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Seminario de la filosofía de la cultura.

Felipe Nule Rodriguez

Protocolo de la ponencia “Mas allá del principio del placer” – Parágrafos 4 al 6

El presente texto tiene como objetivo dar cuenta de los principales elementos discutidos,
expresados y comentados en la pasada sesión del seminario, que se llevó a cabo el día 13 de
Octubre. En esa sesión, se realizo la ponencia de Samuel Trujillo, referente a los parágrafos 4, 5 y
6 del texto de Sigmund Freud “Mas allá del principio del placer”.

En cuanto a la exposición, sus comentarios y correcciones cabria resaltar que el trabajo presentado
fue satisfactorio, ya que, el ponente al no tener acercamiento alguno al conocimiento psicoanalítico
demostró que fue capaz de explicar de manera coherente y ordenada algunos de los temas
planteados en el texto freudiano. Para los elementos de forma comentados después de la exposición
del texto, se reconoció la buena redacción con la que se construyó este y se afirmó que la relatoría
se presentó de manera completa y organizada, lo que da evidencia de una correcta apropiación del
texto y su contenido.

Sin embargo, en lo referente al contenido se llamó la atención frente a la ausencia por parte del
expositor por presentar la inclusión de Kant, de platón y de los experimentos biológicos, pues
Freud hace uso de estas referencias para apoyar, respaldar y continuar con su profundización sobre
los procesos anímicos, además, estos elementos, especialmente los relacionados con la filosofía
son claves para la discusión filosófica, no solo del psicoanálisis sino también de su relación con la
cultura y el quehacer filosófico. En este punto, se expusieron ciertas ideas sobre el por qué razón
podría Freud haber hecho uso de estas referencias en sus elucubraciones.

En cuanto a platón y su referencia al banquete y el mito del andrógino, se comentó que desde una
lectura psicoanalítica el amor presentado en el banquete no es más que el deseo puesto como
tensión, que se apoya principalmente en la falta, la búsqueda y el deseo del otro. Esto se expone
en el mito del andrógino como esos míticos individuos de cuatro extremidades y que poseían
ambos sexos (masculino y femenino) pero que son escindidos a la mitad por Zeus, quedando
destinados a buscar cada parte su complemento, evidenciando así el deseo como la posibilidad de
colmar la falta. Igualmente, se expresó que podría resultar interesante exponer la relación que
concibe Freud entre la fisiología de la dependencia anímica en algunas especies, como los
experimentos biológicos de los protozoos y su nexo con el andrógino del banquete, como una
motivación de rastrear una mitología de la carencia afectiva o de la búsqueda incesante del otro,
igual o distinto de uno mismo.

En cuanto a la referencia de Kant, Freud relaciona las condiciones de posibilidad del conocimiento,
que Kant había ubicado en el espacio y en el tiempo, como condiciones inherentes a la razón
humanas y por tanto a priori de la experiencia, no obstante, Freud no estaría muy de acuerdo en
considerar estas dos condiciones como connaturales a la mente humana, pues desde el
psicoanálisis, la mente tiene dos modos de funcionamiento, el funcionamiento de los procesos
primarios y de los procesos secundarios, en el primero es en donde descansan todos los procesos
inconscientes y por lo tanto es mas arcaico y primordial, mientras que, en los procesos secundarios
se encuentran todas las funciones relacionadas con la razón y la consciencia como la atención, la
memoria, el espacio y el tiempo con su continuidad.

La principal razón de criticar a Kant desde el psicoanálisis se debe a que en el inconsciente no hay
temporalidad ni espacialidad y existe ausencia de la contradicción, pues el funcionamiento de los
procesos primarios se caracteriza por ser atemporal y dinámico, por ejemplo, los sueños que son
construidos por procesos inconscientes y en donde muchas veces se hacen presentes eventos
pasados, sin linealidad y coherencia alguna. Es decir, las condiciones de posibilidad que planteo
Kant valen únicamente para procesos conscientes no para los inconscientes, pues su forma de
funcionar es muy distinta al de la razón y la consciencia.

También se corrigió el hecho de presentar las pulsiones Yoicas como las pulsiones de muerte o
agresivas, pues Freud es claro en el texto al presentar tanto las pulsiones sexuales como las Yoicas
dentro del terreno de las pulsiones eróticas, mientras que, las pulsiones de muerte se tendrían en
cuenta como otro grupo de pulsiones, de otra índole. Por otra parte, se expresó la confusión que
podría presentar el estudio de las pulsiones, para esto se recomiendan dos textos “Pulsiones y
destinos de pulsión” y la “Introducción al narcisismo”, en donde Freud va indagando como
aquellas pulsiones eróticas se desprenden de las pulsiones Yoicas, como sucede por ejemplo en el
chupeteo del bebe, en donde el infante repite la acción de chupar por el mero placer que sentía
cuando mamaba el pecho de su madre.
En lo referente a la discusión del texto y las ideas expresadas durante el seminario, se resaltó la
idea del soma y la recepción corporal de estímulos como lo plantea Freud en su texto, en este
sentido, uno de los participantes expreso su inquietud frente a la concepción de la cultura y la masa
como un cuerpo que se enferma, lo que posibilitaría discutir en qué sentido lo individual se
proyecta en lo grupal, es decir, como conciliar el malestar del individuo con el malestar colectivo,
cultural o de la masa.

