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FENOMENOLOGÍA

MOVIMIENTO FILOSÓFICO DEL SIGLO XX CARACTERIZADO POR SU PRETENSIÓN DE RADICAL


FIDELIDAD A LO DADO, A LO QUE REALMENTE SE OFRECE A LA EXPERIENCIA, PARA DESCRIBIR LOS
RASGOS ESENCIALES, LAS ESENCIAS DE LAS DISTINTAS REGIONES DE LA REALIDAD QUE EN ESTA
ACTITUD SE MUESTRAN.

      La fenomenología aspira al conocimiento estricto de los fenómenos. Esta última palabra puede inducir
a error pues con frecuencia la utilizamos para referirnos a las apariencias sensibles de las cosas,
apariencias que no coinciden con la supuesta realidad que debajo de ellas se encuentra. La fenomenología
no entiende así los fenómenos, pues para esta corriente filosófica los fenómenos son, simplemente, las
cosas tal y como se muestran, tal y como se ofrecen a la conciencia.

      El lema de este movimiento es el plegarse a las cosas mismas, el ser fiel a lo que realmente se
experimenta, de ahí que propugne la intuición como instrumento fundamental de conocimiento. La
intuición es la experiencia cognoscitiva en la cual el objeto conocido se nos hace presente, se nos
muestra “en persona”, experiencia opuesta al mentar o referirse a un objeto con el pensamiento
meramente conceptual. A diferencia de las corrientes empiristas, la fenomenología no limita la intuición
al mundo perceptual sino que acepta varias formas de darse las cosas, varias formas de intuición: cada
objetividad se muestra de distinto modo a la conciencia, en función de su propio ser o esencia: las cosas
físicas se hacen presentes a nuestra conciencia de otro modo que los objetos matemáticos, las leyes
lógicas, los valores estéticos, los valores éticos, o las propias vivencias. La virtud del buen fenomenólogo
es su perfección en el mirar, el saber disponer adecuadamente su espíritu para captar cada tipo de realidad
en lo que tiene de propia.

      Junto con esta tesis, es común al movimiento fenomenológico la idea de que en el mundo hay hechos,
pero también esencias. Los hechos son las realidades contingentes, las esencias las realidades
necesarias; la tarea de la fenomenología es descubrir y describir las esencias y relaciones esenciales
existentes en la realidad, y ello en cada uno de los ámbitos de interés del filósofo (mundo ético, estético,
religioso, lógico, antropológico, psicológico,...). Cuando el fenomenólogo describe lo que ve no se
preocupa por el aspecto concreto de lo que ve, intenta captar lo esencial; así, si se preocupa por estudiar la
voluntad, no intenta describir los aspectos concretos presentes en un acto voluntario real sino la esencia
de la voluntad y sus relaciones esenciales con otros aspectos de la subjetividad como el conocimiento o la
libertad. La fenomenología considera que además de la intuición empírica o percepción existe la intuición
de las esencias o formas universales de las cosas. La intuición en la que se hace presente lo universal
recibe el nombre de intuición eidética.

      El tema de investigación más característico de la fenomenología es la conciencia; se entiende por


conciencia el ámbito en el que se hace presente o se muestra la realidad; la realidad en la medida en que
se muestra o aparece a una conciencia recibe el nombre de fenómeno. La característica fundamental que la
fenomenología encuentra en la conciencia es la intencionalidad en el lenguaje ordinario llamamos
intencional a la conducta hecha mediante un acto de voluntad, a la conducta deliberada; en fenomenología
la intencionalidad es una propiedad más básica: se refiere al hecho de que toda conciencia es conciencia
de algo, todo acto de conciencia es siempre una relación con otra cosa, un referirse a algo. La conciencia
no se limita al conocimiento: puedo conocer un árbol, puedo percibirlo o pensar en él, pero también
puedo vincularme con él mediante otros modos de conciencia: puedo desear estar a su sombra, o
imaginarlo con más hojas que las que tiene, o temer que se pueda secar, y tal vez hasta lo puedo amar u
odiar. La percepción, el recuerdo, la imaginación, el pensamiento, el amor, el odio, el deseo, el querer,
son distintas formas de darse el vivir de la conciencia. Una importante tarea de la fenomenología es la
descripción de los tipos distintos de vivencias, de sus géneros y especies, y de las relaciones esenciales
que entre ellas se establecen.

