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SS Ych JORGE BARADIT le Syuic, Soniagy de Chile. 1973 Jel britinice Stalled Beer y los sSynew fiw un pr chilenos Fernando Hares y- Rail Espejo. part convertir fas em cen una rel interconcctada y coordi reraciones Hamade af Hl ubjetivn, convertir a Chile en el primer Estado cibern Ie historia, bajo una rod que se adelsatd en décadas a La Interne’ ign enviads por bas m jones Teonol Eb espacio de concenreacidin de he inform we disenlo por Cite). bajo Barrientos, empress pata ka roma de decisiones (ops INTEC (institut de Ives eral cel in sv Jo Los equipos de diseiadores industriales y grifices estaban 3 cargo dle Gui Bansicpes ot primero conlormade por Rodrigo Walker, Guillery Capdevikt, Alfonse Gamez, Guillerma Cincoles Fernunclo Shultz, Miche! Weiss (Alemania), Wolfgang Eberhy (Alemania) y Werner Zemp (Suiza), y ol segundo por Pepa Kon cea, Lucia Wormald, Eddy Carmona y Jessie Cintolesi La sala ert he panialla Tama nal y constaba de siete sillas giratorias, una da Fucuro, un esquema del VSM (Viable § Model), pantals de reportes de excepeién en tiempo real y an Data Feed. Cada sill renia en su brio derecho an dispositivo de ccontiol inveractivo que, través de fa combinackén de sus botones (Figueras yeométricas), aba Srdenes de proyeceiin en las pane segdn los requerimiencos de los sswearios, optimizinduse ash Ja comunicaci6n externa e incerna, Toxo fae desttuido después del golpe militar de septiembre de 1973.» (toronceybersynel) gobierno cibernético fue aprabado por el Presi db casi dos anos de trabajo y de vances inimag recto de dente Salvador Allende pra see implomentado en el Palacio de La Moneda Lamentablement bre de 1973,€ aborrado irreve debide al golpe militar del 11 de seprien- hersyn o Synco munca pudo ser aplicade y five iblemente, frustrandle) uno de los proyectos pol: ricos y cibernécicos nvis avanzada de la epoca en ef mundo, (wwikipediaorglepbersyn) Quiero implaniar wn sistema nervioss elecerdnico cen la sociedad ebilena Staffird Beer Agosto de 1973 Santiago de Chile st suiefio mis recu nte tambien aparece Valparaiso. Siempre es igual, El océano frente a fa bahia se pone de la palabra carne fixkindose fue cuerdo hasta el fx pie con un bramide monstruoso y le eseup: directamente al rostro. El pobre nifio cx de cuadro, rochanda por los cerros de st ral de la escena. Desde stt ether abier el ruido de una ambulancia que se acerea y le ensuefio a tirones, como se saca ai un recién nacido desde ef fonda del ap Una ambulancia Entonces despicrta Despicrra en Santiago de Chile, de regreso al peso dle su cuerpo y a his temperaturas de fa realidad. Esta no es un nifio. Ena desde su casa, medio segundo mas tarde recondars que algo segundo recordar que v ven auro raro habia ecurrido sima mais pa desde su rodills derecha, Esti en el suelo. nce el trayecto, y tarda otra mile 1 que el control de dafios lance Hay voces reverberando dente de su erines, bos eidis capados 2Olor a humo? A nivel del suelo, donde ine apoyado el rosea, ¥ pi ido en codas direcciones, pavitrento y_ chararta Igo. par dica que el din esti soleado. Restos de piezas meuilicas. Un trozo de cide aun espejo retrovisor brrills yh Recuerds vagamente otro dia de mucha luz, cierta mafiana en Pisa El dolor en fa rodilla lo esta macando, Inrenta recardar mieneras alguien, a veinte centimetros de su rostro, le grita algo que no entiende; la velocidad de las, cosas est4 trastocada y todo parece cranscurrir bajo el agua pristina de los arrecifes de coral, Hena de byillos y rellejos. Sacude la cabeza y por pieza. Mira hacia un costado y ve rugir un auto en Ila memoria camienz a regresar pieza masa cinco metros de di cia, De pronto, todos los gr cobran sentido, Ja ciudad reaparece, la realidad estalla en su conciencia con todas sus colo En su brazo ve grados mi- Tirares. Algo espantoso le vi quemsndole la columna vertebral ne a ly memoria, algo que sube «ijLucla, Marco Anronio!’», grita hacia el auto en lax mas, sin escucharse. Tado regresa atropelladamence en st memoria inflamada, Recuerda quign es: se lama Augusto Pinochet Ugarie. Recuerda que se dirigia a una reunién, donde confirmacian si) nambramiente come comandanre cn Jefe del Ejercito de Chile, y que su mujer, Laeia, le ppediddo acompafiarlo junto a su hijo menor, Das bomberos, lo abrcain mientras inenta ponerse de pie; camina sollo- zando ha ia las Hamas, como un sondmbulo que gime y cubre el valle con sus gritos, Pero no son gritos, son ambu- lancias. Las ambulancias son la manera de Horr que tiene una ciudad. Es 23 de julio de 1973, son las 8:30 de la mafiana y una grucsa columna de humo negro se cleva desde el plano de fa ciudad de Santiago. En la incerscecién de las calles Providencia y Condell, an auto desfigurado yace como un animal hecho pedszos por ilgin depredador monsteuoso, envueleo en Hamas y con los restos caleinados de una mujer y un nifio atrapados entre sus costillis metlicas, Sa mundo que se desmorona Un hombre también se desmorona esi manana: con el do, se hine recidos de stv propio corazén. ativa por un rostro desfiga durance largos minusos junto a los fierros enn F jchitas que es pulento el general Pinochet! — 1CAGO EL GOLPE! ERINO Y TODA LA MARINA GOLPISTA DERECHITO AL PAREDON DEL PUEBLO! BLO Y SUS CENRALES” Porta del diseis Clarén, 11 de septiembre ae 1973 ENOTIAS PABA ALTE Jueves 6 de septiembre de 1979 10:30 AM «Se ruega a todos los pasajcros enderczar sus asientos, Ajar sus bandejas y ajustar su cincurén de seguridad «es iniciaremos el descenso sobre el Aeropuerto Internacional mablo Neruda de Santiago.» si legamos y todavia no entiendo muy bien lo que ime estis contande unos instan- Je susurré el delegado sin mirarla a la ‘Martina hizo una mueea de profunda molestia, aprets kis mandibulas y miré al hombre a las ojos. =Lo encontré muerto, zokey? Entré en su habitacion y aba mucrio! -dijo cone levan tuve que reco; Jo y limpiarle | con mis propias manos mientras legaba la ambulancial (de reoje al resto de los ndo ki voz. {Yo ami padre del s c tags sal =No fue mi intencién molestarte dijo en voz baja. Solo queria conocerte un poco mis y... que si me molestai! ~exclimé Martina, disparando su acento chileno desde el centeo de algdin recuerdo muy vis- ceral, con olor a humo y gasolina. Luego suspiré mirando hacia la ventanilla y dejé que el rumor del avin Henara lentamente el silencio entre ambos in hacia afuera, ceseosos En esos momentos codos n de sorprenderse con Santiago de C dct mundo, en el pais mis escondide de todos, donde un milagro habia ocurrido, La sensacivin de descubrimiento y ile, ka capital mas lejana 16 de aventura que Henaba las miradas de los turistas que se agolpaban junto a kis mintisculas, sucias y rayacias vensanillas del Tupolev de fabricacién soviérica ka termind dle harear, Ella por simple curiosidad, ells no era oxo turis cera una chilena que regresaba, No sabia exactamente a qué, ;Se puede regresar a un nebuloso recuerdo hecho de fragmentos inconexos? Fue el 6 de septiembre de 1970. H cio la izquicrda y don Eugenio Aguablanca, general co de brillante carrera, pedia sorpresivamente sub: y abandonaba el pais con su tiniea hija. No iba a quedars ver céimo la UP incendiaba el pais, segiin sus propias pala- bras. BI ih ingenuos aios entonces, no tenia id « proceger a stt hija, Martina renia quince muy de dénde quedaba Ve- nezuela y no entendia por qué debs abandonarlo rode por culp de un sipo de