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Selección de Poesía sobre los

Afrodescendientes

Carlos Garzón

AFESE 57 213
Selección de Poesía sobre los Afrodescendientes

CARLOS GARZÓN NOBOA JORGE CARRERA ANDRADE

BLUES NIÑA DE PANAMÁ

A Whitney Houston Risa de negro del coco de agua.


Pereza africana del mar.
Amor, mientras tu voz se apaga, Lavan los buques luces descalzas
un coro de niñas con alma de abeja en los espejos del canal.
enciende tu imagen en mis ojos.
Dientes salientes y relucientes:
Las lágrimas serán los silencios entre sonrisas la niña va
que endulzarán mi tristeza. rayando con la tiza de sus dientes
el barrio negro de Panamá.

CATARSIS Sudan diamantes las garrafas.


Los senos llenos hincha el calor.
Despierta, ¡oh, guerrero de los tem- Sabe a vainilla la ducha helada
plos vudú! y el abanico sabe a limón.
Calixthe Beyala
Cochero negro. El coche negro
Contra el naufragio de mi raza, abre su paraguas café.
abrí a tientas Por los tejados corre un letrero:
sobre la isla nocturna de tu cuerpo Metropol-Cabaret.
una fértil herida en dirección a
Oriente. La sala exhala luz de bengala.
Guiña la niña su ojo saltón,
Pero, desnudo, sin armas y entre ví- estremecidos seno y cadera
boras, por el mugido del tambor.
vi llegar a un escuálido ángel de la
aurora El negro músico muere de risa
con la cabeza de nuestro hijo, y lanza gritos de luz su piel.
segada por el hacha de la luna. Una aventura cosmopolita
nace a la orilla del coctel.
Mientras tú apaciguabas la furia
devorando los restos de niños que
perecieron
bajo las piedras de la Ciudad mal-
dita,
destruida para siempre
por el mar y tus manos.
ANTONIO PRECIADO En todo caso, y a la cabecera,
mi Lord sonríe, bondadoso toma
FRUTAL tu mano entre las suyas:
hace el papel del padre que ha
Alta fruta madura ordenado
sobre tu rama. estos festejos
¿Cómo alcanzarte, negra por ser tú la primera mujer de lejas
del alma? tierras
que venciera el hechizo.
Algo más miel te pusieron,
caramba. Quién sabe si en la aldea
ay! cómo morderte entera, donde el cura gobierna, lo puedan
mulata! entender:
¡cómo el monarca
Ay!, niña de tierra firme, honre a la hija del Continente pro-
cálida, fanado,
¿ves que te roza la falda una negra, si bien
mi marejada? ella viste la túnica
de la real nobleza,
Muchacha como de mangos, de un color que realza su esbeltez de
como de caña, pantera!
ay! cómo chuparte a besos, Mas, para qué pensar en lo que
ñángara! digan
ñángara! esas ancianas gordas,
arrepentidas meretrices.
En Elfos, tal el nombre
PACO TOBAR GARCÍA
del país descubierto por Dunsany,
HOMENAJE A LORD DUNSANY el tiempo debe ser una mentira,
pues no hay noches ni días,
Amada, ven: tampoco un calendario donde se
dispuesta está la mesa, por el rey hallen marcados
presidida. los días de abstinencia
Los trasgos, inocentes, y los propicio
merodean incrédulos, y el decorado para la cópula.
espléndido
sirve a los fines del huésped extraño. Libre es en Elfos
la vida, y las bestias
Tal vez, cuanto observamos corren ajenas
pueda ser irreal al rigor de las leyes.
-una página vieja por el viento
arrancada.
Selección de Poesía sobre los Afrodescendientes

