.i es la verdadera realización
humana: liberarnos de la ignorancia sobre nosotros mismos
y ver y vivir la Realidad que ya somos.
Mientras no nos convenzamos de que para ser y sentir
nos felices no nos hace falta nada, absolutamente nada más
que damos cuenta de lo que somos, no sólo intelectual sino
vivencialmente, jamás podremos gozar profundamente la
verdadera felicidad.
Nuestra vida actual está basada en unos ciertos condi
cionamientos mentales. Pensamos que el día que se cum
plan esos condicionamientos seremos felices. Si encuentro
el trabajo que quiero y me gusta, si logro tal situación econó
mica, si tal o cual persona me llegan a querer como yo deseo,
si logro tener la fama y el prestigio que busco, si tengo la
casa o las cosas que me gusta tener, si puedo comprar el auto
que toda la vida he deseado, si tengo buena salud y mi fami
lia está unida alrededor de mí, si...
Infinitas condiciones qüe no se darán nunca juntas. Pero
aunque se dieran quedaría siempre la espada de Damocles
pendiente sobre nuestra cabeza de que todo eso puede per
derse, puede quebrarse en cualquier momento. Siempre pen
dientes de algo que no depende enteramente de nosotros
sino de infinitas circunstancias exteriores. Es penoso vernos
a nosotros mismos mendigando constantemente de la vida
las migajas que se caen de la mesa, siendo nosotros mismos
los dueños del banquete.
Vivimos bajo unos condicionamientos mentales que
desde niños se nos han ido imponiendo. Se nos ha enseñado
una jerarquía de valores en cuya cúspide está el tener cosas,
fama, prestigio... y hemos llegado a creer que arribar a esa
meta es ser feliz.
En algunos pueblos orientales no era así, hasta que se
les contagió la mentalidad occidental.
Recuerdo aquel santón, pobremente vestido, a la puerta
de un templo. Su cara era el verdadero reflejo de la felici
dad. No tenía nada pero era feliz porque sabía que él era ya
la felicidad.
Estoy escuchando ya las objeciones de los que se creen
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muy progresistas y adelantados. Les oigo decir que esas per
sonas o esos pueblos no han evolucionado y se han quedado
sumidos en la miseria por esa actitud de falta de ambición y
competencia. No es así. Pero aunque así fuera ¿no es acaso
el fin del progreso técnico y material el dar al hombre más
felicidad? Ellos la tienen sin ese endiosamiento del progreso.
Pero no se trata de contraponer felicidad a progreso.
Se trata de ver y comprender que la felicidad no va a remol
que del progreso técnico-material. Se trata de ver claro qué
es fin y que es medio, relativamente útil, aunque no necesa
rio y mucho menos imprescindible. Se trata de liberarse de la
esclavitud de los condicionamientos absurdos y falsos para
llegar a set feliz. Se trata de ver y ser lo que se es. Se trata de
ver que eso es lo primero y que todo lo demás debe ir a
remolque de lo que es primero, y no a la inversa. Se trata de
ver que ahora en la condición actual nos sentimos felices o
infelices dependiendo de unas ideas inestables cuando yo soy
una realidad y las ideas no son ni siquiera esto. Son única
mente ideas, que lo mismo que son de felicidad pueden serlo
de infelicidad.
Es lamentable que estemos constantemente dependien
do de las ideas que llegan u ocupan nuestra mente para ser
felices o infelices. Nos dan una noticia buena y nos sentimos
felices. Si la desmienten y nos dan la contraria, nos sentimos
abatidos. Y así andamos de un lado a otro arrastrados por
unas simples palabras o ideas cambiantes y volubles.
Es decir, que la felicidad está donde está, dentro dé
nosotros. Pero la puerta queda cerrada mientras existen los
bloqueos mentales por los que se nos impide gozarla direc
tamente. El día que nos liberemos de los condicionamientos
mentales podremos contactar directamente con la realidad
gozosa que somos.
Suele decirse frecuentemente como un extraordinario
descubrimiento que como es nuestra mente, así es nuestra
vida o también que somos lo que son nuestras ideas. Esto
es lo que suele ocurrir. Pero no es de ningún modo lo que
debería ser si fuéramos conscientes de lo que somos.
Casi todos los métodos mentales se dirigen a cambiar
155
nuestro modo de pensar. Se pretende cambiar la mentali
dad que llaman negativa en una mentalidad positiva. Y cier
tamente se da un cambio en el modo de pensar y vivir. Es
decir es un mejoramiento mental que acarrea un mejora
miento en el modo de sentirse. Pero aun suponiendo que
esas ideas inestables duraran toda la vida, tenemos que con
venir en que estamos viviendo sobre algo ideal, algo no real.