apellide Allende. “Sefiores pasajeros, si miran a su derecha podein apreciar la majestuosa cardillera de los Andes enmarcando ka capital dle Chile. A su izquierda, los valles qu wil =No sabia... es decir -Mira, pa puso en el mi han hecho famosa ln frat ais alli de sus Fronteras.o it. Yo venga contig porque et gebierno nos mo velo. Si crees que vamos a jugar a fas ca sitas durante estos dias, mejor anda buscando otra ai porque a mi no me vas a ver ni ki cola, gme esctcha «Martina», pensé el delegado. Le hal su carierer, asi que gird el rosteo y le hizo una mueea de advertido de desagrado a otto de los funcionarios vengzolanos, seneado dos fas Desile que su padre bt habia dejado oviuches, como ells vis aeris, decéa, un aio atnis, ly necesidad de valver habia erceido dio- lorosamence en su interior. Queria ver Santiago de nuevo, manera podria verlo dl otra vet, aneo del Parque Forestal 0 almorzanda eon sus amigos en un restaurante de Providencia, O en I casa de Ia calle Condell, donde habian tomado esas foros de colores desteftidos y casi fuera de foco donde salfan abrazados. Por eso volvia, para verlo nuevamente y encender aunque fuert n poco la extratia locura de sus tiltimos dias. Cuando le propusieron integrar la delega dn venezolana qu Santiago de Chile, casi salts de su asiento para aceptar. «Asistinis a los actos de celebra cidn de Salvador Allende y te encrevista de Nuevas Tecnologias, Fernando Flares y otros personeros. Queremos saber mis acerea de Syneos nos interest estudiar 11 posibilidad de ejecucar algo semejante en nuestro pat habian dicho solemnemente, Su jefe, un viejo socialista, t tigo del increible renacimiento de un Chile sumido en el n n por la reclec- absoluro ce los desérdenes, siempre les decta, refiriéndose al ero Allende y a Syneo, su proyecto estrella: «No lo creerin hasta que lo vean», El compafero Allende. El mismo, que la sacé del pais la traia de regreso. «Sefiores pasajeros, estamos a minutos de averrizar en te sritotio chileno. 10:34 a.m. y la vemperarura sobre iudad dle Santiago es de catorce grados Celsius. Para hoy se espera un dia cubierto de nubes y unos gratos veincidés compa grados de temperatura maxima.» Martina Aguablanca, periodista, veintitrés aiios, mim bro de ntimero del partido socialista caraquetio, empleada menor de una oscura reparticion del Departamento de nologia y Energia del Ministerio del Interior venezolano. =;Por qué crees que me cligieron a mi para ir a Chile, Mareelita? “le preguneé a su mejor amiga el dia antes de salir de Venezuels Pero qué pregun ala fhica! Porque tu papa conock mitad de los tipos que ahora gobiernan Exa amigo del general Pinochet también. 18 no se hubiera venido a Venezuela, él habria —Dicen qu ado al mando en 1973, Voy a ira ver a Pinochet incluso. fi hilent mentirosa “le respond 6 siendo wel No tw creo na: niga antes de despedisse con wn sonoro beso y colg rcléfono. fiores pasajeras, de acuerdo a a legislacién chitema la ‘el control de nuestro avin a raves n por ondas de radio. Se procedimiento normal en este aerpuerto, que torre de Santiago comar de un sistema remoro de trata de impide a dl arerrizaje un proceso muche iis seguro para textos.» ss rerroristas 0 errores de coord acion y hace —Empezaron las sorptesas, compaitera ~dijo el delegado los kabias, sin mirarla, con un: I iuaje fue te se deruvo, tados comens: no el Tupolev finale ‘on a salir con apuro del awidn Martina prefirié esperar en silencin. Queria clistiuurar nitida- mente el momento. 1 rego respiré hondo y comé su equipaje de mano. Cruzé el pasillo pensando en que ocurrinia cuando pisara sucto chileno, Salié caminando con lentitud, moviendo como una bandera su pelo rojo: «largo como pena de viuchan, le decfa su téa Clara, Una nia de quince anos s¢ levante del asiento y fue erec Arravesé el umbral del avidin en rido a cada pasa que daba hacia la salida, I aire fresco de septiembre le legs de costado. La luz se ajustaba; kacordillera ylos cettos de Colina, al norte de la ciudad, estaban a la vista Respiré honda y cerré los ojos con suavidad, «No siento absolutamente nada», pens6, decepcionade. No hubo encuadre dramtico ni fant tuna brisa leve, los cerros resecos por el sol y nadie esperindo- Ja en kas terravas del pequedio aeropuerto de } del planeea, Omnipresente, el logo de Syneo: un circulo rojo ria emotiva, solo iltima capital » con ocho linens radiales remaradas en circulos mas pequesios Omnipresentes los afiches y las fotogratias de propaganda con frases y rosteos desconocidlos Venia a celebrar el éxito del primer gobierno socialista en Chile, pero también a reconocer el pais de su padre, el pais que se la devolvié hecho un gei apo humano, asustado, irreconocible, Todos celebraban. ella guardaba una pieda en lugar del corsasin uz6 1a Josa casi can sospecha. «Regresar es un verbo mentiroso. Uno siempre Ik compaiiera... de k hermana Repi st por primera ven.» ica de ‘Venezuela. A nombre del companero Presidente y det pueblo chileno, le damos kt bienvenida a nuestro pais —le dijo el oficial de inmigracién con una sonrisa ena de dientes ama- nigracién estaban canstessidas en mae 1s cables salfan desde el recho hacia unas todo el edificio, Es televisores Motorola sin sus cajas se inelinal dera y metal. Grae tuberias que recor su interior, dos n sobre cl ope- aria, que repasaba las foros y los datos de quienes ingresa~ ban. A su lado, en una ranura, se inser pasajeros y solo un par de minutos después, en las pantallas, las tarjecas de los se desplegaban unos cartones roculados a plum antecedences completos y la aurorizacién de ingreso. Los sis- tomas de chasificacién y entrega de equipaje también estaban completamente automatizados, Los subterrs neos.estaban llenos de operarios y caligrafos que ripidamente generaban fs eartones que se dispondrian frente a enormes cimatas de celevisién Hasselblad, donadas por ki RDA. Tras retirar su malera y dirigirse al exterior, Martina se reunis con ef resto de la delegacidn, una banda de politicos que con suerte se digna cn compartir con ellos 1a dirigirle lx palabra; ni penssr umpliria con su parte en los actos 0. Flores y los demas, Juego haria oficiales, se entrevistaria co despidié de cada uno con los hesas de rigor y les su vida. promeris visitas que nunca haria, Tau! ~ grit Aparecié un pesado Chevrolet con n excrafo aparato, sabre el wecho. nego erizado dean Al Hotel Carrera, por fivor —Cémo no, compaiiera dijo el raxista con entusinsmo. ‘Marcia supo que iba 2 t cclianco bs palabris ‘an solira que anda, ;Nadie la vino a Martina quiso cludir ese dislogo. Qué ¢s todo esto de a pesaclo equipo de radioaficionado conectado por cables a pequeia pantalla Es una Syn, compaiiera, preguncs al ver ~Significa «terminal S pane del equipo obliga- torio de todo taxista en Chile orguillo~, No se preocupe si no lo entiende; la verdad yo tam poco entiende mucho, pero es parte de lo que el gobierno del puchla hace por nosacras, para que seamos perso informadas y mejores socials miento que dan las frases aprendidas de memoria. ‘Martina sonrié miranda hacia las primeras casas que apa- recian por los costados de Ia carretera, todas remaradas con el co" y greys el hombre can cierto con el convenci- ~concluy. no equipo negro Meno de anrenas. Se veian fancasmales ahi, Una verminal en un taxi? Era extrafio, no parecian est Quid si era cierto todo lo que le habian conrad, Si ad- cidn por la Unidad Popular solo se igualaba al cemor a curse una