      La fenomenología no es un movimiento homogéneo pues se han dado distintas interpretaciones, tanto
en la caracterización del auténtico método fenomenológico como en las tesis doctrinales en las que hay
que concluir; las dos variantes principales son la fenomenología realista para la que los fenómenos
conocidos son reales e independientes de nuestra mente, y la fenomenología trascendental, un nuevo
idealismo para el cual la realidad es una consecuencia de los distintos modos de actuación de la
conciencia pura o trascendental. El fundador de este movimiento es Edmund Husserl (1859-1938), y los
representantes más importantes Alexander Pfänder (1870-1941), Max Scheler (1874-1928), Dietrich von
Hildebrand (1890-1978), Martin Heidegger (1889-1976), Jean-Paul Sartre (1905-1980) y Maurice
Merleau-Ponty (1908-1961).

 Fenomenología.

La fenomenología (del griego φαινομαι, fainomai, "mostrarse" o "aparecer", y λογος, logos, "razón" o
"explicación") es un método filosófico que procede a partir del análisis intuitivo de los objetos tal como
son dados a la conciencia cognoscente, a partir de lo cual busca inferir los rasgos esenciales de la
experiencia y lo experimentado.

El término se utilizó con relativa frecuencia en la época precrítica de la filosofía alemana, aunque de
manera asistemática; el teólogo Friedrich Christoph Ötinger lo empleó para designar el estudio de las
manifestaciones de lo divino. Sin embargo, no fue hasta que Immanuel Kant introdujera la distinción
idealista entre lo fenoménico y lo nouménico en la teoría epistemológica que la noción alcanzó su lugar
en la filosofía. Georg Wilhelm Friedrich Hegel llamó fenomenología del espíritu, aunando el concepto
teológico con el filosófico, a la historia dialéctica del autoconocimiento del espíritu absoluto.

El significado definitivo con que hoy se emplea el término proviene de finales del siglo XIX; la
fenomenología como escuela tuvo su origen en la enseñanza de Franz Brentano, y su máximo exponente
en Edmund Husserl, quien empleó el método fenomenológico para desarrollar uno de los sistemas
filosóficos más populares y refinados de la primera mitad del siglo XX. En el sentido desarrollado por
Husserl, la fenomenología opera abstrayendo la cuestión de la existencia del objeto conocido, y
describiendo minuciosamente las condiciones en las que se aparece a la conciencia; la fenomenología está
así en fundamental oposición a la filosofía crítica, de índole kantiana, que se orienta al contenido
trascendental que la experiencia no muestra. Martin Heidegger, quien fue discípulo y ayudante de
Husserl, practicó la fenomenología en sus primeras obras, aunque luego se apartó del método.

La fenomenología gozó de gran popularidad en Francia a través de la obra de Maurice Merleau-Ponty, y a


través de éste y de Heidegger ejerció una poderosa influencia sobre el método analítico y los principios
filosóficos del existencialismo.

FENOMENOLOGÍA -> opera y extrae la cuestión de la existencia del objeto conocido, según se aparece
a la conciencia (en contraposición a la filosofía crítica de Kant que opera sobre el contenido que la
experiencia no muestra)

FENOMENOLOGÌA -> extraer las características esenciales de las experiencias y la esencia de lo que
experimentamos. Brentano describió y Husserl amplía, la intencionalidad (intentionality): la principal
característica de la conciencia (conocimiento) es que siempre es intencional. intetionality = aboutness
Cada fenómeno mental o acto psicológico está dirigido a un objeto (el objeto intencional) (deseo, deseo
algo) Ser intencional es la característica clave que distingue el fenómeno mental o psíquico del físico

Edmund Husserl Analiza la estrutura de los actos mentales y cómo se dirigen a objetos reales e irreales.
Noesis = acto de conciencia y fenómeno al que va dirigido (desar) Noematic = Objeto o contenido
(noema) que aparece en los actos noéticos? (lo deseado) Lo que vemos no es el objeto en sí mismo sino
como y cuando es dado en los actos intentionales. El conocimiento de las esencias sólo es posible
obviando todas las presunciones sobre la existencia de un mundo exterior y los aspectos sinesencia
(subjetiva) de cómo el objeto es dado a nosotros. Este proceso fue llamado epoché por Husserl. Husserl
introduce más tarde el método de reducción fenomenológica para eliminar la existencia de objetos
externos. Quería concentrarse en lo ideal, en la estructura esencial de la conciencia. Lo que queda después
de esto es el ego transcendental que se opone al concreto ego empírico . Ahora con esta filosofía se
estudian las estructuras esenciales que hay en la pura conciencia, el noemata y las relaciones entre ellos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Fenomenolog%C3%ADa