Y por supuesto siempre expuestos a que esas ideas se las
lleve cualquier leve viento y nos quedemos desmantelados en
nuestro tinglado mental.
Mientras viva de ideas sobre mí mismo, en lugar de
vivirme directamente lo que soy, estoy engañándome a mí
mismo por bien intencionado, bello y agradable que sea el
engaño.
Ninguna idea puede suplir ni remotamente a la rea
lidad. Por eso ante este problema existen diversas posturas:
Unos no llegan a entender todo esto ni siquiera intelec
tualmente porque su mente está demasiado condicionada
con otras ideas.
Otros lo entienden intelectualmente pero como una
teoría simplemente.
Otros lo ven claro. Saben que esto es así y no puede ser
de otra manera, pero la fuerza de la costumbre de vivir
como todos y como siempre han vivido hace que se quede
en puro conocimiento intelectual y teórico.
Otros no solamente lo ven y lo comprenden sino que lo
van viviendo, aunque se vea de vez en cuando interrumpido
por decaimientos o condicionamientos externos.
Y otros finalmente lo viven en toda su extensión y con
todas las consecuencias. Son las personas realizadas. Son los
auténticamente felices. Estas personas no son necesaria
mente personas cultas o insertas en ciertos movimientos
espirituales. Son personas simples que han sabido abrirse
a la sabiduría interior y ésta se ha hecho presente en ellas.
Todos podemos ser una de esas personas. Solamente hace fal
ta tener una aspiración sincera, profunda, verdadera, desinte
resada, y libre de fines ruines y egoístas, para conocer la
verdad de nosotros mismos, anteponiendo este deseo a
156
cualquier otro por importante y sano que parezca.-
Cuándo llegamos a la verdad de nosotros mismos nos
damos cuenta de que no necesitamos buscar nada afuera para
ser felices porque ya lo somos todo.
Entonces nos damos cuenta de que todo lo que llama
mos nuestro interior, como es nuestra mente consciente o in
consciente, no es sino un mecanismo más o menos útil, más o
menos influyente pero no nuestro verdadero ser, no nuestra
realidad central que es el Unico Ser, la única Realidad, el
mismo Dios como solemos llamarlo.
Así nos damos cuenta de que el problema de ser feliz
o no, depende de saber dónde está la felicidad.
El estar más o menos satisfecho en la vida depende de
tener más o menos cosas, quizá. Pero la felicidad no es eso.
Solamente cuando veamos claro que nadie ni nada nos
va a dar lo que ya somos, podremos sentir la felicidad que
•somos.
157
¿QUE HACER POR LOS DEMAS?
160
¿DISCUTIR O COMPRENDER?
163
¿POR QUE HAY GUERRAS?
167
SER IMPORTANTE y TENER
EXITO
169
el Yo verdadero. Y ellos tienen Un único objetivo: vivir
desde su “yo” verdadero, desde su auténtica realidad, vivir
la verdad de sí mismos y no el engaño de su falso e irreal yo.
Tales personas suelen ser un estorbo para muchos por
que son una denuncia viva del engaño, la mentira y la hipo
cresía con que suele desarrollarse casi toda la vida social y
política.
Tales personas no llegarán a ser importantes, ocupando
puestos de influencia y poder. Pero tales personas son las
auténticamente importantes en el mundo. Y gracias a tales
personas nuestro mundo es todavía un poco más humano.
170
CARTA A UNA MUJER
QUE QUERIA SER FELIZ
Querida amiga:
Recibí tu carta por la que veo que andas muy atareada
con tus cosas.
Me dices que estás contenta con lo que estás haciendo.
Está muy bien. Pero yo te pregunto: ¿estarías también con
tenta si no hicieras lo que haces sino una cosa muy distinta?
Porque yo he oído a muchas personas, como tú también
habrás oído, que cuando no hacen lo que les gusta están y
se sienten mal, se sienten desdichadas. Parece que eso es
muy normal y muy lógico que sea así. Y ciertamente es lo
más común y corriente. Pero te aseguro que no es lo que
debe ser.
¿Tú crees que la felicidad puede consistir en hacer una
cosa u otra? La felicidad no consiste en nada. La felicidad
ES. La eres tú. Sólo debes encontrarte y encontrarla.
La felicidad no está en función de nada cambiable o
voluble como es un cierto trabajo u ocupación. La felici
dad es el estado de ser lo que se Es.