vex que la conociera de cerca, pero, por el gubernameneal Ia mantenia expec~ dlesene: momento, el desplicg tante. Tal ver el milageo era real después de todo. 1a brisa entraba por Ia ventanilhy, «Avanzar sin cransirs rezaba una ia caminera con el rostro de Allende. Se sentia extraiia en medio de esa yeografia tan diferente, ean seea, tan pobre, Chile parecia éspero comparado con la eshuberancia venezolana, aunque ki brisa lo arregkaba un poco, «La brisa de septiembre en Chile es to mejor del mundo», le decia su padre en esas tardes de humedad insoporcable de Caracas, :Y si todo fuera cierto, paps =cQué la trae por Chile, compaiiera? ~Las celebraciones por la reeleccién de Allende con indiferencia, El taxista se rid con exte Martina de su lerargo. Le sacamos ka eresta a la D ban que iban a ganarle a Allende. Ese palotieso de Fr casi se muri6 cuando el compariero Presidence acepts ir a la Abi supiewan alin que ne tenian ns que hacer omesté jos sonidos que despertaron a staan bien locos si ~reia. entre extratios rugidos-, Ci n_que fa genre se iba a olvidar de que ellos anduvieron apoyando el golpe del 73. Creen que fa gente es ronta, ~zAllende no iba ala reeleccidn? No, poh. Pero una concentracién de trescientas mil per- somas convenee a cualquiera Lo quieren mucho, zno es no eree usted? xo? sista se endererd en el asiento, cartasped y sic6 su solemne. El compaiiera Presidente es como nuestro padre; nuies- tro gua, como se dice. El nos defendié metealleta ¥ no Feculd, como esos otros que se arrancaron pa gentina alv6 al pai manos de los fascistas y nos dio dignidad, Viera usted como aphudian a Ia seleccidn chilena en el mundial de Alemania «los furbolistas de Allende», decian todos, y los apkiudian y los llevaban para todos ladles, Eso no se alvida, compa icro Presidente de caer en nso en todo lo que vivimos Si hasta me emociono cuando pi con él El salvé al pais, dice usted? -Si, poh, El solito, nmnfequeando por aqui y por alli Sacando a los golpistas de una oreja, Buen ojo tuvo para nombrar a Pinochet. Buen ojo para fusilar a los momios & tremiscas ~dijo casi en un susurro, y Martina sonrié al es- 1 act a Flores y a esos cuchar el término~ Buen oje pa también, A mime dieron este taxi y agringos gitosincornill ajo para darme mis gustos, porque ly UP me da todo on loca lo que necesita; y tengo a mi eabro estudiando ingenicr ta Universidad de © en Synco cuando salg le, y no page niuno. El quiere trabajar Lo que tengo que hacer es ser buen socialista y manejar bien el taxi, euidarlo y hacer que la genre viaje fel =AL menos yo estoy feliz dijo Mare eso no vis me piden. riciabua que sus miedos comenzahan tna risa nerviosa que sonar, Alo mejor su padre estaba equivocado. Qui el mil- can desconfiada. Ia Felic sta miencras enc se y que tal ver podria disfrutar del suemio que vino a gro chileno era real, Quiz no debia I compatiers, A las finales mporea -coneluyd el Sonaron los Rolling Stones, «“Simpathy for the devil» Martina la reconocié y volvis a reir, ~;Chucha, los imperialistas! ~exelamé el casista, y cambio de sintonia con una risita cémica Eliaxi avanza raudo por la carretera y se adentra en Ja ciu- dlud del» 1 del sur del mundo donde finalmente la atopia parece haber Fancionado, Sen las 11:30 de fa maia- por efecto de a y el sol eae oblicue sobre fa cordillera, que. Ja Taz, parece una ola gigantesca y congelada esperande caer de golpe sobre Santiago de Chile =Es bien pequeito, :no es cierto? ~dice Martina mirando dl Palacio de La Moneda por la vent El mozo que arregka su equipaje la mira de reojo. — Usted cree? Siempre me pasa lo mismo -contintia ta joven se alcja de la ventana y arroja una bufanda sobre la cama~ Los fardgrafos les hacen un flaco favor a los montmentos. Los enfucan desde abajo, los hac Ja luz y el dia perfectos. ¥ cuando uno finalmente llega, el dia esti nublado, uno eseé mucrto de hambre y los enfrenta aparecer enormes, eligen inevitablemene pensinde que se veéan mis grandes on Li cenciclopedia, oo que es pent, descuher uae ya conoce todos Jos detalles y que no hay nada mais que ver, como si el verda- dero monumento se agotara en la forografia Nunca lo habia pensado ~agrega el botones, un tanto ~Te voy a ahorrar mucha plata, pana dice ky mujer Resulta que la Mona Lisa es un cuadro de mierda diminuto, Ja Estatua de la Libertad es pequefiisima, el David es un bez6n horrible a metros de altura, y la famosa Ulhina Cena nno es mis que un manchéin descascarado que apenas se dis- ‘mozo espera en Ia puerta sin sabor qué acotar. Martina Ive a mirar por la ventana, Por déinde pasaeon los jets cl 732 ~:Perdone usted? ~Los jets, cuando fue ef imenco de golpe de Estado, :por donde pasaron? ;Es cierto que sobrevalaron La Moneda para salucar al Presidente? ~La verdad, yo soy de Loncoche y no sé mucho de esas cosas, sefiorita dice el joven, al borde de ka fuga, Ademss, yo era muy chico cuando pasé todo eso. Martina intenta reproducir el recorrido de los aviones con la mirada, -Es bien chico el hacia ba pu «Los chilenos son tan poco sociablese, piensa con desga- cd. Un at jasiado ancho. alas im nal Syneo, Gobierna de Chile». ‘Toma bis amoso Pa cio, ly pura verdad —gira 4, pero el moze ya no esti. io de- no, pero algo Hama su ido hargo emporrado en un rabique dk Seacerea y distingue una pequeta placa juni as Terminal pers maniflas de bronce y loza y ale has puertas del armarin, Una parafernalia horrible de cables, pantallas desnuctas y teclados cle cnciaa, Us switel toa ung ampolleta de cusrents wates pineal de rojo indies que el 1-Syn de esta hahitaci6n esti apagado, Martina mira con algo de rechazo la combinacitin de texturas y colores gue se adhieren a la pared sin orden ni goncienn yy cerns las puertas con gesto agrio, Es lo mas parecido al interior de leria, piensa. Se ac la micnéras se sacucle las uns mii Jefono del velador y pide una manos como si hubiers tocailo arteficeas antignos y Henes dl tiempo de de polve. =Con ha Embajada de Venezucla, por favor. Si, con el se- cerotario Arsenio Enrieta Mientras espera, abre su portafolies, saca una earpeta ro- y deja a un costado la pistola Browning que siempre cen el bolso: su padre le habla en: doce afos, antes de saber siquiera le que era un lipiz ab ido a usaela a Jos I El titulo de ki carpera era mas que directa: «Pacificacién de Chile, Anilisis del renacimiento de una sociedad agénica tras cl intenta de golpe de ado» Césmo estis, demonio caribefio! —saludae les? Porque no me explico de otra manera que alguien tan feo como tu Hleve tres afios en este pals tan fifo, pana. Martina ri jevamente, sé que soy chilena, qué quieres que haga, nadie es per- fecto, Esctichame, chico, :pudiste conseguirme que te ped? :Le dijiste que era hija de Eugenio Ag Ma Sub que no me ibas a fallas, negrivo lindo, Dane wdos tos —zArsenio? 