¿Qué es la fenomenología?
Fenomenología
La fenomenología de Hursserl puede comprenderse como un método y un 'modo de ver'. El
método, se construye tras la depuración del psicologismo. Resulta necesario mostrar que las
leyes lógicas son lógicas puras y no empíricas, trascendentales o procedentes de un supuesto
mundo inteligible de naturaleza metafísica. Es preciso también, desde este enfoque, mostrar qué
ciertas operaciones como la abstracción o el jucio no son actos empíricos sino de naturaleza
intencional. Esta conciencia, no aprehende los objetos del mundo naturales como tales objetos ni
consituye lo dado en cuanto objeto de conocimiento: aprende puras significaciones en cuanto son
simplemente dadas y tal como son dadas. Dicha depuración se lleva a cabo a través del método
fenomenológico.

El método fenomenológico

Para poner en marcha el método fenomenológico hay que adoptar un actitud radical, esto es la de la
'suspención' del 'mundo natural'. De esta manera, podría decirse que la creencia en la realidad del mundo
natural así como las proposiciones que dan lugar a esas creencias, son colocadas 'entre paréntesis'. No se
trata, pues, de negar la realidad natural (lo cual diferencia este método del escepticismo clásico). El
método propone colocar un nuevo 'signo' a la 'actitud natural', lo que significa abstenerse respecto a la
existencia espacio-temporal del mundo.

En síntesis, el método fenomenológico, consiste en:

♦ Examinar todos los contenidos de la conciencia

♦ Determinar si tales contenidos son reales, ideales, imaginarios, etc.

♦ Suspender la conciencia fenomenológica, de manera tal que resulta posible atenerse a lo dado en
cuanto a tal y describirlo en su pureza

La fenomenología, no presupone nada: ni el sentido común, ni el mundo natural, ni las


proposiciones científicas, ni las experiencias psicológicas. Se coloca antes de cualquier creencia y de todo
juicio para explorar simplemente lo dado. Podría considerarse este método como un positivismo absoluto.

http://filosofia.idoneos.com/index.php/Fenomenolog%C3%ADa

M. MERLEAU-PONTY (1908-1961)

Maurice Merleau-Ponty nació en Rochefort-sur-Mer, en la Charente Maritime, el 14


de marzo de 1908, y murió en París el 4 de mayo de 1961.
Toda su vida estuvo dedicada a la enseñanza y a la investigación filosófica, aunque sin
olvidarse de las cuestiones sociales y políticas que preocupaban a sus contemporáneos.
Según propia confesión, que hace en el prólogo de su obra Signos, sintió la vocación
filosófica ya en sus años de liceo. Después estudió en la École Normale Supérieure de
París y se graduó en filosofía el año 1931.
Una vez acabados sus estudios, Merleau-Ponty enseñó filosofía en una serie de liceos,
hasta que el estallido de la II Guerra Mundial le obligó a interrumpir sus tareas
docentes. Después de la guerra fue nombrado profesor de la universidad de Lyon, donde estuvo desde
1945 hasta 1949, año en que fue nombrado profesor de La Sorbona de París.
Sus méritos como profesor y filósofo valieron a Merleau-Ponty la elección como
académico de filosofía en el Colegio de Francia, institución reservada a las figuras
más destacadas de la intelectualidad francesa.
Durante algunos años, desde el final de la guerra hasta 1952, colaboró con Jean-
Paul Sartre en la edición de la revista Temps Modernes. Sus relaciones con este
filósofo se deterioraron a raíz de la guerra de Corea: Sartre, siguiendo una línea
marxista radical, apoyó a los coreanos del Norte, mientras que Merleau-Ponty, que
antes había defendido el comunismo de la Rusia Soviética en su obra Humanismo
y terror, se mostró ahora crítico con los comunistas, aunque sin renunciar por completo a sus
convicciones marxistas.

