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SUAyED Economía
Los socios, en principio, tienen un derecho abstracto de participar en los beneficios que
llegue a generar la sociedad; pero este derecho solo se materializo, se transforma en
concreto, precisamente al paso y en la medida en la que la sociedad obtiene ganancias.
Ahora bien, el derecho concreto de participar en los beneficios no significa que el socio
tenga derecho a la distribución de las utilidades. El derecho a la distribución de los
beneficios se desarrolla en dos etapas: el llamado derecho abstracto es aquel que nace
del hecho de que la sociedad obtenga ganancias y el segundo derecho concreto que nace
una vez que se cumplen ciertas condiciones establecidas por la ley para repartir las
utilidades, hay ciertas condiciones que deben cumplirse para que sea válida la distribución
de beneficios (arts. 18, 19, 20, 113, párr. segundo, y 117, LGSM).
Primera. Las utilidades solo podrán distribuirse después de que hayan sido debidamente
aprobados por la asamblea de socios los estados financieros que las arrojen (art 19).
Tercera Si hubiere pérdida del capital social, tampoco podrá hacerse distribución de
utilidades mientras éste no sea reintegrado (art 18).
En el caso que se repartieran utilidades sin hacer las separaciones necesarias para
formar o reconstituir el fonde de reserva, los administradores quedarán solidaria e
ilimitadamente obligados a entregar a la sociedad una cantidad igual a la que hubiere
debido separarse, esto sin perjuicio de que los administradores puedan repetir contra los
socios por el valor de lo que entreguen cuando el fondo de reserva se haya repartido, de
acuerdo a lo contenido en el art 21, LGSM.
Por último, si se hiciere una distribución de utilidades contraria a los dispuestos por los
arts. 113, párr. segundo, y 117, LGSM, entendemos que los titulares de las acciones de
voto limitado y liberadas, tendrán acción para demandar la nulidad de losa cuerdos
ilícitamente tomados, en razón de que el primero de dichos articulos es prohibitivo y el
segundo imperativo; es decir, porque ambos dispositivos son de orden público.
La amortización de las partes sociales y de las acciones con utilidades repartibles está
prevista en los arts. 71 y 136, LGSM, respectivamente. La amortización de partes
sociales, no está permitida sino en la medida y forma que establezca el contrato social
vigente en el momento en que las partes afectadas hayan sido adquiridas por los socios.
El derecho de separación de los socios se ejercita por diferentes causas, según sea la
especie de sociedad de que se trate. En las sociedades en nombre colectivo y comandita
simple, los socios minoritarios tienen derecho a separarse.
i) Cuando el contrato social sea modificado sin su consentimiento (art 34, LGSM)
ii) Cuando contra el su voto el nombramiento de algun administrador recaiga en
persona extraña a la sociedad (art 38, DGSM)
iii) Cuando el administrador delegue su encargo (art 42, LGSM)
En las sociedades de capital variable los socios tienen derecho a retirar, total o
parcialmente, las aportaciones que hubieran hecho para incrementar la parte variable del
capital, a condición de que notifiquen fehacientemente a la sociedad su intención de
hacerlo y en el entendido de que el retiro no surtirá efectos sino hasta el fin del ejercicio, y
hasta el fin del ejercicio siguiente, si se hiciere después (art 220, LGSM).
Monto del reembolso Los socios tienen derecho a que se les reembolse el importe de
sus aportaciones, frente a la cuestión de ¿Sobre qué base debe hacerse el desembolso?