28s cierto que las chilenas son fi wlose a hi ventana n wcere: entrevista rablane: les yon akey, okey. datos. Marrina esti fel con uno de sus héroes person jer fuerte, madura y de después de colgar el rel 7; finalmence se enfrenraria cara a cara s. Se le consid crminaclt para su corm edad, pero ono salta sobre la cama paraleando y conteniendo un grito de jubilo, igual que una nifia, Luego nay ws tres de la tarde en punto debe estar en In comuna de Nufioa para entre Pinochet, general en setiro y, en st opinidn, ef héroe secrevo del éxito chileno. El gobierno venezolano consideraba parte importante d wer Ia sorprendente estabi- lizacién de la democracia chilena, Entender el fendmeno de Synco es entender el contexto que permitis st florecimiento. Pinocher, esti segura, es ef hombre indicado para explicar el milagro. E] sol brill sobre Santiago, va a somar una du- se tie unos segundos ie ella m cha, Ya es mis de mediodia ya ara Augusto 1 misién compr 26 cn medio de ede fa ciudad, 19 abrid su tinico A esa misma hora, en ocro una oscuridad absoluca, Carlos Aleami ojo en buenas condiciones y estir6 la mano derecha para en- cender el voealizador. Movis un inrerruptor y la sala se ilu= inind, Elailbide de faelles y meiquinas de ventilicidn aumen- lo ambiente de fa sala 6 imperceptiblemente el satura dle suspensién vital clandestina en la que permanecta oculeo, fio. como enterrado vivo, desde: hac «Martin. ,.», soné en el vocali entré en la sala de lndrillo, mis parceida al subrerrineo de una bodega portuaria que a ft salt de un hospital, Digame, io C A mayor in muchacha de carorce afios, vestido, al igual que todos, con una bata blanca yun cinturdn de cuero que albergaba ins:rumencal ia ya Cantos a turbo den ior, y meédico y metiinico. Quiero despertar. EI pequeito ejército de nifios, adiestrade a tn perfeceién, se repartis entre los exjones, kas pol las exrensiones mec nicas de ba cama y Jos delicadas equipos de susp buidos por rodo el pe humedad que resbalaba por las paredes: la asepsia no parecia ser sina presewpacién para estas enanos Febriles que ajusta- as pin ron quimicos en kas cinu- metro de la salt, Chapoteaban en kt an mecanismos con Haves de twereas ¥ delica no. Abrieron Taves ¢ inyee fas que desembacaban ale madera del tamaiio de menor que observaba Jas pantallas y los teletipos, q nel mucble de dil na habiracidn. Desde wluera, un impri- vos de punto, grité un neimero ian los signos vitales en gf ios acezaban, los fuelles volvieron y todo se detuve. Los ni 4 funcionar y Carlos Altamirano emitié un largo suspiro de alivio nces de Levantar un brazo y hacer una mucca parceida tuna sonrisa Gracias, nifios -vocaliz6~ abriel, Tenemos solo una semana y demasiadas cosas que prep Llamen a 8 EI reloj de pared lo decia m, Martina alté como un resorte de kk cama, donde habia dormido la siesta mis involuntaria del dlrimo tiempo. Llamé asuscada a a tiempo de llegar 2 hy bian cntvegado. Le respondieron que todo si pedia un exi sin problemas a las tres de la tarde en Nuon, = Yo pido el taxi? ~preguntd, extraiada, Por supuesto, compaiicra. Para eso tacidn. Los serv de-esar amente: 2:15 7 recepeién, consulrande si atin es direceion que faba bien y qu staal at-Syn desu habi- ios externos los pide usted. Es mis eficiente rucgo consulte los manusles antes de ope- iene cualquier problema Hane y le cnviaccrs a0 especialista de sistemas que la guiari, Muchas g Martina se qued6 unos segundos con el auries lo hacia las puertas del armario, «PSyn, qué nombre més feo», pensé antes de suspirar y divigirse resig dia ellas. Tomé las manillas y descorrié las hojas; una pivza de metal w aetivandlo interrupeores de haz que ituminaron el muro de cables, televisores, switches y placas apermadas de li -Syn gubernamental, fa ventana hacia un algo que todavia cera leyencd en los seminarios internacionales de reenolo los qui ella asistia: computadores personales eon acceso a fi misiones de radio de onda corr y teletipos. Marina tenia intes de datos interconectadas via redes telefinicas, crans- una de esis maravillas enfrence, una de las mil caras visibles inco, el feviagin oculto bajo Santiago de Chile, que dor- ria st sieio de tarje perfor «lo calor, aimentado y proveg 1s, laendo su corazin dle pulancas, vapor y corteas lo por enjambres de sere trinsportadoris, extendiendo antenas, venas de plistico y icuada de la capital del fin del mundo. Ante ella, ef oj dormide de Syneo, el sangre de cobre entre Ia arquirect espiritu mecinico del Chile socialista. ¥ lo iba a utilizar para pedir un taxi, No pado evitar una sonrisa avergonzada, EL ma Ja gua relefnica de Ciudad de Mexico, gigante y confuso. Martina fue di- de insteucciones parc recto al item «Solicivud de servicios urbanos» y eras wn par silla y ubies fa sinterfa- como Tlamaba ef instructive al vigio rc ce hombre-mviqu teclado adapiade de una miquina de escribir Underwood, cajén desde mis © menos el centro de toda la parafernatia, Tecled la insrruccidn segtin el edligo alo (todas has instrucciones comenzaban can el prefijo CCC, Compaisin Chilena de Cihernériea), sacé las perforad, «(Qué se requerir’ con ironia. que se saeaba como un urjetas las inerodujo una por una en una eanura lateral para pedir algo mis complejol», se dijo Para su sorpresa, dos mi sutos después de la operacin sons el tekéfono de ka habits ‘én para informarle que habia uun_mévil de “Taxis Nacionales esperindola en la puerta deb hovel. Buenas tardes, compafiera ~saludé el taxista con ef mis- mo fone cntusiasta del anterior. A Nuiioa los pasajes. Martina s a cel servie cio, y se recost6 en el amplio asiento trasero, El mévil tam- vn activada por una radio de onda ista le comenté que funcionaba con un compu- tador remoto ubicado en ef interior del cerro San Cristébal. Uno hacia las consulras a través de ki radio y un funcionario operaba na t-Syn fisica y traspasaba la informacién de regre- soa través del mi pequei nnFid, impresionada por ln eficien: corta, mo medio. Lutego, una impresora portacil gue ocupaba todo el malerero del automévil, im- 2s rollos cle papel con fos resultados en matriz primia peque de punto. ~Sorprendente ~al Asi es todo ahors 6 la mujer. compatie Gracias al gobierno del pucblo, ahora todo es coma de pelicula en Chile. FL taxisea parecta feliz, la ciudad se veia feliz; quiz’ de- masiado lena de cajas negras y antenas por todos lados, pero radiate, E} vehicula hizo un giro y borded el cerro Santa Lucia, Cruzd ky Alameda y entrd en las comunas residencia- les de Santiago, Cada cierto cramo edilicios platinados casi sin ventanas aparecian entee kas casas, como cutbos caidtos del cielo, muds y resplandecientes —:Prendo la radio? =;Perdone usted? ala radio -dijo el rasista, apu Por favor, por mi no hay problema, zampoias Henaron ht revolucion y el poder de fe raza chilena surgéan entre los instrumentes y monocorde del chofer. Af dieron paso a casas de dos pisos. parques y calles flangueadas por drbooless a bas p: La gente se veia alegre, fa ciudad se sentia segura, bien man- A Maetina le costaba asoci fan st padre yla gente que habia vivido Acordes desconocidos de eabina, Prases acerea de Tos obreros, Ih Jos paisajes urhanos pronto sonas dea pie, los perros y las biciele cenida y orden ma con el que dese los afios terribles, da hab Usted no es de aca, zcierto? No, la verdad ne. Mare sar de todo, la recibia, Mind hic Arboles, postes, cables, mansforn este panora tes del milageo de 1973, en cl prs qu visto nacer. se acomods sonriendo. sntéa que el pais, a pe a el ciclo desde su rincén, adores cléctricos, palo- mas. A la distancia se divisaban unos letreros pintados sobre giganrescos bastidores anunciando cl préximo festival juve- nil de teatro, Los firmaba ka Brigada Ramona Parra ~Ya estamos Iles La pasjera se desperezi y mivé por fa ventanilla has era- dicionales calles hutiognas, llenas de vegetacion, casas y nifios cerrienclo por las veredas con sus uniformes azules de la es ene ~;Vengo que pagarle? Disculpe, es que no estoy avoscum- boda =No se preocupe le dijo el raxista con un gestom. Ast ayudo yo a ky consteucctén del