Sus obras más importantes son La estructura del comportamiento (1942) y Fenomenología de la
percepción (1945), en las que expone su concepción de la filosofía como fenomenología existencial. Esta
concepción se vio matizada y completada más tarde en Sentido y sinsentido (1948) y en la obra póstuma
Lo visible y lo invisible (1964).
Otras obras destacables son Signos (1960) y La prosa del mundo (1971), en las que trata de las relaciones
entre filosofía y lenguaje; Humanismo y lenguaje (1947) y Las aventuras de la dialéctica (1955), que
reflejan sus ideas políticas y su compromiso con la realidad histórica de su tiempo.
El texto propuesto para lectura y comentario en el programa de la Historia de la Filosofía de Madrid es el
prólogo a la obra central de Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, en la que trata de
responder a la pregunta “¿qué  es la fenomenología?” En este prólogo, el autor justifica primero la
necesidad de preguntarse por el concepto de fenomenología y de relacionar ésta con el mundo de la vida.
Tras establecer la distinción que, según él, existe entre la descripción fenomenológica y el análisis
cartesiano-kantiano, Merleau-Ponty explica el sentido de la reducción fenomenológica, en qué consiste la
reducción eidética y qué se entiende por “intencionalidad”. El prólogo finaliza defendiendo el carácter
abierto de la fenomenología como revelación de los elementos racionales del mundo.

TEMA 8.- LA FENOMENOLOGÍA EXISTENCIAL. MERLEAU-PONTY.


1.- Características generales de la fenomenología.
2.- Maurice Merleau-Ponty. Resumen de su pensamiento.
2.1.-Noción de comportamiento.
2.2.-La subjetividad.
2.3.-El mundo.
3.- Conclusión.

1.- CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA FENOMENOLOGÍA.

En sentido general y etimológico, fenomenología significa la descripción de lo que aparece a la


conciencia, el fenómeno. El uso filosófico del término lo inicia J.H. Lambert (Nuevo Organon, 1764),
como "doctrina de la apariencia", o del verdadero conocimiento sensible, en oposición a "la doctrina de la
verdad". Hegel ahonda el sentido del término y lo aplica al camino vivencial que recorre la conciencia
hasta llegar al saber absoluto o ciencia; lo describe como el "devenir de la ciencia en general o del saber".
Pero, en sentido propio se entiende por fenomenología la teoría filosófica de Edmund Husserl, tal como la
presenta sobre todo en "Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica"
(1913), y de sus continuadores.  Sus teorías se difunden por Francia y otros países, adhiriendose a la
fenomenología Sartre, M. Merleau-Ponty, entre otros. En su orientación clásica, tal como la entiende
Husserl, que la llama fenomenología trascendental, es el método que permite describir el sentido de las
cosas viviéndolas como fenómenos de conciencia. Lo concibe como una tarea de clarificación para poder
llegar "a las cosas mismas" partiendo de la propia subjetividad, en cuanto las cosas se experimentan
primariamente como hechos de conciencia, cuya característica fundamental es la intencionalidad. No se
trata de una descripción empírica o meramente psicológica, sino trascendental, esto es, constitutiva del
conocimiento, con sentido, de lo experimentado. El método fenomenológico se lleva a cabo según una
sucesión de pasos; los más importantes son los siguientes:

1.- Reducción fenomenológica: consiste en "poner entre paréntesis", a modo de una suspensión de juicio
(epokhé), lo que Husserl denomina la "actitud natural": creencia en la realidad del mundo,
cuestionamiento de si lo percibido es real, supuestos teóricos que lo justifican, afirmaciones de las
ciencias de la naturaleza, etc. El resultado de esta reducción es que no queda sino el "residuo
fenomenológico", a saber, las vivencias o fenómenos de la conciencia, cuya estructura intencional
presenta dos aspectos fundamentales: el contenido de conciencia, nóema, y el acto con que se expresa este
contenido, nóesis.
2.- Reducción eidética: la realidad fenoménica, por una libre consideración de todas las posibilidades
que la razón descubre en ella, pierde las características individuales y revela una esencia constante e
invariable. La razón pone entre paréntesis todo lo que no es fenómeno y, del fenómeno, todo lo que no
constituye su esencia y su sentido, su forma o su idea (eidos): intuición o reducción eidética. La ciencia
de estas esencias, y su descripción, es la tarea fundamental de la fenomenología.
3.- Reducción trascendental: resultado de la reducción fenomenológica no es sólo la aparición de "lo
que se da a conocer a la conciencia" (nóemas), sino también el que todo "es conciencia" (nóesis); esta
unidad de nóema y nóesis configura la unidad de conciencia, la subjetividad o el sujeto trascendental. De
esta conciencia trascendental, surge el mundo conocido.
4.- Mundo e intersubjetividad: en la misma conciencia está ya presente el mundo, porque de la misma
manera que no hay conciencia sin sujeto tampoco la hay sin mundo. La fenomenología lleva
metódicamente al descubrimiento y análisis de los objetos del mundo y  de los demás. Los otros,
inicialmente también puestos entre paréntesis, como sujetos conscientes, son con los que construimos el
sentido del mundo para todos nosotros.

La fenomenología no es simplemente un método para abandonar la actitud natural; Husserl la considera la


"ciencia de las esencias", identificada con un idealismo trascendental. El logro de la filosofía como
"ciencia estricta" Por ello es, como sucede con la filosofía trascendental de Kant, no sólo una crítica del
conocimiento, sino también una fundamentación del saber. Esta ciencia a priori de todos los conceptos
fundamentales puede considerarse, en opinión de Husserl, el fundamento de las demás ciencias y la
ciencia universal que buscaba Descartes. 

2.- MAURICE MERLEAU-PONTY. RESUMEN DE SU PENSAMIENTO.

Este filósofo francés se encuentra incluido en la corriente fenomenológica y existencialista, con


dedicación al análisis de la percepción. Pero más allá de las usuales interpretaciones psicológicas
considera que el análisis fenomenológico revela que la percepción es una síntesis, más práctica que
intelectual (lo que le acerca a Bergson y a los pragmatistas), razón por la cual ninguna verdad es absoluta
ni intemporal. La percepción es la relación entre la conciencia y el mundo y, por tanto, mediatizada por
esta relación. La percepción es percepción de objetos, y en ella está involucrada la estructura entera del
organismo: los sentidos son las diversas formas de estructuración de que dispone un organismo. Además,
en cuanto que el cuerpo es el que constituye la inserción de la conciencia en el mundo, y el lenguaje es su
instrumento, estas nociones de cuerpo y lenguaje, entendidas desde la fenomenología de la percepción,
pasan a ser los conceptos centrales de su investigación.

En el año 1945 es nombrado maestro de conferencias en la Universidad de Lyon, y ya había recibido


muchas influencias marxistas. Esta conjunción entre marxismo y existencialismo le acercó a Sartre, con el
que fundó, junto con Simone de Beauvoir, la revista Les Temps Modernes (1945), y le encaminó hacia el
partido comunista. Se enfrentó a las corrientes cientifistas e idealistas, y sostuvo que, de la misma manera
que el mundo nos determina, solamente hay mundo por nosotros. Por esta época  se centra en el análisis
de la noción de alienación, pero también del que sería su enfoque de las relaciones entre alma y cuerpo.
Con el acceso a la cátedra del Collège de France, la misma que había ocupado Bergson, coincide el
abandono de su militancia política en el partido comunista, tras el conocimiento de las atrocidades del
estalinismo y a la ausencia de crítica por parte de los órganos de dirección del partido comunista francés,
que seguía la disciplina marcada por los soviéticos. Siguió considerando que el marxismo, más allá de las
falsas y dogmáticas interpretaciones que de él hacían los partidos comunistas, seguía siendo una
importante teoría para la acción política.

En 1955, debido a esta toma de posición crítica con el marxismo, rompe con Sartre y abandona la revista
que habían fundado, defendiendo la tesis según la cual, aunque el filósofo debe estar comprometido con
su tiempo y con los problemas sociales, no puede encasillarse en ningún partido o Iglesia que defienda la
posesión de la verdad, y reivindica el papel crítico de la filosofía. No obstante, las diferencias entre ambos
autores no eran solamente de índole política, sino que arrancaban de una distinta interpretación de la
ontología. En esta discrepancia se muestra uno de los temas centrales del pensamiento de Merleau-Ponty:
la relación entre el hombre y el mundo, entendidos como relación entre conciencia y naturaleza.
Radicalmente opuesto a todo dualismo, rechaza no sólo el dualismo psico-físico, sino también el
dualismo sartriano entre lo en-sí y el para-sí, a la que calificaba de nueva forma de dualismo cartesiano
entre res extensa y res cogitans.

Merleau-Ponty defendía, que el lugar de la existencia es la experiencia de la percepción, donde sujeto y


objeto forman una relación dialéctica de coimplicación que va más allá del materialismo y del idealismo,
es decir, de las clásicas soluciones al dualismo psico-físico. Rechazó tanto la concepción de la conciencia
como interioridad, como la del cuerpo como cosa. Mente y cuerpo forman una unión que se expresa en
distintos niveles de comportamiento: el hombre es conciencia y cuerpo. Y esta relación entre conciencia y
cuerpo, entre hombre y mundo, no es la relación de un sujeto con un objeto. Para él, el "yo pienso" se
funda en un primer "yo percibo". Con ello, Merleau-Ponty rechaza la noción clásica del sujeto.