Amada, ven y siéntate eres sola caricia cuando ríes


junto al rey bondadoso que compa- y me esclavizas dulcemente.
ra tu cuerpo
con la noche apacible
- estrellas son tus ojos LA SEDUCCIÓN
que la humildad enciende -,
mientras llega la música. Llega con el aroma de la caña,
dulce como el alcohol,
precedida de un sueño
EL RÍO DE TU NIÑEZ que yo soñara en África,
alta, con la sonrisa de saliva roja.
Cuando te ríes
el río de tu infancia ensueño: no me detengo
te imagino en el agua, jugando con a preguntar su nombre. lo adivino.
tu risa, mas trato de besarla y ella, esquiva,
sin sospechar que te trajeron los huye de mí, riendo
extraños y vuelve la cabeza
del Continente azul porque sirvieras mientras regresa el día.
en ímprobo trabajo
como la compañera del poeta. la seducción se inicia, el viejo juego,
cuando la luz resbala por su piel
¿Por qué me miras asombrada oscura.
si te digo que escucho, cuando ríes, oh noche recogida en las axilas,
tropeles de animales los senos en el trance de volar!
en plena libertad,
el clamor de los bosques, ave teñida de un asombro mudo,
el humus crepitando, temblor de las pestañas
si la semilla rasgará veladas de misterio.
la tierra ardiente? en esa oscuridad, estoy perdido,
niego hasta mi alma por hallar su
Tú nunca fuiste esclava, cuerpo.
ni de los otros, ni de mí.
Tú eres el agua que corre en el día…

¡Nacen tus manos, ríen,


ellas pueden romper la calma au-
gusta,
conquistar otro cielo,
más allá de los cielos figurados!
Mas prefieres reírte, toda en risa,
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FERNANDO CAZÓN VERA EDGAR ALAN GARCÍA

ELEGÍA NEGRA mía,


sabrosa pulpa de maguey
Aquel era un tiempo ido, que se abrió entre dos sombras;
un tiempo que ya se fue. ahora que he pasado el puente
¿Dónde te habrás escondido, bajo el río de los años,
en qué rincón te has perdido, recuerdo que al oído
Vieja Belén? me dijiste palabras obscenas
como quien escancia una sabiduría
Negra de bemba estirada agreste y antigua
que hablaba un extraño inglés. en una vasija de arcilla recién cocida.
Un día de madrugada Casi un niño yo,
te perdiste entre la nada. tú la reina del barrio caliente,
Vieja Belén. la pantera negra que me descubrió la
noche
Te buscamos en tu casa, y de un mordisco me arrancó el
en tu cuarto, en tu pared, corazón.
en la calle y en la plaza
y en el silencio que pasa.
Vieja Belén. SATIAGO CAIZA

Borrose el curtido cuero Prefiero la eternidad


y las huellas de tus pies porque es negra como tu piel
y el ave de mal agüero
a cuya sombra te espero. ¡Atrás la luz!
Vieja Belén.
a lo lejos ésta es un tacto infame
Te llora el Cristo clavado que destroza la mirada
y San Antonio al revés y enerva el dolor del placer
y hasta el diablo colorado
que te tentaba en privado. prefiero la eternidad
Vieja Belén. porque es negra como tu piel

Adiós te dicen mis ojos fatal para el vulgo


que buscan tu sombra infiel prohibido Edén
y al fondo de tus despojos que satisfará en la muerte a los
te dejo estos versos cojos, elegidos
Vieja Belén.
prefiero la eternidad
Selección de Poesía sobre los Afrodescendientes

porque es negra como tu piel CARLOS EDUARDO JARAMILLO

acércate a mí ME QUERÍA COMO A SU NIÑO

pon tu lunar en mi boca La puta que me quería como a su


y deja que la lengua dé vida al/ niño
verbo mi negra dura que
que duerme entre tus piernas/ tiernamente
siempre esperando depositar/ me guardaba su orgasmo
la noche como el mejor regalo
que absorbe al sol me hizo un lugar en sus
y calma por fin la sed de Dios respetables sueños
en su alma alegre y sencillísima
La nueva diosa de ébano Mi puta noble alegre y olorosa
de tez infinita a baobab
y de tacto inmortal mi fresca flor de pétalos belfudos
Nunca le confesé que era feliz
levanta al dios herido pero lo era.
de la sangre en flor

mientras

la nueva diosa
besa y purga el corazón

saca el puñal
de la carne naciente de la muerte

del penúltimo océano sin voz

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