socialism, compa agregé, solemne, indicindole una ca din-: Pedro Torres 151. Esta es. r de pa pastor slemdn juguereaha con un rrozo de rela en un rincén, «Finalmente», pens6 ki mujer. Se regalé unos momentos para revisar con detalle ly fuchada, la calle y el barrio. Sor viendo casi sin querer, apreté el botdn del citdfono y escuchs Ja vor de una anciana a través de la reverheracién ruidosa del comunieador sa de dos pisos y antejar- redes blaneas y una reja negra que dejaba ver un jardin (0 y roxas aimarillas muy bien cuidadas. Un eachorro de Buns tardes, digame Martina, nerviosa, sintié que le hablaban desde otra mundo. Buenas rardes, mi nombre es Martina Aguablanea y ten- reunidn con dan Augusto alas tres general kx esti esperando, ad El interruptor emitié un ruido espantoso que la hizo re= El eachorro salt6 y comenz6 a ladrarle; =No se preocupe, no mata ni una mosca éste dijo al- aguiien desde fa puerta Martina mir6 y se encontrd a dos metros de distancia con la Figura que tantas veces habia visto en Fotografias, Un hombre sencillo, de luminosas ojos azales y gesto amable Un par dle cicatrizes como de quemaduras antiguas eruzatbaan su rostro. Sal deagut, Ia parte trasera de la casa gimiendo, andido! -le grité al perro, que corrid hacia -Gracias, don Augusto ~ritubed Martina, un canto atu Le. 2O prefiere que le diga general? el hombre con amabilidad=. Qué manera de crecer, chigui- Ila, por Dios ~y le hizo un gesto invirindols a pa acuerds dem bicn por ahora, Martinica le responds ~Pero, claro. «Pajarito» ce decia tu papa, que en paz des dijo el militar con un gesto de wistezs~. Mis dea na vez ce tuve sentada en las rodillas, chiquilla. Pasa, pas ceanse 1 de la casa era de ha misma sencillez que el e dicionales, algunos porcelina y cristal sobre mesas y arrimos. Cuadros baratos de paisajes chilenos y un par de bustos de personajes hi sobre la chi —Son O'Higgins y Portales, Personajes muy importantes de nuestra historia, terior, Muebles de madera audornos de “oricos nenea. Si, lo sé. Alcancé a escudiarlos antes de irme a Venczue- lh =Ah, es verdad, qué tonca ~sonrié su antieci6 Martina estaba sorprendida con fa ci hévoe que organizé ta resistenc’ tuvo ln decisidn para enfrentarlos en combate, a riesgo de le serra civil, se comportaba come una visica jdlex del general. Eb contra los golpistas y que varal paisa una en su prop) casa, casi timido, La invité a pasara su estudio, donde guatdaba una pequetia coleecién de armas cortas en ccajas acristaladas, y le enrreg que sintiera el peso, con orgallo un Laiger para 33 ~Lagracia es que el aio de produecién es 1942, en plena Segunda Martina sopesé el arma y se lx devolvié con una muy cortés sonriss. Pinochet pidié té para ambos y dio i un interesado diilogo acerca del proceso politico ven no. Parecia muy informado sobre la historia y los deralles de Jn toma del poder por los militares. Aprobs el derecho a fa sublevacién de los suboficiales y valoré la capacidad de sus generates de actuar en conjunto frente a ka amenaza imperia- lise erra Mundial -comentaba entusiasmado, Martina lo conremplaba con admiracién; era un hom- bre en la cincuencena, tranquilo, con Ja sensacién de haber cumplice con su deber, descansando en par y disfrurando de qué se dedica hoy, don Augusto? A.ver pasar la vids, Marvinira —sonrié el general, pasi dose la mano por las cicatrices del rostro. Hago Universidad de Chile, asesoro al gobieeno en marerias de ad, le limpio sus necesichades a Rommel, el perrito és co.a mis nictos, en fin, (os incerrumpid kx conversa anunciando el té. Puso una bandeja en la mesa de cenuo, areto y se retiré, Pinochet s preguneé a su invitads con eu abrié el az vid las exza yle cas cucharaditas de aatcar le guseaba —Cudnrame ah 1é ce tae por mi casa —-Murmurd con ners. leacercaba el «&, Entiendo que vie~ nes a las colchraciones por Ia reeleceién del Presidente. Me parecié exiraiio recibis una Ilimada de la Embajada solici- tindome una entrevists con un adelegado oficial de la Rey ocasionarle problemas al gobierno con estas cos Ce Venezuelan. Yo soy un general en retiso ¥ no quiere pues. As que vimonos con cuislido, No creo que hays problema, Au asco. Usted sabe que Mi queremos importar lx cecnolagia Synco, pero primero es ne- cesario investigar el contexto que permitis su desaerolla en Chile, El tema es de primera importaneia para nuestro go- bierno clarar actopelladamente la joven. No se preoeupe, que vengo con las mejores intenciones, —Cuéntame, enconces; pero no sé come les puedo ser ttl lon, omodé en el en ese tema centre cojines y maneas bordadas a erocher. Martina hizo wna pausa para ordenar sus ideas y comenzd tratando de que no sonara redactada y pompo- sa, aunque se ka habia aprendido de memoria =Es simple; pet nera increible en que Chile sleanzé la eseabilidad social y econdmica despues de la crisis de 1973, podeemes encontrar Ja clave para promover el equilibrio en nuestro pais y, quien sabe, quiz en el resto de América Latina. waregé ef militar, y se su exposici 'os que si loggamos entender bx mae Pinochet ka mits sin un geste, -Y qué tengo que ver yo con todo eso. Mucho =prosiguié Masti smada-, Usted vie vié- un momento similar al gue hoy se Eneaherd un movimiento que le devolvié Ia paz a un que parecfa condenado a convertirse en otro Brasil, aphasta- do bajo la bora yanqui ~exclamé con geandliloctiencia mix ent ficante. Pinocher la miraba abo con sernura =:Qué quieres saber, entonce — Quiero entender el proceso posterio' pista, Llegar a comprender como es que un pais como Chie, a la ingentona gol- hundido en el cesastre, logra construir una sociedad so ca que hoy es un gj plo de prosperidad y estabilidad social para codo el mundo. Hl suelo fértil en que floreciss Synco es cen parte obra siya, August ~ ella con Ia firmeza que da ki feo. C agreg <6 que, si soms capptces dle hacer correcto, estaremos ayudando al resto de Latinoamérica a se- guir el cjemplo chileno ~cerminé con rono épico. Y qué te hace pensar qu “Algo falta. Hemos estudiado todo lo que se ha escrito ¥ nos parece insuliciente. Hay algo que no ha sido romado en considerac —Clato que hay algo, pues -Pinocher sonrié condescen- te, paternalment de los javenes. Ya esta rode dicho acerca del golpe y. Tas veintipocos afios y fa arrogancia Podria escucharlo de sus propios labios? Pinocher la mit lentamente, incémodo. —Lo que ocurtid fue uno de los eapitulos mis hervicos de la historia de las Puerzas Armadas chilenas. Y todo lo que sé al respecto est en tomos empastaclos, entrey Palabras que estay n par de segundos y se puso de pie reportajes poco cansade de repetie, si me ention= des. a titubed, cons- 10 amigo de su padre, Si, claro que entiendo, pero.. ~Ma ciemte del cambio de talance del antig —Enconces, si ests buscando algo que no aparece en los libros, re ruego que me hagas la preg Jo dems esti disponible para un buen investigador en cual- quier bibliow Martina mir6 su cua, buscando en el fondo la pregunta precisa, la que resumiera toda It informacion que buscaba, justa, porque rodo ‘Te puedo recomendar isn par En realidad, lo que quicto saber es cémo Chile consi« r del agujero, La situacién era explosiva y ustedes parecen haberla remontado milagrosamente en muy poces meses. Ahi hay algo muy rise que me gustaria emtender ispado, Su vor era aho- guid Pinochet se acereé a kt ventana, rachillona, eens Chile se habia Henada de odio. El pais estaba dividido, Los sefiores politions de la derecha habian infilteado las Fuer- 6 vas Armadh to constitucional, El cineer del odio ndrar vid) 4 querian que craiciondramos nuestro jurame! caba muy extendid, Todo se fue dando no invisible la fuera permiriendo, Gente cer- fan transfor- pero las muertes pueden et como si una m canaa mi, companeros de toda una vida, se 8 peligrosos, as no titubeaban en macar a quien fuera con wuenta a tiempo de fa ver Gién estaba sacando lo mejor y lo peor de las personas, rodlos yiscaras y acrunban de acuerdo a a vida me abofeted en ba ¢ solo para despertarme, pars hacerme ver que el axtio se iba mado en conspirador oso que al de conseguit cls Ia situa sus objetivos, Me di se estaban quirando sui naruralera oculta. ch pero aad thu a corcer mucha sangre si yo lo del pais y qu permiria, Asi que, con un pufiadlo de pa bras y comp de lucha, comenzamos a ¢rabajar en ki sombra, a riesgo de icran ver ba luz ef nueseras vies, para que nuestros hijos pu dia de ma »Cada dia se nos unian més y més patrioras leales, his- ta que conscguimos debilitar a las fuerzas del odio y asestar restro golpe mis cereeto, Si quieres saber emo es que le leans la estabilidad pregtintale a cualquier soldado de by patria; él ce dird quie el respevo a la Constitucién y la ley son sagrados, Eso fue lo que hicimos: hacer valer la Constitucién a i qui y la ley y extirpar el cincer del odio de nuestras filas. Una vez {que los instigadores se dieron cuenta de que con ef Kjércivo se retiraron a sus cuevas de porqueria y de Chile no se juey nos dejaron en paz. Td sabes quc la reserva moral de nuestro P spirit nacional despues le tants calamidad Martina Vero haber detenido un golpe militar no asegura ka paz y Ja prospericid. Cuando se detiene un golpe, en realidad solo se estd ganando ti son sus militares, y fueron ellos los que levantaron el guards silencio, un tanto sorpeendida yo antes del siguiente intent... ~jEs que tt no entiendes este pais! “Ia interrumpis ofus- cado el general, Las cicatrices del rostro parecian de un ro- saclo mas incenso, fa cordialidad se habia esfumado~. Qui en Venezuela las cosas son distintas, pero aqui militar habla, es ley. Los excremistas y la CIA sabian qu tinica forma de parar al gobierno de la UP era a través de Jos militares; entonces, cuando vieron que habi cionado con ¥ que nunca traicionariamos nuestro juramento, se retiraron del asunto y lista, Eso fue lo que pasé —Pero cambién habia que escabilizar el pais desde el punto de vista productive. Synco a —De esas cosas yo no arecié como u cl que. ada; no es mi campo —insistié Pinochet con fuerza. -Querfas que te dijera lo que pasé? Eso fue lo que pasé, y punto, —Mi padre ya no estaba en servicio activo en exe tiempo: y lo sé En la instituci6n sentimos mucho que él haya abandonado el pais cuando, mas que nunca, necesitabamos a todos nuestros oficiales ~espeté el militar con dur Se hizo un silencio incémodo. Martina acus6 el 10... Me enteré de eso. Lo lamenta muchisimo, créeme, Era un bu EL murié hace un a n hombre y un gran profesional. Nunea enrendimos por qué Mi p: Martina. ¥ 16 emo- cionalmente. Volvié quebrado, abatido. Dijo que Chile ha bia vendido su alma al diablo, 0 algo asi =No sé de qué me hablas bandond el Ejgrcito en esos momentos re vino a Chile poco antes de morir -continud algo extraiio, Algo, no sé qué, lo af cerrumpi6 el general, ¥ si tai que eres su hija no fo sabe, menos yo, pues. De pronto Martina vio realmente a quign tenia enfrente A un militar simple, no sencilla: simple, Ni siquiera may con ganas determin convencido de bo que decias nis bi la discusién, que por alguna razén lo incomodaba, y dedicar ¢ habia dado perfecta sea jugar canasta con sts amigos en Don Augusto, para terminar: cuenta de que st anfitrién no cenia intenciones de conti- nuar: gFue la muerte de sus familiares una azn. Creo que Hegamos hasta aqui la interrumpis el hom- bre, y llamé hacia el interior de ln casa. jMartat Lleve a ka se fiorita a ka puerta, que tengo que salir en media hora a la casa de Artura. Si me disculpas, exeo que se nos anduvo yendo el tiempo. Muy agradecido de ti visita. Nos veremos en otra ~coneluys, despidigndola sin siquier mirark, tina guardé'su libreta de noras en el bolso y vie alli ellibro EX dia decisive, que habia levado para que e afiara. No lo sated, Se puso de pic, Jo sith edamence y salié de be vasa can paso ripide, Apesadunbr desconcertada, pero por sobre todo desilusionada, Lat vis ais importante de su viaje habia rerminado abrupramente, y al resultado era tan insulso como el tecito que atin calentaba su boca, cro. Lego Caming varias cuadras pensando en el eneu Plaza Nu da de ky Municipalidad, Bstaba sorprenclida, sobre todo por fa imagen que el Ejército tenia de su padre, y por Is increible falea de acto de Pinochet al referirse a ¢l 1a y se senté en un banco mirando hacia ba Facha- Ahora le parecia obvio que la accién de Augusto Pinochet cra insuficiente para explicar los acontecimientes posterio~ 1973. Sin duds pudo haber res al golpe de septiembre de habido otro intento en noviembre, otro en febrero, y asi Fast que una de kas ramas de kas Fuerzas Armadas desacirs la guerra civil. Nadie excepto Allende pareeia quercr que el proyecto socialisea chilena funcionara. La dtecha queria el fracaso para forzar la intervencidin armada € implanrar un gobierno anticomunista. La izquierda queria el Fracaso para forzar una guerra civil que infantil mural alegérico, con ellos canduciendo al puchlo fusil en mano camino al eiunfo, en bellos colores estilo Guia- yasmin, Estadas Unidos queria el fracaso para evitarse una nueva Cuba en su patio trasero. Y la Unidn Soviética quer el fracaso porque lo suyo era ke dicradura del proletariado, no experimentos socialdemseratas que desperfilaran |. Nadie, excepto Allende, parecia queres Unidad Popular funcionara Marina abrié su carpera y romé notas breves de su reunién. Se reclind en su banca para mirar las copas de las as brasileas que proyectaban una hermosa sombra uesto que habia algo mis, alyo que explicara el ésico de un proyecto moribund, Debia haber jaginaban como un romantica internacion: sobre ln plaza. Por su Se puso de pie y conrinud cami ido. Chile se fe apa recia con el rostro duro e impivido de un indigena vestido de occidental. Peinado, limpio y ordenado, escondiendo sin una mueca un dolar ose terrible que no le impedia caminar por la calle, hacet su normal y saludar corrésmente cuando era necesario, El pais se veia desesperadamente tranquilo y normal, Tan normal siedpata dando de comer a fas palomas. Por supucs- ora vein a todos escondiende algo, Por supuesto, solo era st paranoia, 10 en el fondo de su corazén, Algo ila come ui to, er 1 paranoia: 40) 6 «Trabajadores de mi patria, hoy cs un dia especial, Chile cuenta a partir de este momento con una nue va estrella, una tan brillante y hermosa como la que adorna nuestro. pabel centenario y amado, Una rella roja como la sangre araucant, roja como el vorzén del obrero fuerte y aguerrido de nuesteas ciu- slit, en sus hordes ntas sobre un cielo azul como el lucero de lt a. De nombre: dlades. Ein sw centeo la sre ocho p Esforzados trabajadores chilenas y amigos cel gabier- no del pueblo hun hecho acer el suedia de an frase, ygias desarrolladas por lis men tes y los brazos de compacriotas, que dejaron el alma es; macen pra que jor, Nuevas tecnoloy noche en laboratorios y tll hoy todos rengamos una mejor vida pars hos hijos dle esta tierra que tanto amamos.» Discurso ina vynco en hos igural del gps-raom de subterninens de Lat Moneds Ivador Allende, 21 de diciembre de 1973 ~Seiorita Aguablanea, hay un men rieta para usted le dijo el recepeionista del Hotel estirindole un papel con membrete oficial. je del seftor Arse Estaré on ef bar del hotel a las 10:30 de la noche Besos, Arsenio, Martina sonrid, No lo veia desde la universidad, Arsenio, habia sido casi un herr yor para ella, y lo haba extra- fiado mucho después ce hr muerte de su padre, Habia mucho ndientes. ‘Al encrar en su habiea é los brazos coma querien- do tocar el techo y bostezé como con rabia. Miré la rerminal de Synco como quien esti enfrente de una montafia de ropa sucia que lavar, Mucho trabajo, mucha investiga Ano n ror que conversa, muchos abrazos p Sn por ha- tectadlo eri realmente horrible. Martina lo observaba con una mezcla de pena y risa, Bajé el switeh, la luz roja se encendie y un zumbide comenzé a emanar de toda la pared La intensidad de la iluminacién en sw habirackén se redujo considerablemence. Una grabadora escondida en alguna par- te hizo sonar parte det himno Veneremos come sefial de que scemas estaban listos para operar, y una pantalla se encendis para chr paso 2 una imagen ja, el lago cle Syne: ki estrella de ocho puntas, en blanco y negro. ~Perfecto, ahora a probar este mam Di tutos siguientes, Mar tarjeras necesarias para obrener infornsacidn actualiza- cerca de los hechos de septiembre de 1973. Manual de odes los acho, na tecled y produ ano, combinaba el recleo y ka prod iccidn insteueciones en ¥ de tarjetas con comunicaciones en onda corta con oj dela Censeal Casablanca, un pueblo a ochenta kilémetros de el gobierno habia ubicado un obreros que clasificaban, procesaban y despa- 1 Cristobal y via télex con los galpones infor initicos de sin complejo Santiago do con cientos de chal isa craves de un nformacién a cualquier punco del nicos cle tres metros de diimewo q se hundfa en la tierra como una aorta phistica en el aotaadin del territoro. “Tras un par de horas de febeil actividad, los resultados comenzaron a llegar al reletipo ubieado a los pies del eeclacle, Metros y metros de papel que Martina estuvo leyendo « ance horas. La informacién era miiltiple y ev algu- nervio de cables tel bign du ila y clasamente intervenida. Curiosamente, ciertas dsitos pasulos por alta configuraban extrafios antece- dentes. Una especie de «historia no oficial» sobre los estraiios echos que habfan movida a wn pais completo durance unos, meses frenéticos. Pequefias frases dichas al pas vistas 6 reportajes de medios extranjeros, en idiomas gue al Fen entre: parecer no todos Jos operarios mangjaban, Martina -omab noras, absorea. CCC.r-Syn-0923.se1 El Mercurio, 24 de agosto de 1973 wAl dia siguiente de la renuncia de Prats, en la visera ional el go dela bierno de Salvador Allende, un atentade perpettde ucién que declararia inconstie por la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP) ocae siond la muerte de Lucia Hiriart de Pinocher, esposa del mas seguro roemplazance de Prats en ia Coman- dlancia en Jefe del Ejércivo, Augusto Pinochet Ugarce, y de su hijo menor Marco Anconio, en un intento por aguetizar ki inestabiidad social y forzar ef enfien- ramicnto civil armado, Algunos analistas acusan al propio gobierno de estar decnis de los aventaclos, para justficar avf un fata autogalpe apoyad por reps de yuerrlleros eubanos apostados en distintos puntos del pais.» La conjtuna, Monica Ferndnde2, Edivorial Aconcagua, 1977 En sus memorias de esos dias aciagos, Pinocher events que, durante el funeral de su esposa e hijo se le aceres el coronel Sergio Arellano Stark, principal agente golpist suis condolencias y asegurarle que lai sia codes los est nos, Dice que, en ese momento de profundo ¢ intimo dolor, Arellano exhibié abicrramente su odio hacia “el al interior del Ejército, para ofrecerle stitucidn agora rvos para dr won los cobardes ases sa y lo invité a abrir los ojos, en oportunista que el afectado gen: ro puso menos que sentir asco» eincer mar movimiento ta Memorias de un general patriota, general (r} Orlando, Urbina, Editorial Quimanti, 1976 Ese dia domingo recibi informacién que desmentia lo publicado por la prensa. Al parecer, el dia anterior al arentado al general Pinochet, se habia detectado tuna inusual actividad de colaboradores de | bertad que estaban bajo vigilancia de incel fine suficiente para mi y seorienté mis inves hacia ellos, com éxito Discurso radial emitido por radios ines y Coo pertriva, Salvador Allende, 27 de julivr de 1973 Hoy he decidido gntregar el mando ill Ejgreito de Chile al general don Au respeto. por su duelo a ra dla fa semana reeién pasada, he deer st ceremonit privaila no menas solemne para oficializar su dlesignacién en ran alto cargo.» El dia decisive, Augusto Pinochet, Ancumapu Ldito- ves, 1975 cidi «Esa misma noche d el asunto por mi cuenta. Convoguéa personal de mi confiana y le tregué una tarea imposible: resolver en veint go del atentady donde fallecieran ¥y mni hijo menor. Al dia sig horas ef mente mi espas reunion con los golpistas. Ellos nailo por lo sucedido, pero a incélumes. pensaban que me tenian mi honor y mi juramento perm: Sole asistiria como doble agente en ef inicio de mis actividades para desmantelae kt conjura.» The man and his circumstances. Story of a decision», Mal Spencer. The Economist, October 19° yy qfuienes creen que fi decisién de Ti vor een contra del golpe dependeria exclu- de los resultadus de ky investigaciéin acerea del asesinato de sut familia, y cle ba confirmacisn i situ del verdadero poder de accién de fa conjura gol- pista a cravés de las reuniones a las que habia sido invirado, ‘Todos los analistas evinciden en que, si el movimiento probaba st fortaleza, Pinochet, al menos, no se habria opuesto. Sin embargo, el propio general refuca esta hipécesis en su libro El dia decisiva, smerte de relaro romantica y poco fable acerca de los hechos de septiembre.» Memovias de wn general patriots, general (s) Orlando Urbina, Editorial Quimanci, 1976 vA mi me tocé darle la noticia. Se veia muy nervioso: y me invit6 a pasar a su oficina, Yo me's “Augusto, me veo en kt ingraca posicién de comuni- ed y le dije carte algo espantoso. Jamas pensé que ley esto y crea que es el sintoma més claro de que ki situa cid ha Ilegado al Kimite, Debemos detener este odio tremendo. La informacién es concluyenre, los datos, los testigos, ¢ incluso una grab: clu de Patria y Libertad actuaron el 23 de agosto adrugada, apo) activo del Ejércita de Chile, Colocaron arrefacto, explosive de alte poder, fabricado en FAMAE, en el chasis de tu aucomévil, y otro en el mio. La coordina cidn de ka acciéi estamos individualizando, pero tenemos las sospechas de que detnis estt Yovane”. 1 general Pinochet estaba pilidos me comenté que en la mafiana se habia reunido con algunos oficiales enki clos por personal en servicio estuvo a cargo de un brigadier que (en ese momenta yo no sabia que él estaba actuando, de encubierto con los golpistas) y me aseguré que Yor vane estaba entre ells, que lo habia saludado y que incluso le habia dado sentidas condolencias por la pérdida de sus seres queridos, Tins unos segundos de perplejidad, me preguned si sabia ef porque. 