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Índice

1.1. Concepto de derecho mercantil


Actos de comercio
1.2. Títulos de crédito
Concepto y características
1.3. Clasificación
Emisión y circulación
Transmisión, entrega, endoso, cesión de derechos
Acciones cambiarias

1.4. Letra de cambio


Concepto, requisitos y elementos
Aceptación y efectos
Aval y protesto
Cheque y formas especiales
Comerciante individual y colectivo

1.5. La empresa comercial y sus elementos


Titulares
Auxiliares del comercio y del comerciante
Función del contador público

1.6. Derechos de la propiedad industrial


Concepto de invenciones, marcas y modelos industriales
Nombre comercial, patentes, registros, publicaciones, solicitudes,
reivindicaciones, renovación caducidad.
Franquicias
Concepto de derecho mercantil

Existen diversas definiciones de derecho mercantil, tal vez tantas como autores
de la materia, por ello, es conveniente emitir un concepto con absoluto apego al
contenido de nuestra legislación mercantil.
En forma general, puede afirmarse que nuestro Código de Comercio delimita la
materia mercantil en función de los actos de comercio. El derecho mercantil ya
no es como lo fue en su origen, un derecho de los comerciantes y para los
comerciantes en el ejercicio de su profesión. El derecho mercantil mexicano
vigente es un derecho de los actos de comercio, de los que lo son
intrínsecamente, aunque en muchos casos el sujeto que los realiza no tenga la
calidad de comerciante.
Pero, además de regular los actos de comercio, el Código de Comercio
contiene numerosas normas sobre el comerciante y la actividad que este
desarrolla en su desempeño de su “profesión”. Por eso, el derecho mercantil
puede definirse como el conjunto de normas jurídicas que se aplican a los
actos de comercio legalmente calificados como tales y a los comerciantes
en el ejercicio de su profesión.

Clasificación de los actos de comercio


Clasificación de los actos de comercio en razón del sujeto que lo realiza:
Las personas, en sus cualidades de comerciantes o empresarios, determinan
esta clasificación:
XIV. Las operaciones de bancos (cuando se trate de personas civiles)
XVII. Los depósitos por causa de comercio
XXI. Las obligaciones entre comerciantes y banqueros, si no son de naturaleza
esencialmente civil.
Clasificación de los actos de comercio en razón del objeto sobre el que
recae:
De las fracciones del artículo 75 del Código de Comercio las siguientes son las
que se refieren a los actos comerciales en razón del objeto en el que recae:
III. Las compras y ventas de porciones, acciones y obligaciones de las
sociedades mercantiles.
IV. Los contratos relativos a obligaciones del Estado y otros títulos de crédito
corrientes en el comercio.
XV. Todos los contratos relativos al comercio marítimo y a la navegación
interior y exterior.
XVIII. Los depósitos en los almacenes generales y todas las operaciones
hechas sobre los certificados de depósito y bonos de prenda librados por los
mismos.
Clasificación de los actos de comercio en razón de la finalidad que
persiguen con su realización:
Para Barrera Graf esta es la categoría más amplia y se divide en:
1. Los relacionados con el tráfico y la intermediación especulativa comercial:
V. Las empresas de abastecimientos y suministros.
VI. Las empresas de construcciones y trabajos públicos y privados.
2. Los relativos a la industria, o sea, actos de empresa.
V. Las empresas de abastecimientos y suministros.
VI. Las empresas de construcciones y trabajos públicos y privados.
VII. Las empresas de fábricas y manufacturas.
VIII. Las empresas de transporte de personas o cosas, por tierra o por agua, y
las empresas de turismo.
IX. Las librerías y las empresas editoriales y tipográficas.
X. Las empresas de comisiones, de agencias, de oficinas de negocios
comerciales y establecimientos de ventas en pública almoneda.
XI. Las empresas de espectáculos públicos.

Títulos de crédito
Concepto:
Conforme a lo dispuesto en el artículo 50. De la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito (LGTOC), los títulos de crédito son los documentos
necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna.
Resulta importante señalar que la denominación “títulos de crédito”, ha sido
criticada por autores como Felipe de J. Tena, Mantilla Molina, Joaquín
Rodríguez y Rodríguez y Joaquín Garrigues, por considerarla inexacta en
cuanto a la expresión del contenido o naturaleza de tales documentos, por lo
que han propuesto que dicha denominación sea sustituida por la de “títulos
valores”, sin embargo, Rafael de Pina Vara señala que dicha connotación
también resulta inexacta, por lo que recomienda seguir utilizando el término
“títulos de crédito” en atención a nuestra tradición jurídica y a lo dispuesto por
la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Características
Las características inherentes a los títulos de crédito son literalidad,
incorporación, autonomía y legitimación.
La incorporación significa que el derecho está incorporado al título de crédito,
en virtud de lo cual, para poder ejercitar dicho derecho, resulta indispensable
exhibir el documento en el cual se encuentra consignado.
La legitimación otorga al tenedor del título de crédito la facultad para exigir las
prestaciones que en él se consignan, es decir, la posesión y la presentación del
título de crédito legitiman a su tenedor para ejercitar el derecho
correspondiente.
La legitimación activa es la propiedad del título de crédito, mediante la cual se
otorga a su tenedor la facultad para exigir al obligado el cumplimiento de la
prestación. 

La legitimación pasiva significa que el deudor obligado en el documento


cumple su obligación y, por consecuencia, se libera de ella al pagar al que
aparezca como titular del documento. 

La literalidad consiste en que el monto de la obligación incorporada en el


documento será determinado por lo que en él aparece escrito, según lo
establecido en el artículo 50. De la LGTOC que hace referencia a un “derecho
literal”. 

La autonomía se refiere a que al ser transmitido un título de crédito se atribuye


a su nuevo tenedor un derecho propio e independiente, debido a lo cual el
deudor no podrá oponer las excepciones personales que podría haber utilizado
contra el tenedor anterior. Por ejemplo, el caso en el cual el suscriptor de un
pagaré era incapaz al momento de obligarse, sin embargo, cuando dicho
documento es transmitido a otra persona, dicha transmisión origina una
obligación diferente a la que tenía el anterior tenedor. 
 
La abstracción implica que el título de crédito es válido independientemente de
la causa que lo originó. 

Clasificación de los títulos de crédito


Al existir muy diversas clasificaciones sobre los títulos de crédito, aborda remos
en este punto sólo las que consideramos de mayor importancia, por lo que los
títulos de crédito pueden ser: 

1. Públicos y privados. Son títulos de crédito públicos los emitidos por el


Estado o instituciones que dependen del mismo. Por ejemplo, los
certificados de la tesorería (CETES). 

Son títulos privados los emitidos por los particulares. 


2. Nominados e innominados. Son nominados aquellos que se
encuentran reglamentados en la ley. Por ejemplo, la letra de cambio, el
pagaré y el cheque. 

Son innominados los que no tienen una reglamentación legal expresa,


sin embargo, son reconocidos por los usos mercantiles. 

3. Personales o corporativos, obligacionales y reales o de tradición.


Son personales o corporativos aquellos en los cuales el objeto principal
no es un derecho de crédito, sino la facultad de dar a su tenedor la
calidad personal de miembro de alguna corporación. Son obligacionales
los que cuyo objeto principal es un derecho de crédito, ocasionándose
que el titular de la acción pueda exigir el pago de la obligación al
suscriptor.  

Son reales o de tradición aquella que tienen como objeto principal un


derecho real sobre la mercancía amparada por el título. Por ejemplo, el
certificado de depósito que expiden los almacenes generales de
depósito. 

4. Individuales o seriales. Son individuales los que se emiten en cada


caso, en relación a una cierta operación que tiene lugar frente a una
persona concreta o determinada. Por ejemplo, la letra de cambio o el
cheque. 

Son seriales aquellos creados como parte de un conjunto o serie. Por


ejemplo, las acciones y obligaciones de las sociedades mercantiles.  

5. Principales o accesorios. Son principales los títulos que no se


encuentran en relación de dependencia con ningún otro. Por ejemplo,
las acciones de las sociedades mercantiles. Son accesorios, los que
derivan de un título principal. Por ejemplo, los cupones adheridos a las
acciones. 

6. Completos o incompletos. Son completos los títulos en los cuales el


derecho aparece consignado íntegramente en el documento; en virtud
de lo cual, no es necesario acudir a otro documento o a otro acto para
ejercitar la acción que en ellos se establece. Son incompletos cuando
hay que recurrir a otro documento para conocer todo el contenido del
derecho. Por ejemplo, las acciones. 

7. Causales y abstractos. Son causales los que se emiten por una razón
fundamental, es decir, se encuentran vinculados a su causa. Por
ejemplo, las acciones de la sociedad anónima. Son abstractos aquellos
que valen independientemente de la causa que los origino. Por ejemplo,
el pagaré. 

8. De especulación y de inversión. Son títulos de especulación aquellos


cuyo producto o rendimiento no es seguro, estable, ni permanente,
debido a que puede cambiar. Por ejemplo, las acciones en la sociedad
anónima. 

Son títulos de inversión aquellos en los que el producto o rendimiento


está asegurado y cuenta con su respectiva garantía. Por ejemplo, los
bonos. 

9. Nominativos, a la orden y al portador. Conforme a lo dispuesto en el


artículo 21 de la LGTOC, los títulos de crédito, según la forma de su
circulación, podrán ser nominativos o al portador, sin embargo, y no
obstante dicha clasificación, la doctrina ha señalado que los títulos se
dividen en títulos nominativos, títulos a la orden y títulos al portador. 

Son títulos nominativos, los expedidos a favor de una persona


determinada cuyo nombre se consigna en el texto mismo del documento
y cuya transmisión no es perfecta sino hasta quedar registrada en los
libros del deudor. Por ejemplo, las acciones nominativas de una
sociedad anónima, toda vez, que la sociedad sólo considerara como
dueño de dichas acciones a quien aparezca inscrito como tal en el
registro correspondiente. Así, se puede concluir que para transmitir
dichos títulos se requiere el endoso del titular y la cooperación del
obligado en el título, quien debe llevar un registro de los títulos emitidos,
reconociendo sólo a la persona que aparezca como tal, en el título
mismo y en el registro que se lleve. 

Los títulos de crédito a la orden son aquellos que, habiéndose expedido


a favor de una determinada persona, se transmiten por medio del
endoso y de la entrega del documento, sin requerir su inscripción en
ningún registro. 

Los títulos de crédito al portador son aquellos que no están expedidos a


favor de persona determinada, contengan o no la cláusula al portador
(artículo 69 de la LGTOC), es decir, no se identifica al beneficiario o
titular del mismo, no están expedidos a favor de persona determinada y
se transmite por la simple entrega. 

Endoso

Los títulos de crédito nominativos, a la orden y al portador circulan a través del


endoso y la entrega material del documento. 

Se puede señalar que el endoso surgió en el siglo XVII como una cláusula


accesoria de la letra de cambio, pero es hasta el siglo XVIII cuando alcanza su
mayor desarrollo. 

Joaquín Garrigues define al endoso como "una cláusula accesoria e


inseparable del título en virtud de la cual el acreedor cambiario pone a otro en
su lugar, transfiriéndolo con efectos limitados o ilimitados". 
La palabra endoso, proviene del latín in dorsum, que significa espalda o dorso.
Por costumbre, el endoso se hace constar en el reverso del documento y, al
respecto, el artículo 29 de la LGTOC establece que el endoso debe constar en
el título o en una hoja adherida al mismo. 

Cesión de derechos

El endoso 

Debe constar en el título. 

No es un contrato, toda vez que re presenta un acto unilateral. 

Es total. 

Debe ser puro y simple, sin condición alguna. 

La cesión de derechos 
 
Puede constar en otro documento por separado. 

Si es un contrato, toda vez que re quiere del acuerdo de voluntades entre el


cedente y el cesionario. 

Puede ser parcial. 

Puede ser sujeta a condición. 

Letra de cambio

La letra de cambio es un título de crédito que contiene la


orden incondicional que una persona, llamada girador, da a otra, llamada
girado, de pagar una suma de dinero a un tercero, llamado beneficiario, en
época y lugar determinados. 
 
Elementos personales 
 
En la letra de cambio participan tres sujetos: 
 
1. Girador. Quien crea el título y da la orden de pagar.  

2. Girado. A quien va dirigida la orden de pago. 


 
3. Beneficiario. Quien va a cobrar a favor de quien se da la orden de
pago. 
 
Requisitos legales de la letra de cambio 
 
Conforme a lo dispuesto en el artículo 76 de la LGTOC, la letra de cambio debe
reunir los siguientes requisitos: 
 
I. La mención de ser letra de cambio, inserta en el texto del
documento. 
 
II. La explicación del lugar y del día, mes y año, en que se suscribe. 

III. La orden incondicional al girado de pagar una suma determinada de


dinero. 

IV. El nombre del girado. 

V. El lugar y la época de pago. 

VI. El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago. 

VII. La firma del girador o de la persona que suscriba a su ruego o en su


nombre. 

Aceptación

La aceptación es el acto por el cual una persona, llamada girado, estampa su


firma en la letra y expresa por medio de la palabra “acepto” o cualquier otra
equivalente, el lugar y la fecha en que se obliga a efectuar el pago de la misma.
El requisito más importante en la aceptación es la firma, ya que con ella se
tendrá el documento como aceptado. 
La letra de cambio deberá ser presentada para su aceptación en el domicilio
establecido para tal efecto, en caso de no haber pactado lugar para ello, será
presentada en el domicilio del girado. Si existen varios domicilios señalados,
entonces el tenedor del documento podrá elegir el que más convenga. 
En el supuesto que el tenedor no presentara con oportunidad la letra para su
aceptación pierde todo derecho contra los signatarios del documento, que sólo
son obligados a cubrir el pago en caso de que el girador no acepte o no pague. 
De acuerdo al artículo 99, la aceptación debe ser incondicional, al Igual que la
orden de pago. 
Aceptada la letra, el aceptante se convierte en el principal obligado y, conforme
al artículo 100 de la LGTOC, se constituye en deudor cambiario a cualquier
persona que tenga la letra, incluso el girador. 

Aval

El artículo 109 de la LGTOC señala que “mediante el aval se garantiza en todo


o en parte el pago de la letra de cambio”. 
Los elementos personales en esta figura jurídica son el avalista, que es la
persona que presenta la garantía, y el avalado, que es la persona por quien se
presta la garantía. 
El aval se obliga mediante la cláusula “por aval”, “en garantía” o cualquier
equivalente. Conforme al artículo 111 de la LGTOC, la firma que aparezca en la
letra de cambio a la que no se le pueda atribuir otra calidad, se le tendrá por
aval. 
El avalista deberá señalar en forma expresa por quien presta la garantía y se
obliga con todos los acreedores del avalado, por lo que se hace acreedor
cambiario del propio avalado y de todos los que por la letra de cambio sean sus
deudores. 

Protesto

En caso de que una letra de cambio no sea aceptada por el girado, o que una
vez aceptada no sea pagada, se debe levantar un protesto para poder proceder
a su cobro judicial. El protesto es un acto de naturaleza formal que sirve para
demostrar de manera auténtica que la letra de cambio fue presentada con
oportunidad para su aceptación o pago. Debe llevarse a cabo ante un notario
público o corredor público, y en los lugares donde no existan estos funcionarios
se hará ante la primera autoridad política del lugar. 
Deberá practicarse en el lugar de presentación la letra para su aceptación o
para su pago y en caso de no encontrarse la persona se podría realizar con sus
dependientes, criados o algún vecino. 
En cuanto a la época del protesto, cuando sea por falta de aceptación. deberá
efectuarse dentro de los días hábiles siguientes a la presentación de la letra,
siempre que se haga antes de su vencimiento o si la letra es a la vista dentro
de los dos días hábiles siguientes; y si se está en presencia de una letra
aceptada, dentro de los dos días siguientes al vencimiento. 
El girador puede eximir al tenedor de la letra, de la obligación de protestar la
misma, incluyendo en su texto la leyenda "sin gastos", "sin protesto" u otra
similar. La falta de protesto se sanciona con la pérdida de las acciones
cambiarias de regreso. 

EL CHEQUE

Concepto
 
Para Rafael de Pina Vara el cheque “es un título de crédito, nominativo o al
portador, que contiene la orden incondicional de pagar a la vista una suma
determinada de dinero, expedido a cargo de una institución de crédito, por
quien tiene en ella fondos de los que puede disponer en esa forma”. 

El cheque sólo puede ser expedido a cargo de una institución de crédito. El


documento que en forma de cheque se libre a cargo de otras personas no
producirá efectos de título de crédito. Asimismo, el cheque sólo habrá de ser
expedido por quien, teniendo fondos disponibles en una institución de crédito,
sea autorizado por ésta para librar cheques a su cargo. La autorización se
entenderá concedida por el hecho de que la institución de crédito proporcione
al librador esqueletos especiales para la expedición de cheques, o acredite la
suma disponible en cuenta de depósito a la vista. 

Elementos personales 

Son elementos personales del cheque: el librador (quien da la orden


incondicional de pago a favor del beneficiario), el librado (que es la institución
crediticia) y el beneficiario. 
Requisitos legales 
Conforme a lo dispuesto en el artículo 177 de la LGTOC, el cheque debe reunir
los siguientes requisitos: 
 
I. La mención de ser cheque, inserta en el texto del documento; 
 
II. El lugar y la fecha en que se expide; La orden incondicional de pagar
una suma determinada de dinero;
III. La orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero;
IV. El nombre del librado;
V. El lugar de pago; y
VI. La firma del librador

Concepto y Clases de Comerciantes.

Concepto.

Los sujetos del Derecho Mercantil, son los comerciantes individuales o físicos y
los colectivos, como las sociedades nacionales y las extranjeras.

Individual y colectivo

El artículo 3° del Código de Comercio dice: Se reputan en derecho


comerciantes: Las personas que teniendo capacidad legal para ejercer el
comercio, hacen de él su ocupación ordinaria. Las sociedades constituidas con
arreglo a las leyes mercantiles; Las sociedades extranjeras o las agencias y
sucursales de éstas, que dentro del territorio nacional ejerzan actos de
comercio.

Por lo tanto el comerciante es la persona física o individual con capacidad


legal, para ejercer el comercio, hace de él su ocupación ordinaria o profesional
permanentemente. Normalmente es mayor de edad y en plenas facultades
mentales, sin impedimentos o prohibiciones para ejercer el comercio lícito. Las
sociedades o comerciantes colectivos o también llamados sociales, por
autoridad de la ley ejercen el comercio lícito. Estas sociedades pueden ser
nacionales y extranjeras. Los comerciantes como sujetos del Derecho Mercantil
tienen por objeto comerciar con bienes mercantiles, realizando un acto de
comercio previsto por el artículo 75 del Código de Comercio vigente.

1.7. La empresa comercial y sus elementos

CONCEPTO 

Para iniciar el estudio de la empresa resulta importante precisar que en nuestra


legislación civil y mercantil también es denominada como estable cimiento
mercantil o negociación mercantil. 

Asimismo, debe establecerse que la empresa puede ser analizada desde un


punto de vista sociológico, económico y jurídico, siendo este último el que se
abordará en la presente obra. 

Al no existir propiamente un derecho de la empresa, se recurrirá tanto a las


leyes mercantiles como a las laborales para una adecuada comprensión del
tema. La palabra empresa proviene del latín inprehensa que significa cogida o
tomada, acción que se comienza. 

Conforme al Diccionario de la lengua española, el término empresa deriva de la


palabra impresa, que en italiano indica: 

Acción ardua y dificultosa que valerosamente se comienza; intento o designio


de hacer alguna cosa; casa o sociedad mercantil o industrial fundada para
emprender o llevar a cabo construcciones, negocios o proyectos de
importancia. 

Obra o designio llevado a efecto en especial cuando en el inter vienen varias


personas; entidad integrada por el capital y el trabajo como factores de la
producción y dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación
de servicios, generalmente con fines lucrativos y con la consiguiente
responsabilidad. 
 
De la amplia producción doctrinal encontramos los siguientes conceptos:  

Barrera Graf señala que la empresa “es la organización de una actividad


económica que se dirige a la producción o al intercambio de bienes o servicios
para el mercado”.
 
Mientras que Joaquín Garrigues precisa que “toda empresa es un círculo de
actividades organizado por una persona que se llama empresario, el cual
ordena ciertos elementos hacia un fin lucrativo, empleando el trabajo propio y el
trabajo ajeno”.
 
Por otra parte, Roberto Mantilla Molina conceptualiza a la negociación mercantil
como “el conjunto de cosas y derechos combinados u ofrecer al público bienes
o servicios sistemáticamente y con propósito de lucro”.
 
Finalmente, Roberto Lozano indica que la empresa “es una unidad
socioeconómica que tiene como finalidad producir o distribuir bienes o servicios
con el objeto de colocarlos en un mercado para obtener un lucro”.

ELEMENTOS DE LA EMPRESA

 
Distintos autores de derecho mercantil dividen los elementos de la empresa en
muy diferente forma. Así, conforme a los criterios de Roberto Mantilla Molina,
Ignacio Carrillo Zalce y Francisco Ponce Gómez, la empresa siempre contará
con elementos corporales o tangibles, como son los locales, muebles, enseres,
mercancías y materias primas, e incorporales o intangibles, como el avío, el
derecho al arrendamiento y la propiedad intelectual. Mientras que autores como
Rafael de Pina Vara y David Hernández González indican que los elementos
de la empresa son el empresario (comerciante individual o social), la hacienda
y el trabajo. 
No obstante, podemos unificar los criterios y establecer que los elementos de la
empresa son objetivos, subjetivos y corporales. 
LOS AUXILIARES

El empresario, persona física o moral, requiere para el desarrollo de


su actividad empresarial del apoyo y colaboración de múltiples personas que lo
ayudarán de manera temporal o permanente. Los auxiliares del empresario,
toda vez que es un comerciante, se pueden clasificar en auxiliares del comercio
y auxiliares del comerciante. 
 
Los auxiliares del comercio son personas que mantienen una absoluta
independencia en su relación de trabajo con el comerciante, como son los
corredores públicos, los contadores, los licenciados en relaciones comerciales,
los auditores, los comisionistas, etcétera. 
 
Los auxiliares del comerciante tienen una relación dependiente del mismo,
todos los que se encuentren ligados por un vínculo laboral. Estos son los
llamados factores o administradores, los contadores internos y demás
empleados. 
Ejemplo:
Corredores públicos, agentes de comercio, comisionistas, agentes aduanales,
contadores públicos, etc.

FUNCIONES DEL CONTADOR PÚBLICO

El comerciante está obligado a llevar y mantener un sistema de contabilidad


adecuado. Este sistema podrá llevarse mediante. Los instrumentos, recursos y
sistemas de registro y procesamiento que mejor se acomoden a
las características particulares del negocio, pero en todo caso deberá satisfacer
los siguientes requisitos mínimos: 
 
A. Permitirá identificar las operaciones individuales y sus características,
así como conectar dichas operaciones individuales con los documentos
comprobatorios originales de las mismas. B. Permitirá seguir la huella desde
las operaciones individuales a las acumulaciones que den como resultado
las cifras finales de las cuentas y viceversa. 
 
B. Permitirá la preparación de los estados que se incluyan en la
información financiera del negocio. 
 
C. Permitirá conectar y seguir la huella entre las cifras de dichos estados,
las acumulaciones de las cuentas y las operaciones individuales. 
 
D. Incluirá los sistemas de control y verificación internos necesarios para
impedir la omisión del registro de operaciones, para asegurar la corrección
del registro contable y para asegurar la corrección de las cifras resultantes
(artículo 33 Código de Comercio). 

1.6 Derechos de la propiedad industrial

Es el derecho de la propiedad industrial el que ampara marcas, patentes,


nombres comerciales, avisos comerciales, modelos de utilidad, diseño
industrial, el secreto industrial y las denominaciones de origen.

El instrumento legal que protege la propiedad intelectual en el terreno de la


invención, es la Ley de la Propiedad Industrial, cuyo campo de acción se
haya en la industria y el comercio. La entidad que la regula es el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial, perteneciente a la Secretaría de
Economía.

Para la Ley de la Propiedad Industrial una invención es:

Toda creación humana que permita transformar la materia o la energía que


existe en la naturaleza, para su aprovechamiento por el hombre y satisfacer
sus necesidades concretas. Quedan comprendidas entre las invenciones,
los procesos o productos de aplicación industrial.

Y la función de la Ley es:

Proteger la propiedad industrial mediante la regulación y otorgamiento de


patentes de invención; registros de modelos de utilidad, diseños
industriales, marcas y avisos comerciales; publicación de nombres
comerciales; declaración de protección de denominaciones de origen, y
regulación de secretos industriales.

Entre las patentes de invención están incluidas las de importación, las


patentes de perfeccionamiento, y las patentes y certificados de adición,
entre otros. La propiedad industrial se aplica no sólo a la industria y el
comercio, sino también a la industria agrícola y la extractiva, y productos
naturales como “vinos, granos, tabaco, frutos, animales, minerales, aguas
minerales, cervezas, flores, harinas”.

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