Por lo que toca a esta cuestión, la LGSM solo ofrece soluciones en dos casos
Este derecho nace del derecho general de participar en los beneficios de la sociedad,
pero también nace del derecho a la realizar aportaciones, puesto que la liquidación de la
sociedad, en la generalidad de los casos, supone el reparto del haber social; es decir, del
patrimonio neto de la sociedad.
a) Las decisiones se toman por la mayoria simple de votos y, por excepción por
unanimidad o por mayorías calificadas (arts,34,37,46,57,65,77,79,83,189,190,191
y 208, LGSM)
b) Los socios deberán abstenerse de deliberar y votar en las decisiones de los
asuntos en que, por cuenta propia o ajena, tengan un interés contrario al de la
sociedad (arts,196,197 y 208, LGSM, para las sociedades anónimas y en
comandita por acciones y2679, en particular, y 1796, CCDF, en general, para el
resto de las sociedades)
c) En las sociedades intuitu personae el voto se computa por cabezas (pro capite) y,
excepcionalmente por cantidades; en las sociedades intuitu pecuniae en función
de la participación que tienen los socios en el capital social (arts. 46,57,72,113, y
208, LGSM)
El único caso en que la ley admite el voto plural es el de las partes sociales privilegiada,
que pueden emitirse conforme a lo dispuesto por el art 79, LGSM.
Voto Acumulativo
La LGSM no admite como valido el voto acumulativo que es aceptado por algunas leyes
locales de Estados Unidos de América para el caso de elección de los administradores, el
voto acumulativo consiste en que “cada acción puede ser multriplicada, para propósitos
del voto, por el número de administradores a ser elegidos”
Obligación de aportar
Obligación de lealtad
a) El contrato social.
El contrato social se forma con las declaraciones entre los socios respecto a los asuntos a
que se refieren las primeras siete fracs del art 6º, LGSM:
El nombre de las partes, más que un requisito esencial del negocio social, es un supuesto
lógico e todos los contratos, es un dato de identificación necesario para imputar a las
partes el estatus de socio y para probar la existencia del consentimiento, cuestiones
éstas que no ameritan mayores comentarios.
La expresión de la nacionalidad es una exigencia que nace de las disposiciones
contenidas en las fracs I y V del art 27 constitucional, así como de la Ley de Inversión
Extranjera, disposiciones que son de mera policía del Estado
Objeto social
Es un elemento esencial del negocio social, la declaración del objeto social es quizás el
requisito más importante del negocio social, puesto que, mediante su determinación, los
socios fijan los límites de la capacidad jurídica de la persona moral y, consecuentemente,
su marco legal de acción, dentro de la esfera de capacidades generales y limitaciones
establecidas por la ley.
La determinación del objeto social tiene una gran importancia para los socios porque, por
una parte, la vaguedad de fines haría interdicta la actividad de la sociedad y, por la otra,
desde un punto de vista práctico, difícilmente se podría integrar una sociedad con
personas que no tuvieran la más mínima noticia de las actividades que ésta va a
desarrollar.
Duración
El Domicilio social
De acuerdo con lo establecido por el art 33, CCDF, “Las personas morales tienen su
domicilio en el lugar en donde se halle establecida su administración”
Capital social
Se forma con la suma de las aportaciones, en numerario y otros bienes, que realizan los
socios. La declaración del importe del capital social no es un requisito esencial del
contrato de sociedad, pues su omisión puede suplirse fácilmente mediante una simple
suma aritmética del importe de las aportaciones que hayan hecho los socios.
Las personas orales, lo mismo que las físicas, responden del cumplimiento de sus
obligaciones con todos sus bienes, con excepción de aquellos que por ley son
inalienables (art 2964, CCDF), de allí que el legislador ponga un gran cuidado en que el
capital social, que es parte del patrimonio de la sociedad, constituya una garantia de las
deudas sociales, especialmente en el caso de las sociedades intuitu pecuniae.
Las aportaciones
Las aportaciones constituyen el llamado objeto indirecto del negocio social; son las cosas
que el socio está obligado a transmitir a la sociedad los hechos que debe prestarle. Por
ende, si las aportaciones no se realizan, el contrato de sociedad no llega a existir (arts.
1824 y 1794, CCDF).