46 ola razon que imple, “Te identifican como a un general respetuoso de ka Cons- 0 y la decisién necesa- rios para apoyarlos en su intento golpisea. Crefan que formantes es rirucién ¢ incapar. del liderazg tsi yo, los nv probables sucesores de Prats, seriamos obsciculos para to que persiguen cada de todas las Fuerzas Armad: presionar par accién concer i ui y yo desapa- nsralar a Bonilla en Lucgo Bonilla activaria un plan de reciamos, pode la Comandanei conerainsurgencia en respuesta a os atentados y el es jo extaria listo para un golpe en cl carto plazo ese momento vi por primera y ilkima vexa Aug to Pinocher completamente desbortad. Los ojos se Ie Henaron de 76 de rabia, se puso violentamente de pie y golped el «escritorie con los patios, imas y al mismo tiempo se suboric retrato de su esposa cayé al suclo, Grito un par de salié de la habiracién. Lo esperé durante hargos diez do du- cuando lec a preocu- wultos de grneso calibre y W6 habia oe minutos, Nunca le pregunté ¢ ante ese lapso, qué pens6 0 qui regress pareeta o pacisin y la profundidad de mi invest que lo dejara solo.» simtid. Pet a persona; me a n. Me rogs Lat conjunt, Monica Pernsindez, Editorial Aeon 1977 gua, to de Au- Jefe del Kjiereito, «Lo que ocurrié después cel nombi acher como comandante en noso, Pinochet niega haber tenide pactivips- os hechos mas cuestionables, (oa durante la manana del viernes 31 de agosto muere en un espanteso accidente carrecero el general de € rabineros Arturo Yovane. Sus restos solo se rerminaron a7 de recoger al dia siguiente, Esa misma tarde ingresan al Hospital Militar los generales Sergio Arellano Stark. y Oscar Bonilla, Fueron rescatados con principio de asfixia por bomberos desde una habitaci6n en el cen- tro de Santiago, en confusas circunstancias. Muchas hriscorias exeratia dente, ¢ involuc como juguetes sexuales, alambre de pi Bonilla intentaria suicidarse en horas de ba sada tras duuros interrogatorios y exiim se han tejido en corno a este inci- armamentos de guerra utilizados \s ¥ Menores madra nicos considerados vejatorios por sus mis cercano: Finalmente, en horas de la noche, un asateance ingte al domicilio del general Gustavo Leigh y le dispara en el rostto dejindolo en estado de gravedad durante varias semanas. Los galpistas esein desesperadas: en aan dia sus p ipales cabecillas quedan fuera de combate. Clira- en curso. Le mente hay una operacidn de inreligencia solicitan a Pinochet, a quicn consideran leal por sus Gircunstancias familiares, que acclere kx decision de evar adelante el golpe, El damingo 2 de septiembre, con aprobacidn del Hercules de conrrainsurs actos de extrema violen Jbicrno, Pinochee activa el phen a a raiz de los xilkimos en las calles, y comunica para fas |gunos militares con) a los golpistss que es el preparative ini acciones fucuras. Destina rados en puntos estratégicos del pais y comunica que busca apoyar el golpe en regiones. Lo que ellas no saben es que, al distribuir fuerzas militares por toda a capital concrolando puntos estrarégicos y estable- Giendo vigikincia sobre las demas ramas, Pinochet ha ado un golpe silencioso en concomitan gobierno, a con el ais di rnuumerosos generales de la Fach para nambrar coman- dance de la Fuera Adrea al general Alberco Bache en reemphazo del incapacitada Gustavo Leigh. El no dia desticuye a un par de generales del Ejerci to prodlives al golpe. El debilitade movimiento nada puede haver fre miento ‘Ta lunes 3 de septiembre, Allende pasa a reriro 2 ea las decisiones del Ejecutivo. Solo tra un intenco de akaamien- 10, ripidamente acallado por el propio Pinochet, que Inno es cl momento” Esa noche habrian tenide un gue no hay registro, Bachelet, Pinochet y Allende. Durante la madrugacla del 4 cle septiembre los golpis- tas se retinen, Pinocher ineluido, para defini his ac~ clones. Est anidin secreta, de la desesperados, sienten que perdicton a Lt ay que Carabiners, sin Yovane, rambién de influencia, Pinochet sugicre caperar hasta después de Fiestas Patri re Herma, de kt Armada, golpex kr mesa y pide 1 hombria para enfrentar la situacidn, Pinocher ne es- p ponde, se ve in Hi dia 5 de sepriembre Pinochet se retine con Bache- lec en el acropuerco de Cerrillos. Durante la madre: I, clandescina con Pinachet. En su nds del 6, el gener Urbina, vestide de subotic Hlega a una reuni libro Memorias de un genenid patrons, revela que las intenciones de Pinocher eran desmantelar fas accio- s descabezandlo el movimiento, patn de esta manera evitar un posible enfrenramiento entre ramas de las 7 rentaré un golpe en solitario, arriesgando una guerra civil como la de 1891. Urbin Euerzas An Pinochet contfix Te comenta que Merino n gran admirador de “9 esctiché mencionar, en vox baja, que dl generalisimo no le habia renido miedo a una guerra civil con tal de sacat de su pattia a los marxistas. Pinocher apuesta a que en las siguientes tres semanas conseguir desc bezar el movimiento en la Armada, la rama mis dura de todas. El dia jueves 6 de septiembre, Pinochet recibe a un emisario de Merino (el vicealmirance Huidebro, se- ain la mayorin de las versiones) que fe comunica que finalmente estin solos y que deberin rendir juicio ante la historia sino mucstran la valentia necesaria”. Un testigo de la reunidn ve a la distancia a un Pino- chet pensativo y un tanto angustiado, mirando hacia cel jardin durante largos minutos desde fa venta El viernes 7 de septiembre, Pinochet esta inubicable, No hay regisere de sus actividades E] sibado 8 permanece junto a su familia y organiza nuro de vera tun viaje para sus hijos a un 10 militar cen el Cajon del Maipo. os permanecerin los dis 1 militar elegida por ef propio Pinochet. No habia demasiado espacio para la con- fianza en esos momentos, El domingo 9 recibe en su casa la visica del almirante Sergio Huidobro y del comandante Ariel Gonzilez, que traen una misiva ce parte del almirante José Tori- bio Merino, El escueto mensaje de Augusto. Bajo mi palabra de honor, el dia D serd et 11 a ta bora 06.00. Si Ud. no puede cumplir esta fase con el total de as fuevans que mandan en Santiago, expliquelo al rever- so. El abmisante Huidobro esti attorieado pava tratar y divscutir cualquier tema com usted. <0 Le satluda con esperanea y comprensitin, Merino. Y al reverso se let Augusto, Si no pones tada la fuerza de Santiago desele él primer moniento, no viviremnos para el futuro Seaiin restigos, Pinochet demora li firma aduciendo aque busca un timbre para estampar junto a su nor bre. Tras algunos minuros moviendo papeles por coda la habitacién, Jo encuentra y exige el papel con un gesto grosero, El almirante se lo extiende y Pinochet ¢ se lo arranca de las manos. Se le ve ne itable, Un pariente, de visica « esi hora, fo la distancia y-bromea con una sobrina: “Mitalos, ahi estin complotando fos uniformados Cuando los enviados de Merino se retiran, Pinochet esp hora y se dis hacer una tl asi cl momento: pricticam vioso © casi de un vecino para dia decisivo, r En ese instante comprendi que el enfrensamicnto ea inevitable. Desgraciadamente, mis exfeszos por desmatelar fa con- jjura al interior de la Armada se habian encontrado con tun invro de odio impenetrable, Habia Hequdo ef mae mento de twmar una decision persand en la patria ysu futuro, Llamné al generat Urbina y le di la clave que ati- aria el operativa prefiminar: Magallanes, Magallanes Debiamos detener el golpe a cualquier costa 0 se desaia- ria wna guerna civil larga y-sangviema. A partir de este instante, los relatos de los diversos stigos dil ren en algunos deralles, pero todos coin- ciden en que los protagonistas comaron precauciones

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