Para la determinación de la masa molecular del soluto en función del aumento
ebulloscópico, debemos conocer la constante ebulloscópica del disolvente. Esta
constante no depende de ningún parámetro del soluto, ni siquiera de la concentración. Podemos determinarla a partir de una fórmula obtenible por desarrollo matemático de la temperatura de ebullición (Tb=Kb*ms, como está reflejado en las bases teóricas). Sin embargo, también podemos localizar dicha constante en tablas diseñadas para ese propósito, que recogen las de los disolventes más comunes. La constante estará expresada en K*kg/mol (ajustar las unidades es importante para asegurarnos de que hemos desarrollado las fórmulas correctamente). En el caso del agua, uno de los disolventes más comunes, el valor de la constante ebulloscópica es de 0.513 K*kg/mol. Los datos recogidos durante el procedimiento experimental nos servirán ahora para hacer cálculos aproximados de la masa molecular del soluto, que se deberán tratar posteriormente (cálculo de errores) para poder expresarlos adecuadamente. La fórmula utilizada será M=(1000*A*Kb)/(BT), donde: T = aumento ebulloscópico, calculado como la diferencia entre la temperatura de ebullición de la disolución y el disolvente puro (T – To). B = masa del disolvente, expresada en gramos. Aunque la constante esté expresada en kilogramos, esta diferencia se debe a que la molalidad es una medida de concentración de la forma mol/kg. Se ha llevado a cabo una conversión en nuestra fórmula de la masa molecular, transformando los kilogramos de disolvente en gramos*10^-3. Dicho término está expresado con exponente positivo: es el 10^3 que aparece en el numerador. Kb = constante ebulloscópica del disolvente A = masa de soluto añadida (3,5 g) Como hemos realizado tres mediciones distintas, obtendremos tres valores de masa molecular. Cuanto menos error hayamos cometido, más similares deberían ser todas entre sí. Con los tres valores calculados, ya podemos proceder al cálculo de errores.