Las aportaciones pueden consistir en numerario, en otros bienes distintos del numerario,
inclusive derechos, y en servicios. Las aportaciones distintas del numerario, también
llamadas de especie, por regla general son translativas de dominio (art 11, LGSM) y es
requisito indispensable que se valoricen y que se declare el criterio seguido para su
valorización, según dispone el art 6º, frac VI, LGSM.
Reglas de organización
Son las que se ocupan de la forma de integrar los órganos sociales, o sea las juntas o
asambleas de socios, los consejos de gerentes o de administradores, los interventores,
los consejos de vigilancia, entre otros. De estos asuntos se ocupan los arts. 6º, fracs IX y
XII;47,57,84,164,181, frac II y 236, LGSM.
Por lo que toca a las sociedades de responsabilidad limitada, anónima y comandita por
acciones, la forma de integrar las asambleas, está reglamentada por la LGSM, más o
menos con cierta minuciosidad.
Reglas de funcionamiento
Es en este campo de los estatutos en donde los socios tienen una mayor
flexibilidad, en particular en lo concerniente a las funciones y facultades de los
órganos de administración. Debe tenerse presente que aquí prevalecen ciertos
preceptos inmodificables, como lo son, entre otros, los que establecen los
quórumes mínimos de votación y el que atribuye voto de calidad al presidente del
consejo de administración anónima.
Reglas de disolución
Atienden a la declaración y reconocimiento de que la sociedad debe cesar sus
operaciones normales. No se les debe confundir con las causas de disolución
previstas en los arts. 229 y 230, LGSM, éstas se refieren a las circunstancias que
motivan el cese de las operaciones, aquellas a la forma de declarar y reconocer
que existe una causa de disolución y a las consecuencias que derivan de tal
declaración y reconocimiento
Reglas de liquidación
Son las que atañen a las operaciones que tiene por objeto la liquidación de la
sociedad, los socios tienen amplia libertad para establecer estas reglas (arts. 6º,
frac XIII y 240, LGSM) para que sean validas, no deben atacar los derechos de os
acreedores ni los de los socios.
d) La escritura constitutiva
e) El protocolo
Está constituido por el conjunto de libros o volúmenes en los cuales el notario, durante su
ejercicio, asienta y autoriza con las formalidades previstas por la ley, las escrituras que se
otorgan ante su f, y por el apéndice en el que se glosan los documentos relacionados con
ellas. Es decir, el protocolo es una colección de instrumentos públicos(escrituras)
debidamente foliados y encuadernados.
f) La escritura pública
Son las copias de los testimonios o de otros documentos autenticadas por el notario con
su sello y firma
i) El acta notarial
Es el instrumento original que el notario levanta fuera del protocolo para hacer constar un
hecho jurídico y que tiene la firma y sello del notario (art 136)
Si aplicamos estos conceptos legales a la materia de sociedades mercantiles tenemos
que:
Las leyes notariales mexicanas, en terminos generales, establecen las siguientes causas
de nulidad de los instrumentos notariales
1) Por ser autorizados por notario incompetente
2) Por estar redactados en idioma extranjero
3) Por haberse omitido su lectura en los casos en los que la ley exige esta
formalidad.
4) Por no estar firmados por todos los que deben hacerlo.
5) Por no estar autorizados con el sello y firma del notario.
Para determinar si los menores de edad pueden ser parte en el negocio social, hay que
atender a su estatus jurídico, a la forma de acceder al contrato y a la clase de
responsabilidad que contraen en virtud del mismo, los menores emancipados, por
matrimonio o por otorgamiento, y los habilitados tienen la libre administración y pleno
usufructo de sus bienes muebles e inmuebles; pero solo pueden disponer de los
inmuebles o gravarlos o hipotecarlos mediante autorización.