Es necesario mencionar que la directora del seminario expreso su motivación a querer movilizar
la discusión hacia un trabajo filosófico en torno a la comprensión de la obra freudiana para el
análisis de la cultura. Primero se estableció la importancia de señalar cuales son las tareas que se
plantea Freud en los parágrafos 4 y 5, pues serán estas las que guiarán las reflexiones del autor a
indagar sobre aquello que podría considerarse más allá del principio del placer, como lo sería la
pulsión de muerte, es fundamental evidenciar la relación arqueológica entre la vida anímica del
niño y la vida anímica del adulto. Establecer que en la vida anímica se carga siempre con una
historia, es permitir interpretar la vida como si fuera una construcción sobre ruinas.

En este orden de ideas, se retomó el impacto que tendría la teoría estructural de la concepción
psicoanalítica, pues es justamente el Super-Yo el representante de todas estas figuras paternales,
entendidas como figuras de autoridad y superioridad moral, que estarán íntimamente ligadas con
el origen de las religiones y su interiorización. De igual manera, se rescató la idea de Charles
Brenner, de considerar los eventos cotidianos y neuróticos como una constante negociación o
transacción entre las diferentes estructuras psíquicas del Yo, el Ello y el Super-Yo. En cuanto al
texto “Pulsiones y destinos de pulsión” y “El malestar en la cultura” se rescataron las ideas
relacionadas con el sentimiento de culpa del ser humano, pues esta culpa se origina gracias a los
conflictos entre las pulsiones, los deseos y su realización, tarea que será delegada al Yo y su forma
de negociar con las otras estructuras.

En cuanto al destino de una pulsión de muerte, Freud plantea en sus textos que esta pulsión si no
es dirigida hacia el exterior termina volviéndose contra la persona propia, es decir, si la pulsión de
muerte no puede dirigirse hacia otros necesariamente se dirigirá hacia el sí mismo, pero es
justamente esto lo que permite la convivencia entre los seres humanos a coste de cierto malestar.
En este punto, se expresó la inquietud frente a la cultura relacionada con indagar aquellos
homólogos de la teoría estructural del individuo que podrían verse representados o proyectados en
la cultura, como la negación o, si se quiere, la normalización del sufrimiento y el malestar
entorpeciendo la responsabilidad sobre la existencia propia y de los otros.

Para la comprensión de la mítica arqueológica de la psique se hizo alusión a la roma quadrata y


sus ruinas concebidas como metáfora del aparato anímico en “El malestar de la cultura” de Freud,
pues justamente esas ruinas representarían todo ese funcionamiento inconsciente que defiende, que
conserva y mantiene muy profundamente en la vida anímica aquellas experiencias más tempranas
y primordiales pero que resultarían reprimidas u olvidadas en la adultez, intentando siempre hacer
ruido o intentando ligarse hacia lo más reciente. Así como se construye sobre ruinas, el ser humano
construye sus experiencias más recientes sobre las huellas del pasado.

Por otra parte, se discutieron distintas ideas con relación a la sublimación, entendida esta como la
capacidad adaptativa o defensiva de conducir aquellas pulsiones hacia distintas actividades
socialmente aceptadas. En este sentido, es posible pensar esta sublimación como una forma de
realizar o expresar el deseo a través de actividades culturales, como el arte, así como se concibe el
Eros en el banquete, como un amor polimorfo en donde esta fuerza erótica puede desviarse y tomar
varias aristas para expresar su deseo. En este sentido, la cultura proveería ciertos sustitutos que
balanceen la vida instintiva o pulsional que es sacrificada por parte del individuo con el fin de
progresar cultural o colectivamente.

REFERENCIAS:

Brenner, Ch. (1989). La Transacción. En Ch. Brenner. La mente en conflicto. (pp.111-120)


Madrid: Tecnipublicaciones

Freud, S. (1991) Más allá del principio del placer (1920) En Obras Completas (Vol. XVIII, pp. 7
- 62) Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1915). Pulsión y destinos de pulsión. Amorrortu Editores. Vol. 14 (pp. 105- 134).

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