Te lo diré con más claridad. La felicidad o lo que es lo
mismo, el sentimiento de plenitud profunda e indefectible
radica o se encuentra en que tú seas lo que eres, en que tú
seas consciente de que estás siendo en tu vida la expresión de
la capacidad que eres. Saber que eres tú misma, quiere decir
171
que sabes que tienes todo lo que puedes tener y eres todo lo
que puedes llegar a ser. Ya lo eres en potencia. Nadie tiene
que darte nada. Eres una potencialidad que está esperando
ser puesta en acto. Y eso solamente lo puedes y lo debes
hacer tú misma. Es lo mismo que estés haciendo ese trabajo
que tanto te gusta como si te pasaras el día fregando platos o
lavando ropa.
Cuando seas de verdad tú misma, en ti misma encontra
rás a tus seres más queridos. Su ausencia física será una mera
anécdota sin mucho sentido, porque dentro de ti los senti
rás y los amarás tiernamente, con amor auténtico, sin trampa
ni cartón. Cuando seas de verdad tú misma te darás cuenta
que no te falta nada, que todo está en ti.
Claro que si esto que te estoy diciendo lo miras y exa
minas con tu mente cargada y atiborrada con las ideas vulga
res con las que solemos vivir frecuentemente, lo encontrarás
quizá bello pero inalcanzable.
Yo te estoy diciendo lo que experimentarás y sentirás
cuando te decidas a vivir por ti misma y no pendiente de si
lo que haces externamente es o no agradable a tu exigente
ego superficial.
Ser tú misma no quiere decir que actúes contra todo y
contra todos a impulsos de unos gustos o ideas que te pare
cen muy tuyos y que las más de las veces son caprichos
inestables y egoístas.
Ser tú misma no significa vivir y verte diferente de los
demás, deseando tener o aparentar una personalidad sobre
saliente y cautivadora. Eso sería la mejor manera de engordar
tu estúpido ego que es la ridicula caricatura de tu verdadero
ser.
Ser tú misma significa por el contrario tener conciencia
de que más allá de tu cuerpo cambiante y corruptible y más
allá de tus ideas en constante cambio y fluctuación, eres algo
permanente. Eres ese algo que ve, ese algo que ama, ese algo
que actúa, esa fuente y origen de todo cuanto haces, perci
bes y sientes.
Cuando tomas conciencia de ti misma, te das cuenta
que Tú eres lo más importante en tu vida. Tú pero no tus
172
cosas, ni tus gustos, ni tus ambiciones, ni tus vanidades, ni
tus éxitos, ni tus intereses, ni tus sueños. Y en ti encontra
rás a los otros y al Ser que es Uno contigo y con los otros.
Cuando seas tú misma te darás cuenta de que aquello por
lo que tú, yo y los otros somos distintos no tiene demasiado
importancia, que nuestras personalidades a las que tanta
importancia damos son diversas maneras de manifestarse
el mismo Ser por el que vivimos y existimos, Dios. Entonces
te darás cuenta de que el perfume y la belleza de las flores se
reviste con infinitas formas y colores.
Sí. Ya sé que esta carta no es una carta demasiado co
mún. Pero como sé que eres una ansiosa buscadora de la
felicidad me daría pena que busques donde no la vas a en
contrar. Sé también que me entiendes porque algunas veces
me has agradecido estos rollos y esta lata que te doy con
mis discursos.
Veo por tu carta que estás muy absorbida por las expo
siciones que haces y todos los trabajos que eso conlleva.
No creo que sea provechoso que vivas tan absorbida
por tus actividades. Pero tampoco te pido que renuncies a
ellas. Vive en tus actividades pero no te dejes invadir por el
activismo. Aprende del barco. Está en el mar, navega por
el mar pero si el mar lo inunda, desaparece bajo sus fauces.
Tanto la avidez por el trabajo como el rechazo del
mismo son las dos caras de la misma moneda. Ambas acti
tudes te atan y esclavizan. Ambas te sacan de ti misma.
Si tú eres tú misma, te darás cuenta de que no necesitas
nada. Pero como vivimos esta vida existencial hemos de hacer
ciertas cosas y satisfacer ciertas necesidades. La inteligencia
que tú eres te dirá el modo más adecuado de cumplir con
tus obligaciones. No hay que rechazar nada en la vida. Lo in
necesario deja de tener valor y peso por sí mismo sin nece
sidad de rechazarlo.
Si es verdad que tu felicidad no está en nada que haces
o puedes hacer, también es cierto que no está en nada que
puedas rechazar porque solamente está en ti y tú no eres ni
la acción ni el rechazo.
Yo sé que tú como todo ser humano quieres ser feliz.
173
Pero sería bueno que no tuvieras la felicidad como objetivo
de tu vida. Sé tú misma en todo y la felicidad será tu compa
ñera. Olvídate de buscarla. Cuando te encuentres a ti la en
contrarás a ella.
A ti no necesito decirte porque lo sabes muy bien que
jamás encontrarás la felicidad en ninguna cosa fuera de ti.
Un día me dijiste que habías encontrado la felicidad,
¿recuerdas? cuando encontraste a aquel señor que te deslum
bró y te dejó K.O.
Estuviste encandilada, fascinada, enamorada unos cuan
tos meses. Me decías maravillas de aquel príncipe azul que
habías encontrado. Tanto me lo ponderaste que casi llegué
a creerte.
Pensabas durante aquellos días que habías encontrado
tu felicidad como si la felicidad estuviera personificada y re
ducida a aquel señor.
Como te ilusionaste, te desilusionaste.
Todo lo veías no como era sino como tú querías verlo.
Veías a aquel señor como un dechado de perfección.
A quienes te hacían ver sus normales defectos humanos, tú
te empeñabas en convencerlos de su error como si fuera una
excepción entre todos los hombres. Para ti sus defectos más
evidentes, eran cualidades virtuosas. Lo habías idealizado
tanto, que todo lo veías a través del ideal de tu mente.
No tardó mucho en llegar la desilusión.
Cuando él contrarió a tu ego personal, empezaste a
creer que él había cambiado. El era el mismo y lo mismo.
Bastaron unos cuantos alfilerazos a tu disimulada va
nidad y tu ídolo empezó a desmoronarse. Ahora se habían
cambiado las tornas. Tú empezaste a ver en él solamente
defectos incluso en aquellas normales y habituales virtudes
comunes a todas las personas.
Todo ocurrió en pocos meses. Te ilusionaste con la mis
ma facilidad con que te desilusionaste.
Te recuerdo todas estas cosas para que ahora con sere
nidad veas que las ilusiones obsesivas son un mal atajo hacia
la felicidad.
La felicidad verdadera solamente la encontramos por el
174
camino de La Verdad*
Las ilusiones suelen basarse en el error y engaño de atri
buir un sobrevalor a algo o alguien sin darte cuenta deque eso
que idealizas en el otro, lo idealizas porque potencialmente
ya está en ti.
¿Por qué no buscas REALIZAR en ti esas figuraciones
ideales que ves en el otro? Entonces no te desilusionarás sino
que te encontrarás con tu propia felicidad porque habrás en
contrado la Verdad oculta e inexplotada de ti misma.
En aquella ocasión pudiste ver también que lo que con
siderabas como un amor grande e inmenso no era sino un
simple capricho egolátrico tuyo.
El amor no es deseo ni pasión ni autocomplacencia
egoísta.
Tú ni siquiera te enamoraste, a pesar de que el enamo
ramiento es un amor peligroso.
Muchos enamoramientos no llegan ni siquiera a ser
amor.
El auténtico enamoramiento es amor si existe un senti
miento profundo de unidad no sólo física y afectiva sino del
ser central con la pareja.
Pero te digo que es un amor peligroso porque el enamo
ramiento corre el riesgo de reducirse a un encaprichamiento
exclusivamente de lo exterior, de las formas, de todo lo peri
férico agradable y complaciente de la pareja. Así es cómo
tantos enamoramientos apasionados se diluyen y se esfuman
y hasta se convierten en aversión, resentimiento y odio. Es
que aquello no era amor sino una complacencia superficial
de la personalidad.
Ahora todo esto lo comprendes bien. Lo importante es
que saques una buena enseñanza para no tropezar con la mis
ma o parecida piedra.
Veo en un párrafo de tu carta que estás embarcada en
demasiados proyectos.
Siempre miramos al futuro.
Qué quieres que te diga. Eso suele decirse y eso es lo que
aconsejan algunas personas importantes pero yo no lo veo así.
De tanto mirar al futuro, dejamos de vivir plenamente el
175
presente que es lo único que tenemos. Porque ni el pasado ni
el futuro existen. En realidad no existe ni el presente. Por
que el tiempo es creación de la mente. Existes tú. Vive tú
lo que ERES. Date cuenta de lo que eres y verás cómo mu
chos ambicionados proyectos y atormentadores deseos se van
esfumando y perdiendo consistencia y con ellos desaparece
rán también muchas deprimentes angustias e inquietantes
ansiedades.
Existe una trampa tanto más fuerte y peligrosa cuanto
más sutil es. Es la trampa de los deseos internos mentales,
de los apegos, necesidades familiares, miedo al futuro, ambi
ciones incontroladas del ego siempre insatisfecho...
No son deseos de cosas inmediatas. Son deseos más su
tiles. Estos deseos, por más justificables que intentemos pre
sentarlos, son ataduras y la causa de nuestro temor, de nues
tras ansiedades y nuestros sufrimientos.
Vivimos permanentemente atenazados por deseos de
algo que pensamos y anhelamos conseguir.
Aquello de la confianza en la Providencia Divina es una
bella pero simple teoría para la mayor parte de los creyentes.
Tú que eres o has sido creyente religiosa conocerás pro
bablemente aquella sabia enseñanza de Ignacio de Loyola
que llegó a llamarse la “indiferencia ignaciana”. Enseña este
verdadero sabio que el estado de perfección es aquel en que
uno se siente indiferente ante la salud y la enfermedad, la
riqueza y la pobreza, la vida o la muerte...
Y Buda enseñaba lo mismo. Nos dice que la causa de
todos nuestros sufrimientos son nuestros deseos, los deseos
que dominan nuestra vida. Cuando la persona se libera de
sus deseos, de sus apegos a cosas, posesiones, personas... se
libera también de los sufrimientos.
Alguien puede argüir que para vivir es necesario desear
algo porque de otra manera moriríamos. Es cierto. Pero cual
quiera con una mediana inteligencia sabe discernir perfecta
mente entre las necesidades elementales y los deseos y apegos
esclavizantes.
Me dices también que crees que no eres como antes. Que
los demás te tachan de ser taciturna.
176
No creo que sea muy importante el cómo eres sino el
que seas muy consciente de lo que eres y lo que haces.
Estamos muy acostumbrados a estar pendientes de nues
tros modos de ser en lugar de ocupamos de SER realmente.
Lo que importa es que cada día, cada momento estés muy
presente a ti misma y a la expresión de tu Ser a través de tus
acciones.
En lo que respecta a lo que los demás puedan pensar
sobre ti, yo creía que ya habías superado esas menudencias.
Sabes que el ser humano tiende a proyectarse sobre los
demás. Cada uno proyectará lo que es su mayor debilidad
aunque no lo reconozca. A veces proyectan sus deseos y
como sabes cada uno puede ver en tí una parte del abanico
de tu personalidad que será también una parte de la suya
propia.
Trata de que tus obras sean expresión espontánea del
Amor que eres y despreocúpate de los demás.
Tenía intención de comentarte una serie de pequeñas
cosas que me parecen interesantes. Pero por hoy, basta de
discursos.
Te repito otra vez que busques con sencillez la felici
dad que hay dentro de ti. Porque el reino de los cielos está
en ti, como hace dos mil años nos dijó el Cristo. Y El lo
sabía muy bien por propia experiencia.
La verdad es que complicamos la vida. Mientras no sea
mos sencillos como los niños, la felicidad nos resultará
esquiva.
Quiero para ti lo que quiero para mí: que cada minu
to del día y de toda tu vida estés presente a ti misma. ¿Para
qué quieres más?
177
¡BIENVENIDO SUFRIMIENTO!
183
¿QUE PODEMOS HACER
EN LA PRACTICA?
186
INDICE
Introducción 7
PRELIMINARES
.......................... 13
La verdad de si mismo 14
Para qué y para quiénes 17
Qué buscamos 20
El gran descubrimiento 25
Un método fácil 28
¿Qué es meditar? 30
Despertar y liberación 35
Qué soy 39
Lo más importante 47
La realización en la vida diaria 50
El amor 54
Yo soy conciencia 58
¿Vivimos la realidad? 63
Todo está en ti 71
Vivimos dormidos 77
El “Yo” central y el “Yo” inferior 81
El mejor camino: centrarse 87
¿Por qué estamos aquí? 90
¿Existe el mal? 97
La única libertad 107
¿Crecer? 109
.......................... 113
Paz en el corazón 114
Intentar ser “alguien” y hacer algo importante 118
Sentirse bien... Pensarlo bien... 123
¿Karma? ¿Responsabilidad? 127
¿Contra quién te enojas? 130
Consumismo y sufrimiento 133
¿Hablando se entiende la gente? 136
Aceptación 139
Las dos clases de amor 145
Sentido del trabajo 148
Tú eres felicidad 151
¿Qué hacer por los demás? 158
¿Discutir o comprender? 161
¿Por qué hay guerras? 164
Ser importante y tener éxito 168
Carta a una mujer que quería ser feliz 171
¡Bienvenido sufrimiento! 178
¿Qué podemos hacer en la practica? 184
Darío Lostado
AMA y HAZ LO QUE QUIERAS
0986-8