El art 1795, CCDF, nos dice que el contrato puede ser invalidado por incapacidad legal de
las partes o de una de ellas, lo cual, correlacionado con otras disposiciones del Código
Civil, significa que el contrato de sociedad puede ser invalidado, al menos parcialmente,
por estar viciado de nulidad relativa, puesto que así lo estatuye el art 2228 de dicho
ordenamiento, en este caso el incapaz es quien le corresponde demandar la invalidez del
contrato ya que los coasociados no pueden invocarla en provecho propio, según estipula
el art 1799 del Código Civil, lo que nos permite deducir lo siguiente:
Para que todo contrato sea válido, es requisito indispensable que el consentimiento se
manifieste sin vicios tales como el error, el dolo, la mala fe y la violencia. (arts. 1795, frac
II, 1812 y 1815, CCDF).
El error
El Código Civil para el Distrito Federal, clasifica el error en dos grados: el error vicio, que
anula el contrato, y el error indiferente, que soló da lugar a que se le corrija; y en tres
tipos: el de hecho, el de derecho y el de cálculo (arts. 1812, 1813 y 1814) y, a la
vez, establece que para que sean causal de anulación del contrato se
requiere que recaigan sobre el motivo determinante de la voluntad.
El dolo y la mala fe
Se entiende por dolo en los contratos, cualquiera sugestión o artificio que se emplee para
inducir a error o mantener en él a alguno de los contratantes; y por mala fe la disimulación
del error de uno de los contratantes, una vez conocido (art 1815, CCDF). Se distingue
entre dolo malo (dolus malus) y el dolo bueno (dolus bonus). El primero implica que una
de las partes tenga el proposito de engañar (animus decipiendi) y, en consecuencia,
produce la nulidad del contrato, en el segundo, o sea el dolo bueno, también llamado
solercia, no hay intención de provocar error, sino solo despertar interés en el
cocontratante y, por lo tanto, no produce la nulidad del acto.
La Violencia
Hay violencia cuando se emplea fuerza física o amenazas que importen peligro de perder
la vida, la honra, la libertad, la salud o una parte considerable de los bienes del
contratante, de su cónyuge, de sus ascendentes, de sus descendientes o de sus
parientes colaterales dentro del segundo grado, y, en consecuencia, Es nulo el contrato
celebrado por violencia, ya provenga ésta de alguno de los contratantes, ya de un tercero,
interesado o no en el contrato (arts. 1818 y 1819, CCFD).
Las aportaciones (objeto) se utiliza para para expresar nociones muy distintas entre sí; de
manera que lo mismo significa
Por esta razón la generalidad de la doctrina critica el lenguaje del legislador y propone
que, como mínimo, deben distinguirse los conceptos objeto de la obligación y objeto del
contrato. El objeto directo del contrato es crear o transmitir derechos y obligaciones. El
objeto indirecto es la cosa, el hecho o la abstención que, asimilado, son objeto de la
obligación que engendra el contrato.
El art 1824, CCDF declara que “Son objeto de los contratos: I La cosa que el obligado
debe dar; y II El hecho que el obligado debe hacer o no hacer” Esto significa que para
nuestro legislador civil el concepto objeto es idéntico a la noción de prestación, o sea, a lo
que la doctrina llama objeto indirecto del contrato o, con mayor propiedad, objeto de la
obligación. Por otra parte, para la legislación mercantil el concepto objeto social significa
fin social, entendido éste como el “conjunto de operaciones y negocios que constituyen la
actividad especializada de las personas morales”
APORTACIONES DE BIENES
APORTACIONES DE NUMERARIO
Las aportaciones de numerario son las más comunes en las sociedades mercantiles y se
caracterizan en que necesariamente son traslativas de dominio, toda vez que si no lo
fueran constituirían un usufructo; es decir, una portación de especie.
APORTACIONES DE TRABAJO
OTRAS APORTACIONES
Cosa futura
Joaquín Rodríguez Rodríguez en base a lo que se establece en el art 1826, CCDF, estima
que “las cosas futuras pueden ser aportadas a la sociedad, en cuanto pueden ser objeto
de contrato” y que “nunca puede ser objeto de aportación la herencia, mientras no se
haya causado”, tiene validez en el caso de las sociedades de personas, pero no para el
caso de la constitución de la sociedad de responsabilidad limitada ni para las sociedades
anónimas y en comandita por acciones en opinión del maestro Rodríguez.