Por otra parte, tampoco concibe el cuerpo como un mero objeto, sino que es mi punto de vista sobre el
mundo, y la condición de posibilidad de la espacialidad, la primera condición de toda percepción. El
sujeto que percibe no es propiamente un ser material o espiritual, es más bien un modo de ser que es
fundador de todo ser. El sujeto queda concebido como principio de constitución que, mediante la
percepción, puede superar lo meramente dado y trascenderlo. 

2.1.- Noción de comportamiento.

La definición de hombre como ser en el mundo puede ser explicada, desde el idealismo o desde el
positivismo, en sentido general. Desde el idealismo el yo configura la realidad, acomodándola al
pensamiento. Desde el positivismo la relación se invierte, la realidad configura al yo, influido y
condicionando por su modo de percibir, situación económica, social, política, etc. Para Merleau-Ponty
ninguna de las dos soluciones explica la complejidad del sujeto humano, y, recurriendo a la noción de
comportamiento, considera lo humano como una relación biunívoca entre el yo y el mundo. No hay
preponderancia ni de uno ni de otro en el concepto de hombre.

El comportamiento humano es la construcción significativa de su mundo, a partir del mundo en que vive.
En oposición a los animales, cerrados en los instintos, el hombre está abierto al mundo, es libre. Desde
este planteamiento, surge la cuestión: ¿dónde y cómo se expresa el comportamiento humano?, ¿a través
del alma o del cuerpo?

2.2.- La subjetividad.

El cuerpo es la expresión del comportamiento, pero no entendido como una parte de la dualidad clásica
alma-cuerpo, sino, desde el punto de vista fenomenológico, expresión de la subjetividad.

Esta conclusión es el resultado de:

1.- una reducción fenomenológica o suspensión del juicio que proporciona sobre el cuerpo la tradición
platónica-cartesiana, puro añadido al pretendido verdadero ser del hombre, el espíritu; y, 2.- otra
reducción o suspensión del juicio que concibe el cuerpo como una suma de partes, descritas por la
anatomía, la fisiología, o la propia percepción psico-física que tenemos de él.

Así resulta una descrpción del cuerpo como realidad significante, que otorga sentido. La percepción
proporciona una experiencia integral de los movimientos corporales, un esquema corporal, mucho más
allá de la simple suma de partes.

En el mismo sentido distinguimos entre ocupar una posición, como ocupan posición los cuadros en una
pared, y el auténtico estar situado; el cuerpo se situa en el mundo, constituye su punto de referencia
intencional (se dirige hacia él). Por esta naturaleza del cuerpo que describimos, los gestos, las palabras,
los silencios, los actos, abren un campo inagotable de intencionalidades.

2.3.- El mundo.

El mundo no es, de este modo, el receptáculo de las cosas, sino el ámbito en el que vivimos. No es la
representación de un conciencia, sino aquello que percibo y vivo, entrando en relación con los otros a
través de la corporalidad.

Así se configura una nueva subjetividad, que ni es simple conciencia, sino conciencia corporeizada, que
se caracteriza en la acción en el mundo con y por los otros. El mundo no es un conjunto de partes
yuxtapuestas, es el lugar donde se desarrollan comportamientos. Existe ahí para mí, sin poder agotar su
comprensión, porque el sujeto que percibe, sujeto situado, no puede desligarse y objetivar el mundo. El
mundo es el lugar de la verdad. La máxima fenomenológica, "volver a las cosas mismas", se resuelve en
volver al mundo como fuente de verdad. El origen de la verdad se contesta en la pregunta sobre el sentido
del mundo.

3.- CONCLUSIÓN.
Toda la obra de Merleu-Ponty es un intento humanista por recuperar una visión humana del mundo,
alejada de la objetividad que proporciona la visión cientifista, que reduce todo a procesos físico-químicos.
Hay, entonces, una recuperación de la metafísica como quehacer. Emparentada con otros quehaceres
humanos (literatura, pintura, etc.),  que nos acercan a una visión del mundo.

La filosofía como constante búsqueda de la verdad, consiste en aprender a ver el mundo. Descubrir su
sendido, lo que puede darse tanto en un cuento infantil, un mito clásico, o un enorme tratado filosófico.
La filosofía no es el discurso sobre una verdad previa, o meramente objetiva, sino como en el arte, la
búsqueda, la permanente realización de la verdad. 

 http://www.terra.es/personal/ofernandezg/8b.htm

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