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Durante todo el tiempo que he venido trabajando en las habilidades blandas, tanto como
estudiante y cómo Coach experta en el desarrollo de las mismas, han sido pocas las
ocasiones en las que he visto que el tema de la autoestima se toque cómo un punto
sumamente relevante con relación al desarrollo del liderazgo y a las características
importantes de un profesional exitoso; es más, en ninguno de mis estudios de post grado
se tocó jamás el tema al nivel que necesita ser desarrollado para procurar en un profesional
un buen desempeño y un consiguiente crecimiento laboral; creo que el tema por lo general
se alinea más al trabajo de autoconocimiento, pero este solo es parte de uno de los
componentes de la autoestima.
Pero bueno, no pretendo en esta ocasión desarrollar una exposición teórica sobre el tema
de la autoestima, sino que puedan ver lo realmente relevante que resulta el desarrollo de la
misma para el logro del éxito profesional. Para esto comenzaré señalando las conclusiones
a las que se arribaron en un taller de autoestima que dicté recientemente, cuando se tocó
el punto del impacto que tenía una baja autoestima en el ámbito profesional. Luego de un
debate y análisis, las participantes señalaron como las principales consecuencias de no
desarrollar la autoestima: dificultad para el desarrollo del liderazgo, falta de confianza y
seguridad que te llevan a no sentirte capaz, baja productividad o rendimiento, malas
relaciones laborales, falta de compromiso y sentido al trabajo, dificultad para la toma de
decisiones, falta de equilibrio vida trabajo, conformismo y poca proactividad.
Para llegar a esas conclusiones se partió del concepto de autoestima planteado por Stanley
Coopersmith: “Autoestima es el juicio personal de valía, expresado en las actitudes que
el individuo toma hacia sí mismo. Es una experiencia subjetiva que se transmite por reportes
verbales o conducta manifiesta”. Desglosemos el concepto.
El juicio se refiere a la capacidad de juzgar, es decir de emitir una opinión, decir lo que se
CREE, que en este caso es lo que se cree de uno mismo. Pongo en mayúscula la palabra
“cree” porque esta se refiere a una creencia, que no es más que el sentimiento de certeza
sobre el significado de algo, una afirmación personal que se considera verdadera, y aquí
justamente viene el gran problema, porque cuando yo creo que algo es verdadero, como
que el sol sale de día y que si tocas el agua te mojas, condiciono todo mi accionar a lo que
esa creencia me lleva a pensar.
Ahora, como el concepto lo señala, el juicio es sobre la valía personal, siendo que valía
(según lo señalado por la RAE) es “Valor, aprecio de algo”, por lo que la autoestima es el
juicio que cada persona tiene sobre cuánto vale, y conforme a lo que considere que vale se
sentirá capaz o merecedor; y aquí justamente empalma la siguiente parte del concepto que
señala que el juicio se expresa en las actitudes que el individuo toma hacia sí mismo, en lo
que se dice, lo que hace o lo que no se permite hacer, siendo que todo esto determina los
resultados de su vida.
Así pues, si una persona no tiene desarrollada su autoestima albergará muchas creencias
que la lleven a sentir que no es lo suficientemente valiosa, digna, capaz y merecedora, por
lo que no tendrá seguridad personal, no sentirá libertad para expresarse, no podrá
mostrarse tal cual es, no sabrá decir que no y establecer prioridades, no confiará en su
capacidad, sentirá vergüenza de ser cómo es, vivirá con miedo a ser juzgada, será dura
consigo, autoexigente y no tolerará el error ni el fracaso, no manejará el apego y actuará
siempre con miedo o prepotencia; entre muchas cosas más que se verán reflejadas en su
imposibilidad para desarrollar un liderazgo efectivo, y en un bajo desempeño profesional,
sin mencionar el impacto que esto tiene en la vida amorosa, las relaciones interpersonales,
o en los proyectos personales y en cada área de la vida.
Y es que crecer a nivel profesional implica desarrollar el liderazgo, y un líder debe estar en
capacidad de plantear una visión y hacerla realidad, de expresarse con seguridad y libertad,
de confiar en su capacidad, de interrelacionarse con facilidad, de sentirse bien con quién
es, de plantear soluciones, de ver el fracaso como aprendizaje, de ser ejemplo, de afrontar
los cambios, de tomar decisiones, de establecer metas y prioridades, de inspirar confianza,
de adaptarse al cambio, de hacer frente a los miedos, de ser resiliente, de no tomarse las
cosas como personales, de gestionar sus emociones, entre otras cualidades que
definitivamente no tiene desarrolladas una persona que no desarrolla su autoestima.
Entonces, si en este momento planteara la pregunta ¿Qué tiene que ver la autoestima con
el éxito profesional? Creo que la respuesta sería tiene que ver todo, porque el éxito personal
y profesional son reflejo de tu valía personal, de la seguridad que reflejas a partir de ahí, de
la belleza de tu autenticidad, de la pasión con que guías tu visión, y del amor que te tienes
y que irradias hacia los demás; lo que te hace atractivo como una marca personal.
Así que como siempre es un buen momento para empezar, te invito a desarrollar tu
autoestima y llevarla a su máxima expresión que es el amor propio incondicional, y así
volverte magnéticamente atractivo tanto en lo personal como en lo profesional, porque si
realmente te amas serás un reflejo de amor, bienestar y poder, que se irradiará a todos los
que te rodean, incluyendo a tu empresa.