Cosa ajena
Rodríguez también considera que es posible la aportación de cosa ajena: es lícita “por
aplicación analógica de lo dispuesto en los arts. 2270 y 2271, CCDF, sobre la
compraventa de cosa ajena”.
Desde la óptica del autor ,la aportación de cosa ajena en ningún caso es lícita, porque es
contraria a las leyes de orden público y a las buenas costumbres (arts. 1830y
2269,CCDF);no es posible, porque las cosas ajenas no están ene l comercio, en el
sentido de que nadie que no sea su dueño puede disponer de ellas 8arts 1825 y
2269,CCDF)y, en última instancia, porque conforme a nuestro orden jurídico no cabe la
aplicación analógica de la ley (art 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 19, CCDF)
Cosas cuya propiedad esté sometida a condición suspensiva o resolutoria
Rodríguez declara que “es posible y tiene el mismo trato que la aportación de cosa futura”
Cosas determinables
Lo normal es que las aportaciones recaigan sobre cosa determinada, entendiéndose por
tal aquella que se caracteriza por sus atributos propios que la distinguen de cualquier otra.
Doctrinalmente se considera que las cosas son determinables cuando son susceptibles de
ser determinadas por su especie, cantidad y calidad, de modo que, faltando cualquiera de
estos elementos, la cosa será indeterminada y no apta para ser objeto de la obligación.
Sin embargo, la ley no ha atendido la doctrina, en efecto, el art 2259, CCDF, permite la
venta de la cosa indeterminada por su cantidad y, el art 2016 del mismo permite la
enajenación de cosa indeterminada por su calidad, de donde resulta que, por una
combinación de ambos dispositivos legales, también permite la venta cosas
indeterminadas por su calidad y calidad.
i) Como medio para la consecución del fin inmediato que persiguen los socios.
ii) Como prestación, esto es, como el conjunto de actividades que debe realizar la
persona moral que es creada en virtud del negocio social, y
iii) Como medida de la capacidad jurídica de la sociedad.
El negocio social no puede existir sin otro elemento; a saber: el fin(objeto) social; es decir;
el hecho o conjunto de hechos (negocios y operaciones) que debe realizar la sociedad, no
los socios, para que éstos alcancen los fines que se proponen
El objeto social, lo mismo que el objeto indirecto de los contratos de cambio, debe ser
posible y lícito; de manera que, por una parte, la imposibilidad fisica o legal de realizarlo
trae como consecuencia ya sea la imposibilidad fisica o legal al realizarlo trae como
consecuencia ya sea la inexistencia o la extinción de la persona moral(art 2224, CCDF)
8.- De la lectura del artículo “El notario y los instrumentos públicos del Mtro.
Clemente Herrera González, explique que es el protocolo, la escritura
pública, testimonio, copias certificadas y actas notariales.
PROTOCOLO
Está constituido por el conjunto de libros o volúmenes en los cuales el notario, durante su
ejercicio, asienta y autoriza con las formalidades previstas por la ley, las escrituras que se
otorgan ante su fe, y por el apéndice en el que se glosan los documentos relacionados
con ellas
LA ESCRITURA PÚBLICA
TESTIMONIO
COPIAS CERTIFICADAS
Son las copias de los testimonios o de otros documentos autenticadas por el notario con
su sello y firma
ACTAS NOTARIALES
Es el instrumento original que el notario levanta fuera del protocolo para hacer constar un
hecho jurídico y que tiene la firma y sello del notario.
9.- De la lectura del artículo “El notario y los instrumentos públicos del Mtro.
Clemente Herrera González, diga cuales son las causas de nulidad de un
instrumento notarial.
Causas de nulidad:
Bibliografia: